Lingüística I. Cap. 2, 3 y 4

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Asaeeescceces Sebo doboedbdodsoroddoes Lis@eirhaica WO CAPITULO2 PROBLEMAS EN LA DEFINICION ¥ DELIMITACION DE ‘ORACION’ 2.1, Preliminares El hecho de que John Ries haya recogido 139 definiciones de ‘oracién’ (1931) y Bugen Seidel hubiera agregado 83 mas (1935) (1), sin contar las que se sucedicton Yerliginosamente en los sitimos cincuenta affos, revela a las claras, no slo cl arraigo instintivo de tal concepto, sino el embroliado problema que existe en tomno de su delimitacign, gzamatical (2). Problema que se complica cuando, por razones metodol6gicas, se intenta Geterminar las oposiciones sistemiticas de “oracidn/propasicién” (0 bien, “oracién’ suboracién"), “suboracion / proposicién”, “eoordinacién / adjuncién”, “inordinecton’ suboracién”, “coordinacién-adjuncién / inordinacién / subordinacién”, ete. 7 En principio, una verdad se nos impone: desde las primeras especulaciones de los repos y de los romanos (Arisételes, Arstofanes, Asstaco, Dionisio de Ttacia, Apolonie Discolo, Herodiano, Varrén, Crisolora, Gaza, Liscars), hasta las ilimas y’ medenna corrienteslinghisticas (en Europa, a fonoldgica de Praga, la glosemitica de Copenhague, ls gacuelas de Paris y Ginebra; y en los Estados Unidos, las tcorias de los’ conatiniyentes inmediatos y tagmémica, y las gramfticas generativa y esttatiicacional) (3), no" hubo {Consenso, siquiera mayoritario, para el tratamiento del concepto de oracién; por el contrario, Jos mis conspicuos se expecificaron en eriterios unitarios, los unos, y entreeruzadon, log otros; pero jams tiicos © inequivocos, al punto de que pudiera soportar el peso ‘de’ una critica sagaz.y valedera, Para una mejor comprensién del conflicto, pueden clasficarse las definiciones de coracién segin ol plano del hecho lnglistico en que se originaron: (I) plano det contac (Geméntico), basado on las significaciones; y(3) plano de la expresin (formal), no basado 2a las significaciones (4). A su vez, cada uno de ellos involucra criteios penéricom, nunce absolutamente_puros; @ bien, ambos planos se entrecruzan manteniendo sus remectivas demarcaciones. an FEI exquema que sigue anticipa la resefia que nos proponemos realizar, sin otro ropénito que el de contribuir a desembrollar el complejo problema de In definiin y 2 BOSSSETTESESS Pero aim queda por « fesalver e,caso de las cotructuras amembres, que también se dari en esas mismas lenguas “Good morning”; “Bon jour” (Buenos dias, en espatiol). CliroYesth quepor tratare de © formas 0 cadenas incompletas 0 no bien-formadas, y recurtiendo a ut expediente poco afortunado, se las puede excluir de la categoria oracional, 231.2. En el estricturalismo norteamericano, el gran Edward Sapir retiene todavia la estructura bimembre (S/P) para su definicién de oracin (54); sin embargo, cl oito ingenio contemporineo, Leonard Bloomfield, echs a andar el critesio de Ja independe ica: "Cuando una forma lingilstica ocurre como parte de una forma mis amplia, se dice que estd en posiciOn incluida; de lo contrario se dice que esté en posicién aabsoluta y que consttuve una oracién” G5). Charles Hocket, inscripto en la comiente Dloofleldeana, adopt similar temperamento: “Una oractén es una forma gramatical que : no esta en construccién con ninguna otra forma gramatical: un consttito que no es L constitiyente” (36). Bernard Bloch y George L. Trager insisten en Ia autonomia sintictica como_tistintva de oracién: “En toda manifestacién, una expresién que no esté en construccién con alguna otra parte de la manifestacion es una oracién” (31). Sdlo por abundar en este criteio, agregamos estos otros conceptos: (afl de inglés John Lyons: “La oracién es la unidad maxima de la descripcién gramatical. Una oracién es una wnidad ‘gramatical entre cuyas componentes se pueden establecer limitaciones y dependencias distribucionales y que, sin embargo, ella misma no puede ser adscrita a ninguna clase distribucional” (38); (B) el de francés Bemard Potter: “EI enunciado [oracién] es la unidad de enunciacion® es la unidad de secuencia que ha escogido el locutor: podria hhaber realizado cualquiera otra eleccién. “Llueve. No salgo” y “Llueve, pues no salgo” son dos formas de contenido que se distinguen por el mimero de enunciades y por la explicacién de la relacién” (39); y, por ultimo, Qa del danés, Viggo Broendal:(2,.