57 - Kotov - Alekhine. (MR, 1973)

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Traduccién del ruso por Agustin Puig Revisién técnica de José Luis Brasero El editor agradece a Pablo Mordn su colaboracién en la revisién de esta obra. No esté permitida ta reproduccién total o parcial de este libro, ni la recopilacién en un sister formético, nl la tansmisién en cuslquier forma © por cualquier medio, por registro © por otros métodos, sin el permiso previo y por escrito de Ediciones Martinez Roce, S.A. © 1973, VAAP, Mosca. © 1975, Ediciones Martinez Roca, S. A. Gran Via, 774, 7.7, 08013 Barcelona ISBN: 84-270-0300-5 Depésito Legal: B. 4832-1988 Impreso por Diagrafic, . A. - Constitucié, 19 - 08014 Barcelona Impreso en Espaiia— Printed in Spain INDICE Prélogo En el hogar paterno Se cumplen las esperanzas En la embriaguez de la fama Después del fracaso anon e La guerra y el ajedrez Epilogo Vivir eternamente Resultados de Alekhine en torneos y competiciones individuales Indice de aperturas Indice de adversarios de Alekhine 55 147 181 201 261 265 269 an PROLOGO Hace unos veinticinco afios consegui reunir més de medio millar de partidas de Alejandro Alekhine, gracias a la cooperacién que me prestaron los aficionados al ajedrez y los admiradores, en todo el mundo, del talento artistico de este genial ajedrecista. Todavia me resulta agradable recordar las interminables horas que inverti en el andlisis de estas partidas. Consecuencia ldgica fue la publicacién de los dos tomos, titulados «El legado ajedrecista de Alekhine», que contienen las mejores. Aqui me he propuesto un nuevo objetivo: escoger, entre estas partidas ya seleccionadas, unas decenas de ellas a fin de poder ofre- cer al lector los principales rasgos del arte alekhiniano. O sea, no s6lo del perfil humano de nuestro biografiado, sino también de sus cualidades personales y de su criterio artistico: no podian quedér- seme en el tintero los hechos relativos a su azarosa vida, por cuanto estén enlazados esencialmente con el ajedrez; ademds, actualmente se conocen documentos y hechos inéditos. éDe qué forma comentar las sesenta y cinco partidas insertas en este libro? Pues Alekhine ya coments detalladamente la mayor parte de ellas. Tras una prolongada meditacién sobre este particular, elegi un método que consideré muy itil y provechoso para el lector; uno que contestase a las siguientes pregunta: Hasta qué punto son todavia instructivas las partidas de Ale- jandro Alekhine, jugadas hace casi medio siglo? ;Qué es vigente en ellas, y qué ha dejado de serlo? ¢En qué medida tienen valor sus ideas estratégicas en una época en que la técnica ajedrecista se ha desarrollado altamente y se ha profundizado en las variantes de apertura, complejas en extremo? En esto consiste precisamente el método que he elegido para investigar sus inigualables combinaciones y sus profundos planes 7 estratégicos. También acentuaremos su maestria en los finales, donde a una exactitud matemética junta una imaginacién inagotable. Al analizar las partidas, el lector se preguntard involuntaria- mente qué papel ha representado Alekhine en el arte del ajedrez y qué puesto le corresponde entre los mejores maestros. Hoy dia esta ea boga pedir a los maestros de todo el mundo su opinion sobre el ajedrecista mejor en la historia del ajedrez. Hay disparidad de cri- terios. Algunos cuentan a Alekhine en el ntimero de los cinco 0 diez mejores de todas las épocas. 4En qué consiste la celebridad de un gran maestro? A mi juicio en la huella que ha dejado en la historia del ajedrez, 0 sea en el aventajamiento a los demas en los siguientes puntos: 1) Los logros deportivos: resultados obtenidos en torneos y com- peticiones individuales. Aqui se deben considerar las circunstancias en que ocupé el trono ajedrecista y los resultados que obtuvo du- rante su «reinado». 2) Los logros artisticos: calidad de las partidas jugadas, maes- tria combinatoria y profundidad de las ideas estratégicas. 3) La aportacién a la teoria de las aperturas. La historia del ajedrez ofrece nombres de maestros que, aunque nunca cifieron la corona, idearon muchos sistemas de apertura; sistemas que han sobrevivido a sus propios autores. Ejemplificamos lo dicho con el nombre de Nimzovitch, Reti, Griinfeld y Rauser, entre otros. 4) El modo de tratar filoséficamente el ajedrez, la habilidad en descubrir sus profundas y ocultas regularidades y en conocer bien la psicologia de la lucha. Ser pensador es lo que se le exige tam- bién a todo aquel que pretenda sobresalir. Si se observa a nuestro biografiado segin los puntos arriba ci- tados, no serd dificil convencerse de que superé por lo general a sus contrincantes mds competentes. Sus éxitos deportivos superan con creces a los obtenidos por todos los campeones del mundo, a excepcién, quizé, de Emmanuel Lasker. Igualmente supera a todos en el aspecto artistico. Centenares de partidas suyas son objeto de estudio por los ajedrecistas de la generacién presente y lo serén por los de las venideras, pues sus combinaciones, sus planes de juego y su elevada técnica en los finales causan admiracién. Es igualmente valiosa su aportacién a la psicologia de la lucha y son notorios sus consejos e indicaciones. Esta obra ofrece, ademés, sus interesantes juicios emitidos en diversos articulos periodisticos. Durante la Olimpiada celebrada en Moscii en 1956, el autor de estas lineas se dirigié a muchos grandes maestros y a tedricos des- tacados y les pidié que expresasen su opinién acerca de Alejandro Alekhine; entusiasmados por la fisonomia artistica de éste, muchos comentaron a la vez sus cualidades humanas. La falta de espacio impide ofrecer al lector todo lo dicho por aquéllos; sélo hemos in- sertado los fragmentos que reflejan la vida, el cardcter, la fuerza de voluntad, la tenacidad y la perseverancia del hombre que, en vida, se Hamé genio de la combinacién ajedrecista. 1 EN EL HOGAR PATERNO Un entusiasmo incontenible Todo gran maestro ha Megado por diversos caminos al mundo del _ajedrez. Unos tuvieron éxitos ruidosos ya en su tierna infancia, y se les ha distinguido con el epiteto de nifios prodigio. El pequefio José Capablanca ganaba a su padre y a los amigos de éste cuando con- taba sélo cuatro afios, y al cabo de unos pocos més legé a ser un ajedrecista bastante bueno. Los progresos de Samuel Reshevsky en este aspecto son todavia més sorprendentes: a los ocho afios hizo giras artisticas por Europa y América, participando en sesiones de simulténeas y ganando a los mayores. El extremo opuesto lo constituyen los que empezaron tarde. Por ejemplo: Miguel Chigorin comenzé a los veinte afios de edad, y el gran maestro austriaco Rodolfo Spielmann ain més tarde. Sin em- bargo, esto no les impidié recorrer en poco tiempo las cetapas» necesarias para conocer totalmente la relacién interna entre las pie- zas y las leyes de la armonia, que viene a ser algo connatural a quienes han conocido el ajedrez desde pequefios. Alejandro Alekhine se cuenta en el niimero de los que comen- zaron normalmente; aunque no fue un nifio prodigio, se dedicé bas- tante pronto al ajedrez. En su persona, el desarrollo de su juego corrié parejo con el del adolescente. Recibié una sélida instruccién que lo convirtié en persona erudita; sin embargo, el ajedrez le cauti- v6 la atencién desde la tierna infancia hasta los ltimos momentos de su vida; por esta razén, le dedieé todo su tiempo libre y todo su fogoso temperamento. Aqui es oportuno sefialar que asi es como han aparecido 1a generalidad de los mejores jugadores del mundo del ajedrez, Emmanuel Lasker, Miguel Botvinnik, Max Euwe, Basilio Smyslov, Tigran Petrosian, Miguel Tal y Robert Fischer, se forma- a ron en los comienzos de su adolescencia o en el transcurso de la misma. Alekhine procede de noble cuna, si bien no puede decirse que tuviese una infancia feliz. Su padre, representante de la nobleza de provincia, solia tratar con excesivo regalo y condescendencia a su familia, y su madre Inés Projorova, hija de comerciantes y dueha de las acciones de la fabrica de tejidos de Krasni Presn, también hacia su vida particular A muchos les sorprende que el hijo de una familia potentada se dedicase al ajedrez, que no gozaba de gran predicamento entre la gente de negocios de aquel tiempo. Esto debe atribuirse a muchas circunstancias, y principalmente a la familiar que forzé al muchacho a recogerse en si mismo y en el mundo de las verdades abstractas. Alejandro Alekhine nacié el 1 de noviembre de 1892 en Moset. En aquel entonces, el ajedrez se movia con paso firme por el mundo. Aficionada a este juego antiguo, Europa ya habia celebrado su pri- mer torneo internacional y se dedicaba a organizar con bastante seriedad contiendas ajedrecistas de todo tipo; se celebraban muchos torneos a base de aperturas de gambito en los centros ajedrecistas de las capitales y ciudades de provincia de muchos paises, tenian lugar competiciones entre ciudades importantes y, consiguientemente, se proclamaron los primeros campeones locales. Finalmente, el no- table maestro Guillermo Steinitz es proclamado campeon del mundo en el afio 1886, lo cual contribuye a que se acreciente el interés por las competiciones. El ajedrez tiene aceptacién y aplauso en Ja lejana América. La espectacular carrera de Pablo Morphy, cuyo juego cautivd y con- quisté el continente americano y ei europeo, alimenté el patriotismo de los habitantes del Nuevo Mundo quienes gastaron de buena gana sus délares en diversos torneos. La capital de la isla de Cuba fue el lugar de varias contiendas apasionadas que trajeron hacia si la atencién de gran nimero de aficionados de muchos paises. Las paginas de los periddicos publicaban constantemente comen- tarios sobre los encuentros entre Guigermo Steinitz, envejecido hé- roe del ajedrez, y Emmanuel Lasker, representante de la genera- cién joven. Enrique Nelson Pillsbury, ajedrecista dotado de una capacidad poco frecuente, cruzé como un meteoro el horizonte del ajedrez; pero se desgasté pronto y murié muy joven. Contaba Alejandro nueve afios cuando presencié una sesién de simulténeas en la que Pillsbury participé a la ciega frente a veinti- dés tableros en el Circulo de Ajedrez de Moscu. Este espectaculo dejé una seria e indeleble huella en su memoria. Sin duda, también siguié con interés las actuaciones de Miguel Chigorin, de cuyas manos tomaria mds tarde y por imperativos del destino la bandera de 1a escuela nacional de ‘ajedrez. Otra de las circunstancias que influirian en su desarrollo fueron las frecuentes visitas que le hicieron los conocidos ajedrecistas B. Nie- narokov, B. Blumenfeld, Dus-Chotimirsky y otros. ‘Transcurridas unas décadas, Teodoro Ivanovich Dus-Chotimirsky 10 ies me conté en cierta ocasién que a fines del siglo pasado y principios dei actual dio al joven Alekhine lecciones particulares, por las que le pagaban quince rublos. Con el humor que siempre Je ha distin guido, Teodoro Ivanovich agregé que sus lecciones posiblemente se reflejaron en los defectos que tuvo posteriormente Alekhine en el juego. Pero el que més contribuyé ai desarrollo de las dotes ajedrecis- tas del futuro campeén fue su hermano mayor Alejo, jugador de primera categoria. Como suele suceder entre hermanos, Alejo ven- cia al principio a Alejandro; pero después éste le superd ganandole con facilidad. Segin 1a costumbre de entonces, a ius muchachos no se les -per- mitia frecuentar los circulos ajedrecistas; por ello, los hermanos Alekhine manifestaron su aficién al ajedrez y su entrega al mismo en las partidas por correspondencia que jugaron entre los afios 1902 y 1904; esta suerte de enfrentamientos con jugadores muy fuertes fue uno de los factores mas importantes en su perteccionamiento ajedrecistico. En la quinta década se hallaron dos cuadernos de los hermanos Alekhine, que contienen anotaciones de partidas, comentarios y andli- sis. Sus ideas acerca del ajedrez son todavia muy simples e inge- nuas, y sus partidas carecen de profundidad y precisién; pero en os breves comentarios de Alejandro se nota un gran amor al ajedrez que contribuyé légicamente ai ulterior desarrollo de sus enormes dotes naturales. Hemos de reconocer el mérito de aquellos desconocidos e inadver- tidos aficionados que dia tras dia se sientan al tablero y tratan de hallar la mejor jugada con que responder a su adversario, que, por lo comin, se encuentra a miles de kilémetros en otro pais o con- tinente. Las partidas por correspondencia representaron un papel importante en 1a evolucién artistica de Alejandro Alekhine. Aqui es oportuno sefialar que las partidas jugadas asi sirvieron de piedra pémez para pulimentar el vario talento ajedrecista de muchos ju- gadores, el de Pablo Keres, para citar un ejemplo. A tin de comprender 1a vida de nuestro biografiado, rica en acon- tecimientos y trégica en muchos casos, tenemos que detenernos en otra circunstancia importante: en varios libros sobre su vida, pu- blicados en el extranjero, se repiten noticias sacadas de no se sabe qué jugar, segin las cuales su padre perdié un millén de rublos en el Casino de Montecarlo antes de la Gran Guerra y estuvo pos- teriormente sujeto a fideicomiso. También se dice que su madre fallecié con las facultades mentales perturbadas por el hdbito pato- légico de tomar bebidas alcohélicas, el afio 1913 en Basilea. Francamente, he levado diez afios reuniendo materiales refe- rentes a la vida y al arte creador de nuestro biografiado y no he hallado ningin hecho que confirmase tales noticias. Es posible que sean el producto de la imaginacién de algunos autores; producto que suele manifestarse en casos asi. Pero hay un hecho cierto: los Alekhine heredaron de sus padres see el habito de tomar bebidas alcohdlicas, y no tuvieron fuerza de voluntad para librarse de él Volviendo sobre su infancia, puede decirse que sus padres no se cuidaron debidamente ni de él ni de su hermano; fueron la ma- yor parte del tiempo atendidos por su abuela. Esto podria ser una de las causas que indujeron al pequefio Alejandro a dedicarse con entusiasmo incontenible a los hechos abstractos, a los andlisis pro- longados, es decir, al variado mundo que los secretos del ajedrez ofrecen a todo aquel que se entrega en cuerpo y alma a ellos. Se tienen muy pocas noticias de este periodo de su vida; algunas referentes a un ajedrez que le regalé su abuela, a unos apuntes to- mados al desgaire y anotados en las paginas de cuadernos extensos, y que se dedicaba totalmente al ajedrez. Sus mayores no podian separarlo del tablero, ni obligarle a que se acostase; lo escondia debajo de la almohada y analizaba de noche posiciones, alumbran- dose con un candil. «Eduqué mi caricter...» Alekhine dice: «Practico este juego desde los siete afios; pero no me dediqué seriamente a él hasta los docey. Sin embargo, no vemos que su nombre figure en los torneos celebrados en el Circulo Ajedrecista de Moscii en 1905. Pero, en 1907, su talento ajedrecista ha madurado tanto que le permite enfrentarse con jugadores muy fuertes. En uno de sus cuadernos, conservado hasta nuestros dias, hay anotadas diecisiete partidas que jugé durante el llamado «torneo de primaveray, organizado por la Sociedad Moscovita de Aficionados al Ajedrez. Los comentarios acerca de estas partidas tienen un matiz ingenuo, lo cual debe atribuirse a que el futuro gigante ajedrecista no hizo mas que probar sus fuerzas. En aquellos afios, su juego atin no tenia la eficacia necesaria para alzarse con la victoria en los torneos importantes, pues en el que nos ocupa se situé en uno de los tiltimos puestos de la tabla de la clasificacién. Tras esto, seria injusto afirmar gue le basté su talento natural para alcanzar sus posteriores éxitos en las compe- ticiones, no; fue necesario un intenso trabajo, un anélisis asiduo y una autocritica severa para que este talentoso adolescente legase a ser el gigante que ha pasado a la historia del ajedrez como el inigualable genio de la combinatoria. La capacidad y disposicién para descubrir los contras en el juego propio, criticarlos severamente y extirparlos de raiz, la capacidad y disposicién para depurar escrupulosamente la técnica ajedrecista fue el procedimiento que siguié en su largo camino de principiante a gran maestro; este procedimiento supuso un enorme esfuerzo y una entrega absoluta a este arte. Acerca de ello dice: «Por un lado la busqueda de la verdad y por otro la tendencia a la lucha hicieron de mi un maestro, De 12 nifio ya adverti que tenia capacidad para este juego y que me en- tusiasmaba inconteniblemente. Eduqué mi cardcter en el ajedrez, que, como toda actividad humana, ensefia a ser objetivo y contri- buye a adquirir maestria si uno reconoce sus defectos y errores ‘Un poco més adelante analizaremos su primera partida jugada en un torneo. En ella, no veremos al Alekhine habitual, pues sus partidas, realizadas cuando tenia quince afios, no tienen la solidez en el planteamiento y solucién de los problemas estratégicos que tuvieron posteriormente y manifiestan una evidente tendencia a so- lucionar con métodos tacticos los problemas que plantea la po- sicién. Ya en sus primeros pasos se observa que trabajé incansable- mente en el dominio del ajedrez y progresé constantemente. Clara manifestacién de esto son los resultados de su participacién en los torneos: si en el «torneo de otofios del Circulo Moscovita de Aficionados al Ajedrez, celebrado en el afio 1907, se clasificé en uno de los tltimos puestos, en el celebrado al afio siguiente se situé en el primer puesto. Y en el intervalo entre los dos torneos en cues- tién tomé parte en el de Diisseldorf, acontecido en el afio 1908, y compartié con otro participante los puestos cuarto y quinto, lo cual fue un resultado satisfactorio para nuestro biografiado. A los quince afios arde en deseos de: participar en cualquier con- tienda ajedrecista. Tras el torneo de Diisseldorf, juega una serie de competiciones individuales en la patria y fuera de ella. Sorprende a propios y a extrafios al vencer por 4 % : % al maestro Bardele- ben; también sale airoso en la competicién individual con Fahrni, que consté de tres partidas y su resultado fue de 1% : 1 %4. En la vispera del decimosexto afio de su vida vencié al conocido maestro Blumenfeld por 4 % : %. Esto anunciaba la legada de un talento al mundo ajedrecista, destinado a ensalzar la escuela nacional de ajedrez. En uno de sus comentarios sobre los ajedrecistas moscovitas de aquella época, el comentarista R. Falk dice: «El menor de los her- manos Alekhine tiene una capacidad extraordinarfa, a pesar de tener sdlo dieciséis afios». Hemos hablado de sucesién, es decir, de que él tomé de las manos de Miguel Ivanovich Chigorin la bandera de la escuela rusa de aje- drez. A este respecto quisiéramos reproducir un fragmento de las memorias que el meritorio maestro Pedro Arsienevich Romanovski Publicé con motivo de la olimpiada, celebrada en Moscii el afio 1956. Como se sabe, Romanovski estuvo con Alekhine en Alemania en 1914; los dos participaban en el torneo de Mannheim cuando estallé la Gran Guerra y fueron internados. Acerca de ello dice: «En cierta ocasién hablamos de los maestros del pasado, de Pillsbury, de Zu- kertort y de Chigorin, y lo que ha perdurado en mi memoria fue la conversacién que sostuvimos acerca de éste. Alekhine dijo: “Pare- ce hallarse fuera de la serie de los maestros del pasado; ha sido una gran figura, y su enorme talento posiblemente le sitie entre los genios, pues la profundidad de sus ideas es a veces inescrutable a para el simple mortal. No sé si aleanzaré el nivel del pensamiento de Chigorin; como quiera que sea, procuraré organizar mi vida de otra manera, 0 sea, no permitiré que perturbaciones externas influ- yan en la clase de mi juego, lo cual le sucedié constantemente a Chigorin”. Y Alekhine cumplié lo dicho, en bien del arte ajedre- cistay. Su éxito en el torneo moscovita de 1908 le permitié participar en el torneo nacional de aficionados que se celebré al afio siguiente. Y esta competicién fue la etapa en que se cumpliria la esperanza de Megar a ser un maestro extraordinario, uno de los ajedrecistas mds competentes de Rusia. Al torneo nacional de aficionados, que tuvo lugar en San Pe- tersburgo el afio 1909, concurrié lo més selecto de la aficién; por es0, la victoria del joven Alekhine, que a la sazén contaba dieciséis afios, impresioné a todos, Si con anterioridad se habia hablado de su talento y de su futuro prometedor, este futuro se convertia en presente. Desde mucho tiempo atrés los mejores ajedrecistas rusos esperaban que un compatriota fuese campeén del mundo y se la- mentaban de que Chigorin no lo consiguiese al enfrentarse con Steinitz; después, cifraron las esperanzas en Rubinstein y, ahora, muchos las cifraban en el joven Alekhine. En el torneo de San Petersburgo, nuestro biografiado jugé die- ciséis partidas; gan6 doce, y entablé dos. Esto pone de manifiesto que era superior a los demés participantes. Asimismo es importante la calidad de sus partidas, aun cuando presenten muchos defectos. Pero lo principal es que su victoria anunciaba la aparicién de un nuevo astro en el mundo del ajedrez, con un cardcter, una tenaci- dad y una fuerza de voluntad inquebrantables. En 1956, y en su juicio sobre Alekhine, el gran maestro Sabelio Grigorievich Tartakower dice: «Conoci a Alejandro Alejandrovich en el torneo de San Petersburgo del afio 1909. Como participante y vencedor en la competicién nacional rusa, entonces ya manifesté aquella voluntad de ganar, aquella orientacién hacia un objetivo conereto, que caracteriz6 su vida entera y que no se debe confundir con la vulgar ambiciény. El ajedrez fue el principal componente en la vida de Alekhine, si bien cumplié perfectamente en todo cuanto estaba obligado a cum- plir un adolescente y, luego, un hombre de su clase social. Estudio en el gimnasio privado de Polivanov; hacia cumplidamente sus tareas escolares y sacaba buenas notas aunque, al decir de Jorge Alekseievich Korsakov compafiero de pupitre de él, la mayoria de las veces sélo estaba «presente» en las clase, entretenido en dibujar diagramas y piezas de ajedrez en sus libretas. Korsakov comenta: «Recuerdo que el profesor nos puso un problema de Algebra. Alekhi- ne se incorporé de repente, pasé la mirada de sus ojos sonrientes por la clase y se retorcié con la siniestra el flequillo que le caia sobre la frente, como lo solia hacer. El profesor Bachinski le pre- gunté: “:Lo ha solucionado?” A lo que Alekhine contesté: “jEn efecto...! jEntrego el caballo, el alfil se sitia en... y las blancas 14 ganan!” La clase se descoyuntaba de risa, y al discreto y correcto Bachinski se le movieron las guias de sus largos bigotes...». Al terminar el gimnasio, ingresé en la Facultad de Derecho. Korsakov cuenta que alli se encontré con él y con otros compafieros del gimnasio, y dice: «Entonces oi cémo los estudiantes de derecho se reian de la sorprendente “distraccién” de Alekhine, de su es- piritu “civil”, de su falta de bizarria y. buen aire en lucir el uni- forme estudiantil y, particularmente, de no beber vino ni otros lico- res, lo cual se consideraba reprobable en extremo, ‘segiin el cédigo no escrito referente al honor de los estudiantes de derecho». {Que no bebia vino ni otros licores? jLastima que el joven Alekhi- ne no conservara toda su vida este «defecto» social! Gran maestro a los veintiiin afios La obtencién del nombramiento de maestro en ajedrez le da de- recho a participar en muchas competiciones internacionales, y en el transcurso de los afios siguientes toma parte en varios torneos: en el de Hamburgo, en 1910; en el de Carlsbad, en 1911, y en el de Estocolmo, en 1912. Contrariamente al de Capablanca, su camino ajedrecista no fue, a! principio, liso y Mano. En el torneo de Esto- colmo conquisté el primer puesto en la tabla de clasificacién; pero en los dos restantes tuvo que conformarse detrds del décimo puesto. Se esforz6 en ir eliminando los defectos de su juego, en ir per- fecciondndolo constantemente, Pues atinque estaba dotado de un talento poco frecuente, era necesario pulirlo y desarrollarlo. Esto justifica el enorme trabajo que realiz6 de joven y que lo llevaria a la fama. En el citado juicio sobre Alekhine, Tartakower prosigue dicien- do: «En qué consiste el progreso de Alekhine? ;Qué’ factores psico- légicos y de otro tipo contribuyeron a la aparatosa evolucién de su talento artistico? »1) Ante todo, la aficién incondicionada al ajedrez, que consi- deré como un verdadero arte. 2) Un intelecto muy desarrollado y una s6lida instruccién. 3) Una inagotable fuente de ideas. 4) Un cons- tante trabajo en su perfeccionamiento; pero no por recopilacién de variantes, como hicieron Griinfeld 0 el doctor Euwe, sino por replan- teamiento artistico de esquemas, planes de juego y combinaciones. 5) El lema: plantear problemas al contrincante en casi cada movi- miento. 6) La serenidad, asi en los reveses como en los éxitos, y la consideracién de que cada logro era una etapa del camino a recorrer que lo conducia a Ja siguiente etapa superior a la precedente. Pues Alekhine dividié totla su carrera ajedrecista en etapas. yEstos nobles elementos formaron aquella serie de partidas. bri- Nantes y profundas, que nos producen gran satisfaccién estética». El afio 1909 constituye la primera etapa de su vida ajedrecista; la segunda y mds importante debe situarse en 1914. Su participa- cién en el torneo internacional, en que tomaron parte jugadores de 15 nota, atrajo hacia si la atencién de la generalidad. En aquel enton- ces se luchaba tenazmente por el derecho a enfrentarse con Emma- nuel Lasker, campeén del mundo. Los participantes favoritos fueron Capablanca y Rubinstein, porque se supuso que los dos iucharian con tenacidad por el derecho a disputarie el titulo a Lasker. Pero el joven maestro ruso se situé inesperadamente en uno de los puestos que le permitieron pasar a la siguiente fase. El torneo se constituyé de una forma original: primero jugaron once partici. pantes; después, los cinco mejor clasificados pasaron a la final, en que jugaron dos partidas cada uno. Se sumaron los puntos reunidos en las dos fases. En la primera, Alekhine gané tres partidas, perdid una y se clasificé en el cuarto puesto; en la segunda, obtuvo el cincuenta por ciento de puntos, adelanté a los destacados ajedre- cistas Marshall, Rubinstein y Tarrasch y ocupé el tercer puesto de- tras de Lasker y Capablanca. Esta conquista le valié el nombra- miento de gran maestro y lo situé en la lista de los mejores aje~ drecistas internacionales. En aquel afio, R. Spielmann escribid: «Alekhine posee una ri- queza de ideas sorprendente; de él se pueden esperar grandes Exitos. El memorialista B. Pischko dice que Alekhine empezd a pensar en la lucha por el titulo mundial el afio 1911. Acaso no se estd en condiciones de sofiar en algo a los dieci- nueve afios de edad. Pero lo mds probable es que movilizase todas sus fuerzas, se preparase para luchar por la consecucién de la corona ajedrecista después de haber participado en el torneo de San Pe- tersburgo. Lo curioso es que nunca pensé competir con Lasker; se dio cuen- ta de que Capablanca seria pronto campeén del mundo. Pedro Arsienevich Romanovski recuerda otra conversacién sos tenida con Alekhine en el afio 1914; éste le dijo que se preparaba para una competicién individual con Capablanca, para disputar el titulo mundial: «*jPero el campeén del mundo es Lasker!”, exclamé Momanovski, sorprendido. “Pronto lo seré Capablanca”, respondié Alekhine, convencido». En los’ afios que precedieron al primer conflicto bélico, Capa- blanca estuvo varias veces en Rusia e hizo amistad con Alekhine; los dos compartieron el ocio y el trabajo, Pero afios més tarde se enemistaron de tal suerte, que uno no podia soportar la presencia del otro y abandonaba el local donde se encontraba cuando el otro se presentaba alli. En 1914, los ajedrecistas rusos celebraron el éxito de Alekhine en el citado torneo; otro paso més, y cefiiria la corona ajedrecista. ‘Toma parte en el torneo de Mannheim y gana una partida tras otra. ‘Un nuevo éxito esta a la vuelta de la esquina; pero... el estruendo de las piezas de artilleria perturba la vida pacifica de los ciudada- nos: ha estallado la Gran Guerra. Por lo tanto, hemos de dejar temporalmente la actividad ajedre- cista de Alekhine y ocuparnos de la human: 16 = ‘Una persona fuerte con muchas flaquezas Al comienzo de 1a conflagracién, Alekhine se halla fuera de la patria y es internado; hace todo lo posible por regresar a ella, y lo consigue. Inmediatamente sienta voluntariamente plaza en ia sanidad militar y es destinado al frente de batalla. Una contusién lo retiene en un hospital de sangre de Tarnopol, donde le visita un grupo de ajedrecistas, y juega a ciegas la céle- bre partida con el ajedrecista Feldt. No vuelve al frente, y los acon- tecimientos de 1917 le sorprenden en Moscd. Apenas se tienen noticias de su vida y su conducta durante la revolucién. Segin unos testigos oculares (esto me lo conté el aje- drecista moscovita A. M. Iglitski), Alekhine se encontraba en Odesa, en 1917, y se disponia a salir para el extranjero. Pero recapaci- taria, y lo vemos de nuevo en Moseti, pues hay partidas jugadas con los ajedrecistas moscovitas de aquella época. En los primeros afios de la revolucién, Alekhine ejerce activa- mente su profesién de jurista. No hace mucho, uno de los altos fun- cionarios de 1d brigada de investigacién criminal de la jefatura su- perior de policia de Mosca me ‘proporcioné nuevos datos: en los archivos policiales hay una orden, fechada en 1920, en virtud de la cual Alejandro Alekhine es nombrado juez de instruccién con un sueldo de cuatro mil ochocientos rublos. Se tiene informacion de que 41 no levaba a término la instruccién criminal; su misién consistia en investiga detalladamente el lugar y las circunstancias del cri- men. En el Museo de Criminologia de Moscti se va a destinar un lugar especial para exponer la actividad de Alejandro Alekhine como funcionario del departamento de investigacién criminal en el aio 1920, No he logrado aclarar hasta cuando trabajé en dicho departa- mento; sélo se sabe que de alli pasé a ocupar el puesto de intér- prete en el Komintern y que quiso ser artista de cine, para lo cual se preparé en el estudio de Gardin. Como desde nifio conocia el francés y el alemén, trabajé entre extranjeros y conocié a Annaliese Riiegg,' destacada periodista suiza y personalidad publica. Contrajo matrimonio con ella y, en 1921, los dos partieron para Berlin por Riga; posteriormente se trasladaron a Paris? En mi archivo conser- vo una fotocopia del pasaporte que le fue extendido: «El Comisariado Nacional de Asuntos Exteriores autoriza al ciu- dadano Alehkine Alejandro Alejandrovich a viajar a Letona por el puesto fronterizo de Sobiosh. Lo que certifica y firma Karajan. Sub- secretario de Asuntos Exteriores. N.° 01139 - 23/IV/1921.» 1, El 16 de noviembre de 1920, Vladimir Tlich Lenin concedié una entrevista a Annaliese Riiegg. Conf. V. I. Lenin: Obras completas, t. XCU. 2. Annaliese Riiegg murié en Lausana (Suiza) el 2 de mayo de 193. Asta fue Ja segunda esposa de Alekhine, pues el futuro campedn mundial se habia casado por ver. primera en 1920 —para legitimar a su hija Valentina, que habia nacido en 1913— con la baronesa Von Sewergin, viuda de un hacendado muerto en Ia Primera Guerra Mundial. Con Annaliese tuvo un hijo que atin vive en Zurich. (Pablo Mordn.) 17 Este documento impugna la creencia de que Alekhine salié ilegal- mente de la Rusia soviética. De ese modo, abandoné la patria. Para explicar, no para justi- ficar, este y otros actos conviene tener en cuenta su origen y situa- cién en la vieja Rusia. Procedente de noble cuna y de familia po- tentada, pues hubiese heredadv una importante cantidad de las acciones de las Manufacturas Projorov, Alekhine no acepté en se- guida, como la mayor parte de los de su clase social, 1a revolucién de octubre; pero no decidié abandonar inmediatamente el pais por- que se sentia patriota. En Rusia se quedaron su hermana Barbara y su hermano Alejo; en Mosci pasé su infancia... Pero en su in- terior ardia en deseos de Uegar a ser campeén del mundo, de ver realizado el suefio de su adolescencia. Mas estimé que eso no era posible en Rusia, pues en el periodo de grandes convuisiones sociales nadie se preocupa por el ajedrez; esta circunstancia le indujo a partir para el extranjero. Quisiera sefialar que, al contrario de muchos emigrantes rusos, él no se manifesté contra el poder soviético después de haber aban- donado Ia patria. Es verdad que se le criticé severamente unas declaracionse hechas en su libro «El ajedrez en la Unién Soviética: publicado en Alemania en el afio 1923; pero la severidad de tal. eri- tica se debe a la falta de objetividad de los criticos. En dicho libro dice: «En Rusia reina el hambre y el frio, y los burgueses encien- den la estufa con piezas de ajedrez; los reyes chisporrotean en el fuego». {No fue verdad? Se ha de reconocer que. junto con estas lineas leemos una serie de excelentes articulos en que él se admira del entusiasmo con que los ajedrecistas soviéticos divulgan este arte entre las masas. Por aquellos afios sucedié lo que é1 habia previsto: Capablanca vencia a Lasker y le arrebataba el titulo de campeon. De acuerdo con el «programa de su viday se acercaba la hora de concertar una competicién individual con Capablanca y... ¥ Alekhine fue en busca de un mecenas. Gran maestro, si, pero ruso Con frecuencia se afirma que Alekhine hubo de emigrar a Occi- dente, para ser un gran maestro de renombre capaz de vencer a Capablanca y proclamarse campeén del mundo. Es facil rebatir estas afirmaciones absurdas. Crecié y se formé como gran maestro entre los mejores ajedre- cistas rusos y en Mosci. En su crecimiento y formacién colaboraron los maestros Blumenfeld, Dus-Chotimirsky y Nienarokov, a los cua- les se unieron posteriormente Léwenfisch y Romanovski. Estos ta- lentosos representantes de la escuela nacional de ajedtez estuvieron muchos afios relacionados con él y le enriquecieron con ideas nuevas e interesantes. Desde luego, en el] perfeccionamiento de Alekhine colaboré asi- 18 mismo la viva competencia entre él y Aaron Nimzovich, notable te6rico y practico; competencia que tuvo lugar en Rusia y en los afios que precedieron a la Gran Guerra. Los dos fueron juntos a competir en torneos y competiciones individuales.,Esta competencia continué después de que ambos hubiesen emigrado‘y fue un impor- tante estimulo para perfeccionarse. Que Alekhine se clasificase tercero en el torneo de San Pe tersburgo, celebrado en 1914, denota su clase de gran maestro; en aquel entonces ya era uno de los mejores ajedrecistas internaciona- les. Otra circunstancia que se debe tener en cuenta es que, en el extranjero, se clasificé el primero en casi todos los torneos en que tomé parte. Quiere esto decir que su capacidad de juego era muy elevada y que fue uno de los principales pretendientes al trono ajedrecista en los afios de la posguerra. Se conocen algunos procedimientos curiosos que empleé en los afios dificiles, con objeto de mantener su capacidad deportiva para su futuro encuentro con Capablanca. Ya en 1918, él y sus colegas discurrieron trazas y modos para jugar unos con otros. Dieron con un procedimiento sencillo y original: organizaban torneos sin pro- longacién determinada y los realizaban por turno en casa de cada participante. Jugaban alumbréndose con teas; unos las sostenian, y otros meditaban. Jugaban hambrientos y movian constantemente los pies debajo de la mesa, tratando initilmente de caientarselos. Fe Konstantinovna, viuda del maestro Nicolés Mijailovich Zu- bariev, me contaba que le cupo el honor, dificil en aque! tiempo, de recibir invitados en casa. Los obsequiaba con tortas de harina, de dudosa calidad, endulzadas con sacarina, y té sin azicar. La mujer comenté: «Alekhine nos visitaba para jugar al ajedrez y me sorprendia cada vez que se echaba mano al boisillo y sacaba un ca- ramelo olvidado para tomar el té. Esto era un intento de conser- var la capacidad del cerebro, érgano importante para sus futuras luchas ajedrecistas. jEl.cerebro deja de funcionar como tal cuando no tiene azicar's, 9 + 3 Junto con sus colegas, Alekhine luché heroicamente en ei I Cam- peonato soviético de 1920 y consiguié una merecida victoria. Fue el iinico gran maestro que superé a los demas en potencia de juego y soporté pacientemente las dificultades. Lo cual revela el hecho de que su nombre no figure en la lista de los participantes que formu- laron una peticién al comité organizador, exigiendo se les «entre- gase inmediatamente tabaco y queso». £1 no exigié nada de eso; se entreg6 incondicionalmente a la lucha ajedrecista, con objeto de per- feccionarse. Sus resultados deportivos, logrados en dicho Campeonato, nos autorizan a sostener que partié de Moscti, siendo ya un gran maes- tro de nota. 19 En pos de Chigorin Los principios doctrinales, preconizados por Alekhine, muestran ja continua relacién que tuvo con la escuela nacional de ajedrez. A comienzos de la segunda década se combatié implacablemente la doctrina Tarrasch, aferrada a las normas y reglas establecidas. La Juventud, al frente de la cual iban Reti y Nimzovich, se alzé contra la canonizacién de las regias y normas en uso y propuso unos pun- tos de vista que se llamaron «Hipermodernismos. Aiekhine poseia una individualidad artistica evidente, y desde el comienzo de su carrera ajedrecista tuyo un criterio muy particular sobre las regias de este juego; criterio que adopté de Chigorin y de otros maestros rusos, quienes no negaban las reglas en cuestién, pero tampoco las aceptaban incondicionalmente. Para ellos la tinica ley fundamental fue saber valorar una posicién concreta y determi- nar las particuiaridades inherentes a la misma. Si en los consejos dados por los teéricos se nota el deseo de ofrecer la panacea universal, Alekhine junto con sus antecesores y, Iuego, con sus sucesores, los maestros soviéticos, tuvo por principio fundamental resolver de un modo concreto y tactico los problemas que plantea toda posicién; principio que ha reconocido y aceptado el mundo del ajedrez. Esto nos autoriza a afirmar que él heredé y continu la obra de Chigorin, fundador de la escuela de ajedrez rusa. Como ajedrecista creador dio, en el transcurso de cuatro décadas, excelentes ejempios de maestria en la tdctica y la estrategia al mundo del tablero; cred partidas Nenas de ideas audaces, de originalidad y de fantasia. Pre- cisamente estas cualidades lo distinguieron de sus antecesores. En los afios de su proceso de formacién siguié el ejemplo inspi- rador de Chigorin; adopté sus ideas de maestro y artista, y se man- tuvo fiel a ellas en el transcurso de toda su actividad ajedrecista. Abandoné la patria a los veintinueve afios de edad. Aunque su juego tenia defectos, como los tiene el de cualquier ajedrecista, por grande que sea, habia alcanzado una alta maestria y era, ademas, un teérico erudito, un pensador que introdujo ideas nuevas en la concepcién del ajedrez. Para comprender mejor al campeén ruso de aquellos afios, es necesario analizar sus principios artisticos y puntos de vista de entonces, formulados en los comentarios de par- tidas y en articulos especiales, y cuyo contenido se refiere a los aspectos artisticos y deportivos, pues nunca los traté por separado. El lector observard que Ja creacién de obras de arte elevadas fue el objetivo principal de Alekhine en el ajedrez. EI arte predilecto, el ajedrez «Considero el ajedrez como arte y no como juego, y acepto todas las obligaciones que impone como arte a los aficionados», dice Alekhine. 20 En el transcurso de su interesante vida ajedrecista propagé siempre y en todas partes este criterio: «El ajedrez tiene por objeto lograr cientifica y artisticamente aquello que io sitéa entre las otras ramas del arte». Siendo asi, es légico que se rebelase contra Jos criterios que re- bajan el ajedrez y lo reducen a ia categoria de juego de mesa. Cri- ticd severamente a aquellos grandes maestros que consideran la victoria como ei tinico objetivo dei juego, y les advirtié que tal pa- recer conducia a la decadencia y degeneracién del ajedrez. Asimismo criticd severamente a ciertos maestros que habian tra- tado de modificar y complicar el juego. Como se sabe, lo propu- sieron Lasker y Capablanca después de perder el titulo mundial. ‘También les impugné decididamente sus conjeturas de que «as ta- blas serian la muerte del ajedrezs. Acerca de ello dice: «Los refor- mistas afirman que el proceso de la teoria anestesiara inevitabie- mente el juego de ajedrez y proponen modificar sus reglas para avivarlo. {Qué significa tai afirmacién? En primer término, una pos- tura despreciativa ante la intuicién y la fantasia, ante todos los elementos que elevan este juego al nivel de arte. Esto produciria inevitablemente el desmenuzamiento del arte ajedrecistay. La naturaleza adorné magnénimamente a Alekhine con las cuali- dades de ia personalidad artistica antedichas, con la capacidad para concebir lo individual por medio de Ja intuicién y la fantasia. Entre los ajedrecistas de su época no hubo ninguno que le igualase en ese aspecto. Por ello, se quejaba de que el adversario le impedia crear la obra que él tenia ideada, pues unas veces no daba con la réplica conveniente, Jo cual disminuia la belleza y el interés de la combinacién, y otras echaba a perder toda la idea de la misma al abandonar la partida. A este respecto comenta: «Seria feliz si pudiese crear completa- mente solo, para lograr asi algo que tenga valor; pero en toda par- tida tiene uno que acomodar su plan al del contrincante. jEste es el colaborador impuesto por las circunstancias; su concepto de la belleza no coincide nunca con el de su contrincante, y sus medios (potencia, imaginacién y técnica) son a menudo insuficientes para cooperar activamente con las ideas de uno! jEsto causa decepcién al verdadero artista que, mas que la victoria, pretende crear obras valiosas! jQué sufrimiento (desconocido en cuaiquier otra rama del arte o de la ciencia) produce ver que las propias ideas y fantasia estén irremisiblemente atenazadas, en virtud de la propia natura- leza de las cosas, por las ideas y la fantasia del otro, que suelen ser distintas e inferiores a las propias!». Alekhitie conservé toda su vida este amor a la creacién ajedre- cista. El lector veré mas adelante la aficién incontenible que tuvo al ajedrez, incluso en aquella edad en que otros se aburren de él y lo abandonan. Desde los anilisis realizados bajo la luz de un candil en su infancia hasta el ultimo aliento de su vida sentado frente al tablero estuvo ilimitadamente encarifiado con este arte, que fue el sentido y el contenido de toda su existencia humana. 21 Fisonomia deportiva de! ajedrecista Por més paraddjico que parezca, el deseo de crear y fundar explica la atencién que presté Alekhine al aspecto deportivo del ajedrez, su tendencia a lograr en él la perfeccién o, al menos, un nivel suficientemente elevado. El juego de un gran maestro se valora segin la profundidad de sus ideas y la brillantez de sus combinaciones, lo que pueden hacer s6lo los entendidos. El juego de un gran maestro se valora de acuer- do con su capacidad de rematar satisfactoriamente la idea de la victoria, lo cual pueden hacer los millones de aficionados, por cuanto conocen la suma de puntos que ha obtenido en su participacién en las competiciones. ;Cudl de estas dos ideas es mds importante? Las discusiones sobre este particular han sido muy debatidas y vienen de muy lejos. Entendié que las cualidades deportivas del ajedrecista son nece- sarias, pues le ayudan a crear composiciones perfectas. Cualquier combinacién se desbaratard si un gran maestro descuida una pieza en el momento decisivo, influido por el ruido de la sala. Por eso, conviene templar los nervios, acostumbrarse a soportar el ruido, la tensién de la lucha y la conducta del contrincante. Hemos hablado de la conversacién sostenida entre Alekhine y Romanovski, en la cual el primero sefialaba los defectos del caracter deportivo de Chigorin y prometié actuar de un modo distinto al de éste, Formulé su credo deportivo en unas cuantas frases claras y concisas; frases de que muchos ajedrecistas jévenes pueden servirse para forjarse como luchadores tenaces e inmutables en los torneos. Veamoslas: «Un rasgo junto con otro determinan la potencia ajedre- cista; esto es: una inquebrantable atencién que aisle al jugador del mundo externos. ... RIA 30. CSAXPD T2TR 31. TID D3A 32. TaD Pac 33. PXxPa.p. A2C 34. OST. ¥ el negro se rinde. Con ja realizacién de sutiles maniobras estratégicas, el joven Alekhine consiguié la victoria. Por este procedimiento la con- siguié también en el interesante’ y siguiente encuentro. Partida 7 ‘Apertura espafiola : bh Alekhine Lowentiet na, 1912 PAR PAR 2 C3AR «C3AD 3. ASC P3TD 4, AaT C3A 5. D2R AaR 6. P3A P3D 7, P3TR = A2D 8. P3D 0-0 9 A2A Las blancas han desarroilado sin pretensiones especiales esta variante de la apertura espano- la; su lentitud e indecisién faci- litan al joven Alekhine iniciar operaciones enérgicas en el flan- co de rey. Estratégicamente, es- tas operaciones estan fundadas y relacionadas estrechamente con las particularidades de la posi- cién, como se demuestra en el posterior curso de la contienda % RIT «La tendencia precavida del juego de las blancas me permitio organizar inmediatamente un ata- que», comenta Alekhine. 10. 0-0 cicR lL. TIR DIR 12. PAD P3Al «Aqui segui el principio de que el avance de los peones laterales se debe efectuar después de ha- ber reforzado el centro», vuelve a comentar Alekhine. 13. CD2D ACR! Aprovechando el tiempo que las blancas han perdido en hacer su tiltimo movimiento, las negras to- man la iniciativa. (He abi una perfecta comprensién de los prin- cipios de la estrategia ajedrecis- ta y un profundo cdlculo de las particularidades, incluidas las més insignificantes, de una posi- cién concreta! Esta acertada es- trategia contribuye a que las ne- gras saquen pronto una ventaja coneluyente. 14. PSD c1D 15. PACR = PATR 16. C2T cst 17. CQD)1A P3A 18. C3 PxPD 19. PxPD 2A! ‘De esta manera, se amenaza to- mar el peén 5D, abrir la columaa AR mediante P5R y empezar una ofensiva en ella. Por su parte, Léwenfisch pone todos los medios de que dispone para evitar que el contrincante penetre en su po- sicion. 20. CoA cxe zl. AxC AXA 22. PXA Det! Diagrama nm, 20 Alekhine aprovecha perfecta- mente la debilidad de los peones blancos dei flanco del rey; ahora amenaza con abrir la columna TR y decidir asi el resultado de la contienda, prosiguiendo 23. ..., DXxP; 24. DxP+, R2C y el con- siguiente movimiento T1T. iPodrn las blancas defender- se? Eso depende de si logran evi- tar que el contrincante penetre en la debilitada posicién de su rey, pues en cuanto las piezas ne- gras se abran paso sus ataques seran irrechazables. Por eso, Lé- wenfisch pone todo su empefio en que las blancas no salgan de su posicién actual. 23. DIR C2A 24. ClA 3 25. O3R TICR 26. R20 AID 21. PaTD PAT! 28. PAC! El blanco se ha dado cuenta de que la lentitud vale tanto como la muerte; y asi, se dispo- ne sin dilacién alguna a batallar tenazmente en el flanco de dama. a PxP 29. PxP —A3C 30. C4A! Léwenfisch cifra las esperan- zas en el ataque contra el peén adversario 3D y en la columna abierta AD; para lograrlo, entre- ga dos piezas menores por una torre. 30. ASD 3h. TDIAD 32. TDIA = Tx 33. TXT = AXA 34. D2A! 46 Diagrama mim. 21 Este movimiento de la dama es consecuencia de la entrega de las dos piezas por la torre. En caso de 34. ..., ASD, las blancas pro- seguirian 35. TTA, T2C; 36. TXT, DxT; 37. D8A+, R2T; 38. TLAD, y el asalto de la torre al punto 4 2AD de las negras seria muy de- sagradable. Entonces, jqué ocu- § rre? (Es acertada la estrategia de las negras, y no son convincentes sus resultados? (Todo lo contra- 4 rio! Al trazar y realizar con pre- cisién su complejo plan estraté- gico, Alekhine previd todas las posibilidades técticas, Ahora de- vuelve una pieza y organiza de esta manera el ataque contra el rey blanco, previsto de antemano. a xP! xcelente idea tactical Si las blancas prosiguen 35. DXA, la dama negra decidird el resultado de la contienda: $5. .... C5T+; 36. R2T, C6A+ o bien 36. RIT, D6D!; 37. T3A, Dx PD+; 38. P3A; xP, y las negras ganan. 35. TIA 36. TSA DBC 6, DXA seguia 36. ..-5 ie 8 Soria. definitivamente FMfianco de TeY- P5C! 36. . 37. TXT+ RxT 38. DxA PxP+ 39. RXxP. de 39. RIA, DIC+; 40. Ds 41, RIA, DxT+! ig. RxD, PTT, apareceria otra Gama negra en el tablero. Les blancas se rindieron tras haber hecho su titimo movimien- to, pues el mate estaba a la vis- ta: 39. -, DSC+; 40, R2T, CST; 41, PAA, C6A+; 42, RIT, DOT+. “yay muchas cualidades que de- terminan la maestria del ajedre- cista y la universalidad de su ta lento. Aparte la visién combina- toria, la capacidad y disposicién para razonar sobre la estrategia y el saber valorar en su conjun- to una posicién, se ha de tener aptitud y arte para jugar los fi- nales. Hay una ley no escrita se- gin la cual el dominio perfecto de la técnica de los finales es una condicién indispensable para llegar a ser campeén del mun- do. Alekhine hubo de prestar mu- cha atencién al estudio de dicha técnica para superar a Capablan- ca; sobre todo, durante el pezi~ do de preparacién que precedié a la disputa del titulo. Hacia 1927 estaba bien preparado en este Punto y dominaba con perfeccién y brillantez esta fase de la par- tida; aqui es oportuno sefialar que ya mostraba suma habilidad Para los finales al comienzo de Su participacién en las competi- ciones. Veamos tres partidas de com- Peticion pertenecientes al primer Periodo de su vida ajedrecista. La primera muestra su arte en ju- gar posiciones simples en las que ge han cambiado las damas. El lector observaré cémo ya sabia unir la precisién de las opera- ciones con los vehementes impul- sos de la fantasia; cualidad que le permitié destacarse pronto en- tre los mejores grandes maestros internacionales. Las otras dos partidas revelan su maestria en el anélisis y en los finales. Partida 8 Apertura espajiola Verlinski Alekhine San Petersburgo, 1909 1, PAR PAR 2 C3AR C3AD 3. ASC P3TD 4. AxC PDXA 5. PAD Pxe 6. DxP DxD 1. CxD Esta antigua variante ha caido en desuso y se practica rara vez. En el transcurso de ocho movi- mientos se han cambiado las da- mas y dos piezas menores. {Con qué fin se ha hecho este cambio? Las blancas cuentan con la supe- rioridad de peones en el fianco de rey, para lo cual no necesi- tan la dama, y las negras cifran las esperanzas en la movilidad de sus alfiles con lo que esperan tener suficiente compensacién a cambio de una débil estructura posicional. Cho P4aD 8 C2R A2D 9. P3CD Este plan de desarrollo fue pro- 41 puesto por el «propioy Emma- nuel Lasker. Pero la siguiente en- trega de un pedn le quité popu- laridad Uegando casi a desterrar- se en las partidas de competi- cién. aoe PSA! De este modo, las negras se hacen con la iniciativa. 10. PxP AST 11. P3AD 0-0-0 12 C2D ATA 13. P3A A4A! El desarrollo de las negras es digno de tenerse en cuenta; por el contrario, las blancas se amon- tonan alrededor de su rey, que esté ineémodo en el centro del tablero. {Todo ello es el precio “de ese peén de mas con que cuen- tan en el flanco de rey! 14, P4ATD 15. A3T c3a El paso a una fase final com- pleja y con alfiles de distinto co- lor ofrecia muchas posibilidades de salvacién: 15. C4D, AXC; 16. PXA, TXP; 17. ARC, y las blan- cas podrian oponer una resisten- cia prolongada. En cambio, su rey estaré sometido a los ataques de las piezas contrarias y sucumbird en el centro del tablero. ce on AGR! 16. CIAR AQT. 1. PST Tsp 18. PSA T1-1D 19. R2A Otra imprecisién y la ultima. La continuacién 19, A&C, T8D+; 20. TXT, TXT+; 21. R2A, C2D; 48 22, C(A)3C, TXT; 23. Oxy, CXB; 24. AXC, AXA+; 25. Cap! P3CD; 26. PXP, PXP era la ini, ca forma de poder sortear los riesgos que entrafia ia posicién, aunque las negras podrian mate” rializar su ventaja sin necesidad de emplear una técnica demasia- do elevada. 19. 7 cap 20. C3R Diagrama mim. 22 20. CxP! iEste movimiento ha sido calcu lado con precisién! Porque, en él caso de 21. CXA, las negras da- rian mate en cinco jugadas: 21. soy OXP+; 22, RIR (a 22. RIA procede 22. ..., T8D+; 23. TXT TXxT+; 24. CIR, C7D y mate), TS8D+; 23, TXT, ATA+; 24. RIA, TXT +s 25. CIR, TxC, mate. 21. cw AGC A la anterior jugada combin® toria sigue otra simple y convit cente, Las blancas no pueden de fender su peén 3AD, por cuantO even que evitar que Ja torre fiene® ge jaque desde el esca- que 7D. 2. R2R 23. A2C Tx Las blancas no pueden defen- derse con eficacia; por ello, per- dern la partida. 23... TxC+! 24, RXT C3R 25. T3T ‘Tampoco se salvan prosiguien- do 25, TDID, AXT; 26. TXA, CxC, porque, después de un cam- bio general de piezas, las negras Uegarian fécilmente a un final de peones favorable. .. cxe 26. R&A AGA 21. TIT = CTR+ 28. RAC A3R+ Y las blaneas abandonaron. Partida 9 Apertura rusa Alekhine Marshall Torneo de San Petersburgo, 1914 1. PAR PAR 2 C3AR C3AR 3 OxP P3D 4 C3AR OxP 5. Pap PAD & a3D A3D 1. Paap A5C+ & cpzp = exe ee blancas han jugado la aper- iniet os Pretender hacerse con la ion ttva y han ofrecido la oca- 8i6 is “on de igualar el juego al con- trincante, por medio de 8. ..., 0-0; 9. 0-0, AXCl 10, AXA, A5C!. Pero el gran maestro norteame- ricano opta por los cambios; de esta manera, pierde tiempos y lega a un final inferior. 9. Ax DIR+ Ain se podia haber continua- do 9. ..., AXA+; 10. DXA, 0-0 y evitar asi el cambio de damas. 10. D2R DxD+ 1. RxD AXA 1 RXA ASR El retraso en el desarrollo de las negras empieza ahora a difi- cultarles sus operaciones. La ne- cesidad de proteger al peén 4D les impide enrocarse. AXP RID 13. PxP 14. TRIR+ Los dos reyes estan en el cen- tro del tablero; pero la fortuna de uno es totalmente opuesta a la del otro. Mientras el blanco esta rodeado de sus piezas dis- puestas activamente, al negro no le sucede lo mismo. 15, AAR! AXA 16. TXA TIR 1%. TLR «TXT 18 TXT C3A (Ver diagrama 23) Las fuerzas estan materialmen- te equilibradas, pero las posicio- nes no. Con una serie de ataques enérgicos contra el flanco de rey, Alekhine saca una ventaja mate- rial decisiva. 19. TAC 20. TAT P3CR RR Diagrama mim. 23 Hay que entregar este peén por- que a 20, .... P&TR sigue 21. PACR, R2R; 22. PxP, PXP; 23. TxP, y las blancas_tendrian iguaimente el peén 2TR de més, aunque seria un peén libre con lo que se reducirian considerable- mente las posibilidades de salva- cién de las negras. Ahora tendré Alekhine que hacer uso de una técnica poco frecuente para po- der sacar ventaja del peén de més. 2. TxP TID 22. Tar TD 23. T4R+! La sucesién de movimientos de las blancas es impecable. Antes de adelantar el rey, Alekhine obli- ga al negro a retirarse a su reta- guardia, pues amenaza con situar la torre en el escaque 8R y tomar el peén 2AR. 23... RIA 24. R3A T4AR 25. T2R P3T 26. P3TD = C2R 21, TERY T3A 28. R3D P3C 50 Ya se ha dicho que las blan. cas tienen ventaja de un pegn, pero je6mo materializarla? py pregonada técnica de los finales consiste en saber hallar medios imprevistos para reforzar la po, sicién. Por lo visto, Alekhine ma. dité mucho sobre la posicién ac. tual, tratando de hallar una so. lucién que lo condujese a la vic. toria. La que hallé es muy ori. ginal e instructiva. 29. T2R! oo Diagrama mim, 24 La torre ocupard la linea AD, para atacar el pedn negro 2A, del que su rey ha tenido que alejar~§] se constantemente. Por otra pat te, la posicién de la torre en la segunda horizontal facilita el avance de su rey y de su caballo 29. cs cap 30. RAR OSA O bien 30. ..., T3R+; 31. C5R C3A+; 32, R3A. 31. T2A 32. CSR! cxP run lado el caballo se dis: ee la casilla 7D arse en ne a CO nun doble; por otro amenggras no pueden defender St pesn 2AD- RIR Bs 3. TXB TXP 34. C4AL ‘Al devolver el peén, las blan- cas reagrupan Sus escasas, DeTO getivas piezas, organizan con ellas Gna fuerza de choque y las lan- yan sobre el enemigo, cuya resis- tencia rompen facilmente. ‘Transformar la ventaja mate- rial en un juego mas activo de piezas y viceversa es lo que ca- tacteriza los procedimientos de juego en los finales. 34. PacD 35. C6D+ RIA 36. P5D P3A 37. CIC! De ese modo, se refuerza la se- guridad del peén 5D en su tlti- ma etapa del camino hacia la co- Tonacién; contra este avance las negras no podran hacer nada. a8 CsA 38. PAC Pac 39. PED C3R 40. RSD! ; (Ver diagrama 25) Este ataque del rey blanco es Simple, pero efectivo: las negras nO pueden tomar la torre, por- hee el peén alcanzaria la octava ‘orizontal; por lo demés, se ve- ran forzadas a entregar la torre Por ese peén. ~ c5A+ Diagrama nim. 25 41. RGA 42, C5A! ‘Tras esto, el peén 6D equivale a una torre a... TD 43. TSA+ 2A 44. PTD C3R. 45. CXC RxC 46. P8D=D TxD 47, TXT P5C ‘A veces, uno se sorprende de que ajedrecistas destacados con- tinten resistiendo en situaciones completamente perdidas. Al pare- cer, el campeén de los Estados Unidos no podia hacerse a la idea de ser derrotado. 