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som y xan eran centenareso incluso mile les que formaban mult
tud en Corbeny 0, partir de Luis XIV n el parque de Saint-Rémi
de Reis,
Pero hay ms. Cuando menos partir de Las XN, quis antes
sun ste tact, que se cumplia ceca dl cofre que gustdaba ls eli
‘quia de san Mareulfo, eae primero de cada reinado, Anes de ese
aia ningin pacinte tenia acceso al augustotaumaturg. Nada més
tentador que explica eta rega suponiendo que los reyes, antes de
poder cura, tenia que aguardar a haber recibido del samo e poder
de curacién ta ue, en efecto, la opinion comin, compartidaqui-
2 por los propios reyes*
Paro los can6nigos de Reims vlan con malos ojos esa mucra
teoria: es paecia un atentado contra el presigo de la uncién, fuen~
te verdadera del milagro de acura de las escrofuls, sein su pae-
cersy clo redundaba aa vet en pejucio dela reputacién desu cat
Aral, donde ls sucesoes de Clodoveo venian a hacerseconsagrar
con ldo santo. Yentonees aprovecharon ls fests de la corona-
«ign de Carls VII, en mayo de 48a, para proclamer con gran vigor
Ia antigua doctrina, Cuando 29 de mayo, su superior le habls al
ppequeRo rey alas pueras del ciudad, le record que iba ecb,
junto con la uncién, “el don celeste y dvino de cuary ava los
pobres enfermos dela dolorosa enfermedad que cada uno padecie-
ze" Peo no le bast con las palabras: para impresionar la imagina-
cién dla mohitud yl del propio principe vallan ms las imagenes
allo largo de todo el camino que debian recorer el soberano y
séquit, hizo ergi tablads, muy de moda en la época. donde se
presentaban cuads vtos que evoaban os episodios mis famosos
6 los privilegos mais bello de Ia monargui. Y en uno de ellos apa-
recia“un oven vstido con un manto azul tachonado de res dis
de color de oro que levaba una corona de oro en la eaberas en
‘wth por Caco Codey. Coton 7.28 por et gt des
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sum, este actor representaba aun rey de Francia, y aun joven rey.
‘A su alrededor, sus servidores “lo lavaban”y habia enfermos a quie~
nes dl “curaba tocindolos y haciendo la sefial de la cruz": en rest=
men, una representacidn del tacto rel, tl como Gatos VIII debi
Practicarlo muy pronto. Debajo se lia esta inscripcién en verso, que
no dudarlo fue redactada por uno de los integrantes del capitulo,
probablemente el poeta Guillermo Coquillat
En vietud de I sants Uncién
‘que en Reims recibe ct noble ey de Francia
Dios, por sus manos, confiere fe curacin
elas escola, coya demostracién aqu eve
Esta “demostracin” y la cuarteta que la comenta tenian por f-
ald evidente destacar “la virud de la santa Uincisn’ Pero“cuan-
ddo pasaron delante de dicha historia’ los caballers del cortejo, un
Poco aprestrades, se conformaron con dirigi apenas una mirada
sistraida a ta escena, sin leer la pancarta al pi; y dindose cuenta
Sinicamente de que se trataba de una escena de curaciin de eserfo-
Jas, imaginaron “que habia sido un milagro de san Matculf, Fue lo
que le dijeron a nino real, que sin duda lo ereyé. El prestigio de san
Maruifo habta penetrado hasta tal punto en las conciencias que
incluso las insinuaciones de sus adversarias se volvian en ventaja
Asi como los canénigos de Reims crefan que su honor estaba en
juego con la gloria de la uncién real com igual azén las diversas co-
‘munidadesreigiosas que obtenfan su prestigio y provecho de a ve
neracién de san Marculfo debian favorecer con todo su poder Ia
teorfa que hacta remontar ala intercesion de este santo I virtud tau
matargica de los reyes. V antes que nada, por supuesto, sus principa-
les sectarios, los monjes de Corbeny. Pero también otros,
Lo gc ance, psn rin cntepore publi por Cay, Cerenonin
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