Perspectiva Generos Adolescentes Consumo PDF

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Po Wun Cuts Corslacinn W DEVIDA ‘on aoe ert og Perspectivas de Género en el Abuso de Sustancias Psicoactivas en Mujeres Adolescentes y Jévenes y su Impacto Milton Rojas Valero 2005 SSW SHASTLSLRESBE “~~ seoyesBoyaig se:2uai3}94 ~ pauapuadep e| ap selouansasuoa se) U ssemeoatsd seaueisns & eiouapuedep e] ue seve. ‘ox@s unbas ‘corBooorsd eusenbs® 9 us S919} ~ oxos un6es oBseu ap “" BuyBoco ap oyeupl4so} fe PioIpe JOIN BP INO 7uyBa0o ap earsea eised | @ IDI Jen BI ep Hed ‘q10u96 ep UpIaIPUOD KudIDeBASENU] “Zz ~~ seaypsBoqaig sepUueIe}eH soqusosqjope souosen A soioinut “ye sooquso $0889 ep SOfeUO!DEU SOIPNIES SL O¥ORD-ey9N|sy ps6] ewesBoud |@ ue sopipuate sauoleA sojoinw sejueynsuce 9p epuewon Bap eonsinseD yt rouedse ou1uewo} om9109 0 U 10 Kjouooye 8p ownsu0d "sereuOKEU et “9x98 unB9s "BQUepUOKOp Op BOUATERSId ZL ‘0x98 Un698 ‘Tu0, [0 Ua SePAUEINS ep owNSUCO 9p EPIASP IUAFENAId 1 soni6gjowepida sopedsy “| NO]ONGOMIN “ NOLOVANGSHd IGN} Lal ae Condicionantes y rasgos de la personalidad en mujeres.. adolescentes consumidoras de sustancias psicoactivas 34 33 Condicionantes de la personalidad de la: drogodependiente Referencias Bibliograticas.... Dependencia aleahética y nicatinica 11 Aspectos clinicos del alcohols 42 Glinicadel aleoholismo temenino 43 _Tetamionto dea dependencatauica ena mujer. Referencias Bibiagraticas... Proyecto familiar. Reflexionando acerca del género, ‘mujer adolescentes y el consumo de sustancias pé 81 Fecors contenuales que hyerenia negociacién de roles en 52 53 54 55 Referencias Bibliograticas PRESENTACION “Teniendo fa firme conviccién que la gestion del conccimiento expresada en luna generacién rnacionales y, lo que es més importante, hacer que este "saber" logre impactar ostivamante sabre eldsefoempanicin doles programas de prevencion 1miento de drogodependencias a nivel nacional, es que presentamos el, Toro Perspectives de Gonaroon el Aburo Je Suntancie Retstvae tn Mujeres Adolescentes y J6venes y su Impacto”. Este libro es una completa sistematizacién sobre las drogodependencias desde tuna perspectiva de género. En su estructura articula exitosamente aspectos: ‘epidemiologicos, investigacion aplicada, caracterizacién de los rasgos de Personalidad en la poblacién femenina asociados a las drogodependencias, ‘aaracteristicas clinicas de la mujer drogodependiente y retiexiones sobre la familia, género y drogodependencias. ‘Conovedores del trabajo de Miton Rojas aseguramos la igqurosidady tratamiento lucido de cada eje tematico en esta publicacién, que cubre un vacio importante para la formulacién coherente de intervenciones preventivas y asistencialas desde una perspectiva mas integral NSO cm Nils Ericsson Correa Presidente Ejecutivo del Consejo Directivo DEVIDA (eS EST FIIs IOUEYSUE ‘eiowud ue ewewrerredse ‘(e)seprunsuco (s)seouryens (s)se1 A BpIp8 e| a11U 15a OnaIpe asaddud jo ‘soot soupeno sousnu onb jen6} je ‘jeou96 ue oly e| ep eISI “gepezesequio ou soze{nuy uo se}oueisns ap osn jap Ug:guenasd v) A ‘seouepuadapobaip se] 9p oqwonreyen, jo ue onb seiue ‘ozerequie-2Bo1p OWOUIG Je ue opipraul uey arb seuomesinsanu! ep sopelinse: soueA key '0300}0 UR ‘oWBUCEU |e Ug!OEIOs Le SJUaUL}edouNd SopRoD ‘pepiUI}EUI A ‘owed ‘ozesequu [9 Ua seoUEISNs Bp csn jap $0}09}9 80} 2190S UO!ECNoDaWd e ‘ep uous A Sexpews ow09 [od ns sezNe}U9 B UepUEN ‘sovolnu! 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BY 2s SoIpnise so] UD "eDUANIAY LOO “010U06 Te o}Seds—1 ‘uoo sauo1zer}uny ap ous Bun auen seouspuadepooup se} 0190s BANeIeH] ET NOIDSNGOULNI TTA SA TTR RODE TT Css sass ‘Solo posteriormente se suman a esta relacién todos los demas factores, tanto intrapsiquicos coma socio relacionales, hasta convert el fenémeno adictivo ‘en un complejo entramado de pianos que resultan muy dificiles de dferenciar, como quiera que al in y al cabo somos seres biopsicosociales. Las adicciones influyen en el género, en ol sentido que lafragmentacién inducida, porla dependencia tiane su mAs inmediato correlato en lois. Asise pierde la sincronia soma-psique y la persona acaba viviendo dentro de un cuerpo ‘esclavizado por necesidades que se le imponen. 1do ademas en cuenta las reas basicas podemos sustentar que la adiccién, en la medida que se instaura, podemos decir que destruye toda diferenciacién, pues atenta directamente contra los, fundamentos basicos de la identidad de la persona que la sutre, al punto. que A partir de esta rettexién y se llega a decir una vez que has visto a un adicio has visto a todos, sean hombres 0 mujores. Elgénero infuye en las adicciones, sibien hemos afirmado que las adicciones son fenémenos asexuados en su etiologia y con un potencial destructvo tal ‘que eliminan de la personalidad cualquier rasgo debido al género, lo cierto es ‘que nadie puede escapara una realidad tan preserte en todos los érdenes de ‘nuestra vida como es la de ser hombre o mujer; ya que alin hoy las diferencias, fenzan a implantat pricticamente desde el momento mismo 1 azullpara al nfo y color rosa parala nifa) para perpetuarse yma contacto con la sociedad y a cultura en la que le toca En este contexto, desde hace tiempo sabemos que pueden acdjetivarse as adicciones do “temeninas" o “masculinas" si tenemos en cuenta los Condicionantes soctocutturales y educativos (ecol6gicos,aludlendo alos autores sistémicos) on que éstas emergen, permitiéndonos ademas establecer iteroncias entre lo que le sucede al hombre ya la mujer adictos que resulten transdisciplinar que excederia con creces las ‘expectativas del presente trabajo. ‘Almomento actual en el Peri y en Latinoamérica hay un gran déficitinvestigativo sobre conductas acictivas toxicas y no téxicas en mujeres. La realidad nos dice que el campo de la adiccién femenina ha dejado de ser un problema a marginal, necesitandose explorar y profundizar las cistintas areas de este escenario, insumos que fa . programas preventivos con una mirada de género. En este sentido se pretende ‘desarrolar un documento que condense reflexiones, experiencia e invastigaciin, esperando dar respuestas sobre cémo entender y abordar los aspectos de {genero en las adiociones desde la perspectiva del género, enfatizando grupos especiales como piberes y adolescentes. Los aspectos especificamente relacionados con el consumo de Sustancias Psicoactivas (En adelante SPAs o sustancias) en las mujeres no han sido hasta la fecha examinados en los sistemas de informacién de drogas de Latinoamérica, Una explicacién podria ser las dificultades en acceder a la informacién, dado que el numero de mujeres consumidoras de SPAs, particularmente de las drogas licitas, es bastante mas bajo que el de hombres. La informacion en cuando a la adiceién y a las conductas de riesgo asociadas han sido con frecuencia extrapoladas a las poblaciones femeninas desde. aquellas con un mayoritario componente masculino.. ‘No obstante este deficit a mayor parte de los paises Latinoamericanos se ven en la imperiosa necesidad de acoger demandes de ayuda de mujeres consumidoras de SPAS a través de algunos programas esp 7 ‘tanto la oferta de tales programas como sus caracteristicas varia ampliamente;, se desconocs hasta el momento la mayarfa de las aritas de este tema. En términos generales los hombres consumen mas SPAS que las mujeres (Cestro de la Mata y Zavaleta, 2004, y Vallejos, 2004). No obstante las diferencias ‘en al uso de sustancias por hombres y mujeres son complejas. Dicha id hay que sefialar en relacion con el sustancia consumida, el grupo social, eI nivel educacional y la localizacién geogrética, Los datos de los distitos observatorios Latinoamericanos indican que en los mas jOvenes las pautas de consumo tienden a aproximarse mientras que a ‘medida que la edad aumenta las diferencias en los patrones de consumo tienden adilerenciarse. En nuestro medio hay indicios (Rojas, 2005) que el uso experimental de SPAS ‘a edades tempranas se produce a menor edad en chicas que en chicos. Esto puede responder a que las chicas mas jvenes pueden tener amigos de mas edad que las inician en el consumo experimental. A medida que la edad aumenta Bess ses ss ase 002 ‘04039 GANNO-vaIAZC-NGINIM 2002 saxeUoU BP eUEpUNDS ‘9p sypae upceed ff Uo seeap ep ountuca e anos eaBrymuapdo spars “eUeN zo 20 Some zo £0 ‘2209 vo £0 ‘oad 90 90 eueruiaya sere6on se6010 se | 9% ee ooeae so 6st LL oe reucory sarep08 se6010 7am aquon | JW equoH Spe cseal [L2eeeseen Tene os ‘OXaS NNOSS VIIVGYNIOZS 30 SANVIONIS3 N3 SVOOUG 30 3INSIOSY OSN A WRLDVOSN ZeNEREL se eo seuee 6h es ure) st es oad oe 6 euendueny saja67 306010 om so conc | se 985 reucony seraaos 6019 ouNeHie3 I ‘ouynosen os 6010 ep oct, ‘OXaS NNOAS WRIVNNOSS 40 S3HVI0NS3 Na SvO0HA'3d OWNSNOD TAAVAIA IO VIONSTVARUC PoneigeL ‘oxes unBes ‘Tay 19 Ue Syd$ SP OWNSUOD [OP EPIA sp BIOUDIEAS EL SODIDOIOINAGId]a SOLDAdSV “t -reynGiar osn ns ap pnyes e104 ‘80 sooeuejoa1sd soj ap eIuEzneut ‘seioueisns se| uoo opuesedwog “ney fendesuco se] aue}sq0 ou ‘aIqeIOU juauod.so9 ofeg onrya4 J9 “SEY ep o1uewne [9 voo ojvowine ua eA ‘se}ove/9}p Se|‘seuozeA aque enb saroinu aus unico Sew se seuldazeIpozueg 2p osn ja ‘SEDI S¥qS Se] UoD OIDeUIP BISeNUCD UJ “OIPEUL [9 Ue op|puelxe imbues ‘sooiseBjeue ‘sonseudapnue ‘SojuowreoIpow ap o8n 9 anb eoBojowiopide erouepine Aey oIpewi onlsanU US ‘euenyuew 1 U09 euund9 euewsTe18u86 cUoD ‘seOUEISNS 9p o5n [ap epipUEHK Up|DRIdsIe lepine SoUeUL UOS Sajuepins SOUBLI LOS SEIOUeIOyP 1a A salejoasa sauoseiqed aque ‘se/e601 souoiues Saylenj uaistxe apuop ye sepeareur seu LOS o:0U98 ap SauojoeNEA se] “soquaureaipauo scseuupjeaisd so] ap 4 “coaqes ‘seajoUoORE ‘9p osn op erauajeaard ‘yeunyno ‘1e69} oy ap soxojo mn SPU 30 Syd Op oWNsUED 9 enb asia opand seje/aueB SoUNLI9] US LELG IG, ‘SepIUNSUOD SEIOUEISNS ep PEDIIUED e| Ue OWOD “ou\nasEML sn ep seuawied so} ue ojue} ‘asopueiare UeA saiainu se souenot sei ua a Ta ETT TRIES OATH ORD (ieee ee en ge rer ere eae ea ea er da eee: de Giraen estan de Sure sanagsen ines Ades sen Ys revalencia de vida con la variable sexo, encontramos que los fa tener un mayor consumo de todas las drogas estudiadas respecto de las mujeres, tal como se puede apreciar en el Cuadro N° 1. Ladiferencia entre en el consumo de alcoho! entre hombres y mujeres escolares el estucio es de aproximadamente 10 puntos porcentuales y en el caso del tabaco, es de 15 puntos. Respecto a las drogas ilegales, se observa que el consumo de marihuana, PBC y clorhidrato de cocaina es tres veces mayor en, los varones que en las mujeres. Enelcaso de las sustancias inhalables, los varones que declararon haberlos ‘consumido son poco mas del doble que las mujeres en términos porcentuales Gréficon4 Prevalencia anual de consumo de marhuana, segin edad y sexo * Re ae t7 as 20030 staan stan Fuente: Encuesta nacional sabre prevencion consumo de crogas 2002. OEVIDE. ‘ONUDD-NAS-INELUPCH, 2003 Grificon*2 Prevalencia snual de consumo de pasta basica de cocalna, sean edad y sexo eee ae eee whe L Jy [LI ‘Fuente! Encuesta nacional sobre prevencicn y consumo de dragas 2002. DEVIDA- ‘ONUDD-NAS INELUPCH, 2003. GréficoN"3 Prevalencia anual de consumo de clorhidrato de cocaina, sagin edad y sexo % Fuente: 1 Encuesta nacional sab prevencian y consumo de drogee 2002. DEVIOM