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Helena Calsamiglia Blancafort Amparo Tus6n Valls Las cosas del decir Manual de anilisis del discurso Editorial Ariel {NDICE Presentacion PRIMERA PARTE, CCaniruuo 1. Elandlisis del discurso La naclon de discurso 12. Gas unidades del an UR Diferomes dsc picadas en ela is del diseurso CCaniruco 2. discurso oral ZI. La siacién ee enunciacion 22) 1 conversacioa espontinea 23. Oras practicas dscursvas oraes 24 La adguiscion de competencia oral 25. Aspectospsieosocales dela actividad orat 2.6. Blemicntos no verbales de la oralidad. 261. Los elementos prosemicos 2.62: Las elementos sincsicas 27. Elementos paraverbales dela oraided 271. Lavoe 2721 Las vocalieaciones 28, Caractersticas linguinientextuales del discurso ral ZI. Elnivel fonica, 282) El nivel mociosinetico 2R2 Einieltenice 284 Laorgantaacion textual ydiscursha Cartroio 3. El discurso escrito Bo. La swacion de cnunciacion 32 Las prieticasdisearsivasescritas 33, Laadguisicion de In competenciaescrita 214 Aspcctospsiclogicos ela actividad eseita 34.1 Elproceso de esesiura 3.42! El proceso de lecture 45, Elementos no verbales dea excitura 36, Caractersicaslingistco-textades del discurvo eserio Bo. Elnivel grea 362. El nivel morfesimactico 363. Elnive loxico 36a. La organizacion txtualydiscursva 15 15 a 9 ” 30 2 ” 2 4 ae ” 51 5s 5 56 50 58 st m 5 n *% at a 86 o oF 92 95 8 pice [SEGUNDA PARTE, Cartto 4, Et contexto discursive 111. Aigunas aproximaciones al cancepto de -contentoe 4.TL Elscontextos desde la antropologia 412. Elseontextor desde [a Tingutatica 4.2, El scontentos em la progmnticay en ol anliss del discus 4211." La denis tiposy funciones 43. Las dimensiones del contesto CCaetruto 5, Las personas del diseurso Si. Cainscrpetén dele persona en el texto SILT. La petsons ausente 2. a lnsecipeion del YO 3. Cainsenpeign del TO “4. La referencia lexica de persona: Uno mismo y ef Oo 5. Los papeles de Emisor y Recepior 52. La polifonta voces y dscurso reersdo Carimuto 6. Las relaciones interpersonales, la cortesia y la modaliza: ‘clin 61." Bl contrato comunicaivey los ejes de I relacion inespersonal 6.2, La persona social: necian de imagen 63. Caconesta 64. Laexpresidn dela subjetividad a través de ia modalizacion 641. La modal logics 6:42, La modalidad on el uso linguistico 6413. La expresionlingustica de lt modalidad CxPirut07. Los fines discursives y los procesos dle interpretacién TH. Las finalidades : TLL. Las metas y los productos T2! Was inalidades globales las particulars 72. Los contericos implicits ys interpretacion 12.1 Las presuposicionesy el conocimiento compartido 122. Gainteretonalidad eh los actos de habla 1.23. prineipia de cooperacion y las implicaturas no conven ionsles 7.24, El principio de relevancia 9 pertinencia 73, Latrasgreson de as norras TBE Loe delitos discursives 73.2. (as incomprensiones, los malenterdidasy el humor ‘TERCERA PARTE CCaptTot0 § La textura diseursiva Bil. Lacoherencis SL. “La coherencia pragmatica 8.12. La coherencia de contenid ‘82. La cohesion y suis mecaniamos 82.1 “El mantentnienta del referee: pracedimientos xicos nr Ri no 2a 20 250 8.22. EI mantenimiento del referente: procedimientos gramati- cals 82.3 La progresion iematica 824. Losmarcadoces y los conectores. Cret1010 9, Los xéneros discursivos y las secuencias textuales 9.1. El concept de =género« BALL La tories yf eoria dela Hiteratura 9.12. Las péneros en la teorta bajtniana 9.13. Los estudios de falklorey la etnogratfa dela coosunicacion 8.1. Una propuesia intgradoca para el andiss de los aéneros 9.2. Los tipas de textos 9.2.1.” La linguistica de texto las ipoiogias textuales 92.2. Eleoncepio de secuencla Curteto 10. Los modes de organizacién del discurso Tot. Lararracion 102. La descripetn 103. Laargumentacion 104. La explcacion 105. Eldisloge Caviruto 11. Deer el discurso: los registros y los procedimientos reté ‘cos Tht Beesisvo TLL Ehcanpo’ LLLL2.Eltenor: pessonal, interpersonal y funcional HR, Ebmodo 11.2. Los procedimientos retsricos ITDIT Las figuras de palabras 1122. Las figuras de constrvecion 1123. Las figuras de persammiento 1124. 