Download as pdf or txt
Download as pdf or txt
You are on page 1of 7

Centro de Documentación Judicial

Id Cendoj: 33044370012009100453
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Oviedo
Sección: 1
Nº de Recurso: 103/2009
Nº de Resolución: 453/2009
Procedimiento: CIVIL
Ponente: AGUSTIN AZPARREN LUCAS
Tipo de Resolución: Sentencia

Resumen:
MATERIAS NO ESPECIFICADAS

AUD.PROVINCIAL SECCION N. 1

OVIEDO

SENTENCIA: 00453/2009

SENTENCIA Nº 453/09

ROLLO: RECURSO DE APELACION (LECN) 0000103 /2009

Ilmos. Sres.

PRESIDENTE

D. José Ignacio Álvarez Sánchez

MAGISTRADOS

D. Agustín Azparren Lucas

D. Guillermo Sacristán Represa.

En Oviedo a, treinta de diciembre de dos mil nueve.

VISTOS en grado de apelación por esta Sección 001 de la Audiencia Provincial de OVIEDO, los
presentes autos de JUICIO VERBAL 0000871 /2007, procedentes del JDO. DE LO MERCANTIL N. 1 de
OVIEDO, Rollo 0000103 /2009 , entre partes, como Apelante CALDERYS IBERICA REFRACTARIOS S.A.
representada por la Procuradora de los Tribunales Dª. ISABEL GARCIA-BERNARDO PENDAS, y bajo la
dirección letrada de D. JOSE MANUEL SIMON ANES, y como Apelado el REGISTRO MERCANTIL DE
ASTURIAS en situación procesal de rebeldía.

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- Se aceptan los antecedentes de hecho de la Sentencia apelada.

SEGUNDO.- El Juzgado de lo Mercantil núm. 1 de Oviedo dictó Sentencia en los autos referidos con
fecha 28-10-08 cuyo fallo es del tenor literal siguiente: "Desestimar la demanda interpuesta por CALDERYS
IBERICA REFRACTARIOS S.A. contra el Registro Mercantil de Asturias, en situación procesal de rebeldía,
absolviendo a la parte demandada de las pretensiones formuladas en su contra, sin que proceda condena
en costas".

TERCERO.- Notificada la anterior Sentencia a las partes, se interpuso recurso de apelación por la
parte demandante CALDERYS IBÉRICA REFRACTARIOS, S.A., que fue admitido en ambos efectos,

1
Centro de Documentación Judicial

previos los traslados ordenados, remitiéndose los autos a esta Audiencia Provincial con las alegaciones
escritas de las partes, no habiendo estimado necesario la celebración de vista.

CUARTO.- Se señaló para deliberación, votación y fallo el día 21-04-09, quedando los autos para
sentencia.

VISTOS, siendo Ponente el Ilmo. Don Agustín Azparren Lucas.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Se presenta recurso contra la sentencia del Juzgado de lo Mercantil nº 1 de Oviedo que
desestima la demanda formulada por la Sociedad Calderys Iberica Refractarios S.A. frente a la calificación
negativa del Registrador Mercantil denegando la inscripción solicitada por aquella para la modificación de
los Estatutos sociales, denegación que se concreta en la pretendida regulación de un sindicato o agrupación
de acciones en el art. 9.I de dichos Estatutos.

La calificación negativa del registrador se basa en un motivo general y tres concretos, que son los
siguientes:

Con carácter general, según el Registrador, no son inscribibles las normas estatutarias relativas al
sindicato o agrupación de las acciones referentes al ejercicio del derecho de voto, por cuanto los sindicatos
de voto son acuerdos de carácter extrasocial. Un compromiso de esta índole sobre el ejercicio del derecho
de voto choca con los arts. 105, 106.2 y 107 de la LSA, con la igualdad de trato de los accionistas y con el
carácter deliberante de los órganos sociales en cuanto principios configuradores de la sociedad anónima.

