Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 10
Guiptzcoa en el CL aniversario de la maquina de papel continuo Por J. SOSA BARRENECHEA y al hacer fur fonar a brazo su maquina de 2,60 metros de largo para hacer trabajosamente una hoja de 82 pics, lograba la fabricacion continua que habia de revolucionar el mundo papelero haciendo posible el suministro de los millares de toneladas que ne~ cesitan las rotativas modernas (1) LA PRIMERA INSTALACION EN Totosa EN 1842, Rico Sinobas dice que comenz6 a generalizarse la fabricacién del papel continuo en Huropa y a co- nocerse en Espafia en 1830, y que, terminada la guerra civil de 1830 a 1840, establecié Guipiizeoa el primer establecimiento fabril en gran escala de papel continuo (2), Pablo Gorosfbel, en su “Bosquejo de las cosas "La de papel continuo, denominada “La Hsperan- za”, se tratd en un principio de establecer en el barrio de Belate, construyendo una presa junto a In casa de la Hermandad de San Crispin, donde hay una bajada al rio. La sociedad que trataba de le- vantar la nueva fabrica, vid que la elevacién que podia darsele en dicho lugar no era suficiente para sus fines; por lo que desistiendo de la idea primi- tiva, trataron de levantar la fbriea en los Cam: Ee Fig. “Liu Psperanza”, primera fGbriea espaliota de papel cont (Gn THLI-12 por Impulbo de" don notables de la villa de Tolosa”, imprenta de 1a Viu- da de Mendizébal, afio 1853, nos da més detalles de este hecho, “Son dos, dice, las fbrieas de papel que en la actualidad hay en el territorio particular de esta villa, 1a una de papel trabajado a mano, Ia otra de papel continuo, Hay también otra de papel continuo en el Iugar de Irura, jurisdiecién de esta villa de Tolosa, (2) “Revista Banco de Vizcaya”, mG (@) Rico Sinobas; “Hl Libro Hepatol 150 ‘establecida en Tolosa, ‘Soee Stunt Brunet, pos de San Juan, La eseritura concerniente a este negocio, dice Gorosdbel, se otorgé en 23 de junio del afio 1841 por testimonio de don Melehor Ez- curdia, eseribano de la propia villa (figs. 1 y 2°) Se cred esta fabrica por impulso del prestigioso industrial y banquero donostiarra don José Manuel Brunet, con la raz6n social de Brunet, Guardamino, ‘Tantonat y Compaiiia, Por los terrenos de los Cam- pos de San Juan se abonaron 95.000 reales de ve~ 1l6n, y en obras de fibrica, maquinaria y demas instalaciones se invirtié 1a cantidad de 1.882,230,18 Vol. ¥, nim, 51 ° REVISTA INDUSTRIAL ¥ PABRIL Bini Fig, 24 Industrial y banquero donostiarra ,' cuya Iilelativ ae deblo. la fundaeloa de ia primera fabrlea espatoln de papel tontiauo, reales de vellén. La maquinaria fué contratada a MM, Alfredo Matteau de Angulema, La importancia del acto de su inauguracién se deja ver en el Acta del Ayuntamiento de Tolosa, acta que termina asi: “... y el Director, poniendo en movimiento los cilindros trituradores y la meci- nica (mdquina) en que se tira el papel, hizo ver a Jos sefiores concurrentes todas las operaciones de Ia fabricacién convirtiendo a eu vista un trapo su- cio en un papel blanco y seco, con gran admiracién de los espectadores, y en el cual se imprimieron las Tineas que hacen alusiGn a dicha inauguracién y apa- recen en el ejemplar que queda unido a este Acta, Esta es la fabrica cuyo centenario se ha celebra- do en 1942, ANTECEDENTES HISTORICOS DE LA FABRICACION pil PAPEL EN EspaWa, La primera fabrieacién del papel en Europa se inieia en Espaiia, en la provincia de Valencia, Una manufactura papelera tradicional se afirma en Ca- talufia, y las Vascongadas