13s figuras de sentido (eropos) APENDICE. La obtencon y el tratamiento de los datos 1 kos datos orales UL La grabacion 12. La transenpelon 2, Los datos escrton, 3. Elvsatamiento de los datos 4 Elestablecmientode un corms Referencias bibliogratieas 236 240 24s 251 232 252 257 259 260 283 263 265 269 269 29 23 307 318 225 325 a8 na 330 a vit 343 a 3S ast 355 355, 357 366 367 367 a PRESENTACION El interés por el andlisis del discurso no ha hecho mas que crecer en las tiltimas décadas. Bajo este nombre o bajo atras exiquetas como La co municacion orl escrita, Pragnidtica o Lingtifstica del texto, la ateneién al uso linguistico contextualizado se esta implantando de pleno derecho no sélo en los ambitos académicos (escolares y universitarios) sino también fen muchos otros émbjios profesionales en los que el trato personal, la iscusion, la negociacidn © a cortespondencia ocupan un lugar principal. Se emplera a abordar la preparacion seria de profesionales de muchas es- feras de actividad en unas habiidades ~-como hablar y eseribir— de las ‘que en multiples ocasiones depende el éxito o el fracaso de un proyecto, ela transmision de informacion relevante o de las tareas cotidianas pro- pias del ambito en cuestion, Con el deserrollo de los medios de difusién ela palabra, la comunicacién interpersonal se implanta cada vez. mas en tun mundo diverso y desigual. Los riesgos de malentendido, de incom- prensién o de demagogia crecen en la misma medida en que aumenian las posibilidades de contacto entre gentes y grupos que pertenecen a cul- turas 0 subculluras diferentes. Con este libro pretendemos aportar un ins- trumento Gti] para quienes se interesen por descubrir los complejos me- ccanismos que subyacen al uso de la palabra, a los proceses de elabora- con e interpretacion se los enunciados, Creemos que puede servir tanto para quienes cursan estudios universitarios como para el profesarado 0 ppara otros profesionales que tienen en el habla y la eseritura sus instr entos de trabajo y sus vehiculos de expresion. ‘Los manuales hasta ahora existentes dentro del ambito que nos ocupa, co bien se restringen a una perspectiva (andlisis de la conversacion, pragmé: tica, lingoisttea del texto, por ejemplo) o bien recogen slo las aportaciones de un Ambilo geogréfico (Estados Unidos o Europa, principalmente). Este manual supone un esfuerzo por presentar de forma integrada diferentes perspectivas procedentes de diversas escuelas y lugares. Hemos intentado “poner a conversar personas que representan corrientes diferentes pero 2 Ias que les une el empero por lograr un mismo objetivo: explicar el uso lin- guistico contextualizado. Por supuesto, nuestro trabajo tiene unos limites ¥ = seguro— unas limitaciones. Posiblemente, no todas las personas que lo lean estaran de acuerdo con las opciones que hemos tomado; pero como 2 PRESENTACION ‘cualquier obra de este tipo, queda abierta a la critica y a la superacién. La conversacién puede y debe continuar. EI libro esta cngattieady en (res pares, Lat primera const dhe wes Gt pitulos; en cl primero de ellos se presenta de forma somera la nocion de analisis del discurso de la que partimos, las unidades de anélisis, las dis- Ciplinas en que nos hemos basado principalmente asf como el aleance del antdlisis del discurso aplicado a la vida social (capitulo 1). Los otros dos capitulo estan dedicados a la caracterizacién de las dos modalidades de realizacion del discurso: oral (capitulo 2) y escrito (capitulo 3). La segun- da parte est4 estructurada en cuatro capitulos que abordan aspectos fun- damentales del estudio discursive: el contexto feapitulo 4), las personas discursivas y sus relaciones (capttilos $ » 6) y los procesos de manifesta cion de intenciones y de interpretacion (capitulo 7). En la tercera parte se plantean los mecanismos de organizacion discursiva y textual. Asi, en el capitulo 8 se atiende a los procedimientos lingulstico-pragmaticos que faseguran la elaboracion de discursas coherentes y su interpretacidn: el capitulo 9 esti dedicado a la reflexion sobre los conceptos de género, tipo y secuencia; el capitulo 10 pluntea los principales modos de organizacion, del discurso a partir de la estructura secuencial y la funcién sockal de los textos; por uitimo, el capitulo 11 presenta una discusion sobre el concep- {0 de registvo y una revision de los procedimientos reiéricos aplicados al discurso comin. La obra se complementa con un Apéndice en el que se plantea el problema de Ja obiencion de los datos discursivos orales y es- ios y se presentan algunas sugerencis pars observer, recoger ytrtar “Ha sido nuestio empefto que la explicacién tedrica esté, por una parte, avalada por cilas de autores representativos de lo que se expone y, por otra, ‘jemplificada por textos variados en cuanto a procedencia, modalidad y re- bistro. Asi, se verd que aparecen piezas discursivas orales y escritas sobre temas muy diversos. Desde