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MMPI-2" Inventario Multifasico de Personalidad de Minnesota-2 S.R. Hathaway y J.C. McKinley Comité de tipificaci6n del MMPI-2: J.N. Butcher, W. Grant Dahlstrom, J.R. Graham, A. Tellegen y B. Kaemmer MANUAL Adaptacién espanola: Alojandro Avila Espada y Fernando Jiménez Gémoz (8° edici6n, revisada y ampliada) TEA! PUBLICACIONES DE PSICOLOGIA APLICADA TEA Ediciones, S. A. MADRID - 2002 INDICE EFACIO A LA VERSION ESPANOLA .. 5 AGRADECIMILNTOS: 7 a Hes eta h ete Eve Ree, ee WtneW ds enna ee eae a - INTRODUCCION 13 1.1, Propésito del MMPI-2 . B 1.2. Desarrollo del MMPI original. 3 1.3. La necesidad de una nueva tipificacién ........ PEpeECeN Gees ee aueam. 1.4. Nueva tipificacién original del cuestionario. 16 1.5. Preparaci6n de los baremos nacionales americanos 18 . APLICACION Doe a ere ena eters ee 23 2.1. Cualificaciones bisicas de los usuarios del MMPL-2 23 2.2. Responsabilidad ética del usuario del test. 24 2.3. Aplicacién del MMPI-2 . wee aad i 24 2.4. Condiciones del examen es 5 i 26 2.5. Ficha técnica . 27 2.6. Materiales del test... 28 3. CORRECCION Y CODIFICACION. 29 3.1. Correccién manual de las Hojas de respuestas .... .. 29 3.2. Elaboracién del perfil basico . 29 3.3. Codificacién del perfil. 31 4. INTERPRETACION ......- Peet toe 35 4.1. Interpretaci6n del MMPI-2................6202265 ae laa 35 4.2. Determinacién de la validez del ited 36 4.3. Las escalas clinicas . 44 4.4. Combinaciones de los cédigos. . 59 4,5. indices y procedimientos de clasificacién. PET TEE 60 4.6. Las escalas suplementarias. 62 4.7. Las escalas de contenido - 68 4.8. Subescalas ....... poauprsn 2 5. LA ADAPTACION ESPANOLA. a mle Pane _ “ 77 5.1. EI MMPl en Espafia.......... ete Py 77 5.2. El proceso de adaptacién del MMPL-2 78 5.3. Convergencias y diferencias de la nueva versién espafiola del MMPI-2 respecto de las otras versiones en lengua espafiola . 80 5.4. El proceso de validacién i 82 5.5. Caracterstcas estructurales de la version espafiola en la poblacién normal 84 6. EFJEMPLO DE INFORME CLINICO. 89 ivoice O 3 7. LA ADAPTACION ARGENTINA 93 7A. Introducci6n. «6... eee eee eee eee eee ion 8 7.2. El desarrollo de la adaptacién argentina del MMPI-2 3 | 7.3. Estudios sobre validez y fiabilidad 94 7.4, Normas para la interpretacién 95 7.5. Comparacién transcultural 96 | 8. BIBLIOGRAFIA .............. sengezgmeqemaeas frei 101 APENDICES. . .. . . a i 41 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 PREFACIO A LA VERSION ESPANOLA Desde la publicacién de los primeros trabajos sobre el MMPI-2 ha existido un interés inte sobre las novedades que la renovacién del MMPI original supone. Espaiia nunca ha un territorio tan prometedor para el MMPI como lo ha sido Estados Unidos, debido en an medida a las deficiencias que presenté la versién espafola de la primera edicién del estionario, los problemas de los baremos espafioles -que no pudieron ser aceptados ofi- almente al no autorizarlo la Universidad de Minnesota, y a pesar de los esfuerzos de TEA al sspecto- junto con la crisis que atraves6 la cultura de la evaluacién conducida bajo criterios sicométricos, crisis que durd durante los setenta y parte de los ochenta. Con todo, el MMPI asido, junto al 16PF, Rorschach y el TAT, uno de los instrumentos mas utilizados, validos y ables en la evaluacién de la personalidad con objetivos clinicos. Tras el espejismo que supuso durante dos décadas el neto reduccionismo a una evalua- El equipo de investigadores que ha acogido, por encargo de la Universidad de innesota, la tarea de realizar la versin espafiola del MMPI-2 tiene la esperanza de que este trumento de evaluacién (y su hermano gemelo el MMPI-A [Adolescentes], actualmente en de adaptacién), contribuya a clarificar y mejorar el panorama de la evaluacién clinica de base psicométrica en Espafia. E| impulso e interés que nos ha transmitido James N. Butcher, les internacionales del MMPI-2 y el MMPI-A, confrontadas en el taller celebrado en Brujas n Julio de 1992, fueron la base para nuestra tarea. Desde ahi, y con el apoyo inestimable de Ta propia Universidad de Minnesota, hemos culminado un trabajo que nos enorgullece. Alejandro Avila-Espada y Fernando Jiménez-Gémez U ersidad de Salamanca, Espafia. PREFACIO A LA VERSION ESPANOLA O15. NOTA A LA 3? EDICION Se ha ampliado esta edicién incorporando un nuevo capitulo con motivo de la adapta- cién argentina del MMPI-2, realizada por la profesora Marfa Martina Casullo. En él se pre- senta toda la informaci6n referente a la construccién del Cuadernillo argentino y a los estu- dios de validez y fiabilidad de la adaptacién, asi como las pautas de interpretacién en fun- cidn de la muestra normativa y las comparaciones transculturales entre los sujetos norteame- ricanos, espaioles y argentinos. Por dltimo, se presentan en un nuevo apéndice (apéndice E) los baremos argentinos de todas las escalas, con medio millar de casos de cada sexo. 6 G1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 AGRADECIMIENTOS ‘Los coordinadores del proyecto de adaptacién espafola del MMPI-2, en el marco de la de Investigacién en Psicologia Clinica y Psicoterapia de la Universidad de manca, desean expresar su gratitud por la ayuda desinteresada proporcionada por un © ndimero de investigadores y profesionales que en diversas regiones ha hecho posible ninar este proyecto: EQUIPO DE INVESTIGACION DE LA ADAPTACION ESPANOLA DEL MMPI-2 ION lejandro Avila-Espada ION TECNICA, jones, Madrid) jones: aque Victoria Arroyo Sénchez ictoria Ferrante ando Jiménez Gémez siento y andlisis de datos: * Guadalupe Sénchez Crespo Jess R, Herrero Sanchez STURIAS wrdinador de zona: {Antonio Aguado Leon IministraciGn de pruebas y recogida de datos: Julio Bobes Garcia M2 Angeles Alcedo Rodriguez. 'M* Teresa Bascardn Fernandez * Angeles Flores Garcia M+ Paz Gonzélez Garcia Portilla Matilde Navarro Dorbert Manuel Bousofio Garcia IAS. dinador de zona: L, Gonzélez de Rivera y Revuelta istracién de pruebas y recogida de datos: D. Carlos de las Cuevas Castresana D Ana Luisa Monterrey Llanes 1 DE APOYO A LA COORDINACION DEL 0 COORDINACION Prof. Fernando Jiménez-Gémez Vietoria Ferrante (U. Buenos Aires); D. Nicolés Seisdedos, D.* Sara Corral y D. Jaime Perefia (TEA ANDALUCIA oordinador de zona: Profs. Alfonso Blanco Picabia y Jose Manuel Rodriguez Gonzélez Administracién de pruebas y recogida de datos: Prof. Blanca Moreno Mitjana D.* Monserrat Gémez de Terreros Ds Rosario Antequera Jurado Ds M2 José L6pez Lopez BALEARES Coordinador de zona: Prof. Serafin Carballo ‘Administracin de pruebas y recogida de datos: Di Elena Carlderén Marcos Dz Joana Castell Colom Da Julia Mo Mejas Rodriguez D.* Mar Coral Minguez Artiguez D2 M2 Rosa Montiel Garcia Ds Francisca Torrandell Pieras CANTABRIA Coordinador de zona: Prof. Jose Antonio del Barrio Administracién de pruebas y recogida de datos: Ds Ada Jeanette Afane Castro (M2 Teresa Fernindez Mallo ‘Acrapecimientos Q 7 CATALUNA Coordinador de zona, administracién de pruebas y recogida de datos: Prof. Gloria Aguirre Llagostera COMUNIDAD DE MADRID Coordinador de zona: Prof. Carlos Rodriguez Sutil Administracién de pruebas y recogida de datos: D, Céndido Sanchez Prof. Isabel Calonge Romano De Isabel M.? Martinez Higueras De Maria Luz Rubi Cid EXTREMADURA Coordinador de zona: Prof. Joaquin Ingelmo Fernandez Administracién de pruebas y recogida de datos: Prof. Margarita Gozalo Delgado Prof. M.* Isabel Ramos Fuentes MURCIA Coordinador de zona: Prof. José Buendia Vidal Administracién de pruebas y recogida de datos: Ds Pilar Balanza Martinez D. José Manuel Mira Engo D. Antonio Riquelme Marin D. Juan Carlos Sanchez Sénchez NAVARRA Coordinador de zona: 1D. Adoracién Mainer Administracién de pruebas y recogida de datos: D Juana Maria Biedma Lopez CASTILLA Y LEON/CASTILLA-LA MANCHA Coordinador de zona: Prof. Fernando Jiménez Gomez Administracién de pruebas y recogida de datos D. Vicente Merino Barragin Prof. Jess R. Herrero Sanchez Prof. Antonio Garcia de la Hoz D. Agustin Mendoza Martin de Rodrigo Prot. Guadalupe Sanchez Crespo D2 Nuria Herrero COMUNIDAD VALENCIANA Coordinador de zona: Prof. Elena Ibafiez Guerra Administracion de pruebas y recogida de datos: Prof. Doroteo Garcia Riafio Prof. José Soriano D.* Rocio Romero GALICIA Coordinador de zona: D. José M. Lopez Campos Administracién de pruebas y recogida de datos: D2 M2 Dolores Sebio Brandariz LA RIOJA Coordinador de zona, administracion de pruebas ) recogida de datos. Prof. Nicolas Fernandez Losa Pais VASCO Coordinador de zona: Prof. Maite Garaigordobil Landazabal Administracién de pruebas y recogida de datos: D Concepcién Alegre de Vega D.* Yolanda Ballorca D. Dolores Casal D. Okon Martinez de Martioda D.* Mercedes Larrézabal D. Jerénimo Melchor Garcia D Me Soledad Modragén D. Bitzori Odriozola D. lavier Ogando Prof. Mikel Plazaola D. Patxi Sansinenea D. Federico Verastegui 8 O INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 onas e instituciones: institucional, ‘Cémputos de la Universidad de Minne- AGRADECIMIENTOS ité de Tipificacién desea expresar su agradecimiento por la ayuda realizada a las CAROLINA DEL NORTE Programacién: Jeffrey Brooks Edward Cumella Don Hopkins Procesamiento y andlisis de datos: Susan Birchfield Jeanne Bumberry Leona Dahlstrom katy Fleer Susan Hazlett Cynthia Peterson Consultores del proyecto: Gerda Fillenbaum, Ken Pauwels Recoleccisn de datos: Bambi Caruthers Margaret Douglas Tracy Eells Lina Hall Deborah Lawrence Stephen Ostrander-Lally Gretchen Reevy Tamara Goldman Sher Carol Sweeney Andrea Weyermann Bobby Winston Censores: Gregg Buongiormo Sally Carlin Jamie Crist Heidi Neiswender John Peterson Steve Sayers Donna Marie Winn Cooperacién institucional: Servicio de Computacién académica de la Universi- dad de Carolina del Norte Instituto para la Investigacién en Ciencias Sociales Centro de Computacién Tringle Universities AGraDEcIMIeNTOs Q 9 OHIO Cooperacién institucional: Universidad del Estado de Kent, Departamento de Psicologia para asistencia de graduados Centro de Célculo de la Universidad del estado de Kent, consulta estadistica y analisis de datos Iglesia Unida Metodista de Kent, Reverendo Jerry Butcher, facilidades para administracién a sujetos VIRGINIA Recogida de datos: Coordinador: Robert Archer Raymont Gordon MUESTRA MILITAR Eric Bowman, Academia naval, Annapolis ‘Tommie G. Cayton de la Base Aérea de Lackland, San Antonio, Tx, Susan Colligan, del Hospital Naval, Oacland, Ca Jerry, R. DeVore, Dwight David, del Centro Médico Eisenhower del Ejército, Augusta, Ga. Thimothy Jeffrey, del Centro Médico de la Universi- dad de Nebraska Rahn Minegawa, del Cuerpo de Marina de los EE.UU. PENNSYLVANIA, Recogida de datos: ‘Coordinadior: Stephen Husband Coordinador: Michael Snyter Marsha Snyter WASHINGTON Recogida de datos: Coordinador en Seattle: Joanne Ite Donna starr, Muckleshoot Tribal Council Administracién: Virginia Cross, Muckleshoot Tribal Council Judi Flatz, Seattle Robin LaDue Ron Smith Censores/Obtencién de muestra Rustin Aston Judy Hall Leesa james: Winona Wallace Cooperacién institucional: Consejo de la Reserva india de Muckleshoot NATIONAL COMPUTER SYSTEMS Realiz6 el servicio de puntuacién y procesamiento de datos en todo el proyecto de tipificacién. Agra- decemos, en particular, la asistencia realizada por Kevin Moreland y Chuck Lyons. 10 G1 INVENTARIC MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 PREFACIO Cincuenta afios después de que Starke R. Hathaway, psiclogo clinico, y J. Charnley McKinley, neuropsiquiatra, iniciasen el trabajo sobre el test Minnesota Multiphasic Personality Inventory en la Universidad de Minnesota, contamos con una versin actualizada y nueva- mente tipificada denominada test MMPI-?. Los ustiarins familiarizados con este instrumento de evaluacién, encontraran intactos la mayor parte de los rasgos tradicionales del MMPI: el conjunto de escalas basicas, perfiles separados para varones y mujeres, claves de correccién manual y baremos con y sin correcciones K. Sin embargo, un examen mas profundo revela importantes mejoras y modificaciones en la redaccién de los {tems; nuevos elementos que cubren dreas de contenido no representadas en el MMPI original; indicadores adicionales de validez y escalas suplementarias; y un nuevo método de escalamiento de puntuaciones T para las escalas. En lo posible, se ha mantenido la tradicién interpretativa del MMPI, aunque los cambios realizados aumentan la utilidad del instrumento. El cambio ms significativo en el test implica incorporar nuevos baremos nacionales que son mucho més representativos de la actual poblacién de los Estados Unidos. Los nuevos datos de tipificacién se basan en muestras de varones y mujeres adultos de varias regiones geugrdficas del pats, y desde el principio se incluy6 un ndmero significative de personas de grupos étnicos y raciales minoritarios. Una segunda mejora importante del Cuestionario es la introduccién de un formato mas consistente para las puntuaciones T en el perfil basico del test. Las puntuaciones de los suje- tos de la tipificacién en ocho de las escalas clinicas basicas (omitiendo las escalas 5 y 0) han sido distribuidas de un modo claramente distinto: en lugar de determinar las puntuaciones T lineales simples de la media y la desviacién tipica empfricas de una escala, se generaron pun- tuaciones T uniformes para producir esencialmente el mismo rango y la misma distribucién en todas las escalas clinicas basicas utilizadas en los procedimientos tradicionales de codifi cacién (i.e., cGdigos de 2 6 3 puntos elevados). También se han proporcionado comparacio- nes de esas puntuaciones T uniformes tanto con las puntuaciones lineales tradicionalmente utilizadas en el perfil MMPI como con los formatos de puntuaciones T normalizadas pro- puestas por otros investigadores. Es también importante sefialar que tanto las medias como las desviaciones tipicas empi- ricas de los sujetos del nuevo grupo nacional de referencia son més altas que las que se encontraron en varones y mujeres del grupo normativo original examinado por Hathaway y McKinley justo después de la Segunda Guerra Mundial. Por consiguiente, los experimentados usuarios del MMPI encontraran que las puntuaciones T basadas en los nuevos baremos no estin tan desviadas como las basadas en los baremos del test original. Criterios menos res- trictivos, que reconocen de forma particular la potencial significacién del incremento en el rango 65-69 de las puntuaciones T, quiz requieran una interpretaci6n de perfiles MMPI basa- da en los actuales grupos normativos. Ota mejora significativa es que los items del MMPI-2 han sido editados eliminando ambigiledad, terminologia sexista y contenido anticuado, y los items de contenido dudoso han sido anulados. Ademés, las escalas suplementarias incluyen un conjunto de nuevas medi- Preraco Q 11 das e incluso experimentales; un conjunto de indicadores nuevos (la escala F-Back y las medidas de consistencia VRIN y TRIN); un conjunto de nuevas escalas de contenido y nue- vas medidas de diferenciacién de género en la identificacién con el rol masculino y femeni- no. Como sucedié con el MMPI original cuando fue introducido, quedan numerosas cues- tiones interpretativas sin resolver. Algunas caracteristicas nuevas -puntuaciones T uniformes, construccién de escalas de inconsistencia, la escala suplementaria F y las nuevas escalas de contenidy- se han intoducide con la esperanza de que su impurtancia serd demustrada en posteriores investigaciones. Por otra parte, en el Comité de Tipificacién, atin no existe con- senso en este campo, ni para esta cuestién, en lo que se refiere al uso de las subescalas suti obvio, y al uso de las escalas de diferenciacién de género y su interpretacién como medidas del rol de género. En la tradici6n del uso y desarrollo del MMPI, estas cuestiones esperan futu- ras investigaciones para su resoluci6n. Los miembros del Comité de Tipificacién del MMPI y la University of Minnesota Press estén orgullosos de presentar una versi6n modernizada y mejorada de un test de personali- dad, de fidelidad y valor probados, desarrollado y aplicado en la primera mitad del siglo. Esperamos que el MMPI-2 demuestre ser més util que su predecesor. Minneapolis, Julio 1989 12 1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 1, INTRODUCCION <1, PROPOSITO DEL MMPI-2 El Inventario Multifasico de Personalidad de Minnesota (MMPI-2) es un test de implio espectro diseflado para evaluar un gran namero de patrones de personalidad y fastornos emocionales. Puede aplicarse ficilmente individual o grupalmente. Se equiere un nivel de comprensién lectora de 2° de ESO, asi como un nivel satisfacto- de cooperacién y de compromiso para esponder al Cuestionario completo. El test proporciona controles internos en el caso de que estos requisitos generales no se satisfagan. £1 MMPI-2 proporciona puntua- jones objetivas y perfiles determinados a tir de baremos nacionales bien docu- entados. Los resultados de afios de inves- ligacién acerca de las escalas componentes del MMPI y de sus patrones de interrelacién in disponibles para guiar la interpreta- ién de las puntuaciones del MMPI-2. La atura sobre las investigaciones del PI proporciona abundantes datos sobre modo en que el MMPI-2 puede ser apli- cado en numerosos campos de evaluacién. |.2, DESARROLLO DEL MMPI ORIGINAL El Cuestionario fue desarrollado en el hospital de la Universidad de Minnesota con grupos de no-pacientes (visitantes de s salas y clinicas que se prestaron volun- jos para hacer el test, para ocupar el pO mientras esperaban a amigos o pa- entes que recibian tratamiento médico). tos no-pacientes eran representativos de poblacién adulta del estado de Minne- ta durante los afios 30: la mayoria esta an casados, con edades entre 16 y 65 afios on un promedio de treinta y tantos afios-, vivian en pequefias ciudades o areas rura~ les, y con un nivel de escolarizacién de octavo grado. Hathaway y McKinley empezaron a tra- bajar en el test a finales de 1930 con ayuda financiera de la Universidad de Minnesota. En 1940 publicaron su primer articulo sobre el Cuestionario (Hathaway y McKin- ley, 1940). En él, resumian los pasos que habfan seguido para escribir y editar los items del Minnesota Personality Schedule. Varios aiios antes, los autores habian con- seguido ideas para los potenciales items a partir de muchas fuentes, incluidos nume- roses textos de entrevista psiquistrica y diagnéstico diferencial, actitudes sociales y emocionales y procedimientos en persona- lidad. Cada item fue escrito en forma de declaracién de alguna experiencia perso- nal, creencia, actitud 0 interés. Los autores desarrollaron un conjunto de més de 1000 items potenciales, pero eli nando los muy similares y los mal redacta- dos, redujeron el conjunto de items a 504. Cada frase fue redactada gramaticalmente para evitar la impresién de afectacién, exa- men formal o interrogatorio. Posteriormen- te, muchas de esas frases, referidas a con- tratiempos, molestias e incluso experiencias raras, fueron redactadas en forma de items negativos para evitar la probabilidad de un patrén uniforme de respuestas a Verdadero. El contenido de los items originales refle- jaba el rango de trastornos psiquidtricos médicos y neuroldgicos en los que los in- vestigadores estaban interesados. Después de un considerable trabajo preliminar con la lista, Hathaway y McKinley afiadieron nuevos items para cubrir las caracteristicas del rol de género y un estilo defensivo de Intropuccion O13 auto-presentacién. Estas adiciones convir- tieron el numero original de items en 550 (algunas versiones del MMPI incluyeron la duplicacién de 16 ftems para facilitar la correccién mecanica disponible en esa 6poca, lo cual convertia el ntimero total de items en 566). La primera escala desarrollada para el MMPI se basé en un contraste sistematico entre las respuestas dadas al test por un grupo de pacientes neuréticos cuidadosa- mente seleccionados que manifestaban un trastorno hipocondriaco y las respuestas dadas por un grupo de visitantes del hospi- tal, no-pacientes. Los items a los que se res- pondié de forma diferente por estos dos grupos, en un grado estadisticamente signi- ficativo, fueron identificados y combinados en una escala preliminar de Hipocondria (McKinley y Hathaway, 1940). Entonces se recogié una muestra adicional de neuréti- cos hipocondriacos, y la escala preliminar tuvo una validacién cruzada en estos nue- vos casos para demostrar que esta medida proporcionaba una base formal para sepa- rar pacientes de no-pacientes. Se llevaron a cabo estudios de compara cién y validaci6n cruzada similares en otros grupos de pacientes neurdticos: histeria de conversién (McKinley y Hathaway, 1944), psicastenia (McKinley y Hathaway, 1942), y reaccién depresiva (McKinley y Hathaway, 1942). Se desarrollaron tres escalas mas usando pacientes que manifestaban trastor- nos psicdticos: psicosis_maniaco-depre- siva, fase maniaca (McKinley y Hathaway, 1944), paranoia y esquizofrenia (Hathaway, 1956). Dos tltimas escalas completaron el conjunto basico de las escalas clinicas del MMPI: Desviacién Psicopatica (McKinley y Hathaway, 1944) y Masculinidad-Femini- dad (Hathaway, 1956). Posteriormente se afiadié al conjunto una décima escala: la de Introversi6n social, desarrollada en la Universidad de Wisconsin por LE. Drake (Drake, 1946; Drake y Thiede, 1948). Como veremos después, estas mismas escalas, con modificaciones, componen el conjunto actual de escalas clinicas en el perfil del MMPI-2. Cuando el MMPI se publicé por primera vez en 1942, Hathaway y McKinley propor- cionaron al usuario tres indicadares de vali- dez de las respuestas dadas al test por un sujeto: el nimero de items del Cuestiona- rio dejados sin contestar (puntuacién en Interrogante), una medida de fingimiento defensivo (Escala L) y una medida de res- puestas al test extremadamente desviantes © azarosas (Escala F). Estos indicadores ayu- daban al usuario del Cuestionario a evaluar la posibilidad de que el registro del instru- mento estuviera contaminado o viciado por el fracaso del sujeto para respetar de una u otra forma las instrucciones del test. Pos- teriormente se afiadi6 un cuarto indicador de validez: la escala K (Correccién) (Meeh| y Hathaway, 1946; McKinley, Hathaway y Meehl, 1948), para valorar la posibilidad de que el sujeto hubiera contestado al MMPI con una tendencia sutil, pero persistente, tanto a encubrir (puntuaciones altas) como a exagerar (puntuaciones bajas) sus proble- mas y dificultades. Como se explicara des- pués, ademds de este papel como indicador de validez, la puntuacién de la escala K puede usarse también pata afiadir pondera- ciones correctivas a cinco de las escalas del conjunto clinico. Los datos procedentes del grupo de varo- nes y mujeres no-pacientes de Minnesota se usaron para convertir las puntuaciones directas en puntuaciones lineales T de las escalas de validez y clinicas. Estos baremos del test han sido usados en los perfiles estandar del MMPI por todo Estados Unidos y en muchos otros paises (también se han desarrollado baremos especiales para algu- nas traducciones del MMPI [Butcher y Pancheri, 1976]). Ademas se desarrollaron conjuntos alternativos de baremos para adolescentes, escolares y personas mayores 14 C1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 strom, Welsh y Dahlstrom, 1972). una de esas aplicaciones utiliz6 la posicién de escalas en el perfil estin- pr, si bien no se utilizaron correcciones K n los baremos de adolescentes. En algu- Os programas informaticos, las puntuacio- es T normalizadas reemplazaron a las untuaciones lineales T desarrolladas por lathaway y McKinley (Finney, 196 olligan, Osborne, Swenson y Offord, ). Sin embargo, las transformaciones las puntuaciones T normalizadas se con- fieron en perfiles que son bastante dife- ites a los perfiles basados en las pun- iciones T originales de Hathaway y Kinley (Hsu, 1984). LA NECESIDAD DE UNA NUEVA TIPIFICACION Después de 1950, se establecio el for- to del MMPI. Su aceptacién crecié sin en los Estados Unidos y, traducido a as lenguas, su uso se extendid por todo mundo. En muchos nuevos ambitos en que ha sido introducido con una gran iedad de propésitos (p.cj., seleccién de onal, admisin en programas académi- instruccién militar) han surgido cues- acerca de algunos de los items que tan del ajuste sexual, funciones corpora- y temas religiosos. Si bien estos temas en evidente relevancia para las evalua- jones médicas y psiquidtricas para las que est fue originariamente desarrollado, en contextos frecuentemente fueron jiderados como innecesariamente in- y censurables (Butcher y Tellegen, 16; Walker, 1967). Como la cultura ha biado, casi cinco décadas después de los items fueran originariamente escri- por los autores del test, también han jido cuestiones acerca de términos se- las, expresiones idiomaticas anticuadas erencias a material literario y activida- *s de recreo cada vez mas desconocidas. El extendido uso del test y esos cambios culturales han hecho necesario reeditar los tems del MMPI. Lo que es mas importante, la creciente evidencia de que la poblacién ahora responde a algunos de esos items de forma sustancialmente distinta (Colligan y otros, 1983; Dahlstrom, Lachar y Dahlstrom, 1986) cred la necesidad de una tipificacién con baremos actuales. Hathaway y McKinley planificaron reco- ger un ntimero sustancialmente mayor de sujetos para sus muestras de no-pacientes (2.5004), pero las limitaciones de fondos en el periodo de depresién econémica les obligaron a conformarse con menos de un tercio de lo que pretendian (724). Aunque la validacién intergrupos fue posible, por los variados grupos de criterio en pacientes, no fue posible una validaci6n intergrupos de no-pacientes. Por tanto, los baremos so establecieron sobre una sola muestra nor- mativa. Un resultado esperable fue que muchas de las transformaciones de las pun- tuaciones T de las escalas basicas resultaron demasiado