48, TSR+ R2A 49. T2R PSA 50. RSD R3A 51. R&D PSA 52. RIR RAC 53, T2ZAD = P6A 54. T2D RST 55. RAA. Las negras se rindieron. ae La siguiente e interesante par- tida se jugé en el primer cam- peonato oficial soviético. Partida 10 Apertura espaiiola Ilyn-Genevsky Alekhine Mosca, 1920 1. PAR PAR 2 C3AR C3AD 3. ASC P3TD 4 AsT CA 5. P3D fe El maestro Iyn-Genevsky jug6 bien esta modesta variante de la apertura espafiola y logré tener una buena posicién. En este sis- tema de desarrollo, las blancas se abstienen, a veces, de jugar P4D y difieren este movimiento para después. En muchas parti- das, este maestro soviético llegé a tener una ventaja decisiva, gra- cias al oportuno avance P3-4D. Sin embargo, la teoria moderna recomienda adelantar dos casillas este peén, preparando con ello el movimiento P3AD. Bene P3D 6 P3AD P3CR 7 00 A2C 8 TR 0-0 9 ASCR = P3TR 10. AaT A2D 1. Cp2p— «DIR (Ver diagrama 2) Este movimiento de la dama tiene evidentemente por objeto colocar el caballo en el escaque 5D. Por eso, lo mejor que podian haber hecho las blancas era re- tirar el alfil 4TD a la casilla 2A, 52 Diagrama mim. 26 a fin de anticiparse a este ataque del caballo; pero no se sabe por qué lo ignoran, lo cual facilita a las negras resolver sus proble mas estratégicos. 12, CIA cD 13, AXA cxc+ 4. DxC cxaA 15. C3R P3AD Ahora, el caballo blanco no dit pone de casillas que le propor cionen una posicién de ataque y el juego debe estimarse mas menos equilibrado. Sin embargo el avance del peén negro a ASR puede, en un momento dado, brim dar una iniciativa contundente * las negras en el flanco de Te: 16. TDID D3R 17. PACR! - Jugada audaz y decisive: & peén 2TD no se tiene en cuents pues importa anticiparse al av! ce P4AR de las negras. Wow. ASA! no solia tomar peones ee ‘eso, renuncia a esta dudosee, J intenta cambiar los al- aentrees?, ese modo, debilitar se scaaues negros del flanco de rey: 18. AXA DxA 19. D3C! oo Fi blanco quiere provocar una jucha encarnizada, para cuyo fin prepara el avance P4AR; de este Frodo, aumentarian sus posibili- Gades en el flanco de rey. 19. c4A 20. C2C C3R a. TIAR C5A Este movimiento bloquea el punto 4AR de las blancas y se opone a que pueda abrirse la co- lumna AR. 22. Cxe PxC 23. DBA R2C 24. R2C P4TR! 25. P3TR = D4C? Este error empeoraré inmedia- tamente la posicién de las negras, cuya seguridad y estabilidad hu- diesen mantenido prosiguiendo 25. .... TIT y efectuando la ma- niobra TITD-1R-4R. 26. TITR P4AR 21. PRxP PCXP 28 TDICR! ... (Ver diagrama 27) ae blancas estan jugando im- tida; me esta fase de la par- varigaaleularon con precisién las cuenta g, Posibles y tuvieron en cas, gy {2488 as sutilezas técti- Ta prosiguiesen las ne- Diagrama muir. 27 gras 28. PAXP; 29. PxP, PxP (no se puede tomar con la dama, debido a 30. RIA!), es de- cir, si tomasen dos veces en el escaque 4CR de las blancas, se- guiria 30. RIA!, y se encontrarfan en una situacién delicada des- pués de 30. ..., PXD; 31. TxD+, R3A; 32. TAC! o de 30. ..., P6C; 31. TST, D3C; 32. TAT, 28. PAxP 29. PXxP PST Alekhine se ve forzado a pro- seguir de esa manera; tras esto, su rey se encuentra en una posi- cién insegura, mientras el blanco esta cubierto por los peones ad- versarios 5AR y 5TR. Ademas, existe el peligro de que se cam- bien todas las piezas; en tal caso, el rey blanco se comeria los peo- nes adelantados. El error come- tido en el vigésimo quinto movi- miento acarreé muchas dificulta- des a Alekhine, que hubo de ha- cer alarde de inventiva e inge- niosidad para huir de la derrota. 30, TIR TDIR 31. R3T R3C! 53 Se ha tendido una celada muy ingeniosa: las negras ganarian después de -32. P4D, D4D; 33. D3D+, RA DxT, DxT- 32. T2R Txt 33. DxT DAR 34. TIR TIR 35. D4R+! DxD Las negras han adivinado las intenciones de su contrincante, quien se proponia darle mate des- pués de 35. ..., RAC? 36. D7T!, DxT; 37. DIC. 36. TxD TXT! Sobre esta jugada, Alekhine co- menta: «El haber calculado con preci- sién y de memoria el siguiente final de peones es para mi un gran mérito.» 31. PxT 38. P3A RAC Diagrama mim. 28 La revistas de ajedrez de aquel a se suspendis en esta posicién, por- que los participantes del torneo se_| fueron a comer (entonces no se Podia perder la ocasién de tomar: tantes afirman que, al reanuds el juego y antes de efectuar su movimiento correspondiente, Al Khine le tendié un cuaderno a llyn-Genevsky en el cual habi anotado todas las variantes qu tida acabaria en tablas. 38... Pat! Este movimiento es el dni que logra las tablas. Las negras pierden prosiguiendo 38. ..., P4D;! 39, PXP, PXxP; 40. P4C, P3C; 41. PAT, 6 38. ..., P&A; 39, PAT, PAC; 40. PXP, PX; 41. P3C! 6 38. .... PAC; 39. PAC, P4A; 40. PSR, por: a su rey a tener que abandon: la defensa del pe6n 5T. Tras el movimiento 38. PAT! digno de una composi ajedrecista, el empate se ve cla-| ro en dos jugadas mis. 39. P4A a Hubiese bastado continuar 39, P4C?, PXP; 40. PxP, PAC, paral que las negras ganasen. Y 39, PaT, PAC; 40. P3C, PXP; 41. ] PxP, P4D! ocasiona las tablas. 39. 40. PXP PAC PXP. Aqui se acordaron tablas. 2 SE CUMPLEN LAS ESPERANZAS En pos de la fama Hacia 1921 el mundo occidental empezaba a curar las heridas que le habia causado la guerra del catorce, y la vida ajedrecista se reanimé en muchas capitales europeas. Se organizaron torneos internacionales, se concerté el encuentro entre Lasker y Capablanca, Para disputar el titulo mundial, y hubo abundancia de giras ajedre- cistas y sesiones de simultdneas. Alekhine Mega a Riga, procedente de Moscti, y se entrega por entero al ajedrez, Posteriormente se trasiadé a Berlin y a Paris. iTenia que recuperar el tiempo perdido en el baratro de la guerra, del hambre y de la destruccién!, pues los grandes maestros, y par- ticularmente Capablanca, no habian perdido el tiempo y ya parti. cipaban en algunos torneos. jHabia que quemar muchas etapas! ¥ Alekhine juega, juega y juega... Al medio afio de su estancia en el extranjero, toma parte en tres torneos internacionales y realiza competiciones individuales con Teichmann y Saemisch. En esta primera etapa de su lucha por la corona ajedrecista, el campeén ruso errante se propone dos objetivos: primero, restablecer inmediatamente su autoridad en el mundo del ajedrez, un poco que- brantada por haber estado ausente durante siete afios; segundo, de- mostrar que él, y no otro, es el futuro aspirante al trono. Un tercer Objetivo era asegurarse el sustento. Hubo de rehacer su vida sin tener morada fija; por eso, pere- grina de un pais a otro y de un torneo internacional a otro. Al Principio, le vemos en Triberg; después, en Budapest, y, luego, en La Haya. Ha participado en tres torneos. jPero el ruso errante no Peregrina en vano; ha conseguido el primer premio en los tres tor- Reos de referencia! Ello despierta la atencién del mundo ajedrecista: jAl campeén 55 } l STH IV ESO fy 0 al Me te, | ‘A todo esto se unia el desaliento causado: por la imposibilidad ge rehacer su vida personal. Su esposa, dedicada a la vida social, no podia atenderlo debidamente. Como quiera que fuese, se negé a acom- Paflarlo en sus giras ajedrecistas. Por otra parte, carecia de la ¢o- Modidad hogarefia imprescindible para el descanso después de actua- ciones agotadoras y para su futuro trabajo titdnico. Al parecer, sus Selativos fracasos en los torneos de 1923 deben atribuirse al que- brantamiento moral y a ta disminucién pasajera de sus energias, geasionado por las circunstancias arriba citadas. En el torneo de Viena hubo de compartir con otro los puestos cuarto y sexto, lo cual fue el mayor fracaso de su vida de gran maestro, y en el de Mar- gate compartié los puestos segundo y cuarto. Es claro que necesi- faba revisar urgentemente su situacién; efectuar una comprobacién sumamente autocritica. Muchas veces dijo: «El ajedrecista ha de fonocer los defectos y virtudes del arte creador del adversario; pero ante todo debe tener presente sus propias cualidades, tanto positi- vas como negativasy. . ‘Era hora de revisar su «mecanismo ajedrecistay y hacerle una reparacién general. Y asi, pone manos a la obra. {Cémo lo hizo? jQué método siguié para este fin? Desgraciadamente, 1a respuesta a estas preguntas ha sido un secreto atin no desvelado. No obstante, se conoce uno de sus métodos de trabajo: el estudio | profundo y el andlisis minucioso de todas las partidas que habia jugado hasta entonces. : : En efecto, lo mejor era trabajar en la coleccién de sus propias partidas. En aquella época publica el interesante libro «Mis mejores partidas», donde comenta detalladamente un centenar de ellas ju- gadas con maestros y grandes maestros entre los afios 1908 y 1923. Indudablemente, no desperdicié la ocasién de ensayar las ideas que le proporcionaba su trabajo analitico; lo mas probable es que tales ensayos fuesen la causa del bajo nivel de sus resultados y de la negativa a participar en los torneos celebrados en el afio 1924, pues en dicho afio concurrié solamente al de Nueva York. Aqui no per- did la ocasién de estudiar al detalle las encarnizadas batallas ocurri- das en este célebre torneo, ni de publicar la coleccién de las ciento diez partidas jugadas en él. Sus comentarios fueron tan substan- ciales y sus andlisis tan exactos y profundos que, al publicarse la coleccién de referencia, la prensa ajedrecista no dudé en calificarlo de «el mejor comentarista de ajedreza. : Veamos cémo valoré N. D. Grigoriev los comentarios de Alekhi- ne: «Quiz no haya otco que iguale a Alekhine en saber transmitir con palabras sencillas la esencia de cada posicién. Este brillante maestro en la combinatoria cita una infinidad de sorprendentes va- Hiantes que hasta ahora no habian sido descubiertas y valora con el trazo cincelado de los planes fundamentales, dictados por la posi- cién de cada uno de los contendientes, aquellas fases de la partida Que no permiten hacer un andlisis exhaustivo. : ¥El mérito principal de los comentarios alekhinianos consiste en Poner de relieve los cambios bruscos de la lucha, los momentos criti- del mundo le ha salido un nuevo rival! Ni Lasker con el peso de sus cincuenta y tres afios ni Rubinstein en la pendiente de su de- cadencia son un peligro para José Ratil Capablanca, y es poco’ pro-: babie que se puedan tomar en serio las pretensiones de los origitiales; ajedrecistas Reti y Nimzovitch, porque su deseo de demostrar la veracidad de sus puntos de vista acerca de la teoria del ajedrez pre-: valece sobre lo prdctico. Pero esté Alekhine con su estimable arse- nal teérico y su gran poder practico! Y¥ se empezd a cifrar las esperanzas en que el ruso errante to- maria el vuelo. Por su parte, él tenia confianza en sus fuerzas, GRetas a Capablanca o no? Se hizo esta pregunta asi que legé al extranjero, Desde luego, le invité a competir individuaimente; pero no fue més que una maniobra exploratoria. Responderia Capa+ blanca? jEn efecto, pero negativamente! Esto no le decepcioné; acaso fuese mejor. yPara qué apresurarse? Lo primero y principal era for- talecerse y afianzarse en el mundo del ajedrez. Por otra parte, habia! que esperar 1a celebracién del torneo internacional de Londres de 1922, donde el campeén del mundo actuaria por primera vez en calidad de tal. Adelantaria a Capablanca en el torneo londinense; y entonces... {Pero la fortuna no le sonrié! Capablanca tuvo una actuacién brillante en el citado torneo; a sus treinta y cuatro afios de edad estaba en la plenitud de sus facultades. En la cumbre de la fama, el feliz y recién casado José Ratil es como un enviado del «reino de los cielos ajedrecistas»: cada jugada y cada ademén suyos denotan confianza y seguridad en la victoria; parecen ofrecérsele todos los secretos del ajedrez. Entonces, ,cémo atreverse a competir con el destacadisimo repre-' sentante de Cuba? Gana una partida tras otra y se aleja cada vez més de los aspirantes al titulo. Atin quedaba mucha competicién por delante, y ya estaba claro el impresionante triunfo del camped del mundo, mientras a Alekhine no le iban las cosas como lo hu- biese deseado: adelanté a los demas rivales; pero ni el nivel de su juego ni ios resultados del mismo podian compararse con los de Capablanca. Ademés tuvo otra sorpresa desagradable. El campeon del mundo’ anuncié a los participantes que habia impuesto nuevas condiciones) para, disputarle el titulo. Las cuales constaban de varios puntos; pero uno aterraba a los aspirantes: «El que quiera disputarme el titulo mundial tendra que depositar diez mil délares en el fondo destinado a los premioss. {Diez mil délares! Ademds habia que de- positar otros cinco mil para sufragar los gastos que ocasionaria Ja organizacién del encuentro. ;Tal cantidad de dinero era excesiva! mente elevada! {Podia un aspirante reunirla? Esto desanimé a los grandes maestros, incluso a Alekhine, quien solia estar muy segur de si mismo y que empezé su participacién con las esperanzas pues-' tas en el éxito y la terminé totalmente desilusionado. No pudo ade- | lantar al gran maestro cubano, y las nuevas condiciones, impuestas! por éste y conocidas por el nombre de «londinenses», eran realmente un impedimento para concertar el encuentro individual. 57 56 cos en que el juego estando mejor se iguala o queda inferior par nuevamente volver a remontarse y asi sucesivamente». Su vida privada tomé paulatinamente un rumbo normal y sose: gado. En Paris asiste a un baile y conoce a Esperanza Semienovni nacida Fabritskaia, viuda del general Vasiliev. Esta relacion hact que Alekhine se divorcie al poco tiempo y vuelva a contraer ma‘ monio.! Esperanza Semienovna le levaba unos ajios, tenia un ca- acter tranquilo, gozaba de una sélida instruccién y podia ofrecerl cuanto necesitase para trabajar con tranquilidad y vivir con deshaog Durante la confeccién de la novela «Las blancas y las negra: sobre la desafortunada vida de nuestro biografiado, y después de haberse publicado, sostuve una prolongada correspondencia con la hija de Esperanza Semienovna, del primer matrimonio de ésta. La’! joven me hablé de la paz reinante entre los dos cényuges y de los) cuidados que su madre prodigaba a Alekhine, ocupado constant mente en sus asuntos y en analisis de partidas. Alekhine no dedicé por entero su tiempo al ajedrez; también se _ preparaba para revalidar su titulo de doctor en derecho. Segin la legislacién francesa, no se le podia reconocer 1a carrera de leyes quell habia cursado en San Petersburgo; por ello, decidié examinarse en su pais de adopcién. En mi archivo guardo una carta que escribi a su amigo Nicolas Dmitrievich Grigoriev; en ella le pide que hat todo lo posible para no ser invitado al torneo internacional de Mos de 1925, con el fin de no tener que rehusar dicha invitacién, y mas; adelante le explica: «Hasta principios del préximo afio no pod: participar en ninguna competicién ajedrecista; me preparo pai examinarme de doctor en derecho a fines de este afio. Esto requie bastante tiempo, pues la principal dificultad estriba en adaptarse a ja terminologia juridica francesa». Después de haber abandonado Moset y en el transcurso de siet afios, no perdid el contacto con los ajedrecistas soviéticos. La revist «Schajmatin? publicé con regularidad sus articulos y andlisis. A nu merosos amigos suyos y maestros les daba por carta consejos sob’ cuestiones de ajedrez. Nuestros periddicos y revistas publicaban ar- ticulos, en los cuales se insinuaba, y hasta se decia claramente «Alekhine regresatd pronto; en cuanto venza a Capablanca». Sin duda, su constante relacién con el ambiente ajedrecista patrio le} ayudé mucho en su propésito de conquistar la corona ajedrecist: 1924 es un verdadero afio de «trabajo» fructifero porque, de: pués de acierta permanencia en casap, se lanza de nuevo al frag de las batallas ajedrecistas. En los primeros meses de 1925 concur a tres torneos: en Paris, en Berna y en Baden Baden. Y nuevament se alza con el primer premio en los tres. Logra unos resultados sorprendentes: en el de Baden Baden par- ticipan veintitin ajedrecistas y ninguno consigue que el tenaz ruso4 pronuncie la expresién «me rindo». Hizo ocho tablas en doce parti- 1. Alekhine vivid algan tiempo con la viuda del general Vasiliev, pero esta mujet’ no pasé de ser su amante, pues nunca se casé con ella, (Pablo Mordn.) 2. “EI ajedre2”. 58 gas y gan6 otras doce; nueve seguidas. Le siguié con un punto y Gredio de distancia Akiba Rubinstein, que rivalizaba con él en las conversaciones sobre el encuentro individual con Capablanca; los Gemés siguieron con dos y atin més puntos de menos. : ‘Si su éxito tuvo resonancia en el aspecto deportivo, resoné atin més en el artistic. Sus victorias sobre Tarrasch, Nimzovitch y Marshall han pasado a formar parte del fondo artistico del ajedrez, y la partida que le gané, jugando con negras, a Reti esté conside- yada como la més bella de cuantas se han jugado. ‘Después del torneo de Baden Baden, Tartakower hizo el siguien- te comentario: «Estamos presenciando un misterio maravilloso: las esperanzas y los preceptos de Chigorin empiezan, por fin, a reali- jarse. Si Morphy es poeta del ajedrez; Steinitz, luchador; Lasker, filésofo, y Capablanca, mecanismo maravilloso, Alekhine es el bus- cador de la verdad ajedrecista segiin el autorreprensor”e indémito espiritu ruso. yEl mundo del ajedrez en particular y el del deporte y de la cultura en general tienen puesta la mirada en esta sorprendente as- censién a la cumbre de la fama; por ello, quisiéramos reducir a términos claros y precisos la comparacién de los éxitos de Alekhine con los de ambos campeones del mundo: Capablanca tiene el titulo, Lasker los resultados y Alekhine posee el estilo de un verdadero campeén del mundo». A la saz6n, nuestro biografiado cumplié treinta y tres afos. Esta edad era critica, por cuanto muchos afirman que el ajedrecista se halla en la plenitud de sus fuerzas a los treinta y cinco afios. Sien- do asi, habia que apresurarse en organizar la competicién individual con Capablanca; si no, podria perderse la ocasién de ver realizadas las ilusiones de toda la vida. Pero, icémo lograrlo? Intent6 varias veces reunir el dinero necesario para organizar dicho encuentro; mas sus gestiones fracasaron, tanto en Europa como en Norteamé- rica. Los mecenas respondian a su gestién con una mueca de indi- ferencia: «Ese extravagante pide dinero para un asunto que tiene perdido de antemano. ;Quién puede derrotar a Capablanca, al ju- gador autémata, infalible y audaz? jNosotros no arriesgamos nues- tro dinero en semejante empresa! ;Que lo arriesguen otros!» Sin embargo, no se podia renunciar al objetivo propuesto. Alekhi- ne emplea un método, ensayado anteriormente, para conmover a los panzudos mecenas y forzarles a que suelten el dinero: hay que cau- sarles asombro, hacer que confien en la fuerza y capacidad del aspirante, : Y empieza a asombrar al mundo entero del ajedrez. Con el libro «Mis mejores partidasy se propuso sorprender asi: ;Contemplad mis Partidas! ;Contemplad la hondura, la brillantez y lo sorprendente de sus combinaciones, calculadas con muchos movimientos de antela- cién! {Este libro ofrece de todo: combinaciones de veinte movimien- tos y partidas con cinco damas, jugadas con oponentes desconocidos! iQuién vio a Alekhine sentado al tablero y frente a un oponente desconocido y cuando lo vio? 59 ¥ en las revistas continiia publicando sus bellas partidas, reali zadas en torneos, principalmente las pertenecientes al de Baden Baden. La brillantez de sus partidas fue lo que abrié brecha en la inmu- tabilidad de los mecenas; a ello contribuyé asimismo su sorpren:| dente habilidad en jugar partidas a ciegas en simultdneas. Después de obtener el titulo de doctor en derecho y perdid: las esperanzas de reunir la cantidad antedicha, tanto en Norteami tica como en Europa, Alekhine se trasladé a Hispanoamérica, dond A esto sigue inmediatamente esta noticia telegrafica de Buen Aires: ¢El gobierno argentino aporta el dinero necesario para el en- cuentro entre Capablanca y Alekhine, por el titulo mundial. La competicion se celebraré en Buenos Airesy. Esta noticia causé sorpresa en el mundo del ajedrez: Por qué han desembolsado los argentinos el dinero? Algunos afirmaron que tal desembolso obedecia simplemente al deseo de mostrar un nue proclamacién como rey del ajedrez: su extraordinario triunfo en el torneo de Londres, de 1922; triunfo que no volvié a repetirse en el transcurso de los dos ajios siguientes. En el torneo de Nueva Yor! de 1924, ocupé el segundo puesto detrés de Lasker, y en el de Moscti, de 1925, se situd en tercera posicién. A la vista de estos resultados, los argentinos posiblemente se preguntaron: 2Y si diéramos a nuestro José Ratil ocasién de acabar! de una vez con las pretensiones de ese ruso? ;Dénde sino en Bue- nos Aires son las condiciones més favorables a Capablanca? El apoyo que le prestard el fogoso temperamento de los bonaerenses: tiene que contribuir forzosamente a su éxito. Hace falta que derrote a Alekhine. jAsi, no volver a atreverse con nuestro campedn! Para Alekhine la cuestién era bien clara: ;Ahora o nunca! Desde luego, esta ocasién no se ofreceria dos veces. Pues jquién volverit a desembolsar dinero para un segundo encuentro si ganaba Capa-! blanca? Habia que aprovecharla y prepararse intensamente para’ estar en una forma éptima. iTodo por el objetivo propuesto! Uno se imagina el gigantesco trabajo que hizo Alekhine al pre- Pararse para competir con el campeén del mundo; la cantidad de cuadernos que llenaria con los andlisis de un ingente numero de partidas. Trabajaria de acuerdo con el conocido principio de que el ajedrecista debe conocer perfectamente sus defectos; ya los «co- nocié tras su fracaso en el torneo de Londres, de 1922. y también en 60 ndlisis de sus cien mejores partidas para Ia publi- a ererdel libro antedicho, Ahora convenia determinar con precision (as defectos y virtudes del arte creador del adversario. Sus apuntes aeducciones no legaron al mundo del ajedrez; si ‘caso sélo resu- thidos en el profundo y filoséfico prélogo de su libro «Hi torneo de 19279. : o sea valorar el juego del Capablanca de aquella época. A primera sta, Alekhine tenia motivos para desalentarse: los periddicos y fevistas estaban saturados de articulos, escritos por autoridades aje drecistas, con titulos tan resonantes como «Se puede vencer a Ca- pablanca?», ¢{De qué modo ganar al autémata del ajedrez?», y as por el esti. La facilidad y belleza del juego del maestro cubano despertaban la admiracién y el afecto de todos que, como es légico, no advertian las manchas del sol que les deslumbraba. ' Se necesitaba hombria, tenacidad y audacia para probar la opi- nién propia y combatir con ella el parecer dominante de los legis- ladores ajedrecistas. ;Pues tal autémata no era infalible! Sus parti- das revelan imprecisiones, errores y omisiones que no le distinguen 4s mortales ontieerea ‘de esta deducciOn, Alekhine dice: «Sin embargo, debo subrayar que esa critica sobre el casi mitico superjugador Capa- blanca es mera critica, pues basta molestarse en separar esta asom- brosa leyenda de su arte creador para ver que es un maestro de primera clase, y cuya potencia consiste, més que en el razonamiento itico, en la intuiciény. : “Nig este articulo, también analiza todos los aspectos de 1a fisono- mia ajedrecista de Capablanca, y prosigue diciendo: «En el afio 1925, Capablanca sufrié uno de los mayores desengafios a lo largo de toda su actividad competitiva: en el torneo moscovita ocupé el ter- cer puesto, con gran dificultad y trabajo, y perdié dos partidas... En la prensa especializada de aquella época hubo voces que sefia- laron algunos sintomas alarmantes... Sus causas habria que buscar- jas en la tendencia, que el paso del tiempo fue acentuando, a las simplificaciones, a las formas de lucha puramente técnicas; formas Que desterraron el “espiritu vivo”, con que tanto brillé en sus par- tidas del torneo de San Sebastidn (1911) y de San Petersburgo (1914)». Con esta caracteristica general del principio de debilidad de las brillantes dotes naturales de su futuro contrincante, Alekhine desva- Rece el mito sobre la invencibilidad e infalibilidad del mismo: «Es absurdo calificar de “maquina ajedrecista” y de “campeén de todos los tiempos” a un jugador, en cuya generalidad de partidas se des- Cubren dos o tres descuidos, por no decir errores evidentes, que Ponen en entredicho la partida o comprometen la posicién si el ad- versario responde adecuadamentey. : Por lo tanto, no existe la maquina sino el ajedrecista; el hombre bien dotado de facultades y poseedor de una intuicién extraordina- tla, pero hombre y no maquina. Y equivocarse es propio del hombre, ¥ un hombre puede ganarle la partida a otro hombre, por mas 61 capacidad que tenga. Quiere esto decir que importa medir la magni- tud del adversario, conocer los detalles de su juego, determinar como juega las diversas fases de la partida y observar lo que le resulta agradable o desagradable. ‘Tras un examen circunstanciado de las cualidades ajedrecistas de Capablanca, Alekhine saca las més interesantes e inesperadas consecuencias de aquel tiempo. Del limitado repertorio de aperturas del maestro cubano deduce que, en el presente encuentro, no debe emplear muchas aperturas, sino més bien pocas. {Por qué? Porque el maestro cubano tiene un instinto de conservacién sumamente de- sarrollado. A este respecto comenta: «jEl instinto de conservacién. por el cual sacrificé tantas ideas bellas y atractivas y debido al cual situé tantos pares de torres en las columnas abiertas, con el fin de cambiarlast Este instinto y su fina intuicién hacen que se desvanezca todo intento de sacar inesperadamente ventaja de la aperturay. Esta inigualable técnica defensiva, fundada en las simplificacio- nes, hizo que Alekhine optase por una tactica especial: cooperar a que el contrincante resolviese los problemas de la apertura por el procedimiento de simplificar la posicién y no impedirselo, con objeto de hallar cualquier imprecisién 0 debilitamiento de la posicién en tales simplificaciones y aprovecharlo para una ofensiva enérgica. Mas adelante, Alekhine dtermina dos importantes’ cualidades del campeén del mundo, relativas al medio juego: una rapidez extra- ordinaria en valorar la posicién y una intuicién finisima y casi infa- lible. Segiin él, estas cualidades y el haber aprendido ajedrez desde pequefio hicieron un flaco servicio a Capablanca, es decir, le indu- jeron a creer que el arte ajedrecista estaba legando a su limite; estaba agoténdose. Entonces, para qué entregarse a un arte que perece? Esto explica también su rapidez en dar con las mejores ju- gadas,-que resultaban ser simplemente buenas si se analizaban de- tenidamente. Acerca de ello, nuestro biografiado dice: «Esta impunidad de Capablanca hizo que perdiese por un lado el habito a concentrar las ideas, lo cual es imprescindible para no tener descuidos elemen- tales... ¥ su excesiva confianza en si mismo se convirtié casi en egolatria...». Del minucioso estudio de su futuro contrincante sacé esta valiosa consecuencia: «En el medio juego, no se debe confiar en Capablan- ca; es necesario profundizar en cada idea tactica suya, por cuanto cabe la posibilidad de que entrafie errores». Aparte las particularidades del juego de Capablanca en la aper- tura y medio juego estudiéd asimismo su técnica en los finales y sacd igualmente una consecuencia inesperada: «Resulta que el “hom- bre-méquina” no es un maestro consumado en finales, y que otros maestros lo superan o lo superaron con creces en ciertos aspectos de la fase final: Rubinstein en los finales de torres para citar un ejemplo». Por tltimo, veamos la consecuencia general que saca nuestro bio- grafiado: «En la apertura tiene Capablanca una fuerza grande, aun- 62 . que defensiva; el medio juego es su fuerte y despliegx cu él todos sus recursos; en cuanto a los finales no es para espautur a nadie, pues raras veces sobresale de las medianias». No ofrece duda de que muchas de estas palabras son subjetivas, escritas después del encuentro cuando las relaciones entre Capa- blanca y Alekhine se malograron. No obstante, puede dccirse que tan minucioso y detallado andlisis de los defectos y virtules de un contrincante no se habia hecho hasta entonces y posilicmente no se hizo después. Este abnegado trabajo permitié a Alekhine desculrir lus inad- vertidos defectos en el juego del temible Capablanca y trazar un plan, efectivo y posiblemente tnico, que le levé a la victoria, «No sé cémo voy a ganarle seis partidas a Capablanca ni como va él a gandrmelasy, dijo Alekhine al embarcar para Bucnos Aires. El encuentro se concerté asi: el primero que ganara seis purtidas se proclamaria campeén. Una competicién titanica Se acercaba el otofio de 1927; ya se habian ultimade los porme- nores de la competicién. {¥Y por poco no se vino todo abajo! No faltaba mucho para ceiebrarse el encuentro cuando los admiradores de Capablanca decidieron organizar un torneo internacional en Nueva York. {Para evitar cualquier sorpresa, no invitaron a Lasker por si «hacia una de las suyasy y se adelantaba a todos los purticipantes! Tampoco invitaron a otros ajedrecistas peligrosos para el campeén. Pero eso no fue todo; en el tiltimo mdmento, los organizadores in- cluyeron un punto muy astuto: «El que ocupe el primer puesto 0 el segundo, si Capablanca se sitta en primera posicién, tendré derecho a competir con él y disputarle el titulo». Esto era otra maniobra para poner a prueba el derecho de Ale- khiné y desbaratar los planes sobre el encuentro. {Queria esto decir que uno no tendria derecho a enfrentarse con el campeén del mundo y otro careceria de medios econémicos para hacerlo? Alekhine les envia una enérgica protesta y les amenaza con no participar en el citado torneo. Los organizadores del mismo se vieron obligados a retirar el sobredicho punto. Y asi, él y su esposa embarcan para Buenos Aires, donde el ambiente es favorable a Capablanca. El ma- trimonio es bien recibido; sin embargo, en los ojos de los bonaerenses se lee: «No importa; usted perderd y se convencera de que es inutil todo intento de destronar a nuestro José Ratl. Realice una decena de partidas y... mrchese a su casa. ‘Tras esta derrota, ninguno osaraé desafiar & nuestro héroe». Esta, y no otra, fue la causa de que la victoria de Alekhine en la primera partida resonase’como la explosién de una bomba. Capa- blanca estaba sorprendido y desazonado, lo cual se debia, mas que a la pérdida de la partida, a su cardcter. jEse ruso habia jugado con precisién y desbaratado los habiles intentos de hacer tablas! 63 Tras esto, Capablanca amigos afuera. Hace tablas en la Segunda partida y gana la terce, él ¥ sus seguidores respiran con alivin a Partir de ahora las coast irian por su cauce normal, y no pasaria nada. Ningiin sintoma patece indiear lo contrave. gana la séptima pop {ida y casi la novena. iDejad que algune atribuyan estas péraidadl de Alekhine a su odontalgia (tuvieron que Sacarle seis muelas), que Sos rzonte del maestro cubano esti desochanns ¥ de pronto sus dos terribles contragolpes: en la undécima Partida, el mMagistrg Gontraataque de Alekhine termina en mate vy obstante haber cua Gamas en el tablero, y en la duodécima mate e° rey del ajedrez otra en una posicién relativamente simple co. wae’ um error y ha de entregar uma torre por i alfil. Record Por eso, propuso a Alekhine suspender ef de nuevo al afio siguiente: sse momento dificilisimo se manifiestan sus Moviliza toda su tenacidad, Al término de cada fontsnido, los espectadores abandonan con {inte Ja sala. Pero todos comprenden que Capablanca quiere ganar tiempo para recobrarse. Pero no lo consigue! Alekhine realiza Eistralmente la vigésimo primera partide “ta encuentro, y se llega al resultado de 4:2 a su favor. ios victorias lo separan del obie- tivo propuesto! | y espera con ansia cuah Mf Guler noticia de Buenos Aires. Los Tesultados del encuentro se pu. Londres, Berlin y Mosca, de donde Alekhine recibe 3 esta lucha titdnica! Parecia que el maestro cubano estaba desmoralizado y, decidido el resultado de la Contienda. jPero no era asi! Hacienda alarde de una fuerza de voluntad ¥ de un instinto de conservacion: extraordinarios, Capablanca juega con gran tensién cada partida; la Wigésimo segunda no parece ofrecerie ninguna esperanza, habilmente las numerosas dificultades y evita perderia. En Ta vig& simo séptima, las blancas cometen un grave error, que aprovecha Alekhine para dar jaque continue y Salvarse de la derrota, nimo, la salvacién. i i tencia de un boxeador que ha perdide la seguridad y potencin de We pela memento ee esperaba la derrota d \campein 1 ee o@ Al@ehina’ piesiona ct a trigésime segunda partiday facet et sei gee, beet aplazamiento, y el 1 siguiente Hay soho aalekhine estd en visperas de proclamarse. camp despacho: iguiente, avilloso Murra noche de espera! Al dia siguiente, ifausto ,maravillors (ean shine y su esposa se presentan en la ie asa Oe oaatal reloj. Capablanca no se presenta, rganlzadores eo cquieents aiveeanateiicant le puerta, Pero Capablanea no oe j ajedrecista. {. n i i dejar la corona oes fe antepongan Ja preposicién «ex a tan resonante tiula! A poco, s pee a nota a My sy entrega uni 1¢ eae Hs sche iceie on at aun pices ao capeen call au ee i esposay. na ae sabe por que la prensa norteamericana dio vosterionments De ana ‘haron la mano y ‘ineantes se estrecl 7 Be cataat Gmigablemente, A través ‘de personas que fucton tetigoe de “ > 0. acto he podide comprobar que esto no ¢s cier oo | - rae jeido el contenido de la nota en = eee See (cl maaltagiaron! iva alegria, ¥ "Alekhine se perdié entre una nntinos, que se habian oy que lo ae oe las calles de Ja capital a su hotel. Este acompai . 6 ros de Mosct... : oe wie ese modo, Buenos Aires viloreé al nuevo rey del ajedre habian realizado los suetos de los musoe partidarios i PARTIDAS JUGADAS ENTRE 1921 Y 1927 ALR Partida 11 - = Apertura espaiiola a ne nD i 8 PAID TIC Treybal Alekhine thar re i P3TR - Torneo de Pistyan 7 ne ao . P3D = 1. PAR a 12. PB ne & asck No conviene tomar el peén ne- i ag cA. Bro AC; IR GXE, OXE; 18. aon oa CxXPA, CXPD, y la posicién de 3. O3A las negras es excelente. En el despliegue de sus fuerzas, Treybal desarrolla el sistema que DIA 2. pled muchas veces Alekhine, 13, RT 5D empled hi 1 5 jugando con blancas. 65 15. OsD cxe 16 Ax P3aD 1% ase ABR! 1% PAAR, Después de 18. Ax A, Px A; 19. PAAR, A3A y el consiguiente mo. vimiento P4R, la posicién de jas negras seria éptima; sin embar- 0, las blancas tenian que haber optado por esta continuacién y no adelantar bruscamente los peones, Porque esto empeora la situacién de sus piezas, y particularmente la del alfil 1A, que habré de per- manecer inactive en su puesto hasta el final, 1 AXA 19 Pxa Tir 20. Txt DxT 21. PSA P3A 2 PACR PAA 23. PAT P4D! Diagrama nim. 29 Un contragolpe en el centro es la mejor réplica contra un ataque Por las alas. La veracidad de esta importante ley de la estrategia ajedrecista se ve comprobada en la presente partida. 66 24. PSC © bien 24. PxP, A3D+; 95 AA, TIR; 26. D2C, AxA+; 27 TXA, DIC; 28. D3C, DAR, y fag negras tienen ventaja. ¥ 24. PR, DIC! 25. ALA, PXP; 26. Ax’ A3D tampoco mejora la situacién de las blancas. ma .. PDxP 25. PDxP Las negras ocupardn ahora po- siciones amenazadoras; por io cual habia que haber buscado po- sibilidades de cara al final lle vando el rey al centro del ta- blero después de 25. DxP, Dx D; 26. PxD, 25... D3A 26. RIT PSA 27. PSR Pep 28. DIR! La capacidad de Alekhine para calcular continuaciones combina '§ torias se nota en la siguiente va- riante, indicada por él: 28. D3R, ' i PXPCR; 29. PTXP, TXP!; 30, | ‘TXT, D3R; 31. DAR, P3C; 32. RAC, PxT+; 33. DxP, DxD+; 34. RxD, A6T!!, y no hay forma de Techazar las amenazas 35. ...,3 AXP 6 35. ..., P6A. 2B. PXPR 29. DxP ASC! 30. PXP PXP 31. DAD! - Treybal leva a cabo con maes- ‘ tria envidiable una defensa difi- cil: se previene del ulterior avan- ve del peén negro 6D y amenaza 4 seriamente los dos peones adver- sarios, mediante 32, P3C, 31 DAC! ingenioso movimiento de las piven responde Alekhine con otro tan ingenioso como aquél. La dama negta apunta a la torre blanca mediante sus peones 6D y 5A: 32 ..., PID; 33. AXP, P6A!. 32, PGA PD 33. D4At Diagrama mim. 30 La mejor jugada defensiva .or- que, después de 33. .... PXA=D; 34. TXD, TIAD; 35. DAC, las blaneas tendrian posibilidades de tablas. Sin embargo, Alekhine mueve la dama y realiza una combinacién singularisima por su Profundidad y por su extenso céleulo. : a p2p+! Sobre esto comenta: «Las ne- gras consiguen ganar en un final de peones, por medio de una de las combinaciones més largas que he realizado en lo que levo de ajedrecistay. 34, R2C P8D=D! 35. TxD DxT 36. DxP+ TRA 37, DxA DxA 38. D8C+ = TIA 39. PTA+ = RXP 40, D3C+2 RSC! El blanco abandoné. La variante principal de la combinacién, calculada por Ale- khine con veinte jugadas de an- telacién, se hubiese producido después del sutil movimiento P6C+. Aunque eso no sucedié, tenemos sobradamente motivos para considerar esta variante como la realizacién ldgiea de esta interesante partida; por eso, la ofrecemos con su anotacién com- pleta, para comodidad del lector. 40. P6C+ Este movimiento tiene por ob- jeto privar al rey negro de la casilla 3C. 40. RxP! No hay otra manera de ganar, pues a 40, ..., RIC sigue 41. PXP+, ya 40. ..., PXP la dama blanca daria jaque continuo des- de los cuadros 3C, 8C, 3T y 3AR y amenazaria constantemente con tomar la torre. 41. DxT DxF. 42, R3T! No conviene proseguir 42. R3A, D3A+; 43. DXD, PxD!, porque las negras ganarian facilmente este final de peones. Las blancas han de evitar el cambio de da- mas; mas no podran evitarlo, se- gin el cdlculo exacto de Alekhine. 67 2... D6A+ 43. R2C D7D+ 44. B3C D6R+ 45. R2C D5R+ 46. R3C A 46. R3T procede 46. ..., DIA+. 46... DIR+ 47, RRC RAT! Esta «modesta» jugada decide inmediatamente el resultado de la contienda. 48. D3A+ Las blancas también pierden pronto en la siguiente continua- cién: 48... RxP 49. D3T+ RAC 50. DxP DIR+ 51. R3C D5C+! Después de 52. R2A, D4A+ o de 52. R2T, D4T+, se produce el cambio de damas. La siguiente partida, jugada por Alekhine durante el periodo de preparacién para el encuentro con Capablanca, ha pasado al ar- chivo de los tesoros del arte aje- drecista como ejemplo de calcu- lo exacto, de inventiva inagota- ble y de derroche de golpes tacti- cos combinatorios. El lector que la analice por primera vez se sor- prenderd de la capacidad de Ale- Khine para sostener la intensidad combinativa de que hizo alarde. Y quien tenga oportunidad de Partida 12 Apertura Reti Reti Alekhine Baden Baden, 1925 1 PCR... Es posible que algin dia el in. # vestigador de ajedrez estudie a fondo todas las variedades del © gusto ajedrecista y sus alteracio- Mj nes, y explique por qué este y aquel movimiento se tuvieron por buenos en una época y se tild ron de malos en otra. La teoria censuré mucho tiempo el 1. P3CR; 3 luego, aparecié el pensador aje- drecista Ricardo Reti y oblig6 a los tedricos a cambiar de opinién respecto a este prematuro desa- rrollo del alfil en fiancheto, Pa- saron los afios y se volvié a re- chazar el movimiento 1. P3CR, de | suerte que se usa rara vez; en cambio, encontramos a menudo 1. -» P3CR en muchas partidas de los torneos actuales. 1 PAR 2 C3AR PSR 3. C4D PAD 4. P3D PxP 5. DxP C3AR 6. A2C ASC+ Este jaque tiene por objeto im- pedir que las blancas jueguen PAR; pero debilitaria sensible- mente la casilla 3D si se jugara después de la respuesta 7. P3AD, para contrarrestar el jaque. Por ello, Reti lo refuta de otro modo. imeros movimientos a pla- ens movin nes cal telacion: al comienzo de fe jaa renusaba situar, sus Ja parven el centro y diferia la ones vor las casillas centrales aa cuando los peones adversa- ara Stuviesen ya colocados en él rios ef"'gn la presente partida, el . “por el flanco del peén ataave ZA fuerza el cambio del Dien central adversario y provoca Pen compleja lucha por el cen- um gon igualdad de oportunida- des. 9% cst 0. PxP = CT)SC i. D4A C5xPD 12. C230 —- P3A 13. 0-0 TIR 14. TRID ASC 15. T2D DIA 16. CSAD = AGT! 1. A3A Reti no acepta la entrega del e6n 2CD poraue las blancas pet derian inmediatamente: 17. AXA, Dx A; 18. CxPC, C5CR; 19. 3A, PxC, CxPR; 21. CCAD) GR; 20. DxP+, RIT; 22. CAT, TIAR Ww . ASC 18. A2C AGT 19, ASA ASC 20. AIT En el ajedrez, la creacién de que pase a la posteridad, puede depender de de talles tan insignificantes como el un capri- cho pasajero puede oponerse & una obra de arte, que acabamos de ver; jon que hace medio siglo Cin euas ja admiracién de los aficionados de todos los rincones del mundo. Como vemos, la capri- chosa fortuna también hace su en- trada en el mundo del ajedrez. 20... paTR! artir de aqui y hasta el fi- a ge la partida, Alekhine rea- liza un ingenioso ataque en el flanco de rey. El avance de este peén es claro: con el cambio de peones quieren las negras debili- far el importante punto SCR de las blancas. a. PACD = PST 22. TIAD PST 23. PAT PxP a. PTXP = D2A 25. P5C PTXP 26. PXP os Diagrama nim. 31 analizaria otra vez seguiré con 7. AQD AXAt ello. : ‘a2C, Con este movimiento empieza emocién y sorpresa todas Jas eta- 8 CxA 0-0 Si se hubiese jugado 20. A: | SC eiente etapa del asalto a la pas de esta compleja y extraor- 9 PAD, se hubieran producido tablas po! posicién del rey blanco. La torre dinaria batalla ajedrecista. repeticién de jugadas y no se a Posiciopuesto a tiro del adversa- Por lo general, Reti ajustaba bria originado la magistral com 68 rio, y la espada de Damocles es- tara suspendida sobre ella duran- te seis jugadas. Es facil ver que no se puede tomar por ahora; de lo contrario, se produciria mate: 21, PXT?, DXP-+; 28. A2C, CxP. Por otra parte, esta torre ame- naza tomar el pen 3C. 21. C38 Alekhine estimé impreciso este movimiento; después de la parti- da dijo que lo procedente era 27. R2T, porque se defendia el peén 3C y se forzaba a la torre 6R a definir su posicién. Pero transcu- trieron los afios, y los analistas hallaron la respuesta 27. ..., T1-6T para apoyar el ataque de las ne- gras. Qh a. PxP 28. DxP C6A! Esto signifiea otro importante movimiento en el ataque de tipo combinativo de las negras, pues, si retiran las blancas su dama al escaque 4A, con objeto de de- fender el pedn 2R, seguird 29. PACD y se perderé dicho pedn; por lo mismo, deciden entregarlo inmediatamente 29. DxP DxD 30. CxD OxP+ 31. R2T En el caso de 31, RIA, Alekhi- ne tenia prevista la variante 31 sy CXP+; 32, PXC, AXC; 33, AXA, TXA+; 34. R2C, TI-6T; 35. TSD+, R2T; 36. TIT+, R3C; 31, TST, T(GA)6C, y la partida est claramente ganada. 31... C5R! 70 Alekhine realiza impecableme te el ataque. A pesar de la au: cia de damas sobre el tablero, la lucha va agudizndose. El avance: de este caballo entra en el calcudl lo de numerosas y complejas va- riantes y sirve de base para tra: # zar una combinacién de largo al- cance que pondrd fin a la con tienda. 32. TAA! Reti se defiende con exactitud. La continuacién 32, PxT, Cx’, ocasionaba a las blancas pérdidasy materiales. 3. CxPA Por fin, la torre negra se ha librado del importuno peén blan-f co. Este movimiento de las ne- gras es muy acertado; no es bue- no 32. ..., ©XT porque sigue 33. CxC!, TED; 34. C5A!, TXC; 35. / AXT; tampoco vale 32. ..., Ax C7 33, TXC!, TXT; 34. AXA. 33. A2C Diagrama nim. 32 Como no es facil orientarse cuando las piezas se amontonan, ‘Alekhine emplea otro procedi- qniento para hacer efectivo el ata- que y conseguir la victoria. 34, TA2A Lo mejor; a cualquier otro mo- vimiento hubiese seguido 34. .... C5C+; 35. RIT, T8T+, con lo cual estaria decidido el resulta~ do de la contienda. De todos mo- dos, la amenaza en cuestién per- mite a Alekhine sacar una ven- taja decisiva. o. csc+ 35. RIT CAR+ 36. RET En caso de 36. RAT, hubiera se- guido 36. ..., TST+ y el rey de las blancas pronto habria encon- trado la muerte. Txc 37, TxC c5c+ 38. R3T CoR+ 39. RIT CxT 40. AxT csp! Diagrama mim. 33 Este movimiento representa el golpe definitivo. Después de 41. T2AR, CxA+; 42. TXC, A4D!, se pierde el caballo blanco. Por eso, las blancas se rindieron. La ulti- ma etapa del ataque de las ne- gras fue una bella combinacién de diez jugadas y que se inicid con el movimiento 30. ..., A3RI. En la siguiente partida, Alekhi- ne hubo de calcular muchas va- riantes antes de decidirse a sa- crificar la dama. ste es un ejem- plo Gnico de entrega de dama a cambio de una posicién ventaj>- sa en la primera fase de la par tida. Partida 13 Defensa siciliana Alekhine Saemisch Berlin, 1923 1 PAR P4aD 2. C3AR = C3AD 3. A2R PSR 4. 0-0 P3D 5. P4D PxP 6 CxP = C3A 7. ABA El te6rico moderno se. sonreiré al ver cémo esta jugada intercep- ta el paso del peén 2AR y sitda el alfil en una posicién poco afor- tunada; sin duda hallara en se- guida la fuerte respuesta 7. ...» P4R!, que ofrece a las negras una posicién excelente. Es natural que el movimiento 7. P4R pare- ciese contrario a los cénones que regian la posicién hace cincuenta afios; por ello, el gran teérico Sae- misch no lo practica en esta par- tida. Todo esto induce a pensar en la relatividad del valor de las va- 1 riantes y sistemas aceptados ac- tualmente. Algiin dia, las més in- geniosas posiciones de las parti- das actuales seran para el tedrico del futuro tan desacertadas y ab- surdas como el movimiento 7. A3A, efectuado por Alekhine en esta partida. ee car, «Esta jugada intenta lograr la ilusoria superioridad que se atri- buye a la pareja de alfiless, co- menta Alekhine. Esto es una va- loracién de la posicién alecciona- dora y una categérica solucién al problema de la tan cacareada su- perioridad de la pareja de alfiles sobre los caballos. Los valores de- penden de las particularidades de la posicién; éste es el verdadero criterio que debe prevalecer cuan- do se trata de cambiar piezas me- nores. En unas posiciones, los ca- ballos son mas fuertes que los alfiles, y en otras ocurre lo con- trario; este criterio alekhiniano concuerda perfectamente con el modo de tratar el arte creador del ajedrez, y ha sido aceptado por la escuela soviética en sus puntos de vista tedricos. 8 Paa! Cx A+ Primero urgia terminar el de- sarrollo de las piezas del flanco de rey y no apresurarse a efec- tuar este cambio. 9. DxC AQR 10. C3A 0-0 1. P3CD = C2D 12. A2C A3A 13, TDID = P3TD 14. D3C Con el fin de que el peén 24 72 colabore con las piezas y svete | con su avance rapido un golpe sensible en el flanco del rey ne. gro. ae... D2A 15. RIT He ahi otra de las «costumbre: antiguas». En la actualidad, no se suele jugar este movimiento pro- fildctico a fin de no perder un tiempo valioso, sino que se lan concretamente las posit des de contrajuego del adversario en su diagonal 2CD-8TR. 1B... TID 16. P4a P3CD den la partida. Pero, ise le puede reprochar esto a Saemisch, si la victoria de las blancas esta estre- chamente ligada con una combi- nacién que puede prever sélo un ajedrecista dotado de un sentido combinativo excepcional? Con este error las negras | 17. P5SAR = AMR Diagrama ntim. 34 aemisch pretende reforzar su sicién, haciendo desalojar a la Roma adversaria la posicién que ‘ocupa y situando el caballo en a casilla 3AR. Pero se cierra una amenaza inesperada. Por lo de- mas, la situacién de las negras no mejoraria si jugaran de otro modo; por ejemplo: 17. .... PAR; 18, C5D, D2C; 19. C6R!, y las blan- cas ganan. La continuacién 17. .... TNR es relativamente mejor en este caso. 18. PXxP! Con la entrega de la dama, las blancas consiguen pronto la vic- toria. Pero ante una entrega se- mejante, Alekhine calculé un sin- fin de complejas variantes que justificaron su decisién. AxD RIT Este simple movimiento impre- sioné mucho al gran maestro Sae- misch, por lo cual decidié ren- dirse inmediatamente. Las siguientes variantes, calcu- ladas de antemano por Alekhine, muestras que las negras no tie~ nen posibilidades de defensa. » , DIC; 21. C6AD, ASR (a 21. ..., D2C sigue 22. CxXT); 22. AXA, PXA; 23, CxD, TXC; 24. CTA! (existe el peligro de 25. CBR), TIA; 25. CBR, P3C; 26. CxT, CxC; 27. TED, R2C; 28. T(1A)1D, TIT; 29. T1-6D, A2C; 30. TxT, AxT; 31. TXP, AXP; 32, TxP, y los tres peones del flanco de la dama blanca han de asegurar la victoria. Las negras pueden retirar el al- til_a otra casilla en el vigésimo Primer movimiento, si bien las blancas recuperarian el material entregado y sacarian una ventaja decisiva, Vedmoslo: 21. ..., AST; 22 CxD, TXC; 23. P3C, ASC; 24. PATR, AST (24. ..., ASA; 25. CxA, PxC; 26. TXPA!); 25. P4CR. 2) 20, ..., D2T; 21. C6AD, Ad; 22, AXA, PX A; 23. CxD, TxC; 24. CXP, TIA; 25. CxA, TXC; 26. TxC, TXT; 27. PBA=D+. 3) 20. ..., D2C; 21. C6R, AIR (pues el alfil amenazaba con to- mar el peén 2C y dar mate); 22. cxT. 4) 20. ..., DSA; 21. COR, A&R; 22, AXA, PXA; 23. CxD, PxC; 24, CTA, TICD; 25. C8R!, y las ne- gras tienen que abandonar. Aun cuando en la primera va- riante se hubiese podido prolon- gar la resistencia, el gran maes- tro Saemisch comprendié que lo mejor era rendirse inmediata- mente. En la partida que veremos @ continuacién, la lucha se basa en un continuo cdlculo de variantes; en ella, Reti hizo un alarde de imaginacién e inventiva extraor- dinarias ante la alta maestria de Alekhine. Lo cual da atin més va~ lor a este curioso encuentro. Partida 14 Apertura espaiiola Alekhine Reti Torneo de Viena, 1922 1 PAR PAR 2 C3AR C3AD 3. ASC P3TD 4, AMT C3A 5. C3A He ahi otra de las ainfluencias de la épocay: Alekhine preferia 73 este movimiento y acostumbraba usarlo en partidas de compromi- so. Hoy dia, ya no figura en el repertorio de los maestros. 5. eae PACD 6. AIC AGA Con esta jugada se da princi- pio a unas escaramuzas tacticas muy interesantes, en las que es- tos dos grandes maestros revelan una destreza poco frecuente. 7. CxPR! Cxe 8. P4D A3D 9% PxC AXP 10. Paa! AXC+ U1. PxA 0-0 12. PSR Diagrama mim. 35 A primera vista, la superiori- dad de las blancas es indiscuti- ble; el caballo negro ha de reti- rarse a la incémoda casilla 1R, mientras los alfiles del blanco ocupan unas diagonales importan- tes. Pero Reti tiene preparada una ‘ curiosa sorpresa. i P4at 4 Este es un caso de aquellos que todo problema estratég: complicado se resuelve con un golpe tdctico; con la amenaza P54 el negro puede permanecer con @] caballo en la casilla 3A y, al mis.° mo tiempo, da salida a la damgt hacia 4TD. El inesperado e ingenioso ata. que de este peén puso a Alek! ne ante la necesidad de resol problemas complejos, como feli mente supo hacer y con lu miento. wEev “81 Esta jugada agudiza toda més la situacién; antes de det dirse, Alekhine calculé mucl variantes. Ofrecemos las més in- teresantes. 1) 13. PX, TIR+; 14. RIA, PSA, y el juego de las negras es éptimo. 2) 13. P4A, P4D!; 14. Px, TIR+; 15. RIA, DxP y 16. PDxP. 3) 13. 0-0, P5A; 14, PxC, DXxP; 15, D5D, D3CD+ y 16. ..4/ A2C. 4) 13. ABD, CxA; 14. DxC, D3C}; 15. ASR, A2C; 16. DXPA, | D3CR!, y las negras tienen un juego excelente. iReti replica ingeniosamente al ingenio de Alekhine! 13. Dit 14. 0-0! DxA : 15. PxC PSA ‘ El alfil blanco parece estar atra~} pado; decimos «pareces, porqut las blancas tienen posibilidade de sacar ventaja de la activa po- | sicién de su dama y de la del § peén 6A. 16. D5D e modo, se ataca la torre De ese Tara mate, después de in DSC, P3C; 18. D6ET. Pero Reti he previsto estos peligros y los conjura. 16. pat! i nde la precisién mate- ne Moon que se ha realizado gste movimiento! Si 17. DSC, las negras darén jaque y tomaran él peon 6A; si 17. DX'T, proseguic Pin 11. D3C-+3 18. RIT, A2C y la dama adversaria cae irremi- siblemente. Parece ser que las di- fieultades han recaido sobre las plancas; sin embargo, Alekhine habia calculado todas las varian- tes y tenia reservada una posibi- lidad de salvacion. D3c+ RXP 11. PXP! 18. RIT Diagrama mim. 36 19 AXP! El alfil blanco ha conseguido sa- lir de su encierro mediante inge- niosas maniobras. A 19. .... PXA Procede 20. DxT, A2C; 21. TAT)C!, DxT; 2. DxT+, RxD; 23. TxD, y ganan las blan- + as. Por este motivo Reti se apre- sura a buscar su salvacién en un final que se le presenta un poco destavorable. 1%... AC! 20, D5R+ D3AR 21. A3D TRIR! ‘Las negras han jugado con pre- cisién; tanto que, después de 22. DxD-+, RxD; 23, AXP, compen- sarian suficientemente la falta de peones con la activa posicién de sus piezas. 22. DST P3T 23. DIC+ = RIT. 24. DxP TRR 25. DAD DxD 26. PxD TID! Reti recupera uno de los peo- nes perdidos, y la posicién de sus piezas le asegura las tablas. Qi. PSA! Esta continuacién es mejor que 21. P3A, a la que seguiria 27. ...» PSC! 28. PxP, TXP, y la posi- cién de las piezas negras seria muy peligrosa. at. P3AL Reti mueve sus piezas con mu- cha precaucién; si se hubiese apresurado a tomar el peén 4D, ‘Alekhine hubiera tejido una red de mate en torno al rey negro. mediante 28. P6A!. 28. TDIR La variante 28. T4A, T2C; 29. AIA, TIAD!; 30. T2A, T6A mos- 5 traria toda la fuerza de las torres negras, y las blancas no podrian mantener la ventaja de los dos peones. 2B... Tec! 29. AAR Txe 30. AXA TxA 31. TER R2C 32. TxPT T5AD 33. T3A Alekhine también opta por ac- tivar sus piezas, pues no podia defender el peén 2A si hubiese proseguido 33. T2A, T2-2AD. 33. TxP 34. PITR R2A 35. T3CR TIAR 36. T6CR TXPA 37. TXPT RRC Queda poco material en el ta- blero, y las blancas no tienen es- peranzas en poder sacar provecho del pedn de ventaja. 38, T&TR = P5C 39. TAC+ RA 40. T3C T44CD 41. T3CD = R3C 42. ROT T4AD 43. TAT T4-4CD 44. PAT T4-3C 45. R3T TIC 46. P3C PIA Con objeto de impedir que las blancas jueguen P4C y, de esta manera, empujen al rey negro a su primera horizontal. 41, TST TIAD 48. T3AR = TSAR 49. R2C T6A 50. TST Txt 51. RXxT T3AD 52. TSCD =‘ TSA 76 53. T6EC+ R2C 54. PST TD 55. T6AD! TSR 56. T6C+ R2A 57. PAC Con este movimiento, las blan- cas reducen este final a unas ta- blas. Desde luego, se empatariaj aun cuando no se cambiasen las torres. ce TxP! 58. TXT PXxT+ 59. RXP BRC. ‘Tablas, de comtin acuerdo. En el periodo de preparacién al encuentro con Capablanca, nuestro biografiado jug6 muchas partidas en las que realizé com- binaciones que sorprendieron al mundo por su elevada fantasia y sus profundas ideas. Unas parti- das se resolvieron a base de com- binaciones de muchos movimien- tos, y otras las decidié una sim- ple y nica jugada, cuya singu- laridad e improvisacién cogieron siempre desprevenido al adversa- tio y lo desconcertaron. ‘Ya en este periodo, se empieza a considerarle como un genio en el arte combinatorio. Y él pro- curé mantener esta reputacidn, embelleciendo con claros y deta- Wados comentarios algunas parti- das y procurando describir la iu- cha, de modo que los amplios cireulos de aficionados notasen las excepcionales dotes ajedrecis- tas del aspirante al titulo mun- dial. De ese modo, y no de otre, pudo reunir los quince mil déla- res necesarios para poder enfren- tarse con el titular. Entre sus logros combinativos se destacan los de la partida que jugé con Bogoljubow en el torneo je 1922, celebrado en Hasting! gn ella realiza una dificil combi nacién con entrega de materi: tiene tres damas y las va entre- gando una tras otra. Partida 15 Defensa holandesa Bogoljubow Alekhine Torneo de Hastings, 1922 1. PAD P4AR «Este sistema defensivo es arriesgado; yo lo practico en ca- sos excepcionales», comenta Ale- hine. ‘La teoria y la préctica moder- nas no comparten por entero esta valoracién. Pues Miguel Botvin- nik lo practicé con frecuencia y logré muchas victorias convincen- tes. Actualmente, muchos maes- tros admiten el tenso gambito Staunton: 2. PAR, PxP; 3. C3AD, C3AR. 2 P4AD C34R 3. P3CR P3R 4 A2C ASC+ 5. A2D AXAt+ Esta salida prematura del alfil tiene diversa intencién segin cada jugador que actiia de acuer- do con su temperamento: unos lo cambian en la casilla 2D de las blancas; otros Jo retiran al pun- to 2R, y unos terceros lo defien- den, ya con 5. .... D2R o con 5. sy PATD. Es dificil decir qué es lo més conveniente por cuanto el propio gusto dicta el modo de proceder. 6 cxA 3A 7. CR3A 0-0 8. 0-0 P3D 9. D3C En posiciones asi, lo fundamen- tal del éxito estriba en si las blancas lograrén apoderarse del centro con el avance P4R o si las negras se les adelantarén con el ataque P4R. Es facil ver que és- tas se anticipan en la solucién de este importantisimo problema es- tratégico. o RIT 10. D3A PAR! Esto ha sido posible, dada la eircunstancia de que las blancas no pueden tomar el pedn 4R del adversario porque dejan indefen- so el caballo 2D (11. PXP, PXP; 12. CxP, CXC; 13. DxC, y el 2D queda indefenso). i. P3R PAaTD! El objeto de esta jugada es im- pedir el avance PAC y empezar una ofensiva conjunta en los flan- cos y en el centro. 12 P3C DIR! 13. P3TD Diagrama nim. 37 a DaT! Ademés de su maestria en com- binar, Alekhine manifiesta tener un profundo conocimiento de la estrategia. La accién de la dama es el preludio de operaciones ac- tivas en el flanco de rey, cuya fi- nalidad es producir una sensible debilitacién de los peones que Protegen al rey blanco. Al levar a cabo esta impor- tante operacién contra el flanco de rey y convencerse de que es imposible un asalto directo, ini- cia operaciones secundarias en el de dama para aproximarse pau- latinamente al rey contrario. 