ONUDD-NASINELUPGH, 200 mi (laSw aaa aN beige, 2quainBis je ve Uewwesoid 2s sopesdiweluca S=sopeOIpU SOIUNEIP £0} UO SOUIUAUHB} SOATDO;00 SoquIE U9 Sope;|UCOUe seoUEreRdid se] ‘SOILOWEOIPOW fo sogeuBjoo|sd A SeUOIN Syd 9p SouNsUCD So| B a1e\=1 oS on O| US op oye gat K-61 sesnanve 99) seoos seu ep ennoo eae anoge a oye Ft op selsnenus oay2) ein 9p 0008 _OAYD9|09 UN) “OIPN|Sa ap SeLO;OBIGOd sop epuardwiod ent IDM UN OP BIEN BS “eueds3 9p s2{nyy e| ep oasuy Je Bzed S13 UO!ONIRSUI e} OP Aone) 20) A OWHVAYN 2p odinba jo oqeo e gray anb ja sa ‘eyeds3 Le oewud 9 ‘seein Ua ca A ea ta sopte aufosennpe pu SODTse 60 ON sjouedso oujuewiay 0n999I02 19 ua seGoip seo A oyoofe ep ownsueg “sejeuoloewsaqU SoIpMISA FL -anwouwnsoodso ooeqe ef jouere jo eed sein ue sous S020 s0n Kate so Upsvodord ts sven se oe ic oranogerp 1 epe9 o tk care slvepuadop Uoe sO:quoUO opie ent sosg oe ‘ores unBos e;puedep ep upEnaiisp 0 unbog cana sen-a0rNo wage zoo bap op canes k gave ons REL Hao ozo 96°01 ozo Suh | sowezunbuen hoo sez't oro But seuereuu ‘euje09 00 ovo ezoez | 9p oespi4y0i9 ath euy8009 oo ooo oe'o vezish | 2P Paisea eised ooo ooo ovo eee Coal oez zsen | oc'o zas'ese ee vey zeseez | ost £66266 % N % N ounasent couse ‘ap erouopueded ox08 UN69S ‘SYS & EANEIGEL ‘oxes unBies ‘ejouspuedep op uiouarenaId ZL top 9p SUEIEAAL "30x98 SogWe Us sowueIpuadap op up-sIodo1d ‘BuISIWB| EAIOSGO 9s Sa“EZyNbUEH So| 2 o}2edse1 aNb SeATUBRU ‘soUOIeR $0} 0p ‘onisnioxe 1seo euseiqord un owoo eiisenlu 96 'sojep soise unas "e-suepuadep 21 ‘soreBey! seSoup se; uy “soiolnw A so:quioy opueredwioa sojipe op ‘el nee} [2 ojsadsas ‘saxainu onb jouooie ap sajuaipuedep seuoieA ‘Se0en oujeno ey nb UEDIDUT € aN BIGE], f9P SOleP SO} -uprDEKKod e} Ue eiouapuadan ep Brougrenaid e] an} o1pnyse aiso ue opezyiin JOPEDPU ONO, -sosolnus se] PIoeY atiein01 95 esNBy ej SOUR GL A Z| 90] SUE ‘se1opRUNSUOD Seuquoy eiuauren'snaxs se0 9,1400U0 9s SOUR EL £21 So] ei1Ua on seRUONN. 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Esto es coherente con el hecho conocido de que, excepto en los psicatérmacos, los adolescentes y los j6venes consumen en mayor proporcién fan fa marhuana, los tranquil (ademas de! tabaco y el alcohy cocaina, en general, siendo también bastante importantes en las escolares los consumos de éxtasis y otras SPAS de sintesis, las anfetaminas y los alucinégenos Enlatabla N* condensa el analisis del consumo de sustancias tranquilzantes enios dos grupos de mujeres. Thises Ea Genwal —[_Escolares PSICOACTIVAS Alguna | Doce ‘Ultima ‘Otime Consumié algur a ne: Vez Meses: ‘Mes Mes: Edad media en el consumo (afios) (35,95 14,75, mance [os | ea | or | ar | ax Poa ee es eee lwaruera | 142 | 70 | 4 | a5] 253 | asa one ; ; cocaina aa | ss | or | 74 | a1 | as occ Re lExtasis y 16 06 04 56 33 | 24 ene y : Menos de na vez por semana = _ Unavve porsemana ie ene De dos a seis veces por semana o7 Heroin 03 | 02 | 02 | 08 | o2 | of Diaviamente ov lowes enisceos] 05 | 04 | oz | - | . | - eee ae ree area errenre 14 06 cA 73 43 | 25 Enel Tabla N° 5 se observa que un 9,7% de las mujeres espajiolas de 14 afios or | a7 | se | 152| 81 | 50 snadolae hen veado tat io enalimoaroyals.¢ er | 29 | a | - |. | - Seen el lime tos. E160 ceria dol 85%. Sogun estas prowlonces or pana habia aedodor de 125000 auetanian coreuriad totes ssterie, ce as gue unas 500,000 fan consumiendo de forma yel 58% en el general Pero también se ia un consumo elevado de tranqui escolares, pues ol 15,2% las han tornado en alguna ocasiér Limo afi y en 15% en el Gime mes. No obstante el consumo mas habitual (Ge dos a siete veces pors ‘bastante inferior al del colectivofemenino general, ya que se sitia en el 1s indices de continuidad serian del 53% ‘enelescolary del 33% en el general 14 Casuistica de la demanda de consultantes mujeres y varones atendidos en ol programa Lugar de Escucha de CEDRO. Enel Tabla N° 6 y Grafica NP 6 se presentan la casuistica de atencién en casos de drogodependencias de los y fas consultantes que acudieron al programa Lugar de escucha-CEDRO entre los afios 1999 y 2004. En el se Saamng| sauanot | woos ood Nace | ODI: No's| onto, ST ween ‘p002-6661 :opoued ‘Quaad-eyonosa ap se8m ewesBord jon sone pene souousren tone nes suerpeneoed "e6oip op od A axas unBes ‘epnAe ap epuBLiEp e| 9p eoqD BoAsINSeO ‘$.NO2URO sat eulotoy BueNUUEN Ed sse3 sewereuny ooege, oonr soivoweonoy oneqe1+0¢d royoory ‘Bue209 Buena SWAILOVOOTSS | SVIONVIVaS: Z2ERRSRRBROSK (SSuNOH ‘Sau eea=N 17002-8661 :opouog (O€a39-eu0NDS3 9p 1eFin] eAwe,Gosd Jap “e6cup ap ody & oxo8 Unbes ‘epnke ep epuewia E| ap E2qu/9 eonsineeD “aquouewiod|see eiouew © solueseid Upise seonouoare Sepiqag se] apuop oWNsuCD jjod o adn ‘wnsuco ap seuonted eivesaid uploe|god wis ue sygS ep owNstICD ja and sejoUe qed ‘(SoII8 U2 6S'1z A Seja UD 9,89'02) EDNAE Op EpURWP e| op 1eBN 438218} Ua enys 2s joyoofe ep erouapuaden A osnge ‘oWNsUOD 10d sePUBLISP Se} saxa{nu se] exed owoo souoien so} e1ed o1Ue} anb eniasqo 2s ‘Ope| O10 Jod 82 '2) sowuereyur c OUeISNS BUISIM B] Ua 9408'0) Sauoren so] ap e} e o1padsau epenoia se © scoeuneoaisd “(9666'z) Dad '(%89'02) B] e0eede aluaweuEpunoss ‘CUIUSUA, J0}008 | (%682'Ze) SauaIEA 2p odnu6 j2 ue ond jonbi fe (%4gz"ee) sai!nu se] va epUINsUCD SELL YAS B SO uenyew eB nb oypay ja UOIOUEYE B| EwI|‘oUNsUOD Hod 0: ‘9p souozjed BaqUENdUa 9s LoIDeIQOd | ap osanuE je ua anb of ‘S@UOreA UOS %97'5@ J9 onb SEAL ‘sase/nus vos (Soseo gait) %2'p 9 eoureinbisd A BoIBojoorsd e1msuca UB SopipUaTE S¥dS @p Sai0pIUNsUOS SeIUaID EZE'e 9p TeIOI UN ap enb seniosqo apand. SREP NTT CALS 1.8 Estudios nacionales de casos mujeres consumidores de SPAs Rojas (2005) exploré y describié un conjunto de caracteristicas y datos de luna muestra de 502 adolescentes consumidores y consumidoras de drogas psicoactivas, cuyas edades fluctan entre 12 y 20 afios, los mismos que fueron alendidos en el programa “Lugar de Escucta’ de la institucién CEDRO de Lima, Per En (os principales resultados se encontré que la presién del grupo de pares ‘amigos es un factor gravitante en la iniciacién de drogas licitas ¢ ilcitas en la muestra estuciada, resuitado similar al encontrado por Navarro y Co's.(2000), ena poblacin de mujeres escolares espafiolas. La marihuana es la droga do ‘entrada en la mitad de ia poblacién y el 45% tuvo como motivo de consulta e! ‘consumo de fa misma sustancia; asimismo se registté 0,9% de los casos (5 ‘sujetos) que admitieron haberse iniciado en las drogas a través de! éxtasis. Las edades promedio del primer consumo para e! tabaco y el alcohol fueron 9.8 y 10,2 afios respectivamente. Finalmente, el 67,8% de los adolescentes proceden de familias nucleares, con 4 a 5 miembros, aspecto que sin duda se convierte en otro dato relevante. Algunas caracteristicas y resultados se presentan a continuacién. Tablane7 Distibucidn general de ta muestra de adolescentes consumidores de drogas segin edad Edades aris 1.aftos 14atios 1S afios 1Bahos 17 afios 18ahios 1 atios 20 aftos, 175 aia Slegsaxaxzo-lz TOTAL, 1000 ‘Fonte: Rojas, 2005 Consumo de drogas psicosctvas en un colecive de pabores y ‘adolescentes, Peuas ytendencias. ONUDDICEDRO a 98, destacdindose el rango entre los 18 a 20 afios donde: de fa poblacion de adolescentes. En segunda instancia, 17 afios comprende al 42.8% y, en tercera instancia, al ‘grupo integrado porlos de 12. 14 con e15,9%. Tablanes Distibucién general de la muestra de adolescentes coneumidores de drogas segdn sexo Masoulino 406, 209) Femenino 96 194 TOTAL 502 100,0 FFoonla: Rojas, 2008 Consumo de drogas psicoacivas on un Coleco de paberes y ‘adolescontes: Pautasy tendencies. ONUODIGEDRO En la Tabla N°8 se observa que proporcionalmente os varones son quienes ‘acudieron mayoritariamente a recibir ayucia. E! porcentaje llegé al 80,9% de los casos, mientras que los casos de mujeres alcanzaron un porcentaje del 19.1% Tabla Ne 9 Distribucién general de la muestra de adolescentes consumidores de drogas segin ocupacién OCUPACION Ca % ESTUDIANTE 289 815 DESOCUPADO 169 336 ‘Trabajo eventual 7 33 Empleado 16 34 Comerciante 6 12 Técnico 2 03 Profesional Dependionte 1 02 Trabajo Independiente 1 02 ‘Ama de casa 1 02 TOTAL 502 100.0 Fuente: Rojas, 2005. Consumo de ehogas psicoactvas en un caectvo de pobers y ‘dolesconies: Paulas y tondencias. ONUBD-CEDRO (Aaa ass Lt ~ ouazovaanno “seovapue) f seined ‘seweasa;pe ‘A sarognd ap onmnaya un ua seampeazed sebaip op ounsuon '300z SMC SWE o700r WIOL Seerereeeeeerre ee teeveaereeeeeeeeeeeeeea ves rteeeaeeee Ee eet vt ‘sooeUnejoo'sd ze oad zy eue20g ser ‘ooeqeL e's foucory 05 uenyuen % aN ‘svas, ‘peipnse ajuessajope upDe|god e] Ue epeRUE op SeB010 Zh NeIaeL “optul jo Ue aqUeWiEnGi '962'9 A abb"Z'9h 9 U9 SaUOTe: UOsENy sojei008 souane P eroueIsis® B] A UpIOEM! 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Los derivados cocainicos (cocaina y PBC) Avcohol Inhalantes ‘Marihuana Psicofarmacos Cocaina PBC Extasis ‘Foor: Rojas, 006. Consumo de dogas pscoacivas en wn caleclive de plberes y ‘adnescentes: Paviasy lerdencias. ONUDDICEDRO Las edades promedio del primer consumo que se presentan en el Tabla N? 13, ‘os indican que en el caso de la marihuana fue 11.6 afios; alcohol, 10.2; Tabaco, 93; Cocalna, 13.6; PBC, 14.9; Psicotarmacos, 12.8; Inhalantes, 10.9; éxtasis, 14.3 y para la hoja de coca, 12.1 afios Tabla N14 roga de mayor consumo en la poblacion _adolescente_estudiada al legar a la consulta ‘SPAS N % Manhuana 228 a8 Cocaina 2 124 PBC wtabacazos» 52 10.4 ‘Alcohol 0 97 Extasis 7 74 Psicotérmacos 3a 68 tras Adicciones: Ludopatia a 54 Inhalants ‘2 24 ‘Otros 1 64 TOTAL Boe 7000 ‘Foor: Rojs, 2008. Consume de dieqas pacoactvas on un colecvo do pabaros y ‘adoescentes, Pau y fandenciae, ONUIDDCEDRO En o| Tabla N? 14 se puede observar que la matihuana es la droga mas ‘consumida por los adolescents al legar ala consulta, el porcentaje alcanza 1 45,6%. A diferencia de la tabla anterior, los derivados de la hoa de coca ‘ocupan el segundo y tercer lugar (12,4 y 10,4%, respectivamente). En este ‘mismo contexto, los casos de abuso de alcohol tuvieron un porcentaje de 9.7%; éxtasis 7.4%, psicotérmacos 6,6%, y alcohol ascciado con otra conducta ‘adictva (ludopatia o juego) con el 5,4%, Los casos de consumo de inhalantes como droga problema alcanzaron 2.4%, REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS. Castro de la Mata, R. y Zavaleta, A. (2004). Epidemiologia de drogas en la ppoblacién urbana periana 2003. Monografia de Investigacién N° 23. Lima: ‘CEDRO. DEVIDA-ONUDD-NAS-INEI-UPCH (2003). 1 Encuesta nacional sobre revencién y consume de drogas 2002, Lima: OEVIDA. MINEDU-DEVIDA-ONUDD-CEDRO (2004). Estuoo epidemioldgico sobre of ‘consumo de drogas en la poblacién escolar de secundaria de menores — 2002. Lima: MINEDU-DEVIDA. Navarro B.J., Ballesteros, C. y Alonso, J. (2000). E consumo de alcohol y otras drogas en ef colectivo femenino. Madrid: Instituto de la Mujer. Rojas, M. J. (2005). Consumo de drogas psicoactivas en un colectivo de puberes y adolescentes. Pautas y tendencias. Lima: ONUDD-CEDRO. Vallejos, J. (2004). Consumo de drogas y factores de riesgo y proteccién en escolares de educacién secundaria. Lima: DEVIDA. t ¥ 1 1 1 T T T T T : : T T T T T T 1 T FE T -saueo ‘uppunnuseg :sapeneuuajue SeIveNGis Se] ‘ealesqo 8s ‘viouepuoden sejjo11esep ep 06977 antvs3avsuy “RURWIid “BUBpUNdEg ‘eJe{dUIcoU! eUepUNdES WALWONGA VIBY “eprajduoseg Twuoavivauy 2752:pepe ap ompewory ofeg oIpeN-o1pON, OmUOUOZeODOS IOAN VOLYHOOWSG VEY :ajuomnbe o 69 openuooue od (2 “soue ty & ‘€z ei1u8 Sepipuaidioo ‘seyNpy 'a A :souR Zz A pL aus SepipuaidWCd "Seuengr "y:sodhi6 sop ue oulse 9s opnise ap ensonu ‘seOUEISNS ‘9p eauepuadep e e1ed Al WSG lap SeoRu}9 soveWO 50] UNB9s Cad OP -sejompe Gg ue onnduosep-ouoyeiojdxa ody ap upeBASeAU! 