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Leonardo Da Vinci: Giorgio Vasari
Leonardo Da Vinci: Giorgio Vasari
Desde siempre, considerado el paradigma del homo universalis, del sabio renacentista
versado en todos los ámbitos del conocimiento humano, Leonardo da Vinci (1452-1519)
incursionó en campos tan variados como la aerodinámica, la hidráulica, la anatomía, la
botánica, la pintura, la escultura y la arquitectura, entre otros.
Leonardo nació en 1452 en la villa toscana de Vinci, hijo natural de una campesina,
Caterina (que se casó poco después con un artesano de la región), y de Ser Piero, un rico
notario florentino.
A pesar de que su padre se casaría cuatro veces, sólo tuvo hijos (once en total, con los
que Leonardo entabló pleitos por la herencia paterna) en sus dos últimos matrimonios,
por lo que el pequeño Leonardo se crió como hijo único. Para esto, enorme curiosidad se
manifestó tempranamente: ya en la infancia dibujó animales mitológicos de su propia
invención, inspirados en una profunda observación del entorno natural en el que
creció. Giorgio Vasari, su primer biógrafo, relató cómo el genio de Leonardo, siendo aún un
niño, creó un escudo de Medusa con dragones que aterrorizó a su padre cuando se topó
con él por sorpresa.
Por del talento de su hijo, su padre le permitió ingresar como aprendiz en el taller de Andrea
del Verrocchio. Antes de ser reconocido como artista libre, Leonardo aprendió pintura,
escultura y técnicas y mecánicas de la creación artística. Con el primer trabajo suyo del
que se tiene certera noticia fue la construcción de la esfera de cobre proyectada
por Brunelleschi para coronar la iglesia de Santa Maria dei Fiori. Dentro al taller de
Verrocchio, además, se encontraba el de Antonio Pollaiuolo, en donde Leonardo realizó
sus primeros estudios de anatomía y, quizá, se inició también en el conocimiento del latín
y el griego.
Cabe mencionar, que fue un joven agraciado y vigoroso. Leonardo había heredado la
fuerza física de la estirpe de su padre. Hacia 1506, el interés de Leonardo por los estudios
científicos era cada vez más intenso.
Tras situaciones diversas, pintaba poco, se dedicó a recopilar sus escritos y se profundizó
en sus estudios con la idea de tener finalizado para 1510 su tratado de anatomía, trabajó
junto a Marcantonio della Torre, el más célebre anatomista de su tiempo, en la descripción
de órganos y el estudio de la fisiología humana.
El 2 de mayo de 1519 murió en Cloux; su testamento legaba a Melzi todos sus libros,
manuscritos y dibujos, que el discípulo se encargó de retornar a Italia. Como suele suceder
con los grandes genios, se han tejido en torno a su muerte algunas leyendas; una de ellas,
inspirada por Vasari, pretende que Leonardo, arrepentido de no haber llevado una
existencia regida por las leyes de la Iglesia, se confesó largamente y, con sus últimas
fuerzas, se incorporó del lecho mortuorio (triste, fúnebre, luctuoso) para recibir, antes de
expirar, los sacramentos.