Como motivos concretos para la denegación, la Nota de Calificación considera que: a) La exigencia
de acuerdo unánime para la adopción de determinados acuerdos por la Asamblea de sindicados, que
implica derecho de veto para el accionista minoritario, es contrario a los principios configuradores de la
Sociedad Anónima (arts. 10 y 93 TRLSA); b) La atribución al Comisario del sindicato de la facultad de
certificar los acuerdos de éste, está al margen del art. 109 del RRM ; y c) La prohibición absoluta para los
accionistas sindicados de ejercitar los derechos de asistencia y voto en la Junta General contradice lo
dispuesto en los arts. 105 y 106 del TRLSA.

El Magistrado-Juez de lo mercantil, en la sentencia apelada, sigue el criterio del Registrador, si bien


centra la desestimación de la acción de impugnación, en el motivo genérico antes expuesto, al resolver que,
a su juicio, no cabe "la inclusión de los sindicatos en los Estatutos, pues ello implicaría desconocer la propia
naturaleza de aquellos".

SEGUNDO. La primera de las objeciones planteadas por el Registrador, y en la que fundamenta el


juez su resolución, se basa en la naturaleza extrasocial o parasocial de los sindicatos de acciones y en
concreto en la modalidad denominada de sindicato de voto, resaltando, tanto el Registrador como el Juez,
que no se cuestiona la validez de dichos sindicatos sino su inserción en los Estatutos.

Los sindicatos de voto, ante la ausencia de regulación legal en nuestro sistema, han sido estudiados
por los tribunales siguiendo definiciones doctrinales, así la SAP de Barcelona, Sección 15ª, de 15 de
diciembre de 1999 , los define como la agrupación voluntaria de personas, físicas o jurídicas, que se
comprometen entre sí o ante terceros, a no ejercitar el voto o a ejercitarlo en los órganos de la sociedad,
bien por sí mismos, bien mediante representante, en el sentido decidido previamente, con el fin de llevar a
término una influencia más o menos estable en la marcha de la sociedad, bien mediante la constitución de
una mayoría compacta que ostente el control de la misma, bien mediante la constitución de una minoría que
haya de ser tenida en cuenta por los accionistas mayoritarios encargados de la dirección de aquella.

El sindicato o agrupación de acciones incorporado al art. 9º. I de los Estatutos de la Sociedad actora
se encuadraría en los denominados mixtos, de voto y bloqueo, ya que como dice la propia redacción de la
norma estatutaria cuestionada, se agrupan las acciones "a los efectos de la regulación de su transmisión a
terceros y del ejercicio por los accionistas de los derechos de voto en la Junta General de Accionistas", por
lo que en principio, partiendo de esa doble naturaleza, habría que descartar cualquier objeción al contenido
relativo a la sindicación de bloqueo, es decir a las reglas recogidas en la norma estatutaria Sexta del
Sindicato, que limita la libre transmisibilidad de las acciones SERIE "A", ya que como dice la SAP Madrid,
Sección 28ª de 14 de febrero de 2008 la eficacia de este tipo de cláusula limitativa a la libre transmisión de
acciones "resulta incuestionable a tenor de lo establecido en los artículos 63 del TR de la LSA y 123 del
RRM". Tal tipo de normas, por otra parte, aparecen desde hace tiempo incorporadas en los Estatutos de

2
Centro de Documentación Judicial

determinadas sociedades, como la aquí actora, de tipo familiar a través de cláusulas que permiten a los
socios impedir que las acciones de la misma vayan a parar a manos de terceros ajenos a las familias
constituyentes.

TERCERO. Limitada la cuestión litigiosa al sindicato de voto, tanto la Nota del Registrador como la
sentencia apelada parecen descartar con carácter general la introducción de este tipo de agrupación de
acciones en los Estatutos sociales, sin necesidad de entrar a examinar los concretos acuerdos, ya que en la
Calificación registral se insiste en que "resulta plenamente justificado, en términos generales, el rechazo a la
inclusión en las cláusulas estatutarias de las normas reguladoras de los sindicatos de voto" y, como se ha
dicho, el Juez de instancia, concluye que la inclusión de los sindicatos en los Estatutos implicaría
desconocer la propia naturaleza de aquellos.

