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OBJETO, CAMPO Y METODO DE LA CIENCIA POLITICA * El campo de la ciencia politica Durante los siglos pasados ha surgido en los pensadores la hipdtesis de que el fendmeno social, que se desenvuelve delante de su mira- da, no es un mero producto de la casualidad, ni la expresién de una voluntad sobrenatural y omnipotente, sino mas bien el efecto de ten- dencias sicolégicas constantes que determinan el comportamiento de las masas humanas. Desde los tiempos de Aristételes hubo un es- fuerzo por tratar de descubrir las leyes y la forma de obrar de esas tendencias y el estu- dio, dedicado a este objeto, ha sido llamado politica, Durante tos siglos XVI y XVII muchos es- critores, particularmente en Italia, se dedica- ‘embargo, ellos, empe- zando con Maquiavelo, el mas famoso de to- dos, no se ocuparon tanto de determinar las tendencias constantes en todas las sociedades humanas, como de las artes mediante las cua- + En este nero inciuimos el capituia I de Ia obra Elemen- 11 di scienze politica de Gaetano Motca, de su versi6n original fn italiano de 1896, una de las obras més importantes para el estudio, [a ensefianca y la profesién, tanto de las artes pollti- ‘cas como de fs précticas administrativas (N, del Ed.) ! Fearrari, Curso Sugli serittori Politic! Kaliani, Milén, 1882. Gaetano Mosca les un individuo, 0 una clase de individuos, podria obtener el poder supremo en una so- ciedad determinada y obstaculizar los esfuer- zos de otros individuos 0 grupos que inten- taran sustituirlo. Se trata de dos problemas diferentes, que aun teniendo puntos de contacto, son sustan- cialmente distintos. La economia politica es- tudia las leyes de las tendencias constantes que dentro de una sociedad humana gobier- nan la produccién y distribucién de fa rique- za; pero esa ciencia no equivale de ningin modo al arte de amasar y conservar la riqueza, Un economista competente podria ser incapaz de hacer una fortuna, y un banquero, indus- trial 0 especulador, podran adquirir alguna comprensién del conocimiento de las leyes de la economia, pero eso no significa que las do- minen y pueden, de hecho, hacer progresar su negocio aun con la mas completa ignorancia de elas. En nuestros dias, ta ciencia fundada por Aristételes es un estudio dividido y especiali- zado, por lo que més que una ciencia poli 2 Sobre ta distincién entre politica como arte de gobernar STAATSKUNST y politica como ciencie del gobierno STA: ATSWISSENSCHAFT, ver: Hostzendortt Prinzipian Der Politik, Hambourg, 1887. Caps. L-l!. Nos refer azunto de nuevo en los capitulos | y Vill 100 REVISTA DE ADMINISTRACION PUBLICA tenemos ahora a las ciencias politicas. Esto no es todo. Se han hecho esfuerzos para sinteti- zar y coordinar los resultados de esas cien y ello ha dado lugar al nacimiento de la socio- logia. Nuestros estudiosos de! derecho publi- co, al interpreter o comentar la legislacion ositiva, son casi siempre Hlevados por fas i vestigaciones de las tendencias generales que han inspirado {a legislacién. Los historiadores también, al narrar la historia de las vicisitudes humanas, con frecuencia han buscado deducir del estudio de los eventos histéricos, las leyes que los regulan y determinan. Tal fue el caso con Polibio y Técito, entre los antiguos, con Guicciardini en el siglo XVI, con Macaulay y Taine en el siglo pasado. Los fildsofos, teélogos, juristas, todos tos pensadores y en menor medida, quienes direc- ta 0 indirectamente han escrito con la idea de mejorar la sociedad humana y han, por lo tan- to, examinado las leyes que regulan su organi- zacién, pueden ser considerados, al menos en un aspecto, como estudiosos de la ciencia po- litica, Resulta que una mitad del campo det Pensamiento humano, una suma_ inmensa del esfuerzo intelectual que el hombre ha de- dicado para profundizar en su pasado, son- deando su futuro, analizando su propia natu- raleza social y moral, puede considerarse con- sagrado a la ciencia politica. Entre las cie politicas o sociales una rama ha obtenido tal madurez cientifica que, Por la abundancia y la exactitud de sus resul- tados, ha largado a todas las demés bien atras. Estamos pensando de la economia politica, Hacia el final del siglo XVIII algunos pensa- dores con gran capacidad separaron, de entre la masa de otros fendmenos sociales, los fend- menos involucrados en la produccién y la dis- tribucién de {a riqueza y, consideréndolos aislados de otros datos, lograron determinar muchas de las leyes o tendencias psicolégicas constantes a las cuales obedecen. Este método de separar fenémenos econémicos de otros aspectos de la actividad social, junto al habito ‘en aumento de concebirlos