Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 19
CARLOS PEZOA VELIZ © NADA CARLOS PEZOA VELIZ (1879-1908) es Pe CeO UOR CRC fundacionales de la literatura chilena. Prey a CUCM AUC UL Le Pe eC OME CL PO tt Pezoa Véliz construyé una mirada sobre el ser nacional desde una perspectiva critica e Chet ae eee ae Lund ri PCR RSL i secretario municipal de Vifia del Mar y Pea CCR aR PRA PRUE en ake PER Se Aue alte Luz y Sombra, La Lira Chilena y Pluma y Lépiz. Péstumamente, parte de su obra fue compilada en 1912 por Ernesto Montenegro en el volumen Pe ue ue Rau ee en Cee ee CU CAL) Pre ONL Le LA PTR A OLA ee Vd en unid a fos esfuerzos por divulgar la obra de Pezoa NR a a eu 1939, Norberto Pinilla y Juan Negro editaron EA Aan Ue de Undurraga public Pezoa Véliz: ensayo biogréfico, critico y antolégico; y en 1957, Nicomedes Guzmén lanz6 Antologia de Carlos TR A UR Cd Cea Oe UCR ROC eo DRA Ree ee ed Ld UO CL Dee UL RUC ULL Se NADA CARLOS PEZOA VELIZ © Carlos Pezoa Véliz, 2012 © Ediciones Universidad Diego Portales, 2012 ISBN 978.956.314-1535 Universidad Diego Portales Publicaciones Av Manuel Rodriguez Sur 415, ‘Telétono (56 2) 676 2000 Santrago- Chile wewudp.cl (Ediciones UDP) Seleecion German Carrasco Edici6n. Juheta Marchant Disetto: Carlos Altamirano. Fotogratia de portada Coleccién Archivo det Escritor, Biblioteca Nacional de Chile. Impreso en Chile por Salesianos Impresores S.A. inoice Lord Spleen, Manuel Vicuria. POEMAS Latigazos para algunos poetas ratas de la literatura popular de Chile. Luctuoso suicidio en Victoria Crimen de la calle del puente Proximo fusilamiento en Iquique Meneses viajando en una lancha de amo Con un cadaver a cuestas. El organillo ..... Por la ordenanza..... Pancho y Tomas. El perro vagabundo El pintor Pereza ... Nocturno.. Nada... Teodorinda . Invitaci6n, Por la calle Epistola de actualidad al intendente de la provincia.....--..---. 71 Noticia de Valparaiso. Mend parlamentario. Tarde en el hospital ‘Alma chilena Entierro de campo.. PROSA Marusitia conn 97 La calle de Viana 106 Algo por los nifos! 2 Tipos nacionales: EI nifio diablo 5 Tipos nacionales: Los pacos..... 122 LORD SPLEEN MANUEL VICUNA Nacié en 1879,el 21 de julio, mientras la ciudad de Santiago vivia enervada por la expectacidn de las noticias sobre la Guerra del Pacifico, y el telégrafo sacudia a la opinion publica con sus pulsaciones aceleradas.Nacié en una familia modesta.que sobre- vivia sin hundirse en la miseria ni encumbrarse a la prosperidad, vendiendo lefa, licores y baratijas en las inmediaciones del mer cado de San Diego.Recibié una educacién irregular,interrumpida prematuramente,que después intentaria reparar mediante jornadas penitenciales de estudio nocturno y las lecturas dispersas del autodidacta. Hijo de padres analfabetos, que algunos aventuran adoptivos, Carlos Pezoa Véliz fue un escritor turbado por una imaginacién literaria poblada de espectros sociales, guihapos humanos, muertos de hambre. En su poesia y en su prosa se percibe la misma fascinacion por los “pobres diablos que matan el tiempo en espera de nada”, por*todos los naufragos de la vida".y a partir de esa fascinacién a la vez estética y ética,que funde arte y politica, Pezoa Véliz decant6 un modelo del escritor como cronista del infortunio humano y, atin mas, de la degradacién de la materia. En 1904, al resefiar la poesia anémica de Manuel Magallanes Moure,a éste le propuso una serie de recomendaciones que sintetizan el sentido tltimo de su poética:"Sélo que no olvide el alma de las cosas muertas.el ensueno de los pobres diablos, las fisonomias verduscas, las cosas momificadas; todo eso que vagabundea en torno de las casas viejas © los ranchos pobres; las hambres largas y las esperanzas difuntas del vencido... Hable de todos aquellos que en los escondrijos de la montaiia tienen los ojos esttipidos a fuerza de