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JORNADA IL EL METODO Donde se examina si la teoria de la evolucién es indis- cutible, o si existen alternativas al evolucionismo dentro de la biologia actual que puedan considerarse serias, para lo que nos vemos obligados a analizar antes en qué con- siste una teoria cientifica. También se distinguira entre evolucionismo y darwinismo, porque no son la misma cosa, como se suele creer. Empecemos con la cuestién fundamental, ges verdad que no hay dudas sobre la teoria de la evoluci6n en el mundo cientifico? Se oyen tantas cosas: que si el darwinismo esta en crisis entre los investigadores, que si hay alternativas al darwinismo —igualmente cientificas— para explicar las especies vivientes... Pero no, la ciencia no tiene ninguna duda de que la evolucin se ha producido y de que todas las especies vivientes descienden de otras especies ya desaparecidas —en realidad, de una muy larga cadena de especies. También se puede decir de otra manera, Todas las especies actuales sin excepcién —es decir, incluida la nuestra— estan emparentadas, porque todas tienen an- PL METODO 67 del método cientifico (c6mo opera) y de si es o no digno de confianza. Los epistemdlogos (filésofos de la ciencia) y los propios cientificos le hemos dado muchas vueltas y lo seguiremos haciendo. Por eso merece la pena que abordemos la pregunta, sin miedo y sin excusas, al principio. Efectivamente, la evoluci6n es una teoria, pero es que lo maximo a lo que puede aspirar algo, una idea, en el mundo de la ciencia es... a ser una teoria. Eso quiere de- cir también que puede ser demolida y abandonada por la fuerza de los hechos. Porque una teoria solo es cientifica si puede ponerse a prueba, si puede contrastarse y, llega- do el caso, demostrarse errénea. Los cientificos no ela- boran dogmas inamovibles (ni se los imponen a nadie). El cuestionamiento de las teorias, de todas, es la esencia de la ciencia. Pero si pasa el tiempo y los hechos, los datos, se van acumulando y no son contrarios a la teorfa, entonces vamos teniendo cada vez mds confianza en ella. Pensa- mos que podra ser mejorada en el futuro, perfeccionada, pero que ya nunca se va a demostrar que sea radicalmen- te falsa. Se ha convertido en una respetable teoria. Una teoria cientifica falsa es la creencia de que la Tie- rra es el centro del universo (el geocentrismo). Parece légica de acuerdo con nuestro sentido comin, porque vemos que las estrellas (toda la béveda celeste) y el sol giran a nuestro alrededor. Pero es del todo errénea, no podria serlo mas. En cambio, creemos fervientemente en la teoria alternativa, es decir, que la Tierra gira alrededor del sol (heliocentrismo). Aunque solo sea una teoria (no podria ser otra cosa, como acabo de decir) ninguna per- sona educada duda de que damos vueltas al sol descri- biendo una 6rbita completa en un aiio (0, si se prefiere, 68 LA EVOLUGION DE LAS ESPECIES llamamos «afio» al tiempo que tarda la Tierra en com pletar la 6rbita). ~ Y, por decirlo de alguna manera, la ciencia tiene tay. tas dudas (o sea, ninguna) sobre la teoria de la evoluci6n como sobre la teoria heliocéntrica. Tal vez la confusi6n provenga del hecho de que, en e| lenguaje coloquial, en las conversaciones normales de cada dia; utilizamos la palabra «teoria» —cuando debe- riamos decir «suposicion»— para referirnos a explica- ciones que se nos antojan posibles pero que estan basa- das en la intuicion, la experiencia y el sentido comin. Estas teorias son de corto vuelo y cada uno tiene la suya para intentar darle un sentido a las pequefias cosas que suceden a nuestro alrededor. Sin embargo, tales ex- plicaciones populares y cotidianas que elaboramos para la politica, la economia o el deporte no tienen nada que ver con las verdaderas teorias cientificas. ¢Pero no se oye a menudo decir que la ciencia oficial, la denostada academia, es en realidad una institucién tan jerarquica como la Iglesia, un sanedrin que tiene sus pro- pios dogmas e intereses y que no permite que se discutan las ideas que van en contra de los paradigmas estableci- dos, que constituyen la verdad oficial, cerrada y transmi- tida como un dogma de fe? ¢Es esto cierto 0 podemos confiar en la ciencia? Por mucho que se repita este topico, la verdad es que la ciencia real, la que practicamos los que nos dedicamos a ella, es todo lo contrario. El método cientifico, por su propia naturaleza, nos obliga a estar siempre en guardia. Porque una teoria tiene que explicar los hechos, esta para eso, para entender una parte del mundo, y cuanto EL METODO 69 mas grande sea la realidad que explica, mas importante sera la teoria. Pero nunca puede ser probada definitiva- mente y elevada a la categoria de dogma, como ya he dicho. Si en el futuro se descubrieran hechos (por medio de un experimento, de una observaci6n o de un hallaz- go) que fueran radicalmente incompatibles con el nticleo de la teoria, esta se tendria que abandonar. Entonces se diria que ha sido refutada, y que es falsa. Las teorias nunca se cierran por completo. Asi es como, por sorprendente que parezca, una teo- ria puede ser refutada (o «falsada», como se dice en