Inventario de Conducta Parental PDF

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Validación del inventario de conductas

parentales: Un análisis factorial


confirmatorio

César Merino Soto, Maritza Díaz Casapía & Virginia DeRoma


Asociación Sembrar, Perú & The Citadel, Carolina del Sur, EE.UU.

El Inventario de Conducta Parental (ICP) es un reciente instrumento de


autorreporte diseñado para capturar dos dimensiones globales e independientes
de la conducta de crianza en madres/padres de niños de edad preescolar y
primeros años de escolaridad. Mediante dos estudios reportados en el presente
artículo, se obtuvieron evidencias que señalan que ambos constructos pueden ser
identificados en la muestra peruana de madres evaluadas y que mantienen
relaciones nomológicas con variables emocionales, de la relación de pareja y
demográficas.
crianza, análisis factorial confirmatorio, niños, invarianza factorial, conducta de las madres

Validation of the Parent Behavior Inventory: A Confirmatory Factor


Analysis
The Parental Behavior Inventory (PBI) it is a recent self-report instrument
designed to capture two independent global dimensions of the parental behavior
mothers/fathers of preschool and younger students: Two studies were made to
obtain evidences of the construct validity and internal dependability. Our first
study had the goal of verifying the two constructos (construct validity); the results
obtained using an confirmatory factorial analysis point out that both constructs
can be identified in the sample of Peruvian evaluated mothers (n=115). The
reliability to both subscales also is satisfactory. The second study it was made in
58 mothers, and we looked for extend the construct validity by means of the
correlacional study of the PBI with emotional, couple’s relationship and
demographic variables; the results support the relationships among the constructs
measured by the PBI and the variables.
child-rearing, pareniting, confirmatory factor analysis, children, factorial invariance,
mothers behavior

Correo electrónico: César Merino Soto: sikayax@yahoo.com.ar;


Maritza Díaz Casapía: mdiaz_casapia@hotmail.com;
Virginia DeRoma: deromav@citadel.edu.
Persona 7, 2004, 145-162
Merino, Díaz & DeRoma

VISIÓN GENERAL trones de crianza. Anteriormente, Mac-


Las investigaciones psicológicas sobre coby y Martin (1983) teóricamente de-
la crianza se han abordado desde dife- finieron dos dimensiones que sirven
rentes aspectos; algunos de tales temas como ejes descriptivos ortogonales de
giran en torno a las diferencias de gé- la crianza: el control disciplinario y la
nero (Maccoby, 1998) o los estilos de afectividad. Estas dimensiones resu-
crianza (Maccoby & Martin, 1983), so- men mejor las variaciones en la crianza
lo por nombrar algunos. Este último tó- ejercida por los padres.
pico ha tenido aportes importantes, es- La identificación de los patrones de
pecialmente derivados de los trabajos crianza en madres ha sido particular-
de Baumrind (1971). mente orientado por objetivos aplica-
Las prácticas de crianza, sea en in- dos y teóricos, considerando que la re-
tensidad, frecuencia o modo, varían lación madre-niño es un factor que
tanto como lugares hay en donde se ayuda a predecir el éxito en la sociali-
hallan familias, pero los estudios analí- zación y la salud mental de los niños
ticos factoriales tienden a identificar (Barton, Dielman & Cattell, 1977;
consistentemente algunas dimensiones Foote, Eyberg & Schuhmann, 1998).
que se mantienen constantes. Por ejem- De los tipos de prácticas de crianza
plo, en la investigación retrospectiva reportadas se tiene, por ejemplo, los
de la crianza, Arrindell y colaboradores trabajos de O’Leary y su equipo (Ar-
(Arrindell & Van der Ende, 1990; nold et al., 1993; Blair et al., 1999;
Arrindell et al., 1999) identificaron tres Smith & O’Leary, 1995; O’Leary,
dimensiones interculturalmente inva- Smith & Reid, 1999), quienes identifi-
riantes: el rechazo, la calidez emocio- caron tres tipos de prácticas disciplina-
nal y la protección. En otras palabras, rias que la madre tendería a aplicar
los recuerdos de los adultos sobre la cuando intenta orientar la conducta
crianza que recibieron pueden ser ubi- inapropiada de sus hijos. Un primer pa-
cados en estas tres líneas. Estos aspec- trón estaría caracterizado por un estilo
tos tienden a cambiar de nombre, de disciplinario punitivo, acentuando el
acuerdo con la visión del investigador, uso de gritos, castigos físicos o verba-
pero las similitudes se reconocen. Cier- les y una mayor reactividad que la es-
tamente, la investigación intercultural perada; otro estilo es aquel caracteriza-
ha demostrado la invarianza de ciertas do por la permisividad, la flexibilidad
dimensiones de crianza (Arrindel & de los límites y la inconsistencia, don-
Van der Ende, 1990; Bronstein, 1994; de los padres son dominados por las
Arrindel et al., 1999;) cuando son in- exigencias del niño. Finalmente, en-
vestigadas desde la percepción actual o contraron un estilo en el cual la madre
la percepción retrospectiva de los pa- tiende a hablar bastante, con prolon-