-0: { “Proposicién es un conjunto sintéctico cempleto, es decir, relativamente antéromo desde el punto de vista sintdctico” (40), Desde el punto de vista formal, este eritrio de la independencia sintctca parece resolver el viejo problema de la definicién de oracidn: irdtase de una forma gramatical que no entra en conatruccién con otra forma gramatical del discursosjo bien,[tritase de una construccién cuyos componentes no entran en construccién cori-los de cualquiera otra construccion del dscurss) Sin embargo, el problema de Is delimitacién oracional subsite, por cuanto lor elementos de una’~determinada consiruccién pueden mantenerse sparentemente auténomos, pero estar relacionados por alguno de los tipos de relacion sintStica, Véanse los siguientes ejemplos: 1) Mi padre le el diario. Mii madre prepara la cena 2) Mi padre lee el diario; mi madze prepara la cena ‘ : 3) Mi padre lee el diario y mi madre prepara la cena 4) Mi padre lee el diario mientras mi madre preparar la cena. 2 Ceosbdooddececrdrcic En la realidad linghstica, las cates funcionales de cada frase arriba enunciada se mantienen iurénomas: en 1) y 2) no caben dudas; en 3) y 4) son las unidades oracionales, en bloque, Jas que se conectan por coordinacin o subordinacién, no ai aus componente; ca deci ins Componentes de una de las unidades oracionales no cumplen funcién en ln otta unided gracional, Enfonces, cabe la pregunta: euintas oraciones hay en 1), 2), 3)y 4)? En 1) o¢ frvidente que hay dos oraciones; pero, Zen 2), 3) y 4)? Pata unos gramdticos (41) sigas habiendo dos oraciones relacionadas pot yuxtaposicién, coordinacién neal’ subordinacién, también nexual; para otros (42), en cambio, hay una sola oraciOn com don, broposiciones (0 suboraciones). Ante i atérnativa, algunos gramaticos preficren delist i, cin con marcas de puniuacin en lengua escita (el punto, , en su defecto lor eathnnes 771", en posicién equivalente a punto), o con marcas fonicas de entonacién en lengua oral™ Guntuca final y figura tonal). Asimismo, serias observaciones se formularon al respecto, a Lae Que se alu en los parigrafos 23.3 y 2.3.4 2.31.3, Desde esta titima perspectiva, tal vez Louis Hielmsley haya tenido razén, en 1928 (43), cuando renegara dela “frase [oraci6n}, juslamente por no poder delimitarls mediante sefiales formales. Pese a todo, veinte afios después, reconoce cierto parentesco entre dcterminados sintagmas extensos, que éL nexus{ y la tradicionall proposiciény pero, por tralarse de consideraciones de carécter eminehtemente morfosintéctico, quedan reeervaise para el préximo apactado. @) 23D [eriterio mortoneies) siempre ot verbo sgnifié Incase de palsbras mis importante de fa oracin: 2 partir de se establece el enfrentamiento de sujto y predicado, & distibuyen las dstntas clases funcionales (objeto directo, objeto indirect, cicunstancia, agente y predicativoy; se especifica Ia persona o no-persona del sujeto; contibuye a easiest 12 oracion tanto por la acttud del hablants (aseverativ,interogativa, dubitaiva, ezhoraties imperativa) o por su indole (ransitva, intransitive, refleja, copulatva, impersonal); aelara eh tiempo, modo, aspecto de la realidad manifestada; ete. Quiza el capitulo mis derso de im manual de gramdtica sea el dedicado al verbo. Por eso, no sorprende que una tendencia, » mediados de nuestro siglo, haya propuesto un concepto de oraciSn caftcterizado. por la funcién nuclear del verbo. George Galichet, por ejemplo, lo considera “el prote de la frase, 21 punto gue se puede defnir Ta oracién como wn verbo con todo Ia-que se agrupa a si alrededor” (44). Sannuel Gili y Gaya lo ratfica de modo rotundo: “Todos los elementos, palabras, frases u oraciones enleras que se relacionen de modo inmedialo 0 mediato con perbo.en forma personal, forman con él una oracién” (45). Mas recientemente, Francisco