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DOSSIER

GODOY
EL GRAN “DICTADOR”
El favorito, visto por sí mismo
Manuel Moreno Alonso
La España de Godoy
Francisco Núñez Roldán
La oposición política al Príncipe de la Paz
DF Rafael Sánchez Mantero

Manuel Godoy, apartado del Gobierno de España en marzo de


1798, volvía al favor real en febrero de 1799. El favorito, que
manipularía el poder desde las sombras hasta que lo reasumió
públicamente en 1801, decidió consolidar su carrera política sobre
bases más amplias que el favor de la reina María Luisa y la
bondadosa confianza de Carlos IV. Parece que pactó con la Iglesia y
con la Inquisición... Así, cayeron en desgracia Jovellanos, Meléndez
Valdés y Saavedra, sus amigos ilustrados. Hace doscientos años
comenzaba la década de “dictadura” del Príncipe de la Paz
DOSSIER

El favorito visto por sí mismo

“Ni a izquierda ni a derecha había


camino para mí, por donde huir
los duros hierros del destino”
(Manuel Godoy)
Manuel Moreno Alonso Arriba, Godoy como ticó que recibiera del Gobierno francés como sub- toridad un país compuesto de tal variedad de insti- La familia de dious”, porque los volúmenes iniciales de la obra
Profesor Titular de Historia Contemporánea guardia de corps, sidio tan sólo la cantidad de cinco mil francos tuciones, de pasiones, de lenguas, de razas, de cos- Carlos IV (por se habían vendido menos de lo que esperaba, a
Universidad de Sevilla hacia 1788, (unas doscientas esterlinas anuales), cuando tan tumbres y de actitudes”. Razones por las cuáles, Goya, 1800-1801, M. causa de estos inconvenientes. Hacía dos años que
atribuido a Esteve. generoso había sido él con los príncipes y nobles de después de un conocimiento mayor del país, había Prado). Carlos el, en otro tiempo, todopoderoso Príncipe de la Paz

E
N LA TARDÍA FECHA DE 1838, CUANDO En la portadilla, Francia exilados anteriormente en España. Se que- sacado la conclusión de que “l’on l’avoit trompé à María Isidro, Goya, había publicado sus Memorias. Y aunque moriría
hacía treinta años que el Príncipe de la alegoría de la Paz de jó igualmente de que su “soto de Roma” se le hu- son égard”. También hablaron del rey Fernando y Fernando (príncipe bastante después, en 1851, a los 85 años de edad,
Paz había abandonado España para siem- Basilea: Godoy biera regalado a Wellington. Le dijo también que en de su hermano Don Carlos, de quien tenía todavía de Asturias), Mª nunca las acabaría tal como asegurara a lord Ho-
pre, Godoy se encontró en París con Lord presenta la Paz a subsiguientes volúmenes de sus Memorias dibuja- peor concepto que de aquél. Josefa, Mª Isabel, lland. En lo que escribió –que bien pudo dictarlo–
Holland –antiguo embajador inglés en España, pri- Carlos IV, por Juan ría los contrastes entre la España de Carlos IV y la- El lord se aventuró a decirle que sus memorias Mª Luisa, Francisco dejó la imagen que de sí mismo tuvo aquel hombre
mer ministro y valedor de los refugiados liberales Pablo Montaña, de los liberales. Y, por supuesto, hablaron de Na- habían perdido interés por tratar de justificar todos de Paula, Carlos IV, que por tantos años rigió los destinos de España en
en Londres–. Según éste, el antiguo valido estaba 1796. (Ambas obras, poleón, y de lo que éste le dijo en Bayona, cuando sus actos públicos y Godoy reconoció que en las si- Antonio Pascual, uno de los períodos más difíciles de su Historia, el
muy cambiado en apariencia, aunque “con buen en la Real Academia en una conversación distendida le espetó que “na- guientes entregas de su autobiografía, que ya pre- Carlota Joaquina, que dio al traste con el Antiguo Régimen.
humor, autosatisfecho y algo jovial”, y, con su mal de San Fernando, die que no fuera un hombre notable podría haber paraba, en vez de ser “demasiado laudatorio o es- príncipes de Parma En 1933, –año de la ascensión de Hitler al po-
francés, se le quejó de la ingratitud del mundo. Cri- Madrid). gobernado durante cerca de veinte años bajo su au- crupuloso y oficial” pensaba hacerlo “less fasti- y su hijo Carlos. der– Hans Roger Madol, el principal biógrafo de
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Godoy impresiona a María Luisa Las mujeres de Godoy

E
l marqués de Villa-Urrutia suponía que el amor de María Luisa por Godoy co- María Luisa de Parma (1751-1819), reina de España. La esposa (1780-1828). Prima de los Reyes, fue su primera esposa. Godoy se casó
menzó así: "Una tarde, poco después de su incorporación a la Corte, dando es- de Carlos IV presuntamente fue amante de Godoy, quizás desde 1788; él te- con ella en 1797 y tuvieron una hija, Carlota. Ese matrimonio resultó muy
colta de servicio al carruaje en el que viajaba la Princesa de Asturias al regre- nía 21 años; ella, 37. Se rumoreó mucho en la Corte que los dos últimos azaroso debido a las rumoreadas relaciones sentimentales entre Godoy y la
sar de un pase, cayó Manuel Godoy de su caballo por loco desenfreno del animal; Ma- hijos de la Reina: María Isabel de Nápoles, 1792, y Francisco de Paula, Reina y a sus escandalosos amores con Pepita Tudó. Hay versiones contra-
ría Luisa, asustada, lanzó un grito al percatarse del incidente y ordenó detener su co- 1794, nacieron de esos pretendidos amores, que proseguirían con altiba- dictorias sobre si vivió con su marido en el exilio.
che para preguntar si el jinete se había lastimado. Y como le viera levantarse incólu- jos hasta la caída de Godoy en 1808; sin embargo, no existe prueba algu- Pepita Tudó (1779-1869), nacida en Cádiz e hija de un oficial de ar-
me, viril y apuestísimo, quedó muy impresionada de su estampa..." na que lo confirme de forma concluyente. El valido, en el exilio, mantuvo tillería. Fue amante de Godoy, probablemente a partir de 1796 y hasta la
una constante amistad con sus reyes hasta su muerte, en 1819; María Lui- muerte de la condesa de Chinchón, 1828, en que se convirtió en su espo-
sa le dejó en su testamento como heredero universal, aunque no se respe- sa. Tuvo con él dos hijos. La reina María Luisa la hizo, a petición de Godoy,
Manuel Godoy, lo calificó de “primer dictador” de La reina María tó este testamento. condesa de Castillofiel, pero no lo fue tanto, pues abandonó a Godoy hacia
nuestro tiempo. Y con razón, porque aquel hombre Luisa en 1799 María Teresa de Borbón y Vallabriga condesa de Chinchón 1835, llevándose cuanto tenía.
de orígenes oscuros, se convirtió en uno de los per- (Goya, M. Prado,
sonajes que más poder han ejercido en España a lo Madrid).
largo de su Historia. Todos cuantos se le opusieron 1836–1838). Iba Arriba, Pepita Tudó, memorias, de biografías y de artículos de gacetas” se
en su fulgurante carrera conocieron el destierro o precedida de una amante de Godoy habían publicado contra él, tomaba la resolución de
fueron perseguidos. La situación llegó al extremo serie de conside- (por Vicente López, escribir su propia defensa porque “... sin hacer nin-
de que, según se decía entre sus enemigos, en una raciones sobre su poco después de gún examen, sin verificar ningún dato y errando has-
ocasión un perro recorrió las calles de Madrid con largo silencio a 1800, Museo Lázaro ta las fechas, se habla de mí como de un hombre ya
un cartel que decía: “Soy de Godoy; no temo na- partir de su caída Galdiano, Madrid). juzgado que no apela y se resigna a la sentencia”.
da”; como no pudo descubrirse al autor de la bur- en desgracia en Abajo, la condesa de Para Godoy, caído en desgracia pero por muchos
la, se metió al perro en la cárcel. marzo de 1808... Chinchón, esposa años omnipotente dictador, “el hombre perseguido,
Durante aquellos años de gobierno omnipotente, con un amargo la- del Príncipe de la si se encuentra inocente tiene derecho de alabarse
Godoy se convirtió en el hombre más amado y adu- mento final: “para Paz (Goya, hacia y debe hacerlo”; pues “si no lo hiciera así, no po-
lado de la Historia de España, y después en el más nosotros..., nues- 1801, colección dría defenderse ni alcanzaría a justificarse”.
odiado y vilipendiado de ella, hasta el punto de tro asilo es la tie- particular, Madrid).
que, dos siglos después, su labor de gobierno, ape- rra enemiga; nues- Su nacimiento y su casa
nas si ha sido revisada o reivindicada por los histo- tro contrario es Según su autobiografía, Manuel Godoy y Álvarez
riadores. Quizás temiendo tal olvido, escribió sus nuestro hués- de Faria nació en Badajoz, en 12 de mayo de 1767,
Memorias, y en ellas, aunque con los excesos que ped”... En tal co- de familia noble, con hacienda mediana, “la mayor
él mismo reconoció ante Lord Holland, justificó su mienzo alega no parte herencia antigua y patrimonio de la familia”.
acción de gobierno desde su subida al poder y qui- haber tenido interés en recordar todo aquello, pero Su estirpe procedía, por línea paterna, de Castuera,
so autorretratarse a la defensiva: “Mis enemigos que, a la postre, no tenía más remedio que dar a la mientras la de su madre, natural de Badajoz, era por-
han querido perjudicarme por todos los medios. luz las razones de su gobierno desde su ascensión tuguesa de origen, de una familia ilustre “altamente
Han propagado sobre mí toda clase de falsedades. al poder, porque sabía bien que él era el blanco por
Han querido sostener que el gran favor con que me excelencia del “bando torticero”, al que atribuía
distinguieron mis monarcas debía atribuirse a la “todos los males de la patria”.
galantería, a cualidades frívolas. No vale la pena Godoy fue el “primer dictador” de Se había abstenido de hacerlo porque Carlos IV,
descender a semejantes bajezas, pues el respeto su señor y amo, le había aconsejado que no se de-
que debo a su memoria es sagrado para mí”. nuestro tiempo: aquel hombre de fendiera de tan burdos ataques, escribiendo la his-
Aunque su autobiografía adolece de las defi- toria de su vida, y con ella su defensa, especial-
ciencias de instrucción propias de su autor, hombre orígenes oscuros se convirtió en uno mente en vida de su hijo Fernando VII. “Tú no pue-
de formación limitada pero de inteligencia despier- des –cuenta que le dijo Carlos IV– defenderte sin
ta, tienen un gran valor, toda vez que, con todos los de los personajes que más poder han tocarle y sin afligirle, de cualquier modo que lo hi-
defectos intrínsecos que quieran verse en ella, cieses. Si por caso hubieres escrito, al estallar un
constituyen las primeras y únicas memorias escri- ejercido en España movimiento de que está siempre amenazado por su
tas por un primer ministro de España hasta la pu- errada política, diría la Historia que tú diste armas
blicación de las de don Manuel Azaña. Y esto a pe- para atacarlo, y armas habrías dado, pues las tie-
sar de que ha habido quien, sin mayor fundamen-
to, ha negado a Godoy la autoría de sus confesio-
Una real bofetada nes; tu fidelidad y sufrimiento le abrirán los ojos; él
nos hará justicia; él romperá algún día la opresión
nes, y todo porque contó con la ayuda –para corre- y el error en que le tienen mis enemigos y los tu-