No comparte esta Sala esta primera objeción, al menos con el carácter general con el que se plantea,
pues si bien es cierto que la doctrina, con práctica unanimidad, considera como una nota característica de
estos pactos su carácter extraestatutario y que en la realidad los sindicatos de acciones han tenido
tradicionalmente esa naturaleza parasocial o extrasocial, precisamente porque sus normas podrían chocar
con los principios configuradores de la Sociedad, lo cierto es que nada impide que en aras de una mayor
transparencia en el tráfico jurídico mercantil se puedan llevar a los Estatutos y dotarlos de la publicidad que
su inscripción en el Registro Mercantil supone; de hecho en las sociedades cotizadas y para velar por los
intereses de los inversores y por la transparencia del mercado, el art. 112 de la LMV , tras definir como
pactos parasociales aquellos que incluyan la regulación del ejercicio del derecho de voto en las juntas
generales o que restrinjan o condicionen la libre transmisibilidad de las acciones en las sociedades
anónimas cotizadas, exige que se les dé publicidad así como su inscripción en el Registro Mercantil.

Es cierto que tal inscripción y publicidad, en este caso, no se hace necesariamente a través de los
Estatutos, pero en principio no se ve obstáculo alguno, a que, como sucede en el presente caso, cuando
todos los accionistas actuando de manera unánime acuerdan incluir el acuerdo de sindicación de acciones
en los estatutos no pueda accederse por el motivo de que dichos acuerdos tengan naturaleza extrasocial,
pues tal naturaleza se pierde en el momento en que se incluyen en los Estatutos de la Sociedad, tras un
acuerdo adoptado por la Junta General de Accionistas pasando a ser acuerdos sociales, y, sobre todo,
cuando la inclusión de dicho acuerdo, en principio y sin entrar en el examen concreto de sus normas, no
parece perjudicar ni a la Sociedad, que es la que está pidiendo aquí su inscripción registral, ni a los socios,
pues se trata de la voluntad unánime de ellos, ni a terceros que siempre tendrán mayor conocimiento del
funcionamiento de la sociedad si los pactos son públicos que si se encuentran en el ámbito exclusivamente
privado o reservado y por tanto desconocido para el tercero.

En la práctica se puede comprobar como determinados sindicatos de accionistas tienen su reflejo en


los propios Estatutos de la Sociedad o en el Registro Mercantil y no solo los sindicatos de bloqueo, como ya
se señaló antes, sino otros como los sindicatos de voto en las sociedades cotizadas e incluso los
denominados sindicatos de mando o control, y así podemos ver reflejados en el contenido de alguna
resolución determinados pactos que afectan por ejemplo al voto en el Consejo de Administración, como en
un supuesto en que existía aprobación por todos los socios e inclusión en los Estatutos y que aparece en la
STS de 6 de marzo de 2009 , en la que precisamente se plantea la impugnación de un acuerdo social por
vulneración del citado pacto.

En definitiva y en cuanto se refiere a la primera objeción de carácter general fundada en la naturaleza


parasocial de estos sindicatos, tal objeción debe ser rechazada pues, como dice la parte apelante, estamos
ante un acuerdo societario alcanzado por unanimidad en Junta Universal y por tanto falla la premisa de que
nos encontramos ante un pacto de naturaleza parasocial.

CUARTO. Otra cuestión distinta es el examen de los concretos motivos de denegación del
Registrador ya que aunque no se refiere a ellos la sentencia apelada, deben examinarse al impugnar el
ahora apelante la Nota calificadora del Registrador que los recoge.