4. PATR Las blancas han efectuado este movimiento, porque contindan sin Poder tomar el pen 4R de las ne- ras; en caso contrario perderian la dama después del movimiento CSCR. Por otra parte, puede ocu- rrir 14. ..., PSR, lo que forzaria al caballo a retirarse a la prime- ra_horizontal. Bogoljubow se anticipé a todas esas amenazas; pero lo hizo a cos- ta de debilitar el flanco de rey, lo cual buscaba precisamente Ale- Ihine, eee C5CR La posicién de este caballo es amenazadora, y las blancas esti- man ineludible obligarle a que se retire. Esto debilitara nuevamen- te el flanco de rey. 15. C5C A2D 16. P3A = Es de todo punto imposible to- mar el peén negro 4R, prosiguien- 7B do 16. AxC, AXA; 17. P3A, por cuanto las negras responderian con 1%. ..., PXP y sacarian una ventaja considerable después de 18. PxC, PXD; 19. PXD, Px. 16. ... CA 1. PSA Esta medida era necesaria, pues las negras amenazaban con des- baratar por entero la posicién de las blancas en el flanco de rey, mediante 17. ..., PSA. 11, 18. TRID PSR Bogoljubow facilita la tarea de su contrincante. Prosiguiendo 18. P5D1, hubiese podido mantener li- bres todas sus piezas para orga- nizar un juego activo en el flanco de dama. Tras la jugada de la Partida, Alekhine se hace con la iniciativa, 1%... P3T 19. C3T Pap! Cumplida ya la primera parte del plan estratégico general, es decir, la debilitacién completa de Jos peones del flanco del rey con- trario, las negras inician la segun- da parte, avivando el juego en el de dama, para penetrar en la po- sicién del rey blanco por su reta- guardia. 20. ClA C2R 2. PAT Las negras intentaban ocupar definitivamente su importante es- ecaque 4D, por medio de P5T, PDXxP y C2xP, al... C3A! Este caballo penetraré en la re- taguardia del dipositivo adversa- rio por las casillas 5C y 6D. 22, T2D csc 23. AIT Diagrama nim. 38 23... DIR! De ese modo, la lucha pasa al flanco de dama, y la intencién de las negras es bien clara: tomar el pedn 4AD y plantearle a Bo- goljubow el problema de entregar el peén 4TD o perder su impor- tante punto 5D. Este se decide por lo primero. 24. T2CR = PXP 25. PxP AXP 26. C2A a2D 21. C2D ‘PACD! Esta serie de movimientos es la continuacién de la lucha por el sobredicho punto 4D o 5D, segiin el caso. Al propio tiempo se pre- Para una combinacién interesan- te. 28. CID cep-~ Este movimiento de las negras es el primero de la serie de que consta la combinacién sobre el tema «conversién de peones». A 29. PXP seguiria 29. ..., AXP; 30. TXxP, C4D, y las negras atacarian fuertemente. En tal caso se reali- zaria el objetivo principal del plan estratégico de Alekhine: pe- netrar en octava por la columna abierta del flanco de dama y aprovechar sin ninguna dificul- tad la debilitacién del dispositive del rey de las blancas. Bogoljubow decide tomar el peén negro 4T, para restablecer el equilibrio material; pero suce- de un golpe combinatorio descon- certante. 29, TxP PSC! 30. TxT : No conviene proseguir 30. DIT, TXT; 31. DxT, DIT!, 32. DxD, TXD, porque la penetracién de esta torre en la retaguardia de las blancas, obligaria a éstas a capitular en pocas jugadas. 30. PxD! Alekhine entrega dos torres por la «conversion de un peéns. A continuacién la dama y el caballo organizaraén un ataque irrechaza- ble contra el rey adversario, y se decidiré la suerte de la parti- da a favor de las negras en muy pocos movimientos. El lector advertira que la com- binacién esté meticulosamente levada. La hondura del plan ale- khiniano y la amplitud de su fan- tasia, asombran a la aficin des- de hace medio siglo. En efecto, la combinacién es ex- celente; pero hace unos cincuen- ta afios, un aficionado indicé que 719 las negras no tenian necesidad de entregar la dama; les bastaba pro- seguir 30. ..., DX; 31, D3C (31. D2A, CBR), DST; 32. DIC, TIT 6 32. ..., DX D; 33. ©xD, TIT, para que el adversario se rindiese den- tra de unos movimientos. Aunque Alekhine hubiese halla- do esta sencilla posibilidad de «castigar friamentes a su contrin- cante, hubiera ganado igualmente la partida y quizdés un poco an- tes. Pero el mundo ajedrecista no habria conocido esta singular combinacién. iEl arte y el talento, el trio cdleulo y el goce de la creacién, se entrecruzan frecuentemente en ajedrez! iEn los torneos se procura te- ner éxitos resonantes; mas agr dezcamos de todo corazén la acti- tud de aquellos que ceden a veces un punto seguro ante la posibi- lidad de crear una obra de arte ajedrecista imperecedera! 31. TxD Diagrama nim. 39 80 Alekhine ha intentado promo- ver esta situacién en el transcur- so de la partida: no se puede evitar la aparicién de una nueva dama. 32. TXT+ 3% C2A 34. C1A jAlekhine realiza de un modo original el ultimo objetivo de su plan: arremeter contra el rey blanco desde su retaguardia! 35. T2T 36. T8CD DxPA Las blancas tendrén que ceder la calidad, para oponerse a la amenaza 35. AAC!, 36... Adc 37. TxA DxT 38. PAC iReaccién tardia! 38... CeAt+ 39. AxC PxA 40. PxP D7R! Diagrama mim. 40 eee e Se ha producido una posicién en que el juego es forzado: las plancas no pueden mover ningu- na pieza si no quieren sufrir pér- didas materiales; por tanto, han de hacer movimientos con los peones, y Alekhine espera tran- quilamente que éstos terminen su juego. 41. PSD A 41, C3T y a 41. T3T procede AL. sey CBCL 4... RIC! 42. PST RT 43, PAR cxPR 44. CxC Dxc 45. P6D PxP 46. PGA PxP 41. T2D Diagrama nim. 41 ai... DIR Nueva sorpresa, pero al estilo de la anterior: en el tablero apa- receré. en seguida otra dama, cuya misién sera dejar el juego en un simple final de peones ga- nador, 48, TxD xT 49, R2A PxC=D+ 50. RxD R2C 51. R2A R2A 52, R3R BBR 53. RAR PaD+ Las blancas abandonaron. Alekhine terminé con una cu- riosa combinacién la partida que ofrecemos seguidamente, y que jugé durante el periodo de inten- sa preparacién para disputar la corona del titulo mundial. Partida 16 Gambito de dama Griinfeld Alekhine ‘Torneo de Carlsbad, 1923 1. PAD C3AR 2 P4AD P3R 3. C3AD P4aD 4, ASC A2R 5. C3A cD2D 6. P3R 0-0 7. TIA P3A & D2A we Este sistema de apertura esta- ba de moda en aquella época, del mismo modo que lo estén actual- mente la defensa Nimzovitch o la variante Rauser en la siciliana. Hoy dia, el clasico gambito de dama es un invitado poco fre- cuente en los torneos. Sin embar- go, todo ajedrecista que pretenda perfeccionarse debe conocerlo. So P3TD 9 PSTD P3TR Como se ha dicho, ciertas ideas manifestadas por Alekhine y al- gunas de las jugadas que practi- 6 han envejecido en el transcur- 81 OF TT -— _—Z ce ———————_——__—===_-_=_—E Diagrama nitm. 43 80 de medio siglo; sin embargo, no debemos echar en olvido mu- chas valoraciones de ciertas po- siciones y varias de sus indica- ciones, porque no han perdido valor ni lo perderdn. Esto pone de relieve su inteligencia cabal de los secretos del ajedrez. Ejemplificamos lo dicho con un comentario que se conserva sobre el movimiento P3TR de las ne- gras en el gambito de dama y que atm esté en vigor y se prac- tica: «Este movimiento no puede hacerse mientras las negras no hayan trazado definitivamente un plan defensivo general; a saber: ino les conviene més proseguir PXP y, luego, PACD y P4AD, 0 bien PxP y, después, C4D? Con el movimiento P3TR se debilita el ataque de las blancas en la de- fensa Griinfeld cuando éstas tras- ladan el alfil de casillas blancas al escaque 1CD por 3D, 4A y 27; pero no conviene efectuarlo cuan- do hay posibilidades de defender- se mediante PxP y C4D, porque facilita el traslado del alfil 5CR a la casilla 3CR, evita el cambio con el alfil negro y dificulta la defensa de las negrasy. 10, AaT TIR 11. A3D Acerca de este movimiento, Ale- khine dice: «Las blancas no te- nian que haber perdido un tiem- Po en esta jugada, sino proseguir P3TR, pues las negras no pueden hacer otra cosa mejor que PxP. Sin embargo, era dificil precisar la utilidad o inutilidad del movi- miento P3TR». i... PxP 12 AXP P4cD 13. AT PAA 14. TID 82 Aqui, las blancas han perdido evidentemente un tiempo. ;Te. mian el aislamiento de uno de sus peones en la casilla 4D? Griinfeld Tealiza una serie de movimientos pasivos y, asi, va empeorando su posicién. We... PxP 15. CxP D3C 16. AIC A2C! Las negras han terminado el desarrollo con ayuda de un pe- quefio artificio tactico. Vedmoslo: si 17. CADXPC, las negras no proseguirén 17. ..., PXC, porque seguiria 18. TxC, sino 17. ..., D3A; 18. C4D, DXP y mejorarén su posicién. 1 1. 0-0 TATA 18. D2D can 19. AxC Griinfeld ha obrado razonada- mente: en esta situacién, la posi- cién de este alfil en la casilla 4T no le reportaba ningin beneficio; su cambio le ha favorecido. 1... AXA 20. D2A P3C 21. DIR CoA (Ver diagrama 42) 22, AMR! Esta celada es muy habil y fina: si ahora 22. ..., CxO, las blancas continuarén 23. D3At, AXA; 24, OxA, AXO; 25. PXA y 26. C6A+ y habrén obtenido calidad. El gran maestro vienés ejecuta con precisién y seguridad esta fase de la partida. RR we A2C I Diagrama nim. 42 23. AXA DxA 24. TIA PAR 25. C3C PSR! Con este movimiento se crea un punto de apoyo en la casilla 6D, al cual se dirigiré inmedia- tamente el caballo negro. Ade- mas, existe el peligro de 25. ..., CxPC; sin embargo, las blancas mantienen plenamente la capaci- dad defensiva de su posicién. 26. C4D ‘TRID! 27. TRID = C4R 28. C2T ony ilnfeliz deseo de provocar cam- bios para simplificar la posicién! iCuéntas buenas partidas se han malogrado asi! Si hubiesen proseguido 23. PSA!, hubieran tenido las blancas muchas posibilidades. 28... cep 29. TxT DxT 30. P3A (Ver diagrama 43) Aunque necesaric, este movi- miento es prematuro. Lo proce- dente era continuar primero 30. C3AD!, P4A y, seguidamente, el avance de ruptura P3A. En caso de 31, P3A, Alekhine habia caleu- lado a ojo la posibilidad de en- tregar la torre a cambio del ca- ballo blanco 4D; pero antes de decidirse, posiblemente advirtié que saldria perdiendo; analicé- moslo: 31. P3A, TxC; 32 PxT, AXP+; 33, RIA, C5A; 34. D2D, D5A+; 35. C2R, PGR; 36. P3CD!. Por lo tanto, 30. C3A! era la mejor continuacién que tenian las blancas. Sin ninguna duda, esta jugada hubiera equilibrado el juego. A partir de ahora, Alekhine realiza una combinacién compleja e interesante, y con ella decide el resultado de la contienda. 30. 31. TxC! xP O bien 31. PxT, AxP+; 32. RIA, C5A; 33. DxP, D5A+; 34. RIR, CxP+; 35. R2D, A6R+. Tampoco mejora la situacién 33. 83 D2D, pues sigue 33. ..., DSA+; 34. RIR, P6R!. Este golpe hunde inmediata- mente a las blancas. 33. DxD De ese modo, se precipita el mate. 33... TXT+ 34. DIA ASD+. La siguiente partida ofrece i terés por la combinacién sencilla, Dero efectiva, con que Alekhine buso término a la contienda. Partida 17 Apertura espafiola Torres Alekhine Exhibicién, Sevilla, 1922 1. PAR P&R 2 C3AR = C3AD 3. ABC P3TD 4. AST C3a 5. 0-0 P3D 6 AXxC+ _Hoy dia, este movimiento tam- bién se practica alguna vez. En otra tiempo, tedricos de todo el mundo analizaron las numerosas ramificaciones de esta variante. 6. PXA 7. Pap CxP 8. TIR P4aR 9. PXP P4D Se ha legado a la posicién eri- tica. Los manuales de ajedrez re. 84 comiendan proseguir 19, C3A 5 10. C4D y conceden a las blancay ! unas perspectivas dptimas en los” dos casos. 10. C4D ada 1. P3AD 0-0 12 P4aR Este movimiento da la iniciati. va al contrincante. Las blancas hubieran tenido una posicién pro. metedora, si hubiesen continuado 12. P3A, C4C; 13. RIT. Tras ja jugada de la partida, Alekhine adelantara los peones centrales y con ello originaré una serie de Peligros dificiles de conjurar, Ww... DIR 13. ASR A3C 14. C2D A2C 15. C23A0 TID 16. D2A Psa 1% C3C PSA! Aqui se ha aprovechado una po- sibilidad tdctica, pues a 18. AXA seguiria 18. ..., PXC y se ataca- ria la dama. La posicién de los Peones negros es bastante amena- zadora, 18. C3C-4D P4a 19 C2R D3A 20. TDID P3T Este movimiento tiene por ob- jeto abrir la columna CR y ata- car el punto 2C blanco; pero no llega a realizarse, porque Torres brinda buena ocasién para efec- tuar una combinacién inesperada y muy sutil. 21, TIAR RIT 22. RIT D3C 23. C210 Da. 24. C3T a Diagrama niim. 4 Las blancas se han opuesto al movimiento de ruptura P4C; pero el adversario les asestaré el golpe por otro lado. 24, 25. Esta respuesta les causa inme- diatamente 1a ruina, si bien cual- quier otra jugada no ofrecia nada positivo, PSD! xP 25... PxP 28. AXP = AXA 22 TxA | TXT 28& CxT Dxe 29. PxD CiA+ 30. RIC CxP, mate. Partida 18 Defensa Chigorin Alekhine Colle Torneo de Paris, 1925 1. PAD PaD 2 P4AD C3AD 3. C3AR ASC En las primeras décadas de este siglo, los ultramodernistas procla- maron nuevos principios sobre 1a importancia dei centro; su doctri- na consistia en no ocupario con los peones, sino atacarlo con las piezas en los movimientos inicia- les de la partida. De esta manera, surgieron la apertura Reti, la de- fensa india de rey, la Nimzoviteh, la defensa Griinfeld y otras, tan populares en la actualidad. Tal punto de vista acerca de este problema no es, sin embar- go, idea de Reti ni de Nimzoviteh. El gran ajedrecista ruso M. I, Chi- gorin ya practicé el ataque de piezas contra el centro, 10 cual prueba el sistema defensivo idea- do por él y usado por las negras en la presente partida. 4. DIT Alekhine tiene una buena idea: entregar un pedn, a fin de ejer- cer fuerte presién en las diago- nales y columnas del centro, e AxC 5. PRXA P3R En caso de 5. ..., PXP; 6. AXP, DxP; 7. C3A y 8 ASR, las blan- cas hubieran desarrollado todas sus piezas y el peén de menos quedaria suficientemente compen- sado por la posicién. 6. C3A ASC 7. P3TD = AXC+ & PXxXA CR2R 9. TICD = TICD 10, PXP . Esta serie de movimientos se produjo también en la partida ju- gada entre estos dos contrincan- tes en el torneo de Baden Baden 85 y en el mismo afio en que se jugé la presente, aunque en ella Ale- Khine jugd 10. A3D. WW... DxP 1. A3D 0-0 12, 0-0 D3D! Diagrama nim. 45 Colle ejecuta con precisién esta fase de la partida: su dama im- pide que el alfil adversario se sitde en la casilla 4AR y al pro- pio tiempo ha dejado libre la 4D para colocar en ella uno de sus caballos. 13. D2A c3c 4. P4AR —C(3A)2R 15. P3C TRID 16. TID P3C 11. PaTD Esta imprecisién debilita seria- mente el escaque 4C. Por ello, Alekhine recomienda proseguir 1%, A2C y 18. PAA, Wo. capt 18. A2D A 18. P4A hubiese seguido la 86 ventajosa continuacién 18, C5. 18... P4AD 19, PSA a Con la intencién de dar més movilidad a los alfiles. 198... PRXP 20. AxP PxP 21. PXxP C428 22. AACD! Este movimiento supone una valoracién exacta de la posicién al estilo alekhiniano: viendo que los caballos son més fuertes que los alfiles, en este caso, no tuvo dificultad en cambiarlos inmedia- tamente. 22... D3AR 23. Ax@2R DxA 4%. TQC)IA T4D PAC era mejor. 25. AMR T2D 26. P5D DIA 21. TIR! La idea de este sutil movimien- to se vera al final de la partida. Bene T(1C)1D 28. D6A Dc Colle no ve ningun peligro y, en consecuencia, coopera inadver- tidamente con las intenciones de su contrincante. La continuacién buena era 28. ..., DSD. 29. AxC PTXxA? (Ver diagrama 4) Esto es un error que facilita a ee Jas blancas dar un golpe combi- nativo decisivo. Como a 29, ..., DXA hubiera seguido 30. DX'T, no quedaba otro recurso que jugar 29. .... PAXA. En tal caso, la lucha hubiera po- dido continuar de la siguiente ma- nera: 1) 30, DéR+, T2A; 31. TSA, TxT; 32. DxTIA+, TIA, y las blancas podrian elegir entre las continuaciones 33. T8R, D3A; 34. TXxT+, DxT; 35. D6A, con un final de damas ventajoso, y 33. D6R+, RIT; 34. P6D, DID; 35. TeR, DA+; 36. R2C, DIA+; 37. RT. 2) 30. ..., RIA; 31. T&A, T2R; 82, TIA+, RIR; 33. D8C+, R2D; 34. TXT+, DxT; 35. DXPT. Las negras podrian defenderse prosi- guiendo 31. ..., T2AR; las blancas tendrian ventaja mas que sufi- ciente después de 32. T4-4R!, RIC; 33, T4AR, TI-1AR; 34. P6D. El desenlace de la partida va a producirse en seguida. 30, DxT! Este sacrificio es valido porque So FT - '¥ == =——s—«s&«&éK_—=—S——"=_=—_=_—E dama negra ha cerrado la sa- lida de su rey por la casilla 4C. a TxD T3R+ eT TSA TID TSRXT. El negro abandoné. Alekhine fue un maestro ini- gualable en los ataques directos al rey, aunque su extraordinaria maestria la alcanz6 durante el pe- riodo de preparacién para la con- quista del titulo mundial. Formulé muchos principios so- bre la tdctica y la estrategia. El lector podré analizar uno de ellos en los comentarios de la siguien- te partida; estos principios son de utilidad y provecho en las par- tidas de ataque al rey y consti- tuyen una guia para gobernarse en tales situaciones. Partida 19 Defensa india de dama Alekhine Bogoljubow Torneo de Triberg, 1921 1. PAD C3AR 2 C3AR = P3R 3. P4A P3CD 4. P3CR A2C 5. A2C PsA 6 PxP | Hoy dia, el dudoso movimien- to 5. .., P4A se refuta mediante 6. PSD, PXP; 7. C4T. 6 AxP Esta respuesta es del todo de- safortunada. Prosiguiendo 6. .. PxP y levando asi otro peén al centro, las negras hubiesen podi- 87 do mirar con optimismo el por- venir. Ahora, su adversario les tomard demasiada ventaja de de- sarrollo. 1 0-0 0-0 8 3A P4aD Se intenta solucionar los pro- blemas de la apertura, cambian- do este peén con el 4A blanco. Mas tal intento se desvanecerd, por cuanto Alekhine va a ejecu- tar unos cuantos movimientos enérgicos para hacerse con la ini- ciativa. % cH! = Axe 10. DxA = C3A ul. DAT PxP 12. TID! = Jugada muy fuerte. ,Adénde debe retirarse la dama negra? En el caso de 12. ..., D2R; 13. ASC, P3TR; 14. AxC, Dx A; 15. DxD, PXxD; 16. TID, las blancas po- drian entregar una torre por dos piezas menores. 2 DIA 13. ASC cD 14. CxC Px 15. TxP! —O3C (Ver diagrama 47) 16. AAR! «Esto resuelve la contienda, como se podrd deducir de las va- riantes que se citan seguidamen- te. El lector debe reparar en la identidad de esta partida cen otras —dice Alekhine, refiriéndo- se ala mimero 20 y a la 26—. La particularidad de estas partidas estriba en lo inesperado de los ataques Mevados répidamente a 88 Diagrama nim, 47 efecto, y trazados siempre con muchas jugadas de antelacién. Van precedidos de un juego téc- tico mas o menos complejo, en el centro y en el flanco de dama, euyo objeto es apartar las piezas adversarias del sector principal de la lucha y asestar luego un golpe inesperado (con el alfil en todos los casos); golpe que aca- rrea cominmente entregas de ma- terial y no ofrece al adversario ninguna posibilidad de contrarré- plica. »Estos ataques pertenecen a un plan comin, aunque varian segiin el cardcter de la partida y son, a mi modo de ver, muy signifi- cativos e importantes para juz- gar el estilo del jugador 0, por lo menos, de la evolucién del mismo.» Este razonamiento es sumamen- te instructivo. Pero cual ha sido el destino de este método? ;Han sabido sus sucesores aprovechar- lo en la préctica? jNaturalmente! El ataque stibito e inesperado es el principio a que se ajusta el juego de los ajedrecistas practi- cos. Verdad es que esta particu- artistica de Alekhine es ay y privativa de su perso- omtidad; no obstante, el método ge preparer encubiertamente un staque por sorpresa tiene asimis- so valor en el perfeccionamien- to de todo ajedrecista, 16. + PAA to Cualquier otro movimient tampoco mejora la situacién. Vea~ ey 16. ..., P3C; 17. AGA, CXT (habia peligro de 18. D6T 6 18. P+ y 19. TAT+ 5. PaTR; 19. ASAD, DID; 20. D4D, 6 17. ‘o. AXC, D4AR; 20. DXD, Px 21, AXA, 0 bien 17. ..., PKA; 18. TSC+!); 18. DSC, (las ne- gras pierden si contingan 18. .... D2A; 19. AXPC, DXA; 20. DXD, RxD; 21. TID+); 1% TXP, AxA; 20. TXT, RXxT; 21. DxP+, R3R; 22. TID!, y las blan- cas contintan atacando y ganan. 1. AXP! TxA 18, T8SD+ DxT 19. AxD El negro continué oponiendo resistencia. 19%... TIAD 20. TID T2AR zi. D&C ceD 22. Bx TxA 23. PXP ‘T1-1AR, 24. PIA T2R 25. R2A P3TR 26. TIR AIA 21, DIA T2-2AR, 28. D5D PACR 29. TIR PxP 30. PXP. Las negras abandonaron. Partida 20 Gambito de dama Alekhine Sterk Torneo de Budapest, 1921 1. PAD P4aD 2 C3AR C3AR 3. P4A P3R 4. C3A cD2D 5. P3R A3D Este erréneo movimiento da lu- gar a una también errénea res- puesta, por mas extrafio que pa- rezca, Cominmente se prosigue 5. voy AQR. 6. C5CD on El ataque de este saballo care- ce de sentido. Continuando opor- tunamente 6. PSA, A2R; 7. PACD, las blancas podian haber ejercido una estimable presién en el flan- co de dama y privado a las ne gras de todo contrajuego en el centro. (ae AIR 1. D2A P3A 8. C3A 0-0 9. A3D PXP 10, AXP PAA! Las negras pretenden mejorar su posicién, por medio de 11. C3C; 12. A3D, PXP; 13. P A2D. Esto fuerza a las blancas a cambiar sa peén D por el 4A ad- versario, lo que equilibra total- mente el juego. AXP uM. PxP 12. 0-0 P3CD 13. PAR Alekhine no teme arriesgarse en complicar la posicién, con ob- 85 jeto de corregir el error come- tido en el sexto movimiento. a 14. ASCR No conviene proseguir 14. P5R, CSCI; 15. C5CR, P3C; 16. CxPR, DST; 17. P3TR, D6C, porque las negras ganan. a iat 15. D2R ASC! Diagrama nim. 4 Ahora, el peén 4R parece inde- fendibie; adelantarlo redundaria s6lo en beneficio de las negras, age ae a en los casos tuientes: 16, PS TDIA. AXC; 1. ABD! CAs 1h TxA, AXP; 19. AxG, AXA. Alekhine esté Uevando a cabo un juego tactico y tenso por am- bas Partes en el flanco de dama, mientras Prepara el golpe defini- tivo contra el rey, de acuerdo con sus principios sobre el ata- que inesperado. 16. A3D 1. TRIAD! 90 AxC Con Ja intencién acerta responder a 1... C4A cos 1 TXA, AXP; 19, AxC, Axa; DBR, PxA; 21, PACD, A3C; 22° PXC, PxPS 23. TxP y el ava. ce P2TR-4T-5T y de compensarse ja pérdida del peén con un ata- que amenazador. ie cCxP Este movimiento ocasionaré 1a pérdida de la partida. Las negras tenian que haber jugado la va- tiante indicada en el comentario Sobre la jugada anterior, indepen- dientemente de si fuese buena o mala, 18 AxC AXA 1%. DxA C4. 20. D2R! AdT. 21. TIC D3T 22. T4A Csr Diagrama mim. 49 Podria parecer que las negr: has sorteado las dificultades, con Su Ultimo movimiento, pues a 23, PACD seguiria 23, C6A. Sin embargo, Alekhine realiza un mo- vimiento, estudiado co anteriori- 2, dad, que resuelve inmediatamen- te la lucha a favor de las blan- cas. 23. AGA Resulta que la dama blanca esté al acecho: a 23. ..., PXA responden las blancas con 24. r4C+ y se comen la dama del contrario. Por otra parte, existia al peligro de 24. T4CR, DxD; 25. TXP+, RIT; 26, T3C, mate. La respuesta 23. ..., PAT tampoco ali- via la situacién de las negras, pues sigue 24. T4CR!, DXD; 25. TXxP+, RIT; 26. CSC y no se puede evitar el mate. Acaso sea algo mejor 23. ..., P3T, aunque el simple movimien- to 24. C5R daria lugar a una se- tie de nuevos peligros, que las negras no podrian conjurar. 23... TRIAD! 24. DSR! El golpe definivo, preparado de antemano por las blancas. Antes de Mevarlo a efecto, Alekhine calculé las siguientes variantes: 1) 24... DXxT; 25. D5CR, RIA; 26. Dx P+, RIB; 27. D8C+, R2D; 28. CSR+, R2A; 29. DxP+ y 30. CxD, tras lo cual las blan- cas ganan facilmente. 2) 24. .., TXT; 25. D5CR, TSOR; 26. DxT, P3C; 27. DxC. 3) 24. ..., PXA; 25. TAC+, y se da mate en dos jugadas. a TAA 25. D3C! oe Lo més justo y sencillo, pues Se quedan con ventaja de una pieza. 25... P3C 21. TIAR DAA 28. D4A DIA 29. D6T. Y las negras se rindieron. Partida 21 Gambito de dama Alekhine Rubinstein Torneo de Carlsbad, 1923 1. PaD P4aD 2 P4AD P3R 3. C3AR = C3AR, 4. C3A A2R 5. ASC c(c)2D 6. P3R 0-0 1 TIA P3A 8. D2A P3TD 9%. PATD — En los afios veinte, esta varian- te del gambito de dama tuvo bue- na aceptacién y estuvo sometida a un andlisis minucioso. Sobre todo, se traté de valorar los mo- vimientos P3TR y P3TD de las blancas y de las negras. La dis- cusién se centré sobre la lucha por un tiempo: jdebian las ne- gras tomar inmediatamente el peén 4A y efectuar los cambios diberadores» propuestos por Ca- pablanca (0 sea C4D y, tras el cambio de alfiles en el escaque 2R, CXC y P4R) o diferir la cap- tura del citado peén para cuando el alfil blanco se situase en la casilla 3D y, de esa manera, ga- nar un tiempo? En la actualidad, los teéricos ya no se preocupan de este problema; més bien prac- tican la defensa india y Ia sici- liana que gozan de gran popu- laridad. El movimiento de Alekhine (9. B35 P4TD) también suscité discusio- nes y tuvo bastantes partidarios, porque es enérgico y entorpece el desarrollo de las piezas negras en el flanco de la dama. oe TIR 10. A3D PxP 1. AXP cap 12, Ada! Esta jugada caracteriza el con- cepto alekhiniano del centro: des- baratar Ja estructura de los peo- nes propios con tai de incluir uno de ellos en la lucha por el pun- to 5R. Wm .. CxaA 13. PxC P4aD Tanto durante el juego como en el andlisis, Alekhine alterné acertadamente la estrategia con la tactica. Muchas de sus defi- niciones y criterios continian sir- viendo de guia en este laberinto de las posibilidades tacticas y es- tratégicas. Su comentario sobre la Ultima jugada de Rubinstein de- fine los problemas referentes a la posicién: «Este movimiento, contrario al precepto general de que no conviene ofrecer nuevas Lfneas de desarrollo al contrincan- te si ya ha desarrollado sus pie~ zas, se debe a la necesidad de eliminar el obstéculo que repre- senta el pedn 4A blanco.» 4. PXP D2A 15, 0-0! Esta continuacién es mas fuer- te que 15. P3C, pues las negras tendrian una posicién éptima des- pués de 15. ..., D3A; 16. A2R, PAR! 92 15... DxPAR 16. C4R! Aprovechando 1a circunstancia de que el contrincante atin no ha desarrollado todas sus piezas, Ale. Kkhine inicia un ataque en el flan- co de rey. A este fin, hace uso del procedimiento justificado por las leyes y reglas del ajedrez; a saber: la entrega de un peén. 16... CxP La captura de este peén ocasio- naré serias dificultades a las ne- gras. Era mejor 16. ..., AXP; 1%, de ese modo, la po- sicién podia sostenerse perfecta- mente. 1. Cx AxC 18. A3D P3CD 19. AXP+ RIT Las negras han cometido un serio error; la posicién del rey negro en la casilla 1T ofrece a las blancas importantes posibili- dades tacticas. Mejor hubiera sido haberse retirado a 1A. 20, AMR Ter Diagrama mim. 50 La posicién de la torre en 2T es desacertada. Urgia haber con- finuado con 20. ..., TICD, aun- que el juego hubiera podido to- mar este rumbo: 1) 21. P3CR, D3D; 22. TRID, D2R; 23. CSR, D2A; 24. D3A, PAT; 25. C6A, T2C; 26. D3AR y la terri- ple amenaza 27. D5T+ 2) 21, P3CR, D3A; 22. P4CD, ASD (si no, las blaneas ganarian en seguida con 23. DUA); 23. TOAR)ID, D2R (a 23. .... TID procederia 24. TXA, TXT; 25. DTA); 24. AGA, TID; 25. TAD, P3C; 26. D2D, R2C; 27. TID, y las blancas ganarian. : En la Ultima de estas varian- tes, propuestas por Alekhine, se puede reforzar el juego de las ne- gras, es decir, podrian defender- se mejor continuando 25. RIC!, en vez de 25. ..., P3C. Por lo tanto, la jugada 20. ..., TICD mantenia las esperanzas de salvacién de las negras; en cam- bio, ahora perderén irremediable- mente. 21, PACD! A partir de aqui, todos los mo- vimientos serén forzados. La se- rie de jugadas atacantes origina- rén respuestas igualmente forza- das; por eso mismo, la combina- cién seré también de la misma naturaleza. Rew AIA 22. D6A ‘T2.2D 23. P3C! DIC Se podia retirar la dama a otra casilla? En caso de 23. ‘3D, las blancas ganarian conti- nuando 24. D4A! (habia peligro de 25. AGA, T2A; 26. DAT+ y 27. AXT), y no serviria 24. ..., RIC ni 24. ..., D2R. Vedmoslo: a 24, wy BIC sigue 25. AGA, T2A; 26. T(IAR)1D, D2R; 27. D3D!, y las negras pierden la calidad, y a 24. ..., D2R sigue 25. C5R!, T3D; 26. AGC!,.y las blancas ganan. 24, C5C! TQR)ID Diagrama mim. 51 El iltimo movimiento de las negras facilita la ejecucién del golpe tactico proyectado por Ale- khine; de otro modo, tampoco po- drian defenderse _ satisfactoria- mente. 25. AGC! Con esta jugada se gana un tiempo para trasladar la dama al escaque 7TR, lo cual no puede impedirse con 25. ..., A2C por la respuesta 26. D4A. La profundi- dad de la combinacién, trazada por Alekhine, puede verse en la variante 25. ..., PXA; 26. D4R, AXP; 27, DAT +, RIC; 28. DIT+, RIA; 29. D8T+, R2R; 30. DxP+, RIR; 31. D8C+, AIA; 32. DxPC+, R2R; 33. DxP, mate. 93 ae DAR El negro opta por entregar la calidad; pero esto le Uevard igual- mente a la derrota. 26. CxP+ TxC 27. AxT DIAR 28. T(1AR)1ID! TXT + 29, TXT DxA 30. DXA RT 31, DxPT DEAR 32. D3D+. Las negras abandonaron. Esta otra partida de Alekhine es un clasico ejemplo de ataque de piezas; hace mds de cuarenta afios que se jugé, y es de desta- car, sobre todo, su Ultima parte. Partida 22 Gambito de dama Alekhine Marshall Torneo de Beden Baden, 1925 1, PAD 2. P4AD P4D C3AR Es dudoso que a Marshall le conviniese ensayar esta dudosa variante jugando precisamente con un estratega de la talla de Alekhine. Las blancas pueden ahora formar un poderoso cen- tro de peones, cuya defensa re- queriré poco esfuerzo. 3 PxP cxP 4, PAR C3AR 5. A3D PAR He ahi la sorpresa que prepa- ré Marshall para este encuentro, aunque le serviré de bien poco, porque Alekhine ejecuta una se- rie de movimientos precisos y 94 Ee eee eee eee ee eee eerie enérgicos y consigue una venta. ja posicional decisiva. 6 PXxP 7. C3AR! 5c Y¥ no 7. P4A?, ASAD; 8. C3TR, DST +, ya que las negras tendrian un dominio absolute y decisivo, c3aD AQR DxA C3AxP Dx Esto es un grave error, debido posiblemente a que Marshall no se dio cuenta de la flexible ma- niobra de la dama. De otra suer- te, hubiese tomado con el caba- Uo. Véase: 11. ..., CXC; 12. A2R, 0-0; 13. P4A, C5C; 14. AXxC, DST+; 15. P3C, DXA; 16. DxD, AxD; 17. R2A, T(IT)ID; 18, P3TR, tras lo cual las blancas tendrian un final mejor, si bien Ja lucha no haria m&s que empe- zar. Ahora, el avance de los peo- nes blancos serd incontenible. 13. D2D! En dos movimientos cortos, la dama blanca se habré situado en el escaque 3R, donde impediré el enroque largo del rey negro, fa- cilitaré el suyo propio y consoli- dard la estructura de peones del ala de rey que, apoyados por su dama, emprenderén una ofensiva concluyente. 18... A2D 14. D3R! A3A ‘Mal jugado; situando la dama en el escaque 4TD, Marshall hu- biese podido efectuar el enroque largo y, asi, librar al rey de su triste destino. Después de 14. DATD!; 15. 0-0-0, las negras po- drian continuar 15. ..., 0-0-0; en caso de que las blancas jugasen 15. A4A, para inmovilizar el rey en el centro, la entrega del peén 2A les ofreceria un juego éptimo. Véase: 15, ..., 0-0-0; 16. AXP, TQDIA y 12. ..., CxP. 15. 0-0-0 0-0 En esta posicién era igualmen- te posible enrocarse largo, jugan- do previamente 15. ..., D4TD. Tras esta omisién, el rey sucum- bird en pocos movimientos. 16. PAA D3R Ya no conviene jugar 16. DATD, debido a 17. P5R, C4D; Cx, AxC; 19. AxP+, RXA; 20, DID+ y 21. DXA. 11.. PSR TQA)IR 18 TQT)IR TT)1D A 18. ..., C2D hubiese seguido 19. P4CR, y el avance de los peo- nes hubiera sido irrechazable. 19. PSA D2R 20. D5C c4aD 21. P6A DIA Diagrama mitm. 53 La veloz carrera del peén AR ha puesto a las negras en situa- cién de mate. Alekhine remata la lucha con gran energia y pre- cisién. 22. AGAL Este movimiento tiene por ob- jeto echar el caballo negro de su posicién y apuntar a la impor- tante casilla 2AR. 2... exe 23. TxT Txt 24. PXxP! Esta captura intermedia es lo fundamental del plan para des- truir el enroque de las negras, que no pueden tomar este peén sin dejar indefensa su torre; si juegan 24. ..., DIR, las blancas pueden ganar asi: 25. AXP+,.. 95 RX A; 26. TIA+, R3R; 27. T6A+, RAD; 28. TSA. 2h CxP+ 25. RIC! Otra sutileza: a las negras no se les puede dar ningtin respiro, como 25. AxC?, D4A+. 25... DIR 26, PGR! Es més contundente que 26. . AXP+. 26... ASR+ 21. RIT! Alekhine juega con suma pre- cisién. De haber continuado 27. TxA, TSD-+; 28. R2A, DST +; 29. P3C, C5C+, hubiese sido muy di- fieil ganar esta partida, Rw P4AR O bien 27. ..., PXP; 28. AXP, DxA; 29% DxT+, RXP; 30. D4D+, y las blancas también ga- narian el alfil. 28. PTR+ 29. D6A TaD Esto es lo mas exacto. 29... D2A 30. P8R=D Y¥ mate en dos jugadas. En los comentarios referentes a la partida jugada con Bogolju- bow, Alekhine habla de sus ata- ques planeados con antelacién y ejecutados inesperadamente alli donde el contrincante no se lo es- pera, Sus partidas contienen mu- chos ejemplos de esta suerte de 96 ataques, aunque su rico legado ajedrecista ofrece un sinfin de otros ejemplos. Al igual que mu- chos maestros que se distinguie. ron por su estilo de ataque, Ale. Khine supo organizar sistemstica- mente cualquier ofensiva, movili- zando y concentrando lentamente las fuerzas hasta que la superio- ridad y actividad de todas las pie- zas atacantes le permitian romper el frente. Veamos uno de estos ejemplos sacado de una de las partidas que jugé durante el periodo de inten- sa preparacién para luchar por el titulo mundial. Partida 23 Gambito de dama Alekhine Asztalos Torneo de Kecskemet, 1927 1. C3AR = PAD 2 PAAD = =PSK 3. PAD C3AR 4. ASC P3TR 5. AxC DxA 6 C3A P3A 1. D3ct Esta variante se estudié y puso en prdctica en los torneos de la tercera década. Las blancas ocu- pan una considerable parte de es- pacio y se aseguran al propio tiempo el dominio del centro. Es- tas ventajas son mas importantes que las que puedan las negras sacar de su pareja de alfiles. c2D PXPR DSA AIR En toda lucha ajedrecista, pa- sividad es sinénimo de ruina, y el centro representa siempre un papel importantisimo. En esta partida tiene un valor incalcula- ble. Las negras tenian que haber jugado 10. ..., P4R, para dar pertad de movimiento a sus alfi- es, que estardn ahora condena- dos a una pasividad total. 1. 0-0 0-0 1 TRIR TID 13. TDID D2A 14. C3 clA A 14. ..., P4AD puede seguir, por ejemplo, 15. P5D. 15. D3A PATD 16, P3TD = PST 1t, C5R DAT 18. DIA A2D 19, PSA! Las piezas negras estén some- tidas a fuerte presion. Alekhine se dispone a efectuar la manio- bra CSR-4A-6D, en cuya ultima casilla el caballo serd invulnera- ble. ¥ Asztalos trata de impedir- lo, para lo cual tendré que debi- litar su estructura de peones. 1%... PACD 20. AGR D2A 21. D3A. AIR 22. C2R! Alekhine manifiesta suma maes- tria en la lucha por la posicién: un caballo blanco se ha afianzado en la posicién central y otro se dispone a emprender la marcha 2R-1A-2T-4C, de donde apoyaré la accién ofensiva de su bando. ; ae T3T 23. ClA cD ___"_ "Ve. --_—- Hay que cambiar sin pérdida de tiempo este peligroso caballo blanco. 24. CxC Txc 25. C3D i Este caballo pasaré a ocupar la casilla 5R, que su colega ha de- jado vacante. 2B... TID 26. COR AIA Ri. PAT! Las piezas blancas estén situa- das perfectamente y preparadas para acorralar a las negras en un extremo del tablero. Asztalos Meva intencién de jugar 27. P3C y 28. ..., PAT, con objeto de desenredar el ovillo que forman sus piezas; pero Alekhine se lo impide enérgicamente: a 27. ..., P3C seguiria 28. P5T, PAC; 29. P4Al, y las blancas ejercerian in- flujo decisivo en la posicién. how. T3-1T 28. AIC! La amenaza de las blancas es clara: quieren situar la dama en el escaque 2A y responder a 28, vy B3C con 29. PST. Desde lue- go, esto no conviene a las negras; por ello, intentan hacer frente a la presién del adversario. eos: PAT 29. D3AR P3C 30, P4CR (Ver diagrama 54) Alekhine ha ido acumulando lenta y metédicamente todos los detalles favorables a su posicién: domina mucho espacio y tiene 7 Diagrama nim. 54 un excelente desarrollo de pie- zas; por otra parte, ha logrado debilitar sensiblemente la posi- cién de los peones enemigos en los dos flancos, y particularmen- te el de rey. A partir de aqui empezara a demoler sistematica- mente el dispositivo defensivo del monarca negro. 30. ... PxP 31. DxP A2C 32. A2T! Alekhine se ha dado perfecta cuenta de que su alfil tiene mu- chas posibilidades en la diagonal 2TD-8CR, pues al imprudente mo- vimiento 32. D2RK seguiria 33. CxPC!, PX; 34. TXP, y la lu- cha quedaria resuelta. BR... P5C 33. AGA! Con el fin de que el contrin- cante no tenga ninguna posi dad. La torre negra podria in- quietar a las blancas, después de 33. PXP, P6T; 34. PxP, TxP. 98. 33... PxP 34. PxXP Dit 35. DAR D2a 36. D4A TaT)IC 37. PST e Asi se vence otro de los obs téculos que interceptan el paso hacia la posicién del rey negro. ee PXP 38, RIT Tac 39. TICR D2R Diagrama ntim. 55 Las blancas controlan totalmen- te la columna CR; la sana estra- tegia en concentrar sistematica- mente sus piezas ofrece a Ale- Khine ocasién para llevar a efecto un atague decisivo en el flanco de rey. Ha Wegado la hora de transformar su ventaja posicio- nal, y para ello no vacilaré en hacer entrega de material. 40. TXA+! RxT 41. TIC+ = RAT. 42. CxP2A! ¥ las negras se rindieron en el momento mds interesante de la partida, Después de 42. .... DxC; 43. A3D+, D3C, podria parecer que las blancas ganaban _prosi- guiendo 44. AXD, AXA; 45. TxA, RXT; 46, DAR+, R2C; 47. D5R+, por cuanto las negras pierden una torre. En realidad, después de 46. ..., R3T!, no se ve la manera de que las blancas pue- dan tomar dicha torre. Es posible que Alekhine tuvie- se la intencién de responder a 43. -» D3C con 44, DS5C!!, atacando simultdneamente 1a dama, el peén 4T y la torre 1D. En tal caso, las negras no podrian hacer mas que 44... DXA (44. ..., T2CR; 45. DxP+ 0 45. AXD+, AXA; 46. DxT), y las blancas ganarian; vedmoslo: 45. D8C-+, R3T; 46. DEIT+!, DZT (46. ..., T2T; 47. D8A+); 47. D8A+, D2C (47. ‘T2C; 48. DtA+); 48. TxD, TX 49. D6A+ y 50. DXTSD. Veamos otro ejemplo de cémo Alekhine lev a cabo el ataque por medio de una ingeniosa com- binacién, cuya principal variante eva oculto un inesperado y bello golpe tactico. Partida 24 Gambito de dama Kmoch Alekhine Torneo de Kecskemet, 1927 4. PAD P4D 2 C3AR P3AD 3. P3R AMA Las blancas pretendian practi- car el sistema Colle, en el cual el alfil 3D juega el papel prin- cipal; pero Alekhine se anticipa a esta intencién. 4. A3D P3R re er 5. 0-0 c2D 6. P4a C134 7. DIA Kmoch estima acertadamente que el cambio de alfiles no le favorece porque el peén 3R se colocaria en la casilla 4A y pre- sionaria sobre su escaque 4R; por ello, espera que sean las negras las que se decidan o retiren su alfil a la casilla 3C. Nee AXA 8. DXA c5R 9. C(3A)2D C234 10. C3AD Alekhine comenta: «Después de 10. CXC, CXC; 11. P3A, C3A; 12. P4R, PXPA; 13. DxP, D3C; 14. C3A, TID; 15. TID, A2K y 16. 0-0, el centro de las blancas hu- biese necesitado un apoyo cons- tanter. WO. . cxc2D MW. Axc AgR 12, PAR PxPR 13. CxP 0-0 4. AA D2A 15. TDID TDID 16. T2D Kmoch ha jugado muy bien la primera tase de la partida y tie- ne una posicién éptima. Pero a partir de su tiltimo movimiento va perdiendo el hilo de su acer- tado plan de juego y a la postre cederé la iniciativa al contrincan- te. Lo procedente era reforzar su posicién central, es decir, antici- parse a los posibles movimientos de ruptura P4A y P4R, median- te el enérgico avance 16. P4A! y la posibilidad de proseguir P5AR; ademés, impedia el ataque de la dama negra a la casilla 4AR. 99 Con precisién y energia envi- diables, Alekhine aprovecha este error de su contrincante y se hace Pronto con la iniciativa. 16... DSA 1% CxC+ axe 18% TLID = Tap 19. D3C DIA 20. PSA El objeto de esta jugada ps de- fensivo y no estratégico; de esta manera se evita que las negras hagan el contundente movimien- to AAC, pero el centro de las blancas se ha debilitado y las ne- gras podraén ya lanzarse al ata- que. 20... T11D 21. D3R PaTR! Esto se hace cominmente para bloquear la posicién de! contra- rio: a 22. P3TR seguiria 22. PST! 22 PACD, Grave error estratégico, por cuanto la respuesta de las negras debilitara sensiblemente las casi- Uas centrales blancas. Kmoch te- nia que haber maniobrado con mas precaucién para prevenir cualquier peligro tactico. 22... PacD! 23. DBA - Ni la captura del peén CD ni el avance P5A pueden aliviar la situacién; por ello, Kmoch trata de provocar complicaciones técti- eas a fin de encontrar, de ese modo, alguna posibilidad. 23, 100 a er 24. DxP DxP 25. DxPA PAR! 26. D2R PxP 21. 13D Las blancas se compensan la Pérdida de un peén con el blo queo del centro; pero resulta que la intencién de Alekhine es total- mente distinta. 21. Pxat 28. «TXT Txt 29. TxT Una vez més, el contrincante no ofrece a Alekhine ocasién para lucir el contenido de su idea com- binatoria: el mejor procedimien- to defensivo era seguir 29. D8R+, RET; 30. DXT, a lo que Alekhine hubiese respondido con 30, ..., DSR! Diagrama nim. 56 La posicién de las blancas es desesperada, a pesar de la apa- rente abundancia de posibilidades defensivas. Alekhine tuvo en cuenta esta circunstancia al efec- tuar la combinacién con entrega de la calidad. Existe el peligro de 31. ..., PIA y 32... DOR+. El jaque continuo tampoco es po- sible para las blancas; véase: 31. DXxPA, PTA; 32, DxPT+, RIC. 2... ASD+ 30, RIT oo Pierden igualmente si_ prosi- guen 30. TxA, DxT+; 31. RIA, D5A+; 32. RIR, DxPC. 30... DsAD+. ¥ las blancas se rindieron. Todo ajedrecista importante aporta su grano de arena al pro- greso del ajedrez. Unos introdu- cen variantes y sistemas en la apertura, de suerte que algunas evan el nombre de su autor; otros descubren nuevas leyes téc- ticas y estratégicas en la lucha ajedrecista y las formulan, y unos terceros asombran con su extra- ordinaria técnica al mundo del ajedrez. La historia de este arte sefia- la a pensadores ajedrecistas que investigaron el aspecto psicolégi- co de la lucha; estudiaron los es- tados animicos de los grandes maestros con ocasién de una vic- toria o una derrota, los compa- raron y dedujeron de ahi propo- siciones titiles e importantes para el ajedrecista practico. A nuestro entender, el mérito de Alejandro Alekhine consiste en haber alcanzado todos los as- pectos de la maestria en ajedrez; es importante el ntimero de mo- vimientos, variantes y sistemas que descubrié; ofrecié un sinfin de bellos y extarordinarios fina- les de partida a la aficién e in- vestig6 muchas leyes de la psico- logia aplicada a la lucha, Tam- bién formulé varias leyes estra- tégicas de importancia. En cali- dad de estratega, jugé muchas partidas que sorprendieron por la profundidad de sus planes, la precisisn de sus objetivos y la extraordinaria légica de sus com- binaciones. En muchos casos, sus principios sobre la estrategia des- tacaron notablemente por encima de los grandes ajedrecistas que le precedieron, y fueron adopta- dos por quienes le sucedieron. Casi todo Io que Alekhine des- cubrié en el terreno de la estra- tegia y sus logros practicos perte- nece al periodo de preparacién para el encuentro con Capablan- ca. Al mismo tiempo que sorpren- dia con su destreza en dirigir ataques combinatorios, crecié y se formé como estratega. En la siguiente partida vemos cémo realiza con una precision y légica dignas de encomio el plan estratégico de asediar al adver- sario en los dos flancos. Partida 25 Gambito de dama Alekhine O. Chajes Torneo de Carlsbad, 1923 1 PAD C3AR 2 P4AD = P3R 3. C3AR PAD estructuras de apertura serge - COthikia wid utd EAT 101 Bree ere ree eee eee een eee eee rrr nner tes a la que se ha producido en esta partida. En esta posicién se suele emplear el plan de «libera- ciény (PXP y C4D de las ne- gras), propuesto por Capablanca, © el «fianchetto» ampliado (PxP y P4CD también de las negras). Chajes emplea un desarrollo bas- tante aceptable que ocasiona el bloqueo de los peones y da al jue- go un cardcter cerrado y lento. 10... Pac 1. PSA oe La captura del peén 4D negro hubiese definido el plan de las negras; a saber: colocar los ca- ballos en las casillas 5R y 5AD. El movimiento que practica Ale- khine tiene cardcter tactico: con el P3TR se anticipd a la manio- bra 11. ..., P&R; 12. PXPR, C5C!, que liberaba a las negras de la presién ejercida por su contrin- cante y les ofrecia buen juego. i car 12 ASAR! De otra suerte, no se podria evitar el avance P4R de las ne- gras, ees CxA 13. Px P4TD 14. A3D P3C 15. PATRI Nos encontramos ante uno de aquellos casos en que la tactica sirve a los problemas estratégi- cos. Como no se puede jugar 15. s» PaT por 16. AxPOR, las ne- gras han de permitir que se abra una columna mediante PST. 15... A3A 16. PST cia 102 17. P3CR 0 TeT. 18. CID! A2CR 19. C3R Psa Para impedir que el caballo 3R pase a la casilla 4C y desde ella amenace saltar a 6T, para dar ja- que cuando se haya efectuado PTXP y PTXP. 20. DIR PST? Diagrama mim. 57 iMenuda sorpresa! Alekhine se proponia estructurar de nuevo la posicién de sus piezas en muchos movimientos, para lo cual conta- ba con provocar el avance PST y debilitar asi la posicién de Cha- jes; pero éste lo ha hecho volun- tariamente. Mientras ese peén se encontra- se en la casilla 4T, las negras te- nian posibilidades de avivar la lucha en el flanco de dama, con el fin de distraer las piezas blan- cas del flanco de rey. Ahora pue- de Alekhine operar en este flan- co, pues no corre peligro ni en el de dama ni en el centro; ademas de esto, la presencia de la diago- nal de casillas negras 1R-5TD le ofrece ocasién para fomentar el peligro en esta parte del tablero ys por lo mismo, obligar al con- trincante a mantenerla vigilada. Por tanto, lo primero que han de hacer las blancas es atacar al peén 2T negro y, de ese modo, abrir la columna TR. Y lo se- gundo hostigar por los flancos y en el centro, simultaneando el ataque en dicha columna, amena- zando al mismo tiempo penetrar con el rey en el dispositive ad- versario por el punto STD (ya en la fase final) o saltar con el ca- ballo a través del punto 4CD. 21. C2A! Este caballo se dirige momen- taneamente al escaque 4CD en vez de 4CR. Qe... ‘122K, 22. RIA ASA 23. CSR AxC 24. DXA DA 25. D6A! T2A 26. DAT! DIR Esto es un grave error. Tras 26. ..., T2C, las negras se reser- vaban la posibilidad de tomar con el peén en su casilla 3C. Tal error ofrece a Alekhine oportunidad para debilitar el peén 2T negro. 21. PXP! cxP 28. DST D3A 29. ALR T2CR 30. D3A cla 31. D3R TI2R 32. CAC A2D 33. AST! . (Wer diagrama 58) Sobre su ultimo movimiento, Alekhine comenta: «Se ha lega- Diagrama mim, 58 do a una posicién, en la que la dama, el alfil y las torres negras carecen de libertad de accién. »Sin embargo, el problema no esta ni mucho menos resuelto, pues las dos torres dobladas y la dama en la columna TR no re- portan ninguna ventaja. »El complejo plan de juego que se proponen llevar a cabo las blancas, con las variantes condi- cionadas a la respuesta del ad- versario, puede resumirse en tres partes: »Primera: trasladar el rey al centro, de donde amenazaré con irrumpir a través del escaque STD en el campo adversario, des- pués del cambio de torres y dama en la columna TR. Esto acarrea- r inevitablemente el traslado del rey negro al otro flanco, para defender los puntos 3R y 3AD. »Segunda: obligar a las piezas negras a abandonar el flanco de rey para lo cual es necesario pro- vocar amenazas tacticas, bien al rey, bien a los peones (en los mo- vimientos trigésimo nono y cua- dragésimo primero). La amenaza de tomar con el caballo el punto 103 5R permitira obligar al rey negro @ permanecer en la casilla 2D-y dificultara atin mas la accién con- junta de las piezas negras; tanto més cuanto que la falta de espa- cio les resta movilidad. ¥ tercera: por ultimo, doblar jas torres en la linea TR, con el fin de poder penetrar en la reta- guardia enemiga cuando se hayan cambiado las damas y los alfiles y las piezas negras estén alejadas del flanco de rey. »Como se vera en ei trascur- so de la partida, el blanco hubo de efectuar veintiocho movimien- tos para levar a término este plan estratégico.» a csc 34. C3D Hay que ser precavido en toda posicién cerrada: la continuacién 34. R2R hubiese acarreado difi- cultades, después de 34. ..., PAR! a AIR 35. RR RiA 36. R2D T2cD Como los acontecimientos van a desarrollarse en el flanco de rey, los dos reyes buscan refugio en el de dama. 37. ABA RR 38 TRIR CIA 39. CAC RID Habia peligro de que ocurriese 40. AXP! 40. R3D TR 4. Dep! Ter. 2. TITR = -TR2AD 43. T2T A3C 44. DBR RIA 45. TLITR R2C 104 46. RID TR 41. 03D c2p Diagrama mim. 59 Se diria que las negras se han defendido con precisién y que las piezas biancas no pueden abrir brecha. En posiciones asi, el cam- bio de una pieza puede ser la so- lucién del problema. ¥ en la que fos ocupa basta quitar el alfil 3C del tablero, para que las blan- cas tomen el peén 2T y penetren con sus piezas mayores en la re- taguardia del contrincante. A la luz de lo dicho no es di- ficil hallar el siguiente movimien- to, eficaz en grado sumo. 48. AST! La abertura de esta brecha ha sido posible en cuanto las negras han retirado algunas piezas al flanco de dama, para evitar la Tuptura por los escaques 4C y 5T adversarios y para dominar el 4R propio. 4B. TIT 49. AXA PXA Si se hubiese tomado con la dama, hubiera trasladado el bian- co la suya a la columna TR, y el ataque al peén 27 o la ruptura a través de la sexta horizontal habria resuelto la contienda. 50. TIT TLIR 51. CSR! Cla De esta manera, se cede la im- portante casilla 5R al caballo blanco; pero las negras perdian el peén 3C después de 51. ..., Cx; 52. PAXC!, DIA; 53. D5C. 52. TST! iCuriosa sutileza! Dos jugadas antes, Alekhine habia propuesto el cambio de torres; mas, ahora, lo rehtiye. {Por qué? Porque la situacién ha cambiado, de modo que el objetivo principal de jas blancas es el cambio de damas. BR. Tec 53. C3A TICD a 54. C5C TR 55. DSR! Este cambio redundara en be- neficio de las blancas, por cuan- to sus torres asestaran golpes mortales al contrincante. 55... DxD 36. PAXD RIT 51. TSC PSC Se intenta desesperadamente organizar contrajuego en un leja- no sector del frente, ya que la defensa pasiva no alivia la situa- cién. 58. TUT)ST T21R 59. PxP Re 60. R3A RT 61. CTA! A las blancas se les ofrece ines- peradamente ocasién de mate, 6... TIT 62. C6D TCR)IC Diagrama nim. 60 63. TIT! c2D 64. TITD! Y las negras abandonaron. Alekhine, ingenioso e inventivo tactico, aplicé el viejo principio estratégico segiin el cual el ata- que debe alternar del flanco al centro y viceversa. En esta otra partida, la lucha empieza en el centro y pasa lue- go a la posicién del rey blanco. Partida 26 Defensa india de dama Rubinstein Alekhine Torneo de Semmering, 1926 1. PAD C3AR 2 P4AD = P3R 3. C3AR = P3CD 4. P3CR Aa 5. A2C ASC+ 6. CD2D : 105 eS Hace tiempo se sabe que esta jugada es desventajosa, porque da a las negras oportunidad para efectuar dos movimientos de peo- nes muy importantes: el P4&A y el P4D. Por tanto, es mejor pro- seguir 6. A2D. 6... 0-0 7. 0-0 PD 8 P3TD A2R 9. PACD 4A! El aparentemente activo movi- miento 9, P4CD no ha hecho mas que reforzar el contraataque del negro, cuyas operaciones en el centro, para destruir la estructu- ra de peones adversarios, le da- ran pronto la iniciativa. 10. PCxP PCxP lL PDxP = AXP 12, A2C cp2D 13. C5R exe 4. AxC C5C! £1 negro ha dado principio a unas operaciones con todas las piezas vinculadas en su accién so- bre el centro y el ataque con- tra el flanco del rey blanco. Sera dificil hallar una casilla conve niente a donde poder retirar ej alfil blanco, pues a 15. A&C pro- cede 15, ..., D3C!. 15. ASAD TIC 16. TIC Esto es un error serio. Tenian que haber tomado el peén 4D ne- gro, tras lo cual hubiesen tenido muchas posibilidades. Ahora, este pedn ser4 el principal participan- te en la ‘tenaz lucha que se va a desencadenar. 16. . PSD! 1. TxA 106 Un segundo error que ocasio- naré la pérdida de la partida. Po- dian haberse defendido _prosi- guiendo 17. A4C, AxA2C; 18, RxA. Me TxT 18 AXT Diagrama mira, 61 1B... CxPA! El ataque de las negras empe- 25 en el centro y ha pasado al flanco. La entrega temporal de este caballo permite a Alekhine situarse en una posicién original, donde su peén adelantado le ase- gura una ventaja decisiva. 19. RxC Por si fuera poco, el rey blan- co tiene que salir de su posicién. Otros movimientos defensivos son peores. Por ejemplo: 1) 19. TxO, PxA. 2) 19, AST, CxD; 20. AxD, P6D+; 21. P3R, CxP. 3) 19. DIT, PxA; 20. C30, C5C+; 21. CxA, DSD+. 19... PXAt 20. P3R PxC 21. RR Dic 22. ASA TID Este peén negro es muy fuerte, y el rey blanco va a ser objeti- vo de ataque de las piezas ne- gras. Ni que decir tiene que el blanco capitulé al cabo de pocas jugad: 23. DIC D3D 24. PATD = PAA 25. TID ASC 26. D2A DIA 27. R2A PATD 28. A2R PAC 29. A3D PSA! Diagrama mim. 62 i¥ las blancas agotaron el tiem- Po en el instante més oportuno! Alekhine indica una posible con- tinuacién de Ja partida: 30. AXP+, RIT; 31. D4R, DxP+; 32. R2C, P6A+; 33. R3T, DIR; 34. DGC, P5C+; 35. RAT, A2R+; 36. RST, DxP y mate. Partida 27 Gambito de dama Alekhine Rubinstein Torneo de La Haya, 1921 1. PAD PAD 2 CAR P3R 3. PAA P3TD Introducido por el gran maes- tro Janowsky, el avance del peén TD tuvo mucha aceptacién y aplauso con anterioridad a esta partida. Pero Alekhine se opuso a esta jugada alegando que era una simple pérdida de tiempo; sin embargo, refuta el citado mo- Vimiento con una serie de movi- ‘imientos, hechos con una sola pie za,.y con la prolongada marcha de} peén TR. Siendo asi, jes 16 gico su criterio? En efecto, por cuanto no se refirié al cdlculo me- ednico del avance de las piezas, sino al valor de la importancia que tiene cada movimiento en una posicién dada. 4. PSA C3AD 5. ASA CRIR 6. C3A c3c 7. ABR! Es curioso ver cémo parece ser que las jugadas de Alekhine ca- recen de légica: pierde tiempos en hacer movimientos de peén y en mover varias veces el alfil. Sin embargo, el lector puede com- probar que el gran maestro ruso actiia con elevada légica ajedre- cista, 1 P3C 8. PXxP PxP 9. PATR! 107 «Es la tmica forma de poder reforzar los escaques negros pro- pios y aumentar el niimero dis- ponible de ellos para que el alfil tenga mas campo de acciény, co- menta Alekhine. % A3D 10. PST C(3C)2R 11. P6T! P3C 12, ASC 0-0 13. AGA! - Diagrama nim. 63 Leamos lo que nuestro biogra- fiado comenta acerca de esta si- tuacién: «Al cabo de trece movi- mientos, en el gambito de dama se ha producido una posicién muy poco frecuente, Las blancas han movido cuatro veces el alfil y tres el peén TR y, a pesar de esto, han conseguido una ventaja casi decisiva. »El original desarrollo de la apertura de esta partida dio mu- cho que hablar acerca de una técnica “ultramoderna”, de una escuela “neorroméntica”, y asi su- cesivamente. Pero todo esto es realmente mucho més simple. »En la apertura, las negras hi- 108 a ee cieron los excéntricos movimien. tos 3. ..., P3TD, 5. ..., ORR y 6. ..., €8C que, a la postre, les hubiesen dado una partida inme- jorable, si el adversario no hu- biese reaccionado debidamente; a saber: si hubiese jugado 7. P3R en vez de 7. A3R y 9. P3CR en lugar de 9, PATR. »¥ en general adelanté mi peén TR no por capricho, sino por ne- cesidad, es decir, para evitar que Jas negras tuvieran el dominio del centro. »Pero tales experimentos, efec- tuados en la apertura, no suelen ir con mi temperamento ni con mi estilo, como el lector podré convencerse facilmente.» 1B... PACD 14. P3R A2D 15. ASD TIA 16. PAT! Una vez finalizadas las opera- ciones en el flanco de rey, Ale- khine se dispuso a desarrollar el juego en el de la dama. Y las negras no pudieron hacer mas que esperar pasivamente el de- sarrollo de los acontecimientos. 16... P5C li. C2R La marcha de este caballo es clara: 2R-1A-3C-5A. (Ver diagrama 64) eee D3C 18. C1AL T2A 19. C3C car 20. C5A! . La tdctica se ha puesto al ser- vicio de la estrategia: las negras no pueden tomar este caballo; en Diagrama mim. 64 este caso jas blancas ganarian. Véase: 20. ..., AXC; 21. PXA, 22, AAD, D3A; 23. C5R, D3D; 24. CAC. Sélo el calculo exacto de Jas posibilidades tacti- cas hace posible que este caballo permanezca en su avanzadilla. 20... CsA 21. Ax PxA 22. CdR Ei salto de este caballo es lo ‘ico que a Alekhine se le puede reprochar en esta partida. La con- tinuacién 22. C4R! era mas con- tundente, pues con ella se crea- ban dos amenazas: 23. CXA y 24. ASR 6 23. ATC y 24, C6A, mate. [Ty ae AxC5R 23, AxC A3D! jLa entrega de calidad ofrece a las negras ocasién para prolon- gar la resistencia, aunque inutil- mente! 24. AxT AXA 25. CXA Txc 26. PST! D3A 21, D3A TaD 28. TIAD Las blancas tendran que poner de manifiesto una destreza extra- ordinaria para materializar su ventaja material. 28... D2A 29. D2R PGA 30. PXP = PXP 31, DxP TxPT 32. D3D ACT 33, TRA AIC 34. RR! D3A 35. P3A PAA 36. TICD 3D 31. DAA RRA 38. DSA D3T+ No hay més remedio que pro- mover este cambio, por cuanto no se puede admitir que la dama blanca se cologue en el escaque QTR. Después del cambio, a las blancas les seré mas facil luchar contra la activa disposicién de las piezas negras. 39. DxD TxD 40. PAR Pac 41. R3D BC 42. PSD! El avance de este peon es muy oportuno; las negras no podrén impedir que uno de los peones blancos avance por esta columna. 42... PxP+ 43. PAxP PxP 44. PXP TT 45. TID! = RXP 46. P6D RAT 47. PID nT 48. RAR TID 49. R5A RST 50. TIT+ R6C Bl. T3T y mate. 109 ee eee eee eee La partida que se ofrece segui- damente es un instructivo ejem- plo de cémo se resuelven por el procedimiento estratégico los pro blemas que plantea la posicién. Alekhine la jugé con el repre- sentante de la «nueva» escuela, Mamada asi a principios de si- glo. Tarrasch profesaba la obser- vancia ortodoxa de las reglas y los cdnones. Partida 28 Apertura italiana Tarrasch Alekhine Torneo de Baden Baden, 1925 1. PAR PaR 2 C3AR = C3AD 3 AGA ASA 4 P3A A3C 5. P4D D2R eee 3a! Las negras no se han opuesto a que su contrincante formase un centro de peones, fuerte a prime- ra vista; pero esto no quiere de- cir que hayan tratado a la ligera la solueién de los problemas del centro, pues sus piezas y peones estén situados de modo que pue- den atacar perfectamente el cen- tro y debilitarlo, e incluso des- truirlo. 1. TIR PSD & PATD P3TD 9. PIT 0-0 10. ASCR = PST. 1. A3R . (Ver diagrama 65) Es ya bien sabido que el ata- que al centro ha de realizarse con peones; pero hallar un procedi- 0 Diagrama nim. 65 miento original y légico para le- varlo a efecto esta reservado a unos cuantos. La siguiente juga- da de Alekhine es una de las mas profundas que hizo en toda su vida ajedrecista y al propio tiem- po una de las mas singulares que registra la historia del ajedrez. ew. Dip! La dama negra ha vuelto al es- caque 1D, del cual salié pocas ju- gadas antes; por eso, le ponemos dos signos de admiracién. Real- mente es uno de los fenémenos mas raros. GEs la jugada més dificil de esta partida!», comenta Alekhine, y la distingue con dos signos de admiracién; de este modo resal- ta todavia més. Las negras fuer- zan al contrincante a definir la excelente posicién de su alfil 4A, pues por un lado se amenaza, me- diata o inmediatamente, provocar un cambio en la casilla 4D con- traria y proseguir luego P4D y, por otro, responder al légico mo- vimiento 12. CD2D con 12... CPR; 13. CxC, PAD; en los dos mejora el juego de las cosas. POF Gitimo, este movi- nGento de la dama tlene la ven- faja de ceder a la torre de rey ja columna central, TR A2T! 12. A3D 13. CD2D 3 jiendo te alfil se retira previnien a saito amenazador del caballo desde la casilla 4A. 14, D2A jet a sus principios, Tarrasch eee el centro de peones hhas- ta el punto de no jugar el movi- miento PSD, que seria lo légico en esta posicién. Alekhine valora concretamente las circunstancias y destruye con unos cuantos mo- Yimientos el bien formado centro de peones blancos. Wa. PxP 15. CxP Hay que tomar con el caballo: si se ‘sama de pen, hubiera se- guido 15. .... C5CD. 15... CAR 16. AA PAD! ‘Las negras han terminado con el centro de las blancas; ahora. sus piezas tendran mas libertad Ge movimientos y pasarén deci- didamente al contraataque. 