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Antecedente de 1 aborto, completa y desintegrada), jente hay un hermano iquaimente, adicto, Comportamiento post-consumo caracterizado por: Prostitucin, venta de drogas, mitomania, obo, cinismo. Font: Rojas, Maton (1996): Consumo de pasta hisica de cocaine en mujeres. Un estuto expioratono desde la perspestiva de género. EDEX-KOLEKTIBIOICEDRO, 22. Perfil de ta mujer adicta de clorhidrato de Cocaina Para la determinacion del perfil de la mujer adicta del clothidrato de cocaina, ROJAS, 1999, desarroll6 una nueva investigacién descriptivo- instancia para, fen terminos de evaluaciény diagnéstico psicalégica y médico psiquiatrico, asi como de Consejo psicolégico y sesiones motivacionales. AREA DEMOGRAFICA AREAEDUCATIVA AREALABORAL AREA DE SALUD Nivel socioeconémico: Medio Promedio de edad: 26.6 Instruccién Secundaria. Empleadas: Trabajoro estable. \Luego de la instalacién del abuso y dependencia, se identifican las siguientes complicaciones: Médicas: Las lesiones mas frecuentes son: rnitis crénicas, perforacién del septum nasal y colapso del tabique nasal con deformacién dela narzensilia {de montar. Obstétricas: ‘Aportos espontténeos; partos prematuros. Cardiovasculares: Hipertensién arterial, infarto miocardio. Neurolégicas: Estados de painico; hipertension arterial; hemorragias intracerebrales; hemorragias Agresividad, mi promiscuidad, prost 1sgos subjetivos: al consumo: Depresién may cconducta (psicopatia prim: a. personalidad, (As Raa AAA AAAS (s00g ‘selow A 0002 "119 (001g) sojueasajope ap oUINsUDD jo A saveyediu09 yeB0y © s9yeBa} serouetsns ap ownsuco ja annua ‘sauojaejau09 say: ede ‘je18ue6 | Jog "BuENYLTeU op OWNSUOD 9p SoaIzIpaid 210192} OWoD soIpmyse SoUeA UB UsdAEde SoveOOSIUE SOUSIUELOdWOS UOD SoBe 12Ue} Bp oYDeY Je K so1oyEdWOD 0] 0d eluewsfeveures sopiunsucd siqeuLeD So] 0 joycoFe |e ‘OuISMSY ‘soyp9j9 Sosa selepou! e uaUeIA Seso}99}01d Sal0}7e} $0} OPEN Cosnjouy ‘seuoI @ SeUDY| SYS ap OWNSUOD [e CIYE SOpeDH SewOIGOd {9p ojjoxresop jep soagoipaid Anus uos (e:sueueried op sodnub so) A ‘sofituie 60] aluowyeysedsa) je00s-oorsd od 2p obsau op Seic}2e} $0] anb ‘opensowep ueu (c002) s2l04s £ (go02) xne9 ‘souunsuoo soeU4d SO] UO soJe.red.t0o $0} ep E:OUaNWU } OuI09 OBseu |p sa1o;2e} SOMO R ONVEND US “soyeywy pied seBayesise op ues pun uedeiqetse Usiquie ‘oBsequie UIg 1UaAn Exnyno ¥js@.UB O10 ‘9p seined se} 9p uediowed opuens of'seu ep sejonyu souero ue\dooe soleInus $e" “SeUDIeA So} op P| B EIUNISIP ‘OPOW OWISUL [9p ‘se OBE ‘9p sejonpuoa 2 ajay sava(hll $e] ap Up!s0e K uotadeaied w| 'OPEIDEIUCD ‘Bjqeu anb 0| uod sisequis ep seBaup op seuensn & souensn so] uo ent ‘iepisuoa 'sisaujs ep SeBOIp ep ownsucd je seIpMsa 12 (L002) OWOY “oonigeo opunus un opelinsau owoo s2u0} opond ‘06s91) [2 ‘uotoisodenuos sod ‘ajqisod s9 ou su0|Se00 Ue 089 SoLoNu ‘o10d ‘sofas o| 198 “onniSod 10jeA Un ua opuanuce ep seoedeD 1U08 Ig ‘Ie UOO JIN B SODEzIO} UOA 9s BOUEISNS Wise ® SOPIDE SO] SOOL “epia op ojise ns ua elueisuod uN Uos sobsau SoUO!O “seUEWIOLIONSY, A soueuipulaiey $0] owloo syaiS @p seuEnsn A souensn soundje US, ‘oBsau ap sonyisod sojuarunuas se]ZeWEdxe 0 u1q}004 axed ‘sato(nus se| ep pepmtaey | opuEDusl ‘pepIAyze e] Ue end salue pepiaised 181 uo A J2004 Jo Ua anb seul *,e1y9 euang Bun, ‘,esodse BuaNg BUN, ‘eupew eueng eun, 488 J9 U9 Seralnus se} eloey seneledxe Sns ENNIS ‘Aezjejus pepetoos 7 ‘oBsay ap seyonpuoo 0s asseuoIseIa1 Je ONNISOd ssmjeisa un usoueare ou sazalnuu se| anb ap oysay je e1uapuasdiOs $9 ON “oqweyoxa oBje ue epIA ns suiainucd soze A oBsou [2p uorouede e| 'e1ex129 B10 sainbyeno ap DIU [9 U9 0 seuEWOUIOIY ‘woo SelaL1eo sns 9p oVDIU! ja UO BIUSUNEINOWEd ‘soIOHE soUOIEA 'S0| Uo cwoo Breyos ‘seuEWOULOI9Y Se] UO UOIDOIPE ap osed0id Jap O;IU! Jop sisieue ns uo (1.961) wnequesoy Bred "(L002 ‘owoY) ones eee ‘A soapous sopepina $01 ep peDEqUOdsIp e| A pyes w| BDeY SopNyIO® ‘Ses)SenU Uap Uojans enb S9} 010096 ep Sej01 So| LOS ‘onow! OWNS Jaq ‘EPAA 9p sojuse A souep asopusAniou! ‘pnies 1B} ered so6seu so ua ueIsaylueW 98 0:0U96 ap s9jo $07 ‘aIuOW/e:00s, ‘sopiuyep 02u96 9p sejo! So] Uod eluaWeuoaiise UeUOIDEIa) es oBseL ‘9p seuoientis se} B Bluey} uoIDde A uoiodenied #7 “oBsau ap SeULIO} ‘SeUo}9 Bey SopNynae sns Ua B:DUENOe)} UOD UBLeIIp soxelnuL A SaUOreA, oxes unBas‘oBsolsop soijoeg €Z ‘sen-ouago ‘sose9 129 a1g0s janyna f jenos “entojcoma ‘pmr9 un tenqoeoaed sejutyene Lewneues enb Saran (east) uoH "seo “elven “vorninsoid A pepinosimoid ‘owsius "euRWouW 10d opezusiseiea ‘ounsuco-jsod owaweyoducg §=—»“IWIDOSOOISd VaNY ‘soOBUUB}ODIS"JoyOOrE " soyensn ‘ejuouren6i (sjovewuoy ‘aiped ‘sobwe ‘efared ‘osodse :enuenous “eK ereidwoouy “z elaiduiog’1) epeven wns vauy ‘ouoge ep sajuapacayue ‘uoronyysoud B eI00s8 as sluawe!euaB oWNsuOD |9 ‘soue ‘PL Sofenxes souoDejel se| Ua O1IUI oP PEPY —--TWNXASOOISd VaUY Jed ‘sejos Bownsueg 'sezeq ‘ese9 :0wnsuoo 18988 B> OWNSUOD “SOE ‘ap orpawaud odwon 'se10u @ OpUBLapISUCD 'UDIS9S 10g jaju) ansindusce ownsuoD vomyio vagy S444 CS sss scorns anthro tooo. FACTORES DE RIESGO, SEGUN SEXO FEMENINO. MASCULINO ‘Mayor riesgo de dependencia a Mayor riesgo de dependencia a compras compulsivas Comida; a personas; tele adiccien;, Drogas, sexo, videos juegos, Internet, deporte, trabajo FEMENINO, ‘MASCULINO Factores Socio -Culturales Factores Socio - Cuiturales Vida mas solidaria; mayor soledad: 2 de maltrato, ntos. de abuso; antecedentes de incesto Vida mas gregaria; mas FEMENINO Factores de riesgo asociados al Ambito faboral Factores de riesgo asociados al Ambito labora LadoblejomadaAdaptacion ahabitos y conductas marcadas por madelos ‘masculinosAcoso sexualAnsiedad, frustraciénL.a publicidad FEMENINO ‘MASCULINO Factores condicionantes de ser muler Factores condicionantes de ser varén La dependencia relaci ‘co-dependencial La vi las mujeresLos roles asignadosLa imagen corporal Menor dice de co-dependenciaNNo ‘se ha considerado como FR.No se hha considerado como FR.Nose ha considerado como FR. En la adolescencia la intensidad de la vivencia de este periodo de desarrollo y fas pautas de consumo juvenil se vinculan con el riesgo ‘como un componente del place frecuentemente con la trasgresion de normas. Usar sustancias jlegales es una de esas transgresiones. Laaceptacién de estos riesgos en el Ambito de lo recreativo, como los {que llevan consigo el consumo de algunas SPAS, varia entre hombres y ‘mujeres. El consumo de SPAs suele representar a toma de decisiones ariesgadas, comportamiento esperade de los varones, pero no esperado y tampoco valorado socialmente cuando ocurre entre las mujeres. Para Romo (2001) este concepto de riesgo cor fundamental para poder entender la influencia de! genero en el uso de ‘SPAs. La distinta socializacién de los sexos provoca que los varones y mujeres se comporten de distinta manera en numerosos ambitos de la vida social ituye un elemento Lavvivencia de situaciones de riesgo es una de elias, Al respecto Romo (2001) sefiala que a pesar de que se produzca una aceptacién por parte {de las mujeres del riesgo que supone iniciarse en elconsumo de drogas y de tomar contacto por primera vez con las diferentes sustancias, lecen una serie de estratagias por las que iacién y cuando se establecen las pautas de uso de la sustancia En el ambito internacional existe poca informacién respecto a los factores ‘alconsumo de SPAs en mujeres. Uno do los primeros: tado el tema es el del equipo de NAVARRO y Cols. (2000). Dentro de fo que fue ia primera investigacicn cuaitativa en mujeres ‘espafiolas este equipo de investigadores construyé un modelo hipotética ‘con veinticinco variables estructuradas on torno a cuatro ejes o tipos de factores explicatvos: el familar, el personal, el social y el aboral, en una ‘muestra de mujeres espafolas (un colectivo general de 2,000 mujeres y un grupo de mujeres escolares). La evaluaci6n de los factores de riesgo ‘se presenta en len la Cuado N° 4 (ma = EF 2 Sououa) Upioenys Bu}O UF “sayueztNbues} 0 sajuEpes ep A fayoo|e ap ‘9s ‘seGin| 1awUd UZ “SydS BP OsN |e Udo SEpeUOITeIO! seoNPUIA;AEId Souo|oenys ap sod Sepues6 sop upiquie) ea1esgo og “1e/OgET ‘saqepas & joyoore tue sesokew uos sownsuco sofna f “seuIsiw /s UB oyvolUIeAISNe|DUS ap ppmigae eun e sjonpuco eupod se} e908 uoIoedioryed ou B| A PepLEPYOS ood | e ‘oleuip je uep sexe(nu seunbye anb ejoueuodw| eAIs@oxo ‘9p seoueisns ‘soueBqun|e savanj uoueR anb A (~~"seaus)g0 1198) se anb Ueudo ‘seiopjunsuoo soto ® us00u0d ‘odnu6 nis Us UaWNsUCD sz)) Sy¥qS Se} AP OUROI!D ye seueoieo Anu £ upIsionp op saworquie ue sesiewu! Anu savainu ‘sejenbe 9p Se} ‘eyed Bun Jod “syd 9p osm [9 Uoo sepEUOIDE}aLIGO Anu seajgwiarqaid seuopenis op soda sepuei6 Sop oUcOUE 9g ‘TeI00S “seqezyinbuen e uo}ooipe e} ue peparsue ns sewieo FEUeIL ‘08n un us eouoednooaid ens v uoIseA Uueonpul se} ‘uowoe|snesul e A SEW! ‘0 'seiwa}goid K sapernayip sne seiedns 19pod ou op "uorsuay A oigobe ap ‘uauan sozelnw seyonu anb soqusiuues A souoigenys se] TeuOsIod sequepes $0] & Joyoore re eysedse uo “sosnge saise e sowouodsipaid uatquse Uos eared ‘Bj Uco souoIapIo4 SeFOUL Se} A EOWWOUODS UpSENIS EIeUL e| ‘oEWWTELL ‘scowipudiy So] 9p A seiueziinbuest so) op osnqe ore}9 un ajueusjeroadso “sydS ap oaneted ownsuos un e seuodsipeid aao.ed ‘eseo ‘9p ion) exoqe| epeULO| eUN opyiduino JeaeYy ep sendsep ‘seousewop ‘seeie} se| ap aszednoo anb sous je sonpoid sazeinw seyonw ue and ‘99480 [9 ‘ojuewsyenB "eyanpUuCd eIs9 ep uo-eNuH op outed un zonpoId ‘pend epnp ws enb o} ‘ s¥kS Se1I0 K joYoOte ap sojDIpe o se/opesNqe tees saxped so} onb je sojvepodus Anu sojaje ep Buag “see ‘souque seqan6is $0] opuelapisuica sewueMBis $0] 1eoeIsep eqD ‘s¥dS 0p OULnsticd ja Uoo SopeUODe|al OBsoU 9p se.0128} 0 SeOTEUIO;GOIG ‘sauo!genys 9p cqUnluco jap sesalnus ap resoua6 odnu6 je a ‘vara BIOUY 1 enn 9 8 8001 enb | e88 J0I2e op oWN|U09 0 Ue Sey ep eu 'BpE0 ap woraPoIgn B] nb J9A SowOpOd (1 sN cHPEND) Bun ePeD opIUeIRO 2 enb ones sppo 2p c1auinu jo undies UoLeapI0 Salou So) ‘ows fap ‘olluep ‘k uapuodseiz09 enb fe 10109) unBes sejaeuen se sowednuBe 1g 7 OUWw SAGO WoL + ‘oureq 9 uo pepyeusieyy = | Uuezttees anb ofegelt jo ue opiqioe, o1en ja UoD UDIDDe|SHES ON = ‘upzqeei anb ofeqen o upioun; Bua ugio9e} ‘oiuerunpues aye ued © ofeysep e i z e & & & & e y ¥ ft y ofeqennjap sendsap osuayujorouesueg + seG0Ip 9p seiopiunsuese uadQUCD Y ‘ows! |S ua BZUEYUCD op ePIpIed ep ojuoIWiRUGS + + ofeqestjous senssocgoiy + s Uuoisuei A oigoBe apugwesueg 3 saiped 50,00 sys ap osnqy s s s s $ s $ {e1oge| caniny 2 ave pnysinby (ens e 2 ea jena ape) 0s pepueproey se6oip sau0iqo ered 3 sete} worsou0d9 Uossents B04 Of sopoinayp se] seodns pod ou apupisesusy = $ odnuB je ue seBoIp eposn ‘mre SPPO epaoulngy ‘TWUINZO ONINANAS OAILOIIOO Te10U0B oujuoUre) onpoo}oD 2 UB SeAYEOYIUB'S ORE SpPO op c1oWNY [P unBas ‘seGasp ap sounsuca so) ua ajgeven epeD ap u9meDIdKe 9p ODED FeNoupeng Poa sso { sss 554445 ‘cuales sus consumos son mas elevados en las sustancias de! modelo expliativo contormado por los psicoestimulantes, antetaminas, cocaina, sustancias de sintesis, etc CuadroN"2 Grado de explcacién de cada variable en los consumos de drogas, segin ef numero do odds ratio signfeatvas en la mucstra de mujeres escolres MUJERES ESCOLARES Numero de Odds Ratio * Conocen a consumidoras de SPAS 5 + Facilidad para obtener SPAS 5 + Ensugrupo consumen SPAS 5 + Sensacion de agobioy tension 5 + Malas relaciones padres-nijos 4 + Abuso de alcohol yo drogas en ios padres 4 : 4 . 