(e3r-7)Desde que entramos en Jerusalém sentT algo extrano Jen el aire. Une esencia dulzona y enfermiza que me result6 conacida y por ello mismo alarmante. Por lo general habta precedido a terribles hecatombes huma nas que marcaron a la humanidad para siempre. EL NAZARENO Dibujos de LUCHO OLIVERA 2Y quién podia saberlo mejor que yo, el inmortal?¥o habia asistido a muchas de ellas,Habfa visto,a Ninive arder \como una tea Habia visto a los querreros de Alejandro entrar en Persia con antor alaridos. < Yo via ese pueblo de la- bradores, los etruscos, convertir sus azadas armas pa bree Fagin perio Ful est go de las rencillas san~ segrientas entre Rémulo y Remay no llegué a \ tlempo pera salvar a Cayo Julio César el ofa en jue el Senado floreciYY ahora, en Je rusalem, otra ver husmeaba ta bocanade ar dlente del caos, reptando por calles blancas, dane ls jute barbudos y som brfos se aparta- ban al paso de 5. Mi legién. fCenturiént (ET goberna- for te hace Hlamar-de ur- yencial ‘Me reuniré con él de inmediato. Domiiciano, tleva a los hom= bres al cuartel. Que des- cansen y beban, pero que oman poco y que no dejen sus armas ni sequiten las._/ corazas, [Un cucrnore- INo comprencfa la= sond en le tin pero supo que ciudad, uno a. habiébamos de ét 'de esos argos . * ly nos sonriddes- [cuernos de jpectivamente con Jcarnero que e- sus dientes negros miten un soni- y torcidos.A través }do lGgubre y Ide sus harapos po- que recuerdan afamos ver su cue las sangrien- J po colosal sucio ts rebelicnes de sanare y polva. que han sacu- <>! =~ |dido siempre |L 1évalo a palacio, No tardard en este pais. ser sacrificado, Un asesino como ft es un peligro, aun encadenado, No creas tanto en tu suerte, Barrabas. Ha sido generosa contigo pero ha Hegado tu fin. a Yona moriré centuritn. )Jremos lo que dice el gober Loencontré sentado,casi en tinieblas, sin criados ni fartesanos, con su helado rostro pélida,sin expresién, ¥y los ojos vagos y sombrios, Galve, Platos. He regresado de ni nisin, Los bandoleros han 2S sido destruidos; he capturado Ages au cabecilla y te lo he trafdo, owe IeEsa es, por lo menos, una buena noticia. Sir- | [He vistola multitud amontonada ante) Las cBleras de Poncio Pllatos son famosas y vete vino, centuriin,y acrcate, Hoy es un dia | | tu palacio gritando; 2aué ocurre? por ello me dediquéa mj vino hasta que de perros en Jerusalem, in TOue me maten sryomTenaTom) Esta Se agcara, Pero habia algo raro en su | sétiTengo a caiés ya Herodes | Yo? _Vacilacién...Duda | chillando en mis ofdos desde el | {-2Por qué no pueden ellos solucionar sus amanecer! I pueblocchilla afue-|/ problemas reliciosos? Por qué deben echar ray otros fendticos chillen en || sus sucios fardos en mi regazo? Por qué las calles! zNadie sabe hater otral| el émperador me envié e gobernar este pue- cosa que chillar en este maldito. |_blo de palurdos? pais? Tt An El que setulae H epee se trata, oo- | [AhElque se titule iy doa los. sacerdotes.Ha expulsé- bernador’He pasado | | jo de Dios, el hacedor i doa los cambistas y comercian- tres meses en los mon-} | de milagros, tes del templo a latigazos (lo tes de Galilea persi- 6 Gallon pes cual me parece muy acertadol, uiendo a Barravis y ha alarmado incluso al cerdo de nada sf dou ba y lo han hecho arress jerusalem, Es el predica- or, el naza- tiene m&s profetas que moscas. Das vuelta una \, piedra y cien predicadores salen de debajo, Tos judfos generalmente solu- ¥ Cos judfos siempre profelizaron la Neqada der onan ellos mismos sus pro- | | -géjecutarlo?gestén del Hijo de Dios, Esperan que &1 se ponga @ su frente blemas;zqué tiene que ver et | | tacos@iSi cada predi~ los libere de! yugo que los oprime, Es algo asf lo que gobernador romano con el cador, profeta o me temes?gUna rateliGn? sfas que apsrece en Judea fuera muerto, fa mitad de ta pobla~ con desaparecerfa.to sé centurion. ESO es 10 raro. Hay algo diferente bre no habla de combate, en este hombre, Habla de amor, amor aa~ Algoque atin no pue- | |migos y enemigos. Habla doponer en palabras. | |e paz, de perdén... No