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AuroR DEL £x1To > AY Be Fy | fh 2 EN busca ie SEGUN E! S| 3 ae ELENEMIGO ~ATAGA LAS GLAVES PARA GANAR SUS BATALTAS.-ESPIRITUALES Caroma I i EL ROSTRO DEL MAL lodavia recuerdo vividamente cémo me senti aquel 7 de diciembre de 1941, Tenia nueve afios en aquel entonces cuando escuché, un trégico domingo por la tarde, que los japoneses hab{an atacado sorpresivamente al puerto de Pearl Harbor. Vi como nuestra pequefia ciudad, Danville, Virginia, comenzaba a enfrentar las posibilidades de una guerra. Un enemigo inesperado habfa atacado, y nuestras vidas nunca més iban a ser como antes. De la misma manera, nadie hubiera predicho los ataques terro- ristas a nuestra nacién el 11 de septiembre, 2001. Cuando esos aviones chocaron contra el World Trade Center y el Pentégono, nuestra sociedad de paso apurado se detuvo repentinamente. Habfa ocurrido lo impensable. Los Estados Unidos habfan sido atacados por un enemigo que nos odia por quienes somos y lo que creemos. A wavés de nuestras vidas enfrentamos muchas clases diferentes de enemigos. Algunos son motivados por razones personales. Tal vez usted no le gusta a una persona por un ntimero de razones; tal vez, esa persona esté celosa de su éxito o tal vez quiera tomar de CUANDO EL ENEMIGO ATACA usted algo que quiere para sf misma. Tal vez alguien lo odie tanto que quiera dafiarlo de manera muy seria o aun matarlo. Cuando usted conoce a st cnemigo, y est preparado para cl ataque, es posible obtener la victoria. Pero yo he encontrado que los enemigos mds grandes son desconocidos e inesperados. Por ejemplo, un amigo de confianza que se vuelve en contra suya cuando ve la posibilidad de ganancias personales. Un compafiero de trabajo que dice chismes y trama ardides contra usted con la esperanza de obtener un ascenso. O un ladrén que se esconde en la noche esperando robarle. Las motivaciones que todos estos enemigos tienen en comtin se encuentran en Ja raiz del mal. EI mal es algo que sabemos que existe, pero no es un tema del que queramos hablar 0 que queramos confrontar. El mal tiene un rostro. Es peligroso... oscuro... siniestro... mortal. Sabe usted cudl es la fuente por excelencia del mal? ;Esta consciente de la forma en que opera el mal? Si usted no sabe cémo opera, entonces, icémo puede protegerse a si mismo y proteger a sus seres amados en forma adecuada cuando ataca de golpe? SEPARANDO EL BIEN Y EL MAL ‘Todos sabemos que el bien y el mal existen en el mundo. Desde muy pequefios se nos ensefia que algunas cosas son malas y que otras son buenas. Desde nifios se nos ensefia que debemos desarro- llar la habilidad de distinguir entre el bien y el mal. A medida que crecemos, se nos advierte que estemos atentos a las circunstancias que nos rodean para asf poder evitar el mal y escoger asociarnos con lo que es bueno. Pero cuando yo les pregunto a las personas si les resulta dificil discernir el bien del mal, a menudo me responden: «Sf, me resulta diffeil. Hay muchas reas “grises” en el mundo hoy». EL ROSTRO DEL MAL La mayor parte de la gente parece estar de acuerdo acerca de ciertos tipos de mal. Es malo que un padre abandone a su hijo 0 que lo abuse fisica, sexual 0 emocionalmente. Es malo que los portabombas suicidas hagan volar a personas inocentes. Es malo que una persona mate a otra a sangre fria, o que torture a otra persona. Hay muchas cosas que inmediata y universalmente se catego- rizan como malas, por cjemplo, demostrar prejuicio racial, odiar a ciegas a una persona, malversar 0 manejar mal los fondos de una corporaci6n, copiar en un examen, mentir, no ayudar a un necesitado cuando usted tiene los medios para hacerlo, robar, cometer adulterio, enojarse ciegamente con otros conductores en la carretera, participar en un Groteo al azar desde un autom vil, secuestrar, violar, beber en exceso, usar drogas ilegales, y llevar a cabo otros muchos comporta- mientos malos, y permanecer apegado a actitudes de pensar mal. Podemos ver ciertas situaciones y reconocer un aspecto del mal grabadas en ellas; por ejemplo, una enfermedad debilitante y dolorosa, sufrimicntos de toda clase, el hambre en cl mundo, la extrema pobreza, la persecucién intensa de gente buena, o la profunda agonfa por la pérdida de un hijo. ‘Tal vez no podamos identificar con precisién la naturaleza exacta o la causa del mal, pero sentimos que la situacién mala tiene un elemento tenebroso