no conogen su fabrica- cién hasta el siglo Xvi. En el indice de Documen- tos y Papeles del Archivo de Santa Marlli\de Tolo- REVISTA INDUSTRIAL Y¥ FABRIL © Diciembre 1950 sa aparece ef legajo niimero 66—aho 1755—Real Deereto prohibiendo la extraccién de trapos de lien- 20 al extranjero con el objeto de fomentar la fabr: cacién del papel. Y el legajo nimero 109—afio 1819—Memorial de don José Martin Uranga, fabri- eante de papel de Tolosa, sobre que se prohibiese la extraccién del trapo fuera de Ia provincia. Si bien la tradicién de os molinos papeleros, que data de los siglos x1t y xr, segtin Bofarull, os ea talana y siguié siéndolo en ésta mientras la fabri- cacién del papel no tuvo otra evolucién industrial, cuando el invento del francés Nicolas Luis Robert representa una revolucién, es Guipiizeoa la que con sus fébricas de Tolosa, Alegria, Cegama, Hernani, Irura, Legazpia y Villabona se coloca a la cabeza, como deja ver el “Estado de los diferentes ramos de la industria” que nos presenta en 1870 el histo- riador don Nicolés Soraluee, Bn la vida de los pueblos, no ‘siempre se mantie- nen aguellas actividades por las que se han sefia- lado un momento en su historia, Tal ocurre con la fabricacién del papel en Europa, cuyo desarrollo ve- mos desplazarse a Italia y Francia y, mas tarde, a Holanda e Inglaterra con la Wegada de comercian- tes y maestros papeleros que se ven obligados, por las luchas politicas y la revocacién del Edicto de Nantes, a abandonar sus pafses, Hl impulso dado‘a la fabricacién del papel mecénico, al ser implanta- do en Espafia por los Brunet, respondia a una pre~ visién y Tolosa Wevé esta industria del papel con- tinuo a otros pueblos de Ia provincia y de fuera de ella, “Su actividad ha pasado los limites de su de- ntor de Ia maquina de papel Wig. 4 Fabricaclén de papel antes de Ia inyencién de In méquina de Rebert, marcacién, constituyendo hoy el grupo més fuerte, Y es raro que en otras fabricas no se encuentren elementos formados en esta actividad tolosana. LAS PAPELERAS GUIPUZCOANAS, Esto deciamos en otra ocasién y quedaria con- firmado hoy con tna relacién de sus fabricas, claro exponente de su potencialidad actual. ‘Ya a fines del siglo pasado, no deja de observar el Ingeniero L. Marin Diez que “La industria del papel tiene gran importancia y desarrollo en Gui piizcoa”, cuyas fabricas principales cita; también el Ingeniero don Nicolas de Bustinduy destaea que “La Guipuzcoana” (larramendi) es indudablemente la més grandiosa de las fabricas de papel de Tolosa. Poseia, en aquella época, cuatro méquinas para la fabricacién de papel continuo. “Es donde sé con- feceionan, dice, los papeles de empaque para Ia Com- pafifa Arrendataria de Tabacos y los azules para ‘Telégrafos, asi como para todos los grandes esta- blecimientos del Estado y compaiiias de ferrocarri- 18 Jes; pero el consumo mAs importante de La Guipuz- coana es para los talleres de Sucesores de Riva: deneyra, donde se imprimen “La Moda Elegante Tlustrada”, “La Tustracién Espafiola y Americana”, eteétera.” Hoy el grupo indicado constituye, con sus 27 fi- bricas, el eje alrededor del cual se desarrolla nu‘ tra industria papelera, y abarea, con sus 38 méqi nas el 35 por 100 del tonelaje total de la produceién espafiola. LA INVENCION DE LA MAQUINA DE PAPEL CONTINUO or Rosert. Contados sera quiones conozean la génesis de esta innovacién industrial que ha revolucionado el mundo y que tanto ha contribufdo al desarrollo de Jag Ciencias y la Industria, Nicolds Luis Robert