lanzar miradas suplicantes o gestos de misericordia. De todos los infelices que han sentido los cascabeles de la alegria ajena en la angustiosa sombra de sus angustias. De todos los que han rozado la parte suculenta del banquete humano sélo con el deseo”. Admirador de Zola, Pezoa Véliz se ajusté a este programa de manera estricta: no miré hacia el lado, no aparté la vista, no se hizo el leso. Escribid con los ojos bien abiertos al entorno social de su tiempo, que era mayoritariamente pobre,y pobre tirando a miserable, y esto sin escudarse en las nociones de recato o buen gusto inscritas en la estética preciosista. Pezoa Véliz se juzgaba inmerso en “tiempos de desesperanzas y luchas extrahumanas”, y esta misma conciencia historica,saturada de sentido dramatico, le llev6 a desahuciar, como victima de un vicio evasivo, la poesia sublime de sus pares, ésa que, abstinente de referencias sociales crudas, podia extasiarse con las maravillas de la naturaleza rural,sin reparar siquiera en la miseria o la explotacion de los campesinos. De igual modo,y a pesar de haber escrito una sarta prescindible de versos erdticos y amorosos, con “reminiscencias de alcoba” incluidas, terminaron irritandole los poetas lachos, los vates de pecho caliente que se abstraian en la composicién de poemas romdnticos, de asunto privado e intimo,desatendiendo la“miseria y la injusticia” que colmaban “estos tiempos de lucha”, los afios bisagra en torno al 1900.A esos poetas les igirid en mayo de 1902: “Por favor, no cantéis vuestros amores, porque a esas indiscretas Confidencias el ptiblico os contesta con encogerse A futuro, parecié entender el “progreso del artist afin a TS. Eliot: como un proceso de “continua Personalidad”, Los textos de Pezoa Véliz nes parédic: mora de hombros”, a” de una forma extinci6n de la ~poemas de indole diversa, ficcio- S,satira y critica politica antioligérquica, aforismos les, retratos de costumbres y tipos nacionales, crénicas urbanas- suelen traslucir una misma vocacion de fidelidad al Os Bins Gia ti, as . Presentaciones alternativas de la re: través de mbio de encuadre i6n de la socied interesantes son re- alidad urbana y rural, que a literario, verifican una torsion fad sin angulos ciegos respecto de la ~10- existencia de sujetos habitualmente juzgados como insignificantes o vulgares, y por lo tanto indignos de un perdurable tratamiento literario. Irradia la distincién de la poesia a la masa prosaica de un mundo ordinario. Su escritura es politica,entonces,no porque sirva a una ideologia, auna clase 0a un partido,sino porque documenta y enaltece las vidas minimas y acaso mas que minimas, perdidas, malogradas y ruinosas cuando no también ruines,de unos personajes proscritos del elenco oficial de la literatura y relegados a los margenes més desoladores de la sociedad chilena del 1900. Critico de la clase dirigente y de su aparato ideolégico,juzgé la politica republicana como una farsa,y denuncié la engajiosa retorica democratica de los oradores amigos del pueblo que brotaban como hongos en las temporadas de elecciones. En 1899 realizé este balance, que nunca rectific6:*Nuestras libertades ptiblicas son desconocidas por los esbirros de la autoridad; nuestras leyes son burladas por los poderosos,y el hacha de la justicia se detiene ante un apellido pronunciado con énfasis,y de mas eficacia que una profunda y razonada protesta de inocencia”. Aunque murié joven y su carrera literaria fue corta, Pezoa Véliz ayudé a reformular el cédigo estético de las letras chilenas, creando una literatura mestiza que explora los archivos de la cultura oral y escrita, popular e ilustrada, histérica y de actuali- dad,y ala larga, mediante ese ensamblaje heterodoxo de piezas culturales inicialmente incongruentes, despeja el terreno para la emergencia de la antipoesia.Sin la poesia de Pezoa Véliz,con