la jerga que usamos), pero nunca probada definitivamente y para el resto de los tiempos. Porque —y aqui esta la grandeza y la belleza de la ciencia— siempre hay que dejar una puerta abierta a un nuevo hecho 0 dato que obligue a revisar la teoria. Esa puerta abierta a los investigadores del futuro no se puede cerrar nunca. Que se entienda bien este concepto. Lo que realmente sucede con las teo- rias mas asentadas, y la de la evoluci6n es una de ellas, es que con las nuevas investigaciones se mejoran, se pulen. Lo que nos las mata, las hace mas fuertes. Pero si, desde luego, un cientifico es una persona que duda permanen- temente y que tiene que estar siempre en actitud de escu- char los argumentos contrarios. Se suele argumentar (lo oigo practicamente todos los dias) que el mundo académico es muy conservador y se niega a aceptar las nuevas teorias y, todo lo contrario, las persigue con sana, segtin los criticos. Es sorprendente cémo los charlatanes han conseguido ocupar una parte tan importante del espacio de los medios de comunica- cién, quizas porque las teorias cientificas son mas dificiles de entender que las explicaciones populares, intuitivas, que nos suenan mas razonables, aunque no tengan razon. 0 LA EVOL ucION DE CIES 7 Aticos estan en que los dogmati Otra parte e dicen esas COSAS son, por gy 720 oe a i ha Puesty ficos, que intentan cerse Pasar po, didos y hasta perseguidos (aunque er { que los persiga nadie, mas bien 4..°° me parece a mi q ; : tiene, tes altavoces en los medios de comunicacién, yp poten ces : jencis: ro. gramas de television y radio de gran audiencia; Ya quisig ramos los cientificos disponer de algo Parecido), Conviene que la gente sepa que no funciona asi ¢| mundo académico. Y aunque, como toda Actividad humana, la ciencia es imperfecta, y los cientificos no 20 ni mucho menos unos santos, el sistema est4 disefiady precisamente para premiar a los heterodoxos, a los revo. lucionarios... siempre que tengan pruebas de lo que afi. man. No es que los cienti ficos sean personas diferentes las demas, es que el método cientifico funciona muy bien Pero me temo en la ciencia. L o los pseudocientt beldes incompren aay es el ADN. A lo que aspira cual- _ i denne que las cosas son de otra nee esta la 8enialidad (y el Premio TO consi © wste en darle la vuelta a la tortilla. 8S extraordina ri Wier cientificg * aN, estg, Por muy importantes e inteli- We ignoran, ” €quivocados o de que hay alge EL METODO 71 En resumen, un cientifico es por definici6n un rebelde que se enfrenta a todo lo establecido, que desafia el prin- cipio de autoridad y que no se cree nada de lo que le cuentan. Todo cientifico es un escéptico y un revolucio- nario. Por eso soy cientifico, no porque acepte sin critica lo que me diga la academia. Ademas, equién es la acade- mia? La ciencia no tiene sanedrines. ¢Hay algun criterio para distinguir el pensamiento cien- tifico del que no lo es, para separar una teoria cientifica de una teoria no cientifica? En los parrafos anteriores hemos seguido basicamen- te las ideas de un filésofo muy importante del siglo pasa~ do, el vienés —luego nacionalizado britanico— sir Karl Popper. Suya es la idea de que una hipotesis cientifica tiene que ser, ademas de compatible con los hechos que aspira a explicar, también refutable. Una forma de echar abajo una hipétesis cientifica falsa es por medio de las predicciones —que también acaben demostrandose err6neas— que se deducen por légica de los propios enunciados de la hipétesis. Por ejemplo, si las caracteris- ticas que desarrollamos durante la vida se transmitieran a nuestros hijos, estos deberfan heredar nuestras cicatri- ces y deberian faltarles las partes del cuerpo que hemos perdido antes de engendrarlos (por mutilacién, por ejemplo). Como es facil observar que esto ultimo no ocurre, podemos considerar que es falsa de toda false- dad la hip6tesis de que los padres transmuren a sus hijos los cambios que han experimentado en el cuerpo antes de tenerlos, sean esos cambios malos o buenos (tampoco le sirve de nada a la descendencia todo el deporte que hayamos hecho en nuestra juventud). 72 LA EVOLUCION DE LAS ESPECIES en otras ocasiones las predicciones bla una y otra vez. Cuando eso ocute, la hipotesis sigue en pie, y podriamos decir que se refuer. za. Veamos un ejemplo reciente. El afio 2017 se le conce. dié el Premio Princesa de Asturias, y luego el Premio Nobel, a unos fisicos que comprobaron la realidad de las ondas gravitatorias, cuya existencia es una consecuencia necesaria de la teoria de la relatividad de Einstein. Tenian les ondas gravitatorias si la teoria era Sin embargo, cumplen a rajata que existir las tal cierta. De alguna manera, el premiado fue también el propio Einstein. Otras muchas predicciones de la teoria de la relatividad han sido confirmadas a lo largo de estos afios, y ninguna se ha demostrado falsa (ningtin experi- mento u observaci6n las ha contradicho). El paleontélogo George Gaylord Simpson? dividia las ciencias en dos ramas: 1) las ciencias no historicas, que son predictivas, como la fisica y la quimica (que se pueden considerar atemporales), mas la geologia y la biologia cuando se ocupan de la Tierra y la biosfera actuales. Acabamos de ver dos ejemplos de predicciones, una de la biologia (que no se cumple) y otra de la fisica (que si se cumple). 