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PROCESO Y DIALOGO EN GESTALT Ensayos de terapia gestdltica GARY M. YONTEF Traduccién de Elena Olivos V. CUATRO VIENTOS EDITORIAL Casilla 131, Santiago 29, Chile Este libro es traduccién de Avwareness Dialogue @ Process. Essay on Gestalt Therapy © Gary M. Yontef © Editorial Cuatro Vientos, Santiago de Chile, 1995. Proceso y Didlogo en Gestalt Derechos reservados para todos los paises del habla hispana 2° Edicion, 1997 Inscripcién Registro de Propiedad Intelectual N° 94.981 LS.B.N. N° 956-242-032-9 Traduccidn: Elena Olivos V. Digitacién y verificaci6n: Paulina Correa Disefio portada: Josefina Olivos V. Composicién y diagramacién: Computex Ltda Ninguna parte de esta publicacién, incluido el disefio de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningiin medio, ya sea eléctrico, quimico, mecanico, éptico, de grabacién o de fotocopia, sin permiso previo del editor. DESTACAMOS OTROS LIBROS DE ESTA EDITORIAL Sexualidad y Espiritualidad, por John Moore .. ¢Qué pasa con los Hombres?, por John Moore Curriculum Vitae, por Héctor Orrego Matte Phallos, Stmbolo sagrado de la masculinidad, por Eugene Monick Eros y Pathos, Matices del sufrimiento en el amor, por Aldo Carotenuto Sabidurfa antigua y Ciencia moderna, por Stanislav Grof El Reencantamiento del Mundo, por Morris Berman Cuerpo y Espiritu, La Historia Oculta de Occidente, por Morris Berman La Profundidad Natural en el Hombre, por Wilson Van Dusen Donde no hay Doctor, por David Werner Gaia, la tierra viviente, por Lawrence E. Joseph En Ausencia de lo Sagrado, por Jerry Mander Madrepaz, un camino hacia la Diosa a través del Mito, Arte y Tarot, por Vicki Noble Zen y el arte de la mantencién de la motocicleta, por Robert Pirsig Cuatro Vientos I. Espacio de pensamiento alternativo. Compilacién de Allan Browne y Francisco Huneeus Cuatro Vientos Il. Educacién Alternativa Holistica. Seleccién de Helena y Josefina Olivos Contenidos Prefacio : ix Prélogo. PARTE I. HISTORIA Y POLITICA DE LA TERAPIA GESTALTICA Capitulo 1: Tendencias recientes en terapia gest4ltica en EE.UU. y lo que debemos aprender de ellas . 8 Capitulo 2: Por qué me converti en terapeuta gestdltico Despedida a Jim Simkin ... Capitulo 3: Revision de la practica de la terapia gestaltica Capitulo 4: Terapia gestaltica: Una polémica. 39 45 PARTE II. TEORIA DE LA TERAPIA GESTALTICA 119 169 189 Capitulo 5: Terapia gestdltica Capitulo 6: Terapia gest4ltica: Fenomenologia clinica . Capitulo 7: Terapia gest4ltica: Un método dialogal Capitulo 8: Terapia gestaltic: Capitulo 9: Asimilacién de perspectivas diagndsticas y psicoanaliticas dentro de la terapia gestdltica.. 241 PARTE III. TEORIA DE CAMPO 267 305 321 Capitulo 10: Introduccién a la teoria de campo . Capitulo 11: El si mismo en terapia gestaltica: Capitulo 12: Modos de pensamiento en terapia gestaltica PARTE Iv. PRACTICA DE LA TERAPIA GESTALTICA Capitulo 13: Aplicacion diferencial de la terapia gestdltica ....... 363 Capitulo 14: Tratamiento de personas con alteraciones del cardcter 391 455 489 503 Capitulo 15: Vergitenza Bibliografia indice analitico..... Prefacio arse cuenta, didlogo y proceso. Desde la ventajosa posicion de la teoria de la terapia gestaltica, todo es proceso —todo se mueve y cambia. Un aspecto nuevo del pensamiento del siglo XX es que los fisicos consideren que incluso el propio universo se mueve y cambia. Obviamente, teoria y practica también cambian. Al reunir en este libro todos los articulos que he escrito sobre terapia gestaltica, desde el primero (1969) hasta los de este afio (1991], escritos especialmente para este volumen, espero capacitar al lector perspicaz para que aprecie, quizs incluso con mayor claridad que yo, la