4 + Sensacién deo poder superat 4 + Grado actual de insatistaccién personal 4 + Agobio situacién econémica familiar 3 + Pérdida confianza en st misma 2 + TOTALODDSRATIO Eval gupo dels oscars bo conaearon Ts Sos Soc airy Pomona Social, La variable con la correlacion mas elevada con el consumo de sustancias es la que “en su grupo se bebe en exceso 0 se consumen 'SPAs", por Io que la influencia del grupo de iguales seria el factor de riesgo mas importante. Muy ligados a éste est sustancias" y la presenci ppara obtener las sustancias". Estos factores de riesgo estarian también fen relacion directa con aspectos como el ocio, pues la excesiva conocer a otras consumidores de dependencia de los amigos o amigas, el asi discotecas, estas y conciertos (lugares donde el alcohol y otras SPAS estan muy presentes) corretacionaban con los consumos. Poel contrario, otros tipos de ocio, como la practica de deportes, la patticipacién en actividades sociales y culturales, 0 la lectura y la aficién al cine y al ‘teatro, protegen de dichos consumos abusivos. Estos resuttados quardan, relacién con los encontrados por Rojas (2005) en adolescentes peruanos Familiar. Las ‘malas relaciones padres-hijos y la falta de dialogo” y el “abuso del alcohol y otras SPAS por los padres y madres son los dos {actores de riesgo mas importantes: el primero, porque puede implicar Un cierto desapego y una falta de comunicacién, tan importante en esta ‘etapa de formacion del caracter y los valores que es la adolescencia; e1 ‘Segundo, por el gran poder de induccién que tienen el comportamiento adictivo de los progenitores. Aunque de forma algo menos intensa, las “sityaciones de agobio en ia situacion econdmica familar’ tambi en el consumo, probamente por el ciima de inseguridad se suele generar en et seno de las familias en estas situaciones de puro. Personal. timamenta ligase a estos dos factores exégenos estara el ambito mas ueden favorecer las actitudes de evasién at situaciones frustrantes, y la busqueda de compensaciones al displacer {que generan, meciante el consumo abusive de alcaholy otras SPAS y la aparente seguridad que proporciona el grupo, con el que se establecen fuertes lazos de identificacin en el ritual mismo de los consumos, Estos datos guardan estrecha relacion con los obtenidos por ROJAS, (2005). ‘Mencién aparte merece el "fracaso escolar’, pues auque a efectos actitudes...) y de prevencién del consumo de SPAS. Una mayor a {oo s_ a _sed om oa ouuows} onp22}0> Lue 0 setsop op ounsvos Jo vo oBeeue op saree) 37 00028 ONLMAYN <1vEr -senjenyutss ope: spp0 op pepnevs> end; eva onbod 52 uagio 9p aroun cuss Un vedo S9REUEA SEU opvEND beg wean 8 umajeve ‘upeoojeresu 7 9°P | [pwpyeatseus wT i I r a rencemico|| ep cous oon eueice | |_ Saeco erst secre ar crower || ewsannne esoerentove’ | | exter [eseeare I wi ofoaea | fayas op seopanseno aoe: vesearg ann | P Tebe | eneoemnave|| ee = < T TC a ta] cia wzmpomn toh: | [rnapone vce ‘op ohaRIUOg 9 2 a sepebucjd feaen || oor wpemciued || unmunya ciate | poor vow sees Spoepeucl sei? vetel | [ puncesverets's || lepesuspve't I I I [ i ‘sepeurouP ‘seuped £9) wore omnis | |sard potas we | | se secre pode || sod aves orewene eumprorbarts' || awseneontet | [ spuncesooety s| | opomerese t [ I I I omy 5 Frome ues ‘ners sree oe | Joet_| ETN NT SGN "Je onieno 13 Na oneat 90 S5U01¥s bavennbi Boueyoduy B| S9 | aN e:NBL Bj op epuaidsep as anb sso192} epeo ‘opuezeqeous (oes spp0 ap oso 9p sorsand soxeu unos) senyeondxs 1u09 uo.seTes uepHENS ‘ep Sopeyinsay S07 109 op aqueHodul Anu UolodaI0Nd ap soe} UN ‘0WOO BIRUNE} Bop o1Ue} ‘eI US!OeIBENU! SR TBI FREE TTD EE] eres ete ce et reeled ues Atpecnoey irene supe Aigunos de los resultados encontrados por Navarro et al. (2000) en la realidad espafiola, coinciden con lo de Vallejo (2004) quien trabajo con na muestra de escolares peruanos de ambos. En cuanto alos factores de riesgo: el no tener 24 Diferencias cognitivas, segin sexo CuadroN"3 FEMENINO ‘MASCULINO Dierencias cognitivas las extiben mayor superioniiad.en | Ellos muestran superioridad en aspectos de lenguaje, como la | algunas prusbas no verbal velocidad de la articulacion, fluidez manipulacién to.Aparente mayor | tridimensional.Aparente mayor hemisferio cerebral | desarrollo del hemisterio cerebral derecho ferencias cognitivas AAlgunos estudios, como el de Nelly (1982), Trelles (1987) y, Geschwind y Galaburda (1984), han demostrado que existen algunas diferencias morfolégicas y funcionales entre el sistema nervioso del hombre y el de 5. Esta disparidad entre cerebro masculine y femenino no parece jrse a las estructuras implicadas en la vida atectivo sexual, sino que también se extiende a las que estan a la base de las habilidades cognitivas. En este contexto, varios hallazgos, clinicos en el hombre y ‘experimentales en el animal, sugieren que existen funciones cognitives mas desarrolladas en a mujer que en el hombre y viceversa. Estas Glerencas pueden no deberse al secrecin homonal, pues podrian rse en otros factores, como la diferente dotacion cromosémica (ely, 1982, Trelles, 1967 y Geschwindy Galaburda, 1984) ‘Seguin Galaburda y Habid (1987; en Trelles, 1967) las diferencias las funciones cognitivas de la mujer y las del hombre se presentan ‘Cuadro NP3. Siendo el hemisterio izquierdo el inguistica y el derecho al visuo espacial, podria ser que ésta diferencia se origine en un mayor ‘desarrollo det hemisferio izquierdo en la mujer y del derecho en el hombre. Esto dtimo, sin embargo, no ha sido hasta el momento demostrado, 25. Diferenciaser ico son mas diticiles de 1s cerebrales cognitivas, pues K6gicos y conductuales en el 19,0 dejan duda sobre su en el hombre, normal y e xistoncia. Para Matud y Cots. (2002), las diferencias entre mujeres y hombres en capacidades cognitivas son escasas e inconsistentes, Mientras que las radicionales manten(an la superioridad masculina, os datos realizados a lo largo del siglo indican ‘que, précticamente no hay diferencias entre hombres y mujeres en. ccapacidades intelectuales, sibien los hombres presentan mas var en determinadas capacidades especificas y parecen renci pruebas de capacidad espacial, sobre todo en rotacién ment Las escasas diferencias encontradas en nimero y tamafio indican Claramente que son las diferencias individuales, y no las de género, las ue deben tenerse en cuenta cuando se decide el tipo de educacion y 10s roles laboral y familiar que desempenar. istema familiar Cuadro nea FEMENINO. MASCULINO. Caracteristicas fami Predominancia de sistemas famiiares con dinamica distuncional kégica Predominancia de padre ylo madre, hermano hermana, Abusadores y adictos de alcohol y | abusadores y acictos de alcohol y otras drogas.Predominancia de | otras drogas Suele haber patologia pata paelgea y pega | pocaca yin (epronn, (Depresi . psicosis, psicosis, trast r 7 coBojored ojnouyn [2 e148s unio JopeuIoUep ofnd “Blouepuedan-co

4 laa »neN sod ‘selefnw ep sensonus sop se} us (9902) “s]00 A oueneN sopenuooue odin ownsuod 9p sojepou Soj UeIuaseld 'f Az aN SeInNOL4 Se) ‘(e008 ‘ unsuoa eooedse spas Ulan a1 Nedu Sconooje fe a eqoyese Ceeerad overboard salelnw Ue S¥dS OP OSN ep souoljed sojse sous} URYPod oe _onb suajul ep s@7e & Sorepnce apand —sejoyedse selainus Ue ie ee uareulusexe sauemb— (9902) ‘Te 12 OUBAEN Op OIpNIse 9 OYDSY ap ‘opDedsaL Fe Ueuzou on sep vo sourins ov peu onsen ue auauEpeUtseQ Sire ium 9p sopeloutes mise souneuca soe end e000 ‘Siequouo movers p cursos odo pu cunsuas esos soaue Us on 9p soupodfepipeKsobe vo eyo opi U9 SPENT Seas ep ouneuoo op sofene eavoiied 89, pusopsu "veg Body “suum oa cme nsuoo oye o eve! ¥i0 ep TeUuaD { ee}pes wD tquo lubseapouoyiepsounugi vo sopesn eniououorsaysonsordepaue A Seauereee sommouay‘ojverpouen ‘eooeaSe)s0}cuTerou tian oop ountucs ap seine =m peppunisd © veux SE.nentaoruroqeo e eaot e7ed souc7e Sehoa/s se 9x0" p008 30 12 Toucumapouo sozeusajcaed eo uves sys op v2uepuodepKosnge “osn je opedsar & ‘sej ep jequao ewoigo.d jo ors ca dae ‘es op evoke e1 ve onb fends (O— ayeod so orb vor SSouno soso op &eanyneeawrSpeuopide ep ap Sap Sood S183 | | ‘Sejuaasajope salenus uoioN} ap 19 SOI op ‘sooeULIEjcoIsd ep osnae Kosh |e Sopetpose uoieny s0se $0} op 9499 9 anb ouIMMa}@p 95 “oNUSO OWISILA [0 UO ‘Soppuote sya @p sBloprunsuoo{ saloplunsuco salueos@}0pe ZOS Op Ensen ‘Bun augos (G0dz ‘selou) oypnise awueioa4 un U3 '%406'0 SBUOLEA op ose9 oa €anb sequelus‘solo!nw ua scoeuuejoaisd ap viouapuedep { osnae ep 66's un oloue ‘oa 30-eyon2s3 ap 12617 ewe: Goud fn seouepuedepobain ep soseo 9 p00e-6661 sp eausipeise b| ‘eaILsO eansinseD e| ap eANDedsied eI apsoq ‘S@IUEEYU! © soTUEWeDIPOW YOO sew ueyoey 0 sorofnus se] orb senuatw ‘euenyueU! aiuauUreioadso ‘sey.oIl seBONp, ‘SW UoLUNsUOD seze|Cose SoUOreA SO} anb CULUUaTEp ‘eUePUNIES UoloeOApE ap ‘so1e{c0se ua Saio}9j0u4 K OBsau ap sai9}2e} a:qos o1pnyse UN Ue (+002) SOlOTA, “sequndes auon sequezyinbuen ep ‘ouinstico ep wrouaproule| sou” BS A Ly A Sove OF # Oz ep sazeinu se aqua end ‘BAlasqo 8S upIqUIe 'S0UB 91 A nue ‘ovesdw=} seul ep ag saoinu se, ua enb sequow ‘sour 8) @S zen Biowuud 10d sojweWeOIpeU ‘s0iso op ouinsuco ep pepiiqeqoud soAeU e| Sauoren so asiue onb PxLOSqO 0s ‘oxes unBes satuezuinbuen ap ownsuco ep elouepiou| Be a1aIjo1 as enb of uy “souaren so} ered 0¢'2 A savalnu se} eed 949'z op on} POURISNs BWISAL eee PIA 0p eIouarenesd 2] ua enb sejuaiu “(aIUaWeNRoodsed O2‘0 k O2'0) SoxeS ‘Soque B1ed yen6} ese saquezyinbuex} soj eyed erouepuadep ep BoUejenald e} ‘ent ox1uooue ‘seueqin sopepnia ue epe|ouesep ‘Z00z ‘YGINIG 8p eIsenaue 27 Teuo}eu uoroe|qod Ua oxes unBas sooeuejo.%sd ap osn ep souolIed A seined aiqos soiep ep zeseose Key oluawepeuntiojesep oipatu o1}sonu U3 Diid CUTEDOSeUET TEU seongtuis seBoup ‘oad “euyeooo ‘sequejeuul"eueNyueUr “ooeqe) loudly ‘svdS'svaS ep ejdinw ounsuog'e Ie efexed uoo soroipe | ayduipw ownsuogotsipe elased ues op eateoylUBIS ou eDUasa.y | seDIpe op aquELodui! PoVesel ‘euynosew Bouepuadepoboup ‘Buluaulay eouapuadapoGorp Bi ep seonsuetnese) BI 9p seoqsna}oeIED ‘ONNINOSWW ONINAWaa Leneupeng Teh ete eet eect eal t aan acre enone Figura N*2 sumo en el colectiva femenino general jeacion varianza: 59.3%) 1. PSICOESTIMULANTES, ‘Alucinogenos ‘Anfetaminas. Cocaina Drogas de sintesis MARIHUANA, 18.7%) 2. ALCOHOL- TABACO-MARTHUANA, (V:12,12%) ‘4.* PSOCPFARMACOS, 5.*INHALABLES Tranquilizantes Hiponsticos. (v8,4%) 9.6%) ‘Fuente: NAVARRO et al, 2000, E!potconsumo y sus porfles on mujeres esparolas Para el respectivo anélisis los investigadores dicen que en el consumo de las distintas SPAs se observan dos patrones: por una parte, las que consumen una sola sustancia, que seria el monoconsumo; por otra, las {que en un determinado periodo de tiempo consumen varias sustancias, ue seria el del poli consumo, (8.4% de varianza) estaria formado tan rico N°7) Figurane3 Modelos de poli consumo en las (Explicacion varianza: 63,5 ares 1. PSICOESTIMULANTES Anfetaminas. Drogas de sintesis Cocaina 2. ALCOHOL - TABACO -MARIHUANA }3.