EDUCACION Y FHLOSOFIA.
1.—tdea de ia educacién. La educacién es un tipo parti-
cular de praxis humans. Dejando de lade fa discusién sobre si
existe en otras especies y concentrando nuestra atencién en los
casos de la especie humana, que son los que conocemos y vi-
yvimos cotidianamente, pueden destacarse en ta educacién los
siguientes rasgos: se trata de una forma de lo accién de!
hombre sobre el hombre gracias a la cual se introducen en
la conducta de unos individuos —los educandos— ciertos
cambios {en fa actitud, el comportamiento, las ideas, etc), que
son generaimente querides y provocades por otros individuas,
los educadores. Es clare que no foda accién sobre una per-
sona puede llamarse educar, ni todo individuo agente es pro-
piamente un educador y tampoco todo efecto buscado y pro-
vocado es educative. Disparar un balezo a un snemigo en
fa guerra no es ciertamente educarlo; tampoco fo es pagar el
salario a un obrero, ni advertir al vecino que alguien ha veni-
do a buscarle. Asi come no toda accién sobre una planta es
una forma de cultivo {por ejemplo, no fo es pisar el césped para
atravesar un terreno) sino sdlo aquellas que se encaminan oat
cuidado, preservacién y provocacién de su desarrollo, asi tam-
bién educar es aquella praxis que acondiciona un medio y
provoca ciertos efectos psicobiolégicos en un individuo o grupo
de individuos, con la mira de preservar y fomentar el desarrollo.
de éste. Pese a fas objeciones que puedan oponérsele,’ Ia idea
de formacién tiene aqui un papel importante, pues el edu-
tar como praxis esté guiado por el desenvolvimiento y Ia reali-
zacién de una forma de ser. Educar es, segin esto, actuar sobre
un sujeto para evitar que se malforme o pora corregir sus de-
formaciones y, sobre tado, para lograr que adquiera su forma
propia.
La praxis educativa es coesencial al hombre, 4 tal punto
que éste puede ser definida como un animal que educa cons
ciente y deliberadamente. Lao pareja conceptual naturaleza y
culture, que sefiadla dos modos de ser reales y dos momentos
complementarios del ser humano, podria traducirse también por
fa pareja natureleza y educacién, pues la cultura de un indivi-
duo, en cuanto capacidad y resultado, coincide con su educa-
cién, con lo que ha aprendido a hacer, lo que es capaz de crear
y lo que puede comynicar. Un hombre culto es, también en ef
& Cf. Garlos Cueto Fernandini, “La edueacién como forma: un veto en eons
tra”. Revista Peruse de Cultara, Ne 2, julio de 1964, Sin disentir necesarin-
mente del argumenta de fondo sostenido por el autor, podemos mantener el
use del coneepta de formacién que es elemento indispensable en Ia nocién
de edueacién, En verdad, Cueto critica ume concepcién de la educacién como:
formacién impositiva o imposieién de uns forme externa, que ex sélo uno
ds lox sentides dei término.16 DIDACEICA DE LA FILOSOFIA
lenguaje corriente, un hombre educodo. La pareja de palabras
inglesas nurture y nature, al vincular los ideas de crianza, edu-
cacién y adquisicién de hdbitos e instrumentos, oponiéndolas al
conjunto de capacidades y medios innates, refuerza este ca~
racter esencial de la educacién para el hombre.
No es de extrafiar que encontremos en toda forma de so-
ciedad humana un modo determinade de educacién y que edu-
car sea un tipo de praxis espontaneamente ejecutado por cual-
quier hombre. Al nifia lo educan sus padres y tombién los otros
miembros de a famitia, los vecinos, los amigos, las avtoridades.
Lo mismo ocurre con el joven y con el hombre adulto. Hay pues,
como bien se sabe, una educacién general, constante, que es
mas o menos espontinea y asistematica, Frente a ella hay una
educacién pensada y codificada, una praxis que se efectia por
agentes entendidos y que, desde antigua, se organiza en insti-
tuciones escolares y otras destinadas a este fin. Vamos a llamar
a esta Ultima forma de educacién, ensefianze o direccién del
aprendizaje.
