El Kino-Pravda, Dziga Vertov

You might also like

Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 7
JOAQUIM ROMAGUERA I RAMIO HOMERO ALSINA THEVENET (Eds.) TEXTOS Y MANIFIESTOS DEL CINE CATEDRA RPO mre Tort ~——— ee El Kino-Pravda DzicaA VERTOV El Kino-Pravda esta ligado, por una parte, a los antiguos noti- ciarios. Por otra, es el portavoz actual de los kinoks. En mi in- forme examinaré ambos aspectos. Los noticiarios Pathé y Gaumont, los del Comité Skobelev? posterior a la Revolucién de Octubre, fueron reemplazados por el Kino-Nedelia publicado por la Seccién Foto-Kino del Narkom- pros?. El Kino-Nedelia no se distinguia demasiado de los noticiarios anteriores; s6lo los rétulos eran «soviéticos». {El contenido no habia cambiadol: siempre los mismos desfiles y los mismos funera- les. Fue en esta época cuando empecé a trabajar en el cine. Mis conocimientos técnicos eran escasos. Pese a su juventud, el cine ya imponia unos topicos inmutables fuera de los cuales estaba vetado trabajar. Mis primeros ensayos datan de aquella época. Reunia pedazos filmados encontrados al azar en unos grupos de montaje cuya «consonancia» era més 0 menos grande. Como consideraba que uno de mis intentos estaba perfecta- mente conseguido, concebi mis primeras dudas en cuanto a la necesidad de un trazo de unién literario entre diferentes situacio- nes visuales pegadas entre si. Tuve que interrumpir momentdnea- 1 Organizaci6n pedagégica de talante reaccionario que existié hasta 1918. 2 Narkompros = Narodni Komissariat Prosveschenia, 0 sea, Comisariado de Educa- cion del Pueblo. 45 mente mi experiencia para rodar un film dedicado al aniversario de la Revolucién de Octubre. Este trabajo fue el punto de partida de mi nueva actividad en el Kino-Pravda. Fue precisamente durante estas experiencias cuando nosotros (varios camaradas), que habiamos perdido la fe en las posibilida- des de la cinematografia artistica y estébamos Ilenos de fe en nuestras fuetzas, esbozamos el proyecto preliminar de Manifiesto que después ocasioné tanto ruido y caus6é tantos momentos desagradables a nuestros cine-apéstoles. Después de una larga interrupcion (partida al frente), continué mi trabajo en la Seccién Foto-Kino y pronto me metieron otra vez en los noticiarios. Escarmentado por mi triste experiencia, demostré una gran prudencia en los primeros mimeros del Kino- Pravda. Pero a medida que adquiria la conviccién de que me habia granjeado la simpatia de, si no la totalidad, parte de los espectado- tes, forzaba cada vez mas cl material. Paralelamente al apoyo que encontraba en la persona del constructivista Alexei Gan, que publicaba entonces la revista Kinophot, debia afrontar una oposicién interior y exterior cada vez mayor. En el décimo namero del Kino-Pravda, las pasiones de desenca- denaron. Con gran sorpresa por nuestra parte, el ntimero 13 gozo del apoyo de la prensa. Después de la aparicién del mimero 14, el diagnéstico casi unanime de «esta loco» me Ilené de perplejidad. Fue el momento més critico en la existencia del Kino-Pravda. El Kino-Pravda n.° 14 se diferenciaba singularmente en aquel momento de los demés noticiarios, no se parecia en nada a los ntimeros anteriores. Mis amigos ya no me entendian y me repro- baban. Mis enemigos saltaban de alegria. Los operadores declara- ron que se negaban a rodar para el Kino-Pravda. En cuanto a la censura, rechaz6 pura y simplemente Kino-Pravda n.° 14 (para ser exactos, lo autorizé cortando mis de la mitad, lo que equivalia a destrozarlo). Confieso que quedé hundido. La construccién del film me parecia simple y clara. No habia acabado de comprender que mis contemporaneos, acostumbrados a la literatura, no podian prescindir, por la fuerza de la tradicién, de los textos de relacion entre los temas. A continuaci6n, el conflicto se fue resolviendo. Los jOvenes y los clubs obreros tributaron una excelente acogida al film. En 46 cuanto a los nepmans?, ya no necesitaba preocuparme de sus opiniones: la fastuosa Tumba india les apretaba entre sus brazos. El estado de alerta habia concluido. Pero el combate prose- guia. El Kino-Pravda se entreg6 a unos intentos heroicos, queria