* INHALANTES - EROINA| (V:111,4%) w:10.7%) 4. *PSICOFARMACOS: ‘Tranquiizantes. Hipnoticés (v: 9,596) ‘Fuente: NAVARRO etal, 2000. EI potconsume.y sus perfies en mujeres espavolas Enlas escolares, con una explicacién dela varianza del 63,5%, en primer lugar tenemos de nuevo el modelo de los psicoestimulantes (y con una. explicacién de vari {es propiamente dichos (colas, disolventes, nititos, etc). ¥ (9.5% de varianza) tenemos también alos psicofarmacos les hipnéticos), en esta ocasién con alguna presencia del iguraN 3), sennocoaisd ‘sejounjsns e elouepuedep e] op sejouenoesudo se] Ua SB}OuR0HI0 ‘sauoreA $0] 8 anb souolnus se] ® ‘sojuoureaipaw sew oquosaid corBojomn-u K coueinbisd co~pousfeuosied a ‘nb eiejo BieueWs 29 opencuest0D PIS3 /eUOIZeWIOIU! UOIDEBRSANU! Z| ap OuqUej@ US “se1efnW & sepIBuIp UeIse (owewe|Lal9j—1d sonsaidopHuE \uoweoIpau ep souo!oduose.d op 19 c10u96 ap soBses 0 consoubep op ‘uewoju! “(€661) ‘uUne A (E661) IpIEUI ap so|oW:09 ‘soxpnyse sounBIy ‘seynsuoo ‘se| ua sezeinui se] op upioetuense,jodry 0 erousnoay eye Bj UaIqWE} ‘Asajueynsuco o squat sns eloey Seo!pul A sooIpeU SO] ep PrUNIe eT ‘uoroenuis esa sepuaiduioo wied sequeyoduul 19s uepend soqLeWe/@ Sq (e66} ‘ujing) seuoize sop so] 8p ouquie 19 @psep euEYNsUCd/e-ooIpeW UO}DeIOs B| UB ents ab ‘aner9 ojuewoa un Se 1096 jo ond esuad & end} Sou ‘soWaUeDPAL ep uoraduosaid 2} eyvoureueipyoo enbide os Asauasen so| nb sopez:Bojoasd 0 sopezyveinbt “(yo0z ‘7819 Z3LAVA) SeITEHINSUOD OP [2101 2P 9629 19 sareinus opuels (%4S2) comb|sd owiorseN ap ody Ja:nbjeno ered som1UeS $0] ap oyunfuoa 9442 UN oD ‘opunuL jap sasied G1 9p pnyes ap sonued ue SINO B| 9P olpmise UN Uo DUO|eAeLd JOKE ‘ep sowsoisen sax $0] uarONy (%6L" jepuadan et & (%46'2) ‘epezies0U96 peporsue ep ouojst “pepiyeuosied op sowoysea ap K svIS ap osnqe srw eoRsouBeIp Se] 0s sauoIeA soj enb se1jUaTW ‘up|seidap 2} K oyens ja ‘pepaysue e| uoa sopeuo|oele: sowojseN eouenoe) soKew uoo eoysouberp sei as saieinw sej e onb Jo0Ue0 opliuued ‘By ‘souotejasdiewr Sesion ap ojalgo opys wey enbune ‘oxes unBos /SPOUSLOUP Seis0 Syed e!s0.U3 “eyedsy ap sapepnig fe opuesepisuoo rewaw pnyes ap sewarqaid aigos coeGnsonuy se] ensonw sou S| 3 eIqel ews eT, 11 24 Tear ones vow 9 sooeuRned op Lpodinees asus ‘vace) 3:09 9 seraUeHt “YAH ae *N Owes COWEN oon Zz wows Me cere qv, ug gee pee ang A nag, ee orenbieg.zanbsen ‘O1NSW -nuism, ONY eyedsa 9p soipmiso seqve104p Ua oxes UNGes ‘eoINBINbSd pepynCION Ap eDUOPERAy SE NeIaeL {St a eqeL 409) Bisinaiqua op od ‘uotoenfene ‘9p soBues so} ‘sopezimin epipaw ep sowvowinsisul So) unBos opuEER “%0¥ UN A O} un onUa UeIDs0 SoUeILNUCD SoIDNIse UO sooUTEINbISd ‘sowojsen ep eouoyereid ap sese} Se] euoIDeULAWU OYCWE fe UZ souioysen, 80] ap ojun{uod [a exed owo scoyjoadse sowoisen wsed OWE} oxas unBos eouatenaid op serauarayp sej uaBooe1 onb odwag ows fe [e006 ‘pjoewoyur uaseyode enb [eve pryes B| sp odweD|o.ua sooI6ojoManide ‘soipnise uorejoLiesap @s 06 f 08 S0Ye So] Us IS¥ “se1ueNDey; SPL SO} ‘Soe © ugssaidep 'pepaIsuE 9p SOWIO}SeA So] OPLAIS“uoroUaTE 2p Soy ‘s0| Ua A sajewwaul Sepenowe}L9 0 seUOIOUNIsIP ep oda ue sewiaiqaid ‘soso1aunu ap eoUapoUt. e| opUEqOIdWOD op! BY es SepeDeP seUIRIN ‘30 S| ep oB1e| 0} 2 ‘jee pryes 2} ap entoadsiad e| epsop Cuadro Nea FEMENINA MASCULINO Caracteristicas de las onsecuencias del consumo Caracteristicas de las consecuencias del consumo Embarazos no deseados Desempleo Agresiones sexvales Promiscuidad Prostitucién Doterioro soco-amiliar Matemidad Prematuro deterioro conductual En los titimos affos se ha encontrado que las mujeres y los hombres ra cterente alas SPAS asi como alos psicotérmacos. |), 148 mujeres expresan mas efectos colaterales y id0alareaccion a los psicotarmacos que los hombres. Las diferencias en proporcién de bioelementos, liquides y lipidos, en el flujo sanguineo cerebral, en e! tiempo del vaciamiento gastrointestinal, €en|as terapias hormonales y en uso de contraceptives exdgenos, pueden ccausar diferencias en las reacciones a las SPAs (Wetherington y Roman, +1998; citado por Briiez, 2001). Desde la perspectiva de los estudios sobre dependencia fea ‘considerando el género, se ha confirmado varios aspactos como io 4 la mayor probabilidad de intoxicacién alcohdlica en la mujer que en el hombre, por lo menos en cuanto las alteraciones fisiolégicas de érganos de érganos diferentes al cerebro, ya mayor probabilidad de ocurrencia de signos de! sindrome de abstinencia también en la mujer. ‘Otros estudios muestran que la mujer presenta menos signos sociales de abuso que los hombres, pero mayor probabilidad de signos del ‘sindrome abstinencia y que la mujer presenta menos pérdida de las ‘conductas de autocontrol que fos hombres, probablemente relacionada ‘con la menor probabilidad de algunos signos de dopendencia.. En cuanto a fa dependencia el alcoho! propiamente dicho, Brifiez, 2001, ‘encontré que los signos sociales de la muestra que siguid, muestran que los signs sociales del abuso del alcohol se manifiestan primero y mAs ‘que los de dependencia en los hombres, que en las mujeres: y que algunos signos de dependencia del alcohol se manifiestan primero 0 mAs frecuentemante en las mujeres que en los hombres. Diferencias en psicoterapia, segtin sexo ‘Como ya se ha vist referencia a caracteristicas cullurales asignadas a cada sexo, vale decir, nos referimos a las actitudes, cogniciones, creencias, valores, ccaracteristicas de la personal ppara un sexo que para otro dentro de una cultura determinada y que en el proceso de socializacién son asimiladas por los individuos pertenecientes ‘ese contexto cultural (Rodriguez y Polo, 2002; Blanco, 2002) | género es una construccién social que hace En este sentido, es importante hacemos algunas preguntas en torno al binomio género y psicoterapia. Al respecto, Herranz, 2001, sostiene que hay preguntas clave, como: ce! motivo de consulta fiene algo que ver conel género?, {os trastomios de mujeres y varones dfieren, ghay algin padecimiento asociado especialmente con algiin género?, cesta presente é el proceso terapéutico?, ,es lo mismo qué la 0 el paciente varén 0 que elo la terapeuta lo sea?, Zs0 va a prestar ‘atencién a ios mismos elementos y de la misma manera si el consultant ‘es mujer 0 varon?. O, hay alguna forma especttica de trabajar las pprobleméticas referidas al género en psicoterepia’ zexiste una psicoterapia {feminista?;finalmente, ces relevante, terapéuticamente hablando, analizar tuna demanda de ayuda incorporando la vertiente del ganero? Respecto a las patologias, un anilisis de k panorama en donde se muestra que efectivamer atologias asociadas especiaimente a uno y otto: ‘caso.de la depresién, Enel siquiente CuadroN®9 aparecon los trastomios ue segiin ef DSM IV tienen una mayor frecuemcia en mujeres que en sexos, tal es Ls am J x ¥ od ot { -sooi6o1on= soquauieye sojaisod ep uorsesapisuco ef A eideie) e| siuenp uch e Sonjalgo n sejeui sei ‘consouBeIp ns A eonewiejqosd'e| ap uprodeaied B| ‘ouica sauoyseno ue elueunsucd [ep OXas ep opuerpuadap sauoHeNIONy onpoid @ Uer 9s ‘EMS 86 9189 anb |e Ue CaUOR} Ojapoul jap owe ‘einadeso} Jap OWE) 7es9p:su0 ® aIgeeA OW00 010U96 [ep woLEneIaL {Ble senaared ua ‘‘yex9U96 uo "eGojop1e| ap opuarpusdon ‘send sy -eideiot 2] 2p ‘eprua}uo0 K 0880014 Jo ue BpoUanyIUl9Ue} UR nb SalOTEA SOPEURAIEIED Soun uaunse ‘oousjo ofeqel Je equosunosio es anb je ue couDel o]@poU 12 owed (enedesay) exdesay ej EzTe8 nb Buosiad e ojvet on eK “p]de194 Ue saiojea op agg u9!o|s0d eun soL9} Poy s9.onb—zodz ‘Tee 020015 ‘6681 "Tee [pI8;0u} ouNd9 Souo|Ne sono e oIUNt-199p anb soweUA ‘onnedeio} 036004 je Ua Sua|AIo}u! c10496 J9 18 anb e asoljad 9s OND OU -pepquep) eidoud nse wounuei ej od ested ‘soseo soyonus ue ‘enb A 010496 op [01 ns auodul! sa enb SepUEWOP ‘Ksavoceyuil se sod oye Anus oanbisd ojooid un opuebed 1e\s0 uepand ‘selo(nus Se ‘Opques o}se U3 ‘seOUNIOH SeISO SEU! 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Asi pues, y contestando una de las Preguntas planteadas, en el proceso terapéutico pareciera que no se a presta la misma atencién a los mismas elementos y de la misma manera i ‘dopendiondo del sexo de! consultante y del terapeuta, ela ideologia del an terapeuta, de! madelo tedrico sustentador del trabajo clinico e incluso, ‘aunque hasta ahora no lo hayams introducido, dela ideclogla del cliente, ‘Que puede permitiro rechazar planteamientos de este tipo. ‘Ahora bien, més allé de las consideraciones sobre el gét importante de terapeutas y consejeros, sustentan que: la:dependencia a sustancias en mujeres, requiere ser explicado desde Su propio marco de reterencia..”. En este contexto, muchos afiaden la ecesidad de considerar a otros grupos: Mujeres adictas con HIVISIDA, recluidas en penates, discapacitadas; con doble diagnéstico, potencialmente suicidas, sin hogar, etc. Contrariamente a lo planteado, otro grupo de terapeutas y consejeros at sostienen que "las estrategias terapéuticas validas para é! tratamiento de la dependencia a sustancias son apticables por igual en mujeres y a varones..” a Mas alla de esta polémica, lo real es que en Latinoamérica y particulars i, NOS encontramos frente a un campo a inexplorado, Posiciones psicoterapéuticas sin bien son variadas, el grueso de los enfoques atin tienen un molde masculinizado y medicalizado. La consecuencia mas inmediata de esta situacin es que, si bien los protesionales saben que una mujer adicta ademas de la adicicn suele adecer problemas asociados al rol femenino tanto o mas graves, nose a han generado suficientes altemnativas terapéuticas validas para abordar tales cuadros patolégicos, haciendo que la adicta acabe sumando a sus m ssensacion de fracaso, de incomprensién y, pot (Palacios, 2000). Normalmente los psicoterapeutas saben que no existen formulas ‘magistrales ni universales para hacer terapia y que la especial naturaleza > »=s—_—,_ {6e un proceso como el psicoterapéutico implica el ajuste de los modelos y de las técnicas ya creadas a cada caso o bien el disefio de nuevas maneras de proceder en funcién de la realidad que se asiste. westigadores del tema, coinciden 95 como inadecuados y emenina: Enel caso quenos ocupa, en tomar en cuenta los adecuadas en e! abordaje: Cuadro N° 40 Fespecto ala postura del Terapeuta o Consejero TNADECUADO, entrevista clas en la que la consuttante hace o dice (postura arte del terapeuta, jetivos y desestimar los de la consultante * Ropotirios enfoques inoficaces y los errores de intents terapéuticos provios + Establecer conclusiones antes de recoger informacion ‘ADECUADO +” Escuchar y hablar solo cuando sea necesario * Transmitiraceptacién teres y adoptar una postura de winocencia terapéutica» los temas de los que la cliente habia ‘Adaptad ce: L'Pafacies 2000). Abordsje pscotorapdutico de la adccin femenina. En: { Symposium Into Spal, Masia see oo - eee eee ee pupen ents cena suacenunaa sect pm fuse pea map “Aineoa ug sare ue senna” € UNCP 8 Op NONE a i cnn euepeaunte recused sp saunssy