U
girlas y quizás aumentarlas en algunos aspectos– na anécdota que se emplea para mostrar la intimidad entre María Luisa y el va- yos. Yo clamaré por ti sin cesar, y cuando todo fue-
del abate Sicilia, natural de Granada, autor de una lido es la de la bofetada: "Gálvez Cañero, gentilhombre de S.M., estaba una no- se en vano, a lo menos dirá el mundo que leal al
Ortología española, y que le recomendó su paisano che de 1808 de guardia en un corredor de Palacio cuando ante él pasó la co- padre amigo tuyo, lo fuiste de tal modo que exten-
Martínez de la Rosa, a la sazón emigrado en París. mitiva real. Carlos IV iba delante solo, y detrás, en voz baja pero iracunda, Godoy pa- diste tu lealtad hasta el hijo que había sido tu ene-
La obra, publicada también en francés, apareció recía recriminarle algo a la Reina. Las disculpas de ella al parecer no satisficieron al migo”. Pero una vez muertos los reyes padres y su
en su primera edición castellana con el título de valido, que de pronto le dio una bofetada. El Rey se volvió al oírla. hijo Fernando, llegaba la hora de hablar.
Cuenta dada de su vida política por don Manuel Go-
doy, príncipe de la Paz, o sean memorias críticas y
apologéticas para la historia del reinado del señor
"–¿Qué ha sido ese ruido?– preguntó.
"–Nada –contestó María Luisa–, un libro que se le ha caído a Manuel".
(Fernando Díaz-Plaja, Fernando VII, Planeta, Barcelona, 1991).
Había esperado que “... un silencio tan profundo,
y tan prolongado hablaría en mi favor tal vez más que
una defensa”, pero como las cosas no habían trans-
Godoy
don Carlos IV de Borbón (Madrid, Sancha, currido así, y “una multitud de folletos, de libelos, de DF
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emparentada”. Según él, sus orígenes nobiliarios, bir la historia”. Lo mismo que había hecho Foy, en
habían quedado sobradamente manifiestos cada vez
Su educación fue severa, adecuada para su Historia de la guerra de la Península bajo Napo-
que se habían realizado las pruebas pertinentes, tan- león, en la que lo presentaba como “gran tocador de
to para su ingreso en la Orden de Santiago –”donde
la milicia y el manejo de las armas, flauta”.
nadie es recibido sin probar nobleza no interrumpida Su educación, según el propio Godoy, fue rígida
en sus ocho grados”– o, cuando, más tarde, fue ele-
aunque también estudió matemáticas, y severa, adecuada para dedicarse a la milicia y al
vado a la grandeza, con las pruebas practicadas con manejo de las armas, aunque aprendiendo a culti-
la severidad acostumbrada por el Consejo de Casti-
letras humanas y filosofía durante var la razón. Acabada su primera enseñanza, estu-
lla, que no dudó en dictaminar que “en muchos años dió durante ocho años “de continuo” matemáticas,
ocho años
no se había ofrecido una prueba de nobleza más
completa”. Pruebas que, por otra parte, según sus
Memorias, se repitieron muchas veces cuando el Rey En el recuadro “pobreza” se entendía una “honesta medianía de
letras humanas “en toda su extensión”, y la filoso-
fía moderna “en los diferentes que se comprenden
al presente bajo el nombre de ideología”. Estudios
Godoy
lo honraba “con otras varias distinciones que reque-
rían estas solemnidades rigorosas”.
cronológico: María
Luisa, reina de
fortuna”. Sus mayores le trasmitieron en honor y en
títulos de gloria mucho más que en riqueza; “mas no
que hizo con maestros “alumbrados de la luz del si-
glo, pero sin manchas ni prestigios”. Tal fue el
DF
Por todo ello, quedaban sin valor los argumentos España; Carlos IV; por esto fuimos pobres en el rigor de esta palabra”, “modesto” caudal de su instrucción con que partió
de sus enemigos que le habían tachado de buscar evacuación de pues, la casa de sus padres fue “bastante” para dar para la corte a la edad de diecisiete años. Así que,
“emprestados genealogías y linajes heróicos”. Para Tolón por la flota posada a los Reyes cuando, en 1796, dirigiéndose a según él, era falso lo propagado por sus enemigos:
lo cual apelaba al “buen sentido” de sus lectores, hispano-británica; Sevilla, descansaron muchos días en Badajoz, y se que apenas mal leía cuando empezó su carrera.
ante quienes se presentaba como “sobradamente el navío Santa Ana, dignaron habitarla. Admitido en 1787 al servicio militar en la Guar-
bien nacido para figurar sin rubor” en la corte de los que combatió en Y en cuanto a lo que decían sus enemigos sobre dia de Corps, su carrera la inició en compañía de su
reyes. Él era el primero en reírse o en indignarse Trafalgar; Napoleón su condición de “aventurero” y su falta de toda suer- hermano mayor; siendo totalmente falso lo que de-
cuando aduladores de toda laya le emparentaban he- Bonaparte, hacia te de enseñanza, “diestro solamente para tañer divi- cían los biógrafos extranjeros, que atribuyeron “al Francisco Saavedra ,
ráldicamente con personajes de primer orden: 1806 y Fernando namente la guitarra y cantar tonadas nacionales” galanteo y a las tonadas” y a “las coplas de bolero” político e intelectual
“¿quién, llegado al poder se ha visto libre de esta VII. –“Moderno Orfeo” le habían llamado varios miem- los favores que debió a los Reyes. ilustrado que
plaga de lisonjeros y de humildes ambiciosos?” Mu- bros respetables de la Academia Francesa– nada, Nada dice, sin embargo, del verdadero motivo sucedió a Godoy en
chos de ellos se vengaron de sus “propias bajezas, y según él, era cierto: jamás había tocado ni cantado, que ocasionó su elevación al poder y sólo señala la Secretaría de
para desmentirlas figuraron después en las primeras ni, “por desgracia”, conocía nada de música; no obs- que no fue llamado al valimiento para “servir de- Estado en 1798
filas con mis mayores enemigos”. tante lo cual, no ya sólo en España sino en Francia, signios” hostiles a la patria. Reconoce la amistad y (Goya, 1798,
Hablando de los medios económicos de su fami- los biógrafos y autores de diccionarios lo repetían, re- estimación que le mantuvieron desde entonces, y Academia de San
lia, Godoy no duda en calificarla de pobre, si por cogiendo “mentiras y basura de pasiones para escri- de por vida, tanto el rey Carlos como la reina María Fernando, Madrid).