sus sepultureros cargando un cadaver a cuestas y sus pobres diablos solitarios, la antipoesia -asi le confesé Nicanor Parra a Carlos Ruiz Tagle-“no habria sido posible”. Mas tarde Parra y sus lectores le devolverian la mano a la obra de Pezoa Véliz,al hacerla parte de una tradicién y asi disponer las claves de lectura que ayudaron a descifrar su sentido original,esa incertidumbre taxonémica de toda literatura nomade,sin residencia fija en las categorias de su época, que abre brechas entre universos lingiiisticos y culturales a hasta poner en relacion elementos disimiles.En el poema“Epitafio”, Parra culmina su autorretrato irénico con este verso:*jUn embu- tido de angel y bestia!”. Como poeta, algo similar podria decirse de Pezoa Véliz, el primer espécimen local de esa fauna literaria que combina sin reservas ingredientes culturales contrastantes y aparentemente irreconciliables. Durante décadas,a Pezoa Véliz lo quisieron adecentar,quitar le el poncho. subirle el pelo o limpiarle la hoja de antecedentes sociales y poéticos, minimizando la importancia u omitiendo derechamente de las antologias la faceta popular y contestataria de sus textos y su vida.Se lo lee con una mirada tuerta, que sdlo valida los elementos que remiten al ambito docto de la republica de las letras,al espacio donde reinan los arbitros de la alta cultura. “No puedo conformarme a la idea de vivir ignorado”, escribié en 1899,"como genio que escribe para la posteridad” El recono- cimiento, aunque limitado, le lleg6 antes de morir, pero sélo la posteridad, y no cualquiera sino la mas tardia, aprendi6 a leerlo asumiendo positivamente el precursor caracter multiforme de su trabajo literario. Porque Pezoa Véliz mezclé la tradicién de la lira popular,de las décimas voceadas en las plazas y en los mercados, con expresiones de la cultura mas prestigiada y canénica.y todo mientras incursionaba en los ambitos de la emergente industria cultural masiva La misma diversidad se advierte al considerar los medios donde publica.Lo hace en los pliegos de papel barato donde los“puetas” glosan los hechos de sangre de la ciudad para consumo de los sectores populares,con versos que prefiguran la crénica roja;en publicaciones selectas,graficamente sofisticadas,destinadas a los lectores refinados:y en la prensa obrera, proletaria,que alienta la -a de la clase trabajadora.Improvisa payas en emancipacion poli las ramadas del Dieciocho y se bate en duelos verbales,zurrando con sus versos a otros poetas populares,con la misma soltura con n pulida, que participa de las tertulias donde se degusta la prosa flaubertiana, de E¢a de Queiroz,mas otras exquisiteces del mentt -12- literario. También la diversidad de los seudénimos que utiliz6 concuerda con esa libertad de desplazamientos en un campo cultural heterogéneo. El rango de referencias de sus seudénimos va desde el mundo mapuche y popular chileno a [a literatura de Alphonse Daudet y Victor Hugo. Pezoa Véliz leyé sus textos en espacios de sociabilidad obrera y en otros,como el Ateneo de Santiago,concurridos por miembros de la oligarquia, aunque aqui sus versos,como recuerda Samuel A Lillo, defraudaron a los“jévenes’y disgustaron a la“gente seria”: basica la técnica, brusca la palabra. mientras circulaba entre lugares plebeyos y entornos patricios, ambicionaba corporeizar el fantasma de lo nacional mediante un elenco de personajes simples, modestos, extraviados, que ni siquiera calificaban para antihéroes en el reparto social de la época.No busca una sintesis de tipos sociales opuestos 0 una representaci6n caleidoscépica con protagonistas del gran mundo y los bajos fondos.Por sus pagi- nas se desplaza un cortejo formado por locos,tisicos, pordioseros, criminales patibularios, borrachos, suicidas,cadaveres anénimos ¢ incluso un “perro vagabundo” que “despide cierto olor a sepul- tura”.La