ine v8 LOzape | OWUEEA AES EEN enous 109 atmlnan v8 ene une ob AeBDORT 9S) TEE) OE -sy¢s op ounsuco 2905 -souiye opiour'seangua|a0:0 rian "u00 op pel! 109 ‘SapeIOyH Sasa eayeuepe e ueyepue squCY 01 = 03 ‘sonsodsp 0 Keysnas9 op PaO = ‘OUOSeUT ‘1eug6 op enboyue uso erdevetoatse | 20u96 ap anbojua U0 ‘ONTIROSEA. WRINSWA ‘pupew yeads omnsuy “sevaneaunuas £ smavouod op sevswnssy sofnu 8] uo Uoaa—pe Bt ep CHIOUE}E? argom RUOREN wnsoduds 1:3 ‘ee sau ey ap Jenppur eeIIENE e002) CUE of ‘pupery Yeas oinnsu,z0!ny evo UY 8708 PLO umsodusks | 43 “eumoway URIBE oD comnderenIsd aemIOny "C002 SODEIEd “T ‘0 nde ‘connaderai osocoid rap seau san enb webu scyse ond axduioss ‘aiueynsuod oj ap sontol Sepyes sojarsod £0; cored ouco w soayjoads ou0g = ‘osinosip e U8 uotoesou09 opueIDqOs Oled seuaNqe SaUNBONS JOE} + oavnosay Zb.NoUpEND .SeOKX0} OU A seOxO) SaUOIZOIPE Se} ep connedese) ‘opquig jo ue xeiaprsuco e eysendoid wun ewase:d 21 aN alpen eUaInBIS |e 'BoIUI UoSUaAAIU BI ap UODE!DUEIO} BI B aoe! Bs OND o| UR BaRG A IORST ‘Sonoigo #9) 818m 6p Joplag = SoBe sonqelqo seideoy = ‘sewoygoid sor ap sisyeue 19 operseulop aevesUID = 109 seuoceacho JepUUG ‘20ads9 bun oonnedtsay 607 [ap uebeY ob sepearoo set SoIUDIUqUaS A. OVk sereioune opersewap seuo‘ouense}ut OgvnOSaVNE {voIses t1 op oWjouesep je o20dsou by Nowpeng Ct studios de seguimiento longitudinal en casos dde drogodependencias ofrecen tasas de recaida muy altas. Estas tasas fuerzo terapéutica de la totalidad de los enfoques en todo ol mundo. Estos indices preocupantes {de reincidencias en el consumo de SPAs se han tomiado como iniciativa, tanto para explicar la naturaleza patolégica de los adictos, como para e $a) ‘20 oun 108 epend ofiy-eupew o;noUlA Jop uMIdns A uoBIedas E7 “BpIA NS ap soisedse ap aed sokew ue ‘soly on A req oweTew ojnouin fo 1998IgeISa! 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CONDICIONANTES Y RASGOS DELA PERSONALIDAD EN MUJERES ADOLESCENTES Y JOVENES CONSUMIDORAS DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS EI modelo clasico de explicacién del uso y abuso de alcohol y otras SPAs tengloba los ya conocidos tres factores: sujeto, la sustancia o droga y et ambiente, de cuya interaccién resultara el desarrollo 0 no de la adiccién, ast como la gravedad y consecuencias de la misma, Si consideramos la relacién entre dos de estos factores, la sustancia y et sujeto, debemos tener en cuenta la importancia de los rasgos de la personalidad de aque! o aquella que hace uso de la sustancia. Al mismo tiempo el ambiente enel que se mueve el consumidor 0 consumiora y la respuesta de adaptacién alas exigencias y las presiones al consumo también van a estar mediadas por adiccién reviste un gran interés ala hora de de un modelo tedrico que ayude a comprender el complejo fendmeno de las drogodependencias (Liopis etal, 1992) Enel presente capitulo intentaremas hacer una revisiin de los aspectos te6ricos rms importantes en relacién alos rasgos de personalidad y de a dependencia a SPAs y las difcultades metodolégicas y practicas para el diagndstico de la adictos y adictas; se haré énfasis en los rasgos antisociales, el estrés post-traumatico, la depresién y las conductas de busqueda de sensaciones. Simulténeamente se intentara analizar estos aspectos aplicados al.caso dela adiccién ferenina, ‘Ahora bien, hace ya varias décadas que es conocido el interés por la Investigacion de la personalidad de os adictos. Pero elandlisis dela personalidad de los adictos es un tema cont svolucion. Existen ‘mitiples y variados modelos te Investigaciones relacionan muchas veces de manera “forzada" el consumo de sustancias con la personalidad, de forma tal que los consumidores con gran Potencial adictivo supuestamente tendrén problemas de personalidad mas acentuados. Se han apuntado posibles retaciones entre la carga genética y los factores predisponentes al abuso de SPAs, 198) estudié dos grupos de mas de mil gemeios uni ybitelinos en los que valoran la posible relacién dela infiuencia genética sobre ol uso de drogas y encuentran evidencias en el sentido de que las influencias genéticas contribuyen a la vulnerabilidad al abuso de sustancias y que cada categoria de SPAs, exceptuando a los alucinogenos, presentan infuencias genéticas dnicas. En todo caso, la influencia genética de vul id era mayor pera la heroina que para las otras sustancias, Otros estudios realizados con muestras de gemelos de ambos sexos Sefialan lun mayor peso genético en varones para la vulnerabilidad al abuso y la ependencia, con atribuctones que llegan al 60-80% de carga genética en el desarrollo del abuso de SPAS. (Kendlery Prescott, 1998; Van Der Bree, 1998). ‘Altespecto, Rose (1996), en una revisiin de trabajos sobre genética y conductas de riesgo de alcoholismo en nifios, encuentra una importante correlacién en ia conducta de bsqueda de sensaciones determinada genéticamente y los problemas posteriores de abuso de alcohol. En esa misma publicacién se resefian dos estudios finlandeses posibies factores de riesgo encont intra genero en el riesgo de des: una mayor grupos de alto riesgo ‘caracterizades por una baja adaptacién al grupo y mayor agresividad que las chicas de los grupos de bajo riesgo. Es generalmente reconosido que le precocidad en el inicio del consumo de teriores. Segtin Pons y Boriano (1997), un determinado tip de personalidad caracterizado por la inmadurez afectiva mas que po 1d ernocional puede estar relacionado con el inicio del consur Previamente, Kandel{ 1980), identificé tres grandes grupos de factores con flujo fn la ingestién de SPAS y los clasificé on orden a la importancia que tienen sobr ‘sopeziees soipnyse ‘zou e1s9 U3 “elue!quie A odtousy artue Upioete1s00 | Jod esseqiconxe pond pepnoseid ap caja aise & ‘sejeoosiue ‘se}onpuo0 ep upiouede B| Ue Uoloed-onue 1esne9 apend leloosque ‘ojuptureyodwioo ja A s¥dg 9p OSN [9 ai]UB e]UBISXO UDBIDOSE ET “(host ‘vouemig A uoUPpIna) Lugiooipe @p 080 j9 usoIpaid ‘pepetsue wf uioo ‘B-oueyUle| Ue sepIpeUL ‘sferionpuoo seuoisuoUuip sepeuuojep anb @ uelunde salueasojope K ‘SoU Uco sopeyaitesen sefeuPprubuo} SoIpMse Sosease $0} Boul P1893 “190 eveeuad ap ‘oduren jo 10d oul09 |se ‘ounsudd jep sojetbos K sooiBp;coRNE) 80}09}@ 50] Jod epinaws ues6 us sepeUO\DIpUCD JeISa w LBA P SeqaIpe SeuOsied 09 SoUO-DBBRSAAU #2 S0| Ue SepIve}go pepilzuosiad ap Seogsue}oeze0 Se :oWNsUOD fe JOUaIsod peplfEUOsIed op ed ‘s¥idS ® BOUaPUAdep BI 9p o|joLIBSEP Jo LOO ayAUNOUE|SOd ‘sejouepuedepoBoup us pepljouosied e| ap soonsiediusoBsey Lt ‘opeatoe o129)0 080 10d eluawesioe:d epiunsuo Bujeo0d e| opuaIS {OYOOIe Bp oWINSUO> [9 UCD UBIOlaW UOISeidep & pepersUE ap IS¥ “S@IUBUIUNOP sewOIL!s So} ep OMe UEoNpOUd and sejfanbe op ugto09 [9] uo se|veuWa}Op Uos SeIOUE}SNs Ses!ON UDO seinald SEIOUaUEEXE 80] onb outs ‘euojeare B88 OU Ya eI OD UOIDOEIO eI (6661'S8E1) SeUY BIE “(2661 ‘86p1u8g A esson) seiojusceldsip seuomowe k saqesanse seuowents $2 esrelu ‘ezed oj2ins jap peproedes e} tonpar é (21920430970) 189 Se] 1e10U9}ap Uepend seAYTeBEU SOUOIDOWS ‘se ueenboyq anb seouejsns se] ‘seiouessns ap openuniuco osn un e eB Zep FRAT ROY AH R RT S ETS ‘apand anb 0} eyouaiajaud & euleje op sowsivesow so| eiedsip anb se;S2UaIq ‘8 [Byes BSIe} BUN UDOAOIG seANISod SeUOKOUWIe UoOMpU! end SWaIS SET enpujpul uooeinpew ese as:onpoud e anol enb opuerprdw seysereL FPP OWN ap 0 ojuarureiuoI}e ap owsjueDeW ooIUN OWD sepanb epend s¥dS. 0] 9p osn ja ‘odwaN rap Osed |e uoo anb se seionpUco seIse ap ewiE;Od {299 Bpenibsn ap oixeiU0o Un ep ouluap Bulonpaid as sajUeOse|Ope VO SYS op can ja onb ueuido uatqure (2661) 1219 ssiem & (0002) eeianBoN ‘eued ns tod (1661 ‘o6p1109 f osc0N) oanguimen isod seus sod ouorsen 0 & ‘opeuawuad@ epiA 8 ap ope=YUBS ep Op!NUILISIP Jan UN e13U96 fend o|‘OWaIU! 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Por su parte Calafat y Amengual (1991) (ver Figura N* 4), hicieron una revisién sobre depresidn y drogodependenci ‘exponen una Secuencia de acontecimientos vitales que comporta la vida el adicto y que, segtin los autores, serfan los mismos que pueden ayudar al ninos clésicos también han suftido una serie de modificaciones..:elciclo biolbgico, el ciclo conyugal familiar y el ciclo educativo-vocacional-profesional, han evolucionado enriqueciendo, pero, al mismo tiempo, complicando la vida de la mujer, Aimismo tiempo los ciclo En otro plano de analisis, en as adolescentes mujeres la intluencia del ‘grupo y la presencia y accesibiidad a las SPAs por parte de conocidos, sobre todo la pareja, podrian ser determinantes (Rojas, 2005) y mas si tenemos en cuenta que esto suele irligado a una forma de gestionar el cio intimamente relacionada con el consumo de sustancias. Entre fas escolaros las malas relaciones padres-hijos y el consumo {recuente o abuso de alcohol patemo/mater factores de riesgo que van significativameen estrés y ansiedad generalizada, tensién fami ‘comunicacién. Otro factor no menos importante es la gran cantidad de antecedentes de abuso sexual en la infancia que se encuentran en los estutios sobre mujeres adictas 1998). Abuso sexual que suele producirse dentro del sistem: ‘Todas las variables recaen on 6! ambito mas intimo y personal interiorizandose en un momento tremendamente importante por estar confirmandose fa estructura de personalidad. E! resultado son sentimientos de ansiedad y tensién, i6n, déicit de autoeficacia, con sensacién de poder superar las dificultades, busqueda de ‘compensacién al discontort y conductas de evasién de las situaciones frustrantes (Navarro, 2000). Todas estas variables y su evolucion han influido on las caracteristicas de socializacién y, a partir de ahi, las do relacion y comportamiento de la mujer hayan sutrido profundos cambios. Larmujer, de acuerdo con Seiden (1989) a lo largo de su desar gio0 at poor una serie de acor a influir en sus sticas de personalidad ca Enlos afios escolares suelen emergen os problemas de comportamiento, pperola depresién puede no Negara advertirse; al mismo tiempo el trastorno ‘por déficit de atenci6n es mas dificil de ciagnosticar en as nifas por ser lahiperkinesia tan llamativa. En los primeros afios de la adolescencia, la nia ha de enfrentarse a ‘cambios comporales, puede sor cbjoto de abusos sexuales y su bisqueda ag de independencia puede llevarle en esa etapa al consumo de SPAS, ‘embarazos no deseados, o tendencia a fugas del hogar, etc. Al final de la adolescencia y en los primeras afios de adulta pueden lemés, trastomos alimentarios, psicosis 0 problemas afectivas ‘que lever de suicidio, junto con otro riesgo caracteristico de la poca: La impulsividad, Condicionantes de la personalidad de ta mujer drogodependiente En estudios con adictos a cocaina y alcohol patrocinados por el NIDA (Brady, 1993; Swan, 1997) encuentran que los hombres tienen mas probabilidades de ser diagnosticados de depresin que las mujeres, lo {que obedeceria sequramente a los efectos de la adiccién. En cambio los ‘mismos autores sugieren que para las mujeres La Depresién aparece ‘con mas frecuencia de forma pravia al consumo de droges. ‘Muchas mujeres drogodependientes han tenido alguna experiencia de ‘abuso fisico/sexual en el hogar a edades tempranas (Blume, 1994, Liopis 1997), el abuso de sustancias y las conductas asociadas se vuelven '$ normales a situaciones anormales, en cambio emociones normales son medicadas e ignoradas. Las reacciones naturales ‘normales raramente se exteriorizan en los cadticas sistemas familiares en que se ha desarrallado la mujer adicta (Hagan, 1994). Brady (1993) expone que los resultados de su estudio implican que los diferentes factores psiquitricos pueden toner diferentes papeles como predictores del abuso de drogas comparado con ios hombres. En las mujeres de su estusio el Trastome por Estrés Postraumatico precedié a ‘dependencia de cocaina en e!77% de los casos yafirman que parece estrechamente relacionado con antecedentes de abuso sexval y lo que es fundamental en as importantes diferencias entre genero, Para Blume (1994) la proporcisn de abuso sexual en la infancia es tres veces superior parallas mujeres drogodependientes que paralas no adictas y para Switty Cols. (1996) alcanza al 37 % de las adictas en Australia. En las mujeres la asociacién entre trastorno adictivo y rasgos Psionpatolsgicos suele tener gran relacién con antecedentes de abuso ‘sexuai, violacién y malos tratos al compararlas con las no adiotas, pero ma (meee aT TATA TAA asa selnu 2 ua owsyoyoore jap Uptonjore Bj UeIPNIsa '(Z66}) e16 SEIRION, “(y661.