1. TDID No era conveniente proseguir 17, P4AR, C3C; 18. PSR, CAT, por- que las negras ganaban un pen. ‘Alekhine también tuvo en cuen- ta esta circunstancia. Wo. P4A 18, C4-3C D2A 19, AMAR ww | - ‘Al decir de Alekhine, la cont! nuacién 19, PXP, CxP; 20. CtA, xc; 21. AXC, CxAs 22. TxC, TXT; 23. PXT mejoraba la si- tuacién de las blancas, ae negras lograban una ventaja cob” siderable después de 23. D2R. 19%... cé6A+ 20. Cx DxA 21. PXxP? + Con este error es inevitable la pérdida de la partida. Lo més apropiado para seguir oponiendo resistencia era continuar 21. PSR, 22, DZD, DxD; 23. TxD, AMA A 22. D2D sense f 23. C1A, ATA; 24. TX 25. TIR, C5R; 26. D4A, P5A; 27. 4D, AXC; 28. PX A, DSC}, y las 1 negras hubiesen sacado una ven- taja considerable. Sin embargo, tampoco es mejor el movimiento ejecutado por Tarrasch. Be AxP 23. PxA DxC 24. TXT+ Con ello no se logra mas que incluir la torre negra en el ata- que, tras lo cual el desenlace se produciré en pocas jugadas. Phen. TxT 25. ALA T4R 26. P4A T5C+ 27, RET C5C+ 28. PxC TXxPC. ¥ las blancas se rindieron. Esta otra partida, curiosa en extremo, terminé de un modo sorprendente; en ella triunfé la sana estrategia de Alekhine, quien se valid de combinaciones decisivas para organizar un ata- que en el centro y en el flanco de rey. Se sabe que es necesario pro- mover inmediatamente ataques con las piezas cuando el contrin- cante se ha quedado retrasado en el desarrollo. Esto le forzaré a re- chazar las amenazas del atacante con lo que se vera imposibilitado de un juego de desarrollo; ade- més, este retraso ira agudizdndo- se hasta causar la pérdida de la partida. Este principio estratégico no es nuevo, pues Alekhine lo aplicé frecuentemente en sus partidas; muchas de ellas son un ejemplo de cémo el adversario pierde por- haberse retrasado en el desarro- Uo. El lector ver uno de dichos ejemplos. Queda por decir que sa- ber aprovechar este retraso para 112 promover inmediatamente decisi. vos ataques es actualmente ung de los métodos tundamentales de lucha. Sobre todo, se emplea en ciertas aperturas, donde muchos andlisis teéricos de algunas va. riantes se asientan en la rapidez y sorpresa del ataque. Para citar un ejemplo sefialamos la entrega de un alfil en la casilla 5CD de las blancas en la variante Rauser de la defensa siciliana o el céle- bre ataque contra el punto 3R de las negras por medio de A4AD, C3A-4D y P4AR-P5A en la va- riante Sozin del mismo sistema de defensa. Partida 29 Defensa india moderna Alekhine Marshall Torneo de Nueva York, 1927 1, PaD C3AR 2 P4AD = P3R 3. C3AR = C5R. Este ataque es prematuro y pro- blematico; por otra parte, merece atencién el procedimiento que si- gue Alekhine para su refutacién. 4. CR-2D! ASC 5. D2A PaD 6. C3AD P4AR 1. C2xC = PAXC 8 ASA 0-0 9. P3R P3A La simple aritmética muestra que las blancas han jugado con tres piezas y las negras con dos; ademés, las negras tendrén que cambiar su alfil de casillas ne- gras o retirarlo. La superioridad de las blancas en el desarrollo es evidente; por ello, Alekhine 2 2——e sow? ii | dr el ataque en el centro jniciéndolo con el movimiento de ruptura P3A. 10, ARR o2D Marshall ya ha perdido varios tiempos y continuara perdiendo més: la posicién del alfil 4AR es peligrosa en extremo; por eso, era necesario haberlo cambiado, me- diante 10. ..., A3D. Lo cambia, en efecto, pero un poco més tarde. A2R Adc 11. P3TD 12. 0-0 Diagrama nim. 67 13. P3A La debilitacién del negro se debe a que la torre y el alfil se hallan todavia en su posicién ini- cial, mientras las piezas blancas estén situadas activamente y em- piezan el ataque en el centro, lo cual les daré pronto sustanciosa ventaja. 13... AXA 14. PXA TxP Marshall todavia no se ha dado cuenta del peligro que corre. La continuacién 14. ..., PXPAR; 15. TP, C3A le ofrecia la oportuni- dad de parar momenténeamente el ataque de las blancas y ter- minar su propio desarrollo. Ahora se abrird el juego en el centro, y las blancas irrumpirén en el ‘campo adversario. 15, PARXP TXT+ 16. TXT PAR En caso contrario, las negras sucumbirdn a causa de su misma pasividad. La partida va a tomar un cardcter muy original. 11, DD! a Acertar con esta habil jugada y apreciar sus consecuencias re- ‘quirié una inventiva como la de Alekhine, que entrega una pieza, después de haber calculado que sus peones pueden, con el apoyo del material restante, asestar el golpe definitivo. Wow. P4A Marshall le sale a su contrin- cante al paso: de seguir 17. ... D3C; 18. P5A, D4T; 19. PRXP, PRXP; 20. PACD, Px; 21. D5C!, D2A, las blancas ganarian con 22. PeD!. 18, PXPR! PSD 19. D4A! PxC Con proseguir 19, ..., D2K, no se hubiese mejorado la situacién, porque hubiera seguido 20. C5D, DxP; 21. DxD, CxD; 22. CIR+ y mate a la préxima. 20. DIA+ RIT 2. PXxP! : Diagrama nim. 68 Esta original posicién es con- Secuencia de la valoracién exacta hecha por Alekhine. Situadas en su posicién inicial, tres piezas ne- gras no pueden colaborar a la de- fensa del rey. Siguiendo el prin- cipio sobre el ataque, formulado Por nosotros anteriormente, Ale- khine no olvida en ningin ins- tante el cdlculo concreto de todas las variantes posibles. Y asi, no tuvo inconveniente en jugar 21. PXxP al convencerse de que 21, P6R no le reportaba ninguna ven- taja, debido a 21. ..., C3A; 22. PIR, DIC; 23. TxC, A5SC!; 24. DxD+, RxD; 25. T6D, TIR, y las negras hubiesen podido de- fender su maltrecha posicién, con- tando con la posibilidad de P7A. La variante citada se debe a Ale- khine. (ee DIC 22. DIK P3TR 23. AST! Las negras no pueden mover ninguna pieza, pues a 23, ..., R2T sigue 24. ATA, DIA; 25. A6C+, al mismo tiempo que el avance 114 eee cess del pedn 5R es una seria ame. naza, 23... PAT O bien 28. ..., DxP; 24. ATA, y se da pronto mate. 24. PER P3CR La continuacién 24. ..., C3A; 25. ATA, D2T; 26. TxC, Px 'T; 27, D8A+ causa igualmente la de- rrota. 25. Px 26. TIA. AxP Las negras abandonaron. Esta partida fue galardonada con el premio de belleza. Alekhine realiz6 un trabajo es- timable en la comprobacién teé- tica y prdctica de aquellas posi- ciones en que se entrega un peén a cambio de la iniciativa. Es no- toriamente sabido cudn dificil es valorar con precisién semejantes entregas, porque las ventajas que se pueden sacar de ellas son mini- mas y su cdleulo exacto requiere calar a fondo las peculiaridades de la posicién. Las dos siguientes partidas re- velan la maestria de Alekhine en ejecutar tales entregas, Se juga- ron mientras se preparaba para el enfrentamiento con Capablan- ca. Mas adelante, el lector podré ver esta suerte de entregas en las partidas pertenecientes a las etapas posteriores de su activi- dad ajedrecista. Partida 30 Gambito Blumenfeld ‘Tarrasch Alekhine Torneo de Pistyan, 1922 1 PAD C3AR 2 C3AR P3R 3. PAA Psa 4. PSD PACD Este gambito se debe a B. Blu- menfeld, destacado maestro y pe- rito ajedrecista soviético. Las ne- gras entregan un pedn a fin de formar un poderoso centro de peones. Esta partida impresioné de tal modo, que muchos rehusa- ron posteriormente aceptar ese pedn, 5. PXPR Actualmente se prefiere jugar 5. C3A. (ae PAXxP 6. PxP PaD Diagrama nim. 69 Las negras han formado un centro amenazador e inaccesible; ademés, cuentan con la columna abierta AR y con las principales diagonales 1TD-8TR y 1CD-7TR, con los dos alfiles enfilados con- tra la posicién del rey enemigo. La falta de un peén se compensa suficientemente con las condicio- nes favorables antedichas; condi- ciones que Alekhine aprovecha con acierto. 1. P3R 8. C3A 9. A2R 10. P3CD = C(1C)2D i. AgC D2R 12. 0-0 TaT)1pD Alekhine ha ultimado el desa- rrollo y se dispone a sembrar la confusién en las filas enemigas, mediante el répido avance P4R y- PSR. 13. D2A PAR 14. TOA)IR Como todo buen conocedor del ajedrez, Tarrasch se defiende ma- gistralmente; esto hace que la Partida sea todavia mas intere- sante. El caballo 3AR ocuparé la casilla 1AR, para defender 2TR; el caballo de 3AD saltaré a 1D y se encargaré de defender la ca- sila 2AR. 14... PSR 15. C2D C4R 16. CID C3-5C 1% AxC CxA 18 CIA (Ver diagrama 70) Todo parece indicar que las blancas han logrado una posicién estable y segura; pero Alekhine us Diagrama mim, 70 encuentra un punto débil en el flanco de rey del adversario. 18... Dac! El ala de rey del blanco tiene dos puntos bien defendidos y uno débil. Las negras se proponen ata- car la casilla 2CR, donde se pro- ducira la catstrofe. El procedi- miento de ataque es simple: el caballo negro se trasladara a 5TR a través de 3T y 4A. 19. P3TR! Tarrasch reorganiza de nuevo las fuerzas que defienden el en- rogue: el rey se situard en la casilla 1T, con objeto de que la torre ocupe 1C. pee or 20. RIT C4A 21. C2T PSD! Resulta que la manibra del ca- ballo tiene asimismo otra fit dad: las negras realizan una im- Portante ruptura de peones en el centro. Las blancas no deben to- 116 << ———_— © mar el peén 5D negro; de lo con- trario, tendrian que rendirse ine. vitablemente: 22. PxP, P6R!; 23, CxP, Cx; 24. PxC, DEC, 22. AIA P6D 23. DIA+ = RIT. 24. A2C oe Diagrama mim. 71 ee cé6c+ Este golpe es decisivo, por cuan- to el peén no puede tomar el ca- ballo, ni podra tomarlo, 25. RIC Aap 26. DAT cm+ 2%. RIT T2A 28 DET Pat! Con este movimiento, ias ne- gras privan al caballo blanco de la casilla 4C y preparan el golpe detinitivo. 29. PEC coc+ 30. RIC PxP 3 DxXP PID 32. TA CxT 33. CxC A3R! El motivo de este movimiento se apoya en que las blancas no pueden evitar la pérdida de su peon 3T; por otra parte, existe el peligro de 34. .., T6AL, En caso de 34. DGA, Alekhine tenia preparada la variante 34. ..., T6A; 35. DXPR, A4D; 36. DATD, DxP+; 37. RxD, TéC+; 38. RET, TIC+; 39. RIT, TIT+; 40. RIC, TST, mate. 34. RIT AXPT! 35. PXA T6A 36. C3C PT 37. AGA DxA 38 CxP TxP+ ¥ las blancas se rindieron. Esta partida también fue galar- donada con el premio de belleza. Nuestro biografiado hubo de re- solver muchos problemas, y prin- cipalmente uno de los més difi- ciles e importantes, con el fin de salir _vencedor del encuentro con Capablanca, quien se distinguid por su elevada técnica basada en un profundo conocimiento intui- tivo de la posicién. Por ello, se Propuso superarle pronto en la técnica de los finales y de las po- siciones simples. Su ilusién en ser campeén del mundo le obligé a dedicar mucho tiempo y muchos esfuerzos al estudio de finales; los resultados de estos estudios pueden observarse en varias par- tidas pertenecientes al periodo comprendido entre los afios 1921 y 1927, y no perdié ocasién en ‘comprobar y medir sus posibilida- des al respecto en los torneos. En este libro se ofrecen algu- nas de las partidas que mejor re- velan su alta maestria en la fase fltima de la lucha ajedrecista Partida 31 Defensa Nimzovitch Alekhine — Znosko-Borovski Torneo de Birmingham, 1926 1. PAD C3AR 2 PAD =P. 3. C3AD = ASC. 4. ASC = Este enérgico ataque del alfil estuvo considerado como una de jas mejores continuaciones de esta defensa, ideada por e! pres- tigioso tedrico Nimzovitch; luego, dejé de practicarse. En la actua- lidad, se ha actualizado nueva- mente al haber fracasado los in- tentos de refutacién mediante los movimientos 4. D3C, 4, D2A y 4, P3R. Spassky, ex campeén del mundo, practica con frecuencia la jugada 4. ASC. 4. P3TR 5. AXC Este cambio significa renunciar a todo intento de ventaja que pu- diera lograrse en la apertura. En las partidas de los torneos actua- les, las blancas cifran sus espe- ranzas en la retirada de este al- fil a la casilla 4TR. 5. DxA Hubiese sido mejor tomar an- tes el caballo 3A; de ese modo, se debilitaba la estructura de los peones blancos, lo que facilitaria a las negras activar su juego en el flanco de dama y dificultaria, al mismo tiempo, a las blancas para efectuar cualquier ataque contra la posicign del rey adver- sario, debido a la ausencia de dos piezas menores. M7 6 TIA P3CD 1. C3A ‘A2C 8 P3R 0-0 9 AIR P3D 10. 0-0 AxcD No hay otra alternativa, pues este alfil se encontraria en una situacién delicada ante el peligro- so salto del caballo. Es facil com- prender por qué las blancas to- man con torre. 1. TxA = C2—D 12. C2D! = Sobre este particular, Alekhi- ne comenta: «La intencién de esta jugada es cambiar los alfi- les y debilitar ain mas los peo- nes negros del flanco de dama. Contra esto nada podrén hacer las negras. Desde luego, no se puede afirmar que este plan ase- gure a las blancas una superio- ridad decisiva; pero si un juego activo y con posibilidades de ga- nar y la ventaja de imponer al contrineante la dificil tarea de luchar por unas tablas. »Creo que todo ajedrecista tie- ne el deber de aprovechar tales posibilidades y de intentar ganar la partida sin temer las simplifi- caciones. El juego basado en com- plicar la posicién es una medida extrema, a la cual se debe recu- rrir sélo cuando no es posible trazar un plan claro y légico. En el caso que nos ocupa, las blan- cas se encuentran en semejante situacién; por ello, han de inten- tar materializar su ventaja, aun cuando esto sea tarea nada facil.» Este consejo practico e impor- tante se basa en el perspicaz co- nocimiento de la estrategia y la psicologia de la lucha ajedrecis- ta, y tiene ain vigencia en nues- 118 ,,,, Le tros dias. Verdad es que algunos buenos jugadores han optado por el exfremo opuesto; esto es: sim. plifican la posicién y se confor. man con el anhelado medio pun- to sin preocuparies el aspecto ar- tistico del ajedrez. A pesar de todo, este consejo de Alekhine si. gue siendo valido, sobre todo para los ajedrecistas temperamentales y agresivos y para aquellos que consideran el cambio de piezas como la «pérdida» total de las esperanzas por la victoria, A estos ajedrecistas «violen- tos», Alekhine les ensefia: jApre- ciad los finales, apreciad todo 1o bello y sutil que ofrece la ma- niobra, profunda y Uena de ocul- ta belleza en esta ultima fase de la partida! ee PAR 13. A3A AXA 4 CxA PSR 15. C2D DIR 16. DAT PAAR 11. D6A C3A 18, PacD! Como la ofensiva de las blan- cas en el flanco de dama parece ser muy peligrosa, Znosko-Bo- rovski se apresura a cambiar y simplificar la posicién. Se ha le- gado a la fase iiitima de la par- tida y no parece que las negras corran ningtin peligro; sin embar- go, procedia continuar 18. ..., TRID. i PaTD 19. 'T3T! p2D 20. DxD xD 21. PxP TxP 2. TXT PxT 23. TICD = TICD a. TxT+ «OxT Diagrama nim. 72 Valoremos ahora la posicién. 4En qué consiste la superioridad de las blancas? Basta un somero examen para deducir que su po- sicién es mejor, debido a que los peones de! contrario estén dema- siado adelantados; sobre todo, el 4T y el SR. Si retrocediesen a la casilla 2T y a la 3R, respectiva- mente, la posicién quedaria equi- librada. Aqui es necesario aplicar el método que se sigue para aprove- char mejor las condiciones favo- rables que ofrece la posicién: las blaneas tienen que alternar las operaciones de ruptura P&C y P3A con el ataque del rey al peon 4TD. Supongamos que el rey blanco se propone alcanzar la ca- silla 4TD, entonces el rey negro tendré que defender su peén 4T desde 3C y consiguientemente de- jaria indefenso su flanco. Este plan es el que Alekhine leva a efecto. 25. RIA cap Acerca de este movimiento, Ale- khine dice: «Esta idea es inade- cuada y, por tanto, debe refutar- se. Aqui procedia 25. ..., R2A; 26. R2R, R2R; 27. RID, R2D, y las blancas no hubieran sacado nin- gin provecho, si hubiesen conti- nuado acercando el rey al P4TD; por ejemplo: 28. R2A, R3A; 29. R3C, RSC; 30. RAT, C2D; 31. C3C, R3T, y seria erréneo proseguir 32, CxP?, por cuanto seguiria 32. sey C3C+5 33. RAC, PAAt. »Aparte de esto, las blancas dis- ponian de tres continuaciones ga- nadoras: 28. C3C con lo iwied obligaba a jugar P5T debilitan- do todavia mas este peén, 28. P3A y 28, PAC» 26. R2R 3c 21, RID PST Este pen va acercdndose al rey blanco, con lo cual va perdiendo su fortaleza. Znosko-Borovski su- pone ingenuamente que las blan- cas le permitirén la jugada 28. ... P4A, con la que automaticamente se cerraria el juego en el flanco de dama y se lograrian tablas, pero Alekhine lo refuta, y gana fAcilmente el peén 4T. 28. PSD! ae Con esta jugada el peén de torre cae irremisiblemente. Las negras, en consecuencia, intentan repararse de esta pérdida atacan- do los peones blancos del flanco de rey. 28... cD 29, R2A CAR 30, R3A 5c 31. RAC CxPA 32. RXP PSA La continuacién * 32. a 33, RSC, R2R; 34. RGA, BID 9 | aumentaba la capacidad defensi- va de las negras, aunque las blan- eas forzaban la victoria, prosi- guiendo 35. P5A!, Veamoslo: 35. sa BXB; 36. C4A!, C5C; 37. P3TR, C3A; 38. PATD 0 35. ..., C50; 36. PxP, PXxP; 37. RXP, CXPR, y las negras no podrian detener el avance de los peones 4T y 5D. 33. PXP P6R 34. C3A ceD 35, RSC! iEn efecto, el pedn libre TD es mas valioso que el caballo! oo Pac ¥ también 35. ..., PIR; 36. PATD. P&R=D; 37. CxD, CxC; 38. PST, y la marcha de este pedn seria incontenible. 36. PXP = PxP 31. PATD «PTR 38, PST! : Con ello se evita la casual po- sibilidad de que ganen las ne- gras, después de 38. P5T, P5C!. 38... c1a 39, PST 6c 40. CIR caD+ 41. RAT. Las negras abandonaron. Alekhine aprovecha con gran acierto la potencia de su caballo en el siguiente final. 120 Partida 32 Alekhine Yates Torneo de Londres, 1922 Diagrama ntim. 73 ‘Las blancas se han apoderado de la columna abierta AD, lo que les facilitard irrumpir en la sép- tima horizontal. Pero antes Ale- khine mueve su caballo. 21. CSR! El lector notaré facilmente la diferencia que existe entre el al- fil y el caballo en esta posicién. El alfil, tan amenazador en otras ocasiones, estd ahora arrin- conado en un extremo del tablero y su actividad es nula en la dia- gonal 3T-8A; por otra parte, sus propios peones le impiden acudir al flanco de su rey, donde se de- sarrollaran los acontecimientos. El caballo blanco, por el contra- rio, est4 situado en la importan- te casilla 5R, desde donde domi- na todo el tablero y donde no es accesible a las torres adversarias. Por este motivo, la posicién de las blancas dar sus frutos en las proximas jugadas. ae... TRIC Las negras no podian jugar 21. ‘"EDIA provocando el cambio de torres, puesto que perdian un peon después de 22, TxT, TxT; 23. TXT +, AXT; 24. CGA. 22. P3A! Para dar paso al rey que va a intervenir en la lucha. 2... P6C 23. P3TD = PST 24. R2A RT 25. PAT! Este peOn también se incluye en el ataque. (a TIAR 26. R3C TRIC Las negras no pueden hacer nada positivo. 21. TIA AAC 28, T1-5A! Con ello se pretende doblar las torres en séptima mediante 29. TTR, TIR; 30. TTAR, tras lo cual ya no es posible atacar la torre TAR. 28. A3T 29. TS6A = TIR 30. RIA RIC 31. PST! Se ha legado a una posicién bella y decisiva, en la que el rey blanco representaré el papel prin- cipal. 31. ASA 32. A3T 33. R2T 34. TICR 35. RiT 36, C6A TIAR 3%. TxP! Esta jugada ha sido la idea fun- damental de todo el movimiento combinativo de las blancas. Bho Txc 38. RSR! El rey blanco ha logrado su ob- jetivo. Las negras pierden la torre 3A al no poder retirarla, pues en~ contrarian el mate en dos juga- das; lo mismo ocurriria si juga- sen 38. ..., TI-LAR, para defen- a. oe yeamos otro ejemplo de la maestria de Alekhine en los fina- les, interesante tanto por el Pro- fundo conocimiento de la posicién como por el célculo exacto de las variantes. 121 Partida 33 Defensa francesa Alekhine Tartakower Torneo de Viena, 1922 1. PAR P3R 2 PaD P4aD 3. C3AD = C3AR 4. ASCR = PxP 5. AxC ae En la tercera década, esta con- tinuacién se presenté alguna vez para suavizar las asperezas de la apertura. En la actualidad ya no se practica. Coe PXA 6. CxP P4AR 7. C3AD Es facil ver que las blaneas no han sacado ninguna ventaja de la apertura; en cambio, el alfil negro se situaré en la casilla 2C Y apoyaré las operaciones de ase- dio y destruccién del centro ad- versario. hoe AgC 8 CIA 0-0 9. D2D P4a! Alekhine tiene intencién de en- rocarse largo y efectuar luego la maniobra ofensiva P2TR-4T-5T y TITR-2T-3C. Por esta raz6n, Tar- takower conduce inmediatamente el juego hacia el final, a pesar de estar convencido de que las posibilidades de las blancas con- tinuardn siendo mejores. Fiel a su principio, manifestado en varias ocasiones, Alekhine procura me- jorar su juego de cara a esta fase de la partida. 10, PxP DT li. C5CD! 122 Las blaneas se ven forzadas al cambio de damas, pues la dama negra podria organizar un ataque fuerte, con el apoyo del alfil y de la torre en a columna abier- ta AD. i... DxD+ 12, CxD C3T 13 P3AD = CxP 4. C3C! exc Era mejor situar el caballo en la casilla 5T, a fin de impedir la abertura de esta importante co- lumna. 15. PxC P3TD 16. Cé6éD Tic 17% PACD = TID 18. 0-0-0 AaR 19. CxA TxT+ 20. RxT Txe Diagrama nim. 75 Analicemos esta posicién y po- dremos ver que las blancas, sin duda alguna, estin mejor. {Por qué? Por las siguientes razones: 1) Los peones negros se han debilitado mucho, y seran pronto objeto de ataque del alfil blanco. 2) Las blancas pueden tener un peén libre en el flanco de dama, preparando primero el avance PSC y adelantando des- pués los otros peones, mientras las negras no tienen posibilidades de conseguir lo mismo en el flan- co de rey. Alekhine actuaré de acuerdo con este criterio. 21, AIR RIA 22, RA T2A 23. TITD RIB 24, P3T PSA Esta jugada es un error. Tar- takower pretende adelantar los peones de este flanco, con lo cual no lograra sino debilitarlo. Tenia que haber atendido al movimien- to 24, ‘'T2D, con objeto de po- der colocar el alfil en la casilla 3C, donde hubiera ocupado una posicién inmejorable. 25. R3C T2D 26. TST! Con el fin de activar todas las Piezas. Tras esto, a 26. ..., P3A seguiria 27. A3A, RID; 28. P5C. PxP; 29. TxP, y a 26. ..., TAD? 21, A3A! Por lo tanto, no se pue- de evitar que la torre blanca pase al flanco de rey y amenace con tomar el peén 2T. 26... A2A 21, TSTR = TID 28. A3A P3C 29. TxP TxP 30. AST! Hasta aqui, el juego de las blancas se ha basado en el pro- fundo conocimiento de los fina- les; a partir de este momento se basard en el cdlculo perfecto, Ale- khine colabora a que su contrin- cante tenga dos peones libres y peligrosisimos, porque ha calcu- lado y previsto todas las peripe- cias que pueda deparar la lucha. 30... TXxP 31. TxP+ RID Si 31. ..., R3D, se hubiese per- dido el peén 5A. 32. AMC! PAR! ‘Tartakower cifra sus esperan- zas en la entrega de la calidad. ‘Uno se imagina lo satisfecho que estaria en esta posicién, pues el avance de estos dos peones pare- ce incontenible. 33, TID+ RIA 34. T2D+ TxA 35. PxT PGA! Diagrama mim. 76 De qué modo detener la mar- cha de estos peones libres? Alekhine propone algunos pro- cedimientos inadecuados a este fin, pues dichos peones se colo- 123 a can sin dificultades en octava. Veamos si es posible evitarlo: 1) 36. R4A, PSR; 37. RAD, ASA; 38. TZAR, P6R; 39. TXP, PIR 6 38 TID, P6R; 39. TITD, PIR, y no se puede detener la marcha de los peones. 2) 36, T2T, PSR; 37. T8T+, ; 39. P5CR, ASD!; 40. T6A, AAR! 41. TIA+, R3R, y las negras consiguen las tablas por ataque continuo a la torre, que no puede abandonar la columna AR. En esta variante se da la curiosa circunstancia de que con 39. ..., P6R las negras no con- siguen tablas, porque, después de 40, TxP, PIR, las blancas ganan dando previamente jaque desde la casilla 3D y colocando luego la torre en 3R. 3) 36. R2A, PSR; 37. T4D!, PGR; 38. RID, P7R+; 39. R2D, AGC; 40. T4R, AST; 41. TSR, A3C, y tablas. 4) 36. P5CR, P5R; 37. TSD (las blancas pierden con 37. P6C, pues sigue 37. ..., A&R o bien 38. P6R), 37. ..., PTA; 38. TSTR, PGR; 39. P6C, P7R; 40. PIC, P8A=D; 41. P8C=D, R2C; 42, D5D+, R2T, y las blaneas no pueden ganar. Alekhine no tuvo necesidad de llegar a esta posicién, lo cual sig- nifica que tenia previsto el si- guiente movimiento. Lo que sor- prende aqui es la armonizacién de ideas de este gran ajedrecista ruso que supo, mejor que otros, matizar los planes estratégicos con el brillante colorido de com- binaciones y golpes tActicos. 1 estilo de Capablanca tam- bién se distinguié por la maes- tria en saber adornar con «peque- fias y efectivas combinaciones» la desnudez de la estrategia. La pre- sente partida pone de manifiesto que Alekhine no quiso ser infe- 124 rior al campeén del mundo en este aspecto. 36. TSD! La solucién de este dificil pro- blema es digna de una composi- cin ajedrecista: no hay otra for- ma de poder detener el avance de los peones. El contenido del co- mentario que hace el gran maes- tro ruso sobre este movimiento interesa sin duda a todos, inclui- do el ajedrecista contempordneo conocedor de muchas obras sobre finales: «Las dos varientes en que se analiza este movimiento, ex- trafio a primera vista por atacar al peén defendido y permitir el avance del otro, pareceran sim- ples en cuanto se comprenda la idea fundamental de que estos dos peones son inofensivos. »En la primera variante, el rey blanco los pararé cuando se en- cuentren en casillas del color de la de su alfil; por ejemplo: 36. P7A; 37, TID, P5R; 38. R2A, ASA; 39, TIAR y 40. RID. Y en la segunda, la torre podra dete- nerlos cuando se sitde detrés de ellos, pero sin perder ningin tiempo; véase: 36. .... P5R; 37. TSAR, AGC; 38. P5CR, PGR; 39. TXP, PIR; 40. T3R» 36... PSR 37. TSAR = AGC. 38. P5SCR R2D 39. PéC R3R 40. PIC os Lo mas simple. 40... RxT 41. P8C=D ASA 42, DIA+ RSC Y¥ también 42. ..., RAR; 43. P4A. U 43. D6C+ AC 44. DxP+ R6C 45. D6C BSC 46. DxP. Las negras abandonaron. En la disputa por el titulo mun- dial, Alekhine tenia que enfren- tarse con un ajedrecista que se distinguia por su extraordinaria habilidad en jugar posiciones de cardcter téenico y por su innata y rica intuicién. Eso le indujo a ejercitarse en este aspecto de la lucha ajedrecista. En muchas de sus partidas, per- tenecientes a este periodo prep: ratorio, vemos a menudo la ten- dencia a dirigir la lucha por el cauce puramente técnico. Las dos que ofrecemos seguidamente se- falan esta cualidad y son verda- deros modelos de cémo Alekhine supo prepararse en este sentido. En los dos casos descubrimos la alta maestria del futuro campeén del mundo en jugar posiciones sa- turadas de sutilezas ocultas, aun cuando parecen no tener ningin interés. Partida 34 Defensa Alekhine Thomas Alekhine Torneo de Baden Baden, 1925 1 PAR C3AR 2 P3D No es éste el modo de refutar ja defensa Alekhine. Por lo mis- mo, no sorprende que las negras Se hagan con la iniciativa en los Préximos movimientos. Thomas trata de formar con las blancas algo »arecido a la defensa holan- desa este sistema se aplica ac- tualmente en la defensa india de ey con blancas. Pero los maes- tros actuales procuran atenerse siempre a la teoria general de las aperturas, pues la eleccién de jugadas, casuales y sin este hilo rector, suele traer consecuencias catastréticas, coe P4A 3. PAAR = C3A 4 C3AR = P3CR 5. A2R A2C 6 CpD2pD? Este movimiento es un ejemplo de lo dicho anteriormente. iTie- * ne alguna finalidad? Prosiguien- do 6. P4A y 7. C3A, se hubiesen opuesto al avance P4D del con- trario; avance que seré ahora més contundente y peligroso. ecees P4D 7. 0-0 0-0 8 RIT P3C 9. PxP DxP Hay que privar al caballo 2D de la casilla 4R. 10, DIR ARC. ll. C4a csD 12 C3R D3A 13. AID i La posicion de las piezas blan- cas es lamentable; se han amon- tonado desordenadamente en sus primeras lineas. Y Alekhine leva a efecto ataques enérgicos, para debilitar sensiblemente el disposi- tivo adversario. aeeee ss cap! 14. C(3A)xC A 14. C(3R) xC hubiese sucedi- do 14. ..., DxC; 15. DxP, TRIR, 125 y las negras hubieran presionado con fuerza. we... PxC 15. CxC DxC 16. A3A D2D 1. AXA DxA 18 PSA Las blancas han preferido la relativa debilitacién de los peo- nes 3A y 3D antes que la mas valiosa del peén 2A. 18... PxPa.p. 19. PxP TDIA 20. A2C TRID 2. T3A A3A 22. PAD Como quiera que sea, las blan- cas tenian que hacer este movi- miento. Y el plan de las negras consistiré en aprovechar la debi- litacién de los escaques blancos. ee DAD 23. DSR D4CD 24. DID T™4D 25. P3TR = P3R 26. TIR DST 21. TIT PACD 28. DID TSA! Las piezas negras pretenden afirmarse en los cuadros blancos. Las blancas tendrén que admi- tir tarde 0 temprano el cambio de damas, lo cual les dificultard todavia mds defender sus casillas blancas. 29. D3C T3D 30. R2T T3T 31. T31A = ARR 32. RIT ‘TS-3A! Como las blancas retrasan el cambio de damas, Alekhine va a 126 acelerar este cambio, reforzando el ataque contra el peén 2T por medio de la maniobra DSA, TST y T(3A)3T. 33. TQA)IR AST! 34. TIAR DSA 35. DxD i El cambio se produce dos mo- vimientos antes de que las negras lo forzasen, Tras esto, se produ- ciré un final de torres y alfiles del mismo color. 35... TxD 36. P3T ARR Diagrama mim. 77 En esta posicién ganan las ne- gras, y su plan de juego es bien sencillo: el rey se trasladaré al punto 4D desde donde amenazaré con situarse en 5R o en 5A. De ocupar el rey blanco la casilla 3D en ese instante, el ataque P4R re- solveré la contienda a favor de las negras. 37, TRICD A3D! Alelchine no desperdicia la oca- sién para forzar a los peones ad- versarios a situarse en casillas del color de su propio alfil, lo cual seré de utilidad y provecho en un posible final de alfiles del mis- mo color. 38. P3C RIA 39. R2C RR 40. REA Rep 41. R2R RUA 42. T2T = Como el rey negro ha defen- dido su peén 4C, existe el peligro de 42. ..., T5-5T. a. 15-57 43. TlarT = RAD 44. R3D T34T 45. AIA P3TD 46. A2C PaT Ante la posibilidad de que las negras jueguen PST, otro pedn blanco se ve forzado a situarse en una casilla de color negro. 4. PAT Diagrama mim. 78 Ch P3A El movimiento de ruptura PaR Permitirdé a las negran trasladar su torre 5T al punto 5CR. Por tanto, la catéstrofe de las blan- cas es inevitable. 48. AIA PAR 49. PAXP PxP 50. A2C Y también 50, PxP, AxP; 51. AMA, AXA; 52, PXA, TxPA, 50... PxP 51 PxP PSC! ¥ las blancas se rindieron. La exactitud de las maniobras de Alekhine en Ja siguiente par- tida convirtié la parte final de ja misma en un clasico ejemplo de materializacién de pequefias ventajas sacadas de la posicién. Partida 35 Defensa francesa Alekhine Spielmann Torneo de Nueva York, 1927 1, PAR P3R 2 Pap PAD 3. C3AD = C3AR 4 ASCR = A2R 5. PXP e Alekhine efectué este cambio a Pesar de haber demostrado mas de una vez que rendundaba en beneficio de las negras. Siendo asi, gpor qué lo hizo? Porque Spielmann fue un ajedrecista de estilo combinativo tajante y, por ello, estimé més oportuno Hegar Pronto a una lucha de finales. Por otra parte, tenia que ejerci- tarse en finales de partida, para 127 su préximo enfrentamiento con Capablanca, y lo hizo con pertec- cién y esmero, Esto podré com- probarlo el lector més adelante. CxP 6. AXA DxA 1. DID DSC 8. CxC DxD+ 9. RxD Px 10. TIR+ ASR? Las previsiones de Alekhine se confirmaron en este error, come- tido por Spielmann, al simplifi- carse la posicién. Aqui procedia 10. ..., RIA. M, O3T! Situado en la casilla 4A, este caballo tendra muchas posibilida- des, por ejemplo: el cambio en 6R, el ataque contra 5D y el sal- to a 5R y 5AD por 3D. mw. C3A Este movimiento es un error, pues no ha hecho mds que debi- litar los peones. Un procedimien- to defensivo eficaz consistia en 11. ..., P3AD; 12, C4A, R2R y el consiguiente movimiento 13. .... cp. 12, ASC R2D 13. C4A TDIR 14. P4at R3D No hay otra forma de evitar que se produzca la catéstrofe en el escaque 4D de las negras. Tras esto, el juego se reducira a un complejo e interesante final de torres. 15. P5A+ 2D 16. TSR P3A 128 11, TxA xT 18 CxT RxC 19, AxC PXA Diagrama num. 79 Alekhine estima que las blan- cas ganarén en este final, pues su ventaja principal estriba en la posicién de sus peones y en la actividad que podré desarrollar su torre cuando alcance el esca- que 6TD en pocas jugadas y ata- que los debilitados peones de aquel flanco. 20. TIR+ 2D Sobre el ultimo movimiento de las negras, Alekhine comenta: «Es mejor que 20. ..., R2A, porque las blancas hubieran ganado pro- siguiendo 21. R3A!, TICD; 22. 3R, por cuanto la torre de las negras tendria que vigilar la co- lumna CD, y no podrian impedir los siguientes movimientos del ad- versario: P3TD!, R2A, P3A! y T3CD. Después de 22. ..., THR; 23. R2D, la torre blanca se infil- traria en la retaguardia del con- trincante. »Conviene sefialar que las ne- gras tampoco podrian provocar el cambio de torres si estuviese el rey blanco en la casilla 2A en lugar de 2D. Con el cambio de torres se legaria a un final de peones desventajoso para las ne- gras: ..., TIR; TXT, RXT; B3C, R2D; RAC, RIA; RST, R2C; P3A! (0 P4CD! si ya se hubiese juga- do P3A). Al haberse agotado to- dos los movimientos de pe6n en el flanco de rey, las negras se verian forzadas a proseguir P3T a lo que seguiria P3CD!, R2T; PACD, R2C; P&TD, R2T; PSC, PTXP; PxP, PxP; RxP, R2C; P6A+, y las blancas ganarian fa- cilmente. jEste final de peones es muy instructivoly. 21. RSA TicD 22, T3R TIAR 23. T3C Tea 24. RAC o Antes de trazar su plan de ata~ que, Alekhine busca procedimien- tos seguros. we. T2R 25. R3A T2A 26. T3T P3TR 2%, RD! Diagrama mim. 80 Lo mejor para ganar, pues las negras no pueden defender su peén 2T. Vedmoslo: 27. ..., RIA’ 28. T3TD, R2C; 29. T3R!; de ese modo, se penetra en la columna de R, y el citado peén sucumbira igualmente. Sin embargo, la lu- cha entrafia todavia muchas suti- lezas. at... T2R 28. T3TD La continuacién 28. T3R ofre- cia la victoria a las blancas, por- que el contrincante hubiese teni- do que aceptar el final de peones;- sino, a 28. ..., T2A seguiria 29. T3TD, y perderia la partida. En el caso de producirse el final ci- tado, la lucha de reyes y peones habria podido transcurrir asi: 28. TXT; 29. RxT, R3R; 30. R4A, P3C_(30. P4C+?; 31. R4C); 31, P4CR, En este lugar, Alekhine da la siguiente variante: 31. ..., 32. R3R, R2D; 33. R3D, 4. R3A, R2C; 35. RAC, R3T; 36. RAT, R2C; 37. RST, P3T (des- pués de 37. ..., RIA, la partida Se resuelve prosiguiendo 38. R6T y_adelantando luego los peones 2TD y 2C); 38. PATD, R2T; 39. P3C!, R2C; 40. PAC, R2T; 41. P5C, PTXP; 42. PxP, R2C!; 43. P6C! (en el caso de 43. PxP+?, las negras proseguirian RIC y RIA y tablas), 43. ..., PXP+; 44. PxP, RIC; 45, R6T, P4AD; 46. PxP, ; 47. PIC, P6D; 48. R6C, PID; que mate. Al calcular esta variante, Ale- Khine omitié el movimiento 43. P6C!, lo cual es extrafio en él; por ello, eludié reducir el juego a un final de peones. Lo que facili el contraataque de la torre negra. 129 28... TSR 29. TAT RIA 30. P3A TST 31. P3TR = R2C 32. R3R Paa! 33. TAC+ RIA 34. PAT PAC? Spielmann pierde la ocasién de aprovechar el error cometido por Alekhine en el vigésimo octavo movimiento. Después de 34. ..., P5A+!; 35. R2A, TAT, hubiese po- dido trasladar la torre al punto 2AR y las negras tendrian atin esperanzas de hacer tablas. Aho- ra perderan la partida. 35. PST P5C 36. PTXP PxP Diagrama mim. 81 El blanco ganar el peén 2T y, por consiguiente, dard fin a la lucha. 3h... PXP 38. PXP T8T 39. TIC T8R+ 40. RAA! TsD 130 41. BSR TSR+ 42, BSA Tsp 43. TxP! Después de haber cometido el error antedicho, las blancas vuel- ven a materializar con elevada maestria su superioridad. Las ne- gras tendrén dos peones libres y Peligrosos, el 4D y el 3T. Pero Alekhine consideré acertadamen- te que su pedn 6T era el artifice de la victo: aes TxP 44. T8T+ R2D 45. PIA TsTD 46. PIT! rat 47. P3C! El avance de este modesto peén hace posible que el rey blanco se dirija a la casilla 4D, punto comin a los dos flancos, lo cual no se podia jugar en seguida por- que a 47. R5R hubiese seguido 41. ..., TER+ At. TST 48. ROR T8R+ 49. RGA ‘T8TD 50. ROR TSR+ 51. RAD! ae Se acaba de dar con el plan justo que leva a la victoria. Aho- ra el peén 4A avanzaré ya répi- damente. Bl... TesD+ 52, R3A T8TD 53. PSA! RR El caso diverso, las blancas ga- narian en seguida, jugando P6A y PTA. 54. RAD PT 55. R5R T8R+ 56. R4A! a EI rey blanco se mueve con mu- cha efectividad; se situard en la casilla 5C, de donde se apodera- ra del peén negro 5T. 56... ‘T8TD 57, RSC T8C+ Hay que entregar el peén 5T. En caso de 57. ..., P6T, las blan- cas ganarian asi: 58. T8T!, TxP; 59, TXP, TST; 60. P6A+, R2A; 61, TIT+, R1A; 62. TxP. 58. RXP T8T 59. RSC ‘Se va a realizar la altima fase del plan: el rey blanco se dirigiré al flanco de dama, con objeto de apoyar el ataque de sus peones. 58... T8C+ 60. RAA T8TD 61. RSR TSR+ 62. RAD T8STD 63. R3A 16T 64, R2C 13T 65. P4C RA 66. R3C 18st 67. PGA! Diagrama nim. 82 La torre negra se ve forzada a colocarse en el escaque 3T. 61... T3T 68. PSC PxP 69.. RAC. ¥ las negras dejaron de oponer resistencia, pues a 69. ..., P3A si- gue 70. T8TR!. Hemos seguido de cerca el jue- go de Alekhine realizado en los afios de intensa preparacién para el encuentro con Capablanca. Y ahora veremos unas partidas de este histérico encuentro. Partida 36 Defensa francesa ‘Capablanca Alekhine Primera partida del «match», 1927 1, PAR P3R 2 PaD PaD 3. C3AD ASC 4, PxP Se ha legado a la variante de Cambio de la defensa francesa. En aquel entonces, este sistem suscitd discusiones sobre si | blancas debian o no ceder la pre- sién ejercida sobre el centro, En la actualidad se ha legado a la conclusién de que simplificar el centro no beneficia a las blan- cas; y asi, se prefiere jugar 4, P5R y, por tanto, iuchar portia- damente. Esta partida, y no otra circunstancia, es la causa de que se sacase tal consecuencia, porque Alekhine demostré irrevocable- mente la insuficiencia que presen- taba la estructura de las blancas. Ae 5. ASD PxP C3AD 6 CR2R CRB 1. 0-0 AGAR Este movimiento es una de las principales bazas de las negras, porque las blancas no pueden elu- dir el cambio de su activo alfil. 8 AXA cxA 9. D3D Dep 10. CID El cambio del caballo negro 4A quitaré demasiados tiempos a las blancas. Lo mds simple era 10. AdA. 10. 0-0 ll. C3R exc 12 AxC TRIR 13. C4A Esto es una imprecisién seria, que Alekhine aprovecha sirvién- dose de un procedimiento combi- natorio. Capablanca hubiese man- tenido un juego equilibrado, pro- siguiendo 13, A¢A y 14. P3AD. 13... A3D! Asi, se induce al contrincante a meterse en un terreno resbaladi- zo: el ataque de las negras po- dria ser irrechazable después de 14. CXP, AxP+; 15. Rx A, DxC; 16. P4AD, DAT +; 17. RIC, TDID; 18. P5D, T3D. Capablanca no acepta el reto; pero se mete pron- to en otro lugar atin mas resba- ladizo y desagradable. 14. TRIR jOtra imprecisién! No es conve- niente que el caballo negro salte a la casilla 5C; por ello, proce- dia 14. P3AD. 132 we... csc 15. D3C Aqui, el maestro cubano come- te un grave error. Tenia que ha- ber hecho 15. D2D, para defender doblemente la torre 1R y el ca- ballo 4A. 15 DIA 16, TDIA? Diagrama nim. 83 Las blancas han cometido nue- vamente una jugada errénea, aunque, de otra suerte, tampoco les hubiese sido facil defenderse. A este respecto, Alekhine indicé Jas siguientes variantes que mues- tran la ventaja de las negras, aun cuando el contrincante hubiese jugado mejor: 1) 16. TRIAD, P4TD!; 17. P3TD, PST; 18. D3A, C3A; 19. C3D, TSR y el consiguiente movi- miento T1-1R. 2) 16. C3D, CXC; 17. DxG, DxD; 18. PxD, ASC; 19. TRIAD, P3AD y, luego, PATD!, lo que si- tuaria a las negras en un final con muchas posibilidades. — 16... CxPA! Aunque légico, este movimien- to lleva dentro de si una peque- fia sutileza, El campedn del mun- do no la advertiria; de otro modo, no se explica su error en esta combinacién relativamente ele- mental. ln Tx Dxo He ahi la sutileza: después de Vi. ..., AXC; 18, TSA, las blan- cas recuperaban facilmente el peén; mas, ahora, el peligro de mate limita bastante sus posibi- lidades. 18. P3C DIA Si hacemos ahora un pequefio balance veremos que el negro ha ganado un peén, y el blanco tie~ ne mejor posicién. La tenaz re- sistencia de Capablanca hard que toda esta partida sea interesante. 19. T22R P3CD 20. DSC PaTR 21, P&TR = TSR! Con la intencién de tomar con la torre el peén TR y dar mate. 22, A2D! Este eficaz movimiento defensi- vo se funda en el contraataque. Bean TxPD 23. A3A TsD 24. ASR. TID 25. AXA TxA 26. TSR DEA 21, TxPT! Las blancas han desplegado una actividad extraordinaria; tanto que pueden dar mate en una ju- gada. Y es curioso observar la ha- bilidad con que Alekhine quita la iniciativa a su tembile adversa- rio y vuelve a dominar la situa- cién, RI... DxT 28. TSR+ RT 29. DxT+ D3 30. DID T3R! Devolviendo el peén de mas y aprovechando la oportunidad para lanzar el resto de las fuer- zas contra el adversario, las ne- gras ganarian sin dificultades este final de damas. Por ello, Capa- blanea prefiere conservar la torre. 31. TST ‘TAR 32. TxP P4AD 33. TID Esto facilita el juego de las ne- gras. Era mejor 33. R2C, si bien la extraordinaria actividad de las fuerzas negras hubiese aumenta- do igualmente. ee D3R 34. D3D+ = P3C 35. T8D PsD 36. PAT T3R+ (Ver diagrama 84) Por segunda vez, lo decisivo en esta partida es la debilitacién de la primera horizontal de las blan- cas, cuyo rey se vera sometido a un fuerte ataque. Sin embargo, no se puede poner un signo de admi- racién al Ultimo movimiento de Alekhine, pues no advirtié la po- sibilidad de seguir el procedi- miento tactico 36. ..., D2R; 37. T8CD, D2A; 38. T8TD, D3A y ga- nar inmediatamente la partida. 133 Diagrama nim. 84 Este descuido habré de atribuir- se a la emocién, causada por ju- gar la primera partida del en- cuentro que fue la ilusién de toda su vida. 37. R2C D3A+ 38. P3A T6R 39. DID D3R 40. PACR = TIR+ 41, R3T D6R 4. DITR D5A Existe el peligro de 43. ..., TIAR. 43. P5STR T7AR ¥ las blancas se rindieron. La siguiente y undécima parti- da fue totalmente distinta. En ella, Capablanca pudo apreciar la elevada maestria de Alekhine, tanto en lo relativo a la resolu- cién de problemas estratégicos como en el juego posicional y en los finales. Partida 37 Gambito de dama Capablanca Alekhine Undécima partida del «match», 1927 1. PAD P4aD 2 P4AD =P3R 3. C3AD = C3AR 4. ABC cp2p 5. P3R P3A 6 C3A Dar Se ha llegado a la conocida va- riante Cambridge-Springs, cuyos andlisis Menaron las paginas de muchas revistas de la tercera dé cada. Basado en la clavada del ca- ballo blanco 3AD y en el ataque del negro contra el punto 5R, el contrajuego de las negras es bas- tante contundente. Pero como suele ocurrir, pronto se hallaron posibilidades de impugnar este ataque organizado sobre la mar- cha y, por ello, la variante en cuestién casi desaparecié de los torneos. {Por cuanto tiempo? éHabré algin gran maestro que vuelva a practicar este sistema de apertura, rico en curiosas su- tilezas? 1% C2 A5C 8 D2A PxP 9. Ax CxaA 10. CxP 2A ll. P3TD A2R Ahi esté el nudo gordiano de la posicién, de cuya valoracién depende la suerte de toda la va- riante. Las blancas disponen de mayor espacio y restringen con- siderablemente la movilidad de las piezas contrarias. Las negras, Por su parte, conservan la pareja de alfiles, que pueden desplegar una actividad estimable en cuan- to se rompa el centro, a pesar de Jo cual tendran que defenderse con tenacidad y con la mira pues- ta en el contraataque, después de haber preparado el avance P3CD y P4AD. El lector observard la precision e inventiva con que Ale- Khine se abre paso y se hace con la iniciativa. 12. AgR En una de las tiltimas partidas del encuentro, Capablanca jugé 12. P3CR y aplicé con acierto la accién de este alfil en fiancheto. IB. 0-0 13. 0-0 A2D 14. PACD = P3CD 15. A3A TDIA 16. TRID TRID 11. TDIA AIR 18. P3C a La movilidad de las negras con- tinta siendo muy limitada. Con su tiltimo movimiento, Capablan- ca ha obstaculizado 1a “posible maniobra P4R, C4D y C5AR de aquéllas. aes c4aD 19. C20 DIC 20. C3D Adc Con ello se pretende impedir, Por lo pronto, el movimiento P4R de las blancas y disponer del P4AD propio en el instante opor- tuno. 21. TIC D2C 22. PIR exc 23. DxC DIR La continuacién 23, ..., T2A; 24. A2C, ASA; 25. PSR, A2R; 26. T(1C)1A, D1A se ajustaba mas a las circunstancias. 24. PATR = AST. 25. CSR P3C 26. Cac Capablanca ha cometido su pri- mer error, lo que ofrece a Alekhi- ne ocasién para romper el juego y pasar a la contraofensiva. Pro- siguiendo 26. C4A y, luego, 27. P5R, las blancas hubiesen logra- do una buena posicién para su caballo en el punto 6D. 26. A2C 21. PBR PaTR 28. C3R Diagrama ntim. 85 28... P4saD! Acaba de producirse la tan es- perada movilizacién de las piezas negras; la accién de sus aifiles puede ser muy contundente. La entrega de este pedn es pasajera, por cuanto se recuperara después de la légica continuacién 29. PDxP, PxP; 30. TxT, DXT; 31. xP, D2A. Pero Capablanca opta 135 por otro procedimiento, que, sin embargo, no debilita la posicién de las negras. 29. PCxP PxP 30. PSD De esa manera, el campeon del mundo tampoco sortea las difi- cultades; si hubiese proseguido 30. TIC, T2D; 31. TxT, AXT; 32. PSD, PxP; 33. CxP, D3R; 34 C4A, hubiera simplificado 1a po- sicién y conseguido facilmente las tablas. 30... PxP 31. CxP D3R 32. C6A+ ‘Tenian que haber proseguido la lucha con 32. TIC, AxP; 33. DST y no hacer esta jugada, tras la cual tendrén un peén aislado en la casilla 6AR. 32... AxC 33. PXA TxT+ 34. TXT A3A! Con ello se intenta reducir el juego a un final de piezas ma- yores. 35. TIR Las blancas no pueden tomar el alfil adversario, porque perde- rian el peén 6A. a D4A 36. T3R PSA 31, PAT PAT! Para rehuir la habil estratage- ma empleada por Capablanca: después de la errénea continua- cién 37. ..., AXP?; 38. A4R, D2D (es mejor 38. DSC); 39. T3A, 136 RT; 40. DSR, las blancas ataca- rian al rey y ganarian la partida. 38. AC 39. RxA AXA DAD+ Se ha producido un complejo final de piezas mayores, que sue- le exigir a los jugadores alta maestria en finales y en ataques combinatorios. Como el lector ha podido comprobar, Alekhine esta- ba bien dotado de estas dos cuali- dades. Por ello, materializa su ventaja posicional con maniobras que cautivan por su impecabili- dad y belleza, aun cuando come- ta algunos errores. 40, R2T D4AR 41, T3A D4aD 42. T4A ReT 43. T4D D3A? Los errores, cometidos por es- tos dos grandes maestros en la presente partida, ponen de ma- nifiesto las dificultades que en- trafia jugar un final de piezas mayores, Este desacertado movi- miento de la dama negra hubie- se podido ocasionar las tablas, mientras la acertada continuacién 43. ..., D3C!; 44. T4A, RIC man- tenia las esperanzas en ganar la partida. 44, DxPT PGA 45, DIT RIC 46. D7R! La bondad de esta jugada con- siste en provocar las tablas si se prosigue 47. T83D+, TXT; 48. DxT+, R2T; 49. D7R, D3R; 50. PST, PIA; 51. DIA, D6C; 52. P6T. eres DIC ai, Dip? _— Después de haber hecho una buena jugada, Capablanca ejecu- ta otra que le hard perder la par- tida; si hubiese continuado 47. TID!, DxP+; 48. RIT!, hubiera Megado a una posicién de tablas; vedmoslo: 48. ..., DIT; 49. T8D+, TXT; 50. DxT-+, R2T; 51, DEAR, paar En otro caso, las negras hubie- ran hecho P7A. 48... DxP+ 49, RIT DSA+ 50, R2T DIA+ 51. R3T TIAR 52. D6A! D8A+ 53. ReT DIA+ 54. RIT D8A+ 55. R2T R2T Tras esto, las negras tratarén de situar la torre en la casilla 1D 0 en la ICD. 56. D4A DIA+ 57. R3T psc! Con esta fuerte jugada hard que las negras ganen la partida, pues, en el caso de 58. PAC, la ga- narian asi: 58. ..., PTA!; 59. DxP, TIR!; 60. TxT, PxP y jaque mate. 58. T2R D8A+? Las negras ganaban prosiguien- do 58. ..., DET +; 59, T2T, DéA. 59. RIT DxP 60. PST? (Ver diagrama 86) Capablanca ha vuelto a come- Diagrama nim. 86 ter otro error; no advierte el efec- tivo final de esta partida; podia haber aprovechado el cometido por Alekhine, para jugar 60. T2aD!. 60. Tip! Alekhine nos depara ahora un final asombroso. Pues las blancas han de rechazar sobre todo, la amenaza 61, ..., TID. 61. Per DsA! Persiste la amenaza 62. ..., [7D o 62. ..., TED. 62. DIR TD 63. TXT PxT 64. PIT P8sD=D 65. P&8T=D Se diria que la contienda toda- via no esta resuelta; pero Alekhi- ne supo prever las posibilidades de un final de mate extraordi- nario. 65... DE8O+ 66. RIT D(SD)8A+ 137 ¥ el blanco hubo de rendirse, Porque a 67. D2C seguiria 67. ..., D8T y mate. Partida 38 Gambito de dama Capablanca Alekhine Vigésima partida del «match», 1927 1. PAD PAD 2. P4AD P3R 3. C3AD C3AR, 4. ASC cpzD 5. P3R AIR 6. C3A 0-0 7. TIA P3TD 8, P3TD Presenciamos la cldsica lucha por un tiempo: las blancas no sa- can el alfil a la casilla 3D; es- Peran que las negras tomen el peén 4A. Los te6ricos estudiaron mucho tiempo esta suerte de lu- cha y, finalmente, dedujeron que la ganancia de un tiempo no re- portaba ningin beneficio a las blancas y que lo mejor era cam- biar su peén 4A con el 4D negro al comienzo de la partida. Desde entonces, el llamado eataque de las minorias» esté considerado como el’ mejor método de lucha Para las blancas; esto es: luego de haber efectuado dicho cambio, adelantan los peones 2TD y 2CD hacia la rigida posicién de los Ppeones adversarios. & .. P3sT 9 AaT PXP 10. AXP PACD! Este método de Mevar a cabo el desarrollo del alfil de dama, conocido por el nombre de «fian- 138 i cheto ampliado», facilita a las ne- gras situar cémodamente dicha pieza en la casilla 2C y reavivar el juego en aquel flanco. 1, AgR Esta pasividad en el juego mite a Alekhine tomar la inicia- tiva. Las blancas podian haber presionado sobre el dispositivo contrario continuando 11. A2T y, luego, AIC y D2A, con lo cual creaban situaciones de mate. i. ... A2C 12. 0-0 El blanco no podia jugar 12. PACD, con objeto de impedir al negro la jugada 12. ..., PAA, por- que, en tal caso, éste hubiese res- pondido 12. ..., PATD! y organi- zado un ataque contra los peo- nes 3T y 4C, 1... PsA 13. PXP Esto significa que las blancas no intentan sacar ventaja de la apertura; por lo comin, éstas ad- miten el aislamiento de su peén central, si el contrario toma en 4D. Pero Capablanca no quiso me- terse en posiciones tan arriesga- das como ésta. 18... CxP Tal precision en el cdlculo es propia de Alekhine: en el caso de que las blancas prosiguieran 14. AXxC, AXA; 15, CxP, para sacar provecho de la poco sélida defen- sa de este caballo, las negras res- ponderian 15. ..., DxD; 16. TIARXD, C6C y mejorarian su juego después de 17. TIA, AXC; 18. AXA, PXC; 19. AxT, TxA. 14. CAD TIA 15. PACD Diagrama mim. 87 1B... 4-2! Alekhine demuestra conocer muy a fondo la posicién. En las posiciones en que estan fijados los peones del flanco de dama y el juego se Neva por la columna AD, toma la iniciativa el primero que logra ocupar con el caballo wn puesto avanzado en la citada columna, o sea, la casilla 5A, res- pectivamente. Por eso, Alekhine elude 15. ..., C4-5R y se propone dirigir el caballo a la casilla 5A a través de 2D y 3C, 16. A3C Mientras Alekhine juega con in- ventiva y arte, Capablanca se li- mita a ejecutar movimientos 16- gicos y, por eso precisamente, va empeorando su posicién. Aqui te- nia que haber jugado 16. C3C y responder a 16. ..., C3C con 17, CST, a fin de tener recursos para ja lucha porfiada que va a de- sencadenarse; pero le dolia sacar el caballo de su excelente posi- cién central y levarlo a un ex- tremo del tablero. 16... cc VW. D3C C3A4D Todas las piezas negras se dis- Ponen a cooperar para que el ca- ballo 3C se afiance en la casilla 5AD. En el caso de que el caballo 4D se cambiase con el de 3A, el alfil 2C se situaria en 4D para dominar desde ahi la casilla 5AD. 18 A3A TSA! 19. C4R DIA 20. TXT? Este movimiento es un grave error posicional. Continuando 20. DIC, las blancas hubiesen podido luchar prolongadamente por la casilla 4AD y por la columna AD, ineluyendo Ios movimientos de cambio C6D o C2D si las cir- cunstancias lo requiriesen. El ca- ballo 4D hubiese podido trasla- darse de nuevo a la casilla 5T a través de 3C. En suma, después de 20. DIC, las piezas blancas hu- bieran cobrado vida, mientras que el cambio de la torre las de- jaré como privadas de accién vital. 20... cxt 21. TIAD DIT! Con la intencién de tomar con el caballo 4D el pedn 4C 0 el 3R- 22. C3A TIAD 23. Cx AxC 24. AXA DXA 25. PATD = ABA. 26. C3A 139 26... Aqc! Este magnifico movimiento es el principio de varios planes de juego y de muchas amenazas tdc- ticas. El alfil dominara la gran diagonal aun cuando las negras jueguen P4R; esta circunstancia sera decisiva en las complicacio- nes que se produzcan. Las siguientes variantes, indi- cadas por Alekhine, ilustran la diversidad de posibilidades que 1) 2%, TID, PxP!; 28 DxP, C30; 29. TxD, CxD; 30. TID, C6A; 31. TIR, TSA; 32. AGD, CSR; 33. ATR, P3A; 34. TIC, R2A; 35. RIA, AGA, y las negras ga- nan fécilmente este final. 2) 21, TIC. C6T; 28. DxA, Cx; 29. DxC, D6C; 30. DIAR, PXxP; 31. P3T, P6T, y las negras ganan igualmente con facilidad. 21. TIR TID 28. PxP PxXP 29. P3T PAR 30. TIC Esto acelera la derrota de las 140 blancas. La continuacién 30, PAR ofrecia muchas posibilidades de- fensivas. Capablanca no advierte el singular golpe tactico que le va a asestar Alekhine. 30. ... PSR 31. C4D Cualquier otra jugada tampoco seria buena. Vedmoslo: a 31. CIR procede 31. ..., DID!; 32. D2A (a 32. RIA sigue 32. ..., D6A!), 32. DXxD; 33. CxD, TID; 34. CIR, IT, y a 31, C2T sucede 31. DED!; 32. TxA, DxD; 33. TxD, TSD+; 34. CLA, CID; 35. T3T, cxc. 31... AxC 32, TID on Diagrama nim. 89 Las blancas no han advertido la efectiva respuesta de las ne- gras; respuesta que pondré inme- diatamente punto final a la lu- cha. Por lo demas, la continua- cién 32. Px A, DXP hubiese pro- longado poco la resistencia. Ba. cxP! Y el blanco se rindié, porque pierde una pieza. La siguiente y ultima partida decidié la suerte de esta histori- ca competicién, y es una prueba concluyente de la maestria de Alekhine en todas las fases de la misma. Partida 39 Gambito de dama Alekhine Capablanca Trigésimo cuarta partida del «match», 1927 1. PAD PaD 2 P4AD = PBR. 3. C3AD =C3AR 4. ASC cp2D 5. P3R P3A 6. P3TD Esto es una de las sutilezas del gambito de dama. Como las ne- gras ya han jugado P3A, las blan- cas no tienen necesidad de situar la torre en el escaque 1AD, ni de luchar por un tiempo ni de es- perar la ocasién para mover el alfil 1A. Acces A2R 1. C3A 0-0 8 A3D PxP 9. AXP cap 10. AXA = DxA i. C&R El movimiento P3TD, efectuado anteriormente, ha hecho posible este ataque del caballo y ha pri- vado a la dama negra del esca- que 5CD. Gee C434, 12. O3€ P4A Esto es un error serio en or- den al planteamiento de 1a aper- tura, pues retrasa el desarrollo del alfil. Aqui convenia jugar P3C, colocar el alfil en la casi- lla 2C y seguir el plan, que tra- z6 Alekhine en la undécima par- tida de esta competicién (véase la numero 37). 13. 0-0 cc 14. AIT PXP 15. CxP P3C Es légico el deseo de jugar P4R, para cuyo fin primero se le pri- va al caballo blanco de la casi- lla 5AR. 16. TIA Ante la posesién de esta co- lumna abierta, Capablanca trata de neutralizar inmediatamente la accién de la torre 1A. 16... A2D 17, DIR TDIA 18 PAR PAR 19 C3A RC Por algin motivo oculto Capa- blanca evita el cambio de torres en la columna de alfil; en su for- ma de jugar se refleja que el re- sultado de la competicién le va siendo destavorable. 20. P3T P3TR (Ver diagrama 90) 21. Dep! on Ahora Alekhine ejecuta una se- rie de maniobras muy finas que alterna con golpes tacticos con- tundentes. El movimiento de la partida tiene doble finalidad: la 141 Diagrama nim. 90 primera es bien clara, pues se trata de colocar la dama en el punto 5T y atacar los peones 2T y 4R, y la segunda es inesperada Por cuanto se propone refutar la légica respuesta 21. ..., A3A con el sorprendente contragolpe 22. C4T!!; por ejemplo: 22. ..., CxP . wy AXP; 23. DBR! y 22. ..., A2D; 23. DST); 23. C4-5A+, PxC; 24 CxP+, R3C; 25. DXxP+, RXC; 26. PAC y mate. aw. ASR? A pesar de todo, no era nece- sario capitular tan resignadamen- te. Después de esta partida, Las- ker indicé que 21. ..., CST! ofre- cia a las negras bastantes posi- bilidades, pues este contraataque al peén 2C les permitia rechazar con fortuna el ataque de las blan- cas. Tras el movimiento de la partida perderan un peén. 22. AXA 23, DST DxA ‘Como buen conocedor de la téc- tica aplicada a la lucha ajedre- 142 cista, Alekhine no se preocupa por los pequefios golpes tactics que dé Capablanca, para influir en el légico curso de los aconte- cimientos. ee CSA 24. DxPT CxPC 25. ExT [xT 26. DxP CsA 2%. DAC TITD 28. TIT DSA! Diagrama nim. 91 Capablanca supuso que el si- guiente movimiento 29. ..., T5T le bastaria para detener la marcha del peén 3TD, y hasta para eli- minarlo; pero no tuvo en cuen- a todas las circunstancias. 29. PATD! Esto es una pequefia sutileza tactica: resulta que no se puede tomar impunemente el peén 4R. CxP Y las blancas siguen mante- niendo Ja ventaja de un peén. Pero Capablanca resiste tenaz- mente; y icémo no, si segin el resultado, suponia la pérdida del titulo? 