bajas. Otro factor significativo que redujo los baremos de Hathaway y McKinley en relacién a los nuevos bare- mos, fue el mayor ntimero de omisiones en las originarias muestras normativas. Las muestras originales usadas para establecer los baremos del MMPI resultaron también limitadas por la inadecuada representacién de adultos de diferentes regiones, marcos culturales y grupos étnicos y raciales. Aunque la muestra de no-pacientes recogi- da por Hathaway y McKinley fue represen- tativa de la poblacién de Minnesota de los afios 30 -en términos de rango de edad, nivel educativo y antecedentes socioeconé- micos-, fueron reclutados pocos negros, nativos americanos 0 miembros de otras minorias debido a sus procedimientos de muestreo. Un programa de muestreo a nivel nacional proporcionaria la oportunidad de subsanar esas limitaciones de los baremos del test original. IyrropucciON O15, . NUEVA TIPIFICACION ORIGINAL DEL CUESTIONARIO. Se preparé una forma especial de inves- tigacién del MMPI para el proyecto de tipi ficacién, denominada "Cuadernillo AX" (adulto experimental). Se mantuvieron los 550 items originales (82 de ellos modifica- dos por las razones sefialadas y anulados los 16 duplicados). Se afiadieron 154 items provisionales, formando un total de 704 items en la forma AX. Algunos de estos nue- vos items fueron versiones revisadas de otros ya existentes, introducidos para deter- minar si podrian constituir mejoras sobre la terminologia original. Pero la mayorfa de las adiciones fueron disefiadas para propor- cionar una mejor cobertura de temas y reas de interés que no habian recibido atencién adecuada en el originario conjun- to de items (Schofield, 1966). Estos items se destinaron a reemplazar a otros que eran culturalmente inadecuados o psicométrica- mente poco fiables, asi como a servir como fuente de medidas suplementarias en las dreas de conducta familiar, trastornos ali- mentarios, abuso de sustancias, buena dis- posici6n para el tratamiento y la rehabilita- cién o interferencias en el trabajo. Se crearon formas adicionales para reu- nir informacién biografica y suplementaria acerca de la muestra de adultos cuyas res- puestas podrian usarse para establecer los nuevos baremos del test. La informacién suplementaria incluyé una medida de recientes cambios significativos en las vidas de los sujetos' y, en individuos que se pres- taron voluntarios para ser examinados junto con sus cényuges parejas’, del grado de " Adaptado a partir de Holmes y Rahe, 1967. ‘Adaptado a partir de la Escala Katz de Ajuste, Forma R (Katz, 1968) satisfaccién que experimentaban en sus relaciones’ Se contacté con sujetos de entre 18 y 90 afios a través de varios métodos, principal- mente mediante correspondencia directa a partir del listin telefénico y de listas de pro- paganda. En una localidad -Chapel Hill, Carolina del Norte- los sujetos fueron requeridos mediante avisos y llamadas especiales, asi como mediante respuestas a contactos con sujetos apuntados en listas de zonas estratificadas de captacién. La muestra fue extraida de comunidades de siete estados: California, Minnesota, Caro- lina del Norte, Ohio, Pennsylvania, Virginia y Washington. Ademas se afadieron, pro- porcionalmente a la muestra, sujetos de grupos de individuos evaluados en reservas indias y en varias bases militares, ya que estos sujetos no podrian haber sido contac- tados a través de otros métodos de recluta- miento. Como ya sefialamos, se hizo un especial esfuerzo por reclutar parejas que estuvieran casadas o conviviendo durante un afio como minimo. Esto permitié obte- ner diversas evaluaciones de personalidad y conducta de la muestra de sujetos a partir de personas que probablemente conocian bien a los sujetos. Inicialmente se aplicé el test a alrededor de 2900 sujetos para incluirlos en la mues- tra de tipificaci6n. Un examen del acabado y de la validez de las hojas de respuestas e informacién de los antecedentes redujeron el ntimero total de sujetos de las muestras normativas a 1138 varones y 1462 mujeres, un total de 2600. La razén més frecuente para eliminar a un sujeto de la muestra fue la de un protocolo MMPI inaceptable: excesivas omisiones de items (40 0 mas de los 704 items); o una puntuaci6n excesiva- 9 Adaptad a partir de la Escala de Ajuse Distico de Spanier (Spanier, 1976) 16 Q) INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 TABLA 1. DISTRIBUCION GEOGRAFICA DE LOS SUJETOS: EN LA MUESTRA DE TIPIFICACION ORIGINAL VARONES | MUJERES ae Frecuencia | % | Frecuencia | % California 12 98 132 9,0 Minnesota 266 23,4 296 203 Carolina del Norte | 181 15,9 307 7,0 Ohio 196 172 254 174 Pensylvania 123 108 182 125 Vir 109 946 144 99 Washington 106 93 m1 7,6 Militar (a) 18 16 6 o4 Reserva india (b) 7 24 30 24 Total 1138 | 1000 | 1.462 | 1002 (a: Personal en servicio activo evaluado en varias bases militares de EEUU. {@) Nation amescanas adits residents ea vesena federal del estado de Washington. mente alta (de 20 0 més) en cualquiera de ‘escalas F: la escala F estandar o la esca- comparable Fb, de 64 items, derivada de segunda mitad del cuadernillo del test ,, usando el mismo criterio de respuesta 10% 0 menos) que los autores utilizaron para construir la escala F. Fuentes adicio- les de casos problematicos fueron el ener incompletos 0 ausentes los datos bio- réficos 0 los referentes a sucesos recientes su vida y omitir la identificacién de echa de nacimiento o de sexo. En la Tabla 1 hay una lista de la distribu- ién geogréfica de los varones y mujeres luidos en la muestra de tipificacién. La jestra de nativos americans procede de na, Washington, y la muestra militar de jumerosas bases militares de cuatro esta- fos. Las distribuciones de puntuaciones de is diferentes regiones geograficas son bas- nte cotejables sobre las escalas, Estos des- s métodos diferentes de reclutamiento oporcionaron grupos similares de varones y mujeres en la muestra de tipificacién. Asimismo, dado que las valoraciones de los voluntarios varfan mucho entre las diferen- tes muestras, la similaridad de sus distribu- ciones sugiere contundentemente que los factores de influencia de los voluntarios no han incidido significativamente en los bare- mos. Los antecedentes étnicos y raciales de estos varones y mujeres se muestran en la Tabla 2 comparados con el censo de los Estados Unidos (Bogue, 1985)’. Aunque las proporciones son bastantes comparables con las de negros y minorfas de nativos americanos en este pais, el subgrupo his- pano y el asio-americano estén poco repre- sentados en la muestra de tipificaci6n. Comparaciones similares entre el censo de 1980 y la muestra de tipificacién por edades (Tabla 3), afios de escolarizacién completados (Tabla 4) y estado civil (Tabla 5), revelan que las caracteristicas mas dis- pares de la muestra en comparacién con Dado que la oficina del Censo de fos Estados Unidos no sueleincluie una divisién adicional para hacer que estos datos se ajustasen alas del censo,abivariamente, ol 56% de los que se autoidentificaron como de oxigen hispano se incluyeron como “blancos" y el 44% “com “otros” (EEUU. Oficina del Censo, 1983). Inteopuccion O17 los datos reales del Censo de EE.UU. se refieren a sus antecedentes educacionales. En la muestra normativa existe un exceso de varones y mujeres adultos con educa- ci6n postuniversitaria y una baja represen- tatividad de los que completaron la escola- ridad media 0 secundaria, 0 que no obtu- vieron diploma de bachiller. Los datos ocu pacionales y de ingresos reflejan ese mismo sesgo hacia niveles socioeconémi- cos altos en el grupo normativo (ver tablas 6 y 7). No obstante, las distribuciones de las muestras normativas sobre estos diver- sos indices de estatus socioeconémico parecen estar prximas a las de los sujetos tipicos que suelen ser examinados con el MMPI cn varios lugares de los Estados Unidos. TABLA 2. ORIGENES ETNICOS DE LOS SUJETOS EN LA MUESTRA. ‘COMPARACION CON EL CENSO DE 1980 VARONES MUJERES Grupo étnie Reestandarizacién Reestandarizacién Censo, Censo Frecuencia | % A Frecuencia Am Asiaticos 6 05 | 05 15 2B 09 09 | 15 Negros we} ua | ia 10,1 18 | 129 | 129 | 109 Hispanos 35 3A * ‘ 38 2.6 . # Indios Americanos 38 aa | 33 05 39 27 27 | 05 Blancos 933 | 82,0 | 03,7 | 05,2 | 1184 | 81,0 | 824 | 847 Otros 0 o| 13 7 0 ° 1 2, Total 1138 | 1000 | 999 | 1000 | 1462 | 100,1 | 1000 | 99,9 “Alu conforme a as categoas del Censo de EE.UU. (Los hspanos feronclasieados comer 56% “Blancos”, 48% "Otrex") (EEUU. Oficina det eno, 1983) 1.5. PREPARACION DE LOS BAREMOS NACIONALES AMERICANOS El primer paso en el desarrollo de las conversiones en puntuaciones T de las escalas basicas del MMPI implica conside- rar los ftems que han suftido algtn cambio de edicién. Como se indica en la Tabla 8, algunos items fueron retirados de las esca- las bsicas por razones relativas a su conte- nido. Estas anulaciones redujeron los ran- gos de puntuacién directa de cinco escalas basicas (escalas F, 1, 2, 5 y 0). Ademas, alguns items de todas las escalas sufrieron cambios en su formulacién, que oscilan, en orden de importancia, entre una 0 dos palabras cambiadas y un sustancial escla- recimiento. (Ver Tabla 8). El potencial impacto de estas modifica- ciones fue evaluado examinando los cam- bios en las respuestas a los items; calculan- do las correlaciones de los items con las escalas (corregidas de la participacién del mismo item) en las escalas en cuestidn; y mediante un estudio especial test-retest. Ben-Porath y Butcher (1988) compararon las respuestas de los sujetos a los items del MMPI original y del revisado y encontraron que la mayoria de ellas no diferian signifi- cativamente de las respuestas de un segun- do grupo de sujetos al que se le aplica- ron los items con terminologia original dos veces. En los items cuyo patron de 18 O_ INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 TABLA 3. EDAD DE LOS SUJETOS DE LA MUESTRA. COMPARACION CON EL CENSO DE 1980 YVARONES MUTERES pee tad Frecuencia [_% Genso | Frecuencia | % Censo 18.19 20 18 5,7 30 21 5,1 20.29 268, 23,6 264 373 25,5 241 30:39 331 291 20,1 438 30,0 187 40-49 7 15,6 144 224 15,3 137 50-59 144 12,7 143 177 131 43 60-69 134 118 110 143 98 12,0 70-79 55 48 60 65 45 9,0 80-04 9 08 22 2 08 40 Total 1136 [ 1002 | 1001 7462 | 1001 | 100.9 TABLA 4, ANOS DE ESCOLARIZACION DE LOS SUJETOS DE LA MUESTRA. COMPARACION CON EL CENSO DE 1980 Bas \VARONES, MUJERES: euaued Frecuencia % Genso (a) _| Frecuencia % ‘Censo @) ‘de BUP 6 54 32,7 68 47 34,2 illerato. 242 213 311 398 27.2 37,7 terminar la Universidad 272 23,9 16,1 379 25,9 15,3 jado 310 27.2 98 390 26,7 25 licenciado 253 22,2 10,3 227 15,5 53 1138) 10,0 10,0 1462 100,0 100,0 ios Gl Coso Ge EEUU, se basa en adios de 25 0 ms afos Be wh TABLA 5. ESTADO CIVIL DE LOS SUJETOS DE LA MUESTRA. COMPARACION CON EL CENSO DE 1980 VARONES MUJERES Frecuencia % Censo (a)_| Frecuencia % Censo (a) 823 72,3 616 394 61,2 56,3 2 Wl 25 7 53 11,9 59 52 48 161 1,1 66 23 2,0 18 33 29 28 221 19.4 29,3 297 20,3 22,4 1138 100,0 10,0 1462 100,0 10,0 ios del Censo de EE UU. se basin en altos de 25 0 mls ao deed TABLA 6. OCUPACION DE LOS SUJETOS DE LA MUESTRA. COMPARACION CON EL CENSO DE 1980 VARONES MUJERES, Frecuencia % Censo % Censo 479 42,1 15,5 581 39,7 15,7 168 148 16,8 109 7.6 55 164 14,4 37.8 51 35 13,1 37 33 12,4 328 22,4 42,0 132 11,6 17,3 23 5,0 23,8 154 13,5 309 ana 4 04 u 06 1138 100,1 99,8 1462 100,0 100,1 InTRODUCCION O19 respuestas cambié significativamente, no se encontraron diferencias apreciables cuando se compar6 su contribucién a las escalas clinicas y suplementarias con las de los items escritos originalmente. Todos estos resultados indican que la nueva redaccin de los items no alteré sus propiedades psi- cométricas. Se obtuvieron las distribuciones de las puntuaciones directas de forma separada para varones y mujeres en las 13 escalas, de validez y clinicas. Un examen de estas dis- tribuciones revelé que el sesgo positivo que caracteriz6 la distribucién de la mayoria de las escalas en los baremos del MMPI de 1940, también aparece en la distribucién de las escalas en el grupo normativo actual, tanto en varones como en mujeres. Sin embargo, también fue claro, como lo fue en el caso de los baremos de 1940, que la forma general y grado del sesgo de estas distribuciones de puntuaciones directas varian un poco. Consecuentemente, cuan- do se calculan las tradicionales puntuacio- nes T lineales, la misma puntuacién T, por ejemplo una puntuacién T de 70, represen- ta diferentes centiles en diferentes escalas Esta caracteristica poco deseable ha sido climinada ahora con un minimo cambio, derivando a puntuaciones T uniformes (Tellegen, 1988b). TABLA 7. INGRESOS DE LOS SUJETOS DE LA MUESTRA. ‘COMPARACION CON EL CENSO DE 1980 Parejas de marido/mujer Cabera de familia varén Cabeza de familia mujer Ingresos Frecuencia] % Conso_| Frecuencia] % | Censo_| Frecuencia] % Ceonso S$ 0- 4999 39} 15, 16 6 02 on 30 12] 41 S$ 5- 9999 a4] 47 | 48 | 10 04 On 43 ww | it $ 10-1999 254] 9,8 | 15,6 | 23 09 | 03 86 33 | 23 $ 20-2999 362 | 14,7 | 168 | 22 09 | 03 61 24 | 41 $ 30-4499 549 | ant | 142 | 16 06 | 02 36 14 | 06 $ 45-5999 21 | 389 96 | 10 04 | ot 6 02 | 03 $ > 60000 19 | 73 92 4 0.2 01 5 02 | 01 Sin datos 29} 4 3 1 4 02 Total i7i7_| 661 | 71,8 | 94 37 12 | 271 | 106 | 72 Varones solos Mujeres solas TOTAL Ingresos Frecuencia] —% — | Cemso | Frecuencia] —% | Censo | Frecuencia] % | Cemo S$ 0- 4999 23 | 09 15 32 12 24 130 50 | 67 $ 5. 9999 27 | 10 18 34 13 29 158 61 | 113 $ 10-1999 sa | 22 3,0 1 35 | 36 siz] 19,7 | 248 $ 20-2999 4a | 16 15 49 19 12 556 | 214 | 20,9 $ 30-4499 41 1.6 1,0 39 15 | 05 681 | 262 | 165 $ 45-5999 10 | 04 0.2 19 07 | 01 276 | 10,6 | 10,3 $ > 60000 1 | os on 2 08 | 00 233 00 | 95 Sin datos 6 | 02 2 05 sa] 21 Total 221 84 o1 297 | 114 | 107 | 2600 | 1000 | 100.0 20 1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 TABLA 8. ANULACIONES Y CAMBIOS DE ITEMS Y SU EFECTO SOBRE LAS ESCALAS BASICAS. NUMERO DE [TEMES TIPOS DE CAMBIOS Escala Anulados _Permanecen Cambiados | A 8 c D L 2 15 2 1 1 : ; F 4 60 2 1 s 6 : k : 30 1 - 1 ; é Hs 1 ” 5 : 1 3 1 D 3 57 2 1 1 : - Hy a 60 9 : 4 a) 3 Pd - 50 4 : 2 1 1 Mi 4 56 6 1 2 1 2 Pa : 40 2 1 - 1 Pt : 48 2 - 1 1 Se 3 78 B : 1 7 5 Ma 46 cy 4 2 1 si 1 69 6 3 2 1 No pertenecientes a ninguna escala basica: 16 3 z 3 3 ‘Az Eliminacién de posible terminologia sexista. Be Modernizacién en su idioma y uso. (C= Clarficacion gramatical (tiempo, voz, adicion menor o supresion) D: implificaci6n, is puntuaciones T uniformes tienen una ibuci6n que se aproxima a la distribu- de las puntuaciones T lineales tipicas escalas clinicas del MMPI-2. Mas fficamente, esta distribucién tipica verse como una composicién de 16 fibuciones, a saber, las distribuciones de jones T lineales sin correccién K de las escalas clinicas (omitiendo las las 5 y 0) en ambos grupos normativos es y Mujeres). El calculo de las pri- puntuaciones lineales T se obtuvo la formula T = 50 + [10 (X - X)]/Dt, que X es la puntuacién directa y X y la media y la desviacién tipica de las jaciones directas en una escala deter- de cada grupo normativo. A conti- i6n un conjunto de valores normativos mposiciones de puntuaciones T", aso- a una serie de valores en centiles, se como sigue: para cada centil, la cién T lineal asociada se derivé a de cada una de las 16 distribuciones y se hizo el promedio de esos 16 valores. Las series resultantes de ese promedio o compuesto de puntuaciones T (correspon- dientes a la serie de centiles) se usaron, entonces, como el patrén uniforme en la derivacién de las f6rmulas de regresién y las tablas vistas para las escalas individua- les (separadas por sexo). Las tablas anterio- res transforman las puntuaciones directas de cada escala en las estimaciones corres- pondientes de composiciones de puntua- ciones T. Estas estimaciones constituyen las puntuaciones T uniformes de esa escala. Como se deseaba, las distribuciones de las puntuaciones T uniformes son muy simila- res de una escala a otra con, aproximada- mente, igual nimero de puntuaciones en cada nivel de altura de la puntuaci6n T. Usando siempre el mismo conjunto de composiciones de puntuaciones T (el ya descrito), las puntuaciones T uniformes se derivaron para las puntuaciones directas i n K de las escalas clini- Introouccion Q 21 cas basicas! y para las puntuaciones direc- tas de las nuevas escalas de contenido. Para todas las demds escalas, los valores de las puntuaciones T lineales se obtuvieron usan- do la formula T= 50 + [10(X-X)//Dt, donde X es la puntuacién directa y X y Dt son la media y la desviacién tipica de las puntua- ciones directas de una escala determinada de cada grupo normativo. También es importante sefialar que el rango de las puntuaciones T uniformes no se aparta marcadamente del de las dist ciones originales de puntuaciones T linea- les. En la tipificaci6n original se realiz6 una comparacién de las distribuciones de pun- tuaciones T de una muestra de pacientes psiquidtricos a los que se les aplicé el test en Ohio y Minnesota, empleando cuatro tablas normativas: los baremos originales establecidos por Hathaway y McKinley con varones y mujeres de Minnesota usando puntuaciones T lineales; los baremos de Mayo (Colligan y otros, 1983) basados en puntuaciones T normalizadas; un conjunto de valores de puntuaciones T lineales cal- culadas sobre las medias y desviaciones tipicas de las muestras de tipificacién; y las puntuaciones T uniformes descritas ante- riormente. Tanto las puntuaciones T lineales como las uniformes basadas en la muestra actual fueron algo més bajas que las pun- tuaciones T generadas por esos pacientes en los baremos originales, pero el rango de valores no esté muy restringido en ninguna de las transformaciones negativas. Sin embargo, los valores de los baremos de Mayo difieren marcadamente en los rangos superiores de puntuaciones T, con pocas puntuaciones que caen fuera de un valor u- 80. Ademids, se realizaron comparaciones adicionales del impacto del cambio de los valores normativos de referencia. La fre- cuencia relativa de cada puntuacién alta que aparece en los periiles basicos de esos pacientes psiquidtricos cuando se conside- ran esos mismos conjuntos de puntuaciones se da tanto si no se considera el nivel abso- luto de la puntuacién mas alta como en los perfiles en los que la puntuacién mas baja supera el valor 70 en puntuaciones T. Finalmente se hizo el estudio de las com- paraciones entre los baremos originales de Minnesota y los valores de las puntuaciones T uniformes, de cédigos de combinaciones de dos escalas y de la escala més alta. En esta muestra particular de pacientes psi- quiatricos, aproximadamente dos tercios de los pares de cédigos permanecen igual, sea cual sea el conjunto de puntuaciones T uti- lizado. Sin embargo, uno de cada tres pacientes obtiene diferente cédigo de dos puntos respecto de la escala més elevada cuando se aplican las nuevas tablas norma- tivas a las escalas de perfiles, a pesar del particular nivel de elevacién usado como punto de referencia (podrian esperarse resultados similares usando cédigos de combinacién de tres escalas y escala mas alta), Las interpretaciones de las escalas clini- cas del MMPI tienden a dirigirse a las ele- vaciones de las escalas. Aunque deberia reconocerse que en la linea divisoria entre las elevaciones normales y anormales, generalmente es Util tratar las puntuaciones T 65 0 superiores como clinicamente sign ficativas, en vez del nivel T 70 0 superior recomendado por el MMPI original. Excepto para las escalas 5 y 0 que se excluyeron debido a su método diferente de abtencidn y ditribucin. 22 O1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2, 2. APLICACION CUALIFICACIONES BASICAS DE LOS USUARIOS DEL MMPI-2 Iquier instrumento psicolégico dise- para evaluar varios atributos de perso- en una sola aplicacién (por ejem- in test de amplio espectro), requiere el iento y cualificacién de la persona elige para la valoracién individual de © pacientes. Aunque el MMPI-2 es mente facil y sencillo de aplicar y jr, su interpretacién requiere un alto | de preparacién psicométrica, clinica, I y profesional, asi como un fuerte womtisg Cun lus principivs éticus del los tests. IFICACIONES PSICOMETRICAS : Nivel de titulado en evaluacién ica preparacién en teoria de los tests es jal para comprender cémo se utiliza 1-2. El entrenamiento en esta drea el conocimiento de diversos tipos mos y su evaluacién, seleccién y mi. De forma sitnilat, el usuario fener un conocimiento basico del en que un registro individual se mediante varias puntuaciones i, junto con sus transformaciones, jones y configuraciones, También se saber apreciar los intervalos de de estas puntuaciones y sus erro- de medida. Ademis, e! usuario estar informado acerca de los efec- al valorar la certeza de varias y clasificaciones cuando aplica los del test a cuestiones particu- evaluacién. También deberia estar con el alcance y limitaciones del uso de variables supresoras en el esca- lamiento psicolégico. La codificacién del perfil, las reglas de decisién y el uso de puntuaciones de corte apropiadas constitu- yen los principios y conceptos psicométri- cos basicos. PREPARACION EN PERSONALIDAD Y PSI- COPATOLOGIA Minimo: Nivel de titulado en psicopatolo- gia Es también esencial estar familiarizado con la estructura, dindmica y desviacién de la personalidad, Tanto si las hipétesis inter- pretativas estan generadas a partir del mate- rial esténdar del MMPI como a partir de procesos informaticos, el usuario del Cues- tionario debe ser capaz de integrar estas hipotesis y recomendaciones con un cono- cimiento detallado de las caracteristicas del individuo con el que est trabajando. Para generar una formulacién acerca del pacien- te cliente, precisa y equilibrada, el usua- rio debe estar al corriente de los actuales conceptos psicodiagnésticos y sistemas diagnésticos. La formulacién de esas re- comendaciones implica necesariamente, tanto un conocimiento profundo del Cues- tionario, como una comprensién amplia de las complejidades de la personalidad hu- mana. RELACIONES INTERPROFESIONALES. La persona responsable del uso del MMPI-2 puede no ser la persona que habi- tualmente corrige 0 aplica el Cuestionario. Sin embargo, es esencial que esté cualifica- da para supervisar la realizacin técnica de esas tareas y sea capaz de entrenar a otro individuo sobre los detalles de la aplicacién ‘APuCACION O23 y correccién del MMPI-2, y sobre el uso ético del test. La supervisin debe asegurar que los técnicos den habitualmente los pasos necesarios para controlar la preci- sién, prevengan el uso de métodos inapro- piados de evaluacién y permanezcan vigi- lantes en cuanto a las potenciales fuentes de invalidez del test (ver mas adelante Determinacién de la validez del protocolo). EI MMPI-2 se usaré a menudo en res- puestas a informes pedidos por colegas de profesiones afines. Es importante que el usuario del MMPI-2 sea capaz de comuni- car la informacién y conclusiones genera- das por los resultados del MMPI-2 de forma que sea comprensible para esos profesiona- les. El simple informe de las puntuaciones del test o de los patrones de codificacién no es suficiente o apropiado cuando el recep- tor carece de las cualificaciones basicas sefialadas anteriormente. Se requieren informes verbales precisos para la mayoria de las comunicaciones interprofesionales. 2.2, RESPONSABILIDAD ETICA DEL USUARIO DEL TEST Es esencial que el usuario del MMPI-2 controle el rango de su aplicacién, las con- diciones en las que es aplicado y corregido, asf como la confidencialidad de los resulta- dos del test y los informes finales. Debe ser conocedor de las limitaciones del test y res- tringir su uso a los problemas y clientes apropiados. No deben proporcionarse las puntuaciones del test a personas que no estén lo suficientemente preparadas como para hacer un uso profesional de ellas. Se debe ser serio y sensible al proporcionar las interpretaciones y recomendaciones del test al cliente © paciente en cuestién (ver mas adelante Uso ético del test). 