la conversacion esponténea hasta el arviculo de biologia, Ja prensa escrita o la television; el debate politico o el anuncio; el tratado de plantas medicinales 0 el chiste; el relato oral o la gula turistica, ‘Creemos gue la presentacion y la reflexion sobre diferentes manifestaciones discursivas es abso utamente primordial en una obra que se ocupa precisa- mente dol andlisis él discurso. ‘Todas las citas estan en castellano. Si el original estaba eserito en otra lengua pero existia traduccion, hemos recurride a ella; en caso contrario, la traduccion es nues:ra. En las referencias bibliograticas que aparecen al fi nal del volumen se citan Jas obras, como es habitual, consignando la fecha de la primera edicién, pero siempre se pone el titulo y la ediciGn consultada (sea le isin 0 10). Deseamos que esta obra recupere para sf la dignidad sencilla del ma: ual, el libro que ext a mano para iniciar, presentar una panordmica y pro: poreionar un estimulo a quien pretenda una formacién linguistica que Aborde aspecios comnplementarios a Ja descripcion de la lengua que se pue de obtener en las gramaticas. Y también desearos que su lectura afine la pereepcion de los hechos linguisticos, que acentde la curiosidad por la ob- servacién de los usos comunicativos, que favorezca la adquisicion de la PRESENTACION B conciencia de las posibilidades de entendimiento ode desentendimiento in- hherentes ala actuactén linguistics, Para terminar. queremos manifestar que esias piginas no solamente son rato de nuestros destelos. Son herenciny lenen coos de nests ear dante, de niestraspreferenciaslectorss, de colezes, de protesores, de Per Sonas ella bien lo saben-~ que nos han seguido, acompatiado, ayudado, aquerido y «soportador en las jornadas de elaboracion de ese bro. Y ests pginas son también, muy particularmente, muesira del linerario compar. tido de Tas autoras, que, al terminar este trabajo, no saben encontrar men ‘lexicon en fa stan fa calldad y la calde exacta de exa expresion ret roca, laudatora y agradccia, que desearian halle PRIMERA PARTE CapiruLo 1 EL ANALISIS DEL DISCURSO Desrsir el discuso como pric social implica una vlan dain tivevinto ducursvo partie yi stucin, a nsotain ya extocare figura. Ba relactn illic x una elacion ca. Jos deci onesie Instaciones y ie estnicuras sites dan forma a vente dca, poo lambin el etcnto les da forma ela. Dico de tr ‘manera’ el dace es sctlnente consti a como ea sacalmente cone TTtdo contin suetone,objees de conocinseno, denidadersocle y ‘elasiones ene potas y grupos de personas Es consti fano en leh tio de ge ayuda a maniener'y a reprodscir stam quo sca, coro en Sendo de gic comity s ranatormare(Faloughy Woda, 1957238) 1. La nocién de diseurso Hablar de discurso es, ante todo, hablar de 1ma préctica social, de tuna forma de eccién entre las personas que se articula a partir del uso linguistico contextualizado, ya sea oral o escrito, Fl discurso es parte de la vida social y a la ver un instrumento que crea la vida social. Desde el pun- to de vista discursivo, hablar o escribir no es otra cosa que construir pie 2as textuales orientadas a unos fines y que se dan en interdependencia ‘con el contexto (lingiistico, local, coghitive y sociocultural). Nos referi- mos, pues, a cémo las formas lingifsticas se ponen en funcionamiento, para construir formas de comunicacién y de representacién del mundo real o imaginatio—. Ahora bien, los usos lingufsticos son variados. Las personas tienen a su disposicién un repertorio comunicativo, que puede estar formado por una o més lenguas, por diferentes variedades linguisti- ‘cas y por otros instrumentos de comunicacién, La lengua, como materia primera del discurso, ofrece a quienes la usan una serie de opciones (F6- Alcas, grafieas, morfosintécticas y Iéxiees) de entre las cuales hay que cle- gir en el momento de (inter)actuar discursivariente, Esa eleccidn, sujeta ‘9 no a un control consciente, se realiza de acuerdo con unos parémetros, contextuales que incluyen la situacién, los propésitos de quien la realiza y Jas caracteristicas de los destinatarios, entre otros, Estos parametros son de tipo cognitivo y sociocultural, son dinémicos y pueden estar sujetos a revision, negociacién y cambio. 