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CAPITULO QUINTO. CALCULO DIFERENCIAL DE LA FUNCION DE VARIAS VARIABLES (CONTINUACION) §39, FORMULA DE TAYLOR Y SERIE DE TAYLOR PARA LAS FUNCIONES DE VARIAS VARIABLES 39.1. FORMULA DE TAYLOR PARA LAS FUNCIONES DE VARIAS VARIABLES Si una funcién de varias variables tun nuimero suficiente de derivadas con- tinuas en un entorno de cierto punto, dicha funcién puede ser representada dentro del entorno citado (al igual que se hizo en el caso de la funcidn de una sola variable) en forma de una suma de cierto polinomio y un resto que es, en determinado senti- do, “pequefio”. ‘Teorema 1. Supongamos que la funcién z = f(x, y) esté definida y es continua, Jo mismo que todas sus derivadas parciales hasta el orden m inclusive (m > 1), en un bentorno* del punto (xy Yq). Entonces, para cualesquiera Ax y Ay, que satis- facen la condicion p = VAx? + Ay? < 8, existe tal @ = 0(Ax,y), 0 < @ < 1, que resulta ser vélida la formula af tee afte Be = ig + Aye + 49) —Sleq 79 = VEOPO ag 4 YOH20 gy 5 ay 1 [efo%09) F690) 36.0. ¥0) + 0170 ax? +2 70" axa) O20! gy? [Fs 020 saay 4 HD ay] t 8 (art gay 2) Ve (apt eg) seo +. a m1) (@% + 9) $0.05 ¥0) + Fu 1 (BX AY) jm) “En algunas obras se emplea el término “S-vecindad”. (N. del Tr.) 2 § 39. Formula de Taylor y serie de Taylor 0, en la forma mds breve, ara a\ =F Ear 2 + a2) "Yer rns tO), 39.1 aT aes YF. 90) Hn 8B oa donde 18. am Fy =1 2,49) ax + ay ) ‘Sly + 80x, yo + Oy). 9.2) mi ay + Oy La formula (39.1) se denomina formula de Taylor (de orden m ~ 1) para la fun- cion f y la funci6n ry, (Ax, Ay), su término residual, mientras que la inscripci6n (39.3) de éste lleva el nombre de término residual de la formula de Taylor en la for- ‘ma de Lagrange. ‘Cuando m = 1, en (39.1) requiere explicaciones el sentido del primer término del segundo miembro, puesto que en este caso el supraindice de sumacion es igual a ce- ro. En el caso dado se supone, segin la definicién, que el término.citado es igual a cero, es decir, la formula (39.1) adopta la forma Ae = 79 (Ax, Ay). En adelante, siempre cuando se encuentre una expresién escrita con ayuda del simbolo [,, en ia que el valor del supraindice de sumacion sea inferior al valor del subindice, convendremos en considerar también que esta expresi6n es igual a cero. DEMOSTRACION. Supongamos que Ax y Ay estin fjados de una manera tal que p= = Vax? + Ay? < 5, entonces todos los puntos del tipo (x + tx, Yo + fy), donde 0.< t < 1, se disponen en un segmento que une los puntos (xo, ¥0) ¥ Xg + Ax, Yo + +A), por lo cual todos ellos pertenecen al -entorno del punto (xo, ¥q). Pr esta ra z26n tiene sentido la composicion de funciones z= fey) x= xt thx, y= yot tty, OS TEL ‘es decir, la funcién compuesta FO) = Slo (Ax y+ ty), OSES. 9.3) Es evidente que Az = Soe + Axs¥9 + AY) — Sbe.¥) = FU) ~ FO. 9.4) Como la funcién f tiene en el 6-entorno del punto (xo, ¥) m derivadas parciales continuas, de acuerdo con el teorema sobre las derivadas de una funcién compuesta (véase el p. 20.3), la funcién F tendré también en el segmento (0, 1] m derivadas continuas, por lo cual para F sera valida la formula de Taylor de orden m — 1 con el término residual en la forma de Lagrange: FO a, 1 pas, HOOD (m—D! mi FO) - FO) = FO + 0. Wy k= 01,2, a7e,y) («3 +ay 3) fee,» 2 entonces, suponiendo, para abreviar, My = (oy 3g) ¥M = (xy + Ax. Yo + AY), Po- demos escribir a formula (39.8) en forma az= r pase + Tm). 9.17) 16 §.39, Formula de Taylor y serie de Taylor La forma indicada de la formula de Taylor es mas simple a consecuencia de lo ‘cual resulta comoda para recordarla. He aqui algunas observaciones referentes a las demostraciones del teorema 1 y de su corolario. Ante todo, en las condiciones del teorema se ha exigido que la fun- cién f tenga derivadas continuas de orden hasta m inclusive en cierto é-entorno del punto (xp, 0). Se podria exigir que en el entorno citado sean continuas sélo las deri- vvadas de orden m, puesto que de la continuidad de éstas se infiere que son continuas también en el entorno dado todas las derivadas inferiores de la funcién en conside- raci6n, es deci, las derivadas de Ordenes k = 0, 1, . .., m — 1 (véase el p. 20.2). Subrayemos que la continuidad de las derivadas parciales en el é-entorno del unto (x, ¥0) se ha usado, en primer lugar, para que las derivadas parciales con las {ue nos encontramos no dependan del orden en que se realiza la derivacién (esto se hha usado tanto en la demostracion de la formula de Taylor (39.1), como en la propia forma de notacion de dicha formula) y, en segundo lugar, para que la funcion (39.3) pueda ser derivada m veces segin la regla de derivacién dela funci6n compuesta. Fi jemos la atencion en que para m = 1 las derivadas mixtas estén ausentes; entre tan- to, para que haya po: iad de derivar la funcidn (39.3) una sola vez, segin la regla de la funcion compuesta y, por consiguiente, para que sea valido el teorema 1, resulta suficiente una suposicion més débil sobre la funcién en consideracién f. A saber, en lugar de la suposici6n sobre la derivabilidad continua de la funcion fen el 3-entorno arriba mencionado del punto (xq, Yo), ¢s suficiente su derivabilidad en este entorno (véanse las definiciones 2 y 4 en el p. 20.2). La continuidad de las derivadas parciales de orden m (en el punto (xo, ¥g) s€ ha ‘empleado también en la demostracién del corolario del teorema 1: es necesaria para aque las funciones ¢; (Ax, Ay), definidas mediante las formulas (39.13), tiendan a ce- ro cuando p — 0. Recalquemos, ademds, que con las suposiciones admitidas en la formula (39.9) se ha demostrado que r,,(Ax, Ay) = 0(0") para p — Ono en el sentido del limite se- sin cualquier direcci6n ‘ijada, como podria parecer, a primera vista, provenien- te de la demostraciOn aducida, sino en el sentido mAs fuerte, esto es, en el sentido del limite en el punto (xo, ¥q) (zpor qué?).. La férmula (39.1) puede ser un tanto generalizada, si no se tienen aspiraciones de que sea valida para todos los puntos (rp + xq, Yo + 4y) del &-entorno del punto (0, ¥o) Sino que se considera la formula citada s6lo para Ax y Ay fijados. A saber, sila funcién f esta definida y tiene derivadas parciales continuas de orden m en un conjunto abierto que contiene un segmento con los extremos (Xo, ¥q) ¥ Gy + AN, Yo + Ay), entonces la formula (39.1) queda también justa, igual que su demostr clon. De esto se deduce que si la funcion f est definida en la region convexa G (vé- ase el p. 18.2) y tiene en G derivadas parcales continuas de orden m, para cuales- uiera dos puntos (xp, Yq) € Gy (&y + Ax, yo + Ay) € G es valida la formula de Taylor (39.1). Ejercicio 1. Sea la funcién f(x, y) continua, lo mismo que sus derivadas parciales hasta el ‘den m inclusive, en cierto entorno del punto (y y,). Demuéstrese que su polinomio de Taylor de orden m, es decir, 39.1. Formula de Taylor para las funciones de varias variables 0 4 a aqm = y a [s-we+o-5] 199) s.un polinomio de mejor aproximacién dela funci6n fx, y)en un “entorno infinitamente pe- ‘quetio del punto x,y)”. Esto significa lo siguiente: cualquiera que sea el polinomio Q(x, ») de grado no superior a'm (es deci, en cada término suyo la suma de exponentes de las poten- cias de las variables x e y’no debe ser mayor que el nlimero m) tal que S69) = Qbe.y)+ 06", mB m, cuando p 2 ERIS O70 coincide con el potinomio itado de Taylor Px,» de la funcion fx, "Todo lo dicho se extiende también al caso de una funcion de cualquier nimero de variables. ‘Teorema 1°. Siuna funcién de n variables y = fly... X,) esté deftnida y es continua junto con todas sus derivadas parciales hasta el arden m, m > |, inclusive ten cierto bentorno del punto x = (X®, .. ., x10, entonces es vida la fbrmula Ay = FOI + ys 6 4 + Be) — FOP XP) = PG,Y) donde -¥ ded, + Ox, =) 462) + tq (Xs (39.18) 2+ 68x, (Ax, + 5 Ax (39.19) » también ta formula a a ayn ays y a (a gt ge ‘f) + rp (2%), 9.20) donde'rn (Ax) puede escribirse en cada una de las siguientes formas: 0 bien. 9.21) r= donde lim é, (69.2) 6429 18 §.39. Formula de Taylor y serie de Taylor es decir, r(x) = 060"), p= 0. Por fin, en términos de las diferenciales la formula (39.20) puede escribirse en la forma " aye y a BCE) + ry (AX). (39.23) Ahora abrimos los paréntesis en las formulas (39.18) y (39.19), haciendo uso de la formula algebraica (Lyf m= bys eget aid. tigl kyl Para anotar el resultado en la forma més breve introduzcamos unas designaciones nuevas. Pongamos k = (k,, «os ky)s URL = ky +s. + ys Kyl $m = 9 = Gy = Hy — A ahora” i na k= (ky... «, K,) se lama multiindice. Introducidas las designaciones indicadas, la frmula de Taylor (39.18) con el tér- ‘mino residual en la forma (39.19) se escribird ast: Aqui, como siempre, x = (x, XX = OP, Dy. 2 + BG — 2%) = Oe + Er, — 20), + OG, — OY. La formula de Taylor que acabamos de exponer para las funciones de cualquier ni- ‘mero de variables tiene la misma forma que para las funciones de una sola variable. ‘A veces, particularmente en el caso de las funciones de varias variables, para las, derivadas se utiliza la designacién donde k = (ky, . . .» k,) €6 un multiindice. Si se usa dicha notacién, la formula de Taylor adoptara la forma wo. Pts = AH Bg Sh Titre + o6e 2 r4e — x0H6,0.< 6 <1. 39.2. Formula de incrementos finitos 19 39.2. FORMULA DE INCREMENTOS FINITOS PARA LAS FUNCIONES DE VARIAS VARIABLES El caso particular de la formula de Taylor (39.18), cuando m = 1, se donomina corrientemente formula de incrementos finitos de Lagrange para las funciones de varias variables. Debido a las observaciones que en el punto anterior siguen el teore- ma I sobre las suposiciones bajo las cuales resultan vélidas las formulas (39.1) y (@9.18), del teorema 1” obtenemos la siguiente afirmacion. : ‘Teorema 2. Si la funcién f(xy, .. .,x,) es derivable en todo punto de cierta re- ‘8i6n convexa G CR", para cualquier par de puntos (x,y. -»%q)¥ (, + AXy « X_ + Ax,) de G existe tal 8,0-<6 <1, que FO + AX, ky + AK) — Sle, 4x, 0, en la forma mas breve, ‘ set an-se= YY were ,, 09.24 donde x = (xy). . X_)s¥ + AK = (y+ Ady. Xq + AG), HF OBE = (+ OO as ky + My) ‘Como ya se ha indicado, Ia formula (39.24) expresa precisamente la formula de incrementos finitos de Lagrange. Dicha formula, al igual que la formula de Taylor en general, tiene muchas y vs rias aplicaciones en diferentes problemas del andlisis matemético. Prestemos nuestra atencién a que el teorema 2 no es el caso particular del teore- ma 1, pues no es la derivabilidad continua de la funcién en consideracién en todo unto del conjunto G lo que se exige de él, sino s6lo su derivabilidad, No obstan- te, la demostracion del teorema 2 se contiene de hecho en la demostracion del teore- ma 1. En efecto, como ya se ha indicado en las observaciones referentes a la de- ‘mostracién del teorema 1 y al corolario de éste (véase el p. 39.1), para m = Ila de- ‘mostracién del teorema 1, aducida arriba, conserva rigor también bajo las suposi- ciones del teorema 2, es decir, cuando s6lo se supone la derivabilidad (y no derivabi- lidad continua) de la funcién f, ‘Demostremos la siguiente afirmacién como ejemplo de la aplicacién de la for- mula (39.24). ‘Teorema 3. Si una funcién es derivable en todo punto de la region convexa Gy tiene en G derivadas parciales acotadas, seré uniformemente continua en la region ‘mencionada. DEMOSTRACION. Si 09 ‘x, Ike, f= 1,2, xeG 20 § 39. Formula de Taylor y serie de Taylor (c es una constante), entonces para cualesquiera dos puntos x" = (xj, -- = (xj'+ + «os Xq') de (39.24) se infiere que =f < y (aqui & es algin punto del segmento que tiene por extremos los puntos.x yx"). Por 0, siesthprefijadoc > 0, basta tomar 5 = para que se cumpla la desigualdad YO) FO O existe tal 5 = 6(c) > O.que si ’ y ad 0 prefi- jado existe tal 8 = 5(e) > 0,que, cumplida la condicion p(x, x + Ax) < 6, tenemos e le, Aa) Otal que anyon) HO | cm, m+... +m, ave. .avta| < aia n= m, xeG, (39.29) entonces, cumplida la condicion p(x,x + Ax) < 5, para todo.x € G se verifica la de- sigualdad ____ 30.4. Convergencia uniforme segin el partmetro de una familia. msm Migs A8)1 << Esto proviene directamente de la formula (39.19) silos valores absolutos de cada sumando de su segundo miembro se estiman por medio de la desigualdad (39.29) y otra desigualdad evidente 1Ax,\ < 5. 39.4, CONVERGENCIA UNIFORME SEGUN EL PARAMETRO DE UNA FAMILIA DE FUNCIONES En el punto anterior hemos tropezado con la nocién de convergencia uniforme en el conjunto dado de una familia de funciones dependientes de cierto pardmetro cuando este iltimo tiende hacia los valores determinados. En calidad de tales fun- cones en nuestro caso interventan &p, 7m, ( 4x) €(x, Ax), donde el papel del pa- rémetro lo desempeftaba Ax. Con este cao, en su forma mas sencilla, ya chocamos antes, en el p. 20.2. ‘Enunciemos la definici6n de la convergencia uniforme de una f cones en el caso general. Definicion 3. Supongamoas que X es un conjunto arbitrario, ¥ C R™,y® es un punto del espacio R” oun dels nfniton® on, +, los dos ities infinitos ‘merecen ser consideradas s6lo en el caso cuando m = 1), con la particularidad de ‘que la interseccin de cualquier entorno reducido yg con elconjunto ¥ es no vacia. Supongamos luego que la funcién (x) esté definida para todo x e X y la funcién ‘Sex, 9, para cualesquiera x € Xe y € Y- ‘Suete decrse que fx, 9) tiende uniformemente en el conjunto X hacia la funcién (2) para y ~ yy se escribe en este caso FON F 0), y= de fun- si para cualquier ¢ > O existe tal entorno reducido U() del punto y® que se veri- ‘fica la desigualdad YG.» - ew) Oexista tal entorno reducido U(y) del punto y que se ve- rifique la desigualdad eux I-Se,yW < ey 39.32) cualesquiera que sean yeduny, & yeLUMNY y rex. En efecto, la necesidad en la condicién (39.32) proviene facilmente, como siempre en las situaciones semejantes, de la condicién (39.30). Con el fin de de- mostrar la suficiencia, se debe probar que de la condicién (39.32) se infiere que para cualquierxe X fijo existe lim, fix, ») y que la funci6n fx, y) tiende hacia este limite, para y — y, uniformemente. ‘Se recomienda que el lector mismo compruebe todas estas afirmaciones. Ejercicio 5. Demoésrese: para que la funcin ft, 9) € X, y€ X,tenda uiformemente en conjunto X, cuando y ~ y®, hacia la funcion (x), x. X, es necesarioy suficiene que para toda sucesién ye ¥, y% # yn = 1,2,.. » quetiende a y® la sucesion fix, y™), n= 1,2,.. .. converja uniformemente sobre el conjunto X hacia la funcion (x). Ejemplos. 1. Examinemos una familia de funciones f(x, y) = e~*”, donde 0 < 0, fin seme (PS Tg (de este modo, la variable y es un pardmetro, si se usa la terminologia indicada ante- riormente). Designaremos la funcién limite mediante y(x), 0, si x>0, (39.33) r= {t si x=0. Demostremos que la funcién f(x, y) tiende hacia v(x), cuando y ~ +0, de manera no uniforme. Para esto es suficiente probar que existe tal eg > O.que, cualquiera que sea el entorno U(+ 0), se encontraran x € (0, 1] ey € U (+o) tales que se verifique a desigualdad le“ — (x) > eo. Elijamos ¢9 tal que sea 0 < é9 < 1, yunentor- ‘no arbitrario U (+ 0). Entonces, cualquiera que sea y € {/ (+e), para él se verifica 39.4. Com uniforme sepin el, tro de una familia 2s lime“ = 1, y, por ende, existe tal x€ (0,11 que - le“ = pQ)l = le = O1 > ey De este modo, en el caso dado las condiciones del crterio de Cauchy no se cumplen (véase el teorema 4), ‘Sin embargo, para todo a, 0 Oexiste un nimeron, > Otal que” < ¢ basta ne : tomar cualquier» > —-—); por esto para cualesquiera y > n, y todos los x (a, 1) tendremos le Ol eM cence, Por supuesto, la investigacién de la convergencia uniforme de la familia de fun- ciones en consideracién podria ser ejecutada también aplicando el criterio (39.31). Efectivamente, al emplear la formula (39.33), obtendremos 08, 17 ~ #001 > asypye”™ ppor lo cual la condicién (39.31) no se cumple a ciencia cierta. En cambio, si0 ax? < 6% Si, en este caso, la serie Bg (eget + atege) se convergerd hacia Ay = f(x) — fle!) (véase el p. 38.2), se obtendra la siguiente for- mula ay=s0)- f= YS m (ax ay big ee, - ax, » donde x = (ry... 4%) 9%) — 9 = Ax, = 1, 2,-- 47. De aqui, trasladando £0) al segundo miembro, obtenemos el desarrollo de la funcidn en serie de po- tencias llamada serie de Taylor de la funcién f: Je) = z al ‘x, - x) 24 + (9) 2]. ax, 6, abriendo los corchetes, 1 FO) = YG PIGIM ~ xk, donde k,) es un multindice, ky Ejercicio 7. Desarrbllese en serie de Taylor la funcion ftx, y) = e**¥. § 40. EXTREMOS DE LAS FUNCIONES DE VARIAS VARIABLES 49.1. CONDICIONES NECESARIAS DE UN EXTREMO Los problemas que se estudian en este pirrafo y en algunos otros que siguen Ile- van un cardcter analitico y sus demostraciones no se hacen mAs dificiles al aumentar el niimero de las variables. Es por eso que nuestra intencién es considerar dichos problemas en el caso general n-dimensional, subrayando, si es necesario, sus pe- ‘cualiaridades especificas para los casos den = 2yn = 3. Definici6n 1. Supongamos que la funcién f(x) esté definida en el conjunto X < C RY. El punto x € X se llama punto de maximo estricto (de minimo estricto), si 40.1. Condiciones necesarias de un extremo n existe tal entorno Ue) del punto x que para todo x € Utx) 1 X,x # x, se verifique la desigualdad f(x) < foe)(la desigualdad f(x) > fd) respectiva~ mente). De cate modo, el punto de maximo estricto (de minimo estricto) se caracteriza_ por que Af = fix) — f(x) < 0 (Af > 0), cualquiera que seax € UW) N X,x # # x) (fig. 157). En cambio, si para el punto x! existe un entorno U(x) tal que para todo x € € Ue) 0 X se verifica la condicion f(x) < fee) (Ux) > Fee), entonces x se denomina simplemente punto de maximo (punto de minimo). ‘Definicién 2. Los puntos de méximo y minim (estritos) de una funcién llevan el nombre de puntos de extremo (estricto). ‘Teorema 1. Supongamos que la funcién f(x), x = (Xs X39. « «»Xq) €std definida en cletoentrmo de punto x: dicho punto sun punto de extrem del futon ‘F00) y sien él existe cualquiera de las derivadas “(puede asumir uno de los vlo- aru ret 1,2, seta itima es mula, 22"? = 0, Corolario. Sila funciOn f(x) es derivable en el punto de extremo x, su diferen- cial en este punto es igual a cero, dfx" DEMOSTRACION (del teorema y del corolario). Sea, para concretar, j= 1. Six. = G, .. 