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Enseñabilidad y Pedagogía
Enseñabilidad y Pedagogía
Enseñabilidad y Pedagogía
Naturalmente, entender por qué y cómo una ciencia requiere de una enseñanza
particular no es la solución todavía de los problemas pedagógico-didácticos sin la cual
la enseñanza no puede realizarse. El diseño didáctico para una materia específica
requiere fundamentarse en al menos tres dominios de conocimientos imprescindibles:
1. Las condiciones de enseñabilidad de cada disciplina
2. El enfoque o teoría pedagógica que inspirará el proceso
3. La identificación y descripción de las condiciones sico-socio-culturales que
enmarcan la mentalidad del alumno respecto a su aprendizaje de la materia y su
formación.
Identificadas las condiciones de enseñabilidad propias de una disciplina por parte del
pedagogo (y a la vez experto en la disciplina) él ejercerá su dominio pedagógico sobre
tales condiciones de dos maneras:
Primero, optando por un enfoque pedagógico particular que inspirará sus metas de
formación y de aprendizaje, que seleccionará, subordinará y jerarquizará los temas
prioritarios de la materia según los requerimientos de desarrollo de los alumnos y su
potencialidad formativa, que regulará la relación de los alumnos con el profesor y con
la temática de estudio, la secuencia cómo abordar los conceptos, etc. Y
naturalmente, el enfoque pedagógico autorizará y/o desautorizará algunas técnicas y
métodos de enseñanza según su coherencia con el enfoque pedagógico y su
pertinencia y adecuación al tema de enseñanza.
Como podrá observarse, el enfoque pedagógico que asuma el maestro para enseñar
una ciencia no puede reducirse a los procedimientos técnicos que utiliza en la clase.
La perspectiva pedagógica es mucho más abarcante e inicia su despliegue perspicaz
desde que el profesor identifica las condiciones de enseñabilidad en la disciplina y
empieza a utilizarlas como puntos de partida para diseñar el plan de formación de sus
alumnos. Ello puede implicar diseñar la enseñanza en un orden distinto e incluso
contrario a la del científico, enfatizar unos temas y relegar otros, cuestionar y formular
problemas que para que el científico son axiomas o presupuestos triviales o prejuicios
implícitos, encontrar motivos de reflexión en procedimientos que para el científico son
meramente técnicos, e incluso activar preguntas en los alumnos que son consideradas
impertinentes en la versión actual y formalizada de la ciencia; incluso la relación entre
los conceptos teóricos y su confirmación empírica podrá siempre replantearse y
reconsiderarse pedagógicamente, más allá del rigor positivista del investigador, pues
de lo que se trata no es de aprenderse los resultados del científico sino formar
pensadores competentes de la materia, indagadores, según la opción pedagógica que
haya asumido el profesor.
Mucho menos conviene confundir la didáctica específica con alguna teoría sicológica o
sociológica, por contemporáneas que éstas sean, aunque algunos conceptos de estas
disciplinas puedan enriquecer y ser asimilados y aprovechados por alguna pedagogía
cognitiva o social, pues la pedagogía es también un campo intelectual abierto en el
que se reconceptualizan aportes de otras disciplinas3.
Sólo poseemos un mundo, el único que hemos aprendido a conocer y sobre el que
estamos obligados a actuar, un mundo insustituible, un mundo no desechable;
conservarlo habitable y hermoso es el compromiso humano, pero para que esto
ocurra se requiere todo un proceso consciente que abarca a toda la comunidad,
llámese familia, institución educativa, institución privada y/o pública, grupos sociales
de toda índole, es un llamado general a la acción, al compromiso con la vida.
En la interacción social los asociados mantienen sus lazos de unión basados en una
cultura que dialoga a través del asombro en la experiencia interpretante del lenguaje.
Lo que nos lleva a pensar que en la cotidianidad de la escuela se forma un modo de
ser, un ambiente donde el sujeto intentará llevar su visión del mundo a ambientes
diferentes.
Cuando se ingresa a la escuela se encuentra uno con un entorno ajeno al propio en
donde se gestan una serie de situaciones conflictivas, pero es al interior de estas
situaciones donde se comienza a construir nuestra identidad en la relación con lo
diferente, con lo ajeno o con el discenso, propiciando un encuentro de cosmovisiones,
intereses y necesidades.
CASO
Analice el siguiente caso, establezca el tipo de hombre que se hace “vida” en
la práctica pedagógica de la maestra, basada en metodologías directivas
centradas en la enseñanza; al mismo tiempo “caricaturice el deber ser”, para
un mundo que necesita ser comprendido, localizado, contactado, bajo ópticas
curriculares basadas en procesos.
Una vez en una escuela de allí “al lado” sucedió esta historia: Un niño dibujaba
e intentaba incluir en el dibujo un conejillo propuesto por la maestra en el
modelo.