en ella. Reconocemos que las cosas no son como deberfan ser en un mundo perfecto. Somos muy répidos para decir que todas estas acciones, actitudes y condiciones estin marcadas indeleblemente por el mal. Pero a continuacién viene la pregunta dificil: «Es la persona que ha cometido un hecho malvado 0 que tiene una actitud equivocada, malvada?» «Bien,» dice la gente mientras da marcha atras hacia la justifi- cacién, «probablemente el individuo sea bueno en lo profundo de su ser. El no quiso hacer lo que hizo; es un producto de la forma CUANDO EL ENEMIGO ATACA en que lo criaron, de su cultura 0 de su religién fanitica. Se cegé en forma temporal por la codicia o la lujuria. No sabia lo que estaba haciendo; suftfa de locura momentinea». Algunas veces sacamos esta conclusién: «Las personas son buenas, pero su comportamiento es malo». Tal vez hasta digamos: «Amamos al pecador y tenemos esperanzas de que cambie, pero el pecado es malo». Todo eso puede ser cierto, pero, ¢qué hace usted cuando el pecado lo ataca a usted? 2Qué dice y en qué forma responde cuando usted es victima de maltrato de parte de su cényuge, el objeto de las acciones terro- ristas, 0 la persona que ha sido malherida por un conductor ebrio? 2Qué hace usted cuando su ser querido es tomado prisionero, su hijo es abusado por un adulto que usted y su hijo le tenfan confianza, 0 cuando llega a su hogar para encontrar que le han robado, 0 recibe el diagndstico de una enfermedad terminal? 3C6mo discierne entre el bien y el mal cuando usted es la victima de un ataque maligno? 2Qué hace usted cuando reconoce que no siempre acttia de una forma positiva, piadosa o sabia hacia otras personas? ¢Qué sucede cuando cl espejo de la realidad desnuda se le coloca delante de su rostro y usted se ve forzado a admitir: «Yo soy la persona que esta causando dolor; yo soy el que esté reaccionando con una mala intencién o una mala actitud»? 2Cémo trata con los asuntos del bien y del mal cuando usted los ve en el trabajo o en la guerra o dentro de usted mismo? Reconocer el mal, enfrentar el mal, buscar el bien y evitar el mal, reconocer el mal dentro de nosotros mismos y cambiarlo a bien; todos estos asuntos se encuentran en la médula de nuestra exis- tencia humana. Si realmente pudiéramos ser objetivos en cuanto a nuestras vidas, probablemente encontrarfamos que pasamos la mayor parte del dfa tratando de hacer las cosas que catalogamos de EL ROSTRO DEL MAL buenas y correctas, y evitando situaciones, relaciones, encuentros y circunstancias que catalogamos de malas 0 incorrectas. Algunas veces fracasamos en ambas, no hacemos lo que sabemos que es bueno y hacemos lo que sabemos que es malo. zC6mo mantenemos el cquilibrio? ;Cémo podemos perseguir el bien eficazmente y apartarnos del mal? ;Qué hacemos cuando de pronto parece que somos victimas del mal? Esas preguntas son el corazén de este libro. Las respuestas se encuentran arraigadas en la Palabra de Dios. La Biblia ensefia con toda claridad dos cosas en cuanto al mal: 1. Usted tiene un enemigo poderoso y ese enemigo tiene un nombre. Por afios la gente ha hablado de Dios en términos generales. Han llamado a Dios: el Poder Superior, la Fuerza, o el Hombre que se encuentra arriba. La verdad es que el bien tiene un nombre, y su nombre es Dios. E] mal también tiene un nombre. Su nombre es Satands 0 el diablo. El diablo es un ser espiritual que es la personificacién suprema del mal. Lucifer es el nombre biblico de uno de los arcan- geles de Dios que se rebelé contra Dios y fue echado fuera a la tierra donde funciona como Satanas o el diablo. (En este libro, usaremos los términos Satanas 0 el diablo en forma intercam- biable.) Bl busca gobernar desde el ambito de lo no visto; la dimensién espiritual. Satands puede usar lo que dice su suegra 0 un compajficro de trabajo para venir contra usted. Puede usar terroristas, criminales y otra gente para Causar dafio o poner miedo en su coraz6n. Sin embargo, la persona que lo abusa verbalmente, el ladrén que le roba, el critico que habla mal de usted, el rival que socava o bloquea sus buenos esfuerzos, 0 el asaltante que le pega no es su enemigo real. El enemigo real es cl diablo que impulsé a la persona a hablar mal de usted, a robarle, a hacer lo posible para destruirlo o herirlo ffsicamente. CUANDO EL ENEMIGO ATACA Detras de cada persona malvada o de cada acto malvado ronda el verdadero enemigo de su vida. EI existe en el mundo espiritual y es despiadado en proseguir los planes que tiene en contra suya. El es cien por ciento malvado y tiene un plan para destruir su vida. Satands cs su enemigo. 