16 Las cOsAs DEL DECIR Como practica social que es, el discurso es complejo y heterogéneo, pero no eabtico, Complejo, en cuanto a los diversos modos de organizacion en que puede manifestarse; también, en cuanto a los diversos niveles que fehtiat Gn su constiuceicn —desde han forinas Tig hasta los elementos contextuales extralinguisticos o histérico-culturales—; complejo, asimismo, en cuanto a las modalidades en que se concreta —oral, eserita 0 iconoverbal— La heterogeneidad Iinguistico-discursiva no sélo no es caética, sino que esté regulada, més alls del plano gramatieal, por una serie de normas, reglas, principies 0 maxinns de caracter textual y sociocultural que orienta alas personas en la tarea de construir piezas discursivas coherentes y apro- piadas a cada ocasion de somunicacién, Comunicacién que se entiende, no tanto como un simple y meciinico proceso de transmision de informacion entre dos polos, sino como un proceso interactivo mucho més complejo que incluye la continua intergretacion de intenciones expresadas verbal y no verbalmente, de forma directa 0 velada, Esto implica tomar en consideracién a las personas que usan esas for- mas, y que tienen una ideologia, una visién del mundo, asf como unas in- tenciones, metas o finalidades concretas en cada situacion; unas personas ‘que despliegan estraiegins encaminadas a la consecucidn de e308 fives Como miembros de grupos socioculturales, los usuarios de las lenguas for man parce de la compleje red de relaciones de poder y de solidaridad, de dominacion y de resistencia, que configuran las estructuras sociales, siem pre en tensién entre Ja igualdad y la desigualdad, Ja identidad y la diferen: ‘ia. Las identidades sociakes de las personas —complejas, variadas e incluso contradictorias— se consiruyen, se mantienen y se cambian a través de los usos discursivos. Porque es en ellos donde se activan y se materializan esas caras que se eligen para ceda ocasién. “Todos los ambltos de la vida social, tanto los pablicos como los priva dos, generan précticas discursivas que, a la vez, los hacen posible. La vida académica, la sanidad, las relaciones laborales, los medios de comunica ion de masas, la vida familiar, la justicia, el comercio, la administracion, por poner sdlo algunos eemplas, son ambitas que dilicilmente se pueden Imaginar sin el uso de la palabra: la conversacién, el libro, la instancia, la receta, el prospecto, la entrevista, las negociaciones, la conlerencia, el exa- men, dl juicio, las facturas, las transacciones comerciales. ‘Asi pues, abordar un tema como el discurso significa adentrarse en el entramado de las relaciores sociales, de las identidades y de los conflicts, intentar entender como so expresan los diferentes grupos culturales en un. ‘momento histrico, con unas caracteristicas socioculturales determinadas. Entender, en fin, esa conversacion que arranca desde los inicios de la hu- manidad y que va desarrcllandose a través de los tiempos, dejando huellas de dialogicidad en todas las manifestaciones discursivas, desde las mas es: pontineas y menos elaboradas hasta las formas monologales, monogestio~ nnadas y mas elaboradas El material linguistic se pone pues al servicio de la construceién de la vida social, de forma variada y compleja, en combinacién con otros Cactores ‘coma los gestos, en el discurso oral, o los elementos iconogréficos en la es EL ANALISIS DEL ISCURSO 7 critura; los elementos cognitives, sociales y linglisticos se articulan en la formacion del discurso. Las lenguas viven en el discurso y a través de él. Y el discurso —los discursos— nos convierten en seres sociales y nos caracte Fizan como tales, 1.2. Las unidades de andlisis Uno de los aspectos que caracterizan los estudios discursivos es que se toman como objeto de anilisis datos empiricos, ya que se parte del princi- pio de que el uso linguistico se da en un contexlo, es parte del contexto y trea contexto, Por ello es fundamental obtener los datos que se van a anal zar en su entorno «naturale de aparicin: un editorial, en un periédico de Una orientacién determinada; un informe clinico, en un hospital; una exph cacién, en un libro de texto; una clase expositiva, en un aula; un interroga- torio, en un juicio; un articulo, en una revista de unas caracteristicas con: ‘Tener en cuenta el contexto exige observar el marco en el que se elabo- ran y se manifiestan las piezas discursivas. De entre los métodos, técnicas y procedimientos de observacion para recoger, describir y analizar el discur- So destacan los gue proporcionan disciplinas como la antropologia o las di ferentes orientaciones que se pueden asociar con la socialogia de la interac- ‘ion (la ebservacién participante, las historias de vida, las grabaciones, fos diarios de campo, las entrevistas, las discusiones de grupo, entre