2) las ciencias histéricas, que Simpson Ilamaba con gracia postdictivas (porque miran hacia atras, puesto que no pueden observarse o experimentarse con el fend- meno en si, sino con sus restos y vestigios), como la bio- logia histérica (o paleontologia) y la geologia hist6rica, que estudian el pasado de la vida y de la Tierra, dos pa- sados que por cierto estan inseparablemente relaciona- dos entre si. Obviamente, no se puede predecir el pasado (solo se puede anticipar el futuro), pero Simpson utiliza- ba el verbo postdecir para referirse al ejercicio de prede- cir lo que se va a descubrir en los archivos de la Tierra EL METODO 73 cuando se lean sus documentos geolégicos 0 paleontolé- gicos. Dicho de otro modo, consiste en anticipar los descubrimientos que van a tener lugar. Todas las ciencias histéricas lo hacen, porque trabajan con esa metodolo- gia. La paleontologia reconstruye el pasado elaborando hipétesis que luego va confirmando 0 rechazando al en- contrar los fésiles. Y lo mismo vale para la historia de la Tierra y de la posici6n de los continentes y océanos, las épocas glaciares.o las de intenso vulcanismo, los levan- tamientos de las cordilleras, los impactos de meteoritos, los niveles del mar, etcétera. No puede decirse que el método postdictivo sea malo ni poco cientifico, porque nuestro conocimiento de la His- toria, de la historia de la vida y de la historia de la Tierra es cada vez mas perfecto. En realidad, es el mismo méto- do con el que trabajan los detectives para esclarecer un crimen, basandose en pistas y en reconstrucciones de los hechos. Y les damos tanto crédito que luego los tribuna- les absuelven 0 condenan a los acusados en funcién de sus conclusiones. En diciembre de 1924, Raymond Dart descubrié el craneo del Nifio de Taung, el primer australopiteco, que publicé al afio siguiente en la revista Nature. Ese «esla- bon entre el simio y el hombre», tal como se decia en la época, tenia que aparecer para probar que la evolucién también explicaba el origen de nuestra especie, no solo el de los animales. Charles Darwin se puso muy contento cuando se descubrié el Archaeopteryx, el esperado missing link, «el eslabon perdido entre el reptil y el ave», que combi- naba dientes y cola de lagarto con plumas de pajaro. Con gran satisfaccion incluy6 el fosil en la tercera edi- cién de El origen de las especies (la de 1866). Debié de 74 LA EVOLUCION DE LAS ESPECIES u teorfa habia quedado muy reforzada, ss pensar que s > : 1 ‘ho mas seguro si hubiera conocido ¢| habria sentido mucho r : increible fésil, con las impresiones de las plumas incluj. das, cuando publicé en 1859 la primera edicion de sy histérico libro. Entonces, la paleontologia era el pring;. pal escollo que tenia que salvar Darwin, porque faltaban los eslabones perdidos que se deducian de su teoria, Nada era creible sin ellos. En resumidas cuentas, los paleontélogos hacen post- dicciones acerca de c6mo eran los antepasados de las especies actuales, y los fosiles las invalidan o las confir- man, del mismo modo que las ciencias experimentales (fisica, quimica, biologia) hacen predicciones. Los fési- les que descubren los historiadores de la vida son, pues, equivalentes a los experimentos y las observaciones de los cientificos que estudian el presente. Hay por lo tanto tres clases de pruebas cientificas: experimentos, observa- ciones y hallazgos. Entonces, ;se puede considerar a la Historia social y cul- tural también una ciencia? Es precisamente un bidlogo, Jared Diamond, quien rompe una lanza por la Historia humana, de la que pien- sa que puede convertirse en una ciencia como la paleon- tologia o la geologia histérica. Nadie duda de que el es- tudio de los fésiles y ecosistemas del pasado, o de los antiguos glaciares 0 volcanes 0 lineas de costa o climas. sean disciplinas cientificas, y lo mismo valdria para le Historia humana si se buscan patrones, argumenta Jared Diamond. Hay muchas historias separadas (en diferentes luga- res y tiempos), no una sola, y se debe distinguir entre lo EL METODO 7s que tienen en comiin y lo que las diferencia. Para llevar acabo la empresa de estudiar cientificamente la Historia de las sociedades humanas, Jared Diamond propone utilizar la misma estrategia que se sigue en las ciencias naturales para estudiar los procesos hist6ricos, y que se suele llamar método comparativo o del experimento na- tural. En las ciencias Ilamadas experimentales se realizan los experimentos en condiciones controladas, de manera que el experimentador se asegura de que todas las varia- bles permanecen fijas (por ejemplo, la temperatura, la composicion quimica o la acidez del medio) excepto una, que es la que se desea estudiar. Este método se co- noce como ceteris paribus, una expresi6n latina que sig- nifica «lo demas igual». De este modo es como sabemos que el agua hierve a 100 °C de temperatura, pero solo a nivel del mar (a una atmésfera de presi6n), porque cuan- to mas alto subamos en una montana