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SERIE LITERATURA MEXICANA XII CENTRO DE ESTUDIOS LINGUISTICOS Y LITERARIOS CENTRO KATZ DE ESTUDIOS MEXICANOS MODERNIDAD, VANGUARDIA Y REVOLUCION EN LA POESIA MEXICANA (1919-1930) Anthony Stanton Editor sy, gs ve § “ensrivot EL COLEGIO DE MEXICO THE UNIVERSITY OF CHICAGO 106 KATHARINA NIEMEYER hablado con razén de su romanticismo—, hace que los dos fenéme- nos sean legibles como una sola experiencia hist6rica, nica en su importancia y sus rasgos modernamente sublimes. Y desde la logica del mismo poema es ella a que también garantiza, finalmente, la anhelada legitimidad de la escritura poética estridentista, dandole un sentido incuestionable, mas alld de la oposicién iconoclasta frente a la tradicin poética. VANGUARDIA Y REVOLUCION: LA POESIA DE MANUEL MAPLES ARCE (Y EL BORGES QUE NO FUE) Rose Corral El Colegio de México I. LOS ESTRIDENTISTAS, CINCUENTA ANOS DESPUES En 1976 el novelista chileno Roberto Bolafo, entonces radicado en México, publica tres excelentes entrevistas con los principales escrito- res y animadores de la vanguardia estridentista: Manuel Maples Arce, el fundador del movimiento, German List Arzubide y el novelista o narrador del grupo, Arqueles Vela.! En todos ellos es notoria la vo- luntad de asociar su movimiento 0, mejor, su “gesto” —como habia dicho Maples Arce oponiéndose a la denominacién de “escuela’—* con el contexto inmediato, con el México posrevolucionario que se iba construyendo en los afios veinte. El estridentismo, que inicia su vida en diciembre de 1921 con el manifiesto 0 “comprimido estri- dentista” de Maples Arce que aparece en Actual No, 1 y la concluye en Xalapa-Estridentépolis en 1927 con la caida de su protector, el general Heriberto Jara, no se entiende —insisten muchos afios des- pués los actores principales del movimiento— sin el telén de fondo de la Revolucién mexicana. En esta visién retrospectiva, los estridentistas de 1976 se rehti- san a considerar al movimiento que protagonizaron sélo como un “ismo” més que —iconoclasta, inconforme con su pasado y con los ! Roberto Bolafio, “Tres estridentistas en 1976”, Plural (México D. F), mim. 62, noviembre de 1976, pp. 49-60. 2 Manuel Maples Arce, “El movimiento estridentista en 1922”, El Universal Hus- trado (México D.F), nim. 294, 28 de diciembre de 1922, p. 25. 107 108 ROSE CORRAL valores artisticos heredados— se propone una renovacién literaria y artistica acoplada a los nuevos tiempos. Quieren enraizarlo en Mé- xico, en su circunstancia hist6rica, en su Revolucién y en los cam- bios vertiginosos que tienen lugar en todos los érdenes de Ia vida del pais: en lo politico-social con el surgimiento de nuevos actores —obreros, campesinos— y, centralmente sin duda, en la educacién y las artes que promueve José Vasconcelos desde la Secretaria de Educacién Arqueles Vela considera la obra de Maples Arce, Urbe, como “el poema de la Revolucién mexicana” y destaca que “somos noso- tros los que [le] dimos un sentido estético”. Extrahamente, no menciona Vela en 1976 al movimiento muralista, en aquellos afos al frente de la contienda artistica y politica, con cuyos integrantes 0 con varios de ellos (Ramén Alva de la Canal, Fermin Revueltas, Jean Charlot, el mismo Diego Rivera, el escultor German Cueto) Ilevaron a cabo diversas obras, como la revista Irvadiador en 1923, fundada por Maples Arce y Fermin Revueltas, que se define como “un proyector internacional de nueva estética” y en cuyas paginas se intenta crear un “lirismo visual” y la “sintesis de las artes” a la que aludia Apollinaire en su conocido texto sobre “LEsprit nou- veau et les poates”. Posteriormente, ya en Xalapa, fundan Horizon- te, en la que colaboran también los escultores y los fotdgrafos, ademas de los pintores. Organizan exposiciones colectivas en las que hay muestras de todas las artes nuevas y editan sus propios libros con la colaboracién de los pintores: precisamente Urbe tiene una hermosa