La vertiginosa carrera de un hidalgo extremeño


M
anuel Godoy Álvarez de 1788. Sucede el acontecimiento 1806. Distanciamiento entre Go- 1808. Motín
Faria Ríos Sánchez Zarzo- de la caída del doy y Napoleón, que destrona al de Aranjuez
sa, Príncipe de la Paz y de caballo y de la mentos y el Real Observatorio As- por el cual España pone al servicio ordena el destierro de Cabarrús y confrontación con Inglaterra, rey de Nápoles, hermano de Carlos (18-19-III):
Bassano, duque de Alcudia y de atracción de Ma- tronómico de Madrid; España de los franceses su flota, sus ejérci- de otros ilustrados. comprometiéndose España a pagar IV, y que exige bases en España. Godoy es cap-
Sueca, capitán general de los Ejér- ría Luisa. Muere adopta el sistema métrico decimal; tos (18.000 infantes, 6.000 jinetes 1801. Guerra de las Naranjas: ¡264 millones de reales mensuales! Godoy se atreve (6 -X) a lanzar turado y en-
citos Nacionales y almirante de Es- Carlos III y le su- Mazarredo inicia grandes reformas y 15 navíos de línea) y, más adelan- un ejército español mandado por el (23-X). una proclama animando al pueblo carcelado.
paña y de Indias... cede Carlos IV. en la Marina. te, sus plazas (22-VII). generalísimo Godoy toma Olivenza 1804. Crisis de subsistencias en español a com- Carlos IV abdi-
1767. Nace en Castuera, Badajoz, 1788-1792. Vertiginoso ascen- 1794. Muerte del general Ricar- 1796-1802. Primera fase de la (27-II). Rendición portuguesa. Go- Castilla. Epidemia de fiebre amari- batir al tirano, ca en su hijo
en una casa perteneciente a la baja so militar, social y político: cadete, dos (13-III). Cambia la suerte de la guerra con Inglaterra. doy asume públicamente las rien- lla. Inglaterra ataca a cuatro fraga- sin nombrarlo. Fernando. Godoy es conducido por
nobleza, con modestos recursos ayudante general, brigadier, maris- guerra: comienzan los reveses es- 1797. Derrota española en el ca- das del poder como presidente del tas españolas que llegaban de Amé- Las victorias de Murat –que le ha salvado la vida–-
económicos, pero no pobre (12-V). cal de campo, sargento mayor de la pañoles. España e Inglaterra aban- bo de San Vicente (14-II). Godoy Gabinete y ministro sin cartera. Las rica ante el puerto de Cádiz (1-X). Napoleón en a Bayona, donde se reúne con la fa-
1784. Se traslada a Madrid para guardia, gentilhombre de cámara, donan el puerto de Tolón (20-XII). ordena la confección del censo: burlas políticas aseguran que ni un Madrid declara la guerra a Londres Jena y Auers- milia real (26-IV). Se inicia la su-
preparar su ingreso en la Guardia consejero de Estado, superinten- 1795. Invasión francesa de Cata- 11,5 millones de habitantes; incor- perro se mueve en España sin per- (12-XII). tedt sobre los blevación contra la ocupación fran-
de Corps, institución armada de dente de Correos y Caminos, co- pora a su consejo a Jovellanos y miso de Godoy. Jovellanos es apre- 1805. Godoy se ve abocado a un prusianos obli- cesa de España y, con ella, la Gue-
origen francés, instaurada en Espa- mendador de la Orden de Santiago, Saavedra. Se funda el Estudio de sado y encarcelado en Mallorca nuevo pacto con Napoleón para gan a Carlos IV a felicitar al Empe- rra de la Independencia (2-V). Go-
ña por Felipe V en 1706, para el duque de Alcudia con grandeza de Medicina Clínica de Barcelona. In- hasta 1808. Convenio de Aran- combatir a Inglaterra (4-I). Godoy rador, que exige tropas españolas doy se instala con Carlos y María
servicio real; generalmente ingre- España... glaterra se apodera de Trinidad. juez: Godoy pone a disposición de propone a Napoleón un reparto de para el bloqueo de Inglaterra Luisa en Roma y con ellos conti-
saban en ella –con gran dificultad, 1792. Carlos IV lo convierte en Godoy se casa con María Teresa de Napoleón la flota española. Portugal, quedándose el valido (XI): expedición del marqués de nuará hasta el fallecimiento de los
pues sólo había 1.000 plazas a fi- primer ministro (15-XI). Borbón y Vallabriga, condesa de 1802. España firma con Inglate- una parte con el título de Rey en el la Romana, con 13.374 hombres, Reyes, en enero de 1819.
nales del siglo XVIII– miembros 1793. Guerra con la Convención Chinchón y prima de Carlos IV. rra la Paz de Amiens, reajustada caso de fallecimiento de Carlos IV. al Norte de Europa. 1828. Tras la muerte de su espo-
procedentes de la nobleza. Los francesa. Las 1798. Caída relativa del favorito posteriormente: España cedía a In- Desastre hispano-francés en la 1807. Tratado de Fontainebleau: sa, María Teresa de Borbón, Godoy
guardias de corps "tenían la cate- tropas del ge- luña, Navarra y el País Vasco (22- (28-III). Desamortización de bie- glaterra la isla de Trinidad y recu- batalla de Francia y España acuerdan tomar y contrae matrimonio en Francia con
goría de oficiales; los cadetes eran neral Ricar- VII); Paz de Basilea: España pierde nes eclesiásticos concedida por el peraba Menorca (25-III). Funda- Trafalgar repartirse Portugal (27-X). El su amante Pepita Tudó, que no tar-
capitanes; los exentos y ayudantes, dos llegan a Santo Domingo. Tratado con Esta- Papa a petición de Godoy (19-IX). ción de la Escuela de Ingenieros de (21-X). Es- mismo día de la firma estalla el dará mucho tiempo en abandonar-
tenientes coroneles; los tenientes las puertas de dos Unidos sobre Florida y Luisia- 1799. Godoy maneja el poder Puentes y Caminos de Madrid. Fer- paña pier- complot de El Escorial, seguido de le.
eran generales y los capitanes, Perpiñán na, desfavorable a los intereses es- desde la Corte. Cese de los minis- nando, príncipe de Asturias, se ca- de diez na- un proceso en el que el pueblo 1832. Se traslada a París, donde
grandes de España y capitanes ge- (20-IV). Se pañoles. Godoy inaugura el Estudio tros Jovellanos, Saavedra y Melén- sa con María Antonia de Nápoles víos de línea, cinco quedan mal- muestra públicamente su reproba- publica sus Memorias.
nerales del ejército. fundan la pri- Superior de Medicina Práctica en dez Valdés. (5-VIII). trechos y perecen cuatro diestros ción contra la “Trinidad” (Godoy y 1847. Isabel II le devuelve sus tí-
1787. Logra el ingreso en la mera Escuela de Veterinaria en Es- Madrid. 1800. Segundo tratado de San Il- 1803. Gravoso pacto de neutrali- capitanes: Gravina, Churruca, Val- los Reyes) y su apoyo al príncipe tulos y sus bienes.
Guardia de Corps. paña, el Real Laboratorio de Instru- 1796. Tratado de San Ildefonso, defonso con Francia (1-X). Godoy dad con Francia, para evitar la dés y Alcalá Galiano. Fernando. 1851. Muere en París.

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Tras el fallecimiento de su esposa, la fendiéndose una y otra vez de los ataques e incul-

condesa de Chinchón, en 1828, Godoy


se casó con Pepita Tudó, su amante
paciones de sus numerosos enemigos. Así es como
trata de las negociaciones de neutralidad entabla-
das con Francia o de la guerra y posterior alianza
con la República francesa, del Tratado de San Ilde-
fonso o de la guerra con los ingleses y de los asun-
La España de Godoy
durante treinta años; ésta le abandonó tos internos de España hasta los sucesos de Aran-
ya septuagenario, llevándose cuanto juez, que pusieron fin a su “dictadura”.
Godoy rebate las inculpaciones del abate de
tenían y dejándole en la miseria Pradt, autor de unas famosas Memorias históricas
sobre la Revolución de España, aseverando que, de
Luisa, quienes, “afligidos e inciertos en sus resolu- cuantos habían escrito en contra suya, nadie había
ciones, concibieron la idea de procurarse un hom- igualado la enemistad “encarnizada y voluntaria”
bre y hacerse en él un amigo incorruptible, obra so- con que le había tratado y jamás se habían estam-
la de sus manos, que, unido estrechamente a sus pado contra nadie injurias “más atroces” como las
personas y a su casa, fuese con ellos uno mismo y que este ex prelado había expresado en su obra. Lo
velase por ellos y su reino de una manera indefec- propio hace con el abate Muriel, cuyos escritos es-
tible”. Que así fue como resultó “admitido a la fa- taban llenos, a su parecer, de “cuentos y menti-
miliaridad de los dos reales esposos”. ras”. O con los ministros que le precedieron, como
el conde de Aranda, perdido por lo violento de su
Ante el juicio de la Historia
Éste es el tono con el que, desde el principio de
su autobiografía, el Príncipe de la Paz reivindica su
Godoy carácter o por la fiereza de su amor propio. O el
conde de Floridablanca, quien, en 1808, al frente
de la Junta Central, lo trató de “autor infame” de
memoria y defiende su obra de gobierno, desde su
ascensión irresistible al poder hasta la conspiración
DF “un sinnúmero de males”, cuando, de este antiguo
ministro, –de quién nunca fue enemigo– tantos pa-
de Aranjuez de 1808, “tan desleal como impolítica rabienes había recibido en el tiempo de su mando.
y mal urdida”. Una conspiración realizada por hom- Tal es la defensa de su política que, en sus Me-
bres que le imputaron todo el mal que hicieron, y morias, presentaba en París Manuel Godoy, proscri-
que, además, le cargaron con los males de los nue- to en su patria, que en el exilio de Italia o de Fran- Manuel Godoy tras la Guerra de
vos tiempos que ellos precipitaron tan irresponsa- cia, una vez que murieron sus señores, vivió siem- las Naranjas, con las banderas
blemente. En razón de todo ello, el ex ministro es- pre con zozobra mientras reinaba su enemigo de- portuguesas tomadas en el
cribe sus Memorias para presentar las diferentes clarado, Fernando VII. En 1828, fallecida su mujer conflicto (Goya, 1801, Real
épocas de su vida ante el juicio de la Historia. Y legítima, la condesa de Chinchón, se unió en ma- Academia de Bellas Artes de San
que su conducta sea juzgada sobre todos sus por- trimonio con Pepita Tudó, regularizando una situa- Fernando, Madrid).
menores “y que sea recorrida por el orden de los ción que había provocado tantos escándalos. Pero
tiempos, sin tratar nada en globo, sin dar saltos, ni poco después, ésta no tardó en abandonar al hom-
comenzar por lo postrero”. bre casi septuagenario de quien hacía cuarenta
En el inicio de su relato proyecta abarcar cuatro
épocas de su vida, que considera fundamentales.
Mariano Luis de
Urquijo, sucesor de
años que era compañera. Godoy volvió a encontrar-
se entonces, casi como al principio de su vida, en
El poder del favorito en cuatro ción entre 1798 y 1801. Es ocioso apuntar que du-
rante su mandato se tomaron decisiones y ocurrieron
La primera, desde que comenzaron sus funciones
de primer ministro, en 1792, hasta que perdió tal
Saavedra en la
Secretaría de Estado
la miseria. Los pocos franceses que le saludaban
en los aledaños del Bulevar Beaumarchais, donde
claves: el Censo, la guerra con la hechos que fueron determinantes para el futuro del
reino. Pero si la oportunidad permite destacar algu-
puesto, en 28 de marzo de 1798; con los tres años
siguientes que vivió alejado del poder y retirado de
y presunto amante
de la Reina (Goya,
habitaba, le llamaban monsieur Manuel.
En esa época es cuando se queja ante Lord Ho-
Convención, los Pactos de San nos, debe señalarse, en primer lugar, la realización
de un censo de población conocido por el nombre
la corte. La segunda, desde 1801, en que el Rey
volvió a llamarlo a su servicio en calidad de gene-
1798/99, Real
Academia de la
lland, el único amigo que le quedaba, al que le ha-
bía pedido asilo en Inglaterra después de encon-
Ildefonso y la quiebra de la del privado y que fue el último que se elaboró du-
rante el siglo XVIII. A pesar de las críticas que se han
ralísimo de sus Ejércitos, hasta los postreros meses
de 1806, en que aumentaron las intrigas e in-
Historia, Madrid). trarle en Verona, Roma y París. Entonces le informa
del abandono de su mujer, Pepita
Hacienda levantado contra el mismo, nadie lo desprecia como
referencia final o inicial para el análisis de la evolu-
fluencia de sus enemigos. La tercera, desde 1807, Tudó, que le había dejado solo a la ción de la población de España en los siglos XVIII y
en que la facción enemiga redobló sus ataques vejez, “guardándoselo todo, de tal Francisco Núñez Roldán XIX respectivamente.
contra él, impidiendo su defensa de la patria hasta manera que él se encuentra sumido Profesor Titular de Historia Contemporánea En segundo lugar, no se podría entender y juzgar
el desastre producido por la “perfidia de los jefes en la mayor miseria imaginable”. Universidad de Sevilla el gobierno de Manuel de Godoy sin tener presente
de la horrible trama”. Y la cuarta y última, nunca “¡Extraño hombre y extraño desti- la complicada situación internacional que vivía toda