£l quehacer en que consiste la educacién, y especialmente
la ensefianzo, puede ser visto desde dos perspectivas distintos
y complementarias, atendiendo al resultado final que se alean-
za mediante él. En efecto, podemos considerar a la educacién
como un proceso de socializacién del individuo y como un pro-
cese de personalizacién de ese mismo individuo al que se quiere
socializar. Veamos ambos casos.
2.—fdueacién y socializacién. Advirtamos por lo pronto
que todo proceso de socializacién contiene un elemento educa-
tivo, pero que cabe separar, como un cago especial, el de la
ensefianza, pues comporta un tipo selectivo de socializacién. En
efecto, frente a las conductas y contenidos de cultura existentes
hecho en una comunidad, la ensefianza selecciona algunos
y descarta como indeseables, para la propia comunidad, otros.
Hay en la base de la educacién, particularmente la sistemética,
una opcién valorativa entre tipos de contenido cultural y de
comportamiento, opciédn que obedece a muy distintos criterios
{individuales y de grupo, de clase, o profesién, de afectividad
y de afirmacién nacional, de caracter religioso, etc.) que son
tema principal de jas investigaciones de sociclogia y psicologia
de la educacién.
la socializacién en que consiste el educar implica una
accién sobre el educande gracias a la cual éste conoce, adopta,
configura y pone en obra las conductus, valores e ideas de la
comunidad en que vive, comprendiendo dentro de este concep-EDUCACION ¥ ¥ILOSOFIA wv
to tanto los grupos humanos més reducidos, cuanto la sociedad
global y, en el limite, el conjunto de ta humanidad. ta edu-
cacién integra, pues, al individuo en la sociedad, io hace un
elemento insertado en la trama de las vivencias y los realiza-
ciones comunes y, a la vez que lo gana para el grupo, lo libera
de los obstdculos que pudieran separarlo —acarredndole su-
frimientos y perjuicios— de la vida de sus semejantes.
3.—Educacién y personalizacién. La accidn educotiva tien-
de a preservar al individuo de toda suerte de malformacién o
deformacién, de los efectos que resulten perniciosos para su
mente y su cuerpo, para su personalidad y su capacidad de
actuar; de este modo busca acentvar y vigorizor los elementos
individuales, distintivos, de cada educando, tanto en su re-
sultado final cuanto en coda una de las etapas de! desarrollo
psico-biolégica. En este sentido, decimos que !a educacién es
ut proceso de personalizacién. También aqui, por cierto, el
educador y ej sistema educative tienen que seleccionar ciertas
configuraciones personales como fas deseables y valiosas, es
decir, tipos de individualided o de diferenciacién personal que
se opondrén a los considerados viciosos o anormales. Lo cual
significa que la opcién valorativa no esta tampoco ausente de
esia_vertiente de la praxis educativa {con lo consiguiente secue-
la de interesentes problemas socioldgicos y éticos que no he-
mos de tocar, sin embargo, en este lugar}.
4-—Las formas de fa educacién, Entendida asi la educa-
cién conio personalizacién ademés de socializocién manifiesta
una dialéctica constante que opone y une as tendencias hacia
lo comén e interpersonal y las tendencias hacia jo singular y lo
frivado. En consecuencia, una educacién que logra realizar
cumplidamente ambas tendencias y resuelve correctamente su
tensién dialéctica, socioliza y personaliza al individuo, o sea,
io integra y fo beneficia en su individualidad mientras que et
fracaso en la consecucién de estos objetivos hace de la proxis
educativa yn factor de deformacién y periyicio. En relacién con
esto nos parece importante eponer dos formas del quehacer
educative, una negative y Ja otra positive. Hamamos a ia pri-
mera educacién adaptativa y a la segunda educacién sus-
citadora,
_ Sta educacién adaptative, Educar en el modo adap-
fativo es fransmitir ol educando valores, actitudes e ideas yo es-
tablecidas, procurando que éste fos reciba y adopte tal como
se te dan, de modo que cuando el proceso educative esta cum-
plido se haya logrado una cabal adaptacién del individuo a
un modo de ser caracterizado por esos valores, actitudes e ideas,