otros): dis, ciplinas, todas ellas, implicadas en entender las practicas socioculturales ‘como conglomerados complejos de clementos de diversa indole pero que se presentan estrechamente interrelacionados. Fl detalle del andlisis estricta: mente linguistico se pone ast al servicio de la comiprensién de fenémenos ‘en Jos que los uses lingulsticos se imbrican y entrelazan con otras activida- des de las que también hay que dar cuenta, En lo que se refiere a los aspectos mas conctetos de! estudio discursivo, cs evidente que para abordarlo es necesario establecer unas unidades que permitan ordenar el andlisis, La unidad basiea es el enuiciado entendido coma el producto conereto y tangible de un proceso de enunciacidn realizado por un Enuiciador y destinado a un Enunciatario. Este enunciado puede te- rer 6 no la forma de una oracion. Un intercambio posible en el que wna per- sona dice a otra: «¢Quieres comer conmigo’ vla otra responde: «Si, pero més tardes, nos permite comprender que la expresion formada por la se ‘cuencia de cuatro elementos linguisticos, «si» + «pero» + «mds» + stardes, que no responde al modelo oracional, tesponde al modelo de enunciado como unidad minima de comunicacion. También nos permite comprender que el enunciado emitido no es posible entenderlo si no tenemos en cuenta el -contexto en que se emite, que en este caso viene determinado por el enuncia- ‘do anterior y por el escenario en que este intercamblo tiene lugar. Los enunciados se combinan entre s{ para formar textos, orales 0 escri- tos. Fl texto, asf, esta constituido por elementos verbales combinados, que forman una unidad comunicativa, intencional y completa, La particulari ‘dad del andlisis discursivo reside en un principio general que asigna sentido 8 LAS cosas DEL DECIR al texto teniendo en cuenta los Factores del contexto cognitive y social que, sin gue esién necesariamente verbalizades, orientan, sitian y determinan su significacion. Los textes pueden ser muy breves o muy extensos: cons! deramos texto tanto «Se vende piso», como una caria personal, una conver sicién amistosa, un articulo de periédico, una sentencia judicial 0 un trata do de geologia Todo texto debe ser entendide como un hecho (acontecimiento o even fo) comunicarivo que se da en el transcurso de un devenir espacio-temporal Por eso partimos de considerar que la unidad fundamental del andlisis se hra de basar en la deseripei6n del hecho comunicativo, como un tipo de in teraccién que integra lo verbal y lo no verbal en una situacién sociocultu- ralmente definida. El conjunto de elementos que intervienen en cualquier acontecimiento o evento comunicativ lo organizs Hymes (1972) en lo que se conoce como el modelo SPEAKING, haciendo alusin al acréstico que se forma con las iniciales de los ocho componentes en inglés: Situation, Parti- cipants, Ends, Act sequences, Key, Insirumentalities, Norms y Genre (situa: con, participantes, finalidades, secuencia de actos, clave, instrumentos, normas y género). Lo que define al evento es que es imprescindible el uso de la palabra para que se realice y, también, que se suele asociar a un tiempo y a un espa: ‘io apropiados o que se pueden constituir como tales al celebrarse en ellos tal acontecimiento. Ademas, para cada hecho comunicativo quienes partic pan en él se supone que lo hacen a partir de unos estatus y papeles caracte- Fisticos, utilizan istramentos verbales y no verbales apropiados y actdan en el tono o clave también apropiados para los fines que pretenden, respe- tan unas nonnas de interaccion que regulan como se toma la palabra, si se puede interrumpir o no, etc., y unas nornas de interpreiacién que les gulan ‘la hora de dar sentido a lo que se dice aunque sea de forma indirect2 0 implicita, normas que, desde luego, se pueden transgredir 0 aplicar de for- ma equivecada, dando lugar 2 malentendidos o a equivocos ~-deseados 0 1no—. Este conjunto de componenties no se dispone arbitrariamente en cada ‘ocasin sino que 2 través de las précticas sociales se va constituyendo en gé rneros idemtificables por unas pautas y unas convenciones que les hablantes siguen segin el evento comunicativo de que se trate. Bjemplos de géneros son la conferencia, el sermén, la entrevista radiof6nica o el debate televisivo (Gobre los componentes del hecho, acontecimiento 0 evento comunicativo, puede consuliarse Tusén, 1991, 1995). ‘Si bien un texto proporciona un material valioso para la interpretacion el significado en la comunicacién, ese material, para ser interpretado cabal mente