2.3. APLICACION DEL MMPI-2 Existen numerosas consideraciones im- plicadas en la aplicacién del MMPI-2 apar- te de las inherentes al uso de cualquier ins- trumento psicoldgico. Se insta al usuario del test a que se familiarice con esas nove- dades y siga las siguientes recomendacio- nes en todas las aplicaciones del Cuestio- nario, ya sean de investigacién, formacién o evaluacién clinica USO ETICO DEL TEST La facilidad con que el MMPI-2 puede ser aplicado y corregido (ver la seccién siguiente) puede relajar las exigencias de uso de este instrumento por parte de algu- nos profesionales, de manera que puede comprometer las garantias éticas y profesio- nales que exigen todas las medidas de eva- luacién psicolégica. Cualquier aplicacién del MMPI-2 debe realizarse de forma que garantice la intimidad del sujeto o cliente, la ausencia de distracciones e intrusiones y la total seguridad de que los resultados del examen serdn respetados, protegidos y usa- dos en beneficio y aumento del bienestar de la persona. El descuido en la aplicacién © correccién, la falta de cuidado en la pro- teccién y reserva de los resultados, u otra evidencia de insensibilidad en las comuni- caciones inherentes a la aplicacién del test pueden dafiar seriamente el valor de la informacién reunida por medio del MMPI-2. Los individuos en los que descansa la res- ponsabilidad de la aplicacién rutinaria del test deben estar cuidadosamente entrena- dos y bien informados acerca de los pasos necesarios para obtener un protocolo de test valido y Util. Esto es particularmente importante si la persona encargada de estas tareas es un técnico o empleado que care- ce de cualquier preparacién profesional o de la experiencia y reconocimiento requeri- dos en psicometria o evaluacién, resumidos anteriormente en Cualificaciones basicas de 24 1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 usuarios del MMPI-2. La supervi- por parte de un profesional totalmente ficado es tan esencial en el uso del I-2 como en el de cualquier otro ins- to de evaluacién. Debe controlarse ficamente el uso del test para asegurar itenimiento de normas correctas. A LOS QUE LES ES APLICABLE utilidad de la informacién obtenida inte el MMPI-2 depende en gran de la capacidad del sujeto para inder las instrucciones del test, cum- las demandas de la tarea, com- re interpretar el contenido de los en relacién a si mismo y registrar auto-atribuciones de modo sincero. s0s estados emocionales 0 condi- fisicas pueden perjudicar esta capa- fs vital que el aplicador del instru- esté alerta a la presencia de algunas jones incapacitantes, tales como: visual limitada, dislexia 0 afasia iva, trastorno de aprendizaje, intoxi- por drogas 0 alcohol o estado de ia mental", reacciones t6xicas a agentes infecciosos u otros delirios cos, desorientacién causada_por cerebral, confusi6n posterior al ata- un trastorno epiléptico, dafio neuro- residual por regimenes polifarmaco- prolongados, estados confusionales episodios cataténicos o ataques de jones, el profundo retraso_psico- de una condicin grave de depre- la extrema distractibilidad de una manfaca. Cualquiera de estos esta- \dos similares de perjuicio a la fia- de la aplicacién pueden limitar la del sujeto al que se aplica el test implir con las relativamente simples leer los items del MMPI-2 y regis- Tespuestas. , la persona que aplica el test inar si el sujeto puede leer el contenido de los items e interpretar su sig- nificado en el contexto cultural del que se han obtenido. Es decir, no basta con verifi car que el individuo puede reproducir oral- mente las palabras de una frase dada (una capacidad en el rango de algunos sujetos muy precoces de diez anos de edad). El contenido del item debe tener significado para el sujeto de acuerdo con su tipo de experiencia en a vida (algo més dificil para los mas jvenes, los intelectualmente limi- tados, los discapacitados para el apreni je, los gravemente limitados culturalmente, © los que han emigrado recientemente a este pais para los que el significado de muchos términos espafoles pueden ser poco claros). Aunque en el MMPI-2 existen controles de validez que pueden servir para cuestionar la aceptabilidad de una aplica- cién del test, es mucho mejor intentar eva- luar esos problemas antes de empezar el test, y sustituirlo por una forma mas mane- jable del Cuestionario, o aplicarlo en mas de una sesidn. En algunos casos de aplica- ciones colectivas puede ser imposible iden- tificar esa clase de complicaciones; es entonces cuando puede ser necesario con- fiar en los controles de validez del test para detectar los protocolos inaceptables. Hathaway y McKinley intentaron que las habilidades de lectura necesarias para com- prender los items del MMPI 2 fucran apro ximadamente las de un nivel de quinto grado (2° de ESO). Inmediatamente a la publicacién del test, los estudios realizados confirmaron que generalmente este nivel de competencia lectora es suficiente, pero informaron que se requerfa un nivel de sexto grado o ligeramente superior para comprender adecuadamente algunos items. Como parte de la tipificacién del MMPI, se realizaron nuevos estudios sobre el nivel de dificultad de lectura de sus items. Se calcu- 16 en cada item un indice de dificultad lec- tora y de comprensién denominado "Valor Léxico"’ . Este indice se basé en la longitud Apuicacion O25 TABLA 9. VALORES LEXICOS MEDIOS EN LAS ESCALAS BASICAS Escala Naimero de items Valor Iéxico" medio L 15 518,62, F 60 579,89 K 30 656,42, Hs 32 580,05, D 57 534,17 Hy 60 609,21 Pd 50 569,26 Me 56 453,74 Pa 40 606,33, Pt 48 592,08, Sc 78 589,21 Ma 46 824,69 Si 69 611,63, “: Léxico= Un indice especial de diiculad letra y comprensién desarallado por Metaméicos de Durham, 'Ne(Stenner, Hert, Smith y Soh, 1988) de la frase, la frecuencia de las palabras en diversas clases de literatura popular y la complejidad de la frase; el rango posible de estos valores comienza algo por debajo de 0 y llega hasta 1600. Un valor Iéxico de 300 corresponde aproximadamente a un nivel de dificultad lectora de segundo grado, 400 a tercer grado, etc., siendo 1300 equivalente a un nivel de graduado en el Instituto. La Tabla 9 muestra una lista del valor léxico promedio de los items que compren- de cada una de las escalas basicas del MMPI-2. Como puede verse, algunas de las escalas contienen {tems con un mayor pro- medio de dificultad lectora y de compren- sin para los sujetos?, Basdndose en los actuales niveles de eficacia lectora, hoy se requeriré un nivel de lectura de octavo grado para comprender el contenido de todos los items del MMPI-2 y responder a ellos adecuadamente. Si existen serias dudas acerca de la competencia lectora del sujeto, se recomienda la ayuda de otro test para determinar la comprensién lectora (por ejemplo, el PIAT-R [Markwardt, 1989), que se aplicaria primero. ADECUACION DEL MMPI PARA LOS ADOLESCENTES Los miembros del Comité de Tipificacién estan actualmente analizando datos de adolescentes. Hasta que los baremos estén disponibles, recomendamos que se utilice el MMPI original con los adolescentes?. 2.4. CONDICIONES DEL EXAMEN La situaci6n tipica para aplicar el MMPI- 2 requiere un espacio adecuado en una mesa para colocar el Cuaderillo de pre- guntas y la Hoja de respuestas, buena ilu- minacién, una silla confortable y un ambiente silencioso libre de intrusiones y distracciones. Sin embargo, a menudo no es posible proporcionar un entorno de apli- cacién ideal. Por ejemplo, puede ser nece- sario ayudar al sujeto a responder al test en una sala de espera 0 mientras esta interna- do en una sala del hospital. En estos casos 1 Desarrollado por Metametrics de Durham, NC; ver tenner, Horabin, Smith y Smith, 1986, 2 Ena version americana, 3 std ya disponible el MPLA, 26 1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 tomar precauciones para que la na que responde al test no sea moles- or otros de la habitacién o para que iba influencias de otros pacientes. almente se permite al sujeto dejar el yrante intervalos de tiempo limitados, }por ejemplo, antes y después de una jén para procedimientos rutina- icacién a grupos numerosos re- medidas especiales para asegurar la cooperacién y cuidar la realiza- test. En un grupo pequefo, el apli- el test puede actuar solo. Sin embar- yoria de los aplicadores prefieren al menos otra persona que les ayude. ralmente puede ser necesario un gado adicional por cada 20 6 25 suje- ede ser necesaria una ayuda adicio- fando se dan condiciones especiales labitacién donde se lleva a cabo la cidn, tales como evaluar a los sujetos es en una habitacin atestada. también necesario, en tales cir- as, tener a uno o mas ayudantes a @ los jévenes conozcan de nombre y edan ejercer un control efectivo éstos para asegurar su cooperacién y correcta al test. que ayudan en la sesién de test nducirse con la misma seriedad y 32 profesional que la recomendada examinador. Los ayudantes acos- a la estrecha supervision que los tests de aptitudes con Ifmite deben ser explicitamente instrui- ra ser mas flexibles. Durante la apli- un cuestionario de personalidad, MMPI-2, los sujetos sensibles pue- pretar hasta la mas casual de las jones entre ayudantes como un io sobre sus respuestas a los items De forma similar, permanecer po en un sitio de la habitacién interpretado como excesiva d por lo que estén contestando los sujetos de esta area. Sélo debe atenderse a detectar errores al marcar, ausencia de per- sistencia 0 copia de las respuestas de otros. Algunos sujetos pueden responder en voz alta al contenido de algunos de los items y provocar una serie de comentarios de otros, que puede ser molesto, si no el "principio del fin’. Los ayudantes pueden ser interrogados a menudo para clarificar el contenido de determinados items; deben proporcionar definiciones simples de pala- bras y emplear frases coloquiales y modi mos y evitar discusiones largas. Usual- mente, es suficiente con decir: "indica la forma en que td lo ves". 2.5. FICHA TECNICA * Nombre: Cuestionario Multifasico de Personalidad de Minnesota, MMPI-2. * Nombre original: Minnesota Multi- phasic Personality Inventory-2. ‘* Autores: S.R. Hathaway y J.C. McKin- ley. * Procedencia: University of Minnestota, Minneapolis. Publicado por University of Minnesota Press. * Adaptacién espafiola: Alejandro Avila Espada y Fernando Jiménez Gomez, Universidad de Salamanca. * Aplicacién: individual y colectiva * Duracién: variable, de 60 a 90 minu- tos. * Edad: solamente adultos (19-65 aiios). Existe una versién (MMPI-A) para ado- lescentes. * Finalidad: evaluacién de varios facto- res 0 aspectos de la personalidad a tra- vés de tres grupos de escalas: basicas, de contenido y suplementarias. Con- tiene también un grupo de escalas referentes a la validez, y otras adicio- nales como las subescalas de Harris- Lingoes. Apucacion O27 * Baremacién: tablas de puntuaciones tipicas normalizadas en cada una de las escalas debidamente diferenciadas por sexos. 2.6. MATERIALES DEL TEST El MMPL2 se ha disefiado para adecuar- se a los usuarios que trabajan en diferentes reas y que evaldan a gran variedad de sujetos. Los usuarios deben familiarizarse con estas caracteristicas antes de emplear los materiales. Cuadernillos Este formato permite una aplicacién individual o en grupo. Los items se presen- tan en un Cuadernillo reutilizable y una Hoja de respuestas separada para cada per- sona. El Cuadernillo presenta 567 items; las escalas bésicas se evaltian con los primeros 370 elementos, pero es conveniente que el sujeto complete todos los items del test para que se puedan evaluar las demas escalas. Hojas de respuestas y correc Hay dos tipos de Hojas de respuestas, el primero para correccién manual y el segundo para correccién mecanizada mediante lectura automdtica de marcas 6pticas, aunque el disefio de las dos hojas es andlogo. Existen tres formas de corregir la version espafiola del MMPI-2: - Correccién manual: Mediante el siste- ma clisico de aplicar las plantillas transparentes pueden corregirse las 3 escalas de validez, las 10 basicas y las 15 de contenido. - Plantilla informatica: Mediante la plan- tilla informatica suministrada por TEA Ediciones pueden obtenerse los resulta- dos de 77 escalas. Para ello es necesa- rio introducir mediante el teclado del ordenador las respuestas dadas por el sujeto a los 567 items. Correccién mecanizada: TEA Ediciones ofrece servicios de correcccién meca- izada que permiten obtener las pun- tuaciones de 77 escalas y el perfil grati- co del sujeto mediante la lectura auto- mitica de las Hojas de respuesta espe- ciales para lectora Gptica de marcas. Esta opcidn requiere siempre el uso de las Hojas de respuestas para correccién mecanizada, y ¢s muy recomendable para evitar errores de correccién y obtener de forma rapida toda la rique- za de informacién que permite el MMPI-2, sobre todo cuando haya que evaluar a varios sujetos. Hojas de perfil Se dispone, asimismo, de Hojas de perfil destinadas a recoger en forma grafica los resultados de los sujetos. El perfil recoge sélo las 28 escalas que pueden obtenerse mediante la correccién con_plantillas manuales, aunque en el mismo impreso pueden recopilarse también las puntuacio- nes de las restantes escalas, si la correccin se hace con la plantilla informatica. El impreso de perfil incorpora grafica- mente los baremos de las 28 escalas princi- pales, y existen baremos separados para varones y mujeres. 28 1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2, 3. CORRECCION Y CODIFICACION |, CORRECCION MANUAL DE LAS HOJAS DE RESPUESTAS tes de corregir manualmente las Hojas espuestas, deben separarse por sexo, que la escala Mf tiene plantillas sepa- is para varones y mujeres. Todos los ms omitidos 0 marcados doblemente se earn con una marca y se trataran como uestas Interrogante. El ntimero total de Qs items rodeados constituye la puntua- Intertogante (2); este valor se anotaré ajo de los datos de validez en la Hoja eri as plantillas de correccién manual se an para obtener las puntuaciones de los 3 dores adicionales de validez, de las sscalas clinicas y de las 15 de conteni- ada plantilla se coloca sobre la Hoja uestas, se cuenta el ntimero de res- que aparecen debajo de los peque- ecuadros de la plantilla (ignorando las jtuaciones se sefialan correctamente Hoja de perfil segtin el sexo del suje- ELABORACION DEL PERFIL BASICO Is puntuaciones impresas dentro del fl bésico del‘ MMPI-2 se basan en el junto de escalas derivadas de Hathaway inley y en cierto grado modificadas a tipificacién del Cuestionario (ver ante- yente en “Desarrollo del MMPI origi- Se organizan en tres grupos: indica- de validez, escalas basicas y escalas contenido. Excepto la puntuacién frogante, se trazan y unen de forma separada en el perfil individual (la puntua- cin Interrogante [2] es una puntuacin .cta que se sefiala debajo del perfil). Los valores cn puntuaciones T de las puntua ciones directas de cada una de esas escalas se muestran en el Apéndice A. Estos valores son puntuaciones T normalizadas. La fiabi- lidad test-retest y los datos de consistencia interna (coeficientes alfa) de cada una de estas medidas se comentan en el apartado 5.5, Antes de trazar el perfil hay que recordar que bajo la fila de las puntuaciones directas anotadas en la Hoja del perfil hay una fila de espacios blancos etiquetados como “Fracci6n K” que aparecen bajo las siguien- tes escalas: Hs, Pd, Pt, Sc y Ma. La puntua- n K, 0 una fraccién de ella, se afiade a las puntuaciones directas de la variable a corregir con K. Esta fraccin se refiere siem- pre a la “puntuacién directa” de K que ya ha sido determinada en el proceso de correccién de la Hoja de respuestas (ver anteriormente). Las fracciones de K que deben afiadirse son: 0,5K a Hs; 0,4K a Pe 1K a Pt; 1K a Sc y 0,2K a Ma. Véase la figu- ta 1 con un ejemplo real Estos valores a afadir se representan también en las Hojas del perfil. Cuando se han determinado estas fracciones, se anota- rn en los espacios de la linea bajo las pun- tuaciones directas que proporcioné la Hoja de respuestas y se calcula y anota el total corregido de las puntuaciones directas Deben sefialarse varios aspectos en la elaboracién del perfil basico: 1.-Debe utilizarse el perfil adecuado segiin el sexo del sujeto. 2.- Las puntuaciones directas se anotan en la base de la Hoja de perfil y se CorgecciOn ¥ Copiricacion 1 29 AOR RRR SOu GRP REE ORRE RES SbS gaa Hoe Ran aaRa-usR oR RRR RR eases 29s eee Bama SSR RRR RRR OR pene SOR RR RR RB REE ROR RRR RR RRR MR ig) 23 24) 21) He) 0) (4 ag Ie) 3) te te ae 4539 ay Te (9) 3o)da) 23 mat a oe ai Ma mw 4.2? 6.9 Sed | 53 2 a 1 ee OA Fig.1. Hoja de peril del MMPI-2 (Muestra normativa espafiola.-Varones), 30 1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 marcan en el cuerpo del perfil; las columnas que aparecen a izquierda y derecha proporcionan los correspon- dientes valores en puntuaciones T de esas puntuaciones directas. Las puntuaciones directas corregidas deben utilizarse en aquellas escalas que se han corregido con el factor K ben colocarse puntos, circulos u as pequefias marcas en los puntos respondientes a las puntuaciones lirectas de cada escala sobre el periil conectarse con una linea gruesa, entre las escalas de validez (a la quierda del perfil, las escalas clini- s (que comienzan con Hs) y las de ntenido. fablas A-1 a A-7 del Apéndice A, pro- n la conversion en puntuaciones | puntuaciones directas, con correc- K en su caso, de cada escala del jario (muestra espafiola). suceder que algunos usuarios no depender exclusivamente de las jones con corteccién K y quieran a las puntuaciones sin correc- para utilizarlas en determinadas (ver mas abajo la discusién escala K; ver también Hsu, 1986). propésita pueden utilizarse valo- ites en cinco de las puntuacio- s. En la base de la Tabla C-1 se dan los estadisticos basicos de las puntua- ciones directas sin correccién K de las 5 escalas basicas. 3.3. CODIFICACION DEL PERFIL Para resumir los patrones del test obteni. dos en el MMPI-2, se utiliza un sistema de codificacién que reduce el amplio rango de perfiles posibles a un ntimero mas maneja- ble. En la codificacién, se asigna un nime- ro a cada escala clinica: Hs se convierte en 1; Den 2; Hy en 3; Pd en 4; Mf en 5; Pa en 6; Pt en 7; Sc en 8; Ma en 9; y Si en 0. Estos nimeros son las bases para los patrones de codificacién del perfil, y muchos clinicos los usan habitualmente mas que los nom- bres de las escalas o sus abreviaturas, para evitar implicaciones psiquidtricas que pue- den llevar a conclusiones erréneas en un marco no clinico’. En el pasado se utili- zaron dos sistemas diferentes con el MMPI: el método de codificacién, original de Hathaway (1947), resumido en “An MMPI Handbook” (Dahlstrom, Welsh y Dahlstrom, 1972) y el procedimiento de codificacién ampliado o total de Welsh (1948, 1951). El sistema de codificacién de Welsh es el nico que se ha utilizado en el MMPI-2. Para ilustrar este método, podemos ul zar el siguiente ejemplo: lo1 LF kK Hs D Hy Pd Mf Pa PL Se Ma 12 3 4 5 6 7 8 9 0 iénT 57 75 43 69 88 75 94 52 81 75 79 59 65 cin estadistica, como la de procedimientos de codificacién que comentamos, implica! problema de reducie la gran datos en una muestra con la que pueda trabajarse pero que conserve las nite informaciga. como para servi alos po: ‘CorrecciOn y Copiricacion 31 El primer paso en la codi fil es escribir debajo los digitos que repre- sentan las escalas clinicas en orden decre- ciente segtin su puntuacin T, desde el mayor al menor. La escala mds alta es Pd con una puntuacién de T=94, por lo que el digito 4 deberd ser el primer némero en el cédigo. La segunda escala més alta es D=88; el cédigo es ahora 4 2. La tercera més alta es Pa=81, y la cuarta es Sc=79. El cédigo, entonces, se convierte en 4268. Se sigue este procedimiento hasta que todas las escalas estén reflejadas en el cédigo mediante el digito, y en orden decreciente segtin sus puntuaciones T (si dos escalas tie- nen valores idénticos, se anotan por orden numérico). Ademas de las escalas clinicas, las escalas de validez podrian codificarse, colocdndolas separadas, a la derecha del cédigo de las escalas clinicas'. La secuen- cia de digitos en el ejemplo 1 es: 4268371095 FLK Es importante asegurarse de que todas las escalas estén incluidas en el cédigo; se puede comprobar marcéndolas a medida que se van codificando, o leyéndolas, una vez completo el cédigo, por orden numéri- co. Por supuesto cada digito debe aparecer una sola vez en esa serie. Si se ha omitido o repetido una escala, puede ser facilmente detectada y hecha la correccién. Ejemplo 2 Escalas t oF kK Hs D Hy Pd Mf Pa Pt Se Ma Si Namero 1/2 3) 4/1156 7 811191110 Puntuacién T 52.101 35 #68 68 47 67 62 9 79 81 720 75 En este ejemplo el codigoes: 6870912453 FLK A continuacién las escalas cuya puntua- cién tienen el mismo valor, o difieren en un punto, se subrayan. Se afiaden entonces, ** = 100-109" *= 90-99 00-09 70-79 65-69 Algunos usuarios utilizan simbolos adi- cionales de elevacién; las puntuaciones de 110-119 van seguidas de ! y 120 por !!. El que sea necesario y ttil o no preservar esta informacién en el cédigo, dependeré del numero de casos que presenten tales eleva- ciones y la importancia diagnéstica encon- trada para puntuaciones dentro de estos se que para el MMPL-2 la escala de interogante no forma simbolos de elevacién, usando las siguien- tes caracteres para designar rangos de ele- vacién de 10 puntos’ en puntuacién T: 29 e inferiores se colocan a la derecha de #. rangos. Si afiadimos estos caracteres a los ejemplos anteriores, los cddigos son: Ejemplo 1: 4*26"83210+95 —F’-L/K Ejemplo 2: 6*8"709124+5-/3 FP*-U:K Si no existe ninguna escala dentro del rango de 10 puntos (en puntuaciones 7) dado, el correspondiente simbolo de eleva- parte del cédigo, ya que es una puntuacién directa, 2 En Ia revisi6n del Manual americano (1989) se ha reestructurado el intervalo 60-69 dividiéndose en dos: 65-69 y 60-64 3 Se ha afadido ** a las designaciones del Cédigo de Welsh. 32 Q) INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 para el rango ausente, debe ser inclui- el ejemplo 2, la escala 5 = 62 y la 3 = 47; el c6digo final queda enton- f: 5-/3). Si hay un salto de 20 puntos, incluirse los tres simbolos de eleva- aunque el simbolo del medio es inte. Si D = 90 y Pt = 79, el cddigo ser tanto 2*”°7 como 2*7; en la secuencia seria evidente que no una escala en el rango 80-89 de i6nT. nas utilidades del cédigo son Por ejemplo, es facil encontrar per- ilares. En el cddigo del ejemplo 1, que la escala més alta del perfil la puntuacién T es de 90 0 superior, que Mf est por debajo de 60 y que es la escala mas baja. Cuando un conjunto de casos ha sido codificado y archivado secuencialmente, es posible una répida localizacién de todos los casos que comienzan con 4 y terminan con 5. Si un tipo de cédigo se ha especificado mediante las tres puntuaciones mas altas, es facil identificar los perfiles 426. Cuando el obje- tivo es el perfil igual, el grado de similari- dad deseado entre perfiles puede ser espe- cificado tanto por orden de escala como por la elevacién absoluta. Cuanto mayor es el grado de similaridad buscado entre dos perfiles, menor es la probabilidad de encontrar un perfil semejante. Correccion y Copiricacion OQ 33 4. INTERPRETACION INTERPRETACION DEL MMPI-2 continuacién se proporciona una gufa para la interpretacién de los es del MMPI-2. A los que empiezan a r estos métodos les urge familiari- por si mismos con presentaciones mpletas de la interpretacién del per~ fiante el MMPI original’. Los articulos les derivados de los autores del test en en Dahlstrom y Dahlstrom La rica gama de articulos de investi- sobre el MMPI puede también con- para aplicaciones especiales. macién de hipstesis interpretativas de los datos reflejados en el peril cli- | MMPI-2 depende de tres aspectos \cionados de esas puntuaciones: la lidad de las puntuaciones del perfil, determinada por los indicadores de j la elevacién absoluta de las escalas jentes frente a las normas incorpora- os baremos de puntuaciones T; y las \ciones relativas de estas puntuacio- del perfil individual. Estas con van reflejando la fiabilidad y los de interrelacién entre las escalas ntes. Se proporcionan posibilida- retativas adicionales a través de las nes sobre varias escalas suplemen- fndices, ast como a partir de un exa- las respuestas particulares a los amidos en listas de items criticos, patrones de subescalas y puntuacio- escalas de contenido. roximarse paso a paso a la inter- del periil basico y de la informa- ional a partir de un sujeto exami- el MMPI-2, se requier como Graham (1987), Greene (1989), Lachar (I 1.- Evaluar si se puede hacer una inter- pretacién individual, lo que incluye alguna determinacién de la actitud que el sujeto adopta al completar el Cuestionario y el grado en que este conjunto de respuestas es consistente con otras informaciones sobre esa persona. Examinar las puntuaciones de las escalas clinicas en el perfil esténdar para generar una lista de_posibles lineas de interpretacién acerca de la personalidad y el estado emocional actual del sujeto. Consultar diversas gufas interpretativas del MMPI para hacer correlatos comu- nes del patrén de cédigo generado por el perfil clinico incluyendo posibles alternativas psicodiagndsticas. nv * En las escalas elevadas hasta un cier- to nivel, determinar los componentes de subescalas que estén contribuyen- do primariamente a esas elevaciones y anotar el tipo de temas de mayor preocupacién para el sujeto. 5.- Sefalar cualquier item critico signiti- cativo que pueda haber sido contesta~ do de manera que indique problemas especiales 0 sintomas 0 preocupacio- nes que no se haban sospechado 6.- Examinar las puntuaciones en las escalas de contenido para elaborar las hipstesis interpretativas anteriormente generadas y formular un resumen coherente de la dindmica de la perso- nalidad y el estatus diagnéstico del sujeto con los avisos pertinentes sobre lo relativo de esas conclusiones a la luz de las puntuaciones en los diver- sos indicadores de validez. |, Duckworth y Anderson (1986), Webb, McNamara y Rodgers (1986), (1974), 0 Friedman, Webb y Lewack (1989). Otras fuentes adicionales dtles estin disponibles en Butcher (1979), [Welsh y Dahlstrom (1972, 1975); Meyer (1983); Caldwell (1988); y Greene (1988), INTERPRETACION O35 A partir de las puntuaciones directas y transformadas, existe la posibilidad de obte- ner un informe de ayuda a la interpretacién de manera automatica (Informe MMPI-2. TEA Ediciones, 2002). Este informe inter- pretativo informatizado, realizado por un experto en evaluacién con MMPI-2, englo- ba gran parte de los requerimientos anterio- res y permite una apreciacién bastante completa de la personalidad del sujeto y de sus posibles desviaciones patologias. 