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Elarte tiene cierta semejanza con la actividad creadora de Dios. El arte sagrado
es verdadero y bello cuando contribuye a glorificar a Dios que es Belleza invi-
sible, Verdad y Amor. Cristo, esplendor de la gloria del Padre, en quien reside
toda la plenitud de la divinidad, es la manifestacién de la belleza, de la verdad
y del amor de Dios. La belleza, el amor y la verdad de Cristo se reflejan en al
Santisima Virgen Maria, en los Angeles y en los santos, y deben reflejarse tam-
bién en cada uno de los miembros de la comunidad congregada para celebrar
su fe y, desde luego, en el lugar santo de la liturgia y en los objetos del culto,
Con las bellas artes, tales como la arquitectura, la pintura, la talla, la orfebre-
ria, la poesia, la miisica, el canto y en fin, con todas las posibles expresiones
artisticas, pretendemos hacer visible la infinita belleza de Dios. Buscamos,
con estas obras de nuestro ingenio, orientar hacia Dios Nuestros sentimientos
y elevar las mentes y los corazones de los demas hacia la Fuente de toda ver-
dad y de toda belleza.
La belleza de Ia liturgia es parte del misterio de la Iglesia; es expresién emi-
nente de la gloria de Dios y, en cierto sentido, un asomarse del Cielo sobre
la tierra. El memorial del sacrificio redentor lleva en si mismo los rasgos de
aquel resplandor de Jestis del cual nos dieron testimonio Pedro, Santiago y
Juan cuando el Maestro, de camino hacia Jerusalén, quiso transfigurarse ante
ellos (cf. Mc 9, 2). La belleza, por tanto, lejos de ser un elemento decorativo,
es més bien un elemento constitutivo de la accién littirgica, ya que es atributo
de Dios mismo y de su revelacién. Conscientes de todo esto, hemos de poner
gran atenci6n para que la accién litirgica resplandezca en toda naturaleza.
La Iglesia ha sido siempre promotora de las bellas artes. Para cultivar el arte
ha establecido talleres y escuelas de arte y ha patrocinado el estudio y la ac-
tividad artistica. Es asf como se Ileg6 a crear en todo el mundo cristiano, un
tesoro artistico de inmensas proporciones, admirado por todos y digno de ser
conservado con todo cuidado. De esto dan testimonio los templos, museos, pi-
nacotecas y galerias de arte, lo mismo que las casas de quienes aprecian verda-
deramente el arte. ;Qué podrfamos hacer los catequistas ESPAC en este senti-
do? { Servirfan las ideas hasta aqui expuestas para nuestro Proyecto de Grado?
4. El arte en los principales lugares y objetos de culto
“La relacién entre Belleza y Liturgia nos leva a considerar las expre-
siones artfsticas que se ponen al servicio de la celebraci6n. Un elemento im-