nacié en Paris en 1761. De espiritu abierto, su inquictud le leva a América a In- char por su independeneia, Después de una vida aza- rosa ¥ de lucha econémica, vemos que termina sus Vol, V, mim, 61 © REVISTA INDUSTRIAL ¥ FABRU 1 continuo, construida fobert Primera méquina para fabricar pa ‘stitn planes ae dias de humilde profesor en el pueblecito de Dreux, donde murié en 1828 (fig. 3"). Queremos recordar la aportacién de fabricantes guipuzcoanos a una suseripcién abierta en 1857 a favor de una descendiente del inventor. A su regreso de América, de corrector de impren- ta en Paris, pasa a los molirios papeleros de Léger Ontcnat Fouroninien Papen Macnine EEE Didot, quien, en su ausencia, le confia 1a fabrica como “encargado inspector de los obreros”. Los molinos de Essonnes tienen importancia; em- plean unos trescientos obreros y trabajan sin repo- 0, fabricando principalmente papel timbrado y “asignados" para el Gobierno. Habia en Francia, en esta época, 741 molinos con 1,061 tinas, que pro- ducian alrededor de 20.000 toneladas de papel al afio, En este medio, viendo la lentitud de un tra- bajo que saca el papel de las tinas hoja por hoja, ¥ acuciado también por la situacién creada por el personal, es donde Robert concibe Ia fabricacién mecinica, y transformando una técnica que cuenta con diecisiete siglos de existencia, solicita una pa- tente gratuita para su arte de hacer el papel de unt extension extraordinaria sin el concurso preciso de ningtin obrero y de 12 a 15 metros de largo. Ob- tiene una recompensa de 3,000 francos por conside- rarse la maquina de utilidad, ayuda que permite 2 Robert sacar la patente de la primera maquina de Papel mecénico, con fecha 18 de enero de 1799, So- bre este cajén ristico de 2,60 metros en que gira Ja tela sin fin de 3,40 metros de largo y 64 centi- REVISTA INDUSTRIAL Y FABRIL © Diciembre 1950 metros de ancho, descansan los principios esencia- les que constituyen la maquinaria moderna, ‘La falta de dinero, eterno problema de los inven- tores, dificult extraordinariamente la realizacién de sus proyectos e ideas, lo que did lugar a que al- gunos lo hayan ealificado de inventor del principio de la maquina continua solamente. “Qué cambio se operaria—dice a su agente Fleurigeon—con dos © tres mAquinas mas fuertes y mejor terminadas, mo- vidas por agua y servidas por uno o dos hombres, Jas cuales rendirian cuatro veces més.” ‘Mas no vamos a seguir paso a paso las derivacio- patente para conseguir asi una fuerte cantidad, Di- dot queria utilizarla en su propia fabriea para re- cuperar sus dispendios por su colaboracién, Una vez en posesién de la patente, por su com pra a Robert (4), mediante eseritura del 28 de mar- Zo de 1800, de tna maquina para fabricar papel de un largo indefinido, y en vista de las dificultades que existian para su desenvolvimiento en Francia, y reanudadas ya las relaciones entre ambos paises por la paz de Amiens, Didot marché a Inglaterra conflando encontrar alli Ia ayuda y los téenicos ne- cesarios para completar el invento. Con ayuda de ig 1+ sMaquina de papel continue construida totalmente on Ios Talleres Gorostidi, ‘do Tolosa. nes de este proceso, pero, seria injusto olvidar al que, con Robert, verdadero inventor, ha creado la méquina de papel continuo. Este hombre es Léger Didot, propictario de los molinos de Essonnes, que con claro conocimiento de la transformacién que en el mundo representaba el papel continuo, no sélo presté decidida ayuda a Robert para sus primeros ensayos (3), sino que