Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 30
4/59 30 cop “Crueidad feroz y antinatural”: Cortés y la conquista de México" Inga Clendinnen Traduccién: Paula Linietsky, Mariano Lopez Seoane y Andrea Ocampo, Versién preparada para tos alumnos de la Catedra de Historia de América I! (Colonial), Facultad de Filosofia y Letras, UBA, 1 Le conquista de México nos importa porque nos plantea una dificil pregunta, ECémo pudo ser que un heterogéneo purlado de aventureros espafioles, nunca mas de cuatrocient itar amerindio sible Indios, qu: a través del tiempo, y mien! ha ganado en agudeza Las respuestas a esa pregunta venian facilmente a la mente de los hombres del siglo dieciséis. La conquista ocupé a espafioles y otros europeos porque proveia el primer gran paradigma para ios encuentros de europeos con estados nativos organizados'; un paradigma que rapidamente adquirid Ia potencia y la conveniente flexibilidad del mito. A comienzos de ja década de 1540, apenas veinte afios después de la caida de Mexico- Tenochtitlan ante jas fuerzas lideradas por Hernando Cortés, Juan Ginés Septilveda, capelian y cronista del emperador espaficl Carlos V, esoribié un trabajo que ha sido descrito como “la mas virulenta intransigente argumentacién sobre {a inferioridad de ios indios americanos jamais escrita’. Sepulveda recité "la historia de México, contrastando al nobie y valiente Cortés con un temeroso y cobarde Moctezuma, cuyo pueblo, debido a la injusta desercién de su lider natural, demostrd su indiferencia a las bordades de la republica’.’ Hacia 1585 el franciscano Fray Bernardino de Sahagin habia revisado un temprano relato de la Conquista, escrito mas desde el punto de vista nativo y desde las memorias de los natives mexicas, para producir una versién en la cual el rol de Cortés fue exaltado, las acciones espafioias justificadas y ia totalidad de la conquisia preseniada como providencial.” La conquista mexicana como modelo para las relaciones europeo-nativas fue reanimada para el mundo angloparlante a través de la maravillosamente dramatic Historia de ia Conquista de México escrita por W. H. Prescott en los primeros afios de ia década de 1840, un bestseller en aquellos dias gloriosos en que la Hisloria todavia ensefiaba lecciones.* La leccién que la gran historia ensefiaba era que los europeos an improbable? La pregunta ac " ido su fuerza 23 las consecuencias de fa victoria contin splegaindose, * Clendinnan, tnga; “Fierce and Unnatural Cruelty’: Cortés and the Conquest of Mexico”, en: Greenblat, Stephen (comp.); New World Encounters (Berkeley, University of California Press, 1993), pp.12-47 "Una version anterior de este trabajo, “Cortés, Signs and the Conquest of Mexico", ha sido publicada en Culture and Communication in Early Modern Europe (Philadelphia, 1990}. Fue presentado anteriormente en. el Shelby Cutom Davis Center for Historical Research, Princeton University Anthony Pagden escribe las notas de varias ediciones de las carlas de Hemando Cortés a su emperador en 100 idiomas entre 1522 y 1525; The Fail of Natural Man (Cambridge, 1982), 58. *hid., 117, referido a la obra de Juan Ginés de Septlveda “Democrates secundus sive de justis causis bell apud indos.* °'S. 1 Cline, “Revisionist Conquest History: Sahagtin’s Revised Book XI!" en J. Jorge Klor de Alva, H. B. Nicholson and Eloise Quifiones Keber, eds., The Work of Bemardino de Sahaguin, Pioneer Etnographer of Sixteenth Century Aztec México (Albany, N. Y., 1968). La reivindicacién del cardcter providencial y roalmente milagroso dol togro espafot no fue nueva, habiendo sido hecha anteriormente por Fray Toribio de Motolinfa en su History of the Indians of New Spain (1541), trans, Elizabeth Andros Foster (New York, 1950) Esta infunde actitudes franciscanas como son deseriptas por John Leddy Phelan, The Mifenia! Kingdom of the Franolscans in the New World, 2" Ed, Berkeley, 1970) “W.H. Prescott, History of the Conquest of México and the History of the Conquest of Pert: (New York, n Db) triunfarian sobre los natives (sin importar cudn enorme fuera la disparidad de fuerzas), debido a una superioridad cultural que, si bien se manifestaba visiblemente en el equipamiento, residia mucho mas decisivamnente en las