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tas que del lado materno la memoria concede a hombres =
¥- mujeres la misma importancia,
2. Del lado paterno, la memoria se ordena muy clara:
‘mente en funcién de la conciencia de una-estirpe-y de un
Sentimfento de linaje cuya expresion y sostén es un cogno
‘ren, un sobrenombre patronimico. Esie designa un lugar,
‘una tierra; To llevan a la vez los dos abuelos de Lamber-
10; los vincula con ef antepasado mas lejano en el tiempo
Que, para el autor, representa la raie conocida de su linaje
¢Habian conservado aquellos dos abuclos, designados con
el sobrenombre de Wattrelos, posesiones en este territorio?
Esto es probable para el abiielo materno, cuyo primogeni-
(0, caballero, fue luego mayordomo de Wattrelos; es muy.
improbable para el abuelo paterno, feudatario del obispo
de Cambrai, que terminé estableciéndose en el dominio he-
rreditario de su esposa, en el cual vivieron sus hijos y nacié
su nicto. Aun en este’ caso, aun cuando aquellos hombres
estuvieran colocados en un feudo personal o instalados en
cl alodio de su mujer 0, de su madre, reclamaron de alli
en adelante (desde fines del siglo x1 9 un poco mis tarde) el
nombre de la tierra ancestral, a pesar de no tener derechos
directamente sobre ella, Este nombre, transformado en algo
abstracto para ellos, marcaba la pertenencia a tna «casa», 8
un linaje, a una estirpe, organizada de manera estrictamente
agnaticia y gobernada por las reglas de la primogenitura.
Cimento de la cohesion det linaje, el nombre de la casa ma-
triz era también el soporte de la memoria familiar. ¥ si al
guien se pregunta por qué el recuerdo de Lamberto no se
Temonta mas alld de un antepasado de la cuarta generacion,
de un hombre que vivia hacia 1050, ¢s posible pensar que en
aguella region hacia mediados del Siglo x1 fue precisamente
‘el momento en que al nivel de los milites, en esta capa infe-
ior de la aristocracia de la que procedia Lamberto, los gr
‘pos familiares se constituyeron en linajes, fjandose precisa.
‘mente en una tierra, ya en alodios ya en feudos indivisibles,
transformados decididamente por la evolucién reciente de
Tas costumbres feudales en/hereditarios por derechos de pr
‘mogenitura. En consecuencia, fue s6lo entonces cuando se
organizaron en «casass, adoptando al mismo tiempo ‘uth
Estructuras de parentesco y nobleza m
‘ognomen, Anteriormente, mas alld de este umbral eronol6s*
fico, las relaciones familiares en Ia caballeria se ordona
fan sin dua de otra manera NO habia casas, ni por tanto
cogomina faznliacs, ni estirpes, sina grupos de pareileseo
‘ave gravitaban alrededor de la casa devun senor, deun je.
El recuerdo de aquellas redes familiares macho menos co-
herentes, difisas y camblantes segtn el capricho de los
iatrimonios, se perdié muy répidamente: La memoria a
Jos antepasados se afirmé en el momento.en que as esttuc-
tras de parentesco adoptaron alrededor de tina ubicagion
territoriah de una herencia, de un conjunto. de derechos
definidosy bien lipados al pstrimonio, resueltamente la linea
agnaticia, El testimonio de Lamberto de Waltrelos permite,
put, situar esta transformacion fundamental en aquella|
Fegién y en aquella capa socal, hacia mediados del siglo x1
‘ApFimera vista, lo que se conace de la historia de la aristo-
crac y de las estructuras fewales no contradice en nada
sta hipgesis.
Tin el esquema de Lamberto aparece ademés con clari-
dad que fa linea materna se organiza de manera semejante
en un linaje: de los hijos del abuelosolo uno, el primo
Gait, esté casado.y posee Jos bienes hereditarios dela
dlescendencia; de sus tres hermanos, dos siguen siendo «j6-
eness, es decir caballeros de aventuras, solters y sin
Establecerse el timo ha ingresado en la vida religiosa, NO
fbstante, en la coneiencia de Lamberto el linaje de sy ma:
dre ocupa una posicion un poco diferente, Agu entro
onsiderar otto aspecto: el papel de las mujeres y de las
Sllanzas matrimoniales,
3. Ya he sefialado que las mujeres no°tienen el mismo
peso ni Ia misma resonancia en ambos lados de Ia ascenden-
ia, y no sin razén. En efecto, al casarse, la esposa penetra,
en la casa de su marido, se incorpora a ella. Del lado pater-
no, Lamberto considera a las esposas de sus tios como agre-
gadas. Las nombra. Pero nombra igualmente, si no a su.
padre, al menos a su hermano primogénito o al hijo de éste.