210) es el punto de extremo para la funci6n f(x) = fly « «+ X,)+€0- tonces x0 es el punto de extremo para la funcibn f(x,,x0, .. 5 0) de una sola va- Fiabe x (fi. 158), por lo cual sien este punto existe derivada acuerdo con el teorema de Fermat (véase el p. 11.1), ésta es ighal a cero, es decir, AFM _ dfx x, - XP) ax, ax, xian fentonces, de Lo mismo ocurre en el caso de cualquier variable x, J = 2, .. ..n). Sila funcién f(x) es derivable en el punto de extremo x, en este punto existen +2, . «+s, de conformidad con lo demostrado, to- 2 40, Extremos de las funciones de varias variables Fig. 158 das ellas son nulas, por lo cual también Ejemplos. 1. Hallemos los puntos de extremo de la funcién z = x? + y?. En vir- tud de lo demostrado los puntos de extremo se disponen entre aquellos, para los cuales dz = 0. Puesto que dz = 2xdx + 2ydy, la condicion dz = Ose cumple en un nico Panto 0, >. En dicho Punto z = 0, en todos los demas z = x7 + y? > 0. Por esta raz6n (0, 0) es el punto de mi cto par ion z= 2 ost razon Pi 10 estricto para la funcién z = x? + y? 2. Investiguemos los puntos de extremo de la funcién z = x? — y. Procediendo igual que en el caso anterior, encontramos que esta vez también la condicién dz = 0 se cumple en el punto (0, 0) yen dicho punto z = 0. No obstante, aqui tenemos z > > Oparay = Oy todo x # 0, mientras que para x= Oy cualquier y # Ose tiene z < 0. Por esto, el punto (0, 0) no es un punto de extremo y, consecuenitemente, la funcion z = x7 — y*no tiene en general puntos extremos (fig. 160). Fig. 159 Fig. 160 40.2. Condiciones suficientes de un extremo estricto 2» 40.2. CONDICIONES SUFICIENTES DE UN EXTREMO ESTRICTO Recordemos algunas definiciones referentes al Curso del Algebra. Definleion 3. Una forma cuadrética A(x) = AGey.«-%) = Yay X%p Oy = Pon = yi, = 1,2, . Mm, se denomina definida postiva (definida negativa), si A (x)> > OLA) < 0, respectivamente) para cualquier punto x € R", x # 0. ‘Una forma cuadrética, que es definida positiva o definida negativa, leva, ade- ‘mds, el nombre de forma cuadrética de signo definido. Definicion 4. Una forma cuadrética que asume tanto valores positives como ne- ativos se llama ‘de signo indefinido. Lema 1. Sea S una esfera unidad en R": S=(et+...¢d=3, _y supongamos que A(x) es una forma cuadrética de signo definido; entonces inf IAQ! = n> 0. DEMOSTRACION. La funcion A @) ¢s un polinomio de segundo grado respecto de tas variables x,,. . ..X,, Por lo cual A (x) ¥, consecuentemente, también 1 (x)! son continuas en todo el espacio R". De aqui se desprende que la funcién | (x) es con- tinua en el compacto S. Conforme al teorema de Weierstrass, la funcion 14 @)I a canza en $ su cota inferior, es decir, existe tal punto x € S que of inf 1A@)I = 14@I. Por definicién de la forma cuadratica de signo definido, 1A (x)! > 0 para todo punto x € S, quiere decir, en particular, » = 1A@)! > 0.0 Definicién 5. Sea f una funcién derivable en el punto x ¢ R™. Si dfx) = 0, entonces x se llama punto estacionario de la funcién f. Es evidente que el punto x en el que la funcién f es derivable seré estacionario, si, y s6lo si, (40.1) ‘Segin el corolario del teorema 1, el punto de extremo, donde la funcién f es de~ rivable, es estacionrario; lo reciproco, por supuesto, no es cierto en el caso geners ‘no todo punto estacionario, en el que la funcion es derivable, es un punto de extre- ‘mo (véase el ejemplo 2 al final del p. 40.1). ‘Teorema 2 (condiciones suficientes de un extremo estricto). Supongamos que la funcién festd definida y tiene derivadas continuas de segundo orden en cierto entor- ‘no del punto x, Sea x un punto estacionario de la funcién f; en este caso, si la forma cuadrética a0 Leas Aldeyy «dy dy (40.2) 30 §.40. Extremos de las funciones de varias variables _. (es decir, la segunda diferencial de la funcin f en el punto x) es definida positiva (definida negativa), entonces x es el punto de minimo estricto (de méximo estric- to, respectivamente); en cambio, si la forma cuadrdtica (40.2) es indefinida, en el punto x) no hay extremo. DEMOSTRACION. Sea U®, 8) un dyentorno dl punto.x®, estacionaro para la funci6n f, en el cual la funcién f tiene segundas derivadas continuas. Supongamos aque el punto 4 de = + dips. + di) pertenece a dicho entorno. Rigiéndose por la formula de Taylor (véase (39.23)) y tomando en consideracion las condiciones (40.1) referentes al cardcter estacionario de un punto, obtenemos ara se +a) pela 5 OY a an cay’, 2 Danas, donde dx = (dx,,...,dx,), 0? = dx} +... + dehy limes) = 0, 40.3) o bien e Bf de, de, a Sl x wax eb ue eT (dx, ee . ) + sen]. 0.4) 714MG dx, a Elpunto (* *) se dispone en Ia esfera unidad 5 (es desi, en la ° esfera con centro en el origen de coordenadas y radio igual a1), pues (2)? (*) Ste (St ° ° Supongamos que la forma cuadratica (40.2) ¢5 de signo definido. En este caso, de acuerdo con el ema, ipf LAI = m > 0. Eljamos 8,0 < 6 < 8p de un modo ta ue sea 2 le(dx)!

0, y sidefi- nida negativa, entonces Af < 0, cuando x + dx € U , 8). Quiere decir, en el 40.2. Condiciones suficientes de un extremo estricto 31 Fig. 161 primer caso es un punto de minimo estricto yen el caso segundo, un punto de mo extricto ™ ‘Supongamos ahora que la forma cuadratica (40.2 2)es indefinida. Esto significa aque existen dos puntos di” = (dx... » dty) y de"’ = (dx; « « dey) tales que Ad, . dq) > Oy A (EX; s . » dt’) < 0. Bashndonos sobre este hecho no podemos decir de inmediato que el incremento de la funcién af cambia de signo en cualquier entorno del punto x®, Basso au os puntos x + de’ = (x() + 0+ dy) y x9 + dx” 170+ de;") pueden, en genera, incid no pelonecer al dominio de definicon del funcion/ No obstate, leu tado deseado se deduciré de que la forma cuadrética A (dx) conserva invariable un ‘mismo signo 0 igualdad a cero en toda recta que pasa por el punto x de la que esta jentras que el valor A (6) +x # 0, no depende, en cextraido este mismo punto, > ‘general, de la eleccién del punto en dicha recta, Examinemos el punto dx’ = (dxj, . .., de,), ‘Tracemos una semirrecta que tiene su origen en el punto x® y pasa por el punto x + dx. Para cualquier punto X= Op, «+ Xq) de esta semirrecta pongamos drj= x, — x4, i= 1,2, - + M YO= = E dx} En este caso (fig. 161) cosa, i= 1,2, (40.5) ° donde cos a, son cosenos directores de la semirrecta en consideracién. Por esta ra z6n el punto (@ =) (cosa, - + €082,)+ (40.6) ? 2 40. Extremos de las funciones de varias variables dispuesto, evidentemente, en la esfera unidad*? § con centro x, serd el mismo para todos los puntos x de esta semirrecta, es decir, el punto (40.6) no depende de la dis- tancia p entre x yx, Por consguinte l valor dela forma cuadrtic (40.2 en el punto (40.6), es de- ae, *) tampoco depende de p. De aqui, para todo punto (40.6) te- a, dy a( i 3) = Ald yy de) >0- e e &, ° ° tenga lugar [a desigualdad 2le(dx)! 0. Asi pues, en cualquier entor- ro del punto x hay puntos para los cuales Af > 0. Andlogamente, partiendo del valor negativo de la forma cuadrética (40.2) en el punto (dx/’), se demuestra que en todo entorno del punto x" existen puntos, para los cuales Af < 0. Esto es precisamente el indicio de que en el caso que se considera x no es un punto de extremo.0) ‘Cuando el teorema citado se aplica en la practica, surge una pregunta: jcmo se establece, si es definida positiva o definida negativa la forma cuadratica (40.2)? Con este fin puede aprovecharse, por ejemplo, el asi llamado criterio de Sylvester de la definicion positiva de una forma cuadrética el cual se demuestra en el curso de &l- gebra. Este criterio consiste en lo siguiente. Para que una forma cuadrética 1° > 0. Blijamos py > 0 de modo tal que para p

0,) ax, ax a3] > 0... ay ay nn 2 a>, ay On % dy ayy Onn 2 Records qe par lo cons restore erin I gud ona + + + cove = I 40.2. Condiciones suficientes de un extremo estrcto 3 Al observar que la forma cuadrética A(x) es definida negativa cuando, y solo cuando, la forma cuadritica ~A(@) = J (aj) x,x;€8 definida postva, obte- nemos, haciendo uso de las propiedades conocidas del determinante, el siguiente criterio para distingui la definicion negativa. Para que la forma cuadrética (40.7) Sea definida negativa, es necesario ysufiien- te que se verfiquen las desigualdades 411 412+ Fin a M2 413 yy 3+. Bay >O)a,, a2 a3) <0-..,(-1)' ay ay ay <0) 22 4% an >0. 32 ayy at G2 ++ + Gan Enunciemos ahora el teorema 2 para el caso de dos variables, expresando las condi- ciones que se imponen en la forma cuadrética (40.2) de una manera explicita, en tér- minos de las segundas derivadas parciales. Teorema 3, Supongamas que la funcién fx, ») esté definida y tiene derivadas parciales continuas de segundo orden en cerio eniorno del punto (xo, ¥g)s que es un ‘punto estacionario para flx, y), es decir, en este punto Sem fy = 0. (40.8) Briones, sem oI) gga og, (wos) es un punto de extremo estricto, a saber, de méximo estricto, sien este punto See <0 ¥ de minimo estricto, si Sux > 0, Sivenel punto (&,¥) Lacby ~ Bey <9, (40.10) el extremo en él esté ausente. En fin, cuando Facby ~ fy (40.11) en el punto (Xo, vq), puede ocurrir que haya un extremo en ély puede ocurrir que no 1o haya. Efectivamente, si fay # 0 en el punto (xp, ¥e)s la forma cuadrética (40.2) en nuestro caso puede escribirse asi: Ads, dy) = Sexe? + Yuyde dy + fydy? = +) Dela condicion 40.9) provene,evidentemente, que fz, # On el pUnO br, 6429 a §.40, Extremos de las funciones de varias variables. 1 [Waa + Loyd? + Cox Sy — Aye’. (40.12) “Todas las derivadas parciales aqui y en adelante se refieren al punto (Xp, ¥o- "Vemos inmediatamente que si se cumplen las condiciones (40.9), la expresin entre corchetes en la formula (40.12) es positva para dx? + dy? > 0,8 decir, A (dx, dy) es una forma cuadritica definida, a saber, definida positiva cuando f,,>0 y defi nnida negativa, cuando f,, < 0. Por supuesto, dicha deduccion proviene también del criterio de Sylvester. En el primer caso, segin el teorema 2, (xp, Yo) es el punto de minimo estricto y en el segundo, de méximo estricto. Si, ademas, queda cumplida la condicion (40.10), entonces para dy=0, dx # 0 tenemos de (40.12): sign A (dx, 0) SBD fs ¥ PATA = Syn dy = —Syy SE OKIENE SIENA yy, Six) = ~SiBM Say donde s¢ deduce que la forma cuadratica A (dx, dy), es, cumplida a condicién (40.10), indefinida, ‘Asi pues, hemos investigado por completo el caso Sec #9 9 Secby ~ fiy #0 El caso en que Sex =% Syy #9-Y Saxby ~ fy #0 se investiga de modo antlogo, Si, en cambio, f=. = Jyy = 0» pero, como hasta ahora, facfyy — f2, # 0, enton- cos uiestenente 7, £3, porto tanto ent caso se cumple coniion (0.10) yA (dx, dy) = 2, dx dy. Vernos de inmediato que la forma cuadratica A (dx, dy) es jindefinida bajo las suposiciones adoptadas, pues sign A (dx, dy) = —sign A (dx, dy). Por so, con el objeto de obtener los valores de la forma cuadratica de signos: contrarios, basta tomar, al principio, dx y dy de un mismo signo y después, de sig- fos opuestos, Segin el corema 2, yy) no es ene caso dado un punto de extre- mo. Finalmente, e1 as0 fy, = Syy = Sy = 0 n0 es compatible con la suposicién de ue fer fyy ~ Sey # 0. De esie mod, hemos examinado todos los casos posibles, ‘cuando se cumple la desigualdad f,,fyy ~ fry # 0. Para acabar con la demostracion del teorema nos basta mostrar con unos ejemplos que, cuando tiene lugar la correlacion (40.11), puede existir un extremo y puede no existir. El punto (0, 0) para la funci6n z = x2 + 2xy + y®esestacionario y en €l zy, Zyy = yy = 2,9, POF tanto, se cumple la condicién (40.11). Al advertir que = (¢ + yf, vemos que siempre z > 0, con la particularidad de que z = Oen la recta x + y = 0; por ello el punto (0, 0) es un punto de extremo, aunque sea no estricto. Para la funcién z = xy° el punto (0, 0) es también estacionario y en este punto Leg Zyy = Zyy = 0, POF lo cual la condicién (40.11) queda asimismo cumplida. Sin embargo, debido a que la formula, que representa dicha funcién, contiene poten cias impares de las variables x y, la funcién cambia de signo en cualquier entorno de cero, a consecuencia de lo cual, (0, 0) no es un punto de extremo. 41.1. Funciones implicitas dfinidas por una ecuacién 35 40.3. OBSERVACIONES SOBRE LOS EXTREMOS EN LOS CONJUNTOS Sea f una funcion derivable en un conjunto acotado abierto G y continua en la clausuraG de dicho conjunto. Se pide hallar los valores maximo y minimo de la fun- cién f en el conjunto G (de acuerdo con el teorema 3, p. 19.5, estos valores existen). Con este objeto podemos, por ejemplo, hallar todos los puntos estacionarios de la funcién fen G, caleular en éstos los valores de la funcién y escoger, siempre que sea posible (desde el punto de vista tebrico, esto es posible, por ejemplo, cuando el ni- ‘mero de los puntos estacionarios sea finito), aquellos en los que la funcion asume Jos valores méximo y minimo entre todos los valores en los puntos estacionarios. A continuacién, conviene comparar estos valores con los que toma la funcién en la frontera det conjunto abierto G, hallando, por ejemplo (en el caso de poder hacerlo), los valores maximo y minimo de la funcién fen la frontera de la region G. ‘Al comparar los valores maximo y minimo en los puntos estacionarios con los valo- res correspondientes maximo y minimo en la frontera del conjunto G, podemos, evidentemente, hallar el maximo y el minimo buscados de f en G. Cuando G es una regién plana y su frontera esté constituida por una curva defi- rida por cierta representacién x = x(), y = (0, @ < 1 < B, la cuestion sobre la bbisqueda de los valores extremos de la funcién f(x, ») en la frontera de G se reduce ala investigacién del extremo de la funcién de una variable f¢r(), (0), que se rea- liza con ayuda de los métodos ya conocidos. ‘Los métodos que pueden emplearse en el caso multidimensional para buscar puntos extremos en la frontera de una region serdn considerados en el § 43. _Ejercicios. 1. Hallense los extremos de lafunci6n z = x° + 12ay? - 15x ~ 24y. 2, gTendré un extremo la funcién z = x’? ~ 3xy + 2x + y en el punto (1, 1)? 3. Hillense los valores maximo y minimo dela funcion z = x? + y? = 4x ~ 2y + 4en una region cerrada limitada por las lineas x = 4,9 = — 1.x ~ y= 3. 4. Seaa = const > 0, X= [(x,)): IxI < a, y€ R). Hallense todos los extremos de la fun- cinz= At + V6@P= Fos y en X y todos tos valores mbsimos y iminimos de ella en X. 5. La superficie total de un paralelepipedo rectangular es igual a 6, ;Para qué valores de la longitud de sus aristas el volumen del paralelepipedo serd maximo? § 41. FUNCIONES IMPLICITAS 41.1. FUNCIONES IMPLICITAS DEFINIDAS POR UNA ECUACION ‘Aclaremos las condiciones bajo las cuales una ecuacién de varias variables defi- ne una funcién univoca, es decir, define una de dichas variables como funcién de las demés. Empezaremos nt estras consideraciones por el estidio de una ecuacién que contiene dos incognitas Fey) 0. 36 $41. Funciones implicitas Si la funcion de dos variables F(x, y) esta definida en cierto subconjunto A del plano R2,,A C Ri, y si existe tal funciOn de una variable y = f(a), definida en el conjunto B C R, contenido en la proyeccién del conjunto A sobre el eje Ox, que para todo.x e B tenga lugar (x, f2))€ A y sea vlidalaidentidad F(x, fs) = 0, en- tonces f se denomina funcién implicita definida por la ecuacién F(x, y) = 0. Lema. Sea F(x; y) una funcién continua en cierto entorno rectangular UG ¥0) = (yi bx— xl < Ely — yol< a)” del punto (%q.