Como dice la sociedad apelante, entre sus argumentos para oponerse a la objeción general antes
rechazada, "los pactos sociales podrán ser legales o ilegales, pero nunca parasociales y en consecuencia
podrá rechazarse la inscripción si el contenido del acuerdo societario es contrario a la Ley...". Y
precisamente es en la cuestión de la legalidad o ilegalidad de los acuerdos de sindicación de voto donde ha
de buscarse la solución del presente litigio, es decir, si los concretos acuerdos indicados por el Registrador
relativos fundamentalmente al ejercicio del derecho de voto son contrarios a la Ley y por tanto no pueden
inscribirse.

La primera duda que se plantea es si un acuerdo adoptado unánimemente por todos los accionistas

3
Centro de Documentación Judicial

de la Sociedad en una Junta General debe darse por válido en cualquier caso en virtud del principio de
autonomía de la voluntad declarado por los arts. 10 del TRLSA y 1255 del c.c.

La Jurisprudencia Constitucional (SSTC 218/1988, 244/1991, 185/1993 y 56/1995 ) al tratar el tema


societario, dentro del derecho de asociación que regula el art. 22 CE, viene a reconocer que uno de los
principios básicos que recoge la Constitución, es el amplio margen de autonomía de los órganos
asociativos, lo que incluye a los societarios, con plena capacidad de autoorganizarse y de autogestionarse,
libre en principio de injerencias del poder público, de manera que estos solo podrán inmiscuirse con carácter
excepcional en la vida social, cuando exista lesión de derechos fundamentales de terceros o una clara
violación de la Constitución o la Ley.

Por otra parte, en el ámbito de la Unión Europea cuyas normas tienen cada vez más influencia directa
en la normativa societaria española, existe una mayor tendencia hacía el control de la actividad societaria
para conseguir una mayor transparencia en el mercado único, aunque como se deduce del informe de la
comisión de expertos designada por la Comisión Europea para la reforma y modernización del derecho
societario en Europa, conocido como "Informe Winter", el mayor control y transparencia se exige en el caso
de las sociedades cotizadas en que parece imponerse la exigencia de un cuerpo normativo uniforme y
obligatorio para garantizar la protección de los inversores, mientras que en el caso de las sociedades
cerradas, que según dicho informe serían aquellas cuyas acciones no son libremente transmisibles y no
podrían, por esa causa, ser admitidas a negociación en bolsa o en las cuales una titularidad dispersa no es
concebible, como ocurre en la sociedad aquí apelante, parece haber más espacio para la autonomía de la
voluntad.

También el Tribunal Supremo en relación al principio de autonomía de la voluntad y la sindicación de


acciones, ha admitido la validez de dichos pactos, si bien en su condición de acuerdos parasociales, desde
las sentencias de 27 de septiembre de 1961, 10 de octubre de 1962 y 28 de septiembre de 1965 ,
refiriéndose en concreto a los límites de la autonomía de la voluntad en relación a los mismos, (con lo que
con mayor motivo sería aplicable esta doctrina cuando se convierten en acuerdos sociales), declarando en
la Sentencia de 6 de marzo de 2009 que los pactos parasociales mediante los cuales los socios pretenden
regular, con la fuerza del vínculo obligatorio, aspectos de la relación jurídica societaria sin utilizar los cauces
específicamente previstos para ello en la ley y los estatutos, son válidos siempre que no superen los límites
impuestos a la autonomía de la voluntad.

Incluso el mismo Tribunal (STS de 29 de noviembre de 2007 ) se ha enfrentado con el problema del
orden público como límite de la autonomía de la voluntad y tras reconocer que "esta Sala ha constatado la
dificultad de fijar el concepto de orden público como límite de la autonomía privada" añade "que se ha de
encontrar el orden público entre los principios configuradores de la sociedad, en cuanto haya de impedir que
el acuerdo lesione los derechos y libertades del socio (STC 43/1986, de 15 de abril ), pero no ciñéndose a
los derechos fundamentales y libertades públicas garantizadas constitucionalmente, sino a derechos que
afecten a la esencia del sistema societario (SSTS 18 de mayo de 2000, 26 de septiembre de 2006 ). La idea
de referir el orden público a los "principios configuradores de la sociedad" se encuentra en otras decisiones
(SSTS 21 de febrero de 2006, 30 de mayo de 2007, 19 de julio de 2007 ) y, como señalaba la Sentencia de
5 de febrero de 2002 (y sigue la de 19 de julio de 2007 ) un acuerdo social puede ser contrario al orden
público por su contenido o por su causa, lo que permite valorar el propósito práctico perseguido con el
acuerdo...".