literatura impura de Pezoa Véliz: un desfile de parias,de desastrados, que exhibe el inframundo de la nacién; el desecho del orden republicano;la corrupcién de la politica.laley.el Estado. Tal como Pezoa Véliz percibe a la sociedad chilena, el paria es un simil del poeta:es el alter ego del artista.En el obituario de un amigo escritor publicado en 1904, sefialé:“Muere de tisis, la enfermedad predilecta de los poetas, oscurecido por el enorme movimiento de una ciudad civilizada, donde la muerte de un artista es un hecho simplemente vulgar, como la muerte de un caballejo sacrificado al servicio ptiblico,como la de un descono- cido cualquiera, muerto en la mitad de la via".El poeta como un accidente sin valor en el tréfago utilitario del mundo moderno.En el poema “Nada”, uno de los mejores de Pezoa Véliz, éste parece imaginar un final plausible de si mismo,un final que también po- dria leerse como una metafora de la soledad depresiva del artista =B- de su tiempo. Ahi se narra el post mértem de un “pobre diablo” cuyo cadaver,encontrado en un arroyo por unos cazadores, nadie puede identificar, nadie extrana ni vela,siendo enterrado entre la indiferencia de todos,como quien cumple un tramite anodino. La poesia, eso pensaba, no podia resultar inofensiva, orna- mental o decorativa. En su caso, el canto apacible de las musas a veces muté en el aullido inquietante de las gargolas. Hacia el ano 1900, mientras sobrellevaba un periodo de cesantia, se envolvia los pies con papel de diarios y pasaba dias sin comer, el hambre le detona un estado de exaltaci6n creativa,un oscuro trance lirico; y entonces escribe versos como un maniaco y jura revolucionar la poesia,como le declara a un amigo, mediante el anto a“lo feo,a lo repugnante”. Aunque nada sobrevive de esos dias,consta que escribe sobre cadaveres y llagas,y no cuesta nada imaginarselo fascinado con todas las formas de corrupcién de la carne, los pingajos arrojados a los perros o el espectaculo de un hombre destripado en una pelea nocturna.El poeta como hiena: en Pezoa Véliz esta inclinacién carrofiera se nutre de su vida, al parecer cunde sin abono literario,y nada le debe a la lectura de Baudelaire,el maldito,a quien atin desconocia. Pezoa Véliz hablaba de los “naufragos de la vida” con la autoridad de quien se pasé afios braceando contra las olas o intentando mantenerse a flote aferrado a lo que fuera.Se curtid primero en los excesos de una juventud bohemia, declarandose, a los diecinueve anos, bendecido con el “irresi ble aplomo de los muchachos viciosos”, pero esa ligereza juvenil rapidamente desembocé en una etapa existencial atormentada. El 6 de junio de 1899, un amigo suyo anoté en su diario:“Pezoa no cree en nada y piensa suicidarse. Su unico consuelo es la poesia”. En noviembre de ese mismo afio, Pezoa Véliz inicia su propio diario intimo, marcado por un tono ms bien lobrego,y ahi no tarda en consignar la precariedad de esa fuente de consuelo,la poesia,que en adelante aprender a considerar como algo volatil:“Sin fe en nada, he contraido un caracter burlén que me va convirtiendo ~14- en filésofo, mientras huyen como golondrinas mis impresiones de poeta” La vida irregular le acarreé la inestabilidad laboral,la agonia del “poeta desocupado” que depende de los padres, y la alter- nancia de ocupaciones diversas. En su etapa santiaguina, fue maestro de catecismo en una escuela religiosa de la cual lo fletan, presumiblemente, por repetidas inasistencias, alardes blasfemos, holgazaneria, curaderas notorias y atrasos sistematicos, ademas de castigar a los alumnos en raptos de descontrol, admitié, con “brutal salvajismo” También oficié aunque sin perseverar en nada, como miembro de la Guardia Nacional, ayudante de zapatero, calador de sandias y suche de un cuartel militar Con la facha desastrada de un “mendigo de compasién”, vivié durante