¥4) ¥ supongamos que dicha funcién es, para todo x € (xy ~ &. X + + ©) fii, estrictamente mondtona respecto de yen el intervalo (y ~ 1, ¥o + 1). En este caso, si Fo 90) = 0, existen tales entornos Uti) = (&y ~ 8: Xo + 8), del punto x» y UY) = Y — = € yp + €)del punto yo, que para todo x € Utxa) se tiene una solucién, y sélo una, y-€ UU) dea ecuacion F(x, y) = 0. Esta solucion, que es una funcion de x yse de- Signa por y = f(x), es continua en el punto xo y F060) = Yor De este modo, el lema afirma, en particular, que para las suposiciones asumidas, la funci6n implicita y = f(x), definida por la ecuacion F(x, y) = 0, existe y posee la propiedad de que las igualdades FG) =0 € y= So) son equivalentes a condiciOn de que x € Utd), ¥ € UO). DEMOSTRACION. Por hipotesis del ema, la funcion F¢x, y) es, para todo x € (r9~ = £,%) + B) filo, estrictamente mondtona respecto de la variable y en el intervalo Go ~ 1.¥0 + msn particular, en éste es estrctamente monétona la funcién F xq, _»). Supongamos, para concretar, que es estrictamente creciente. Elijamos arbitra rlamente ¢ > 0, subordinado s6lo a la condicién 0 < < 9. Como la funcion Fx, _») de la variable yes, en el segmento [Yg ~ €, ¥o + ¢], estrictamente reciente y, por hipétesis, Fox, ¥o) = 0, entonces Fly Io~ 9 <0, Foie + 2) > 0. Mas la funcion de dos variables F(x, y) es, conforme a la suposicién, continua enelconjunto abierto Ubi ¥)9 Gye Yo— € Uy YQ) Hey Yo + £) € Uli ¥0)» por lo cual existe tal § > 0,0 < 8 < £, queen el &-entorno del punto (xy, yo — #) 8¢ verifica la desigualdad F(x, ») < 0, y en S-entorno del punto (x, Yp +2), 18 gualdad Fc, ») > 0 (véase el lema 1 en el p. 19.3). En particular, para todo x € (fp— — 8, x9 + 6) (fig. 162) quedan valitas las desigualdades FUYo— <0, Fleyo+ 2) >0. ay ‘En concordancia con las desighaciones aceptadas en este libro, seria més correcto de- notar el entorno del punto (x) mediante U(r, ¥,)) en lugar de Uy). Para simplificar las designaciones, convendremos en omitir el segundo paréntesis. 41.1. Funciones implicitas definidas por una ecuacién 3 Tee TOT yay THE Fig. 162 Pongamos UG) Be - 8x9 + 9, UO) 0p - 8.4 + 2. Dado que, siendo fijado x € U(x,), la funcion F(x, y) de la variable y es continua cen el segmento [yp — & Yo + el, entonces, de la condicién (41.1) se deduce (de acuerdo con el teorema de Cauchy sobre los valores intermedios de una funcién con- tinua, véase el teorema 2 en el p. 6.2) que existe tal y* © U(r) (véase Ia fig. 162) ue Fx, *) = 0. Por ser F(x, y)estrictamente monbiona.en el segmento . ¥y — &, Yo + &] respecto de la variable y, el valor indicado de y* es tinico. ‘De este modo, se ha obtenido una correspondencia univoca (funcién univoca) x= yt xe Ube, y* € Ute) que se designard mediante f: y* = f(x). Por definicion de esta correspondencia, para cualquier x € U(x.) e y* = f(x) te- nemos Fey) =0, re UU con la partcularidad de que el punto y*, que posce dicha propiedad, es ‘nico. He- mos demostrado, pues, la exstencia y unicidad de la funcién buscada f. Lego, por hipdtesis del lema, Fly J) = 0, ¥, comox9€ Utxg)20€ UO0) tonces, debido a la unicidad de la funcion f, tenemos y, = Sx) ‘Al final notemos que ¢ > 0 se ha fijado arbitrariamente a condicién de que ¢< < my que seha encontrado para él tal 8 > 0, que de |x ~ gl < 8 (es decir, de In condicion x € Ute) provenia la inclusion f(x) © Uy), es decir, la desigualdad 7ex) ~ fla)! < e: Esto preisamente significa la continuidad dela funcion fen el punto x Las ‘condiciones suficientes, cSmodas para aplicarlas, de la resolubilidad univoca de la ecuacién F(x, ») = Oen cierto entorno del punto (ry 9), para el cual Flty ¥) = 0; las proporciona el siguiente teorema. ‘Feorema 1. Supongamos que la funcién F(x, y) x continua en cierto entorno del ‘Punto (x99) tiene en dicho entorno una derivada parcial F(x, y) que es continua fen el punto Uy 9). En este c030, si Flay Yd = 0 Fylty I) #0, 38 § 41. Funciones implicitas existen tales entornos Ue.) y Ue) de las puntos respectivas x, € Yq» que para todo xe U(x, se tlene una y slo una, solucidn y = f(x) € U(),) dela ecuacién F(x, y) = Esta solucidn es continua en todo punto de UG) € Yo = Sx). ‘Sisuponemos complementariamente que la funcién F tiene en cierto entorno del ‘punto (Xo, ¥q) una derivada parcial F(x, y), continua en el punto (ry, ¥o) entonces 1a funcion f(x) tendré también en el punto x, una derivada y para ésta queda vélida 1a formula _Filio.¥0 FG 90 DEMOSTRACION. Debido a que la funcién F(x, ») ¢s continua en cierto entorno del punto (xo, ¥o)y€s también continua en el mismo punto la derivada parcial F, (x, y), existe un entorno: U9) = (Nile xq 1). Demostremos que en tal caso tendré lugar tambiém para m ecuaciones. Mostremos primero que cada una de las ecuaciones (41.8), la iltima, por ejemplo, Ym Fy 2X yee *°) BI sistema de funciones f,(x,,-- 1x), k= 1, 2, -- -, m, viene designado con un simbolo f(x), puesto que define una correspondencia determinada: alos puntos de cierto con- junto del espacio Rel sistema indicado les pone en correspondencia los puntos determinados del espacio R™ 0, cémo suele decise, aplica el conjunto mencionado del espacio Ren el espa- cio Rt Fa §.41, Funciones impltctas puede ser resuelta en el entorno del punto (x, 4 por lo menos respecto de una variable. En efecto, por hipétesis del teorema, en el punto (x, ¥) a aR, OE ye Fy) |” Wm me af eerrerecenes | a 0, 80pm) Fy Fy 1” Wm y, por ende, en dicho punto por lo menos un elemento en la ditima fila del jaco- bbiano es distinto de cero. Supongamos, para concretar, que este elemento ser el il timo: OF, FO) 4g, Ym De aqui, en virtud del teorema 1° del p. 41.1, se desprende que la ecuacién F(x, 9) = Opuede ser resuelta respecto de ¥,,€n cierto entomo del punto (x ¥,)- Daremios una definicion ms exacta de esta idea. Designemos mediante Uel entorno del punto (x, ¥, en el que las funciones F, i= 1, 2,. . .» m, son continuamente derivables y pongamos y=(, .. «Jj Entonces, existen un entomno rectangu- lar U"*"=" del punto (2,7) = 2 YP, YD) 41.9) y un entorno U! del punto y{® tales que U"*"-!x U!'C U,y setiene la dnica funcién In = 2. nk Dye Imad 41.10 que esta definida en U"*"™! y que satisface las siguientes condiciones: FG ek ee Im DELI, entonces POI) = OO. 6 Xp Pare Fm EU (41.11) Fig Kyo os Xp Pyro maar OY) = 0. (41.12) ‘Ademés, de acuerdo con el mismo teorema 1°, la funcién g(x, ») ¢s continuamente derivable en U"*"=! y . 2, yO) = yO). (41.13) En este caso, si (x,y) € U"t"— ey, € U', entonces el sistema (41.8) ¢s equivalente al sistema FG =0, F= 12-41, Ig = OO). (1.14) Sustituyamos en las primeras m — 1 ecuaciones del sistema (41.14) la expresion (41.10). Al introducir las designaciones 41.3. Funciones implicitas dfinidas por un sistema a Byes oe ye Yao Imad) = Fy 6 Xe VisSim Xp eID) 12..agm— 1. @LI5) ‘obtendremos, en este caso, el siguiente sistema de m ~ 1 ecuaciones con m +n — 1 incbgnitas: 41.169 By Os os oe Xm Ie so Ym ‘Ademés, para (x,y) € U"*"™!, y,, € U! el sistema de ecuaciones FON=0, FHL. .ym— 1, a (41.1 Ym = 8) Guin es equivalente al sistema (41.14). Mostremos que el sistema (41.16) saisface las condiciones que se diferencian de las que son satisfechas por el sistema (41.8), s6lo en que m — 1 se ha sustituido por ‘m. En efecto, las funciones#,,k = 1,2, .. ..m — 1, son continuamente derivables, en el entorno U"*"-" como composicién de las funciones continuamente deri- vables. De las condiciones F(x, y' 0,i = 1,2,.. .,m,y (41.15), (41.13) pro- viene que 0, y) = 0,k = 1,2,....m— 1. Demostremos que en el punto (x, y') (véase (41.9)) ae, 800+ = Imad Indiquemos previamente que de (41.10) y (41.15) se deduce que 2) OF, OF ae . 41.18) We Wm y de (41.12), que oF, OF y 8 Sm ym 0, k= 12.0 umal (41.19) Om Oe s a ae 4, 1, deo cual, como se sabe, y cl valor del determinante no cambiar4. Por es0, utilizando (41.18) y (41.19) y de- sarrollando el determinante obtenido por los elementos de la iltima fila, obtenemos a Ahora, en el determinante. stkima columna multiplicada por = 8 §.41. Funciones implictas 0,» 20,5) Fy X,Y) Ab), - . 2%, Wm De Inn | 6,7 y coro el primer miembro de la igualdad es segundo miembro, de donde into de cero, seré no nulo también el 8G, Bd so lo BO BO + Fmd | v2.7 En vista de que las condiciones, analogas alas condiciones para las funciones F,, i= 1,2,.. «4m, se cumplen para las funciones #,, i = 1, 2,...,m—I,y, de acuerdo con la suposicién sobre la induccién, el sistema de ecuaciones (41.16) es ‘univocamente resoluble respecto de las variables,y,,.. .. Ym en certo entorno del punto (, , Con més precision, sea U"**~ "un entorno rectangular del punto @®, ¥) obtenido como resultado de la resolucion de la ecuacién F,, = O respecto de la variable pq, Desarrollémosto en un producto de los entornos rectangulares U, yUzdelos puntos = 2, . ..xe,1 = OP, . respectivos Rey RF~! (aqui y ‘ces, existen un entorno U, C yl inico sistema de funciones V1 = AW) = Sie Xa (41.20) Im=1 = Sn 0) = S18 as ‘ue estén definidas en el conjunto U, y que satisfacen las siguientes condiciones: si xe Uz, se tiene 41.3. Funciones implicitas deftnidas por un sistema 8 GAD «+ Se 1 Uy 2 yen U, las funciones (41.20) son continuamente derivables y satisfacen el sistema de ecuaciones (41.16): By os Xqp SAGs «Sm 100) = 0, LQ. nm— 1. (41.22) Es importante notar que en virtud de la unicidad de la solucién (41.20) del siste- ma (41.16) para x € U,, 7 € UF € Yq € U!, el sistema de ecuaciones, Ye = Ie k= AQ. m= Ay 1.23) Ym = 8) es equivalente al sistema (41.17). Sustituyendo las expresiones (41.20) en (41.10), obtendremos una funcién dex, definida en U,; designémosia con fy Yin = Cy = SiO Lint) = Sn Sefialemos que el sistema de funciones MACs kde (véanse (41.20) y (41.24)) es precisamente el sistema buscado de funciones que satis- face las exigencias enunciadas en el teorema. En efecto, sea U, = Uz x U!; enton- ces six € U,, de conformidad con (41.21) y @LID,SO) = GyWs- - sf GE Uy \ De (15), (41-22), (4.24) y (41.12) se deduce que Fr, /(0) = 0,1= 1,2... mh para cualquier x € U,, Debido al teorema 1” y la suposicién de inducci6n, las fun- ciones (41.10) y (41.20) y, por lo tanto, la funcién (41.24), son continuamente deri- vables. ‘Hemos demostrado de este modo que la aplicacién f(x), definida por las fun- ciones (41.25), es una solucién continuamente derivable del sistema de ecuaciones (41.8) en el conjunto U,, y si en este caso, x € U,, entonces y = f(x) € U,. Observe- mos, ademas, que si x € U;, el sistema (41.25) es equivalente ai sistema (41.23). Resta demostrar la unicidad de la solucién del sistema de ecuaciones (41.8). Con | ‘este fin representemos en forma del esquema que sigue los pasos (realizados en el ‘transcurso de la demostracidn) de unos sistemas de ecuaciones a los otros, equiva- | lentes alos primeros, es deci, a aquellos que tienen exactamente ls misma solu- clones: FG) = 0, P= 1,2... Xn) = Sn) (41.24) 2 2p amy (41.28) 2). ym = Ly * FI) FOF 0M F=NB--am—1y 8,9) = 0, F= 120.41, Yn = PRY ¢ Y= Ler F= 1,2, 46429 50 §.41. Funciones implicitas Ym = 002) * i= Fide Las flechas dobles_significan la equivalencia de los sistemas de ecuaciones en consideracién, la cual en todo caso tiene lugar para x € U,,y € U,. De esta equiva lencia deriva precisamente la unicidad de la solucién (41.25) del sistema (41.8) en los fentornos que se consideran, de lo cual, segin se ha observado anteriormente, en vi tud dela condicion Fi, y) = 0,i= 1, 2, . . .»m, se deduce que fe = y.0 El teorema demostrado sobre las funciones implictas es uno de los mas impor- tantes teoremas del andlisis matematico y tiene toda una serie de aplicaciones en di- ferentes apartados de éste. Con algunas de ellas nos encontraremos en los capitulos ulteriores de nuestro curso. El teorema citado es un “teorema puro de existencia’ tanto su enunciado, como la demostracién aducida no dan origen, en el caso gene- ral, a un método concreto de resolucién del sistema (41.8). Por ejemplo, si todas las, Fy, k = 1,2, ..™m, enel sistema citado de ecuaciones son funciones elementales, tentonces,siguiendo el esquema de la demostracin del teorema, no tendremos éxit fen “*hallar (se trata de un caso general) en la forma explicita” todas aquellas fun- cones cuya existencia se ha utilizado en la demostracién mencionada, y obtener una solucin del sistema que tenga también la forma de las funciones elementales. Real- mente, en este caso la soluci6n del sistema de ecuaciones (41.8), la que existe en vir- tud del teorema citado, noes, en elcaso general, una lista de las funciones elemen- tales (si incluso dicho sistema consta de una sola ecuacion). ‘Naturalmente, silas funciones F, son elementales y, por consiguiente, vienen de~ finidas mediante ciertas formulas, la soluciOn del sistema (41.8) puede hallarse con ‘cualquier grado de exactitud, es decir, en principio, las tablas de los valores de estas soluciones pueden ser compuestas con cualquier grado de exactitud. En realidad, sin embargo, la exactitud, con la que se calculan las soluciones, se determina, desde luego, por el objetivo concreto, en aras del cual se resuelve el sistema en consider «ion. El propio teorema 2en este caso nos da una certeza objetiva de que, al realizar correctamente los célculos correspondientes,calculamos, de hecho, la solucién bus- cada del sistema. No nos detendremos en los métodos numéricos que se emplean pa- ra solucionar los sistemas de ecuaciones; solo algunas de las cuestiones de la resolu ‘cion numérica de las ecuaciones se consideran en ““Complemento” al final de este tomo. TIndiquemos como una circunstancia esencial que el teorema 2, al igual que todos los teoremas de este tipo, proporciona métodos cualitativos, en el caso dado, para estudiar las propiedades de las soluciones del sistema de ecuaciones. Resulta interesante notar que las derivadas parciales de la solucién del sistema resan con facilidad, si se cumplen las condiciones del teorema 2, en for- través de las derivadas parciales de las funciones Fy, k = 1,2, - Sm) = PCL Os + 12,2... igualdades (41.8) respecto de x;, considerdndolas identidades segin x, decir, sustituyendo en elas sus Soluciones y; = yj (ty, «+» %qheJ = ly este caso obtendremos 9 Xn &S sm En 41.3. Punciones implicitas definidas por un sistema 31 yy My ‘x, ‘ay, ax, 12cm os ste sistema de ecuaiones,inealesrespeto de, en virtud de que su determinan- te en el punto considerado es distnto de cero: ! Fp «os Fp) Bins Fo) 4, 30.000 I_) tiene una solucién, y s6lo una, la cual puede hallarse, por ejemplo, segiin la regla de Cramer*, ‘Si es preciso hallar todas las derivadas Deen FSA e ey conviene calcular las diferenciales de ambos miembros de las identidades menciona- das arriba (41.8). Haciendo uso de la invariacién de la forma de la primera diferen- cial respecto de la eleccién de las variables, obtendremos “oF, oF, ay k dy, =0, k= . y mat y Bs Re NR am = : . Fy. +f, a sta dela imma condcon 97" 4 0, te site de as euaione, lineales respecto de dy,,... .» d)jq tiene una solucién y éstaes‘inica. Sila hallamos, gheoefcene de de a expreston para dy srk prciaments la dervada parcial a, Los dos métodos son aplicables también para el célculo de las derivadas de Orde- nes superiores de las funciones y,(xy,. . .»X,) que son soluciones del sistema de las cecuaciones (41.8) (por ejemplo, Bajo el supuesto de que todas las funciones F, k = = 1,2, + my tienen derivadas continuas de érdenes correspondientes). Aplicando el método de diferenciales, se debe recordar, por supuesto, que las diferenciales de or- dden superior al primero, si se expresan en términos de las diferenciales de las fun- ciones, son mAs complejas, en lo que se refiere a su expresin, en comparacién con cl caso cuando ellas se expresan s6lo en términos de las diferenciales de las variables independientes (véase el p. 21.2). ‘Las derivadas de rdenes superiores de las funciones y;(x, . . «.X,) pueden ob- tenerse también, por derivacién sucesiva, a partir de las expresiones para las prime- 9G. Cramer (1704 — 1752), matematico suizo. 2 §.41. Funciones implictas a cs devas) gina ein rl Carbs tena ‘ecuaciones citado anteriormente OF, “OF, 8 a Fey oo, kao, % ay, Bx, cen forma de una razbn entre dos determinantes. Dicharazén puede dervarsetantas weces cuantas veces son dervables ls funciones F, k = 1, ....m. En este caso, si todas las derivadas de las funciones F,, k = 1... m, de orden hasta r inclusive son continuas, lo serdn también todes las derivadas parciales de las funciones Ops kped = ty um, de orden hasta el mismo r ‘Un coajunto (lamado también a menudo una case) de todas las funciones que son r veces continuamente derivabes en la regin G se denota con C*(G). De este modo" sic adiionalmente alas condiciones del terema 2, F, € C’W), ‘m, donde Ues un cierto entorno del punto (x, y), las soluciones y; = yx 12) del sistema de ecuaciones (47) pertenece también ala clase C*(U,)en cierto en- térmo U, del punto x®, Ejetcicios. 