continuidad, discontinuidad y cambios en mi pensamiento. Para facilitar este proceso inclui, antes de cada articulo, comentarios que guien al lector, sefialando especialmente el momento y contexto en que cada uno fue escrito. Este libro es una coleccién de ensayos, y no una vision general, extensa e integrada de la teoria de la terapia gestaltica, que creo necesaria y que me gustaria escribir. Como coleccién de ensayos, no analiza a fondo los principios basicos en forma sistematica, entrelazindolos a través de todo el libro. No elimina la redundancia. No se refiere en forma muy explicita al libro Terapia gestdltica (1951). No persigue analizar los fend- menos de figura/fondo, ni los problemas del concepto del si mismo. Pero lo positivo es que conticne varios ensayos nuevos sobre practica clinica (diagnéstico, tratamiento de alteraciones del cardcter, vergiienza, grupos} y teoria (una nueva introduccién a la teoria de campo). Espero que esta coleccién de articulos facilite un futuro didlogo te6rico. Para mi, el didlogo es uno de los aspectos mas importantes de la teoria y practica de la terapia gestdltica, incluyendo el proceso de teorizar. La mayoria de mis articulos fueron escritos pensando en que la teoria es un didlogo, aun cuando a menudo mi estilo no suene del todo dialogal. Considero la teoria y practica de la terapia gestdltica un sistema vivo, y como tal, se ajusta, crece y se desarrolla 0 permancce estatico, ix x PROCESO Y DIALOGO EN GESTALT auto-referente y estancado. Comprometerse con el mundo de manera tal que fomente nuevos avances es un aspecto vital y necesario de la teoria de la terapia gestdltica. Podremos facilitar nuevos enten- dimientos sdlo a través del compromiso dialogal entre terapeutas y tedricos gestalticos, entre pacientes, entre otros sistemas de practica y pensamiento, entre las condiciones cambiantes del mundo, etc. La teorfa es una forma de didlogo que establece un apoyo inte- lectual sistematico para nuestro trabajo clinico. Es un modo de usar ideas e informacién para apoyar la experimentacién y la relacion clinica, siendo ambas consideradas formas de didlogo por la teoria de la terapia gestdltica. La teorfa es una explicacion intelectual, escrita y sistematica, que surge de las relaciones humanas. Yo publico mi punto de vista, y otros reaccionan, concuerdan, critican; y el didlogo continua mientras me veo afectado, asimilando o rechazando las reacciones. Cuando puedo responder, tal vez cambiando algunos de mis puntos de vista, el didlogo se produce al surgir una comprensién perfeccionada a través del desarrollo dialéctico. Este util y estimulan- te proceso de crecimiento es lo que me motiva a seguir comprome- tido, amar la discusion te6rica y escribir ensayos tedricos. Las teorias no son verdaderas (0 falsas} y no establecen verdades. Sin embargo, son més o menos utiles, consecuentes, pertinentes, esti- mulantes, etc. Las teorias son marcos que surgen de nuestro trabajo clinico y didactico, estimulando y guiando también las experiencias futuras. Una forma de comprobar una buena teoria es la heuristica. iQué cambia como consecuencia de una teoria? ;Conduce a alguna comprensi6n adicional? Cuando algo se traduce al lenguaje de la tera- pia gestdltica, ;aporta alguna informacién nueva que no estaba pre- sente antes de la traduccion? ;Conduce a nuevas investigaciones, nuevas ideas? Sobre todo, jayuda a la practica clinica? Espero que mis esfuerzos sean Utiles en algunas de estas dimensiones. Quisiera hacer extensivos mis agradecimientos a Molly Rawle por sus sugerencias y estimulos iniciales para realizar este proyecto, asi como también a Molly y Joe Wysong por su trabajo para Ievarlo a feliz término. Su apoyo y amistad han constituido