absorbido por ello, fueron sus sacrificios mas provechosos al progreso industrial que a su fortuna personal. ‘Esta conjunta actuacién acabé por levarlos ante Jos tribunales, pues si bien Robert querfa vender la “@) Ast lo declara el mismo Robert en su peticién, dirt sie al Minena: Nebo rengees bunionment ave 6 Ge Aidnae Bidet ke sido para mai do gran ayuda en ta reall: See ie maquina: Bi puso a mi disposicion au personal, zacteT riew you pecuilo, Ma gemosteado para mt un afecto gi fabric te solo existe entte verdaderos amigos. 700 su eufiado Gamble, sacé la primera patente en 1801 y la de sucesivos perfeccionamientos en 1803, le vendo después a cabo una serie de ensayos com Fourdrinier en su fabrica de papel de Dartford. ¥ construyendo las piezas en los talleres de Hall, se giin proyectos acabados por Bryan Donkin, se mon- 6 Ia primera maquina continua el afio 1803 en Frog- more, condado de Hertford. Los notables perfeccionamientos levados a cabo, en afios consecutivos por el genial Donkin, a la mé- quina de Robert constituyen todo el armaz6n de una maquina moderna de papel. Conocemos otras patentes en afios sucesivos, unas Bl precio de eata cosldm fus de 27.400 francos collado 2.4ap jel resto en ‘productos de 1s fabrica de Hazon Saute? dontedts que dio gar ai pleito mencionado, exieie Bgantidad ae ‘00000 ‘frances Vol V, nim, 61 © REVISTA INDUSTRIAL ¥ FABRIEL Fig. 8 La thbriea, a nombre de Gamble o bien de Henry y Sealy Four- drinier que compran a Didot y Gamble la concesién del invento y, en 1810, cerrada la fabriea de Es- sonnes, otra en Francia a nombre de Berte. E] mo- tivo de que ya no figure el nombre de Didot. parece obedecer a su posicién frente a los acreedores. Y como una patente no puede sacarse a nombre de otro, esto les leva a calificarse de “inventor”. La participacién de Didot en ellos queda aclara- da por la primera patente obtenida a su nombre (4810). En la exposicién dirigida al rey Jorge IIT, 41 mismo hace observar que todas las anteriores han sido solicitadas para el invento, ete., “comunicado a ellos por un Extranjero”. Pues bien, ahora, mani- fiesta: esta patente se me concede ‘‘a mi, al ver- @adero inventor de las mAquinas de fabriear papel vergé y velin, inventos que yo habia comunicado a John Gamble y Henry Fourdrinier, pues soy el Ex- trangero del cual se trata en las patentes obtenidas por ellos”. Asi, nos dice J. W. Brassington, Ia méquina in- ventada por Robert, modificada por Didot y Gam- ble, contruida por Donkin y Subvencionada por Fourdrinier, fué conocida y continiiMlaméndose con REVISTA INDUSTRIAL ¥ FABRIL © Diciembre 1950 Ja “Papelera del Norte, 8. A.", el nombre de “méquina Fourdrinier”, o° méquina plana. EVOLUCION DE LA TECNICA PAPELERA, Las mAquinas se completan sin interrupcién, En 1817 aparece una segunda prensa; en 1820 los se~ cadores a vapor; en 1824 el rodillo dandy; en 1826 las cajas aspirantes, y en 1829 la prensa montante y los aparatos depuradores. Ya en 1811 tenemos Ja inclinacién de la prensa superior que atin sub- siste, y desde 1820 se practica el encolado en pasta que resuelve una necesidad de esta fabricacién, Des~ de 1830 las transformaciones se suceden, pero no alcanza esta maquina toda su perfeccién hasta 1890. A las instalaciones de 1803 en Inglaterra y 1816 en Francia, siguen las de Alemania en 1818; Di- namarea, 1826; Estados Unidos, 1827; Holanda, 1884; Rusia, 1835; Polonia, 1837; Portugal, 1837; Espafia, 1841; Italia, 1847, Las instalaciones se mul- plican, funcionando actualmente en