aftos equilibrandose entre la pobreza y la miseria, mientras acudia a las casas de empeiio; rabiaba ante las posibilidades galantes de los elegantes, con su monopolio de las mujeres finas de talles esbeltos y carnes firmes; y bolseaba chauchas para comprar los periddicos de interés literario.En el poema’El pintor Pereza"traz6 una sucinta diseccién de si mismo: Su mal es el mismo de los vagabundos: fatiga, neurosis, anemia moral, sensaciones raras, suefios errabundos que vagan en busca de un vago ideal Esos suefios errabundos solian asaltarlo en momentos de adversidad extrema,y tomaban la forma de fantasias de fuga, de ideas de viajes a lugares que surgian, en su imaginacion, como posible compensacion a las pellejerias y a las angustias que ex- perimentaba en Santiago. Un dia quiere embarcarse hacia Colombia para sumarse a una revolucién liberal en curso. Otras veces,suefia con instalarse en [a isla de Juan Fernandez para vivir entregado a la poesia en medio de un ocio garantido por los favores de una naturaleza -15— benigna.No pasar hambre ni frio,y trabajar lo minimo:en general a eso se reduefan las ensofaciones insulares de Pezoa Véli quien también especul6,en una oportunidad,con hacerse oes lobos marinos. Sus impuls alla de Valparaiso y Vina del Mar; del valle central, donde se imbuye de impres cuando mucho, la pampa salitrera,en cuyas localidades esgrime § migratorios nunca le Hevaron mas no que otro n campestre jones rurales; o, su compromiso con la causa obrera Nunca caz6 un lobo marino, pero si se gan6 el calificativo de lobo estepario”. El escritor Ernesto Montenegro, quien ademas de frecuentarlo en sus tltimos anos,de hecho los menos salvajes, edité la primera antologia péstuma de sus poemas,A/ma chilena, lo recuerda asi,como un tipo hurafo,solitario,también neurético y dado al sarcasmo, pero a la vez coherente."En el arte como en la vida fue un cazador furtivo, rebelde a las disciplinas impuestas por los demas, a cambio de no ser infiel a su propia naturaleza”. Sobre el caracter de Pezoa Véliz se conservan testimonios de varios amigos y conocidos; tienden a considerarlo irritable, mordaz y agresivo: mirada despreciativa, risa cruel, palabras punzantes."Los que por primera vez nos asomamos a los corrillos de escritores después de las fiestas del Centenario” cuenta Daniel de la Vega, “encontramos malos recuerdos de Pezoa Véliz” Flaco, hosco, rostro anguloso y a menudo demacrado, pelo revuelto, un diente de oro, la mirada azul metdlico hurgando al interlocutor y un gesto de desdén que podia expandirse en una risa desapacible,marcaron la fisonomia del poeta.Augusto D'Halmar aclar6 hace tiempo que sus pocas fotos, las imagenes civiles de un sujeto atildado, trucan la verdad de un hombre agreste, mal avenido con los esquemas convencionales. Tuvo pocos amigos, tuvo mas bien conocidos o colegas literarios, y a éstos a veces los hostigaba hasta el punto de la ruptura,con su caracter huraiio, inestable e inquietante.Se peled con individuos y también con grupos enteros: partié como com- paiero de ruta de los anarquistas pero al rato derivé en enemigo 16 Po ad pliblico de esa “turba de borrachos degenerados" de esa “esco- gida coleceién de vagos que nada dejan si asquer 1 corromper Con sus 808 alientos”. Las razones del corte van desde diferencias jon de un Ateneo Obrero hasta una feroz paliza que, se rumoreaba, le habrian re: ervado los anarquistas por una deuda impaga. D'Halmar relata que un dia cualquiera, mientras aseaban por Viiia, Pezoa Véliz. le alerté, ‘Ande un poco mas atras, que yo tengo unos deseo nuca”. Pezoa Véliz, el “lobo estepario” ,a ratos evoca la impudicia arcastica y la excentricidad bestial de! filésofo cinico en guerra con las normas gregari tibitamente: s locos de morderle la ‘Tolerado antes que querido,él,en todo caso,no se »portaba asi mismo. Califica su