“VaIN) [21008 suOdos jap oJUoIWEIsIe A pEDEIOS ep sojAIWNUES ‘9p sewape 'PePIgeP op sojus!wNuaS A seUISHW |S UO e: ood "euiysaoine e[eq Bun UEese:d seGoIp op uesnge anb sa1e{nu se juauajuanoey; anb aay "eioipe soln e| ap zenoued upisualdweo 2 wed sejeouese sojund sejeyes ap spuiope anb je ue SeBOID ‘ap osnge A seiafnu egos aug} oxdwe un oougnd WQIN Ie v661 US (g96} 210) seioseidapoaisd seauejsns ‘ap uegesnge enb seieinu se} 91149 oUMOPe:d opo; egos A jenD ‘oajsouBeyp 190s o1prise un ue ewweuoduut SeULe| any UoISaidap A SEBO ‘ep osnge anus uo}geIGOSe B7 JoKeUI UOISe:dep ojsIKe opvEro UsdeY 0} s21quioy so} onb sesjuaiw ‘ou 0 soft idep ueBuar sonsaidap ‘seWOUIS sn UEDPOWO}Ne Saran sel (2661) “SIOD K ssieM UNBOS ‘sco14o £0] op eyed sod seb0up se| ap onyeODISM sn |e aIUBH} OKIOOSIP | Auoj0p je seb qu ved sealys se] ap asveoipauioyne e e:ouepUal JoKeU | Ua Ueqenued as enb SeaUAL9IIq “a:2Ua6 [e OUENO Us SeATEOWUBIS ‘se)puatejp opuestuodue Soxes SoqWe ep SoUesianluN UB seBaip op ‘umnsuod & uoroeexpawoine e:q0s olpnise un ez11e91 (9664) SeAOUSESEO, ‘oe 10d uoroednooeid ns ep osusosep Je Kosed jap upioonpa: e1 ‘elauepuedep ej ajwawepides esopupyiossesop soeaeido ep owInsuoD JB UBsed aluaWUiOUa}s0q "saqUEXe] ap osnge A ‘Sopeoorod SONIA UoO Soden SeYONUL ‘osad JopJad e sepiBup SeINPLOD sse| uezuaIuioo JYe op syed e ‘pEpIAIORU! 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De la importancia de la estructura y gestién de las redes sociales para fa mujer adicta no nos queda ninguna duda tras revisar la evolucion de su rol social durante las utimas décadas. Por su parte Martens, (1998), realiza una buena descripcién de las caracteristicas de las mujeres asistidas en Comunidades Terapéuticas de Bélgica entre las que destaca las siguientes: ‘+ Personas con un trastomo caracterial y sexual, ya que la mayorta han sutrido abusos sexuales y/o se han prostituido durante su periodo activo de adiccién. fencia al auto desprecio. incidencia de trastomos de fa alimentacién del tipo anorexia bulimia, ‘+ Problemas psicoligicos que se descriven como dificultad parala ‘autoafirmacién, para la negacién y para marcar sus limites. = Anivel emocional probler * Ena esfera de lo cognitivo negativa. Como adictas co + Experimentan incomodiad con la intimidad sin sexo y con el ‘sexo sin drogas. ‘Como vemos, ta adiccién en mujeres puede tener mucho que ver con \determinados trastomos que son mas frecuentes odifciles de diagnosticar en etapas del desarrollo evolutivo femenino, la depresién y el estrés postraumatico. Lo que si parece quedar asignando a la mujer a lo largo de la historia. Camo st Wilhelm (1995), cuando una mujer experimenta depresién, sus sintomas ‘son mas faciimente encuadrables en las coordenadas que definen la eprasién que en ol caso de que esa depresin fa sutre un hombre. Parker y Centrandonos en ios cuestionarios de personalidad, si antes ‘observabamos la dificultad para tener unos criterios homogeneas en los studios de personalidad de adictns en general, ls cificuitades aumentan si pretendemos hacer el andlsis de la ‘mujeres. Los estudios de personalidad especificos de mujeres adictas ‘son muy escasos. La mayoria de investigaciones reteridas a personalidad nes clinicas, o bien en evaluaciones nto de la adiccién. A esto tenemos que aiadir que son muy pocos los trabajos que incluyen un grupo control con lo que se podria denominar poblacién dentro de la «normalidad. Finalmente cuando se estudian muestras mixtas (mujeres y hombres), y no de varones solamente, no suelen diferenciarse los resultados en relacién ala variable de género, 1890s de personalidad utiizando un analisis MULT y encuentra que mas de la mitad de patoligicos. Sryder (1865) dsenbi erencia snteatvasenlasescalas de abuso entodas estas escalas de adiccién, exceptuando la escala de Mac Andrew. Eshbaugh y Kad mas completos. jeres toxicémanas, tencantrando que el perfil de personalidad mas comin consiste en una elevacién de ia escala Pd y secundariamente dela escala D. En cambio, ‘Wallish et al (1990) sefialan como elevaciones clinicamente significativas ‘en pacientes mujeres cocainémanas, las de las escalas Pd y Ma. ‘Anglin (1989) hace una revisién sobre estudios realizados con MMPI en acictos y sefiala que la mayor parte de los autores hallan perfles similares centre hombres y mujeres, con elevaciones en pico de las escalas Pd y Ma, lo que coincide con los datos del trabajo de Waifish et al, aunque también cita a autores como Olson que en 1964 encantré en las mujeres ‘menores puntuaciones en la escala K y mayores en las escalas Dy Pa, ‘que para los hombres. ) estudia una muestra de 100 adictos en la que la in mayoritaria era de hombres y encuentran un predominio de trastoros de personalidad y depresién. Bastantes anos antes Berzins Mm jensonw ns ep sevipe sevoinus peu ered TvLS Te OziNn (S661) zaxENy ‘sopenoja sew sojonmu ueIUK ueyrey A pepoIsue op [2A ‘sauorea soyape ep od jo enb epypats sokew ue sewoqu)s so] opueaysuotu seysoreu nS UeISaYIUEU! & soaquoy 0} ab seonewows syu uEsonu a8 seq8 seapL sa SeLLAPE 'pEPIISCH ‘A upisaidog 9p sejeosa se uo seiquioy so| anb openaye seu veriund ‘seine saan se| anb extesqo Sopeynsal sns uy ‘Oxes [9p a6eq e] 2190S sopetnsed 80|eedwoo & 06-205 fe ain (E66) ZOULEW eVEdsS Ua ‘qeroue8 Lug}oeiqod ua souroysen soursnu so] ap erouayencid 2 uo sajuelsisucD uos sefousiejp sese anb X ‘pepersue ap sojanlu ua ajuaueoadsa ‘soarjouogre so; nb ejBojoyedooIsd ep seoIpu! selokew ejueUEOUEISNS ve AgWHa seine savolnu se] Ua SOATDORE SeULOISEA op OLUIO ‘consouBei oqweuinssu: wsiu je u09 “efeY UoIRU) (46 nN ‘soo1y9 So} 211u2 [enp CouspUBEIp ap Brquosaid 1ouoUs ‘bun e owadsar saiainw se] uB SeAlioaye 0 peplevOsied ap oUIcIse unbje e seqeywooves seBoIp e viouapuadap ap oonsouBEIp 10heW eNUANOUE Y-1iI NSC SOUEILO UOD eoNSOUBEIp epEZHEPURISE PISINILI P| aqerpew eprois oluelu) un6je uco seuengl opuErpmise (9661) LosoUNy ‘sewa,puedapo6oip sarofn & ‘stuowe2y.20ds0 sepuejeu souorreajqnd ep zoseas0 ueAB e 9p eUIeKGOId J@ 09 led souome6nsonur ap ody ajso ua soyenygey se) opuezinn ‘opeuen Anus opis By 2159 sernine saialnu Loo pepreuOsiad ap sobses so} au) exed ScWeUINIsUl © SoUEUORSENO SON! 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Entre as adictas de su estudio dest Adenia a presentar rasgos de personalidad de tipo neurético y psicopatico, rasgos que segtin los autores serian centrales en la Ccomprension de la conducta de abuso de drogas entre las mujeres. Patty y Bickel (2000) evalizan ferencias de génera en rasgos de hostidad ‘con pacientes en tratamiento ambulatorio. Miden la hostlidad conta escala Buss-Durkee en la que las mujeres puntuaron significativamente mas alto y ademas se tambien significativamente como predictor de ‘abandono precoz del tratamiento, cosa que no ocurria.con los pacientes varones. tra de las circunstancias dferenciales que aparecen asociadas a la adiccién en mujeres es a mayor prevalencia de diagnéstico dual y sobre todo a nivel de trastornos afectives y de ansiedad (Kubicka, 1993; Blume, 1994; Ettorre, 1996 y Donovan, 1998). La adiccién a aleoholdrogas se ha postuiado tener relacién con casi toda la patologia psiquiatca, ‘destacando los cuados de ansiedad y trastomas atecivos, (de mayor lees), los trastomos de conducta, trastome antisocial ones) yatos trastornos como la inima que a veces le acompaia, {con mayor preponderancia del renia y otros cuadres psicéticos. _género femenino),e incluso la esqui Ignorar fa posibiidad do un diagnéstico dual y por fo tanto la existencia fad psiquiatrica va a afectar do forma ineludible a la revisar los criterios de evatuacién y de entrada en jos programas de forma que la recaida no sea utilizada, sobre todo en psicéticos, como criterio para limitar el acceso a los recursos asistenciales. Prevalencia de alcoholismo y las mujeres otros trastornos en eleje 1 del DSM IIL-R ademas de fa adiccién, on particular trastornas afectivos y de ansiedad, pero en cambio refieren quo esas diferencias en el género no ‘cambian sustancialmente de la prevalen« ‘en poblacién general, io cual corraboraria las teorias antes apuntadas de Raskin y Mite ‘La prevalencia de depresién entre la mujer en Espafia viene a ser el de una parte por la mayor aceptacion ia mujery de otra poria posibiidad mucho ‘en el hombre de manifestar el trastomo atectivo por medio {de agresividad 0 abuso de alcohol (Fuertes y Cabrera, 1996). En el caso {del Trastorno Antisocial de Personalidad la prevalencia entre los hombres fen Espana es 3 veces superior ala de la mujer (1 %), y la problematica pueden pi Cabrera, 1996), La comorbilidad entre trastorno mental y abuso de SPAs presenta 98 Seguin el genero del adicto a forma que '0s hombres predomina el TAP y entre las mujeres la depresin y et trastomo por estrés postraumatico (Leshner, 1998). También Novins(1996), refieren que las mujeres presentan mayor asociacién entre sintomias se op sempuy (0002) "0 ‘oluoD KW" etssaIven4 "7 SOKy ‘soye 01 ep opoued un ajueinp sepipusIE sovolnu 9 ‘ensonus Bun op onjduosep sisieuy (9661) W ‘ZenBupoLs ky "22104 “ey svolayHoonald SVIONSY3434 -opeziersadse oqwalureyes op suenbar A ope6uojasd f osuotu! seus _sa084 epend 8s olpeno else ‘ajuauzejnonied savelnw se| Ua anb eOWUHO ‘wouapina Ae} euewES ZI A OLB] a11UD Jede1edesep ajans onb ane} UUoisaidap | Uoo efantedusoo eupeno un a1jns seopeUIN) Se] Op 56S2 12 aqvawepeuinxoide ‘ounsuco ep ugjodnuzeiul ap seueWes 2 — » op oBen| Jeoe1ed [y “enjolpesop eolu}f B| ue BoUANde4} JoAeUI Yoo eoarede anb ‘gpreoss2| ude opeuo‘ze|a JAUEUUNU) OTe} o1}0 SO URLqUIELUOISOICEp E -punoow e] ap seqaipe sevainw ue eououTsae op Sei} ‘se| 1eqeuesou sInBesuo eyed B0299 op Anw opejo1lu0d 498 aqop en 20199} 2180 S@ A “ceCR} ep owNsUED 9 JAUOPUEGe UBasep on salon ‘Seep %L¥I9.1ezueOTe apeand (z00Z) ZoUgUII A (0002) Te eeu UNBS RR TT a RR RAET RRS TECTIA TTS TTT BORD TTA “eraueisns 850 op ounsuoo op ovopuege fe juoUTEnyqeL BID0se as end ‘sed 9p owoulaiou 9 ‘oidwilo 10g "sosqul04 $0) xed sajueyodus We} Uuos ou se0ared e enb ooeqe! jap olunsuo9 fa Ue Se-ouap-oule) UELoUGB ‘nb sojnuse sesneo seunbje 1eu09 uo zesuad anb elsqey sep}e00! ‘8p upueneide| ap exdesajcorsd ap uprousalaiu ee 910401 98 on 0] U3 “sequnsip souoisnjouoo ‘e ueBa]| sono endune “sa1qwoy v9 anb sazefnuu Us oye SpUN s@ BUNOOIL 'B| 0d ais} eouepuedep op oped je enb uorenuosue “(o902) eIsehy ‘Aunsew (2002) Zaueuilr 2p Se] ow109 ‘sevoeGysoAL“ox8s |e SOpEBI| ‘oyweno us ‘savafn ‘ope16 fe cquend us serouaiayp opueBas wey (0002) ‘owloo soipn}s3 zsepepueinanred seundje auoN CUNeWO| oWSINbEqeL a? ‘ueasep 0] sepepe sewsiw sese ap 's9| s0ue sp so] Az sor auiua openys pepe ep odr6 jo ue sewepy “(2002 ‘zovouif :0002 8 19 20d) SOYE 121 So1e UODeY O| seyIU Se] ‘soe G'ZT ‘9p FIpeU Pepa BUN & OoBGeI ap OUINSUOD 8 UA URIOIUI as SoLNU So] anb ‘opuewuny upise 20ared je souano! 