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Etica y Educación Ambiental


Mucho de lo que es enseñado actualmente acerca del medio ambiente
puede continuar siendo enseñado del mismo modo. Solamente se necesita
organizado de tal manera que los estudiantes reconozcan que están
aprendiendo no sólo hechos, sino también valores sociales. El resultado no
serán nuevos valores, sino valores antiguos que pueden volver
a ser expresados positivamente

Eugene Hargrove** cuestión de su integración con aspectos prácti-


cos aún no ha sido adecuadamente abordada, ni

D
ebido a que la ética ambiental aún no for- por los teóricos ni por los profesionales
ma parte de la educación primaria y se- ambientalistas. El número de teorías disponibles
cundaria, nuestros comentarios al respecto ha aumentado significativamente en la última
deben considerarse especulativos. De- década y, como resultado, los ciudadanos
bemos ser cautelosos, y hacer notar que lo que involucrados en la problemática ambiental se ven
puede funcionar en un determinado país puede abrumados en el curso de su búsqueda de guías
no hacerlo, total o parcialmente, en otras regio- éticas por una plétora de posiciones conflictivas
nes del mundo. entre sí que se presentan a su elección.
Si una ética ambiental aspira a ser efectiva en Finalmente, existen problemas especiales que
una sociedad específica, debe basarse firmemente son inherentes a la enseñanza de la ética a los
en las actitudes culturales y valores que se han niños. Estos problemas van desde preocupacio-
desarrollado históricamente en tal sociedad. Al nes de los padres respecto a lo inapropiado de
adoptar perspectivas de otras partes del mundo, lo que se enseña a sus hijos, hasta los límites que
los educadores deben ser cuidadosos de no usar el desarrollo mental de los niños encuentra a tra-
elementos que puedan entrar en conflicto con sus vés de las diversas edades. Como Aristóteles dijo
propias normas sociales. Por ejemplo, la idea de hace cientos de años, no es posible enseñar éti-
los parques nacionales tal y como se ha desarro- ca a niños pequeños, y cuando son suficiente-
llado en los Estados Unidos, es considerada im- mente maduros, a menudo es demasiado tarde.
perialista y colonialista en los países asiáticos, Debido a estas dificultades, en mi opinión es
en donde su aplicación conduce frecuentemente mejor no concentrarse en la conversión de las
a conflictos y descontentos sociales en la medi- presentes teorías de ética ambiental en material
da en que la gente es desplazada de las tierras curricular sino, más bien, focalizar nuestra aten-
que ha habitado o usado a lo largo de los siglos. ción en los valores ambientales generales que
Existe, también, un abismo inmenso entre teoría son ampliamente aceptados y consistentes con la
y práctica. La literatura sobre ética ambiental historia de las ideas que realmente han formado
tiende a tener una orientación teórica, y la las percepciones ambientales en cada región.

*Editado por Ambiente y Desarrollo a partir de la traducción de Jorge Maño Rodríguez (Departamento de Filosofía,
Universidad de San Carlos de Guatemala), y Ricardo Rozzi (Department of Ecology and Evolutionary Biology University of
Connecticut, e Instituto de Investigaciones Ecológicas Chiloé) durante una estadía en el Department of Philosophy and Religión
Studies, University of North Texas.U.S.A.
**Ph. D. Philosophy, University of Missouri. Editor y fundador de la Revista Environmental Ethics, Department of Philosophy
and Religion Studies, University of North Texas. USA.

VOL X I I I - Nº 4. pp. 47-52 (ISSN 0716- 1476) Ambiente y Desarrollo-Diciembre1997. 47