Marcos Mari lo revive para desconcierto de muchos: “La oraciém es una wnidad sinidctcest consiruida en torno de un nicleo. Este micleo esth comp ersonal” (46) Este criterio revuelve, nuevamente, Ias entrafias de la oracién: expresa ella un juicio tesico tuna representacion pricol6gca?; debe tener sentido completo o sentido en si misma; siempre debe partirse cn sujeto y predicado?; cual es la marca detimitativa de Ia autonomia sintéctica?; gdebe, obligatoriamente, aparecer manifiesto el verbo? En este tiltimo ‘e450, qué ocurre con reffanes y proverbios como “Zapatero, a tus zapatos", “De 23 eet TTI ITU i TOSSES EEESETS cualquier plo, tal astilla"; con cicrtas expresionce enfitcas como “/Qué barbaridad!" “dLeoncitos a. mi?”;-y, en general, con todo tipo de estructuras amémibres como “/En ‘marchal", "/Adelante mis valientes!"? Sabido es que la ausencia del verbo no es fortuita, casual, ni menos deiberads, Gili y Gays redues_a das los é3808 en que se prescinde de él: (7°¥En refranes v proverbies. por reser juicios permanentes e inlemporales:. El mejor éamino, el recto; cual el tiempo, fal el thento. (2m oraciones interrogativas y exclamativas fuertemen le afectividad, cuales. lo 2s_dontinantes de irritactén, alegria, etc.._se sobreponen a toda idea de tiempo: (qué tontol, th, amigo suyo?. jqué bien!, yquidn major que & para eso?” (47). ‘Tampoco se puede fiar de las supuestas reposiciones 0 reconstrucciones de las oraciones elipticas o implicitas, que pretenden algunas gramiticas: “‘Enunciamos estos oraciones [elipticas} en el mado comin » familiar de hablar, cuando decimos: a Dios, Suenos dias; bien venide; qué tal?: gracias; hasta luego; hastt: makana; locuciones ‘que, supliendo el verbo callado en ellas, equivalen a las siguientes: & Dios te encomiendo, 0.4 Dios pido que te guarde, o buenos das te deseo: bien venido seas; qué tal esths?, qué tal te parece?; gracias day (a quien fuere) por tal o tal cosa; hasta gue vuelva luego: hasta mahana, que volveré, que nos veamos 0 que nos veremos, que. como se ve. son oraciones aseverativas, interrogativas o desiderativas” (48), Acerea de estas “absurdas reconsirucciones que, bajo la influencia de una Iigica formal estrecha, ha hecho la gramética tradicional” (49), Kat\ Vossler se expidié taxativo. “Siempre que en la sintaxis se comprende como elipsis una construccién y en consecueneie se la “completa”, lo que se hace es violentarta y deformarla en otra cosa distinta, en lugar de explicaria tal como es. Serla hora de gue el concepto de elipsis desapareciera, al fn de nuestras graméticas” (50), 2.32.1. Anticipamos en 2.31.3. que L. Hijeimslev, tras renegar del concepto tradicional de cracién, més tardlamente, reconoce cierto paréntesco entre aquellay determinados sintagmas que A lamafnerus} “Si la caracteristioa (de un sintagma] es extensa, el sintagma on cuestién puede ser llamado nexus: este titimo es cémodo porque sin ambigtedad puede remplazarse, cuando se trata’ del contenido, por el de propsicién, que en esparol ve Presta mejor que el término “frase” para este empleo: bien entendido que la “{rare nominal” es una especie particular de lo que hemos lanwdo aqui proposiciin, La base de un nexus —en esperial la base de una proposicién— puede comprender todo tipo de morfemas convertides; en cuanto comporta nombres (swjeto, objet. atributa. ete), comprende también caracteristicds nominales. por tanio morfemas intensoc fundamentales” (51), primer difusor de Ia gloseméntica en espafiol, Emilio Alarcos Llorachyrazona de ‘modo similar: “Las morfemas extensos [persono, distesis. aspecto, énfasis, impo, modo} Aidléste ” pkyema : SESS SSED ef peseses eeed Thyfise o kxlenane NEM OS Horfemas infers os wong caracterizan una cadena de contenido de mayor extension que el sintagma; «esta cadena 4 llama: mexa. Un nexo serd wna reunién de sintagmas caracerizados como un tds por morfemas extensgs. El concepto de nexo coincide apraximadamente con lo que s¢ hes Wamado “frase”. Segiin esto, la denominacidn antigua de “morfemas verbales” carece de sentido: “Tos morfemas extensos no_caracterizan aun