necesita la contribucion de los elementos aportados por el contexto, Los elementos gramaticales se contemplan como marcadores « indicadores ‘que, en su presencia o en su ausencia, orientan el discurso en sus maltiples facetas, de modo que, en su conjunto, el texto se puede considerar como un hhaz de insirucciones dadas por e) Enuineiador a su Destinatario, Los elemen- tos del contexto, tanto si pertenecen a otros cédiges semiticos como si per lenecen a sobreentendidos « impltcitos, constituyen el fondo de interpreta- cin de los elementos verbales, a travis de las pisias ¢ indicios aportados por los propios hablantes y que contribujen a consttuir el contexto adecuado. EL ANALISIS BEL. DISCURSO 19 Dada la complefidad de un texto, se puede abordar desde el punto de vista global o local. La perspectiva global tiene en cuenta la unidad comuni- Cativa et su cor junto, su exacts, su contenidy general, su anclaje pray matico. La persgectiva local tiene en cuenta los elementos linguisticos que To constituyen, la forma de los enunciados, las relaciones establecidas entre ellos para formar secuencias. Tanto las unidades macrotextuales como las ‘microtextuales son interdependientes EI recorrido del andlisis que proponemos se inicia en la vision de la uunidad discursiva en su globalidad, Esta unidad se organiza en diferentes niveles, planos 0 médulos, fundamentalmente los del contenido tematico, los del tipo de estructuracién, los derivados de la posicion de los interlocu- {ores ante si mismos y ante los enunciados que se intercambian, En defini- tiva, la complejidad que presenta cualquier pieza discursiva tiene que abor- darse descubriendo en ella las unidades que constituyen sus diversas di- mensiones (mndcios para Roule, planos para Adam y niveles para Viehwe- ger, por ejemple) que permiten su descripeién y su posterior andlisis de for- ‘ma ordenada y sistematica. 13 is del discurso ferentes disciplinas implicadas en el anil EI hecho lingtistico se ha convertido en un tema de gran interés para muchas disciplinas que se sitdan dentro del ambito de las llamadas ciencias Ihumanas y sociales. Crystal (1987; 412), por ejemplo, ofrece una lista de ‘quince «campos interdisciplinaress en los que los saberes linguisticos se Uiculan con los de otras disciplinas. En las paginas que siguen presentare- mos de forma b:eve aquellas perpectivas que, de forma mas clara, orientan los enfoques adoptados en esta obra (para una presentacion mds detallada, véase Tusén, 19966). Desde prinsipios del siglo xx, la antropologia lingitistica (Durant, 1997) se ha interesacio muy especialmente por la relacién entre lengua, pen samiento y cultura. Lo que desde esta posicion se plantea es que existe una cestrecha interdependencia entre las lenguas y los miembros de los grupos cculturales que las hablan. Asi, por ejemplo, lo demuestran los recientes es- tudios sobre las estrategias discursivas de cortesfa utilizadas, al parecer, en todas las culturas pero de manera especifica en cada una. Podriamos det {que la antropolegia pone el acento en la diferencia, en la diversidad, mien- tras que hay otras disciplinas que ponen el acento en lo comdin y universal La etmogratia de la comunicacién —corriente antropologica que empieea a desarrollarse : mediados de los aftos sesenta— (Gumperz y Hymes, 1964, 1972) plantea que la competencia linguistica 2c he de entender come una parte del conjunto de conocimientos y habilidades que componen la compe: Tencia comunicativa, a su vez parte de la competencia cultural. Esta perspectiva exige plantearse la diversidad, la heterogeneidad in- twinseca de las comunidades de habla, tanto en lo que se refiere a aspectos sociales como a aspectas linguistico-comunicatives. Descubrir las normas de carscter sociolinguistic que subyacen a esa diversidad es una de las {areas de esta disciplina. Ast pues, lo que caracteriza, o cohesiona, a un gru 20 LAs cOSAS DEL DECIR po humano es el hecho de compartir un repertorio verbal y comunicativo y Lunot pairones o hbitor de uso de ete repertorio, que ox variado y hetoroge- neo. La cohesion existe cuando se establecen redes de comunicacian telat vamente estables y estrechas entre las personas. Esta visién de la sociedad Centra su atencién en la interaccion comunicativa entendida como el lugar ‘2 partir del cual se puede entender la realidad sociocultural de los erupos humanos, organizacion que se puede observar a través de los eventos 0 ‘acontecimientos connuricativos (véase 1.2) en torno a jos cuales se estructu ray se