146
Validación del inventario de conductas parentales

gados intercambios verbales entre los ción apuntan al uso de una estrategia
padres y los hijos, aun cuando ello es multiinformante o multimétodo (Boy-
inefectivo. En términos de las estrate- kin & Allen, 2003). Este énfasis ha sido
gias de medición, O’Leary y colabora- recogido por Lovejoy y colaboradores
dores (Arnold et al., 1993; Blair et al., (1999) cuando construyeron un sistema
1999) diseñaron el inventario de estra- multimétodo para evaluar las conduc-
tegias disciplinarias que diferenciaron tas parentales en la crianza. Su metodo-
adecuadamente entre padres con recur- logía se basó en el uso de descripciones
sos de control conductual disfunciona- conductuales que puedan ser utilizados
les de aquellas madres más adaptadas. como autorreporte, observación directa
Recientes estudios en Latinoamérica y reporte por terceros (por ejemplo, el
han evaluado las propiedades psicomé- padre reporta las conductas de la ma-
tricas de los instrumentos de medición dre). La comparación directa entre es-
de la crianza, especialmente centrado en tos métodos está facilitada porque los
métodos de autorreporte en niños (Meri- mismos reactivos son utilizados, dando
no, Cohen & Díaz, 2003; Merino & Co- mayores oportunidades para evaluar la
hen, 2004), adolescentes (Merino, 2003) confiabilidad de los reportes de la
y adultos (Merino & Díaz, 2003) me- crianza mediante ítems conductual-
diante métodos analíticos confirmato- mente refinados.
rios. Al parecer, el uso de las medidas de Considerando el potencial beneficio
autorreportes ha sido privilegiado en su de los métodos de autorreporte, en el
popularidad debido a su facilidad y rapi- presente artículo reportaremos dos es-
dez de administración, privacidad y su tudios, dentro del marco del examen
efectivo balance en el costo-beneficio preliminar del Inventario de Conducta
(Holden & Coleman, 1992); sin embar- Parental (Lovejoy et al., 1999). Del pri-
go, también hay importantes aspectos mer estudio, nuestros objetivos descan-
que desafían sus aparentes ventajas san en la replicabilidad de la estructura
(Holden & Edwards, 1989). Respecto a interna del inventario. Junto con ello, la
sus propiedades psicométricas, la eva- estimación de la confiabilidad por con-
luación de la crianza por medio de cues- sistencia interna también será evalua-
tionarios o escalas generalmente repor- da. En el segundo estudio extendere-
tan índices de validez que fluctúan entre mos las evidencias de validez con el
moderados y elevados, y que general- análisis correlacional de las dimensio-
mente son dependientes del grado de nes de la crianza y el reporte de las ma-
generalidad del contenido de los reacti- dres sobre aspectos emocionales, rela-
vos (Merino, 2003). cionadas con la pareja actual y evalua-
Desde la perspectiva de la medición ción general del vecindario. Estos dos
de la crianza, las propuestas de evalua- estudios abordan una de las estrategias

147
Merino, Díaz & DeRoma

de evaluación diseñadas por Lovejoy, años, con una desviación estándar de


que es el método de autorreporte, pre- 6,67; la edad máxima fue 49 años y la
tendiendo iniciar posteriores estudios mínima 21 años. Respecto del estado
sobre los restantes métodos que ella civil, cerca del 50% de las madres re-
propuso. portó estar sin pareja o separada (n=57,
Los constructos evaluados por este 49,6%). (véase tabla 1).
método son dos amplios aspectos de la
crianza: las conductas de hostili- Instrumento
dad/coerción y de apoyo/compromiso. Inventario de Conducta Parental
(ICP).- El diseño de su construcción si-
ESTUDIO 1 guió un cuidadoso procedimiento re-
portado en Lovejoy et al. (1999), que
Participantes apuntaba hacia la evaluación de amplio
rango de la conducta parental en dos
La muestra del estudio estuvo con- dominios: la conducta hostil/coerciva y
formada por 148 adultos, apoderados de apoyo/comprometida. El inventario
de niños de entre 5 y 6 años de edad, contiene 20 afirmaciones de conductas
provenientes de dos colegios estatales, específicas, en que la madre debe res-
ubicados en la zona urbana de un dis- ponder sobre el grado de certeza con
trito costero en Lima. En este grupo, que realiza cada una de ellas en su rela-
115 (77,7%) fueron madres y 7 (4,7%) ción con su hijo. Las madres responden
padres; 5 personas (3,4%) fueron fami- sobre una escala del 0 (nada cierto)
liares de los niños y 21 (14,2%) no re- hasta el 5 (muy cierto) y en alguno de
portaron su filiación con el niño. Para los tres marcos de tiempo: conducta del
el análisis solo se eligieron las respues- presente día, durante la semana y gene-
tas de las madres, pues originalmente ralmente. En la validación de conteni-
el instrumento está destinado para este do, expertos en desarrollo infantil co-
grupo. En el grupo de madres 15 municaron la relevancia y representati-
(13,0%) reportaron tener estudios téc- vidad de los ítems, que en una escala
nicos y 61 (53,0%) reportó tener estu- del 1 al 5 tuvieron índices promedio de
dios secundarios completos (n=36, 4.28 y 4.51 para hostilidad/coerción y
31,3%) o incompletos (n=25, 21,7%). soporte/compromiso, respectivamente.
Cerca de la tercera parte tuvo estudios La validez de constructo se evaluó con
primarios solamente (n=36, 31,3%), ya sucesivas aplicaciones del análisis fac-
sea estudios completos (n=15, 13,0%) torial confirmatorio, obteniendo la es-
o incompletos (n=21, 18,3%). Tres ma- tructura bidimensional hipotetizada. El
dres (2,6%) no reportaron su estudios alfa de Cronbach reportado para hosti-
realizados. La edad promedio fue 33,5 lidad/coerción fue de .81, con una co-