la fuerza motivadora detras de este libro, y han sido muy importantes para mi en lo perso- nal. Quiero agradecer especialmente a Lynne Jacobs. A través de los afios, ha sido muy generosa con su tiempo, leyendo y editando mis articulos, mejorando mi estilo, contenidos, perspectivas, etc. A medi- da que el material para este libro se acumulaba, y yo necesitaba ayu- da, ella siempre respondié mis llamados. Me ha desafiado en aquellos PREEACIO xt aspectos en que diferimos, etando siempre nucstras diferencias. Aunque gencralmente pucdo lograr esto a nivel de persona-a-persona, me temo que en el trabajo teorico me parezco a algo que se ha dicho acerca de Martin Buber: soy amable con las personas y cruel con las ideas. Ella ha sido una vez mas, con este libro, una buena amiga, excelente editora, y me ha demostrado claramente que las personas se necesitan unas a otras. Quiero agradecer también a quienes me han ayudado con mis articulos, leyendo y editando varios de ellos a través de los anos. Deseo hacer llegar a todos ellos mis sinceros agradecimientos: Todd Burley, Jeffrey Hutter, Lynne Jacobs, John Long, Robert Martin, Ja- nette Rainwater, James Simkin, Robert Resnick, Lolita Sapriel. Y finalmente, gracias a mi més ardiente colaboradora, mi esposa Judith, quien siempre me ha estimulado. Me ha aportado vida, entu- siasmo y diversion, a pesar de mi extrafia obsesion por escribir en- sayos. Por ésta y muchas otras razones estoy muy agradecido que ella sea quien es y que esté en mi vida. Gracias, Judi. Prélogo a publicacién de este libro en espanol, a sdlo dos anos de su L aparicién en inglés, sera un acontecimicnto importante para muchos de sus lectores, tanto terapeutas gestalticos como clientes, e incluso para el pablico en general. No seran pocos los que veran transformarse su vision de la gestalt a la luz de los articulos en los que el autor revisa varios de los mds importantes temas de la psico- terapia gestalt. Para muchos empezara a aclararse lo que hace varios anos viene sucediendo en las reuniones de los gestaltistas de habla hispana y de otras lenguas, ocasiones en las que se han dado una serie de diferen- cias, encuentros y desencuentros. Algo de esto ocurrié en el penultimo Congreso Internacional de Gestalt, el afio 1993 en Valencia, cuando un dia hubo un homenaje a Laura Perls (de italianos y franceses) y al dia siguiente otro a Fritz Perls (de espatioles y argentinos) con criticas bastante encendidas ala} otro(a) homenajeado(a). Hasta hace muy poco tiempo, entre nosotros a nadie se le ocurria dudar que la gestalt fuera “lo que hacia Fritz Perls”, siguiéndose sus indicaciones casi como articulos de fe. Hay una que establece que el argumentar, dar razones, pensar, etc., 0 sea, todo uso de la razn, era perjudicial y contrario a las buenas practicas gestalticas. Muchos entendieron/decidieron que la gestalt era emociones, afectos, pasio- nes y sentimientos, clausuraron el intelecto y se dedicaron a provocar afectos y efectos rapidos y espectaculares —lo que Yontef, en este libro, llama el estilo bum-bum-bum. Sin embargo, parece que esta actitud no ha conducido al progreso de la disciplina, ni ha permitido saber si ésta es eficaz o no, ya que de paso también se abandond la investigacion cientifica por desactualizada y “racionalista”. yCudl es la situacion actual de la psicoterapia gestaltica en los paises hispanoparlantes? Con escasas excepciones, ésta es una acti- xili xiv PROCESO Y PIALOGO EN GESTALT vidad mal definida, practicada por un grupo heterogénco de personas provenientes de distintas areas del saber y con distintos niveles de profesionalizacion, que han recibido muy variadas formaciones 0 incluso ninguna y que se dedican a efectuar