Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 10
conversaciones con Georges Duthuit Tal Goat ,— Objet toxal, completo con partes que faltan, en ver de objeto parcial. Cites: tin de grado. D.— Mis. La tirania de lo diereto destruida, E] mundo ur flujo de movimientos pare ticipando de un tiempo vivo, el del es fuervo, creacién, Hiberaciéa, Is piosura, 1 pintor. El efimero instante de senso: Gidn devuelis,divulgads, se nutié eon contexto del continuum. B.—En cualquier caso un empuje hacia una amis sdbconda expresda de la expe iencia natural, como revelado a la ateata eoenaesthesia, Tanto si eonsegul do a través de sumision como sia tra vvés cle maestria, el resultado es ganan- cia en naturalidad. D.— Pera lo que este pintor desenbre, or dena, tasmite no esti en Ja naturaleza, 2Qué relacidn entre una de estas pin- furs y un paisyje visio a una clerta eGad, una cierta estacién del afio, una a7 cicsta hora? :No estamos en um plano bastante distinto? B.—Por naturaleza entiendo agui, como al realista mis ingenwo, un compnesto de pereibidor y pereibido, no un dato, una experiencia. Todo lo que deseo suge- Hr es que la tencencia ¥el logra de esta Puttin (nscetealete 1 8s tuna pinura previa, esforzindone en ane pliar el estado de un compromise. D.—Olvida Vd. Ia inmensa diferencia en- tre el significado de la percepcida para Tal Goat y su significaéo para la gran imayorfa de sus predecesores que, com0 artistas, aprehendian como el mismo mti- Aitatio servilismao que en um embotella- miento de tréfico y embelleeian el xe sultsdo con una pincelada de geome- trie euclidiana. La percepeidn global de Tal Coat os desinteresada, no com- prometida ni con la verdad ni con la belleza, tivanias gemelas por naturale- za, Puedo ver el compromiso de La pin- tara del pasedo pero no el que depiora fm el Mative de un cierto periodo'y en el Tal Goat de hoy. B.—Yo no lo deploro. Estoy de acuerdo en que el Macisse en cuest.éu, a] igual que Jas orgéas franciseanas dle Tal Coat, tens ga un valor prodigioso, pero un valor Be afin 2 los ya acumulades, Lo gue tene- mos que considerar en el caso de los pintores italianos no es l que midie- sen cl mundo con ojos de cantratista de obras, un lindero significa lo mismo que atx, sino que munca se movieron del campo de lo posible, por mucho que putedan haberlo ampliado, Lo tknico al- terado por los revolucionaries Matisse y Tal Coat es un cierto orden en el plar no de lo factible. D.— Qué otro plano puede haber para el autifice? B,—Légicamente ningnno. Aun ast hablo de un arte que se aparta de e30 hastia- do, aburrido de hezafas insignificantes, cansado de intentar poder, de haber po- ido, de hacer un poco mejor la misma vieja com, de avanzar um poco més atin por un camino mondtone, D.— gv qué preficre? B.—La expresiém de que no hay nada que expresar, nada con qué expresatlo, nada desde donde expresarlo, no poder ex- presarlo, no querer expresailo, junto on Ia obligacidn de expresarlo, 1D, —Pero ése es un violentamente extremo y personal punto de vista, y no nas ayuda en lo que ataiie a Tal Coat, 3 sail 3 ——_. 1D. —Tal ver por hoy sea saficiente, ee B.— Tanto en busca de difieultad como bajo sos garras. El desisosicgo de alguien al que le falta un aversirio. D.—Tal ver sea eso por lo que él habla tan a menudo hoy en dfa de un pintar cl vacio, vatermado y temblando». Su in- terés estuvo en un tiempo en crear una mitologia; luego en el hombre, no sim- plemente en ef universo, sino en socic- dad; y ahora... evacfo interior, la con- dicidn primera, de acuerdo con la cx tétiea china, del acto de pintars. Pare. cerfa, en efecto, que Mason sufricra més agudamente que cuslquier oxo pimtor vivo desde la nevesidad de alean- Yar un apoyo, p. ¢. establecer los datos del problema ¢ resolver, el Problema al fia, B.