A
escrita, hasta la terminación de sus días. no! –concluye diciendo el lord–. Su DMITIENDO UNA CIERTA JERARQUÍA Europa como consecuencia de la Revolución France-
En sus Memorias pretende relatar no sólo su pa- caso parece propicio para servir de de las dificultades, cabe decir que los sa, a partir de 1789. Tratar de influir desde España
sado y lo que sus enemigos fueron mientras él tema de moral o de argumento no- tiempos de Manuel Godoy y Alvarez fue- en ese enmarañado contexto, sin dañar los propios
mandaba, sino también la evolución de éstos en los velesco”. Y aunque su verdadera ron especialmente duros y críticos, a cau- intereses, debió ser una experiencia extraordinaria
años posteriores, “cuando dueños del poder han existencia quedó paralizada en sa de los cambios profundos que la sociedad, la eco- para quien había nacido en una humilde cuna extre-
mostrado con hechos, que a fuerza de espantosos
se tendrían por increíbles, cuáles fueron sus prin-
cipios, cuál su enemistad con los pueblos, cuál su
marzo de 1808, su sombra viviente
no pasó a mejor vida hasta el 4 de
octubre de 1851. Sus restos repo-
nomía, la cultura y la política española y europea es-
taban conociendo y sufriendo: la crisis del Antiguo
Régimen.
Godoy meña... Y no se precisaba sólo gran inteligencia y ha-
bilidad para sortear los acontecimientos que impli-
caban a España, sino que, además, había que supe-
desprecio de la patria”. Y así, de una manera rei- san en el cementerio parisino del Godoy gobernó España como privado del rey Car-
DF rar graves deficiencias económicas y de la Hacienda
terativa y quejumbrosa, volviendo continuamente Pére–Lachaise, en el “islote de los los IV durante un largo e intenso período de dieciséis pública para realizar una política de acuerdo con las
sobre sí mismo, explica su acción de gobierno, de- españoles”. años, entre 1792 y 1808, con una breve interrup- necesidades del país.
8 9
DOSSIER

Nadie ha indicado que Godoy propuso Godoy tenía una gran fe en la estadística como ción. En cambio, Madrid, capital y corte, tenía en-
una ciencia de futuro, una ciencia racionalista y co- tonces 167.607 habitantes, 20.000 más que en el
realizar censos de población cada diez rrectora de los defectos de la tradición : “La Esta- año 1787, lo que indica que su crecimiento era
dística de España, la estadística verdadera: he aquí constante, posiblemente debido a la emigración de
años, lo que hubiese comenzado una una de mis grandes ansias desde el día en que en- las poblaciones del centro hacia la capital. ¿No era
tré al mando“ (Memorias, T.I, pág. 242). Son pala- Godoy acaso un emigrante distinguido?
era plenamente estadística en el bras que califican a Godoy como un ilustrado con- Los datos de riqueza territorial e industrial de Es-
vencido y militante, un hombre de su tiempo, pre- paña extraídos del Censo de 1797, casi inexisten-
campo de la demografía ocupado por el bienestar del Estado. tes en el de Floridablanca, permiten saber que la
mayor parte de la población vivía a fines del sete-
Aunque no vayan firmadas por él, en las Adver- Las claves de la situación cientos del trabajo del campo: no menos del 70 por
tencias Preliminares del Censo de 1797, publicado La cifra de población que da el Censo de 1797 ciento de la mano de obra se ocupaba en la agri-
en el año 1801, ya declara Godoy que la ejecución es de 10.541.221 habitantes. Con relación al cultura y sólo un 12 por ciento se consideraban fa-
del recuento tiene como objeto la corrección de los Censo de Floridablanca, España había ganado po- bricantes, artesanos y menestrales, aunque muchos
errores del anterior, mandado levantar por Florida- co más de 273.000 habitantes, es decir que el de ellos cultivaban también la tierra. Las Adverten-
blanca en 1787, aunque el método para su elabo- crecimiento de ese período solo alcanzó la media cias del Censo anotaban, al respecto, la “ baxa con-
ración fuese muy semejante. anual del 0,13 por ciento, muy inferior a la del si- siderable de la clase agricultora, y la alza de la de
glo (0,42 por ciento). Es posible, como admite el industria.” Pero no se trataba de una desacelera-
Un censo mal valorado propio Godoy en las Advertencias del Censo, que ción del sector primario y de un crecimiento ines-
Es asombroso el desprecio de muchos historia- la operación no presente un resultado completo perado del industrial, sino que “debe atribuirse a
dores por esas palabras y que se hayan limitado a
negar fiabilidad al Censo porque las cuentas no les
cuadran. Si críticos con este Censo, acusado de re-
Godoy de la población del Reino, pero eso se debería, se-
gún su propio razonamiento y experiencia, a la in-
sinceridad de los pueblos, temerosos de las ope-
haberse contado en el año de 1787 como labrado-
res a muchos individuos que se ocupan en las fae-
nas del campo dos o tres meses, y los restantes en
petir los datos de la estadística anterior, hubiesen
reparado en la confesión del propio Godoy, de que
DF raciones censales “por creerlas dirigidas a au-
mentar sus contribuciones“. Semejantes preocu-
las artes, por cuya consideración se han compre-
hendido ahora en esta clase...”
el Censo de 1787 necesitaba revisarse y mejorarse, paciones desaparecerían, continúa Godoy, si los Así pues, a Godoy le correspondió gobernar un
se habría disipado un juicio apresurado sobre esa Capitán general censos se repitieran periódicamente y no con oca- país con evidentes síntomas de debilidad demográ-
fuente demográfica y sobre su propio autor. Nadie Antonio Ricardos, el sión de nuevas contribuciones, como hasta enton- fica y todavía alejado de cualquier viso de revolu-
ha indicado que fue el mismo Godoy quien propu- único jefe español ces se había hecho. Tan convencido estaba de ello ción industrial. Su Censo le proporcionó, sin duda,
so realizar, en el futuro, censos de población cada que mantuvo la y tanta fe ponía en las operaciones de estadística las claves para la realización de una política realis-
diez años, de tal manera que con él hubiese co- iniciativa en la demográfica y social que, después de aquella re- ta. Pero la coyuntura internacional pudo más que
menzado una era plenamente estadística en el guerra con la flexión, anunciaba la ejecución de un nuevo mé- sus buenos deseos ilustrados.
campo de la demografía. Por último, atribuir a Eu- Convención; su todo de cálculo demográfico, basado en la conta- Napoleón en el más allá del miedo y del recelo español ante el
genio Larruga, técnico de la Oficina del Censo, la muerte supuso un bilidad de las defunciones, nacimientos y casa- Frente a la Francia revolucionaria Consejo de los 500, curso que tomaban los acontecimientos, pero fue
autoría del mismo, negándosela a Godoy, es invali- desastre para las mientos, de las que haría responsable al Ministe- Godoy accedió al poder en un momento crítico. el 10 de noviembre la ejecución del Rey, en enero de 1793, la que in-
dar el oficio del político como creador y sobrevalo- armas españolas rio de Estado. Operaciones que serían “muy útiles El abanico de problemas era muy variado: había de de 1799. Ese día dujo a tomar una posición declaradamente hostil y
rar la tarea del burócrata como ejecutor de órdenes. (Goya, 1794, para valuar casi geométricamente el total de la tomar una rápida y urgente decisión respecto a un logró la disolución bélica frente a la Revolución, cuando no existían
El Censo que ideó y mandó ejecutar Godoy se colección particular, población del Reino...” La propuesta de creación enfrentamiento con la Francia revolucionaria; al de la Cámara y se contenciosos territoriales que desencadenaran la
elaboró en plena guerra con Gran Bretaña, cuando Sevilla). del Registro Civil no podía ser más inteligente, mismo tiempo, afrontar una crisis económica pro- alzó con el guerra. Fue el conde Aranda –ya partidario de ir a
la administración funcio- aunque tardara mucho en ponerse en marcha. funda y grave, manifestada en el declive de la ac- Consulado, la guerra desde agosto de 1792– quien más influ-
naba de un modo atrope- Aceptando los datos del Censo a la baja, como tividad comercial y en la precariedad de la Ha- inaugurando su yó en tal decisión, aunque más tarde daría marcha
llado, y es posible que no hace su autor, se llega a estas conclusiones. Pri- cienda; y, por último, resolver, incluso de manera poder absoluto atrás, comprendiendo que sería inútil, cara y con-
pudiese proporcionar da- mero, España era un país poco poblado a finales personal, el enfrentamiento entre reformismo y re- sobre Francia traproducente para los intereses diplomáticos his-
tos muy seguros y fiables. del siglo XVIII, menos que la vecina Francia, por acción en todas las esferas de la vida política, so- (detalle de una obra panos. Sin embargo, la responsabilidad del desa-
Pero se admite que conta- ejemplo; y, en determinadas regiones del centro cial e ideológica. Lo más urgente era resolver el de François rrollo y de las consecuencias del conflicto fueron
biliza a toda la población (Aragón, La Mancha, gran parte de las dos Casti- enredo internacional. Bouchot, Museo del de Godoy –ya duque de Alcudia– y del Rey que lo
sin excepciones, lo cual llas), la despoblación alcanzaba cotas alarmantes, En los días 7 y 23 de marzo del año 1793 se Palacio de apoyó. En tan delicada situación se halló el inex-
evita operaciones de extra- con densidades por debajo de los 16 h/Km2. Por el produjo la recíproca declaración del estado de gue- Versalles). perto favorito cuando accedió al Gobierno.
polación y adición innece- contrario, la distribución en la periferia anuncia rra entre Francia y La guerra comenzó con señales favorables para
sarias e inconvenientes; con nitidez la tendencia contemporánea, pues las España. Era la España. Las tropas mandadas por el general Anto-
incorpora información es- densidades duplican a las halladas en el centro; culminación de un nio Ricardos penetraron en Francia –abril de
tadística precisa sobre es- pero no toda la periferia observa idéntico compor- proceso de contra- 1793– llegando a las cercanías de Perpiñán, entre-
tablecimientos públicos; tamiento: crecen Cataluña, Valencia, Murcia y Gra- dicciones políti- tanto se preparaba la defensa de la frontera vasca,
clasifica a los censados nada, que acaparan casi el 70 por ciento del au- cas, de recelos y navarra y aragonesa, a cuyos frentes se enviaron
por ocupaciones y sectores mento de la población respecto a 1787; disminuye de enfrentamien- 23.000 hombres. Al mismo tiempo, se estableció
productivos, mejorando sensiblemente la población gallega, que pierde tos que se inicia- Retrato ecuestre del una alianza militar con Inglaterra y se inició una
sensiblemente los datos 197.562 individuos, cuyo destino es fácil de supo- ron en 1789 y que conde de Aranda, campaña propagandística interior, fundada en la
del Censo de Floridablanca ner, y paradójicamente también se despueblan las la ejecución de en una jarra de loza imagen de la fuerza militar de España y en la ne-
y permitiendo estudios villas de Guipúzcoa. Aproximadamente, el 86 por Luis XVI aceleró y de Talavera de la cesidad de luchar contra el régimen político que
bastante más completos ciento de los españoles vivía en poblaciones de me- precipitó. Antes Reina, de mediados nacía en el país vecino, hasta ese momento aliado,
que cualquier otro recuen- nos de 10.000 habitantes, lo cual significaba que, de esa fecha las del siglo XVIII y que se definía por ser antimonárquico y antirreli-
to anterior sobre población a las puertas del siglo XIX, existía un alto grado de relaciones con (Museo de Cerámica gioso. El conflicto se presentaba como una cruzada
activa. ruralización o, si se prefiere, una escasa urbaniza- Francia no iban de Barcelona). y por eso la decisión de Godoy y de Carlos IV de lle-
10 11
DOSSIER