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Validación del inventario de conductas parentales

rrelación inter-ítem promedio de .32 y Tabla 1


un rango desde .09 a .52. Para sopor- Características de los participantes
del estudio 1
te/compromiso el coeficiente Alfa ha-
N %
llado fue igual a .83; las medidas de
Total respondientes
homogeneidad tuvieron una correla-
Madre 115 77,7
ción inter-ítem promedio de .36, con un Padre 7 4,7
rango desde .13 hasta .58. Otro 5 3,4
Total 127 85,8
Sin dato 21 14,2
Procedimiento Total 148 100,0
Los investigadores organizaron y
Datos de las madres (total)
ejecutaron un proceso de evaluación a Estudios
los niños ingresantes al primer grado Primaria completa 15 13,0
en dos colegios estatales. Este proceso Primaria incompleta 21 18,3
Secundaria completa 36 31,3
de evaluación se hizo en el mismo pe-
Secundaria incompleta 25 21,7
ríodo, durante los meses de noviembre Técnico 15 13,0
hasta febrero. Las madres fueron eva- Total 112 97,4
luadas en grupos de 10 a 15 personas Sin dato 3 2,6
en un salón separado al de los niños, Estado civil actual
quienes paralelamente eran evaluados. Sin pareja 57 49,6
El inventario se administró dentro de Casada 34 29,6
una batería que solicitaba información Conviviente 12 10,4
Divorciada 10 8,7
sobre la conducta de sus niños e infor- Total 113 98,3
mación demográfica. Sin dato 2 1,7
Uno de los autores explicó las ins-
Trabajo
trucciones y supervisó las respuestas
Solo el hogar 24 20,9
de los padres. La información comuni- Trab. renumerado en casa 8 7,0
cada a las madres para el llenado de los Trab. renumerado fuera de casa 23
instrumentos fue que sus respuestas no 20,0
Total 55 47,8
afectarían la decisión de ingreso de los Sin dato 60 52,2
niños al colegio. Se puso especial énfa-
sis en ello debido a que las evaluacio- Número de hijos
nes buscaban identificar los problemas Hijo(a) único(a) 27 23,5
2-3 hijos(as) 66 57,4
y habilidades de los niños y de las fa- 4-5 hijos(as) 15 13,0
milias, y que potencialmente podrían 6 o más hijos(as) 3 2,6
favorecer o desfavorecer el rendimien- Total 111 96,5
Sin dato 4 3,5
to escolar y ajuste social.
Total 115 100,0

149
Merino, Díaz & DeRoma

La validez de constructo se realizó a cuenta lo sugerido por Hair et al.


través del análisis factorial explorato- (1999). La confiabilidad por consisten-
rio (AFE) y el análisis factorial confir- cia interna fue evaluada a través del
matorio (AFC), consecutivamente. El coeficiente alfa de Cronbach (Cron-
primero sirvió para revelar los poten- bach, 1951); finalmente, la homogenei-
ciales factores que podrían emerger sin dad interna fue reportada por las corre-
imponer alguna estructura. Luego, el laciones ítem-test corregida por espu-
AFC permitirá una prueba directa de la riedad (Thorndike, 1989) y las correla-
estructura previamente definida por ciones inter-ítem, este último también
Lovejoy et al. (1999); se aplicó para reportado por Lovejoy et al. (1999).
ello el programa Statistica (StatSoft,
1995). Para evaluar el ajuste del mode- Resultados
lo, utilizamos varios criterios, como lo
sugieren Hair, Anderson, Tatham & Análisis factorial exploratorio
Black (1999). El análisis de la bondad Se inició el análisis desde el enfoque
de ajuste del modelo se realizó con el exploratorio, y para ello se utilizaron
estadístico X2, pero este comúnmente tres reglas de extracción de factores: la
cuando se trabaja con muestras grandes regla de Kaiser, el scree test de Cattell y
tiende a rechazar los modelos propues- el análisis paralelo. Con la regla de Kai-
tos, asumiendo una sobreidentificación ser se tuvieron cinco componentes con
de las especificaciones del modelo autovalores (eigenvalue) > 1. Sin em-
(Mulaik, 1993), así que en términos bargo, el scree test sugirió dos compo-
prácticos se tomaron en cuenta crite- nentes con valores que ascienden y se
rios alternativos. Teniendo como refe- separan claramente de los autovalores
rencia los mismos criterios escogidos de menor magnitud y esencialmente
por Lovejoy y colaboradores, se eligió considerados aleatorios (Bernstein &
el error de aproximación raíz media Teng, 1989; Nunnally & Bernstein,
cuadrática (RMSEA), el índice de bon- 1995). El análisis paralelo también sugi-
dad de ajuste (GFI) y el índice de ajus-
rió dos componentes por encima de los
te comparativo (CFI); adicionalmente
autovalores generados aleatoriamente.
se calculó el índice comparativo de no
Con la extracción de factores mediante
centralidad (RNI), que aunque no es re-
ejes principales y la rotación ortogonal
portado por Lovejoy es factible de ser
Promax (K=3), los dos autovalores al-
calculado con los datos publicados. To-
canzaron puntajes de 4.32 y 3.55, que
dos ellos indican el grado de ajuste ab-
explicaron el 21,6% y el 17,8% de la
soluto del modelo, pero aunque no hay
varianza, respectivamente, y que en
criterios unívocos, los niveles de acep-
conjunto explicaron el 39,4% de la va-
tación de estos índices tomaron en
rianza total. Cinco autovalores tuvieron

