sete Manco «de san Roque, de san Sebastién 6 de los Catorce Ausiliares. Su pres: tigio naciente solo fue un caso particular del favor undnime de que dlisfrutaron en la misma época los santos médicos.™ Asimismo, la iradiacién de su gloria en los siglos siguientes coincide can el es- fuer20 vigoroso y feliz que hicieron muchos catdlics activos, en reaccion contra la Reforma, para despertar en las masas el culto de Jos santos, fundando coftadias, procurando religuias y alabando en particular a aquellos servidores de Dios que, por su poder especiico sobre ls enfermedades, parecian capaces de eercer un atractivo més vivo sobre la humanidad doliente Abundan, pues entre las razones que explican Ia tardia popula- ridad de san Marculfo, muchos elementos de carcter universal. Pero también é la debié sin duda, yen buena medida, ala estrecha aso- «iain que poco a poco se fue estableciendo, en las mentalidades de la 6poca, entre el nombre del santo y la dinastia real, No fue por azar ue el sello de los merceros vara las dos imagenes juntas, la de San Lis y la de san Marculfo: ambos, cada uno a su manera, eran santos de Ia casa real de Francia Veamos de qué modo correspondié este papel inesperado al patrono de Corbeny. 2 S40 BAROULFO YB, NODER TAUMATRGICD {Gaal fue el primer rey de Francia que después de su consagracién Aacudié ante la tumba de san Marculfo s hacer sus devociones? En el siglo xvu, cuando se les formulaba esta pregunta a los monjes, ree ppondlian; san Luis Sin duda esta ea, tan halagadora para ellos, les ‘vba Amite san Mee spre sc ns dein toes “losapesadr Hogue assy sn Sebi "0 Bourgeois snp. fy Mar Te lee p Eanes ats Crist 2 lo den ints Con Snot cola ssh Marelli ess de omer Le XV gp (ene Tn figedesan iain ete den cou S em ds nena ee inp io finn O Borg. ali AS mah 99 edo Nt Dg nebo La de By ethene ei desea cann ba aha se OSS LOSREYES TUMATURCOS fa uy fue sugerida por la efigie del rey santo grabada en el ello dela cofra- dia, Pero, sein toda apariencia, se engafaban. San Las fue cons sredo de muy ni, el 26 de noviembre de 1226, con gran prsa yen condiciones de inseguridad extremadamente poco fevorables para ‘una innovacién que hubiera retardado el etorno dal joven principe entre sus feles parsienses. Por otra part, bajo Felipe el Hermoso, a tradicin del augusto Peregrinaje nose hallaba todavia establecida, Conacemos el itinera ro que siguié el cortejo real en 1286, después de la consagracién de este soberano, Se dirgis directamente hacia el sudoeste, sin desvia- sc hacia el valle del Aisne. Quizis Luis X, en 1315, salir de Reims, se ‘detuvo en Corbeny. Pero si tal ocurrié, debe admitirse que Felipe de Valois no se considers ligado por este precedente: en 1328 tomé el mismo camino, apraximadsmente, que Felipe el Hermoso, Por elcon- trario, a partir de juan el Bueno —quien dos dias después de su co- ronacién se detuvo en Corbeny— ningin rey hasta Luis XIV se aparté ya de esta piadosa costumbre, con la excepcién, por supues- to, de Enrique IV, quien fa Liga, rectora de Reims lo obliga rec bir ta uncién en Chareres Y se desarrolldentonces todo un ceremonial, claramente descri- to por un documento de comienzos del siglo xm: una procesién salla al encuentro del ilasrevistante; l prior tomaba la cabeza del santo y la depositaba en las “manos sagradas" del rey; éste la recibia la transportaba él mismo © la hacia transportar por su capellin hasta la iglesia, donde Iuego oraba delante del elcari.”! Desde ef siglo, entre fs edificios conventuales se habia destinado un pabe- {Won especial, lamado “pabelién cea’ a slojamiento del monarca.™ Luis XVI modifies Ia antigua costumbre. Cuando fue consagra- doen 1654.1 burgo de Corbeny se hallabaartuinade por las gueras, ones Fc. n ose dos menos cee de ain pao teen ek ae pied ep (dard oar pte pte aps pn "ep go i cee pes cl ga etal lene ee umes eis por sper repro laps et pel Pas "moni ener pein es, af se