a menor tempera- tura hervira el agua. En cuanto a las ciencias naturales, no podemos le- vantar cordilleras en el laboratorio, ni separar continen- tes, ni lanzar meteoritos sobre el planeta, ni cambiar la composicion de la atmésfera o la temperatura de la Tie- rra, ni jugar con la evoluci6n a gran escala (0 macroevo- lucién) en el laboratorio, asi que no nos queda otro re- medio que estudiar los experimentos naturales de la historia, compararlos y buscar patrones. Aunque solo hay una Tierra, en cierto modo cada una de las masas continentales tiene su propia historia, asi que alberga- mos la esperanza de que podamos estudiar si hay pautas comunes a todas ellas —o a varias de ellas, por lo me- nos—, como si hubiera leyes generales de la evolucién. Ademas, ha habido cinco grandes catastrofes (como la LA EVOLUCION DE LAS ESPECIES 76 to que acabé con los dinosaurios) que han xtinciones masivas- ‘No es exactamente como si volviera a empezar la historia de la vida desde cero, pero se puede llegar a parecer a eso y nos puede ser Util conocer qué pas6 después de esas catastrofes. Se atribuye a Mark Twain la frase de que la elistoria’ nosewepite, (pera a menudo rima, y tal vez la evoluci6n también lo haga. Y atin hay una tercera posibilidad, y es la de estudiar las diferentes lineas evolutivas, es decir, las historias de los diferentes grupos de organismos, a ver si encontra- mos lo que tienen en comun. En la Historia de las sociedades humanas también se han producido muchos experimentos naturales que tie- nen casi todo en comin... pero no todo. Son situaciones parecidas, pero no exactamente iguales.* Siguiendo el método comparativo de las ciencias naturales, Jared Diamond intenta responder a la gran pregunta de por qué unas sociedades de cazadores y recolectores evolu- cionaron hacia la formacién de Estados y otras no lo hi- cieron,‘ o no Ilegaron tan lejos. O por qué algunas culturas sufrieron un colapso econémico y social y desaparecie- ron,* bien a causa de los cambios medioambientales no atribuibles a la accién humana bien por el manejo que hicieron de los recursos naturales.* En el famoso ejemplo de la chilena isla de Pascua (o wee ane oe polinesios cortaron todos los arboles que cubrian lia isla conv! i n yermo. Yo le he comentade a Jared Diamond neocon iamond que ese no me parece que sea el caso de la gestion de los bosques en las islas Canarias (pinares y laurisilvas) antes de la con- quista castellana. Sin ser un experto, encuentro la econo. mia de los canarios mucho més sostenible medioan.. bientalmente que la de los pascuenses (si es que fueron del meteori producido ¢ EL METODO 77 ellos los culpables de la deforestaci6n; otros autores la atribuyen a que las ratas que llevaron en sus embarca- ciones los polinesios se comian las semillas e impedian la regeneracion forestal). En cambio, el colapso de la civilizaci6n maya entre los afios 800 d. C. y 1000 d. C. podria deberse mas bien a un periodo prolongado de sequias que afectaron pro- fundamente a su economia, segtin recientes investiga- ciones.” Por poner otro ejemplo de aplicacion del método del experimento natural, Diamond compara la colonizacion de las islas del Atlantico norte por parte de los vikingos (saltando de una isla a otra hasta llegar a Vinlandia, es decir, América) con el poblamiento de las islas del Paci- fico por los polinesios. ¢Qué tienen en comun y en qué se diferencian estos dos grandes experimentos realizados por gentes tan diferentes? Si se piensa bien, el mismo método lo utilizan en me- dicina los epidemidlogos. ¢Cémo se supo que fumar pue- de producir cancer de pulmén? Viendo qué habito tienen en comin los que padecen esa enfermedad (o muchos de ellos). ;Cémo se Ilegé a la conclusi6n de que el aceite de colza desnaturalizado era la causa de la llamada neumo- nia atipica en Espafia? Investigando los patrones de vida de los afectados y los factores ambientales a los que ha- bian estado expuestos, intentando encontrar un elemen- to comtin en sus biografias recientes. En la ciencia de la nutricién se utiliza también mucho el método compara- do o del experimento natural. ¢En qué poblaciones la longevidad es mayor 0 la incidencia de las enfermedades cardiovasculares menor y qué factores —como, por ejem- plo, la dieta o el estilo de vida— podrian explicarlo? Richard Dawkins, en su gran libro dedicado a la his- 78 LA EVOLUCION DE LAS ESPECIES toria de la vida (El cuento del antepasado. Un viaje a Io, albores de la evolucién, 2004), nos previene contra dog tentaciones. Una es la de buscar patrones y razones para todo lo que ocurre. La segunda tentacion es la «vanidad del presente», que consiste en creer que el pasado apun- taba hacia el presente, como St no tuvieran nada mejor que hacer con sus vidas nuestros predecesores. Y sin embargo, pese a habernos puesto en guardia desde las primeras lineas de su libro contra las rimas de la historia de la vida, Dawkins se vera obligado a consi- derarlas, de alguna manera, posibles, como veremos en su:momento. Y también podrian encontrarse razones para coquetear con la idea de que la biosfera, si volviera a empezar la evolucién en ella, no seria