Arriba, vergonzosa fortalecido con el tratado, pues consiguió que Car- la intervención económica raciones en el Caribe, que
rendición del los IV no sólo le mantuviera al frente del Gobierno británica en el imperio colo- serviría para interrumpir el
castillo de Figueras sino que, además, le concediera el título de Prínci- nial español. Así pues, conve- tráfico entre España y sus co-
durante la guerra pe de la Paz. Entre las consecuencias políticas in- nía anular a Inglaterra o in- lonias. Estos fracasos obliga-
con la Convención. mediatas del conflicto cabe destacar el destierro cluso enemistarse con ella (y ron al gobierno de Godoy a
Abajo, desastre de la –decidido por el propio Godoy– del conde de Aran- así se recogía en el artículo entablar negociaciones de
flota española ante da, al que se responsabilizó de la guerra; la elimi- XVIII del Tratado) y sólo la paz con Inglaterra, pese a la
la flota inglesa en el nación de sus partidarios en la corte y la aparición poderosa Francia podía, pues oposición de Francia, que re-
cabo de San Vicente, de las primeras manifestaciones de oposición y de también estaba interesada en tiraría su apoyo al ministro e
el 14 de febrero de conspiración contra el primer ministro, al que – se- esa empresa, apoyar la estra- influiría en su caída, en mayo
1797 (grabados del gún los mentideros políticos– se le había concedi- tegia diplomática española. de 1798.
siglo XIX, por Serra, do un título inmerecido y desproporcionado. Para Godoy, el problema deri- Todo se redujo a una retirada
colección particular, vado de ese giro en la orien- breve y aparente, pues Godoy
Valencia). Juguete de Francia tación de la política exterior siguió contando con la pri-
Godoy dio entonces un giro sorprendente a la po- consistía en la incompresión vanza de los reyes y en febre-
lítica exterior española, reanudando la secular popular de la medida y la ma- ro de 1799 –caída de Jove-
amistad con Francia, de tal modo que, en agosto de nifiesta oposición de sus ene- llanos– ya lo manejaba todo
1796, establecía con el Directorio francés el Trata- migos políticos interiores. en la Corte. La llegada al po-
do o Pacto de San Ildefonso. Las cláusulas del Pac- La formación de la alianza der en Francia de Napoleón
to tenían carácter defensivo y ofensivo y en ellas se militar contra Inglaterra, que Bonaparte, inaugurando el
concretaba la aportación de cada uno de los dos se deducía de la letra del Consulado, encumbró defini-
Estados a la formación de una fuerza militar co- Pacto, provocó los recelos de tivamente a Godoy, que fue
mún, en el caso de ataque por un tercer país. Londres y aumentó las ambi- restablecido en el poder a
¿Qué motivos había para cambiar cuando, meses ciones y las fuerzas napoleó- instancias del primer cónsul
antes, la propaganda auspiciada por el valido invo- nicas. En los primeros días en marzo de 1801. Se inten-
caba la desaparición del régimen político francés?. de octubre de 1796, se rom- sificaría, de ese modo, la de-
Por un lado, se intentaban proteger los intereses de pieron las hostilidades con pendencia española con res-
varla a cabo contó con el apoyo encendido del cle- los Borbones de Parma y de Nápoles, en cuyos tro- Inglaterra –segunda guerra pecto a Francia. Pero antes
ro, que llamó desde los púlpitos a luchar contra la nos se sentaban miembros de la familia; tras las del mandato de Godoy– y se de que Napoleón lograra el
barbarie regicida, en una guerra contrarrevolucio- campañas victoriosas en Italia, era lógico tender un iniciaba un proceso de de- poder, el apoyo prestado a
naria, dirigida contra el Mal, encarnado en la Re-
pública francesa. La propaganda tenía como misión
disminuir la impopularidad de la guerra que, a pe-
Godoy puente con el Directorio francés que asegurara el
statu quo. Interesaba, en segundo lugar, el apoyo
francés, porque si se optaba por la neutralidad en
pendencia respecto a Francia
que, hasta 1808, orientaría
los destinos de la política exterior española de Ferdinand
España por el Directorio no la
libró del ataque inglés a Ma-
llorca, en noviembre de 1798, y la aisló aún más
sar de lo dicho, parecía desprovista de razones,
pues se trataba de intervenir en un país que no ha-
DF la política internacional del momento se facilitaría acuerdo con sus intereses, ya gobernase el Directo-
rio, el Consulado y el Imperio. La España de Godoy
Guillemardet,
embajador de
de Inglaterra, Rusia, Nápoles, Toscana, Austria y
Portugal.
bía provocado las hostilidades y en un momento de perdía toda iniciativa en política exterior –que es Francia en España Napoleón firmó con España el segundo Tratado
especial penuria para los contribuyentes. tanto como decir que no tenía política exterior– ad- (Goya, 1798-99, de San Ildefonso, el 1 de octubre de 1801. En él
La guerra duró muy poco, ya fuera porque las ex- hiriéndose al “viva quien vence”, que revelaba su Museo del Louvre, se comprometía a crear en Italia el reino de Etruria,
pectativas o los resultados que se pudiesen esperar propia debilidad e insignificancia internacionales. París). con capital en Florencia, para el Duque de Parma,
no eran halagüeños o útiles, ya porque el dinero re- La guerra contra Inglaterra constituyó un desas- y obtenía de España la utilización de su armada
sultase escaso –como había previsto Aranda cuan- tre de magnitudes superiores al conflicto que se ha- con el fin de servir fines militares franceses: des-
do planificó la guerra– o porque el enemigo estu- bía mantenido con la Francia de la Convención. La bloquear la isla de Malta acosada por la marina in-
viese avisado de ello. Lo cierto es que, después de guerra se desarrolló en dos períodos separados por glesa y reembarcar al ejército francés de Egipto. En
que Francia invadiese el País Vasco conquistando una paz: 1796–1802 y 1804–1808. En la prime- enero de 1801, consiguió Napoleón la intervención
San Sebastián en 1794, Bilbao y Vitoria en 1795 ra fase los enfrentamientos anglohispanos resulta- militar de España en Portugal, con el fin de que la
y pusiera en peligro la integridad de Navarra y el ron nefastos para España. En febrero de 1797 la monarquía lusitana rompiera su alianza con Ingla-
Ampurdán, Manuel Godoy determinó bajo su res- marina española fue derrotada por la inglesa man- terra. Para ejecutar sus propósitos, ante la resis-
ponsabilidad firmar unilateralmente una paz en Ba- dada por Nelson y Jerwis frente al cabo de San Vi- tencia ofrecida por Carlos IV al que le unían lazos
silea (22 de junio de 1795) con la nueva Repúbli- cente. A continuación, los ingleses tomaron Trini- de sangre con la familia real portuguesa, Napoleón
ca, deseosa igualmente de la misma por razones dad y establecieron en ella una base para sus ope- se granjeó la fidelidad de Godoy, más atento a sus
geoestratégicas y económicas. ambiciones personales que a las consecuencias di-
Por el tratado firmado y negociado entre ambas plomáticas de tal alianza. Convencido el Rey por
partes, Carlos IV, a espaldas de las demás monar- Godoy y la Guerra de las Naranjas Godoy, declaró la guerra a Portugal el 27 de febre-
quías europeas aliadas suyas durante la guerra, re- ro de 1801. El Príncipe de la Paz reunió un ejérci-

S
conocía oficialmente a la República francesa y és- egún Pérez Galdós, tras su pírrica victoria sobre los portugueses en 1801, "El to de 60.000 hombres para invadir Portugal en ma-
ta, a su vez, devolvía los territorios ocupados du- favorito celebró sus soñadas victorias con un festival teatral al que debió aque- yo. La toma de Olivenza y de otras plazas fronteri-
rante la guerra. Además, España tuvo que entregar lla guerra el nombre de Batalla de las Naranjas. Ustedes saben que los Reyes ha- zas obligó a Portugal a la firma de un armisticio
a Francia su parte de la isla de Santo Domingo, co- bían acudido a la frontera. El favorito mandó construir unas angarillas, que adornó que ponía fin a la llamada Guerra de las Naranjas.
mo pago e indemnización por los daños causados con flores y ramajes, y sobre esta máquina hizo poner a la Reina, que fue tan chaba- El Tratado de Badajoz estipulaba que Portugal ce-
durante la guerra. canamente llevada en procesión ante las tropas, para recibir de manos del Generalí- rraría sus puertos a los barcos de guerra ingleses y
A pesar de esta pérdida colonial, y de la escasa simo un ramo de naranjas, cogido en Elvas por nuestros soldados..." cedía Olivenza a España. Carlos IV, por su parte, se
y efímera gloria alcanzada sólo en los momentos (BENITO PÉREZ GALDÓS, La Corte de Carlos IV, Editorial Hernando, Madrid, 1992). comprometía a proteger la integridad territorial lu-
iniciales del conflicto, el duque de Alcudia salió sitana. Por otro lado, Inglaterra firmó el Tratado de
12 13
DOSSIER