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Tal enfoque estaría basado en el desarrollo del cos» son referidos en el Acta de Vida Silvestre
carácter, considerado en término de valores y vir- (Wilderness Act); y los «aspectos naturales, cul-
tudes, antes que en la enseñanza de principios turales y científicos de nuestra herencia nacio-
éticos específicos. Como tal, este enfoque no nal» son señalados en el Acta de Política Nacio-
debería estar orientado a la formación de deci- nal del Ambiente (National Environment Policy
siones particulares sino más bien al desarrollo de Act). En todos estos casos el valor económico ha
un contexto general en el seno del cual se pue- sido omitido intencionalmente, de forma que los
dan tomar decisiones éticas. valores promovidos inhibirían o restringirían la
Al momento de adoptar una decisión respecto promoción del valor económico. En Canadá, por
a qué valores enseñar, yo recomiendo a los otra parte, el valor económico ha sido incluido
educadores trabajar desde la base de aquello que en la lista de valores, pero como uno más entre
es necesario para facilitar la toma de decisiones otros. Por ejemplo, en el Acta Ambiental de
por parte de ciudadanos y profesionales del am- Yukon se señala que ella está destinada a pro-
biente, hasta aquello que es necesario para el mover «una relación espiritual, estética, cultural
proceso educativo requerido para tales decisio- y económica hacia el ambiente». Si los habitan-
nes. Obsérvense primero las leyes y políticas am- tes de Yukon logran encontrar un medio de pro-
bientales de la región, para luego determinar qué mover estos cuatro valores en forma equitativa,
valores específicos podrían ser adecuados para entonces el valor económico estará restringido.
la toma de decisiones ambientales. En los Esta- Si no es posible esta promoción equitativa, el
dos Unidos, por ejemplo, los valores aparecen acta será llevada a cabo simplemente como una
mencionados frecuentemente en los preámbulos ley económica.
de los textos que presentan las leyes ambienta-
les: en el Acta de Especies en Peligro Valores sociales y ambientales
(Endangered Species Act) se mencionan «valo-
res estéticos, ecológicos, educacionales, históri- El desafío principal para los educadores am-
cos, recreacionales, y científicos»; los «valores bientales consiste en preparar a los ciudadanos
científicos, educacionales, escénicos, o históri- del futuro para manejar los diversos valores an-
tes mencionados, de manera tal que éstos no se
Resumen
La aplicación de la ética ambiental es inhibida por la influencia vean sobrepasados por los valores económicos.
de tres posiciones filosóficas anteriores: utilitarismo, pragmatismo, En la actualidad estos valores son tratados como
y positivismo lógico. Estas constituyen la base del pensamiento
económico «moderno». Este tipo de pensamiento, que es consi- valores «no económicos» que tienen como ca-
derado objetivo y libre de valores, involucra característicamente racterística negativa el no ajustarse apropiada-
la conversión de ciertos valores sociales tradicionales (estéticos,
culturales, científicos, espirituales, otros) en términos económi- mente para un análisis de costo-beneficio. Como
cos. Esta conversión dificulta los propósitos de la mayoría de las consecuencia, se hace un esfuerzo por conver-
leyes ambientales concebidas para promover conjuntos de valo-
res sociales. Con el fin de preparar a los niños para ser ciudada- tirlos en valores económicos en términos tales
nos y no meramente consumidores, los educadores necesitan como «costos de viaje» o «disposición a pagar»
enseñarles explícitamente los valores tradicionales de su socie-
dad y cómo éstos se relacionan con el medio ambiente. Aunque por estos valores, como una forma de expresarlos
la literatura de ética ambiental puede ser útil internacionalmente de un modo tal que se les puedan aplicar los
para propósitos comparativos, ésta debe ser presentada con
cuidado, dado que los valores ambientales de un país pueden cálculos económicos estándar. La aceptación de
ser socialmente destructivos en otro. este tipo de conversiones se da debido a que los
Abstract profesionales del área ambiental no han tenido
The application of environmental ethics is inhibited by the influence la formación adecuada para pensar en términos
of three anterior philosophical positions: utilitarianism,
pragmatism, and logical positivism. These constitute the basis
de valores ambientales. De hecho, en la mayo-
for modern economic thought. This type of thinking, which is ría de los casos ellos han sido formados para
considered to be objective and value-free, characteristically
involves the conversion of certain traditional social values tomar decisiones que sean «objetivas», esto es,
(aesthetic, cultural, scientific, spiritual, etc.) in economic terms. supuestamente factuales, «libres de valor», en-
This conversion makes it difficult to achieve the aims of most
environmental laws, conceived as promoting social values. With teramente independientes de un contexto filo-
the objective of preparing children to be citizens, and not merely sófico. Esta pretensión de «objetividad» es
consumers, educators need to explicitly teach traditional societal
values and how these are related to the environment. Although usualmente alcanzada mediante el uso de estu-
the environmental ethics literature may be internationally useful dios científicos o la cuantificación de las pre-
for comparative purposes, this should be taken with caution, given
that environmental values of one country may be destructive in ferencias de los consumidores y la aplicación
others. de análisis costo-beneficio.