tan diferente de como la conocemos ahora. Por supuesto que la historia de la vida no puede contarse en ningun caso como una historia de progreso hacia el ser humano, pero en cierto modo podria tratarse de una historia de progreso. Pero no adelantemos acontecimientos. ESCEPTICOS Lo que més caracteriza a la ciencia es la cautela a la hora de dar por buena, sin vuelta atras, una teoria. El escepticismo, la ausen- cia completa de toda forma de credulidad, es lo que define al cientifico. Sir Karl Popper, el filésofo de la ciencia més influyente que ha habido, llevé el escepticismo hasta el extremo de afir- mar que el evolucionismo no era una verdadera teoria cientifica PemMue, no podia ser refutada (era infalsificable o no falsable), si bien luego cambid de opinién y dio acogida a la teoria de la evo- lucion entre las ciencias. Otros filésofos de la ciencia han encontrado excesiva la rigi dez de Popper, aunque alabasen su insistencia en la falsabilidad SS EL METODO 79 como criterio epistemoldgico. Por ejemplo, John Dupré sostiene que a veces la ciencia es capaz de acumular tantas pruebas a favor de una idea que ya no puede ser refutada, y hay que con- siderarla cierta. Ese serfa el caso de la evolucién, que en conse- cuencia no serfa ya una teoria, sino un hecho irrefutable. La evolucién es la realidad que hay que explicar encontrando una causa. La seleccién natural, el mecanismo que propuso Darwin para explicar la evolucién y la adaptacién de las especies, en cambio, si podria considerarse una teoria cientifica, susceptible de ser discutida y perfeccionada. En otras palabras, la evolucion es la pregunta y la seleccion natural seria la respuesta. gPor qué nos cuesta tanto entender las grandes teorias cientificas? ¢Por qué ha hecho falta tanto tiempo y tanto esfuerzo para descubrirlas? ¢Sera porque van en contra de la ldgica normal, la de la gente de la calle? Bien mirado, los grandes descubrimientos son siem- pre ideas geniales que desafian al sentido comin, y por eso se ha tardado tanto en caer en la cuenta, porque van a contrapelo de nuestras intuiciones, de nuestra manera de razonar, que es util para la vida practica (ha sido se- leccionada para eso), pero no vale para ver el lado oculto de las cosas. Que la Tierra no ha sido siempre como la vemos aho- ra, sino que ha experimentado muchos cambios a lo lar- go de las eras geolégicas —los continentes se han movido y han chocado o se han separado, se han levantado enor- mes montafias en antiguos mares— y que las especies han evolucionado son ideas que cuesta aceptar porque todo lo que vemos nos parece muy estable, y porque los cam- 80 LA EVOLUCION DE LAS ESPECIES bios son tan lentos que solo se pueden apreciar a una ¢, cala enorme de tiempo, la escala geol6gica, no la hum. na. Pero esas teorias son Ciertas y se pueden comprobar. Entre otras cosas, porque atin estan ocurriendo esos fe n6émenos, no pertenecen tan solo al pasado. Donde ahora vemos grandes cordilleras, de miles de metros de altitud, antes habia un mar, y por eso se en- cuentran fésiles marinos en las cumbres. Esos hallazgos son la prueba. Su ascenso actual se puede medir con precisi6n absoluta. Aunque parezca increible, cada afio Europa se separa de Norteamérica. Y eso esta compro- bado y medido al detalle, pero a nadie se le habia ocurri- do que tal cosa pudiera estar ocurriendo hasta que lo Propuso un cientifico aleman llamado Alfred Wegener con su teorfa de la deriva continental hace un siglo. Otro ejemplo. En una situacién de vacio, es decir, si descontamos la accién de la atmésfera y del rozamiento, dos objetos tienen que llegar al suclo al mismo tiempo, independientemente de lo que pesen, aunque nos cueste creer que una bola de plomo y una de papel caigan a la vez. Pero Galileo realiz6 ese experimento desde Ja torre de Pisa y comprob6 que era asi como sucedia, nos parez- ca a nosotros légico 0 no.® Veamos ahora un ejemplo de la teoria de la relativi- dad.’ La Via Lactea, nuestra galaxia, tiene un diame- tro de 100.000 afios luz, que es lo que tarda en llegar la luz de un extremo al otro. La galaxia mas proxima es Andrémeda, que esta bastante mas alla de los confines de la Via Lactea, concretamente a dos millones y medio de afios luz. Tanta distancia nos quita las ganas de viajar por el espacio porque, dada la inmensidad de las distan- cias siderales, nunca Hegaremos vivos a ninguna parte. Pero aqui viene la teoria de Einstein a echarnos una EL METODO 81 mano. Si viajamos a una velocidad practicamente igual a la de la luz (lo que no va a ser nada facil de conseguir), entonces llegariamos a Andrémeda en tan solo cincuen- ta o sesenta afios medidos segtin el calendario de a bordo. Para alcanzar la velocidad pr6xima a la de la luz habria que acelerar durante un afio a 1 g, es decir, la fuerza de la gravedad terrestre, con lo que no sentiriamos nada raro. Si, una vez Ilegados a Andrémeda, nuestros hijos, nacidos en el espacio, quisieran viajar de vuelta al plane- ta de sus mayores, llegarian cincuenta afios mAs viejos... pero en la Tierra habrian pasado seis millones de afios desde que salieron de viaje sus padres. ¢Cémo es posible todo esto? ¢No