4.2. DETERMINACION DE LA VALIDEZ DEL PROTOCOLO Para evaluar si una determinada aplica- cién del MMPI-2 es aceptable, los indica- dores tradicionales de validez se usan por separado o en combinacién. Ademés, han sido desarrolladas algunas pruebas suple- mentarias de validez (ver mas adelante). Antes de hacer inferencias personolgicas 0 generar hipstesis diagnésticas, cada proto- colo del test debe examinarse para determi- nar su aceptabilidad. Sdlo si se asume que el individuo cumplimenta el test marcando los {tems consistentemente de forma que seguramente refleja sus auto-percepciones, puede el clinico continuar con el proceso interpretativo. Un sujeto puede responder de diversos modos que invalidan un registro: puede dejar sin responder numerosos items, o interpretar diversos roles que distorsionan el patron real de auto-descripciones, 0 no respetar las instrucciones del test, o ser in- capaz de leer y comprender el significado de los items y, consecuentemente, respon- der virtualmente al azar. Los indicadores de validez construidos en el MMPI-2 se dise- fiaron para ayudar a detectar tales fuentes de invalidez del protocol y proporcionar una base para evaluar el impacto de tales distorsiones en el registro del test. Omisiones de items Cada sujeto debe responder Verdadero 0 Falso a la mayor cantidad de items del MMPI-2 que le sea posible. Existen nume- rosas razones legitimas para dejar algunos de los items sin contestar. Por ejemplo, si un sujeto ha sido huérfano desde temprana edad, puede no sentirse capaz de responder a {tems concernientes a los sentimientos hacia los padres. Sin embargo, muchos sujetos interpretardn tales items camo con- cernientes a padres adoptivos o a otros que fueron como padres para ellos, por lo que se sentirén en libertad para responder a ellos. Otros pueden tomar el contenido lite- ralmente y ser incapaces de responder. Algunos usuarios del MMPI han instado, a los sujetos a hacer conjeturas sobre las respuestas a items con las que tengan difi- cultad. Tales instrucciones deberian evitarse cuando se aplica el test, aunque es acepta- ble pedir a los sujetos que vuelvan atrés y reconsideren los items que previamente dejaron sin contestar. Algunas personas encuentran mas facil responder a los items que dejaron antes en blanco, cuando ya han captado la mecanica a lo largo de todo el test, La puntuaci6bn ? (Interrogante) no es una escala en el sentido usual de la palabra; es un simple recuento de los items que se dejaron sin contestar 0 que fueron respon- didos por el sujeto como Verdadero y Falso a la vez. Dado que estos {tems no son pun- tuados, en realidad son omitidos del test. Cuanto més alta sea Ja puntuacin ? mas débil serd la capacidad de discriminacién de las escalas del test. Como indica la Tabla 10, un sujeto puede omitir un gran ntimero de {tems por varias razones. Los individuos depresivos pueden encontrar la tarea de responder a los items como algo pesado y dificil; los sujetos con un pobre nivel de lectura pue- den tener dificultad para comprender algu- nas de las frases mas complejas; algunas personas pueden evitar responder a items que sienten que son demasiado reveladores de sus problemas particulares. Todas estas circunstancias pueden llevar a la omisién 36 1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 TABLA 10. PUNTUACION ? (INTERROGANTE) Implicaciones de las puntuaciones directa | Utilidad del perfil (Origen de la elevacién lipétesis interpretativas 230 | Probablemente Serios problemas de Depresion grave invalido lectura 0 dislexia Estado obsesivo Retardo psicomotor Confusién Desafio Indeci 11:29 | Validez roblemas leves de lectura Falta de familiaridad con el idioma cuestionable ‘Ausencia de experiencia Ideacidn paranoide Supercauteloso 0 legalista 2-10 | Probablemente valida Interpretacién idiosincrasica (probar el contenido por misiones selectivas) o- Valido JR. Interpretation of MMPI2. Vahity and clinical Scales. Brujas, Workshop, 1992)" ndmero excesivo de items que no ser puntuados. omisiones de items tienden a ser en el pertil clinico*. Si el nimero dejados sin contestar excede de registro del test debe ser considerado altamente sospechoso, si no comple- invalidado (ver Tabla 10). cién de una personalidad ipletar el MMPI-2, algunos indivi- siguen las instrucciones del test a contestar los items segtin se ade- ellos mismos. Por el contrario, des- sistematicamente a quien perciben alguien que tiene una personalidad © un ajuste ideal. Los registros proporcionan bases pobres para inferencias sobre estas personas. Es I disponer de algunos medios para ar este fendmeno y captar sus efectos os patrones del test. Hathaway y introdujeron la escala L (Mentira) faluar la probabilidad de que el indi- viduo se hubiese aproximado al test con esta actitud. Para este indicador, sugerido por investigaciones realizadas por Hart- shone y May (1928) y Hartshorne, May y Shuttleworth (1930) en el “Harvard Cha- racter Education Inquiry’, Hathaway y McKinley redactaron algunos items que proporcionaban al sujeto la oportunidad de rechazar varias faltas menores y defectos de cardcter que la mayoria de los individuos confesaban voluntariamente que eran ver- dad en ellos mismos. Aunque la escala L puede reflejar engaiio en la situacién del test, no puede ser considerada como una medida de alguna tendencia general a men- tir, inventar 0 engafar a otros en las activi- dades diarias. Mas bien sirve como un indi- ce de la probabilidad de que un determina- do protocolo haya sido viciado por un esti- lo particular de respuesta Como se indica en la Tabla 11, una pun- tuacidn inferior al promedio en la escala L, indica que el sujeto estuvo completamente libre de la tendencia a colocarse a si mismo en una posicién inusualmente favorable’. Por otra parte, puntuaciones muy bajas en de estas Tablas pueden presenta igeras variaciones en puntuaciones ehipstesis interpretativas con respecto al manual america- en os valores en puntuacién T de la escala 5 (Masculinidad-Feminidad) en mujeres, ue son ariicialmente elevadas por as bajas diretasresltantes de los items sin contestat. jones ata en la escala K podrian tambin ser examinadas para detecta la posibilidad de que el ind mis stl de auto-ensalzamiento luo haya empleado INTERPRETACION C1 37 TABLA 11, ESCALA L (MENTIRA) Implicaciones de las puntuaciones Puntuaciones T | Utilidad del perfil (Origen de la elevacién Hipotesis interpretativas T280 Probablemente invilido | Fingir un buen ajuste Prueba de resistencia o ingenuidad 170-79 | Validez cuestionable | Respuestas al azar Estado de confusién Rechazo de faltas, Estilo represivo Falta de comprensién T 0-09 Probablemente valida | Cuadro defensivo Superconvencional y conformista Moralista Rigidamente virtuoso 50:59 Valido TTipica aproximacién a los tests | Conforme con su propia imagen Puntuaciones dentro de la media T<50 Posible actitud de “mala | Cuadro de "buscar conseguir | Auto-confiado e independiente imagen" algo mis" ico, sarcastico Todas las respuestas son “*verdadera’ (Graham, JR. Interpretation of MMPI, Validity and clinical Scales. rij, Workshop, 1992) esta escala, pueden acompafarse de pun- tuaciones muy bajas en la escala K, lo que reflejaria un esfucrzo realizado para exage- rar problemas emocionales y dificultades de ajuste. Puntuaciones moderadamente altas en la escala L pueden no ser indicativas de una aproximacién marcadamente defensiva al test, aunque pueden reflejar una perspecti- va fuertemente moralista 0 muy reservada del individuo, Como en muchos otros resul- tados de validez del protocolo, en la eva- luacién de esta escala es importante tener una informacién general de la historia prin- cipal y los antecedentes del sujeto. Pun- tuaciones L marcadamente elevadas refleja~ ‘an bastante bien una orientacién contami- nada del test que afectaria negativamente al significado de las puntuaciones en las esca- las clinicas. El resultado habitual es un con- junto de puntuaciones en el perfil clinico que est4 muy préximo a la media o incluso sustancialmente por debajo. Respuestas al azar y puntuaciones altas enF Los individuos que no quieren cooperar con las instrucciones del test pueden simu- lar responder al MMPI-2, pero contestando a los items de forma virtualmente azarosa. Otros, con capacidades de lectura extrema- damente marginales o que tienen un preca- rio contacto con la realidad, pueden hacer practicamente lo mismo. Incluso otros pue- den estar exagerando deliberadamente sus trastornos y problemas para asegurar que se les dard una atencién 0 consideracién espe- ciales. Algunos de estos acercamientos al test pueden generar puntuaciones altas en la escala F (Incoherencia). La escala esta compuesta por 60 de los 64 items origina- les (ver Tabla 8); se han eliminado 4 items de contenido dudoso. Dado que cada item de esta escala fue respondido en la direc- Cién significativa por un porcentaje mayor al 10% de los sujetos en el grupo normat vo original, un individuo que conteste al test con el esmero y comprensién habitua- les, es improbable que obtenga una pun- tuacién directa superior a 5 6 6 puntos, 0 una puntuacién T mayor a 55 (ver también Schretlen, 1988). Algunos sujetos pueden obtener una puntuacién algo superior en la escala F debido a que describen sentimientos o reacciones inusuales en circunstancias especiales a las que estén enfrentandose (por ejemplo, problemas conyugales, a cidn o pérdida del trabajo), o debido a una 38 C1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 TABLA 12. ESCALA F (INCOHERENCIA) Implicaciones de las puntuaciones ones | Utilidad del perfil (Origen de la elevacién Hipétesisinterpretativas 100 | Perfil invalidado Respuestas al azar Actitud no cooperativa Errores de correccién Fingir mala imagen de sf mismo Grave dislexia Paciente psiquidtrico que puede Contestar todo como estar desorientado, confuso, con “Verdadero” tun comportamiento claramente priestico 100 | Perfil invalidado Fingir enfermedad Reafirmacién Si vilido, considerar serios problemas Procesos psicdticos Responder “Falso” a Deseabilidad social Estado confusional psicopatol6gicos todas las respuestas Exageracién de problemas 65.79 | Probablemente valido | Fingir enfermedad Psicdtico Procesos psicéticos Neurbtico severo Problemas de sociabilidad Propenso a cambios de humor, desasosegado, inquieto, insatisfecho Cambiante, impredecible 64 | Probablemente valido Problemas en un area particular (trabajo, salud, sexo, ete.) Registro aceptable Pantuaciones dentro Buen funcionamiento de la media Tipicas respuestas Registro aceptable Conformidad Posible falsa imagen Convencionalidad Sinceridad Conformidad social fa_significativa. Probablemente, ividuos no produciran un registro del test. Como indica la Tabla 12, aciones en F superiores a T 79 iores a T 100', pueden indicar s emocionales de un grado signi- aunque no necesariamente que el del test sea ininterpretable. Proba- un examen del patron de eleva- las puntuaciones en el perfil cli- idaré a clarificar © confirmar esta én al promedio, un registro ente azaroso producird una pun- directa de 30 (5 {tems arriba, 5 la escala F. Sin embargo, una pun- de T 100 © mayor origina serias re la utilidad de este registro para inferencia diagnéstica. Es. ctil {UR interpretation of MMP-2 Validity ae clinical Scales. Bras, Woxkshop, 1992) comparar también las puntuaciones direc- tas de la primera mitad de la escala F con la puntuacién obtenida en la segunda mitad. Si la contribucién fundamental a la eleva~ cién de la escala F proviene de la segunda mitad de esta escala, es posible concluir que el sujeto empez6 el cuestionario con una actitud positiva, pero poco después empez6 a responder descuidadamente. Dado que los items que comprenden las escalas clinicas basicas del perfil del test aparecen en los primeros dos tercios del cuadernillo de la prueba, las puntuaciones de la escala F reflejan principalmente la relatividad de las elevaciones de esas esca- las, Debido a que muchas escalas adiciona- les se puntuan sobre items que apareceran después del 370, la Escala Fb? debe tam- bién examinarse para determinar si un suje- american (1990) hace reerencia a las puntuaciones entre 71 y 90 *F back” (postrio llamada asi por la localizacién de los items en el cuadernllo experimental AX. INTERPRETACION O39 to mantuvo su atencién y cooperacién durante toda la sesién. Las puntuaciones en Fb pueden usarse para probar la aceptabili- dad de las puntuaciones en las escalas suplementarias. Es importante intentar identificar la raz6n de una elevacién en la escala F 0 en la Fb. De hecho, si el sujcto estuvo inten tando cooperar con la tarea, pero fue inca~ paz de realizarla debido a las limitaciones sensoriales motoras, es posible cambiar a una forma alternativa del MMPI-2 (p.ej., lefdo) para obtener un registro més valido. EI fracaso al intentar obtener un protocolo aceptable puede ser irremediable cuando el sujeto tiene algiin tipo de motivacién espe- cial para fingir un trastorno © para otra dis- torsién en su registro, pero la identificacién de la razén por la que se fracasa al comple- tar el test puede resultar de gran utilidad para la comprensién del diagnéstico y la evaluacién clinica. Conjuntos especiales de registros del test Existen numerosos conjuntos u orienta- ciones especiales de registro con los que un sujeto puede acercarse a un instrumento de evaluacién como el MMPI (ver Graham, 1987; Greene, 1989). Los individuos pue- den responder a todos los items como Verdadero 0 como Falso. Un patron extre- mo como éste es facilmente detectable exa- minando la Hoja de respuestas, pero una predisposicién menos extrema en una u otra direccién puede no ser tan facilmente detectable. £1 uso de las dos escalas de inconsistencia, TRIN' y VRIN? puede ser muy ctil para esa valoraci6n. La escala TRIN es sensible a la tendencia a dar un determinado tipo de respuestas a los {tems sin atender al contenido de los mismos (contestar_ repetidamente Verdadero o Falso). Las puntuaciones VRIN reflejan la tendencia general a no atender al conteni- do de los items al marcar las respuestas al Cuestionario (ver més adelante Ia diferen- ciacién entre TRIN y VRIN). Otros conjuntos de respuestas que pue- den utilizarse al responder al MMPI-2 son la intencién de dar conformidad o respues- tas mayoritarias a cada item o de dar una respuesta desviada (0 “mas provechosa”). Los efectos de cada uno de estos conjuntos de respuestas sobre los indicadores de vali- | dez se muestran en las Tablas 10-13. | Existen también formas menos obvias, en | las que un sujeto puede alterar las puntua-_ ciones del Cuestionario de personalidad. | Los esfuerzos por aumentar la impresién de salud mental sin intentar crear una imagen | totalmente increfble del propio ajuste, 0 a la inversa, forzando la impresién de tener serias dificultades emocionales, pueden alterar los niveles de puntuaciones y las configuraciones del perfil clinico. La detec- ci6n de estas actitudes més sutiles al con- testar al test, es mds dificil. La puntuacién en la escala K puede ser muy util en esta deteccién. La escala K (Correcci6n) es el mas com- plejo de los indicadores de validez. El con- tenido de los ftems cubre un rango de caracteristicas que muchos individuos pre- fieren negar acerca de si mismos y de sus familias. Pero muchos otros sujetos encuen-_ tran esos mismos atributos inofensivos y hasta bastante positivos, por lo que los ap! can a si mismos 0 a sus familias. Por ello, en la escala K, las puntuaciones superiores ala media pueden reflejar la tendencia al sesgo, de forma sutil, de las propias respuestas en una direccién que minimiza las implicacio- nes de un pobre control emocional e inefi- cacia personal. Sin embargo, es importante sefialar que los individuos que actiian bien, y que son emocionalmente estables, esen- cialmente tenderan a describirse en los mis- "True Response Inconsistency”: Inconsistencia de las respuestas de verdadero. 2 Variable Response Inconsistency”: Inconsistencia de respuestas vatiables, 40 1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 TABLA 13. ESCALA K (CORRECCION) Implicaciones de las puntuaciones ciones T | Utilidad det perfil, Origen deta elevacion Hipotesisinterpretativas| 1370 Peril iwalidado Fingir buena imagen Implicacion emocional acusada Marcada defensividad Inhibicién,timidez Contestar a todo como Desconfianza “also” Ausencia de comprensién T070 Validez cuestionada | Defensividad moderada Clinicamente defensive. Todo lo Negacién del problema niega Intolerante Sin capacidad para la intuicién 15059 Peril vilido ‘Autoevaluacidn ‘Muy ajustado. Independiente equilibrada Inteligente Entusiasta Intereses amplios 7250 Perfil invalidade Fingit“hacerse el enfermo” | Confuso Exageracién de sus Autocritico propios desajustes Conformista Comtestar a todo como Introvertido “*Verdadero Cinico, suspicaz IR. interpretation of MMPI-2.Valcty and clinical Scales. Brujas, Workshop, 1992) minos; es decir, sus vidas estén tan irigidas como informan en esta esca- ‘obstante, es vital que se evaltie cual- ‘elevacién particular en la escala K del contexto de otra informacién sujeto: los datos de la historia del y las circunstancias concurrentes ios para distinguir entre un suje- buen comportamiento, psicolégica- no, y un individuo que asume una J excesivamente defensiva y evitativa r cl Cucstionario. En este con- de ser especialmente iitil la com- de las puntuaciones en los perfi- icos, con y sin correccién K (ver 1987; Greene, 1989). Algunos recomiendan también que ambos se tracen en individuos que pun- bajo en la escala K. iciones sobre la escala K han que las puntuaciones elevadas en lida estan asociadas con niveles micos més altos (mayor educa- paciones mejores, mayores ingre- strom, Welsh y Dahlstrom, 1975; Lachar y Dahlstrom, 1986). Los sujetos con estatus 0 reputacién social con- siderable pueden dudar sobre arriesgar revelaciones que podrian amenazar una pérdida de ese estatus 0 reputacién como consecuencia de admitir problemas emo- cionales, dudas, inseguridades 0, quizds, problemas en sus matrimonios 0 familias. Cuando se analiza el contenido de muchos items del MMPI-2, podria parecer que tales individuos intentan sesgar sus respuestas de modo que les protejan de amenazas de revelaciones personales. Asi, las puntuacio- nes que superan la media en la escala K, pueden reflejar de forma incrementada esta sutil forma de auto-ensalzamiento y resis- tencia a aparecer como incompetente, poco ajustado o carente de autocontrol sobre la propia vida. Ala inversa, quizds con un menor estatus social que perder, algunos individuos de menor nivel socioecondmico, 0 menos pri- vilegiados, pueden tener menor motivacién para promover una apariencia de extrema competencia, eficacia interpersonal inusual © ausencia de ansiedades 0 inseguridades. Por lo tanto, en un test como el MMPI-2, estos individuos pueden ser mas francos y INTERPRETACION O41 TABLA 14. ESCALA Fb (F POSTERIOR) Implicaciones de las puntuaciones Puntuaciones T | _Utilidad del perfil (Origen de la elevacién Hipotesis interpretativas T> 100 Peril invalidado Responder al azar Paciente psiquidtrico que puede Responder a todo como ‘estar desorientado, confuso © que “Falso” puede mostrar claramente su Ofrecer una mala imagen conducta psiestica de si mismo 780-100 Peril invalidado Responder a todo como Posibles problemas psicopatoldgicos Sies vilido, considerar | “Falso” Confuso serios problemas Hacerse el enfermo Fatiga, cansancio psicopatoldgicos Exagerar sus desajustes T 65-79 Validez cuestionable | Responder a todo como Considerar serios problemas “Falso psicopatoldgicos Hacerse el enfermo Fatiga, cansancio Exagerar sus desajustes T 50-64 Puntuaciones dentro | _Puntuaciones aceptables de la media T<50 Validez cuestionable | Considerar que ha podido cexpresar una “buena imagen” de si mismo. (Graham, |. oterpretaion of MMPL-2, Validity and clinical Scales. Brajas, Workshop, 1992) abiertos en el reconocimiento de problemas © dificultades en sus vidas 0 en las vidas de los miembros familiares y similares. Esta actitud al contestar el MMPI-2 puede llevar a puntuaciones clevadas en las escalas cli- nicas, que pueden estar engafiando sobre el grado y la gravedad de las dificultades rea- les de tales individuos. El uso de las ponde- raciones de la escala K para corregir varias de las escalas clinicas del perfil se disehé para tener en cuenta el impacto de esas orientaciones, al contestar cl Cucstionario, en las puntuaciones de sus escalas. Las escalas sin estas correcciones tienen {tems que sirven para el mismo propésito que las correcciones K. Configuraciones de las escalas de Validez Suele ser Util examinar la configuracién formada por los indicadores de validez tomados conjuntamente (ver Tablas 10 a 13). Asf, tanto los cédigos de validez (ver los procedimientos de codificacién descri- tos anteriormente) como los particulares Menos del 10% de los adultos no-pacientes conte 42 D1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 an al tem en una determinada direccién. indices cuantitativos (tales como la diferen- cia de la puntuacién directa F-K), pueden servir para clarificar las razones de las pun; tuaciones altas en las escalas de validez ayudar al clinico a evaluar la validez de ut determinado registro para sus propésitos evaluacién. Se proporciona informacié adicional sobre los patrones derivados las escalas de validez en Graham (1987) Greene (1989), asi como en varias referer cias sefialadas anteriormente en esta sec Indicadores adicionales de Validez La Escala Fb (F posterior) tue desarrolla: da de la misma forma que los autores di test obtuvieron la escala F original: ftems con una frecuencia de respuest extremadamente baja’ fueron recogidos una escala para ayudar a la identificac de individuos que contestaban al Cu tionario de una manera que probablement invalidara el protocolo. Como se indi antes, esta escala se us6 para ayudar TABLA 15. ESCALA TRIN (INCONSISTENCIA DE LAS RESPUESTAS VERDADERO) Implicaciones de las puntuaciones Utilidad det perfil Hipétesis interpretativas PD>14 Perfil invalidado Tendencia a la aquiescencia de respuestas PD9.13, Perfil valid. po<9 Perfil valido TTendencia a la no-aquiescencia de las respuesias (ins bien no sabe 0 no contest) ir de las muestras normativas a los Juos que proporcionaban registros bles. (Ver Tabla 14). yoria de los 40 items que constitu- escala Fb, aparecen en el Cua- del test después de los elementos escala F estandar. Por tanto, la pun- Tb puede icentificar un registro en el sujeto ha dejado de prestar aten- los items del test y ha cambiado in patron de respuesta esencialmen- . Asi, la escala Fb puede propor- tuna prueba adicional de la aceptabi- un registro dado, particularmente las escalas Suplementarias y de ido. ala TRIN (Inconsistencia de las s verdadero) y la escala VRIN istencia de respuestas variables) son escalas de validez (Tellegen, 1982, isefiadas para complementar los wes de validez tradicionales. a que no reflejan un determinado del item, como hacen las medi- la tendencia a falsear un comporta- psicolégico bueno o malo, estas dos son bastante diferentes de L, F y K. uaciones TRIN y VRIN proporcio- indice de la tendencia del sujeto a a los items de forma inconsisten- radictoria. Asi, TRIN y VRIN se ala escala de Descuido (Greene, ue también fue desarrollada para JR. Interpretation of MMPL2, Validity and clinical Scales. Brvjas, Workshop, 1992) identificar este tipo de inconsistencia en las respuestas al MMPI; de cualquier modo, existen medidas muy extendidas construi- das con este mismo propésito. Tanto TRIN como VRIN consisten en pares de items especialmente selecciona- dos. Cada par de items de VRIN tiene con- tenido similar u opuesto, cada par se pun- tia ante la presencia de una inconsistencia en las respuestas a los dos items. En cada par de items, los patrones de una y otra respuesta puntéan como inconsistencia Por ejemplo, en el par de items 3/39 sdlo una respuesta Verdadero a ambos. {tems se considera como inconsistente; en el par de {tems 6/90, tanto una respuesta de Ver- dadero al item 6 y una respuesta de Falso al item 90, como a la inversa, se considera como inconsistente. La puntuacién en la escala VRIN es el ndmero total de pares de items a los que se responde inconsistente- mente. Puntuaciones altas en VRIN advier- ten que el sujeto puede haber contestado a los items del Cuestionario de forma indis- criminada, e indica la posibilidad de que el protocolo pueda ser invalidado y de que el perfil no sea esencialmente interpretable. La escala TRIN, diferente a VRIN, se compone exclusivamente de pares de items cuyo contenido es opuesto. En este caso, la inconsistencia es evaluada de la siguiente manera: si un sujeto contesta inconsistente- mente respondiendo Verdadero a ambos INTERPRETACION O43 TABLA 16. ESCALA VRIN (INCONSISTENCIA DE RESPUESTAS VARIABLES) Implicaciones de las puntuaciones Puntuacién directa Utilidad del perfil Hipétesis interpretativas PD>14 Perfil invalidado Responder al azar PD <14 Perfil valido (Graham, JR, Interpretation of MMPI-2, Validity and clinical Scales. Beujas, Workshop, 1992) items de determinados pares, se suma un punto en la puntuacién TRIN; si el sujeto tesponde inconsistentemente contestando Falso a ciertos pares de items, se resta un punto. Consecuentemente una puntuacién TRIN muy alta indica una tendencia del sujeto a dar respuestas Verdadero a los tems de forma indiscriminada (“aquiescen- cia”), y una puntuacién muy baja en TRIN indica una tendencia a contestar Falso indiscriminadamente (“no-aquiescencia”) {se evitan las puntuaciones TRIN negativas afiadiendo una constante a la puntuacién directa). En otras palabras, puntuaciones TRIN muy altas o muy bajas son una adver- tencia de que el sujeto puede haber res- pondido al Cuestionario indiscriminada- mente, de modo que el perfil sera invalida- do e ininterpretable. Se espera que TRIN y VRIN complemen- ten aL, F y K de manera tinica y util. Por ejemplo, una alta puntuacién F combinada con una alta puntuacién VRIN indica, con mayor probabilidad, que el perfil no es interpretable debido a descuido, confusién, etc., mas que si VRIN no es elevada. Por otra parte, en el caso de F elevada y VRIN baja, el descuido, la confusién, etc. pueden descartarse, y la puntuacién F elevada puede interpretarse en términos de su con- tenido real, el cual reflejaria tanto una auténtica psicopatologia como un esfuerzo deliberado por fingir disfuncién. Por poner otro ejemplo, una alta puntua- cin en K (que consiste en contestar practi- camente a todos los items como Falso) combinada con una puntuacién TRIN muy baja, refleja con mayor probabilidad res- puestas Falso indiscriminadas (no-aquies- cencia) que si TRIN fuese menor que el pro- medio; en este caso, una interpretacién del contenido de K estaria mas justificada. En este momento, el uso de TRIN y VRIN es experimental, y requiere de precaucion hasta que se acumule mayor experiencia empirica. Mientras tanto, las puntuaciones directas TRIN y VRIN que representan valo- res extremos en las muestras normativas, deben usarse como simples guias para identificar perfiles caracterizados por una significativa inconsistencia: puntuaciones directas VRIN de 14 0 mds, y puntuaciones directas de TRIN de 9 0 menos, o de 14 0 més (ver Tablas 15 y 16). 