determinado plerema que se hut denominado “veria”, sino a todas la frase (el nexo). Por lo tanto, los morfemas intense (nomindles) son los que caractertzan partes de naxos (sinlagmas)" (52), Resulta claro que en las especulaciones de Hjelmslev se patentiza el criterio ‘morfosintictco, pero su limitada identidatt“‘nexo=propasicién” y la falla de una certera 4efiniién explican que las hayamos inciuido slo por lo original y riguroso de su tratamiento, ~ (ED [Griterio Tonolbgien) Junto alc figura (0 perfil 0 conomo).t y delimitativa de oraciones psiquicas: Snunciativas, desiderativas, cxhor perativas, inferrogativas, exclamativas, etc, la figura tonal depende de laenfonacién (o curva melédica) final y de Ia pausa (o silencio) larga (© absoluta); esto es, de la juntura terminal (ascendente, descendente y suspensiva) y de los fonemas mayores (cadencia, anticadencia y suspensién) (53). Segin estas leyes foncl Suprasegmentales, se reducen a dos las figuras tonales (0 tipos de oracién) distintvas: (I))la interrogativa en que, a partir de la itima silaba acenfuada, el tono (incluso Ia modulackon) 4aaciende agudamente; y (2)la emunciativa en que, a partir de Ia dltima silaba acentuada, el {ono asciende gravemente; o sea, la oppsiciGn “tensiéw/distensién”, que se corresponde con Ja vatiedad “pregunta - respuesta”, a que aluden Kretschmer y Karcevskij (54). Sin embargo, hay otros dos esquemas de curvas melédicas con matiz.emocional que sirvan para Puntuacién sino mediante signos comvencionslos U> 17 REL Peas maa © aplicacién en lengua escrita, salvo el caso de las transeripciones fonolégicas técnicas. Aun aceptando el punto (y sus equivalentes en las mismas posiciones) todavia queda una pregunta Por formular: jcuditas oraciones hay en el ejemplo: “Eran dos-personas amables: Ratil sonreia de continuo; Maria hablaba casifosamente'”? {Una, dos 0 tres?; porque, el mismo ejemplo podria transcribirse “Bran dos personas amables: Raul sonreia de. continuo, ‘Maria hablaba cartfiosamente”. 0 bien, “Eran dos personas amables. Raiil sonrela de ‘continuo. Maria hablaba carifosamente” Por casos similares, André Martine, razoné y concluy6 con justicia realidad, infinidad jon de este enunciado (Tenia hambre. He comido; Tenia ‘muy dificil separar entre los que reclaman punto, los que sélo llevan coma, y los que sugieren los puntos suspensives, En general, desde el momento en que intervienen los hechas de entonacién en el valor del ‘mensaje, se abandona el terreno propiamente lingitstico de las unidades discretas, que aulorizan un tratamiento estadistico de los hechos de lengua y una rigurosa delimitacién de unidades y categorias, para caer en el de las variaciones infinitesimales, que s6lo pueden recibir una representacién simbélica como consecuencia de una eleccién subjetiva » Parcialmente arbitraria del que describe la lengua” (67). fay,_en 24. Entrecruce de planos, Sires ce planes, Hasta aqui, tos distintos criterios expuestos no satisficieron las expectativas que giran ‘en tomo del concepto de oracién. Quizi cada uno de ellos conserve una parte de la GP) Julio Stenzel: “Aquella figura_tonal, comprensible coma.un todo, quetigne un ‘sentido’, que como sentido es significada y comprendida” oan. Alonso y P. Henriquez Urefia: “La unidad de sentido se manifiesta ‘por medio de la entonacion. La entonacién forma siempre una figura melédica unitaria, y ‘ademés expresa cudl es la clase de actitud que adopta el que habla: entonaciin erunciativa. imperativa, interrogativa, desiderativa, con _predominio__emocional (exclamativa) 9 sin él” (69); ©) Nicolas Bratoscvich: “Oracién es la minima unidad de sentido del habla, manifesta tn una unidad de entonacién” (10), (Quin. Baldewama y Juan Sibemhart: “Oracién es wr sintagma que expresa un acto minimo de comunicacin verbal, delimitado por entonaciones profiandas (corresponcientes a punto) ‘A. Menghi, Alberto E, Pescetio y Sara M. Spinelli: “Oraciin es la uni formada por una 0 ms palabras y caracterizada por la entonacith 2.4.2. (Entre seméntico y sintictiédy a) A.M, Barrenechea: “.,oracién: unidad de sentido manifestada por