Terapia Breve

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Los ntrumentos nes "os para mi trabajp on un gran reervoro de abides acs una fuente ilmitada de creatividad gustosa, una mirada caida ba: Gia ado presente, un ago metaniens de cbvervacion que me bermita peer lo cmb eimern y ries quo so producon Ahantro de ana personas y sina mente Quo adquere una Tulle perfecta no bien comienzat la sesién. Como siempre Ilevo conmigo feta natrumenal, no necstopropararmé en absluto para sll Al encuonze de na sivactn ue rnuiern min oriole Para ta pesin nfl dl mand no haya er ne ‘ni escribir nada, ni hacer nada, salvo estar present isponible, ‘cémodamente sentado en un sillén. chest Say un cna de orienta experiencia, extra yon tal Creo qu en tod persona, ne parent o ferpety el cambio Ann unt consent de ae txpreantipctmene ln difuncin. Pree provar ania to desc rir ls parametro el extant ol pacente, para loge furl hacia un etado do oncienca més cémodoen el ue pueden are In curacn ol eambioy la paz, Gan tn clase dea, camo xin hacen oo a, prefer que mis oyentesexperimenten un esta de ondonca thareda snr setae patos ue cean en mise. Sultrioe. Cuando empeos a pensar en ete eal hce varies tee, reflesoné sobre Ingram dapridad sue existria entre las txpertencios de sus dstioatarc: es quo asitrian ao letra Sentadoa en las inca sllas de una sla de runioncs versus Ios que escucharian trnqllamente uns prabacién magnetolsnica sou presenti versus lo ue lrian ne erin pres mis formal cuando se publican las acas del Congreso Compre que el euro no endea oportanidad de experimental eta i de concencnaterado dl que suslon disfrutar ipo, 0 omprobacn ne ingle Tenis roar clini, suelo guar I lene mental y sen sitvn de lon presents hacin un emul agradabe yenutivante mete pra coerp, mi yory ais palabras. Emporo, au sea il scanzar el grado de intimid que rina en mis consllorios ‘entan dela dstanci sca que os separa. Tampoo sl brin- {iat comdidad al cuerpo con esta sila rigidas. Por eso que oe erlonar a eta nudensn un fc visual sitencioso y fascinate ree miamo tiempo le permiierasbsorber con sus os ys ee evade ls sgeficaos dela plabras enti na reljcin ‘Riseular pec Para conseguti pedi ela dinamarquest Ka trina Grinn, integrante del dio Grinn & Bear-it,' que me acom- Fahme'y io diet Ta oportunidad de tolaarso con su hermosirs Bentees yelled kas ruego que aceptan ml invitacion y dal: Teese ouginy aus alabariamos' Si han de distract atencin es plas que emit i on den quel ena des dstrac- fim aa una deli callada qu escapade su contol (Katrina niin juagoe malabares) Elementos de terapia breve 2Qué es la terapia y qué tiene de especial, de tan especial, su ‘variante llamada eterapia broves? Una de ls similitudes que pre tentan las diversas terapias ea que todas contienen hasta cierto punto un elemento experiencial. Es deer (uno de los objetns oon que Joga Katrina cae estrepitesamente al piso), caemos de un estado de ‘ontiencia en otro en elque somasfuncionales y estamos exentos de Sintomas, Otra similitad radiea en que las distintas terapins re {Guieren que en su trascurso el paciente se comporte, siemtay pense do manera diferente. En algunas, se pide a todo un sistema do in dlividuos que interactxien entre sf de modo diferente. [ia terapia, ademas, persigue una meta. Quienes Ia solcitan quicren lograr algin resultado especitico que suele entrafar un Cambio constructivo en su modo de pensar, de sentir o de relacio ‘narse con otros. Por su duracién limitada, la terapia breve debe ser imas precisa en su definiciin de la meta por aleanzar. Estas mismas Tentriciones temporalesabligan alos torapeutas que la practiean prometer a sus pacientes, bajo palabra, que perseguirn con shine Ta meta cliniea convenida pese alos esfucrzos naturales de estos por disteaer el proceso, Una vez.que ha aleanzado prontamente la 24 ‘meta clinien, In buena terapin breve debe perpotuarla con igual pid ‘La terapia comin, con su marco temporal aparentemente il ‘mitado, a vocos permite quo los pacientes aeuman papoles pasivas ‘en cambio, la torapia breve requiere su partieipacién enérgicn. Esto Jos convierte en personas diferentes desde el comienzo del proceso ‘terapéutico. La terapia prolongada puede scr rigurosa 0 ecéctien, dead el punto de vista de su orientacidn ideoldgica, y fijar metas ‘vagas. La terapia breve es pragmastica en su metodologia clinica, y focal en sus metas, con Io cual estimula a quien la praetica a ponsar ¥ actuar, desde el principio, de mode diferente de eomo lo hace un, especialista en terapia prolongada, El poder de las palabras [En su formacién, los terapeutas adquieren muchas habilidades ‘que les permiten pulir sus tanieas clinics. Ellas entraiien no silo ‘1 uso de la palabra hablada y la lectura de ls eomunicacionescor- porales de otras personas, sino también el control del aparato vocal Yel dominio de su propio lenguaje corporal. Incluyen In