4.3. LAS ESCALAS CLINICAS Escala 1 (Hs: Hipocondria). Esta medida fue desarrollada a partir de un grupo de pacientes neuréticos que mostraban una preocupacién excesiva por su salud, pre- sentaban diversas quejas sométicas con pequefias bases orgdnicas o sin ellas y rechazaban garantias repetidas de que no tenfan nada fisicamente. Algunos de los items comprendidos en esta escala reflejan sintomas determinados 0 quejas especifi- cas, pero muchos otros reflejan una preo- cupacién somatica més general o una aten- cién auto-centrada en las vidas de esos individuos. 44 1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 TABLA 17. ESCALA 1 (Hs) HIPOCONDRIA Puntuaciones T interpretativas T> 80 Relacionado con problemas somiticos graves Hlusiones esquizoides, extrafas ilusiones corporales © somiticas Constrefido, inmevilizado por miitiples sintomas y quejas T 60-80 Exigente Insatisfecho Preocupaciones somiticas Reaccidn exigente 2 cualquier problema real Exageracién de problemas fisicos Trastornos del suefio Falta de energia Quejas variables y mailtiples 74059 Emocion, Puntuaciones medias Pequetias preocupaciones, 0 ninguna, acerca del cuerpo 0 de la salud inte abierto y equilibrado, Realista y perspicaz T<40 Ausencia de preacupaciones somaticas Original) Enérgico Optimista Intuitive Capaz, efectivo ibles hipdtesis interpretativas de sus puntuaciones pueden de forma breve y esquem inte la escala fue considera- s larga y se incluy6 una escala correccién para distinguir al sondriaco de otros pacientes con diferentes tipos de preo- somiticas. Luego, la escala fue y se afiadié a la puntuacién laescala 1 una fraccién (0,5) de In directa en la escala K como la escala de correccién original. 2 uno de los elementos ha sido debido a su dudoso contenido, in total de 32 items. (D: Depresién). Esta escala fue a partir de pacientes psiquiatri- intos tipos de depresin sinto- mentalmente en los que te- es depresivas o un episodio un trastorno manfaco-depresi- Interpretation of MMPI. Validity and clinical Scales. Bras, Workshop, 1992) vo. Los items incluidos en esta escala refle- jan no sélo los sentimientos de desnimo, pesimismo y desesperacién que caracteri- zan el estado clinico de individuos depresi- vos, sino también caracteristicas basicas de la personalidad, tales como hiperresponsa- bilidad, valores personales rigidos y auto- castigo. La escala original desarrollada por Hathaway y McKinley contenia 60 items; en el MMPI-2 se han eliminado tres de los elementos debido a su dudoso contenido, y quedan 57 items. Las posibles hipétesis interpretativas de- rivadas de sus puntuaciones pueden apre- ciarse de forma breve y esquemitica en la Tabla 18. En el apartado 4.8 se muestran dos con- juntos de subescalas para esta medida; una divisién en subescalas realizada por Wiener y Harmon (1946) y un conjunto de cinco reas de contenido identificadas por Harris y Lingoes (1955): depresiGn subjetiva, retar- do psicomotor, disfuncién fisica, enlenteci- InrerPRETACION O45 TABLA 18. ESCALA 2 (D) DEPRESION Implicaciones de las puntua: Puntuaciones T Hipétesis (erpretativas T 60-70 Reservado Disférico T>70 Depresién clinica severa Reservado, afectado seriamente por los problemas, desesperado Culpabilizado, con seatimientos de inutilidad e inadecuacin Preocupado por la muerte, suicida ‘Abatido, lento en el pensar y en el actuar | . Depresién moderada lncatisfecho con la vida Preocupado, ausencia de energia, incapacidad de concentracién Quejas somsticas, problemas de suet Falta de confianza en si mismo, auto-depreciacién, molesto, miserable 140-59 Puntuaciones medias Conforme consigo mismo Estable, ajustado, realista (MMPI Original) T<40 ‘Alegre, de buen humor Seguro de si mismo, autoconfiado Ausencia de inhibicién, impulsivo, a veces descontrolado Socialmente extravertido Ausencia de des6rdenes emocionales (Graham, JR. Interpretation of MMPL2, Validity and clinical Scales. Grajas, Workshop, 1992) miento mental y rumiacion. Algunos inves- tigadores consideran que la divisién de los items que componen la escala 2, es parti- cularmente dtil en la evaluacién del impac- to de los conjuntos de registros del test en las puntuaciones de esta escala. Los grupos de contenido proporcionan una base para evaluar las diversas razones especiales posi- bles de la ocurrencia de elevaciones mode radas en esta escala (ver también McCall, 1958). Escala 3 (Hy: Histeria de conversién). Esta escala fue construida a partir de pacientes que mostraban algunas formas de trastornos motores 0 sensoriales en los que podia establecerse una base orgénica. Algunos de los 60 items componentes reflejan quejas fisicas especificas o trastor- nos molestos, pero muchos otros implican una negacién de problemas en la propia vida o la ausencia de ansiedad social que suele observarse en sujetos con estas defensas. Las posibles hipétesis interpretativas derivadas de sus puntuaciones pueden apreciarse de forma breve y esquemati la Tabla 19. Los items de la escala 3 también han sido divididos en diversos componentes por Wiener-Harmon y en las cinco areas de contenido de Harris-Lingoes: negacién de ansiedad social, necesidad de afecto, lasi- tud-malestar, quejas somaticas e inhibicién de la agresién (ver apartado 4.8). Como en Ia escala 2, estas subescalas son ttiles para interpretar elevaciones en la escala 3 y determinar el efecto de conjuntos de regis- tros especiales en estas puntuaciones. Escala 4 (Pd: Desviacién psicopatica). Esta medida fue desarrollada a partir de individuos que fueron enviados al servi psiquiatrico para clarificar por qué siempre tenian continuos problemas con la ley, a pesar de que no sufrian deprivacién cultu- ral y de que posefan una inteligencia nor- mal y, relativamente, carecian’ de serios 46 O) INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 TABLA 19. ESCALA 3 (Hy) HISTERIA Puntuaciones T ipdtesis interpretativas T> a0 Considerar Reaccién de Conversin Elevada sugestionabilidad Frecuente ansiedad y episodios de painico Desinhibido Rabietas infantiles Reacciona a la vergiienza desarrollando sintomas fisicos T 60-80 Sintomas comaticos Trastornos del suefio Ausencia de comprensién acerca de las causas de los sintomas Negatividad Inmaduro, centrado en si mismo Exigente, absorbente Sugestionable Carifioso 740-59 Puntuaciones medias Realist, abierto a los sentimientos Logico, sensato T<40 (MMPI Original) Reservado, conformista, convencional Intereses reducidos Socialmente aislado y reservado Gritico, de mente cerrada neuréticos o psicdticos. Algunos s comprendidos en la escala 4 se la disposicién de estas personas jocer esa clase de problemas; reflejan la ausencia de conside- de la mayoria de las normas morales de conducta. La escala jesta por 50 items; en el perfil $e afiade una fraccién (0,4) de la directa de la escala K a la pun- de la escala 4. ibles hipstesis _interpretativas de sus puntuaciones pueden de forma breve y esquematica en do 4.8 proporciona las subesca- -Harmon para la escala 4, asi subescalas de contenido de : discordia familiar, proble- Imterpretation of MMPL-2.Valcty and clinical Scales. Bras, Workshop, 1992) mas con la autoridad, frialdad social, alie~ nacién social y autoalienacién'. Escala 5 (Mf: Masculinidad-Feminidad). Esta escala fue construida a partir de hom- bres que buscaron ayuda psiquiatrica en un esfuerzo por controlar sus sentimientos homosexuales 0 para poder hacer frente a confusiones dolorosas acerca de su rol sobre el género. Los esfuerzos similares por desarrollar una medida de divergencia del rol sobre el sexo en mujeres no tuvieron éxito (Hathaway, 1956). Segiin se descu- brid, los items de esta escala cubrian tam- bién un rango de reacciones emocionales, intereses, actitudes y sentimientos sobre el trabajo, interrelaciones sociales y aficiones en los que, en general, varones y mujeres difieren Ia lista original de tems en las subescalas de Harris-Lingoes 4 bass en una vers preliminar de la escala 4 y con fe hecho, no se incluyeron en a forma Hal de ia excala : InreRPRETACION 1 47 Dado que, en esta escala, los baremos de las puntuaciones T en mujeres van en direccién opuesta a la de los varones, la escala 5 es esencialmente contraria en los dos sexos (con la excepcién de 4 items que van en el mismo sentido en ambos sexos). También es importante sefialar que cuatro de los items de la escala 5 original han sido eliminados del MMPI-2 debido a su conte- nido dudoso. Las posibles hipétesis interpretativas derivadas de sus puntuaciones pueden apreciarse de forma breve y esquematica en las Tablas 21 y 22. Escala 6 (Pa: Paranoia). Esta escala fue desarrollada a partir de pacientes que fun- damentalmente mostraban alguna forma de condicién 0 estado paranoide. En este esfuezo, se dispuso de pocos individuos con una paranoia completamente desarro- llada (Hathaway, 1956). El contenido de los items de la escala 6 refleja tanto una marcada sensibilidad interpersonal como una tendencia a malinterpretar los motivos 9 intenciones de otros. También se inclu- yen en algunos de estos items egocentris- mo e inseguridad. Wiener y Harmon divi- dieron los items de la escala 6 en diversos componentes y Harris y Lingoes identifi- caron tres areas de contenido en sus subescalas: ideas persecutorias, hipersen- sibilidad e ingenuidad (ver apartado 4.8). Segtin algunos investigadores, estas agru- paciones son ttiles para evaluar las fuen- tes y el significado de las puntuaciones altas en la escala 6. En el MMPI-2 se han mantenido los 40 items de la escala 6 ori- ginal. TABLA 20. ESCALA 4 (Pd) DESVIACION PSICOPATICA Implicaciones de las puntuaciones Puntuaciones T ipdtesis interpret Juicio pobre Inestabilidad Irresponsable 1275 Asocial/comportamiento antisocial Egocéntrico e inmaduro Atacante y agresivo Impulsivo Extrovertido Enérgico Creativ T 60-75 Puede tener problemas con la Ley y la autoridad (varones) Puede consumir drogas no autorizadas (varones) Problemas familiares Airada, iritable, no cooperativa (mujeres) Culpabilidad, vergienza Relaciones superficiales 740.59 Puntuaciones medias Sincero, confiado Responsable, persistente T<40 Convencional y rigido (MMPI Original) AceptaciGn de la autoridad Sincero Persona de confianza Moralista, autocrtico Excesivamente cumplidor (Graham, J.R.Joterpretation of MMP-2 Validity and clinical Scales. Brujas, Workshop, 1992) 48 (1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA~ TABLA 21. ESCALA 5 (Mf) MASCULINIDAD- -EMINIDAD: VARONES Implicaciones de las puntuaciones Puntuaciones T Hipotesis interpretativas T>75 Considerar graves problemas soxuales 160-75 Conflictos sobre la identidad sexual (MMPI Original) Aieminado ‘Ausencia de intereses masculinos tradicionales Intereses intelectuales Sensible, empatico 140-59 Puntuaciones medias Practico Acomodaticio Realista Convencional T<40 Patrén tradicional de intereses masculinos (MMPI Original) Declaraciones machistas, crudo, agresivo Intereses reducidos, escasos No le gusta jugar con los sentimientos Imprudente Orientado a la accién Autoconfiado I Interprntatinn of MMPL? Vallty and clinical Seale Rnsjas, Workshop, 1999) TABLA 22. ESCALA 5 (Mf) MASCULINIDAD-FEMINIDAD: MUJERES Implicaciones de las puntuaciones Puntuaciones T fipdtesis interpretativas, T>75 Considerar graves problemas sexuales 160.75 Rechazo del papel tradicional femenino (MMPI Original) Asertiva Segura de si misma Competitiva 140-59 Puntuaciones medias Empitica Capaz Competenie ‘Acomodaticia Considerada Wealista T<40 Con bajo nivel cultural {MMPI Original) Se presenta a sf misma como muy femenina = Pasiva, sumisa, complaciente, décil = Quejica = Ingenua, idealista Con buen nivel cultural = No especialmente femenina a la manera tradicional = Capaz, segura, concienzuda - Enérgica, competitiva = Considerada Flexible, informal Interpretation of MMPL.2 Valdty and clinical Scales. Bruja, Workshop, 1992) INTERPRETACION O49 TABLA 23. ESCALA 6 (Pa) PARANOIA Implicaciones de las puntuaciones Puntuaciones T ipbtess hi terpretativas T>70 Considerar psicosis paranoide Suspicaz Reservado T 60.70 Predisposicién paranoide Excesivamente sensible Arado, recentida 750-59 Sensible Suspicaz Airado, resentido ‘Ausencia de control emocional 745-49 Racional Cauto Flexible Puntuaciones medias Pensamiento claro 135-44 Tenaz (MMPI Original) Exasivo Egocéntrico Insatisfecho Sin intuicige, Considerar psicosis (MMPI Original) Testarudo T<35 Probablemente psicosis paranoide Cauteloso y evasive (Graham, LR, Interpretation of MMPI2. Validity and clinical Scales. Bras, Workshop, 1992) Las posibles hipstesis interpretativas derivadas de sus puntuaciones pueden apreciarse de forma breve y esquematica en la Tabla 23. Escala 7 (Pt: Psicastenia). Tundamental- mente, esta escala fue construida a partir de pacientes que mostraban preocupaciones obsesivas, rituales compulsivos, 0 los mie- dos exagerados que presentaba el grupo neurotic, descrito entonces con el diag- néstico de psicastenia (un debilitante del propio control mental sobre pensamientos y acciones), pero que corresponde a la actual designacién del trastorno obsesivo- compulsivo. Aunque algunos de los conte- nidos de los items se refieren a esa tematica sintomatica, la escala completa refleja ansiedad y estrés mas generalizados (0 emocionalmente negativos), asf como la declaracién de estrictas normas de moral, auto-culpa por las cosas que van mal y rigi- dos esfuerzos por controlar los impulsos. En la escala 7 permanecen 48 items y en el perfil estandar el valor total de la puntua- cién K se afiade a la puntuacién directa de esta escala. No se han desarrollado subes- calas para la misma. Las posibles hipétesis interpretativas derivadas de sus puntuaciones pueden apreciarse de forma breve y esquematica en la Tabla 24. Escala 8 (Sc: Esquizofrenia). Esta medida se construyé a partir de pacientes psiquis- tricos que manifestaron varias formas de esquizofrenia. Los esfuerzos iniciales por crear medidas separadas de las distintas for- mas de esquizofrenia no tuvieron éxito (Hathaway, 1956). E| contenido de los items: cubre un amplio rango de pensamientos extrafios, experiencias inusuales y caracte- 50 1 INVENTARIC MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2. TABLA 24. ESCALA 7 (Pt) PSICASTENIA Implicaciones de las puntuaciones Puntuaciones T T>75 Miedo extremo, ansiedad, tensién Trastornos del pensamiento Percepcién defectuosa Falta de concentracién Rumiaciones Rituales rigidos Fobias supersticiosas Sentimientos de culpa 160-75 ‘Ansiedad, moderada depresién Pesadillas en los suefios Falta de seguridad en si mismo Culpabilidad Perfeccionista Indeciso No se siente aceptado por los demas 14059 Puntuaciones medias Confiable Sincero Adaptable Bien organizado T<40 IMMPI Original) ‘Ausencia de desérdenes emocionales Seguro de si mismo Capaz, competente sibles especiales de estos indivi intienen los 78 items en la esca- el periil estandar, el valor com- puntuacién directa en la escala a las puntuaciones directas de ibles hipétesis interpretativas de sus puntuaciones pueden de forma breve y esquematica en 4.8 muestra una lista de las de Wiener-Harmon de la escala 6 agrupaciones de contenido ingoes: alienacién social, aliena- jonal, tres medidas de ausencia intral (cognitive, conative e inhi- Personalidad con prestigio, éxito, reconocimiento Interpretation of MMPL-2,Valicity and clinical Scales. Brujs, Workshop, 1992), bicién defectuosa) y experiencias sensoria- les extrafias. Escala 9 (Ma: Hipomania). Esta escala se desarroll6 a partir de pacientes con estados tempranos de un cpisodio maniaco o de un trastorno maniaco-depresivo'. El contenido de los items de la escala 9 cubre algunas de las caracteristicas conductuales de esta condicién y rasgos asociados (ambicién desmedida, extraversién y altas aspiracio- nes). Permanecen 46 items en la escala y una fraccién (0,2) de la puntuacién directa de la escala K se afade a la puntuacién directa de la escala 9 en el pertil estindar. Wiener y Harmon crearon subescalas para esta escala y Harris y Lingoes agruparon los items componentes en cuatro Areas de con- ;que manifestaron psicsis plenamente desarolada no pudieron ser evaluadas mediante el Cucstonario, INTERPRETACION OQ) 51 TABLA 25, ESCALA 8 (Sc) ESQUIZOFRENIA Implicaciones de las puntuaciones Puntuaciones T Hipotesis interpretativas T>75 Posible trastomo esquizofrénico 160.75 Esquizoide de estilo libre Confuso Miedoso Pesadilla en los suefios Reservado, no comprometido Fantasia y ensuefios excesivos 740-59 Puntuaciones medias Adaptable Dependiente Buen equilibrio T<40 Sensible (MMPI Original) Confiado Prudente, convencional Conecreto, préctico Condescendiente, sumiso (Graham, J.R Interpretation of MMPL-2, Validity and clinical Scales. Brujas, Workshop, 1992) TABLA 26. ESCALA 9 (Ma) HIPOMANIA Implicaciones de las puntuaciones Puntuaciones T Hipotesis interpretativas T>80 Posible trastorno bipolar, tipo maniaco 170-80 Energia excesiva ‘Ausencia de direccién Desorganizacién conceptual Poco realista en su auto-valoracion Tiranico, mandén ‘Muy hablador Baja tolerancia a la frustracion Impulsivo 60-69 Activo Enérgico Extrovertido Creativo Rebelde 740-59 Puntuaciones medias Sociable y amistoso Responsable Realista Entusiasta Equilibrado T<40 (MMPI Original) Sensible Confiado Responsable Prudente, convencional Sumiso, condescendionte Practico, concreto (Graham, JR. Interpretation of MMPE2. Validity and clinical Scales. Brujas, Workshop, 1992), 52. (1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 TABLA 27. ESCALA 0 (Si) INTROVERSION SOCIAL Implicaciones de las puntuaciones Puntuaciones T Hipétesis interpretativas T>75 Ext 160-75 Introvert, reservado, timido Depresivo, culpable Bajo ritmo personal ‘Ausencia de seguridad en ef mismo ‘Ausencia de intereses Supercontrolado Sumiso, condescendiente Persona de confianza, formal Responsable en el trabajo 140-59 Puntuaciones medias Activo, enérgico ‘Amistoso Equilibrado Hablador T<40 Extravertido, sociable (MMPI Original) Seguro de si mismo Enérgico Competitivo Poco controlado, Manipulative Interpretation of MMPL2 Validity and clinical Scales. Bruja, Workshop, 1992) amoralidad, aceleracién psicomo- dencia social. En el MMPI-2 hay 69 items rturbabilidad y auto-envaneci- en la escala 0; un item fue eliminado debi- apartado 4.8). do a su contenido dudoso. ibles hipdtesis interpretativas Las posibles hipétesis interpretativas de sus puntuaciones pueden —derivadas de sus puntuaciones pueden de forma breve y esquematica en apreciarse de forma breve y esquematica en e la Tabla 27 0 (Si: Introversién social). Esta desarrollada por L. E. Drake tir de muestras de escolares que en los extremos de la escala de ny extraversién social en el tory (Thinking Social Emotional Inventory, de Evans y McCon- }). Las puntuaciones superiores a la escala 0 reflejan niveles ele- Hostetler, Ben-Porath, Butcher y Graham (1989) han desarrollado un conjunto de subescalas para la escala Si utilizando un procedimiento multiestadio y multimétodo que implica el analisis factorial del nivel de los items y procedimientos de desarrollo racional de escalas. Las tres subescalas, Timidez/Auto-conocimiento (Si1), Evitacién. reserva social, preferencia por Social (Si2) y Alienacién respecto a si mis- solitarios y ausencia de aserti-. _'o y a otfos (Si3), tienen una consistencia jal. Las puntuaciones por debajo interna entre 0,75 y 0,82, y una estabili- ia reflejan las tendencias contra- _dad test-retest entre 0,77 y 0,91 (ver aparta- sentido de participacién y ascen- do 4.8). InTeRPRETACION O53 FIABILIDAD DE LAS ESCALAS CLI BASICAS ICAS Los datos de fiabilidad test-retest y con- sistencia interna de las escalas basicas en el perfil aparecen en el Apéndice original D’. Estos valores van de 0,67 a 0,92 en una muestra de 82 varones, y de 0,58 a 0,51 en una muestra de 111 mujeres. Como se indi- 6 en la Tabla 8, cinco de las escalas basi- cas han sido abreviadas eliminando items de contenido dudoso o items desactualiza- dos. El impacto de la anulacién de estos items fue minimo; la fiabilidad de las esca- las afectadas (F, 1, 2, 5 y 0) es comparable a la de las otras escalas. La sensibilidad de estos limites de fiabili- dad de cualquier puntuacién dada en el Cuestionario es también importante en la interpretacién de los patrones de perfiles. En un emparejamiento de codigos de com- binaciones de las dos escalas con las pun- tuaciones mas elevadas, como por ejemplo codigo 27, el orden 72 sdlo seria razonable en una asignacién de cédigo basada en las fiabilidades de esas dos medidas compo- nentes. Estos rangos de puntuaciones basa- dos en el error tipico de medida son tam- bién ctiles en la evaluacién de cualquier cambio obtenido a partir de una segunda administraci6n del MMPI-2 a un determina- do individuo. ESTRUCTURA FACTORIAL DE LAS ESCALAS CLINICAS BASICAS El Manual original americano (Apéndice F) presenta dos matrices de intercorrelaci6n de las escalas basicas del MMPI, una de varones y otra de mujeres de la muestra normativa nacional. Ademis, los resultados del andlisis factorial de los principales com- ponentes, realizado en esas dos matrices, son bastante consistentes con los estudios previos de los que informa la literatura sobre el tema’, que muestran factores del MMPI separados de mentalidad psicotica y preocupaciones neuréticas, asi como facto- res menores que se refieren a la identifica- cién del rol sobre el sexo y el trastorno de personalidad. Sin embargo, existen algunas diferencias apreciables entre los factores resultantes en varones y mujeres, que sugie- ren que algunos de los patrones del MMPI pueden tener diferentes significados inter- pretativos en cada género 0 sexo’. CORRELATOS DE LAS ESCALAS CLINICAS Se ha dedicado un gran conjunto de investigaciones a establecer el significado o significacién de los diferentes niveles de elevacién de cada una de las escalas clini- cas. En el Manual original se resumen algu- nos de los niveles mas comunes de puntua- 16n con diferentes fuentes. Si se utiliza esta lista como gufa es posible esbozar un con- junto preliminar de hipétesis interpretativas de cada conjunto de elevaciones de las escalas clinicas. Antes de examinar los patrones de perfil generados por los cédi- gos de combinaciones de puntuaciones, muchos clinicos evaldan cada escala para formar un bosquejo inicial del individu examinado. Dos ejemplos, tomados del Manual for administration and scoring del MMPI-2 (pgs. 31-33), servirdn de ilustracién respecto al uso de estos datos como un pri mer paso en el proceso interpretativo. 1+ No se corresponde con el apéndice D de este Manual. Los interesados pueden consular el Manual americano. 