Al hombre que, en Ia época de Ia redaceién de los Annales
Cameracenses, divigia su linaje, Por su intermedio un laz0
‘ade familiaridad se establecié efectivamente entre los hom-2 Georges Duby
-bres de la casa de Lamberto y los de las casas de donde
rovienen sus mujeres. Tal lazo(ié-es percibido tan fuerte
Mente por Lamberto cuando se trata de las miijeres agro
gadas por patrimonio al linaje de su madre; sin dude, se
incorporaron a aquella casa, pera en relacion con el linaje
péincipal, el del padte del aulor de esta gencalogia, se ome
confraban en desventaja, En cuanto a las hijas del Linaje, Ta
alianza matrimonial las ha_sacado completamente. de’ su
‘casa y, por esta razén, la memoria familiar no retiene ol
nombre de sus maridos.
4. En el plano de las relaciones afectivas y concretas,
'a aportacién de las mujeres extranjeras al linaje se puede
onsiderar, sin embargo, a través de la descripcidn de los
Annales Cameracenses, segin tres puntos de vista
@ El hermano de estas mujeres, en primer lugar, par
rece ejercer iia Fuerte influeneia sobre el destino de fas
‘bijos varones. Es para ellos su_sosién natural, el protector;
hrallamos_ aqui a ilustracién concreta de la posicion priv
‘epiada que ocupaban entonces los lazos entre sobrino'y 10
materno en:la ted de las relaciones de parentesco. Ciettos
historiadores de la sociedad feudal, y particularmente Marc
Bloch, har interpretado en este sentido algunos de los temas
e Ia literatura caballeresca?, Aqui hay un testimonio di
eeto que corrobora estas observaciones. Muestra claramen
te que tales relaciones se desarrollaron sin contradecin, muy
Por el conirario, las esiruciuras_patrilineales del parent
tesco. En el caso decLamberto, ef nombre que lleva es el
de_un hermano de six madre; otro de sus tios paternos, home
bre de ta Iglesia, que legs a ser abad de Mont Saint-Elol, 10
4gul6.en su.carrera, Io llevs a su monasterio.y luego lo ests,
Dlecid como candnigo, como hizo con tres de-los hijos de
Sus otras hermanas. En. cuanto. al hermano primo,
de Lamberto, el inico nombrado, consagrado al estado milf:
{at, parece haber seguido en la existencia aventurera de los
3 Cf, La société féodale: ta formation de liens de dépendance,
Ears 1939 p 215 Ghy trad. cop, La sociedad feudal, tT Il Cocke
Esiructuras de parentesco y nobleza 1
jwenes, de los guerreros solteros, a uno de los hermanos
de su madre, tambien el caballere de aventaras
8) “La esposa al casrse,aporta a la casa de su marido
biencs, alguns riqura au prvieen desu prio nae
Soria fortuna de sus hijos fos biones heredados de pate.
Hecho signifcativo: en el croquis,genealopico establecido
por Lamberto, los inicos cognomina, cliados, excepto al
Eognomen de su linaje yel de fos cufiados de sus tos pater
hos, recuerdan la casa de su madre y de sus dos abuelan, os
decir, evocan las partes de In herencia, ls bienes Introd
fidos por aquellas mujeres en el patrimonio familiar: ¢De
atu bienes se trataba? La abuela materna, dado que tala
tin gran mimero de hermanos y'hermanas, no aporto ie
tras a su mario, sino blenes micbes, esclavos. Gert et
ale 5 nit recwerdn an, Hor Ica, I
abuela paterna, sia dda porque no tenia hermanos, ajo
om ella el buen dominio de Nechin donde vei su aro,
donde vivieron sus hijos, donde nacio su nieto, Podemos
pues scalar en la familia de Lamberto. de, Wattrlos un
Fenémeno que parece muy importante en el juego de las
relaciones sociales que se daba en el seno dela arstocracia
de quella epoca, El matrimonio unta'a menudo eonsor
tes de fortunas desiguales y de ordinario la esposa ses
taba en un nivel de fortuna superior a lade su marido. ET
aso es agut muy evidente al menos para tes varones del
lado paterno: uno de los tis, el primogénito del uo-abuclo
¥, sobre todo, el abuelo, aquel miles casatus que desposo @
la heredera de un alodio muy rio. Tal vez sea sia desig
dad la causa de que Lamberto no nombre a los maridos de
sts
2) Este hecho me lleva en todo caso a una éltima eonsi-
deracién: la mujer aporta de ordinario al linaje en el cual
ha entrado por el matrimonio un complemento de fenom
bre, es decir, de nobleea) En el esquema presentado por
Lamberto, la’ rama. materna es muy claramente la ama
sloviosa. Gracias al padre de su madre, gracias a ls diez
hermanos de-aquél que —y Lambert insiste con placer en
este punto— murieron el mismo dia en ef mismo combat,
st recuerdo familar se abre-a la epopeya, se incorpora &14 Georges Duby
Jas «cantilenas» que los juglares en Ia época de a redaceién
de los Annales atin caniaban. Pero. gracias.a su abuela-mar
fetna, Lamberto tiene conciencia de aleanzar lo que él lama
lapnobilisas, Nobilis, nobilior, emplea estos adjetivos exclu
Sivamente a propdsito del linaje de su abuela materna: este
linaje ampliamente propagado del cual esta orgulloso y ha.
cia el cual se dirige sobre todo cuando quiere evocar, en el
nivel de su propia generacién, a los patientes més honors
bles, a los samigos» mas eélebres. Esta de este lado toda la
carga de gloria, de iustracién, de nobleza.