5. ajo qué condiciones impuestas sobre Jy g, la ecuacién y = afte) + #12) define, en certo entorno U del punto (x) Ia funcion z(x,9) © C2(U)? Dembesrese que, cumplidas estas condiciones, para cualesquera (x, ») € U Bh eihy + Hy =O 6, Sea dado un sistema de ecuaciones wo) = - SOP +O O) = ¥~F0. Hillense las condiciones, impuestas sobre la funcion f, para las cuales est sistema define en Gertgentorno U dl punto 3) as funcones w = ux, y),¥ = v(x, ») dela case CU). Demieatese queen este cto, = w en todo punto de U. 41.4, APLICACIONES En este punto se estudiarin las aplicaciones f: X ~ R™, X C R", es decir, aplica- ciones de tl indole que a todo punto x = (x), .»,X,) del conjunto X, dispuesto en clespacio puntual aritmético n-dimensional R* (véase el p. 18.1), le ponen en corres pondencia el punto y = (7), . «» Jn) del espacio puntual aritmético m-dimensional RM De este modo, fs (Xp «= 4X) — Or » Js Cy « «+ %q) €X. Obviamente, la definicién de tl aplicacin Fes equivalente a in definicion de m funciones /;:X —~ = Riales que sea fix yp J = 1 GO = Lev se denominan funciones coordenadas de la aplicacién J ¥ se escribe fe Sm) ‘Alas aplicaciones que se consideran se generaliza el concepto de continuidad. 414, Aplicaciones 3 Definicién 3. Una aplicacién f: X — R™, XC R", se denomina continua en el punto xe X, si para cualquier entorno V(y) del punto y® = f(x) existe tal en- tomo Ute del punto x® que HUEY AX CVO. Por cuanto en todo entorno de un punto*) se contiene su entorno esférico, dicha definicin es equivalente a la siguiente. ‘Una aplicacion f: X ~ R™, X CR", se denomina continua en el punto x e X, i para cualquier e-entorno dei punto y®) = fe existe tal -entorno del punto x® ae HUE, 5) 1X) c UY, €). Esto, a su vez, puede ser parafraseado, con ayuda de las desigualdades, de la ma- nera siguiente. ‘Una aplicacién f: X — R", X CR", se denomina continua en el punto x e X, si para cualquier ¢ > Oexiste fal 8 > 0 que para todos los puntos x « X, que satisfa- cen la condicién p(x, x) < 3, se cumple la desigualdad FG), FO) < e. La definicién de continuidad puede enunciarse tambien en términos de las suce- siones. Definieton 3°. Una aplicaci6n f: X ~ R", X CR", se denomina continua en el punto x e X si para cualquier sucesion x ¢ X,k =1,2,.. .,tal que jim x” = = 2, tiene lugar . Him FO") = $00). ‘La equivalencia de estas dos definiciones se demuestra por analogia con la de- mostracién de la equivalencia de las definiciones del limite de funciones segiin Cauchy y segiin Heine. Demos a conocer esta demostracion. ‘Supongamos que la aplicacién f es continua en el punto x en el sentido de la definicién 3, xX, k= 1,2... 49 Jim x” = x0. (41.27) Prefijemos ¢ > 0. Para ¢ existe un 5 > Otal que si xe X, p(x,x) < 6, se verificala desigualdad p(f(x), 64%) < 2. En virtud de la condicion (41.27), existe tal nimero kp que para cualesquiera k > > kotenemos x" e U(X, 5) y, por consiguiente, (f(x), 4) < &. Esto preci- samente significa que jim fox) = fo‘), ‘Supongamos ahora que la aplicacién f es continua en el punto x en el sentido dela definicion 3” y que las condiciones de la definicién 3 no estan cumplidas, es de- cir, existe tal éy > 0, que para cualquier 8 > Oexiste un x, € Ue, 8) 9 X, paral * Recordemos que se llama entorno de un punto cualquier conjunco abierto que contiene dicho punto (véase la definicion 14 en el p. 18.2) sa § 41. Funciones implicitas cual p(/(x,), S) > eo. Tomando sucesivamente 5 = — ,k = 1,2,. . ., yponien- do, para abreviar, x“) = x,,,, obtenemos x) ¢ v1) 1 X, es decir, » x, r 9) < {Por consiguiente, jim x4 = x yx eX; sin embargo, "), fee)> 2 £0, de este modo, la sucesion (f(x*)] no tiene el punto f(x) en calidad de su limite. La contradiccién obtenida demuestra la afirmacién enunciada. O ‘Lema 1. La aplicacién f = (fy... fy): X = R".X CR", es continua en el unto x cuando, y s6lo cuando, en dicho punto son continuas todas las funciones coordenadas fy, . «5 Sy. DEMOSTRACION DE IA NECESIDAD. Supongamos que la aplicacién J es continua enel punto oe X, ¥ = (A, . . ., ¥) FG, De acuerdo con la definicién 3, para todo entorno V(4) del punto ¥, en particular, para cada uno de sus entor- nos eibicos (véase el p. 18.1) PY, 2) = ly, -— ¥ < B existe tal entorno U(#) del punto x que SUG) NX) c PO, 2). Por consiguiente, para todo x € U(x) 1 X se verifican las desigualdades Ife) — YP 1 que el en- torno e-cibico P(Y, e) del punto y® esta contenido en VY), PY, &) C VOM, Por ser continua cada una de las funciones f= 1, 2, . . ., m, en el punto x cexisten tales entornos U; = Ut!) que para x € U; M X se verifica la desigualdad U4) - Yl > 1 (estos puntos forman el exterior de una elipse), son conjuntos abiertos. 56 4.41. Funciones implicitas En general, sif: R”—R es una funcion continua en R", para cualquier nimero a € € R los conjuntos {x:fx) < a, x € R"} y (e:flx) > a, x € RM} son conjuntos abiertos, siendo preimAgenes de los conjuntos abiertos (— 2°, a) y (a, +2). EX teorema de Weierstrass en el cual se demuestra que las funciones continuas en tun compacto son acotadas y pueden alcanzar sus cotas inferior y exterior se extiende también al caso de las aplicaciones continuas. Con més precisin, resulta valida la siguiente afirmacién. Lema 3. Seaf:.A— R", AC R" una aplicacién continua de un compacto A en el espacio R™. El conjunto f(A) es también un compacto en este caso. En la forma més breve: la preimagen continua de un compacto es un compacto. DEMOSTRACION. Sea y € f(A) una sucesiOn arbitraria de los puntos pertene- cientes a f(4). Por definicién de la preimagen de un conjunto para la aplicacién da, existe tal punto x € A, que Sx) = y, cualquiera que sea k = 1,2, .... ‘Como A es un compacto, de la sucesién (x) se puede separar una subsucesién con- vergente fx} cuyo limite x" pertenece al compacto A: limx4) = xe A, Por ser la funcién f continua en el punto x, tenemos. im fox) = fee, es decir, lim y*) = fo’) € f(A). De este modo, de toda sucesién de puntos, pertenecientes al conjunto f(A), se puede separar una sucesién convergente cuyo limite pertenece a dicho conjunto. Es- to precisamente significa que /(A) es un compacto. OBSERVACION. Del lema 3 s¢ infiere el teorema demostrado anteriormente de que ‘una funcién real continua en un compacto alcanza sus cotas inferior y exterior (véa- se el p. 19.5) En efecto, de conformidad con el lema 3, el conjunto de valores de tal funcién es un compacto en una recta numérica, mientras que todo compacto tiene en una recta némerica los puntos finitos maximal y minimal. Esto proviene de que un compacto es un conjunto acotado y, por ende, tiene la cota superior (infe- ror) finita la cual, en virtud de su definicion, es un punto adherente del conjunto. Ya que el compacto esté cerrado, el punto pertenece a 4l y es, evidentemente, su unto maximal (minimal), La nocién de continuidad uniforme se generaliza también para el caso de las aplicaciones. Definieion 4, La aplicaci6n f del conjunto X C Rten el espacio Rise lama uni- formemente continua, si para cualquier e > 0 exisie tal 5 = &(¢) > 0, que para ‘cualesquiera puntos x’ e X y x"’ e X, que satisfacen la condicion p(x" ,x" < 8, se verifica la desigualdad pif x), fe") < Para Ins aplicaciones es licita también una afirmacién andloga al teorema de Cantor (véase el p. 19.6) para las funciones continuas. ‘Lema 4. Una eplicacién continua de un compacto es uniformemente continua. DEMOSTRACION. Hagamos uso del mismo método que se aplic6 al demostrar el teorema de Cantor sobre la continuidad uniforme de las funciones reales continuas ‘en un compacto (véase el teorema 5 en el p. 19.6). ‘Admitamos que existe una aplicacién f: A — R",A C R®, continua en el com- ‘pacto A, pero de manera no uniforme. En este caso existe tal é, > O que para cual- ‘quier 8 > Oexisten unos puntos x; € A yx;" € A, parallos cuales tienen lugar las de- sigualdades 41.4, Aplicaciones 0 PO XD & 1 Sead = 7x XE ig, k= 1,2,.... Como A es un com- pacto, de la sucesion (x'“"} se puede separar una subsucesion convergente (x *.)} cuyo limite x estd contenido enel conjunto A: lim x) = x € A, En es- te caso de PED, AM) < ple HD, xD + pix Hd, XM < z + px, x) — 0, Vee cuando s — o», se deduce que la subsucesién fx} de la segunda sucesion (x'"* también converge hacia el punto x, ‘Cabe sefialar ahora que de la continuidad de Ia aplicacién fen el punto x se desprende que in fx) = im for") = foe, y puesto que Fee HP), Fo) < we), FE) + Fe, Sex") — 0, paras — 2, entonces, lim pf’), fox#) = 0. Esto contradice la condicién PUL), foe") B eg O Con ayuda de las propiedades demostradas de las aplicaciones continuas se puede obtener una propiedad de las regiones (es decir, de los conjuntos abiertos li- realmente conexos, véase el p. 18.2) que seré itil en lo que sigue. Enunciemos dicha propiedad también en forma de un lema. Lema 5. Un conjunto abierto constituye una regién cuando, y sblo cuando, sus dos puntos cualesquiera pueden ser unidos mediante una linea quebrada Integramente dispuesta en el conjunto. DEMOSTRACION. La suficiencia de la condicién enunciada no requiere demostra- cién. En efecto, si en cierto conjunto abierto G CR" cualesquiera dos puntos pueden unirse mediante cierta quebrada, integramente dispuesta en el conjunto, en- ‘tonces, puesto que toda quebrada es una curva (véase el p. 16.5), cualesquiera dos puntos del conjunto G resultan unidos en él por una curva lo que testimonia, segin 1a definici6n (véase la defincién 25 en el p. 18.2), que el conjunto abierto G es lineal- ‘mente conexo, es decir, es una regi6n (véase la definicién 26 en el mismo punto). ‘Demostremos la necesidad de las condiciones del lema. Sea G una region del es- pacio R", Examinemos los puntos x € Gey € G. Por definicién de la regién, existe tuna curva y = (r(0), @ < #< b}, que une en Glos puntos x e y, es decir, r(a) 100) = yy r() eG, a < t < b. La curva y representa en si Ia imagen continua del segmento (2, b] que es un compacto y, por lo tanto (véase el lema 3), la curva tam- biéa es un compacto. Por cuanto el compacto 7 y el conjunto cerrado R"\ G no se intersecan, la distancia entre ellos es superior a cero (véase el lema 7 en el p. 18.2). Por consiguiente, existe un ndimero 9 > Otal que p(y, R"\G) > 1. 8 § 41. Funciones implicitas La aplicacion r(), a < ¢ < b, del segmento (a, b], siendo continua, es también uniformemente continua (véase el lema 4). Por esto existe tal 5 > 0, que para cuales- quiera dos puntos ¢’ ¢ {a, b]y te [a,b], que satisfacen la condicion If°"— "1 < < 6, se verifica la desigualdad pert), rN RM X C RY se llama biuntvoca o bien inyeccin si a los puntos diferentes del conjuinto X les Correspon- den en esta aplicacién distintos puntos. En este caso suele decirse también ue el conjunto se aplica biunivocamente mediante dicha aplicaci6n sobre el con- junto f(X), es decir, f: X — (00 es una biyeccién. Cumplida esta condicién, en el conjunto f(X) existe una aplicacién inversa univoca (una funcion inversa) =! (») = =x, donde x es tal que f(x) Por ello, f~! [f(0)] = x, es decir, ésta es una aplica- ‘cidn idéntica (se denomina aplicacién idéntica del conjunto X aquella que a todo punto x € X le pone en correspondencia el mismo punto). Definicién 8. Si la aplicacién f del conjunto XC RM en el espacio RM es biuntvoca y continua sobre X y una aplicacién inversa f~ es continua sobre fX0), entonces fse lama aplicacién homeomorfa 0 homeomorfismo, y el conjunto ftX), imagen homeomorfa del conjunto X, o bien, que es lo mismo, un conjunto home- ‘omorfo respecto del conjunto X. Obviamente, si fes un homeomorfismo del conjunto X, f~" es el homeomorfis- ‘mo del conjunto f(x). ‘Cuando se realiza la aplicacion homeomorfa de un conjunto abierto sobre otro conjunto abierto, las imagenes de los subconjuntos abiertos son también abiertas. En efecto, si f es una aplicacion homeomorfa del conjunto abierto G sobre otro conjunto abierto I’, Ves un subconjunto abierto del conjunto G, W = f(V), enton- 41:4. Aplicaciones 39 ces V = f~' (W), es decir, Ves una imagen del conjunto W, al realizarse la aplica- ci6n continua f~ ' del conjunto abierto I’, y, por consiguiente, W es una preimagen del conjunto abierto Ven esta aplicacién. Por ello, de acuerdo con el lema 2, el con- junto W es abierto. ‘Consideraremos ahora la composicién de las aplicaciones continuas. ‘Lema 6. Sea f: X ~ R™,X C R",g: D — R*, D > f(X). Sila aplicacion f es con- tinua en el punto x © X, y g es continua en el punto fC), entonces la composi- cién g°f es también continua en el punto x). La demostracién de dicha afirmacién puede realizarse por un método andlogo al ‘empleado en la demostracion del teorema 6, p. 5.16 y del teorema 2, p. 19.5. Este d- timo método se basa en la definicién de la continuidad en términos de los entornos. Con el fin de evitar la repiticion, esta vez demostraremos ¢l lea, partiendo de la definicién de continuidad en términos de las sucesiones. Sea eX, k= 1,2,..-r¥ fim x = x. En este caso f(e™) € D y, por ser continua la aplicacién f en el punio x, tenemos Jim fo) = fo), (41.29) En vista de que la aplicacién g es continua en el punto f(x), para cualquier suce- sion ye D, k= 1,2,. +.» fim y= foe) tiene ugar jim gO) = gfe). En particular, debido a (41.29), para y¥ = f(x"), se tiene Him ge) = 8Fe). Esto precisamente implica la continuidad de la composicin g of en el punto x. 0 Ejercico 7. Demuéstrese que la aplicacién biunivoca continua de un compacto del espacio en certo espacio R es un homeomorfismo. ‘Como conctusion determinemos qué se entender& por imagen de una curva, para una aplicacién continua dada, y demostremos el lema sobre las imAgenes continuas de los conjuntos linealmente conexos. ‘Sea f una aplicacion continua del conjunto X C Ren elespacio Ryy una cur- va dispuesta tntegramente en el conjunto X, es decir, se ha dado una clase de las apli- ‘caciones equivalentes de segmentos en el conjunto X (véase el § 16). Sea xO), acts, una de las representaciones dela curva Una curvaenel espacio R'feuya represen tacion esta aplicacion pa}, a <1 R” y gi X= R™,X C R", son derivables en el punto x € X, entonces para cualesquiera ‘niimeros \ u la combinacién lineal Nf + ug seré también derivable en el puntoxy Day + pglt) = NDf2) + uD,O0. DEMOSTRACION. Debido a la derivabilidad de las aplicaciones f y g en el punto x, tenemos (véase (41.49)): Soe + h) = fle) + Déayh) + of), h-0 Ge + A) = Ble) + D{GXH) + 0H), = 05 de aqui OG +A) + wale + A) = = YQ) + abo + AD /a) + AD{GOIH) + of8), = 0. Como ADAx) + 4Dy(x) €s una aplicacién lineal (véase el p. 41.6), entonces, de con- formidad'con la deftniciOn 8, la aplicaciOn lineal XDj{x) + D,(e) ¢s la diferencial de la aplicacién \f + ng. 0 ‘Teorema 5. Supongamos que X C R",D C R™,f: X — D,g: D = R¥, con la ‘particularidad de que la aplicacién f es derivable en el punto x € X y g, en el punto £(). En este caso la composicién g 0 f es derivable en el punto x y su diferencial en el mismo es igual a la composicién de diferenciales de las aplicaciones f y Dy, s@0) = DiS) 9 Dye). 41.53) Corolarto. Cumplidas las condiciones del teorema, la derivada de la composi cién de aplicaciones es igual al producto de las derivadas: Gof) @ = BUS. (41.54) ‘Como se ve de las formulas aducidas, gracias a la cleccién adecuada de las defi niciones y anotaciones, en las formulaciones de los teoremas tiene lugar la analogia completa con el caso unidimensional. DEMOSTRACION. Por ser derivable la aplicacién f, tenemos efile +h) = Be + WN) = BG) + DAxVh) + of), b= 0. (41.55) nD § 41, Funciones impllcitas De este modo, el argumento dela funcion g en el punto y = f(x) ha recibido un ineremento k = Dfarh) + off). (41.56) Por elo, de (41.58) tenemos en vrtud de que la funcién g es derivable: @ofhx + h) = ay + k) = 80) + DONA) + of), k-0. (41.57) Dado que (véase la desigualdad (41.42). 1D) I< ID, Ih, (41.58) donde la norma LD, (x) del operador lineal D(x) es un nimero no negativo, enton- ces para la funcion k = k(h), definida por la igualdad (41.56), obtendremos time =0. (41.59) Més ain, resulta juste Ia estimacion kl < WD/G)EIAI + Lol, k= 0, y como, para h suficientemente pequefios, tiene lugar Ja desigualdad |o(h)! < lal, para h de este género es licita también la ‘estimacién lel < UD go + IA. (41.60) Luego, de la definicion de 0(k) (véase (41.47)) se desprende que existe una fun- cién e(f) tal que imc) = 0 Len y lo(k)l = e(k) Ik! Por esta razbn, en virtud de (41.60), para h mencionados sufi- ‘ientemente pequefios, se verifica la desigualdad Lol)! = e(k) Ik < ek UDAx)N + 1) IAL. (41.62) Por cuanto de (41.59) y (41.61) se infiere que im e(k guiente, se tiene, por consi- GUD) + I) IAL = 0h) para A entonces de (41.62) tenemos 1o(k)! < o(h), h ~ 0, de donde o(k) = o(h) para h = 0. Esto significa que la formula (41.57) puede escribirse en la forma Gof + A) = BY) + DONA) + fF), b= 0, 41.63) donde k se determina por la formula (41.56). ‘Consideremos ahora el sumando medio en el segundo miembro de la igualdad (41.63). Puesto que la aplicacién D,(y) es lineal, tenemos D,OXk) = D,OXD/aXA) + ofh)) = = D,OXD/aHh)) + D,O0H), b= 0. (41.64) Debido a la desigualdad (41.42), tendremos 1D,0)0(h)| < 1D,()1 1o(A)|, por lo cual 41.2. Aplicaciones derivables n D,Q)o(h) = oh), h por consiguiente, de (41.64) obtendremos: D,WNR) = DAD fal) + (8) = (Dy) © DfxIMh) + ofh), = 0. Sustituyendo la expresién obtenida para D,() en (41.63) y tomando en considera cion que y = f(x), tendremos en definitiva oe +) = BG) + DL) © DADA) + O1h), = 0. ‘Como la composicién de operadores lineales es un operador lineal, entonces, por la unicidad de la diferencial, el operador D,(f(x)) ° Dx) es la diferencial de la composicion f © g, es decir, la formula (41.53) queda demostrada, ‘La formula (41.54) se deduce de ésta en seguida, puesto que en la composicion de los operadores lineales sus matrices se multiplican. C) Teorema 6, La aplicacion f = (fj -~ »S ny): X — R".X CR", es derivable en el punto x € X, si, y s6lo $i, todas las funciones coordenadas suyas f;: X ~ R, i = 1,2, ». «m, son derivables en dicho punto. En este caso las elementos ay de la matria de la diferencial Djx) son derivadas parciales correspondientes de las fun- ciones coordenadas: ays UO ay En otras palabras, la derivada f(x) es la matriz de Jacobi del sistema de funcio- nes f; (véase la definicion 2 del p. 41.3), Fe) Fe) 42, Jahr r= 41.65), An) Amb) a. oe y se llama también matriz de Jacobi de la aplicacin f en el punto x. DEMOSTRACION 1. Las funciones coordenadas , = x, of (vease (41.37))son una composicién de dos aplicaciones derivables: la aplicacién f, que es derivable en el punto f por hipdtesis, y la proyecci6n x; (véase (41.36)) que es derivable en todo el espacio R" como cualquier operador lineal R” — R. Por consiguiente, de acuerdo con el teorema 5, las funciones f, i = 1. 