30... D3D! Con la intencién de reducir el juego a un final de piezas mayo- res, porque en ese caso es muy dificil materializar la ventaja de ian peén, 31. DxC DxC 32. TIR 3D 33. DIA! D3A 34. C4R cxc 35. TxC TIcD Empieza un intenso forcejeo de piezas mayores que dard una cul- minacién digna de esta histérica lucha. A primera vista parece muy dificil adelantar el peén blanco 4T; sin embargo, Alekhi- ne pone en actividad y movimien- to su inventiva y técnica elevadas y hace lo imposible. Acerca de su plan de juego, trazado para esta posicién, dice: «El método que se ha de seguir aqui para ganar consiste en ir alternando los peligros que origi- na el avance del peén libre, con el ataque a la posicién del rey adversario que acusa ciertos pun- tos débiles. Primero, las blancas han de dominar la importante diagonal 1TD-8TR.» 36. T2R TITD 37. T2T Tar 37, DIA D3T 39. D3A+! Para impedir el avance del peén blanco 4T, las negras han tenido que abandonar la diagonal mayor, donde la dama blanca in- tentaba situarse. Tras lo cual em- pezaré un juego combinativo, en el que las amenazas de mate por parte de las blancas seraén bas- tante efectivas. 39... Re 40. T2D Ahi esté la primera amenaza: ‘TeD. 40... D3C 41. TID DsC+ 42, R2T DIC+ 43, P3C T4AR Diagrama ntim. 92 44. DAD! La fuerza de esta jugada es bien patente: Alekhine amenaza con adelantar el pedn, para que Capablanca acepte el cambio de piezas, lo que aceleraria la victo- ria de las blancas. a DIR 45. TSD T6A Un final de damas seria des- ventajoso para las negras. 143 sd 46. PATR! a et Se entrega el P5TD a cambio 72. TSCR TSTR Capablanca se ve forzado a los yes Tae de dos peones del flanco de rey. 80. TSAR RC. cambios ante el peligro de PSTR, 33. TAD 3r 81. TxP RA abriendo de esta manera la po- 54, T4T 15. we R3T 82. TIR. sicién del enroque con el consi- 55. R3A * rer TxPT guiente ataque por parte del 36. R3R |. TSR. Tet ¥ las negras se rindieron. blanco. aon 78 RxP TSCR 58. R3A a DITR 39. T2T 4%. D6C! = 60. R3C Las blancas todavia no pueden ct Bee aceptar el cambio de damas, por- 62, R&D! que la torre negra se situaria en- El rey blanco se acercard a los tonces detrds del pen 4TD. : . peones negros, mientras la torre y el peén sujetardn la torre negra. ah... D8T 48. R2C T3A 7 ona oR... '3D+ ¥ también 62. ..., RSC; 63. TY’ y el rey negro no lograré un ata- que continuo a la torre blanca. Aqui, las blancas ya pueden aceptar el cambio. 49... DxD 63. RSR nT 50. TxD 7 64. RIA ey 65. R5C TAR+ Diagrama nim. 93 66. R6T TIAR 67. P4A os La victoria se podia haber lo grado antes; por ejemplo: 67. RIC, TGA; 68. R&C, T3A; 69. RB. T6A; 70. RIC, T4A; 71. P4A, y las negras jugarian forzado. Pero a Alekhine no se le puede repro- char esta omisién; tanto mds cuanto que se hallaba en el um- bral de la realizacién de su suefio dorado... 67... ‘T4aD! 68. T3T Tea 69. RIC T2D 70. PSA PxP Se da princfpio a la tercera eta- Tl. R6A PBA pa del larguisimo medio juego de 72. PxP T4D esta partida, cuyo final de torres 73. RIC T4AR Alekhine ejecuta con elevada 4. Tar RAC maestria. 15. TAR! as 144 145 3 EN LA EMBRIAGUEZ DE LA FAMA iVictorias, victorias! El mundo recibié con vivo entusiasmo al nuevo rey del ajedrez. De todos los lugares, y particularmente de Rusia, Megaban a Buenos Aires cartas y telegramas de felicitacién. Le escribian amigos y aficionados de Mosci, de Leningrado y de ia Siberia. Con sincero entusiasmo felicitaban al ilustre vencedor del temible e invencible Capablanca. Que esta victoria impresionase a todos, a los aficiona- dos al ajedrez y a los que no lo eran, quizé se deba a la sorpresa de haber roto todos los pronésticos acerca de aquel encuentro. A los ajedrecistas les sorprendia la destreza de que hizo alarde en el titénico enfrentamiento que tuvo por marco la ciudad de Buenos Aires. Su maestria en todas las fases de la partida quedaba demostrada en las seis victorias excepcionales que, como obras de alto valor artistico, servirian muchos afios de ejemplo en el arte del ajedrez. Grandes elogios hicieron Lasker y Reti, quienes habian pronosti- cado su victoria, ¥ cambiaron de tono los partidarios més entusias- tas de Capablanca. El nuevo rey del ajedrez y su cényuge salieron de Buenos Aires Para Chile, donde embarcaron para Europa. Una entusidstica multitud de aficionados les recibié en el puerto de Barcelona. Hubo discursos de bienvenida, brindis, reuniones con admiradores y visitas a monumentos y lugares de la ciudad. En una excursién a la montafia, el automévil en que viajaba sufrié un acci- dente, aunque por fortuna los ocupantes salieron ilesos. A los pocos diag, el matrimonio tomé el tren Barcelona~Paris y regres a su jogar. Alli tiene el primer desengafio, precursor de amarguras venide- tas. Pocas personas acudieron a‘ recibirle en la estacion de Paris: 147 eee eee algiin francés, unos amigos intimos y periodistas. {Esto le hizo per- der las ilusiones, después del triunfal recibimiento que le habia tri- butado la aficién barcelonesa! {Qué sucedia? No interesaba el cam- pe6n del mundo a ningiin francés? En la estacién parisiense, Alekhi- ne se hace preguntas, cuyas respuestas tardaraé muchos. afios en hallar... Los periédicos franceses casi no lo mencionan en sus paginas. Al dia siguiente, el reportero de un periédico de los emigrados rusos escribia con cierto tono irénico: «Tal recibimiento ha hecho posible que el campeén del mundo pueda descansars. Desde luego, esta victoria emocioné a los emigrados. El novelis- ta A. I. Kuprin publicé un interesante articulo de felicitacién. Tam- bién le felicitaron muchas personas ajenas a toda actividad ajedre- cista. Era curioso que la victoria de Alekhine diera motivo para que los rusos, alejados de la patria y entregados a la lucha por su exis- tencia, se enzarzasen en discusiones con los franceses: «jAhi esta nuestro ruso! iIntentad hacer lo que él ha hechol». ‘Abundaron las invitaciones y se dio légicamente un copioso y espléndido banquete en honor del nuevo rey del ajedrez en el Club Ruso de Paris. La fiesta fue suntuosa. Cada invitado pagé veinti cinco francos por la cena y diez por el baile. Alekhine recibié un regalo sencillo, pero valioso: un tomo de la primera edicién del manual, que publicara Philidor. Tras lo cual pronuncié unas pala- bras de agradecimiento y... {Lo mejor hubiera sido guardar silencio aquella noche! A la mafana siguiente, la prensa de los emigrados rusos informé del banquete en cuestién y, al parecer, destacé el deseo de Alekhine de que «el mito de la invencibilidad de los bolcheviques se disipase del mismo modo que se habia disipado el de la invencibilidad de Capablancay, ;Pronuncié Alekhine estas palabras? {Fue ése su ver- dadero sentido? Al recopilar material para mi novela «Las blancas y las negras», repasé todos los periédicos de aquellas fechas publi- cados por la emigracién rusa; cada uno de ellos inserta a su manera el discurso de Alekhine, y en varios no se menciona lo del «mitos. Como conozco la costumbre de la faccién reaccionaria de los guardias blancos, me puse en contacto con personas que conocian a fondo la vida de los rusos residentes en Paris, y ninguna me ase- guré que hubiese pronunciado tales palabras. Uno de los principales descargos podria ser el hecho de que el campeén del mundo no ma- nifesté posteriormente semejante idea. Las convicciones tienen su logica: quien esté aferrado a su opinién propia la manifiesta y de- fiende cada vez que se le ofrece ocasién para ello. Pero Alekhine no exteriorizé en el transcurso de ios afios siguientes las ideas que le habian atribuido; al contrario, nunca pronuncié una palabra que pu- diese ofender a su patria o al régimen soviético, y expresé siempre el vivo deseo de volver a su tierra natal y visitar los lugares queri- dos e intimos. Pero la cosa ya no tenia remedio, y la reaccién fue inmediata. La organizacién de ajedrez de la Unién Soviética pudo apoyarse solamente en los materiales publicados,-y valoré, en con- 148 Secuencia, la conducta de Alekhine. N. B. Krilenko fue el encai de manifestar el punto de vista oficial de los ajedrecistas sovie. ticos: «Después del discurso que pronuncié el ciudadano Alekhine en el Club Ruso, hemos decidido romper con él por considerarlo como enemigo nuestro a partir de ahoray. . ¥ su hermano publicé la siguiente carta abierta en la prensa soviética: «Censuro toda conducta antisoviética proceda de quien pro- ceda, tanto de mi hermano en el caso que nos ocupa, como de cual- quier otra persona. Rompo para siempre con Alejandro Alekhine. Ale- jo Alekhine.» Y¥ asi se corta el vinculo que le une con la patria, con aquellas Personas cuya opinién y amistad tanto estimaba. También cesé toda colaboracién en las revistas de ajedrez, pues Grekov le comunicé Por telegrama que la revista «Schajmati» prescindia de sus servicios. Después de esto, jqué le quedaba? La intimidad y los cuidados de su cOnyuge Esperanza, el ajedrez y la dignidad de soberano, al cual todos escuchan y obedecen. El ajedrez serd lo fundamental para Alejandro Alekhine. Verdad es que intenté ocuparse en alguna otra actividad durante los afios venideros. Se afilié a la logia masénica de Paris, acerca de cuyos ritos interesantes me hablé Leén Dmitrievich Liubimov, que se habia afiliado con nuestro biografiado en dicha secta. Pero la abandonaron Pronto. Solamente el ajedrez Le quedaba sélo el ajedrez, que le producia la satisfaccién de vencer, de crear y de ser insuperable, pues no tenia contrincantes peligrosos. Lasker fue tal vez uno de los pocos que tuvo un reinado ajedrecista tan sosegado como el de Alekhine. El gran maestro ale- man rehusé en seguida todo intento de organizar una competicién individual con el nuevo campeén del mundo. Sobre este particular comenta: «Si hubiese salido vencedor Capablanca, hubiera intentado batirme con él. {Mas ruego que se me dispense de hacerlo con la juventud ajedrecista!s. Capablanca fue acostumbrandose poco a poco @ su nueva situacion. Al principio, estaba desazonado; pretendia re- cuperar cuanto antes el titulo. Confiaba en poder ganar facilmente a Alekhine en un encuentro-desquite. Esto hizo que desplegase una actividad extraordinaria, olvidando a veces que el campeén tiene la Palabra y que puede exigir prérrogas e imponer condiciones, del mismo modo que él las impuso seis afios antes. Debié de olvidar esta circunstancia; en caso diverso, no se explica que exi ™odificacién de las normas seguidas para luchar por el titulo mun- dial. Mas Alekhine le salié al paso: ¢A usted le gané seis partidas en noble competicién, y sélo me consideraré inferior a aquel que me las gane en las mismas condiciones en que las gané yon. EI destronado rey empezé a propagar la idea de que las tablas ‘ian la muerte del ajedrez, es decir, repetia lo que dijera Lasker seri 149 cuando fue echado del trono, y Hegé a concertar con Maroczy una competicién, que jugaron en un enorme tablero de dieciséis por doce casillas de lado. Lo cual no condujo a nada practico; en todo caso, s6lo contribuyé a menoscabar su ya maltrecha popularidad. Por otra Parte, esto no era lo mas importante; la crisis artistica de Capa- blanca habia que atribuirla a otra circunstancia: hay que saber sobre- Mevar con entereza cualquier adversidad, sacar las debidas conse- euencis, rehacerse de la misma y, una vez logrado, disponerse a juchar. Pero su cardcter no podia soportar la espera ni la lentitud; y asi, embareé para Europa y empez6 a participar en todos los torneos que se celebraban, cosa que no habia hecho desde que perdiera el titulo. Mas no estaba en la forma de antes ni poseia aquella infalibilidad de autémata que le habian atribuido; como se sabe, el cerebro funciona bien cuando se es joven, y va perdiendo facuitades para luchar, en ajedrez, a medida que se envejece. Esto aparte, sus contrincantes ya no le temian, jugaban con més soltura y le ganaban algunas partidas. Finalizado el torneo de Bab Kissingen (1928), un entendido dijo: «A pesar de haber perdido el titulo, Capablanca conserva todavia la confianza en si mismo; pero su genial intuicién empieza a trai- cionarley. Al perder las esperanzas en sacar algo positivo de su carteo con Alekhine, comprendié que los mecenas serian atin menos magnénimos de lo que habian sido unos afios antes con Alekhine. Esta eircunstancia contribuyé a que participase menos en competi- ciones internacionales. Su pais le prest6é apoyo, destindndolo a la embajada de Cuba en Paris, donde frecuentaba el Café Régence para jugar... al «bridges. Los dems aspirantes al titulo no inquietaban a Alekhine. Debido a su falta de espiritu practico, Nimzovitch no hubiese podido reunir nunca quince mil délares (Alekhine habia adoptado de su predecesor la «tradicién» de exigir tal cantidad); quedaban sélo Bogoljubow y Euwe, los cuales tampoco eran una seria amenaza. Por tanto, podia reinar con tranquilidad y jugar... jugar. Dice: «Sélo me resta mos- trar todo lo que soy capaz de hacer en el ajedrez». «jNos ganard...!» Y Alekhine lo muestra en el transcurso de 1929 a 1932, Tras salir vencedor de su competicién individual con Bogoljubow, participa en todas las competiciones y obtiene unos resultados inauditos, a pesar de enfrentarse con los mejores maestros. jEn el citado periodo toma parte en diez torneos internacionales y ocupa el primer puesto en cada uno de ellos! {El ajedrez le da fama, el ajedrez se somete a él, el ajedrez le ofrece sus recénditos tesoros! Son particularmente memorables el torneo de San Remo (1930) y el de Bled (1931). Al primero concurrié lo mas selecto de los ajedre- cistas, entre los cuales se contaban Nimzovitch, Bogoljubow y Ru- binstein, probables aspirantes al titulo mundial. No concurrieron 150 Sega ggg aaa eae Lasker ni Capablanca; continuaba la enemistad entre éste y Alekhi- ne, y sus relaciones eran tensas hasta el punto de no poder uno soportar la presencia del otro. Una vez, Capablanca jugaba una par- tida de competicién y le pidid al juez arbitro que hiciese salir a la «persona ajena» del interior de la barrera que separaba los juga- dores del piiblico, Este le respondié, extendiendo los brazos: —iCémo le digo al campeén del mundo que se retire! Los organizadores de un torneo le preguntaron a nuestro bio- grafiado: —iCuadnto nos pedira por tomar parte en este torneo? —Cineo mil. —i¥ si participa también Capablanca? —Entonces, diez mil. El celebrado en San Remo finalizé con uno de los mayores éxitos alcanzados por el campeén ruso, Dos participantes consiguieron hacer tablas con él; los restantes perdieron. Hasta entonces, Lasker habia sido el tinico que tuvo un éxito igual: en el torneo de Londres (1889) adelanté a Janowsky en 4 1/2 puntos, y en el de Paris (1900) aven- tajé a Nimzovitch en 2 puntos. Es decir, obtuvo 23 1/2 y 14 1/2 pun- tos de 28 y 16 partidas, respectivamente. En el torneo que nos ocupa, Nimzovitch se situé en segundo lugar con 3 1/2 puntos menos que Alekhine, quien sorprendié, mds que por sus resultados deportivos, por el estilo con que gané las partidas y la forma de vencer a ambos contrincantes ya en la apertura. En el torneo de Bled (1931), y al perder la partida frente a Ale- khine, Nimzovitch exclamé: —iNos ganar como si jugase con inexpertos! Este torneo consté de dos rondas, y cada participante jugd vein- tiséis partidas; en él participaron, ademas de los grandes maestros mas famosos, los representantes de la juventud ajedrecista: Flor, Kashdan y Stolz. La victoria de Alekhine fue muy significativa: de 26 partidas sacé 20 1/2 puntos. Bogoljubow ocupé el segundo puesto y obtuvo 5 1/2 puntos menos que el vencedor. Tales resul- tados no se habian producido en ninguna competicién, y las partidas volvieron a sorprender por sus ideas estratégicas, su inventiva y sus brillantes ataques. Alekhine también se clasificé primero en el torneo de Londres (1932) y en el de Berna, celebrado aquel mismo afio. En el de Zu- rich (1934) perdié la primera partida con Euwe, debido a un des- cuido tdctico. ;¥ qué sucedié? jNada! Con una serie de victorias faciles terminé la competicién; a saber: sacé 13 puntos de 15 par- tidas. Flor y Euwe le siguieron con un punto menos en la tabla de la clasificacién. Su técnica y su gran fuerza convencieron al mundo del ajedrez. Los escépticos se sonrieron cuando Bogoljubow pidié dinero para organizar una segunda competicién individual con Ale- Khine, y no se equivocaron, pues éste volvié a vencer sin ninguna dificultad ai tenaz aspirante a la corona ajedrecista. Con sus altos resultados deportivos y excelentes logros artisticos, Alekhine mara- villé incluso a sus colegas y competidores mas afines. 151 Hice por carta unas preguntas al maestro inglés sir Thomas, que me respondié asi: «Alekhine parecia transmitir los rasgos de su pre- clara personalidad’ a las piezas de ajedrez. Frente a él, mas que frente a otros, experimentaba uno estar jugando una partida con un ser humanop. A este respecto, Flor me conté: «Como ajedrécista, Alekhine fue un jugador universal en todas las tases de la partida. Yo diria que ha sido el mas grande de todos y un caso poco frecuente en la historia del ajedrez». ¥ en igual sentido me hablé Max Euwe, el tmico que logré des- tronar por dos afios a Alekhine: «En el encuentro de Buenos Aires, celebrado en 1927, en el torneo de San Remo, acaecido en 1930, y en otros torneos, Alekhine ofrecid a la aficién unas combinaciones sorprendentes, un juego impecable en todas las fases de la parti- da; en suma, todos los dones que la Divinidad concede a los genios». Deseaba regresar a su pais Alekhine inicia con brillantez la cuarta década; pero entre los afios 1932 y 1933 empiezan sus seguidores a encogerse de hombros cuando analizan sus partidas. {Qué le pasa al campe6n del mundo? iJuega de un modo extrafio? jEstropea sin necesidad la estructura de sus peones, pierde tiempos, permite que el contrincante inicie un ataque incisivo.. Pero aquellos que le conocian adivinaban lo que le pasaba. Se hallaba en estado de decaimiento, de insuficiencia y, a veces, de desesperacién. Habia logrado cuanto puede desear un gran maestro: superiori- dad indiscutible respecto de sus contempordneos y estabilidad total en el trono ajedrecista. Los mecenas movian negativamente la ca- beza cuando se les pedia dinero para organizar una competicién individual contra él: jeso vale tanto como tirar el dinero! ¢Quién tiene posibilidades, aunque minimas, de vencer a ese fenémeno? El campe6n del mundo se hallaba en una situacién éptima: podia vivir despreocupadamente, gozar de su grandeza, distrutar de la fama y de la admiracién general... {Qué més necesita un campeén? Quizd no necesita nada més; pero el hombre si. Y Alekhine necesitaba amigos, verdaderos apreciadores de su talento; necesitaba la patria, para que se enorgulleciese de él y le ayudase en toda situacién dificil. ;Tenia todo eso? ;A quiénes interesaban sus logros, sus victo- rias y sus bellas partidas? {A los franceses? No son muy aficiona- dos al ajedrez; ademas, era una persona extrafia para ellos. {A los emigrados rusos residentes en Francia? jfstos tenian que luchar por la existencia; por eso, no les interesaba ni el ajedrez ni el campeon del mundo! Resulta que uno analiza de noche, trabaja, se esfuerza y crea. ‘Para quién? jPara nadie! Verdad es que hay un pais, donde su nombre es familiar, donde é1 seria estimado y famoso y donde se 152 . le trataria como a una persona entrajiable y querida; pero lo ha perdido, pues alli le cuentan entre los enemigos... Flor le ha contado que aquello es un Eldorado ajedrecista. Se juega en el escenario de los teatros; se publican extensos articulos sobre ajedrez en los pe- riédicos; se emiten programas especiales por la radio, y se transmi- ten inmediatamente, por teléfono 0 telégrafo, las novedades ajedre- cistas a todos los lugares del pais. En las competiciones participan miles de jugadores, amigos y admiradores suyos. A unas preguntas que le hice por correspondencia, Salo Flor con- testa: «Alekhine me pregunté muchas veces por Mosci y Leningra- do. Aunque no soy psicélogo, en su mirada adiviné que afioraba la capital soviética. »Siempre deseé que pudiese visitar Mosc, pues imaginaba como le aplaudirian sus extraordinarias e insuperables combinaciones, si a mi me aplaudian cuando aislaba un peén o conservaba la pareja de alfiles. Durante los afios 1933 y 1935 me convenci de que era muy Popular en la URSS. ;Pasase lo que pasase, Alekhine era Ale- ine! »Desgraciadamente, ni él, ni los ajedrecistas soviéticos ni yo pu- dimos ver cumplido el deseo de escuchar los calurosos aplausos tri- butados por el numeroso piiblico que Uenaba siempre la sala de las columnas de la Casa de los Sindicatos». Andrés Lilienthal, amigo de Flor, dice: «En cierta ocasién esta- bamos mi amigo y yo en un café; se presenté Alekhine, y trabamos conversacién. Enire otras cosas nos dijo que deseaba regresar a su pais, y lo repitié varias veces en el transcurso de la conversacién. Este deseo le duré hasta los ultimos afios de su vida. ;Lastima que no pudo verlo cumplido!». Aqui empieza a gestionar su retorno a la patria. En 1933, Salo Flor era campeén de Checoslovaquia y habia concertado un encuen- tro individual con Miguel Botvinnik. Se disponia a partir para la capital soviética, con objeto de celebrar dicho encuentro, cuando Alekhine le pidié que hablase con Ilyn Genevsky, embajador de la Unién Soviética en Praga y viejo contrincante suyo en el Campeo- nato de Mosc (1920). Tlyn Genevsky le dijo que este asunto habia que tratarlo con Moscé, donde Flor hablé posteriormente con Kri- lenko, quien le comunicé: «Lo primero que tiene que hacer Alekhine es publicar una carta abierta en los periédicos. {Nos ofendié dema- siado con su estipido discurso!». De ese modo se aplazaba su regreso a la Unién Soviétic Acerca de ello, Flor dice: «En 1933, noté por primera vez tristeza en la mirada de Alekhine. Me acompafié al andén de la estacién de Praga cuando iba a tomar el tren para Mosca, donde se celebraria la competicién individual, concertada entre Botvinnik y yo. Mi ju- ventud y poca experiencia fueron la causa de que yo no compren- diese lo tragico y triste que fue para él aquella despedida en la estacién de Praga. Habia venido a la capital de Checoslovaquia para dar unas simultdneas». 153 El bache Aquel afio tuvo un encuentro que influyé en el estado de Alekhi- ne e hizo que cambiase mucho su vida. Durante unas simultaneas conocié a Grace Wishaar, de origen inglés y viuda de un alto comi- sario francés en Marruecos. Se divorcié de Esperanza Semienovna y contrajo nupcias con Grace, mujer instruida y erudita que poseia algunos bienes y una casa en Dieppe (Departamento del Sena Infe~ rior).! Desde que abandonara Moscu, tenia por primera vez amparo y proteccién en caso de enfermedad y vejez... Ella comprendia per- fectamente las necesidades y los intereses de su segundo esposo. Acerca de ella, Alekhine dijo m4s de una vez: «Me comprende muy bien». En aquel entonces, Max Euwe le cita para disputar el titulo mun- dial. El gobierno holandés y los mecenas corren con los gastos que ocasione el encuentro, y Alekhine acepta la citacién, a pesar de que- jarse de su estado de salud. Siendo asi, :por qué la acept6? {Deses- timé la valia de Euwe? iNo! Pues siempre le consideré como un fuerte tactico, un buen conocedor de la teoria y uno de los mejores cinco grandes maestros. Sobre todo, era fuerte en las competiciones individuales. Verdad es que Capablanca le habia aventajado en dos puntos en una a diez partidas, y Alekhine le superé en un punto en la primera que jugd con él el afio 1927. Tenia conciencia de que los holandeses ayuda- rian a su campedn, recurriendo a los mejores grandes maestros para que lo preparasen. ;Pero esto le tenia sin cuidado! Contestando a las preguntas que le hice sobre este particular, Flor dice: «En el encuentro de 1935, me inmiscui en los “asuntos inter- nos” de Alekhine. Como ajedrecista practico, no tenia que haberme inclinado a ninguna de las dos partes, como hice en el de 1937. Con esta declaracién, no quiero decir que yo sea culpable de la derrota de Alekhine; pero mi conducta quizds influyé negativamente en su estado de dnimo. En verdad, nuestras relaciones empeoraron un poco durante la competicién de 1935; mas volvieron a normalizarse al cabo de dos o tres mesesy. En este lugar, Flor habla del estado de salud de Alekhine poco antes de empezar el encuentro: «A menudo me preguntaban si Ale- khine era rico. jNo, contestaba yo, ningiin ajedrecista se ha enri- quecido jugando al ajedrez! Sin embargo de su ilimitado amor a este juego, Alekhine experimentaba cierto “cansancio ajedrecista”. Me dijo que estaba cansado de luchar por la existencia y que sofiaba con organizar torneos, ser juez Arbitro y, a ser posible, mecenas, para poder recompensar la belleza de las partidas». . Alekhine empieza con su habitual brillantez el encuentro. Pierde 1. Aqui hay recuerdos equivocados, pues Alekhine jamds estuvo casado con Es- peranza Semienovna, y cn cambio ya’ se habfa casado con Grace Wishaar, norte- americana de nacimiento y viuda del capitén inglés Archibald Freeman, antes de ser campeén mundial, Grace estuvo con su marido en Buenos Aires, cuando vencié Capablanca, y con él legé a Barcelona en 1928, procedente de Chile. (Pablo Mordn.) 154 See eee eee ee eee ee ee ee aaa la segunda partida; pero gana la primera, la tercera, 1a cuarta y la séptima, con el resultado de 4:1 a su favor. Esto le asegura una «vida facil» en el encuentro. ¥ los holandeses empiezan a lamen- tarse de haber sometido a su campeén a tan dura prueba; creen que la competicién terminara de un instante para otro. Mas de pronto Megan de todas las ciudades holandesas, donde se jugaban las parti- das del encuentro, noticias alarmantes: jAlekhine empieza a perder! No se trataba del resultado deportivo, pues las derrotas son inevi- tables en un encuentro a treinta partidas, sino de la manera de perder. Ya no era el mismo que los espectadores habian visto du- rante las diez primeras partidas. En una enrocé cuando estaba ame- nazado de mate, y en otras jugé tan mal la apertura, que ya pudo abandonar a las primeras jugadas. {Qué ocurre?, se preguntaba la aficién. ;Cémo es posible este cambio, y a qué se debe? Después de muchas suposiciones, se dedujo la siguiente consecuencia, contir- mada por las noticias de los corresponsales: Alekhine jug6 estas partidas en estado de embriaguez. Se decia que, al presentarse para jugar una de ellas, apenas pudo subir al escenario, por lo que Euwe le dijo con su habitual deportividad: —Si le parece bien, lo dejamos para otro dia. —iDe ninguna manera! —respondié Alekhine, trabandosele la lengu: Su juego fue criticable en la primera mitad del encuentro; a la decimoquinta partida, los dos estaban igualados a puntos. El cam- pein corria peligro de ser destronado; pero decidié rehacerse po- niendo en actividad y movimiento toda su destreza. Mas aparecieron otra serie de factores que en éste, como en cualquier otro deporte, son dificiles de definir. A Alekhine nunca le fue facil ganar a Euwe, quien jugé con mucho entusiasmo el final de esta competicin, ani- mado por algunas de sus partidas ganadas. Con su inobservancia del régimen deportivo y el quebrantamiento de las principales leyes de la estrategia ajedrecista parecia como si Alekhine hubiese ofendido su arte preferido y éste se vengase de tal ofensa. Como quiera que sea, cada vez que era necesario un Pauefio acierto no se producia; cuando su posicién era mejor y ofre- cia oportunidad para anotarse un punto, su contrincante hallaba la forma de hacer unas tablas dignas de un estudio ajedrecista. El jugador practico conoce estas rachas de buena suerte en un torneo y de mala en otros «cuando no hay forma de lograr nada positivor. En el transcurso de la competicién, Alekhine mandé el siguiente telegrama a Moscé: «Como antiguo colaborador en el ajedrez y per- sona que reconoce lo que ha hecho la URSS por la cultura, saludo sinceramente a los ajedrecistas de la Unién Soviética en el decimo- séptimo aniversario de la revolucién de octubre. Alejandro Alekhine». Este telegrama se publicé en el periddico «lzvestiay, y produjo una reaceién violenta. Los emigrados que envidiaban la situacién privi- legiada de Alekhine publicaron una serie de articulos contra él. Uno de sus periédicos inserté una fébula, cuyos Ultimos renglones reve- lan la atmésfera que se formé en torno de él: «Lector, ten presente 155 la moral y en ello no olvides que Alekhine, derrotado por Euwe, se ha pasado a los soviéticos». La parte final de este encuentro fue una verdadera tragedia para nuestro genial biografiado: tuvo que enfrentarse con la despiadada fortuna, con el mundo que le rodeaba y con el ajedrez, Euwe le aventajaba en dos puntos; luego esta ventaja se redujo a uno; pero Alekhine no lograba igualar el resultado, lo cual le hubiese asegu- rado el titulo. En la vigésimo octava partida gana un pedn, pasa al final y estA a punto de alcanzar la victoria; mas el ajedrez quiere que Euwe dé con un medio defensivo y salve la situacién. Faltan dos partidas para finalizar el encuentro. En la vigésimo nona, Alekhine vuelve a tener un peén de més; la posicién le promete la victoria y, por lo mismo, la salvacién del titulo. Pero... las piezas adversarias forman de repente una estruc- tura que no es posible quebrantar. Y vuelven a producirse las tablas. Por fin, se llega a la trigésima y ultima partida. ;Cudntas veces ejecuté Alekhine con extraordinaria fuerza la dltima partida, aun cuando ello exigiese una tensién indecible! Pero ahora estaba como quebrantado y, aunque en su alma alentaba la esperanza, se daba cuenta de que perderia esta partida. Sobre ella, la esposa del maestro Kmoch, preparador de Euwe para esta competicién, comenta: «Alekhine se present vestido de frac, corbata blanca y zapatos de charol y, al ocupar su sitio, dijo: “Me he puesto el frac en honor del doctor Euwe”. Parecia querer representar un papel estudiado de antemano, si bien casi no consi- guid representarlo: al poco rato, empezé a ponerse nervioso, a en- cender un pitillo tras otro y a consultar con el médico que lo acom- pafiaba. Tomé varias veces un estimulante y volvié a fumar con frecuencia. En aquellos instantes, es poco probable que algin es- pectador creyese en la victoria de Alekhine». En esta partida no manifesté ninguna esperanza en conseguir algo positivo; las cosas se le complicaron desde un principio. Al empezar el juego, Euwe le propuso: —Aceptaré las tablas en cuanto usted lo desee. Pero el campeén del mundo rehusé esta propuesta en los ulti- mos instantes de su reinado. El aspirante jugé con envidiable preci- sién en el transcurso de esta partida, a pesar del légico nerviosismo; circunstancia que no estimo necesario explicar. ‘Se agoté el tiempo reglamentario. En el final, Alekhine tenia dos Peones menos que su rival y, sin esperanzas de que aceptase, le propuso: —iAcepta las tablas? Pero el maestro holandés las acepté y le tendié la mano. Tras lo cual Alekhine se levanté de donde estaba sentado y exclamé: —iViva el nuevo campeén del mundo! ;Viva la aficién ajedrecista holandesa! La sala parecié venirse abajo cuando se anuncié que la partida habia finalizado en tablas. Gritando frenéticamente y corriendo unos detrds de otros, los holandeses se dirigieron a la salida y al esce- 156 nario; en suma, se rompieron el orden, la ceremonia y la disciplina que habian imperado hasta aquel instante. Abrazaron y besaron al nuevo rey del ajedrez, y lo llevaron a hombros hasta su casa. Desde los balcones se vitoreaba al triunfador. El jubilo se prolongé hasta altas horas de la noche. Y el destronado rey del ajedrez permanecié mucho rato sen- tado en el escenario de la sala y en medio de la soledad y el vacio; luego, se encaminé hacia el hotel, mojando sus zapatos de charol en los charcos formados por la luvia otofial. Ya en la habitacién del citado establecimiento sacé una botella de whisky; pero no le ape- tecia tomar una copa. Al poco tiempo fue invitado a participar en el tercer torneo in- ternacional de Mosca. Acerea de esta invitacién, Flor dice: «Alekhine dijo que diferia el viaje a Mosca para otra ocasién, porque queria presentarse alli en calidad de campeén del mund PARTIDAS JUGADAS ENTRE 1927 ¥ 1935 La siguiente partida pone de relieve la elevada maestria de Alekhine, tanto en valorar la po- za con el movimiento 6. el punto 4R negro. coy PBA sicién como en ealcular con exac- 1. CxP A2D titud variantes de muchos movi- 8 0-0 P3C mientos. 9, C3AD A2C 10. ‘TIR CR WW. A4A 0-0 Partida 40 12, DZD P4AD Apertura espafiola 13. C30 C3A Alekhine Koltanowsky Las negras han desarrollado Torneo de Londres, 1932 con fortuna la apertura y mantie- nen plenamente la capacidad de- 1. PAR PAR fensiva de su posicién; el domi- 2 C3AR C3AD nio ejercido en sus casillas 4R y 3. ABC P3TD 5D y en la linea abierta CD y la 4. AMT P3D amenazadora posicién de su alfil 5. AXC+ = PXA 2C les ofrecia ocasién de llevar a 6. PAD PxP cabo buen contrajuego. Por eso tenian que haber jugado el mo- Se ha legado a la conocida de- fensa Steinitz que goz6 de popu- laridad a principios de siglo y conserva todavia su valor, con la diferencia de que, en los torneos actuales, no se cede en seguida el centro; al contrario, se refuer- vimiento elastico 13. ..., TUR, con el fin de poder retirar el alfil 2C a la casilla IT en el caso de que las blancas intentaran cambiarlo. 14. AGT 15. AXA A3R RxA 157 16. CSD P3A 11. TDID = TICD 18. D3A DIA 19. P3TD = TRA 20. P3T! D2c 21, T3R DiC Koltanowsky hizo este movi- miento al no advertir el peligro que corria. En verdad, las blan- cas entregan inesperadamente un caballo. 22. CxP2A! Con este sacrificio de la posi- cién, Alekhine logra ejercer fuer- te presién sobre la columna cen- tral abierta; presién que ejerceré después en el flanco de rey, y par- ticularmente en el punto 2AR. Acerca de esto dice: «Por lo co- min, los Mamados sacrificios de posicién son mas dificiles de ha- lar; por eso, es necesario darles mas valor que aquellos que se basan exclusivamente en el cdlcu- lo exacto de las posibilidades tac- ticasy. Pero se contradice hasta cierto punto con lo que acaba de decir al citar aqui muchas variantes concretas, pues el calculo de las ‘mismas es completamente distin- to del «puro» sacrificio de posi- cién. 22. Txc 23. TXP ABA Ademas de este movimiento de las negras, Alekhine consideré las. siguientes posibilidades defensi- vas de aquéllas: 1) 23. ..., AxC?; 24. DxP+ y 25. TxC, con ligera ventaja de las blancas. 2) 23. ..., C5D% 24. CxC, et- cétera. 3) 23. ..., DSA; 24. CXPI, ete. 4) 23. ..., CLD; 24. T3A, T2AR; 25. CxP, etc. 5) 23. ..., TIR; 24. CxP, C1D; 25. PACD, C2A; 26. TXA, y asi sucesivamente. 6) 23. ..., TIR; 24. CxP, CID; 25. PACD, después de esto ya es posible el movimiento defensivo 25. ..., T3A; de ese modo, las ne- gras evitan la derrota inmediata, aunque tres peones por un alfil asegurarian la victoria a las blan- casp. 1) 23. ...) R&A; 24, T3A, R2R; 25. PATD, D3C; 26. TXA+, RX 21, CxP+, R3D (0 27. ..., R2A; 28. DxP+, RIC; 29. C6R!, etc.); 28. DxP+, RxC; 29. T3A+, RSC; 30. D6D+, y las blancas ga- nan. 24. PATD! = DxP Es la unica forma de defender el caballo 3A y el alfil 5A. 25. CxP Dic 26. DxP+ RIC 27, CD! TD Diagrama mim. 95 Las blancas lanzarén sus pie- zas sobre el rey negro, 28. T3AR DSC 29. P3A DAC 30, CSR! T1-1AD 31. Cx. Y las negras se rindieron por- que a 31. ..., TXC sigue 32. T8D+ y mate en dos. Esta partida estuvo considerada como una de las mas bellas del torneo; por ello, a Alekhine se le concedié un premio especial. Partida 41 Gambito del Norte Alekhine Molina Simultaneas, Buenos Aires, 1926 1. PAR PAR 2 PaD PxP 3. P3AD ste es el romantico gambito del Norte, al que dieron fama las Victorias logradas con él en los torneos de finales del siglo ante- rior y principios del presente. Cuando se reflexiona sobre las ta- blas breves y aburridas que se producen en los torneos actuales, uno se lamenta de que nuestros maestros y grandes maestros no se esfuercen, aunque sea alguna vez, en ofrecer partidas de gam- bito a la aficién. Bo. PAD 4. PRxP C3AR 5. C3AR = CxP 6. DxP c3aAD 7. ASCD = ARR 8 0-0 a Después de 8. DxP, A3A, 9. ..., D2R+ y 10. ..., 0-0-0, el juego de las negras no hubiese favorecido ni mucho menos a las blancas. c. 0-0 9 AxC PxA 10. TIR A2C i. C3T TIR 12. C4A P4aD 13. DID D2D 14. CST DAC 15. CxA Dxc 16. P4A Con este movimiento, las blan- cas ocasionan complicaciones in- cisivas para ambos bandos, aun- que la ventaja estd de parte de ellas. cee 5c 17. D3C TDID 18. A3R D3T Con el fin de impedir que la dama blanca se coloque en el es- caque 4T y de continuar 19. ..., T6D, lo que seria fatal para las blancas. 19. P3TD! CeD Aqui ya no conviene proseguir 19. .... T6D por la respuesta na- 20. TOR)ID D3CR 21. T2p T2D 22. DAT P3AD 23, TID TID 24. PS! = Se ha dado una salida para el rey. Ahora las negras tendrian que jugar P3TR, para dar salida al suyo. El desaprovechamiento de esta oportunidad ofrece a Ale- Khine ocasién de ejecutar una be- Hisima combinacién. Por otra parte, a 24. ..., P3TR seguiria 25. D2A, ASA; 26. CIR, C4R; 27. DXD, y aumentarian las posibi- lidades de las blancas en el final. mm cxPc Diagrama nim. 96 i i We aq ewes: i ew’ a 4 @e whee ow @ Mawes @ © W:m a @14 25. DxPT! La entrega de dama se basa en un caleulo amplio y exacto. Vea- mos las posibilidades defensivas de las negras: 1) 2%... TXT; 26. TxT, 160 2) 25. ..., CxT; 26. TxT, CxA; 27. PxC, TXT; 28. DxT, AIA; 29. C5R, etcétera. 3) 25. ..., A3D; 26. DxT, TxD; 27. TxC, D3R; 28. T2-2D, Y, como quiera que el alfil de las negras esta clavado, 1a parti- da se resolveria facilmente (va- riante de Alekhine). ee TxD 26. TXT+ AIA 21. AxP PST 28 TxXA+ Rar 29. T1-8D = D8C+ 30. R2T T2c 31. CAT! Esta es la jugada decisiva. P3C evita que una de las torres dé mate en el escaque 8TR. Pero dsalva eso la partida? Véase: a 31. ..., P3C procede 32. AMD y mate, y a 31. ..., P&C sigue 32. TST +, R2C; 33. T(8D)8C+, R3A; 34. TXP+, RAR; 35. TSR+ y mate a la siguiente. Por ello, las negras se rindieron. En este arte del ajedrez, Ale- Khine supo prever y hallar toda Posibilidad, por mds insélita que fuese, asi en el ataque como en la defensa. La siguiente partida es un extraordinario ejemplo de defensa. Partida 42 Defensa Griinfeld Johner Alekhine Suiza, 1928 1. P4AD = C3AR 2 C3AD = P4AD 3. C3A P4aD 4, PxP cCxP 5. P3CR P3CR 6. A2C A2C 1. 0-0 0-0 8. PAD Por transposicién de jugadas se ha Megado a una de las va- riantes de la defensa Grinfeld. Aqui podrian las negras lograr las tablas inmediatamente, para lo cual les bastaria proseguir 8. v= PXB5 9. CxP, CXC; 10. PXC, C3A; 11. CxC, PxC, como suce- dié en la séptima partida del en- cuetro Korchnoi - Petrosian, cele- brado en el afio 1971. Pero Ale- Khine nunca opto por un exter- minio general de piezas. Bo. cxe 9% ~PxC C3A 10. P3R DAT? Esta seria imprecisién permite a las blancas hacer la maniobra C3A-2D-4A y mejorar asi la posi- eién de sus piezas. Con la simple continuacion 10. ..., ASR, las ne- gras hubiesen dado remate al de- sarrollo e igualado mas o menos el juego. 1. AgC TID 12. C2D! D2A 13. D2A Car Con este conato de reaccién Alekhine también empeora su po- sicién; prosiguiendo 13. ..., P3R, A, ..., P3C y 16. ..., A2C, bubiese opuesto una resistencia tenaz a las operaciones ofensivas del ad- versario en el centro. Tras el mencionado intento, Johner des- plegard una iniciativa peligrosa. 4. TDIA ABR 15. ASTD! 5A Diagrama nim. 97 Al encontrarse en una situacién delicada, Alekhine decide sacrifi- car un peén, con el propésito de avivar el juego. No era bueno ju- gar 15. ..., P5A ni tampoco 15. ..., PxP, por cuanto a este ultimo movimiento hubiese seguido 16. PAXP. 16. CxC AxC 17. TRID PxP 18 PAXP TDIA 19. DAR? M. Botvinnik indied que 19. AIA, PACD; 20. AXA ofrecia a las blancas la oportunidad de ga- nar un peén y mantener su in- mejorable posicién. Por ejemplo: 20. .., PXA; 21. ASA 0 20... 21, DxD, TxD; 22. TXT, '; 28, AXP. Contando con po- der sacar mas ventaja, el maes- tro suizo no advierte una sutile- za asombrosa. 1 T2D 20. PSD PACD 21. AST P3R! Lo mas probable es que Johner 161 contase sélo con la respuesta 21, +» P4A, la cual le hubiese dado una superioridad decisiva des- pués de 22, D6R+ y 23. PAR. El plan defensivo, trazado por Ale- Kkhine, es sumamente original e inesperado. 22 PXP | TXT+ 23. TxT = PAA No cabe duda de que Johner previé esta respuesta y, por lo mismo, preparé un golpe combi- natorio insospechado. ;Mas puede uno imaginarse la sorpresa que le causaria el contragoipe de Ale- khine! 24, PIR! TIR! A la astucia se ha respondido con astucia. En el caso de 24. ..., PxD; 25. AxT, R2A; 26, TSD, ganarian las blancas. Pero si jugasen ahora 25, TSD, seguiria la contundente réplica 25... TXT; 26. PBR=D+, ALA!!. Diagrama nim, 98 Esta posicién es muy original: dos damas blancas no pueden 162 ejercer dominio sobre las piezas negras, a pesar de excederles en Potencia, pues a la continuacién mejor 2%. D4-5R seguiria 27. ..., DxD; 28. DxD, AXA 0 27. ...., T8D+, y el avance de los peones negros del flanco de dama resol- veria la partida a su favor. 25. DAT AXP 26. T8D A2A 21. TXT+ AXT 28% A2CR D6A 29. ASD+ = RIT 30. AD? Continuando 30. D4CD, las blancas tenian posibilidades de oponer resistencia, Después del movimiento de la partida, tendran que rendirse. 30... 31. PAR 32. DIT 33. DAT El blanco se rindié. En esta otra partida sorpren- de la habilidad con que Alekhi- ne alterna la légica de su plan con el cdlculo exacto de breves y bellas combinaciones que: re- Suelven inmediatamente la parfi- da a su favor. Partida 43 Gambito de dama aceptado Alekhine Flor Torneo de Bled, 1931 1. PaD Pap 2 P4AD = -PXP 3. C3AR C3AR 4. PBR P3R 5. AXP P4a 6. 0-0 CsA 1. DIR 8% TID P3TD En aquella época, esta conti- nuacién estaba considerada como la mejor. Posteriormente, los ted- ricos estimaron que 8. C3A era més fuerte; estimacién que pre- valece todavia. Bw. PACD % PxP D2A 10, A3D Axe 1. PATD PSC? ‘Lo mejor era cambiar este peén con el 4T; ahora, las blanéas do- minarén por entero las casillas 3C y 4A. 12 CD2D 0-0 13. C3C AgR 14. PAR c2D 15. A3R. C24R Esta jugada permite a Alekhi- ne, siempre preciso en el juego, dominar totalmente la columna AD y hacerse con la inici La continuacién 15. ‘T(IT)1A, DIC ponia obstaculo al ataque de las piezas blancas. 16. CxC cxc 11, TUT)IA DIC (Ver diagrama 99) Las piezas blancas estén dis- tribuidas activamente, y ejercen dominio sobre la mayor parte de las casillas del centro y del flan- ¢o de dama; su juego tiene por objeto acorralar todavia més las del adversario y asestarle luego el golpe definitivo. 18. ASA! Diagrama mim. 99 Esta maniobra tactica es la pri- mera de una serie consecutiva. Alekhine fuerza el cambio de es- tos alfiles, para debilitar las ca- sillas negras y luego atacarlas. aces AXA 19. CxA D3C 20. DST c2D La jugada de las negras es bas- tante pasiva. Flor tenia ciertas posibilidades de salvar la parti- da si hubiese jugado 20. ..., P3A, reforzando asi la posicién del ca- ballo. Ahora, la posicién de todas sus piezas sera pasiva. 21. AR P3C 22. D5C cxc 23. TxC PATD Las blancas amenazaban con desligar los dos peones negros del flanco de dama, mediante 24. PST. 24. PAT A3T 25. ASA! Esta jugada entrafia tres ame- 163 nazas: 26. P5T, 26. TxP y 26. TD. 2 P3A 26. D3R 7DID 21. TxT TxT 28. PSR! 7 El légico juego de las blancas nos ha Ievado ante una posicién completamente «normal», aunque encierra un hébil artificio tdcti- co, pues en las partidas de Ale- khine la sana estrategia se enlaza con golpes tacticos y celadas. Esto no quiere decir que el cam- peén del mundo las busque ni las Prepare expresamente; no, sino que nacen espontdneamente de las particularidades de la posicién. Lo cual subraya atin mas la per- feccién de la estrategia general alekhiniana. El movimiento P5R es légico; con él, las blancas desbaratan la estructura de los peones adversa- rios, dominan la casilla 6D y de- bilitan los escaques negros del flanco del rey contrario. Y asi, nos sorprende que Alekhine no piensa en la tactica ni en las ce- ladas; la respuesta de las negras parece natural puesto que los peo- nes del flanco de rey perderian toda su fuerza si prosiguiesen 28. toy PX, 28. PLA (Ver diagrama 100) 29. TSA! ¥ las negras se rindieron, por- que su dama no puede situarse en el escaque 3D y ello les oca- sionaria pérdidas materiales de considera En la siguiente y memorable 164 Diagrama mim. 100 partida, Alekhine levé a efecto un ingenioso ataque de piezas. Partida 44 Gambito de dama Alekhine Lasker Torneo de Zurich, 1934 1. P&D Pap 2 PAAD = PR 3. C3AD = C3AR. 4 C3A ALR 5. ASC cp2D 6. P3R 0-0 1 TA P3A 8 AID PxP 9. AxP cap 10. AXA DxA Se ha legado a la tipica posi- cién del gambito de dama, en el que las negras se deciden por los cambios, siguiendo en esto el es- tilo de Capablanca. En tiempos de Alekhine, esta posicién fue muy popular; tanto que en el encuen- tro por el titulo mundial del afio 1927, los dos contrincantes usa- ron el citado sistema, bien con las blancas, bien con las negras. Los teéricos propusieron diversos movimientos; pero los 11. C4R y 11. 0-0, estuvieron considerados como las dos variantes principa- les. WW. Can C434, 12. C3C PAR Alekhine creyé que este movi- miento fue la causa principal de que Lasker perdiese la partida; sin embargo, andlisis posteriores demostraron que las negras po- dian continuar defendiéndose; vedmoslo: primero era necesario cambiar las damas, mediante 12. vy DSC+; 13, DZD, DxD+, y después pensar en los movimien- tos liberadores P4R 0 P4AD. 13. 0-0 PxP 14. C5A DID 15. C3AxP C4R 16. A3C AxC 11, CxA D3C? Diagrama mim. 101 Este imprudente movimiento hace que disminuyan bruscamen- te las posibilidades defensivas de las negras, por cuanto la dama se ha alejado del flanco de su rey. Sorprende que Lasker, gran maestro en el arte de la defensa, haya valorado indebidamente esta circunstancia. Tras la segura res- puesta 17. ..., P8CR, hubiese po- dido enzarzarse una lucha com- plicada y con igualdad de opor- tunidades; en cambio, después de la jugada de la partida, las ne- gras sucumbirdn. 18. Dé6D 4-2! Lasker se da cuenta de la si- tuacién y ejecuta jugadas defen- sivas sin tacha. ;Pero ya es de- masiado tarde! 19. TRID TDID 20. D3C P3C 21. DSC! RIT Cualquier otro movimiento tam- poco mejoraria la situacién, por- que las blancas hubiesen prose- guido simplemente 22. T6D y 23. ‘TI-1D. 22. CéD R2C 23. PAR! CICR 24, T3D P3A Las negras dan pie a que se Uegue a un final magistral; pero la verdad es que ya no pueden alejar la incisiva amenaza 25, TSAR, Extraviada, la dama negra no parece advertir que el adver- sario hard prisionero a su rey en el otro extremo del tablero. 25. C5A+ RIT (Ver diagrama 102) 26. DxPC!! 165 Diagrama mim. 102 ¥ el negro abandoné. La que se ofrece a continua cién es breve y curiosa, y conti- nila siendo objeto de estudio como ejemplo de ataque por sorpresa contra la posicién del rey. Partlda 45 Apertura espafiola Alekhine Mindeno Simultdneas, Holanda, 1933 1. PAR P4aR 2 C3AR = C3AD 3. ABC P3D Se ha llegado a la antigua de- fensa Steinitz; por lo demés, se usa mucho en la actualidad. 4. P4aD PxP 5. DxP = AaD 6 AxC = AxA 7. O3A C3A 8. ASC AIR 9 0-0-0 0-0 10. PATR —-PSTR i. C5D PxA? Las negras han cometido evi- dentemente un error; creerian po- der defenderse asi: 12, PxP, Cx; 13. PXC, AxP+; pero no tuvieron en cuenta la intermedia CxA. 1 CxA+! Dxc 13. PxP cxP 4. TST! . Las blancas compensan la en- trega de una pieza con la pose- sién de la columna TR, por la cual sus piezas penetrarén en el dispositivo del adversario. we. D3R 1. TOD)IT PAA Diagrama mim. 103 16. CSR! iBrillante solucién combinativa! Las blaneas tienen que privar al rey negro de la casilla 2A; para tal fin es necesario dar jaque des- de el escaque 4AD y evitar que el adversario responda con P4D, 16... It. P6C. Y las negras se rindieron, por- que a 17... DxPC sigue 18. D4A+. Entre los éxitos estratégicos, lo- grados por el nuevo campeén del mundo en la época de su apo- geo deportivo y artistico, se cuen- tan algunas partidas en las que resolvid el fin de la lucha ya en plena apertura. En la que se ofrece a continua- cién, el desacertado juego de las negras debilité mucho sus casillas negras y, por ello, fue rebatido convincentemente. Partida 46 Defensa eslava Alekhine Bogoljubow Primera partida de la competicién individual, 1929 1. PaD PAD 2 P4AD P3AD 3 C3AR C3AR 4. C3A PXxP 5. PATD = PSR Este movimiento es de todo punto malo y pasivo. Ello hace posible que Alekhine logre una superioridad decisiva en el cen- tro. Lo procedente era 5. ..., ACA. 6. PSR ASC 1 PSR c4D 8. A2D AxC Ese cambio es catastréfico para las negras; hubieran podido sos- tener su posicién, si hubiesen Proseguido 8. ..., PACD; 9. C4R, A2R; 10. P3CD, C2D; 11. PxPA, PxP; 12 AXP, C3C; 13. A3C, A3T 6 13. A2R, P4TD y el con- siguiente movimiento 14. ..., C5C. Pero el efectuado en la partida hard que se debiliten sus casillas de color negro; tanto que las blan- cas aprovecharan. casi forzadas este factor posicional aunque ello le exigiré mucha inventiva a Ale- khine. 9. PxA 10. CSC! PacD Diagrama mim. 104 El plan de las blancas es bien sencillo: pretenden colocar el ca- ballo en la casilla 6D a través de la 4R, lo que empeoraré en sumo grado la situacién de las negras. Por ello, Bogoljubow adopta medidas enérgicas, para impedir que dicho caballo se co- loque en la casilla 6D. WW... PSA Es natural que las negras no prosiguiesen 10. ..., ©xP, pues seguia 11. D3A. 1. PxXPA CxP6A O bien 11. ..., DxP; 12. C4R, DID; 13. ASC, y la situacién de 167 las negras continuaria siendo muy delicada. 12. AR P3TD 13. ASA! éDe qué modo rechazar la ame- naza 14. PXP? A 13. ..., C4D si- gue 14. D2A, P3C; 15. CxPT, TXC; 16. DxP+, y 213. ..., T2T sigue 14. AGA, D3C; 15. AGD, lo que reduce en gran manera la movilidad de las piezas negras. 13. . P3T 14. AST+ = CxA 13. DxC+ RD 16. CTA DIR 1. DEC! Tic 18. A4A! El rey negro no podra resistir mucho tiempo el ataque de tantas piezas adversarias. El campeon mundo consigue ganar pronto, valiéndose de una serie de movi- mientos muy finos. eerie A2C 19. A3C R2R 20. AGBD+ RD 21. 0-0 P4A 22, PDxP AMD 23. PxP PxP 24. TXT AxT 25. TIT C3A (Ver diagrama 105) 26. CSR+. Y¥ las negras abandonaron, por cuanto a 26. ..., CXC seguia 27. TIT+, R3A; 28. DAR y jaque mate, La derrota infligida al contrin- cante en la siguiente partida es tan convincente como la anterior. 168 Diagrama mim. 105 Partida 47 Apertura vienesa Alekhine Euwe Vigésimo séptima partida del encuentro para el campeonato del mundo, 1935 1. PAR PAR 2 C3AD = C3AR 3. A4A CxP 4. DST - Esta antigua variante de la apertura vienesa toma nuevo sen- tido en manos de Alekhine. El lector podré observar cémo re- forma de una manera artistica la antigua forma de las variantes tacticas e incisivas; por otra par- te, se lamentaré de que no se Practiquen actualmente tales va- riantes, que encierran todavia muchos lances desconacidos. oe c3D 5. A3C AIR C3A; 6. C5D, P3CR; 7. D3A, P4A; 8. D5D, D2R; 9. CxP+. RID; 10. CxT, P3C estuvo sometida a un sinfin de andlisis, si bien todavia no se ha resuelto definitivamente cual de los dos bandos saca ventaja de las complicaciones que se produ- cen. Por ello, se comprende que Euwe decidiese no usarla sin ha- ber realizado posteriormente un previo andlisis. 6. C3A C3A % CxP cxc? Asi, se complica la posicién de las negras. Era mejor proseguir 1... 0-0; 8 C5D, CSD. 8% DxC 0-0 Diagrama mim. 106 9. CSD! La solucién de este dificilisi- mo problema estratégico es per- fecta. Pues si hubiese diferido Alekhine esta accién para el si- Buiente o posterior movimiento, enrocando 0 moviendo el peén 2D Para sacar el alfil 1A, hubiérase equilibrado pronto el juego; a sa- ber: las negras habrian jugado A3A, P3A, CIR y P4D. Como siempre, el campeén del mundo traza un plan perfecto, pues tie- ne en cuenta todo detalle, por in- significante que sea. En este caso, las blancas han de procurar que las negras no sitien el alfil en la casilla 3A, y Alekhine ha resuel- to ante todo este problema con- dicional. Sy TIR 10. 0-0 ALA 1, DIA P3AD En cambio, Euwe juega confor- me a las consideraciones genera- les. Mas el cdleulo concreto de- muestra que a las negras les fal- ta tiempo para formar la estruc- tura ideal P3AD y P4D; por eso, tenian que haber jugado P3CD y ARC. 12. C3R DAT 13. PAD DITR A 13. ..., TSR hubiese seguido 14. AXP+, golpe tactico que se opone a muchos otros movimien- tos de las negras. 14. P3AD CSR. 15. PSA! Esta bella solucién del proble- ma rompe la armonia posicional de las negras: no se puede jugar 15. .... A3D porque sigue 16. DxP+, DxD; 17. AXD+, BXA; 18. PXC+. El caballo negro ha de retirarse, lo que sembraré pronto la confusién entre sus fuerzas. ee Cac 16. PSD! La amenaza 17. PTR fuerza a Euwe a tomar este peén; de ese 169 modo, se ve obligado a romper la estructura de peones. 16... PxP 17%, xP O3R. 18 DICR D3C Las negras no quieren que se abra la columna AR, porque, en ese caso, la torre blanca 1A refor- zaria el ataque contra el peén 2AR. 19. ASR P3C 20. TDID A2C 2. DxD-w.. La debilitacién de los peones negros es evidente; por ello, es conveniente pasar a ia fase final, con el fin de sacar partido de esta ventaja. De esta manera, Ale- Khine relaciona la estrategia de la apertura, a través de un corto medio juego, con el final. En la actualidad hay pocas partidas bri- lantes en las que se trace con precisién esta linea estratégica que une las tres fases de la par- tida. merce PTxD 22. TRIR TDIA 23. R2A ASA 24. AXA AxC Cabe suponer que Euwe no va- loré debidamente el final de to- rres que va a suceder; en caso contrario, hubiese jugado 24. ..., TxA y conservado asi su pode- roso alfil de casillas blancas. 25. AXA CxA 26. TxT+ TxT 27. PACD! ... Esta determinacién es sorpren- dente; véase: después de 27. 170 CST; 28. A3C, CxP; 29. TxP, las blancas Megan hasta el peon ne- gro 2AR, y después de 27. ..., C3T; 28. T4D y el consiguiente movimiento 29, T4AR 6 29. TAAD, las negras se ven forzadas a pa- sar practicamente a un final de torres. 2 ©3R 28. AxC PDXA Diagrama nim. 107 Ahi estan los frutos de la pro- funda y amplia estrategia del campeén del mundo. No es sino un final de torres con cierta ven- taja a su favor; pero esto es su- ficiente, pues su elevada técnica le permitiré materializar esta li- gera ventaja posicional; a saber: la alejada posicién del rey negro en una esquina del tablero y la posibilidad de tener un pen pa- sado en el flanco de dama. 29. TW TIAD 30. TXPT TxP 31. T8T+ R2T 32. PaTD T6C En caso de que las negras hu- piesen proseguido de otra mane- ra, por ejemplo: 32. ..., TIA+; 13. R3R, TXP, Alekhine hubiera resuelto. pronto la partida, me- diante 34. T6T, T7T; 35. RAD, tras lo cual habria acercado el rey a la casilla 3CD y adelanta- do sus dos peones ligados hacia la octava horizontal. Por ello, las negras tenian que haber conti- nuado 32. ..., PAR! 33. PSC PAC 34, R2R P4R 35, R2D P3A 36. R2A TSC 37, R3A 5D 38. T6T! R3C Ahora, el peén libre 5C seré suficiente para ganar. 39. TxP TxP 40. T6A TS5D 41. P6C. Y las negras abandonaron, por cuanto el avance del rey hacia la casilla 5AD hace que la mar- cha del pedn 6C sea incontenible. En esta partida, la ventaja sa- cada de la apertura se ha ma- terializado en el final. En la siguiente, el ataque se leva a cabo en el medio juego y en todos los frente del tablero. Partida 48 Defensa francesa Alekhine Euwe Tercera partida del encuentro para el campeonato del mundo, 1935 1. PAR PSR 2 PAD = P4&D 3. C3AD A5C 4, P3TD En aquella época, Alekhine es- timé que esta continuacién era la mejor; en los afios siguientes, la practica no confirmé esta opi- nién y hoy dia se practican mé- todos estratégicos més sélidos para reforzar el centro, median- te 4, PSR. oe AxC+ 5. PXA PXP 6 DIC C3AR El movimiento 6. ..., R1A oca- siona un juego tranquilo; esta ju- gada también fue recomendada por Alekhine, y causa extrafieza que pocos siguiesen la recomen- dacién del campeén del mundo en las partidas de competicién; acaso se debe a que quienes op- tan por tal variante no son ami- gos del juego sosegado, sino que prefieren el complejo e incisivo para ambos bandos. 1. DXxPC TIC 8. DOT P4A 9. C2R CD2D 10, C3C -T3C? 4 Un grave error, tras el cual las negras se encontrarén en una situacién dificil. Lo procedente era continuar 10. .... DAT y de- jar que la dama blanca perma- neciese en el escaque 6T. Ade- més, como el lector veré compro- ado posteriormente, la posicién de la torre en el punto 3C ofrece a las blaneas ocasién de dar al- gunos golpes tacticos y peligro- sos 1. DIR CAD 12. DxP CxP 13. D3D C4D O bien 13. ..., PXP; 14. DXP, 171 Sees ee ee ee eeiiecaesaaaa aa meananain seca ep euCUnRE nese ee eeeee ene: D3A; 15. DxD, CxD; 16. A3D, T2C; 17. A2D, y la posicién de las blancas seria excelente. 14. AQR DBA 15. P3AD PxP 16. PXP (2-30 Diagrama nim. 108 _El comienzo de un ataque enér- Bico que abarcard todos los sec- tores del tablero. Empieza en el flanco del rey y se extiende al de dama; luego, las fuerzas ata- cantes del centro hacen una in- cursién hacia el flanco del rey negro. 1m. ‘T20 18 ASA D3C 19. AR! PIA 20. ASA RIA 21. PaTD! Ahora, el inactivo alfil 1A se incorporard al ataque; ademas, el posterior avance del peén TD pa- rece bastante peligroso. ee T2AD 172 22. 0-0 A2D 23. A3T+ = RIC 4. PST Téa Con este movimiento se pierde un peén y la ocasién de una de- fensa mejor, como 24. ..., CSAD; 25. ASA! C4R; 26. PxC, TXA; 2%, TRIAD, TOT)1AD; 28, TxT, TXT; 29. D4D!, seria poco pro- metedor para las negras. 25. DIC! oT 26. AxC PxXA 27. DxPC D3AD 28. POT c3c Y 28. ..., DxD; 29, PxD, TIC tampoco mejoraba la situacién de las negras, pues hubiese seguido ™ ae C3C; 31, A&C y 32. xP, 29. ASA PSA 30. C5A RIT 31. CIR D3R 32 AxC La posicién de las negras no da ninguna esperanza; sin em- bargo, Euwe trata de eludir la derrota, valiéndose de artificios técticos. 