caracter como*horrible"Y en diciembre de 1899,anota en su diario:"Desde anoche me han entrado furores por ser bueno. Quiero dulcificar mi carcter hasta hacerme querido y respetado, Ojala pudiera hacer esta preciosa conquista que me hard mucho menos desgraciado que lo que soy ahora”. Insatisfe- cho consigo,se escruta como a un desconocido,y los hallazgos de 5 pesquisas le abruman. El 16 de marzo de 1900,en carta a un amigo,a propésito de esc rito masoquista, Pezoa Véli: utoexdémenes que se inflige como un confiesa:"Cada dia haciendo nuevos -ubrimientos desoladores,que caen sobre mi espiritu con toda »ca pesadez de una paletada de tierra arrojada a un sepulcro que se cierra para siempre”.y afiade, como si quisiera flagelarse con una retahila de atributos hirientes:“Ignorante, flojo,débil,co- barde,aturdido, miserable,inconsciente,torpe,embrutecido, pobre, do,enfermo,incapaz de todo, incrédulo,sin ideas fijas y a qué vivo ni a quiénes debo querer” des la e ci desprec' ber Nunca pudo domesticar su genio,ni menos atin apaciguar las turbulencias de su psique. El poeta Victor Domingo Silva,después de intimar con él,concluyé que era un“desequilibrado” a D'Halmar, tal v 1900, consigné solfa tener que ducharse a altas horas y emprender caminata sins n cuanto. 1 mayor amistad literaria en la década del i$ propios nervios le obligaban a ser sobrio y a W pie desde Vifia a Valparaiso.a fin de normalizarse”. El mismo Pezoa Véliz dejé constancia de sus desordenes nerviosos, de sus miedos. entermizos, de sus vértigos mentales.A las veinte aiios.alerté"Creo que voy a perder la raz6n”. Por eso fue cundiendo entre sus cer anos la imagen romantica del poeta como un espiritu convulso, cudido por una tormenta de sensible hasta el enervamiento y s estimulos discordantes. Montenegro, testigo autorizado, afirmé: “Estaba poseido por una sensibilidad de desollado vivo". Definitivamente, Pezoa Véliz encara, en la historia de la literatura chilena, un cruce paradigmatico entre enfermedad y creatividad, la idea del sufrimiento fisico y psiquico como punto de apertura al torrente de la imaginacion poética. El hambre y la tuberculosis. que lo afligié durante afos y acabé matandolo, fueron los dos percutores malsanos de la escritura de Pezoa Véliz Alguna vez,cuando sufria de hambre,postulé a ésta como un abono necesario de la auténtica poesia. A su vez, la enfermedad, cuyos ataques podian inducirle,segtin propia confesidn,los"pensamientos ] corrupcién de la sangre,degeneracién nerviosa, u creatividad,como si fuera una pulsion de de la muerte. Recordando una visita mas oscures [ suicidio” desinhibia vida reactivaa la inminenci, al poeta, entonces hospitalizado por tuberculosis, Montenegro “Con el sufrimiento vuelve la inspiracion lirica... Aqui tid entre los concluyé se revela una vez mas la relacién que siempre es padecimientos de su carne y la excitacién de su espiritu” La poesia como laceracién, y el poeta como un martir sometido al suplicio de su propia originalidad. A su manera, la supersticién del sufrimiento como signo de genialidad también le ofrecid un mito consolador a Pezoa Véliz,0 por lo menos un placebo para su infortunio personal,agravado por la constatacion de la insignificancia social del poeta en el panorama cultural de las ciudades chilenas."En realidad los hombres de genio, porque . Somos intolerables aun entre nosotros La riqueza, incluso la del > lo no dudo que y mismos. Se me ocurre un pensamient talento, corrompe nuestros corazone: ~18 Sy ad En el invierno de 1902, Pezoa Véliz se muda a la costa, primero a Valparaiso, mas tarde a Vina. En el puerto, pasa las primeras noches calentandose junto a las fogatas de los serenos del malecén, a quienes acompaiia en su vigilia. Duerme sobre sacos Como esos desarrapados que hospeda su literatura. Victor Domingo Silva, enterado por casualidad, procedio