2 Ver los sumarias que se proporcionan en Dahlstrom, Welsh y Dalhstrom, 1975, 5 Algunos resultados diferentes del andlisis factorial se encuentran tipicamente en los anilisisrealizados en intercorrelaciones de los fens ‘componentes 54 Q) INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2. ‘Score RO K tobe Added & Raw Score with KA Rav See A AD 13 24 a3 46 QY 4a 18 13 20 s 4ada 2 ai 30 35 aa A. fue examinado en un servicio 0 de consulta ambulatoria, presen- quejas respecto de una variedad de ymalestares abdominales. Tiene 60 le edad, es un hombre de negocios, casado, con dos afios de universi- encontraron pequefias evidencias orgénica en sus quejas, y fue remi- su evaluacién psicolégica. El per- obtuvo en el MMPI-2 se muestra Figura 2; el cédigo es: 12-670 V/LK:F. Todos los indicadores tradicio- Fig. 2. S1.A. 60 afos, hombre de negocios. Cédigo 12-620 39/845/LK:F. (Tomado del Manual for administration and scoring, 1989, pg.33) nales de validez estén por debajo de la media y sugieren que fue muy cooperativo con el test. No hay evidencia de defensivi- dad o de intencién de distorsionar su auto- presentacion. Sus puntuaciones Ly K entran dentro de los rangos que incrementan la posibilidad de que finja deliberadamente un pobre ajuste, pero su puntuacién en la escala F no indica que eso sea cierto. Los significados de estos indicadores de validez sugieren que este hombre es abierto, convencional, probablemente muestra sus problemas, Inrerpretacion Q 55 aunque no se encuentra inmerso en una seria crisis emocional. La escala 1 presenta una puntuacién T 66, y es la puntuacion clinica mas alta de todas las escalas. Una elevada puntuacién en esta escala sugiere que el sujeto es mas bien egocéntrico y exigente, pesimista y derrotista en su visién del futuro, y proba- blemente reacciona exageradamente frente a algunos problemas reales, Es probable que el Sr. A. presente numerosas quejas fisi- cas cada vez en una parte diferente de su cuerpo La segunda puntuacién més alta es la escala 2 y tiene un rango moderado. Esta puntuacién sugiere también que es pesimis- ta y esta desanimado frente a su futuro. Se encuentra insatisfecho consigo mismo o con el mundo, es inquieto y de humor variable. Su temperamento es introvertido, pero es un individuo responsable y modes- to. Otras tres puntuaciones entran dentro del rango moderado: las escalas 6, 7 y 0. Estas puntuaciones también caracterizan al St. A. como responsable, trabajador y reser- vado. Los individuos con perfiles 12/21 mues- tran una reacci6n exagerada a los trastornos fisicos, son propensos a la fatiga y suelen ser timidos, irritables, reservados y depresi- vos. Son rasgos prominentes los dolores vis- cerales, preocupaciones excesivas acerca del funcionamiento del cuerpo y ausencia de insight. El anilisis escala por escala de este per- fil revela ciertas tendencias hipocondriacas y depresivas en un sujeto introvertido, de humor variable y trabajador. Las caracteris- ticas tipicas del cédigo estan presentes, pero sdlo en un grado moderado, como cabria esperarse en un perfil con elevacio- nes de esta magnitud. Estas caracteristicas se confirman clara- mente en la informacién de los datos per- sonales del Sr. A. Esta casado desde los 25 afios con su actual esposa; no ha tenido dificultades conyugales. Sin embargo, el Sr. A. ha perdido recientemente su trabajo, lo cual ha supuesto una pérdida del ingreso familiar. Tiene un hijo de 25 afios que esté viviendo fuera de casa. En el dltimo afio, muy frecuentemente, el St. A. ha consultado a su médico de ca- becera y ha hecho tres visitas a la clinica ambulatoria de la Administracién de Vete- ranos en los Gltimos meses. Ademas presen- ta sintomas abdominales y tiene problemas de suefio, quejas de fatiga crénica, pérdida de interés por el sexo y miedos recurrentes a la muerte. También ha perdido peso con- siderablemente y ha tenido dificultades para concentrarse en su trabajo. Los sedan- tes no le han servido de ayuda. La actual impresion diagndstica es que el Sr. A. sufte de distimia (depresién moderada) con ras- gos de hipocondria. Ejemplo 2: El Sr. B. es un varén negro de 23 afios de edad, casado, con titulo de bachiller y con un aio de preparacién en un instituto téc- nico. Ha estado trabajando como electricis- ta, pero recientemente ha perdido su traba- jo en una compaiiia constructora. Remitido por su médico de cabecera, fue examinado en un centro de salud mental. Presenté la queja de que estaba ansioso y nervioso, de que tenfa poco o nada de apetito y de que Ultimamente tenfa dificultades para con- centrarse, Su médico crefa que sus proble- mas emocionales eran més serios de lo que 4l estaba dispuesto a admitir y pidié una evaluacién psiquidtrica ms profunda. Como parte de su evaluacién, el Sr. B. completé el MMPI-2; el perfil resultante produjo un cédigo de: 68*97"4’2-013/5 FY/L:K. Hubo numerosas puntuaciones cli- 56 1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 , y los indicadores de validez la preocupacién acerca de la dad de su registro como base para conclusiones acerca de su estado ial. Aunque el numero de items en F (26) estaba dentro del rango de e podrian reflejar un modo aza- esponder a los items del test, ni la directa en L de 3 ni la puntua- fa en K de 9 fueron consistentes itud hacia el test. Sin embargo, ones L y K, sugieren que deli- ente, el Sr. B. pudo haber intentado sus problemas. En tal patron, la i6n de la escala F podria inter- acertadamente como parte de da de ayuda en escala por escala del perfil [6 que el nivel de puntuaciones las 6 y 8 fue muy alto, indicando B. podria estar manifestando un pensamiento, con creencias , reserva social y sentimientos 1. La escala 9 también obtuvo sn muy alta, indicando la d de que el sujeto es marcada- Isivo, est confundido y carece efectivo sobre su cardcter. Sin § altas puntuaciones tanto en la jo en la 7 indican que esta ocupado y deprimido (quizas uencia de su impulsividad), y za por controlar sus pensa- acciones desviados, mediante les compulsivos. La alta puntua- ala 2 sugirid que esta experi- una depresidn considerable, con tima y auto-confianza, numero- fisicas y considerables dificulta- lefio. La escala 4 fue muy alta, ‘inestabilidad emocional e irres- lad asi como problemas de ata- idad u otras acciones antisocia- ealas 1, 3 y 5 estuvieron en el para varones; el nivel modera- escalas proporciona mayor evi- dencia apoyando la conclusién de que este registro no fue azaroso sino valido para esta clase de evaluacién. Cuando carecen de estrés, los individuos con un cédigo 68/86 son socialmente reser- vados y evitativos. También, probablemente interpretan que la mayoria de las activida- des giran en torno a ellos, incluso los suce- sos 0 acontecimientos no relacionados con ellos los interpretan como si se refiriesen a ellos mismos. Frecuentemente suelen cau- sar la impresién de que son excesivamente sensibles y de que se les puede ofender facilmente. Cualquier ataque a su orgullo puede ser recordado por ellos durante mucho tiempo; estos individuos pueden abrigar rencor y sentimientos de venganza acerca de tales episodios. Sin embargo los sujetos con un patron elevado o muy elevado 68/86, como el que muestra el perfil del Sr. B., informan sentir- se extremadamente maltratados, con fuertes convicciones de que el poder de otros se aprovecha de ellos o les influye. A la vez que esconden estas creencias, suelen mos- trar una sinceridad ingenua y creen que la gente es, generalmente, buena y bien inten- cionada. Esta combinacién contradictoria les lleva a creer que otra gente “les traicio- na” y activan esa clase de ira y resentimien- to que el St. B. parece mostrar en sus res- puestas al MMPI-2. Estos individuos suelen también tener extrafias experiencias visua- les, oyen voces 0 tienen cualquier otra sen- sacin extrafia, y sienten que son influidos © controlados por otros. Los resultados del MMPI-2 fueron con- sistentes con un diagnéstico de reaccién esquizofrénica, de tipo paranoide, con }6n social y rumiaciones depresi- vas. También indicaron que era probable que el Sr. B. hubiese estado actuando impulsivamente (quizds_antisocialmente) sobre la base de sus creencias paranoides. Inrerpretacion O57 K tone Aaea S Raw Score with X43 tawsomd 26 A A ayad Atay 23 3a 44 © 34 score 4 40S 35 4a 53 32. Fig. 3. Se B, Electrcista, 23 aftos, cédigo: 68°97"4"-200135.FULK (Tomado del Manual for administration and scoring, 1970, pg.42) Una investigacién més profunda de los datos del Sr. B. revelé que habia perdido su ltimo trabajo debido a que atacé a su supervisor con un cuchillo tras haber sido ctiticado por la calidad de su trabajo en un edificio en construccién. Fue arrestado en esa ocasi6n, pero los cargos no fueron pre- sentados. Dado que éste fue uno més de una serie de otros episodios de pérdida de trabajo, después de haber perdido este ultimo tra- bajo qued6 muy abatido y desanimado. Se sintié desesperado y presentaba problemas para concentrarse. Segtin su esposa, estaba nervioso y tenso, y habia perdido el apet to. En muchas actividades habfa caido en un patrén en que hacia las cosas una y otra vez de forma rigida y sin sentido. Sentia que tenia que estar constantemente en guardia y que era cierto que le habian esta- do espiando. También informé de numero- sas sensaciones peculiares en tomo a su cuerpo Habja sido siempre bastante timido y socialmente reservado. Hace pocos ajios 58 OQ) INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 lemas serios con la bebida y do varias drogas. Sus episodios jismo habian sido graves, llevan- pérdida de conocimiento, y habia de que perdiera sus anteriores En otras ocasiones habia tenido compajieros de trabajo, lo cual ser despedido. MBINACIONES DE LOS IDIGOS cada escala tiene significado inferencias personolégicas sobre ‘cliente determinado, las com! de puntuaciones elevadas son importantes en la interpretacién 1-2. Muchas de ellas se resumen de pares o triadas de punto- investigadores del significado de del MMPI, han senalado en el las tablas de puntuaciones T de clinicas del MMPI original no distribuciones de puntuaciones en todas las escalas. Ha sido di jinar las razones de ello, pero pueden incluirse las deficiencias s en los procedimientos nor- los porcentajes diferenciales de distintos procesos psicolégicos personalidad en los varones y Minnesota incluidos con las en las que se desarrollaron los riginales del Cuestionario. as de puntuacién T proporcio- el MMPI-2, las transformaciones -anteriormente, han permitido que iciones de las puntuaciones T comparables en cada una de las las (omitiendo las escalas 5 y 0). al original americano se muestra esas transformaciones psicomé- las frecuencias de varias com- de cédigos en una muestra real ites psiquidtricos de Ohio y . También se muestra el impacto de un procedimiento de normalizacién sobre las distribuciones de las puntuaciones T en ocho de las escalas clinicas, en las mismas muestras psiquidtricas aplicando los baremos de Mayo (Colligan y otros, 1983). Aunque el ntimero de individuos con puntuaciones altas a través de las ocho escalas clinicas fue bastante similar en los baremos originales y en la tablas de Mayo, el uso de distribuciones normalizadas pro- duce una menor elevacién de las puntua- ciones T para estos pacientes, especialmen- te en valores cercanos aT 80 0 superior. Sin embargo, si se usa tanto el escalamiento tradicional en puntuaciones T lineales como el actual método de puntuaciones T uniformes, con el MMPI-2, se dan mayores discriminaciones en los niveles superiores de puntuacién. La comparaci6n de los métodos de esca- lamiento lineal tradicional y uniforme muestran que la prevalencia de los cédigos de punto-elevado (y cédigos de pares punto-alto) implicando las escalas 1, 3, 6, 7, aumenta considerablemente mediante los valores en puntuaciones T uniformes. Este resultado se obtuvo sin perder un ndmero apreciable de puntuaciones altas, lo cual sucedid cuando se aplicaron los procedimientos Mayo de normalizacién a esas puntuaciones. En la interpretacién del MMPI, podria sefialarse un punto adicional acerca del uso de las configuraciones de puntuacio- nes de escalas (por ejemplo, combinacio- nes de cédigos): una implicacién obvia de la fiabilidad, es que algunos perfiles del MMPI en los que las puntuaciones mayores son casi iguales a otras en elevacién, los cédigos punto-alto pueden ser algo inde- terminados. No obstante, la practica comin ha sido considerar como intercam- biables el primero y segundo puntos mas altos. Asi, un cddigo 13 se considera que tiene un significado igual al del cédigo 31 INTERPRETACION Q. 59. En el material sobre combinaciones de cédigos y sus correlatos resumidos en muchos atlas interpretativos y manuales, los datos se presentan en términos de tipos de cédigos 13, 31, 27, 72, etc. 4.5. INDICES Y PROCEDIMIENTOS DE CLASIFICACION A partir de los resultados del MMPI-2 pueden calcularse ciertos indices que han demostrado aportar informaciones signifi- cativas nuevas. Porcentaje de Verdadero Este porcentaje es siempre interesante y puede ser usado para identificar la falta de cooperacién del sujeto que completé cl Cuestionario respondiendo a todas o la ma- yor parte de las preguntas como Verdadero. Porcentaje de Falso Este porcentaje también es relevante en todos los Ambitos y refleja respuestas a los items en la direccién todo 0 casi todo Falso. Un alto porcentaje de respuestas Falsas sugiere que un individuo ha respondido a los items negando indiscriminadamente los problemas. Elevacién media del perfil La media de las puntuaciones T, en ocho de las escalas clinicas (Hs, D, Hy, Pd, Pa, Pt, Sc y Ma), proporciona informacién prelimi- nar del grado total de desajuste manifestado en el MMPI-2. Las elevaciones medias de las puntuaciones por encima de 65, sugie- ren que el sujeto informé de un gran name- ro de problemas psicolégicos. Indice F-K El {ndice de Disimulacién desarrollado por Gough (1947) es una medida atil de la simulacién en las respuestas del test o de la atribucién de un excesivo nimero de pro- blemas. Puntuaciones superiores a +15, generalmente son interpretadas como “fin- gir estar mal” (faking bad) 0 como una autopercepcién excesiva de problemas psi- coldgicos. indice de Goldberg El trabajo de Goldberg (1965) indicé que una simple combinacién lineal de ciertas puntuaciones del MMPI, permite una fér- mula predictiva que discrimina entre perfi- les neuréticos y perfiles psicéticos. El indi- ce se calcula sumando y restando las pun- tuaciones T, de la siguiente manera: L + Pa + Sc— Hy ~ Pt. Si el resultado de la puntua- cidn es mayor que 45, sugiere un diagnésti- co psicético. En este indice son utilizadas las puntuaciones T. En el ambito de la salud mental, el indice de Goldberg puede ser bastante dtil para discriminar pacientes psi- céticos de neuréticos. Reglas de Henrichs Henrichs (1964, 1966), de acuerdo con ciertas normas clinicas, clasificd casos como psicéticos, neuréticos o de desorden de cardcter. Aunque no ha habido una extensa validacién empirica de estas reglas, pueden dar al usuario una “segunda opi: nién’” sobre el tipo de psicopatologia del caso. Se utilizan las puntuaciones T del MMPI original. indice de Trastorno Cooke (1967a, 1967b) traté de facilitar una puntuacién, basada en el MMPI, que indicara el grado de manifestacién psicopa- tolégica en estudiantes universitarios. A partir de las escalas clinicas y las escalas suplementarias A, Ry Es, emple6 puntua- ciones de cinco intérpretes experimentados en el MMPI y obtuvo una medida lineal de trastornos psicolégicos. Recomendé que se 60 1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 uintuaciones de 550 o superio- ferminar si se encuentra presen- significativo de perturbacién. El ey Bohn (1977) identificaron de delincuentes mediante el uso I del MMPI. y estudiaron un variables demograficas y com- 08 en prisién, asociado con estos fotipos. El Sistema de Clasifi- resos, de Megargee, ha condu- erosas investigaciones. Una eral de los hallazgos es pro- por Kennedy (1986). Nume- ulos proporcionan pruebas empi- istema Megargee (Bohn, 1979; owell, 1980; Dahlstrom, Panton, ahistrom, 1986; Edinger, 1979; terfors y Logue, 1982; Hanson, ford y Johnson, 1983; Johnson, y Gordon, 1983; Louscher, Moss, 1983; Megargee, 198- Inson y Hosford, 1984; Motiuk, \drews, 1986; Mrad, Kabacoff y }; Simmons, Johnson, Gouvier a, 1981; Walters, 1986; y Zayer, tipos de Megargee parecen lferentes muestras de presos; los s fueron encontrados en similar en diferentes prisiones de maxi- ia seguridad, y en otras institucio- gimen abierto (Dahlstrom, Panton, lahistrom, 1986; Johnson y otros, fad y otros, 1983; Walters, 1986). s1go, las proporciones de presos en sificacin varian algo en algunas Los resultados no parecen ser para confirmar si las caracteris- is Muestras especificas estén aso- ciadas con determinadas proporciones de los diferentes tipos. No hay suficiente informacién disponi- ble para justificar la aplicacién de esta cla~ sificacién a las mujeres presidiarias (ver Edinger, 1979). Ademas, hay algiin interro- gante respecto si el sistema de clasificacién es adecuado para los presos varones de larga estancia carcelari Aunque la tipologia de Megargee puede darse en muchos grupos, los correlatos de los tipos no han sido encontrados para generalizar consistentemente todos los gru- pos de presos. Algunos estudios encontra- ron que la historia personal, psiquidtrica, demografica, ajuste en prisién o resultado de variables, no estan diferencialmente aso- ciados con alguno de los tipos. “CHARLIE” parece ser el tipo que mas consistentemente predice el desajuste psi- quidtrico y conductual, incluyendo un mal ajuste en prisién. El tipo “HOW” también parece ser muy consistente con problemas psicolégicos y de ajuste. Hasta el momento, las investigaciones disponibles no aportan respuesta a la pre- gunta respecto a si unos tipos son més esta- bles que otros. Algunos estudios han cues- tionado la estabilidad de algunos de los tipns de Megargee, encontrando que entre el 60% y el 90% de los presos cambian de tipo antes de los cuatro meses (Dahlstrom, Bain y Dahlstrom, 1986; Johnson y otros, 1983; Simmons y otros, 1981). Sin embar- g0, queda abierta la pregunta respecto a si esos cambios reflejan inestabilidad invali- dante 0 cambios reales de personalidad, estilo de afrontamiento, conductual, etc. (Zager, 1983). Por ejemplo, en la muestra de Dahlstrom, compuesta por presos con- denados a muerte, y cuya sentencia fue conmutada, los cambios desde los tipos patolégicos “CHARLIE” y “HOW” a los tipos menos patolégicos “ITEM”, “EASY” o “GEORGE”, pueden ser un reflejo valido de INTERPRETACION 1 61 los cambios en su estado mental. En con- junto, para la toma de decisiones clinicas 0 administrativas se recomienda que la tipo- logia de Megargee sea utilizada con pre- caucién, aunque puede proveer hipstesis tiles cuando es complementada con otra informaci6n. La clasificaci6n mediante las reglas de Megargee utiliza puntuaciones T del MMPI original, hasta tanto nuevas Investigaciones indiquen que puedan ser sustituidas por las puntuaciones T desarro- lladas para el MMPI-2 . La tipologia del dolor crénico En afios recientes, han sido ampliamen- te estudiados con el MMPI pacientes con dolor crénico (Armentrout, Moore, Parker, Hewett y Feltz, 1982; Bernstein y Garbin, 1983; Bradley, Prokop, Margolis y Gentry, 1978; Bradley y Van der Heide, 1984 Fordyce, 1987; Hart, 1984; McCreary, 1985; McGill, Lawlis, Selby, Mooney y McCoy, 1983; y Prokop, Bradley, Margolis y Gentry, 1980). El MMPI es el instrumento mas utilizado en estudios de personalidad y comportamiento sintomatico de pacientes con dolor crénico. Recientemente, Cos- tello, Hulsey, Schoenfeld y Ramamurthy (1987) han resumido la extensa literatura de investigacin del MMPI en dolor crénico, demostrando que cuatro grupos principales de tipos en el MMPI dan cuenta de un sig- nificativo porcentaje de pacientes con dolor. Esos grupos de pacientes con dolor, llamados subtipos P, A, 10 N, fueron encon- trados a través de una gran variedad de entornos de tratamientos del dolor. Inves- tigaciones preliminares apoyan la opinién de que esos perfiles representan diferentes tipos de problemas en términos de expre- sién sintomatica, sensibilidad y resultado de tratamiento. Keller y Butcher (1991), usando el MMPI-2, encontraron que los subtipos P, A, ly N de Costello y colabora- dores, pudieron ser corroborados en una extensa muestra de pacientes con dolor 62 1 INVENTARIO MULTIFASICO OF PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 cr6nico, clasificaron sélo la mitad del total de la muestra, sugiriendo que estas reglas son altamente conservadoras a la hora de asignar a los pacientes a los grupos hallados en muchos estudios. 4.6. LAS ESCALAS SUPLEMENTARIAS Para ayudar a interpretar las escalas basi- cas y aumentar la cobertura de problemas y trastornos clinicos, se han definido varias escalas adicionales. Para la interpretacién de estas escalas, no se especifican niveles absolutos respecto de las puntuaciones altas y bajas. En general las puntuaciones T mayores de 65 pueden considerarse como puntuaciones altas y las puntuaciones T menores de 40 pueden considerarse como puntuaciones bajas. En algunas escalas, como la escala revisada de Alcoholismo de McAndrew, suelen hacerse recomendacio- nes més especificas concernientes alos niveles de puntuacién. Las puntuaciones T de estas escalas se incluyen en las tablas A-5 (varones) y A-6 (mujeres) del Apén- dice A. Escalas tradicionales Generalmente, el material interpretative de estas cuatro escalas es mas completo que el de algunas medidas més recientes que ahora aparecen en el MMPI-2. A (Ansiedad): La escala fue desarrollada por Welsh (1956) para evaluar la prime- ra dimensién que emerge cuando las escalas bdsicas de validez y clinicas del MMPI son sometidas a anilisis factorial. Tanto la Escala A original como la ver- sién del MMPI-2 tienen 39 items. Pun- tuaciones altas reflejan malestar, ansie- dad, incomodidad y trastornos emocio- nales generales. Los sujetos que puntdan alto tienden a ser inhibidos y excesiva: mente controlados, incapaces de tomar] decisiones sin vacilacién e incertidum- mistas y facilmente alterables jones sociales. En contraste, las Ines bajas reflejan ausencia de emocional. Los individuos que bajo tienden a ser enérgicos, iivos y socialmente abiertos. ser incapaces de tolerar la frus- y frecuentemente preficren la la contemplacién. a escala fue desarrollada (1956) para evaluar la segun- jensién que emerge cuando las de validez y clinicas del MMPI ietidas a andlisis factorial. La original incluia 40 items; la ver- PI-2 de la escala contiene 37 sujetos que punttian alto tien- ‘convencionales y sumisos, y se por evitar situaciones desagra- no placenteras. Los sujetos que bajo en la escala R parecen ser icios, adaptables, enérgicos, 3, desinhibidos e informales, jasmo por la vida. Tienden a ser mente excitables, agresivos, dominantes. del yo): La escala fue desarro- Barron (1953) especificamente luar la capacidad de un indivi- sacar provecho de una psicote- dividual o de grupo. La escala Es ivi ‘contenia 68 items; la versién del de la escala tiene 52 items. Es lida de la adaptabilidad, resis- ursos personales y comporta- -efectivo. Es también un buen general de salud mental intuaciones altas en Es estén a la espontaneidad, el buen on la realidad, sentimientos de i6n personal y buen funciona- isico. Los sujetos con altas pun- son capaces de hacer frente al de recuperarse de sus problemas. sefialarse que en esta escala, las puntuaciones suelen ser elevadas en los perfiles con evidencia de defensividad sistemitica; en tales casos las puntuacio- nes Es clevadas generalmente no tienen las mismas implicaciones positivas que las puntuaciones elevadas en perfiles no defensivos. Probablemente, los indivi duos que puntdan bajo en Es son inhibi- dos, informan de enfermedades fisicas y de sentimientos de incapacidad para afrontar las presiones del entorno. Los sujetos con puntuaciones bajas tienden a tener bajo autoconcepto y dificultades para adaptarse a las situaciones proble- miaticas. MAC:R (Escala revisada de Alcoholismo, de MacAndrew): La escala fue desarro- Ilada por MacAndrew (1965) usando dos grupos distintos de pacientes: las res- puestas a los items por parte de varones que sabian que eran alcohélicos fueron contrastadas con las de los pacientes psi- quidtricos varones. Aunque MacAndrew identificé 51 ftems que diferenciaban a esos dos grupos, una forma de 49 items de esta escala se ha usado mas amplia- mente en marcos clinicos -dos items que hacian clara referencia al uso del alcohol fueron omitidos-. La versi6n MAC-R en el MMPI-2 también tiene 49 items, pero cuatro de ellos, que tratan de contenidos religiosos han sido reemplazados por otros asociados con el abuso de alcohol y drogas. La investigacién con esta escala demuestra que las puntuaciones altas pueden estar relacionadas con una pro- pensi6n a la adiccién general, mas que con tendencias alcohdlicas tinicamente. Las puntuaciones T 65 0 superiores sugieren un abuso de sustancias. Las puntuaciones entre T 50 y T 65 son algo indicativas de abuso de sustancias, pero puede haber muchos falsos posttivos en este nivel (p.ej., personas que como con- secuencia de sus puntuaciones, fueron INTERPRETACION O63 identificadas como sujetos que abusaban de sustancias, resultaron no hacerlo real- mente). Las puntuaciones T por debajo de 50 parecen indicar que no hay un problema de abuso de sustancias’. Ademds de sugerir la posibilidad de pro- blemas de abuso de sustancias, las pun- tuaciones altas reflejan que los sujetos son socialmente extravertidos, exhibicio- nistas y que les gusta correr riesgos. Los individuos que puntdan bajo tienden a ser introvertidos, timidos y carentes de autoconfianza Escalas adicionales O-H (Hostilidad excesivamente contro- lada): Megargee, Cook y Mendelson (1967) desarrollaron esta escala compa- rando las respuestas de presos violentos y no-violentos. La versién original de la escala tenfa 31 items; la versién del MMPI-2 tiene 28 items. Esta escala pro- porciona una medida de la capacidad del individuo para tolerar frustraciones sin tomar represalias. Las puntuaciones elevadas sugieren que la mayoria de las veces los sujetos tienden a responder adecuadamente a las provocaciones, pero ocasionalmente despliegan respuestas_exageradamente agresivas sin provocacién aparente. Hay poca informacidn disponible respecto a los individuos con puntuaciones bajas. Puede tratarse tanto de personas crénica- mente agresivas como de individuos que expresan su agresividad de forma bastan- te adecuada. Do (Dominancia): Fue desarrollada por Gough, McClosky y Meehl (1951) com- parando las respuestas de grupos de estudiantes de ensefianza media y uni- versitaria, a los que sus compaieros con 7 Debido a que la investigacin no ha demostrado la uilidad de eta medida con sujetos pertenecientes a minorias, su utilizacién on ‘nalvidos ao es ecomendsi 64 1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 sideraban como muy altos 0 muy bajos en dominancia en sus relaciones inter- personales. La escala Do original inclufa 28 items; la version MMPI-2 incluye 25 tems. Es una medida de la tendencia del individuo al predominio y control en sus relaciones interpersonales. Las puntua- ciones altas en Do estén asociadas a equilibrio, seguridad en si mismo e ini- ciativa social. La perseverancia, resolu- cidn y liderazgo del grupo son caracte- risticas de los sujetos con puntuaciones altas. Los individuos con puntuaciones bajas tienden a ser sumisos, poco aserti- vos y facilmente influenciables por otros. Carecen de confianza en sf mismos y se sienten incapaces de hacer frente a sus problemas. Re (Responsabilidad social): Fue desa- rrollada por Gough, McClosky y Mehl (1952), comparando las respuestas de estudiantes considerados por sus compa heros 0 por sus profesores como més 0 menos responsables. La escala Re orig nal incluia 32 items; la versi6n MMPI-1 contiene 30 items. Los sujetos con altas puntuaciones Re tienden a verse a si mismos, 0 a vistos por otros, como dispuestos a ace tar las consecuencias de sus propias co ductas, dependientes y dignos de co fianza y poseedores de integridad y se tido de la responsabilidad hacia grupo. Los individuos con bajas punt ciones en Re no se ven a sf mismos, 0 son vistos por los demas, como disp tos a aceptar la responsabilidad de propias acciones. Son poco o nat dependientes, dignos de confianza integros, y carecen de sentido de la ponsabilidad hacia el grupo. Mt (Inadaptacién universitaria): Klel muntz (1961) desarrollé esta escala ir entre universitarios con emocional y con mal ajuste |. La escala Mt original tenia la version del MMPI-2 tiene 41 igaciones _posteriores han que las puntuaciones en la ‘son utiles para identificar los ‘emocionales existentes entre ; pero no muy titiles para pre- dificultades de ajuste. ral, los sujetos con mayores es en la escala Mt son pro- estar pobremente ajustados, a , pesimistas y ansiosos. Los puntiian bajo en