El Quijote Verosimilitud en La Ficcion o PDF

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VOLVER A CERVANTES ACTAS DEL IV CONGRESO INTERNACIONAL DE LA ASOCIACION DE CERVANTISTAS Lepanto, 1/8 de octubre de 2000 Antonio Bernat Vistarini (Ed.) Universitat de les les Balears Palma, 2001 Esta obra ha sido integramente sub- ‘vencionada por la Direceion General del Libro, Archivos y Bibliotecas del Ministerio de Educacién, Cultura y Deporte. © del ex ee store, 2001 (© de es Universitat de les es Baleare, Serve de Pblasions i nteranv Clete. Cas a (Campus dn UIB. Cra. de Vlldemossa, km 7.5 6-07071 Pala les Blears) Impress: Brent Cente expecil deeb d'AMADIP ISBN: £4:7632-630-4 (Actas de} IV Congreso Intemacionl dela Atoiacin de Cervantisas) '86:763-645-9 Tomo. Actas del IV Congreso Inemacional de la Asocacion de Cervanistas) '4:7632-646-7 (Tomo I. Actas del IV Congreso Intemacional de la Avcincion de Cevantstas) De: PM6s0-2001 1No es permet a reproduce total 0 parca aque Iie ni de I eobei ni el ecllen wn sistema ‘nfo, I rane en qualsevel forms oper qualzevol mij sig elecnie mecha per Scope, pr rege ope les mites, sene el permis dle tule el copyrigh: EL QUIJOTE : VEROSIMILITUD EN LA FICCION O LA FICCION DELAVERDAD Antonio Barbagallo Mucho se ha escrito sobre la génesis y la autoria del Quijote’, de hecho seguimos fascinados y perplejos frente a esta astuta técnica narrativa que presenta una obra extensa como una especie de crénica eserita por varios autores («Quieren decir que tenia el sobrenombre de Quijada 0 Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los autores que deste caso eseriben» [I, 1]) ¥ en particular por uno, Cide Hamete Benengeli, cuyo manuscrito ardbigo Cer- vantes simplemente transcribe y comenta, cosa que, por otra parte, se atreve a hhacer el traductor. Sin embargo sabemos que este asunto del autor 0 autores no es tan simple, y que ninguno de los estudios realizados para esclarecer esta ‘marafia es total y definitivamente satisfactorio. En efecto, no hay consenso sobre quien es el primer autor 0 el segundo 0 el tercero, y hay quien menciona un editor’, aunque si es verdad que la mayoria de los lectores y eriticos consi- deran a Cide Hamete Benengeli como primer autor, y a Cervantes como segundo, los dos, a la vez personajes activos dentro de la novela, El propésito de este trabajo no es el de tratar de esclarecer el misterio de ‘cudntos autores hay, quiénes son, y cémo la persona que por fin entregé esta novela al vulgo, es decir Cervantes, enredé tanto esta madeja, sino més bien el por qué. Sin embargo, y a pesar de todo, este embrollo se presenta ante Rosotros como un reto, como una aventura quijotesca, y por tanto nos lanzamos, como se lanzaba don Quijote, a tratar también de aclarar el quiénes, el cudntos, y el cémo para llegar, quizés de manera més convincente, al or qué. Sil primer autor, cuya narracién se interrumpe en medio de la batalla con cl vizcaino, es en efecto Cide Hamete no esta claro. Si lo fuera, eso querria decir que la historia del historiador ardbigo se habia traducido en parte (hasta Ja batalla con el vizeaino) o en su totalidad con anterioridad, en cuyo caso la ‘mayor parte (a partir de la batalla) habia ido perdida. Bs I6gico suponer, sin embargo, que el uno y el otro son diferentes autores, cronistas o historiadores, ‘ya que Cervantes (segundo o terver autor o editor) nos dice que este autor, que parece ser la mayor 0 mas calificada fuente de informacién, se disculpa por no hallar «ands escrito destas hazafias de don Quijote» {I, 8]. $i este autor que se disculpa hubiese sido Cide Hamete, pues ya no existiria ninguna continua- ién. De cualquier modo, éI es la principal fuente de informacién, ya que, @ pesar de que existe «alguna diferencia en los autores que deste caso escriben U, 1] (es decir sobre el verdadero nombre del hidalgo), Ia informacién de éstos 354 Antonio Barbagallo 8 obviamente escasa, esparcida o inalcanzable. Quizés es también menos fide digna, como muestra la frase «Quieren decir que tenia el sobrenombre de ‘Quijada o Quesada». La forma auniliar quieren aporta matices seménticos muy importantes al verbo decir que le sigue. En este caso quieren decir es una forma de «desacteditar» esas voces, es un intento de