formar un muro con su cuerpo para proteger al proletariado de la nociva influencia de los dramas del cine artistico. Intentos de los que muchos se reian. La infima cantidad de ejemplares del Kino- Pravda sélo podia servir, en el mejor de los casos, a algunos millares de personas y no a millones. Si bien el papel del Kino-Pravda en la creacién de un amplio repertorio obrero fue modesto, su accién de propaganda en la lucha contra el repettorio de los cines comerciales fue, al contra- rio, muy importante. Muy pronto la acusacién se escindié. Nuestros detractores mas perspicaces se apresuraron a imitarnos. Y ya habia quiénes les Ievaban delantera en este camino. Sin embargo, otros muchos siguieron siéndonos hostiles. Un pufiado de escritorzuelos conservadores, personas mas bien tontas, canta incansablemente las alabanzas de los cines- conservas (especialmente de las mercancias de importacion). Son los que siguen defendiendo la fabricacién de los cine-sucedaneos en nuestro pais (a decir verdad, de calidad claramente inferior) Con sus torpes esfuerzos, hacen abortar cualquier iniciativa mini- mamente revolucionaria. No es recomendable mandar a paseo a estas indeseables nifieras. Para vengarse, demostraran que poseian los paraguas que protegieron al publico de la Iluvia, es decir, de los kinoks. YY cuando cesa la lluvia y luce el sol del drama artistico, agitan con cuidado un abanico sobre la cabeza del pablico. Gracias a los esfuerzos de estos criticos, la figura magn4nima del millonario norteamericano resplandece en el rudo coraz6n del proletariado soviético. 2 E Casi todos los trabajadores del cine artistico son enemigos, declarados u ocultos, del Kino-Pravda y de los kinoks. Es completamente normal, pues si nuestra opinion triunfara se verian obligados a volver a aprender su oficio 0, pura y simplemente, a abandonar el cine. 3 Partidarios de la NEP (Nueva Politica Econémica), que consideraban al film como el comienzo de un proceso contrarrevolucionario. 47 “Ninguno de estos dos grupos pone directamente en peligro la pureza de la linea de los kinoks. Son, en cambio, mucho mis peligrosos los grupos intermedios oportunistas recientemente formados, que podriamos llamar «con- ciliadores». Copian nuestros procedimientos y los transfieren al drama artistico, y con ello refuerzan sus posiciones. Al enfrentatse violentamente con el Kino-Pravda, nuestros malintencionados criticos explican maliciosamente que se fabri- ca con material filmado de antemano y, en consecuencia, «acci- “= dental». Lo que para nosotros significa que los noticiarios estan hechos de trozos de vida organizados en un tema y no al contrario. Eso significa igualmente que el Kino-Pravda no obliga a la vida que se Aesarrolle de acuerdo con el guién del escritor, sino que observa y - jtegistra la vida tal como es y solo posteriormente deduce las conclusiones de sus observaciones. Asi pues, en definitiva, eso es / nuestra cualidad y no nuestro defecto. "El Kino-Pravda se hace con matetiales de igual manera que la casa se hace con ladrillos. Con unos ladrillos se puede construir una chimenea, el muro de una fortaleza y muchas cosas mis. Con la pelicula filmada se pueden edificar diferentes obras. De iyual manera que la casa necesita unos buenos ladrillos, se necesita un buen material cinematografico para organizar unos buenos films. Por ello es necesario tratar con seriedad los noticiarios cinemato- graficos, esta fabrica de cine-materiales, en los que la vida, al pasar por el objetivo de la camara, no se hunde para siempre y sin dejar huellas, sino que deja, al contrario, un trazo preciso e inimitable. De la manera en que dejemos penetrar a la vida en el objetivo, del momento que elijamos para ello, del modo en que captemos la huella que habr4 dejado, dependeran la calidad técnica, el valor social e hist6rico del material, y posteriormente la calidad de todo el film. 7 El Kino-Pravda n.° 13, realizado para el aniversario de Lenin, esta hecho de materiales que definen las relaciones reciprocas de dos mundos: el mundo capitalista y la Union Soviética. Si bien los materiales son insuficierftes, tienen al menos un valor generali- zador. Es interesante observar que ahora, un afio después de la aparicién del Kino-Pravda n.