2, .. ,m, son derivables en el punto x. "2. Supongamos que todas las funciones coordenadas/, = ,0 dela aplicacion son derivables en el punto x. Teniendo presente (41.46), esto implica que existen ta- Jes constantes ajy f= 1, 2,05, J = 1p 2y-- o QUE Se + A) = Sfx) + ayghy + ons + igh + OUH)y HOF = My 2s on» m. (41.66) De aqui, como se sabe (véase (20.2)), proviene que los coeficientes ay de los incre- mentos f, que adquieren los argumentos x, son las derivadas parciales correspon- dientes dé las funciones J: a oy = LO 12m = 12 (a.sn ax, 2 $41. Funciones implicitas Designemos mediante /: R" ~ R" un operador lineal con la matriz (a,). Por cuanto (0(%), . » (0) = off)”, las igualdades (41.66) pueden escriburse en la fo me See +h) = Soe) + th) + of), 0. Esto precisamente significa a derivabilidad de la aplicacion f, ademés de (41.67) se infiere la validez de la formula (41.65).0) OBSERVACION 1, En vista de las formulas (41.54) y (41.68), el corolario del teore- ‘ma 5 significa que la matriz de Jacobi de la composiciOn de aplicaciones f y g es igual al producto de las matrices de Jacobi de las aplicaciones mencionadas. Esto, por otra parte, se deduce también directamente de la formula de deriva- cign de una funcién compuesta: si zy = BeVyp «1 Ym k= dy By mes HE Y= Ly om She = Ay 2 oe ym, emtonces (Ease (20.26)) ee tee mH ay Ley ayy KEW T= Doe ory ‘que, de acuerdo con Ia regla de multiplicacin de las matrices (véase el p. 41.6) signi- fica que la matriz. (2% ) un producto dela matrices & y & ): “= (SCO) Definiclon 9. En el caso cuando m = n, el determinante af ie) x (#2) ay de la matriz de Jacobi (41.65) se llama determinante de Jacobi 0 jacobiano de la aplicacién f: X — R", X © R", en el punto x € X y se denota (véase el p. 41.3) OG pv 1S) Bees) OBSERVACION?. Por el curso de algebra conocemos que al multiplicar las matrices cuadradas, sus determinantes se multiplican, raz6n por la cual, cumplidas las condi- ciones del teorema $ en el caso dem = n = s, el jacobiano de la composiciOn de las, aplicaciones f y g es igual al producto de jacobianos de las aplicaciones fy g La notacién ((h),...o(h)) = o(h) significa que el vector cuyas coordenadas son inf {simos de orden superior a h, es de por siun infinitésimo de orden més elevado que h cuando ‘h ~ 0. La coincidencia que en el caso dado tiene lugar entre las designaciones del vector y de sus coordenadas se debe a que para el vector n-dimensional se ha elegido, para no complicar la ‘otacion, la designacién x en la que no estéreflejada la dimension del vector. Esta se pone de ‘manifiesto s6lo cuando el vector se escribe con ayuda de las coordenadas x = (ry... .X,). 41.7. Aplicaciones derivables a Gy 4Z_) AR 2 (41.68) pk) 204 En efecto, ) 80» Ind Bp a) Oy om oy) OBSERVACION 3. Supongamos que X C Re Id: X ~ X es una aplicacion idén- tica del conjunto X sobre si mismo. En la forma coordenada se escribe como la con- dicion de igualdad de las cordenadas de los puntos correspondientes en esta aplica- cién a la imagen v la preimagen, es decir, las funciones coordenadas tienen por expresion mr Se om Oy Si x es un punto interior del conjunto X, estas funciones pueden derivarse en x, 4 = 1,2, oxeX. dicho punto y, puesto que Si = Oparai # jy 2 = 1, entonoes la matrz de s 7 Jacobi de la aplicacién idéntica es una matriz unidad x +! a) ). Oa Supongamos ahora que U CR". V CR" y f: U — V es una aplicacion biuntvoca (inyectiva), mientras que f~!: f(U) ~ Ue la aplicacién inversa a la pri- ‘mera. En este caso, para todo puntox € U tenemos f(x) = x, es decir, lacom- posicién fo f es una aplicacion idénti Supongamos que la aplicacion f es derivable en el punto xp € U (por tanto, xy es tun punto interior del conjunto U, pues solo para tales puntos viene determinada la nocion de derivabilidad), mientras que Ia aplicacin inversa f! es derivable en el Punto f(x). Como f~! « f es un aplicacion idéntica, en vista de la formula (41.54) tenemos OOF = Oey = day’ = x. (41.69) Pasando de esta igualdad de las matrices a los jacobianos de éstas, obtendremos det(f~) det f’ = (41.70) ya que det X = 1. Si la aplicacién f viene dada por las funciones coordenadas (41.30), la formula (41.70) puede escribirse en la forma 1.7), “ §.41. Funciones implicitas De esta formula se deduce que con las suposiciones admitidas tanto el jacobiano de la aplicacién f en el punto x, como el de la aplicacion inversa f' en el punto f(x) no se anulan. Escribamos la f6rmula (41.71) en otra forma Bert 2b 41.72 BO ps In) AO yo Ind IG) Dicha formula representa una generalizacion evidente de la formula para la deriva da dela funcin inversa de una sola variable: © = —1 dy dy ax Como conclusion enunciaremos dos definiciones dtiles. Definicion 10, Una aplicacién f: X ~ R™, X C R", derivable en todo punto x €.X, se denomina aplicacién derivable del conjunto X. ‘Obviamente, si una aplicacién es derivable en el conjunto X, entonces, cual- quiera que sea el punto x € X, de acuerdo con la definicion 8, la aplicacién f queda definida en cierto entorno del punto, es decir, X es un conjunto abierto. ‘De conformidad con el teorema 6, a aplicacionf = (f,... .J,) €s derivable en ‘el conjunto X cuando, y s6lo cuando, son derivables en dicho conjunto todas las funciones coordenadas suyas fy, ... »f Si todas las funciones coordenadas son continuamente derivables en X, es decir, si todas sus primeras derivadas parciales son continuas en X, entonces la aplicacién f se lama aplicacién continuamente de- rivable del conjunto X. Definicién 11. Una aplicacién homeomorfaf:G ~ D, donde G y D son conjun- 10s abiertos del espacio R", se llama difeomorfa 0 difeomorfismo, sison derivables tanto la propia aplicacién citada como la aplicacién inversa f~': D ~ G. 41.8, APLICACIONES CON UN JACOBIANO DISTINTO DE CERO. PRINCIPIO DE CONSERVACION DE LA REGION Consideraremos ante todo la cuestién acerca de la existencia de una aplicacion inversa a la dada. Como se sabe, en el caso de n = 1, para una funcién continua- mente derivable en cierto segmento, la condicién de que la derivada de ésta no se reduzca a cero (la que conlleva a su monotonia estricta) resulta suficiente para que exista una funcién univoca continuamente derivable que sea inversa respecto de la dada. Cuando n es arbitrario, el caso se complica considerablemente: las correspon dientes condiciones puntuales impuestas sobre las propiedades de derivabilidad de la aplicacién s6lo permiten afirmar que la aplicacin inversa existe localmente, es decir, en un entorno del punto. Con més precision, queda valido el siguiente teore- ma. ‘Teorema 7. Sea (7 ya se= fF Sib FG Xe *) (41.73) 41.8. Aplicaciones con un jacobiano distinto de cero 3 tuna aplicacién continuamente derivable del conjunto abierto GC R" en el espacio B®. Sieljacobiano de esta aplicacién no se anula en el punto x « G, existen, pues, tales entornos U, y U, de los puntos respectivos x® e y® = f(x), que Sx), x € Uys es la aplicaciéni biuntvoca del entorno U, sobre el entorno U,. 1a aplica- ‘idn inversa es continuamente derivable en el conjunto Uy, Corolario. Sea f una aplicacién continuamente derivable del conjunto ablerto GC Rtenel espacio R". Sieljacobiano de la aplicacién f no es nulo en G, la ima- ‘gen del conjunto G en esta aplicacién es también un conjunto abierto. DEMOSTRACION. Examinemos las funciones FRI) = Spe hq) — Ip EW Dyes Estén definidas para todo y = (Vy, -» + Jq) € RY y para todo x = Gy 4,) € G C RP. Con su ayuda el sistema de ecuaciones (41.73) que prefijan la aplica- clon f, se escribird en la forma Fay) (41.74) Las funciones F(x, y) estin definidas y son continuamente derivables en cierto sateen, del punto (@, y (como tal entorno puede ser tomado, por ejemplo, Gx RS), 5 F4,y = oy Mv sf Wyo Se. Be oy) Hgen,yoy Be 9%) Le De este modo, resultan cumplidas todas las condiciones del teorema 2 de este parra- fo sobre la resolubilidad del sistema de ecuaciones. En virtud de este teorema, las ecuaciones (41.74), 0, que es lo mismo, el sistema (41.73) pueden ser resueltos y, ademés, de un modo tinico, respecto de las variables, Xj en deta entorno del punto (©, y), Mas detalladamente esto significa ‘Que cxisten tales entornos U$ y U, de los puntos respectivos x e y, xe Us, y € U,,y tal aplicaci6n tr #0. = 201 x= 80) = f: en (41.75) in = Baas = In) que aplica el entorio U, en el entorno Uz, que para todo y € U, tiene lugar Ia identi- dad Slew = y. noua palabras, para todo pant «Uy xi,» ands fico punto x = BQ) € Utel que, al realizarse la aplicacién f, pasa al punto y. De este modo, xe. A) ‘U8, yg() es una aplicacién univoca, continuamente derivable einver- sa respecto defen U, . Pongamos U, = Us f~'(U,). Entonces, U, es un conjunto abierto, pues representa una interseccion de dos conjuntos abiertos Uz y f~ '(U,) (el cardcter abierto del conjunto f~ '(U,) se desprende de que es una preimagen del conjunto abierto U, en la aplicacion continua f, véase el lema 2en el p. 41.4). Es evidente que % $41. Funciones implicitas U, se aplica biunivocamente sobre U, y, dado quex € Utysee = y( U,, centonces x € U;, es decir, U, es ef entorno buscado del punto x, 0) ‘ORSERVACION |, Los entornos U, y U, que figuran en las condiciones del teore- ma 4 poseen, adems, la propiedad adicional de que el jacobiano de la aplicacion f 4el entorno U, sobre el entorno U, no se anula en el entorno U, mientras que el a- cobiano de la aplicacion inversa f~! no se anula en el entorno U,.. Esto proviene in- mediatamente de la f6rmula (41.71). En efecto, en vista de que Ia aplicaciOn f trans- forma biunivocamente el entorno U, en el U, y que y,f~! son continuamente deri- vables, la formula mencionada puede emplearse para el caso de la aplicacion J, con- siderada sobre el conjunto U,. Conforme a esta férmula, un producto de los jaco- bianos de las aplicaciones f y /~ "es igual a uno y, por lo tanto, cada uno de ellos no es igual a cero. DewosTAACON Dt conOLAR. Supongamos que y = /() eu alacién conuinuamentedeivabl del conjuto abit G eno epacio RY y que 7 et un punto arbitrario del conjunto f(G). Elijamos un punto x en la preimagen del pun- toy: x ef 19), Por consiguente, f(e®) = y. En virtud del torema 4, existen tales entornos U, C G y U, de los puntos respectivos x ¢ y que SW,) = U,, Por consigtiente, U, c’ f(G). En otras palabras, para todo punto Ye €F(G) existe su entorno conténido en el conjunto f(G). De este modo, cual- 4uier punto det conjunto f(G) es interior para este conjunto Jo que es un indicio de que f() es un conjunto abierto. O ‘OBSERVACION2, Si en cierta aplicacion para los puntos x ey = f(x) exis- ten unos entornos respectivos U, y U, que se aplican biunivocamente por f uno sobre el otro, sueledesrse que la aplgacén fe lcalmente bunivoca en el punto x9, Sien este caso la aplicaciOn f es continua en U, yf~' es continua en U,, enton- ces se lama aplicacién localmente homeomorfa en el punto x u homeomorfismo local. Por fin, i el homeomorfismo local citado es un difeomorfismo, la aplicacién en consideracién recibe el nombre de difeomorfismo local en el punto dado (véanse las definiciones de homeomorfismo y difeomorfismo en el p. 41.4y el p. 41.7). Empleando la terminologia mencionada, podemos decir que la aplicacién f, ‘considerada en el teorema 4, es una aplicacién localmente difeomorfa en todo pun- to en el que el jacobiano es destinto de cero. ‘Teorema 8 (principio de conservacion de la regiéa). La imagen de una regién ‘n-dimensional de un espacio n-dimensional en la aplicacién continuamente derivada con un jacobiano que no se reduce a cero, es una regién. DEMOSTRACION. Sea G una region, G CR", ey = f(x) una aplicacion de G en R® que satisface las condiciones del teorema. De acuerdo con el corolario del teore- ‘ma 4, el conjunto f(G) es abierto y, segi el lema 7 del p. 41.4, es linealmente cone- x0. Por ello, si G es una regi6n, el conjunto f(G) serd también una region, siempre ‘que se cumplen las condiciones del teorema. C1 Ejercicio 12. Constriyase un ejemplo de una aplicacién continuamente derivable de cier- ta region plana cuyo jacobiano nunca se reduce a cero y no es biunivose 4 Puntos singulares de las curvas planas n 41.9, FUNCIONES IMPLICITAS DEFINIDAS POR UNA ECUACION EN LA QUE SE TRASTORNAN LAS CONDICIONES DE UNICIDAD. PUNTOS SINGULARES DE LAS CURVAS PLANAS ‘Ya sabemos que si las coordenadas de cierto punto x® = (0... , 1) satisfa cen la ecuacion FU on oq) = 0 41.76) y sien este punto la derivada no es nua, entonces bajo cetas condiciones co- 7 rrespondientes impuestas sobre la continuidad de la misma funcién F y de la deriva- da citada, la ecuacion (41.76) resulta resoluble en cierto entorno del punto x res- pecto dex, y la solucin es una funcin continuamente derivable de las demas coor- denadas. ‘Surge, naturalmente, la cuestion: ,qué sucederé, cuando en el punto x las deri- vadas parciales respecto de todos los argumentos se reduzcan a cero: definiré 0 n0, en este caso, la ecuacién (41.76) algunas funciones? Detendrémonos en esta cues- tién, limiténdonos a la consideracién de un caso bidimensional, teniendo en cuenta la enorme dificultad con la que se resuelve. ‘Asi pues, consideraremos una ecuacién Fle.) = 0, aur donde la funcién F esté definida y es continuamente derivable en cierto entorno del unto (xq, ¥o) de tal genero que Foi. ¥) = 0. (41.78) Sea Fb) = Fyltond) = 0 (41.79) Mostremos que incluso si se cumplen estas condiciones, la ecuaciOn (41.77) se re- suelve, a veces, en el entorno del punto (Xo, Yo) respecto de una de las variables, de ‘suerte que se obtendré una funcién continuamente derivabl obstante, en el ca- ‘so general, esto se puede hacer de una manera que no es tinica. De tal modo, la con- of F090 + FilroI0) #0, (41.80) ‘que en nuestro caso no se cumple (véase (41.79)) y que permite aplicar el teorema 1 sobre las funciones implicitas a una de las variables, puede llamarse, naturalmente, condicion de solubilidad univoca de la ecuacion (41.77). Definicion 12. Un punto (x, yo) cuyas coordenadas satsfacen las condiciones (41.78) y (41.79) se denomina punto singular de la ecuacién (41.77). ‘Un punto singular se lama aislado, si existe un entorno suyo en el cual el punto citado es el inico punto singular. Eh el lenguaje geométrico esto significa que si la ecuacién (41.77) es una repre- sentacion implicita de alguna curva, entonces en el entorno de los puntos singulares de esta ecuaci6n la curva no,representa, en el caso general, la grafica de cierta fun- cién univoca suave (lo que tiene lugar, si se cumplen las condiciones (41.80)); aqui B §.41. Funciones impliccas pueden surgir diferentes singularidades que ahora serdn el objeto de nuestra con: deracion. Introduzcamos, para abreviar, las siguientes designaciones FoGio.