declarar que «algunos dicen mintiendoy o, si no «mintiendo», por lo menos vequivocadamente, No es igual quieren decir que dicen, por lo tanto, los que «quieren decir» 0 rmienten 0 ignoran, Esto confiere més autoridad a aquella fuente principal que luego, en el capitulo 8, se agota. Por otra part, ellos serin los mismos que con- tribuyeron a los Anales de la Mancha, que Cervantes liegé a consultar, supues- tamente en parte, antes de encontrar los cartapacios de Toledo, como nos dice en el capitulo dos de la Primera Parte, donde habla de la discrepancia que hay entre los autores sobre cual habia sido la primera aventura de don Quijote. No olvidemos tampoco a los pobladores de la regién, ya que «hay opinién por todos los habitadores del distrito del campo de Montiel, que [don Quijote] fue ‘el més casto enamorado y el més valiente caballero que de muchos afios a esta parte se vio en aquellos contomos» [Prélogo]. Es asf entonces, que el yo de la primerisima linea [...] «de cuyo nombre no quiero acordarmen) y del capitulo 2, que acabo de mencionar, debe por fuerza ser Ia voz del segundo autor —Cervantes—, del autor que esta reu- nniendo 10s datos, los est comentando y nos los esti entregando en forma novelada. El es el personaje que habla al lector, el que recoge Ia informacién de varias fuentes, entre las que figura la principal, la del autor que se disculpa por no haber encontrado, y por consiguiente entregado, més datos. ‘Vamos a pasar ahora a lo que todos los que han tratado este tema han, sagazmente, evitado, y es ese él, esa tercera persona del final del capitulo 8, ‘que debe ser el autor, por asi decir, de esa fuente principal de los ocho primeros capitulos, 0 sea el primer autor. Pero, parece ser que hay otro él, otra tercera persona, ese «segundo autor desta obra [que] no quiso creer qué tan curiosa storia estuviese entregada a las leyes del olvido» (I, 8]. Este individuo es ‘merecedor de alabanza por haber tenido la curiosidad y fuerza de espiritu de salir a buscar la continuacién de la historia, Esta tercere persona en concreto es en realidad la primera persona del inicio. Es decir que el que empieza a narrar después de haber consultado varias fuentes, y que al principio se nos presenta en primera persona («no quiero acordarme»), ahora, a final del capitulo 8, y después de haber dicho que el autor de la historia (0 sea la fuente principal) no ) El enredo se enreda més todavia si intentamos analizar oraciones como ésta que encontramos en II, 12: «Digo que dicen que dejé el autor escrito [.--}» Si el yo de digo es el segundo autor y el autor es Benengeli, entonces ga ué viene ese dicen? {Quiénes son esos que dicen? {Significa esto que Cer vantes acude a gente que ha leido el texto original en drabe teniendo él la tra- duccién, o que incluso haya extraviado esta parte de la traduccién” El Quijote no deja de oftecer oportunidad para la especulacién y la conjetura sobre si «don Quijote fie un personaje «real» en la vida «reab», 0 si fue modelado del todo sobre personajes literarios més antiguos, 0, de forma esperpéntica y parédica sobre personajes de los libros de caballerias. No es necesario ncmbrar Critices en esta ocasién, Ia mayoria habla de parodia e intertextualidad, y hay quien se pregunta si a novela fue una traduccién de verdad’. No hay que des- cartar, sin embargo, que Cervantes sc inspirara de alguna manera en algiin personaje estrafelario que conoci6. Todo esto al servicio de un afén por querer presentar uns obra de ficcién como verdadera 0 verosimil, 0 ficcionalzar la vida real La principal técnica para lograr verosimiltud en el Quijote de 1605 es —dive Helena Pereas de Ponseti— Ia de contrsponer perpectivas diversas de una misma realidad ‘mediante puntos de vista de personajes muy distntos entre #1 y mediante reversos © frenis ficilmente perceptbles para el lector, o bien, de contraponer episodio en que Ia misma raided tiene distinto valor desarolio, por fo que leva a istinas perepciones declla con sus consecuentesconclsionesimplicts, Mienias que la principal enica par lograrverosimilitud en el Quijote de 1615 se encuentra en el entecrce de eras 558 Antonio Barbagalto (61 » Jem Canavageio, Cervantes, en busca del perl perlid, segunda edici,taduccién de ‘Mauro Arise, Hspasa-Calpe, Made, 1992, p. 63. 