2. Usted estd en una batalla espiritual. No importa que usted no quiera estar en una batalla espiritual, usted lo estd de todos modos. La batalla es entre cl bien y el mal y usted es el premio. Dios quiere tener una relacién con usted, bendecirlo y vivir con usted para siempre. Satands quiere impedir que usted reciba todo lo que Dios quiere para usted. Satanas es el enemigo de todas las personas, ya sea que sigan a Jestis 0 no. {El es su enemigo! Usted es un blanco importante para el diablo. El va a hacer todo lo que pueda para alejarlo de la verdad que Jestis es su Salvador y que por medio de El usted puede recibir perdén y el don de la vida eterna. Satands va a tratar de engafiarlo de cualquier forma que pueda para mantenerlo alejado de Dios. El blanco de Satands es su espiritu eterno. «Yo soy creyente», tal vez diga usted. «Yo ya le pertenezco a Dios. El diablo no puede tener mi espiritu». Si usted ha hecho un compromiso con Jestis como su Salvador y Sefior, entonces estd totalmente en lo correcto al decir que su espfritu ya le pertenece a Dios y que el diablo no puede reclamar cl derecho en cuanto a su destino eterno. Sin embargo, las fuerzas satdnicas le pueden hacer otras cosas a usted. Satands puede intentar hacerlo caer en ataduras tan profundas que usted va a perder el gozo de vivir. Algunos tal vez Hamen a estas ataduras opresién, depresidn 0 adiccién. Si el diablo lo puede llevar a una atadura, usted no tendré paz, no tendré fervor para vivir y tal vez ni siquiera la voluntad para seguir viviendo. Usted va a luchar continuamente con deseos que no son satisfechos, impulsos que no son logrados, suefios que no son alcanzados y un 6 EL ROSTRO DEL MAL destino frustrado o insatisfecho. El diablo hard lo mas que pueda para destruir completamente todo lo que es esencial para una vida abundante. E] diablo puede y va a trabajar contra usted para impedirle que tenga un testimonio positivo de Jesucristo en el mundo. Fl hard todo Io posible para robarle los recursos que de otra forma usted usarfa para extender el evangelio, tratard de destruir su reputacién para que cualquier cosa que usted diga acerca del Seftor caiga bajo sospecha y procu 14 matar sus valiosas relaciones con otras personas para que usted se sienta desmoralizado y no crea que puede ejercer influencia a favor de Cristo en otra persona. Asi que, icdmo debemos lidiar con el diablo? zCé6mo podemos combatir a nuestro verdadero enemigo y resistir sus ataques espi- rituales? La primera regla de toda batalla es esta: conozca a su enemigo. i usted no conoce a su enemigo, gedmo puede pelear contra él? 2Como puede estar de pie y victorioso contra un enemigo que no puede identificar 0 que no ha identificado? Si, debemos conocer la naturaleza de nuestro enemigo. Debemos entender quién es y cémo trabaja. 2 i LA NATURALEZA DE NUESTRO ENEMIGO Pp" la mirada en el rostro de la enfermera supe que algo estaba mal. ‘Tan pronto como me quit6 las vendas, dijo abrupta- mente: «Voy a ir a buscar al doctor». Con eso, dio media vuelta y se fue apresuradamente del cuarto. Sus palabras no fueron inusuales. El tono en que las dijo y la mirada en sus ojos fueron los indica dores verdaderos de que algo estaba muy mal. Las palabras del doctor fueron evasivas: «Estas cosas toman tiempo. Esto puede ser normal. Nada se puede predecir comple- tamente>. La verdad cra que la operacién no habia sido un éxito completo y de mi parte, los resultados no fueron los que yo esperaba. Me parecié que ninguna cantidad de tiempo ibaa arreglar el problema. El resultado fue desfigurador y doloroso y lo peor de todo, fue que la visidn fue afectada. Los ojos me lloraban constantemente y cuando mi visin no era borrosa, era doble. No podia leer, estudiar, ni hacer practicamente nada que requiriera el uso de los ojos. Y esto continué semana tras semana. LA NATURALEZA DE NUESTRO ENEMIGO No podfa ni leer ni estudiar lo necesario para preparar sermones. No pude predicar por varios meses. ‘Tampoco podfa conducir mi aucomévil, tomar fotografias ni revelarlas en mi cuarto oscuro, ni mirar videos © programas noticiosos, como asf tampoco enfocar la vista por mucho tiempo en las visitas que me venfan a ver. La mayor parte del tiempo me sentfa fisicamente