150
Validación del inventario de conductas parentales

valores mayores a 1.0, pero considera- los propuestos cuando se trabaja con
mos que estos autovalores pudieron ha- muestras grandes de sujetos, las conclu-
ber surgido por el efecto aleatorio del siones sobre el ajuste deben sustentarse
error en las subescalas, por la inflación en otros criterios señalados anterior-
de la varianza única de los ítems y/o por mente. De este modo, los estadísticos
el hecho de factorizar variables ordina- RMSEA (.084), GFI (.81) y RNI (.75)
les (Bernstein & Teng, 1989; Nunnally fueron mayores a los encontrados en el
& Bernstein, 1995). estudio de Lovejoy; en cambio, CFI fue
En la solución rotada se observó levemente superior en Lovejoy (.79)
que las cargas estructurales de los que en nuestro estudio (.74). En conjun-
ítems 7 y 9 (compromiso/soporte), fue- to, estos índices son aceptables, y nos
ron de magnitud moderada (.426) y ba- sugieren que la estructura bifactorial
ja (.285). Con la subescala hipotetizada puede representar los constructos sub-
(hostilidad/coerción), sus correlaciones yacentes originados en el estudio nor-
fueron bajas (.169 y .171, respectiva- teamericano, pero que no está libre de
mente). un reajuste posterior.
Al examinar las cargas factoriales
Análisis factorial confirmatorio en el modelo, como se muestra en la
Mediante la estimación por máxima tabla 3, la mayoría de los ítems alcan-
verosimilitud, los resultados fueron en zaron niveles moderadamente altos
general consistentes con la previa facto- (superiores a .35) excepto los ítems 7 y
rización y con lo reportado por Lovejoy 9. Los problemas en estos ítems se re-
et al. (1999). El valor X2 para el modelo velaron previamente en el análisis fac-
propuesto fue de 341.92 (g.l. = 169, p < torial exploratorio y representan una si-
0.01). Debido a que generalmente el va- militud parcial con los resultados de
lor del X2 conduce a rechazar los mode- Lovejoy, en que el ítem 9 tuvo proble-

Tabla 2
Índices de ajuste del presente estudio comparado con los de Lovejoy et al. (1999)

Estadísticos Estudio actual Lovejoy et al. (1999)

X2 del modelo propuesto (g.l.) 341.92** (169) 304.91** (169)


Índice de Bondad de Ajuste GFI .81 .78
Índice de Ajuste Comparativo (CFI) .74 .79
Índice comparativo de no centralidad (RNI) .75 .59
RMSEA [intervalo al 90%] .084 [.071, .097] .10
Raíz media cuadrática (RMS) .107 -
** p < .01

151
Merino, Díaz & DeRoma

mas para ajustarse a su subescala en la Consistencia interna


evaluación inicial del instrumento. En
La confiabilidad por consistencia in-
nuestros resultados, sin embargo, la
terna calculada a través del coeficiente
falta de correlación fue más severa, y
alfa para las escalas prácticamente repli-
aparentemente covarió con el ítem 9.
có lo reportado por el estudio original.
Por otro lado, la correlación entre los
Los puntajes tuvieron una confiabilidad
factores (- .04) sí se ajusta a lo encon-
de .78 y .81 para hostilidad/coerción y
trado en el estudio original, demostran-
soporte/compromiso, respectivamente;
do la ortogonalidad de las subescalas.
estos valores de confiabilidad son bas-
Dado el contenido de estos ítems y que
tante satisfactorios. En la tabla 4 se ob-
la subescala mide un constructo de am-
serva estos resultados. Los efectos de
plio espectro, serán ambos retenidos en
remover los ítems 7 y 9 de hostili-
su escala original.
dad/coerción no tuvieron un impacto se-
Tabla 3 rio en la elevación de su respectiva con-
Estadísticos básicos, correlación ítem- fiabilidad. La correlación inter-ítem pro-
test corregida (ritc) y cargas factoriales medio para hostilidad/coerción fue de
estimadas (error estándar) de los ítems
.26; y de .31 para soporte/compromiso;
estos valores son satisfactorios para am-
Media D. E. .ritc Carga factoria
(errror bas escalas, ya que miden constructos
estándard) de amplio espectro en torno de las con-
Factor I: Hostilidad/coerción ductas parentales.
1 2.40 1.33 .51 .566 (.06)
3 1.35 1.40 .54 .492 (.07) Tabla 4
5 2.63 1.65 .37 .368 (.08) Sumario de la homogeneidad de los
7 4.25 1.11 .19 .111 (.09) ítems, consistencia interna y
9 4.19 .97 .19 .116 (.09) estadísticos básicos para las
13 1.95 1.52 .49 .548 (.06) subescalas
15 2.63 1.71 .59 .648 (.06)
17 1.79 1.74 .62 .764 (.05)
Escala Escala
19 2.14 1.87 .41 .405 (.08)
hostilidad/ compromiso/
20 1.82 1.67 .52 .644 (.05)
coerción soporte
Factor II: Compromiso/soporte
2 4.21 1.09 .55 .612 (.06) Correlación ítem-test corregida (ritc)
4 4.14 1.21 .42 .466 (.07) Mínima 0.19 0.35
6 4.48 1.11 .41 .464 (.07) Promedio 0.45 0.49
8 4.55 .66 .47 .524 (.06) Máxima 0.62 0.65
10 3.40 1.37 .41 .476 (.06) Correlación inter-ítem
11 4.14 1.04 .65 .727 (.05) Mínima -.02 .12
12 4.34 .96 .64 .683 (.05) Promedio .26 .31
14 4.08 .97 .50 .549 (.06) Máxima .55 .65
16 4.23 1.04 .35 .429 (.07) Alpha de Cronbach .78 .81
18 4.38 .91 .52 .572 (.06)
Correlación entre factores - .04 Media 25.19 42.0
Desviación Estándar 8.89 6.39