QUINTO. Examinando por tanto las objeciones que el Registrador Mercantil opone a la inscripción de
concretos acuerdos del Sindicato de voto, de las tres que señala, dos de ellas se refieren al ejercicio del
derecho de voto, mientras que la tercera hace referencia a "la atribución al Comisario de facultades
certificantes al margen de lo dispuesto en el art. 109 del RRM ". No parece que el acuerdo adoptado en
relación a que las certificaciones del Libro de Actas de las Asambleas del sindicato de accionistas,
legalizado notarialmente para uso del sindicato, sean expedidas por el Comisario o por Notario con
exhibición del libro de actas, constituya una infracción a la Ley o vulnere principios societarios ya que en
nada repercute en las facultades de certificación que otorga el art, 109 del RRM al Secretario o a los
administradores del Consejo de Administración esta facultad concedida al Comisario por un grupo de
accionistas que se limita a las actas internas de la Asamblea del Sindicato y no a facultad de certificar las
actas y los acuerdos de los órganos colegiados de las sociedades mercantiles, que es a lo que hace
referencia el mencionado artículo.

Donde radica el problema es en cuanto a las objeciones que pueden afectar al ejercicio del derecho
de voto en la Junta de accionistas de la Sociedad.

4
Centro de Documentación Judicial

La primera objeción aparece en la norma estatutaria Quinta 2. pár. 12º del Sindicato que exige la
unanimidad dentro de la Asamblea general de síndicos para la adopción de acuerdos que impliquen la
autorización al Comisario para votar a favor en la Junta General de Accionistas de la Sociedad en
representación del Sindicato, en acuerdos relativos a la modificación del propio art. 9 en que se establecen
las normas del Sindicato, así como los relativos a transformación, fusión y escisión de la Sociedad, emisión
de obligaciones por la Sociedad, o abstenerse en la votación sobre dichos asuntos (folio 29 de los autos).

Para el Registrador este pacto implica la concesión de un derecho de veto al accionista minoritario
que considera contrario a los principios configuradores de la Sociedad Anónima, como confirman las
Resoluciones de la DGRN de 26 de febrero y 15 de abril de 1991, citadas en la Nota de calificación. En
concreto se produciría la vulneración del art. 10 en relación con el 93 del TRLSA, porque este último
precepto establece en su número 1 que "Los accionistas, constituidos en junta general debidamente
convocada, decidirán por mayoría en los asuntos propios de la competencia de la junta".

Efectivamente la doctrina considera esta norma como derecho necesario y en consecuencia solo
permite, o incorporar a los Estatutos el régimen legal, o la elevación del quórum y de las mayorías. Se
entiende que la Ley no prohíbe fijar una mayoría reforzada (así lo admite la Resolución de la DGRN 15 de
abril de 1991 ) pero impide la exigencia de la unanimidad en cuanto supone atribuir al socio un derecho de
veto.

La ilicitud de este acuerdo cuestionado por el Registrador aunque pudiera plantear dudas en cuanto
que la norma estatutaria discutida no está imponiendo la unanimidad en determinados acuerdos de la Junta
General de Accionistas, que es lo que impide la interpretación del art. 93 del TRLSA , sino en determinados
acuerdos de la Asamblea de Síndicos, sin embargo indirectamente y en todo caso dependiendo de la
mayoría que ostente el Sindicato dentro de la Sociedad, habría que entender que vulnera el citado art. 93 .