muy mal, aburrido por falta de cosas que hacer. Mi situacién era muy dificil y me dejé abierto a ataque espiri- tual. Mi mas intensos del enemigo me venfan en medio de la noche, en sién estaba en peligro y me dolia el cuerpo. Los ataques momentos quictos ¢ inesperados, mientras oraba. El enemigo me susurraba en el ofdo: «Nunca vas a recobrar la vista. Nunca vas a poder leer la Biblia de nuevo por mas que unas pocas palabras 0 un par de versiculos. Nunca vas a poder predicar de nuevo con la libertad que lo hacfas antes». Si yo no me movfa con rapide para apagar esas mentiras, el enemigo continuaba con sus burlas: «Estds liquidado. Acabado. Nunca mas hards lo que amas hacer y has dedicado tu vida a hacer. El ministerio es algo del pasado». sos susurros del enemigo eran un ataque espiritual tanto como el ataque que estaba experimentando en los ojos. La batalla era en el dmbito espiritual. Y el verdadero desaffo que enfrentaba no era el desafio de recuperar la vista y la salud fisica. El verdadero desafio era vencer el ataque del enemigo contra mi alma. Lo mismo es cierto para cada persona. E] asalto externo y obvio del enemigo en nuestras vidas; dandonos un golpe en nuestro cuerpo, en nuestras finanzas, en nuestras rela- ciones, no es el ataque fundamental que enfrentamos. El ataque fundamental esta dirigido al alma, es decir, a la mente, las emociones y la voluntad. CUANDO EL ENEMIGO ATACA Es con la voluntad que escogimos si aceptibamos a Jestis como nuestro Salvador. Es con la voluntad que escogemos seguir a Jestis como Sefior y Salvador. Es con nuestras emociones que somos motivados a hacer lo més que podemos por el Sefior en esta tierra, oa desistir y no luchar con los problemas de la vida. Es en nuestras mentes que desarrollamos actitudes y creencias que respaldan todo lo que decimos y hacemos. Lo que el diablo desea en primer lugar es su espiritu. Pero si él no puede tener su espfritu, tratard de conseguir su alma. Y a menudo va a infligir dolor y molestias en su cuerpo fisico 0 a sus finanzas externas, posesiones y relaciones para asestarle un golpe a su alma. Usted debe saber con certeza estas cosas acerca de su enemigo: * Satands es real. * Nunca abandona su persecucién de nosotros. Las fuerzas satdnicas tienen un plan de ataque. EL DIABLO ES REAL Alguna gente dice: «Oh, yo no creo en el diablo». A Satands le encanta escuchar eso. Al diablo le encanta cuando la gente se rehtisa a creer en él. Esto quiere decir que él esta total- mente camuflado y cubierto por su falta de fe. Esto quiere decir que él puede venir volando debajo del radar, completamente inad- vertido. Si una persona no cree en el diablo, nunca va a buscar entender las trampas en las cuales contintia cayendo. Nunea va a tratar de entender cémo conquistar las tentaciones negativas, debilitantes, adictivas y la cuesta abajo que entfrenta. Nunca entenderé la forma 10 LA NATURALEZA DE NUESTRO ENEMIGO de evitar ceder a la tentaci6n. Nunca aprenderd a vencer el senti- miento de culpa 0 a tratar con la baja autoestima, las cuales debilitan a una persona y la hacen mis susceptible a las tentaciones y a los ataques. La pregunta no cs si el diablo existe, si estamos ocupados en una guerra espiritual, 0 si somos tentados. Las respuestas son claras, El diablo existe, estamos en una guerra espiritual y somos tentados. La pregunta que debemos formular es: «:C6mo podemos sobrevivir a los ataques del diablo?» En primer lugar, debemos reconocer que él tiene un ejército de ayudantes, espfritus (demonios) todos comprometidos al mal. Satanas usa estos secuaces para hacer su voluntad y tratar de frustrar a Dios y sus propésitos eternos. Todas las personas que alguna vez han batallado con uno de ellos ereen en los demonios. Por cierto que las personas que han sido posefdas por demonios creen en ellos. E ingenuo decir: «No creo en un Ambito espiritual de tinieblas y mal». Y es especial- mente incongruente decir que usted cree en los angeles como ministros de amor, gozo y paz para los que pertenecen a Dios. Ambos, el bien y el mal, se encuentran en el ambito espiritual y pertenccen a entidades muy diferentes; el mal esta encarnado en los espfritus demonfacos. Pero eso no quiere decir que un demonio se encuentra detrés de cada arbusto o de cada acontecimiento, 0 que cada cosa mala que sucede involucra a un demonio especifico. Quiere decir que las fuerzas espirituales del mal estin detrés