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El desafío principal para los estas tres ideas convierten la toma de decisiones
en una mera satisfacción racional, pero egoísta
educadores ambientales consiste (autointeresada), y de preferencias (deseos) per-
en preparar a los ciudadanos del sonales en un mundo de escasez moderada.
futuro para manejar los diversos Aunque las presuposiciones de la economía
moderna habrían sido repulsivas para las perso-
valores sociales y ambientales, de nas cultas del siglo pasado, hoy en día son tan
manera tal que éstos no se vean fundamentales para el común de la gente, que los
sobrepasados por los valores niños las adoptan sin necesidad de instrucción
formal, a muy temprana edad, usualmente antes
económicos. de entrar a la escuela.
El pensamiento económico es tan dominante
Sin embargo, la creencia de que tales tomas en nuestro tiempo, que no nos parece posible
de decisiones puedan ser totalmente objetivas en liberarnos de él. Sin embargo, debería ser posi-
el sentido antes aludido es de origen muy recien- ble situar tal modo de pensar en un contexto más
te. Esta creencia se ha derivado de tres posicio- amplio, donde en un futuro provoque menos
nes filosóficas relativamente nuevas: el utilita- daño que el que está haciendo hoy. Para oponer-
rismo de mediados del siglo pasado, el se a la perspectiva utilitarista, los maestros po-
pragmatismo en el período de cambio de siglo, drían enfatizar, siguiendo a Aristóteles, que lo
y el positivismo lógico en los años inmediata- bueno no es realmente la misma cosa que el pla-
mente anteriores y posteriores a la segunda gue- cer, dado que la gente frecuentemente toma el
rra mundial. Del utilitarismo se deriva la identi- placer de cosas malas. Si lo bueno fuera real-
ficación de lo bueno con aquello que produce mente definido como el placer, ningún estándar
placer, del pragmatismo proviene la idea de que ético sería posible. Para contrarrestar el prag-
todo valor es instrumental (basado en el uso, y matismo del pensamiento económico, los maes-
más específicamente en el uso humano), y del tros deberían enfatizar el hecho de que nosotros
positivismo lógico viene la idea de que los enun- solemos valorar las cosas en sí mismas, no sim-
ciados éticos son expresiones personales de emo- plemente por el uso que podamos encontrarles.
ción, y por ende irracionales, subjetivos y arbi- Para oponerse al emotivismo del positivismo ló-
trarios. Combinadas en la economía moderna, gico, los maestros deberían sostener que los va-

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Fortalecimiento de valores ya existentes


