de los valores signa el
Permite pensar con La
los valores tradicionale
caso de esta insta
tan en un superys
cis, lo que
desma
Capitulo 7
De la perversién trigica
a la perversién “liquida”
En 1886 Richard von Krafft-Ebing publicé su famoso
tratado Psicopatologia sexual, que constituyé la inspiracién
del desarrollo freudiano sobre las perversiones.! Freud
define la perversién como una prictica sexual con alto
srado de fijeza que sustituye el acto sexual genital y que,
lejos de ser su prolegémeno, es un fin en si mismo. Clasific
cdas antaio dentro de la psicopatologta, han devenido en
'a actualidad meros “gustos” personales que se confiesan
sin pudor?
Zygmunt Bauman considera que la sexualidad ha entra-
«lo también en el famoso mundo liquido descripto en sus
libros.* Los liquidos son informes y se transforman cons-
1. Von Krafit-Ebing,R., Pcopatlg sual, Buenos Aices, El Ate-
neo, 1955,
2. Freud, S, “Tres ensayo para una teorfa sexual”, en Oba ample
tas, « VIL, Buenos Aives, Amortort, 1976,
3 Bauman, Z., Amor lige ob. et, pp. 80-81sregado, que no tenfan antes, ya que se transforman en
mercancias.® Tal valor tiene su analogia con el valor de
‘ambio descripto por Marx, en la medida en que ingresa
al mercado lo que antes se caracterizaba solo por su valor
ile uso. Aqui hay que entender el mercado no solo desde
‘1 punto de vista financier, sino como una vidriera en la
ue algo se exhibe para ser elegido segin “el gusto”. Y de
|i misma manera en la que cualquier experto en economia
£2 piiblico. Lejos ha quedado el recinto pri
aeree to privado del
dicaciones estén a la orden del diay,
dad liquida, ayuda a que much
2s sean asimiladas, pierdan el pe
se miladas, 0 que tenian y terminen
Sendo, sean la feliz expresion de Fabiin Schejtian na
solo “perversiones liquids” si :
cn la medida en que se ofrece
‘ado, para el consumidor.
En Violencia-s destaqué
lestaqué que cuando alguien enuncia sus
Preferencias seruales por Internet, esté toman un salon
ino ademis “en liquidacién”
"A como bagatelas en el mer-
4. “Franceses, un eserzo mi
ci der ac efuero miss quer er rpublicanos! xe
ice eer ane 2 de Doles rottip dl iberine ace
aros de oriaenel curso de La fla not
Scheiman La ligsidcin des pervensone
miliss y pricopatalogia, n° 1, 2007, pp. nae ee
sabe que la oferta genera demanda, habeia que preguntarse
siel gran abanico de perversiones en la actualidad no esté
favorecido por as mismas ofertas
Lo privado sufre una transformacién haciéndose pibli-
«0 y apto para el consumo, En tal transmutacién los “ape~
titos” adquieren una consistencia insospechada, como si la
posibilidad de confesion y de concrecién les insuflase un
peso suplementario. El tema excede lo clisicamente consi-
derado como sexual; para el caso, baste evoear los suicidios
colectivos de jévenes japoneses pactados por Internet y que
por ese medio también encontraron la manera més viable
para ejecutarse. ¢No fue acaso esa red la que coadyuvé al
pasaje al acto? Parece que encontrar a otros que tienen
impulsos andlogos hace que los propios tomen mis fuerzas.
Vemos surgir entonces un nuevo fenémeno de masas, en
el que los sujetos se identifican ya no por tener un ideal
comiin, sino ciertas inclinaciones que ~insisto~ toman
mayor fuerza al ser confesadas y colectivizadas.
, reflexiénese, para ilustrar, en la frecuentes cavilacio-
nes de algunos adolescentes acerca de la identidad sexual
esas dudas son prontamente sofocadas cuando lo que antes
‘era una fantasia es considerado como indicador de una
6.Ons,S, Vile ob. ct7. Kloswow
ol HP Sud oe philosophe cle’, Tet Qu 128,
lus detiene diciéndoles que hay que demorarse,
‘omen es necesario, que solo se goza al precisar los
on anterioridad.* Esta “maestra” en los placeres
insiste en la necesidad de fijar los cuadros, orga
ns acciones, montar ls escenas. El perverso pretende
cl acontecimiento imprevisto que hace conmover
yuesto previo; su gusto por ultrajar la ley encubre su
ofundo anhelo: sustituirla. La sadiana es una socie:
‘odlificada, pautada, reglada y carente de erotismo, si
ulemos por erotismo el lenguaje alusivo, ambiguo,
tivo, que aloja lo inesperado. La contingencia ha sido
srada. Y en esto hay algo en comiin con la perversion
fea y la actual; ello explica que muchos sujetos inhibi
«en el campo amoroso ingresen a las pricticas perver-
1 partir de paginas de Internet. Fs que la pornografia
facilita” el acto sexual ya que suprime la dimensin de lo
Inesperado del deseo del Otro; en defnitiva, se sabe con lo
que se va a encontrar. Pero, a diferencia de la perversién
sudiana, la captacién se produce a nivel de la imagen, cuan-
dlo para el Marqués el predominio de la voz es fundamental
‘en el montaje eseénico.
Dice Lacan que allf donde Immanuel Kant eree haber
visto eliminado el objeto en el campo fenomenal, este
objeto se hace de todos modos presente y es Sade quien
lo demuestra. En el imperativo se devela el objeto como
voz, ¥ esta se perfila en su mismo fondo matador. La ley se
impone como una orden aut6noma e independiente de la
materialidad del objeto de deseo; empero, en esta opera-
cin hay otro objeto como agente que intimida, Sabemos
8, Sade, Donatien Alphonse Frangois de, Juliet, Buenos Aires,
AC, 2008.