Al dia siguiente, no me quedé més remedio que
ir al colegio. Las primeras horas, antes del recreo, me
‘comporté como un autémata. Cuando legs el rete,
preferi no salir. Graciela me acompafié un rato, con
tindome que el domingo no habia podido contestat
mi lamada porque se habia sentido mal. «Nunca més
vuelvo a tomars, prometié, ¥ que el lunes habia llama
cdo a mi casa, pero que no le pasaron conmigo. Mi mac
dre e habia dicho que yo estaba durmiendo (loque, por
cierto, era absolutamenee improbable en mi estado),
Sali6 un rato al recreo con sus amigas y unos mi
rnutos después regresé, Su cata tenia una expresion
ddistinta; mi madre hubiera dicho que era la cara de un
gato que se ha comido aun canati.
—Todas mis amigas hablan de nosotros —dijo
inerigance,
=e por qué?
—Porgue piensan que lo hicimos.
‘Me habia olvidado de esa noche. Increble. Ahora
parecia que hubiese sucedido hacia mil afios luz. Peto
‘para Graciela era, me lo estaba informando en ese mo.
‘mento, la noche masbella de su vida. Dijo que no habia
podido dejar de pensar en su cuerpo al lado del mio. ¥
quedarse dormida en mi pecho.
=No me creen cuando les digo que no pas6 nada
[Ni siquiera Maria Fernanda me eee. Ahora me llenan
de preguntas. Ya no les diré nada mas, que se imaginen
Jo que quieran
No debt haberle contestado nada muy coherent
Me dijo seriamence:
Qué piensas de todo esto? {Te parece mal?
No, no me parece mal. Haz o que quieras.
[seis tan antipatico hoy dia! ~dijocon absoluta
avon. No sélo que te pasa pero la verdad esque yano
blar contigo.
Ni Graciela ni Sebastisn. Ninguno de los dos. Aho-
a no quetfa ver a nadie. Al salir de clase, via los dos
manos conversando, Ella parecia molesta y él més
ineentaba calmarla, Ambos decubrieron mit pre
senciay me echaron una mirada. La de Graciela de de-
epeidn, la de Sebastian interrogante
No le devolvila mirada a ninguno de ls dos.
Esa semana estuve inmerso en mi mismo, en mis
pensamientos. No fue una buena semana. No se me
peuitia hablar con Sebastién ya él eampoco se le ocu-
fria acerearse, No estaba molesto conmigo, solo inti
tgado, quiza. Dej6 de esperar una reaccion de i partey
tempead a hacer como sino existiers
Yo hice lo mismo.
Graciela, en cambio, aunque tampoco me hablaba,
hacia hasta lo imposible para que me diese cuenta de
silencio. Sus amigas también me aplicaban la
dliqué aver el primer tiempo del partido con ls labios
‘mordidos. El equipo Rojo, por supuesto, sali también
‘ pegamos. Pero de manera més condescendiente, mig
‘como un adulto abusive que no usa su fuerza sino la
‘amenaza. A medida que pasaba el tempo y el gol no lle
‘aba, se ban ponienco més nerviosos, y pegaban mig
también, Nosotros los dejabamos ponerse tensos. $a
bialo que estaba haciendo Sebastién, cambiando de un
lado a otro el balén,esperando que ellos reaccionasen,
Loshincaba. Ellos eran los obligadosa ganat, eran ellog
Jos que saldrian a buscar el partido. Yen ese momen
fo, sin duda, Sebastién sabria qué hacer exactamente
“Trinidad y Tobago», pensé. ¥ los ojos se me llenaron.
de Lagrimas,
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; Rojo crecia. El color encendido de sus cami 2
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a yué? Me cansé de estar molesta contigo.
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iy stancidindome de todo el mundo, y hasta
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Prue iténtico capitan. Era un lider nato.puerta luego, sin que nadie me viese, me fui del cam-
tos otros dos goles los metieron «El Ciegoe Zimie
po rumbo a mi casa sn felicicar a nadie,
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lejos, el mejor jugador del partido. 4
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‘me dijo que se iba con las chicas. a
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del equipo, Sebas se va aalegrat
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os padre de GiclayStbanida mela
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one del ogame geen a
Durante la siguiente semana solo se hablé del par
ido, Estdbamos primeros en el fixture y con eres goles
ribs. Eso queria decir que los de quinto tendrfan que
pmarnos por mas de tres goes, El sibado habian ceebra
th la derrora de cuatro como un triunfo suyo. Pero luego,
sltomar conciencia dela calidad extraordinaria de Sebas-
thin dela sintonia con que jugaba el equipo, la sonrisa
seesfur de sus rostros y empezaron las precupaciones
‘Un empace solamente nos hacia ganadores. Perdet
por 2-0 también, Es decir, ceniamos todas las de ganar.
flban a dejar que un equipo de tercero se leve la Copa
tie Colegio? (Realmente ibaa suceder eso?
Toda la semana fue de indiectas,ataques,insultos
solapados, burlas.
Seguro van jugar a dfenderse como niitas dio
con desprecio tno de quinto en uno de los recreos.
Sehastin se dio poraludido y contest que amas, que
‘nunca saldsian a defenderse.
“Por qué me contestas, renacuajo? —replicé el de
pin.
Porque tii me hablaste, tarado ~
Sebastian. Se fueron uno encima del otro en mitad det
patio. Hubo un forcejeo breve, muchas malas palabras,
Jos separaron de inmediato y ahi qued6 todo, aunque
Jasensacion Fue desagradable.
Pero lo. més desagradable estaba por llegar. El
tniércoles en la mafana, apenas ingresamos al aula, la-
spondié
fharon a Samanes la direccién.Se evant sli, seuid del ctor,
sonPtsn ds horny aor og, pw
mance. La mujer recog las onss ae eae ea
jado sobre el pup, incluso condones aio
las evs, Los cuchicheos empezaron. «Las Serpientes
sin mbargo, no deca nada sola clvabun ules
mada sbe
‘Yon pide mis. Soypechaba lo que oc
a mirar a Sebastiin. oe per
Tena abe pacha.
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colegio, Primero se pens que habla ene
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an algunos ose lopesaron ene b aaah
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cellos habian viajado a Lima. roche
El salén estaba cons ido. 7
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a mayor eran hos de lor obapdore
quello implicaba una deshonra. ane
‘Graciela part dtd sin entender la grave