intervenciones, preferen- temente grupales, en personas que buscan salud psiquica, crecimien- to personal, vidas mas plenas 0 auténticas, 0 convertirse en “facilita- dores” 0 terapeutas. Esta situacién se ha reflejado en los Ultimos congresos interna- cionales de gestalt de habla hispana. En ellos han habido numerosos talleres demostrativos de diversos temas, incluidos algunos que pa- recen no tener ninguna relaci6n con la gestalt (estados alterados de conciencia; el Eneagrama; los angeles; los mitos femeninos en la antiguedad; etc.) y otros que “integran” la gestalt a otras disciplinas {gestalt y bioenergética; y lo transpersonal; y lo sagrado; etc.). La situacion ha llegado incluso a producir mas confusién que claridad acerca de qué es en realidad la psicoterapia gestalt, como se sitta en relacion a otras orientaciones psicoterapéuticas y cudl es su relacién con las psicologias humanista 0 transpersonal. Llama también la atencién que en estos congresos casi no se haya presentado investigaciOn teérica ni empirica. Tal parece que nadie esta reflexionando acerca del quehacer, todos estan haciendo, y cada uno en lo suyo. Uno de los principios basicos de la gestalt establece que una gestalt bien formada es clara y distinta; clara en la medida en que sus componentes se definen y articulan con precisi6n, y distinta porque establece limites definidos que la separan y diferencian de lo que no es ella, del fondo. Al parecer, lo que se denomina actualmente psicoterapia gestalt o simplemente gestalt, no muestra estas caracteristicas: no tiene limites claros ni componentes definidos y articulados coherentemen- te. La gestalt es “cualquier cosa que haga alguien que se autodeno- mine gestaltista”. Si miramos hacia atras, a los origenes, veremos que la psicotera- pia gestalt nacié como una técnica psicoterapéutica, 0 sea, como un conjunto de técnicas de intervenci6n que permitian modificar el estado de enfermedad psiquica, conduciendo a la salud, es decir, mejorando el funcionamiento o adaptacién al medio. Pero esta técni- ca psicoterapéutica, ademas de los procedimientos que la constituian, tenia una base conceptual que la sustentaba y desde la que éstos emergian. Esta base conceptual, que tuvo un desarrollo paralelo al de las técnicas, consistia y atin consiste en un modelo de funcionamien- PROLOG AV to psicoldgico que describe como los seres humanos se desarrollan y adaptan mas 0 menos creativamente a su medio, y sugiere la forma que deberian tener las relaciones humanas en el mundo para ser sa- nas y creativas. Estos conceptos, que constituyen el modelo gestaltico, desarrolla- dos inicialmente por Fritz Perls, luego por Paul Goodman y muchos otros, permitieron que la técnica psicoterapéutica se transformara en un modelo de funcionamiento psicolégico, un modelo de funciona- miento social, una filosofia de vida ¢ incluso un sistema conducente al “crecimiento personal”. Del modelo de funcionamiento psicoldgico sano se deriva un sis- tema diagnéstico de aproximacién que permite “mapear” las in- terferencias en el sano funcionar y un conjunto de “técnicas” o pro- cedimientos de intervencién que, en manos de un terapeuta gestdltico, tendran una misién correctora de las disfunciones. Ade- mas, si pasamos de un enfoque curativo a una actitud preventiva, es evidente la importancia para una educaci6n por y para la salud. Del modelo de funcionamiento social, que define las condiciones necesarias para que una organizaci6n beneficie a los seres humanos que la integran, nace un sistema de andlisis de estructuras y funcio- nes que entrega una descripcién desde la Optica del modelo y una serie de medidas aplicables a la educaci6n, la politica, la economia, ete. Del modelo como filosofia de vida 