82. A3A 33. CxA TICR 34. CSR! T2c 35. D8C+? Esto retrasa algo mas el triun- to; con 35. AXP! se ganaba inme- diatamente. 35... TIA 36. C6C+ TxC 37. DxPA DxA 38. DSR+ A pesar de todo, la superiori- dad material de las blancas es suficiente para ganar. 38... T2C 39. DxP TID 40. D5R DxP 41, DxD. Y las negras se rindieron. En las partidas que hemos ana- lizado, Ja estrategia usada por Alekhine ha tenido un cardcter «panorémico», 0 sea sus planes han abarcado todo el tablero, han incluido el aprovechamiento de muchos elementos de la posicién. Esto aparte, su actividad artistica de la época de mayor florecimien- to contiene bastantes ejemplos de estrategia «caracteristica», es de- cir, la base de la idea estratégica esta formada por un solo elemen- to de la posicién. Como comprobacién de todo lo dicho podemos admirar la ejem- plar destreza con que aprovecha el campeén del mundo un solo elemento, una sola columna abier- ta, en la partida que veremos se- guidamente. Partida 49 Defensa francesa Alekhine Nimzovitch Torneo de San Remo, 1930 1. PAR P3R 2 PAD PAD 3. C3AD = ASC 4. PSR P4aD 5. A2D Demasiado timido; 5. P3TD y 5. D4C son més contundentes. Bee car 6. C5C AXA+ 1. DxA 0-0 8 P3AD P3CD Aqui, Nimzovitch ha cometido un serio error al hacer despreo- cupadamente este movimiento. Se ve que el defensor de la profi- laxis en ajedrez ha olvidado las medidas elementales de aquélla. Como el caballo blanco pretende colocarse en la casilla 6D, era ne- evitarlo prosiguiendo 8 9% PSAR AST Nimzoviteh intenta trasladar el caballo 1C al escaque 4T, para lo cual provoca previamente el mo- vimiento P4TD. Pero a esto se oponen la energia y conviccién ejemplares con que Alekhine Meva a efecto su vasto. plan es- tratégico. 10. C3A Dep 1, PATD = CD3A Diagrama iim. 109 12 PACD! Acerca de esta jugada, Alekhi- 173 ne dice: «Es bastante extrafio que este movimiento, dictado mas o menos por las circunstancias (con 41 impiden las blancas la manio- bra C3A-4T y al tiempo obligan a que se despeje la situacién en el centro), causase tanta sensa- cién. En sus comentarios sobre esta partida, Tarrasch lo califica de «original en sumo grado». Lo que me parece sensacional es el hecho de que un ajedrecista de la talla de mi contrincante no considerase seriamente la posibi- lidad de tal respuesta cuando tra- 26 su plan, iniciado en la jugada 8. P3CD; esto es lo extrafio. més que el movimiento en si». Este interesante comentario de- fine a nuestro biografiado como estratega y valora debidamente el juego propio y el del contrincan- te. jOjald sus palabras sirvan de ejemplo para aquellos ajedrecis- tas que consideran sus éxitos sin el debido sentido critico y estan siempre dispuestos a elogiar el juego de su contrincante cuando pierde la partida! 1 PxPC 13. PxP A2C 14. CéD P4A? Con la idea de impedir el avan- ce de los peones de este flanco y de disminuir de algin modo y con urgencia la presién ejercida por las blancas en el flanco de dama. Sin embargo, si hubiese proseguido Nimzovitch 14. ..., PATD; 15. P5C, C5C 0 15. ASC, PxP, hubiera asegurado a su ca- ballo un futuro prometedor al disponer de los escaques 5C 0 4T segiin el caso; en cambio, tendré que retirar ahora dicha pieza a la retaguardia. 174 Sees a 15. PST! we Este avance es muy oportuno, pues no se puede responder con PxP por la respuesta 16. 15. 16. CxA cla El sacrificio de este caballo tie- ne por objeto facilitar el acorra- lamiento de las piezas contrarias. 16... Dxc 11. POT D2AR 18. ASC! Diagrama mim, 110 ‘La columna AD es el principal sector del frente, y las piezas mayores de las blancas penetra- ran por ella en el campo del ad- versario. 18... C12R 19. 0-0 P3T 20. TRIA TRIA 21. TRA DIR La dama negra se ha situado voluntariamente en la diagonal dominada por el alfil 5C. {No indicaré esto que se han desva- necido todas las esperanzas? iNada menos que eso! Nimzovitch ia hacer otra cosa; por mets a 21. ..., CID hubiese seguido 22, TDIAD, TxT; 23. TXT, TIA; 24, TXT, CxT; 25. DSA, y la dama blanca habria ocupado el escaque 7A. 22, TDIAD TDIC 23. D3R T2A 24. TSA A fin de alinear la dama de- tras de sus torres en la colum- na AD. Phe we D2D 25, T12A RIA 26. DIA TIA 21. AAT! a Con ello se prepara el incisivo movimiento 28, P5C. Esto obliga a las negras a entregar un pedn, si bien tal entrega no mejorar su situacién. 21. PACD 28. P RIR 29. AST RID 30. PAT. (Ver diagrama 111) La necesidad ineludible de im- pedir el avance del peén CD blanco ha obligado a las negras a un juego forzado; a pesar de que hay muchas piezas en el ta- blero, ninguna de elas puede mo- verse sin pérdidas materiales. Con el movimiento 30. PAT, Alekhine subraya la situacién de juego forzado y espera que su contrincante agote los movimien- tos de sus peones. Pero Nimzo- Diagrama nim. 111 vitch no quiso que su adversario se deleitase en la victoria final. y abandoné. ‘En la siguiente partida, Alekhi- ne lleva a efecto un ataque arro- Mador; pero la ofensiva se realiza esta vez por tres columnas abier- tas y no por una Partida 50 Defensa Nimzovitch Stahibers Alekhine Olimpiada de Hamburgo. 1930 1, PAD C3AR 2 P4AD P3R 3. C3AD = ASC 4. DSC Este sistema defensivo tiene muchos afios de existencia. y en miiltiples ocasiones se ha trata- do de refutarlo por diversos pro- cedimientos, entre los que se cuenta el movimiento 4. D3C; ac- tualmente, este movimiento se practica muy poco, pues las _ne- gras han hallado un simple pro- cedimiento para igualar las po- sibilidades. 175, a. P4A 5. PxXP Ca Asi se jugé hasta la cuarta dé- cada; pero los maestros soviéti- cos hallaron posteriormente otra manera de disponer mejor las pie- zas_negras: C3T, AXP, A2R, P3CD, A2C, C(3T)4A y P4D, 6. C3A oR 7. A2D CxP5A & D2A P4a 9. P3TD = Axe 10. AxA 0.0 1. PACD CSR 12. P3R Estos movimientos de las blan- cas y las negras se pueden ver en cualquier manual de apertu- ras. 13. A3D CxA 14. DxC A2C 15. 0-0 CaR Aun cuando debilita sensible mente las casillas de color ne- Bro centrales, la retirada de este caballo tiene por objeto con- trarrestar las activas operaciones de las blancas, y particularmen- te el movimiento P5A. 16, A2R El gran maestro Stahlberg se dispone a operar por la columna AD; pero no lo consigue, pues Alekhine se hace enérgicamente con la iniciativa, 16... DIR 1% TRID =TID 18 PATD Esta continuacién es demasiado pasiva; aqui convenia 18. D5R y, de ese modo, amenazar 19, DIA. 176 18... PSA! Sobre este movimiento, Alekhi- ne comenta: «A partir de aqui todos los mo- vimientos de las negras han sido ealeulados con suma_ precisién; tanto que es poco probable hallar otros mejores.» 19. PST PXPR 20. DxP cia 21. D3A P3D 22. PxP PxP 23. CIR PAR Asi, el caballo negro tendré un importante punto de apoyo en la casilla 5D y su torre un paso a través de 5A. Por los citados pun- tos emprenderén las negras el timo asalto a la posicién del ad- versario. 24 TIT c5D 25. D3R T2D 26. T2T T2-2AR 27, P3A oe Diagrama nim, 112 £1 orden de las piezas negras es perfecto; sélo falta que la dama ocupe el lugar ideal desde donde dirigiré la ofensiva. 28. ASD part jésta es la casilia de la dama! Ahora se amenaza 29, ..., PSR! 30, DxC, PxP, y las negras ga- nen en seguida; por eso, el alfil ha de retirarse inmediatamente. 29. AIA DAC! Alekhine realiza con brillantez el ataque: sus torres dominan la columna AR, y su dama ejerce claro dominio en la de caballo. Es facil ver el peligro de la respues- ta 30. ..., TXB! 31, DxD, TXA y mate. 30, T2AR Diagrama nim. 113 30... Pst! Esta insignificante movida de- cide el resultado de una gran con- tienda. Las blancas no pueden de- fenderse satistactoriamente de la peligrosa continuacién 31. TXP; 32, DxD, TXT. Alekhine tenia previsto responder a 31, D2D con 31. ..., AXP; 32. CxA, CxC+; 33. TXC, TXT; 34. DxD, TXA+; 35. TXT, TxT+; 36. RxT, PxD; 37. R2R, R2A; 38. RSA, R3R; 39. RAR, PACD!, y el negro no tendria dificultades en ganar este final de peones. La continuacién elegida por Stahlberg ocasiona inmediatamen- te la pérdida de 1a partida. 31. RIT TxP ¥ las blancas abandonaron. Entre las partidas de Alekhine se encuentran varias en las que entrega un peén por la iniciativa en la apertura; método por el cual tuvo especial predileccién incluso en la época de sus mejores éxi- tos. Ofrecemos al lector dos parti- das significativas. Partida 51 Gambito de dama Alekhine Colle Torneo de Bled, 1931 1. PAD C3AR 2 P4AD = PSK 3. C3AD P4D 4. ASC cD2D 5. C3A PBA 6. PAR El negro se proponia realizar aqui la variante Cambridge- Springs 6. P3R, P4R. Como esta variante no era del agrado de todos, se idearon diversos proce- dimientos para impedir su reali- zacién. Alekhine usa uno de ellos, a saber: el audaz ataque P4R y 177 la _entrega consiguiente de un peén. 6 PXPR 1. CxP D3C 8 A3D Diagrama mim. 114 Ahi est4 la entrega del peén a cambio de la iniciativa. Cree- mos oportuno sefialar que se tra- ta de una verdadera entrega, 0 sea el peén o su equivalente no se restituye en pocas jugadas, sino al cabo de mucho juego. Las blancas pueden demostrar de una sola manera que tal entrega es acertada: presionando sobre el dispositivo del adversario mien- tras no obtengan otras ventajas que compensen suficientemente la sobredicha entrega. i DxP 9. 0-0 cxe 10. AxC 3A 1. A3D D3C 12 TIR A2R 13. D2A P3TR 14. A2D PsA Colle comete la primera impre- 178 cisién; no tenia que haber abier- to la diagonal mayor, porque el alfil blanco ya a servirse con provecho de la misma. 15. A3A PxP 16. CxP 0-0 1%, CSA DID 18 CxA+ DxC Diagrama nim, 115 Analicemos esta posicién e in- tentemos hallar la respuesta a esta pregunta: jqué ha recibido Alekhine a cambio del peén? En primer término una posicién ép- tima de sus piezas: los alfiles es- tén situados perfectamente, y las torres tienen movilidad y se tras- ladarén pronto al flanco de rey. Mientras el negro atin no ha dado fin al despliegue de sus piezas, el blanco dispone de tiempo sufi- ciente para reforzar la presién ejercida contra la posicién del rey adversario. 19. TDIC! Las blancas tienen intencién de proseguir 20. AMC e incluir ta segunda torre en el flanco de- recho, para atacar. 1%... TID 20. T3R P3CD 21. D2R A2C 22, T3CR = CIR. 23. TIR RiA 24. D2C! La dama blanca maniobra en su propio campo y al mismo tiem- po debilita la posicién del con- trario. Pea P3A 25. AaC c3D 26. T3-3R R2A 2. PAA Dep 28, D2R! Las amenazas aumentan; aho- ra, las blancas amenazan con to- mar el pe6n 3R, aunque tienen previsto 29, D5T+. 2B... TR 29, DST+ RIC La retirada del rey al flanco de dama acarrearia muchas pér- didas: a 29. ..., R2R seguiria 30. TxP+, DxT; 31. TxD, RXD; 32. D4C+, y las negras continua- rian perdiendo material. 30, DEC P4A 31 AxC = DXA, 32, AXP = DXP , 33. DIT+ RIA 34. AGC Las negras tendrian que rendir- Se ante el peligro de 35. TIAR. Mw. D5D 35. AxT TxA 36. RIT D3A. Aqui advirtié Colle que perdia calidad después de 37. D8T+, R2A; 38. D+Tx, RXD; 39. TXP+ y abandond. En la siguiente y memorable partida, Alekhine entregé dos peones por la iniciativa en la apertura. ¥ el ataque de las pie- zas blancas fue tan violento que la lucha finalizé al décimo nono movimiento. Esta lucha relampa- go impresioné mucho a sus con- trincantes. Partida 52 Defensa francesa Alekhine Nimzovitch Torneo de Bled, 1931 1. PAR P3R 2 PAD PAD 3. C3AD A5C 4. CR2R PxP 5. P3TD AxC+ 6 Cxa P4aR «Este movimiento va contra to- dos los principios de la sana es- trategia», dice Alekhine, y expli- ca: «Los escaques de color negro de las negras se debilitarén en sumo grado por ese movimiento y por haber cambiado el alfil de rey». Aqui procedia 6. ..., C3AR!. El conocimiento seguro y claro de la gravedad del error estratégico, co- metide por Nimzovitch da a Ale- khine motivo para emprender un ataque, en el que entrega dos peones. 7. P3A PxP & DxP DxP Cuando se jugé esta partida, se suponia que 8. ..., D5T+; 9. P3C, 179 DxFD era més contundente; pero eso fue mera suposicién, pues Jas blancas juegan 10. C5C, y su ata- que es irrechazable. 9. DSC! C3AR © bien 9. ..., C2R; 10. ASR, D3A; 11. 0-0-0, y la superioridad de las blancas seria considerable. 10. DxPC DAR+? La continuacién 10. .... TIA daba a las negras ciertas espe- ranzas; mas, ahora, perderan irre- mediablemente. Tl AQR TIC 12. D6T T3C 13. DAT A2D 14 ASCR ABA 15. 0-0-0 (Ver diagrama 116) Es facil ver el inmediato hun- dimiento de las negras: ademés de los defectos comunes a posi- ciones como ésta, el caballo y la torre de la dama negra permane- 180 Diagrama mim. 116 cen todavia en su posicién in: cial. IB. AXP El negro no puede ya salvar la partida. 16. TRIR ASR 11. AST CxA 18 T3D+ R2A 1%. Dxe. Y las negras se rindieron. 4 DESPUES DEL FRACASO En la soledad y el olvido iAy del rey que pierda la corona, aunque se trate del rey del ajedrez! La aficién mudé de simpatia. Las constantes victorias hartan; esto hace que se exijan continuamente nombres nuevos, aconteci- mientos interesantes. Por otra parte, la tenacidad de Euwe se hizo merecedora de la admiracién general. Muy pocos permanecieron al lado dei depuesto rey del ajedrez. Emmanuel Lasker no mudé de criterio sobre él y su talento que habia reconocido con anterioridad. Estas palabras suyas lo atesti- guan: «Creo que, tras un descanso imprescindible, puede ofrecer toda- via muchas partidas interesantes a la aficiény. En Mosca no se creia en la caiada de Alekhine, y en Praga, Varsovia, Londres y Viena tenia muchos adictos, aunque dudaban de si su favorito lograria restablecer la salud, y particularmente hibrarse del mal que le habia llevado al fracaso. Ahora que empie- zan sus dificultades, vamos a tratar de sus cualidades humanas y de cémo se manifestaron en medio de la adversidad. Se ha escrito mucho sobre su insociabilidad, retraimiento, aspe- teza y deseo de separarse del trato con los dems. En el transcurso de mi prédiga participacién en los torneos he conocido muchos aje- drecistas, simples aficionados y personas que lo vieron o se trataron con él, De sus informes y datos pude reconstruir la imagen de este inolvidable gran maestro. Pero debemos atenernos, mas que a las Palabras, a los documentos. Capablanca lo describe asi: «Alekhine es el prototipo de la raza eslava; mide mds de seis pies de altura, tiene el pelo rubio y los ojos azules. Llama siempre la atencién de los circunstantes cuando se presenta en las salas de competicién Habla con exactitud, correccién y claridad seis idiomas, es doctor 181 en Derecho y su formacin general supera con creces a la del hom. bre medio. Por lo visto, tiene una extraordinaria memoria para el ujedrez; dicen que recuerda puntualmente las partidas jugadas con maestros y ajedrecistas mas importantes durante los quince o veinte afios Ultimos». Otros ajedrecistas hablan de su envidiable entendi- miento y vasta instruccién. He leido muchos articulos y libros suyos. y confieso que he envidiado siempre la precisién del lenguaje y la amplitud de los criterios. Alekhine fue amable y servicial en el trato con sus colegas aje- drecistas, y estuvo siempre dispuesto a prestarles ayuda. Sobre este particular me hablé varias veces el maestro hingaro Andrés Li- lienthal, a quien Alekhine recibié cordialmente en la estacién de Paris cuando visité de joven y por primera vez la capital de Francia. Escuchémosle: «En las relaciones personales, Alekhine fue muy ama- ble y simpatico; goz6 del afecto de todos; estuvo siempre dispuesto a dar consejos utiles a sts _camaradas, y no regateé esfuerzos en transmitirles sus conocimientos y su experiencia. Sobre él siempre se ha escrito favorablemente. Su fiel admirador (Ernesto Griinfeld) puede atestiguar que Alekhine fue una persona amable y servicial». Sin duda, interesaba conocer la opinién de uno de los ajedrecis- tas que jugé con él tres competiciones individuales y lo vio y traté acaso mas que otros grandes maestros. Por ello, me dirigi al doctor Euwe y le pedi que expresara el concepto que tenia formado del gran maestro ruso. Respondié: «Como persona, Alekhine fue un enig- ma. Tenia concentrada la atencién en el ajedrez y en si propio, de tal suerte que en nuestros paises le pusieron el apodo de “Allein ich”! Con tal disposicién de animo no pudo tener amigos verda- deros, sino partidarios y seguidores. Le agradaba ofr palabras amis- tosas, y particularmente cuando las cosas le iban mal; su naturaleza tenia cierto matiz infantil... Si se le considera en este aspecto. se le pueden perdonar muchas cosas: ante el tablero de ajedrez era grande; fuera del mismo se semejaba a un nifio que hace travesuras ingenuas y, por ello, cree que nadie las ha advertidoy. Ahi tenemos la persona timida, corta y ensimismada que no siempre valora debidamente su comportamiento y, por lo mismo, no puede evitar la comisién de errores. Tales personas gozan poco del afecto de aquellas que les rodean. Esto es otra de las causas de que el rey depuesto se quedase solo y sin el apoyo de los amigos. Mientras tanto el coro de los entendidos afirmaba, ya directa © indirectamente, que la época de las bellas combinaciones alekhi- nianas habia terminado y empezaba la de la precision matemética euweniana. Sin esperanzas... El ajedrecista halla consuelo timicamente en nuevas luchas com- petitivas. Y Alekhine participa en decenas de ellas durante los dos 1. *Yo solo"; en alemén en e! original. 182 afos que Sucedieron a su fracaso, aunque fueron en general de rediana importancia, excepto algunos torneos como el de Nottingham, Relebrade el afio 1936. Ei hecho de haber ocupado el primer puesto Ge la clasificacién en dos competiciones y de haberlo compartido Gon otro participante en otras dos revela la baja forma deportiva de Siekhine. Esto hacia suponer que habia perdido la capacidad para ganar, teniendo en cuenta que siempre aventajé a sus més inme- Giatos seguidores en 3 1/2 y 5 1/2 puntos. Los descuidos, los erro- res y 1a confusién le perturbaban las ideas. {¥ la duda, la temible guda sobre sus propias fuerzas y el acierto en los planes de juego! i lector verd luego algunas partidas pertenecientes a este periodo ‘comprendera la siguiente confesién: «En otro tiempo hubiese pa- Jado a un final de juego y hubiera ganado; pero en este periodo me fallaba la habilidad para realizar buenos finales». Dos importantes torneos del citado periodo ejemplifican lo dich: el de Nottingham (1936) y el de Kemeri (1937). En los dos parti- ciparon ajedrecistas ilustres y Alekhine no pudo hacer nada frente f@ ellos, pues en el primero se clasificé en sexta posicién y en el segundo hubo de compartir los puestos cuarto y quinto. Habia per- @ido facultades para enfrentarse con jugadores fuertes y medianos. Sobre todo, fue deprimente el resultado que obtuvo en Nottingham. Realizé con brillantez algunas partidas en las que derroté a Tarta- kower, hizo unas interesantes tablas con Botvinnik y gané a Euwe en un largo final de damas. jEl rey del ajedrez pudo comprobar que Alekhine atin estaba fuerte! En cambio, perdié frente a Reshews- ky y frente a Capablanca. ;Cudnta agitacién causé la partida entre los dos ex campeones por estar enemistados uno con el otro! Alekhine sacé ventaja en la apertura y en el medio juego; pero, como le solia ocurrir en aquel entonces, hizo unos movimientos falsos y perdié la ventaja. Preocu- pados los jueces de la competicién se preguntaban: Si no se hablan, jeémo ofreceré uno al otro las tablas? Pero la cuestién se resolvié por si misma al cometer Alekhine otros errores y empeorar asi su posicién cuando se Uegé al descanso; ademés, hizo un movimiento después de que el juez arbitro diese la sefial para suspender el jue- go; por lo cual la tensién con que se habia jugado esta partida acabé en un conflicto... En el torneo de Nottingham se destaca un nombre nuevo, el de Miguel Botvinnik. A partir de aqui empiezan las negociaciones entre @ y Euwe sobre una competicién por el titulo mundial para cuando éste hubiese jugado el encuentro-desquite con Alekhine y lo hubiera ganado. ;Cémo no iba a ganarle! Bastaba observar su juego para comprender que caja aceleradamente en la nada ajedrecista... Pero sucede Jo imprevisible Al concertar en 1935 el encuentro para el campeonato del mundo, Alekhine se reservé el derecho a una competicién-desquite al cabo 183 de dos ajios si ganaba Euwe; en efecto, se cumplié lo pactado en ei plazo previsto. Siempre me ha sorprendido la deportividad de Euwe en cuanto a cumplir sin objeciones ni demoras lo convenido. Otros en su lugar lo hubiesen demorado y puede que no lo hubieran cumplido. Pues se ha dado mas de un caso en que el campeén del mundo ha ale- gado varias razones para eludir la puesta en juego del titulo. No hace mucho le dije a Max Euwe que el cumplimiento de lo concer- tado puso de manifiesto su espiritu deportivo y elevé su autoridad en los circulos ajedrecistas, y le pregunté por qué no habia dado largas a dicho encuentro, a fin de ostentar un afio més el titulo de campeén del mundo. Me contesté: —No tenia objeto este retraso, y atin menos estando seguro de ganar por segunda vez. En aquel entonces bastaba observar 1a for- ma deportiva de Alekhine para convencerse de ello. Siendo asi, ;qué sucedié? {Cémo pudo Alekhine presentarse con la brillante forma deportiva de sus mejores tiempos, y al cabo de dos afios, en Amsterdam? A los inmutables camareros holandeses, conocedores de la costumbre del campeén ruso, Jes extrafiaba que pidiese de bebida un vaso de leche holandesa. {La mejor leche del mundo! No fumaba y habia resuperado unas libras de peso; en suma, su semblante denotaba tranquilidad y satisfaccién. También se habia preparado de otro modo y a fondo para este encuentro. En el primero se presenté sin el debido equipaje de aper- turas y sin ayudante, por lo que hubo de encargar este cometido al maestro holandés Landau. Esta vez le servia de ayudante el gran maestro Eliskases y su equipaje de andlisis tedricos era considerable. iSi los aduaneros holandeses hubiesen sabido que las maletas del sonriente maestro contenian muchas «bombase ajedrecistas...! Pero, ,qué sucedié realmente? ;Cémo pudo este hombre, derro- tado y enfermo del corazén, vencer la dolencia que le aquejaba, recobrar la salud y hallarse en éptimas condiciones para tomar parte en una lucha tan dificil? ,Qué le indujo a rehacerse de su deca- dencia artistica? Poco ha que todo eran fracasos, errores y descuidos; ahora habia trazado vastos planes y hecho calculos exactos. ,Qué fuerzas produjeron esta sorprendente transformacién? La causa hay que buscarla en las particularidades de su cardcter. Sobre este par- ticular, Romanovsky comenta: «En el transcurso de ‘once afios sos- tuve relaciones amistosas con Alekhine y conoci muchos de sus ras- gos. A mi parecer el primero y principal es la orientacién hacia un objetivo determinado. Lo interesante de su memorable victoria sobre Capablanca en el aiio 1927 fue, aparte de la alegria de ver cum- plido su deseo, la desazén que le causé. {Qué hacer en lo sucesivo? A partir de este instante su vida carece de tal objetivo y, por lo mismo, empieza a envolverse en una dramitica neblina. »Comenzé a hablar de nuevas ideas y a escribir sobre ellas. En su arte se manifiestan sintomas de ensayos y nuevas concepciones ajedrecisticas que serdn a la postre la causa de su derrota frente 2 Euwe en la competicién para el campeonato del mundo por no ha- 184 Bees oe perlas tratado con la debida seriedad. Pero se na de reconocer que este gran fracaso, quizds el tinico en su carrera deportiva, tuvo tn lado positivo, es decir, en su vida aparecid un nuevo objetivo: demostrar otra vez que él era, a pesar de todo, el mas fuertes. {Con qué claridad y precision definen estas palabras el cardcter del gran fhaestro ruso! Imperturbabilidad en los éxitos y movilizacién en los fracasos. La verdad de esta afirmacién se ve reflejada en las tablas ge los torneos. {Cuantos premios especiales de belleza obtuvo Ale- khine por partidas jugadas al dia siguiente de haber sufrido una gerrota! La fuerza de voluntad, el saber movilizarse y el cardcter firme fueron los atributos peculiares que le distinguieron en las contiendas ajedrecistas. Y ha pasado a la historia del ajedrez como tno de los pocos grandes maestros a quienes las derrotas no sélo no le desmoralizaron, sino que, al contrario, le fortalecieron alin mas. En 1937, la preparacién deportiva de Euwe era idéntica a la de dos afios antes. Al menos no se quejaba de su estado de salud ni se quej6 posteriormente. Ocurrié que Alekhine estaba muy bien pre- parado, y el campedn holandés no pudo quebrantar la voluntad de fu contrincante. A la saz6n contaba Alekhine cuarenta y cinco afios; ‘a pesar de esto su buen aspecto, su serenidad, su apacibilidad y el estilo seguro y firme de su juego sorprendieron a todos; parecia el mismo de los torneos de San Remo y Bled. {Qué podia hacer Euwe u otro gran maestro de la época ante tal ajedrecista? ' ‘En la competicién de 1935, la causa del fracaso de Alekhine se debié principalmente a la escasa preparacién en el terreno de las aperturas; en verdad, no preparé nada nuevo ni pidié ayuda a nadie. Por el contrario, a Euwe le ayudaron Flor, Griinfeld y Kmoch, prin- cipales tedricos de entonces. Y en la de 1937, Alekhine no se inmuto por nada ni siquiera por la presencia del gran maestro R. Fine, que vino del otro lado del océano para ayudar a Euwe. Es particularmente bella e interesante la novedad, introducida por Alekhine en 1a sexta partida (véase la numero 61): en la variante de la defensa eslava, que Euwe conocia perfectamente y seguro que analizé a fondo con sus ayudantes, entrega un caballo en el sexto movimiento, Esto caus6 cierta perplejidad a su rival quien no supo si tomarlo 0 no; vio claramente que, si tomaba, las blancas ten- drian oportunidad de desarrollar un ataque sumamente peligroso. iPodia someterse a tal ataque si su autor lo habia preparado de ante- mano y, por tanto, conocia todas las sutilezas, variantes y maneras de levarlo a término? Euwe no tomé encontréndose de pronto en un callején sin salida. La novedad en cuestién tue tan compleja y con tantas variantes complicadas, que no se consiguié refutarla sino al cabo de un afio de haber sido introducida. - En otras partidas muestra Alekhine no s6lo una comprensién am- plia de los problemas de la apertura, sino también un profundo co- Rocimiento de la psicologia. El acierto en elegir la apertura, el paso oportuno al sistema catalan y la aplicacién de ciertas variantes de la defensa Nimzovitch le permiten imponer su voluntad al adversario. La superioridad en este terreno le da confianza y le facilita lograr 185 prontamente la victoria. En ninguna otra competicién individual hubo tantas partidas cortas como en ésta, que se resolvieran en la aper. tura, lo cual le situé a nuestro hombre entre los mas relevantes teéri. cos de esta primera fase de la partida. Pero el ajedrez es caprichoso, pues el buen estado fisico y la excelente preparacién deportiva no siempre dan los frutos deseados. Alekhine perdié la primera partida; podria parecer que esta circuns, tancia bastaba para desanimarle. Mas veamos las declaraciones que ‘hizo un corresponsal, después de su fracaso en la primera interven. cién: «jBueno, la primera partida me ha sido adversa! Tras haberla perdido, escribo seguidamente estos renglones. El resultado no es agradable, que digamos; pero tampoco me ha cogido de sorpresa, por estoy preparado para encajar algunas derrotas en esta com. » debido a unas sorpresas que el doctor Euwe me tiene pre. Paradas en la apertura. Sin embargo, cifro mis esperanzas en los siguientes factores: en ningéin caso debo subestimar el valor de mi adversario; he de cuidar mi estado moral y fisico, pues faltan toda. via veintinueve partidas para terminar el encuentro. Mafiana ser otro diay. Estas palabras trascienden confianza, tanto por su tono como por el respeto al contrincante y por la ultima frase, tomada de la novela «Lo que el viento se levés, de la escritora norteamericana Margarita Mitchell, Al dia siguiente, igualé el tanteo; luego, hizo tablas en otras dos partidas, y perdié la quinta. Después, gané tres. ;Y como las gané! Euwe se resistia tenazmente, porque, aun cuando el resultado de 6:4 le era destavorable, tenia atin posibilidades de mantenerse en el trono. Pero no hubo forma de ganarle la delantera a Alekhine, que sacé cuatro puntos y medio de las cinco partidas siguientes y. des. Pués de la vigésimo quinta, obtuvo los 15 1/2 puntos que le ase- guraban la victoria. Atendamos a lo que Euwe dice acerca de tan sorprendente victo- ria: «Considerando el aspecto técnico de las partidas de este en- cuentro y analizando a fondo el juego de Alekhine, se verd facil mente que jugé impecablemente todo el encuentro, Introdujo no sélo una serie de novedades en la apertura; también realizé partidas, em- pleando los simples procedimientos estratégicos que caracterizaron siempre su juego. La tactica perfecta y el talento combinativo son tan conocidos y propios de su estilo, que no es necesario detenerse en ellos. Su juego fue asimismo intachable en los finales. Pero Ic que mds me entusiasmé fue su destreza en proseguir las partidas no terminadas, que yo conocia bien por tener que analizarlas; er ellas ejecutaba a veces movimientos inesperados y nuevas ideass. ¥ finalizado el encuentro, manifests: «jAlekhine ha restablecidc Su reputacién de ser el mejor ajedrecista entre los vivientes y ha confirmado la creencia de que es el mas grande de cuantos han sido!y. Esta vez no hubo jolgorio en Holanda, y la Sociedad Contra el Alcoholismo le hizo un simbélico regalo consistente en una cesta con botellas de leche, nata y queso del pais, Entusiasmados, los admira. 186 a a . 5 algu- del sin par talento de Alekhine se pasaron a su campo; al dotege ellos habian estado dos afios en el de Euwe. Abundaron los Siirambos; de nuevo se hablaba de la inigualable capacidad combi- Sativa del genial ajedrecista ruso, Pero él denotaba fatiga y ron- Gaba ya los cincuenta afos... Dedicacién entera al ajedrez in embargo, se lanzé nuevamente a la més enardecedora de las vchas competitives: en 1938, tomé parte en el troneo de Mente: video, de Plymouth, de Margate y de la AVRO, y conquisté muchos rimeros puestos, aunque en el iiltimo de los citados hubo de com- partir el cuarto y el sexto lugar con otro participante. Este torneo bra solamente para gente joven. (Si habia que trasladarse a diario de una ciudad a otra!, jcomo se podia jugar debidamente? Por eso, los mds aviejos» ocuparon los puestos, correspondientes a la segun- itad de la tabla de la clasificacién. — ar no faltan aspirantes al trono. Capablanca contintia cifrando sus esperanzas en el encuentro-desquite; se rehace en los ultimos aes, y ocupa los primeros puestos en torneos tan importantes como el de Mosca y el de Nottingham, celebrados en 1936; en el segundo com- partié el primer premio con Botvinnik. Y Salo Flor firma un ae do con Alekhine, para disputar el titulo mundial. Acerea de ello, ae ingenioso maestro checo dice con el humor que le distingue: «No tengo nada que perder; si no gano, al menos pasaré a la historia del ajedrez como uno de los contrincantes de Alekhine en la dispu- itulo mundial». : Ei campesn soviético Miguel Botvinnik intenta, seriamente con- certar un encuentro con el campeén del mundo. Este aspirante es peligroso, pero deseable. En las negociaciones sobre este particular, Alekhine pone la condicién de trasladarse a Mosca dos meses antes ezar el encuentro. . los colegas les sorprende que el paso del tiempo no ha menos- cabado la claridad de las ideas alekhinianas. Sobre ello, Pablo Keres comenta: «Tuve trato con Alekhine en varias competiciones. Jugué frecuentemente con los mejores ajedrecistas de aquella época; pero hacerlo con él era siempre una experiencia singular, algo distinto de lo comtin, Esto obliga a preguntarse: tpor qué? Porque se distin- guia de los ajedrecitsas de su generacién en cuanto al punto de vista de mirar el ajedrez. Al jugar con Alekhine, uno estaba con- vencido de que él ponia todo su poder y todos sus conocimientos en la partida y de que, como verdadero artista, crearia una gran obra de arte, Nunca desestimé las cualidades de su contrario, nunca jugé Superficialmente y, lo que es més importante, trazé siempre un plan de juego profundo e interesante por sus ideas. Tomaba la iniciativa Y procuraba ganar, aun cuando su situacién en el torneo no lo re- quiriese; en suma, ponia esmero en ejecutar la partiday. ae Sabelio Tartakower dice del campeén del mundo: «Debo afiadir 187 que quienes conocieron personalmente a Alekhine se sorprendian de cémo puede una persona entregarse por entero a los deleites ajedre- cistas que, por lo demés, le compensaron con creces. Y si hubo al- guien que no soterré su talento, sino que lo aproveché para deleitar a los demés, fue Alekhiney. En su espiritu reinan la satisfaccién y el sosiego; se halla en la cumbre de la fama, goza de las comodidades del hogar y acepta toda manifestacién de afecto que se le tributa. El futuro parece presen- tarse despejado y prometedor. Hay muchos torneos por delante y se publica su libro sobre las partidas del torneo de Nottingham; viene a ser una erevisién» semejante a la que hizo después del tor- neo de Londres, celebrado en el afio 1922. Asi que sufria una derrota buscaba sus causas; para esto nada mejor que analizar las partidas propias y las de los contrarios. Tiene proyectados varios libros y un manual, para que las generaciones venideras aprendan a jugar al ajedrez segin su propio estilo. Los maestros jévenes arden en deseos de derrocar al tviejoy. iQue lo intenten! Botvinnik es el més peligroso de todos; lo demos- tré en el torneo de la AVRO al aprovechar los pequefios despistes de Alekhine en la posicién. Si hay que enfrentarse con él, seré ne. cesario prepararse bien respecto a las aperturas. Y si se celebrase en Moscé, la competicién ofreceria oportunidad de ver nuevamente los lugares queridos... ;Qué pasa alli con el ajedrez! Poco tiempo antes organizaron los sindicatos un torneo, en el que participaron siete mil personas. {Siete mil! Por lo pronto habia que ir a Buenos Aires, para tomar parte en la olimpfada de turno. Sin duda, era una satisfaccién ver de nuevo la ciudad donde se proclamara campedn del mundo. Alekhine gustaba de las olimpiadas ajedrecistas, porque en ellas se encuentra uno con amigos y conocidos de todos los lugares del mundo; se concier. tan nuevos torneos y competiciones individuales, y se rinde verda- deramente culto al ajedrez. Pero un hecho le puso de mal humor: Capablanca obtuvo mejores resultados que él en el primer tablero del conjunto cubano. Cierta persona doné un broche de brillantes como premio especial para el capitin del equipo que puntuase mas. iDesde luego, 1g violento no era no ganar dicha joya, sino ir a la zaga de Capablanca...! El pacifico curso de la contienda entre los mejores equipos del mundo fue interrumpido por la noticia de a invasién de Polonia por las tropas alemanas y del comienzo de la guerra mundial. En tales circunstancias, el ajedrez pasé a wltimo término, y muchos partici- pantes salieron aquel mismo dia para Europa. Ante el encuentro Francia - Alemania, Alejandro Alekhine, capitin del equipo francés, comunicé a los jueces de la competicién que no deseaba competir con los alemanes y retiraba su equipo. Los jueces dieron por finalizado dicho encuentro y anotaron medio punto para cada equipo en 1a tabla de la clasificacién. La olimpiada finalizé, y los participantes regresaron a sus paises respectivos. Pero los maestros europeos esperaron. iQué hacer? Via- 188 a jar en barco era peligroso, ya que la guerra se habia extendido a ja mar. Najdorf, Stahlberg y Eliskases se quedaron en Argentina. En cambio, Alekhine y su esposa decidieron partir para Europa. Esta decision fue ilégica. {Qué indujo al campeén del mundo a tomarla? jLa tempestad de acero que azotaba el viejo continente? yPor qué no decidié esperar, como hicieron los maestros jévenes? Nadie podria contestar a estas preguntas. Existe sélo el hecho de que él y su cényuge desembarcaron el mes de enero de 1940 en Europa, exponiéndose a las contingencias de la fortuna. 2 PARTIDAS JUGADAS ENTRE 1935 ¥ 1939 Este movimiento tiene por ob- jeto cambiar el alfil 3D; unica pieza de las blancas que esta si- tuada activamente. Partida 53 Defensa francesa Winter Alekhine Torneo de Nottingham, 1936 1. 0-0-0 AGAR 12, C(1A)3C AxA 1, PAR P3R 13. DxA = P3TR 2 PAD PaD 14. P4AR? 3. PxP PxP 4. A3D c3aD Diagrama mim. 117 5. C2R A3D 6. P3AD DST! Con este enérgico ataque de la dama, Alekhine toma la iniciati- va ya desde el comienzo de la partida. Aqui se demostraré que no es bueno el cambio de peones en la tercera jugada. 1% C2D ASCR: Aqui ofrecen las negras un Peén; pero el maestro inglés no lo acepta, porque, después de 8. D3C, 0-0-0; 9. DxPD, C3A, su contrincante tendria ventaja de desarrollo y un fuerte ataque es esta primera fase de Ja partida. Es di juego hubiera trazado Alekhine, si hubiesen jugado de otro modo 8. D2A 0-0-0 las blancas. Tras el movimiento 9. C1A P3CR que han efectuado, no ofrece 10. ASR CR2R duda y se basa en las particulari dades producidas por el cambio 189 de la situacién. Véase: con el ci- tado movimiento, Winter ha debi- litado sus escaques 3R y 4R; con- siguientemente, las negras pueden desarrollar su juego en la colum- na TR; pero antes retiran la dama, porque ya ha cumplido su misién en el punto 5T. 14... DsC! 15. P3TR D2D 16. TRIA = PATR! Este movimiento impide el avance del peén blanco 4A: a 17. PSA seguiria 17. ..., PST; 18. PGA, C1CR; 19. CIT, TIR, y el pedn blanco 6A se perderia pronto. 1%. CIC PST 18. C3-2R © C4A 19. C3A P3A Es admirable la disposicién con- veniente y proporcionada de las piezas y peones negros en el flan- co de rey. Las blancas, por el contrario, tienen debilitados sus escaques 3R y 4R, y no pueden disponer del 5R porque lo do- mina el peén negro 3A. 20. C2T TDIR 21. AD T3R 22. CAC TIIR 23. TQD)IR T1-2R! Al igual que en la partida né- mero 49, Alekhine coloca la dama detras de las torres, para ocupar de un modo decisive la séptima y octava lineas. 24. RID 25. D3A DIR cat La caballeria apoya a las fuer- zas atacantes, cosa que no pue- den impedir los débiles obstacu- 190 Jos que las blancas ponen sobre le: marcha. 26. P3CD os Diagrama mim, 118 Esta entrega es unica y légi- ca, por cuanto las blancas estén apelotonadas y no podrén defen- der debidamente a su rey. Si to- man el caballo, el mate serd ine- vitable después de 27. .... DST+; 28. RIA, AGT+; 29. RIC, T3C+; 30. RIT, D7A; si no lo toman, sélo les queda alargar un poco més la resistencia. 27. AIA C(5A)6R+ 28. AxC CxA+ 29. CxC TxC 30. D2A pac! iEl fin! La amenaza 31. ..» D6D+ fuerza a las blancas a en- tregar el peén 3A, tras lo cual toda resistencia ser4 inttil. 31. CIA TxPA 32, TXT AxT 33. DIR R2D M4. PSA a eee ¥ también 34, DT, DxT+ y DXxPA. 34. T6R 35. D2A Pac 36. TIR TSR 31. TxT PxT 38. R2D ASD! Con objeto de proseguir 39. ..., POR+!. 39. R2A ASA! ¥ las blancas abandonaron. Partida 54 Apertura espaiiola Alekhine Taylor ‘Torneo de Margate, 1937 1, PAR PAR 2 C3AR C3AD 3. ASC P3TD 4, AMT CA 5. 0-0 A2R, 6. D2R oe Alekhine practicé con frecuen- cla este movimiento. Hoy dia no se suele hacer. 6... 0-0 1. PSA? Esto da idea de la forma de- Portiva de Alekhine en aquel tiempo. Las blancas hubieran po- dido ganar un peén, si hubiesen Proseguido 7. AXC, PDXA; 8. CxP, DSD; 9. C3AR, y a 9% DxPR seguia 10. DxD, CXD; 11. TIR y ganaban una pieza. Pas P3D 8 PAD A2D 9. PSD cic 10, A2A i. P4A CIR P4AR Este serio error posicional ofre- ce a las blancas oportunidad para dominar por entero su importan- te escaque 4R. El movimiento P4AR tenia que haber ido prece- dido de 11. ..., P3CR, a fin de poder tomar con el peén en la casilla 4AR negra. 12. PxP AXP 13 AXA TxA 14. C3A c2D 15. CAR cia! Esta jugada es muy oportuna. Ante la imposibilidad de desalo- jar el caballo blanco de la casi- lla 4R, Taylor intenta colocar uno de los suyos en 5AR. 16, A3R 3c 17. P3CR P3T 18. C3-2D RAT 19. D3D p2D 20. P&a Este movimiento es mds defen- sivo que ofensivo, pues tiene por objeto prevenir las amenazas 20. we TAT y 21...) DOT. 20... RIT 21, C3AR! Las blancas tienen que dismi- nuir la tensién del centro, para Jo cual Alekhine efectia una ori- ginal operacién tactica. a... PxP 22, C4D Tea 23. AxP? «Se ha cometido un pequefio error estratégico, a consecuencia del cual las blancas no podrén 191 aprovechar totalmente su venta- ja posicional. Dos importantes consideraciones aconsejaban no tomar este pedn: 1) como la po- sicién de las negras tiene poca movilidad, las blancas tenian que haber evitado los cambios, y 2) el alfil blanco hubiese podido em- plearse en la defensa de las casi- las negrass, comenta Alekhine. 23... CxA 24. PxC DSC+ 25. RIT! C3A! El maestro inglés est nueva- mente a la altura de las circuns- tancias. De haber jugado 25. ..., TXP; 26. TxT, DxT; 27. TIAR!, hubiesen ganado las blancas. Ved- mosio: 21. ..., DAR; 28. TSA, 0 27. s+» DBT; 28. C5AR 0 27. ..., DSC; 28. TTA, DST; 29. C3AR. 26. C2AR Al igual que en los movimien- tos séptimo y vigésimo tercero, Alekhine no halla una continu: cin incisiva, La posicién de la: blancas hubiese mejorado consi- derablemente después de 26. C6R. o de 26, TDIR, Después del mo- vimiento efectuado en la partida, tendrd lugar una compleja lucha de la cual el ex campeén del mun- do saldra airoso, a pesar de todo. 26. bat O bien 26. ..., DxP; 27. C6R, DST; 28 C3T y la amenazadora maniobra C4A y C6C+. 21. TICR = C2D 28. C6R Cia 29. DSR exc 30. PxC TSA 31, TDIR = TDIAR 32, D3CR = PACR? Alekhine aprovecharé acertada. mente este error. La continua. cin 32. ..., TIOR era més fuerte y planteaba una lucha muy por. fiada, 33. C3T 34. D2C! T4A Ya conocemos esta maniobra: las blancas colocarén la otra torre en la columna CR, y su ataque de piezas mayores sera irrecha- zable. ee P3A 35. T3R! RC 36. T3CR 4D 37. D2D A3D Diagrama mim. 119 38. CxP! Este sacrificio se basa en un cdileulo exacto; es muy curiosa la vinculacién habilidosa de las pie- zas blancas en esta variante. 38. AXP! Excusado es decir que las ne t ' gras hubieran perdido la dama, si hubiesen tomado el caballo. [> 39, psa+t Resulta que el rey negro no se puede cubrir con el alfil, porque seguiria 40. C3A+. 39. T1-3A 40. CAR+! AXT 41, TXA+ RIT © bien 41. ..., RIA; 32. DAC+, y mate en pocas jugadas. Diagrama nim, 120 42 DxT+! Una bella combinacién; pero no Se puede comprender su sentido mientras no se vea el siguiente movimiento de las blancas. a TxD 43, 'T8C+! Las negras abandonaron por- que las blancas se quedarian con un caballo después de 43, ExT; 44. CxT+ y 45. CxD. En la siguiente y renombrada partida tuvo lugar una lucha compleja. Y en ella, como se ha dicho, se nota a veces al Alekhi- ne vacilante que acaba de per- der el titulo mundial. Partida 55 Defensa eslava Alekhine Bogoljubow Torneo de Nottingham, 1936 1. Pap Paw 2. P4AD = P3AD 3. C3AR C3A 4. C3A PxP 5. PATD = P3R?. Con esta jugada empeora la po- sicién como ya pudimos compro- bar en la partida nimero 46. Lo mejor era 5. ..., AAR. 6. PaR ASC 1. PSR oR En la partida arriba citada, las negras colocaron el caballo en la casilla 4D; en ésta lo han trasla- dado a 5R, aunque ello no me- jora su situacién. 8 D2A 9. AIR pap PAD! Lo mejor; asi, las negras pue- den cambiar el peén blanco 4D. 10. 0-0 i. Px cxc PxP (Ver diagrama 121) Las blaneas tienen tres posibi- lidades. Es facil ver que la prime- ra, 12, PXA, P6D!, no les con- viene porque mejoraria conside- rablemente la posicién de las ne- gras, La segunda fue la que eli- 193 Diagrama mim, 121 gié Alekhine en la décimo nona partida del encuentro con Euwe en el afio 1935; a saber: 12. PXP, PGA; 13, A2D, DAT; 14. AXP, AXA; 15. T3T, y logré un buen juego. Que él no optase aqui por esta posibilidad debe atribuirse a su estado de confusién e insegu- tidad en esta época de su vida. i¥ si le tenia preparada Bogolju- bow una sorpresa? Cuando un gran maestro tiene dnimos, no le arredra nada; pero cuando esté deprimido y confuso, recela has- ta de.su propia sombra. La continuacién elegida prome- te menos, si bien mantiene la ven- taja. 12. CxP AGA 18. C3A! cap 4. TID D3A 15. AxP 0-0 Después de 15, ..., AXP+; 16. DxA, DxA; 17. A3T, el rey ne- gro quedaria en el centro del ta- blero y podria ser objeto de un ataque muy peligroso. 16. C5C P3CR 194 17. ASCD = D2A 18 CAR AQIR 19. P4AR Esta desacertada resolucién ca. racteriza el juego de Alekhine en el perfodo de su decadencia. La légica__continuacién 19. A6TR, TID; 20. P4AR y 21. ASC hubiese debilitado sensiblemente los esca- ques negros del adversario. ee C4A 20. C6A+ AxC 21. PXA A2D 22, ASR? Este movimiento también es erréneo; hubieran mantenido la iniciativa, si hubiesen proseguido 22. A3T, TUA)ID; 23. TaD. iCuantos errores cometieron las blancas antes de perder la ven- taja, que les habia ofrecido el de- sacertado quinto movimiento de las negras! Bae AXA 23. PXA c2D! Las negras ganan un peén, y la lucha pasa a una nueva fase, en la que Alekhine ejerce fuer- te presién sobre las casillas de color negro y en la columna abierta de rey, lo que compensa la pérdida del peén. 24. P3C CxP 25. A4dD cD 26. D2AR = P3C. 21. TIR D5A 28. TDIC ‘TDIA 29. D3R TRIR 30. D3A P3A ‘Las negras estén demasiado s¢- guras de su fuerza: la continua- cién 30, ..., DAD; 31. DxD, PX: gz, TXT+, TXT; 33. TIT, TIT jes facilitaba las tablas; pero han debilitado nuevamente su flanco de rey; circunstancia que aprove- charén las blancas. 31. TAC D2A 32. T2C! TRR 33. T22R -R2A 34. PAC TAR 35. PSC! Las jugadas de las blancas son cada vez mas efectivas. Alekhine amenaza ahora 36, DST, atacan- do los peones 2T y 3R. 35. PxP Diagrama nim. 122 Este audaz movimiento es for- zado, pues el ataque de las blan- cas por los escaques de color ne- €ro seria muy contundente des- bués de 35. ..., D3D; 36. D8T, PATR; 37. PxPA, CxP; 38. DAT. 36. PSA Aqui Alekhine ha sobreestima- Su posicién. El estado de las Blancas hubiera mejorado consi derablemente, si hubiesen prose- guido 36. PxP+, R1C; 37. A6A, CXA; 38. PXC, T2a; 39. TXP, TXT; 40. TXT, D4A+; 41. R2C, DxPC; 42. D3R y 43, PAT. Pero se ha decidido por una maniobra forzada con entrega de material, y comete un serio error en unas variantes bastante ele- mentales. 36... D5AR? Nuevo error que ocasionaré la derrotara de las negras. Tras la correcta continuacién 36. ..., PAR; 37. D5D+, RIA; 38, D6A, como tenia previsto Alekhine, no hu- biesen tenido necesidad de cam- biar damas; habrian podido reti- rarla al escaque 1D o jugar 38. +++ TIAD. En los dos casos defen- dian con eficacia su posicién. 37, PXPR+ TXP 38. DSD C3A El bando negro no podia defen- der simultdneamente la torre 3R. y el caballo 2D, ni contrarrestar a la vez la amenaza 39, T2AR. Con el movimiento efectuado en la partida pierden una pieza. 39. AxC DSC + 40. T2CR D4A 41. ASR! Las blaneas hubieran tenido que rendirse, si hubiesen prose- guido 41, D4A?, D4A+!; pero, ahora, se cambian los papeles. 4... RIC 42, T2AR = DSC+ 43. RIT PATR 44. TICR DST 45. T6A RT 46. TxT Txt 47, DID+. 195, ¥ el negro se rindié. Incluso en .este dificil periodo de su decadencia artistica, Ale- Khine ofrecié a la aficién unos valiosos ejemplos de su estrate- gia preferida: la entrega de un peon por la iniciativa. La siguiente partida sorprendié a todos por la originalidad de la apertura y por la sutileza y maestria con que el depuesto campeén del mundo llevé a efec- to su ventaja. Partida 56 Defensa francesa Alekhine Flor Torneo de Nottingham, 1936 1. PAR P3R 2 PAD PaD 3. C3AD ASC 4. A2D Este movimiento suscité vivas discusiones. Aqui entrega Alekhi- ne dos peones con una compen- sacién muy problematica. Mien- tras a unos les entusiasmaba di- cha entrega y otros la censura- ban, se publicé la coleccién de Partidas del torneo de Notting- ham. En ella, Alekhine dice: «Mi intencién era jugar 4. PSR y, luego, P4AR, como en la par- tida con Nimzovitch en el torneo de San Remo; pero movi primero ese alfil» Las criticas sobre el movimien- to 4, A2D entusiasmaron a la afi- cién; mas pronto cundié la sor- Presa cuando se hallé el comen- tario de Alekhine sobre dicho mo- vimiento en su libro «Mis mejores partidas», publicado en el afio 1928: «Esta idea es interesante; pero no ofrece nada positive, En 196 esta posicion se juega comtnmen- te 4, PXPy. ¥ el mundo del ajedrez se que. dé a oscuras: ;Movié Alekhine otra pieza y no la que tenia pen- sado mover o fue simplemente un descuido? Se puede asegurar que el mo- vimiento del alfil es arriesgado, y ofrece a las negras ocasién para Sacar una ventaja considerable, Actualmente, no se practica la en- trega de dos peones en las par- tidas de competicién. . PxP 5. CxP? Esta ya es un error. Después de 5, D4C, DxP; 6. C3A 0 5. C3AR; 6. DxPC, el juego de las blancas hubiese tenido cierta agresividad; en cambio, ahora son intimas sus posibilidades de ata- que. Ss DxP 6. A3D AXxA+ 1 DXA DID? Diagrama mim. 123 Flor vacilé como siempre que se enfrentaba con Alekhine; por ello, no se atrevié a tomar el on 2C, a pesar de que esta cap- tura le proporcionaba un buen juego. Acerca de esta indecisin, ‘Alekhine dice: «La renuncia a to- mar el pedn 2C es consecuencia de haber valorado erréneamente la posicién: la retirada de la dama permite a las blancas co- jocar a su rey en una posicién segura, ganando un tiempo; de ese modo, compensa totalmente la pérdida de un peén con el de- sarrollo arménico de todas sus piezas. yProsiguiendo 1. ..., DXPC; 8 ‘TID, C2D, las negras hubieran po- dido mantener la ventaja de dos peones, con la condicién de ju- gar precavidamente.» 8. 0-0-0 D2R 9. C3AR C3AR 10. TRIR Se ha legado a una de las po- siciones «tipicas» que suelen ofre- cernos las partidas de Alekhine; a saber: las blancas compensan el peén de menos con una inme- jorable posicién de sus piezas. Por el contrario, las negras ne- cesitan todavia tres o cuatro tiempos para dar cima al desarro- lo de las suyas. ee exc i. Txe cap 12. TACR! Este método de juego caracte- Niza esta suerte de posiciones: mientras el contrincante esta ocu- Pado en el desarrollo de tuerzas, hay que inquietarlo y amenazi le. La maniobra de la torre blan- ca fuerza a las negras a mover Un peén del flanco de rey y bus- ca a la vez objetivos concretos para atacarlos. aes P4AR Lo mejor era proseguir 12. ..., 0-0 y, en caso de 13. D6T?, res- ponder con 13. ..., P&AR. 13, T4AR = C3A 4. TIR A2D? Flor estaba desconcertado, Las negras tenian que haber prosegui- do 14. ..., P3CR y mantener a todo trance la superioridad ma- terial. 15. TXPA 0-0-0 16. TSTD = RIC 11. C5R AIR 18. P3CR Esta jugada define el bajo es- tado de Alekhine en aquel tiem- po. Las blancas tenian que haber proseguido el ataque, sobre todo sabiendo que tienen buenas posi- bilidades de hacerlo y muchas piezas para realizarlo. Pero él de- cidié cambiar las damas y luchar en un final més simple. Sin duda, esta decisién revela falta de con- fianza en la capacidad propia y temor a cometer errores en una lucha compleja. 18... cap 19. T4R 3c 20. D3R TD 21. T3T D4A 22. DxD TxD (Wer diagrama 124) En este final, Alekhine tiene una sola ventaja: el debilitamien- to del peén negro 3R. La partida podria terminar en tablas si di- 197 Diagrama mim. 124 cho peén estuviese en la casi- lla 2AR. El lector se sorprenderé de la precisién con que materiali- zard la citada ventaja. 23. PAAR TAD Esta jugada facilita mucho las cosas; por lo demés, las negras no pueden defender su pedn 3R. Véase: a 23. ..., C2D; 24. C3A, CIA; 25. C5C, A2D; 26. AGA y 27. 3-3R, y se pierde el pedn. 24. C3A! A2D 25. CSC TIR 26. P4A T4aR 27. TAD THA 28. P5AD La continuacién 28, AXP no es tan contundente, por cuanto si- gue 28. ..., PAR, y las negras pue- den defenderse todavia. 28... cap 29. AxP ABA 30. AGC TR 31. C3A «El plan de juego de las blan- 198 cas es claro: sus piezas han de 4 ocupar posiciones estratégicas para proteger el avance de los peones del flanco derecho; este avance tarde o temprano seré de- [4 cisivoy, comenta Alekhine. ’ 31... C3A 32. CSR AaD 33. T3R TIT 34. ~PATR P3A 35. AZA TID 36. ASC T2aD 37. C3A TIR 38. COR T1-1AD 39, AA RIT 40. PACD = TICD 41, PAC! Diagrama nim. 125 Ha empezado el avance de los peones del flanco de rey; avance que esta ligado con la clasica combinacién alekhiniana 41. .... AXA; 42. COXA, CxP; 43. C6C+, PxC; 44. T3T y jaque mate. 4... P3CD 42. BSCR = -PXP 43. PxP c2D 4. CxC Txc 45. PST T2AR 46. TXP! | 4 Esto es lo més sencillo para ga- nar, pues contribuiré a que los peones blancos avancen sin nin- gin impedimento. 46... AxT 41. AXA 72-20 48. A3C TIR 49. POT PxP 50. P6C ‘T2C Y¥ también 50. TIAR; 51. PSA, TXP; 52. TSD+, TIC; 53. TxT+, RXT; 54. PIC. 51, P5A TIAR 52. A2A PATR 53. TED T2R 54. PGA TSR+ 55. R2D TSAR 56. PTA PT 57. TID. Las negras abandonaron. La partida que ofrecemos se- guidamente sorprendié al mundo del ajedrez por ser un ejemplo rico en todas las fases del juego desde el audaz desarrollo de la apertura hasta la brillante com- binacién con que se remata la partida. Partida 57 Defensa Alekhine Alekhine Reshevsky Torneo de Kemeri, 1937 1. PAR C3AR 2 PSR cap 3 C3AR = P3D 4. PAD ASC 5. P4A a Este movimiento Heva consigo la entrega de un pen; por el con- trario, 5, PxP y 5. A2R condu- cen a un juego reposado. 5 3c 6. A2R PxP 1 CxP AXA 8 DxA DxP 9. 0-0 = Esta imprecisién permite a las negras eliminar el activo caba- Mo 5R. Era mds contundente pro- seguir 9, C3T, CD2D; 10. C3A. 9%... cp2D xc? Las negras han incurrido en un error serio; prosiguiendo 10. «» Dx@h 11 P4TD, D3A; 12, C31, P3R; 13. PST, C2D, hubiesen podido hacer frente al ataque de las blaneas, que, tras dicho error, ocuparén pronto posiciones ame- nazadoras. 1. C3A P3AD 12. A3R DAR 13. TDID = P3R 14. DSA! Este simple movimiento fuerza a las negras a devolver el peén que han sacado de ventaja. En el caso de 14, ..., A2R, seria muy contundente proseguir 15. A4D, D4OR; 16. C4R, y no conviene ju- gar 14. ..., ©3A por seguir 15. C50, ni 14. ..., A3D por 15. P3CR. We we 0-0-0! 15. AXP! Pero no 15. DxPAR??, A3D; 16. P3CR, TRIA, porque ganarian las negras. 15... DATD 16. A4&D DIAR 1. D3C 199 Diagrama mim. 126 Veamos lo que dice Alekhine acerca de este movimiento: «Ahi esté una de las resoluciones del ex campeén del mundo... Antes de 1935 y ahora (esta partida se jugé cuando él atin no habia re- cuperado el titulo) hubiese opta- do sin duda por la continuacién 17, DxD, la cual me garantizaba realmente la ventaja de un peén en el flanco de dama y me po- nia a salvo de cualquier peligro. Pero en el transcurso del periodo precedente al encuentro-desquite no tenia yo la firmeza ni los ner- vios a propésito para ganar este final». Estas palabras muestran que Alekhine pensaba con realismo, pues en la partida anterior a ésta el error consistié en pasar a la fase final... 7 PAR, A3R ASC car AaT! Pea! A2A P3C P3A PxP D3R P3TR! 200 Coe ee ee eee ee ee ee eee ee ee ee ee ee ee eee ee ee De ese modo, se previene un posible ataque de la dama negra contra el punto 4C, en caso de 23, ..., OXB; 24, O5A; ademés, se tiene la posibilidad de retirar 1a dama a la casilla 2T y dominar con ella la importante diagonal 2TR-8CD. 23. TRIC 24. AAD" CxP Este movimiento es bello; pero era mejor 24. ..., PXP!, porque deja a las negras mas posibilida- des de defenderse con éxito. 25. D3AD! 2D Con ello se pretende defender los accesos a la posicién del rey negro, es decir, los escaques 3C y 4A. Pero las piezas blancas es- tén preparadas para emprender el ataque conclusivo, precedidas de sus peones. 26. PSA! 27. PACD! TRIR cic Esto facilita el cambio del alfil negro, tras lo cual la catstrofe se producird en los escaques de ese color; por lo demas, las negras no pueden oponer una resistencia efectiva al avance de los peones adversarios. 28. Cé6C+ 29. PXA AxC DxPTD A no ser por la desesperacién, no se explicaria la abertura de esta linea, por la que las torres blancas penetraraén en la octava horizontal. Al parecer, Reshevsky se convencié de que su posicién era indefendible. | 30. D3CR! T2D 31. ASA D2A 32, TIT D3c 33. D&T! jEsto denota previsién y acier- to en haber hecho 23. PSTR! TaR 34. TST TID Diagrama mim. 127 Con ser mejor, la continuacién 34. ..., DIR; 35. D3C y 36. DIT no hubiese hecho otra cosa que prolongar un poco mas la agonia de las negras. 35. TxC+! Esta combinacién es simple, Pero muy fuerte. 35. 36. : RxT xT+! Y¥ mate a la préxima. El depuesto rey del ajedrez vencié al joven Pablo Keres en un interesantisimo final de da- mas, Partida 58 Defensa Nimzovitch Keres Alekhine Torneo de Dresde, 1936 1. PaD C34R 2 PSAD = P3R 3. C3AD ASC 4. DA C3A 5. P3R PAR 6. PSD CAR 1 C3A os Esto ofrece a las negras oca- sién de jugar P4AR y afianzarse con el caballo en su casilla 5R. El esquema A3D, CR2R y C3C hubiese dado a las blancas mas posibilidades de juego. ho. AxC+ & DXA P3D 9. A2R 0-0 10. 0-0 C5R! i. D2A P4AR Como el negro tiene posibili- dades de continuar el ataque en el flanco de rey, Keres ejecuta una serie de cambios simplifica- dores para impedirlo. 