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Laura Cumple Años
Laura Cumple Años
Laura Cumple Años
En un bello valle rodeado de montañas vivía una niña que se llamaba Laura. Desde
pequeña fue una niña muy alegre y cariñosa y regalaba besos y abrazos acompañados de
unos ligeros toquitos de espalda que la caracterizaban.
Laura fue creciendo mientras su padre estaba muy ocupado y pasaba temporadas fuera,
por lo que Laura tuvo algún problemilla en el cole. Pero Laura nunca dejó de ser una
niña alegre y con un gran corazón, siempre tenía un huequito para tener un detalle con
los demás y su ilusión era tan grande que a veces la perdía.
Pasaron algunos años más y su padre ya pudo comenzar a ocuparse de ella como
merecía y con mucho trabajo y amor, Laurita fue creciendo y su corazón se hacía más y
más grande, tanto que se daba una vuelta de vez en cuando para visitar a su estrella
favorita. En realidad, ella sabía que no era una estrella, era un planeta que brillaba para
ella, que salía todas las noches para saludarla adelantándose a las estrellas. Eso le
producía una gran satisfacción, porque aunque las estrellas le gustaban mucho y soñaba
con ellas, había muchas, mientras que planetas que brillasen solamente había uno en el
cielo y encima lo hacía para ella.
En sus momentos tristes, se dirigía al planeta estrella y le contaba sus penas, que se
convertían en polvo de estrella y aumentaban su ilusión.
Laura lo que no sabía, es que a su hermano mayor, al que quería mucho, también tuvo
problemas en el cole al principio hasta que su padre un día se lo contó. No podía
imaginar que su hermano Carlos hubiese tenido problemas alguna vez. Si no fuera
porque su padre se lo aseguró, nunca lo hubiera creído. Su padre también le contó como
había superado Carlos sus problemas, con amor y trabajo.
Desde ese momento, Laura supo que podía abalanzarse sobre los problemas y brincar
sobre ellos dejándolos atrás casi sin darse cuenta.
Al día siguiente, Laura llevó la tarta a su colegio y fue todo un éxito, tanto, que su profe
se chupó los dedos.
Al ir a recogerla su padre, se acercó una maestra y le contó lo contenta que estaba Laura
por lo que les había gustado a todos su tarta, pero que de lo que más se mostraba
orgullosa, era de que se la hubiera hecho su hermano.
Al llegar a casa, Laura fue rápido a darle las gracias a su hermano Carlos y como éste
tenía una pierna rota, fue corriendo a llevarle un pequeño trozo de tarta que le había
guardado con mucho cariño.
Al atardecer, después de acabar la tarea y estudiar un rato, salieron a dar una vuelta para
celebrar su cumpleaños en familia. Laura miró al cielo y allí se encontraba brillando su
planeta estrella, puntual a su cita, pero haciéndolo de un modo especial. Parecía que
parpadeaba como una estrella más, pero, en realidad, le estaba guiñando un ojo y ella
sabía porqué.