Ta autonomia sintictica” (73), ) MM. de Rosetti: “La oracion 5 un conjunto de palabras que tiene unidad de sentido y autonomla sintéctioa” (7A), Y Maria H. de Lacau y Mabel M. de Rosetti: “La oracién es la unidad de sentido que s¢ ‘manifesta por la aulonomla sinidctica” (75) 2.42.1. Entre semAntico y fonosintécico}>-a) Ofelia Kovacci: “Llamamos oracién a toda unidad minima de sentido con figura tonal propia y autonomia sintéctica” (76), b) Nydia M, Grotta, Marta $8. de Lobos y Amalia Wischiievky: “La oracién es una unidad de sentido, A fa unidéd de sentido corresponde una unidad de entonacién. La oracién tiene autonomia sintéctica” (77); ©) A. Garcia Sena y B.-Bemal Amaiz: “Oracién es un conjunto de palabras ‘ordenadas que tienen unidad de sentido, independencia sintéctica y entonacién adecuatia" (78); 8) Elsa R. de Sperber y Liliana Zaffaroni:“Oracién es, en ef hecho de habla, 1a menor unidad fonética, semdntica y estructura limitada por wn tono terminal" (79). 2.42.2. Pese a los esfuerz0s realizados para formulas un concepto de oracién —por lo visto, imposible de concretar—, todas las definiciones que se dieron en el entrecruce de dos o més planos del hecho lingtistco, caen, de igual modo, en la cuenta de las objeciones que se formularon ‘para cada uno de los criterios analizados. Asimismo, a fuer de bien intencionados, gozan de méritos propios; porque conociendo aquella verdad de Piccardo ("la ‘oracién es una unidad compleja y multfacetada, que puede ser virtualmente conocida, y en arte también descrita, pero nunca estrictamente definida como objeto real”) (80), se ‘mpeiiaron en proponer ciertas pautas, més didécticas que cientificas, que sirvieron para Aesentraiarle sus valores logicos, psicolégicos y estéticos, y para describila fonolégica, morfolbgica y sintécticament. | 1 ebodsee 2.5. Coneluston 2.5.1. Resefiadas y comentadas unas pocas definiciones que se formularon en el plano det contenido, en el plano de la expresion y en el entrecruce de ambos planos queda como saldo una primera conclusién pesimista: ninguna do ellas salisface eatictamente el concepto, lingQstico de oracién ni resulta univoca para delimitar las estructuras oracionales, por lo ‘menos las que, por tradicién, se reconocen como tales. Claro eaté que son miliples y de ‘ariada indole las razones que provocaron tan descorazonadora realidad. Scfalamos 4 modo de testimonios algunas de ellas, 2.5.2. Desde que Ferdinand de Saussure afirmara que “la oracién pertenece al habla, no a 4a lengua” excepto “las frases hechas, en las que el uso veda cambiar nada”, més “Yodos Jos tipos de sintaghas consiruidos sobre formas regulares que s6lo exisien cuando la lengua ha registrado un mimero suficientemente grande de sus especlmencs”. y, cn definitive, “las oraciones y grupos de palabras esiablecidas sobre patrones regulares” (81), se gest6 el desconcierto de si Ia oracin era un hecho de la lengua o un fenémeno del habla, y, por lo mismo, de si correspondia definirla en términos psicolégicos o tinicamente linglisticos, El lustre gincbrino sustentaba su opiniGn en la libertad individual para establecer todas las combinaciones posibles —propio del habla— y en la difcultad para “clasificar una combinacién de unidades, porque un factor y otro han concurrido para producirlo y on una proporcién imposible de determinar” (82). Lingistas posteriores, sin desacreditar Ia opinién del maestro suizo, conciliaron las hhondas diferencias de Ja dicotomia saussureana de. “Tengua/habla” y le restuyeron La oracién su lugar en la lengua por tratarse de una unidad més almacenada con valor especial, junto a otras unidades linglisticas, en la mente de los hablantes. La controversia zanjada parece resumirse en los juicios de Bohumil Tmka (83), 0 en uno mis convincente de Eugenio Coseriu; “fla oracién), como todo hecho lingtistico, pertenece a la lengua como estructura, como forma ideal. y pertenece, en cambio, al habla, como realizaciin, como uilizacion concreta, individual, de una estructura ideal...” (84) Es por eso por lo que se evaluaron los distintos criterios, segiin su insercién en