La educación ambiental no debería ser una
imposición de nuevos valores, sino un fortale-
cimiento de valores existentes. En la mayoría de
los países occidentales, por ejemplo, existe una
tradición naturalista que data de tres siglos y que
se manifiesta en la pintura paisajista, en poesía
de la naturaleza, en la jardinería y diseño del pai-
saje, y en la práctica científica de la historia na-
tural. Esta tradición es tan fuerte que los turis-
tas gastan casi todo su tiempo tomando fotogra-
fías concebidas cuidadosamente sobre la base de
las pinturas paisajistas del siglo diecinueve. De-
bido a esta tradición, la mayoría de los occiden-
tales están más que dispuestos, con razón, a pro-
teger la belleza natural.
Sin embargo, debido a sus experiencias edu-
cacionales, los occidentales suelen considerar el
sentido de la belleza como una expresión de
emoción irracional, subjetiva y arbitraria, más
bien que un ideal social evolucionado. En con-
secuencia, en lugar de argumentos estéticos ba-
sados en la idea de valor intrínseco, los occiden-
tales se basan usualmente en argumentos
instrumentales, como que podríamos hallar cu-
lores no son creados individualmente y en el ais- ras naturales para el cáncer todavía desconoci-
lamiento, sino más bien son ideales sociales que das; o creencias místicas, como la existencia de
han evolucionado a lo largo de los siglos y que una relación mística entre los humanos y la na-
son sostenidos por los miembros de la sociedad turaleza; o analogías políticas, como la afirma-
sin necesidad de un entrenamiento muy formal. ción de que la naturaleza debe tener derechos.
Mientras que puede haber considerable Las personas preocupadas por el medio am-
desacuerdo acerca de cómo aplicar estos valo- biente han sido restringidas a usar tales argumen-
res en casos concretos, casi no hay desacuerdo tos debido a que han sido condicionadas a pen-
acerca de cuáles son los valores básicos de una sar en términos económicos de alcance limita-
sociedad particular. Por ejemplo, en el transcur- do, esto es, de una manera contraintuitiva. A tra-
so de una audiencia política en los Estados Uni- vés de esta instrucción limitada, ellas han sido
dos acerca del establecimiento de un área silves- literalmente despojadas de las palabras necesa-
tre protegida, podría haber considerable des- rias para expresar su genuino pensamiento. En
acuerdo sobre si un lugar específico posee valor la novela «1984» de George Orwell, un gobier-
silvestre, o debería ser protegido por su valor sil- no totalitario desarrolla un nuevo lenguaje
vestre, pero probablemente no encontraríamos («newspeak»), en el cual el vocabulario moral
desacuerdo acerca del significado del valor de lo es eventualmente reducido a dos palabras
silvestre o respecto al contexto en el que la de- —bueno y no bueno— evitando que los ciuda-
cisión política debiera ser tomada. Para ofrecer danos del país puedan pensar en términos mo-
un ejemplo contrastante, en una audiencia simi- rales. La enseñanza de la economía moderna,
lar en la India, la mayoría de la gente no enten- que reduce la terminología del valor a valor eco-
dería ni reconocería la legitimidad del valor de nómico y no-económico, traduciendo los valo-
lo silvestre. Ellos protestarían, con toda proba- res no-económicos en económicos en vez de tra-
bilidad, contra cualquier aplicación de este va- tar con ellos, está produciendo un efecto análo-
lor sobre la base de que tales valores son inven- go en el pensamiento ambientalista. Para poner
ciones coloniales e imperialistas que son incom- un ejemplo, en una reciente propuesta para un
patibles con las normas sociales de su país.