de cada hecho maligno. Debemos recordar siempre que nuestro enemigo, finalmente, es el diablo y sus fuerzas demoniacas, no un ser humano que nos maltrata de alguna forma. El apéstol Pablo dijo esto con mucha claridad: «No tenemos lucha contra sangre y carne,...» (Efesios 6.12). La Biblia nos dice varias cosas especificas en cuanto a la natu- raleza de nuestro enemigo. it CUANDO EL ENEMIGO ATACA EL DIABLO ES INVISIBLE Satands no se parece aun monstruo terrible o a una nube oscura y lo tienta a usted 0 lo hace enojar. En realidad, él hace lo mas que puede para disfrazarse y hacerse invisible para no ser culpado o atacado como un enemigo. E| manipulara circunstancias y situa- ciones contra usted. Usara gente contra usted, personas que lo maltratarén, lo usardn mal y lo confundirdn. EL DIABLO ES ORGANIZADO Estamos dispuestos en orden de batalla contra una enorme hueste de mal. Estamos luchando contra «principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinicblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes» (Efesios 6.12). EL DIABLO ES MENTIROSO, ASESINO Y LADRON Jestis describié al diablo de la siguiente manera: «El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla: porque es mentiroso y padre de mentira» (Juan 8.44). Jestis también dijo: «El ladrén no viene sino para hurtar, y matar y destruir;...» (Juan 10.10). EL DIABLO ES TRAMPOSO Y ASTUTO E| apéstol Pablo les escribidé a los corintios: «Pero temo que como la serpiente con su astucia engaié a Eva, yvuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo» (2 Corintios 11.3). Note tres palabras claves en este versfculo: 1. Engafté. Bl diablo intenta engafiarnos convenciéndonos de que el bien es mal y el mal es bien. Ser engafiados es creer una mentira. El diablo no tiene la capacidad para decir la verdad total en cuanto a ninguna cosa. 12 LA NATURALEZA DE NUESTRO ENEMIGO 2 Astucia. La palabra se refiere a estratagemas en la manipula- cién, triquifiuelas presentadas con mucha destreza, trampas y estrategias. El diablo no nos ataca de frente. El encuentra una puerta de atrds, un eslabén que falta, 0 un punto de debilidad. F1 acecha aquellas cosas que nosotros creemos que ya hemos resuelto. Se especializa en aquellas cosas que nosotros no conside- ramos como problemas. El diablo hace lo posible para ocultar su identidad y dis 3. Extraviados. En algunas versiones esta palabra se tradujo: zarse Cuando trata con nosotros. «seducidos». La palabra en el original griego quiere decir ser apartado sutilmente, pero de todas formas ser sacado del curso de una devocién pura a Jesucristo. La persona que esta extraviada 0 seducida por una tentacién sigue las pasiones y los deseos de su propio yo en lugar de la voluntad y los mandatos de Dios. E] diablo ataca nuestras debilidades con mucha astucia. BI llega precisamente al punto en el cual todavia queremos lo que es contrario a los mandatos de Dios. El acttia de forma sutil y deductiva para Ilevarnos paso a paso lejos de Dios y hacia la satisfaccién de los descos y las necesidades humanas y carnales. EL DIABLO ES CIEN POR CIENTO MALIGNO. E| diablo es completamente maligno. No hay nada bueno en él. Ninguno de sus propésitos es bueno. Pero el diablo puede traer cosas buenas a nuestras vidas en la forma de tentaciones para hacernos caer en la trampa. Algunas veces mos ocultando su verdadera puede usar lo positive para eng; intencién de producir algo negativo. Ese es el propésito detris de cada tentacién. El diablo no dice: «Lo voy a tentar para que se convierta en alcohélico». No, el diablo dice: «Ffjate, gno crees que esa bebida parece buena? Mira el color, el brillo sobre el hielo, el sentido de 13 CUANDO EL ENEMIGO ATACA calidez que la gente tiene mientras se la toma, la pequefia sombri- llita que le ponen encima. Prueba una, te va a gustar>. E] diablo no dice: «Te voy a llevar a una aventura amorosa que va a destruir tu matrimonio», No, el diablo dice: «No es esa una persona muy bien parecida? :No parece alguicn muy interesante? No te gustarfa pasar un poco més de tiempo conociendo a esa persona?» E| diablo puede arreglar una serie de cosas buenas para Ilevarlo austed por cl camino que él quiere que usted vaya, un camino que lo aleja de Dios y lo lleva hacia su yo. Al diablo en realidad no le importa todo el bien que usted experimenta siempre y cuando usted se sienta tan envuelto en ese buen sentimiento que no vea que su vida