el campo de la ‘lengua’ 0 en el del ‘habla’, como ‘validos’ o ‘no vilidos’ desde el punto de Vista cstrictamente lingQistico; a saber: a) los cuatro criterios no-formales (Iégico, sicol6gico, semAntico y estético) son no-validos para la lingtistica por cincumcribirse a los planos del contenido y dei habla; b) los criterios sintéctico y morfosintactico son vilidos por cuanto se inscriben en Jos planos de la expresiGn y de la lengua; c) los crterios fonol6gico y fonotintéctico, en cambio, lo son y no lo son, por andar a horcajadas de la lengua y det habla. Asimismo, ya hemos comprobado que la validez de los criterios sintéctico y ‘morfosintéctico, por las razones apuntadas en los parigrafos 2.3.1 y 2.3.2, es muy relativa, tanto que puede aparearse a la no-validez de los dos crterios. 2.53, Parece ser que la imposibilidad de delimitar la oracién en base a axiomas Figurosamente formalcs, convencié a la mayoria de los graméticos modemnos de rastrearla por 2» wwwwwwwwwrrwrwwee cl entrecruce de planos. Piccardo ya habria sefialado el camino: “Remontarse de la oracion gramatical a la oracién fonica y a la psicoldgica,es el camino que debe seguir el linguista para llegar al plano primitivo de la unidad totalizadora, Su tarea fundamental seré establecer las relaciones entre ellas, x, como paso previo indispensable, tratar de obtener un conacimiento mayor del campo sintéctico de las distintas lenguas y, sobre todo, de los limites de la autonomia sintéctica. No debe olvidarse, sin embargo, que la oracién gramatical, la oracién fonica y la oracién psicoldgica constituyen simplemente distintos ‘ipos de formalizaciones que se construyen sobre la base del hablar concreto en donde todo se da en estrecha unidad” (85). No obstante, tan ‘estrecha unidad’ no ha superado los. inconvenientes subjetivos, harto arbitrarios, casi individuales, que enforpecen Ia delimitacién uunivoca de la oracién, aun cuando se la considere, a la vez, desde el punto de vista fénico, psicolégico y morfosintictico (‘gramatical’, segin Piccardo), : 2.5.4. Claro esta que todavia cabe una alternativa aparentemente reivindicadora, como Ia {que propone José M. Lope Blanch: a) Que esa unidad gramatical [oracién] reconacida y analizada por los graméticos de todos los tiempas [S/P] debe ser bien diferenciada de otras expresiones de estructura muy diversa (unimembre 0 no predicativa), sin tratar de establecer entre éstas y aquéllas ninguna equivalencia de fundamento seméntico, ya que la unidad gramatical no queda definida por su significado, [Incliye en, a categoria oracional, a las de verbo impersonal, puesto que son predicativas). na 5) Que a esa unidad gramatical puede seguirsele dando el nombre de oracién, dle ‘acuerdo con la tradicién de la escuela espaitola clasica en tanto que a las expresiones no oracionales habré que buscarles un nombre propio particular [eldusulas, Jas lama en otro lugar)”. : bat ‘Tras la propuesta, sostiene las siguientes conclusiones: “A) Deben mantenerse. como enteramente wiidas, los dos conceptos tradicionales de aracién y de cldusula, pero aistingutenao sus respectivos niveles 4) Oracibn: unidad morfosintéctica (gramatical) constituida por dos miembros en relacién predicativa (SP). 4) Cldusula:. unidad de manifestacién que expresa el propésito comunicativo en su integridad” (86). 2.5.5. Es evidente que el concepto de ‘clfusula’ de Lope Blanch sirve de puente tendido entre uno de sus sentidos seculares (‘conjunto de palabras o de frases con sentido completo") (87), y las nociones de ‘discurso" o ‘fexto', todavia muy controvertidas entre los teéricos det Tenguaje, pero que, en las iltimas décadas, concitan el interés exclusivo de la moderna Jinglstica textual; tanto es asf que, comprobada la insuficencia del andlsis oracional y ante + 0 SFFFoooesesesoees los: berieficios del andlisis transfristico, se dio en corisiderar ‘el texto como la unidad Signifcava por excelencia. Asi, por ejemplo, lo decara Ensige Bemirder l preening ‘mis que una definicién, un conjunto de caracteristicas del texto: “Texto es la unidad lingiistica comunicativa fundamenial, producto