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plan de manejo de lobos en Yukon, Canadá, el sumidor se relacionan con la manera en que de-
valor intrínseco de los lobos fue tratado en una seamos gastar nuestro dinero. Las preferencias
sección titulada «El uso de no consumo (non- del ciudadano se relacionan colectivamente con
consumptive use) de los lobos». Pero este «uso el tipo de sociedad en que queremos vivir. Aun-
de no consumo» no es sólo un uso no económi- que los economistas habitualmente resumen
co, sino que también es estrictamente un «no- nuestras preferencias como consumidores y las
uso»; a menos que también queramos decir que presentan como preferencias ciudadanas, tales
nosotros vamos a los museos a «usar» los obje- preferencias no son del mismo tipo. Es perfec-
tos de arte y a los conciertos a «usar» la músi- tamente posible que como ciudadanos nosotros
ca. Cuando nos referimos rutinariamente a nues- votemos en contra de algo que ansiamos como
tros valores sociales básicos en términos de ne- consumidores. Por ejemplo, podríamos prohibir
bulosas negaciones de otro valor, los primeros los envoltorios de comidas rápidas (fast food),
están siendo reducidos eventualmente al inarti- aun cuando gustemos de esta conveniencia, con
culado emotivismo del positivismo lógico. el objetivo de contribuir a solucionar problemas
de basura desechable sólida.
Consumidores y ciudadanos Si la población mundial va a responder efec-
tivamente a nuestros problemas ambientales, lo
Una vuelta a un sistema equilibrado de valo- debe hacer no simplemente como consumidores
res tradicionales no significa el fin de la econo- sino también como ciudadanos informados so-
mía o del pensamiento económico. Estos pueden bre el ambiente. Tales ciudadanos, sin embargo,
todavía jugar un rol importante en el contexto no existirán si no les son enseñados los valores
contemporáneo del análisis costo-beneficio, ayu- necesarios para ser tanto ciudadanos como con-
dándonos a no despilfarrar nuestro dinero. Sin sumidores. Tal educación no necesita ser
embargo, la base de una decisión no tiene por controversial. Mucho de lo que es enseñado ac-
qué ser necesariamente eficiente en términos tualmente acerca del medio ambiente puede con-
económicos —esto es, más cosas por menos di- tinuar siendo enseñado en el mismo modo que
nero— sino que más bien debe apuntar a lo que hoy día. Solamente se necesita organizarlo de tal
una sociedad dada estima como lo mejor para manera que los estudiantes reconozcan que es-
ella misma. Esto último implicaría un desplaza- tán aprendiendo no sólo hechos, sino también
miento de los objetivos de desarrollo desde la valores sociales. El resultado no serán nuevos
economía a la política. valores, sino valores antiguos que pueden vol-
De acuerdo a Aristóteles, la ética y la política ver a ser expresados positivamente. Sólo cuan-
son la misma cosa vista desde perspectivas di- do esta tarea esté finalizada, cuando el lenguaje
ferentes: la primera desde la perspectiva del in- sea de nuevo adecuado para expresar nuestras
dividuo, la segunda desde la perspectiva del gru- preocupaciones ambientales en su totalidad, tan-
po. Aldo Leopold tenía en mente este tipo de re- to con respecto a asuntos factuales como
lación cuando escribió su famoso ensayo La Eti- evaluativos, será posible en el largo plazo con-
ca de la Tierra. Leopold concluyó que la acción vertir las teorías éticas ambientales en prácticas
política frecuentemente no era efectiva porque
de vida. AD
los ciudadanos ordinarios no poseían todavía la
orientación valorativa necesaria para fundamen- Contacto con el autor: Department of Philosophy and
tar su acción. Es por esta razón que Leopold Religion Studies, University of North Texas P.O. Box 310920.
habla de «amor, respeto y admiración por la Denton, Texas 76203-0920. Teléfono : 940-565-2266. Fax :
tierra, y alta consideración por su valor» y 940-565-4448. Email: hargrove@unt.edu
propone a la belleza, integridad y estabilidad Referencia bibliográficas
como conceptos claves en los valores éticos y
estéticos. Leopold, Aldo (1949) A Sand County Almanac, and
Por otra parte, en su libro The Economy of the Sketches Here and There. New York: Oxford University
Earth, Mark Sagoff enfatiza que hoy día toda Press.
Orwell, George (1949) 1984. New York: Harcourt, Brace &
persona es a la vez un consumidor y un ciuda- World.
dano, que tiene preferencias en tanto ciudadano Sagoff, Mark (1988) The Economy of the Earth: Philosophy,
y en tanto consumidor. Las preferencias del con- Law, and the Environment. New York: University Press.