el mundo unas diez mil maquinas, Refiriéndonos a nuestros tiempos, el desarrollo de Ja méquina de papel ha superado todo efleulo. La 161 Fig. 9 Una de las modernas miquinas de tabrien sustitucién de materiales en las prensas, el empleo de los aspirantes Millspaugh y las gigantescas ba- terias de secadores, unido a los mandos secciona- Jes, ha hecho posible 1a construccién de maquinas que pesan 2,000 toneladas, velocidades que rebasan Jos 400 metros por minuto, y produccién diaria de 200 kgs. de bobinas de mis de siete metros de an- cho. En estas miquinas continuas se fabrican todas Jas variedades de papel, hasta los finisimos de fu- mar de 12 gramos el metro cuadrado y en continua se fabrica esa maravillosa hoja transparente de Zi- cufiaga. Con todo, también tiene esto sus detractores, Lee- mos que el consumo rechazaba estos papeles como inferiores a los fabricados a mano. La causa prin- cipal estriba en su menor duracién, repitiéndose el caso de Ia sustitueién del pergamino de cuero por el pergamino de paiio. “Scriptura si membranis impo- nitur, ad mille anni poterit perdurare, impressura autem, cum res papirea sit, quandiu subsistet ?” Los escritos que se hacen en pergamino pueden durar miles de afios. Sin embargo, los impresos sobre pa- pel, ghasta cuando subsistiran’, escribia el abad Tritemio en 1494, La literatura en oste sentido es muy extensa. 162 n de papel continuo, instalada en Ia “Papelera det Norte, 8. A.", Hernant, Rico Sinobas hablando, a fines del pasado siglo, del remedio para los papeles de hilo adulterados y del quimico-mecinico de nombre continno, dice: ‘';Seré el consumo del iltimo uno de los grandes desacier- tos que comenz6 hard unos sesenta afios a genera- lizarse en Europa, extendiéndose poco después a la redondez de toda la tierra? El papel manual es elogiado, y pocas como Church- yard, Imberdis y Pourrat lo han cantado. Artis- tas del libro de la calidad de Oliva de Vilanova nos dice de él que “tenia una tradicién espiritual, un abolengo, que casi equivalian a un alma, el al- ma del papelero que lo habla hecho con Ia. mayor flusién, que con las filigranas o marcas de agua ha- bfa puesto el sello de su personalidad en cada hoja, sobre todo, en aquellos tiempos en que ciertas in- dustrias tenian todavia secretos, conservaban algo de misterioso que frisaba en I. alquimia.” Y¥ decimos nosotros que 1a alquimia de los labo- ratorios dara esa alma al papel quimicomecénico. Ya en su iniciacién, se marea ese camino al avisar Robert que para prosperar sélo hay un medio: far bricar bien, y vemos hoy cémo se buscan nuevas materias y se perfeccionan las méquinas ereando la ciencia del Arte de hacer el Papel. Vol. V, mim, 61 © REVISTA INDUSTRIAL ¥ FABRIL 4.Cémo se hace el papel? Voy a repetir las palabras del eximio don Nico- lis Maria de Urgoiti, a quien Espafia debe el des- arrollo aleanzado por esta industria, ‘Si en un vaso leno de agua echamos fibrillas de origen vegetal y vertemos el contenido sobre un ta- metélico con ligero reborde, el agua pasar en gran parte a través del cedazo y las fibrillas se agrupardn, formando una hoja de escasa consis- tencia.” Esta operacién se cumple también en las gran- des maquinas de hoy, la misma transformacién que se operé cuando el aiio 105 “bajo el reinado del Hm- perador Ho-Ti, de la dinastia de Han, Tsei-Lun ide6 fabricar papel con la corteza de Arboles, trapos viejos, hilos de pesca y residuos de céiiamo”. EL PAPEL EN LAS ARTES DEL LIBRO, Hoy toda manifestacién de Ia vida se expone so- bre