portada y grabados de Jean Charlot. La primera no- vela estridentista de Arqueles Vela, La senorita etcétera, de 1922, es ahora lefda o interpretada por su autor como “la realizacién livera- ria del desorden provocado por la Revolucién”. En cuanto a Ma- ples Arce, hace una distincién entre el vanguardismo curopeo y lo que se propusieron los estridentistas en México, cuidandose ade- mds de descartar lo que en su poesfa pudiera entenderse como “deshumanizacién”: VANGUARDIA Y REVOLUCION: LA POESIA DE MANUEL MAPLES ARCE TO En Europa los movimientos de vanguardia obedecfan al mismo fe- némeno espiritual ¢ intelectual de insatisfaccién, inquietud y fineza perceptiva [...] pero el movimiento mexicano tiene ademas una mayor hondura vital y una intencién revolucionaria que no se queda tinica- mente en el aspecto esteticista que caracteriza a otras corrientes. La idea de revolucién esta presente en él con una insistencia que delata su valor humano. (Las cursivas son mfas.] En sus memorias, unos pocos afios antes de la entrevista con Bo- lato, Maples se habia referido también a la Revolucién mexicana y al significado que tuvo para él, pero habfa insistido sobre todo en el lado “estético” de la cuestid: “La Revolucién mexicana me apasioné, sen- t{ su honda significacién y traté de imprimirle un sentido estético, sactificando todo sufragio politico a la autenticidad poética.”3 El in- terés de la entrevista con Bolafo estarfa entonces en el leve pero significativo deslizamiento de sentido hacia la problematica de las selaciones entre arte o poesia de vanguardia y contexto histérico-po- litico, una cuestién que se volveria central, como es bien sabido, en los afios treinta, en un contexto mundial mucho menos apacible que imponia definiciones y que desembocaria en la Segunda Guerra Mundial. Agreguemos que es posible también que todavia en 1976 los estridentistas quieran seguir deslindandose de sus eternos rivales de la hora, marcando sus distancias con los Contemporanees y con la critica reiterada de escapistas que se les hizo a éstos en su momento. Al adjudicarle entonces al estridentismo “una intencién revolu- cionaria que no se queda tinicamente en el aspecto esteticista”, es obvio que Maples Arce quiere dar a entender que el movimiento que encabezé no estuvo al margen del debate estético-politico que se em- pezaba a dar entonces en México (concretamente, en las discusiones que tenfan muchos de sus amigos en el Sindicato de Pintores, Escul- tores y Grabadores Revolucionatios, creado en 1922) y, fuera del 3 Manuel Maples Arce, Soberana juventud, Plenitud, Madrid, 1967, p. 198. TIO ROSE CORRAL pais, en el seno de la joven Revolucién rusa en marcha, que buscaba nuevos caminos en un clima todavia de gran libertad.4 Este énfasis que ponen los estridentistas en las circunstancias his- t6ricas del movimiento es sdlo un punto de partida para encaminar el presente trabajo que procura entender o acercarse precisamente a esa “intencién revolucionaria” a que se refiere Maples en 1976, indagan- do en sus propias obras potticas (particularmente el notable Urbe. Super-poema bolchevique en cinco cantos, de 1924) y en otros escritos suyos, contempordneos de su poesfa. {Cémo se gesta Urbe? ;Cémo leer esta conjuncién o reunién en un mismo poema de canto a la mo- dernidad y a la revolucién en la obra del poeta més dotado del grupo? Qué influencias o lecturas estén en el origen del poema? Estas son algunas de las preguntas que nos haremos en las paginas que siguen. Cabria llevar a cabo una reflexién semejante —porque viene al caso— sobre la obra que escribe en los afios veinte otro estridentista, German List Arzubide, $élo diremos que en su caso es perceptible una suerte de escisién entre, por un lado, su postura politica, expresa- da en una poesia més directa o incluso panfletaria —me refiero a Plebe, que publica en 1925 en Puebla, con una portada de Alva de la Canal que representa un enorme pufio rojo— y, por otro, su poesia estridentista, Esquina, con portada de Charlot, del afto 1923, centra- \\da en una visién cinemética, moderna, de la ciudad. Al ser List Ar- zubide sin duda el més politizado de todos los estridentistas, no deja de llamar la atencién que al parecer no pudo integrar ambas vetas en su poesia vanguardista.