esté a punto de caer por un precipicio. Las cosas buenas nos pueden cegar a la intencién real del diablo. Sin embargo, nunca debemos olvidarnos de la verdad de que el diablo es cien por ciento malvado. Fl esté empefiado en nuestra destruccién total. El no tiene capacidad para darnos una bendicién que tenga ningtin beneficio eterno asociado a ella. EL DIABLO NUNCA DEJA DE PERSEGUIRNOS Usted nunca podré eliminar de su vida las tentaciones del diablo. No importa lo maduro que puede llegar a ser espiritual- eeso a usted. mente, é1 todavfa tiene a EI diablo nunca deja de acecharlo, especialmente si usted es creyente. La Palabra de Dios nos dice: «Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como leén rngiente, anda alrededor buscando a quien devorar» (1 Pedro 5.8). EI diablo es como un animal salvaje, siempre acechando a su presa, siempre buscando inducir con su rugido un miedo parali- zante en su victima. 14 LA NATURALEZA DE NUESTRO ENEMIGO La voluntad del diablo no es dejar de acecharnos. La voluntad del diablo no es dejar de rugir en un esfuerzo de inducirnos miedo. Las tinicas personas que no se encuentran bajo ataque satanico son aquellas que estan totalmente controladas por cl diablo, que ya no sienten culpa o tienen ninguna conviccién en cuanto a la tentacién, SIN INMUNIDAD Nunca va a llegar a un punto en el cual usted ya no va a ser atacado. No existe una meseta de madurez espiritual que lo man- tenga inmune de las tentaciones. Sutands no dejd a Jestis después de que lo tenté en el desierto. El aparecié de vuelta en Nazaret, intentando impulsar a aquellos que conoefan a Jestis desde que era nifio para que lo arrojaran por un acantilado cuando se ofendieron por lo que Jestis les predicaba y ensefiaba. (Vea Lucas 4.16-30). Satands se mostré de nuevo en la ribera Este del mar de Galilea, en el cuerpo de un hombre que tenia una «legién» de demonios (Marcos 5.9). Satands aparecié vez tras vez en los ataques ptiblicos a la credi- bilidad y autoridad de Jestis. Satands aparecié en el huerto de Getsemani, la corte de Herodes y el juicio de Pilato. Satands fue persistente en sus intentos de hacer que Jestis se desviara de sus propdsitos. Aun cuando fracas6 en cuanto a hacer que Jestis se arrodillara ante él, Satanas intenté una y otra vez hacer que Jestis se saliera aunqne fuera un grado de su curso; que se apartara un poquito del propdsito de Dios para El. Satands siempre estuvo presente, buscando de cualquier forma socavar lo que Jestis decia, o de frustrar lo que Jestis hacia. Su meta final fue centar a Jestis para que le dijera no a la cruz. Satands 15 CUANDO EL ENEMIGO ATACA nunca abandon6 esa meta; estaba enfocado en ella hasta que Jestis dijo: «Consumado es» y murié en la cruz. Tal vez Satands he ya pensado que tuvo éxito al terminar la vida y el ministerio cerrenal de Jestis en ese punto, solamente para saber con aplastante certeza que su destino estaba totalmente sellado en el instante en que Jestis resucité de los muertos. Satands sabe que cuando usted ha aceptado a Jestis como su Salvador, que usted esta sellado por el Espiritu Santo para ser hijo de Dios para siempre. No hay nada que él pueda hacer para robarle su hogar eterno en el cielo. Usted est seguro en la obra que el Espiritu Santo ha realizado en su propio espiritu etemo. Satands también sabe que no hay nada que él pueda hacer para quitar el Espiritu Santo de su vida una vez que usted ha aceptado a Jestis. El diablo no puede separarlo a usted de la amorosa presencia de Dios. Como escribié el apéstol Pablo en Romanos: «Estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni dngeles, ni prin- cipados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podra separar del amor de Dios, que es en Gristo Jestis Sefior nuestro» (Romanos. 