¥0) = Fev Fk ¥0) = Fr Fyybtor¥0) = Foy Teorema 9. Supongamos que la funcién F(x, y) estd definida y es dos veces con- tinuamente derivable en cierto entorno de un punto singular aislado (xo, ¥4) de la ecuacién (41.77) y sea PP, — FE #0. En este caso, si FOP, - > 0, 41.8 entonces (sg, Vo) es una soluci6n aislada de la ecuacién (41.77), es decir, existe un entorno del punto (toy ¥o) tal que ningtin punto de él, salvo (xy Yo) satisface la ecuacién (41.77); en cambio, si FL, - Fo <0, 41.82) a ecuacién (41.77) es resoluble en cierto entorno del punto (x,y ¥«) pero no untvoca- ‘mente: hay dos diferentes funciones derivables que satisfacen la ecuacién (41.17). Por ello (x, ¥¢) se llama en este caso punto doble. Por ejemplo, si 40, 41.83) existen dos funciones derivables (x) y 02), definidas en cierto entorno del punto Xo, tales que en dicho entorno F(x, f,00)) = 0, Fl, F202) = 0, con la particulari- dad de que 6%) = f6%q) = Yo» Mientras que las derivadas de las funciones f(x) y ‘8 en el punto xp son diferentes raices de la ecuacion FO, + 2K + FOR = 0, (41.84) DEMOSTRACION. Supongamos que se cumple la condicién (41.81). Junto con (41.79) es suficiente para que exista en el punto (xq, ¥) un extremo estricto de la funcién F(x, 9) (véase el teorema 3 en el p. 40.2). Por eso existe un entorno U del unto (¥o, ¥4) tal que para (x, y)€U y Ce, ») # Gy Yo) 0 bien siempre Fle, Y) > Fog Yo 0 bien siempre Fox, y) < Fl%q, Ye) ¥ como Foxy, ¥) = 0, se tiene Fle, ») # 6 para cualesquiera (, y) € U, 0,9) # lo, ¥e)s€8 decir, Ug, Yq) ela 50 lucién aislada de la ecuacién (41.77). ‘Supongamos ahora que se cumple la condicién (41.82). Desarrcllemos la fun- cién Flx, »), rigitndonos por la formula de Taylor, en el entorno del punto by, ¥q) * Las rales de esta ecuaci son rales y diferentes, en virtud de las condiciones (41.82) y (41.83). Para demostar esta afirmacién se usa no el hecho de que (ry Yel punto singular sislado, sino que es s6lo un punto simplemente singular en el que se cumple la condicion aan, 41.9. Puntos singulares de las curvas planas Ey hasta los sumandos de segundo orden. Tomando en consideracién las condiciones (41.78) y (41.79), obtendremos at _ xt _ _ ~ yl , Poy) = 5 Fate Jt + 2x - x9 — Yo) + FAO 1+ Od a a donder = Vee = x! + O — oP. Pongamos x — Xp = 108 9. Y — Yo Evidentemente, (r, ¢) son las coordenadas polares del punto (x, y), con la pé ridad de que a titulo de origen del sistema polar de coordenadas se ha adoptado el unto (toy ¥)- En estas coordenadas Pens) = Gertcode + 2 cos sen + FS sen? 9) + Of) = nih Pie) + of77), (41.86) donde Pe) = F2, cos? + 2F9, cospseny + Fh, seny, (41.87) obien, parae # 5 Qk + 1), Plo) = cos? (FS, + Fy tae + Fy te"). (41.88) ‘Supongamos ahora que queda cumplida también la condicin (41.83). Sean ky y las raices de la ecuaciOn (41.84) y sean g, = arctg ky y op = arctg k,. En este ca- 0 =0, 41, 22,.. eter, 24/2, (4139) y de (41.88) se infiere que Ple) = costvltay — teyMtee — te). (41.90) De la formula (41.90) se ve que la funcién P(e) se anula, para y # 3 (+0, k= 0, £1, 42... ,cuandoy = 9, + kr yy = 9) + kx, k = 0,41, £2)... con la particularidad de que al pasar el argumento por estos valores, la funcin cam- bia de signo. Ser& cémodo para nosotros interpretar P(y) como funcién de un pun- to de la circunferencia C de radio igual a la unidad (este radio se elige a fin de simpli- ficar el caso, para que las longitudes de los arcos coincidan con los angulos ¢) y centro en el punto Gy, ¥0)- Sea ¢ > 0. Designemos mediante U, = U,(e) un Angulo abierto determinado por la desigualdad yp, - ¢ < v < 9, + 6, ¢5 decir, UL = (hone —e Otan pequefto que U; y U; no se corten y no contengan en si los semiejes de las ordenadas y, por consiguiente, las semirrectas verticales en gene ral (lo dltimo siempre puede conseguirse en vista de las condiciones (41.89)). ea §.41. Funciones implicitas a Fig. 166 . ‘Sean Uty Uflos angulos centrales simétricos con U, y Uz respecto del punto (xp, oh UP= Gore te-e, ¢, + TY e) + x de longitud 2 6%); Por la cleccién adecuada de ¢ > 0, estos intervalos no tienen puntos comunes. El conjunto restante, que se designaré con B, es limitado y cerrado y, por lo tanto, Fepresenta un compacto. En B la funcién P(g) es continua y no se anula, a conse- cuencia de lo cual Jin IP) = > 0. 1.91) dig BMEMOS Mediante K, un circulo cerrado con centro en el punto py) 9 ra io p: x i OKT 0. weet, Ahora, observando que de (41.86) se deduce Foy = Sum taco (41.92) donde lim, a (r, ¢) = 0, elijamos » > Ode modo tal que para r < p se verifique la desigualdad . lates el Oyp > O que con.x* dado las condiciones (41.94) definen univocamente y*. Admitamos lo contario. Tomemos las sucesiones ‘Oy, ~ 0, paran ~ oo. En este caso existen dos sucesiones de ls puntos que nen abscisasiguales x, y ordenadas distntas yey”, tales que GI) €UYEy) Kay Pet 34) = 0, Op IVE UE) NK, Ferg yz) = 0. En virtud del teorema de Rolle en el segmento [y, 9} dela recta x = x, existe tal Punto y,, que Ep In = (41.95) siendo, ademés, en este caso (t,,.7,) € Uy(é,) K,, + Por hipétesis (véase (41.79) teniamos F,Gq¥9) = 0. 41.96) 66429. 2 $41. Punciones impistas Segiin la fOrmula de incrementos finitos aplicada a la funcién F,¢x, ») se tiene Fp Ip) ~ F,b0.ID = Falta Mtn — 0) + Fylbns M0 ~ YO ps mg) € UE) VK, de donde, en virtud de (41.95) y (41.96), n= Yo Xn ~ Xo Fghbn te) + FylEm ty (41.9) Sea (Xp J,) = (rp Vp) Evidentemente, 1¥, ~ 3) < 6,3 ¥ por esta razon de la condicién” €,—0 "se" deduce que ¥,—, cuando n—e, y como n= % eV, . entonces fin 2220 weg, = hy 198) Pasando al limite en la igualdad (41.97) para n — o, en vista de (41.98) tenemos is Fy Fy + Aoki = 0, eden, y= — Bi sustituyendo este valor de la raiz en la ecuacion (41.84), obtenemos PLP, - FB = 0, que contradice la condicion (41.82). ‘Asi pues, la funcién y = f {(x) se define realmente de modo univoco cuando é y » son suficientemente pequefios. En lo que sigue supondremos que ¢ yp se han eleg- do precisamente de la manera indicada. Definamos adicionalmente la funcién f, en el punto xo, al poner yo = f(x). ‘Obviamente, por la propia definicién de la funcion f (x), tenemos FR S,00) = 0 XS XK Hy + peos(e; +O. Mostremos que en el punto xola funcién fx) tiene una derivada a la derecha y que esta derivada es igual ak,. Sea e > Oarbitrariamente fijado. De lo dicho més arriba se desprende la existencia de tal p = p(e) > 0 que la parte correspondiente de la gr- fica de la funcion f (x) se dispone integramente en U;(e) 1 K,: HS ONE UO K,, Xp SxS Hy + pose, + &) 41.99) Tomemos § = p cos (y, + €) y seax tal queO 0, tal funcién f(x) que siendo xp — 8° < x < xo, se tiene Foe S00) = 0 Ge S@NE Us File) = ky (or derivada se entiende en el caso dado la derivada a la izquierda). Sip se toma tan pequefio que en un entorno circular de radio p del punto (x, ¥0) no se contengan otros puntos singulares de la ecuacién (41.77), a excepcion de Ory. ‘Yon la Tuncin f(x) serd derivable en todo punto x + xo, Esto se deduce en seguida del teorema sobre las funciones implicitas que fue demostrado anteriormente (véase el teorema I en el p. 41.1). De resultas hemos obtenido la funcin f(x) que esta de- finida en cierto entorno del punto xy que posee todas las propiedades requeridas. ‘Andlogamente se demuestra la existencia de la funci6n fx) que tambien es una soluci6n de la ecuacion (41.77) y satisfac las condiciones del teorema, con la parti- cularidad de que la grafica de esta funcion pasa en los angulos U, y Uy por el pun- 10 Gy 3). sr y F2, # 0, entonces todos ls razonamientos quedan los mismos;s6- lo conviene cambiar de lugar los ejes Ox y Oy, de suerte que obtendremos, como re- sultado, las soliciones de la ecuacién (41.77) en forma de las funciones de ta va- lable ¥: £0) £0). por fin, F2 = F®, = Oy, porlo tanto, F2, + 0, entonces resulta mas conve- niente realizar el cambio de variables: x = £ + 7 ey = & — 9 (girense los ejes de ‘coordenadas al éngulo 1/4). En este caso (de lo que es facil convencerse por deriva- bilidad directa) Fo = - Fo, = 28, # 0, Ff, = 0, es decir, en el nuevo sistema de coordenadas se obtendré el caso ya estudiado. En particular, la ecuaciOn (41.84) para los coeficientes angulares de las tangentes en el punto singular tiene, en el sistema de coordenadas £, 9, la forma siguiente R-1=0, ¥y, por consiguiente, k, = + 1. En otras palabras, las bisectrices de los angulos coordenados, que représentan los ejes en el sistema antiguo de coordenadas x, y, son las tangentes alas grficas de dos funciones definidas por la ecuacin (41.77) en cierto entorno del punto singular que se considera. 0 Sila ecuaciOn Flx, ») = Oes una representaciOn implicita de alguna curva, en el punto singular (x, y,) de esta ecuacién la curva puede tener (aunque no sea necesa- riamente) ciertas singularidades, es decir, en el entorno del punto singular de dicha ecuacion la curva no es, en el caso general, la grifica de cierta funcién univoca suave. CCabe recordar también que un conjunto de los puntos cuyas coordenadas satis- facen la ecuaci6n (41.77) no es (en el caso general) siempre una curva en el sentido de la definicin de la curva dada paramétricamente, enunciada anteriormente (véase elp. 16.29) uo §.41. Funciones implicitas jemplos. 1. Sea dada una ecuacién yx? + y? + 1) = 0. Aqui, Flr, y “+ y? + I), porlocualF, = 29%, F, = Bey + 4y? + 2y. Las condi- ‘cones para la presencia de un punto singular (41.78) y (41.79) nos dan en este caso %p = Yo = 0. Deeste modo, de punto singular sirve el punto (0, 0). No obstante, en este punto la curva, definida por la ecuacién, no tiene singularidad, puesto que la ecuacién (el factor x? + y? + 1 nunca se reduce a cero) es equivalente ala y = Oy la curvaen consideracion representa una grdfica de la funcién explicita y = f(x) = 0. Obser- ‘vemos que en el punto (0, 0) para este caso FoF y ~ Fly = 0, (41.100) de lo que podemos convencernos con facilidad. 2, Para la ecuacion 2+ OP + 7-1 = 0, 1.109 las condiciones (41.79) se convierten en el siguiente sistema de ecuaciones: 20 + 2? - x= 0, ay + By - y= 0. ‘Al sumar y restar estas ecuaciones, obtenemos el sistema & + NAA + - = 0 & — NA? + 2? - 1) = 0. De aqui, o bien x = y = 0, 0 bien 2x* + 2y* - 1 = 0, sin embargo, el punto (x, _y) cuyas coordenadas satisfacen la dltima correlacién no es una raiz de la ecuacién (41.101) (para este punto x? + y? = hay factor que se reduzca a cero). 7 De este modo, el tinico punto singular es (0, 0). Es facil comprobar que aqui se cumple la condicién (41.81) y, por ende, el punto (0, 0) es una raiz aislada de la ecuacién (41.101). Desde el punto de vista geométrico, como se ve en seguida, la ‘cuacién (41.101) define la circunferencia unidad y el centro de ésta (0, 0) (este con- junto no porta, evidentemente, ninguna curva dada paramétricamente en el sentido del p. 16.2") 3. Para Ia ecuacién + Ys Por lo tanto, en el primer miembro no 2+ y - Boy (41.102) las condiciones (41.79) para la existencia de un punto singular conducen al sistema de ecuaciones x? -ay = 0, P-a=0, de donde o bien x 0, y en este caso dicho punto satisface 1a ecuacién (41.102), 0 bienx = a,y = a, pero las coordenadas de este punto no constituyen la solucién de la ecuacion (41.102). Aqui, otra vez, (0, 0) es el nico punto singular. 41.9, Puntos singulares de las curvas planas 8s y y a = 4 * Fig. 167 Fig. 168 No ¢s diflcil convencerse de que en el caso dado se cumplen las condiciones (41.82) 4 Por consiguiente, (0, 0) es un punto doble. ‘Geométricamente, para una curva cuya representacion explicta es la ecuacion (41.102) (se llama folio de Descartes y con ella ya chocamos en el p. 14.5) el punto (0, 0) es un punto multiple (véase la fig. 70 en el tomo 1). 4, Para la ecuacion y-r=0, (41.103) (0, 0) es un punto singular; en dicho punto ya se cumple ‘la condicién (41.100) y, ‘consecuentemente, en este caso no se cumplen las condiciones del teorema 6. Geométricamente, una curva expresada por la ecuacién (41.103) y lamada parabola semicibica y = x37, tiene en el punto (0, 0) una tangente y se dispone en el en- toro de este punto por un lado respecto de la normal. Los puntos de esta indole se llaman puntos de retroceso (fig. 167). . Para la ecuacion ya-xt=0 (41.104) 1 punto (0, 0) es también singular y aqui se cumple nuevamente la condicién (41.100). La ecuacion (41.104) se descompone, evidentemente, en dos ecuaciones: y = x7 ey = —x7 que definen dos pardbolas y estas iltimas tienen en el punto (0, (0) una tangente comin. ‘Los puntos singulares, en cierto entorno de los cuales a ecuacién (41.77) define dos curvas continuamente derivables que tienen en el punto (xp, q) una tangente co- rin, se aman puntos autoadherentes (fig. 168) de estas dos curvas. Puede ocurrir que, cumplida la condicin (41.100), el punto singular resulte ser Ja soluci6n aislada de la ecuacién (41.77) 0 su punto doble. ‘Como conclusién, ofrecemos algunas explicaciones para la ecuacién (41.84). Si Gq.) €8 un punto singular de la ecuacién (41.77), entonces, realizado el traslado paralelo del origen de coordenadas al punto (x 7), la ecuacion (41.77) adquiere la forma Fit + yy + Fy? + ob? + 2) = 0, (41.105) (aqui, con x ¢ y estén designadas las coordenadas del punto en el nuevo sistema de coordenadas y por indice 0, puesto por arriba, se designan los valores de las deriva- 6. § 41. Funciones implicitas das parciales en el punto (0,0) de este sistema), de donde, con una exactitud de hasta los infinitésimos de orden superior, nuestra ecuacién puede escribirse del modo si- suiente: Fig? + 2Fxy + Foy? = 0. (41.106) Si se cumple la condicién (41.82), el primer miembro de la ecuacién (41.106) se descompone en dos factores reales, cada uno de los cuales, siendo igualado a cero, proporciona las tangentes a las dos ramas de la curva en el punto (0, 0) (véase (41.84)). Cuando se cumple la condicién (41.81), el primer miembro de la ecuacién (41.106) se descampone en dos factores ‘complejos: ‘‘las tangentes son imaginarias”’. Esto es natural, puesto que no hay sentido en hablar aqui de una tan- gente, pues en el caso dado el punto singular es aislado. *” Esta observacién es de comodidad especial cuando se trata de determinar el ca- rlcter del punto singular en el caso de una curva algebraica, es decir, de la curva de- finida por la ecuacién Pty) = 0, (41.107) donde P(x, )) es un polinomio de dos variables xe y. Si (0, 0) es un punto singular de esta ecuacion, de las condiciones (41.78) y (41.79) se deduce que dicho polinomio 1no contiene término independiente ni tampoco los términos de primer orden, es de- cir, la ecuacién (41.107) tiene por expresion a? + bay + oy? + Ole») = 0, donde Q(x, ») es un polinomio, todos los términos del cual son por lo menos de ter- cer orden. El comportamiento de las soluciones de esta ecuacién se determina por su Parte principal, es decir, por la ecuacion ax? + 2bxy + cy? = 0, ‘que para el caso dado es precisamente Ia ecuacién (41.106), pues aqui se ve clara- mente que a= FL, b= FS me oY Pp. oy En cambio, si el punto (0, 0) satisface la ecuacién (41.107), pero no es un punto: singular, entonces (41.107) tiene por expresién Ax + By + Ry) = 0, A? + BP> 0, donde R(x, y) es un polinomio, todos los términos del cual tienen el orden no infe- rior al segundo. Del teorema sobre las funciones implicitas (véase el teorema 1 en el P. 41.1) se deduce que la ecuacién Ax + By=0 es en este caso una ecuacién de la tangente en el punto (0, 0) a la gréfica de la solu- ci6n de la ecuacién (41.107). Ejercicios, Investiguese el comportamiento de cada una de las siguientes curvas en el en- torno de sus puntos singulares; héllense las tangentes en el punto singular. ByePee ae x 0. Cambio de variables _® 19, dy? = x5 + Sxt 20.2 ~ yy = x4, 2.y -2P 41.10, CAMBIO DE VARIABLES En las diversas cuestiones del andlisis matemético y en las aplicaciones de éste, al estudiar tal o cual formula que contiene unas funciones y sus derivadas (ordinarias 0 parciales), resulta a menudo conveniente pasar a otras variables independientes y, a ‘veces, a otras funciones ligadas por relaciones determinadas con las funciones que figuran en la formula que se considera. Todas estas transformaciones se realizan sobre la base de las reglas de derivacion de las funciones implicitas y compuestas. He aqui unos ejemplos. ‘Sea u = u(x, y). Transformemos las expresiones au)? , (mu), ou, ou ax ay) ae oy reducitndolas alas coordenadas polares ry g. La primera de estas expresiones es el cuadrado de la longitud del gradiente Vu de la funcién u, es decir, es igual a |Vu!2, ‘mientras que la segunda expresiOn tiene una designacién especial Au: ‘au \* au)? vul? = (—— —), (41.108) " () 7 GS) os) at Pu | Ou + 7 (41.109) ae oF ‘ El simbolo A, que es indicio de la aplicacién a la funcién u de la operacion (41.109), lleva el nombre de operador de Laplace*). ‘De las formulas que ligan las coordenadas cartesianas con las polares x= rose.) = rseny, 1.110) encontramos oy ae cosy, % = ~reeny, % = seng, % = reose. (41-11) or ag or ‘Apliquemos las formulas de derivacién de una funcidn compuest: cose + sen ee lm sen v, 3 © P. Laplace (1749 — 1827), mecfinico y matematico francés. 