Arriba, Gaspar El estado lamentable en el que se encontraba la mantenía a flote la Hacienda. En efecto, el ataque Antonio Noriega
Melchor de Hacienda real era, probablemente, la muestra más inglés al comercio español con las Indias y el blo- Bada, tesorero
Jovellanos, un representativa de la coyuntura económica de fina- queo del comercio peninsular durante la guerra, general bajo la
ilustrado les del siglo XVIII. Hacia 1808, cuando Godoy aca- produjeron una consecuencia perversa : la dismi- protección de
escandalizado por baba de perder el gobierno de España, la Hacienda nución de los caudales procedentes de América en- Godoy (Goya, 1801,
Godoy (Ignacio estaba muy próxima a la bancarrota. Esa situación tre 1791 y 1807 y la reducción de los ingresos National Gallery of
Suárez Llanos, estaba íntimamente asociada a la política exterior aduaneros, que constituían un capítulo trascenden- Art, colección
Ayuntamiento de belicista, diseñada por el inexperto Príncipe de la tal de las rentas ordinarias del Estado. Samuel H. Krees,
Gijón). Abajo, centro, Paz desde que accediera al poder en 1792. Para compensar estas pérdidas recaudatorias se Washington).
soldados de la gravó al estamento eclesiástico, a través de una
infantería de La quiebra de la Hacienda real mayor participación de Estado en las rentas deci-
marina, con La guerra contra Francia, iniciada en 1793, ini- males –el llamado noveno decimal extraordinario–
uniforme de 1802 ció el endeudamiento público progresivo. Para su- lo que equivalió, entre 1788 y 1797, a un 5 por
(Museo Naval de fragar los gastos del ejército y de la marina real, el ciento de los ingresos totales de la Hacienda, por-
Madrid). Abajo, ministro de Hacienda, Diego de Gardoqui, recurrió a centaje que aumentó hasta el 13 por ciento en el
derecha, alegoría de empréstitos y propuso la emisión de títulos de la último período de gobierno de Godoy, entre 1803 y
la batalla de deuda pública, los llamados vales reales, cuyos 1807. Así se explica su impopularidad entre el cle-
Trafalgar (La compradores cobrarían un interés anual del 4 por ro e incluso su derrocamiento político.
Ilustración ciento, permitiéndoseles utilizarlos como papel mo- Por lo que respecta a los ingresos aduaneros, la Las Majas,
Española y neda. El propio Godoy, que alentó la guerra, recono- evolución fue negativa y drástica : la recaudación representaciones de
Americana, 24-X- ció en sus Memorias que el conde de Aranda se re- durante el período 1801–1808 fue la mitad de lo Pepita Tudó,
1873, colección fugió en la falta de liquidez para oponerse a la em- alcanzado en los años anteriores al encumbramien- encargadas por
particular, Madrid). presa de combatir sin un motivo razonable. El défi- to de Godoy, lo que también explica el fracaso de Godoy (Goya, 1800,
cit de la Hacienda pública en el año 1796 no cons- su política belicista, aunque ésta fue torpe. M. Prado, Madrid).
tituía, por lo tanto, una sorpresa para el favorito.
De la misma manera se incrementó el déficit du-
rante las guerras con Inglaterra (1796–1807). Pe- Godoy y las Majas
Amiens con Francia (marzo de 1802), gracias al ro, en este caso, se iba a producir el colapso de la

G
cual España recobraría Menorca pero perdería defi- Hacienda real no ya sólo por la acumulación del odoy era amante de Pepita Tudó des-
nitivamente a favor de Inglaterra la isla de Trinidad. gasto o por la reducción de los ingresos tributarios, de 1796, pero en 1797, para mejo-
sino por la ruptura del sistema colonial español que rar su imagen pública ante la Corte,
Godoy naufraga en Trafalgar la Iglesia y el pueblo, se casó con María Te-
Pero la paz duraría poco. En mayo de 1803, resa de Borbón y Vallabriga, condesa de
Francia arrastró al gobierno de Godoy a una nueva Chinchón (hija del infante Luis Antonio de
fase de confrontación con Inglaterra, que no se ra- Borbón y, por tanto, prima de Carlos IV).
tificó hasta 1805, pues Godoy se resistía a entrar Pero no por eso abandonó a su amante: se-
en otra guerra que profundizaría la debilidad espa- gún cuenta Luis Alonso Tejada, Godoy en-
ñola y pondría en entredicho su hacienda pública. cargó a Goya, en 1800, que la retratara en
Sin embargo, en octubre de 1805, la flota fran- dos de sus cuadros, uno desnuda y otro ves-
co–española y la británica se encontraron en el ca- tida: las Majas, obras que los íntimos del va-
bo de Trafalgar. La armada inglesa salió victoriosa, lido pudieron contemplar en su gabinete re-
aunque perdió a su almirante Nelson. Para la ar- servado, junto con una colección de desnu-
mada española la derrota fue terrible pues, además dos, entre los que se hallaba la Venus del
de la pérdida de la mayoría de la flota, pereció en Espejo, de Velázquez, y otra Venus de Jacob
la lucha lo más granado de sus oficiales. Jordaens, regalos de la duquesa de Alba a
La imagen de Godoy se deterioraba acelerada- Godoy. Mucho trabajo tuvo en 1800 Goya
mente. Sólo podía recuperar el prestigio aliándose con el favorito, pues ese mismo año retrató
de nuevo con un Napoleón victorioso y eso fue lo a la condesa de Chinchón en un prodigioso
que hizo enviando un ejército de 14.000 soldados retrato que hoy se expone en los Uffizi de
a Alemania –expedición del marqués de la Roma- Florencia.
na– para sumarse al bloqueo continental que Na- El pudor del favorito era tan escaso que
poleón preparó contra la economía inglesa. La pro- cuando se casó con la condesa de Chinchón
mesa napoleónica, que satisfacía las ambiciones y se llevó a vivir a Pepita Tudó a su palacio y en
los sueños de Godoy, consistía en ofrecerle un rei- público se mostraba con ambas, escandali-
no y un trono : el Algarve portugués. Habría que li- zando, por ejemplo, a Jovellanos, que fue in-
quidar la monarquía de los Braganza, interviniendo vitado por Godoy cuando le hizo ministro:
en Portugal y apoyando la entrada del ejército im- "El príncipe nos llama a comer a su casa; va-
perial. Los detalles se fijaron en el Tratado de Fon- mos mal vestidos. A su lado derecho, la prin-
tainebleau de 27 de octubre de 1807. Pero duran- cesa; a la izquierda, en el costado, la Pepita
te ese mes se estaba gestando la definitiva caída Tudó. Este espectáculo acabó mi desconcier-
del valido como consecuencia de las conspiracio- to; mi alma no pudo sufrirlo; ni comí, ni ha-
nes del Príncipe de Asturias contra Godoy y contra blé, ni pudo sosegar mi espíritu; huí de allí".
su propio padre, Carlos IV.
14 15
La oposición política
Es importante recordar la existencia de estos
bandos políticos, porque ayuda a comprender que
jugaron un papel nada desdeñable en el germen de
la oposición política que afectó la etapa en la que
Godoy ocupó el poder. Oposición que no hubiera te-
nido mayores consecuencias si la ideología revolu-

a Godoy Todos estaban contra el favorito,


la nobleza, la Iglesia y el pueblo:
por advenedizo, impío,
cionaria, potenciada por los sucesos de Francia, no
hubiese llegado a endurecer muchas posturas has-
ta un radicalismo imprevisto en los programas de
los respectivos partidos.

Menos luz
Rafael Sánchez Mantero esquilmador de sus rentas, Cuando estalló la Revolución francesa, Florida-
Catedrático de Historia Contemporánea blanca temió las consecuencias que podría tener su
Universidad de Sevilla impúdico abusón de la confianza repercusión en España. Como ha señalado Richard
Herr, “A pesar de lo mucho que creía en el progre-
real y hasta por prohibir las
E
L PERÍODO CORRESPONDIENTE AL REI- so ilustrado, no podía concebir que las riendas del
nado de Carlos IV tiene una gran impor- Estado estuviesen en manos que no fuesen las del
tancia desde el punto de vista de la histo- corridas de toros... rey y sus ministros”. Así, escribía a su embajador
ria política por cuanto en él se perfilaron en París, Fernán Nuñez,
las fuerzas que desencadenarían poco más tarde la Dos toreros de empeoramiento de la situación de los más deshere- cuando le llegaron noti-
Revolución en España. A partir de un momento de- moda de época de dados, hacía aún más escandalosa la riqueza de la cias de la toma de la
terminado, esas fuerzas, cuya génesis no resulta fá- Godoy, José y Pedro que hacía gala Godoy. En 1807 se le cedió la Casa Bastilla: “Aquí no
cil precisar, se polarizaron en un frente común: Romero (Goya, Palacio de Buenavista, adquirida por medio millón queremos ni tanta
contra el primer ministro Godoy. Philadelphia de reales y se decía que sus ingresos ascendían a luz, ni sus conse-
Manuel Godoy fue ganándose la enemistad de Museum of Art, 2.251.000 reales. cuencias”. Para
muchos sectores de la sociedad española que con- Filadelfia y Kimbell No resulta extraño, por tanto, que frente a la om- evitar el contagio
templaba atónita su meteórica trayectoria política Art Museum, Fort nipotente y odiada figura fueran concitandose las cerró la frontera
desde que llegó a la Corte procedente de tierras ex- Worth). diversas fuerzas de oposición que cristalizaron en de los Pirineos
tremeñas. Ya fue motivo de escándalo su nombra- varias intentonas para derribarlo del poder. con su famoso
miento como Príncipe de la Paz, a raíz de la firma “cordón sanita-
de la Paz de Basilea, título que nadie sin sangre re- La formación de los partidos políticos rio”, al tiempo que
al había llevado en Castilla. Años más tarde, en Se conoce la existencia de partidos y programas, maniobraba en las
1807, recibió el título de Almirante, que le equi- aunque, naturalmente, en un sentido muy distinto cancillerías europeas
paraba a la familia real por su tratamiento de Alte- al que tienen en los sistemas políticos contemporá- y se ponía en contacto
za Serenísima. Todo ello contribuía a poner de ma- neos. El origen de estos partidos hay que buscarlo con los realistas franceses.
nifiesto su ilimitada ambición, a suscitar las envi- en el reinado de Carlos III. De una parte, se había Todo ello explica que los nuevos dueños de la si-
dias y a acrecentar las filas de sus enemigos. ido configurando en la Corte el llamado partido go- como supremos realizadores de los designios de la Arriba, Manuel tuación en Francia hiciesen cuanto estuvo en su
Pero la oposición a su política fue gestándose lilla, encabezado por Floridablanca y formado por Corona, a la cual estarían estrechamente vincula- Godoy (Antonio mano para provocar su caída y lo consiguieron gra-
casi desde el inicio de su valimiento. La Iglesia no
lo miraba con simpatía a causa de la legislación
que promovió sobre los bienes de las instituciones
Godoy los que defendían las prerrogativas de la toga y del
poder civil. Preconizaban una administración racio-
nalizada y fuertemente centralizada, cuyos símbo-
dos. No creían que la nobleza debía jugar un papel
importante en la política; por el contrario –como
hacía constar uno de sus integrantes, Cabarrús–
Carnicero, Museo
Romántico,
Madrid). Derecha,
cias a las presiones de su embajador en Madrid,
Jean-François Bourgoing , porque Floridablanca te-
nía en la Corte muchas antipatías, incluyendo la
religiosas, de los que se apropió el Estado para con-
vertirlos en papel de la deuda. La no-
DF los serían los secretarios de Despacho o ministros, consideraban que la nobleza había sido siempre fu-
nesta y destructiva del verdadero equilibrio político.
José Moñino, conde
de Floridablanca,
del nuevo rey, Carlos IV.
Era lógico que a Floridablanca le sucediese el je-
bleza lo odiaba porque era un advenedi- El otro era el partido aragonés, cuya cabeza in- jefe del partido fe del partido opuesto, conde de Aranda. Aranda
zo que no tenía reparo alguno en apartar discutible era el conde de Aranda, y que estaba in- golilla (C. Tinti, llegó al poder con ansias de reforma –en absoluto
a los desafectos a su política. La bur- tegrado por gentes que no eran únicamente aristó- Roma, 1777, de revolución–, y con el deseo de reconciliarse con
guesía se puso en frente del favorito por cratas, aunque fueran éstos los que por su prestigio Biblioteca Nacional, la nueva Francia. Enseguida empezaron a cobrar
su mala administración: los gastos de e influencia constituyeran la nota más sobresalien- Madrid). mayor importancia los Consejos, en detrimento de
las guerras y los dispendios de la Corte te y destacaran, en general, en el horizonte político la Junta de Estado, y hasta se constituyó, como
recaían en su mayor parte sobre las cor- nacional e internacional. En el partido aragonés no trascendental innovación un Supremo Consejo de
poraciones artesanales, como los Cinco hay que ver, como han querido algunos, a unos tra- Economía Política, dividido en tres Salas: Gobier-
Gremios Mayores de Madrid, o sobre las dicionalistas movidos por el viejo espíritu foral re-
casas comerciales, arruinadas muchas
de ellas por el descrédito en el que ca-
primido por la política borbónica, ni a unos reac-
cionarios que querían reconquistar para la nobleza
Francia hizo cuanto estuvo en su mano
yeron los vales reales.
El pueblo se escandalizaba por su
los puestos rectores que otros le habían arrebatado.
Aranda era un “ilustrado”, un esprit fort de la épo-
para provocar la caída de
irreligiosidad y la liviandad de su vida
privada, por sus riquezas y por algunas
ca, que se carteaba con Voltaire, e incluso mante-
nía amistad con algunos de los más destacados fi-
Floridablanca y lo consiguió gracias a
medidas extraordinariamente impopula-
res, como la supresión de la fiesta de los
lósofos de las Luces. Su Estado ideal hubiese sido
una monarquía equilibrada por “contrapeso” y a
las presiones de su embajador en
toros en 1805. Además, la subida de los
precios por encima de los salarios y el
salvo de toda arbitrariedad, un poco al estilo de có-
mo la concebía Montesquieu.
Madrid
16 17
no, Justicia e Iniciativas y Proyectos. ¿Quién no ve de la época acusaron a los conspiradores de repu-
en estas tres salas un recuerdo de la triple división Godoy y los Caprichos de Goya blicanismo, pero no pudieron probarlo.
de poderes teorizada por Montesquieu: Ejecutivo, Gracias al estudio de María Jesús Aguirrezábal,