Mt tienden ajustados, a ser optimistas y les. (Escalas de Rol sobre el gé- jo la direccién de Grant 1 se han desarrollado dos esca- is de rol sobre el género para 2: GM (Rol del género masculi- (Rol del género femenino) |, comunicacién personal, son, 1989). Ambas escalas fiadas para varones y mujeres struccién de estas escalas se mismo método racional y de derivacién, que se empleo investigaciones del MMPI, Icom (1976, 1980) utiliz6 en el de su escala de rol del género (MSC) y en su escala de rol femenino (FMN) para el io Psicolégico de California igh, 1957, 1987). Estos méto- ncian de otros utilizados en Ilo de escalas basadas en jui- icos enfocados tnicamente en positivos que son socialmente ; las escalas de Peterson estan s por autodescripciones ca- fueron designades como B-MS y B-FM en el CPt revisado racteristicas de uno u otro género pre- sentadas en un conjunto de items. Estas nuevas escalas fueron desarrolla- das a partir de los datos proporcionados por la muestra colectiva del MMPI-2. Los items incluidos en la escala GM fueron aquellos a los que la mayoria de los varo- nes de la muestra colectiva respondié en una determinada direccién de puntua- cién y al menos, un porcentaje menor al 10% de mujeres, respondié en la misma direccién. Igualmente, los items que se incluyeron en la escala GF fueron aque- los a los que se respondié en la direc- cién contraria por la mayoria de las mujeres, y a los que, por lo menos, un porcentaje menor del 10% de los varo- nes respondié en esa misma direccién. Hay 47 items que satisfacen ol criterio de inclusién en GM y 46 que se incluye- ron en GF. Nueve de los 47 items de GM aparecen también en la escala 5 -Miv; 16 de los items de GF puntdan también en la escala 5 -Mim. En la muestra de varo- nes escolares no titulados (N=200), la es- cala GM correlacioné entre 0,58 y -0,05 respectivamente, con las escalas de rol de género MSC y FMN de Baucom; en las mujeres escolares no tituladas (N=200), GM correlaciond en 0,70 y 0,06 con esas escalas de Baucom (Peterson, 1989). En consonancia, la escala GF correlacioné en -0,25 y 0,57 con las escalas MSC y FMN respectiva- mente, en esos varones, y en -0,09 y 0,53 en esas mujeres. Asi podria esperar- se que GM y GF funcionen en el MMPI- 2 practicamente del mismo modo que funcionan MSC y FMN en el CPI. Las correlaciones con las puntuaciones directas de la escala 5 (Mf) en la muestra colectiva fueron las siguientes: en los 1138 varones, -0,24 con GM y 0,36 con InTERPRETACION O65 GF; en las 1462 mujeres, -0,24 con GM y 0,43 con GF. En cada género, GM y GF correlacionaron en -0,10 con el otro sexo, Investigaciones preliminares de esas dos medidas de rol del género (Peterson, 1989) indican que en los varones, la escala GM estd relacionada con auto- confianza, fuerte persistencia y amplitud de intereses, asi como con ausencia de miedos © sentimientos de auto-referen- cia. En las mujeres, GM se relaciona también con alta autoconfianza, asi como con honestidad y tendencia a ‘experimentar nuevas cosas, y con ausen- cia de preocupaciones o sentimientos de auto-referencia. De forma similar, en los varones, la escala GF esté relacionada con religiosi- dad, evitacién de juramentos y palabro- tas, y franqueza al reconocer ante otros sus propias faltas. Esta escala también cortelacioné con autoritarismo, poco control sobre el propio cardcter y sus- ceptibilidad al abuso de alcohol y de drogas. Considerablemente, seran nece- sarias més investigaciones para evaluar el potencial total de estas nuevas escalas de rol sobre el género. Futuras investigaciones se dedicarén al uso conjunto de estas dos escalas y podran suministrar importantes distincio- es con respecto al patrén de roles sobre el género de un individuo, que podrian haber estado ocultos si se usara s6lo una medida bipolar como la de la escala 5 (Mi. Es decir, mientras que una persona con alta puntuacién en GM o en GF puede identificarse facilmente por una puntuacién en uno u otro extremo de la escala 5, una alta puntuacién en GM y GF (0 baja en ambas) podria caer en el tango medio. PK y PS (escalas de Trastorno de estrés postraumatico): La escala original (de- signada aqui como PK) fue desarrollada por Keane, Malloy y Fairbank (1984). Se bas6 en el contraste de pacientes p: quiatricos de la Administracién de Ve- teranos con varios diagnésticos del Eje | que manifestaban bien un trastorno de estrés postraumético, 0 bien estaban libres de esta complicacién adicional’. La escala PK ha sido utilizada con otros grupos del Hospital de Veteranos y ha recibido un considerable apoyo intervali- dacional. Sin embargo, siguen siendo necesarias medidas adicionales para ayudar a identificar a varios subgrupos de varones y mujeres que padecen este trastorno emocional. Una segunda escala (llamada aqui PS) es el resultado del trabajo de Schlenger y Kulka (1987) en el “Research Triangle Institute” en Carolina del Norte. Esta escala, distinta de la escala PK, fue desa- rrollada contrastando el estado emocio- nal de los Veteranos del Vietnam, con el estado de los que, fundamentalmente, fueron identificados como sujetos qu mostraban un trastorno de estrés postrau mitico, sin mas implicaciones psiquisti cas. Estas dos escalas parecen ser muy independientes la una de la otra; amba pueden utilizarse conjuntamente pa una mejor clarificacion diagnostica. L autores de ambas escalas contintat depurando estas medidas (ver tambié Schlenger y otros, 1989). MDS (Escala de malestar matrimonial} Laescala de malestar matrimonial (MI Hjemboe, Almagor y Butcher, 1992) est disefiada para identificar malestar o dis cordia en las relaciones intimas. L catorce items de la escala, empiricamer te constuida, fueron disefiados par "El razonamiginto fue muy similar al de la aproximacién usada por MacAndrew en el desarollo de la Escala MAC. 66 01 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 malestar matrimonial. El con- los items se reparte en: calidad en el hogar, peleas familiares, e intimidad. Nueve de los bién aparecen en las escalas 4 | y como consecuencia la de MDS con estas dos esca- . La correlacién con la escala Diddico de Spainer (DAS; 1976) en la muestra normativa fue de ~0,55 mientras que fue en ambas escalas 4 y FAM con Jacién T 60 es un buen punto que indica un mal ajuste matri- los sujetos de la muestra nor- puntuacién de corte fue ubi- jo de T 65 (el nivel recomen- la significacién clinica), por- elevado umbral da un numero de falsos negativos. En el uso entornos de atencién ambula- pacientes adultos, en el cual las de prevalencia de proble- moniales significativos llega 30-50%, es posible interpretar incluso a niveles menores; el puntuacién media desarrollada ala en la muestra de pacientes 58. En la muestra normativa y la 'de pacientes, los niveles de ajus- declinaron claramente con acién en la escala MDS, sugi- ie los items en esta escala son sensibles ante cuestiones de ico. la de Potencial de adiccién): de Potencial de adiccién APS en prensa) esté compuesta por del MMPI-2 y caracteriza indi- yn _potencial para desarrollar as de abuso de sustancias. de los items contiene referen- al abuso de alcohol 0 drogas. se relacionan con dimensiones ialidad y situaciones vitales asociadas con abuso de sustancias. Hasta el momento, la escala APS debe ser interpretada probabilisticamente; las puntuaciones elevadas sugieren una alta probabilidad de abuso de sustancias. Altas puntuaciones en la escala APS, también pueden sugerir la ausencia de otros conflictos psicolégicos significat vos. Comparado con un sujeto cuyos problemas estan dirigidos al abuso de sustancias, un individuo con significati- vas dificultades psicolégicas, ademds de problemas de abuso de sustancias, obtendrd. una baja puntuacién en la escala APS. Esta no discrimina grupos de no abusadores de sustancias con proble- mas psicolégicos significativos, de gru- pos de no abusadores que no informan de dificultades psicolégicas (para mayor informacién, ver la escala de reconoci- miento de adiccion). AAS (Escala de Reconocimiento de adic- cién): Como complemento de la escala APS, la cual no contiene items obvios de abuso de sustancias, la escala de Reconocimiento de adiccién (AAS) con- tiene items totalmente relacionados con el abuso de sustancias. La construccién de la escala AAS (Butcher, en prensa) comenz6 con una busqueda racional a partir de los items del MMPI-2, agrupan- do los reactivos con contenido que indi- caran problemas de abuso de sustancias. Se localizaron 14 de estos items. Tres de ellos no contribuyeron a la consistencia interna y fueron excluidos y reemplaza~ dos por otros dos items que mejoraron la consistencia interna de la escala y fueron juzgados consistentes en su contenido con los {tems ya identificados. Final- mente, la escala AAS quedé con 13 items. En recientes estudios se ha visto que la escala APS y la escala AAS discrimi nan bien entre muestras de sujetos con abuso de sustancias y muestras de INTERPRETACION O67 pacientes psiquidtricos 0 normales (Greene, 1991; Weed, Butcher y Ben- Porath, 1991). Estas nuevas escalas muestran tener una aceptable fiabilidad test-retest (mediana = 0,73 en la escala APS; 0,87 en la escala AAS) y aunque no comparten los items, estén sustancial- mente relacionadas (r = 0,57 a través de las _muestras; Weed y colaboradores, 1991) Las dos escalas discriminan entre muestras de abusadores de sustancias y muestras con otros tipos de problemas psicolégicos y la evidencia indica que la utilizacién de la escala APS es tan efecti- va como el uso de ambas escalas en con- junto. La escala AAS puede también ser interpretada_probabilfsticamente. Para discriminar entre grupos de abusadores de sustancias y grupos de pacientes psi- quiatricos no es tan efectiva como la escala APS. Aunque tiene un tercio del numero de items, la escala AAS parece ser mejor para la discriminacién entre grupos de abusadores de sustancias y grupos de normales. Sin otras dificulta- des psicolégicas, una alta puntuacién en la escala AAS indica que el sujeto esta abiertamente admitiendo muchos pro- blemas de abuso de sustancias. Los usua- rios pueden también emplear la escala AAS como una lista de items criticos, observando que los problemas especifi- cos relatados respecto al abuso de sus- tancias estén siendo aceptados por el sujeto. 4.7. LAS ESCALAS DE CONTENIDO La fiabilidad del contenido de las escalas objetivas de personalidad ha ganado mayor aceptacién en los iltimos 20 afios (Jackson, 1971; Burisch, 1984). Con frecuencia, las escalas de contenido han mostrado ser tan validas para describir y predecir variables de personalidad como otras escalas desa- rrolladas por otros métodos (Hase y Goldberg, 1967). Mas atin, las escalas de personalidad basadas en el contenido de los items, tienen la ventaja de ser més faci- les de interpretar debido a la homogenei- dad de su contenido (Burisch, 1984). La interpretacién del contenido del MMPI se ha convertido en un anexo, ampliamente aceptado, para la interpretacién de las escalas empiricas tradicionales (Graham, 1987; Hoffman y Jackson, 1976; Jarnecke y. Chambers, 1977; Lachar y Alexander, 1978). Las tres aproximaciones a la inter- pretacién del contenido del MMPI que han recibido mayor atencién han sido: los “items criticos” (Grayson, 1951; Caldwell), 1969; Koss y Butcher, 1973; Lachar y Wrobel, 1979); las subescalas del MMPI (Wiener y Harmon, 1946; Harris y Lingoes, 1955; Serkownek, 1975); y las escalas de contenido (Payne y Wiggins, 1972; Wiggins, 1966, 1969; Wiggins, Goldberg Appelbaum, 1971). El uso de algunas de estas aproximaci nes al contenido de los items del MMPI-2, requirié de unos pocos cambios dado qu algunos de los items originales han sid alterados 0 borrados y se han inclui muchos items nuevos para proporcionar ul contenido adicional en la evaluacién de | factores de personalidad y problemas clini cos. La aproximacién del item critico y é uso de subescalas para las escalas clinic no ha cambiado sustancialmente, dado q la mayoria de los items implicados en e: procedimientos se han mantenido en MMPI-2. Sin embargo, las escalas de Wiggins han cambiado sustancialmen Muchos items que aparecian en estas es las fueron anulados, eliminando la escal REL y acortando sustancialmente ott escalas. Como consecuencia, se ha d rrollado un nuevo conjunto de medidas contenido para el MMPI-2 68 1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 aham, Williams y Ben-Porath ollaron un conjunto completo siones de contenido, usando el ftems de! MMPI-2. Después de 704 items del cuadernillo AX contenidos, segin el criterio es independientes, se revisaron iones iniciales, incluyendo los que se Hegaba a un con- eto a su inclusin en uno de los contenido. Usando estos gru- las provisionales fueron desa- perfeccionadas estadisticamen- do items no operativos e inclu- adicionales prometedores. Se elacién de cada item con la Ide la escala (menos el item n). De forma similar, se calcula- elaciones de las escalas de items ra de pacientes psiquidtricas cada una de las 15 escalas fue- icionados con los de otras 14. calcularon coeficientes alfa de “pata decidir las inclusiones y de items. En la escala final, slo on aquellos items cuyo conteni- ente homogéneo con respec- las finales son: dad): Puntuaciones altas en an sintomas generales de j incluyendo tensién, problemas (tales como problemas cardia- j6n entrecortada), proble- insomnio, preocupaciones y concentracin. Los sujetos temen juicio, viven en tensién y tie- cultades para tomar decisiones. conscientes de estos sintomas y y admiten libremente que los dos): Una alta puntuacién en fica que se trata de un sujeto con temores especificos. Estos inclu- or a ver sangre, a los lugares altos, relacionados con el dinero, temo- res a los animales como las serpientes, ratones 0 arafias, a salir de casa, al fuego, a las tormentas y a los desastres natura- les, al agua, a la oscuridad, a los lugares cerrados 0 a la suciedad OBS (Obsesividad): Puntuaciones altas en OBS indican que se trata de sujetos con grandes dificultades para tomar decisiones y que son propensos a rumiar excesivamente sus preocupaciones y problemas, impacientando a los demés. Les molesta tener que hacer cambios y tienen algunas conductas compulsivas como contar o coleccionar cosas sin importancia. Estén excesivamente preo- cupados, tanto que frecuentemente estan asfixiados por sus propios pensamientos. DEP (Depresién): Puntuaciones altas en esta escala caracterizan a individuos con pensamientos significativamente depresi- vos. Se sienten melancélicos, con incer- tidumbre acerca de su futuro y sin interés por sus vidas. Probablemente dan muchas vueltas a las cosas, estan tristes, lloran facilmente y sienten desesperanza y vacio. Tienen pensamientos de suicidio © deseos de estar muertos. Suelen creer que estan condenados 0 que han come- tido pecados imperdonables. No suelen ver a ns dems camo fuente de ayuda HEA (Preocupaciones por la salud): Los individuos con altas puntuaciones en HEA presentan muchos sintomas fisicos en varios sistemas orgénicos. Incluyen sintomas gastro-intestinales (como néu- seas, vomitos, problemas de estémago), problemas neurolégicos (convulsiones, vértigos y amagos de desmayos, parali sis), problemas sensoriales (visién 0 audicién deficientes), sintomas cardio- vasculares (dolores pectorales o cardia- cos), problemas dermatolégicos (de cabeza o de‘ cuello) y dificultades respi- ratorias (tos, alergia, asma). Estos indi INTERPRETACION O69 duos se preocupan por su salud y enfer- man més que el promedio de las perso- nas. BIZ (Pensamiento extravagante): Los procesos de pensamiento psicético ca- racterizan a los individuos que puntéan alto en la escala BIZ, Informan de aluci naciones auditivas, visuales u olfativas y pueden reconocer que esos pensamien- tos son extrafios y peculiares. Asi mismo, pueden informar de ideacién paranoide (como la creencia de que estan siendo objeto de una conspiracién 0 de que alguien esta intentando envenenarlos). Estos individuos pueden sentir que tie- nen una misin especial 0 que poseen poderes especiales. ANG (Hostilidad): Puntuaciones altas en la escala ANG sugieren problemas con el control de la ira. Estos individuos se sien- ten irritables, son gruftones, impacientes, exaltados, molestos y tercos. A veces sienten ganas de jurar © romper cosas. Pueden perder el control de si mismos y dicen haber abusado fisicamente de per- sonas y objetos. CYN (Cinismo): Las puntuaciones altas en CYN se caracterizan por creencias misdntropas. Estos sujetos esperan ocul- tas motivaciones negativas tras los actos de los demés -por ejemplo, creen que la mayoria de la gente es honesta sélo por- que teme ir a la carcel-. Desconfian de los demas porque creen que la gente usa a los otros y establece amistades sélo por razones egoistas. Tienden a tomar acti des negativas hacia las personas cerca- nas a ellos, incluyendo compafieros de trabajo, familiares y amigos. ASP (Conductas antisociales): Ademas de tener actitudes misdntropas como las de los sujetos que puntiian alto en CYN, los sujetos que puntdan alto en la escala ASP informan de conductas probleméti- cas durante los afios de escolarizacién y de practicas antisociales tales como te- ner problemas con la ley, robos o estafas. A veces dicen que disfrutan con las fechorias de los criminales e incluso, si no tienen una conducta explicitamente fuera de la ley, creen que es correcto bordear los limites de la misma. TPA (Comportamiento tipo A): Puntua- ciones altas en TPA indican que los suje- tos trabajan duramente, se mueven répi damente, y son individuos orientados al trabajo, que frecuentemente se impa- cientan, se irritan y se molestan. No les gusta esperar o ser interrumpidos. Para ellos no hay horas suficientes en el dia para completar sus tareas. En sus relacio- nes con los demés, son directos y autori- tarios. LSE (Baja autoestima): Los sujetos que puntdan alto en LSE se caracterizan por tener mala opinién de si mismos. N creen que los demés les aprecien ni consideran importantes. Adoptan mili ples actitudes negativas hacia sf mism incluyendo pensamientos de que no atractivos, que son desmafados, tory indtiles y una carga para los dem Tienen una clara carencia de auto- fianza y les cuesta aceptar cumplidos. sienten abrumados por todos los error que ven en sf mismos. SOD (Malestar social): Los sujetos q puntéan alto en SOD se sienten intra quilos cuando estén rodeados de gente prefieren estar solos. Cuando se encue tran en situaciones sociales, suelen tarse solos en vez de hacerlo con get del grupo. Se ven a sf mismos como ti dos y no les gustan las fiestas y los a sociales. FAM (Problemas familiares): Los suj que puntdan alto en FAM informan considerables discordias familiares. 70 (1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 as son descritas como carentes de con constantes rifas y desagrada- Pueden incluso sentir odio hacia ros de su familia, Su infancia e describirse como humillante y sus imonios como infelices y carentes (interferencia laboral): Una pun- in alta en WRK es indicativa de luctas 0 actitudes que probablemen- ribuyen a una deficiente ejecu- del trabajo. Algunos de los proble- telacionan con baja auto-con- fa, dificultades de concentracién, idad, problemas en la toma de siones, tensién y presidn. Otros ausencia de apoyo familiar en ién de una carrera, 0 cuestiones udes negativas hacia sus colegas. (Indicadores negativos de trata- odos discutiendo sus problemas con . Pueden no querer cambiar nada Vidas, ni creen que sea posible el Prefieren darse por vencidos ea las crisis 0 las dificultades. ticos, no se indicé anteriormente, los auto- inal se interesaron por as condiciones médicas, neurolé- psiquidtricas parecidas unas a otras, consecuencia introdujeron algunos e! Cuestionario, con la esperanza las respuestas de los individuos a ns revelasen algdn vastorno inci- oun sindrome prodémico. La pérdi- gusto o de olfato podria indicar un neoplasma en el rea olfatoria o en el cere- bro, la pérdida de conocimiento podria alertar de algtin sincope o de un estado de crisis, y asf sucesivamente, Suele recomen- darse un examen de las respuestas dadas a algunos de esos items especificos, siempre acompafiado de entrevistas apropiadas y procedimientas de seguimienta Un uso més sistematico del contenido de varios items del MMPI fue desarrollado por Grayson (1951). Hizo una lista de lo que él mismo llamé “items criticos’, que ha sido ampliamente aceptada y utilizada en numerosos campos clinicos, ademas de los Servicios de Administracién de Veteranos para los que elaboré este método. Los items que incluyé no fueron més criticos, para la interpretacién general del MMPI, que otros muchos {tems de! Cuestionario. Pero las respuestas a esos items espectficos se consi- deraron como potencialmente significativas de problemas que estén fuera del rango usual de consideraciones diagnésticas en los servicios psiquidtricos. El interés y apoyo crecientes por la inter- vencién en crisis y el cuidado psiquiatrico de emergencia crearon la necesidad de hacer valoraciones diagnésticas y pruebas psicoldgicas répidas que, a su vez, genera- ron un interés renovado hacia el uso de las respuestas al contenido de los items de los Cuestionarios de evaluacién. Se desarrolla- ron amplias listas de {tems criticos del MMPI que sirvieran a ese propésito: Koss y Butcher (1973) y Lachar y Wrobel (1979). Conjunto de items criticos de Koss- Butcher. La mayoria de los tems criticos de Koss-Butcher han permanecido en el MMPI-2 y dos de los grupos de ftems (Ideacin depresiva de suicidio y Estrés situacional debido al alcoholismo) se han ampliado para incluir nuevos items. Para detectar ottos items yue discriminaran a los pacientes deprimidos-suicidas de otros gru- pos de no-pacientes y a los pacientes alco- INTERPRETACION O71 hélicos de los no-alcohélicos, se utilizaron ctiterios empiricos, similares a los emplea- dos en la investigacién original de items crf- ticos por Koss y Butcher (1973). Los ftems ctiticos de Koss-Butcher revisados estan dis- ponibles en el Manual original americano. Conjunto de items criticos de Lachar- Wrobel. Todos menos cuatro de los items criticos de Lachar-Wrobel han sobrevivido al proceso de revisién del MMPI-2. La lista revisada de items, basada en los ntimeros de item del MMPI-2, se incluye también en el Manual americano. 4.8. SUBESCALAS Subescalas de Harris-Lingoes Harris y Lingoes (1955) construyeron subescalas en las escalas 2, 3, 4, 6, 8 y 9 examinando el contenido de sus items y agrupando intuitivamente los que parecfan similares en contenido o que ellos juzgaban que reflejaban una Gnica actitud y un Gnico rasgo. No se intenté evitar el colocar un item en ms de una subescala, y algunas de las subescalas son muy cortas. Las puntuaciones en las subescalas de Hartis-Lingoes proporcionan informacién sobre los patrones de ftems a los que los sujetos responden en la direccién de pun- tuacién cuando obtienen una elevacién determinada en una escala clinica. Es pro- bable que tal informacién sea especialmen- te ctil en la comprensién de por qué un sujeto recibe una puntuacién elevada en una escala clinica cuando, en vista del his- torial de esa persona o a partir de otra infor- macién disponible acerca del sujeto, la misma no se esperaba. También, las subes- calas pueden ser dtiles en la interpretacién de las puntuaciones de las escalas clinicas que son marginalmente clevadas (puntua- ciones T entre 65 y 75). D1: Depresién subjetiva. Puntuaciones altas en esta subescala indican que los sujetos se sienten infelices deprimidos, sin energia para afrontar los problemas de su vida diaria y faltos de interés por lo que ocurre en torno a ellos. Tales perso- nas tienden a sentirse inferiores, carentes de auto-confianza y se sienten incémo- das en situaciones sociales. D2; Retardo psicomotor. Los sujetos que puntdan alto en esta subescala carecen de energia para enfrentarse a las activi- dades diarias, parecen emocionalmente inmovilizados y evitan a los demés. No admiten impulsos 0 acciones hostiles 0 agresivos. D3: Disfuncién fisica. Los sujetos que puntiian alto en esta subescala son pros pensos a preocuparse por su propio fun cionamiento fisico. Rechazan la idea d que tienen buena salud y pueden infor mar de una amplia variedad de sintoma somaticos especificos. D4: Enlentecimiento mental. Los sujet que puntiian alto en esta subescala indé can que carecen de energfa para ma jar los problemas de la vida diaria; inf man también de tensién y dificulta con la concentracién, la atencién y memoria, Carecen de auto-confianza se sienten inferiores. Disfrutan poco la vida y pueden haber llegado a la clusién de que no merece la pena virla. D5: Rumiacién. Los sujetos que puntti alto en esta subescala parecen ca de energia para manejar los problem: pueden haber llegado a la conclusién que la vida ya no merece Ia pena. vueltas a las cosas, lloran, presen rumiaciones y pueden sentir que perdido el control de sus procesos pensamiento. 