152
Validación del inventario de conductas parentales

Discusión estudio de las correlaciones con medi-


Los ítems del (ICP) aplicados a ma- das de emocionalidad negativa y as-
dres de niños de primer grado en gene- pectos de tipo demográfico y de la re-
ral tuvieron un funcionamiento psico- lación familiar.
métricamente similar a lo reportado
por Lovejoy y colaboradores. En su es- ESTUDIO 2
tudio, el ítem 9 obtuvo relativamente El propósito del segundo estudio
bajos índices en la validez de conteni- fue examinar las correlaciones entre las
do, cargas factoriales y correlaciones escalas del ICP y constructos que teóri-
ítem-test corregidas. En su forma ac- camente están relacionados con ellas,
tual, el inventario proporciona resulta- tal como lo hicieran Lovejoy et al.
dos con coeficientes de confiabilidad (1999). Las correlaciones nos demos-
satisfactorios, y lo señala como herra- trarán el grado de convergencia con
mienta potencial para el uso clínico y constructos con los que teóricamente
de investigación (Barker, Pistrang & esperamos relaciones positivas y mag-
Elliot, 1994), en madres de niveles so- nitud moderada. Para ello tendremos
cioeconómicos medio o bajo. En esta en cuenta una de las dimensiones de la
fase del estudio, la estructura factorial afectividad: la afectividad negativa
del ICP ha sido replicado, señalando su (Watson & Tellegen, 1985; Watson,
comparabilidad intercultural en cuanto Clark & Tellegen, 1988). La afectivi-
a los constructos medidos; en el nivel dad o emocionalidad negativa se refie-
del ítem también nos da una inicial re a estados de ánimo displacenteros.
confianza en que ellos representan con- Junto con ella, variables relacionadas
ductas comparables en las madres de con la pareja (frecuencia de discusio-
nuestro contexto con las del estudio
nes, satisfacción, apoyo en la crianza) y
original, aunque hallamos indicios de
otras demográficas serán exploradas
una posible modificación de los ítems.
(percepción del vecindario, salud de la
Aunque las evidencias sobre la validez
madre, condición civil).
factorial presentan resultados alentado-
res, otros aspectos de la validez deben
Participantes
ser evaluados; por ejemplo, la evalua-
ción de la validez de constructo me- La muestra en este trabajo consistió
diante la relación con otras variables en 58 madres, cuyos datos demográficos
conceptualmente relacionadas (Cron- se muestran en la tabla 5; este grupo de
bach & Meehl, 1955). madres fueron parte de las personas exa-
El siguiente estudio, por lo tanto, minadas en el estudio 1. Las madres
buscará las evidencias de validez de provienen de estratos socioeconómicos
constructo del inventario mediante el de medio a bajo. Cerca del 35% (n=21)

153
Merino, Díaz & DeRoma

tiene estudios primarios completos o in- este grupo de madres sin modificacio-
completos; un poco más del 55% (n=33) nes. Los índices de ajuste factorial y de
tiene estudio secundarios completos e confiabilidad interna mostraron ser óp-
incompletos. Por otra parte, el 50% timos y comparables con los del estu-
(n=30) son madres que no tienen actual- dio de Lovejoy y colaboradores. En es-
mente pareja y que se hallan separadas o te grupo de madres, la confiabilidad al-
son madres solteras. fa en hostilidad/coerción y sopor-
te/compromiso fue .81 y .79, respecti-
Tabla 5
Características demográficas de los vamente.
participantes del estudio 2
Cuestionario demográfico.- Se apli-
N % có un cuestionario que recogía infor-
Estudios de la madre mación demográfica y sobre elementos
Primaria completa 9 15,5
referidos por la literatura como factores
Primaria incompleta 12 20,7
Secundaria completa 18 31,0 de riesgo (Merino, 2002). Los ítems se-
Secundaria incompleta 15 25,9 leccionados fueron aquellos relevantes
Técnico 4 6,9 para explorar las relaciones entre el
Estado civil actual
Sin pareja 30 51,7
ICP y el funcionamiento emocional de
Casada 17 29,3 la madre, la relación de pareja, la inter-
Conviviente 6 10,3 vención de la pareja en la crianza y la
Divorciada 5 8,6
valoración del vecindario. Sin embar-
Trabajo
Solo el hogar 27 46,6 go, se consideró apropiado reagrupar
Trab. renumerado los ítems de este cuestionario para ha-
en casa 6 10,3 cerlos más comparables con los obteni-
Trab. renumerado
fuera de casa 25 43,1 dos con Lovejoy y para poner la inter-
Número de hijos pretación en un nivel de análisis de se-
Hijo(a) único(a) 18 31,0 gundo orden. Así, los ítems fueron exa-
2-3 hijos(as) 27 46,6
4-5 hijos(as) 12 20,7
minados con un análisis de componen-
Total 57 98,3 tes principales, como una estrategia de
Sin dato 1 1,7 reducción las variables que se conside-
Total 58 100,0
raron en el análisis correlacional múlti-
ple (Huberty & Petoskey, 1999; Huber-
ty, 2003). Surgieron dos componentes
diferenciados: uno conteniendo los
Instrumento
ítems sobre la frecuencia en que la
Inventario de Conducta Parental.- madre experimentaba emociones nega-
El instrumento validado factorialmente tivas, por lo que fue llamado Emocio-
se obtuvo del estudio 1 y se aplicó a nalidad Negativa; este componente ex-