cualidades mentales y morales. Prescott presents la victoria espaficla como fluyendo directamente del contraste y la telacién entre tos dos lideres. et gobernante mexica Moctezuma, despético, estérl, fatalmente indeciso por ta “mancha" de una religién irracional y Cortés, su adversario infinitamente fértil en recursos, Prescott encontré en la persona det comandante espafiol @1 modelo de hombre europeo: despiadado, pragmatico, orientado a una sola idea, y (dejando de lado et infortunado exceso de catolicismo espaficl} soberbiamente racional en Su inteligencia manipulativa, su. flexibilidad estratégica y su capacidad para decidir un curso de accién y persistir en él.” Los contornos generales de la fabula prescottiana son atin claramente discemibles en el trabajo sobre ta Conquista mas reciente e intelectualmente més sofisticado, La Conquista de América: ef problema def otro, de Tzvetan Todorov. Confrontados por ei reto europeo, los mexicas de Todorov son “otros” en un sentido que los condena. Dominados por una forma ciclica de entender el tiempo, perseguidos por los presagios, eran incapaces de improviser frente al inaudito desafio espafiol. A pesar de ser “maestros en el arte del discurso ritual’, no pudieron producir “mensajes apropiados y eficaces”, Moctezuma, por ejemplo, patéticamente envia oro “para canvencer a sus visitantes de abandonar el pais’. Todorov, consciente de la opacidad de fas fuentes, esta indeciso acerca de la vision de Moctezuma sobre los espafioles; sin embargo él presenta la “paralizante creencia de que los espafioles eran dioses” como un error fatal. “El error de los indios no duré mucho, sélo lo suficiente como para que la balalla estuviera definitivamente perdida y América quedara sujeta a Europa’, lo cual pareceria ser lo suficientemente largo.° Por contraste, el Cortés de Todorov se mueve libre y eficazmente, “no sdlo por practicar constantemente el arte de la adaptaci6n e improvisacién, sino también por estar consciente de esa practica y reivindicarla como el fundamento de su conducta’. Un “especialista en comunicacién humana’, él asegura su contro} sobre el imperio mexica (en una conquista que Todorov caracteriza como “facil”) @ través de su "dominio de fos signs”. Notese que éste no es un idiosincratico talento individual, sino una capacidad cultural europea fundada en “la habilidad para leer y escribir’, en ia cual la escritura es considerada “no como herramienta, sino como indice de la evolucién de las estructuras mentales": es esa evolucién la que libera la inteligencia, la flexibilidad estratégica y la sofisticacién semistica a través de la cual Cortés y sus hombres triunfan. En Jo que sigue quiero hacer una revision de los fundamentos para este tipo de pretensiones sobre la naturaleza del contraste entre les maneras de pensamiento de europeos ¢ indios durante el encuentro de la conquista, y sugerir un relato bastante diferente de lo que estaba pasando entre los dos pueblos, Primeramente, una visién general de los principales eventos, Analistas y participantes acuerdan a la vez en que la Conquista se consigue en dos fases. La primera comenzé con la llegada a tierra de los espajioles en abril de 1519 y la asuncién por parte de Cortés del comando independiente en desatio al gobernador de Cuba, protector de Cortés y su expedicidn; la marcha de los espafioles tierra adentro, en compaiia de indios de la costa recientemente conquistados por los mexicas, marcada primeramente por sangrientas batallas y luego por fa alianza con fa provincia independiente de Tlaxcala, su entrada sin ser resistida en Tenochtitlan- * Para Prescott, ver ct estudic de David Levin, History as Romantic Art (Harbinger, N. ¥., 1903); y mas sucintamente en su “History as Romantic Art: Structure, Characterization and Style in The Conquest of México", Hispanic American Historical Review 30, no. 1 (February 195): 20-45. ° Tzvetan Todorov, The Conquest of América: The question of the Other, trans, Richard Howard (New York, 1984), part 2, passim per especialmente 63- 67, 80- 81, 86-89. Para la casi metafisica de desta encerrada en ‘ia espaiiola, ver pag. 97. Tlatelolco, la ciudad imperial mexica, una magnifica ciudad lacustre de 200.000 habitantes © més