0 como camino hacia el “cre- cimiento personal” se derivan multiples actividades practicas aplica- bles a la vida diaria, a las variadas facetas de la relacién entre el individuo y su mundo. Cada una de estas derivaciones 0 areas de aplicacién del modelo es legitima, valida y mas o menos eficaz. Sin embargo, la confusion entre ellas no esta exenta de peligros. No es lo mismo el “crecimiento personal” que un proceso psico- terapéutico. No sucede lo mismo al aplicar las técnicas gestalticas en una persona medianamente sana que desea estar mejor que en un enfermo que busca dejar de sufrir. Como proceso de “crecimiento personal”, no es inconveniente la practica de diversos ejercicios que nacieron como terapéuticos en un contexto terapéutico, incluso en un ambiente sin supervision. Pero ;qué ocurre con las personas que padecen trastornos de personalidad 0 severas perturbaciones psicologicas cuando se someten a este mis- mo proceso? Es posible que ellas y quienes se presten como faci- litadores 0 terapeutas resulten danados. xv PROCESO Y DIALOGO EN GESTALT EI autor nos muestra que existen ciertas condiciones en los clien- tes, que han de ser identificadas, que obligan al terapeuta a emplear distintas estrategias de aproximaci6n terapéutica, y que no es lo mis- mo preguntar “;Qué sientes?” a un paciente de personalidad narci- sista o borderline que a un paciente con una personalidad normal- mente estructurada. Asimismo, el uso reiterado de intervenciones —silla caliente incluida— en muy variados contextos parece no ser lo més gestdltico que pudiera desearse. Este libro contribuye a esclarecer estas confusiones, a eliminar fantasias, a diferenciar, a distinguir. Esto solo ya lo hace un texto interesante y es motivo suficiente para aplaudir su aparicién en es- pafiol, pero no es todo. En estas latitudes, es bastante frecuente que se acuse a la gestalt de ser una técnica que conduce a la “psicopatizacién” de sus practicantes. Esto es, se acusa a los terapeutas de producir en los clientes una actitud que los Ileva, como consecuencia del proceso, a una relacién donde el otro pierde importancia en el horizonte relacional y todo lo que le sucede, especialmente sus quejas en y de la relacién, es “su problema”. La respuesta es argumentar que esto sdlo es una etapa del pro- ceso, aunque algunos van mas lejos y se atreven a sugerir que es el modo sano de relacién y el resultado esperado de la curacién. Sin embargo, es interesante reflexionar sobre qué pensamos que ocurre en el proceso psicoterapéutico gestdltico y relacionarlo con estas observaciones. En esta perspectiva, se piensa generalmente que el terapeuta se aproxima a su cliente sospechando que éste sufre, por su incapacidad para vivir en el presente real, en el mundo real, en el aqui y ahora, y por ende, por su incapacidad para satisfacer adecuadamente sus necesidades y adaptarse creativamente a su ambiente. Se asume también que el origen de esta dificultad o incapacidad radica. en la presencia de una serie de asuntos inconclusos, basica- mente necesidades que no fueron adecuadamente satisfechas en su momento y que, actualmente, ejercen su influencia desde el fondo, perturbando la aparicion de las necesidades actuales y dificultado el encuentro con el mundo real al proyectarse sobre él. Para mejorar esta condicién, el terapeuta pone al cliente en si- tuacién de “continuum del darse cuenta” que se transforma rapida- mente en una suerte de libre divagar de la atencién, hasta que sorpresivamente ésta es “Ilamada” por algin asunto inconcluso, el que se reconoce por su pertenencia al pasado y por la gran carga afectiva que lleva asociada su aparicion en la conciencia.

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