> Es algo que la escritora peruana Magda Por- 4 Si, en México, Vasconcelos muy pronto lee al ruso Lunacharsky, escritor y comi- sario de Educacién a partir de 1917, en otras latitudes se esbozan discusiones sobre las politicas culturales que se abren paso en Rusia. Por ejemplo, el “manifiesto de arte prole- tario”, que algunos dadaistas (Tristan Tzara, Schwitters, Hans Arp) publican en La Haya en 1923, polemiza ya con ideas que se planteaban en aquel pais y que tomarén cuerpo en las reflexiones de Trotsky sobre Literatura y revolucién publicadas con ese titulo en 1924. 5 Como se lo comentaré a Roberto Bolaio, se afiliaré muy pronto al Partido Co- munista y visitard la Uni6n Sovitica en los aftos treinta, De paso, en la misma entrevista VANGUARDIA Y REVOLUCION: LA POES{A DE MANUEL MAPLES ARCE IIT tal observaria muy pronto, en una nota que escribe en 1928 para Re- pertorio Americano: “[List Araubide] es quizd el més revolucionario ideoldgicamente, aunque lo sea el menos, en cuanto a la técnica.”6 Su libro, El movimiento estridentista, escrito al final de la trayectoria del movimiento, parecerfa retomar las dos vetas y querer de algiin modo fundirlas en la visin poética final de obreros y multitudes, pufios levantados, gritos y marchas, reincorporando también, de paso, como veremos mds adelante, un elemento estético presente en Urbe. 2. HACIA URBE. PINTORES Y ESCRITORES Al revisar distintos textos de Maples Arce (manifiestos, articulos € intervenciones varias en El Universal Ilustrado y en otras revistas, como Zig-Zag y La Antorcha), puede observarse una evolucién 0 una toma de conciencia gradual en sus reflexiones sobre poesia o estética y revolucién social, proceso que culminaré en 1924 en el vasto fresco que es Urbe. Aunque Maples no escribié nunca sistematicamente sobre el tema (y no es nuestra intencién convertirlo en un idedlogo © tedrico del asunto), es evidente que desde el manifiesto de Actual ‘No, Lhasta el poema Urbe se pueden ir rastreando indicios ciertos de esta evolucién que, en nuestra opinién, no puede abstraerse o des- yincularse de las discusiones que paralelamente (y de manera publica en los periédicos) se daban en la vanguardia artistica mds relevante del momento: la pictérica del grupo de los muralistas. Si Maples, en varios de sus escritos, incluye y se refiere en un solo bloque a los Lise caracteriza a Maples Arce como un “liberal”, algo que por lo visto le molesté y que éste contestard en el largo poema “Estrofas para un amigo”, para conmemorar los ochenta afios de List. Gf Manuel Maples Arce, Las semillas del tiempo, Fondo de Culeu- ra Econémica, México, 1981, pp. 107-116. 6 Algunos fragmentos de la nota son retomados por German List Araubide en EZ movimiento estridentista, Federacién Editorial Mexicana / Secretaria de Educacién Péi- blica, México, 1987, p. 149 [12 ed. 1926]. II2 ROSE CORRAL escritores, pintores y escultores de la “vanguardia actualista de México” (de hecho, la primera menci6n al arte “actualista de Mé co” es en abril de 1921, antes de Actual No. 1, con referencia a los “j6venes pintores de México”),’ procurando fundielos en un mismo movimiento de renovacién, en realidad hay que decir que los pinto- res no se adhirieron ptiblicamente a los estridentistas firmando sus manifiestos. La gran cercanfa del escritor con los pintores, con los cuales convivia (Fernando Leal, Revueltas, Rivera), y sobre todo la voluntad de atraer a los pintores hacia la vanguardia estridentista son evidentes en sus memorias. Muy pronto, después de la creacién de su sindicato, los artistas plisticos lanzan su propio manifiesto, en diciembre de 1923; un ma- nifiesto bastante