desarvolla la vida social de la comunidad Ta sociologia, a partir la década de los cincuenta, se interesa por com- render la realidad social desde una perspectiva micro» a partir de la ob- servacién, la descripcién yel andlisis de las acciones que llevan a cabo las personas en sus quehaceres cotidianos, El interaccionismo simbélico es tuna de las corrientes de la «microsociologia» que situa en primer plano el papel que desemponan las interacciones en la vida social. Goffman (1971) plantea que hasta las conversaciones més informales pueden verse como ri- luales a través de los cuales nos presentamos a nosotros mismos, negocia ‘mos nuestra imagen y Ia de las personas con quienes interaccionamos, asi ‘como negociamos el sentido y el propésito de nuestras palabras y acciones. Propone tin dable nivel de analisis: el primer nivel o nivel sistemico se act paria del estudio de Ia organizacién, que se lleva a cabo, basicamente, a tra vés dela gestion de los turnos de palabra; el segundo nivel se refiere espect- Ficamente a los ros de la interaccion que son un refiejo de las relaciones so- ciales. Las aportaciones de Goftman sobre la interaccion —y, especialmente las nociones de simagens, «negociaciéns, «movimiento>, «rituals, entre otras han tenido un grar aicance y estan en la base de muchas de las ac- tuales propuestas del andlisis del discurso. La etnometodologia parte de la constatacion de que los seres huma: nos participan de forma regular en maltiples circunstancias que poseen tuna estructura compleja y slaborada que requicre toda una serie de conoct- :mientos previos y que pone en funcionamiento «un bagaje de expectativas como un esquema para la interpretacione de lo obvio, de lo que «se ve pero no se nota» (Garfinkel, 1954: 2). Las personas participan utlizando mezo- dos que dan sentido a las diferentes acuvidades que realizan. Desde esta perspectiva se plantea quc la realidad social se construye, se (re}crea, se ‘manticne y se cambia a través de las interacciones en que las personas se Jnvolucran en el dia a dia. €l insirumento privilegiado que las personas ut lian para dar sentido a una situacién es, precisamente, el lenguaje y suis lusos en la interaccién, De esta manera, los einometodsiogos iniciardm un fructifero estudio de las intracciones que se producen en hospitales, juzga- dos, etc, para acabar dandose cuenta de que cualquier conversacion, por inocua que parezca, resulta un objeto de andlisis interesantisimo para des- ccubrir la construceidn social del sentido. El anallisis de Ia conversacién es el nombre con el que se conoce la propuests, claramente derivada de la etnometodologia, que ha centrado st atencign en } estudio de la conversacién cotidiana, no planificada, ni forientada a un fin establecido y negociado previamente por sus participan- tes. El objetivo fundamental del andlisis de Ja conversacion consiste en des- EL ANALIIS DEL DiscURSO a ccubrir Ja estructura del habla en funcionamlento, entendida como una ac- cidn social que se construye de forma coordinada entre quienes participan en ella. Si algo aparece como una constante en el estudio de las conversa- clones es el hecho de que hay alternancia de turnos de palabra, Los ana- listas de la conversacion (Sacks, Schegloff y Jefferson, 1974; Sinclair y Coulthard, 1975; Roulet, 1985; Kerbrat-Orecchioni, 1990, 1992, 1994) se plantean como un objetivo fundamental descubrir de qué manera los tur- nos de palabra se constituyen y se articulan como la base organizativa de Jas conversaciones. Una de las ventajas que presenta el estudio de los tur- ros de palabra resulta ser el hecho de que el sistema de tumos no depende del contexto puesto que se da siempre pero, a a ver, resulta extraordinaria~ mente sensible a él, por lo que, al mismo Uempo, es un hecho de carscter abstracto —précticamente un universal— y permite un alto nivel de par ‘cularizacion en su estudio local, situado, 1a sociolingtifstica interaceional recoge las aportaciones de Ia etno- grafia de la comunicacion y procura integrar en una misma propuesta otras portaciones pracedentes de las perspectivas microsociolégicas a las que hos acabamos de referir (interaccionismo simbélico, etnometodologia y anlisis de la conversacion) junto a los interesantes hallagos tealizados en fl campo de la pragmatica filosofica, la psicologia social o la ciencia cogni tiva. Al mismo tiempo, se propone la farea de relacionar Jos andlisis de upo cualitativo e intensivo con una teorfa social dentro de la cual esos micro- anilisis obtengan una