SEXTO. La segunda de las objeciones que afecta al derecho de voto y en este caso sí a su ejercicio
directo, se refiere a la norma estatutaria Quinta 3. pár. 2º al expresar que "ninguno de los propietarios de
acciones sindicadas SERIE "A" podrá individualmente ejercitar derechos de asistencia y voto en Junta
General" (folio 30).

Esta norma es consecuencia de la representación conferida al Comisario por parte de todos los
accionistas del Sindicato para la asistencia y representación de estos en las Juntas Generales de
Accionistas de la Sociedad; para el Registrador la prohibición absoluta de ejercitar individualmente los
derechos de asistencia y voto en la Junta General por parte del socio vulnera los arts. 105 y 106 del TRLSA,
a lo que habría que añadir, ahora sí, las objeciones que con carácter general se oponían a la inserción de
los sindicatos de voto, como la contravención de los principios de igualdad de trato de los accionistas y el
carácter deliberante de los órganos sociales, como principios configuradores de la Sociedad Anónima.

Además debe añadirse que tal privación de los derechos de asistencia y voto no tiene límite temporal
si la relacionamos con la norma Cuarta de los Estatutos del Sindicato que establece la duración indefinida
de éste mientras persista la Sociedad y subsista la clase de acciones serie A.

Este tipo de acuerdos son los habituales en los sindicatos de voto parasociales, en relación a los
cuales existe una amplia discusión jurídica sobre su validez en el ámbito externo a la Sociedad, opinando la
mayoría de la doctrina y deduciéndose de la práctica de los tribunales que tales pactos tienen validez si bien
limitada al ámbito interno del Sindicato y sin que puedan oponerse a la Sociedad, de forma que es válido el
voto emitido por un accionista vulnerando el pacto de sindicación, sin perjuicio de las responsabilidades
internas en que pudiera haber incurrido por el incumplimiento de lo pactado. Así lo reconoce la SAP
Barcelona, Sección 15ª, de 15 de diciembre de 1999 , cuando dice que "el voto emitido por el socio
eludiendo la disciplina del Sindicato de voto del cual es miembro, es un voto plenamente legítimo y eficaz en
el ámbito social con independencia de los efectos que genere en el ámbito parasocial del sindicato de voto".

En el mismo sentido se pronuncia la SAP de Valencia, Sección 9ª, de 15 de julio de 2009 al señalar
que se "cuestiona la legitimación de la actora sobre la base de haber suscrito un pacto de sindicación de
acciones... por el que renunció a sus derechos políticos por haber sido cedidos, asumiendo la voluntad de la
mayoría y delegar en los síndicos su voto, emitiendo la demandante su voto en flagrante incumplimiento de
tal pacto"; como añade esta sentencia, "la legitimación de la actora... es clara y patente para el ejercicio de
la acción entablada desde el momento en que es accionista... sin que el pacto de sindicación de las
acciones, le reste o prive de manera alguna de tal cualidad, cuando además tal negocio jurídico es entre los
accionistas de la demandada y por tanto entre ellos desplegará su eficacia".

5
Centro de Documentación Judicial

El problema surge por tanto cuando, como ocurre en el presente caso, se pretende revestir de
carácter societario la regulación del Sindicato, tradicionalmente parasocial, pues dichos pactos examinados
por la jurisprudencia tienen naturaleza contractual y no societaria, lo que supone que al pasar a formar parte
de las normas de la sociedad deben respetar las leyes y principios por los que se rige la Sociedad Anónima
produciéndose en la norma estudiada una clara vulneración del derecho de asistencia y voto, al privar
indefinidamente a determinados socios de unos derechos que son esenciales en el ámbito societario.

Examina esta cuestión la SAP Cuenca, Sección 1ª, de 8 de junio de 1998 , aunque en relación a la
votación para elección del Consejo de Administración, señalando que "la posibilidad de agrupación
voluntaria de acciones ex artículo 137 no se compadece con la posibilidad de una previsión estatutaria,
voluntaria en origen, pero impuesta obligatoriamente en lo sucesivo, no sólo para los socios que la
establecieron o acataron, sino también para quienes en el futuro puedan alcanzar la condición de socios.

