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MUJER Y SOBREDOTACION: INTERVENCION ESCOLAR LA AUTOESTIMA EN NINAS Y ADOLESCENTES DE ALTAS HABILIDADES Pilar Dominguez Universidad Complutense “Ahora nadie educa a nadie, ast como tampoco nadlie se educa a st mismo, os hombres se educan en comunion y el mundo es el mediador”. Paulo Freire- El proceso educativo nos convierte en personas y nos convertimos en personas a través de nuestro propio esfuerzo educativo en y én comunidad. Diversos autores nos sefialan que el aprendizaje humano presupone una naturalcza social espectfica. El conocimiento es social, no solitario. Cada cultura, cada comunidad, cada grupo social teje sus propias redes de variables que condicionan y facilitan o dificultan nuestro esfuerzo y formacién, porque nos lo devuelven "evaluado”, lo que va a su- peditar nuiestras nuevas y futuras conductas y esfuerzos. Esta evaluacién de nuestro entorno va conformando nuestra autoimagen. Siendo importantes y complejos los entornos ambientales y situacionales en el proceso de hacerse persona, lo mismo que las caracteristicas personales € indivi- duales, deseamos destacar que igual de importante es la construcciGn e interpreta- cidn que de esos factores y de sf mismo hace cada sujeto, En el caso de las mujeres superdotadas /a interpretacién que cada una hace de es08 factores, personales, ambientales y situacionales, adquiere una funci6n prota- gonista para la construccién, evaluacisn, eleccién y manifestaci6n de su propia iden- tidad como mujer y como superdotada. Para fortalecer-una autoestima positiva, es necesario facilitarles la comprension de que estos distintos factores actian tridireccionalmente, aparténdolas de un detes~ ‘minismo personalista y/o de un determinismo ambientalista, que puede provocar vi- siones fatalistas que les leven a interiorizar la idea de que, tengan las capacidades ° [MUJER Y SOBREDOTACION: INTERVENCION ESCOLAR que tengan, el ambiente siempre les va a poner obsticulos tan altos que les va a im- pedir ver cristalizados productivamente sus esfuerzos y capacidades, A las nifias, adolescentes y mujeres superdotadas hay que dotarlas de estrategias, que les permitan comprender que la inzerpretaciOn personal de los factores perso- nales y ambientales es lo que va a favorecer 0 no el desarrollo de sus Altas Habilidades. He afirmado, publicado e investigado c6mo la variable género condiciona siem- pre ala mujer (Dominguez, 1995) y, mas ain, a la nifia y adolescente de Altas Habilidades, y hay que seguir profundizando pues tenemos evidencias de que ain en Ia sociedad del siglo XXT es un "“obstéculo socialmente afiadido" al esfuerzo de ha- ccetse persona. Lo que en estos momentos proponemos es la necesidad de facilitarles Ia inter- pretacién e interiorizaci6n de sus dobles necesidades especiales por su doble reali- dad: superdotacién y mujer, a través de trabajos en grupos de discusiGn, tutorfas 0 cualquier otra técnica de trabajo en grupo, con el fin de facilitarles, mediante la do- tacién de modelos y estrategias, que interpreten, elijan y disefien estrategias perso- nales que les permitan hacer frente a estos obstéculos sociaimente afladidos. Estas alumnas necositan profesionales, tutores, mentores, modelos, que conozean y sean conscientes de la necesidad que ellas tienen de fortalecer su propia valfa, que les in- formen acerca de los costes personales que ello puede conllevar y también sobre el modo de enfrentarse a ellos. Profesionales que les presenten caminos, nociones abiertas, estrategias y recursos que les sirvan para detectar diferentes maneras y es- trategias para utilizar sus altas capacidades. Esto no implica que otros grupos no ten- gan también esta necesidad de grupos de apoyo y andlisis, ni tampoco que ellas no participen en el tratamiento transversal que se debe dar en el curriculo y en su gru- poo aula de pertenencia. Lo que presentamos es la fundamentacién y propuesta de ‘que necesitan "grupos de iguales”, con un mediador adecuado, donde analizar y tra- bajar su propia biisqueda de identidad. Los obstéculos socialmente afiadidos a los que nos referimos son de diversa na- turaleza, van desde la incorporacién y asimilacién de modelos femeninos cercanos incluso a veces el de sw propia madre, la cual les pide, indica, aconseja 0 exige que: renuncien a su propia rebeldfa como persona en crecimiento; que no cuestionen nor- ‘mas y autoridad; que se adapten al entorno social como "siempre" se ha hecho; que consigan las cosas desde ta sumisiGn y el rodeo, en vez desde la ldgica, Ja capaci- dad, la negociacién y el dialogo; que renuncien a su creatividad etc. La influencia de la variable género en la superdotaci6n compromete tanto a la propia persona como ala familia, la escuela y sus programas educativos, al mundo laboral, a las adminis- traciones puiblicas y a la sociedad en general. MUJER ¥ SOBREDOTACION: INTERVENCION ESCOLAR, Pretender que las mujeres y las nifias superdotadas no son diferentes de los hom- bres y nifios superdotados es disminuir la estima por las cualidades y riqueza en la diversidad de ambos géneros. La “inferpretacién” que tanto los nifios como las ni- fias hacen de sus altas habilidades es personal y ‘nica, dependiendo de numerosos factores; no olvidemos que estas personas, segiin Tannenbaum (1993), son un gru- po més heterogéneo y diverso que otros grupos de poblacién, Desde la diversidad y la riqueza de ambos géneros queremos analizar lo que pue- de pasar en determinadas edades para que atin hoy, pese a los en apariencia "sufi- cientes logros" de la poblacién femenina, las nifias de Altas Habilidades sigan sien- do consideradas "grupo de riesgo", incluso en sociedades democréticas donde la educaci6n tiene entre otros objetivos lograr la igualdad real, conservando y respe- tando las diferencias de género como formas y caminos abiertos para seguir cre- ciendo como personas libres. Modelos de inteligencias y de superdotacién En la mayorfa de los més de cien modelos explicativos de la superdotacién (la construccién de su definicién no es unitaria), aparece Ia importancia del entorno (fa- milia, iguales, escuela, personas significativas, acontecimientos, intervenciones, ex- periencia, etc.). Igual ocurre cuando revisamos teorfas y modelos de la inteligencia. Las diversas clasificaciones de modelos las podemos encontrar en E.A. Hany, (1987), L. Pérez, P. Dominguez y O. Diaz, (1998) y en L. Pérez y P, Dominguez (2000). ‘También Gardner (1987), en su Teorfa de las inteligencias multiples, nos resalta el entomno, pues presenta las nueve inteligencias como formas de interactuar con el ambiente, destacando la importancia de la experiencia cristalizada para la génesis y desarrollo de cada una de las inteligencias, tanto que no admite su identificacion tini- camente desde la psicometria y fija una serie de condiciones de tipo adaptativo y so- cial para definir, identificar y evaluar cada una de las inteligencias, A cada una de estas inteligencias le cotresponde un particular tipo de superdotacién (Dominguez, 1998, a, b, 2002,a, b). El tipo de experiencias que suelen tener las mujeres (sin incluir, al menos en prin- cipio, por los contenidos cursiculares, la institucién educativa en los diversos nive~ les, al ser Ja institucién social menos sexista), suelen ser experiencias limitadas al ‘campo de lo cotidiano y con caracterfsticas diferentes 2 las-de los varones. Sternberg, (1985) resalta también Ia importancia del ambiente en su Teoria Tridrquica, que consta de tres subteorias. En la primera, relaciona la inteligencia con 4

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