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SOLICITA LA REALIZACIÓN DE MEDIDAS DE PRUEBA

SOLICITADAS.

Sra. Fiscal:

Deborah Lichtmann, querellante en autos en

representación de Marta Lea Volpin, manteniendo el domicilio constituido, en

la causa Nº 7520/2018, a la Señora Fiscal como corresponde digo:

1. Que el día 5 de marzo del corriente solicitamos la

realización de una serie de declaraciones testimoniales tendientes a conocer

los detalles del hecho ocurrido el 6 de febrero pasado.

Dijimos específicamente que “… habremos de remarcar

que ya ha pasado un mes del acaecimiento del hecho que se investiga,

y la falta de realización de ciertas medidas de prueba aparece como un

obstáculo para la averiguación de la verdad. En este sentido,

entendemos que el testimonio de todos quienes estuvieron presentes el

día en que Débora Pérez Volpin se internó en el Sanatorio “La Trinidad”

–en perfecto estado de salud-, y el día en que aconteció su repentina

muerte, resulta una prueba trascendental que no debería aceptar

ningún tipo de dilación”.

Destacamos que los obstáculos con los que nos veníamos

encontrando como querellantes no eran, en absoluto, atribuibles a este

Ministerio Público, pues solo por la actuación de la Sra. Fiscal se pudo

recolectar, al menos una parte, de aquella prueba que el Sr. Juez denegó a

esta parte sin fundamento alguno.

2. Así las cosas, hicimos hincapié en que los testimonios

que se solicitaban eran “…fundamentales para conocer tanto la mecánica

de los hechos ocurridos adentro del quirófano el día 6 de febrero de


2018, como todo aquello que sucediera el día previo (mientras

intentaban “diagnosticar” a Débora Pérez Volpin) y los momentos

posteriores a su muerte.”

Y resaltamos, por último, que “…los testimonios serán

de relevancia en relación a la legitimidad y veracidad de la maquinaria

entregada por el Sanatorio “La Trinidad”, y señalada como la utilizada

en el procedimiento endoscópico.”

De esta manera, en aquella oportunidad solicitamos se

cite a declarar a todo el personal –médico y no médico- que estuvo presente

en el hecho ocurrido, que asistió a la señora Pérez Volpin en los últimos

minutos de su vida, que conoció el lugar del hecho, que vio los aparatos, los

médicos, el cuerpo… En fin, testigos presenciales.

También requerimos la declaración del personal

encargado de esterilizar los instrumentos utilizados, quienes podrían conocer

el estado de los mismos y relatar cuáles instrumentos se utilizaron.

Por último, requerimos la presencia del personal

administrativo, que podría haber visto la llegada de Débora Pérez Volpin al

“Sanatorio La Trinidad-Palermo”, así como la salida o entrada de máquinas

y/o material relacionados con los hechos acontecidos.

3. Llamativamente, ante aquella petición de conocer

detalles sobre las circunstancias de la muerte de Débora Pérez Volpin, la

Señora Fiscal consideró que debía estarse a la espera del resultado de la

pericia informática ordenada en autos; cuyos resultados no dirán nada,

absolutamente nada, sobre las circunstancias en las que murió la víctima.

No puede soslayarse que existen dudas, muchas dudas,

sobre la mecánica de los hechos acontecidos aquél 6 de febrero. La señora

Pérez Volpin entró al quirófano “llena de vida” (tal como la propia Dra. Puente

relatara en su presentación), con la finalidad de hacerse un estudio sencillo.

Y terminó perdiendo la vida de manera traumática, con marcas que mucho


nos dicen sobre el accionar de quienes la atendieran, y, aunque resulte

inaudito, en circunstancias absolutamente previsibles, prevenibles y curables.

4. Como hemos dicho en cada oportunidad que hemos

tenido, lo único que esta parte quiere es saber la VERDAD. La familia de

Pérez Volpin exige conocer la realidad de los hechos, quiere llegar a la

verdad sin importar quién esté en frente. No se trata solo de buscar

responsables ante este hecho puntual, también se trata de que lo que

sucedió en aquél quirófano de aquél Sanatorio de “excelencia”, donde

cualquier paciente debería sentirse resguardado y protegido, no vuelva

a suceder; nunca más, a nadie más.

Para ello, Sra. Fiscal, debemos escuchar a quienes

estuvieron allí, y debemos hacerlo ahora. Nada nos va a decir una pericia

informática sobre cómo estaba el cuerpo de Pérez Volpin los últimos minutos

de su vida, sobre cómo actuaron quienes debían cuidarla y curarla; sobre el

equipamiento en el quirófano, sobre la disposición de los materiales. Nada.

Por ello, habremos de solicitar disponga los días y

horarios para la realización de las declaraciones testimoniales

solicitadas, con la mayor premura posible; sabiendo, por supuesto, que

este Ministerio Público se encuentra abocado a muchas otras causas, pero

considerando que ya han pasado 44 días de la muerte de Débora Pérez

Volpin, y aún hay muchas dudas alrededor de ella.

Proveer de conformidad.
SERÁ JUSTICIA.

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