—Aunque poeo al earriente de Jos pro- blemas que se puso a ef mismo en el pasado y que, por el mero hecho de su Solublidad 0 por cualquier ot tardn, than perdido at legiimidad para, note sur presencia no lejos tras ‘eos lienzox elados dle consteroacicny y les cate ces de una competencia que debe ha: ber sido més argustiom para él, Dos viejas enfermedades que 00 dudaria en onsidevar «eparadamente: In enfermne- dad de querer saber qué hacer y In en- fermedad de querer poder haceto. D. — Peso al propésite declarado de Mason ‘ahora redacir esas enfermedades, co- ‘co Va. las llama, a nada. Aspira a libe rarse de la servidumbre del esoacio, que su ofp pliela wretozar entre los campos sin distancia foea, tumvultuoso, con crea cién incesinte>, Al mismo tiempo = lama la rchabilitacidn de lo vetéreon Eso puede porccer exirafio en alguien ‘més acorde por teniperzmento con cl ccatusiasma que eon] desaliento, Vax haturalmente, replicard que eso 5 10 mismo de antes, el mismo moverse ha- cia un telugio desde su carencia. Opa: ‘0 0 tzansperente, ¢] objeto sigue sien do soberano, Peto, scimo puede espe- rar Masson pintar’ el vacio? B.—No lo espera. Qué hay de bueno en Reet aeons Gera, en ouscar justificacion siempre en dl mismo plano? He agul un artis ti que parece Titerslmente davado en dl fexoe dilema de la expresiOn, Aun asi continsa eslebreando, #1 vacfo de que habla e¢ quis4 simplemente la oblite: 2 racién de una preencta tan insoporta- Die de tscar como de perturbsr. Si ‘ita angustia de desamaare nunca se ma- nifiesa como tal, por sus propios m ites y por aus ‘propia, augue quiz ‘uy ocrsionalmente admitida emo condimento para la «harafiay que pone en peligro, Ia razén e) sin duda, entre otras, que parece woutener en sf misma la imposibilidad de manifestase. De uevo una acttnd excustamente igh es. En cualquier cao, difiellmente prc dle ser confundida con el vaclo. oes ee ee eee eS em ea ee Sone a ness ieee es 93 sidn lo requecfa, de gran variedad téc- B.—Lo que Va. dice ciertamente arroja lux sobre et dramético predicamento de es fe artista, Permitame apuntar To que tiene em com con ls claus dal desahogo y Ia libertad. Las estrellas son ingudablemente soberbias, como sub: rayd Frend leyendo la cosmoldgica prue- ba kantiana de la existencia de Dios {Con tales preocupaciones me parece im- porible que pueda hacer munca algo di Ferente de To que los mejores, incluyén- Jole a dl inismo, han hecho ya, Tal yer sea tina impertinencia sugerir que io desea. Sus inteligentes observaciones sobre el cspacio exhalan el mismo espt- itu posesivo que las notas de Leanar- Jo, quien, al hablar de disfazione, sabe muy bien que no perderé ni un solo fragmento. Asi que perdéneme si, al igual que cuando hablébamos del tan distinto ‘Tal Coat, yuelvo 2 evocer mi suefio de un arte sin resentimiento ante 1 inveneible pobreza, demasiatlo unger dloso para representar In farsa de dar y recibir D.—El misino Mason, que ha hecho notar on imo esta perspectiva occidental no e& ‘mis quie tma serie de trampas para caps turer objetos, declara que su posesion } ne Je inten, Se aera de gue Bon ard en sus ltimas obras, haya cido tis alla del espacio poresivo en cada forma y figura, lejos de limites y de- marcaciones, hasia el punto en que toda Pposesidn se disuelven. Estoy de acuerdo fen que hay una larga cistancia entre Bonnard y esta pintura depauperada, vauténticamente sin fruto, incapar dé cualquier imagen sea la que sean, a La que Va. aspira, y hacia la que también, quign sabe, inconseientemente quizi, tiende Messon, Pero, podenios real: mente deplorer Ia pintura que adm alas cosas y Tas criaturas de la primavee 9, resplandecientes de deseo y de afit- macién, cfimeras sin duda, pero inmor- talmente repetidas», no para beneficiar las, ni para disfrutar de ells, sino para que Jo que ¢s tolerable y radiante en ¢l mundo pueda continuar? ;Tenemos que deplorar realmente la pintara que 6 0s peste de foralesimieno, em re Jas cosas del tiempo que pan y so nos matcha ato psa hacia un em Po que perchina y olteee desatvoliog B.— (ale Morano). j. Bram von Velde 18. —Franefs, antes de nada Tumbre, D.—Hablando de Tal Coat y Masson Val invocaba um arte de im orden diferente, nno solamente a partir de ellos, sino = partir de cuslquier otto realizado has ta la fecha. 