G
Judicial y Legislativo? Tal vez Aranda pensaba, co- oya publicó sus Caprichos hace dos siglos, en febrero de 1799, y sólo los tu- se conocen otros detalles de la Revolución de San
mo más tarde Canning, que “la política es el arte vo a la venta dos días" se despacharon 27 libros", a una onza de oro cada uno, Blas. Lo más interesante sería la declaración de Pi-
de hacer reformas para evitar revoluciones” y nada pues cesó el ilustrado Saavedra como primer secretario de Estado y debieron cornell de que la Junta Suprema estaría compues-
impide pensar que acertaba. Pero sus medidas pa- avisar al artista de que la Inquisición se estaba moviendo para procesarle por el con- ta por el conde de Aranda, el duque de Almodóvar,
recieron peligrosas en un momento tan delicado: la tenido de la obra. Mal lo hubiera pasado el pintor de no haber contado con el apo- el marqués de Colomera y otros personajes de la
radicalización de los sucesos en Francia, con el yo de Godoy, que estuvo muy relacionado con los Caprichos, primero impulsando su nobleza y del ejército. La conspiración adquiere así
asalto a las Tullerías y la prisión de Luis XVI, hicie- ejecución en 1797/98 en sus Memorias resalta que bajo su protección se hicieron un claro tono aragonés, o del partido de la oposi-
ron pensar a Carlos IV que la oportunidad no era la "las ochenta estampas de bellos caprichos de don Francisco de Goya"; segundo, pa- ción, y uno de sus objetivos principales parece que
más adecuada para realizar ensayos. rando al represor ministro de Gracia y Justicia, Caballero, y a la Inquisición, que tra- se centraba en el desplazamiento de Godoy.
taban de procesar al artista... Recuérdese que Godoy le debía a Goya algunos favo- Ese mismo año, el marino español de origen ita-
La oposición antigodoysta res, como la realización de las Majas (1800) y su retrato de la Guerra de las Na- liano, Alejandro Malaspina, conspiró contra Godoy,
Aranda cayó acusado, poco menos que de revo- ranjas (1801). despechado por no haber sido nombrado para ocu-
lucionario y de “discípulo de la escuela jacobina” y Bien pudo ser Godoy quien ideó la solución de que el pintor pusiera los Capri- par la Secretaría de Marina, puesto al que aspira-
fue sustituido por el joven Manuel Godoy. Desde chos bajo protección del propio Rey, entregándolos a la Calcografía Real en 1803, a ba. Sus ideas políticas se hallaban, al parecer, cer-
noviembre de 1792 en que se operó la sustitución, cambio de una pensión vitalicia de 12.000 reales para su hijo... Goya se quejó amar- ca de las que preconizaba el partido arandino. Ma-
la inquina de Aranda y de los aragoneses contra el gamente muchas veces de que su obra no pudiera conocerse –la segunda edición laspina elaboró un plan mediante el cual Godoy se-
omnipotente valido no se extinguió ya. Aquel mis- apareció en 1855– pero los inquisidores le dejaron en paz y aquella pensión com- ría exonerado del poder y en su lugar se establece-
mo año parece que hubo en el Consejo una conju- pensaba el beneficio que el pintor hubiera podido obtener por sus Caprichos. ría un gobierno compuesto, entre otros personajes,
ra antigodoysta, que el político extremeño consi- por el duque de Alba, el conde de Revillagigedo y
guió sortear; pero las asechanzas no cesaron ni si- el propio Jovellanos. El plan de Malaspina fue des-
quiera con el destierro de Aranda en 1794. El par- febrero de 1795. Un maestro mallorquín, Juan Pi- Brigadier Alejandro cubierto por Godoy antes de que llegase a los reyes
tido aragonés, convertido en el partido de la oposi- cornell, acompañado de un grupo de pequeños in- Malaspina, famoso por medio de algunas damas de la Corte y su autor,
ción se encargó de zancadillear por todos los me- telectuales –preceptores, traductores de francés– marino y frustrado encarcelado y desterrado a Italia.
dios al joven valido y, además, se fue constituyen- preparaban un levantamiento popular cuyos fines aspirante a la
do en una fuerza posible de la revolución española. no aparecían del todo claros. Picornell había sido el Secetaría de Marina, La conjura de El Escorial
Hasta qué punto sufrió este partido una verda- prototipo de miembro de las Sociedades Económi- lo que, por La inquina contra Godoy siguió aumentando en
dera metamorfosis, abandonando el viejo programa cas de Amigos del País, preocupado por mejorar la despecho, le los años sucesivos y a comienzos del siglo XIX em-
de Aranda por otros más radi- industria y, sobre todo, el sistema educativo: había convirtió en pezó a dibujarse el partido fernandino como nueva
cales, es cuestión mal cono- ideado un plan de enseñanza capaz, según él, de conspirador (Museo fuerza de oposición, a la que se arrimaron muchos
cida, pero lo cierto es que el revolucionar la cultura de los españoles y de trans- Naval, Madrid). de los descontentos. En 1801, el heredero de la
viejo partido aragonés dejó de formarlos en los mejores ciudadanos. En prueba de Corona, futuro Fernando VII, contaba con dieciséis
formar parte del régimen para su eficacia tuvo lugar una comentada sesión en la años y, a pesar de los esfuerzos de Godoy por ga-
convertirse en su enemigo. Universidad de Salamanca, donde examinó a su hi- narse su afecto, la incompatibilidad entre ambos
Su enemistad era comparti- jo Juan Antonio, de sólo tres años, en las discipli- era ya manifiesta. En la animosidad contra el vali-
da, además, por los elemen- nas humanísticas de Religión, Geografía de Europa do intervino decisivamente el preceptor del prínci-
tos más avanzados de la Ilus- e Historia de España. pe, el canónigo Juan Escoiquiz, introducido en la
tración, cada vez más lejos de El plan fue bien acogido en un principio por Flo- Corte precisamente por el po-
las directrices marcadas por ridablanca, pero las alarmantes noticias que recibía lítico extremeño. Pues bien,
la política carolina. Como ha de Francia, le indujeron a pensar que aquel no era ya en 1803 y 1804 hubo ru-
señalado Richard Herr, “En 1788 el Gobierno ha- Izquierda, Aranda, El motín del globo el momento oportuno para introducir innovaciones. mores de un plan para cam-
bía sido ilustrado y había contado con el apoyo de jefe del partido Un episodio que, quizás por su carácter anecdó- Picornell se eternizó esperando, hasta hacerse un biar a Carlos IV por Fernando
los progresivos. En 1793, 1795 ó 1797, apenas si aragonés. Arriba, tico, ha sido relegado por la historiografía es el co- resentido, que de la revolución cultural pasó a la re- VII, que para unos sería sim-
era menos ilustrado, pero había perdido ese apoyo. ascensión en globo nocido como “el incidente del globo”. En él se pro- volución política. Cuando repartía propaganda y di- plemente la forma de cambiar
La Revolución había traído a la católica España los de Lunardi ante el dujo uno de los primeros ataques a Godoy, aunque nero con sus compinches para conseguir prosélitos, a Godoy y, para otros, la posi-
albores de una nueva era”. El programa de este gru- Palacio Real. fue débil y despertó poco eco. En 1792 se elevó en fue delatado por dos de los iniciados. Así acabó la bilidad de establecer impor-
po consistía tanto en lograr la caída de Godoy y de España el primer globo tipo Montgolfier, tripulado. llamada “Revolución de San Blas” y Picornell y sus tantes cambios políticos.
todo su equipo, como en transformar la maquinaria El pasajero fue el italiano Lunardi, quien llevó a ca- cuatro colaboradores fueron deportados a América Pero la primera maniobra de
del Estado, sustituyendo incluso a Carlos IV por su bo una demostración pública en 1793, delante del tras un largo proceso. este tipo de la que hay datos
sucesor, como se había de intentar en la conjura Palacio Real, en presencia de los reyes y del inevi- ¿Qué se proponían realmente Picornell y sus se- concretos fue la de El Escorial
del Escorial o en el motín de Aranjuez. table Godoy. Cuando comenzó a elevarse surgieron guidores? ¿Se trataba de iniciar una revolución en en 1807. Siempre se le ha
Con todo, las noticias disponibles sobre algunos de entre el público, que se agolpaba para presen- España, o simplemente de derribar a Godoy y al go- dado a esta conjura el carác-
de estos hechos son fragmentarias, lejanas y vagas, ciar el acontecimiento, gritos subversivos, quizá bierno? Su programa estaba resumido en un Mani- ter de una trama puramente
puesto que no se sabe muy bien si sus objetivos con el intento de transformar la fiesta en un motín. fiesto al Pueblo y en la Instrucción de lo que debe cortesana, como una confron-
eran a favor de la Revolución o en contra del odia- Pero no lo consiguieron, aunque pudieron escapar ejecutar el Pueblo de Madrid en este día. En ellos tación entre el padre y el hijo,
do Manuel Godoy. Ni las autoridades de la época de la persecución de los alguaciles. ¿Qué se pre- se habla de una Junta Suprema legislativa, de la alentada a lo sumo por perso-
podían llegar muy lejos en sus averiguaciones, ni tendía? ¿Llamar la atención de Carlos IV sobre los separación de poderes y de una Constitución. Pero nas del propio servicio pala-
los historiadores de hoy tienen a su disposición ele-
mentos de juicio definitivos. Sin embargo se dan
algunos episodios significativos en los que aparece
Godoy males que padecía el país? Simplemente derribar a
Godoy? Los síntomas de un ataque contra el régi-
men, aunque tímidos, ya se dejaban notar.
se critica fuertemente al Gobierno y a las grandes
sumas derrochadas por el Estado para “...engran-
decer y mantener a Godoy con un lujo superior a las
ciego, como el canónigo Es-
coiquiz, y provocada por el
entreguismo de Godoy ante
Godoy como centro de la protesta. DF Más serio parece haber sido el intento del 3 de rentas del más rico potentado...”. Las autoridades Napoleón. Carlos Corona puso
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conseguir sus fines. La nobleza descontenta patro-
La conspiración de El Escorial cinó y orquestó el motín de Aranjuez y logró al fin
su objetivo inmediato.