2 Ludwig anal, Historia de la lteratura nacional espaola en la Edad de Oro, Etorial Gustavo Gi, S.A, Barelona, 1982, p. 20 2 La eaducci de este pirafo a sido realizada pore latinista Lois Pérez Castro del CS.LC- de Made A va rigida mi mas sincera grat. ® Meichor Cano, De Locis Theologicis en Melchoris Can Episcop! Canarienss, Oper, A. Hyacinto Ser, Editio Novisima, Venetis, wancctx, Liber Undecims, Cap. VI, «De Humanae Historie Avtoritate pp. 266, 267 El texto original dice ast: Lex vero secunda in historic judicio sanciany t eos hstoricosreligus anteferamus ul ingen severitt!quandam pradentiam adjun- serant ad elgendum & ad Judicandum. Quae let in is rebus locum habet,quas Tes nese ‘serptores psi sunt ina, nec a irs fidedigns, gu vderint, audlerunt Quo in gener et operae ‘Prelim letatem eorum recordar, qu mullerculerum more quod nimis misert volun, hoe facie ‘redunt Nam ates nora sacerdotem vidi cul prsuasisimu ese, nil omnino esse fleum, (quod seme pls fist excuse. Non enim, at oebat, tontum facinus Repub. adminisio® Com Imisswes.w non soon divugart mendaciasinerent ed suo etiam communiren!prvleto, quo ila tutus ments mortalum pervagarentr. Quo sane argumento permotus anima indus credere, ab Amadico.& Clariano res eas vere gestas, quae in lorum lbris commends referuntur At vero ‘quanti ils adversum Reipublicae adminsies rai vaeat, nov et hu loc, temportague dif Tore. Corte hoc ego pro me ipso & ani senna 2 dolore pronuncio, magna Ecclesiae calamitate, fugue poricie id slum in libris vulgandis praecavert, ne erroribus fidel adverts ent; ne sit ‘moribus etiles, non tom. Nec de fabulisistspoissimuom exerucion, quas modo di. quam ine- ‘udits, & hil omninoconferentibus, non dico ad bene, baatequevivendum, sed ne ad recte que ‘de rebus hamanis entendum. Quid enim conferant merge de vanae migae ab hominis ots (etoe, a corupts ingens versatae? Sed ocerblsinis et dolor, & vis omnino consolabili, quod “dom guide ftinam tam pradenter, quam forveter)incommodim hoc rier, ac devitar cipunt ‘nom pro faulls veras, & graves Msorias edu, ld quod eset pb utlissimum; sed libros myst Piorum ecclesia plenos. a qubus aren profani eran: Hd quod ert, mea quidem sented, pet Tentasimum, 9 vero mags, quo vulgus es liellos ceca legit. qua probatos non videt modo @ ill magisrany, venam ei abs. qul doctringe censores sunt Christ Republica defini Sed hae lis, nunc quod insta. agama. > Véase Paul Descouzis, Cervant, 2 nueva fz, (. El Quijote y el Concilio de Trento), ‘Analeca Romania Het 19, Frankfurt am Min, 1966. Mientras algunas arpimentaciones de Des. ‘consis pareen bastante convenes, tas parecen toakment dspartad Robert Ricard, «Los vestgion dela predcaciéncontemporines enol Quijote en Exudios de lueranua reigiosa espatola, versa eastllaa de Manuel Musoz Cortés, Gredos, Madr, 1964, p. 265 Los comentarios que la gente hace y ha hecho desde siempre sobre la brevedad de I vida, Sobre I epetina muerte, sobre lo inevitable de I muerte, no tienen necesriamente nada que Ver om a religion. A menudo se oye «no somos nas, rae de In mere de alin amigo, y I persona ‘que cmite eats palabras bien puede ser ston 2 Hleny Thomas, Las novelas de cabelleriasexpaolasy portuguesa, tradaccién del inglés por Esteban Puja, C'SiLC., Made, 1952, pp. 115136. La eta proviene del citado libro de Thomas y no diectamente del de Vives, p. 126 2 Bn e texto de Thomas hay aqui una nota (amero 30) que en parte dic as’ Obras g Fran- cisco Cervaies de Salazan a hecho, plosado, 9 traducdo .. La trcera ela itroduciony cming Para lasabduria.. compuero (ic) en latin por Luss ves, bulla en Castellano con muchas ‘diciones...por Francisco Cervantes de Salazar, 1546, Jol. i, verso-x recto, > Tid. pp. 126, 121. » Franeiso Marquez Villanueva, Personajes y temas del «Quijote, Taurus Ediciones, Madi 1995, (aPrélogoo),. 13. 572 Antonio Barbagallo 20) 2 Jonqula Tapa, iglesia yteologiaen Metchor Cano (1509-1560), Iglesia Nacional Espo, ‘Roma, Publisciones del nstito Espaol de Historia Bcesdstca, Monografias Nam. 31 (lngrent be Aldecoa, Burgos) 1989, p. 325 ® Félix Mantiner Booat, La flecién narrativa : (es logicay ontologian), Universided de “Murcia, Murcia, 192, p. 176,

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