154
Validación del inventario de conductas parentales

plicó el 29% de la varianza (autovalor otras variables. También, las variables


= 3.49). El segundo componente agru- de emocionalidad tuvieron correlacio-
pó los ítems que evaluaban la inter- nes muy bajas o iguales a cero con
vención de la pareja actual en la crian- compromiso/soporte, excepto la varia-
za y la satisfacción de la madre con la ble sobre tensión o preocupación (r =
relación de pareja en general, así que .39, p < .01; 15%). Finalmente, el pun-
este componente fue llamado Interven- taje compuesto de Intervención de la
ción de la Pareja, que explicaba el Pareja, las variables que la incluyen y
15,4% de la varianza. Los dos compo- las otras variables (salud de la madre,
nentes restantes no fueron interpreta- frecuencia de discusiones, percepción
bles y estaban formados por dos o una del vecindario) tuvieron correlaciones
de las variables demográficas, así que igualmente muy bajas o cero, y no sig-
solo los dos componentes, con más de nificativamente estadísticas; la excep-
2 ítems, fueron retenidos. Para ambos ción fueron dos variables; una es el re-
componentes la confiabilidad alfa fue porte de satisfacción con la pareja con
de .74 y .75, respectivamente. hostilidad/coerción, que fue significa-
tiva (r = -.25, p < .05) pero de baja mag-
Procedimiento nitud para fines prácticos (6% de va-
rianza compartida); la segunda, la con-
Fueron las mismas condiciones de dición civil (con pareja vs. sin pareja)
aplicación y contexto en que se efectuó con hostilidad, también fue baja, aun-
el estudio 1. que significativa (r = -.15, p< .01; 2%
de varianza compartida). El valor nega-
Resultados tivo se debió a la codificación (con pa-
En la tabla 6 aparecen las correlacio- reja = 0, sin pareja = 1).
nes entre las variables emocionales y
condiciones de vida (pareja, vecinda- Discusión
rio) y los constructos de la crianza des- Los resultados convergen con otros
critos por el ICP. Se observa que las co- de la literatura, en que las emociones
rrelaciones fueron significativas entre negativas predominantes de las madres
todas las variables y puntaje compuesto están asociadas moderadamente con
de la Emocionalidad Negativa (r = .41, los estilos parentales de interacción (Ir-
p < .01); este último aporta con un 17% ving et al., 1999; Lovejoy et al., 1999;
de la varianza con la subescala hostili- Lieb, Isensee, Höfler, Pfister &
dad/coerción. De manera singular y Wittchen, 2002; Lieb, Isensee, Höfler
predecible, el reporte del grado de irri- & Wittchen, 2002). Estas asociaciones
tación y molestia actual explica más va- aparecen en mayor grado relacionadas
rianza (r = .37, p < .01; 14%) que las con el comportamiento parental negati-

155
Merino, Díaz & DeRoma

Tabla 6
Estadísticos básicos y correlaciones entre las subescalas y variables demográficas

Media d.e. Correlaciones r Pearson


Hostilidad/ Compromiso/
coerción soporte
Componente 1:
Emocionalidad Negativa 16.2 7.6 .41** .20
¿Tensa, preocupada? 2.8 .76 .27* .39**
¿Triste, deprimida? 3.1 .78 .29* .09
¿Irritada, molesta? 3.0 .76 .37** .15
¿Cansada? 3.1 .67 .29* .06
Componente 2:
Intervención de la Pareja 51.2 7.1 .16 .06
¿Se lleva bien la pareja? 1.6 .75 -007 .02
¿Satisfecha con su relación actual? 1.8 1.02 -.25* .02
¿Apoyo de su pareja en la crianza? 1.6 .90 .17 .09
¿Apoya bien en la crianza? 1.9 .77 .09 .06
Otras variables
Salud de la madre 1.3 .50 .17 .11
Frecuencia de discusiones 2.8 .56 -.235 .01
Cómo evaluaría usted su barrio/vecindario,
¿como un lugar para educar al niño? 3.1 1.0 -.02 -.16

Condición civil:
Con pareja (casado, conviviente) vs.
Sin pareja (separados, divorciados) -.15* .03
** : p < .01; * : p < .05

vo en la crianza; por ejemplo, Irving et fantil de las que no lo hacen. Estos ha-
al. (1999) reportaron que la reactividad llazgos correlacionales ponen en relie-
de las madres ante las inconductas de ve la replicabilidad de las influencias
un niño está moderadamente correla- emocionales negativas sobre la rela-
cionada con el autorreporte de depre- ción padre/niño.
sión (r = .39) y emociones positivas Las correlaciones entre hostilidad/
(r = -.35) de las madres. De manera si- coerción han sido bajas pero significati-
milar, la relación entre la crianza y la vas con la situación de pareja de las ma-
cólera fue reportada por Hansen, Sed- dres (con pareja vs. sin pareja) y cero
lar & DeRoma (1998), quienes demos- con compromiso/soporte. Al parecer, los
traron que la intensidad de cólera expe- efectos de convivencia en pareja tienden
rimentada por las madres discrimina a estar asociadas solo parcialmente con
entre las que incurren en maltrato in- las expresiones hostiles y coercidas; sin