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PROYECTO FAMILIAR Refloxionando acerea del género, familia, mujeres y e! consumo de sustancias psicoactivas sas muy variadas de la vida ferido alas transformaciones ‘que son fruto de una mayor conciancia jes de géneroy sus cambios y enaigunas lineas de abordaje terapéutico de las dificultades en las relaciones, {de pareja y familiares asociados con ellos (Martinez, 2001). Estas modificaciones de la ideologia social sobre el ‘consecuencias practicas papel del varén y la muj distrioucién del trabajo doméstico, ganancia y administraciin del dinero, cuéndo ¥ cuantos hijos tener, etc Mientras que el sexo es una categoria biolégica, el género es un concepto ‘Social y supone la adjudicacién de ciertas tareas a uno y otro sexo. Lo que se. ‘espera de un varény una mujer; es decir, los roles femenino y masculino estan, Socialmente construides y son fruto de las expectativas y las prescripciones. de una sociedad dada un momento determinado, reotipos de los géneros son el resultado de considerar que ciertos fos y conductas son propios de solo uno de los sexos y no del ott. 5, muchas veces se tiende a considerar que son diferencias bioldgicas y no expectativas sociales y, por tanto, madificables en {uncién de la época 0 de los estuerzos de los individuos particulares que integran esa sociedad. Los roles de género, aunque no son det ‘experiencia social sin que seamos plenamente concientes de ellos. La familia es e1 primer lugar donde se aprende los roles de género a edades ‘muy tempranas. A través de las interacciones cotidianas, de las reglas sobre ccémo relacionarse, qué cosas se permite hacer y cuales no, se ransmite alos hijos e hjas una idea sobre qué es esperable y adecuado que hagan, piensen y sientan varanes y mujeres, souujsip :seueayp seaiBojoo'sd seonstiewsexes ueuaL, :sasafnus A sauosea enb souresiuoova S0U ‘ugioezTeD0s ep sossoad saqUaraVp op opelinsal ‘dowoo ‘anb opow oq relnw ¥} ua A uoLeA jo Ua eIL9I9}1p ‘o9|69j001sd ofouresep un ue "eIoUE}SUI BUI ‘ap seonopid solueloyip ue UeIe:0U00 9s ‘saluesajp Sese anb A wijuse} | ap o1UeP S9j03 SeIUAIOHP yjduino exed sopezijeisos opis uey sluewleuorpen ugiea 9 A s9{nws 2 enb seyeyes onb key wave esa uy ‘o12u96 9p sojzuotnipes seajepedxe seus uoerIeD0g ZL “yelnus e] 9p OU ‘oreA jop corn SPU o}OLIESop fe Pentea! ua epuodsexico ‘ouewny 40s jop OANFeUOU OANN}OAS ‘ooxzesep ap ojepow j@ anb us oponpent By 98 o1Se 2{Boj0088d uy “saloUo}U! @ ,ses10, oWwOD jes0Ua6 o| 1od ‘sepeiojeA Uos sev9inw Se Jeno Ye ewes} ODED ojspoL jo ‘woo ugien jap erousuedxa B auyop on ‘owsujuacoipuy —-(q ‘seoiBojo01q sezI0N} Op ejqeHAaUIO einjeu opeynsas 2 owoo sassinw souoreA a:jue uep es end ‘s9[etoos sefouasayp se} enya enb “eisraBoj01g eamsod — (e ‘Sop soueoe\sop ‘anb se] asque seinjsod seya'0 40d oproasane, @A 28 0159 Aoreus6 ap peprensisap | uauequew anb soreinyina Son ‘sovayo ap S9nes} e souorsetas Sis seu # UopUON SEITE A ‘sefased se" 'seyjuse se} ue esopugionpoidal onBis epipows uei6 ua enb A seseinus A souoren equa peprenbisep v ‘auaquiew onb 's@uoseA So} e ajqesone} fe00s ooreW UN UB ‘0pei6 souaU 0 40KeW Ue Sopez]2!90 opIs soW=y SopOL souynosew! soueluo sod epeuwop pepamog tb ciqueo jeuequulanbseoey —*} ‘pepmiqeise {| Uonenwoid £ uagiyu! | enb sop A c10U96 ep s9jos soj ua olquies J@uononwoid onb sop se}eu9s Uopond 9s sa/mI008 soro}oR) So}se BANU, “woauo sefozed seyonus anb o} op epunjod seul oyoNW eu} op c1OUGO ‘9p souotoejeu se} eJopowl oyduve sew OprezUcD | ‘OUlInoseW A oMUUID} [01 |e o}98dse1 uoo weteId end seAnE}sadxa A solojen ‘seULOU se} J9 21008 apxe}U0 jo 10d Soprnpul juaUepUNjOLd LIS zu! 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E! desarrollo femenino, orientado hacia. el otro y a dar paso y atender a sus necesidades, es estudiado desde ‘6805 criterios normativos considerado come inferior y mas inmaduro, Enlas uittmas dos décadas se ha hecho un gran estuerzo de investigacién {que pone de manifiesto cémo la mujer desarrolla capacidades diferentes, Por la interdependencia, la mutua confianza y la responsabilidad hacia, Jos demas, fa segunda porla independencia, autosuficiencia y autonomia, La mujer con mas frecuencia construye su identidad y sus relaciones en terminos de conexion y el varén en términos de separacién. Esta nueva perspectiva de la psicologia femenina reconoce y valoriza la ‘experiencia femenina (sin interprotaria como dependiente, mas inmadura ¥,Por tanto, mas necesitada de cambio), ayuda a entender desacuerdos Y-contictos como truto de la diferente orientacién de varones y mujeres Y permite considerar a ambas lineas de desarrollo como posibles y Geseables para ambos sexos. La familia como sistema La dependencia a SPAs y otras conductas adictivas, son dramas de los sscenario familiar. EI modelo ‘0S permite considerar toda producirdependencia segin ‘La sociedad, en a cual tiene lugar, el agente oe! producto. utilizado y, finalmente el individuo particular concernide por la misma. En este modelo, la far transmision entre la soci las reglas, leyes de esta sociedad {goza también de una capacidad propia de influencia tant ‘genético como psicoligice y micro social En funcisn a un indeterminado nlimero de factores, este escenariocambia yyevoluciona a medida del tiempo, como la adicciém misma, en razon de ser.un fenémeno humane figado a un lugar y una epoca. La familia, en cuanto tucién, transmite un mado de organizacién de la autoridad, de las inzas y de [os matrimonics, las leyes de la En este sentido, en la practi Patron de abusadoras y adictas de sustancias que provienen de donde sea el padre o la madre o hermanofa ‘otras drogadicciones (Steinglass et al, 1993) estructura familiar, La dependencia a sustancias, siguiendo el ensayo, puede constituitse izada involuntariamente por la familia, ‘Ahora bien, reciertemente atendimos ala madre de una adicta de cocaina cuya caracteristica consistia -cormo muchas mujeres dependiontes de m3 (a4 "eyjuse} Bun op so1qwe!W So} ueryeseIU! ‘and ue sopow so} ueziueBy0 anb safeuoiouny SepuBLIaP ep arqisiAul ‘qunuco [0 sa seywe} einjon.ise B| (Z66t ‘S661 ‘ZOSL) UUOMUIN Bed eye; eamyonsy “exqeione} soueUu o21}sQuoud jo eoey ab 01 ‘seBoup ap osnge o ownsucs ap uosens eun us Zo0a3d UUOAIaIL ‘epo} Zepse|ay e efngujuco ojeNIDOUOIsEp 2183 “EPIA Ns op obsay une euBnd 2| se|uoWNe ered uoroeny!s P| 12210} SeDuOIUE OqOP ely E7 veges vaieinb ou» seiped soyonuy ‘seuotwindiueu sepnpUcd ‘sor uss sopyed sonsos So] “epiozedse eIOUEISNs B| op SOIse1 $0} ‘SED 18 9p sepewel) Se} op ses0d v “eonouneu sjuawo\qeqoid so ‘ezoyeinyeu ena uojseidaa un sad ‘opruajueu ‘eIUa}0sv0OU! 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Estas se originan en la repeticién de interacciones entre los miembros reguiando sus conductas. Para Jackson (1976), la familia es un sistema gobernado por reglas, sus ‘miembros se conducen entre s{ de una manera organizada y repetitva, Esta estructuracién de las conductas puede ser considerada como un principio que preside la vida familiar, organizacién t ‘compiomentar Jas tuneiones (LIDZ, 1963). Elsequndo sistema es idiosincrasico y tiene que vercon las expectativas de los diversos miembros de la Estas, como es de suponerse, rovienen de negociaciones implicitas entre los miembros de la familia (Minuchin, 1982, 1995, 1997) En todo caso, podriamos decir que la familia como sistema, cconstantemente activa sus dos mecanismos que son los que en iltima instancia le permite su perdurabilidad: Por un lado, dehe ser flexible al cambio y, por otto, mantiene su estructura bésica para no perder su ccontinuidad, En este contexto, a familia sirve a tres grupos de funciones, que estan infimamente retacionados. Es posible que estas funciones fundamentales para a adaptacién del ser 9, puedan ser cumplidas por separado y deban fusionarse en laf 1. Latamilia dirige el desarrollo de la personalidad, 2. Forma un grupo de individuos que la sociedad trata como una centidad. 3. Crea una red de relaciones de parentesco, proporciona status, incentivos y roles para sus miembros dentro de sistemas sociales mas amplios. Entodos los casos, el nucleo de la familia esta formado por el matrimonio ysirve para complementary estabiizar las vidas del maridoy sucényuge. Los tres grupos de funciones esposes y la sociedad, aung Pueden entrar en conficto y cie inevitable. 3e de acuerdo con Minuchin(1982, 1995, 1997) ia se transforma @ lo largo del tiempo adaptar jose de modo tal que pueda seguirfuncionando. Le ‘entre los subsistemas deben ser firmes pero al mismo ra permitir el cambio cuando las circunstancias s@ mo y por Lltimo, una famviia se adapta a! estrés, al punto que puede mantener ia Ccontinuidad a la vez que su estructura, Sila familia reacciona al estrés "igidamente se manifestaran pautas distuncionales. El abuso y la dependencia de SPAs suelen generalmente situarse en la ‘etapa del ciclo de vida familiar de la adolescencia de la hia, bien en ta etapa de separacién o alejamiento de los mismos, Los problemas por los que atraviesa la pareja de padres de las adictas pueden seranteriores a estas etapas.o bien, pueden desarrolarse durante éstas. Durante estas etapas la relacién marital requiere de constantes ajustes de acuerdo a las responss 6 0 hijos. Estos, ‘demandan menos cuidado y atencién, lo que deja mas tiempo disponible 4 las parejas para dedicarse a ellos mismos. Para este tiempo, el matrimonio ha encontrado una nueva etapa, ha ejado de sertan romantico e idealista para ser uno mas dedicado a las hijas ols hijosyy a ellos mismos. Estas secuencias previas deben haber nado en una relacién mas estable (Berg y Miller, 1996). Elperiodo de la adolescencia es la otapa que mejar testfica ia de fa organizacién familiar. La adolescente con problem: sintonatica’, retoja la conflctva conyt an laatencién sobre si mismos. ‘de manera tal que los demas conflictos pasan a segundo plano. Esto se ‘complica atin mas con la inestabilidad caracteristica dela adolescencia, Pues en muchos casos se comporian como adultos y en otros como jeBouuly f uewpeais) sSiDop JeWOY A sBUOZE! (e961 weneueg "4 sopeineisal Uvas Ses9IU04} $e] anb eIseY ‘9p seoedeour “asnge see Sel v JeNOA apand ajueYNSeL UOIOUN|SID A ser3qvouy 27 “unuioo so souo!aeu0106 sej uavedes onb sosnyip sou tuoo Bulaisis un ap upiee!D | ciad ‘souo|peUIquIOD 8BSi Uuapand epetn 8] ep o1ueq “Sejeuo(unysip Los seiaipe ap seMue) Se} ua o1ad ‘sequrey ewals's opr B SaunWoD uos seaIpeUy suoIaeIe! 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