radical, comprometido social y politicamente, y motivado basicamente por la inestabilidad politica que vive el pais y por el clima de incertidumbre y amenaza que se genera a raiz de la rebelién de Adolfo de la Huerta. A partir de marzo de 1924 partici- pan asimismo en el periédico El Machete, fundado por el Partido Comunista de México. Dedicado a los indigenas, obretos y campesi- nos de México, el manifiesto fusiona el pronunciamiento politico con un programa artistico que aboga por “un arte monumental”, por la defensa de la tradicién indigena y del arte popular mexicano, por un arte colectivo al servicio del pueblo, un arte que encamine u oriente el proceso revolucionario en marcha. Es necesario tener presente el manifiesto de los artistas plasticos, consecuencia de la radicalizacién de la vida politica y artistico-cultu- ral del pais a partir de diciembre de 1923,° para apreciar en su verda- 7 La primera mencién al “arte actualista de México” la encontramos en un articulo suyo de abril de 1921, anterior al manifiesto, y dedicado a “Los jévenes pintores de México”, Zig-Zag (México D. F), nim. 55, 28 de abril de 1921, pp. 27-29. 8 Palabras de Siqueiros, Raquel Tibol (selec., prél. y notas), Fondo de Cultura Eco- némica, México, 1996, pp. 23-26. ? Se trata de un aio de discordias, particularmente agitado; basta recordar el ataque y la destruccién de algunos de los murales perpetrados por estudiantes de la Escuela VANGUARDIA Y REVOLUCION: LA POESIA DE MANUEL MAPLES ARCE 113 dero contexto la aparicién en junio de ese aftio de un poema como Urbe, dedicado no por azar “A los obreros de México” y subtitulado Super-poema bolchevique en cinco cantos. Dos paratextos que no puc- den pasarse por alto y que constituyen un salto cualitativo con res- pecto a Andamios interiores. Poemas radiograficos, un libro leido como una manifestacién més de las vanguardias internacionales. Bastarfa para comprobarlo leer o releer tanto la conocida resefia de Borges en Proa como la menos conocida nota de Emile Malespine, incluida en la revista Manométre que dirige en Lyon, Francia, en la que sos- tiene que “lo que caracteriza la literatura hoy [es la presencia de] un espiritu mas amplio, desembarazado de las contingencias de campa- nario”. Por eso un francés —sigue diciendo Malespine— se permite Sjuzgar en mal castellano el libro de Manuel Maples Arce, poeta mexicano”.!° Por lo tanto, al incidir de entrada en el terreno muy concreto de las luchas sociales de México y Rusia, los paratextos de Urbe ubican al poema de Maples en un presente marcado por la situacién politica nacional ¢ internacional. Guardando sus distancias, pues aunque nunca aboga por un arte militante o propagandistico, es obvio que en Maples se observa un acercamiento a algunos de los planteamien- tos o propuestas de los pintores en su manifiesto. Si recorremos de nueva cuenta el “comprimido estridentista” de Maples, de 1921, y el manifiesto de Puebla que firma el grupo al afto siguiente, el tema politico y revolucionario esta apenas mencionado, o aludido de soslayo junto con la tematica del maquinismo y la mo- dernidad tecnolégica, industrial, motivos que serén importantes en Nacional Preparatoria y la acusacién de “bolcheviques” que se hace en la prensa a los pintores. Jean Charlot recuerda que cuando los pintores se organizaban en un sindicato en 1922, la reaccién no se hizo esperar. En un editorial de Excélsior, “El rebaftismo en el arte”, de noviembre de 1922, se hablaba “de un sindicato de autores que acaba de per- petrar su primera aventura bolchevique”. El renacimiento del muralismo mexicano, 1920- 1925, Domés, México, 1985, p. 279. ‘© Cf Manometre (Lyon), nim, 3, marzo de 1923, p. 47. I14 ROSE CORRAL practicamente todas las obras de los estridentistas. En Actual No. 1 Maples se refiere a la “belleza actualista de las maquinas”, a “las emo- ciones cubistas de los grandes trasatlénticos”, al “régimen industria- lista de las grandes ciudades