es completamente absurdo y disparata- do? Pues la explicaci6n es atin mas loca: lo que ocurre es que al aumentar la velocidad a la que uno viaja el tiempo se dilata. Parece sacado del libro Alicia en el pais de las maravillas. La teoria de la relatividad, por otro lado, es una teo- ria cientifica y lo fue desde el principio, porque en su propia formulacién estaba implicita la manera en la que podia ser confrontada con los hechos y puesta a prueba. Ninguno de los experimentos que se han hecho desde entonces la ha desmentido. Y ahi sigue. Y no hace falta que explique la mecanica cudntica (no creo que pudiera hacerlo bien, por otro lado) pero, desde luego, cuesta mucho més entenderla que la fisica tradicional que estudiamos en mi época, aunque la fisi- ca cudntica es la base de la tecnologia moderna y del futuro. Otro ejemplo de que la ciencia va en contra del senti- do comin, y por eso los grandes descubrimientos pare- cen al principio absurdos, es la idea de que una persona pueda morir a causa de unos seres tan pequefos (los 82 LA EVOLUCION DE LAS ESPECIES ios) que nO pueden verse, y NO por el mal de Soo explicaciones estas que siempre zonables a la gente. microbi por un castigo divino, han parecido muy /égicas y muy 74 i zY qué decir de la teoria de la generaci6én espont;. nea? Hasta que el quimico francés Pasteur demostr6 que era falso, todo el mundo creia que surgian seres vivientes a diario (en un charco, por ejemplo) a partir de la mate- ria sin vida. | ¢Hara falta entonces ser un superdotado para disfru- tar de la ciencia? ¢La ciencia no es para la gente corriente? Afortunadamente, no es necesario tener una mente privilegiada para ser un cientifico, y esa es una maravi- llosa noticia, la mas grande de todas. Como sucede en otros terrenos de la creacién humana, hace falta ser un genio de verdad para concebir una gran teoria, pero to- dos podemos entenderla y gozar de ella con nuestras in- teligencias normales. Incluso puede llegar a parecernos sencilla esa idea genial. Se cuenta que Thomas Henry Huxley, el defensor mas combativo que tuvo Darwin en vida de su teoria de la evoluci6n por medio de la selec- cién natural, exclamé (me lo imagino dandose una pal- mada en la frente): «jQué estupidez mas grande no ha- berlo pensado!».!° También yo soy capaz de disfrutar de la musica de Mozart o de Bach, aunque no me hago la ilusi6n de que hubiera sido capaz de componerla. Podria pensarse que, con el tiempo, las teorias cienti- ficas, las explicaciones, se vuelven mas complejas y difi- ciles, de manera que cada vez nos alejamos mas de ellas. ¢Se nos escapa la ciencia? zTenemos que renunciar a entender? Afortunadamente, no es asi, porque las explicaciones son cada vez mas profundas y, por lo tanto, mas simples y mas elegantes, como se dice en el mundo de la ciencia, EL METODO 83 Cuanto mds sabemos, mas sencillo parece todo y menos importan los pequefios detalles.!! Eso es exactamente lo que ha ocurrido con la teorfa de la tect6nica de placas, que ha revelado el funcionamiento de la corteza terrestre de una manera que no podiamos imaginar antes, incluyen- do en la explicacién los volcanes y los terremotos. Gra- cias a esta gran sintesis unificadora de la geologfa, la ul- tima de las grandes sintesis cientificas, el mundo de las rocas es ahora mas facil de entender y de estudiar, no mas dificil, y da mas placer conocer cémo funciona la Tierra. Lo mismo puede decirse de la biologia después de Darwin. Ahora todo es mas sencillo y mas bello en el estudio del mundo organico. Y eso es, sobre todo, lo que les debemos a los grandes genios, el habernos regalado tanta belleza y tanto disfrute. Tanta felicidad. Aceptemos por lo tanto la teoria de la evolucién, que, como toda teoria cientifica, es provisional y tendra que ser perfeccionada en el presente y en el futuro. Seguro que mucho, ademas. Los debates que se producen no quieren decir que el evolucionismo se haya precipitado en una cri- sis, sino que esta permanentemente siendo puesto a punto. Pero para que una teoria sea plenamente cientifica tiene que contener en su seno la causa de por qué ocu- rren los fen6menos que estudia. La explicacién. La evo- lucién de Charles Darwin no seria una teoria cientifica si se conformara con afirmar que las especies cambian con el tiempo y no nos dijera qué es lo que hace que las espe- cies evolucionen. Asi no se la creeria nadie. Seguin el insigne naturalista inglés, el motor de la evo- lucién es la seleccién natural. Este es un concepto muy facil de entender, esta al alcance de cualquiera, porque se basa en una analogia con lo que podemos ver todos los dias en una granja. 84 LA EVOLUCION DE LAS ESPECIES El nombre de seleccion natural viene de que el proce. s0, el mecanismo que impulsa la evolucién, Se asemeja aj que han utilizado a lo largo de las generaciones los agri. cultores y los ganaderos para mejorar (de acuerdo con sus intereses) las razas animales y las variedades de plan- tas. Y tanto las han cambiado que ya apenas se parecen a sus antepasados salvajes. 