12 C2D 13. AxC exc PSA De esta manera, las negras cui- y al mis- apertura al i de haber efegtuado unos, nes aon 201 Diagrama mim. 128 las blancas se hallan enfocadas hacia un final de damas que no les favorece. Esto lo aprovecha- r4 Alekhine para alzarse con la victoria, a pesar de la tenaz re- sistencia del joven campeén es- toniano. Por eso, convenia aplicar un método de juego més enérgico; esto es: abrir inmediatamente la columna AD y atacar por el flan- co de dama. El anélisis de las variantes prueba que las blancas tuvieron igualdad de oportunida- des y ventaja en ciertos momen- tos de esta intensa lucha; por ejemplo: después de 14. P4R, PACR; 15. P3A, PATR; 16. P5A, P5C; 17. TRIAD!, su juego hu- biese sido fliido y facil, y hasta apropiado para obligar a su te- mible adversario a defenderse. we... PxP 15. A3D AGA 16. P3A AXA 117, DxA 3c Este caballo intenta colocarse en el importante escaque 4R, por lo cual las blancas han de cam- biarlo ineludiblemente. 202 18. ASA DAC 19. TOT)IR TOUT)IR 20. TxT TxT 21. TIR Car, 2 AxC TXA 23. TAR? Este movimiento es un serio error posicional, pues las blan- cas ceden su casilla 5R a la dama y al rey adversarios y, con ello, debilitan sensiblemente su posi cién central; a saber: el peén blanco que se sitte posteriormen- te en la casilla 4R necesitaraé una defensa constante, mientras el 5AR negro seré un participante activo en todas las operaciones, Desde luego, procedia tomar in- mediatamente la torre negra, tras lo cual el blanco tenia probabi- lidades de salvarse. 23... D3C 24. DAD La continuacién 24. T4D, DxD; 25. TxD, TR es peor, por cuan- to las blancas no podrian defen- derse. 2... TxT 25. PxT Es facil ver que las negras ga- narian sin mayores dificultades si esta posicién se redujese a un final de peones, porque su rey seria el primero en legar al pun- to eritico 5R blanco. oe P3C (Ver diagrama 129) iEn qué consiste 1a superiori- dad de las negras en este final de damas? Sobre todo, en el sen- sible debilitamiento del peén Diagrama mim. 129 planco 4R; con esta debilidad cualquier tipo de final es infe- rior a las blancas; ademas, las ne- gras pueden amenazar ‘al rey blanco y, si se presenta el caso, atacar los peones del flanco de dama. Estas ventajas y la impecable ejecucién del juego es lo que dara a Alekhine la victoria. 26. P3CD Analicemos un poco la tactica a seguir en este final. Si jugase Keres 26. P5R para librarse del debilitado peén 4R, sucumbiria ante las complicaciones tActicas que se producirian después de 26. +» P6A; 27. P3C, DIA; 28. D2A, D8A+; 29. DIA, DxD+; 30. RxD. Tampoco aliviaria la situa- cién 27. D2A, D8C+; 28. DIA, Porque seguiria 28. ..., P7A+'!; 29. RxP, DxPC+ y 30. .... DXPR. 6. pat! Con esta jugada se obliga a la a _contraria a defender el Punto 2R y facilita el traslado del rey propio hacia el centro del ta- blero. 2% D3D 28. P3C! RA Keres se defiende con tenaci- dad: elimina el peligroso peén 5A que cubria, al mismo tiempo, al rey negro, a fin de poder ata- carlo con la dama. 28... PxP 29. PxP R2R! Alekhine esta jugando con mu- cha precision; si 28. ..., D4R, hu- biese seguido 29, D3AR+, R2K; 30, D4C!, y la dama blanca ha- bria actuado més desahogada- mente. 30. R2C El movimiento 30. DIA es mas fuerte porque ofrece 1a posibili- dad de colocar la dama en el es- caque 4A. Véase: 30. DIA, D4R; 31. D4A, con lo cual se propone pasar a un final de peones o me- terse en un terreno confuso y enredado después de 31. D8T+; 32. R2C, DxP+; en este iiitimo caso, las amenazas 34, D5C+ y 34. D5A son muy desa- gradables. 30... DIR 31. D3AR —-P4TR! Ahi esté la precisién de que habldbamos: a 32. D4A responde- ran las negras con 32. ..., D3A, y la dama blanca no podré ocupar el escaque 4C. 32. RIT P3CR 33. D4A D3A. 34. DET! 203 Diagrama mir. 130 Después de este fuerte movi- miento, la dama negra no puede alejarse de su posicién, por cuan- to se daria jaque continuo. Sien- do asi, {cémo pueden las negras ganar? Alekhine halla la respues- ta: primero es necesario desalo- jar la dama blanca del lugar que ocupa y situar alli el rey propio. Las siguientes operaciones del ne- gro irdn encaminéndose a este fin. 34. Rea! 35. R2C DIC+ 36. RIT D8T! iMagnifica jugada! El rey blan- co apenas puede moverse y corre peligro de mate; ademas, su dama no puede dar jaque desde el pun- to 7T por 37. ..., D2C, y asi, tie- ne que retirarse y ceder esa ca- silla al rey negro. 37, D4A+ ~ RIC 38. D3A Si toman las negras el peén 27, proseguirén las blancas 39. D3AD+, R2A; 40. P5R!, y su ini- 204 ciativa seré muy peligrosa. Pero Alekhine es infalible. 38... D3A 39. D2R RT 40. R2C PACR 41. PACD = DAR, 42. D3A R3C 43. PAC? Este error aceleraré la derro- ta. Después de 43, P3T, Alekhine hhubiese tenido que bregar mu- cho; ahora, ganard un pedén. 43... PXP 44. DxP Dic+ 45. R3A D6T+ 46. ROR DxP+ 41. RID DEC+ 48. R4D pDic+ 49. R3D D3A Todo ha quedado como estaba, fuera de! peén de mas que llevan las negras. Bien es verdad que Keres bloquea con el siguiente movimiento el flanco de dama; sin embargo, habra de tener pre- sente el peligroso peén negro 2T en todos sus célculos. 50. P5C DSA 51. D6R+ RAT 52 D3T+ DST 53. D3A+ DSC 54. DIA+ = RST 55. DxP D6A+ 56. RAD D3A+ 57. R3D PSC! (Ver diagrama 131) Con su Ultimo movimiento, Ale- Khine ha resuelto facilmente el problema de la victoria, pues este peén puede convertirse de un instante para otro en dama, al mismo tiempo que a las blancas Diagrama nim. 131 les falta tiempo para sacar pro- vecho de sus peones. 58. DIT+ RAC 59. D8C+ RSA 60. D6R RAC 61. PSR . Keres cifra las esperanzas en su peén 5D; pero Alekhine calcu- la las variantes movimiento por movimiento y adelanta a su jo- ven adversario en la «carrera» Por conseguir una dama. 61... DxP 62. DxD+ PxD 63. RAR R3A 64. R3R RIA 65. R2A PSR 66. R2R P6C 67. R3R RSC Hay otro sistema més largo Para ganar: levar el rey a la casilla 2CD, jugar P4T y obligar @ las blancas a tomar al paso; luego, regresar con el rey a la casilla 3D y resolver la contienda, con el movimiento de ruptura Pac, 68. P6D PIC 69. RA ROT 70. PID POR+ 7. R3A eo Se intenta probar fortuna en un nuevo final de damas; cualquier otra retirada del rey aceleraria la pérdida de la partida. Te... P8C=D 72. P8D=D DIA+ 73. RAR PIR 14. DID+ RIC 15. DAC+ = RBA. ¥ las blancas se rindieron, En este mismo periodo, Alekhi- ne ejecuté otro brillante final de partida frente a un contrincante tan excepcional como Max Euwe. Partida 59 Defensa francesa Alekhine Euwe Torneo de Nottingham, 1936 1. PAR P3R 2. PAD P4D 3. PSR P4AD 4. C3AR C3AD 5. A3D PxP 6. 0-0 P3A Las negras destruyen totalmen- te el centro de peones adversa- rio. La prdctica ha ensefiado que las blancas no sacan ninguna ven- taja del sistema de juego que han elegido. 7. ASCD = AD. 8 AxC PxXA 9. DxP PxP 10. DxP CA 1. AGA AGA 1. C3A 0-0 205 Los dos bandos han moviliza- do sus piezas y ya se han enro- cado. El negro tiene un fuerte centro de peones, y el blanco ca- rece de peones centrales. Sin em- bargo, los peones del primero es- tan bloqueados y no se puede pensar por el momento en un avance de los mismos, mientras el segundo intentaré cambiar el alfil de casillas negras en el transcurso de los proximos movi- mientos, lo cual dificultard toda- via mas el avance de cualquier peon central. Por ello, el blanco prepara la maniobra C4TD. 13. A3C 14. P3TD? D2R Esta lentitud no es propia de Alekhine; después de 14. C4TD, habria logrado prontamente el cambio del alfil. 4. P4aTD 15. TRIR T2T? Ahora se ha equivocado Euwe al facilitar nuevamente el salto del caballo blanco a la casilla 4TD. Proseguir 15. ..., ASC era més fuerte. 16. C4TD 1% D3A ‘T2C Este acto de prudencia es inne- cesario. Habia que haber tomado en seguida el alfil. ww. agT 18 DxPT CSR 19. D6T! iHay peligro de 19. ..., TIT y 20... AXP+, y se capture la dama. Por ello, es imprescindible retirarla por las casillas de color blanco. 206 19. 20. os AIR PAC PAC? El campeén del mundo ha co- metido un nuevo y decisivo error, aunque, en otro caso, no le hu. biese sido facil encarrilar el jue. go. De continuar 20. ..., PAR, hu- biesen entregado las blancas la calidad por el mejoramiento de su posicin: 21. TXxC!, PxT; 22. D4A+, A2A; 23. DX PR, A4D; 24. DxP, AxC; 25. DxD, TxD; 26, PXA, TXP; 27. R2C, TIA; 28, P4aD. Alekhine indicé que la conti- nuacién 20. ..., AT era mas inci- siva, pues ofrecia a las blancas la posibilidad de defenderse me- jor. 21. CSA AxC Por fin, se ha cambiado el al- fil, Las negras no podian tomar con su caballo el del adversario: , Ox; 22. PxC, AXP; 23. 22. PxA cxPAD 23. D2R COR 24. D3R A3C 25. CR! PAA 26. CxA Pxc 27. P3AR CxA 28. PxC R2A (Ver diagrama 132) iCudl de los dos bandos tiene ventaja en esta lucha de piezas mayores? Dos circunstancias de- finen la superioridad del blanco: su rey estd mejor protegido por los peones, 0 cual dificulta al ne- gro cualquier favorable posibili- dad; ademas, el peén 3T, lejos del rey y libre, puede reducir en muchos casos la accién de las pie- ‘> Diagrama nim. 132 zas contrarias. Alekhine aprove- chard la fuerza de este pedn en el transcurso de la contienda. 29, PAT! 30. R2A! vTITD El rey negro se ha abierto y el blanco aprovecha esta oportuni- dad; su intencién es jugar 31. TIT y 32. DSR, lo que puede dar motivo a un ataque decisivo. 30. ae TIC 31. T2R PSA Sobre este movimiento de las negras, nuestro biografiado co- menta: «jNo tiene sentido defen- der a un tiempo la columna TD, la TR, el pe6n AD, el R, el 4C y la casilla 4R negra, porque es realmente demasiado!y. 32, TITR RIC Esta jugada define de una vez el rumbo que va a tomar la lu- cha, Si hubiese proseguido Euwe %. ..., D3A, hubjeran aleanzado lancas la victoria con un ata~ que combinado de todas las pie- zas, mediante 33. TIT +, RIC; 34. TIAD, TiR; 35. D5A, y el avan- ce del peén TD, alternado con amenazas directas al rey, seria pronto decisive. Euwe opta por otro procedimiento; prefiere ju- gar un final de damas, aunque desventajoso, y cifrar las espe- ranzas en poder dar jaque con- tinuo. 33. DSR! peT+ 34. RIA T8C+ 35. TIR TXxT+ 36. RxT DCR! No hay otra forma de eludir el mate; 37. D8T+ y 38. TIT. Verdad es que ello les cuesta dos peones. 37, DxP+ RIA 38. DxPD! D6A+ O bien 38. ..., D8T+; 39. R2A, DxP; 40. D6D+, y mate en po- eas jugadas. Tampoco mejora la situacién 38. ..., TIR+; 39. R2D!, DA, pues sigue 40. T7T, TID; 41. TsT+. 39. RA! TIR Diagrama mim. 133 Es de todo punto malo 39, ..., DxP+; 40. RIC, D8C+; 41. R2T, DIC; 42. DxPA. 40. P&C El juego se leva a cabo con precisién matemitica. El rey blanco tampoco est4 seguro en su Posicién, cuya solidez depende mucho del célculo exacto de las variantes; calculo que Alekhine efectia con brillantez. 40... D6R+ 41. R3C D5A+ ¥ también 41. ..., R2C; 42. DID+, T2R; 43. DED, T3R; 44. D7A+, T2R; 45. DxP, aunque las negras no sacarian ninguna ven- taja de este ataque. 42, R3T TR El rey blanco corre peligro de mate; pero Alekhine ha tenido en cuenta todas las complicaciones posibles. 43. D5AD 44. P3C! D3A! Pero no 44. TICD??, DIT+; R3C, DST y jaque mate. 44... DIT+ 45. RC D6A 46. TIT DxP2A+ 41, R3T DIR 48. TxT DxT 49. DxPA (Ver diagrama 134) La posicién ha experimentado otro cambio. En este final de da- mas, las blancas tienen asegurada Ja victoria gracias a los dos peo- 208 Diagrama mim, 134 nes de ventaja; pero su realiza- cién exige mucha precisién en el juego, para evitar que las negras den jaque continuo. 49... DsR 50. D5SA+ R2A 51. R2C DsTD 52. D2AD = R3A 53. D3C RAR? 54, R2A? Los dos bandos han cometido un error, apurados por la falta de tiempo. El movimiento 53. RAR se podia haber refutado m diante 54. D8C+, R3R; 55. D8R+ o 54. ..., RAD; 55. D8C+, y las blancas hubiesen ganado los dos peones negros y conseguido facil mente la victoria. 54... RA 55. D6C+ R2C 56. D4C! Esto es el principio de un cla: ro plan de operaciones decisivas Alekhine efectia primero el avan- ce P4A, con objeto de que lat negras no puedan conseguir las tablas por rey ahogado. 56... D8TR 57. DIR DIT+ 58 R3R ReT 59. PST D7TD 60. D2D DsT 61. R2R RST 62. P4a! a A partir de este momento el blanco tendra dos peones libres y desaparecera el peligro de ta- las por rey ahogado. En defini- tiva, se acerca el fin de la lucha. 62. . PxP 63. PxP DST 64. R2A! Ahi esta la Ultima sutileza de Alekhine, que leva intencién de continuar P5C, pero sin permi- tir que el rey negro se sitie en la casilla 4T de su campo. 64. RT 65. P5C DéT 66. DID+ RIT 67. D8A+ R2T 68. DIA+ RIT 69. R2R DIT+ 70. R3R DéC+ 71. R4aD D5C+ 72. RSD D4aC+ 73. RAD D3T ™% DEC DIA 5. DED! Todos los peones estan defen- @idos, y el rey apoyard el ata- que final. 15... DIA 16. P6T DiD+ 71. RR D6A+ 78 RER DIA+ 79. RIR RT 80, DID! 81. RER+. D6A Las negras abandonaron. En esta otra partida, Alekhine ejecuté con gran maestria un complejo final de muchas piezas. Partida 60 Gambito de dama aceptado Alekhine Fine Torneo de Kemeri, 1937 1. PAD PAD 2 P&AD = PxP 3. C3AR C3AR 4. DAT+ Como se sabe, las blancas no sacan ningtin provecho de esta jugada, pues el contrincante pue- de cambiar las damas, como hizo en esta partida, o proseguir 4. ..., C3A y mejorar su juego; por ello, han de hacer 1a habitual conti- nuacién 4. P3R si pretenden ga- nar. 4... p2D 5. DxP D3A 6 C3T DxD 1%. CxD P3R 8 P3TD P4A? Lo procedente era terminar an- tes la apertura. Alekhine califi- ca de dogmatico este movimien- to, por cuanto las negras debili- tan su importante casilla 3D y se retrasan en el desarrollo; circuns- tancia que él aprovecha para ope- rar con energia y sacar una ven- taja estimable en pocas jugadas. 9. AtA C3A 10, PxP AxP I. PACD = ARR 209 12. P5C cicD 13. C6&D+ AxC 14. AXA CR 15. ATA La superioridad del blanco es a todas luces clara; cuenta con ja pareja de alfiles y las negras tienen todavia dos piezas sin de- sarrollar y en mala posicién. Las siguientes y hdbiles maniobras de Alekhine ponen atin mds de re- lieve las ventajas de su posicién con lo que su contrincante ha de limitarse a una defensa pasiva. 1B... cep 16. C4D! 3c 1. P3A caD 18. A5T C5-3A © bien 18, ..., C3D; 19. PAR, C6R; 20. A4C, PAR; 21. AXxC, 22, ASD, CxP+; 23. R2A, CER; 24. ABR, después de lo cual las blancas quedarian con ventaja. 19. C2A! Alekhine impide que el caballo adversario ocupe la casilla 3R 210 blanca y hace que los dos caba- Mos se retiren a posiciones pa- sivas. 19%... A2D 20. P4R TIAD 21. R2D c3c 22. C3R 0-0 23. PATD! Diagrama mum. 136 De esta manera, se evita que el caballo negro salte a la casilla 4T blanea y se reduce la movili- dad de las otras piezas negras. Las blancas dominan el centro, y su rey no corre peligro en la co- lumna central abierta porque las negras no pueden atacarlo, debi- do a su posicién sumamente pa- siva. ae TRID 24. A3D PAR En ocasiones, las jugadas de quien se ve forzado a jugar a la defensiva no hacen mas que per- judicarle. Prosiguiendo 24. ... AIR y 25. ..., C(8A)2D, las ne- gras podian haber formado una linea defensiva en sus primeras norizontales y prolongado asi el juego; después de la jugada rea- lizada en la partida, su posicién es todavia mas vulnerable. 25. TRIAD A3R 26. TxT Txt 27. ASC Con la intencién de adelantar el peén 4T e impedir a la vez que el rey negro se acerque al centro. Qt... CIR 28. PST cD 29. CSD! Esto es el principio de unas complicaciones caleuladas amplia y exactamente. Las negras no pueden eludir la captura de este caballo, pues existe el peligro de 30, C6R+. 29... AxC 30. PxA C4A Otro movimiento mas (el 31. +, C3D) y la posicién de las negras seria éptima; pero no les es posible hacerlo. 31. ADA! TID Diagrama mim. 137 Esta jugada de las negras es tactica y tiene por objeto respon- der a 32. AxC con 32. ..., TXP+. Perdian en seguida si hubiesen continuado 31. ..., C6C-+5 32. R3D, C8C+; 33. R3R, T5A, debido a 34. P6D. 32 RSA! Alekhine habia previsto con an- telacién este habil movimiento. Después de 32. ..., TX P; 33, RAA, las negras tendrian que rendirse. 32. P3CD 33, PxP PxP 34. AXC! Las blancas han valorado con- cretamente la posicién: su peén 5C sera incontenible. 34. PxA 35, P6C c3D 36. AD TxA 31, TST +. Las negras abandonaron. Partida 61 Defensa eslava Alekhine Euwe Sexta partida del encuentro para el campeonato del mundo, 1937 1. PAD Pap 2. P4AD =P3AD 3. C3AD En esta posicién se suele hacer 3. C3AR, «porque, tras la salida prematura del caballo 1CD, la toma del pedn blanco 4A da buen juego a las negrasy. Asi rezaba la teoria, y Euwe tenia noticia de ello. aut La novedad preparada por Ale- khine e introducida en esta par- tida asombré al mundo del aje- drez y obligé a considerar de nue vo el movimiento 3. C3AD. Pa PxP 4. PAR PAR Este contragolpe en el centro fue la causa de que se estimase desventajosa la variante segin la cual se desarrollaba el caballo 1CD. De haber proseguido 4. ..., PACD, hubiesen podido las blan- cas optar por un método de lu- cha incisivo; véase: 5. PaTD, PAR; 6. PIxP, PRxP; 7. AxP, A5CD; 8. TAT, PATD; 9. PXP a. p., y hu- bieran mejorado su posicién. 5. AXP PxP Diagrama nim. 138 Podria parecer que las negras se han hecho con la iniciativa; pero sigue una asombrosa jugada. 6. C3A Ahi esté la novedad en cues- tién; las variantes derivadas de 212 ella son tan confusas y enreda- das, que los tedricos sélo pudie- ron valorarla definitivamente al afio de haberse jugado esta par- tida. Cémo han de responder las ne- gras? La respuesta de Euwe es desacertada en sumo grado, y Alekhine 1a rebatié sin mayores dificultades. Los teéricos analiza- ron muchos meses esta posicién, y se convencieron de que la lu- cha es laberintica; mas no pudie- ron dar la preferencia a ningu- no de los dos bandos. ‘Veamos las posibilidades defen. sivas de las negras que se inves- tigaron en los anilisi: a Px; 7. AXP+, R2R; 8 D3C, C3A; 9. P5R, CSR; 10. 0-0! Estos movimientos no ofrecieron duda a nadie, y seguidamente se ana- lizaron los 10. ..., C3T y 10, DSC. 1) 10. ..., C3T; 11, D4Aat, C(3T)4A; 12. ASC+!, CXA; 13. xc, y las blancas atacan fuerte. 2) 10, ..., D3C; 11. D4A, PxP; 12. AxP, DXA; 13, DxO, RxA; 14. C5C-+, RIR; 15. DAR, A2R; 16. DIA+, RID; 17. TUT)ID+, A2D; 18. C6R+, RIA; 19. Dx A, DxPR; 20. T(A)IR, D3A; 21. TxA, Cx; 22. DED, y el blan- co gana. ‘Al sacar esta consecuencia, los teéricos se tranquilizaron, sobre todo porque vieron que su pare- cer coincidia por entero con el de Alekhine. Pero no les ocurrié lo mismo a los incontables aficio- nados de todos los lugares del mundo. En 1938, el aficionado I. Gon- charov publicé en el periddico «64» un sistema defensivo que re- batia toda la idea sobre la no- vedad de referencia. Goncharov se defiende asi: 6 wg PXC; 1. AXP+, R2R; 8. DBC, PxP!!, y demuestra que las blan- cas no pueden compensar la pér- dida de una pieza por el ataque. Sus variantes, que desterraban la entrega del caballo 3AD en las competiciones, son las siguientes: 1) 9% AXP, D3C; 10. A3T+, P4A; 11. AXC, Tx; 12, AxP+ (2. DXT, DaT+), 12. ..., DXA; 13, 0-0 (habia peligro de 14. DxT 0 14. TUT)IA y 15. TxA). Se diria que las negras no pue- den defenderse; pero el efectivo ataque 13. D4TR!! defiende toda la posicién; por ejemplo: 14, DxT?, ASR; 15. D&T, C3A, y la dama blanca queda atrapada. 2) 9 AXP, D3C; 10. AxC, TxA; Il. DxT, D5C+; 12. C2D, DxA; 13. TICD, D7A, y el ata- que de las blancas se desvanece. Entonces, ;c6mo hemos de va- lorar la novedad de Alekhine? Su desaparicién del arsenal tedrico se debe a que nadie ha practi- cado ni practicaré una variante rebatida; sin embargo, el hallaz- go de tal posibilidad en el sexto movimiento manifiesta la impe- tuosa fantasia de su autor. Al cabo de un afio se rebatié porque no se pudo conseguir en el trans- curso de la partida, pues, como se sabe, el ajedrecista dispone sélo de dos horas y media para efectuar cuarenta movimientos. eo PACD? Al no hallar la réplica_perti- nente, Euwe jugé lo peor. Ademas de tomar el caballo, podia haber Proseguido 6. ..., AYAD; 7. 0-0!, C3A; 8. C4TD, A2R consiguiendo una posicién aceptable. 1. exec Este movimiento es simple y convincente; si se toma el caba- Uo, seguird 8, ASD. cf A3T. 8. D3C Y¥ este otro tiene por objeto defender el alfil, atacar la casi- Ua 2AR e impedir que ei atfil de casillas negras adversario se coloque en 5C. ce DR En caso de 8 ..., AXxC; % AXP+, R2D; 10. CxP!, el ataque de las blancas seria ganador. 9. 0-0 AxC 10. AXA c3A i. Aga CL2D 12. xP Es mejor que 12. P5R, por cuanto seguiria 12. ..., CxP; 13. cx, Dx. We ... TIcD 13. D2A DIA 14. C5A CAR 15. ASA on Alekhine es preciso del princi- pio al fin. De haber jugado 15. CxP+, RID; 16, TID+, R2A, hu- biese tenido amenazados el caba- Uo y el alfil 4AD y hubiera sido problematica la superioridad. 1s cr (Ver diagrama 139) 16. AxP+! Lo mas simple y rapido; dos peones de més en el final le ga- rantizan la victoria. 213 Diagrama mim. 139 16... RxA 17. DxD AXD 18 Axe Tac ¥ también 18. ..., TDIR; 19. ASD, tras lo cual las blancas con- tingan manteniendo la ventaja de dos peones. 19. AGD A3C 20. PACD = TID 21. TDID P4A 22. PxP 2 AXP 23. TSD. ¥ las negras abandonaron. Esta otra partida importante Pone de relieve la elevada pre- Paracién de Alekhine en el terre- no de las aperturas. Con esta vie- toria se constituyé nuevamente en campeén del mundo. Partida 62 Defensa Nimzovitch Euwe Alekhine Vigésimo quinta partida del en- cuentro para el campeonato del mundo, 1937 1. PAD C3AR 2 PAAD PSR 3 C3aD ASC 4. P3R 0-0 5. CRR Este movimiento fue ideado hace casi medio siglo, y continia formando parte del arsenal de los mejores grandes maestros. Es cu- rioso el concepto que Alekhine tiene formado del mismo: «Es una de las invenciones mds desacer- tadas de Rubinstein, tan buen ar- tista en las aperturas. Su poco valor estriba en que ese caballo no tendré perspectivas promete doras en la casilla 4A ni en la 3C mientras las negras con simple: movimientos sacarén ventaja de desarrollo en la apertura. Por este raz6n, era preferible continuar § A3D y responder a 5. ..., P3CD con 6. CR2R 6 6. D3A y a 5. ..., P4D con 6. C3AR, lo cual era més Prometedors. Hay que reconocer que el cam- Peén del mundo no estimé debi- damente este flexible movimiento del caballo, jLa opinién de los grandes también resulta equivo- cada en ocasiones si se mira des- de la perspectiva de unas decenas de aiios! ee Pad 6 P3TD A2R 1 PxP Alekhine estima més contun- dente 7. C3C; sin embargo, este cambio de peones es actualmente la continuacién més usada en las Partidas en que se practica esta variante. oe PXxP 8 C3C P4A 9 PXP . Esto es el principio de un plan desacertado. Ya en las postrime- rias del encuentro y abatido por la pérdida de varias partidas, Euwe no advierte el simple golpe tdctico que le prepara su adver- sario. Prosiguiendo 9, A2R, las plancas podian haber mejorado su juego y tener pronto la po: pilidad de presionar sobre el peén negro 4D o de proseguir P4R y romper enérgicamente el centro, si las negras jugasen PSAD. Tam- poco era desestimable la conti- nuacién 9, A3D, C3A; 10, PXxP, AXP; 11. 0-0. 9. AxP 10. PAC PSD! Diagrama nim. 140 Este golpe tactico es lo que no advirtieron las blancas. No se Puede tomar ese pedn, porque el tey blanco quedaria sin protec- cién en el centro del tablero. Se Pierde igualmente si se prosigue 11. CAT, pues sucede 11... PxPh 12 DxD (6 12. CXA, PXP+; 13. R2R, ASC+), 12... PXP+; 13, ROR, ASC+ y 14... TXD+. Hay una sola respuesta. MW. PxA 12, D2A Pxc Euwe continia sin advertir el peligro que le amenaza; de no ser asi, hubiese aceptado el cam- bio de damas y la situacién que le seria un poco desfavorable en Ja fase final, después de 12. DxD, TxD; 13. C2R, C5R; 14. P3A, xP; 15. ©xP. Ahora, el peén negro 6A ofreceré muchas posi- bilidades ticticas. wm ... Dit 13. TICD Aqui, 13. C2R, C4D; 14. P4R, C5C; 15. DIC, C(5C)4T también era mejor. Por lo visto, Euwe quiere eliminar «cémodamente» el peén; mas no ve esta efectiva maniobra combinativa. 1B... A2D! Est4 claro que las blancas no pueden oponerse al movimiento 14. .... AST. Si se continia 14. TAC, el rey blanco perderé el en- roque y quedar4 atascado en el centro después de 14. ..., C3T; 15. AxC, DXA, y le sucederé lo mismo después de 14, A4A, AST; 15. ASC, A4C. 14. T3C AST 15. DxP (Ver diagrama 141) Las blancas han tomado el peén. adversario 6A y parecen haber sorteado las dificultades. Pero... 1B... DID! Con esta flexible retirada se ganaré la calidad. 215 Diagrama nim. 141 16. A4A c3T Alekhine ejecuta con arte esta partida como en sus mejores tiempos; intenta hacer desapare- cer el alfil 4A adversario, tras lo cual las casillas de color blanco del enemigo serén vulnerables en extremo. 1%, AxC PxXA 18. 0-0 AxT 19. DxA TIC Se da principio al aspecto téc- nico de la materializacién de la ventaja; aspecto que Alekhine leva a efecto con una légica im- placable. 20. D2A DAD 21, PAR DEC 22. D2R Después del cambio de damas, los peones blancos 3T y 5A se rian sumamente vulnerables. DAC Ninguna circunstancia motiva- ba entregar sin lucha el impor- tante pedn 5A. Después de 23. DSR, C2D; 24. C5A, a las negras no les hubiese sido fécil alzarse con la victoria, debido al ataque contra su casilla 3CR; por ejem- plo: a 24. ..., CXP seguiria 25. CxP!, y a 24. ..., DXP seguiria 25. D3CR, P3C; 26. A3R, D5A; 27. AAD, y las piezas blancas ocupa- rian posiciones amenazadoras. Pero, ahora, el ataque contra el citado peén facilita las operacio- nes del negro. 2B... DxP 24. CSA TSC 25. D4A CcxP 26. PATR TIR 21. TIR D6A Todas las piezas negras se han movilizado y el peén 3C esté bien defendido. Euwe podria cesar en su resistencia; mas continta ju- gando como «por inerciay. 28. TID cD! Mediante este habil procedi- miento, Alekhine provoca los cambios y simplifica la posicién. 29. TxC TXA+ 30. R2T D2A 31. Té6D T4AD 32. P3C! (Ver diagrama 142) El tdctico Euwe tiende una hé- bil celada. Si juegan las negras 2... TXC?, seguird 33. TER! y perderdn toda la ventaja que lie- van. 32... TIAR! 33. PAC P3A Diagrama nim, 142 PST P4TR PxXP+ D2AR Txc! Con este simple procedimiento, el rey blanco ser4 objeto de un ataque de mate. 38. 39. 40. 41. 42. 43, Vv las blancas se rindieron. Partida 63 , Alekhine Octava partida del encuentro para el campeonato del mundo, 1937 L 2. 3. 4 P4aD P4aD C3AD D2A Defensa Nimzovitch Euwe C3AR P3R A5C Alekhine estima que este movi- miento es el mas acertado en esta posicién. Podemos estar totalmen- te de acuerdo con él; sin embar- go, hay que tener presente las rectificaciones impuestas por el paso del tiempo. Hace mucho se creyé que las negras tienen un juego bastante cémodo si respon- den a 4. D2A con 4. ..., P&AD y, en caso de 5. PXP, disponen sus piezas de la siguiente manera: C3TD, AXP, A2R, C4AD, P3CD, A2CD y P4D. 4a. Pap A mi entender este movimien- to ofrece a las blancas oportuni- dad para mantener tensa la po- sicién. 5. PxP DxP 6. P3R PIA 1. P3TD AxC+ 8 PxA cD2D En la duodécima partida, Euwe hallé un «férreo» procedimiento para igualar el juego: 8. .... PXP; 9. PAXP, P3CD y 10. A3T en el momento oportuno. 9% P3A ‘Una imprecisién; aqui lo bue- no era 9. C2R, a fin de colocar ese caballo en la casilla 3AD, des- pués de 9% ..., PxP; 10, PAXP, C3c. 9... PxP 10. PAxP c3c ll. C2R A2D 12, C4A Ya no se puede jugar 12. C3AD, debido a 12. ..., D3A. Sin embar- go, la posicién de las blancas 217 seré mejor, independientemente de cémo jueguen las negras: si 12. ..., D3A, el cambio de damas ofreceré a las blancas més pos: bilidades de cara al final y, si 12. ..., D3D, el traslado del alfil 1AD a la casilla 4C por el 2D seré muy contundente. We... D3D 13. A2D T1aAD 14. D2C C3A-4D 15. Cx PxC 16. A4C D3R 17. R2A csT? La superioridad de las blancas es indiscutible, pues dominan las casillas negras e impiden el en- roque del rey contrario. A pesar de todo, su victoria hubiera sido problematica, si no hubiesen co- metido las negras este serio error. Tenian que haber jugado 11. ..., P4A! y, luego, colocar el rey en la casilla 2A. 18. DID PscD Aqui también hubiera sido me- jor jugar 18. ..., P4A, aun cuan- do las blancas prosiguiesen 19. A3D, 20. TRIR y 21. P4R, para romper el centro. 19, AGT 20, PAR! ricD PACD Podria parecer que el alfil 6T esté perdido; pero Alekhine tuvo en cuenta todas las circunstancias y, con una serie de golpes tacti- cos, logrard una ventaja decisiva. 21. D4A ‘T3C 22, PxP DxP 23. TRIR+ A3R 24, TDIA 218 Diagrama nim. 143 Las blancas se han apoderado de la columna abierta y amena- zan con situar la torre en la ca- silla 8A y dar jaque o colocarla en séptima. Las negras no po- drén rechazar esta Ultima ame- naza, por lo que su rey sucum- biré sin haber podido enrocarse. 2a... P3A 25. TIA RID 26. TxPT. Y¥ las negras abandonaron. En este encuentro-desquite res- plandecieron las dotes tacticas de Alekhine; ademés, su habilidad, sus movimientos inesperados y sus celadas contribuyeron no sélo al ataque, sino también a la de- fensa. Sirva de ejemplo la belleza y maestria con que eludié la de- rrota en la siguiente partida. Partida 64 Gambito de dama Alekhine" Euwe Decimoctava partida del encuen- tro para el campeonato del mundo, 1937 1. C3AR = PAD 2 P4AD = P3R 3. P4D C3AR 4. C3A PAA 5. PAXP CxP 6. PAR exc 1. PxC PxP 8. PxP ASC+ 9. A2D AXA+ 10. DxA 0-0 Esta variante es aguda en sumo grado. Se practicé a principios de este siglo, y continia torman- do parte del repertorio usado en los torneos. Esto se debe a que la posicién a que se llega esta cua- jada de problemas, cuya resolu- cién es del gusto de los maestros actuales. Las blancas han situa- do dos peones en el centro, y las negras los atacardn. Estas distri- buyen sus piezas segin el esque- ma PSCD, A2C, C3A-4T, D3A y TRID, y aquéllas refuerzan con las torres los peones 4R y 4D y Preparan el avance de los mis- mos. i. Ada c3a 12 0-0 P3CD 13. TIWLA)ID A2C 14. DIA TIA En ciertas partidas, las negras Practicaron con fortuna la _ma- niobra simplificadora 14. ..., DSA; 15. D3R, D3T; es comprensible ‘que tratasen de encaminar el jue- €0 a la fase final, donde libran @ su rey de toda amenaza, y hasta pueden incluirlo en la lu- cha contra el centro de peones adversarios. 15. PSD PxP 16. AxP D2R Diagrama nim. 144 La presente posicién es curio- sa: las blaneas atacan con tres piezas el peén 2AR para amena- zar luego jaque con Ja torre des- de la casilla 7D. Pero Euwe con- jura este peligro, sirviéndose de un habil artificio tactico. We... aR! 18. AXA? Alekhine no ha previsto la res- puesta de su adversario en el vi- gésimo movimiento. Lo bueno era 18. P4TR, y reservar el alfil para otras posiciones mas activas. 18... c3c 19. D5A DxA 20. TID D3T! iExcelente idea! A la légica con- 219 See OO E™ -——————— tinuacién 21. TXPA seguird 21. +) DXB!; 22. TXP+, RXT; 23. DID+, T2A; 24. D4D+, RIC; 25. CxT, DxC 6 22, TXT+, CxT, y el ataque de las blancas se ha- br disipado, mientras los peones negros del flanco de dama cons- tituirdn un peligro serio. Por tan- to, urge dar una salida al rey blanco. 21. PATR 22. TSD T4A Txt? Euwe también se ha equivoca- do en la respuesta. {Por qué le permite al contrincante tener un pedn libre en el centro? Lo con- veniente era 22. ..., DIA! y man- tener asi el equilibrio que se ha producido; por ejemplo: 23. TXT, DxT; 24. DXD, PxD; 25. TIAD, TIAD. 23. PxT DIA 24. DAR TR 25. DAT! Este doble ataque al peén 2T y la torre IR facilita el avance del peligroso peén libre, tras lo cual la iniciativa estaré en poder de las blancas. Alternando las amenazas al rey negro con el avance de los peones 5D y 4T, Alekhine hostigara constantemen- te a su adversario. 25... TR 26. P6D TaD 27. TID Ahora existe el peligro de que se produzca el avance P4TR-ST- or. BI... cla 28. DIAR... 220 iAlekhine ha ejecutado en bre- ve tiempo tantas y tan buenas jugadas, que se le puede perdo. nar este error! Prosiguiendo 23. P3C, las blancas limitarian atin més la accién de las tres piezas negras. 28... D3A 29. CIR DIA 30. TIAD Diagrama mim, 145 La entrega de un peén ofrece a las blancas una iniciativa peli- grosa y, consiguientemente, 1a victoria, La otra posibilidad de jugar sin riesgo es la continua- cién 30. T2D, con la cual se man- tiene el equilibrio material y se le plantea al contrincante este di- ; ghasta cudndo es- 30... DxP cuanto da la i gras. Prosiguiendo 31. T8A!, 32, T8C!, P4A; 33. C5C, Dx . D4A+, DAD; 35. DxD+ (y no 35. C6R?, D&D+; 36. R2T, DID+! y 37...) DXT), 35... TXD; 36. C6R, R2A; 37. CxC, P3TR; 38. PST, P5A; 39. C6C, las blancas hubiesen podido materializar su ventaja. 31... P3TR 32. ©3C Y aqui, 32, TSA también era mas fuerte. 82... C3R 33. DBR D3T 34. CSA DéD 35. RIT a La continuacién 35. T8A+, R2T; 36. CxPT!?, CID; 37. C5A hubiese producido complicaciones interesantes y, después de 37. ..., D8D+; 38. R2T, DxP+; 39. RIC, continuaria planteado el proble- ma de si las blancas compensa- ban la entrega del peén por la iniciativa. ee R2T 36. T3A DsD 37. P3A pDID 38. T4A DIC 39. TATR? Tras haber legado a una po- sicién de tablas, Alekhine intenta ganar y, como suele. ocurrir en tales casos, se halla al borde de la derrota. Después de 39, T4CR!, DxP+; 40, TAT, D3C; 41. TACR, las negras hubiesen tenido que aceptar la repeticién de jugadas; Sino, a 41. ..., D3A? seguiria 42. TXP+, ya 4l. ..., CAC? seguiria 42. P4A, P3A; 43. DSC. 39... DBA! 40. DIR C4A 41. D2A En este movimiento se suspen- dié Ja partida, y el andlisis pos- terior convencid a Alekhine de que habia de buscar su salvacién en las tablas. El procedimiento para evitar su ruina ofrece inte- rés por los interesantes artificios tacticos. 4... Par 42, PSC! Esta es la primera medida pre- paratoria para las préximas esca- ramuzas. Es necesario cubrir un poco al rey de posibles jaques. cee POT Alekhine estimé que las ne- gras podian haber luchado con mayor contundencia, si hubiesen proseguido 42. ..., RIT; 43. TACR, PST; 44. TxPC, P6T; 45. TAC, TID; 46. T4AR; aqui se produ- cirén asimismo dos variantes: 46. «+» C6D; 47. DXC, PTT; 48. TATD, y 46, ..., PTT; 47. DxP, C6D; 48. D4A, CxT; 49, DxC y 50. PAC. A pesar de todo, el caballo 5A aseguraba las tablas a las blan- cas en todos los casos. 43. TACR Con este movimiento se da principio a una combinacién efec- tiva y salvadora. a... P3C 44, CAT! DxPD O bien 44, ..., P6T; 45. PxP+, PxP; 46. CxP, DIC; 47. C8A+, RIT; 48, C6C+, R2C; 49. COR+!, y el rey no puede ir a la casilla 3A ni a la 1A, porque el caballo toma la torre y da jaque a un tiempo. 221 45, PXP+ PXxP Diagrama nim. 146 iMagnifica jugada! No se pue- de tomar la torre: a 46. .... DxT seguira 47. DxP+, RIT; 48. D8R+, y las blancas daran jaque continuo, pues el rey no puede ir a la casilla 2C debido a que el caballo le daria jaque desde la casilla 5A y ganaria la dama ad- versaria, 46... D3R 41, TxT+ CxT 48. DxP La posicién abierta del rey im- pide que las negras puedan rea- lizar su ventaja material. 48. PAT 49. D2A CAR 50. R2C CsA (Ver diagrama 147) El negro ha omitido el pode- roso golpe tactico 50, ..., D5SA!, aunque el blanco tendria muchas 222 Diagrama nim. 147 posibilidades de tablas después de 51. D2D, D4AD; 52. P4A, D3A+; 53. RIC, C6A+; 54. CxC, DXC; 55. DIR. Bl. CxP! Y¥ tablas porque, aunque las blancas pierden la dama después de 51. ..., C6R+; 52. RZA, CxD, sigue la contrarréplica 53. CBA+. En esta partida hemos visto cémo analizé con perfeccién y es- mero Alekhine las posiciones aplazadas; la siguiente es otrc buen ejemplo. Partida 65 Apertura Reti Alekhine Euwe Vigésimo segunda partida dei encuentro para el campeonato del mundo, 1937 1. C3AR PAD 2 P4AD P5D 3. P3R c3AD 4. PxP cxP 5. Cx Dxc 6. C3A 3A Esta variante se utilizé muy poco en tiempos de Alekhine, y apenas si se practica en la actua- liad. Porque las negras pueden mantener el equilibrio y, ademas, suele producir una lucha tran- quila. 1. P3D P3A 8. ASR pep 9. P4D P3CR 10. A2R AgC I. P3TR 0-0 12. 0-0 P3C 13. A3A A2C Se ha Hegado a un juego total- mente equilibrado. Con el siguien- te avance de peones, Alekhine debilitara el peén 3CD negro; sin embargo, ello no modificaré en lo esencial el curso de la con- tienda. 14. PATD «= TDID 15. PST D2A 16. D3C cep 1% PxP PxP 18. TIT T1T 19. TI-IT = -P3R 20. TxT AxT Diagrama mim. 148 El negro estd preparado, y es- pera que el contrincante se deci- da. Este no vacila en romper el centro; pero no consigue sacar una ventaja importante. 21. PSD! 22, PxP PAxP C4A La respuesta de Euwe es im- precisa. Verdad es que hubiera sido peor continuar 22. ..., AXC? (23. P6D!, DxP; 24. DXA, AXA; 25. AGT!, y se ganaba la calidad); pero podia haber jugado mejor: 22. ..., PXP! era buena ocasién para igualar el juego. 23. D4A La jugada 23. AxC es peor, pues sigue 23. ..., DXA; 24. PXP, AXA; 25. PXP+, TX P; 26. PxA, Ax; 27. TIT, DAC+, y se da jaque continuo. 2B... PxP 24. AXP AXA 25. CxA DAR 26. TIC cosT 27. P3CD = CIC 28. D6A P4cD 29. AGA No se podia tomar el pedn ne- gro 4C porque seguiria 29. ..., Tic. 29... D3R Lo mejor era situar la dama en 7R. 30, DxP DSR 31. TIAD = C6D 32. D4Aat La unica forma de no perder la ventaja. 223 82... DIR 33. TIAR CxA 34. DxC DAC 35. DSA! TIC 36. TIC D3T 37. TID - Desde luego, 37. P&C era me- jor; por lo visto, influyé mucho aqui la falta de tiempo. 3%... Der 38. TIC DIT 39. D3D A5D 40. TIAR = DIC Diagrama nim. 149 Aqui se aplazé la partida. Ob- sérvese como halla Alekhine una sorprendente forma de ganar, cémo calcula todas las variantes complejas sin omitir ninguna po- sibilidad, por minima que sea. Las extraordinarias maniobras del caballo causan verdadero pla- cer. 41. CIR+ = RIA Las negras perderian en segui- da si moviesen el rey a otra ca- silla. Veamoslo: 224 Se ee eee == 1) 41, ..., R20; 42. CBA+, PXxC; 43. D3C+ y 44. DxT. 2) 41, RIT; 42. C6A, AxP+; 43. TXA, DBA+; 44, R2T, DXC; 45. TXP, y no pue- den defenderse. 42. C6A 43, R2T! AxP+ No hay otra jugada, como se vera més adelante. Era peor 43, TxA, DBA+; 44, DIA, DXC; 45, TXP+, RIC; 46. T3A, porque es muy dificil materializar la ven- taja de un pedn en finales de piezas mayores. 43... TIR 44. D3AR TTR Ahora se aclara el porqué del cuadragésimo tercer movimiento de las blancas: si estuviese el rey en la casilla 1T, hubieran jugado las negras 44. ..., T8R y habrian ecambiado la torre, tras lo cual aquéllas no podrian ganar la par- tida. 45. C4D! TID 46. C6R+ R2R 47. CAA! : El caballo ha ocupado varios escaques importantes, y se dispo- ne a ocupar el mds importante, es decir, el 3D; peligro que las negras pueden conjurar sélo reti- rando la dama de la segunda ho- rizontal de las blancas. ate... DsD Y¥ también 47, ..., ASD; 48 DIC+, RIR; 49. C3D!, A4R+; 50. RIT, aunque las negras pierden pronto por la irrechazable ame- naza 51. DXP+, 48. RIT TIT Diagrama nim. 150 El negro no puede defenderse de la incisiva continuacién 49. C2R; y asi, decide entregar la dama. En caso de 48. ..., AST, Alekhi- ne tenia intencién de proseguir 49. DIC+, D2D (49. ..., R3D; 50. D8C+); 50. DAC +, RIR; 51. C6R!, A2R; 52. D8C+, AID; 53. Cx A, DxC; 54. DSR+, D2R; 55. D8T+, R2D; 56. DxP, TIAR; 57. TID+, R3A; 58, D8T, tras lo cual tendria un peén de mas y el ataque seria abrumador. 49. C2R Ter 50. DIC+ Esta jugada es muy importan- te: la dama se retira de la linea AR por si se da jaque a la des- cubierta con el alfil. 50... RBA 51. CxD TxT+ 52. R2T A8C+ 53. R3C ATA+ 54. RSA AXxC+ 55. R&R TsD 56. D5D s Era més simple proseguir 56. D6A+ y 57. D2A, aunque no hu- biese variado lo fundamental del asunto. 56... ROR 57. PACR = PAT. 58. PXP P4A+ 59. R3A TsD+ 60. R2R ‘TOR+ 61. R2D TSR 62. PXxP. Y¥ ei bando negro abandoné. Ciertas partidas de este encuen- tro-desquite se decidieron en el final. Sobre todo, asombran las impecables maniobras de Alekhi- ne en la que ofrecemos a conti- nuacién, donde consigue sacar ventaja de la aparentemente in- significante preeminencia del al- fil sobre el caballo. Partida 66 Defensa eslava Alekhine Euwe Segunda partida del encuentro para el campeonato de! mundo, 1937 1. PAD PAD 2 P4aD P3AD 3. C3AR = C3AR 4. C3A PxP 5. PATD = AGA 6. C5R P3R 1. ASC ASC & CxP4A Ahi estd una de las incisivas ramificaciones de la defensa es- lava; fue muy popular en la cuar- ta década; hoy dia, casi no se practica. A qué se debe el olvi- do de tan interesante sistema? Probablemente a la moda. Pero 225 bastaria que uno de los grandes maestros la practicase una vez y lograse ganar bellamente 1a par- tida para que esta variante, cu- bierta de polvo por el paso del tiempo, volviese a estar de moda y fuese un huésped frecuente en los torneos. La iltima jugada de Alekhine no es la mas fuerte, por cuanto permite a Euwe igualar sin ma- yores dificultades el juego. El mo- vimiento 8. P3A y el siguiente P4R provocan una lucha contun- dente. aces DID Esta respuesta es muy fuerte, pues amenaza 9 ..., Dx€ como 9. vy CBR 9. AxC DxC 10. D2D! Con esta sutileza tactica, las blancas logran destruir la estruc- tura de peones negros. 10... PxA i. DEC 1. cep 13. PxP 4. 0-0-0 15. PAR! Euwe gané la primera partida del encuentro-desquite; por ello, juega con entusiasmo en la se- gunda. De algin modo consegui- rd ordenar la posicién de sus peo- nes centrales, si bien no podrd sortear por entero las dificulta- des. 16. PXP cxP 17. DIA AxC Euwe se ha precipitado, y no 226 a EEG ce ea cae cc cece eae cea cance eateeae cae eaeaeeae eae ha tenido en cuenta que el al. fil blaneo seré mas fuerte que el caballo negro en la fase final, Por ello, tenia que haber pro- seguido 11. ..., TOT)IC e inten- tando crear situaciones peligrosas en la columna abierta CR; mas no tomar el caballo. 18, PXA TaT)1C 19. D3R RIC 20. P3C T2D 21. TAT)IC DIA 2% TQA)IR DID! Las negras pretenden simplifi- car el juego, porque la posicién de su rey enfrente de la torre adversaria puede dar motivo para diversas amenazas técticas. 23. DxD TxD 24. P4AR = C3C 25. AGA T1c)1D 26. TER T1-3D 27, TAC)IR R2A 28. TXT TxT Diagrama nim. 151 Obsérvese cémo va utilizando Alekhine la potencia de su alfil que, aunque es insignificante por ahora, sera pronto el primer per- sonaje en esta accién, 29. PAT! Con esta excelente jugada se ahuyenta al caballo negro, mien- tras este peén proseguiré su avan- ce, previo ataque al negro 2TR, para ver si puede transformarse en dama. 29... ReD 30. R2A CR 31. R3A cab? Este error facilita el traslado Gel alfil a la casilla 5A, lo cual dara més valor a los peones blan- cos del flanco de rey. 32 ASD! P3TR Cualquier otra continuacién se- ria de todo punto mala. Las ne- gras tienen que detener tanto como les sea posible el peligroso peén blanco 4TR. 33, ASA+ RID 34. RAC C2R Hay que ir apresuradamente en ayuda de los peones del flan- co de rey; la captura de los peo- nes blancos 3A y 4TD equival- dria a rendirse. 35. AIC RIR 36. RST R2A 37, A2T+ (Wer diagrama 152) El alfil esta manifestando toda su potencia: desde la retaguardia de su bando siembra la confu- sién entre las piezas y peones adversarios, El peén negro 3T su- Diagrama mim. 152 cumbe, y el répido avance del blanco 4TR y de los otros de este flanco forzaré al contrin- ante a capitular. at... RIA 38. RXP TD Este contraataque es tardio, y la continuacién 38, ..., CLA+5 39. R6C, CxP; 40. P5TR tampoco me- joraba la situacién de las negras. Porque Alekhine previé de ante- mano la ofensiva coordinada de las piezas blancas. 39. AGR TéD 40. P4C TxP 41, PSC. Alekhine anoté esta jugada y lo comunicé a Euwe, quien se rindié inmediatamente. Hemos ofrecido seis partidas de las veinticinco que se jugaron en el encuentro-desquite; en ellas se ve que Alekhine volvia a ser el de antes; no obstante, conviene sefialar que en su juego se refle- ja el paso de los afios. ‘Después de recuperar la coro- 227 na, realizé varias partidas exce- lentes, de cuya profundidad de ideas continia admirandose la aficién, Son particularmente des- tacables las dos que jugé con sus histéricos rivales y que ofrece- mos a continuacién. Partida 67 Defensa eslava Alekhine Euwe Torneo del AVRO, 1938 1. PAD P4aD 2 P4AD P3AD 3. C3AR = C3AR 4. PXP = Alekhine simplifica 1a posicién. iQuiere esto decir que pretende acabar pronto la partida? {Ni mu- cho menos! Lo que pretende es formar un inquebrantable centro ys apoyandose en él, imponer al contrincante una lucha tactica. (So PxP 5. C3A C3A 6. AGA ASA Este activo movimiento y el posterior juego impreciso de las negras ofrecerén a Alekhine la posibilidad de hacerse paulatina- mente con la iniciativa. La otra continuacién habitual es 6. .... P3R. 7. PSR P3TD Las negras han cometido una imprecisién; aqui procedia 7. ..., D3C. 8 CSR TIA 9 PACR! 228 Pe lr No puede decirse que la idea de ese ataque sea propia y pri- vativa de Alekhine, pues se halla en partidas anteriores a ésta, ju- gadas con la defensa eslava y la Caro-Kann. Y tiene por objeto forzar a las negras a que prosi- gan 10. ..., P3T, después de 9 A3C; 10. PATR; de ese modo, el cambio en la casilla 3CR debi- lita sensiblemente la estructura de peones. Por ello, Euwe retira el alfil a 2D y se resigna a desen- volverse en una posicién restrin- gida pero segura. No convence proseguir 9. ..., CXC, porque su- cede 10. Px A, C4A; 11. D3C, y la posicién de las negras es pro- blematica. % A2D 10. A2C PIR 11. 0-0 La situacién de las blancas es prometedora: despliegan sus fuer- zas en el flanco de rey; el debi- litamiento del enroque, causado por el avance P4C, no es impor- tante, pues el alfil 4A se situara en la casilla 3C y, asi, reforzaré la posicién de sus piezas. We .. P3T 12, A3C P4TR? El sacrificio de este peén es incomprensible. Euwe acaso pre- tende desplegar cierto contraata- que. Como quiera que sea, con- viene tener presente que al rey negro le seré dificil hallar un si- tio seguro. 13, CxA! =x Las negras aceptan la pérdida de un pedn, porque proseguir 13. ws Dx; 14. PSC les reduciria ain mas su dispositivo. Tras esto, ‘Alekhine mantendré la ventaja Gel pedn citado mientras no re- fuerce totalmente la posicién de sus Piezas, y lo restituird cuan- do la haya reforzado. 14. PXP 3A 15. ASA ASC 16. TIA RIA Pronto se ver claro que el rey negro no esté seguro en la ca- sila 1A y que enrocar valia tan- to como perder inmediatamente. 17. PSTD AxC 18, TxA — C2R 19. D3C TxT 20, PxT Dep 21. D6C! = Diagrama mim. 153 Las operaciones de las blancas han sido de preparacién; a par- tir de ahora serén ofensivas. Exis- te el peligro de 22. TIC con la consiguiente pérdida del peén ne- gro 2CD. Las negras tienen que adoptar medidas para defenderlo; por tanto, no cabe pensar en co- mer el 5T blanco. a. cia 22, D5A+ RIC 23. TIC PACD Podria parecer que Euwe ha sorteado las dificultades: tiene defendido su flanco de rey y po- dra tomar pronto el peén blanco ST. Pero Alekhine ha preparado un golpe tactico que debilitaré nuevamente la posicién de las ne- gras y daré més fuerza y acti- vidad a las piezas blancas. 24, PGT! De todos modos, este peén es- taba condenado a sucumbir; con € se asesta un golpe demoledor contra el dispositivo defensivo adversario. De tomarlo con la torre, seguiria 25. PATD!, y no se podria responder con 25. ..., PxPTD porque seguiria 26. T8C. ¥ al movimiento defensivo 25. sy C2T sigue 26. D6C y la pér- dida de los peones del flanco de la dama negra. PAL we P Tras lo cual los alfiles inmo- vilizaran a los eaballos. 25. ASR R2C 26. P4TD! PxXP 21, P4at s Estos tres movimientos de rup- tura, ejecutados por peones, im- presionan vivamente. La amplia- cién de las diagonales hara que los alfiles sean pronto duefios del tablero. a cer, Si se toma el peén blanco, se perdera la torre; por ejemplo: 27. 229 wey BX D5R+. 28. AxC+, RXA; 29. 28. PXxP C2RxP La continuacién 28. ..., PXxP ocasionaba pérdidas materiales, después de 29. T6C. 29. RIT! Alekhine ataca sin tregua, como era su costumbre: se propone to- mar con el alfil el caballo 4R y dar jaque con la torre desde el escaque 1CR. 29... TIAD 30. TIC+ R2T 31. D3T TICR Diagrama nim. 154 Con esta jugada las negras pierden ahora una pieza; pero no pueden conjurar a un tiempo to- dos los peligros. En caso diverso, les amenazaba no sdélo 32. P4R, sino también 32, D3D+, RIT; 33. P4R, T6A; 34. PXC!, TxD; 35. AxC+, R2T; 36. AMR y jaque mate. i¥ asi, queda demostrada la fuerza de la pareja de alfi- 230 les! En caso de que la torre ne. gra abandonara su primera hori- zontal, se ganaria prosiguiendo 32, DBA, 32, PAR! Con este sencillo movimiento se gana un caballo y se decide la suerte de la partida. Las blan- cas tendrén que rechazar sélo unos jaques. 82. TxT+ 33. RXxT DAC 34. Px D8C+ 35. R2C D3C+ 36. RIA DscD+ 37. R2C D3C+ 38. ASC CxP 39. AxC PxXA 40. DXxP PTR 41, PAT. ¥ las negras se rindieron, La siguiente partida es una obra de arte perfecta; represen- ta el ultimo de los muchos en- cuentros entre Alekhine y Capa- blanca y viene a ser el resulta- do de la lucha entre dos gigantes, que duré un cuarto de siglo. El resultado total fue de 7:7 si des- contamos las partidas que termi- naron en tablas. Partida 68 Defensa francesa Alekhine Capablanca Torneo del AVRO, 1938 1. PAR P3R 2. PAD Pap 3. 2D C3AR Este movimiento es una sor- presa. Aqui se suele proseguir 3. + P4AD; pero las negras se que- dan con un peén aislado en su casilla 4D, lo cual repugné siem- pre a la idea que Capablanca tuvo de la posicién. Le agradaba jugar contra los peones aislados; mas le desagradaba tenerlos en su posicién. 4. PSR 3-2D 5. A3D P4AD 6. P3AD C3AD 1. C2R D3C 8. C3A PxP 9. PxP ASC+ 10. RIA Hace mucho que ia teoria co- noce esta variante. Las blancas pueden responder de dos formas al jaque dado por el alfil: reti- rando el rey o cubriéndolo me- diante A2D. La elegida por Ale- khine provoca una lucha més in- cisiva. W .. ALR, N Tras eso, las blancas presiona- rén progresivamente sobre el con- trincante. En cambio, 10. ..., P3A era més activo y contundente para los dos bandos. 11. P3TD cla Las negras contintian operan- do con pasividad; aqui también era mejor proseguir 11. ..., P3A, y hasta 11. ..., P&a. 12 PACD A2D 13. ASR ciD? Acaso es dificil jugar una par- tida importante en la fecha en que cumple uno cincuenta afios. Capablanca mueve sin ningin Plan sus piezas, e intenta cam- biar los alfiles de casillas blan- eas; pero Alekhine se opone a tal pretensién. A pesar de la pér- dida de algunos tiempos, le con- venia tener presente la enérgica continuacién 13, ..., P&A 14. C3A PaTD Dificilmente se pueda hallar un buen plan de juego para las ne- gras: a 14. ..., C3C procede 15. PATR! y, luego, 16. PST, y a 15. sis CXPT sigue 16, CxC, AxC; |. DAC y 18. DxPC. 15. C4TD = D2T. Esta retirada es mala en extre- mo, por lo que Alekhine acorra- lard las fuerzas adversarias en un lado del tablero. La continua- cién 15. ..., AXC; 16. DxA+, C3A; 17. R2R, TIA y los siguien- tes movimientos 18. ..., C2D y 19. + 0-0 ofrecia a las negras cier- tas posibilidades de juego. 16. P5C P3CD Diagrama nim. 155 231 Después de haber asegurado el flanco izquierdo, Alekhine se dis- pone a actuar en el derecho; su plan consiste en reforzar la de- fensa del rey, adelantar el peén TR como medida exploratoria y lanzar todas sus fuerzas sobre la posicién del rey contrario. ih PSA 18. R2C C2A 19. D2D! iNo hay que olvidar la defen- sa cuando se ataca! Alekhine im- pide fundamentalmente el movi- miento P4C, que, junto con C3C y PAT, podria ofrecer a Capablan- ca unas posibilidades de juego excelentes. 1. P3T 20. PAT C2T 21, PST! Asi, se bloquea este flanco y se prepara a ocupar con el ca- ballo la casilla 3C. Alekhine es- tima que la salida de los caba- los negros a las casillas 4C y 5R no es peligrosa, porque cuenta con poder echarlos de las mis- mas. a... cic 22. CAT oR 23. DIC R2A Capablanca no se enroca, lo que debilita definitivamente su posi- cién. Por lo demas, hubiese sido erréneo proseguir 23. ..., AXC, pues hubiera seguido 24. Px A! y se le habria cortado la retirada al caballo, que tendria que su- cumbir después de 25. P3A. 24. P3A 232 Diagrama nim. 156 Este movimiento es el comien- zo de un ataque decisivo. Lo pri- mero que hacen las blancas es desalojar el caballo de la. casilla 5R y abrir la importante diago- nal 1CD-7TR. 2A. 25. PAC 26. A6C+! C5-4C PxP Aqui, Capablanca se lamentaria de no haber enrocado; su rey serd perseguido sin tregua ni re- oso. 26... RIC iA quién le conviene hacer un movimiento que cierre la salida de la torre? A nadie; pero no hay otro recurso, pues a 26. ...5 RIA decide 27. TRIAR! Vedémos- lo: , P6C; 28. P4A, COR , C2A; 29. PSA! 9, PSA, AXxC; 30. PXP+. 2) 2%. PXP+3 28. CxPA, RIC; 29. CxC, CxO; 30. AxC, AxA; 31. ©XxPC, DxC; 32 D2AR, y las negras no pueden eludir el mate. 21, PAA cea? Este error costard una pieza. Capablanca no advierte el pro- cedimiento que va a emplear Ale- khine para eliminar ese caballo. Pero la verdad es que el mejor movimiento defensivo 27. ..., C2A tampoco prolongaba la resisten- cia, pues las blancas hubiesen re- tirado simplemente el alfil a la casilla 3D y tomado con el ca- ballo la 6C. 28. AxC+! Tras lo cual la torre negra tie- ne que tomar el alfil y ocupar una posicién desventajosa_en sumo grado, pues el rey no pue- de tomar: 28. ..., RX A; 29. DIC+, RIC; 30. C6C. 28. a TxA 29. C6C AID 30. TDIAD Jugada muy prudente. Como el caballo no puede salir de su po- sicién, Alekhine se asegura pre- viamente el dominio sobre la co- lumna abierta. 30... AIR (Ver diagrama 157) 31. RSC! Capablanca no tendria en cuen- ta este movimiento cuando situs el caballo en la casilla 6A. ;Su majestad el rey de las: blancas se basta y se sobra para comba- tir contra la caballeria enemiga! Diagrama nim. 157 Bl... D2AR 32. RxP oT O bien 32. ..., CAC; 33. PxC, D4A+; 34. RSC y la amenaza 35. TIAR. 33. CxC DxP+ 34. R3C DA 35. C3A PaT. A Capablanca se le agoté el tiempo cuando hizo esta jugada, si bien ello no influyé en el re- sultado de la partida, debido a la critica situacién de las negras. Partida 69 Apertura espajiola Alekhine Fine Torneo de Hastings, 1937 1. PAR PAR 2 C3AR C3AD 3. ASC P3ID 4. AMT C3a 5. 0-0 AIR 6. TIR PACD 7. A3C P3D 233 8. P3A CcéaTD 9. A2ZA P4A 10. PAD D2A 1. CD2D Los expertos en la apertura es- pafiola discuten continuamente sobre si las negras deben jugar ASCR o no. En aquel tiempo, no inquietaba este movimiento del alfil negro; actualmente, las blan- cas juegan P3TR como medida profildetica. MW ... 0-0 12. CIA ASC Diagrama nim. 158 Alekhine este movimiento, por la siguiente entrega de un peén, y recomien- da el normal esquema de desarro- Uo 12. ..., A2D, 13. ..., TRIAD y 14. ..., AIA. estima inadecuado 13. C3R! Nos encontramos aqui con el habitual estilo de Alekhine: en- tregar un pedn a cambio de la iniciativa. 234 13... AxC 4. DxA También se puede jugar 14 PxC y Hevar el juego por la co. lumna abierta CR; pero Alekhine prefiere ejecutar el plan que se ha trazado. mw PAxP 15. C5A PxP 16. DxP! TRIAD Esta accién defensiva es a la vez tActica, por cuando las blan- cas perderian su alfil de casillas blancas después de 17. CxA+, DxC; 18. DxC. 17. D3CR AIA. 18. A3D C3A 19. ASC CIR Diagrama nei. 159 Valoremos la presente posicién: las negras tienen ventaja de uD edn: el retrasado 3D; en cam- bio, las blancas han sacado de esto mejor partido que su con- trario. Sus piezas estan situadas activamente y las dos torres pue- den moverse por las columnas centrales abiertas, mientras las forres negras Permanecen pasiva- mente en la retaguardia, 20. TDIA? Esta imprecisién supone una pérdida de tiempo. Procedia 20. DID, 21. P3TD y el traslado del aifil 3D a la casilla 2T; plan que Alekhine realiza con dema- siada lentitud. 20. ... D2c 2. P3TD = P3C Fine no tiene inconveniente en debilitar las casillas de color ne- gro, con objeto de colocar el ca- ballo 3A en la casilla 5D y crear algin contrajuego. 22, C6T+ AxC 23. AXA csD 24. TDID = P5C 25. P4al we Las blancas intentan abrir la columna AR e iniciar el ataque al punto adversario 2AR. Las ne- gras han de tomar ese peén; en caso contrario, PSA del blanco ocasionaria peligros dificiles de conjurar en este flanco. 25... PxPA 26. DxP PxP 21. PxP T6A! Para responder a 28. P5R con 28. ..., TX A; 29. TXT, CIR+3 30. TXxC, D8C+; 31. R2A, DxT y a 32. P6R con 32, ..., D4A; 33. DxD, PXD; 34, PIR, P3A, tras lo cual conseguirian probablemente unas tablas. Pero esto no satisface a Ale- Khine, y reorganiza sus fuerzas Para empezar otra ofensiva. a 28. D2A C3R? Esto debilita sensiblemente la posicién, El traslado de esta ha- bil pieza al escaque 4R por el 3AD ofrecia a las negras mejo- res garantias utilizindola, tanto en el contraataque como en la defensa del punto de apoyo 2AR. 29. PATD = TI-1A 30, TIAR! 6-24 31. TIC D3A 32, PST Alekhine alterna habilmente el ataque en el flanco de rey con amenazas en el de dama. Habia peligro de 33. T6C. Be. c4az Este movimiento ocasionara in- mediatamente la pérdida de la partida; de todos modos, la situa- cién de las negras es grave. A la mejor jugada defensiva, 32. .... TIT, las blancas responderian con 33. TI-IA y 34. ASAD con lo que dominarian las principales columnas y diagonales. 33. AMAD = D2D Diagrama nim. 160 34. DeT! La catdstrofe en el escaque 2AR de las negras es inevitable, y la consiguiente pérdida de ese peén dejard indefenso al rey ne- gro. we... CxP 35. TxP DxT 36. AXD+ TxA 37. DER. Las negras abandonaron. La siguiente partida pone de manifiesto el excepcional arte de Alekhine en ejecutar finales de piezas mayores. Partida 70 Defensa Caro-Kann Alekhine Eliskases Olimpiada de Buenos Aires, 1939 1 PAR P3AD 2 PAD PaD 3 PxP PxP 4 P4AD = C3AR 5. C3AD = P3R. 6. C3A A2R 1 PxP os Se ha jugado la conocida va- riante del ataque Panov; ataque que lleva casi medio siglo de exis- tencia. En esta variante el blan- co suele atacar; pero Alekhine Prefiere consolidar la posicién de los-peones centrales y simplificar el juego por razones psicolégicas. ee CxP 8 ASCD+ A2D 9% AXA+ CxA Alekhine considera que las ne- gras hubieran tenido més posibi- 236 lidades, si hubiesen proseguido 9, DxA; 10. CSR, Cxe; 1, XC, DAC; 12. P4AD, DAT +; 13° A2D, ASC. En cambio, estarén ahora sometidas a la voluntad de| contrincante. 