156
Validación del inventario de conductas parentales

embargo, esta relación es explicada por de crianza, aunque apuntando a la me-


el 2% de la varianza compartida. Al no dición de constructos generales; ello
haberse examinado su interacción con debe ser diferenciado de otros instru-
otras variables relevantes, no podemos mentos que aplican ítems más genera-
extraer muchas conclusiones sobre esta les o abstractos, y que usualmente se
relación hallada o el efecto moderador aplican en la medición de los estilos de
de otras variables. crianza (Darling & Steinberg, 1993;
Darling & Toyokawa, 1997).
Discusión general En la evaluación de la validez del
Los dos estudios expuestos en el Inventario de Conducta Parental con
presente artículo proporcionan las evi- procesos inter e intrapersonales estu-
dencias preliminares de la validez de diados, hemos aportado dos resultados.
constructo y la consistencia interna del Uno de ellos es la correlación cercana a
Inventario de Conducta Parental, una cero entre variables de la relación con-
breve escala diseñada por Lovejoy et yugal y participación del padre o pare-
al. (1999) para capturar las conductas ja, y las dos dimensiones de la crianza.
de crianza relevantes a niños de edad Un número de mediadores podrían te-
preescolar y edad escolar, dentro de ner un impacto entre estas relaciones,
dos constructos de amplio rango; la pero ellas no han sido investigadas aquí
hostilidad/coerción y el apoyo/compro- y requieren mayor exploración; adicio-
miso. Como lo señalan Lovejoy et al., nalmente, el diseño de la investigación
la dimensión apoyo/compromiso es de- no puede conducirnos a inferir la exis-
finida como “la conducta que demues- tencia o ausencia de una relación cau-
tra la aceptación del padre hacia el niño sal entre ellas.
por medio del afecto, las actividades En los participantes de nuestro estu-
compartidas y el apoyo instrumental y dio tampoco se han hallado correlacio-
emocional” (p. 535). Respecto a la di- nes importantes con otras variables, co-
mensión hostilidad/coerción, lo defi- mo la salud de la madre, percepción del
nen como “la conducta que expresa vecindario y la frecuencia de las discu-
afecto negativo o indiferencia hacia el siones; estos alcanzaron a compartir
niño, y que puede implicar el uso de la menos del 3% de la varianza con las es-
coerción, la amenaza o el castigo físico calas hostilidad y compromiso. Contra-
para influenciar la conducta del niño” riamente a ello, un hallazgo que confir-
(p. 535). Esta asociación ya ha sido re- ma la relación entre los procesos cog-
portada previamente (por ejemplo, en nitivo-emocionales y la crianza (Kring
Hansen, Sedlar & DeRoma, 1998). et al., 1994; Brook et al., 1998; Pinder-
Un instrumento tal se dirige hacia la hughes et al., 2000) es la que el segun-
evaluación conductual de las prácticas do estudio ha reportado. En aquel, las

157
Merino, Díaz & DeRoma

variables de emocionalidad negativa te examinadas ofrecen un panorama de


correlacionaron significativamente con investigación que servirán para resolver
hostilidad/coerción en la muestra de situaciones prácticas. Por ejemplo, la
madres provenientes de la comunidad emocionalidad involucrada en la rela-
en general, aunque mayoritariamente ción padre-hijo debe ser explorada más
de estratos socioeconómicos bajos. La intensamente a través del constructo de
tarea de la crianza de niños que ingre- expresividad emocional (Kring et al.,
san en los estudios primarios puede 1994), considerando que generalmente
formar parte de los estresores proxima- actúan como un moderador de las prác-
les que las madres tienen que afrontar; ticas disciplinarias (Pinderhughes,
además de las condiciones carenciales 2000). Los procesos emocionales de los
de las madres de estos sectores. Nues- padres y su impacto en la crianza es un
tros resultados dan una exploración de camino de análisis que se desprende de
las relaciones entre desórdenes emo- nuestros resultados. Debido a la estre-
cionales y crianza, tal como se ha re- cha relación entre los procesos cogniti-
portado en la literatura epidemiológica vos sociales sobre la disciplina parental
sobre la influencia de rasgos psicopa- (Smith & O’Leary, 1998), habría que
tológicos de la madre y la relación ma- abordar los mecanismos en que estos
dre-niño (ver, por ejemplo, Lieb et al., procesos modifican o mantienen las di-
2002; Lieb et al., 2002). ferencias en la socialización de los ni-
Dos estresores adicionales provienen ños; aunque algunas respuestas ya se
de la satisfacción de la madre con la re- han publicado en la literatura norteame-
lación de pareja actual, que tiene un ricana (por ejemplo, Pinderhughes et al.,
efecto sistemático e inverso sobre la ten- 2000), las futuras investigaciones sobre
dencia a las conductas maternales hosti- la crianza pueden probar su generaliza-
les/coercidas; y la condición civil, que ción en el contexto latinoamericano.
tiene una baja influencia sobre las con- La presente investigación aporta da-
ductas hostiles/coercivas. Nuevamente tos psicométricos promisorios sobre la
enfatizamos que no podemos extraer utilidad del Inventario de Conducta Pa-
conclusiones firmes debido a que el di- rental en el contexto clínico y de inves-
seño correlacional del segundo estudio tigación, pero aún dejamos varias cues-
es una limitación para especular sobre tiones pendientes para la agenda de fu-
las relaciones causales. Así que, del pre- turas investigaciones. Como lo indica-
sente estudio no pueden establecer rela- ba Lovejoy et al. (1999), se debe inves-
ciones causales entre las correlaciones tigar la extensión en que las respuestas
estudiadas. Además, existen otros pro- de los padres están sesgadas hacia las
cesos cognitivos que no han sido consi- normas de aceptabilidad social, aunque
derados. Las relaciones estadísticamen- los hallazgos nos han mostrado un pa-

