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die patriota ;Cusin bien vengada habria dejado a la inocencia de la
‘sangre indigena derramada por la espada goda desde los tiempos
de Carlos V haste los de Fernando VIE! Se advierte que La Pola era
Jaheroina de su predileccién, y el drama de este nombre el preferi-
dio sambién en el orden de sus trabajos, porque encontramos entre
sats borradores muchos y minuciosos extractos de documentos
oficiales y relaciones histéricas destinados a dar verdad a los por
nenores de su compasicién dramitica
La existencia trabajada de Echeverria no podia ser larga. La
sombra de la muerte le siguié por muchos afios: pasé la vida al bo=
le del sepulero; cada sana de sus versos es un quejido, cada tna de
sus producciones una larga lucha entre su espiritu sano y su cuet
po encorvado bajo la enfermedad. Fra muy frecuente haar en las
vesdatas de su correspondencia con los amigos ausentes una des-
edida “para un largo viaje, del cual ne volver jarmas' y pars el cual
Sstaba siempre preparado. Estos adioses eran tanto nas dolorosos
ppara Jos que le querian bien cuanto gue respiraban una serenidad ¥
resignaciOn de angel, acompafiada siempre de algtin nuevo proyes
to intelectual que requerfa afios para lleva a cabo.
Feheverria ha dejado escrito: “Lo que llamamos la muerte no
es mis que una transformacién de la vida... Quien la impuso?
se fs dio quten lo quiso y quien lo pudo y es tuerza obedecerla
con resignacian’, Estas eran las creencias que le acompanaron al