88 §.41. Funciones implicitas Resolvamos estas igualdades respecto de 2% y 4 ax” ay ou ou ulm, aut & or ¢ 2) y Sustituyamos las expresiones obtenidas en (41.108): Wout = (Bao S282) (Samy « 28)" “(ey ag): Pasemos ahora al cAlculo de la expresién (41:109). Derivemos las formulas (41.110) respecto de x y luego respecto de y: ar cos 9 2 0 = cory —reeny ¥, a » wy 96 fre sene + reosy G3 a ‘Resohames los sistemas obenidos espe de 2, 28, 2 30 ae ax ay ay? a ar ae __sene ap Fn cosy = sony, % = - EF, OF (1.19 Bs » Poy 7’ ay ay) Derivemos ahora las formulas (41.112) respecto de x e y; entonces, empleando ww 113), obtendremos a ae Kar OP _ Zeose seny du | r ore * sen’o du, sen’y du, 2eoswseny au Poa rar Fe" Fu 8 (uy au cosy) ar, Pe Ve ae + ly : a (au au cosy) ae _ au 2 (* seay + #. ’ G tte Jy amet cos? ae 4 Recepseny 3 Wp Du | cost du 2eospseny du Pu rae Fat rw Fy 41.10, Cambio de variables, 9 AA sustituir las expresiones obtenidas en (41.108), tendremos wee HL Pe a Pag rar” ‘Cuando en la expresi6n a transformar figuran no una sola, sino varias derivadas de orden dado, resulta mas cémodo emplear el método de calculo de las diferen- ciales, en lugar de las derivadas. Por ejemplo, considerando x ey como variables in- dependientes, obtendremos las expresiones para las diferenciales dr y dp. De las ‘formulas (41.110) tenemos dx = cosy dr - rsene do, dy = senydr + reosedy, de aqui dr = cosedx + senydy,de = — Par + Pay a1 (observemos que de estas formulas se deducen inmediatamente también las fSrmu- las (41.113). Para la funcion u = u(x, y) tenemos au iu = ars de = ae - (Se ou MOE a4 (ueny 4 AE) a. au > En la expresion para la diferencial du los coeficientes de dx y dy son Jas deriva- das Hy SH porto cul, de (4.115) se obdenen las dos formulas (1.112) y Hallemos, a continuacién, las segundas diferencias dry dp, haciendo uso de (41.114); dr = —sengdy dx + cose dy dy = sent dx? — Loose wme ded + 008% dy? p= - (Stare Bta)aes (tae) _ 2eos g sen y dx? — 2(cos"p — sen?p) dx dy ~ 2cos v sen y dy? = ete ee ee ee Ahora, de (41.115) obtendremos para du eu au, fe au = qd Sar + de = én Bae +2. grag 140 * aE e+e a 7? x. § 42. Dependencia de las funciones Pap arag + 2eosesene HY 2 a yar dy + (da as ¥e (...) dy + (...)dy?. 2 De agul se obvienen as expresions paras segunda dervadas 2, 2H y 2 y que intervienen como los coeficientes de dx?, 2dx dy y dy. Los métodos andlogos son aplicables, por supuesto, en el caso en que se realiza algin otro cambio de variables x = x(u, v),y = y(u, »), cuando se tienen derivadas de drdenes superiores y también cuando se trata de las funciones del mayor nimero de variables. Ejercicio 22, Transférmese la expresion |Vul2, donde = u(x, y)alas coordenadas ortogonales £, 1, ¢s decir, tales que ax ax | oy ay OE Oy” OE On 23, Transformese la ecuacion y” — xy"? + ey’? = 0, considerando y como una nueva variable independiente y x, como una funcion de y. 24. En tn ecuacion 2% — Ser 7 Gye 7 0 pAsee a las nuevas variables independientes waxtyverny, 25.znlacspresin!: (12% , 19%) .2 2 tae * Pat] *2 jensional transférmese la expresion- IVul?, donde = (xy... ,%,) feduciéndola a las coordenadas ortogonales &,,... fy» €5 decir, a tales co- ordenadas que para i + K se verifca la igualdad ax, ay A 0, R= Qe Ay, $42. DEPENDENCIA DE LAS FUNCIONES 42.1. CONCEPTO DE DEPENDENCIA DE LAS FUNCIONES. CONDICION NECESARIA PARA LA DEPENDENCIA DE LAS FUNCIONES: Definici6n 1. Sean dadas en el conjunto abierto G CR" las funciones conti- nuamente derivables 42.1. Concepto de dependencia de las funciones 3 Y= DEA ND oe oy X= Cy oe XD EG 42.1) ‘Siexisten un conjunto abierto Den el espacio R™\~ ' ,,_ yuna funcién, con- tinuamente derivable en D, #0), » Ym — 1) tales que en todo punto x € G se cumplen tas condiciones (e(® ~~» %m—- 10) € Dy & (exh 18m ~ 10) = Salk) entonces la funciOn gy, se lama dependiente en el conjun- 10 G de las funcion€s ¢), -- Wm — 1 Definicion 2. Si entre las funciones del sistema (42.1) hay una funcién, depen- diente de las demds en el conjunto G, dicho sistema se denomina dependiente en el conjunto G. ‘Si ninguna funcin del sistema (42.1) depende de las restantes en el conjunto G, ‘este sistema se llama independiente en G. 'A veces, para abreviar, en lugar de la expresion “sistema de funciones depen- diente (independiente) diremos simplemente “funciones dependientes (indepen- dientes)" En la cuestin sobre la dependencia del sistema de funciones (42.1) el papel fun- damental lo desempefia la matriz de Jacobi de este sistema 24a 1,2... 7 es el niamero de ia fila y j, el niimero de la columna. ‘Teorems 1 (condicién necesaria para la dependencia de las funciones). Suponga- ‘mos que m < ny el sistema de funciones (42.1) es dependiente en un conjunto abierto G. Entonces, en todo punio de este conjunto el rango de la matriz de Jacobi (42.2)" del sistema citado es inferior a m. ‘DEMOSTRACION. Por hipétesis, el sistema de funciones (42.1) es dependiente en G, puesto que por lo menos una de estas funciones depende de las demas. Sea, para concretar, QUE %p_ depende de e+ + Pe — . Fn) = ERs + + Gq — DX € Gy donde es una funcin continuamente derivable de (m — 1) argumentos y,, Jpg — 1 DE Agu FEW (42.2) para cualquier j = 1, 2, Esta formula muestra que la m-ésima fila de la matriz de Jacobi (42.2) en todo pun- tox © Ges una combinaci6n lineal de las fils restantes de esta matriz y, por lo tan- to, el rango de la matriz de Jacobi (42.2) es inferior a m en todo punto x € G. 0 Corolario. Supongamos que m = n y el sistema de funciones (42.1) es depen- © Recordemos que se lama rango de una matriz el nimero mAximo de sus filas lineal- mente independientes. Este nimero coincide con el orden méximo del menor de dicha matriz distinto de cero 2 42. ia de las funciones diente en G. En este caso su jacobiano 2 »%0_ ‘Puntos del conjunto G. A) Gorolario 2 (condiciones suficientes para Ia independencia de las funciones). Su- ‘Pongamos que m < ny el rango de la matriz de Jacobi (42.2) por lo menos en un ‘Punto del conjunto abierto Ges igual a m. En este caso el sistema (42.1) es indepen- diente en el conjunto G. El corolario 1 se obtiene inmediatamente del teorema demostrado cuando man. El corolario 2 se demuestra con faclidad por reduecién al absurdo. Por cuanto las fils de la matriz de Jacobi (42.2) son coordenadas de los gradien- tes de la funcion (42.1), el teorema 1 puede parafrasearse del modo siguiente. Si el sistema de funciones (42.1) es dependiente en la regién G, los gradientes Vo 4, «+ + VF, de estas funciones son linealmente dependientes en todo punto de G. €s igual a cero en todos los 42.2. CONDICIONES SUFICIENTES PARA LA DEPENDENCIA DE LAS FUNCIONES En este punto conservamos intactas las designaciones del pérrafo anterior y su- ondremos, como hasta ahora, que las funciones (42.1) son continuamente deri- vables en el conjunto abierto G CR”. ‘Teorema 2 (condiciones suficientes para In dependencia local de Ins funciones). ‘Supongamos que el rango de ta matriz de Jacobi (42.2) del sistema de funciones (42.1) en cualquier punto del conjunto abierto G no es superior al riimero rr < m < << nayencierto punto x® © Ges igual ar, en otras palabras, existen tales variables jy 0%, 9 las funciones y, = $j, 4, = 7,0) que BOjyr oH). | 40 (42.3) Ai oo) NO En este caso todas funciones, que figuran en la condicin (42.3), son independien tes en el conjunto G y existe un entorno del punto x tal que cualquiera dem — r Sunciones restantes depende en dicho entorno de las r funciones mencionadas. DEMOSTRACION. Supongamos, para simplificar la anotaciOn, que la condicion (42.3) tiene por expresién By oH) AG 9) Lao) (esto siempre puede lograrse, numerando, si se desea, las funciones y los argumen- ‘tos del sistema (42.1) en el orden debido). De acuerdo con el corolario 2 del teorema Ten el p. 42.1, las funcionesy,, .. ,y, son independiente en ©. Mostremos que cada una de‘las funciones restantes depende de ellas en cierto en- toro del punto x = (40, ... #0). Seay) = g{x, i= 1, 2,..., m. Exae ‘minemos el sistema de las primeras r funciones del sistema (42.1): y= Oye on #0 (2.4) as) 42.2. Condiciones suficientes para la dependencia. 8 Etijamos ante todo tal ng que todo punto x = (i, «- »%,) perteneciente a ‘ng-entomo ciibico del punto 2°, es decir, todo punto x, para el cual Ix, — xf < owt = 1,2, .- sm, pertenezca al conjunto G:x € G. Esto es siempre posible, pues ‘el conjunto mencionado es abierto. ‘Luego, en virtud de la condicién (42.4) y el teorema sobre las funciones implicitas (véase el p. 41.3), el sistema (42.5) es resoluble respecto de las variables yp +,en cierto entorno del punto (x, LO Io 0 Las funciones f, ...,/, en este caso estén definidas y son continuamente derivables en cierto entorno del punto (4, .-. » 9% X,9 py --- »¥0). — En la forma més amplia (si a titulo de entorno se toman los entornos ciibicos) es- to significa lo siguiente: pueden escogerse tales niimeros 6 > Oy n > 0(conel fin de comodidad, pueden ser incluso inferiores a ng : 5 < no, 9 < 19 que si designamos con U el entorno cibico del punto (,... 00, v.-. x) prefijado por las desigualdades ly, - $1 <8 GF entonces Ten el entorno Ulas funciones fy, k = 1,2, 0+ rnuamente derivables; i 2) para todos Jos puntos (Yj. + Iya %y 4 yvov+ o%q) © U son vilidas las desi- gualdades V0 So kee eo hd MPL Ke Loo 3) en el entorno U se verifican las igualdades CM rm Soke ee hy) Ip ES NB eh donde por fy, k = 1, .~. se entienden los segundos miembros de las igualdades (42.6). ‘Consideremos una composici6n de funciones (42.6) y y, 4 {Oy ~- 1 Xq) 8 de cir, una funcion Frat Xn 2.7) enla ques, = Sy yr <-> Yn Xr4 yo Xe k = Ly» 7 Esta funcion compuesta Sa a Le 3 Lonindbmente drivable en el enorno cabo U, sekSonado arta dd punto 0, oe 1% 4 yp 9 OD. probemos qu, elente, fei (2.7) en este entorno Une depende de as a rat |» %qu €S decir, no varia cuando cambian las variables citadas y, consecuentemente, ¢s, de hecho, s6lo fur de las variables y, Jr ‘Con este ‘objeto basta mostrar que para la funci6n (42.7) en el entorno Use verifica la igual- dad 42.6) Dye Ixy cd Sart tenam estan definidas y son conti- (42.8) oa §.42. Dependencia de las funciones (véase el p. 20.40 la formula de los incrementos finitos de Lagrange en el p. 39.2, de lacual se deduce directamente la suficiencia de la condicién (42.8) para que una fun- cién sea independiente de las variables x, , ,, ... .X, en una region convexa y, por consiguiente, en un entorno cibico). Para demostrar la igualdad (42.8), fijemos uno de los valores j= r+ I,m) ¥ las coordenadas x, cuyos indices k toman los valores 7+ 1... J — Is J + Iso. mj designémoslas mediante xf y elijamos xf de una manera tal que sea ee ea ee ‘Consideraremos una aplicacion (42.9) Sep Ae oe ADs donde ff = SQ yy = Yo XPy peo XP Xe XP 4 wy vo MM del entorno ciibico Ue punto (1, ... x40) que se define por las desigualdades Wg — HOV <8, K = 1,2, oe oF bay AO < 8. Para subrayar cuales son precisamente las variables que cambian, representemos simbélicamente la aplicacién (42.9) en la forma, Op IoD = Op Ie Seg De Esta aplicacién es continuamente derivable en UU); su matriz de Jacobi tiene por expresion, 1 0 0 o o 1 0 0 2%, + ea Mea Wee ¥, Por esta razon (42.10) ¢ decir, el jacobiano de la aplicacién en consideracién es igual a la derivada que nos interesa. En el entorno UW esta aplicacién puede representarse como composicion de dos aplicaciones: de la aplicacién continuamente derivable MELO oe XP a eo Fe Xp Pg eee ee LO rm Ie MEg oP e a % 42.2. Condiciones suficientes para la dependencia os del entorno U y la aplicacién continuamente derivable PERE RP BAP ee De Fras Pre Be XA + del entorno det punto (x? .. 4%, 49) det Ixy — 1

Ope me Yo Fra de sth definida y es continuamente derivable en el entorno U!?. La primera de estas ‘aplicaciones es continuamente derivable en el entorno U® del punto (1, ... 39, 22?) yi segunda es continuamente derivable en el entorno correspondiente del pun- 13, «20 x0) Por ello, de (42.10) de las propiedades de los jacobianos de Yr) Oy nA) Br ‘De acuerdo on la condcibn del eorema, el rango de a mati de Jacoot ene conjunto G es igual o inferior a r, por consiguiente, Veo Wye InIead ay nx) Se). (2a) nk) en todo punto de G. Por elo, de (42.11) se desprende en seguida que para cualquier punto (¥1, --. +37) € Uy, por ende, para todo punto Ov Pe Xp Af ee a EU sé verifica la igualdad (42.8). Puesto que las coordenadas xf se han fijado arbitr riamente, con tal de que sea Ix? — 1 <8, k= rt Wye J — ted + leon rn, esto quiere decir que la igualdad (42.8) es justa en todo el entorno U. De este modo, la funcién (42.7) depende sblo de las variables yy... »¥,- Al de- signarla por el simbolo &, obtendremos er Wares Sooke pron hg) = AO Ie jamos ahora by 8p <5 y 6) < 1, de una manera tal que para Ix; — x91 < by, i= 1,2,...,,se cumplan las desigualdades ly — Pl <8 = 1.2 te Esto ¢s posible, puesto que las funciones y, = #61, sistema (42.5) son continuas en el punto x. %6 $42. Dependencia de as funciones En virtud de lo demostrado, para cualquier punto x del entorno dy-cibico del punto x, es decir, para todo punto x = (xy, ... »%,) tal que Ii, = PL < 81 = 12s om Sek vllda a identdd 6G) = Bei00, 4D decir, en el entorno citado del punto 2 las funciones ¢,, pendientes. ‘Andlogamente se demuestra también la dependencia de cada una de las fun- iomes ¢, 2 +» + %m de gs ~- + , en cierto entorno del punto x. ‘Al igual que la condicién necesaria para la dependencia de las funciones, las con- diciones suficientes pueden enunciarse también en términos de los gradientes. Para simplifcar,limitémonos al caso en que r = m — 1. Silos gradientes Ve), ... , Ve Son linealmente dependientes en todo punto de 1a regidn G, entonces, cualquiera que seael punto x € Gen el quem — 1 de os gra- dientes mencionados son linealmente independientes, existe un entorno suyo en el cual las funciones 4, .. 5 mq son dependientes. Ademds, si, por ejemplo, los gra- dientes V¢, . , em 80% linealmente independientes en el punio dado y, por lo tanto, el gradiente Ve,, en él es una combinacién lineal de ellos, entonces en el en- ‘torn mencionado la funcién q depende de las funciones ,-- + %m — \- ‘Conviene fijar Ia atencién en que las condiciones suficientes para la dependencia de las funciones, establecidas aqui, tienen un cardcter loca, a diferencia de los resul- tados del punto anterior que son de cardcter global. Esto significa lo siguiente: si un sistema de m funciones continuamente derivables (42.1) es dependiente en el con- junto abierto G CR", entonces, de acuerdo con el teorema I del p. 42.1, en todo punto dé dicho conjunto el rango de la matriz de Jacobi de este sistema es inferior a ‘m (correspondientemente, si por lo menos en un punto del cunjunto G el rango de la ‘matriz que se considera es igual a m, el sistema es independiente en todo el conjunto G). En cuanto al teorema 2 de este punto, se debe decir que éste solo afirma que si en algin punto x e G se cumplen sus condiciones, el sistema dado de funciones serd dependiente s6lo en cierto entorno del punto citado (y no en todo el conjunto G). De este modo, efectivamente, la afirmacién del teorema 2 tiene un cardcter lo- cal. Diremos, ademés, que si en fodo punto x del conjunto abierto G se cumplen las condiciones del teorema 2, entonces, naturalmente, en este caso, el sistema de funciones en consideracién serd dependiente en cierto entorno de todo punto. No obstante, el teorema 2 no garantiza que dicha dependencia sera la misma en todos los entornos indicados, es decir, del teorema 2no se infiere que en diferentes puntos unas mismas funciones serdn dependientes de las otras y que las funciones # que ‘cristalizan en realidad” la dependencia de unas mismas funciones, consideradas en distintos entornos, serdn coincidentes en los puntos de interseccién de estos entor- nos. Por consiguiente, del teorema 2 no se infiere ni mucho menos que el sistema de funciones que satisface las condiciones de este teorema en todos los puntos x del conjunto G serd dependiente en todo el conjunto G en su total en el tinico sentido, es decir, en el sentido de la definici6n 1. Esto precisamente ‘que el teorema 2 no lleva el cardcter global. +r @p 4 son de- 43.1. Concepto de extremo condicionado 2 Observemos que existe un acceso algo mas general al concepto de dependencia de las funciones que permite construir la teoria global de este problema, sin embar- {80 no nos detendremos en ello. Ejemplo. Examinemos un sistema de funciones w= sen (+ y) (42.12) cos (x + 9). El jacobiano de este sistema es nulo en todo el plano cos (x + y) cos & +») —sen & + y) ~sen (x + y) y, como ¢s facil de ver, el rango de la matriz de Jacobi de este sistema es igual a uno en todos los puntos del plano, ‘Segiin el teorema 2, las funciones (42.12) son dependientes en el entorno de cada punto del plano. En el caso dado la dependencia de las funciones se halla facilmente en la forma explicita, por ejemplo, en el conjunto abierto de los puntos (x, »), para los cuales cos (x + y) > 0, ella puede ser dada por la formula v = VI =u’ Ejercicios. 1. Sean w= +P +2 vewt eta wertyte De rmuéstrese que las funciones u, v, son dependientes y hllese Ia ecuacién que expresa su de- pendencia 2. Investiguese la cuestion sobre la dependencia de las funciones u = §? + 9? + 9, va intwa + a+ Bz int att i. Problema 28, Una funcién u = u(x, y) se denomina arménica en una region plana, sien todos los puntos de esta region satisface la ecuacién Au = 0 (véase (41-109)), Demuéstrese ‘que dos funciones arménicas son dependientes en una regién plana cuando, y s6lo cuando son linealmente dependientes. § 43. EXTREMO CONDICIONADO. 