capacidad de definir con precisisn una meta terapéutica y centrarse resuel- tamento en ella durante todo el tratamiento; de ser ereativas y exo- némicos en Ia erencién de estrategias clinieas a fin de que los pa- contes puedan modifiear su funcionamiento con rapilezy efeacin. ‘Hace muchos aiios, siendo psiquiatra residente del Hospital ‘Johns Hopkins de Baltimore, partcipé en una serie de programas didactioos sobre relaciones experionciales de grupo patrocinadas ‘por la Bscucla de Psiquiatrin de Washington. Se basaban en las in ‘estigaciones elinieas hechas por Wilfred . Bion en la Clinica © Instituto Tavistock de Inglaterra. En aquel pais, los programas (pigs. 26-7), El texto exprosa la esperanza de que el paciente concluya su trata: ‘miento en un estado mental casi perfecto y dosalienta toda discu iim de un contacto terapéutieo futuro. Para Ticho (1972), un autor orientado hacia cl psiconndliss, hasta el aco de asogurar al pacien- ‘te que pod volver a tratarze con el terapeuta debe mirarse oon re clo. En efecto, si el paciente estuviera verdaderamente preparado para terminar la terapia el clinio no se sentiria compelido a darle ‘sa sogurided ni la nocesitaria. “sta conoepeldn aboluta dela terminaelén es sostenida por mu: ‘hos autores destacados en leampo de la terapia breve (Davanloo, 1978a, 0; Mann, 1973; Sifpeos, 1972). Por ojomple, Mann y Gold ‘man (1982) dessconsejan enfiteamente que se informe al paciente ‘de que la terapia brove incluird un afo de soguimiento: “Ein ningiin momento del tratamiento el terapeuta menciona en ‘absolute la entrevista de seyuimiento, A él ineumbe eeriorarse de ‘que la fase de soparacién del tratamiento ea inequivoca; si no llega ‘aserlo, insinuar al paciente que la separacién no es genuina, que ‘habe mas tiempo disponibles (pig. 18, las bastardillas son mas) [Esto enfoque contrado en la terminacién se debe, en gran parte, ‘al hecho de que algunos terapeutas ven el proceso de terminaci ‘como una oportunidad ideal para quo el paciente resuelva (0 «re- labore») «definitivamentes algunas de las pérdidas dolorosas que hha experimentado duranta eu vida. A los ojos de estos elinicos, la terminacidn es también una ocasién para que el paciente logre po- ‘ner fin al tratamiento mejor de lo que lo hizo oon otras relaciones clave, De ahi la importancia decisiva del proceso de terminacicn y su apatrente earcter conclusive, Mann (1973) explica al respoct: Incumbe absolutamente al terapouta tratar on forma directa la ‘eaceién del pacionte ante la terminacién dela terapia, en todos sus aspectos y afectos penosos, si espera aytdarlo a aleanzar una com- prensidn vividamente afectiva de la indole, ahora impropia, de sa ‘emprano conflcto inconciente. Mis atin, el manejo activo y ado: ‘eundo de la terminacién permitiri al paciente interiorizar ol tera ‘peuta como remplazante o sustituto del objeto ambivalente tome 25 ‘prano, Rta vee la interioriznoidn serd mds positiva (aunque nunca Tower del tdo), menos eargadla de ira y de culpa, lo que hard de ta separacién un verdadero episodio de maduracidn. Bn esta fase do la terapia por tiempo limitado, no se debe pasar por alto la ra, elf ror la culpa y los sentimientos concomitantes de frustracion y de ‘miedo, que son los factores poderosos que impiden la interior Zzacin positiva y la separacién maduras (pég. 96, las bastardllas ‘son del original). ‘Muchos clinieos opinan que la terminaeién de la terapia no slo ‘es total y definitiva, sino que ademés es un proceso sumamente doloroso y turbulento para el pecionte (Edelson, 1963; Fox, Nelson ‘y Bolan, 1989; Gould, 1978) De hecho, algunos autores han llegado Alexiremo de compararia con el procaso de la muerte (cf. Mikkelson y Gutheil, 1979). En razén de sa intensidad y del vivo dolor que pro +oca, la terminacidn del tratamiento so considera una excelente ‘oportunidad para ayudar al paciente @ sbordar ede una vez por ‘tedase sus pérdidas anteriores. La «avalidads de la terminacién En tomo del proceso de terminacidn se ha desarrollado una ‘mitologia no respaldada por los hechas. Fl ideal de una terminacién fntensa y absokuta que deabamos de describir acaso refleje lo que ‘curre en una pequefia mainoria de eases. Pere la realidad es muy , American Journal of Pevehotheripy, 31, pgs. 7682. Reazen, P (1971) Freud ond hs followers, Nuove York: New American Li Siddall, Le B., Halley, NA. y Feinman, J. A. (1958) dntermttent brief ‘neripy in an HMO settings, Amerian Jeurnat of Peyhotherapy 1882, igs. 98-106. Sifnece,P. (972) Shor-term peychotherapy and emotional eras, Cam- ‘bridge, MA: Harvard University Press. Sifecles (1949) Ondipur the hing, trad. D. Groen, on C. A. Roblnson, An ‘holegy of Grec drama, 1 serio, Nueva York: Holt Rinohart & Wins: ‘on, pos 85.100. (La verign orginal data doc 429 a.C.) ‘Taube, CA, Goldiman, HH, Burns, BJ. y Kessler, LG. (1985)

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