1 Pues, razonaba Darwin, si el granjero en unos pocos miles de afios ha podido transformar tanto a las espe- cies, entonces la naturaleza, que ha dispuesto de un tiem- po casi infinito (no miles de afios, sino miles de millones de afios), habra llegado mucho mas lejos. Pero el ser humano ha actuado con consciencia a la hora de mejorar los animales domésticos y las plantas cultivadas. La naturaleza no tiene propésito, no sigue un plan, asi que la comparacion entre la selecci6én artificial y la natural no puede ser del todo exacta.!? Necesitamos algo mds para entender la evoluci6n. éPero qué raz6n hay para excluir de entrada la idea de proposito en la naturaleza? Es esta una cuesti6n de principio, y debe abordarse con decision antes de dar cualquier otro Paso. El Premio Nobel francés Jacques Monod lo explicaba con toda claridad en su famoso libro El azar y la necesidad. yo sobre la filosofia natural de la biologia ae (1970) con estas palabras: «La Pieza angular del cientifico —dice— es el postulado de 7 naturaleza.» Hay que rechazar por lo tanto cualquier tentacisé d interpretar los fené6menos en términos de causas final 7 de proyecto. Pero zqué explicacién tiene esa nealitentice Ensa- derna étodo objetividad de la EL METODO 85 ¢Qué es lo que nos da tanto miedo? ¢Por qué se ha tar- dado tanto en adoptar el principio de objetividad? La ciencia se basa en la naturaleza objetiva y no pro- yectiva (carente de proyecto) de las cosas, dice Monod. El pensamiento magico precientifico, en cambio, atribu- ye intencionalidad a todo lo que existe, incluyendo no solo a los animales, sino también a las plantas, la roca, el rio y la tormenta. Para el pensamiento magico, todo esta animado. Las fuerzas que operan por doquier pueden ser benévolas con nosotros 0 pueden ser hostiles. Pero esa hostilidad no es lo peor, no esta ahi la gran dificultad para aceptar el principio de objetividad de la naturaleza: Lo mas terrible, aquello contra lo que el pensamiento animista se rebela y no puede asumir, es la idea de un universo por completo indiferente al ser humano. En esa indiferencia es donde esta el vértigo y el horror, pero es precisamente en esa indiferencia del universo hacia no- sotros donde se asienta el pensamiento cientifico. Tam- bién es la causa del rechazo que suscita. Monod afiade que se puede datar exactamente el momento histérico del descubrimiento de este postula- do: fue cuando Descartes y Galileo formularon el princi- pio de la inercia. No es que antes, desde los griegos, fal- tara raz6n o légica 0 experimentacion u observaci6n, sino que el avance cientifico era imposible sin este prin- cipio de objetividad, que es lo que ha producido todo el desarrollo cientifico de los ultimos tres siglos. Y no se puede prescindir de él «ni siquiera provisionalmente, ° en un ambito limitado, sin salirse de la misma ciencia»- No se puede hacer una excepcién al principio de objeti- vidad para la especie humana. ia a Como digo, esta es una cuestion de principio, de planteamiento inicial, y este libro también pretende 86 LA EVOLUCION DE LAS ESPECiES5 construirse sobre ese pilar, sin apartarse de é] nj «provisionalmente, o en un ambito limitado». ] Pring). pio de objetividad de la naturaleza no admite excepcio. nes porque es un punto de partida. No se llega a él, se empieza con él. Es un @ priori. Como dice Monod: «Pos. tulado puro, por siempre indemostrable, porque eviden- temente es imposible imaginar un experimento que pue- da probar la no existencia de un proyecto, de un fin perseguido, en cualquier parte de la naturaleza.» Pascal Wagner-Egger, junto con otros colegas," han llegado a la conclusi6n de que hay una relacién cogniti- va (mental) entre la teorias conspiratorias (como la del asesinato de Kennedy o la de que el hombre nunca pisé la Luna), el esoterismo, la pseudociencia (mejor llamarla anticiencia) y el pensamiento teleolégico (o finalista). Este tipo de pensamiento, recordemos, consiste en la atribucién de propésito y de una causa final a toda clase de sucesos y cosas, es decir, a los fen6menos naturales y al mundo en su conjunto, incluido el ser humano. Se trata de una manera de pensar caracteristica de la nifiez, es un razonamiento netamente infantil, pero que persiste hasta la edad adulta en forma de creencias e intuiciones. No €s otra cosa, en el fondo, que la busqueda de explica- ciones sencillas, basadas en causas finales, para fenéme- nos que en realidad son muy complejos. S. empre tiene que haber una intencién detras de los acontecimientos, de las cosas que ocurren. Hay que encontrarle sentido a todo. Asi pues, el método cientifico excluye de entrada que la naturaleza tenga fines, pero no nos entrega a cambio al vacio, la nada, o la ignorancia absoluta, porque susti- tuye los fines por leyes, los propésitos por causas. No hay proyecto alguno en el mundo fisico al que pertene- Siquierg EL METODO 87 cemos, no hay una voluntad de que pase esto o lo otro, pero hay leyes de la materia que regulan su funciona- miento. ;Reglas que pueden ser conocidas por la mente del animal humano! La ciencia aspira a entender c6mo funciona el mundo, cuales son esas leyes, y no tiene la menor intencién de darle un sentido (un significado) fi- loséfico o moral. Como decia el gran bidlogo evolutivo