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Carérono HI
REPRESION Y PODER
En los aftos que siguicron « la desapariciéa del regimen.
rt, las descripciones del periodo en que gohernd Hitler se
centraron en exceso sobre el teror extrema ¥ Ta represiga
como sus caracteristicas principales. Desde la propia Alema=
ni se defendi con feciencia i idea de que cular tipo de
‘oposicidn resultshe inl bajo un régimen toralitaro y repre-
sivo como aquél. Aquellos que habian suiido durante el
sazismo ¥ los gue se habion Uhmado de las garmas del regimen
através de la emigracion proporcionaron deseripciones giti-
fas y conmevedoras acerca del sometimionto det individu al
terror brutal. En ese misma lines diseurrian los andlisisaca-
«Aémicos sobre el totaltarismo resizados bajo la inivencis de
J Guerra Fria y de fas reelaciones acerca de las brutalidades
tanto dl estalinismo como del régimen nazi. Desde distintos
puntos de vista el poder de Biter no se expliea al pasooer nis
five por la fuerza coercitiva de wn Estado totaitario y poica.
[eas generaciones de poxguerra, que afortunedamente no
han tonidlo que sufrit las harhariades que oeurrieron dua
te los anos de Hitler, necositan de buenas dss de humildad
para matizar esta interpretacion. En efecto, cualquier exp
aciOn del caricter y el aleance del poder de Hitler que no
Jnaga hincapié en La coereidny la repesion nazis seria incom
peta. Sin embanso, resulta preciso hacer ciertassalvedades
Aesde el principio, que al misma tiempo ayudaran 9 definie
Jos Hines de nuestra investigacin.
Proponer que el dominio de Hitler descansaba en
‘terror totalitaion, dejando al marge los problemas del coneminent em amarante
BRITTEN eae Treen rere mete
cepta de sotalitaismo>, 65 slo une verdad a medias, Si cen
tramios nuestra atencion en la propia Alemania y dejamos a
sun lade el terror sin limites desatado durante la guerra en los
territories ocupados, especiaimente en Polonia y la Unién
Sovitica, tanto el rerror como la represion se epicaron de
forma bastante seletivs. Se lanzé en masa a los campos de
‘concestracisn los trahajadones relacionados con los part
tos de inquicrda, sobre todo en la embostda imicial del nue
vo régimen en 1983, Los empresarios los grandes propicta
Hos (al-margen de los sospechosos de estar implicados en la
Conspiracién de 1944) y los banqueros quedaron ineslumes,
Se sometié al teror alos jdis, una pequefa ior recha-
ada. Gitanos, homosexsales, mendigos y otros welementos
antisociales- también sufseron el azote de le opresién nazi
Sin embargo, y a pesar de la lucha eelesistin.,ningén obis-
0 catslico aieman fae confinado en un campo de eoneentre-
ida. EI acoso policial fue mucho més freeuente en. Tos
barrios obzeros de las grandes ciudades que en los de clase
media, No se predujeron atagues contra la poblacién rural ni
conta los pequesos propietaries agrarios. No hubo purgas.en
ejrcto, parte de las aetuaciones relacionadas com ls des:
Fituciones de Blomberg y Fritsch en 1998 y los actos de ven:
‘danza conta los implicados en la conspiracion de 1944. La
mayor parte dela sintellgentsiae, al mangen de la minoria de
intelecduales que oe vieron fortados a emigrar, no necesito
del terror pam alinearte con la «Gleichschaltang (0 «coord
‘ancine) asi, En efecto, so emples Ia -autocoordinacionm a
rnuchos sectores de la sociedad! que couperaron voluntais
‘mente en los primeros momentos para proveder & la nazi
cacion de sus eaerpos profesionales ¥ representatives.
or lo tata, la represion se dirigié en general contra los
sectors dela sociedad menos poderosos y apreiados. Poco 0
‘nada se hizo coutsa los frends batallones, prineipalmente
fn los primeros afios del regimen. Tampoco la represion fue
tuna constante en el Gempo, Tras los ajustes de cuentas in
tial, en Tos que decenas de miles de enemigos politicos del
nazismo fueron represaliados por las hordas nazis, durante
fAiganos aos te prado um descenso en los nivees do repre
‘Sin, que se refleo en la dismsineén do casos presentados en
Jos reeién ereados