2Estoy en lo cierto al pen- sar que tenfa Vd_avan Velde in mente al haccr esa liquidadora distincién? B.—St. Greo que €l es el primero en accp- tar Getta situacién y en asentir a ciet- ta forma de actuar, 1D. — ;Seria demasiado pedirle a Va. que ex- pusiese de muevo, lo més sencillamente posible, le situacién y el moco de ac. tuar que Vd. concibe como propios sw yos? 1B, —La simacién es la de alguien despa rado que no puede actuar, en ste caso que no puede pintar, a partir del mo mento en que, esta obligada a pintar Su forma de actuar es la de quien, de- samparado, incapar de actuar, acti, en esie caso pinea, a partir del momenta en que esta obligade a pintar, D.— Por qué esté obligato a pintar? B.—No lo sé D.— gor qué até dessmparado para piu Porque no hay made que pi con qué pintar tar y nada aY el resultado, dice Vd. es un arte di- ferente? B.—Enire aquellos 2 los que Marnamos gran- ds ares, no pred pensar en mage no cuyo interés no radique predomi rpantemente en sus posibilidades expre- sivas, ls de su yehiculo, las de la liu manidad, Fl supueso que fundamenta tod pintura et que el tersitorio del autifice o al ternitorio de Jo faaible. Lo mucho que expresir, lo poco que expres Ia habildad de expres te cho, [a habilidad de expresar poco, se tonfunden en Ia comb amicdad’ de expressr toda Io posible, o lo ms ver ddaderamente posible, oo toi suttmen. te posible, con la mejor habilidad de adh cua Lo que... D.—Un momento, zest sugitienda Vd. que fa pintura de van Velde cs inexpresiva? 1B, — (Dox semanas después). Si. D.— {Se da Vd, cuenta del absurdo de lo que propone? B,— Creo que si D— ‘Lo que Va. dice cquivale a esto: la for ma de expresién conocida como pint: ma partir del momento en que por ‘osearas razones estamos obligacos aha. blar de pinta, ha tenido que esperar van Velde para verve libre del erréineo ‘concepto bajo e] cual ha trabajado tan to tiempo y tan perfeccmente, es dex is, que sv funcién era expresar, por metio de pintura. B,—Oures han sentido que el arte no era 98 necesariamente expresion. Pero los aw merosos intentos realizados para hacer In pintura independiente de su circus: taneia solamente han tenido éxito en quanto a ampliar su repertorio. Sugie- to que van Velde es el primero cuya pintura estd desposeida, libre si lo pre- fiere Va, de cizcunstancia ea cada for ma y figura, tanto ideal como material, y el primero cuyas manos no han sido ‘encidenadas por la vertidumbre de que la expresion es un acto imposible. D,—Pero, epudo no ser sugerido, inchiso por alguien tolerante con esta fantistien teorfa, que ta circunstancia de su pine tura cs si predicamemto, y que es ex Bresivo de In imposbiidad de expre- B.—No poilia discurcitse método més inge- rnioso para devolverlo, sano y salvo, al seno de San Lucas, Pero, por una vez, seamos lo bastante locos como para no dar la espalda, ‘Todos han vuelto pru- entemente 1a espalca, ante la penuria Final, han vuelto la espalda a la sim. ple miseria en I que virtuosas madres dewalidas pueden robar pan para sos hambrientos mocows. Hay mis que fevencia de grado entre eftar falto, fal- to del mundo, falto de si mismo, y estar sin esis apreciadas comodidades. Lo Fimero es un predicamento, lo otto n0. D.—Pero Vi, ha hablado ya del predic mento de van Velde, B.— Seguro que no lo he hecho. D.—Vd_ prefiere Ja opinién més pura de gue aqui finalmente hay un pintor ue no pinta, que no pretende pintar. Va ot, vamos, mi querido amigo, haga alga tipo de exposicién coherente y Tuego se marcha 9 B.— 2No serla suficiente st simplemente me fucse? D,—No. Ha empezado Va. Acabe. Empicce ora ves y continiie hasta que haya ter~ minado, Luego vayase. Intente tener prescate gue el tema que discutimos fo es Va. ni cl suil Al-Hagg, sino un hholandé muy concreto llamado van Vel- de, erréneamente conocido hasta shor ‘como artista pintor. B.— .Qué tal serfa si primeramente dijese io que me gusta imaginar que, isnaginar que hace, 7 luego qué ex més que pro- Dable que sea y acttie bastante diferen- temente? 2No serfa uma excelente 52 Tida para todos nuestros quebrantos? El feliz, Vd. feliz, yo Feliz, los tres rebo: santes de felicidad, D.