unida a tierra por tres grandes calzadas; la captura del gobemante mexicano Moctezuma por los espavioles, y su dificultoso gobiemo a través de éi por espacio de seis meses, et arribo a la costa de una fuerza espafiola mucho mayor provenionte desde Cuba bajo el mando de Pénfilo Narvaez con ol encargo de arrestar a Cortés, su derrota e incorporacién en fa propia fuerza de Cortés; un "levantamiento” native en Tenochtitlan, disparado en ausencia de Cortés (por una masaore de guerreros danzantes desarmados, durante un ritual); la expuisién de las fuerzas espafiolas, con grandes pérdidas, al final de junio de 1620 en ta llamada "Noche Triste” y la muerte de Moctezuma, probablemente a manos espafiolas, inmediatamente después de esta expulsién. Fin de la primera fase. La segunda fase es mucho més corta en el relato, a pesar de extenderse en un mismo espacio de tiempo: poco mas de un afi. Los espafioles se refugiaron en la amigable Tiaxcala para recobrar salud y moral. Luego reemprendieron el ataque, reduciendo a las menos numerosas ciudades de la costa del lago, reclutando aliados, no todos ellos voluntarios, y colocando a Tenochtitlan bajo sitio en mayo de 1521. La ciudad cayé bajo la combinacién de las fuerzas de Cartés y de diversos grupos de indios “aliados’, a mediados de agosto de 1521, Final de la segunda fase. Los analistas de la conquista se han concentrado en la primera fase, atraidos por la promisoria bocanada de exotismo en las respuestas de Moctezuma —admitiendo @ los espafioles en su ciudad, su docilidad en cautiverio- y por el sentido de que las consecuencias finales eran, de alguna manera, inmanentes a esas respuestas, a pesar de la remocién de Moctezuma del centro de fa escena debido a la derrota un buen afio antes de la caida de fa ciudad, y a pesar de la miserable situacién de los espafioles en los coscurisimos dias antes de esa caida, abandonados en el camino, despojados de refugio y proteccién, con los mexica reducides delante y sus “aliados’, potenciales jobos, detras. Este desalentador consenso en cuanto a la invencibiidad hispénica y la vulnerabitidad india florece de ta demasiado vehemente aceptacién de documentos claves, principalmente espafioles pero también indios, como directa y adecuadamente descriptivos de fa realidad, mas que como fas construcciones miticas que en gran parte son, Las cartas de Cortés y los principales relatos indigenas sobre la derrota de su ciudad, deben tanto a fa direccién del impulso de la imeginacién como al devote registro de los eventos tal como ocurrieron. La manipulacién consciente, si bien puede estar presente, no es el problema mas interesante aqui, sino el mas sutil, poderoso e insidioso deseo humano de armar una historia coherente y dramaticamente satisfactoria a partir de una experiencia fragmentaria y ambigua, o (la tentacién del historiador) a partir de la “evidencia’ fragmentaria y ambigua con la que tenemos que trabajar. Contra si consenso sefialo el confortablemente simple examen de Paul Veyne: "La critica histérica tiene sdlo una funcién: responder la pregunta que sobre ella se hace el historiador: ‘Creo que ef documento me ensefia esto. Debo confiar en que fo hace?” El documento puede contamos de buena gana acerca de la proclividad por hacer historias, y esto nos introduce en el mundo cultural del que hace historias. También puede contamos acerca de ias acciones, sosteniendo asi la promesa de confirmar jos patrones de conducta y de ellos poder inferir los supuestos convencionales de la gente cuyas interacciones estamos tratando de entender. Puede contamos acerca de secuencias de acciones que arrojan luz sobre impulsos y motivaciones menos reconocidas por el escritor, o {cuando esta registrando las acciones de otros) que probablemente ni siquiera son conocidas por él. Las paginas que siguen proveerén ejemplos de todo esto. El desatio * Veyne continia *Mas que las técnicas de manejo y chequeo de los documentos_no hay mas método de historia que uno tomado de fa etnografia o det arte de anciar’, fo cual puede ser posiblemente cierto si la nocién de “chequeo" es suficientemente extendida, Pau! Veyne, Witting History: Essay on Epistemoiogy (Middletowra, Gonn,, 1984), 12.

You might also like