8.38-39). A menudo escucho a los creyentes invitar a que el Espiritu Santo se una a ellos. La verdad es que no precisamos invitar al Sefior a que venga a nuestra presencia. Nosotros siempre estamos en Su presencia! Nunca estamos separados de El. Entonces, :por qué el diablo no lo abandona si usted esté eter- namente seguro en Jesucristo? La meta del diablo es que usted no gane almas, que no use sus dones espirituales para bendecir al cuerpo de Cristo y que no haga la obra de Dios; todo lo cual puede resultar en una disminucién de su recompensa en el cielo. Satands contintia yendo contra usted tratando de socavar lo que usted dice para que su influencia para Cristo en el mundo sea debilitada 0 inefectiva. Es por esa razén 16 LA NATURALEZA DE NUESTRO ENEMIGO que el diablo contintia buscando todas las formas posibles para desalentarlo, causarle que viva en depresién y opresién, hacer que su vida sea desdichada y menos satisfactoria, llenarle la mente de dudas y asultarlo con toda forma de enfermedad, tragedia y crisis. EL DIABLO TIENE UN PLAN DE ATAQUE El diablo tiene un plan deliberado y premeditado contra su vida. El tiene una meta: destruir su cuerpo, su mente o espiritu, o los tres. El propésito de Satands al hacer esto es mantenerlo a usted alejado de los propésitos de Dios, negar la gloria que Dios puede recibir de usted y finalmente destruirlo a usted. Satands busea reemplazar a Dios en su vida. El diablo no solo quiere destrozar lo que usted tiene como sus posesiones, su carrera, su familia, su reputacién en la comunidad. Fl busca destruir quien es usted. El quiere destruir su cardcter. Busca destruir su paz, gozo, felicidad, contentamiento, entusiasmo por la vida, su disposicién de tomar riesgos piadosos, su genero- sidad, y todos los otros estados emocionales que son saludables y buenos En todas las €pocas, el diablo ha atacado a todos los creyentes del mundo. Usted no es la excepcién. Mientras usted tenga vida y el diablo exista, usted va a experimentar ataques espirituales. LA NATURALEZA DE UN ATAQUE ESPIRITUAL 2Qué es un ataque saténico? He aqui la definicién a la que nos vamos a referir a través de todo el libro: Un ataque satinico es un hecho deliberado, premeditado, intencional y bien disefiado para traerle dito a una persona de cualquier manera: fisica, mental, econdémica, relacional o espiritual. CUANDO EL ENEMIGO ATACA Los OBJETIVOS DE SATANAS 2Cudles son los objetivos de un ataque satinico? Son cuatro: 1. Satandis busca apartarnos de Dios. Esa es siempre su meta final. re Satands busca frustrarnos en cuanto al propésito y el plan de Dios para nuestras vidas. El busca hacernos salir del camino y alcjarnos de la voluntad de Dios para nuestras vidas. . Satands busca negarle a Dios la gloria, el honor y la alabanza 3. Satands b garle a Dios la gl Lh y la alab: que le corresponden a medida que nosotros vivimos vidas Piadosas de fe y confianza en El. 4. Satands busca destruirnos literal y eternamente. LAS LIMITACIONES DEL PODER DE SATANAS Tan importante como saber quién es Sataniis y cudles son sus artimafias, también debemos reconocer las limitaciones del poder de Satands sobre nosotros. Debemos tener un claro entendimiento de lo que Satanas puede y no puede hacer en nuestras vidas. Como he dicho antes, Satanas no puede quitarnos la salvacién No puede sacarnos de los brazos eternos de Dios. Ni siquiera puede separarnos del amor de Dios y ponernos en una posicién que esta mas alld del aleance de Dios para cuidarnos, protegernos, proveer para nosotros 0 librarnos del mal. El diablo no puede vencer o negar la obra del Espiritu Santo en nuestras vidas. El no puede impedir que recibamos bendiciones que Dios quiere que tengamos. 18 LA NATURALEZA DE NUESTRO ENEMIGO tQUE PUEDE HACER SATANAS? El diablo tiene el poder de atacarnos y tentarnos. ‘Tiene el poder de engafiarnos y de oprimirnos. Al hacerlo, el diablo tiene el poder de: Destruir la calidad de nuestras vidas. El diablo tiene el poder de enviar enfermedad y heridas a nucstras vidas, de afectar nuestro bienestar en forma fisica, emocional, mental y financiera y también de afectar nuestras relaciones. * Atacar nuestra paz y nuestro gozo. El diablo tiene el poder de enviar agitaci6n a las aguas calmas de nuestras vidas. EI puede agitar los problemas en nuestra vida y causar que nos encontremos perturbados. * Usar inconversos 0 creyentes débiles para causarnos dato ffsico, pero mas a menudo en las cosas que dicen y hacen para socavar nuestra reputacién * ‘Trae confusién, cnojo y frustracién a situaciones y relaciones; a menudo sin una raz6n aparente. E| diablo es un experto en causar malentendidos. * Disminuir nuestro testimonio para Cristo en la tierra, y entonces disminuir nuestras recompensas en el cielo. NO PODEMOS VENCER AL DIABLO CON NUESTRA PROPIA FUERZA No podemos vencer al diablo con el intelecto humano, la inge- niosidad o la fuerza de la personalidad. Vencer al diablo es cl trabajo de Jesucristo solo y esa obra ha sido realizada en la cruz. 19 CUANDO EL ENEMIGO ATACA La Biblia nunca nos dice que