10. CxC PxC 11. D3C 3c 12 00 0-0 13. AGA A3D a. AXA DxA Diagrama nim. 161 Al parecer, Alekhine intenté legar a esta posicién 0, por lo menos, no se opuso a la misma. Se diria que esta esquilibrada; pero si nos fijamos bien, des- cubriremos que las blancas tie- nen alguna ventaja: la dama y el caballo son més activos que el caballo y la dama de las negras, que se ven obligadas a defender su peén 4D. Desde luego, es muy dificil materializar esas pequefias ventajas; sin embargo, hay que considerar la habilidad de nues- tro biografiado para resolver si- tuaciones como ésta. 15. TRIR = =TDIA 16. TDIA = P3TR? Aqui era conveniente 16. p3A, para impedir el salto del caballo blanco a la casilla 5R. 11. CBR Si ahora P3A, se debilitaria el escaque 3C. No se puede hablar todavia de la victoria del blan- co, aun cuando su ventaja cada vez es mas clara. Ww... T2A 18. P3C! T1-1AD 19. TXT Txt 20. DSC c2D Las negras han cometido un error, pues un final de piezas ma- yores favorece a las blancas; po- Gian igualar siguiendo 20. ..., T2R y 21. ..., P3A; de ese modo, de- salojaban el caballo blanco de su posicién 5R, pues a las blancas les seria dificil aprovechar la de- bilitada casilla 3C, debido a las pocas piezas sobre el tablero. a. Cx Txc Diagrama nim, 162 Qué posibilidades ofrece la po- ZT cc sicién de las blancas? El domi- nio de la columna de rey y la oportunidad de penetrar por ella en el campo del adversario. Por otra parte, la posicién del rey ne- gro no es sélida y, por lo mismo, seré objetivo del ataque directo de las blancas. El procedimiento que sigue Ale- khine para utilizar estas dos pe- quefas ventajas se puede consi- derar como clasico. 22 TSR+ ReT 23. PATR! Con la intencién de continuar PST, lo que inquietard todavia més al rey negro. 23... P3T Y también 23. ..., PATR; 24. T8TD, P3T; 25. D2R, con lo cual se ataca el peén 4T y se amenaza con situar la dama en octava. 24. D2R TID 25. TIR Tp 26. TSR P3CR ‘Las negras tienen que resignar- se a debilitar el flanco de rey: en caso contrario correrian gra- ves riesgos, como pone de relie- ve la siguiente variante: 26. ..., DSCR; 27. P5T, D8C+; 28. R2C, DxPT; 29. D2A+, P3C; 30. D&A, DST; 31, PxP+, RxP; 32. D8C+, R3A; 33. PACR, DxP; 34. D8T+, RSC; 35. T5C+, y se pierde la dama negra. 21. PST D3AR 28. D3R T3D 29. D3C T3C 30. PxP+ DxP No se puede tomar con el peén: 237 PXP; 31, DXP, TxP; 32. D7D+, y mate en pocas jugadas. 31. DxP 32. TSA TxP TAC? Diagrama mim. 163 La situacién de las negras ya era muy delicada, pero el movi- miento de la partida las pone al borde de la catastrofe. Hubiera sido mejor 32. ..., RIC. 33. TXP+! Con esto se llega a un final de torres en el que la victoria de las blancas es cuestién de tiem- po. Es posible que las negras no valorasen debidamente esta juga- da, es decir, contasen con que las blancas tomarian con la dama. En este caso tendrian buena oca- sin de hacer tablas. 33... RIC 34. T6A+ eT 35. TxD TxD 36. T6CD = TxP 37. TXP+ El peén de més y la activa po- 238 sicién de la torre aseguran la victoria. Bh... Ric 38. T6C TSTD 39. TxPTR TxP 40. R2C PAT 41. T6TD = PST 42. TIT Per 43. PAC RIA 44. P5C RIC 45. R3C T8T 46. RAC T8C+ 47. RSA TIC 48, PSA PIT 49. REA. ¥ las negras se rindieron. En la partida que se ofrece se- guidamente, Alekhine supo sacar partido de la posicién del mate del ahogado. Partida 71 Defensa Nimzovitch Alekhine Golombek Torneo de Margate, 1938 1, PAD C3AR 2 PAAD = PBR. 3. C3AD ASC 4. P3CR 0 Esta jugada es una de las mu- chas con que se ha intentado re- futar el plan de la defensa Nim- zovitch en la lucha por las im- portantes casillas 4R y 5D de las blancas. Hoy dia se estima que este afiancheto» no dificulta el juego de las negras, por lo cual ha caido en desuso. 4, PAD 5. A2C 0-0 6. C3A P1A Esta jugada posibilita a Alekhi- ne terminar antes el desarrollo de la apertura; por ello, era me- jor proseguir 6. ..., 1. PxPD 8 A2D 9. P3TD 10. PxC I. 0-0 we Las negras experimentan cier- tas dificultades en movilizar el alfil 1AD que continuard siendo el principal defecto de su posi- cién, aunque vayan a efectuar unos cambios para simplificar el juego. Wa ... PxP 12, PxP AXA 13. DxA D2R 14, D2C! TID? Esto supone perder un valioso tiempo. La légica contiuacién 14. sy TIC ofrecia oportunidad para formar el esquema P3CR y A2C e igualar el juego. A pesar de ello, Alekhine posiblemente hu- biese ejecutado el plan de ataque contra el centro, mediante P4R y PSD, si bien esto requeria mucho tiempo y daba pocas esperanzas halagiiefias. Después del movi- miento efectuado en la partida, las piezas del campeén del mun- do operarén activamente. 15. TQAR)1AD D3D 16. P3R TIC Al fin, la jugada justa; pero las negras han perdido mucho tiem- po. Y Alekhine inicia una serie de excelentes maniobras, cuya fi- nalidad es debilitar 1a posicién del contrario. 17. C5C! 18. Da! A2D P4A Diagrama nim. 164 Golombek no advierte la bella combinacién de Alekhine; aunque parece mejor 18. ..., P3CR; 19. C4R, D2R, las blancas mejorarian atin mas su juego después de 20. D2C! y la amenaza 21. P5D 6 21. C6A+. A pesar de todo, las ne- gras hubiesen prolongado la re- sistencia; ahora, la lucha se resol- vera en pocas jugadas. 19, PSD! Aqui, el maestro inglés se da cuenta de la citada combinacién: a 19... PXP sigue 20. AXP+!, DxA; 21, TID, y el negro pierde la dama, pues, si se retira de la diagonal 7TD-ICR, se produciré el mate: 22. D2T+, RIT; 23. CIAX, BIC; 24. C6T+, RIT; 25. D8C+, TxD; 26, CVA jaque y mate. Y¥ la retirada del caballo oca- siona la pérdida de un peén. DD. c2R 20. PXP AxP 2. TID DAR A 21, ..., C&D seguia 22. Cx A, DxC; 23. D4A, y las negras per- dian una pieza. Cualquier otra re- tirada de la dama les ocasionaba igualmente la pérdida de un peén. 22, AXP! El alfil no se puede tomar aho- ra ni después del cambio de to- rres, porque se da mate con la torre desde el punto 8D. RR oe P3TR 23. CxXA DxC 24. DIA El peén de més y la ventaja posicional darén pronto la victo- ria a las blancas. 24. 25. = TxXT+ TxT TIR A3A P3T TéeD DAR D4A+ R2T TxPTD TIAD DIART8A+ R2C. Y¥ el negro abandoné al no po- der conjurar el peligro 32. T6R ni el mate en dos jugadas: 32. TxP+ y 33. DST. eee 5 LA GUERRA Y EL AJEDREZ Contra viento y marea El barco habia salido de Buenos Aires, y navegaba lenta y pre- cavidamente con direccién a Europa; en alta mar podia suceder cual- quier contingencia. Lupi, campeén portugués y testigo de los ultimos dias de Alekhi- ne, dice: «El 9 de enero de 1940, se nos comunicé la legada del campeén del mundo y su esposa a nuestro pais. Era la primera vez que nos visitaba un personaje de esta categoria. Esto nos emo- ciond. Se les reservé las mejores habitaciones en el hotel Luxe de Estoril y se puso a su disposicién un automévil de ocho cilindros. Una nebulosa mafiana del mes de febrero fuimos a esperar el barco procedente de Buenos Aires, Mientras la nave atracaba, distingui- mos a cubierta un hombre, de pelo rubio y cara sonriente, que sostenia dos gatos en las manos. »Posteriormente, lo vimos muchas veces jugando simultdneas; lucia impecablemente el “smoking”, daba cierto aire teatral a su porte y empezaba a echar carnes, La brillantez de su juego, su cons- tante predisposicién a prestar ayuda a los jugadores jévenes y su buen corazén fueron la admiracién de los aficionados portugueses». Alekhine y su esposa estuvieron dos semanas en Portugal; luego regresaron a Paris. Desde alli comunicé a Lupi que se habia alis- tado en el ejército francés con la graduacién de teniente. Sirvié como intérprete en las unidades que mandaba el general De Gaulle; el conocimiento de idiomas le fue de utilidad y provecho en aque- Uas circunstancias. Era la segunda vez que luchaba voluntariamente contra los alemanes; este hecho desagradé a ciertos personajes influ- yentes del régimen hitleriano. A pesar de ello, el teniente francés Alekhine no tuvo mayores dificultades cuando cayé prisionero. Acaso se deba a que los diri- 241 no olvidaron al campeén del mundo, que recibié una invitacién ofi- cial para tomar parte en los dos torneos citados. Las perspectivas de volver a la actividad ajedrecista le animan; & y Lupi, igualmente invitado a participar en dichos torneos, hacen las maletas para emprender viaje a Inglaterra. Todavia est4 débil y enfermo; pero, qué importa el estado de salud cuando el futuro Se presenta despejado y prometedor? Se vislumbran muchas compe- ticiones, el pensamiento esta leno de ideas nuevas y los cuadernos contienen muchas novedades introducidas en las variantes de aper- tura. Piensa: «jLas practicaré en Londres! iQue se den cuenta de la clase de jugador que soy todavias. En este tiempo, Alekhine recibié una mala noticia: los ingleses, los severos, deportistas y conservadores ingleses, se retractaron de la invitacién que le habian mandado; al principio, creyé que se trataba de un error. {No era posible tan inhumano y despiadado acto! {No se daban cuenta? El juicio de los indiferentes En efecto, aquel acto se puede lamar juicio de los indiferentes, aun cuando hubo discursos vehementes y manifestaciones de animad- versién hacia Alekhine. Fue realmente el juicio de unas personas indiferentes a la suerte del ajedrecista mas genial de aquella época, el razonamiento de quienes veian con indiferencia la vida, el futuro y la participacién de él en los acontecimientos ajedrecistas y de quienes, constituidos por si en jueces falsos, sabian que la enferme- dad y la pobreza le consumian lentamente; sin embargo, lo desde- faban en vez de prestarle ayuda. El asunto tenia exteriormente apariencia de ser justo. Poco antes de celebrarse los sobredichos torneos, la Federacién Norteamerica- na de Ajedrez o, por mejor decir, algunos de sus miembros anor malmente activos, como Fine, Denker y otros, resolvié mandar un ultimatum a Londres en estos términos: hemos decidido no parti- cipar en estos dos torneos y romper las relaciones con ustedes si Alekhine toma parte en ellos. Ante tal disyuntiva, los acomodaticios organizadores y dirigentes del ajedrez britdnico prefirieron perju- dicar al pobre campeén del mundo que romper las relaciones con jos «omnipotentes yanquis». “ Durante el torneo de Londres, se convocé inesperadamente una reunién que vino a ser un enjuiciamiento arbitrario contra Alekhi- ne. Segin Lupi, «la reunién fue turbulenta y algunos circunstantes manifestaron abiertamente sus sentimientos». Los arbitrarios y fer- vorosos defensores de la justicia resultaron ser més papistas que el Papa y, aunque no tenian derecho a hacerlo, recomendaron a 10s medios ajedrecistas que se le privase del titulo mundial a Alekhine, ya temporal 0 definitivamente, segin se tomase en cuenta su estado de salud. Ademés, exigieron que no se le permitiese participar en torneos, lo cual los ingleses cumplieron al pie de la letra, ni en 244 conferencias ni en simulténeas. En suma, obstruccién, privacién de ja... ; Oe oer ausiae se recurrié a la Federacién Internacional de Aje- drez? ZQué derecho tenian los participantes en la sobredicha reunién a eludir los procedimientos oficiales en provecho de sus propios in- tereses? El motivo de tal hecho se conocié después de la muerte de Alekhine, después de que en la asamblea general de la FIDE se presentase la propuesta, y hasta se pusiese a votacién, de organizar un encuentro entre Euwe y Reshevsky para disputar el campeonato del mundo. Si tenia el primero derecho a heredar el titulo por ser el tmico excampeén que estaba con vida, eran, claras las preten- siones de ciertos representantes del ajedrez estadounidense. Enfermo, desamparado y dado de lado por aquellos con jos cua- les recorrié un largo camino deportivo, Alekhine se consumia lenta- mente en una pequefia habitacién del hotel Park en Estoril, paraje casi desolado en invierno, sin perspectivas ni medios econémicos ni apoyo; comprendia que Lupi solo no podia hacer nada. Los dias transcurrian sin traer una noticia alentadora; pasaba la mayor parte del tiempo en cama o andaba por la estancia cual un leén en- Saulage. este particular, Lupl comenta: «Un dia, me lamé por telé- fono y me dijo con voz empafiada que estaba sin dinero; que nece- sitaba unos escudos para comprar tabaco...; que ja soledad le de- primia; que tenia que vivir y experimentar la vida; que habia desgastado el suelo de tanto andar de un lado para otro, y que lo Mevase a cualquier otro lugar...». «Madre, no me hagas un sarafan? colorado... ‘el torneo en memoria de Alekhine, celebrado en 1956, me dijeron que se encontraba en Mosca el renombrado profesor de violin e' instrumentista belga Numen, que habia sido invitado a formar parte del tribunal examinador en el concurso internacional de violinistas Chaikovski. Hizo el viaje en avién, convers6 con el pasajero que iba en el asiento contiguo y le contd que habia cono- cido a Alejandro Alekhine en el hotel Park de Estoril el afio 1946. El pasajero en cuestién era el conocido ajedrecista holandés From. Uno de los dias de descanso en el citado concurso, a al pro- ga, quien me recibié amablemente y me contd: ‘eer Si dabe yo lecciones de misica, y me retiraba al hotel a des- cansar un poco en cuanto terminaba mi larga jornada de trabajo. ‘Alekhine esperaba siempre mi regreso; no tenia con quien hablar, y ja soledad le atormentaba, pues Estoril es un lugar de veraneo y esté medio desolado en invierno. En aquellos dias bastaba verle para darse cuenta de su profundo decaimiento. Han transcurrido veinte 2. Del persa “sirapa’. Vestimenta larga, abrochada por delante, con cinturdn y mangas blaneas o sin elias, que usaron Jas campesinas Tusas, Actualmente © ves- ido de verano. (Pablo Moré.) 245 gentes del aparato propagandistico nazi estima i Wechar la participacion del campeén del mundo en los tontee™ lebrados en los paises de la Europa ocupada, Y no se equine Ton; pero Aiskhine iba a pagar posteriormente muy caro este he. A partir de 1941, y en el transcurso de dos afios, inter todas las competiciones que se organizaron aes deat nados por el ejército aleman. een om los territories dom. ~ Ya habia superado la crisis que precedié a la c i i igual Gin avee ya) wicedlGt Pattietpateon tortuas est Grae et los que toman parte maestros destacados, Aunque anda en Tet ra cuenta afios y leva tres decenios y medio actuando en competicie. nes, su juego, sus ideas, su audacia y su energia conservan el vi juvenil de antes. Verdad es que ha de compartir los puestos segundo y tercera en el torneo de Munich (1941); pero en los siguientes le vemos a ld cabeza de la clasificacién: en el de Cracovia (1941) gana seis partidas y empata cinco, y en el de Salzburgo (1942) obtiene siete victorias y sufre dos derrotas y un empate. En los de Munich y de Cracovia, celebrados en el afio 1942, pierde una partida en cada uno de ellos; a pesar de esto una serie de victorias brillantes te sitda en el primer puesto, empieza el bienio 1942-1944; en las competiciones de este riodo no plerde una partide, a peser de que partieipan los grandes maestros Keres, Bogoljubow, Saemisch y otros importantes ajedre- cistas europeos. Se da ta eriosa clreunstancla de que Keres jugs vi part is con inte werag patties jurante la segunda guerra mundial y no pudo Tras haber vencido en el torneo de Salzburgo (1942) y en los de Praga (1942 y 1943), el destino le tiene reservado otro infortunio: contrae la escarlatina a la edad de cincuenta y un afios. Da la casualidad de que lo internan en un hospital de Praga, donde falle- cié catorce afios antes, y de la misma enfermedad, su amigo Ricardo Reti, gran maestro y teérico de renombre. Logra superar la dolen- cia, pero su salud queda muy quebrantada, Esta grave enfermedad produjo un cambio brusco en la carrera ajedrecista de Alekhine: sus intervenciones en los torneos ya no levaban la etiqueta de primera calidad como Uevaran en San Remo y en Bled; si continuaba clasi- fic&ndose primero, se debe a que los participantes eran jugadores de segunda y tercera categoria; por otra parte, el cardcter de sus victorias era muy distinto de antes. Hacia tiempo que tenia pensado abandonar los territorios ocupa dos por Alemania y, al fin, lo consiguié, El Reich empezaba a des moronarse, y no se estaba para el ajedrez; ademas, las victorias de ese ruso indomable sobre los ajedrecistas alemanes y sobre decenas de oficiales del ejército en simulténeas fastidiaban a los funcionarios nacionalsocialistas. ‘Al punto que le dieron de alta salié de Praga para Espafia, dé donde se trasiadé posteriormente a Portugal. Esta vez viajaba sol0 pues Grace habia decidido permanecer en Paris, para cuidar lo poo? 242 ee © © © —EFEE"—=—_E_——C #§”"'"=£=——S— EEE jes quedaba de su casa en los alrededores de Dieppe, «saqueada que leramente por los alemanes» al decir de Alekhine. cient taestro LUpi prosigue diciendo: «En 1943, sali para Gijén. En , Bidan de la estacion me recibié un hombre alto y delgado con 1 andé® “Gutémata: era Alekhine, Al verle me estremeci. ;Cémo sepia cambiado! En lugar de una persona arrogante y de buen porte, guyos gestos parecian haber sido estudiados ante un espejo, vi un cuyestro, de voz temblorosa y manos débiles; manos ave ‘uscaban espetijas cuando hablaba y parecian dar a entender: “,Comprende? Homprende 10 que eso significa?” Enfermedad, pobreza y s0- t Jedad's, continda refiriendo los wltimos dias de nuestro personal qecibi una carta del doctor Martinez Moreno; en ella, el conocido cReridlogo espafiol me comunicaba que la tensién sanguinea de Ale- faine media 280, que continuaba tomando bastante simpatina y que habia superado el colapso...». ribs ajedrecistas espafioles acogieron y ayudaron al decaido cam- pein del mundo. A este fin, organizaron varios torneos con juga: Mores de categorias inferiores en los cuales recibié premios en thetélico. Las simulténeas fueron menos frecuentes, por cuanto no estaba en condiciones de poder darlas. Habia que salir del paso como fuese: le encomedaron que diese una serie de lecciones particulares al joven ajedrecista A. Pomar, que legaria posteriormente a gran maestro. internacional, y le editaron unos libros en colaboracién con un ajedrecista espafiol. A pesar de todo, no era posible sostener mas de un afio a una persona que se alojaba en un hotel y gastaba las pocas pesetas que tenia en la barra del bar. Alekhine lo comprendié y pidié a sus amigos portugueses que le gestionasen la entrada en Portugal. En la capital portuguesa, se organizaron asimismo torneos con premios en metdlico y simulténeas, poco populares en aquel tiempo. Pero eso sirvié de bien poco; el campedn del mundo decaia y se aban- donaba moralmente. Entonces se anuncié el final de la guerra! y Alekhine pens6 Te- gresar a Francia; pero no se recibia ninguna noticia de alli ni le mandaban el visado de entrada en su pais de adopeién. Ante tal situacién, un portugués le escribié una carta a Grace; en ella le decia: «Desde que Hegé aqui, su esposo se halla en una situacién muy critica; estd enfermo, no tiene dinero y vive realmente de li- mosna en la habitacién de un hotel...2. Pasaron los dias y las se manas; mas ella no respondié a dicha carta... Enmudecida la méquina bélica, la vida ajedrecista volvié a reani- ™marse. Los ingleses fueron los primeros en reanudar las temporadas de competiciones internacionales. Organizaron el torneo de Londres Para el mes de diciembre de 1945, y el tradicional torneo navideno de Hastings para fines de 1945 y principios de 1945. Por supuesto, ewhinR22¥, 86 equivoca aqui, pues cuando se acabé la Segunda Guerra Mundial ine estaba en Espafa. (Pablo Moran.) 243 afios y, sin embargo, me conmueve recordar su estado... A ello contribuia el haber vuelto a beber mucho. —iCon qué? —exclamé yo—. jEstaba sin dinero! —Estimado amigo, cuando uno carece de recursos y esta rodeado de gente con algiin dinero tiene siempre esperanzas de recibir una limosna, aunque sea cosa tan insignificante como una copa de cofiae © un vaso de vino, jAl fin y al cabo, era el rey del ajedrez, y no necesitaba mucho para decaer. Numen prosiguié diciend —Pasaba muchos ratos en mi habitacién y me pedia con frecuen- cia que interpretase alguna pieza. Particularmente le agradaba es- euchar la antigua cancién rusa «Madre, no me hagas un sarafén colorado». Estébamos solos en la penumbra de la estancia. tuve tan extraordinario auditorio! Silencioso e inmévil, entornados los ojos y htimedas las pestafias, estaba sentado y mantenia su bella cabeza inclinada sobre el pecho. Alekhine era muy sensible; tenia una ternura insdlita que traslucia en sus ojos cuando escuchaba mtsica... :Pensaria en su casa paterna, sus parientes, su madre?... «Madre, no me hagas un sarafén colorado...» Un rayo de luz... Aquellas felices veladas no se prolongaron mucho; es decir. dura ron hasta que el sefior Numen regresé a su pais. Por lo general, se hallé en la soledad del hotel, casi vacio durante el invierno, entre el silbar del viento... Tba constantemente de un lado para otro de la estancia sin ninguna esperanza... Y, de pronto, un rayo de luz rasga las tinieblas. jRecibe una carta! «Lamento que la guerra impidiese realizar nuestro encuentro in- dividual, concertado para el afio 1939, Nuevamente le cito para dispu- tar el titulo. Si esté de acuerdo, me contesta indicando el lugar y la fecha de su celebracién. Miguel Botvinnik. 4 de febrero de 1946. Con los ojos cubiertos de lagrimas leyé aquella noticia, cuyo valor equivalia a vivir... ;Era la tabla de salvacién, el retorno a la vida! Atn lo apreciaban, le consideraban todavia campeén del mun- do. ZEl lugar del encuentro? jMoscti, segtin habia indicado en 1939, y con la condicién de presentarse alli unos meses antes del en- cuentro, para ver los lugares queridos, visitar Leningrado...! La situacién de los «jueces inglesess fue sumamente violenta, por lo que respondieron al telegrama del campeén soviético con una serie de articulos duros en extremo. Veamos uno: «jEs vergonzoso que los rusos pretendan organizar un encuentro con Alekhine! Nosotros le hemos privado del nombramiento de campeén del mundo y Bot- vinnik pretende colocarlo de nuevo en el trono ajedrecistay. Pero aquellos que amaban verdaderamente el ajedrez, aquellos que apreciaban la profundidad y la belleza de este sabio y antiguo juego sin los titulos ni nombramientos que suele ofrecer aplaudie- 246 ici tre los dos ajedre- de todo corazén la noticia del encuentro ent jedr asta més fuertes en aquella época. A este respecto, un ee Ghecoslovaco comentaba: «Cual una madre solicita, Rusia extien fos brazos a su hijo prodigo en los momentos més diffciles de su oa jase inmediata y total- ella noticia de la patria hizo que cambiase it . mente! dejé de beber y se puso a repasar diligentemente las apet- turas. Sobre este particular Lupi dice: «Le pregunté qué sistema | apertura usaria en el encuentro con Botvinnik. Le relucieron jovi mente los ojos, y contesté: “pienso Drepararle una pequelia novedad i i la apertura espafola’ licaré los sistemas abiertos, para llevarlo a e frego agreye: “Pero, zquign descubre sus armas secretas?”». eo a horas felices embellecieron los uiltimos dias de vida de este io Tus0... war tehor Numen concluy6 diciendo; «Me levanté tarde y esperé que me sirviesen el desayuno en la habitacién. Liamaron disereta- (rente a la puerta, y entré el camarero, por cuyo aspecto sospeché aque ovurria algo malo até — i cuentra mal? —le pre a *TNo...; estoy perfectamente —contesté con voz baja el portu- gués, pero tenia morados los labios y le temblaba la bandeja. ‘»—Entonces, iqué ha ocurrido? Alekhine ha... muerto. i yriMteenine! gcuando? {Cémo? —exclamé, suspenso y conme- vido. Je el desayuno -jfs0 es horrible, sefior profesor! He ido a llevar y me lo he encontrado muerto y sentado a,1a mesa, La cena de ayer ‘intacta, pero la servilleta estaba desplegada. cstaye dirigi inmediatamente a la habitacin, de Alekhine En la habia un jlicia, que me detuvo y dijo: puerta abla Suede pasar. Esperamos al médico forense, para ue determine las causas de esta muerte, Puede verlo desde el umbral i lo desea. : Sil Mori ia puerta, Las cortinas estaban desplegadas y ardia la uz, aunque era completamente de dia. En la mesa habla unos pla- tos y junto a ella un tablero de ajedrez con sus piezas sobre ¢l soporte para las maletas, Mi amigo estaba sentado en él sill6n, con Jos brazos colgando y con su bella cabeza descansando sobre s pecho. Parecia estar escuchando atentamente las notas de mi violin 2“Madre, no me hagas un sarafén colorado”». La biografia continda q tinuaba. El -inquieto, Alekhine fallecié; pero su cbiografiay cont falible y contradictorio Alekhine planted oe problemas a quie- , incluso después de su muerte. a "ijearecistas portugueses quisieron inhumar el genio del aje- 247 ’ | drez con los honores correspondientes, pero se encontraron con difi- cultades imprevisibles. Un asunto tan simple como dar sepultura-a Alekhine suscité vivas discusiones. ¥ asi, los citados ajedrecistas obtuvieron permiso para inhumar al campeén del mundo a los veintitrés dias de haber fallecido. En las discusiones arriba citadas intervinieron la embajada francesa en Lisboa, el Ministerio de Asuntos Exteriores portugués ¥ las autoridades eclesidsticas del pais, arbitros del alma humana, 4A quién le importaba el campeén del mundo y el recuerdo de él? iA nadie! Lo que importaba era sepultarlo segiin las leyes... Por fin, el 16 de abril de 1946 se decidié que los restos mortales de Alekhine fuesen enterrados en la sepultura del ajedrecista Ma nuel Esteva en el cementerio de San Juan, cerca de Estoril. ;Imaginé alguna vez este ajedrecista que habria de compartir su. sepultura con el genio del ajedrez? Quedaba su herencia, y particularmente el nombramiento de cam- peén del mundo. «Quisiera morir sin haber sido vencidos, dijo mu. chas veces @ sus colegas. Y se cumplié este triste deseo. El asunto relativo a la herencia del titulo suscité discusiones enconadas. «Max Euwe, ex eampedn del mundo, es el tinico heredero legal del titulos, decian unos. «No! los grandes maestros norteamericanos también tienen derecho a heredarlo», respondieron unas voces desde el otro lado del océano, aun cuando no les asistiese la razén. Pero la mayor parte de ajedrecistas defendié objetivamente el método mas justo en cuestiones deportivas: convocar a los mejores grandes maestros para disputar en buena lid el derecho al trono ajedrecista. La asamblea de la FIDE, celebrada el afio 1947, acepté esta Ulti- ma proposicién y designé a los cinco mejores ajedrecistas: los sovié- ticos Miguel Botvinnik, Pablo Keres y Basilio Smyslov, el holandés Max Euwe y el norteamericano Samuel Reshevsky. Botvinnik fue proclamado nuevo campeén del mundo, y le siguie ron Smysiov y Keres en la clasificacién, con lo cual los grandes maestros de la patria de Alekhine confirmaron su aspiracién a los puestos més elevados del ajedrez internacional. En su trabajo por conocer a fondo el ajedrez, los maestros y re- Presentantes de un ingente ntimero de aficionados han tenido siem- Pre en cuenta los principos tdcticos y estratégicos, que Alekhine formulé y verificé en las competiciones ajedrecistas de mayor relieve. Los mejores teéricos soviéticos prosiguen estudiando y desarrollando todo lo que él aporté a la teoria del ajedrez. En la URSS se han hecho varias ediciones de sus valiosas partidas y protundos comen- tarios, y lo més selecto de sus articulos y libros se ha publicado en volimenes, que sirven de manual para el adiestramiento de nue. vos maestros. Alejandro Alekhine consiguié volver a la patria después de su muerte; consiguié volver a su actividad, a sus obras profundas e interesantes, porque en ella se le comprendié y se le. ensalzaron sus méritos. En el décimo aniversario de su fallecimiento se resolvié gestionar el traslado de sus restos mortales de Portugal a la patria, 248 i i de actos en su Moseti; con ello se pretendia culminar la serie | honor, y euyo programa consistié en el torneo internacional de Moseé y en torneos y conferencias sobre su vida y su arte en todas ciudades del pais. 8 On delegado de los ajedrecistas de la Unién Soviética viaja a Paris, para gestionar el asunto y obtiene la autorizacién para tras- ladar los restos mortales del campeén del mundo a Mosc. El pre- sidente Folke Regard y Jos vicepresidentes de la Federacién Inter- nacional atienden la gestiGn y no se oponen a ella, siempre y cuando la Unién Soviética cargue con los gastos. Parecia que el asunto es- taba solucionado: al fin, el pobre errante tendria asiento fijo en su tierra natal. Pero la mala. suerte persigue a ciertas personas, in- cluso después de haber’ abandonado esta vida. En plenas gestiones se presentaron en la sala una mujer entrada en afios, pero de as- pecto altivo, y «monsieurs Berman, vicepresidente de la FIDE, 16: : anvtves presento a «madame» Grace Wishaar, viuda del extinto campeén del mundo. ¥ ella dijo: ; ; jq_Guiere que mi pobre Alexis yazea junto a mi ventana, para oO verter mis. lagrimas sobre su sepultura. : one Yrubo forma de que la mujer aceediese a la proposicién de nuestro delegado, por més que lo intentasen los dirigentes de la Fe- deracién Internacional. Le propusieron asistir a los actos conmemo- rativos del décimo aniversario del dbito de su esposo, Mas no se dejé convencer. No se pudo hacer nada, pues la ley protegia a la viuda. Dos’ meses més tarde se enterré un pequefio féretro, proce- dente de Portugal, en el cementerio de Montparnasse. Grace Wis- haar fallecié dos semanas antes de celebrarse el homenaje a su extinto esposo. : Al cabo de diez afios, 0 sea en 1966, visité con un grupo de turistas el cementerio de Montparnasse. El guardian me indicé una modesta. lépida? en la que se leia: «Alejandro Alekhine, 1892-1946. Genio ajedrecista de Rusia y de Franciay. Y junto a ella habia otra con la inscripeién: «Grace Wishaars. Sobre la sepultura se veian unos ramos de flores todavia frescas. Depositamos un ramo de rosas en ella, y pregunté al guardian: —iQuién cuida la sepultura? ; Con el tono de voz tétrico que distingue a los guardianes del camposanto, me contesté: —Por aqui pasa mucha fentesa? La visitan parientes de él o de ella? a —No... Los aficionados al ajedrez de diversas nacionalidades de- positan ramos de flores. Si Si la “modesta lipida” es una tumba 3. Kotov tiene un raro sentido del valor, pues la “modesta una tumba con el busto de Alekhine tallado en mérmol de Carrara, sobre un monumento d granito rojo que representa un tablero de ajedrez. (N. del E.) 249 PARTIDAS DE LOS ULTIMOS AROS Nuestro biografiado jugé la si- guiente partida cuando contaba cincuenta afios. En ella, como en Jas realizadas al comienzo de su carrera ajedrecista, hace alarde de impetu juvenil, de alto vuelo de su fantasia y de elevada maes- tria para calcular variantes com- binatorias complejas. Partida 72 Defensa siciliana Alekhine Podgorny Torneo de Praga, 1943 1, PAR 2 P3AD P4aD Es uno de los procedimientos para rehuir las habituales varian- tes tedricas. La jugada 2. P3AD no reporta a las blancas benefi- cios importantes; sin embargo, las cae han de jugar con precau- cién. ae PiD Esta jugada favorece a Alekhi- ne, porque intenta provocar una lucha de piezas mayores. La teo- ria recomienda el flexible movi- miento 2. ..., C3AR. 3. PxP DxP 4. PAD c3aD 5. C3AR ASC 6. A2R PxP 7. BxP P3R 8 C3A ASC 9. 0-0 DaTD Las jugadas ejecutadas por los dos bandos son légicas; sin em- bargo, las blancas han logrado 250 cierta ventaja de desarrollo en la apertura, particularmente es des- tacable la posibilidad de adelan- tar el pedn 4D en el momento oportuno. La retirada de la dama negra al escaque 4T facilita a las blancas ejecutar una idea tac- tica: el debilitamiento de las ca- sillas de color negro adversarias, mediante la entrega de un peén. 10. P3TD! C3A Diagrama nim. 165 La jugada de las negras ofrece a Alekhine la oportunidad de le- var a efecto una combinacién de varias jugadas. Por lo demas, la situacién de las negras no mejo- raria si aceptasen el peén que se les ofrece, pues, después de 10. =» AX; IL PxA, DXPA, las blancas podrian continuar el ata- que de dos maneras: 1) 12. TIC, tras lo cual no se Puede defender el peén negro 2CD; véase: 12 ..., TICD; 13. A4AR 6 12. ..., P3CD; 13. DAT. 2) 12 AD, DIC; 13. D4’ AxC; 14. AxA, C(IC)2R; 15. AACD, DXPD (15. ..., 0-0; 16. AxC3A); 16. T(IT)LD, y las blancas castigaran duramente el retraso de desarrollo de las ne- gras. 1, PSD! Esta complicadisima combina- cién exigié un cdlculo de muchas variantes. El rey negro en el cen- tro, la tensién en el flanco de dama (el alfil 5CD esta amena- zado) y el buen dispositive de todas las piezas listas para el combate decidieron a Alekhine a atacar inmediatamente. oe PxP Las siguientes jugadas defensi- vas tampoco mejoran la situacion de las negra! 1) IL wy CxP; 12 Cx, PxC (con la continuacién 12. AXC; 13. PTXA, AXA; 14. PxD, AXD; 15, CTA+ el blanco gana la calidad); 13, CAD! (y también 13, PXA, DXT; 14. D3C, AXC; 15. ASCR), 13. ..., CXC (se ame- nazaba 14. C3C y 15. PXA, y a 18. ..., AXA seguia 14. DXA+, AQR; 15, TLA)IR, D2A; 16. CSA, y las blancas hubiesen atacado con fuerza); 14. AXA, Por lo visto, Alekhine valor exactamente la posicién antes de empezar la combinacién. ;Pueden salvarse las negras? Vedmoslo: a 14. ..., C3R sigue 15. AXC, PX A; 16. D5T+, P3CR; 17. DSR, 0-0; 18. AGT y 19. PxA, y la partida se resuelve a favor de las blancas; a 14. .... C3A sigue 15. PXA, DxT; 16. D2R+, R1A; 17. PSC! CID; 18. ASA y 19. AGD+, 6 17. wy C5D; 18, DBR, CXP; 19. AGT!, 6 14. ...) CAT 6 17... CSC; 18. TIR!, PATR; 19. A5A, y se gana la dama negra o mate. i ee. eee SS AXC3AR; 12. PxC, AXA (12. ..., AXP6A; 13. PXA, DxT; 14. D2A, P4CD; 15. CxP!); 13, PXP!, TICD; 14. PXA!, DXT; 15. DXA, y la dama negra que- da atrapada. 12 PxA! = DxT 13. C2D! - Esta jugada intenta complicar la lucha. ¥ las negras tienen que aceptar el cambio de alfiles; en caso diverso, su dama corre pe- ligro de ser capturada mediante 14. C3C. 13... AXA 14. DxXA+ C2R Diagrama nim, 166 La bella variante 14. ..., RIA; 15. C3C, D3T; 16. PSC, D3C; 17. C4T!, C5D!; 18. DID, DxPC; 19. ©xC ofrece a la dama blanca la posibilidad de defender los caba- los. 15. TIR! Esta jugada entrafia una suti- jeza. Se diria que las negras pue- 251 den enrocarse, pues a 16, DXC seguiria 16. ..., TIR. Pero... eee: 0-0 16. C3C! De ese modo, se da cima a esta excelente combinacién. Las ne- gras se ven forzadas:a cambiar damas, tras lo’cual la torre blan- ca podré tomar el caballo. 16... D3sT 11, DxD PxD 18 Txt Caballo. alfil por terre supo- ne und ventaja material estima- ble, que Alekhine aprovecha para ganar fécilmente la partida. 18... TanT)1c 19. PSC PxP 20. TXPT PSC 2. C2R TIA-1A 22. P3A TIT 23. TXT TxT 24. R2A c2D 25. C4A 3c 26. R3R TIAD 27. R3D PAC 28. CSTR. Y las negras abandonaron. La partida que se ofrece a con- tinuacién es un excelente ejem- plo de la inventiva de nuestro biografiado. Partida 73 Defensa india clasica Opocensky Alekhine ‘Torneo de Praga, 1942 1. P4D C3AR 2 P4aAD P3D 3. C3AD cpD2D 252 Es una de las pocas veces que Alekhine juega la defensa india clasica. 4. C3A PAR 5. P3CR P3A 6. A2C AgR 1 0-0 0-0 8 D2A PxP Alekhine no era amigo de las jugadas de espera ni de las re- agrupaciones estructurales lentas, que practicaban entonces los ‘co- hocedores de este sistema defen- sivo. En la actualidad se prosigue 8. ..., TIR, 9. ..., AIA y, luego, P3CR y-A2C, y no se cede pre- maturamente el centro. 9. CxP c3c 10, P3C P4aD i. TID D2D Este movimiento obstruye 1a salida del alfil. No habia necesi- dad: de evitar asi el salto del caballo blanco al punto 5AR; era suficiente proseguir 11. ..., DIR para evitarlo. 12. PxP c3CxP. 13. CxC Pxc Es ineludible; en caso de 13. Cx; 14. P4R, C5C; 15. D2R, las piezas blancas estarian situadas activamente, mientras las negras carecerian de. puntos de apoyo empeorando la posicién. 14 ARC TR Alekhine, juega _desacertada- mente esta fase de la partida; la continuacién 14. AID y 15. sy A3C le ofrecia més posibili- dades defensivas. ee 15. TOT)IA AID 16. P3R A3C Diagrama nim. 167 Ahi esta el resultado de jugar incémodo un determinado tipo de apertura: las negras tendran que entregar el peén 4D y confiar en que se presente la ocasién de pro- vocar complicaciones tacticas. Las blancas han logrado ventaja po- sicional; pero serén victimas de la inventiva de Alekhine cuando empiece el juego tactico. 11, C2R csr 18. C4A CxPA Como el peén negro 4D tiene que caer, Alekhine cifra las espe- ranzas en las complicaciones com- binativas. 19. DxC? Ya en las primeras escaramu- zas, el experto Opocensky comete un error; por lo demds, no se le puede reprochar este acto, pues no tuvo en cuenta la posibilidad de tan inesperado y sorprendente golpe tActico al calcular las va- riantes. 1... AxP 20. DXA TxD 2. CxP Por lo pronto, las blancas com- pensan la pérdida de la dama con dos piezas menores y el ata- que contra las torres negras, uno directo y otro indirecto, con 22. CIA. a TiR! Esta torre ha ocupado una po- sicién amenazadora. El siguiente movimiento de las blancas es cla- ro. «Si no puedo vencer, haré ta- blas por jaque continuo, median- te 22. CTA, D2R; 23. CxT, TXA+ y 24. ..., DIR+», pensa- ria Opocensky en ese instante. 22. CIA Den 23. CxT Diagrama mim. 168 Podria parecer que la posicién de las blancas es éptima y que las negras tendran que confor- marse con unas tablas. Pero tal parecer es ilusorio: el negro dis- pone de un golpe tactico, que va a producir un cambio brusco. 253 2B... AGT! Este movimiento es peligrosisi- mo. El alfil se ha librado del ata- que de la torre blanca y amena- za al A2C, al paso que defiende el escaque 1AD y evita que dicha torre lo ocupe; por otra parte, no se puede tomar, pues, de hacerlo, el rey blanco encontraria mate en cuatro jugadas. Véase: 24. ..., DG6R+ y D6R-6A-7A-IT. Buen ejemplo de la inventiva tactica de Alekhine. Me gustaria saber en qué instante vio la po- sibilidad de atacar definitivamen- te con el alfil. 24. TSD+ 25. AXA DxT DxC. ¥ Jas blaneas abandonaron. En la siguiente, nuestro biogra- fiado ejecuté unos bellos golpes tacticos. Partida 74 Apertura Escandinava Alekhine Richter Torneo de Munich, 1942 1. PAR P4D En este sistema la apertura es- candinava pasa pronto a la habi- tual variante del ataque Panov. 2 PxP C3AR 3. P4AD = PBA 4. PAD En la apertura, Alekhine no tomé nunca peones «dudosos»; con mayor motivo no lo toma aqui; porque Richter era un ex- perto en ataques de combinacién. 254 4. PxP 5. C3AD = C3A. 6. ASC P3R, 1. C3A AQR 8. A3D 0-0 Se ha legado a la conocida po- sicién en que, tras la captura del peén blanco 4A, las blancas tie~ nen aislado el 4D con el que pue- den atacar cuando lo crean opor- tuno. 9. 0-0 PxP 10, AxP P3CD Il. P3TD = ARC 12 D3D! Se centrega» el peén 4D; pero las negras no pueden tomarlo, porque perderian después de 12. s» CATD; 13, AQT!, AXC; 14. DXA, DxP; 15. PACD, C5A; 16. TaT)w. areas c4aD 13. AXC! AXA De haber tomado con peon el alfil 5D, hubiesen impedido las negras la salida de su alfil 2C y debilitado la casilla 4D. 14. AGR PAA No hay més alternativa que op- tar por ese debilitamiento. Seria dudoso continuar 14. ..., P3C a causa de 15, DSC y del ataque si- multéneo contra el caballo y el alfil adversarios; por ejemplo: 15. sy) ABA; 16. AXC, P3TD!; 17. DAT, PACD; 18. AxP. 15. CxA DxCc No convenia 15. ..., PX A; 16. C3AxP, DxP; 17. C6A+, TXC; 18. DxP+, RIA; 19. D8T+, R2R; 20. DXP+, y el ataque de las plancas hubiese sido demoledor. 16. A3A RIT i. TOAIR La continuacién 17. D4A?, C4R!; 18. PxC, AXA empeoraba a todas luces la posicién de las blancas. We TaT)1D La posicién de las negras pare- ce excelente: amenazan el peén blanco 4D y pueden especular contra el punto 2CR. Alekhine formé intencionadamente esta po- sicién al prever los dos siguien- tes movimientos casi indescifra- bles. 18. DIA! 19. DSC! TxP Esta maniobra es bella: la dama se sittia en 5C cuando la torre negra ocupa el 5D y la réplica 19. ..., €5D no es valida. En tal caso, ,e6mo han de pro- seguir las negras? Desde luego, la segura continuacién 19. ..., CID; 20, AXA, CX A conduce a un jue- go en el que las posibilidades de las blancas son algo mejores; po- sibilidades que les facilitan con- tinuar el ataque, mediante 21, TxP, C4A; 22. TSR, TID; 23. T(T)IR 6 21. D5R, TSCR; 22. P3CR, C4A; 23. T(T)ID, y pe- netrar en el campo del contrario. ‘Pero las negras no estén dis- puestas a aceptarlo. 19%... 13D 20, C&R D3C! a. CxT A Alekhine le cautiva la posi- bilidad de jugar con una corre- lacién de material muy particu- lar. Esto aparte, tenia otro pro- cedimiento para ganar: 21. A5T!, DXA; 22. CXT, C5D; 23. D3D, D6A+; 24. PXC, AXP; 25. T3R, D5C+; 26. RIA, D6T+; 27. RIR, y terminan los jaques (esta va- yiante se debe a Alekhine). El negro podria responder con ma- yor contundencia; esto es: 21. T4D!, aunque el blanco tendria ventaja de material después de 22. DxT, PXD; 23. AxD, PxC; 24, AST. 2 c5sD 22. A cxD 23. Cxe DBA! (Ver diagrama 170) Las blancas han entregado dama y peén por torre, caballo y alfil, lo cual es suficiente para vencer, si se neutraliza toda peli- grosa incursién de la dama ne- gra. 24. C3A PAR 25. TOT)D PSR 26. TID! 255 Diagrama mim. 170 El blanco se apodera de la sép- tima linea y, ademds, dispone de una habil celada: las negras per- derian, si intentasen cambiar la torre en 1D; por ejemplo: 26. .. TID; 27. C5D!, D4C; 28. TxT+, Dx; 29. TIAD. a PaTR 21. PT De ese modo, Alekhine dispone de otra celada en el proceso de realizacién de su plan estratégico general; a saber: 27. ..., TID con posicién también ganadora aun- que de un modo distinto del an- terior: 28, C5D, D4C; 29. PATRI, DxPT; 30. C7R!, TXT; 31. C6C+. 21... PT 28. TOR)ID RT 29. AGT Tea 30. T76D = DAC 31. T6-5D = DSA 32. C2R! El caballo haré un recorrido largo, con el fin de situarse en el sélido punto 3R. 256 BR Dac 33. C4D T3A 34. AQR! Con la intencién de seguir, si es oportuno, con A4C y forzar a las negras a que jueguen P3C; pero éstas se adelantan volunta- riamente. 34... R3T 35. C2A TA 36. C3R P3C 37. AGA DSA 38. T6D T2AD 39. P3CD = R&T. 40. PAT Conviene adoptar medidas de seguridad antes de emprender operaciones conclusivas. DAR D6A Dia T2CR 44. PBA! Ahi esté una de las operacio- nes conciusivas; de ese modo, se activa la torre 1A, tras lo cual las piezas blancas atacarén el pen negro 3CR. a PxP 45. TIAxP R3T El rey negro pone voluntaria- mente la cabeza bajo la cuchilla de la guillotina. De haber juga- do otra cosa hubiesen ganado las blancas mediante C4A y A5R-BR. 46. C3R. ¥ las negras abandonaron por- que las perspectivas de 46. ..., D8A+; 47. TIA y 48. CxP+ no les mejoraba 1a situacién. Partida 15 Apertura espajiola Alekhine Keres Torneo de Salzburgo, 1942 1. PAR P4aR 2% C3AR C3AD 3. ABC P31D 4. AdT C3a 5. 0-0 A2R 6. D2R Alekhine fue flel hasta el fin de sus dias a sus jugadas prefe- ridas; una de ellas era D2R de la apertura espafiola. 6... P4cD 7 ASC P3D & P3A 0-0 9. TID c4TD 10. A2A PIA i. P4D D2A 12. ASC = Lo més probable es que Ale- Khine idease este movimiento en el transcurso de la partida, pues no da a las blancas tanta ventaja como la continuacién teérica C(1C)2D-1A-3R 0 3CR. Ro. ASC 13. PxPR PxP 14, CUQ2D T1A)1D Era mejor 14. ..., C4T!; 15. P3TR, AxC; 16. CxA, AXA; 17. CxA, C5AR. 15. CLA cat 16. P3TR = A3R Esto facilita el juego de las blancas. Era mas convincente 16. sy AXC; 17, DXA, AXA; 18. DxC, D2R. 17. C3Rt P3A 18. C2T P3C 19. AGT AIAR 20. AXA RxXA Keres no se apresura en to- mar con el caballo la casilla 4AR de las blancas, con lo que da tiempo a que Alekhine, en su ul- terior jugada, se lo impida entre- gando un peon. 21, P3CR TxT+ 4Qué hubiera ocurrido, si hu- biesen tomado las negras el peon 3T? Veamos las principales va- riantes: 1) 21. ..., AXP; 22, CSD, D2T; 23. PACR!, C5AR; 24. CxC, PxC; 25. D3A, y se pierde el alfil ne- gro. 2) 21. ..., AXP; 22 CBD, D2CR; 23. PACR, C5AR; 24. D3R! (aqui no resulta proseguir como en la primera variante, pues la dama negra se sitta en el pun- to 3T y defiende el alfil), 24 ..., 257 DST; 25. CxC, PxC; 26. DxP+, RIC; 27. TxT+, TXT; 29. DIA, TID; 29. DxC, TxA; 30. TID, y el ataque de las blancas es irre- chazable. La partida habria po- dido terminar asi: 30. ..., DST; 31. D8D+, R2C; 32. DIR+, R3T; 33. D8A+, RAC; 34. TSD+, PAA; 35. TXxP+!, PXT; 36. DIC y jaque mate. 22, AxT TID 23. P4TD c5aD 24. PxP PxP 25. CSD! : Diagrama mim. 172 Alekhine entrega un peén por la iniciativa; como se ha dicho, fue uno de sus métodos de lucha preferidos. Keres no lo acepta; véase el porqué: 25. ..., AXC; 26. PXxA, TXP; 27. D4R!, TID; 28. AXC, PxA; 29. T6T!, tras lo cual el blanco tiene més posibilidades y el negro més dificultades en de- fender a su rey. Por tanto, Keres hizo bien en rehusarlo. 25. ws D2cD 26. P3C 3D 27. PAAD = PXP 28. PXP Ax 258 No se podia permitir por mas tiempo la presencia del caballo blanco en 5D; pero con esto deja a merced del alfil blanco todas las diagonales. 29. PRxA C2C 30. C4C D2R 31. A2A C2iR 32, PAT Con el fin de ampliar el cam- po de accién del aifil. Por lo mis- mo Keres toma urgentemente me- didas para limitarla; sin em| go, no fue buena su continuacién; tenia que haber considerado 32. voy CIA ee PSR 33. C3R El ‘objetivo de este caballo seré emprender la marcha 2CR-4A-6R. 33... DAR? Es erréneo ceder 1a segunda ho- rizontal, porque Alekhine resol- ver ahora la contienda en pocas jugadas. 34. TIT RIC 35. C4C DsD Diagrama mim. 173 ie i 36. AXP! Se ha producido una bella com binacién. No se puede tomar el alfil, pues las negras pierden la torre o reciben después de 36. ..., DxA; 37. DxD, CxD; 38. C6T+. 36. P4A 31. C6T+ ne Con 37. AxP!, CxA; 36. D6R+, RIT; 39. CSR 6 37. ..., PXA; 38. D6R+, RIT; 39. D6T, C2CR; 40. C6A, se ganaba mucho antes. Bt... RIT 38. A2A D3A 39. D6R DxD 40. PxD TIA 41. CTA+ cxc 42. PxC c3D 43. A3D R2C La continuacién 43. .. hubiese dificultado 1a accién de las blancas, si bien éstas debe- rian vencer después de tomar el peén negro 4AD. 44. P8A+ = =RXP 45. TXP RIC 46. TID CIR 41. PST! De esta manera, se destruye la estructura de peones negros y se aumenta la actividad del aifil. 41... PxP 48. AxP TIT 49. AGR+ RIT 50. TSD ‘Tras la pérdida de otro peén, se desvanece toda esperanza de Jas negras. 50. . 3a 51. TXPA R2C 52. R2C TIT 53. ASA TsT 54. TIA+ = RIT. 55. TAR = T3T 56. PAA PT 57, PAC. Y¥ las negras abandonaron. 259 Tee | | | EPILOGO VIVIR ETERNAMENTE El recuerdo de Alejandro Alekhine, mago del ajedrez, duraré mientras exista este juego, al cual dedicé su capacidad, sus pensa- mientos y su vida desde la infancia hasta la muerte acaecida en un hotel portugués. Alekhine y el ajedrez se dieron mutuamente palabra de fidelidad y no se perdonaron nunca ningin acto de traicién ni,falta. Fue un verdadero amor platénico de uno hacia el otro. Por eso, en 1935, con motivo del abandono de Alekhine, este antiguo y noble juego se vengé de él; pero le ofrecié sus ocultos y valiosisimos tesoros en cuanto nuevamente le guardé fidelidad. Tal amor contribuyé a los resonantes e insélitos éxitos artisticos y deportivos en torneos y competiciones individuales; éxitos que no tuvo ningin otro mortal. Participé en ochenta y siete torneos y se clasificé primero sesenta y dos veces. Se han de tener en cuenta los periodos de silencio wajedrecistay a causa de las dos grandes guerras; por otra parte, en los afios 1935-1937 y 1908-1912 malogré visiblemente su puesto en el escalafén de los ajedrecistas. Si excluimos los periodos antedi- chos y las lagunas forzosas, veremos que la grafica de sus éxitos se mantiene a la altura de los primeros premios. Ademés de participar en torneos, jugé en veintitrés competicio- nes individuales; cinco de ellas fueron valederas para el campeonato del mundo, mientras Capablanca jugé sélo en dos valederas para el titulo munidal. Entre torneos y competiciones individuales realizé Alekhine mil doscientas sesenta y cuatro patridas, de las cuales gané setecientas treinta y cinco, hizo cuatrocientas dos tablas y per- dié ciento veintisiete. A menudo se habla de la infalibilidad de Capablanca; la de nuestro biografiado es tan elevada como la de aquél en orden al tanto por ciento de partidas no ganadas. En el cémputo referido no estén incluidas las numerosas partidas de exhi- bicin que realizé en sus giras ajedrecistas ni en las sesiones de 261 ee | simultdneas con reloj. Han transcurrido muchos afios y, po obstante, se descubren muchas que quedaron por publicar. Segtin 31, durante su vida jugé cerca de tres mil con reloj. Formado en los principios artisticos de M. Chigorin y en la es- cuela del ajedrez nacional, Alejandro Alekhine recorrié medio mun- do propagando los conocimientos de este interesante juego de la antigiiedad y 1a aficién al mismo. Sus libros han servido y sirven de medio propagador, y particularmente los titulos «Torneo inter- nacional de Nueva York, 1924», «Mis mejores partidasy, «Torneo internacional de Nueva York, 1927», «Nottingham, 1936», «200 par- tidas» (1937) y otros. Los comentarios sobre las partidas de esos libros han sorprendido y sorprenden a la aficién por la valoracién exacta de los principios estratégicos y por su inaudita penetracién combinativa. Alejandro Alekhine ha pasado a la historia del ajedrez como un gran artista creador de lienzos ajedrecistas dignos de memoria. En el transcurso de unas cuatro décadas ofrecié al mundo obras Menas de ideas audaces, de originalidad y de vasta fantasia; cuali- dades con que se ha distinguido siempre el pensamiento ajedre- cista ruso. Su aportacién a la teoria de las aperturas es incompara- ble; no hay ninguna en la que no introdujese una novedad, no pro- Pusiese una maniobra original o no aportase una nueva idea. Su sustema defensivo se ajusta estrictamente a las leyes de la apertura y es un arma eficaz en manos de los grandes maestros actuales. sistema defensivo se ajusta estrictamente a las leyes de la apertura espafiola, en la defensa francesa, en el gambito de dama... ademas de los movimientos aislados y las audaces entregas de un pen por ganar la iniciativa que vemos casi en cada apertura! Un ajedrecista de tanto relieve tenia forzosamente que manifes- tar sus ideas sobre las leyes generales del ajedrez, y explicar mu- chas de las que se refieren a la estrategia y a la tdctica. En las partidas que hemos analizado, el lector habré podido observar con qué originalidad interpreta los problemas del tiempo en ajedrez y resuelve los referentes al ataque en el centro y es los flancos. Par- ticularmente conviene subrayar su teoria sobre la entrega de un pen por la iniciativa. jCon sus inesperadas entregas de peones sorprendié a sus contrincantes y gané muchas partidas al comienzo de las mismas! También fue maestro notable en cuanto a la técnica; hizo mu- chos descubrimientos en finales dificilisimos de resolver. Sobre todo, argumenté y amplié los procedimientos técnicos de Chigorin, donde alterna las maniobras precisas con un sinfin de «pequefias combi- nacioness. Es muy valiosa su contribucién a la teoria de finales de piezas mayores, finales de peones, damas y torres; aqui se nos ofre- cen decenas de ejemplos de suma precisién en el juego y de elevada inventiva para materializar ventajas aparentemente insignificantes € imperceptibles. Igualmente se le debe mucho en orden a los finales de torres, y tiene un extenso e importante articulo sobre caballo y tres peones contra torre y dos peones. Por titimo, es de sefialar 262 su estudio de los problemas de la psicologia aplicada al ajedrez; estudio que interes6 mucho a Emmanuel Lasker. En él ensefia a fonsiderar de un modo autocritico, tanto los méritos y las faltas propias como las del contrincante; sobre este particular advirtié ¥iempre due importa luchar no sélo contra las piezas y peones del contrario, sino también contra su caracter. El gran ajedrecista ruso Alejandro Alekhine se presenta ante el lector como un maestro polifacético, pues sus trabajos en el terreno de la teoria y de la prdctica ofrecen un sinfin de consejos ¢ indi- caciones. Los ajedrecistas soviéticos han estudiado a fondo sus par- tidas y comentarios en su proceso de formacién y adiestramiento; han estado comunicados artisticamente con él a través del tiempo. Nuestros grandes maestros han analizado y comentado profunda- mente la obra del gran maestro ruso, y los aficionados han leido con satistaccién los comentarios sobre la misma. Por su parte, él atendié siempre las indicaciones de sus compatriotas conocedores del ajedrez, porque comprendié perfectamente la importancia de la escuela soviética y su papel preponderante; en suma, siguié atenta- mente las investigaciones y descubrimientos de los tedricos sovié- s. eet loramos altamente la importancia histérica del arte creador de Alekhine y su valiosa contribucién a la teoria y praetica del ajedrez. Miguel Botvinnik, primer campeén del mundo soviético y sucesor de Alekhine, es, quizés, el que ha expresado mejor las par- ticularidades del juego de su antecesor y el papel que representaron en el ajedrez. Acerca de ellas dice en un comentario, publicado en 1956: «La fuerza de Alekhine estribé, sin duda, en saber alter- nar los elementos artisticos con los practicos; pero él es importante como artista para el mundo del ajedrez. Dominé profundamente la técnica, pues sin ella nd es posible la maestria, y se distinguié por la hondura de sus planes de juego, por su dilatado célculo y por su inagotable fantasia. Sin embargo, la visién combinatoria, en cons- tante desarrollo, constituyé su fuerza principal: con facilidad y pre- cisién veia las combinaciones y calculaba sus variantes forzadas y con entrega de material. Fue consciente de su poder combinativo; tanto que, a mi ver, en el tiltimo periodo sacrificd a veces la per- feccién de la partida, con objeto de crear situaciones coibinatorias. Veia la posibilidad de combinar, donde otros no sospechaban que la hubiese; por ello, sus combinaciones impresionaban y eran capa- ces de quebrantar toda resistencia. {Un don verdaderamente extra- ordinario! : yMuchas obras ajedrecistas de Alejandro Alekhine, gran artista del ajedrez, existiran a través de los siglos; el andlisis de sus parti- das causaré a los ajedrecistas de las generaciones venideras un verdadero placer estético, y se admirardn de la fuerza de su genio ajedrecistay, 263 RESULTADOS DE ALEKHINE EN TORNEOS Y COMPETICIONES INDIVIDUALES Mosca Dusseldorf Mose Mosca San Petersburgo Hamburgo Carlsbad Estocolmo Vilna San Petersburgo San Petersburgo Scheveningen San Petersburgo San Petersburgo ‘Mannheim Mosca Mosca Mosca Mosca ‘Triberg Budapest La Haya Pistyan Londres Hastings Viena Margate Carlsbad Torneos 1908 1908 1909 1909 1909 1910 1911 1912 1912 1912 1913 1913, 1914 1914 1914 1915/16 1918 1919 1920 1921 ig21 1921 1922 1922 1922 1922 1923 1923 1 Iv-V v I L VIL-VIIL ‘VIII- XI 1-00 265 Portsmouth Nueva York Paris Berna Baden Baden Hastings ‘Semmering Dresden Scarborough Birmingham Buenos Aires Nueva York Keeskemét Venecia Bradley Beach San Remo Hamburgo, Olimp. Niza Praga, Olimp. Bled Londres Berna Berna Pasadena Méjico Folkestone, Olimp. Paris Hastings Rotterdam Zurich Orebro Varsovia, Olimp. Bad-Nauheim Dresden Podebrad Nottingham Amsterdam Amsterdam Hastings Margate Kemeri Bad-Nauheim Montevideo Margate Plymouth AVRO, Torneo Buenos Aires, Olimp. Montevideo Caracas 266 1923 1924 1925 1925 1925 1926 1926 1926 1926 1926 1926 1927 1927 1929 1929, 1930 1930 1931 1931 1931 1932 1932 1932 1932 1932 1933 1933 1933 1934 1934 1935 1935 1936 1936 1936 1936 1936 1936 1936 1937 1937 1937 1938 1938 1938 1938 1939 1939 1939 puntos de 9 partidas “1 I-II 9 1/2 puntos de 12 part. L m-0t 1 I 1 12 puntos de 17 part. 1-l I qr VI im I-11 I mt Iv-v m-Ht 1 1 1-1 Iv-v 12 1/2 puntos 1 I 3 1/2 puntos de 10 part. Munich Cracovia Salzburgo Munich Cracovia Praga Salzburgo Praga Gijon Madrid Gijén Sabadell Almeria Melilla Céceres 194 1941 1942 1942 1942 1942 1943 1943 1944 1945 1945, 1945 1945, 1945 1945 Competiciones individuales Blumenfeld Fahrni Bardeleben Nieriarokov Levitski Lasker, Eduardo Nimzovitch Grigoriev Teichmann Saemisch Bernstein Golmayo Averbach Miiffang Euwe Capablanca Bogoljubow Bernstein Bogoljubow Euwe Euwe Euwe (partidas de exhibicién) Rey Ardid Lupi 1908 1908 1908 1909 1913 1913 1914 1921 1921 1921 1922 1922 1923 1923 1927 1927 1929 1933, 1934 1935 1937 1937 1944 1946 15 14 15 2: V2: 172: 267 INDICE DE APERTURAS (Las cifras indican el niimero de cada partida) Apertura escandinava, 74 Apertura espafiola, 7, 8, 10, 11, 17, 40, 45, 54, 69, 75 Apertura escocesa, 1 Apertura italiana, 6, 28 Apertura rusa, 9 Gambito del norte, 41 Apertura vienesa, 47 Defensa Alekhine, 34, 57 Defensa siciliana, 13, 72 Defensa francesa, 4, 33, 35, 36, 49, 52, 53, 56, 59, 68 Defensa Caro-Kann, 70 Gambito de dama, 16, 20-25, 27, 37-39, 44, 51, 64 Gambito de dama aceptado, 43, 66 Defensa eslava, 46, 55, 61, 66, 67 Defensa Chigorin, 18 Defensa india clésica, 2, 73 Gambito Blumenfeld, 30 Apertura de peén de dama, 3 Detensa Griinfeld, 42 Defensa india moderna, 19, 26, 29 Defensa Nimzovitch, 31, 50,58, 61, 63, 71 Defensa holandesa, 15 Apertura Reti, 12, 65 269 INDICE DE ADVERSARIOS DE ALEKHINE (Las cifras indican el nimero de cada partida) Asztalos, 23 Bogoljubow, 15, 19, 46, 55 Capablanca, 36-39, 68 Chajes, 25 Colle, 18, 51 Eliskases, 70 Euwe, 47, 48, 59, 61-67 Fine, 60, 69 Flor, 43, 56 Golombek, 71 \ Griinfeld, 16 Hofmeister, 5 Tlyn-Genevsky, 10 Johner, 42 Keres, 58, 75 Kmoch, 24 Koltanowsky, 40 Lasker, 44 ‘Léwenfisch, 2, 7 1 Marshall, 9, 22, 29 | Mindeno, 45 | Molina, 41 Nimzovitch, 3, 49, 52 Opocensky, 73 Podgorny, 72 Reshevsky, 57 Reti, 12, 14 Richter, 74 Rozanov, 1 Rubinstein, 21, 26, 27 Saemisch, 13 Spielmann, 35 Stahlberg, 50 Sterk, 20 Tarrasch, 6, 28, 30 Tartakower, 33 Taylor, 54 Thomas, 34 Torres, 17 Treybal, 11 Un desconocido, 4 Verlinski, 8 Winter, 53 Yates, 32 Znosko-Borovski, 31 2

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