el papel, materia escriptoria por excelencia, ela- borada, bien con la tosca y fugaz sustancia de ma- dera machaedda (mecéniea) 0 con sutiles fibras de celulosa que, ademés del Arbol, proporcionan otras plantas, desde el lino, e&fiamo, algodén, paja de cereales, esparto y cafia comin del Occidente, hasta el bambi, ramio y mitsumata de los orientales. La diferentes épocas o edades nos han ido trans- mitiendo sus huellas gréificas sobre distintos mate- riales que, empezando por las rocas de las caver~ nas y las losas de piedra, han seguido, afinindose, sobre los ladrillos de Ninive, las cortezas de arbus- tos y las hojas de palmera de Oriente, el plomo y tabletas enceradas romanos, las pieles alisadas de Pérgamo, el papiro del Egipto, la tapa de Oceania, el hun y el amatl de mayas y aztecas, hasta llegar al papel actual, afieltramiento de fibras vegetales, debido al ingenio del pueblo chino. Hs el papel Ia materia base en que se desenvuel- ven las Artes del Libro, pues éste, ademas de sus cualidades espirituales, no carece de materia, Hl libro se manifiesta, pues, en el papel, y en él perdura con més 0 menos persistencia, segtin los materiales y la técnica aplicados en el arte de hacer el papel. Desde el “periédico” 0 “diario”, libro que nace y muere en el dia, o el libro destinado a recrearnos en un solo viaje o en nuestras vacaciones, hasta cl volumen de cieneias 0 el libro de arte, requicren to- dos ellos una técnica privativa conforme a su em- pleo. El fabricante de papel, conocedor de su oficio, interpreta el libro antes de editarlo, estudiéndolo tanto desde el punto de vista artistico como desde el econémico, y contribuye al perfecto equilibrio en- tre la materia y su contenido, rebajando su coste cuando se trata de una edicién popular, sin que, por ello, le haga perder una agradable presentacién, 0 convirtiéndolo, tras juiciosa selecellgde materia REVISTA INDUSTRIAL Y¥ FABRIL © Diciembre 1950 ‘tmopresion, es, en objeto de arte para deleite y orgullo del bi- blidfilo, LA CONTRIBUCION GUIPUZCOANA A LA INDUSTRIA PAPELERA, No es el papel, en Ja economia actual y en su aportacién a las artes editoriales, ajeno a nuestro suelo de Guipiizcoa. De 93 fabricas (5), con una ‘capacidad de produceién de 272.000 toncladas por alio, corresponden a Guipfizeoa 26, que pueden po- ner en el mereado 99.630 toneladas de papel conti- nuo en sus diversas clases de papel de impresién, edicién, escritura y embalaje, lo que viene a repre- sentar un 35 por 100 de la produccién total de la fabricacién espafiola. Las fébricas de Guiptizcoa levan todas el sello de la industria moderna del papel y se distinguen en su conjunto por la capacidad de sus instalaciones, perparadas para el suministro total, lo mismo en cuanto a cantidad que a calidad, comprendiendo las distintas especificaciones, de cuanto necesitan las di versas ramas de la industria editorial (igs. 7." a 10). Si echamos una ojeada a las posibilidades actua- les, vemos que el total fabrieado en 1947, incluyen- do aqui todas las fabricas, que son 186 en mimero, ha sido de 143.569 toneladas de papel y 20.605 de cartén, habiendo de este total producido Guipiizcoa Ja cantidad de 50.735 toneladas de papel, es decir, que su aportacién ha respondido en In proporeién que a su capacidad corresponde, Si tenemos en cuen- ta que las dificultades del desenvolvimiento de una industria aumentan, en épocas dificiles, en razén a Ja cuantia de su volumen, nos daremos fécilmente (5) Omitimos Iaw fibrieas de maquina redonda