En consecuencia si el pacto de prohibición de ejercer el derecho de asistencia y voto a las Juntas


Generales de Accionistas se mantiene en el ámbito extrasocial, no puede impedirse al socio que ejercite su
derecho y no será posible la anulación de un acuerdo adoptado con el voto de un socio que se había
comprometido a no ejercitarlo en un sindicato de accionistas, sin perjuicio de las responsabilidades que en
el ámbito interno pudiera tener por el incumplimiento de lo pactado, sin embargo si tales limitaciones a los
derechos del socio se incluyeran en los Estatutos, su observancia, como señala el Registrador, sería
obligatoria para la adopción de acuerdos sociales lo que impondría la calificación registral de su
cumplimiento para proceder a la inscripción de aquellos, calificación, añadimos, que vulneraría normas y
principios sociales.

SÉPTIMO. En conclusión el acuerdo adoptado en la norma Quinta 3. p. 2º al expresar que "ninguno


de los propietarios de acciones sindicadas SERIE "A" podrá individualmente ejercitar derechos de asistencia
y voto en Junta General", no puede ser objeto de inscripción en el Registro, al privar con carácter indefinido,
por aplicación de la norma Cuarta, de derechos que son esenciales en el funcionamiento de la Sociedad,
infringiendo la igualdad de trato de los accionistas y el carácter deliberante de los órganos sociales como
principios configuradores de la Sociedad Anónima, además de vulnerar lo dispuesto en los arts. 105 y 106
del TRLSA en cuanto regula el primero , que limitaciones de los derechos de asistencia y voto son
admisibles, y el segundo, las posibilidades de representación en la Junta así como la obligatoriedad de que
la representación se otorgue con carácter especial para cada Junta.

Ante la aludida vulneración, la imposibilidad de inscripción debe abarcar por tanto a toda la regulación
del sindicato de voto como expresa la Nota de calificación del registrador, sin que sea posible mantener el
resto de normas de dicho sindicato al ser esenciales para su funcionamiento las que resultan nulas.

OCTAVO. La desestimación del recurso por los motivos expuestos en esta resolución debe llevar a la
confirmación de la sentencia en cuanto rechaza la demanda interpuesta por la sociedad actora contra el
Registro Mercantil de Asturias, debiendo mantenerse la no inscripción del art. 9 I de los estatutos de la
Sociedad Anónima Calderys Ibérica Refractarios, incluida la norma estatutaria Sexta relativa a la
transmisión de acciones sindicadas de la Serie A, ya que si bien el Registrador no opone objeción alguna a
la misma, y esta sentencia, en su fundamento de derecho segundo, considera su contenido válido, sin
embargo al estar vinculada al resto del art. 9. I y quedar afectada por la nulidad de dicha parte, resulta
procedente el rechazo de su inscripción como hizo el Registrador, sin perjuicio de que los accionistas
puedan incluir la concretas normas relativas a la transmisibilidad de acciones de la Clase A en los Estatutos
de la Sociedad.

NOVENO. Procede por tanto la desestimación del recurso de apelación presentado por la entidad
actora con la confirmación de la sentencia por los argumentos que aquí se exponen y sin que proceda la
condena de la apelante al pago de las costas de la apelación al estimar esta Sala que existen serias dudas
de derecho que quedan reflejadas en los anteriores fundamentos de esta resolución, todo ello de
conformidad con el art. 394.1 aplicable por remisión del art. 398. 1 de la LEC .

Por todo lo expuesto, la Sala dicta el siguiente:

FALLO

Que desestimando el recurso de apelación interpuesto por CALDERYS IBÉRICA REFRACTARIOS


S.A. contra la sentencia dictada en los autos de los que el presente rollo dimana, debemos CONFIRMAR y
confirmamos por las razones expuestas en esta resolución, la sentencia recurrida, y sin expresa imposición
de las costas causadas en la presente alzada.

6
Centro de Documentación Judicial

Así, por esta nuestra Sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.

You might also like