158
Validación del inventario de conductas parentales

trón claro y consistente entre estos dos REFERENCIAS


atributos (Bronstein, 1994). Más aún, Arnold, D. S., O’Leary, S. G., Wolff, L. S.
otras formas de metodología, como su & Acker, M. M. (1993). The Parenting
inclusión en una batería multiinfor- Scale: A measure of dysfunctional pa-
mante y multimétodo (Lovejoy et al., renting in discipline situations. Psycho-
1999) sobre la crianza debe ser evalua- logical Assessment, 5(2), 137-144.
da dada su potencial utilidad. Arrindel, W. A. & Van der Ende, J. (1990).
Desde las características de la Finding universal dimensions in multi-
muestra estudiada y la situación en que cultural studies of parental rearing styles:
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se administró el inventario, hemos ex-
(Ed.). Psychiatry: A world perspective.
traído resultados favorables para el uso (Vol. 4), 354-358. Elsevier.
del presente instrumento, pero anima-
Arrindel, W..A. et al. (1999). The develop-
mos a los investigadores a evaluar la ment of a short form of the EMBU: Its
generalización de nuestros resultados y appraisal with students in Greece,
compararlos con el grupo de personas Guatemala, Hungary and Italy.
sobre las que se pretenda aplicar. Personality and Individual Differences
Aunque nuestros resultados son fa- 27, 613-628.
vorables, enfatizamos que son prelimi- Barker, C., Pistrang, N. & Elliot, R. (1994).
nares y por lo tanto estimulan un conti- Research methods in clinical and cou-
nuo proceso de investigación psicomé- seling psychology. West Sussex: John
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Validación del inventario de conductas parentales

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dad para el inventario de percepción de
conductas parentales. Manuscrito en
preparación.

161
Merino, Díaz & DeRoma

ANEXO

Inventario para padres


Lovejoy, M. C., Weis, R., O’Hara, E. & Rubin, E. R.
Por favor, lea cada afirmación y piense en cómo Ud. y su hijo se llevan generalmente. Respon-
da en qué grado Ud. y su hijo se llevan generalmente, de la forma como dice cada afirmación. Para
responder, Ud. hará un círculo en el número que mejor refleje su respuesta:
0 1 2 3 4 5
Nada Un poco Algo Moderadamente Cierto Muy cierto

Ejemplo: Tuve discusiones con mi hijo(a) 0 1 2 3 4 5

Estas son formas como a veces se llevan los padres con sus hijos. No hay respuestas buenas
o malas. Por favor, responda sinceramente.

1. Pierdo la paciencia cuando mi hijo(a) no hace lo que le pido 0 1 2 3 4 5


2. Tenemos conversaciones agradables entre mi hijo(a) y yo. 0 1 2 3 4 5
3. Le agarro con brusquedad, con fuerza. 0 1 2 3 4 5
4. Trato de enseñarle cosas nuevas a mi hijo(a). 0 1 2 3 4 5
5. Le exijo que haga las cosas (o que deje de hacerlas) inmediatamente,
en el acto. 0 1 2 3 4 5
6. Entre mi hijo(a) y yo nos damos abrazos y/o besos. 0 1 2 3 4 5
7. Le hago saber mi disgusto sobre su conducta o le digo que no me
gusta lo que está haciendo. 0 1 2 3 4 5
8. Con mi hijo(a), nos reímos de las cosas que vemos que son divertidas. 0 1 2 3 4 5
9. Cuando mi hijo(a) se comporta mal, le hago saber lo que le ocurrirá
si no se comporta bien 0 1 2 3 4 5
10. Mi hijo(a) y yo tenemos tiempo para hacer juegos, hacer dibujos y
otras cosas 0 1 2 3 4 5
11. Atiendo a sus sentimientos y trato de entenderlos 0 1 2 3 4 5
12. Le doy las gracias, le digo elogios, felicitaciones. 0 1 2 3 4 5
13. Le castigo, le doy palmazos, jalo los pelos o le pego. 0 1 2 3 4 5
14. Le ofrezco mi ayuda o le ayudo en las cosas que hace. 0 1 2 3 4 5
15. Le digo amenazas o advertencias si se porta mal. 0 1 2 3 4 5
16. Le alivio cuando parece que se siente temeroso, inseguro o disgustado. 0 1 2 3 4 5
17. Le he dicho cosas malas palabras que podrían hacerle sentir mal. 0 1 2 3 4 5
18. Le toco de una manera cariñosa. 0 1 2 3 4 5
19. Cuando no estoy contenta con su conducta, le recuerdo las cosas
que he hecho por él (ella) 0 1 2 3 4 5
20. Cuando me pide algo o que yo le atienda, no le hago caso o le hago
esperar hasta después 0 1 2 3 4 5

Antes de devolver este cuestionario, revíselo para asegurarse de que respondió a todas las
preguntas

162

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