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Comentario
Preparar a los niños para ser ciudadanos, no meramente consumidores:
El aporte de la ética ambiental de Hargrove a la educación ambiental en Chile
Ricardo Rozzi* El cálculo dirigido hacia la maximización del placer ha
sido rechazado por Hargrove como fundamento para una
La ética ambiental es una disciplina filosófica reciente que ética ambiental.
estudia y propone formas de relación entre la sociedad hu- La economía contemporánea es interpretada por Hargrove
mana y el mundo natural. Esta rama de la filosofía provee como una extensión, una hija del utilitarismo, pero que
un fundamento conceptual para la educación ambiental, a ha ido más allá de su progenitor promoviendo el egoís-
la vez que requiere de esta última para cultivar y poner en mo, no sólo como una aproximación objetivamente váli-
práctica nuevos modos de habitar y relacionarse con la da para la ética, sino como única aproximación racional a
naturaleza. Para que la educación sea ambientalmente apro- la acción y conducta humana en general. La proposición
piada, el filósofo Eugene Hargrove considera en su artícu- de Hargrove tiene el mérito de relativizar el paradigma
lo, Etica y educación ambiental, imprescindible despren- economicista, en tiempos que en nuestro país, como en el
derse de la dominancia del espíritu economicista prevale- conjunto de los países latinoamericanos, la enseñanza es-
ciente en nuestros días, y es tajante en su máxima: "prepa- colar y la relación de la sociedad con el medio ambiente
rar a los niños para ser ciudadanos, no meramente consu- está basada en un paradigma científico, tecnológico y so-
midores." cial que sirve a un modelo económico neoliberal.
En este sentido nos recuerda al padre de la ética ambiental Hargrove indaga otros modos de valorar y relacionarnos
contemporánea, Aldo Leopold, quien señalaba que la cla- con la naturaleza en nuestra tradición occidental. Desafía
ve para dar curso a una ética ambiental es simple: "sólo así a nuestra moderna razón instrumental que ha reducido
debemos dejar de pensar en nuestra relación con la tierra a las relaciones entre los seres naturales, incluidos los
como un problema puramente económico". El pensamien- humanos, al uso. Cuestiona al hombre moderno que va-
to económico es tan dominante en nuestro tiempo que nos lora a la naturaleza en función de la utilidad que ella le
parece imposible liberarnos de él, sin embargo, su omni- presta, de los recursos que descubre en ella. Al situar en
presencia se desvanece en una mirada histórica. Su una perspectiva histórica el modelo economicista, éste
prevalecencia es reciente y Hargrove identifica tres fuen- aparece como un momento cultural más, y aún relativa-
tes filosóficas que le han dado origen: el positivismo, el mente reciente. Hargrove nos invita así a indagar en nues-
pragmatismo y el utilitarismo. tras tradiciones históricas en la búsqueda de valores y
El positivismo ha promovido la noción de una ciencia li- actitudes de respeto por el mundo natural. Esta invita-
bre de valores, con la consiguiente interpretación de ex- ción podría expandirse ampliamente en Chile y los de-
plicaciones y decisiones como "objetivas". Nuestra ense- más países latinoamericanos habitados por una rica di-
ñanza de las ciencias naturales en las escuelas y universi- versidad cultural de tradiciones que cultivan, o han culti-
dades chilenas sigue en gran medida un modelo positivis- vado, múltiples formas de representación y relación con
ta. Los programas se centran en la observación del mundo el mundo natural, que sería inadmisible reducir bajo la
natural bajo un protocolo empiricista, al margen de su con- hegemonía económica.
texto histórico y social. Por otro lado, el positivismo lógi- Este es un estímulo para indagar en nuestra propia histo-
co ha promovido la idea de que los enunciados éticos son ria, y desde ahí concebir y recrear modos de habitar y
expresiones personales, irracionales y subjetivas. Para relacionarnos con nuestro ambiente natural. Se flexibilizan
oponerse a esta noción, Hargrove insta a los educadores a así las estructuras de nuestros modelos sociales y sus agen-
enseñar que los valores no son creados individualmente y das de educación. El artículo de Hargrove promueve es-
en aislamiento, sino en contextos sociales, culturales e his- pacios de reflexión, invitando a un diálogo entre los alum-
tóricos que deben ser observados. Del pragmatismo nos y los profesores, entre los hombres y la naturaleza.
proviene la filosofía de conservación de Gifford Pinchot Un diálogo con las múltiples manifestaciones de la vida,
basada en el valor instrumental de la naturaleza. Bajo miradas y amadas ahora desde múltiples perspectivas cul-
esta tradición, incluso el valor estético de los objetos turales. Una vez que nos sacamos las gafas del Homo
naturales es antropocéntrico, reduciéndose al placer económicas, con su ciencia y tecnología orientadas al
provocado en los seres humanos. A la idea de que todo control de la naturaleza, a su uso, dejamos atrás la noción
valor es instrumental basado en el uso, Hargrove opone la de recursos y podemos acceder a un diálogo con la multi-
noción de valor intrínseco. Del utilitarismo deviene la plicidad de seres vivos y de seres humanos. AD
identificación de la felicidad, de lo bueno con el placer,
que Hargrove contrasta con la ética de Aristóteles, quien 'Instituto de Investigaciones Ecológicas Chiloé. Dirección
critica esta identificación señalando que el placer no actual: Department of Ecology & Evolutionary Biology,
conlleva necesariamente un bien. University of Connecticut. USA.

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