72 (1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 facién de ansiedad social. Los que puntdan alto en esta subes- fen a ser socialmente extraverti- sienten bien interactuando con no son facilmente influenciables normas y costumbres sociales. idad de afecto. Una alta pun- en esta subescala indica que se sujetos con una fuerte necesidad i6n y afecto por parte de los tienen temores de que esta nece- se satisfaga si se es honesto con a las mismas y a sus creencias. tan a si mismos, o ante los como honestos, sensibles y razo- y niegan tener sentimientos nega- ia los otros. Lasitud-malestar. Los sujetos que n alto en esta subescala se sienten jos y sin buena salud. Son pro- a sentir debilidad y fatiga y a dificultades para concentrarse y iliar el suenio. Pueden sentirse ¥ desgraciados. jas somaticas. Los sujetos que alto en esta subescala presentan les quejas somiticas. Expresan (© ninguna hostilidad hacia los Inhibicién de la agresién. Los suje- puntdan alto en esta subescala los impulsos agresivos y hostiles. a ser muy sensibles al modo en reaccionan ante ellos. Discordia familiar. Los sujetos que n alto en esta subescala describen familias actuales o de origen como de amor, comprensidn y apoyo. que sus familias son o han sido y no les han permitido una liber- Independencia adecuadas. Problemas con la autoridad. Los que puntiian alto en esta subes- cala reniegan de las normas y costum- bres parentales y sociales, tienen opinio- nes definidas acerca de lo que es correc to e incorrecto, y luchan por sus propias creencias. Admiten haber tenido proble- mas en el colegio 0 con la ley. Pd3: Frialdad social. Los sujetos que puntan alto en esta subescala se descri- ben a si mismos como cémodos y con- fiados en situaciones sociales. Tienen opiniones seguras acerca de muchas cosas y no dudan en defender las mismas vigorosamente. Pd4: Alienacién social. Los sujetos que puntiian alto en esta subescala se sienten alienados, aislados y extrafios. Creen que los demas no les comprenden y que la vida les ha tratado mal. Pd: Autoalienacién. Los sujetos que puntian alto en esta subescala se descri- ben a sf mismos como ineémodos e inie- lices. No encuentran la vida interesante © de provecho. Pueden expresar vagas lamentaciones, culpa y remordimiento por hechos pasados. Pat: Ideas persecutorias. Los sujetos que puntdan alto en esta subescala ven el mundo como un lugar de amenaza. Tienden a ser suspicaces y desconfiados. En casos extremos pueden tener ilusio- nes de persecucién. Pa2: Hipersensibilidad, Los sujetos que puntiian alto en esta subescala estn indicando que son més tensos y sen bles que las demas personas. Se sienten solos e incomprendidos, y pueden correr riesgos 0 realizar actividades emocio- nantes para sentirse mejor. Pa3: Ingenuidad. Los sujetos que punti- an alto en esta subescala presentan acti- tudes irrealmente optimistas acerca de los demés. Se presentan a si mismos INTERPRETACION O73 como sinceros, con normas de moral y carentes de impulsos hostiles negativos. Sct: Alienacién social. Los sujetos que punttian alto en esta subescala se sienten maltratados, incomprendidos y no queri- dos. En casos extremos pueden creer que otras estén intentando dafarles fisica- mente. $c2: Alienacién emocional. Los sujetos que puntdan alto en esta subescala infor- man de sentimientos de temor, depresién y apatia, y a veces pueden desear estar muertos. Sc3: Ausencia de control del yo, cogniti- vo. Los sujetos que puntdan alto en esta subescala informan de extrafios procesos de pensamiento, sentimientos de irreali- dad y dificultades en la concentracién y la memoria. A veces pueden pensar que han perdido el juicio. Sc4: Ausencia de control del yo, conati- vo. Los sujetos que punttian alto en esta subescala piensan que la vida es extrania y es probable que estén deprimidos. Se preocupan excesivamente y puede que respondan al estrés refugiandose en la fantasfa y en la ensofiacién. A veces pue- den desear estar muertos. Sc5: Ausencia de control del yo, inhibi- cién defectuosa. Los sujetos que punti- an alto en esta subescala sienten que no tienen control sobre sus propias emocio- nes e impulsos. Tienden a ser inquietos e hiperactivos, y pueden tener periodos de risa o llanto en los que pierden el control y episodios durante los cuales no saben qué estan haciendo y luego no pueden recordar lo que han hecho. Sc6: Experiencias sensoriales extrafias. Los sujetos que puntian alto en esta subescala pueden sentir que sus propios cuerpos estén cambiando en formas inu- suales y extrafias. Pueden informar sobre 74 (1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 su sensibilidad de la piel y de otras expe- riencias sensoriales inusuales y pueden tener alucinaciones, contenidos de pen- samiento insdlitos e ideas de referencia externa Mat: Amoralidad. Los sujetos que pun- tian alta en esta subescala ven a los demas como egoistas, deshonestos y oportunistas, y debido a estas percepcio- nes pueden sentir que esta justificado actuar de forma similar. Pueden obtener satisfaccién vicaria de la explotacién manipuladora de otros. Ma2: Aceleracién psicomotriz. Los suje- tos que puntdan alto en esta subescala informan de habla acelerada, acelera- cidn de los procesos de pensamiento y también de las actividades motoras. Pueden sentirse tensos, inquietos y exci tados. Se aburren fécilmente y buscan el riesgo, la excitacién o el peligro como modo de superar el aburrimiento. Ma3: Imperturbabilidad. Los sujetos que puntdan alto en esta subescala niegan ansiedad social. Se sienten cémodos interactuando con otros. Les preocupan poco las opiniones, valores y actitudes de los demas. Mad: Auto-envanecimiento. Los sujetos que puntdan alto en esta subescala tien- den a tener evaluaciones irreales acerca de sus propias capacidades y de su pro- pio valor. Se muestran resentidos cuando otros les hacen peticiones. Las subescalas Si Estas subescalas (Hostetler y otros, 1989) reflejan las siguientes caracteristicas de per sonalidad: Sil: Timidez/Auto-cohibicién. Timido: cuando esta rodeado de gente, facilmen- te azarado, incémodo en situaciones: sociales y molesto en situaciones nuevas. itacién social. Gran aversién y i6n de las actividades de grupo y uchedumbres; elude el contacto s personas. Jacin respecto a si mismo y a Baja auto-estima y auto-confian- critic, cuestiona su propio jui- siente incapaz de determinar su destino. Las puntuaciones altas in nervios, temores e indecisiGn. , las puntuaciones altas indican cia respecto a los demas. de Wiener-Harmon ry Harmon (1946) encontraron las podrfan usarse para evaluar del protocolo en el registro de las . Informaron que la defensividad en las puntuaciones altas de la se relaciona con puntuaciones les mas. que con puntuaciones as puntuaciones en L se relacio- con las puntuaciones sutiles, 0 al roximadamente con el mismo elevacidn en ambas. También que existian correlaciones alta- tivas entre la escala K y la di- aritmética entre cada subescala contrapartida sutil (una r media , se ha desarrollada una amplia y ida polémica acerca del uso de la distincién “sutil-obvio" (subtle-obvious) para detectar protocolos invalidos del MMPI. Greene (1989) ha ofrecido algunas sugerencias practicas para el uso de estas subescalas en la deteccidn de los estilos de respuesta. Indica que es acertado suponer que el sujeto esta intentando fingir buena imagen si las puntuaciones T de las cinco subescalas sutiles son mayores que 69 y las puntuaciones T de las cinco subescalas obvias estan préximas a 50. También sefiala que puede sospecharse que un conjunto de respuestas estd fingiendo una mala imagen si el patrén de puntuaciones es el inverso. Sin embargo, indica que slo cuando alguna de las subescalas “obvio” o “sutil” esta ele- vada, 0 cuando esas subescalas estan eleva- das dentro de un nivel intermedio, el signifi- cado de las puntuaciones no es claro. Estas sugerencias de precaucién son particular mente titiles en marcos en los que no es tan grave considerar fingido un registro valido como considerar valido un registro fingido (ver Christian y otros, 1978; y Wrobel y Lachar, 1982). Estas escalas se incluyen en el Manual americano del MMPI-2 porque el Comité de tipificacién reconoce que algunas auto- ridades en la materia recomiendan su uso y porque desea facilitar mas investigaciones, aunque su inclusién no representa el apoyo del Comité a estas escalas. Es esencial que se interpreten con precaucién. INTERPRETACION OD 75 5. LA ADAPTACION ESPANOLA MMPI EN ESPANA PI original no ha llegado a gozar a del nivel de prestigio que alcan- lorteamérica. Editado por vez pri- 1975 (y reeditado en 1986) ha entre la controversia ¢ intereses de . Alguna de las razones de un interés despertado estribaron en inadas deficiencias de la primera espafiola que serdn comentadas lante; otras derivaron de peculiari- josincraticas del publico espafol, clinado a aceptar los cuestionarios 1a de informar sobre si mismos, jo cuando son tan extensos. por esta razén aunque exista en tuna generacién de clinicos que han el instrumento y lo han incluido mente entre sus herramientas de i6n, sin embargo el mayor eco lo ha en tareas potencialmente “inade- para el instrumento, como la selec- personal o la orientacién académi- sesgos se reflejan por tanto en las normativas con que se construye- remos del MMPI y han lastrado la ia del instrumento. luccién espafola de la primera del MMPI contenia, como el origi- icano, un ntimero apreciable de sentido ambiguo, extrafio o des- cultural o socialmente, que impli- 14s sesgos poco aceptables por ideol6gico. Algunos de ellos susci- 4s problemas legales, tras la pro- en Espafia de la Constitucién de 1978 que protege la libertad de las perso- ras en cuanto a sus ideas sociales, politicas, religiosas, y garantiza tanto el derecho a la intimidad como la no discriminacién por motivos de género, raza, religién o ideolo- gfa. Como ya habia sucedido en otros pai- ses, en Espaifia llegaron a ser anulados, por decisién judicial, los resultados de una exploracién psicolégica efectuada con el MMP! a algén aspirante a formar parte de la policfa auténoma catalana, baséndose la decisién en que la formulacién de ciertos items atentaba contra los derechos constitu- cionales de las personas. Junto a estos horizontes de controversia, coexistia el relativo a las diferencias entre los baremos oficiales autorizados por la Universidad de Minnesota para la utiliza- cién del MMPI-con la poblacién espafiola y los denominados "Baremos 1979" prepara- dos por N. Seisdedos a partir de una varie- dad de muestras espafolas, teéricamente mas adecuadas que las utilizadas en el pri- mer estudio. La primera muestra de tipifica- cidn espafola carecié de estratifica edades y zonas geograficas de procedencia, y estuvo en ocasiones integrada por adoles- centes', estudiantes universitarios 0 sujetos cumpliendo el servicio militar; es decir eran meras muestras incidentales, asistematicas, recogidas principalmente en examenes de orientacin y de seleccién de personal. Los nuevos baremos elaborados por Seisdedos (1979), que a ojos de los clinicos permitian una valoracién més adecuada del MMPI para la poblacién espafola, no Ilegaron a 1e los estudiosrealizados en los afios setenta en Espaia lo fueron con adolescentes, (1970): 280 varones y 83 mujeres ide 6” EGB y COU). La ampliacion de la muestra a 1118 varones y 1278 mujeres (1974) estaba consttuida por adultos jove de varias prvincias. El estudio de Seisdedos (1977) es con 200 adolescentes. Fnalmer el estudio de Sopefa (1979) es LA ADAPTACION ESPANOLA C77 ser autorizados por la Universidad de Minnesota, y por tanto no se incorporaron al Manual espafol del test, siendo objeto de publicacién en una monografia separada (MMPI, Suplemento técnico e interpreta- cién clinica, Seisdedos y Roig, 1986) No hay pues una especial novedad en cuanto a los factores de insatisfaccién que hacian en Espafia més que deseable una revision del MMPI original, que listamos brevemente: a) correccién de defectos for- males y contenidos poco aceptables legal- mente; b) actualizacién del instrumento, incluyendo nuevos items y nuevas escalas que tengan interés desde los actuales crite- rios clinicos y psicopatolégicos; ¢) si exce- siva longitud del test es un "defecto" insolu- ble, éste debe ofrecer a cambio contrapart das valiosas para el diagnéstico, a través de mas y mejores escalas especificas (de las apenas 18 escalas que eran utilizadas en Espafa -validez, basicas y 5 “adicionales"'- con el MMPI original, se ha pasado a un néimero 3 veces superior con el MMPI-2); y por Ultimo, extremar mas atin los controles. de validez y fiabilidad. Todos estos argumentos subrayan el inte- rés por poner a punto en Espafia una nueva versién del MMPI, en un momento en que, tras hastantes retrasos, la informatizacién ‘empieza a ser herramienta de trabajo usual en Espafia y puede aprovecharse mas a fondo toda la potencialidad de instrumen- tos como el MMPI, que son muy complejos en cuanto a correccién, interpretacion y generacién de un informe clinico itil si éste ha de generarse de forma manual Latinoamérica. Denominadas asi en la adaptacién espatola, Se traté de fs» Fuerza del yo; Dy= Dependencia; Dox Dominancia, Re CCr= Control. La raz6n para excoger esta cinco y no o3s fue que: “No todas las escalas adiconales tienen la misma utilidad y, al menos {que se diponga de un sistema mecanlzado de correccion, es mas aconsejable acostubrarse a trabajar con unas pocasescalis, sempre [as mismas, que se puedan conocer 2 fondo” (Seisdedos, 1986; pig. 139), Fs anecdética pero no irrelevante recordar que los films de habla inglesa son doblados al espafol en al menos dos versiones: Espa y 5.2, EL PROCESO DE ADAPTACION DEL MMPI-2 Los argumentos en favor de modificar la versién espafiola del MMPI, son en lineas generales convergentes con la argumenta- cin general en favor de una versién revisa- da del MMPI original Cuando nuestro equipo de investigacién entré en contacto con otros investigadores que estaban lle- vando a cabo las versiones internacionales del MMPI-2, ya estaban en curso -0 a punto de iniciarse- estudios en al menos cuatro paises de habla espafiola: México (Lucio, Reyes y Scott, 1994), Chile, USA, Puerto Rico y Argentina. Ante esta situacién era licito preguntarse, ges necesaria una nueva versién espafiola del MMPI? Dos respuestas. pueden darse a este interrogante: a) Real- mente existe amplia diversidad en los usos del idioma espafol segtin las diferentes y distantes dreas geograficas en que se habla; téngase en cuenta la pluralidad de comuni- | dades socio-culturales que habitan Norte- américa, Centroamérica y Sudamérica que hablan espafiol, y la, a veces, enorme dis- tancia sociolégica y lingiiistica con la deno- minada "madre patria" Espaiia’; b) La referi- da ‘distancia’ no s6lo afecta a los giros del idioma, sino que exige comprobar ademas la consistencia de las normas psicométricas de cada una de las escalas basicas, de con- tenido y suplementarias, a través de las dife- rentes comunidades geograficas y cultura- les. Para afiadir mas complejidad a esta cuestidn conviene resaltar que Espafia es un’ estado plural, con amplia riqueza y diversi- dad cultural y lingiiistica, que nos lleva a estimar que si el MMPI-2 llega a causar gran impacto entre los clinicos espafioles, acabard por ser necesario el desarrollo de Responsabilidad 78 Q1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 jones en las restantes lenguas: llego, euskera. preparacién de la versién espafiola guido las indicaciones para el pro- duccién elaboradas por James N. la University of Minnesota Press, se han desarrollado en las si- . En primer lugar hers lleva- ola primera traducci6n directa del espafiol de la totalidad de los items 2, mediante la comparacién de ones preparadas por 6 psicdlogos les (3 de ellos bilingiies), habi- a la realizacién de traducciones del inglés al espaiiol. A estos psi- e les dieron instrucciones en el que cuidaran tanto el manteni- del significado original del item, comprensidn de las frases por los niveles culturales medios y bajos, entes de diferentes dreas geografi- afia. Los problemas planteados dobles negativas, las expresiones sobre frecuencia de los suce- quently’, "sometimes", “usually", "every few days or oftener") fue- o de especial atencién osas discusiones sobre estas ver- orrador Ilevaron a redactar de frases en las que no se habia jo un grado de acuerdo entre al ide los 6 traductores. En una segun- logrado al menos el consenso de 6 traductores, 5 profesores de de materias de evaluacién psico- bajaron para lograr un consenso una versién espafiola a partir de prradores, a la que se denominé versin espafiola". Seguidamente inaron conjuntamente las 4 versio- fiol de que disponfamos (prime- én espafiola, chilena, argentina y ), detectando las discrepancias siones y examinandolas tanto con- [como formalmente, corrigiendo en encia aquellos aspectos que no res- pondian meramente a diferencias culturales (véase el apartado siguiente). La cuarta etapa consistié en un control de la versién espafiola asf depurada mediante su remisién para examen a diez jueces (psiclogos profesionales buenos conocedores del MMPI original), y la apli- cacion en su forma completa a dos grupos de alumnos del postgrado en psicologia cli- nica y varias submuestras de poblacién general, todo ello con el objetivo de estimar si habia indicadores satisfactorios acerca de tres reas: a) vocabulario y nivel de lectura y comprensién; b) deteccién de errores 0 confusién de términos; c) coherencia con el sentido del MMPI original. Los resultados de esta fase permitieron depurar la primera version, revisar aproximadamente el 25% de los items y construir la segunda versién espafiola (la cual fue traducida al inglés para tener una "back translation” que se envié a la editorial original), y editarla como la "version experimental" que ha sido utilizada en los estudios psicométricos des- critos en este capitulo. A pesar del extremo celo con que se ha revisado la redaccién de los items, una vez editada hemos podido detectar erratas de impresi6n en los items siguientes de la ver- si6n experimental, que han sido modifica- das en la segunda reimpresi6n del cuestio- nario (ver Tabla 28). La inversion de sentido del item 237 ha sido tenida en cuenta en la correccién mecanizada para evitar que se modifique la puntuacién del item. Pese a los inevitables errores, se ha obtenido una base satisfacto- ria para depurar una tercera versién espafio- la, que pueda elevarse a definitiva en la ed cidn espafiola del Cuestionario. Pero pase- mos a examinar las convergencias y diver- gencias entre las diferentes versiones en len- gua espanola, que han sido tenidas en cuen- ta para escoger la redaccién de los items en la "versién experimental" (segunda). La ADAPTACION esPaNoLa 1 79 TABLA 28, CAMBIOS REALIZADOS EN LA VERSION EXPERIMENTAL ESPANOLA DEL MMPI-2 Donde dice 207.- Me gustaria pertenecer a varios clubs 0 aso- ciaciones, 237. No me molesta tener mejor aparioncia fisi- ca. 561.- Normalmente me encuentro son suficiente energia para realizar mi trabajo. Debiera decir 207. Me gustaria pertenecer a varios lubes asociaciones 237..No me preecupa tener mejor aparienci fisica. 561.- Normalmente me encuentro con suficier energia para realizar mi trabajo. 5.3. CONVERGENCIAS Y DIFERENCIAS DE LA NUEVA VERSION ESPANOLA DEL MMPI-2 RESPECTO DE LAS OTRAS VERSIONES EN LENGUA ESPANOLA Los cambios especificos mas importantes y relevantes entre la nueva versién espa- fiola y las demas versiones anteriores en espaol se refieren a las numerosas modifi- caciones en giros de expresién gramatical, mas acordes con la mas facil comprensién de los items sin que por ello quede afecta- da la significacin psicoldgica y la com- prensién global del item. Estos cambios afectan a un total de 154 items (27,16%) del MMPI original. Si se tiene en cuenta ademés el amplio némero de ftems anula- dos (véase Tabla 8) y los ftems nuevos, hasta un 65% de los items del MMPI-2 en espa- fol son nuevos o revisados. Efectivamente, tanto la versién espafiola del MMPI como el original inglés incluia algunos items con redaccién inadecuada, sesgados cultural- mente, incomprensibles 0 tan ambiguos que era realmente problematic interpretar las respuestas. La Tabla 8 incluye una clasi- ficacién segin la clase de defectos, por los que determinados items han sido anulados, convergiendo en este caso los criterios seguidos en la revisién norteamericana del MMPI-2 con las deficiencias de las versi nes espafiolas de dichos items; la probl matica que implicaban (sesgos por razén género, creencias religiosas, actitud sociales, o elementos puramente cultural han sido de nuevo tenidas en cuenta cotejar las 4 versiones en espafiol q hemos contrastado, intentando evitar que el fenémeno se repita de nuevo en MMPI-2 El MMPI original ya fue objeto de nu rosas y diferentes versiones en lengua es fiola. Asi (Butcher y Pancheri, 1976) const tamos las de Costa Rica, Cuba, Filipin Méjico (Lucio, Reyes y Scott 1994), Puer Rico y las dos realizadas en Espafia: la r nocida oficialmente por la Universidad Minnesota (TEA Ediciones) y la del Ejérci espaiiol (Estado Mayor Central del Ejérci Alegre Alonso y cols.). Con posterioridad la revision de Butcher y Pancheri se prey 16 una nueva versién en Argentina (Mot toya, 1977; Barbenza, 1978), que llevaron; cabo sus estudios también con poblaci universitaria. En las fases preparatorias de la versi espafiola del MMPI-2, como hemos mentado anteriormente, hemos tenido cuenta las tnicas adaptaciones en espa de las que hemos podido disponer: la de Universidad de Buenos Aires (Argentina), de la Pontificia Universidad de Chile y la 80 C1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2 niversidad Autonoma de Méjico. \dolas entre si hemos encontrado los tes hechos: a) una gran semejanza traduccién y adecuaci6n en casi todos 5, b) la adaptaci6n argentina es la recida y coincidente con la adapta- espafiola si bien en alguno de sus se encuentra la mayor disparidad con s adaptaciones; c) las adaptaciones ina y mejicana no adoptan el criterio ificar la expresién de los items que tie- nen diferencias de redaccién en funcién del género (masculino/femenino), criterio que si ha sido seguido por la espafiola (no en todos los items) y la chilena. Las discrepancias més relevantes son: a) la falta de unanimidad en la redaccién del item 443; b) la discrepancia de la redaccién de la adaptacién argentina en los items 306, 369 y 394. El resto de las discrepancias de redaccién no son suficientemente rele- vantes. Examinemos las primeras: TEM N° 443 espaiola argentina 443.- No trato de disimular la pobre opinidn o listima que me merece una persona hasta tal punto que ésta desconozca mi modo de sentir. 443.- No trato de disimular mi pobre opinién o léstima sobre algunas personas. chilena ‘mejicana 443.~ No trato de disimular mi mala opinién o léstima acerca de la gente, de manera que no se den cuenta de lo que realmente siento. 443.- No trato de encubrir la mala opiniGn o lastima que me inspira una persona a fin de que ésta no sepa lo que siento. redacci6n de este item (n° 443) pre- varios problemas; la redaccién nega jerza la organizacién de la frase, que rar una subordinada requiere de zo de comprensién adicional. La argentina ha intentado resolver el problema simplificdndola, pero se pierde una parte importante del sentido original. Entendemos que e! significado de la redac- cién en inglés se mantiene mejor en la redacci6n espafola, por lo que la mantene- mos. fTEM N° 306 expafiola 306.- Nadie se preocupa mucho por lo que le suceda a otro. argentina chilena mejicana 306.- Nadie parece comprenderme. 306.- A nadie le importa mucho lo que a uno le pase. 306.- A nadie le importa mucho lo que le suceda a uno. version espafiola (item n° 306) di chilena y mejicana en no personalizar 10 mismo" la ausencia de preocupa- de los demés, enuncidndo asf un fend- meno general. La versién argentina conti- nda utilizando la redacci6n tradicional de la primera versién. LA ADAPTACION ESPANOLA 1 81 ITEM N° 369 Versién espafiola la pena realizarlo. Versién argentina la pena. 369.- Me inclino a dejar de hacer algo que deseo cuando los demas piensan que no vale 369.- Me considero capaz de lograr lo que me propongo cuando otros creen que no vale Versién chilena vale la pena. 369.- Soy capaz de renunciar a algo que quiero hacer, cuando los demas piensan que no Versién mejicana 369.- Tiendo a dejar de hacer algo que quiero si otros creen que no vale la pena. La versién espafola (tem n° 369) es mas enfatica en subrayar el caracter de dejar de “hacer algo" cuando esté connotado de poco valioso, singularizdndose de las ver- siones chilena y mejicana en el uso de modismos coloquiales. En la versién argene tina creemos que hay una equivocacién de sentido al enunciarlo en positivo y en tér minos de capacidad y logro. fTEM N° 394 Versién espafiola que abandonarlos, Version argentina no podia superarlas. 394. Frecuentemente en mis proyectos he encontrado tantas dificultades, que he teni 494.- Algunas veces me ha parecido que las dificultades se acumulaban de tal modo q Versién chilena que renunciar a ellos. 394.- Mis planes frecuentemente han parecido estar llenos de dificultades que he teni Versién mejicana 394.- Con frecuencia me ha parecido encontrar tantos obstaculos en mis planes que tenido que abandonarlos. Las versiones espaiiola (item n° 394), chilena y mejicana resaltan la accién de “abandonar" ante las dificultades, aspecto menos enfatizado en la redaccién argenti- ha. En este ftem y en toy anteriores hemos optado por mantener la versién espafiola, al menos en la fase empirica del estudio de validacién. ‘A pesar de haber iniciado ya los estudios empiricos con la versién espafola, conti- nuamos revisando para futuras versiones las redacciones potencialmente més interesan- tes de cada uno de los items del MMPI-2. Estos nuevos reajustes no afectan al sentido del item, pero pueden suponer ventajas en cuanto a una comprensién més rapida de la frase, reduciendo al maximo la ambigiiedad y longitud del item. 5.4. EL PROCESO DE VALIDACIO! Nuestro proyecto de adaptacin MMPI-2 ha incluido la obtencién de amplias muestras, una de poblacién normal y otra de poblacién clinica. La muestra poblacién normal ha sido obtenida diante la reunién de un amplio nimero muestras incidentales extraidas de colecti: vos diversos, sujetas a rigurosos criterios estratificacién que reproducen en su cor junto las caracteristicas de la poblaci espafiola normal segtin los indicadores cé sales de 1989, agrupados segtin el sexo tres grupos de edad: 19 a 29 afios; 30a afios; y 45 a 65 afios. Dado que las car teristicas que este tipo de estudios pu tener en Espaiia no hacen viable obte una muestra aleatoria directa, se han extr 82 1 INVENTARIO MULTIFASICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA-2

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