quo, en gran parte, producen carionesy que ae, hallan -sifuadas Brineipaimente, en ia Gone eatdaha. ‘gunas ‘con eat Iniemas carncleristicas Fadican también en Lovasite, 768 Pigs, ‘Maquina para la fabrieacién de petfeula transparente de viseosa, cuenta del esfuerzo realizado por las fabricas de pa- pel guipuzcoanas, ‘Estas cifras no expresan on si, solas, Ia clara po- sicién de esta industria de Guiptizcoa que ya en 1935, junto con la de Vizeaya, rebasaba el 50 por 100 de toda la produccién nacional. Los problemas, tanto para Ia obtencién de materias primas como de téenica ¢ instalaciones, que ha tenido que afron- tar penosamente esos afios ante una acuciante ¢ inmediata necesidad, quedardn reflejados en las no- tas que exponemos a continuacién y que dejan ver la tendencia general en la fabricacién del papel du- ante los afios 1939-1949 con el empleo de los nue- vos materiales en sustituclén de los que anterior- mente se importaban, y en cuya solucién Guiptizcoa ha participado plenamente, ‘EL PROBLEMA DE LA PASTA, 4Cuél os la situacién de esta industria durante el periodo 1939-19497 ‘Son afios dificiles por las pérdidas manifiestas que Jas guerras ocasionan, agravadas aun por cierres de fronteras y contingentaciones que a toda nacion im- 164 stalada en la “Papelera Guipuxcoana de Zicutings, S.A." pone su economia peculiar, Mas como en Hspafia se carecia virtualmente de una fabricacién propia de pastas, o era ésta tan limitada que no era digna de mencién, nuestra situacién papelera, especialmen- te en 1939, tenia que considerarse como de grave- dad muy acentuada, La importacién pastera que en 1935 fué de 124.900 toncladas de pastas de madera y 19.200 toncladas de trapos y recorte, mis 7.700 toneladas de madera para pasta, se contrae en 1940 a 21.300, 8.200 y 12.800 toneladas, respectivamente. Esto hace que la produccién, de 192.174 toneladas en 1935, descen- diera en 1940 a 117.000 toneladas, mientras que la fabricacién con fibras nacionales se clevaba de 39.300 toneladas en 1935 a 79.600 en 1940 y a 91.700 toneladas en 1941, ascenso que contintia, En 1947 se fabrican 165.000 toneladas de papel y cartén, habiendo entrado en su fabricacién sola- mente 20.844 toneladas de pastas de importacién. La produecién de pastas de fabrieacién nacional, se- gin el material empleado, han sido principalmente: de pajas, 13.868 toneladas; de esparto, 21.454; de albardin, 6.518; mecénica, 22.113; quimicas, 4.987; trapos, 9.937; cordeleria, 1.085; recortes, 34.875; otras pastas, 7.548 toneladas, Vol. V, nim, 51 @ REVISTA INDUSTRIAL Y FABRIL Se han ensayado muchos muchos materiales (sin legar, sin embargo, a tantos como en los siglos XVI y XIX): palmito, retama, bagazo, cafiete, enea, junco, platanero, agramiza, alholva, ete, La relacién anterior nos deja ver sus resultados practicos. Pero hemos de hacer destacar que ha sido el esparto (6). principalmente, junto con un aprovechamiento mis racional del papel de archivo y desperdicio, el ma- terial que ha venido a remediar estas deficiencias, Hoy casi todas las fabricas poseen instalaciones propias para el tratamiento del esparto por el pro- cedimiento alealino, y alguna, para el de la paja por el sistema de Vains. Hstas instalaciones que, por necesidades apremiantes de las cireunstancias, em- pezaron a trabajar con equipos deficientes, han ido después perfecciondndose con la prictica diaria. LA CONTRIBUCION PAPELERA A LA CULTURA, Hemos hecho especial mencién del papel en las Artes del Libro. Las estadistieas no determinan