a conseguirle alojamiento clandestino en la Biblioteca de la Marina, de la cual era bibliote- cario. Ahi lo introduce cada noche, de contrabando: Pezoa Véliz, el escritor autodidacta e hijo de analfabetos,a quien se le retrato ‘como un literato indocto,duerme ahora entre libros,tumbado en un sofa de fino cuero marroqui,y cubierto con diarios y revistas. Se inicia la Gnica etapa en que lograra un régimen de vida estable y desahogado. Escribe para los periédicos. Viaja como propagandista de la prensa obrera y conferencista politico de avanzada. Vuelve a ejercer la docencia, esta vez en un “pensio- nado para sefioritas”. Traba relaciones politicas beneficiosas. Su nombre y su poesia ganan notoriedad,reconocimiento, algo que nunca quiso diferir para la posteridad como premio de consuelo. Y finalmente se consigue un puesto como secretario municipal en Vina, tras apoyar la candidatura presidencial de Pedro Montt. Ahora preside una tertulia abstemia en su residencia vihamarina, adonde, entre retratos de Byron, Daudet, Zola, Hugo y Wagner, mas postales de amigos escritores, recibe la visita de otros literatos 0 intelectuales,en cuya compaiia intenta remediar el tedio que le produce el letargo cultural y las pasiones mercantiles predomi- nantes en Valparaiso y sus contornos. Se pasea largamente por las playas del sector, tomando apuntes y croquis preparatorios para un extenso poema de asunto marino,que,como tantos otros proyectos, queda inconcluso. Ya no pasa hambre, se puede dar uno que otro lujo,su amante no es una prostituta sino una viuda condescendiente, anda bien vestido e incluso juega al dandy, al elegante, como siempre habia ambicionado, por fin haciéndole justicia a su apodo de Lord Spleen, concedido por sus intimos cuando todavia vagaba por Santiago con pinta de perdido. Los ~19- desarreglos de sus temporadas bohemias, cuando era un “poet hambriento y aplanador de calles”, van quedando atras. Dias de bonanza relativa, Mejoran las condiciones objetivas de su existencia, pero asi y todo, la sensacién de aislamiento y sinsentido sigue perturbandolo. Intenta sentar cabeza, especula con casarse,todo en vano si el objetivo era poner freno a sus mor tificaciones. El antiguo merodeador de ambientes anarquistas y socialistas,ensaya,sin mayor conviccién, las artes prosaicas de la vida burguesa."Me atormentan deseos que considero dispensables; ser rico, tener comodidades”. En estos afios de fachada apacible, Pezoa Véliz cifra en el espiritu de sistema, en los preceptos del orden y el aseo,en la educacién de la voluntad, la posibilidad de encontrar una serenidad interior que siempre le ha sido esquiva.Y continuard siéndolo. Porque esas inclinaciones a la vida metédica, confiesa,se le desarrollan“de manera enfermiza”, se le desbocan, y entonces debe ingeniar un método para neutralizar la“terrible mania nerviosa” derivada de ese trastorno a base de rutinas diurnas. La muerte de sus padres también lo abruma. Siente que los abandoné a su suerte apenas logr6 una situaci6n c6moda en Vifia, desaprovechando la oportunidad de acogerlos en su vejez, de devolverles la mano.En abril de 1904,su padre muere atropellado por un tranvia eléctrico; Pezoa Véliz viaja a Santiago y tras acudir a la Morgue le escribe a su hermano:“Yo mismo lo vi muerto. El cadaver sobre una plancha de marmol.Al lado las piernas corta- das, absolutamente separadas del cuerpo,como objetos ajenos a 61" Se tortura con reproches y se pasa semanas en un estado de “aturdimiento” “Los he asesinado” le informa a un amigo,y todo por vivir absorto en las faenas del escritor,sin reparar en sus nece- sidades, como hipnotizado por unos textos que ahora, culposo hasta el ensafiamiento, describe como “porquerias”. PezoaVéliz escribié esa carta el 22 de mayo de 1904;el mismo dia redacté otra. dirigida a D'Halmar, que expresa la turbacion