como indepen- dientes de otros fendmenos, que afectan la organizacion de los poderes politicos, por una parte explica el progreso répido de la econo- mia politica y, por la otra, sefiala la causa principal por la cual algunos postulados de esta ciencia estén ahora sujetos a discusin. ‘Si, por tanto, la economia politica pudiera Jograr coordinar sus propias observaciones, como ha aprendido en otras fases de psicolo- gia humana, podria tener mayores y tal vez més decisivos progresos. Durante los ultimos treinta o cuarenta afios ha existido una tendencia a explicar los even- tos politicos de la historia humana con base en consideraciones econémicas. En nuestra opinion, este punto de vista es demasiado uni- lateral y exclusivo. Hay fenémenos sociales y politicos (por ejemplo, el surgimiento y la ex- tension de las grandes religiones, el renaci- miento de ciertas nacionalidades antiguas, el establecimiento de algunas monarquias mili- tares poderasas) que no pueden ser explicadas Gnicamente por las variaciones de la distribu- cién de la riqueza o por el conflicto entre el capital y el trabajo o entre capital fijo y el circulante, Sin embargo, las tendencias que regulan la corganizacién de los poderes politicos no pue- den ser estudiadas sin tomar en con: los resultados de la Economia Politica, una ciencia hermana de crecimiento més precoz. ESTUDIOS 101 1s mencionadas, que inspira el presente trabajo, io ilamamos cien- cia politica. Hemos escogido esa denomine- cidn, porque fue la primera que se uso en la historia de! pensamiento humano, porque no ha caido aun en desuso y porque el nuevo tér- mino sociologia, que muchos autores han adoptado desde ia época de Auguste Comte, no tiene un significado determinado y preciso {en el uso comin involucra todas tas ciencias sociales, entre ellas la economia y la crimino- logia, més que la ciencia directamente intere- sada en el estudio de los fendmenos que son més especial y adecuadamente designados como politicos). El método experimental Una ciencia resulta siempre de un sistema de observaciones y que han sido hechas sobre un dato ordinario de los fendmenos, con un cuidado especial, con métodos apropiados y coordinados para revelar verdades incontro- vertibles, que no hubieran sido descubiertas por la observacion comin y corriente de cual- quier hombre. Las ciencias matematicas nos proporcionan la més sencilla y asequible demostracién del desarrollo del procedimiento verdaderamente cientifico. En matematicas, el axioma es el fruto de una observacin que es accesible a todo mundo, y su verdad es aparente aun a la vista del hombre comin; mencionando y coordinando el nimero de axiomas, obtene mos las pruebas para teoremas nuevos y mas dificiles, la verdad de tos cuales no se podria 3 I término ciancia politica se ha usado, entre o1res au~ tores, por Holtzendor!f, Bluntschli, Donnat, Scolar, Beough man y Sheldon. ni adivinar ni probar por aquél que no estu viera entrenado en las ciencias mateméticas. El procedimiento en fisica 0 en otras cien- cias naturales es casi el mismo, pero en ellas el método comienza a compiicarse por elemen tos nuevos. Para coordinar un nimero de ob- servaciones sencillas con frecuencia no seré suficiente obtener la demostracién de una ver- dad que podriamos llamar compuesta, en otras palabras, no aparente a primera En la mayoria de los casos, lo correspon: al axioma en mateméticas, se obtiene sola- mente al través del experimento o de la ob- servacién prolongada, los cuales tienen valor cuando son Hlevados al cabo con métodos es- peciales y exactos, y por individuos que han sido adecuadamente entrenados en tales mé- todos. En las primeras épocas de las ciencias, el procedimiento usado normalmente coinci dia con el resultado de una hipotesis afortu- nada, la cual era mas tarde comprobada por experimentos y observaciones que, asu vez, ex- plicaban muchas otras observaciones y hechos. Un largo periodo de empirismo, de méto- dos de observacién erréneos 0 imperfectos, de teor ias equivocadas que han obstruido la coor- dinacién util de datos sobre fendmenos indi- viduales, han precedido casi siempre un pe- riodo estrictamente cient {fico en esa ciencia. Asi es que, por muchos siglos 1a astronomia y la quimica se debatian en errores y tonteras de astrologia y alquimia. Solo después de que las mentes humanas habian trabajado por lar- go tiempo sobre ciertos drdenes de fenome- nos, dio a juz la riqueza de datos acumulados, mejores métodos, mejor material instrumental de observacién, paciencia inflaqueable y la ex- periencia de intelectos poderosos que al fin triunfaron en producir esas hipétesis afortu-

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