E
l Príncipe de Asturias, futuro Fernando VII, aquel ser "tonto y ocio- Bien por una delación, bien porque lo descubriera el espionaje de Go- En un principio se creyó que Godoy había huido
so, mentiroso, envilecido y solapado", según decía de él su suegra, doy, éste se enteró de la maniobra y, probablemente, inventó una conspi- con destino a Andalucía, cuando advirtió los pri-
Carolina de Nápoles, odiaba a Godoy, supuesto amante de su madre ración para terminar con la camarilla del Príncipe. El 27 de octubre de meros movimientos en la noche del 17 de marzo de
y favorito de su padre. Tal sentimiento fue cuidadosamente cultivado por 1807, apareció en la mesa del Rey una nota en la que se acusaba al prín- 1808. Sin embargo, fue descubierto en la mañana
los enemigos del valido, sobre todo, los duques del Infantado y de San Car- cipe Fernando de tramar su derrocamiento: "La corona de V.M. peligra; la del día 19 en su propia casa. Se había encerrado
los y el canónigo Escoiquiz, que formaron una camarilla en perpetua cons- Reina María Luisa corre el riesgo de ser envenenada", decía literalmente el en una buhardilla, ocultándose entre varios rollos
piración contra Godoy. Éste les correspondía con un estrecho espionaje y mensaje. de alfombras y esteras. El mismo Príncipe de Astu-
con la marginación política. El Rey ordenó el registro de las habitaciones de su hijo y apareció la co- rias tuvo que tranquilizar al pueblo y Godoy pasó a
En 1807, a los 23 años, enviudó el príncipe de su primera esposa y se rrespondencia con Napoleón. El Príncipe fue arrestado. Y aquel intrigante ser custodiado en el cuartel de la Guardia de Corps,
le buscaba mujer. Como la política exterior de Godoy se basaba en las corrió a pedir perdón a sus padres y a denunciar a sus cómplices. Para los para evitar que el pueblo se ensañase con él. De-
alianzas con Napoleón Bonaparte, Fernando y sus consejeros decidieron duques de San Carlos y del Infantado y para el canónigo Escoiquiz se pidió saparecido de la escena Godoy, Carlos IV no pudo
segarle la hierba bajo los pies al valido, y pidieron secretamente al empe- la pena de muerte, pero la presión popular logró sus absolución. sostenerse en el trono.
rador francés que le buscase novia en su familia. Por primera vez en la Historia de España, un rey
era destronado por su propio hijo. Fernando VII El
Deseado ceñía la corona y la oposición pasaba a
de relieve la importante presencia en la trama de Calos IV, protector y someter a su voluntad a un viejo y débil monarca y ocupar el poder. Pero no pudo disfrutarlo por mu-
varios miembros de la nobleza, de los cuales el más amigo de Godoy, manchar el trono con su impudicia, aún pretendía cho tiempo, puesto que las tropas francesas habían
decidido era el conde de Montijo (antes, conde de optó por dimitir arrebatarselo al legítimo heredero y deseado rey, al dejado ya claras las intenciones de Napoleón de
Teba), sucesor de Aranda en la jefatura del partido. tras la caída del joven Fernando...” prescindir de los Borbones. Godoy salvó la vida gra-
Martí Gilabert, que ha estudiado el proceso, cree valido (Goya, Museo Toda esa oposición vio por fin realizado su deseo cias a que Napoléon quiso tenerlo en Francia y vi-
que no fue más que una operación calumniosa con- del Prado, Madrid). de desplazar del poder a Godoy con el triunfo del vió en el destierro hasta su muerte, el 4 de octubre
tra el Príncipe de Asturias, y que no hubo conjura motín de Aranjuez. Los hechos sucedieron así: la de 1851, más de la mitad de su existencia. Un fi-
sino en la malignidad de Godoy. La comedia prepa- familia real había huido a Aranjuez ante las alar- nal triste y prolongado para quien lo había sido to-
rada por el Príncipe de la Paz fue contraproducen- mantes noticias que llegaban sobre las intenciones do en la España de Carlos IV.
te, puesto que provocó la indignación
de muchos, sirvió para aumentar su
exaltación y los dispuso en definitiva Para saber más
a llevar a cabo la revolución. Martí Gi- AYMES, J.R. (ed.), España y la Revolución france-
labert ve en el proceso de El Escorial sa, Barcelona, 1989.
el comienzo del triste desenlace del BULLÓN DE MENDOZA, A., Manuel Godoy, Prínci-
reinado de Carlos IV. pe de la Paz, Badajoz, 1968.
CORONA BARATECH, C., Revolución y reacción en
El motín de Aranjuez tiempos de Carlos IV, Madrid, 1957.
El descubrimiento de la trama de- CORONA BARATECH, C., Las ideas políticas en el
jó las cosas como estaban hasta que reinado de Carlos IV, Madrid, 1954.
algunos meses más tarde triunfase el CHASTENET, J., Godoy y la España de Goya, Bar-
motín de Aranjuez. Sin embargo, esos celona, 1963
meses entre los dos incidentes cons- de los supuestos aliados, los franceses. Godoy pro- Motín de Aranjuez, GODOY, M., Memorias, Editorial Atlas, Madrid,
tituyen para Carlos Seco la etapa más puso el viaje a Sevilla y Cádiz, para desde allí em- un estallido popular 1965.
amarga en toda la larga vida de Go- barcar con rumbo a América. “El pueblo de Aran- de cólera sólo en GONZÁLEZ SANTOS, L., Godoy. Principe de la Paz,
doy. Todos, y por múltiples motivos, juez”, indignado por tanta cobardía, se levantó apo- apariencia: fue siervo de la guerra, Madrid, 1985.
se volvían en aquellos momentos con- derándose de la persona del valido y forzó la abdi- organizado y HERR, R., España y la Revolución del siglo XVIII,
tra él: “... los nobles humillados tan- cación de Carlos IV, que renunció en su hijo Fer- pagado por los Madrid, 1971.
to tiempo por la imposición de un ad- nando VII. Esta versión tradicional, ha sido matiza- enemigos de Godoy LA PARRA LÓPEZ, E., La alianza de Godoy con los
venedizo aupado con malas artes has- da por el historiador Martí Gilabert, quien ha pues- para derribarlo. revolucionarios. España y Francia a finales del siglo
ta el trono; los ricos, porque a la hora to en claro muchos aspectos desconocidos o des- XVIII, Madrid, 1993.
de repartir las cargas económicas sin cuidados por la historiografía. Téngase en cuenta MADOL, H.R., Godoy, el primer dictador de nuestro
respetar privilegios ni apellidos, había ahora la sustitución de la Guardia de Palacio, con tiempo, Madrid, 1966.
hecho recaer el peso de las exigen- la llegada de un nuevo regimiento procedente de MARTÍ GILABERT, F., El proceso de El Escorial,
cias fiscales sobre los poderosos, pa- Madrid, justo horas antes del motín; los carruajes Pamplona, 1965.
ra desahogar a los humildes a lo lar- alquilados en la Corte que llevaron al Real Sitio a MARTÍ GILABERT, F., El motín de Aranjuez, Pam-
go de una crisis constante; la Iglesia las personas que habían de iniciar el griterío; el re- plona, 1972.
porque osó enfrentarse con el Santo parto de dinero que se hizo la noche anterior para SECO SERRANO, C. (editor), Memorias del Prínci-
Oficio, porque habló de reformas fis- la recluta de protestatarios, y la presencia entre és- pe de la Paz, 2 vols, Madrid, 1956.
cales en algunos sectores del clero, y tos, como principal animador, del Tío Pedro, que SECO SERRANO, C., Godoy. El hombre y el políti-
porque, siquiera fuese de acuerdo resultó ser el conde de Montijo. co, Madrid, 1978.
con el Papa, había intentado alterar
sus privilegios económicos; el pueblo,
en fin, porque se lo presentaban co-
La indignación popular contra Godoy era un he-
cho cierto, y no necesitaron excesivos esfuerzos los
organizadores; pero no fue una sublevación espon-
Godoy VALDEOMAR, MARQUÉS DE, El partido fernandi-
no y la masonería: Godoy un hombre máquina, Ma-
drid, 1974.
mo un desenfrenado hereje, que tras tánea, sino un golpe encauzado y estimulado hasta DF
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