de la actividad verbal humana, que posee siempre cardcter social; esti earacterizado por sa nid semdntica y comunicativo, asi como por su coherencio profunda y superficie, dobida a i, intencion (comunicativa) del hablante de crear un texto integra, » « ou esonenn nian ‘mediante dos conjuntos de reglas: tas propias del nivel textual) ls del sistema ck dengua’ (88), ‘También John Searle, continuador de John Austin en la ‘teoria de los actos de habla’, reniega del tratamiento tradicional de la oracién al propugnar otro tipo de unidad comunicativa: ("La wnidad de la comunicacién lingiistica no es, como se ha supuesto feneralmente, el simbolo, palabra, oracién, ni tan siquiera la instancia del simbolo, Palabra u oracién, sino més bien la produccién o emision del simbolo, palabra u cracibn al realizar el acto de habla. Considerar una instancia como un mensaje es consilerarla como una instancia producida o emitida. Mas precisamente, la produccién o emision da una oracién-instancia bajo ciertas condiciones constituye un acto de habla, y los actos de }abla son las unidades bésicas 0 minimas de la comunicacién lingdistica” (89), Incluso, especialistas de otras areas del conocimiento, como los de la técnica de estudio dirigido, hace tiempo reconocen que el verdadero sentido de un texto, de sus ideas principales, se completa en una secuencia oracional, esto es, en un pérrafo textual; si no, ease como se debe esta reflexién de Stella Maria Bon: ado que los escritores acostumbran a desarrollar sdlo una o dos ideas ‘importantes en cada pérrafo, conviene hacer anélisis buscdndolas desde la perspectiva det parrafo visto como una totalidad. Por el mismo motivo, la lectura debe detenerse un momento al terminar cada uno de ellos para sintetizarlo, o sea, para hacer una lectura sintética” (90), Pues, estas consideraciones nos tentan a embarcamos en la nueva teoria, pero ella, desde ol punto de vista de nuestro trabajo, es harina de otro costal 2.5.6. De cualquier manera, para aliviar el sentimiento de frustracién que, legados a este lugar,.nos acomete, convigne recordar sugerencias de A. Martinet: “Todo el que describe una lengua se encuentra, en un momento determinado, en una situacion en la que parece aque deba o renunciar al anditsis de los datos en términos tales que puedan rer objeto de operaciones estadsticas ulteriores, o aislar unidades zanjando por lo vivo. En este caso, la solucién recomendable consiste en presentar los datas ert su entrecruslamiento; y hacer Juez al lector de las razones que en itltimo término levan al que deséribe a decidirse ‘afirmativa'o negativamente” (91). SECC ESES CAPITULO 3 PROBLEMAS EN LA DEFINICION Y DELIMITACION DE ‘PROPOSICION’ 3.1. Preliminares 3.1.1. La Gramatica oficial y muchas de las universtariasy escolares contindan fablando de oraciones independientes o absolutas y de oraciones coordinadas y subordinadas, sin distingurlas entre si por el hecho de estar unas en posicion absoluta y otras en posicién incluia, o bien, por cumplir la funcién de subordinantes o de subordinadas, Andrés Bello fue el primero (1847), al menos en lengua espafiola, en establecer vagamente, mediante la nnomenclatura especial de “oracién/proposicién”, la diferencia habida entre la oracién independiente y la subordinada. Eso fue cuando enuncié: “Se llama eracién toda Proposicién 0 conjunto de proposiciones que forma sentido completo: de que esté ‘alfombrada la ribera es proposicion perfecta, pero no es oracién. Una proposicisn que respecto de otra es principal o subordinante, respecto de otra tercera puede ser incidente 0 subordinada" (1). Antes habia asegurado que “el sujeto y el atributo unidos forman Ia roposicion”, y que “a la cabeza del sweto estd el sustantivo y que al atributo lo preside el verbo” (2). Esto es: Bello habia ya entrevisto una diferencia de comportamiento sintictico de “oracidn/propasicion”, pero a wavés del sentido “completofncompleto", ¥, ademés, la presencia caracterizadora de “‘swetofpredicado", al margen de la discusién en tomo de lis impersonales. No sospechaba Bello que sus concepios revolucionaran 