Estas reflexiones desembocan en el dificil problema de
Ja nobleza y sus relaciones con la caballeria. Existia en
quella region y en la época en que fueron compuestos los
Annales Cameracenses, en la conciencia aristocratica, iden
tidad o diferencia entre el titulo de nobilis y el de miles?
En principio, un texto como éste, que revela actitudes men-
tales frente a las relaciones de parentesco, parece sostenet
la hip6tesis de los historiadores que: consideran que, en el
norte de Francia, la nobleza del siglo xit se transmitia por
linea maternat en efecto, a través de la madre de su abucla
‘materna Lamberto se place en mostrar que pertenece a los
nobilis de Flandes. No obstante, podemos replicar répida
mente diciendo que si Lamberto apliea a su abuela el cali-
ficativo de nobilis es porque la palabra miles no tiene feme:
nino y por lo tanto debia encontrarse otro término para
indicar el alto nacimiento de aquella mujer. Pero podemos
adelantar otros argumentos més decisivos. Esta abuela no:
ble habia tenido hijos, herederos de su sangre y, por con
Secuencia, de su nobleza. Lamberto no hubiera dejado de
designarlos a ellos tambien como nobles si aquel titulo, para
4), hubiera sido diferente o superior al titulo caballevesco,
Abiora bien, es s6lo la palabra «caballero» la. que él emplea
con el propésito de indicar su rango social. La descripcisn
prueba, pues, claramente que, en esta zona de la aristocra:
cia ya-partir del tercer cuarto del siglo xit, el unico calili-
sativo que indicaba la superioridad social’ de un hombre
‘ea la. palabra (niles? Agreguemos atin que sila noblera
hhubiera sido efectivamente transmitida por las mujeres, el
cuadro no habria en verdad presentado aquella estructura
de conjanto tan decididamente masculina y patrilineal. Ea
Estructuras de parentesco 9 nobleza 175
aquel medio de hombres de guerra y de la Iglesia, ls lazos
de familia, como la concepcion dela dignidad de tna ex:
tirpe, Ia ilustracin de una sangre, revistieron desde enton-
‘es una forma estrictamente agnaticiay la nocién de noble:
za se confundid al mismo tiempo y por completo con la de
Caballeri. Esto no impidis, evdentemente, que en la com
lencia del canénigo Lamberto la verticne materna de si
parentela pareciera brillar con un esplendor mas vivo, Pero
sta efa la consecuencia fortuita de una realidad social, la
Frecuencia de los matrimonios desiguales; el esfuerzo per-
severante de Toe lifajes por casar a sus hijos en un nivel
Superior: esc, si dda mas cea, de lo eandes
sefiores preocupados por ubicar a sus vasallos domesticos,
alos cbachilleress de su caso, sin cpobreers los de
tasiado, dindoles por mujer a la viuda o a la hija aortas
hada de ‘un vasallo; por timo, la impotencia de las casas
aistoertieas, cuyos hijos varones se cnconiraban natural.
mente en und situacion de privilegio por las costumbres
fucesorias, para descubrir para las hijas desu estrpe, salvo
Sila ausencia de hermanot las transformaba en herederas
del patrimonio, esposos que no fueran sensiblemente inte
ores a ella
FE segundo texto, el segundo testimonio de ln. literatura
genealdgca de Ia Francia del norte que he elegido paya in
terpretaraguf et de otra extensin. No lena, como el texto
de Lamberto de Waitrelos, una sola pagina de los Mons
‘menta Germaniae Historic, sino sesenta, Ademds, @ trata
de una obra que fue compucsta por un escrito profesional
por orden de un sefor, por un Hombre que utzon sola
‘ents el contenido dest propia memoria ola de ras fami
Hares, sino toda una doctimeniacion, archivos, ecrtos ¢=
eulgicos edactados anteriormentey recuerdos galas 3
Tas tumbas de una necrépolis familiar Esta Fuente es, pus,
infinitamente mds sien y contene especialmente intmera:
Bie to terls de pti cast que eres
ara ullizar en otra parte; por el contrario, el testimonio
mucho menos fresco, melior espontanc, menos signifi
= Gativo' de una mmagen iental individual, Este: document