palpitantes” y; finalmente, en alusién al movimiento obrero que cobraba fuerza en México en esos afios, hay una vaga mencién, enmarcada en una visién esteticista de la hora actual y en donde es dificil discernir cualquier “intencién revolucio- naria”, a “las blusas azules de los obreros explosivos en esta hora emocionante y conmovida’. En Urbe, en el canto cuarto, Maples retomard la imagen —“los rios de blusas azules’— para aludir a una multitud de obreros, pero el tono de la evocacién seré mucho mas sombrfo y Ja hora menos “emocionante”, conjugdndose con una vi- sién también menos optimista o entusiasta de la modernidad. Es sélo en un texto escrito por Maples a finales de 1922, una suer- te de balance sobre el primer afto de vida del estridentismo, donde se hace un comentario que plantea la correlaci6én entre el contexto de la Revolucién mexicana y el origen del estridentismo, pero sin entrar en detalles acerca de la forma que adopta esta correlacién en la poesia misma. El texto, titulado “El movimiento estridentista en 1922”, se refiere a las revoluciones mexicana y rusa y subraya que en el caso de México, a la revolucién social no siguid, como era de esperarse, una revolucién estética y literaria, sino que predomind, al contrario, el inmovilismo: “A los sacudimientos exteriores, no correspondié ningu- na agitacién espiritual [...] Los pocos intelectuales que fueron a la revolucién estaban podridos. La tirania intelectual siguié subsistiendo y la revolucién perdié toda su significacién.” Aludiendo entonces al ejemplo de Rusia, destaca que “los poctas y pintores del suprematismo afirmaron dolorosamente la inquietud del momento bolchevique. Lo mismo hizo el grupo de noviembre en Alemania’. Maples agrega en este momento que el surgimiento del estridentismo responde a las “inquietudes revolucionarias’, a las “explosiones sindicalistas y las ma- nifestaciones tumultuosas” que vive México a principios de los afios veinte. Haciendo coincidir revolucién politica y revolucién estética, el VANGUARDIA Y REVOLUCION: LA POESIA DE MANUEL MAPLES ARCE 15, autor recalca finalmente que éstas tiltimas “fueron un estimulo para nuestros deseos iconoclastas”.!! 3. LOS “POEMAS INTUITIVOS” Y EL BORGES QUE NO FUE Hay otros dos textos importantes, ambos de 1922, que permiten indagar o seguir la gestacién de Urbe. El primero es una presentacién en la revista Zig-Zag, en mayo de 1922 (anterior a la publicacién de Andamios interiores), de Nicolas Beauduin, el creador de otro “ismo”, al paroxismo, hoy olvidado al igual que su autor, quien publica en su dia un libro muy comentado, L’Homme Cosmogonique, un autor al que Guillermo de Torre dedica un buen espacio en su estudio sobre las Literaturas europeas de vanguardia en 1925.12 Maples traduce al espafiol un poema (“La ville en moi”) y comenta la visién “actualista” de la ciudad moderna, “muleanime’”, “palpitante”, un. canto —escri- be—a “la belleza del sudor y del esfuerzo” (un léxico que reaparece en Urbe). Pero lo que en ‘verdad resulta interesante € inesperado en este articulo de Maples es que acaba asociando a Beauduin con Jorge Luis Borges, otro cantor de “ciudades ocednicas”, ciudades hoy “empedra~ das de puios y de injurias”, “que afloran trayectorialmente hacia un norte prometedor e iluminal”. Se trata de una alusién al verso del poema “Montaiia” de Borges (“ciudades empedradas de puiios y de injurias’), un poema que remite a la Revolucién rusa, a la esperanza que ha despertado (“norte prometedor”), y al poemario en su ho- nor que entonces escribja el ultraista argentino e iba publicando frag en Poemas mentariamente en Espafia. Afios después Maples escribit interdictos, al evocar dias pasados de tormenta y violencia (revolucio- 1 Manuel Maples Arce, “El movimiento estridentista en 1922”, art. cit., p. 25. 12 Guillermo de Torre, Literaturas europeas de vanguardia, Renacimiento, Sevilla, 2001, pp. 197-202 [1* ed. 1925].

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