sé. £5 todo tan_confus: (Un mestas que habla de paz yde amor. Ex~ trano profeta este, y nodebe ser un hom: bre ordinario para haber con vulsionado de talmanera laciudad, )Flavia, mi mujer, me espe ‘dks verdad que el go~ rate y pude ver en sus 0- bernador ejecutard al "Jes que mis penurias adn maestro? no habfan iegado a su fin, ¥ IND puedes permitirio! jel slo predicé el amor a totos 1os hon =] | tacontemplé con atenciin. est bres! 2Qué pecado hay en ello?Habl6 de la piedad del Senor y de } | coyuets, caprichosa, amante Ta nueva vida que espera mds alld de la muerte, jHay crimen i rrecia ajada y hermosa fn la piedad? Hablas con mucho conocl Io soy un centurris que obedece Srdenes. 0 era la Flavia que alhajas, sedas y gatos b @ escuché muchas vocos, Ful por curlosi> dad al principio, ice que todos Tos hombres son Tguales, hasta tos esclavos. ase de Hore ts Ee fice que debemos renunciar a odios, vanidades y scbertia. Slo Ra thence Be Iapurezay a humildad abrir las puertas del ParafSo. gentes?4Qué extrafas dactrinas son éstasNo provienen ¢e una Esloy cansa~ mente febril o de un fandtico . ) th. Me due- f ie la cabeza. dA cudintos he servide y a cuant Ra, Horus, Samds, Assur, dazos de piedra que ntinca re milagros preparados y he oft las mismas repetidas durante miles de anos Lugyo toto cambid, Bb nO) ‘(Recuerdo cuando servi bajo el faraon.Hubo un israe lita que Ilegé ante un antepasado suyo una vez y ha~ bi6 de un Dios tinico, Sf.Creoaue se llamata Moists, Y 6! Ilevé a cabo milagros inexplicables hasta que @ su gente le fue permitido salir de Egipto.) © (Es Gte el Dios de que \ |IL Ae habla el nazareno? Hay tal \ | vez una fuerza inmensa | \ en alguna parte, superior a todo?) = ln acordonel \" 7 CenturiBni Rapido! jel gober= yf nador te ordena marchar a pa- 4 lacioliQuiere tambign que tu pe legit ~ e Ta mullitud se agolpaba ante el palacio y su griterto me ensordecl Una sola palabra se repetia una y otra vez en arameo, (Cruciffato!|Crucitfeall ‘Nos abrimos paso a goipes entre los vociferantes, pero era tal el Ge= firlo que a veces caian a tierra, cubiertos de sangre y adn lanzan~Qué ccurre, gobernador? + ‘05 malditos empecinados...Quieren la uz, He hecho azotar al nazareno y le hi-| ¥ colocar una corona de espinas y un man to real para ridiculizarlo, Crei que con eso pero no esasi.iOu# ocurre?} ff 0s satisfar ed Alld estd. Has er cequecido acaso? {Silencio perrostgPor qué devo yo NoTo dejaron terminar. La multtud f]éstruir a este hombre?iHe estudiado HJ sucasoy no encuentro crimen en Ip Tat vez esté loco. Tal vez sea un sotador. fEs0 no es un crimen! 2De W}tu8 lo acustis? De querer ser vues~ tr re potfan contenerla, enlaquecfa y tos leglonarios apenas ‘No me atr eva volver la cabeza.La sombra der nazareno se extendia junto a mis pies y me a= parté de ella para no pisarlaofrecer® una eleccidniLowcusdis de ser un criminal, everéad?Pues bien: por orden 4el emperador hoy es dia de grecia y se otor~ garé el perdén a un prisionero.en cada ciu~ 40d cel imperio...y yo os dejaré elegir el que debe ser liverada. ‘Se acercé a mi. Su rostro estaba agota- do y parecia un hombre emergiendo de una terrible enfermedad, Me susu- r Trae a Barrabds, &Barrabds?No pensards indul tar a esa fiera, verdad? - | [Haz To que te Jordene, centu |ridn.Quiero ter: miner con esto Jae una vee por Joes y,stquie- Inen,deberé u- Jear fe astucia HTodos temen a Barraués y jo~ |nfs aceptarén ue se2 liberado, al reconocer lo, ib reconocis, verdad Barra- {8,01 asesingel salteador,el pro- fanador,¢! mal b femersid al sol, balancéandose torpemente, enceguscide por el 30), n= corvado, peludo, bestialyy por un momento la muchedumibre calié jElegid ahoral Quien de Tos dos debe ser liberado? gCudl serd el Inguttaco? gC de 10s dos es et ue ha cometiao el crimen menor? ‘Cull de ls dos debe vivir? y Nunca olvidaré el alarido que le respandié Ni los milenios ni toda la sabiduria del universdni na- a humane o inhumano podré borrar ese’grito de histeria demoniaca que se alz6 dela muched bre y(Barrassst Libera a Barratds! iLibera @ Barrabést Hates raroced® on paso pM a= t6nito, sin poder creer lo que ofa. Lanz} un alarido de estupor. iLocos! 