48.1. CONCEPTO DE EXTREMO CONDICIONADO Supongamos que en un conjuntoabierto G C R" vienen definida las funciones [00 = 1,2, 5m, 3.) vi x = (y= 4%) € @. Designemos mediante X un conjunto de los puntos x € G, donde todas las funciones f,,/ = 1, 2, .. ,m se reducen a cero: | X= bef) = 0 = 1,2... ,mx € GB). (43.2) Las ecuaciones Se) = 5 = 1,2, se llamarén ecuaciones de conexién (enlace). (43.3) > pang 8. § 43. Extremo condicionado Definicién 1. Sea y = f,(x) una funcién definidaen G. El punto x® e X sella- ‘ma punto de extremo condicionado®) de la funcion Jy (x) respecto de las euaciones de enlace (43.3) (0 si se cumplen dichas ecuaciones), siempre que es un punto de ‘extremo ordinario de esta funci6n al considerarse ésta slo en el conjunto X (véase elp. 40.1). En otras palabras, el valor de la funcion fox) en el punto x se compara aqui no con todos los valores suyos en un entorno suficientemente pequetio de este punto, sino s6lo con los valores en los puntos pertenecientes, ala vez, al mencionado entor: no suficiente pequefio y al conjunto X. Al igual que en el caso de los extremos ord narios, podemos, desde luego, considerar los puntos de extremo simplemente con- dicionado y los de extremo estrictamente condicionado. Ejemplos. 1. Consideraremos una funcion Seya2ey (43.4) y la ecuacién de enlace xty-1=0. 3.5) Hallemos el extremo condicionado de la funcién (43.4) para el caso en que se ‘cumple la ecuacién de enlace (43.5). De (43.5) tenemos y = 1 ~ x, de donde See 1 = x) = BP - 2+ 1 De este modo, cuando se cumple la condicién de enlace, la funcién (43.4) es una funcién de una sola variable. Su extremo se halla de una manera elemental: igualan- do a cero su 2x — 1 = 0,dedondex evidentemente, un minimo (la funcién es un potinomio de segundo grado cuyo tér- ida (la condicion necesaria de un extremo), obtenemos 1 En el punto dado la funcién que se considera, tiene, mino mayor tiene coeficiente positive). Al valor x = > + de conformidad con la ‘ecuacién de enlace (43.5), le corresponde 2 Por consiguiente, en el punto (1/2, 1/2) a funcién (43.4) alcanza su minimo res- pecto de la ecuacién de enlace (43.5). En el lenguaje geomeétrico esto significa que el unto del paraboloide z = x? + y?, que se proyecta en el punto (1/2, 1/2), es el més inferior de todos sus puntos dispuestos por encima de la recta (43.5) (fig. 165). Este ejemplo muestra que un punto en el que la funcién alcanza su extremo condi- cionado, no es, en el caso general, punto de extremo de esta funcién. 2, Consideraremos la funcion f(x, y) = y* — x*ylaecuacién de enlace y = 2x. ‘Tenemos f(x, 2x) = 3x?, es decir, si se cumplen las ecuaciones de enlace, la fun- cién en consideracién es también una funcién de una sola variable y, evidentemen- te, alcanza su minimo cuando.x = 0{fig. 170). De conformidad con la ecuacién de enlace, al valor x = Ocorresponde el valor dey = 0, y, por lo tanto, la funcién fix, y) = y? — x7 tiene en el punto (0, 0) un minimo condicionado respecto de la ecuacién de enlace y = 2x. "9 Sea adoptado también el término “extremo relativo". 43.1, Concepto de extremo condicionado x Fig, 169 Cabe destacar que en este caso Ia propia funcion f(x, y) no tiene maximo ni ‘minimo en ningiin punto del plano. De este modo, e! ejemplo considerado muestra {que la funciOn puede no tener un extremo, pero, para ciertas ecuaciones de enlace, puede tener un extremo condicionado. En lo sucesivo supondremos que 1) todas las funciones fof, - Jy Son continuamente derivables en el conjunto abierto 2) en el punto x que se considera, los vectores Vfj, -.. » Vf Som linealmente independientes, es decir, el rango de la matriz de Jacobi (mu pm i= AQ omy Fin. 170 100 § 43. Extremo condicionado csigual a m, o sea, al nimero de sus fils las filas de la matriz de Jacobi son compo- nentes de los gradientes Vf... » Vfn)- De acuerdo con los resultados del pérrafo anterior, esto significa que las fun- ciones del sistema (43.1) son independientes en cierto entorno del punto x. Por cuanto en un espacio n-dimensional no pueden haber mas de n vectores linealmente independientes y el rango de la matriz no puede exceder del niimero de columnas, entonces, de la condicién 2) proviene que m (43.12) La funcion ™ roti + FE vf6. (3.13) 102. 4. Extremo condicionado onde los nimeros dy, ..., hy Satisfacen la condicin (43.12), se llama funcin de Lagrange del problema en consideracion y los propios nimeros, muliplicadores de Lagrange. La condicion (43.12) significa que si x es un punto de extremo condicionado del func fp respeto dea ecuacin de enlace (43.3, sed punto estacionariopa- ‘alla funcion de Lagrange, es decir, 0 FF) ob 1,2, 0.5m. (43.14) ax, ‘Antes de demostrar el teorema aclaremos su sentido y mostremos como usarlo para la obtencién de los puntos de extremo condicionado. Ante todo fijemos la aten- cidn en que en la funcién del tipo (43.13), para los nimeros arbitratios hy, ... Nm cualquier punto de su extremo condicionado es a la vez el punto de extremo condi. cionado de la funcion de partida fo, y viceversa. Elijamos tales valores de Ay, .-.. hy ue se cumplan las condiciones (43.12), es decir, que el punto dado de extremo con” dicionado resulte ser también el punto estacionario de la funcién (43.11). ara la obtencién de los puntos de extremo condicionado, conviene considerar un sistema den + m ecuaciones (43.3) y (43.10) respecto de las incognitas x{”, 219) dy, « Ay ¥ tesolverlo (si esto es factible), hallando 21, ... , xy eliminan do, cuanto sea'posible, bj, ... , hy. El teorema enunciado afirma que todos los pun- tos de extremo condicionado estardn entre los puntos (x(, ... , x9, determinados de este modo. La cuestién de qué puntos entre los mencionados serdn realmente puntos de extremo condicionado requiere unas investigaciones adicionales; algunos razonamientos referentes a esta cuestiOn serdn aducidos en el p. 43.5°. DEMOSTRACION DEL TEOREMA, Demostremos una afirmacion que es equivalente al teorema: sien el puntox = (x{, ... . x0) que satisface las ecuaciones de enla- ce $<) = Ok = 2a vm, 43.15) los gradientes Vfy, V/;, ... » Vf, Son linealmente independientes, entonces x no ¢s el punto de extremo condicionado. ‘Asi pues, sean Vfo, Vf, -- » Vf linéalmente independientes y, por consiguien- a evel Ja matriz de Jacobi ( Y%), te, el rango de la mati Jacobi ( J OMe smi = LQ ymves igual am + 1. Entonces, en dicha matriz existe un menor de orden m + 1 distinto de cero, Para concretar, convengamos en considerar que el menor se ha formado por las primeras m + 1 columnas, es decir, Woh 3. 8X2, 16) El conjunto G es abierto, por lo cual existe tal 5 > 0, que para todo 5, 0 <8 < by el cubo Oy = Ws lx, -— <8 = 1,2...) 43.2. Método de los multiplicadores de Lagrange 103 se dispone dentro de G y, por end, en est cubo estan definidas todas las funciones Sob Soe Fijemos Xm 4 2 = XW 20 6 40 e introduzcamos las designaciones = Cy km gD He fete le, — Ol < 57 = 12m tM Obviamente, as Funciones fry os vt g Ay apo oA =O, bye ms ‘estén definidas y son continuamente derivables en todo punto de Qf" * |. Conside- raremos una aplicacion &: Qf! +! — R"* !, definida por las formulas Fr = SLA oe Xm 4X Boe KH) Wa Lee oe Xm g Xie ae Xe iy Fm = Sing ite Sm AM aes Xe En vista de (43.16), para el punto x* = @?, .. 4, ,) tenemos = Mor Sin Sin) ee lO) O05 Xa my DL = x #0, ae, y debido a (43.15), BEA) = Fe, 0, «-. 0). Por ello, (véase el teorema 7 en el p. 41.8 sobre Ia invertibilidad local de la apli- cacion continuamente derivable en un punto, donde su jacobiano es distinto de ce- ro) existe tal ¢ > O que en el entorno VD = Ope dm DED — SOOM SEM, SL) 1,2, .. mx" € OF Sole") = Se) ~ 9 < fee, Ge) = OK = ND mx” © Oh 104 § 43. Extremo condicionado Fig. 171 Puesto que 8 > 0,0 < 5 < by, ¢8 arbitrario, esto es indicio de que x no es el unto de extremo condicionado. {1 DEMOSTRACION DEL COROLARIO. Si los vectores V/j, ... + Vfy son linealmente independientes, en la igualdad (43.10) tenemos y + 0, puesto que si fuera hy = 0, los vectores mencionados serian, en virtud de (43.10), linealmente dependientes. Al dividir ambos miembros de (43.10) por Xo, obtendremos una igualdad del tipo (3.19.0 43.3", INTERPRETACION GEOMETRICA DEL METODO DE LAGRANGE Daremos ahora algunas explicaciones geométricas al teorema 1. Considerare- ‘mos, para no complicar, el caso de un extremo condicionado de la funcién de dos variables z = f(x, y) verificandose la ecuacién de enlace (x, y). = 0. ‘Supongamos que las funciones fy y son continuamente derivables en el entorno AL punto b%,99) 7 p.90) = (e222) Oy ebiy.29) = 0. Envis- 1 de la condicion V ~ (% ¥%g) # 0, de acuerdo con el teorema sobre las funciones implictas, la ecuacién g(x, ») = Oen el entorno del punto (xq, vq) define cierta cur- ‘va suave cuya representacién explicta tiene por expresién o bien y = y(x), 0 bien X = x). Por cuanto nos interesan s6lo los puntos suficientemente préximos a (xy, Yo) la curva mencionada se lamard simplemente curva v(x, y) = 0 (es decir, en ‘tras palabras, en lo que sigue se consideraré siempre la restriccién de las funciones J @ al entorno indicado del punto (xp, ¥q). El gradiente Vo(rp, yo) €s una normal ala curva yx, )) = Oen el punto (% ¥) (p. 20.6). Designemos con r el vector unidad tangente la curva g(x, y) en el punto (oy ¥o- Supongamos, para concretar, que la curva en consideracién se da por la 105 Fig, 172 ecuacién y = y(x). Sil punto (xp, ¥¢)€ un punto de extremo condicionado, enton- ‘ces x, €s un punto de extremo ordinario para la funcion g (x) © f(x, g(x)) (véase el p. 43.1),, por lo tanto, g"¢x) = 0, es decir, la derivada de la funcién fen el punto (%y, Yo) sepiin Ia direccién de la curva g(x, ») = 0, 0 bien, que es lo mismo (véase el p. 20.7), segin la direcci6n del vector 7, es igual a cero a W — Cefle 39)9 la ortogonalidad del gradiente V(x, yo) y del vector tangente 7, 1o ‘que es equivalente al caracter colineal de los vectores V/ttg, 94) ¥ Vel Yo)! Wei. I0) = Vol Io), es decir, se cumple la condicién (43.11). El cumplimiento de esta condicion en el punto de extremo condicionado puede explicarse también de otro modo. Sea ftp, 40) # c. Sien el punto (xo, ¥4) no se cumple la condicion (43.11), es decir, cuando los gradientes Vf y Ve no son colineales, esto significa que en dicho punto Vf # Oy la linea de nivel fx, ) = c corta en este punto la curva ¢(x, y) = 0, haciendo con éta cierto angulo a, distinto de Oy x (fig. 172). Por eso en todo entorno suficiente- mente pequetio del punto (xo, ¥q) una parte de la curva v(x, y) = Oresultard ser dis- puesta en el dominio f < c(“en el dominio de los valores menores”)y otra parte, en el dominio f > ¢ (‘en el dominio de los valores mayores"). Esto significa que en el Punto (, ¥) no hay extremo condicionado de que se trata, En el caso en que los vectores V/y Ve sean colineales, Vf = AVy, una parte de la curva v (x, ») = 0 puede pertenccer a cierto entorno del punto (xo, Yo). integramente dispuesto en el dominio de valores menores f < ¢ (fig. 173) 0 biea en el dominio de valores mayores f > c, En este caso en el punto (xq, ¥4) se aleanza un extremo condicionado. Sin embargo, siendo colineales los vectores Uf y Vy la curva g (x, ») = O puede también disponerse en cualquier entorno suficientemente pequefio del punto (x Jo) con la particularidad de que una parte de dicha curva se dispondré en el dor no de valores menores y la otra parte, en el de valores mayores de la funcion f (fig n este caso en el punto (x, yo) tampoco habra extremo condicionado. Una si. tuacién semejante aparece, por ejemplo, cuando las curvas fix, ) = cy ¢ ») = Otienen en el punto (¥o, yo) una tangente comin, con la particularidad de que la curva f(x, ») = c esté dispuesta en un entorno suficientemente pequeito del pun- 0 Gq, Yq) Por un lado de la tangente mencionada, mientras que la curva ¢ (x, sufre inflexién en dicho punto, pasando de un lado de la tangente al otro 106808. Extremo condicionado Lo dicho aclara aquella circunstancia que (43.10) es una condicién necesaria pa- ra que haya extremo condicionado, pero no suficiente. Los razonamientos geométricos aducidos referentes a la cuestion acerca del ‘extremo condicionado quedan validos también en el caso multidimensional. 434+, PUNTOS ESTACIONARIOS DE LA FUNCION DE LAGRANGE, Se dard aqui la descripcién de los puntos estacionarios de la funcién de Lagran- ge (43.13) por medio de la funciOn g6%p,, 1» --+ »%,) introducida en el p. 43.1 (véase (43.8)). Demostremos previamente un lema sencillo conocido del curso de algebra li- neal. ‘Sea dado un sistema de ecuaciones homogéneas lineales ky Hoe igh = OT = 2s one My 3.18) y una ecuacion homogénea lineal més Dyxy + oe + yy =O. 43.19) EI sistema de ecuaciones obtenido por adicién de la ecuaci6n (43.19) al sistema (43.18) se denominara sistema ampliado (43.18)—(43.19).. Lema. Para que el sisterna ampliado (43.18) — (43.19) sea equivalente al sistema basico (43.18), es necesario y suficiente que la ecuacién (43.19) sea una combinacién lineal del sistema de ecuaciones (43.18). Corolario. Para que la ecuacién (43.19) sea una combinacién lineal de las ‘ecuaciones (43.18) 0 bien, que es lo mismo, para que el vector bE Oy dy) (43.20) constituya una combinaci6n lineal de los vectores 4, iy os 9 igh = Vs 2s omy 43.21) es necesario y suficiente que toda solucién del sistema (43.18) sea la solucién de la ‘ecuaci6n (43.19). ‘DEMOSTRACION DEL LEMA. Supongamos que el rango de la matriz (a,) de los ‘cocticientes del sistema (43.18) es igual a mp, Es evidente que mg < m. Sig > im +> 0, se verifica la desigualdad d?F (4% > 0 (d2F(x) < 0, respectivamente). Supongamos que el punto 2 satisface las ecuaciones de enlace (43.3) y s esta- cionario para la funcién de Lagrange (43.13) y supongamos también que la segunda diferencial de la funcién de Lagrange en este punto es una forma cuadratica defini da positiva (negativa) de las variables dx,,... , dx, a condicién de que ellas satisfa- cen el sistema de ecuaciones (43.37). Entonces, de (43.38) y (43.39) proviene que 6 un punto estacionario para la funcién g(2) y que la segunda diferencial de esta funcién en el punto ®® es una forma cuadratica definida positiva (negativa) de las variables d%m 4 1+ por consiguiente, la funcién g(f) tiene en el punto ‘un minimo (mAximo) estricto; quiere decir que la funcién f,(x) admite en el punto x un minimo (maximo) estricto condicionado respecto de las ecuaciones de enlace (43.3). (4 Bkanciemos el reutado obtenida en forma del torema. Teorema 3. Six = ((, .. , x0) satisfac las ecuaciones de enlace (43:3) y es tun punto estacionario para la funcién de Lagrange (43.13) y sila segunda diferen- cial de la funcién de Lagrange en este punto es la forma cuadrdtica definida positiva (negativa) de las variables dx,, ... , dx, a condiciOn de que éstas satisfacen el siste- ‘ma de ecuaciones (43.31), entonces x es un punto de minimo (maximo) estricto condicionado para la funcién {4 respecto de las ecuaciones de enlace (43.3). ‘De este modo, con el fin de investigar el extremo condicionado de un punto esta- cionario de la funcién de Lagrange (43.13), se debe analizar si es no definida la forma cuadratica (43.39), es decir, examinat la segunda diferencial dela funcién de Lagrange en este punto, siendo cumplidas las condiciones de enlace (43.3) (cuando las diferenciales dx, 7'= 1, 2,..., m, estén ligadas entre si por las relaciones (43.31)). En este caso hemos de tener en cuenta que sila segunda diferencial de la funcion de Lagrange en el punto que se considera resulta ser definida positiva (ne- sativa) sin que se cumplan las condiciones de enlace, lo seré, por supuesto, cuando dichas condiciones se cumplan. 43.5%, Condiciones sufleientes para los puntos de extremo, us Supongamos, or ejemplo, ques require hallar los puntos de extfemo dela funcion f(x, y) = xy, cuando el punto (x, y) se dispone en la rectax — y = 0.La funcidn de Lagrange sera, en este caso, F(x, y) = xy — Xe — y). y, como FF _y §, FF ox 4 x, emtonces para la determinacién de los puntos esta- a ay cionarios de ta funcién Fe, 9) que satisfagan las condiciones de enlace tenemos un sistema de ecuaciones xo y=, de las cuales se desprende que x r=. ; Tnvestiguemos en el punto (0, 0) la segunda diferencial de la funcién F(x, »), siendo cumplidas las condiciones de enlace, es decir, cuando dx ~ dy = 0. Tene- mos aF = ddxdy, (43.42) por consiguiente, si se cumplen las condiciones de enlace, OF = dx 30, (43.43) ces decir, la segunda diferencial (43.42), representando una forma cuadratica indef nida, se convierte, siempre que se cumplan las condiciones de enlace, en una forma cuadratica definida positiva (43.43). Por eso (0, 0) es el punto de minimo estricto condicionado para el problema que acabamos de considerar. Esto, ademés, se ve claramente de lo siguiente: a lo largo de la rectax — y = Ola funcién ftx, ») = 3 ‘tomara la forma fix, x) = x*, admitiendo, evidentemente, en el punto x minimo estricto. _Ejercicios: Hallence los puntos de extremo condicionado de las funciones con las ‘euaciones indicadas de enlace: wns yea lxty tin BEY WE, act byt Cot D Susk+y-2tiety-2w-2W=0. 2 6. Hillese el valor maximo de la funcién z = xy en el circulo unitario x? + y? < 1. 5 Inseribaseen un cirulo de radio dado un n-igano de rea méxima 8, Representese el nmero @ > Oen forma de una suma de los sumandos x, ,%, den modo tal que el producto tee. x (a, > 0, = 1y = «m) asuma el valor maximo.

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