americano George C. Williams," imaginemos que el Sol esta ahi para servir al proposito de iluminar la Tierra. Si esa fue- ra su funcién, gpor qué es tan grande y esta tan lejos? Cumpliria igual de bien su mision de hacer posible nues- tra existencia si fuera mas pequeno y estuviera mas cer- ca. Ese disefio seria mas eficiente. La mayor parte de los rayos solares se pierden en el espacio —y no se aprove- chan— porque el Sol es una esfera. Cualquier ingeniero lo habria concebido como un disco luminoso (de una sola cara), mucho mas pequeno y mucho mas cercano. ¢Tampoco hay proposito en los seres vivos? ¢C6mo se explica entonces su asombrosa perfecci6n? 7Es lo mis- mo un planeta que da vueltas alrededor del sol o un trozo de cuarzo, que un anima! o una planta? Se podria pensar que toda la obra de Darwin es un alegato contra la teoria de un inglés anterior a él, Wi- lliam Paley, autor de un libro titulado Natural Theology (1802), en el que defendia la existencia de disefio en el mundo organico. El mejor ejemplo es el del ojo humano, con su asombrosa perfecci6n técnica. Negar que ha sido disenado por un ser inteligente (Dios) seria como si nos encontrasemos un reloj en el camino y, en lugar de pen- sar que lo ha tenido que hacer un relojero sabio, legara- e ha estado siempre ahi, como mos a la conclusi6én de qu c Pero era en la necesidad una piedra, argumentaba Paley- 38 LA EVOLUCION DE LAS ESPECIES de un disefiador en lo que Darwin discrepaba de Pale —y todos los que lo hemos seguido después. y Me parece a mi que Paley es el mayor representante del sentido comun aplicado a los hechos de la naturale. za.5 Su argumento se basa en una analogia, una metdfo- bre todo los animales, parecen ra. Silos organismos, y so maquinas, tienen que tener un autor parecido a nosotros, un ingeniero. Como las criaturas vivientes son mucho mas perfectas que nuestras maquinas (y mas atin que las maquinas de principios del siglo x1), su autor tiene que ser muy superior a nosotros, los seres humanos. Es curioso, sin embargo, c6mo este argumento se vuelve en contra del propio Paley, porque las m Aquinas humanas son, en cierto sentido, mas perfectas que las biolégicas. Me explico. A pesar de sus asombrosas pres- taciones («performances», como dice Monod), cuando se las examina de cerca aparecen muchas chapuzas en la anatomia de los seres vivos, errores absurdos, incom- prensibles, que ningtin ser humano habria jamas cometi- do en un disefio industrial. Es logico, porque un ingenie- ro trabaja sobre un papel o una pantalla de ordenador partiendo de cero. En cambio, las especies logicas proceden de la transformacién de otras anteriores, y €50 se nota. Muy expresivamente, alguien dijo (el francés Francois Jacob, Premio Nobel con Jacques Monod) que la evolucién hace bricolaje.'* Como veremos mas adelan- te, precisamente el ojo humano es un buen ejemplo de disefto chapucero. Monod, en su libro El azar y la necesidad, realiza un interesante experimento mental. Se imagina que, proce- dentes del espacio, nos visitan unos artefactos progra- mados por informaticos extraterrestres que no saben nada de biologia. Uno de estos aparatos descenderia, segtin el EL METODO 89 cuento de Monod, en el bosque de Fontainebleau y exa- minaria dos clases de objetos: casas y pefias. Siguiendo los criterios de regularidad, simplicidad geométrica y repeticion llegaria a la conclusi6n de que las rocas son objetos naturales (porque no hay dos iguales y son total- mente irregulares en la forma, sin patrones) y las casas son objetos artificiales (formas simples, regulares y repe- tidas). Bajando la camara a objetos mas pequefios, se tropezaria con un panal de abejas, y el programa que lleva dentro lo tomaria acertadamente por un objeto que ha tenido que construir alguien. Luego, al estudiar a las abejas y ver que son todas iguales hasta el mas minimo detalle, hasta el ultimo pelo, jllegaria a la conclusién de que se trata de maravillosas maquinas producidas en se- rie y que la industria del planeta Tierra es muy superior a la suya! Regularidad y repeticion son dos caracteristicas de los seres vivos, pero también de las maquinas, asi que gcémo podria distinguir el programa extraterrestre entre lo artificial y lo biolégico? La solucién seria que el arte- facto extraterrestre fuera capaz de investigar no solo el objeto mismo, tal cual es (la abeja, por ejemplo), sino también su origen, historia y modo de construcci6n: cémo se ha formado. En particular, tendria que averi- guar si las fuerzas que lo han creado actuan desde fuera o desde dentro. El panal ha sido producido ejerciendo una accion desde fuera, como en el caso de un vehiculo, de una vivienda, de un hacha de piedra prehist6rica, de la tela de arafia o del dique de un castor, mientras que la abeja ha sido construida por fuerzas morfogenéticas (creadoras de la forma) que actuan desde dentro. La organizacion de la abeja es extremadamente com- pleja, algo que no le pasaria desapercibido a un progra- LA EVOLUCION DE LAS ESPECIES 90 do por un informatico extrate. ién disefia de exploracion I am - ra ma de eara quien «

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