2Preferis al criminal? zHas- ta tal punto Hlega vuestra’sed de sangre inocente? Libera a Barrabfs! Recuerda a Cé- sarl jRecuerda a César! so adelante, livido,y alz6 su puio. TLocos! jAsesinos! ZQueréis mancharos con tun crimen?gQuerdis muerte? {Queréis conde-FFacedio entonces y que el paso do tofo caiga sobre vuestras cabezas! jTomad la responsabilidad y sed mal- ditos para toda la eternicad, rebano ge carniceros! TYo lavo mis manos dela san gre inocente de este hombre! {Sed respmsables de su agonial Ta multitud delird y sus voces parectan crecer en volumen | [AlzS'sus ojos atormentados ha hasta hacer temblar la ciudad en sus cimientos. cia mi. Su rostro era una mi : [cara inhumana de horror. No me digas nada,centurin.We ago tado mis posibitidades.No puedo sat- | [Centurién, fo sé por qué pero varlo. Dirige 1a escolta. Y que ejecu- tengo miedo. EI aire huele acri- ten también a los otros dos crinina- les que tenemos en la cércel. [Nome volvT hacia el nazareno. Or las carcajadas y Tos insultos de la mu= chedumbre, Patanes aullantes se Ilegeban hasta nosotros gritano entre carcajadas ; f fe rendimos homenaje, iBesamos tus pies! Fue demasiado. Sentia a mis espaldas la presencia angustiosa Domiciancl ;Cualquiera de y desgarrada,y su sombra sobre la tierra parecia alargarse ha- | estos perros que intente to- la mF-como una mano livida, desesperad, car al condenado est muer- to! 2Comprendico?; Muerto{La multitud habta otdo mi orden y Tentamente las. voces enmudecieron. Algunos contemplaron Imi rostro, se susurraron unos a otros y retro- cedieron cuanco yodi. un paso adelant iEn marcha!) Tomencé a avanzar, clego, sin alrededor. mis espa bar de la pesada cruz de madera arrastrdndose sobre jada a nue: las piedras, es / iitod apret- | TOM es estargeo- m9 es posiple que Un predicator de mor despiorte tan cado.en milenios | | El alguien que pr lunciara las pala~ bras que EI ha pro- de piedad, de TAG ATE Ta yo soné con editicar un muy | hasta que un fa me rendf Hime ado muerte ain Ieno ce amor, do de carne y maiera cayend tigo resallé En cambio ran za. Un gemido me held la sangre en las venas y of el rul obre las piedras.Un la (7¥ nosotros foes tanos natandols- tamos pagando su amor con nuestra loca bestialidad! 10h, Dios! 6, ue debes existir iAytidalal j Séivalo de nosctros!) T prisionero no puede cargar mas con la cruz. resto es confuso.Recuer= det trazo oscuro del Gago ta, recortindose igubre contra un cielo inccloro TBuxa @ alguien que lo -ayude, maldito seal he‘uché el retumbar de Tos martillos @ mis espaldas, Iresonante y seco sobre la madera. Ahogado y espeluz ante sobre las Arriba con ellas! a estaba hecho. Las terribles siluetas quebraron Ta perfeccién de ese cielo incoloro, Uno de los hombres solloz6, Un legionario grit6 algo que Ino entendi,y ios demas lanzaron una carcajada. Bh rasiato para mi. ‘Lo sé (Senior que existes en Tas altura, en algu- ra parte. Nada séde este hombre que esta~ fos asesinando excepto lo que el corazén me dice, ..y mi corazén esté lorando. Es camo un mendigo ciego,éesesperada en las Linieblas. Un legionario pmpape de vinagre una es ponja y laalzé,y golped la boca del conde nado con ellaTira, Barrabas, Mira su sangre. Ecieloera negroy la muliitud espantada hufa | Colina abajo del Goigota lanzando gritos de terror, cayendo entre las rocas, locos de espanto cons~ ciente_, horrorizados. ~~ {a negrura se habia vuelto total y en esa fniebla de muerte s2 ofa el coro de es- fantoque se alzaba (e la ciudad. EI cuer~ jp sobre la cruz pare~ h eléreoy sin peso, (espidiendo una sua ve luz prosia, Ta sangre més hermosa y pura jamds derramada. "Una sangre vertida por un a- mor como jamés se vio. Amor por ta humanidad, amor hhasta gor sus estUpidos verdugos. Mira, Corre la sangre, Y yo apoyémi ne jila contra ese ma- dero duro y 4spero, por cuya superficie cruel corria ahora ln arroyo de sangre ycerré los ojos ago- tado, ‘I io vi. Yo ful testigo.