salgamos y peleemos con el diablo, que lo busquemos y que tengamos una pelea con él. La verdad de la Palabra de Dios es que la guerra ya ha sido ganada. En realidad, la Palabra de Dios nos insta a que resistamos al diablo. Debemos permanccer firmes y resistir sus artimafias inge- niosas que tienen la meta de atraernos para que perdamos el equilibrio, interrumpamos nuestro paso y que nos movamos para purticipar de cosas que son contrarias al plan y propésito de Dios para nuestras vidas. La Palabra de Dios también nos amonesta para que vivamos en los amorosos brazos de Dios, no bajo la garra de Satands. Debemos. enfocarnos en que nuestra vida esté en Cristo y experimentar el poder de Cristo en nosotros. Nunca debemos estar entregados a pelear con el diablo 0 a participar en la guerra espiritual que perdamos de vista el hecho de que nosotros le pertenecemos al Dios ‘Todopoderoso y que El es nuestra fuente, El es nuestra victoria, El es nuestro aliado en todo momento, El es nuestra fortaleza y el que suple nuestras necesidades y que El es nuestro protector y nuestro liberador. Nuestra posicién debe ser siempre: «Yo no puedo derrotar al diablo, pero puedo resistirlo y confiar en que Jesucristo lo va a derrotar». Debemos declarar, al igual que declaré el apéstol Pablo: «Todo lo puedo en Cristo que me fortalece» (Filipenses 4.13). El maravilloso mensaje del Nuevo Testamento es: «Cristo en mi y yo en Gristo». Nunca debemos perder de vista esa verdad gloriosa y que nos da poder. Nuestro enemigo es fuerte. Pero empalidece en comparaci6n con el maravilloso y majestuoso poder del Sefior Jesucristo. 20 3 vi EL RESULTADO DE LA BATALLA ¢ cuenta la historia de un niiio pequeiio que entré a la cocina de su mama y le anuncié: «Esa fue una buena pelea». La mamé miré al nifiico que tenfa la camisa rota y sucia; sus pantalones vaqueros estaban rotos en las rodillas; el nifio tenia un ojo negro y un rasguito en el codo. «Qué fue lo bueno de eso?», le pregunté su mama. El le respondié: «Yo gané». La Biblia nos dice que debemos pelear la buena batalla de la fe. (Vea 1 Timoteo 6.12.) 2Qué es lo que hace que la pelea sea buena? Que estamos en el lado de los ganadores. En todos los conflictos con el enemigo de nuestras almas, debemos recordar en todo momento que el diablo es el enemigo vencido; Jestis es el victorioso. «Pero», tal vez diga usted, «prefiero no pelear. Prefiero evitar el conflicto». Debemos tratar de evitar todas las peleas que podamos. Al mismo tiempo, debemos considera que no podemos ehudir algunos at CUANDO EL ENEMIGO ATACA asuntos. Algunas situaciones y dificultades son lanzadas a nuestra vida sin causa, deseo o provocacion de nuestra parte. En el capitulo anterior, comparti con usted mi reciente expe- riencia en cuanto a una operacién a los ojos. :Hubo algo que yo hubiera podido hacer para evitar esos dias de oscuridad y dolor? «Bueno», tal vez diga usted, «podria haber dicho que no lo operaran». Sf, pero esa forma de pensar se basa en ver las cosas en retros- pectiva. A menos que haya principios de Dios que han sido violados y por lo tanto, algunas lecciones que debemos aprender y aplicar en el futuro, hay muy poco valor en pensar en las cosas en retros- pectiva. Permitame repetir que a menos que usted pueda mirar hacia atrds a una situacién y decir: «Yo violé un principio de Dios en ese caso y el resultado fue un final negativo», hay muy poco valor en pensar las cosas en forma retrospectiva. En realidad no hay nada que se pueda aprender o ganar. Sin embargo, muchas. personas usan esta forma de pensar, de mirar retrospectivamente, como una respuesta a los ataques fisicos externos del diablo en una variedad de situaciones. La pregunta central que debemos formularnos siempre es esta: «:Quién esta en control?» Si usted percibe que estd en control de su vida o de una situaci6n particular, usted esté en problemas. ;Por qué? Porque no hay manera de que pueda controlar codas las cosas en la vida o tener la sabidurfa para saber qué hacer en cada situacién con todas las personas involucradas. Usted es un ser humano que tiene tendencias a fracasar y tiene limitaciones cn cuanto a juicio, poder y habilidad Si usted erce que la vida sucede al azar, por cierto que no va a ser consolado. Si la vida sucede al azar, usted no tiene nada en lo que pueda contur, hay muy poco valor en hacer planes, prepa- 22

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