el papel empleado estrictamente en libros. La. produc- eién media Wega, segin céleulo del prestigioso edi- tor don Gustavo Gili, a 3.500 libros por afio, apar- te las reediciones. Hstas necesidades han sido satis- fechas en cuanto a cantidad, pero Ia calidad es baja ¥ los precios elevados. El problema de los precios se remedia, en parte, con un cupo oficial de 7.200 toneladas a precios compensados, que se destinan & fines editoriales. La baja calidad del papel se debe, principalmente, a incompetencia comercial y a ne- gligencia, ya que Ias ganancias han sido, en todos los casos, féciles. De todos modos, el libro va mejorando y, cada dia, se presenta con més puleritud. Esto nos trae a la memoria la mejora del pergamino al escasear el papiro egipcio. El editor puede ya realizar sus libros en toda clase de téenicas: tipografia, lito y offset, huecograbado, fototipia, ect., y puede exigir del fabricante o suministrador el papel de la calidad que necesita y en los acabados requeridos: papeles estucados, imitacién arte, alfa-edicién 1" y 2., offset, cromo, eatélogos y pluma, hasta el papel In- dia o Biblia, Espafia, con sus bras, podré cubrir las necesida- des actuales y futuras del editor, pero siempre ne- cesitard importar celulosas de tipo especial para Ia fabricacién de papel que requiera determinadas ea- racterfsticas, Y si bien los archivos so han vaciado ¥ los vegetales se ven hoy solicitados por otras in- dustrias, originando con ello un encarecimiento, no se debe olvidar que Espafia cuenta con posibilidades (@) Ya en 1640, el sefor Grimauil, fabricante de Gargo- les, fué premlado por sus “ensayos felices para utilizar en Veneficio de esta industria el esparto yigizas materlas ve- etales de poco precio". REVISTA INDUSTRIAL Y FABRIL © Diciembre 1950 forestales, aunque no con realidades. La industria del papel en Espafia debe y puede prosperar. LA FABRICACION DE HOJA TRANSPARENTE DE VISCOSA. Seria lastimoso que por cefiirnos estrictamente al tema desarrollado omitiéramos aqui un hecho des- papelera de Guipiizeoa. Nos 108 a la obtencidn de la hoja transparente de viscosa que, con el nombre registrado de “Zicu- Pig, 12 Laboratorio de 1a “Papelera Gui ‘lead Andina" fan” (7), viene Wenando los mereados de Espaiia desde 1941, Este producto, fabricado por la empresa “Pape- Jera Guipuzcoana de Zicufiaga, 8. A.", de Hernani, con capital ¥ técnicos exclusivamente nacionales, es orgullo justificadisimo de Guiptizeoa, “Zicufan”, pro- ducto celulésico obtenido por Ia transformacién de la celulosa-alfa o celulosa-rayon en viscosa, es ob- to, en sus procesos de regeneracién y recupera- cién de la celulosa para la obtencién de la hoja transparente, de patentes y de férmulas que avalo- ran su calidad y mediante los cuales Papelera Gui- puzeoana de Zicufiaga ha conseguido todos sus ob- {etivos. Su Director, sefior Pefialba Mendizibal, tra- ta hoy de conseguir en su propia factoria, y valién- ose de fibras nacionales, la celulosa-alfa necesa- ria para esta especialidad, no dudando de que ol éxito habré de acompafiar a sus esfuerzos, ponien- do ala industria guipuzcoana, gracias a este avan- ce, a la vanguardia de Ia técnica del papel y de la celulosa, (1) Hoja transparente de viscosa, Hamada vulgarmente colofan, cuando, en reaildnd, este nombre corresponde al ‘de unt’ marea, entre las numerosas que aparecen hoy en Jos mereados mundiales, segin 1a fAbriea que Ia prodizea: hheliozell, ayophane, cellophane, conpaphane, tranparit calital, ete, 705

You might also like