1a ‘ggamitica tradicional y, simultincamente, replantearian viejos confictos, pero cien aos ‘copués, al menos en nuestro pais E 3.1.2. Obvio seria repetir para el concepto de ‘proposicién’ Ia batalla de los ctiterios formales y no-formales de los que ya diéramos cuenta para la definicién de oracién (3); por 80 discutiremos sslo problemas dé nomenclaturas, de la oposicin “oracidn/suboracién” y de clasficacin de las suboraciones 3.2. Problemas de nomenclatura 3.2.1, Amado Alonso y Pedro Henriquez Urefia rctoman la somera distincién de Bello y aclarani” “En algunas graméticas extranjeras las expresiones que son oraciones por la forma [sujetofpredicado] pero no por el sentido se laman miembros de oracién con ‘forma de oracién, io cual en espafiol seria una buena explicacion pero no un nombre; en Tas nuestras se suelén lamar, desde Bello, proposiciones para distinguirlas, convencionalmente, de las oraciones plenas. Oracién es el término tradicional de muestras gramdticas para designar la expresion de sentido completo". Y, con respecto del nombre ‘proposicién’, reconocen: “El término mismo de proposicién quizé no sea el mejor: pero 10 coriservamos por la veniaja de su tradicién. La légica Hamaba proposicién a la oracién x” ebeseeceeesed ese eeEewewEwy declarativa (al juicio enunciado idiomatico) por lo cual los graméticas introdleron ése ‘érmino como especie de oraciones y conservé el nombre tradicional de oracién para las rnormales” (4), | i | ! Es evidente que para Bello la proposiciOn es Ia estructura bimembre (S/P) que puede i fener sentido completo, pero no obligatoriamente y que puede fincionar como independiente, subordinante (o principal) y subordinada (0 incidente): alli estiba Ia Get diferencia con la oracién, la cual debe siempre alcanzar un sentido completo y funcionar +1-~+ ome independiente, Por ejemplo, en jer i “Las sefioras deseabon descansar') se retiraron” ‘oracién y proposicién coinciden; sin embargo, en ~ “Las seftoras que deseaban descansar se retiraron” roposiciones son tanto “Las sefloras se retiraron” (subordinante) como “que deseaban descansar” (subordinada); en cambio, oracién es la articulacién de ambas proposiciones. Para Alotiso y Hemsiquez Urefia ‘proposicion es solo la subordinada (inordinada ? {ncluida), pero no la independiente ni la subardinanie, as que, con la coordinada, conatituyen oraciones, . 3.2.2. Ana Maria Bameneches y Mabel Manacorda de Rosetti definen la proposicién como “expresion de la actitud del hablante sin autonomila sinidctica” (5), por lo que incluyen en tal categoria las coordinadas, las subordinadas y las inordinadss. Otros graméticos argentinos adoptaron criterio similar, esto ¢s, consideran proposicién toda palabra o construccién incluida en otra mayor, y avalada por algin otro criterio (el del sentido unitario, el psicolégico, o el de la figura tonal). Asi, por ejemplo, Carlos A. Loprete define:” “La Proposicion es entonces una palabra 0 conjunto de palabras con sentido completo, pero en relacién sintéctica con otra” (sin entrar a discutir lo de “sentido completo” y lo incierto de ~ “relacién sintéctica con otra” (6). A. Garcia y E. Bemal Amaiz adoptan el entrecruce de tues criterios: “La proposicién pasee unidad de sentido y entonacién propia, pero carece de independencia” (al margen la discusin sobre la “unidad de sentido” y la “entonacion propia") (7). N. M. Grotta, M. S. de Lobos y A. Wischiiewsky: “Propasicién es la expresin de una actitud del hablante que carece de independencia sintéctica”(por ahora, ~ Prescindamos de “la expresién de una actitud del hablante") (8). E.R. de Sperber y T. 3 Garcia: “Proposicién es una unidad de sentido sin autonomia sintéctica” (lo de menos — arece ser que hay proposiciones sin unidad de sentido) (9). Ofelia Kovacci: “Las _ ‘Proposiciones son unidades de sentido sin autonomia sintdctica” (10). M. HL. P. de Lacau YM. V. M. de Rosetti: “La proposicién es un conjunto de palabras ‘que manifiesia la ‘acti del hablante, pero no lene cutonomla sintéctica. Esté incluida dentro de una

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