—Haga to que quiera, pero termine B.—Hay muchas formas en las que poder intentar en vano que se digs lo que fen vano esioy intentando decir. Lo he experimentado, como Vd. sabe, en pte Dlico y en privado, bajo conccién, a tra- vvés de la debilidad del corazén, a través de [a fragilidad de la mente, con dos 9 tuescientos, La patéticn antitesit pos sidn-pabreza no es quicd la més tedio a. Pero emperamos a cansarpos de e630, 100 verdad? La constatacién de que ol ar te ha sido slempre burguds, aunque pue da witigar nuestro dolor ante’ lor he hos de lo socialmente progresivo, tie ne Finalmente un interés esto, El aude lisis de Ia relacién entre el artista y st civeunstancia, uaa relacién considetada siempre como indispensable, no pate- ce haber sido en tod) exo muy produc. tive, siento Ia rain quiz que se ha erado el camino on cisquisiciones acerca de Ia naturalers de la circuns tania. Es obvio que para el artista ob. sesionado enn su vacaci6n expresiva, na. Gay todo estin condenados a convertir se en circmstancia, ineluyendo, enmo hhasta cierto punto és aparentemente el 280 de Mawson, la bfisqteda de una camstancia, y el cada hombre prieba a su propia esposa, del espirittal Kane Ginsky. Ninguna pincura est tan lena como la de Mondrian, Pero si la ci- cunstancia aparece como un inestable término de te relacidn, el artista que 5 el otto término, apenas lo es menos, sacks a su conefer de modos y accinu. des, Las objeciones a este duslinta pun. to de vista del proceso creative no son convincentes. Dos cosas hay estableci dhs, aunque sea procasiamente: cl ali mento, desde fruios en bancdeja hasta mateméticas elementales y autoconmise raion, ys J01 102 Todo lo que nos concierme es la agada y cteciente ansiedadl de Ta rel én misma, como si cada vex mds se viera oscurecida por un sentido de in Yalides, de inadeciacién, de existencia d expensas de todo lo que excluye, de fodo'lo que cera el paso. La historia de la pintura, y aqui ecojo el hilo otra vez, 6 li historia de sus intentos por escapar de cite sentido de fracao, por medio de mds auténticas, mas ampli, menos exelnsivas relaciones entre te presentador y representado, en una ¢& peeie de tropinmo iacia una tus acerca fe la ctl las mejores opiniones cont nan variando, y con una especie de terror pitagérico, como si la irraciona Tidad de pi fuexe wun agravio a la divi: nidad, no la mencidn de su criatura Mi atgumentacion, desde que estoy en 1 banquillo, es que van Velde os ef primero en desistir de cate estetizado Zalomatinmo, al primero en resignarse profundamente ante la incoercible Eusencia de relacién, en avsencia ce términos 0, ai lo prefiere, en presencia de térmninos inutilizables, €] primero en fsdmitit que ser tm artisia ex fracesat, Como nadie mis se ateve a fracasar, ese fracaso ¢ su munco, y su merma descr ‘in, arte oficio, buen quehacer, vids. No,'no, déjeme terminar. Sé gue todo Jo que se require ahora, incluso para llevar este horible asunto a una eon. dlusifn aceptable, es hacer de eta a ision, de esta admisiGn, esta fidelidad al fracas, una nueva citennstancia, un nuevo término de relacién, y de] acto aque, inapar de acts, obliga 9 ae thar, realiza, un acto expresivo, aunque Jo at incio solo desl mismo, de'su imposibilidad, de su obligacidn, Sé que ‘mb nabilidad para actuar asf ame colo: 2, y quizt.a un inocente,en lo que creo aque ain se llama unz nada envidiable siuacién, familiar a os psiguiatras, Por 0 existe este plano coloveado, que no exaba ahi antes. No sé qué ¢s, al no haber viste nada parceido con anterio ridad, Parece no tener nada que ver con el ante, en cualquier caso, tla memo ria no me falla, (Se prepara para irsc) eo olvida Va. algo? Supongo que ya es suficiente, no? D, —Entendi que su miimera debta tener dos eS partes, La primera consistia en que ws ted decia lo que...cc...pensaba, Eso « To que estoy dispuesto a creer que ha hecho. La segunca... (Recordando cordislmente). $i, sf, estoy en un error, estoy en un error. 103

You might also like