° 14, comienzan a llegar los encatgos. Como véis, estos noticiarios no han perdido actualidad y no la 48 perderan inmediatamente. Sin embargo, se trata del namero del Kino-Pravda mas denostado en su momento. Los nameros 15 y 16 retnen material filmado durante varios meses: el primero en invierno, el segundo en primavera; ambos tienen un caracter experimental. El Kino-Pravda n.° 17 se estrené el dia de la inauguracién de la Exposicién Agricola de la Unién Soviética. No muestra tanto la Exposicion como la «circulacion sanguinea» que suscitd la idea de la Exposicién Agricola. Un gran paso une el campo y la ciudad: una pierna esté hincada en el centeno, entre las aldeas, mientras que la otra se posa en el recinto de la Exposicién. En el Kino-Pravda n.° 18, la camara parte de la Torre Hiffel de Paris, atraviesa Mosci y se detiene en la lejana fabrica de Nadej- dinsk. Esta carrera hacia el coraz6n de la vida revolucionaria ha cjercido una influencia prodigiosa sobre los espectadores sinceros. Camaradas, no credis que me estoy vanagloriando, pero algunas personas han considerado util advertirme de que, a partir del dia en que vieron el Kino-Pravrda n.° 18, la realidad soviética se les ha mostrado bajo una luz completamente nueva. Dentro de un momento veréis el Kino-Pravda namero 19. Es imposible mostraros los demAs, estén completamente gastados. No puedo exponer verbalmente el tema del ultimo Kino- Pravda, pues esta hecho para ser visto. Sus miltiples hilos visuales ligan la ciudad al campo, el norte al sur, el invierno al verano, las campesinas a las obreras, que al final se retinen en una sola familia, la sorprendente familia de Vladimir Ilitch Lenin. Se presen- ta a Lenin vivo y a Lenin muerto. Superada la pena, la conciencia del deber obliga a la mujer y a su hermana a proseguir su tarea con redoblada energia. Las campesinas trabajan, y las obreras, y también la montadora que selecciona los negativos del Kino- Pravda... Al mismo tiempo que han hecho aparecer el Kino-Pravda, los kinoks han conquistado otro terreno que parece que no tenga ninguna relacién directa con nuestros objetivos: el terreno de las caricaturas y de la publicidad cinematografica. Motivos concretos nos han llevado a aprender el manejo de este arma. Nos sera util en un momento determinado. La proxima obra de los kinoks ser4 un film experimental que realizamos sin guidn, sin simulacro previo de guién. Este intento es una operacion de reconocimiento extremada- 49 mente dificil y peligrosa, para la cual no deberiamos haber partido desarmados en el plano econémico y en el plano técnico. Pero no tenemos derecho a renunciar a la imposible posibilidad que se nos ha ofrecido. Intentaremos aprehender la realidad con nuestras manos desnudas. Camaradas, en un plazo breve, quizd antes incluso de la aparicion de nuestras proximas realizaciones, veréis en las panta- Ilas soviéticas una serie de sucedineos, una serie de films imita- cién de los kinoks. En unos, los actores representaran la vida auténtica en las circunstancias adeciadas; en otros, unas personas auténticas representaran los personajes dictados por un guidn elaboradisimo. Son las obras de los conciliadores, de los «cine-menchevi- ques». Se pueden parecer a las nuestras tanto como un billete falso se parece a uno auténtico, como las grandes muiiecas mecanicas se parecen a los nifios. El incendio mundial del «arte» esta cercano. Al presentir su muerte, la gente de teatro, los artistas, los esctitores, los coreégra- fos y demas jilgueros huyen, presas del pénico. En busca de un refugio, afluyen al cine. El estudio cinematografico es el ultimo bastién del arte. Es ahi que tarde o temprano acudiran los curanderos melenu- dos de toda indole. El cine artistico recibira prodigiosos refuer- 20; no pot ello se salvara, sino que perecera al mismo tiempo que su edificante cohorte. Haremos explotar la torre de Babilonia del arte. (Estenograma abreviado del informe de Dziga Vertov en la Conferencia de los Kinoks, el 9 de junio de 1924.) 50

You might also like