del poeta que considera la obsesi6n literaria como una adiccion nociva, como un trastorno del animo marcado por el egotismo: ~20- “Somos unos degenerados'" le dice“Esto es lo que hay en toda la enfermiza proyectomania y perpetua autopsicologia de nosotros. ‘Todo: estudios, proyectos, versos, tristezas, fracasos, alegrias, em- briagueces,cordura temporal,ete.,jtodo! ;Degenerados! jGaleotes de una enfermedad nerviosa por toda la vida! Me da profunda lastima cada una de nuestras cosas, aun nuestros éxitos. {Ve el mio? Gano dinero para perder el objeto de mi vida. ;Para quién trabajo yo? Para mi? jSi yo soy mas feliz cuanto mas pobre diablo!”. El 16 de agosto de 1906, durante el terremoto que asol6 Val- paraiso en medio de la luvia,un muro se derrumba sobre Pezoa Véliz. Alli -en la pension vinamarina donde se alojaba- empieza a desmoronarse la siempre precaria salud del poeta y su fugaz temporada de prosperidad alcanza a su fin,abruptamente. Debe pasarse meses en el Hospital Aleman del puerto, De ahi en adelante, todo se precipita. Poco después del alta, la tuberculosis entra en una fase virulenta,decisiva,y ya no le da tregua. Un mal diagnéstico, una intervencién innecesaria y un postoperatorio complicado, agravan su condicién. Trasladado a icos,el primero en revisarlo Santiago para acceder a mejores mé concluye que esta desahuciado. Pezoa Véliz consume sus tiltimos dias en la sala comtn del Hospital de San Vicente, entre vapores de éter, Acido fénico y el olor a mierda del “ano contra natura” que le hicieron en el vientre para permitir la evacuacion de sus excrementos. Como tiltimo deseo, manifest6 que le bastaba con pasear por la Alameda has sn Central y mirar las encinas verdes, en compania del médico que lo trata. Incapacitado de eso, pule poemas inéditos y otros ya divulgados en periddicos o revistas. Mientras Pezoa Véliz reclama una y otra vez, destempladamente, nuevas inyecciones de morfina para calmar el dolor,se produce un encuentro sugerente en la crénica de la literatura chilena: el capellan del hospital, Emilio Vaisse, quien ademés escribia la auto- rizada critica literaria de E! Mercurio, bajo el seudénimo de Omer Emeth,acude a asistir espiritualmente al moribundo, pero éste le ~21- atrapa en didlogos de horas que giran en torno a sus poemas.“En aquellos tiempos, oyéndole recitar trozos de sus poemas" evocg el gran arbitro del mundo literario del Chile del Centenario,*crefa descubrir en él a un Verlaine chileno”. Pezoa Véliz murié el 21 de abril de 1908. Tenia veintiocho afos.En vida no lleg6 a publicar ningtin libro.Antes de perderse en el sopor de la agonia, se ilusioné con la edicién péstuma de sus poemas, reunidos en un volumen impreso con cargo a la venta de su biblioteca y de sus muebles. No muri6 solo. Sus ami- gos pagaron su entierro y escoltaron su cuerpo al cementerio. En éste,sin embargo, de un modo que Ilamé la atencién de mas de un medio de prensa, todos callaron, algo extrafio para los usos retoricos de una cultura publica atin muy proclive a la oratoria, “Los funerales fueron muy humildes, tan humildes como fue la vida del poeta y fecundo escritor”,consigné el diario demécrata La Reforma."Un grupo reducidisimo de amigos acompaiio sus restos a la ultima morada,sin que hubiera siquiera,al borde de su tumba, una sola frase de despedida”. Al igual que en el entierro del pobre diablo del poema“Nada”,“nadie dijo nada, nadie dijo nada" La literatura y la vida a veces proponen,con la complicidad de la muerte, extrafias simetrias. -2- ee Pe Ce ER a Rue ad PUR ee RR ee estemos dentro de él. 0 al menos que todos los chilenos estemos dentro de él. ore Antes de su nefasta y triste Ora COE te MEM iar) Pr moa CO MCU ROR eee Pee ee eon eg aspiraciones sojuzgadas, y de los marginados de toda figuraci6n, Pe ER CC CO SCR oe ure cag PMD MCU Rei ul

You might also like