dimension de mayor alcance. Para ello se recurre a las aporiaciones de pensadores como Bourdieu 0 Foucault, por ejemplo. Del primero adopia sus concepciones sobre la diferencia, el mercado linguts- 1ico (Bourdieu, 1982) 0 el concepto de habitus (Bourdieu, 1990); del segun- do interesan, sobre todo, sus ideas sobre poder y dominacién (Foucaule, 1984) y su particular manera de acercarse a la reconstruccién del pensa~ miemto y de las creencias de una época a través de los diseursos que los han creado (Foucault, 1968). ‘Asi como los analisas de la conversacién se interesan bdsicamente por deseribir la mecénica interlocutiva de cualquier interaccién, quienes pai cipan del proyecto de la sociolingafstica interaccional utilizan los ins ‘mentos de las diferentes corrientes ya citadas para realizar un andl profundidad que les permita trascender los propios datos para contribuir a Ia elaboracién de una teoria social basada en ese tipo de analisis empirico y situado, pero que pueda explicar, desde un punto de vista social, los com. portamientos comunicativos, los valores, los supuestos y los conflicios que se producen entre quienes participan en una interaccion. ‘Conceptos clave de la sociolingutstica interaccional son los de inferen- cia conversacional, ast como los de indicias y conventciones contextualizado- ras (Gumperz, 1982). En general, este enfogue se ha utilizado para analizar Jas interacciones que se producen en todos aquellos ambitos de la vide so- cial en que quienes participan en los encuentros interactivos mantienen en- tre si una relacién desigual, ya sea porque pertenecen claramente a dos cul- {uras o porque, aun participando de lo que en términos globales puede con- siderarse una misma cultura, pertenecen a diferentes grupos sociocultura- les y, por lo tanto, tienen sistemas (0, si se quiere, subsistemas) de valores y 2 LAScosas DEL DECIR dd visiones del mundo que les hace comportarse de forma diferente a la hora de realizar procesos de inferencia para la interpretacién de todo lo que sucede en las interacciones en las que participan, En el Ambito de la psicolingtistica, a partir de los anos ochenta, el reciente conocimiento de autores como Luria y Vigotsky pone el acento en el papel de la interaceion comunicativa enire los individuos como el motor principal de la adquisicion y el desarrollo de la lengua. Esia vision sobre la Importancia de la participacién activa en intercambios comunicativos va rados para el desarrollo de las capacidades linguisticas conecta claramente con las perspectivas sociolinguisticas, etnograficas y pragmaticas de las que fratamos en este capftulo, Parece claro que, aun aceptando la realidad inna ‘a del lenguaje, esa capacidad propia de la especie humana no se decarrolla sing se vive en sociedad. En efecio, es ya una obviedad decir que Is compe Lencia lingastica no screce solas, sino que necesita de las relaciones inter- personales para crecer, Asi pues, asistimos hay a un mayor «dialogox entre las corrientes més interactivistas y aquellas que ponen mas el acento en los aspectos cognitives, La ciencia cognitiva ha aportado conceptos muy pro~ ductivos como los de marcos, guiones, esquemas o planes. que permiten en lender y analizar cémo articula la mente el conocimiento y lo pone en fun- ionamiento para Ia actuacién y la comprensién de jos eventos en que las personas se desenvuelven. Desde sus origenes, el pensamiento filoséfico se ha preocupado del lenguaje y del papel que esta capacidad o mecanismo ocupa y desempena cen la vida de los Seres humanos. El origen ded lengua, su relacién con el ppensamiento, la manera en que las palabras yermiten o dificultan el acceso las ideas ya su expresion son alguncs de los temas que, de forma recu- rete, han io aareciendo a oreo def historia del pensanento Gos fico occidental Witigenstein (1953) argument6 sobre la importancia del uso pablico- dl lenguaje para la constitucién de! significado. Para él, no existe siznilica- ddo fuera de ese uso verbal pablice, cotidiano v ordinario. No existe, pues, ‘un «espacio interior» donde el significado se crea para ser luego «material ‘ador a través de Jas palabras; toda significacidn se constmuye a través de Jas enuinciaciones producidas con y a través del lenguaje en los espacios po- blicos de la expresion. «El lenguaje ordinario esta complecamente 21 orden, afirmard este autor contt2 aquellos que proclaman la falta de interés que presenta el estudio de los usos lingllsticos cotidianos porque consideran Que son caéticas y, con Lrecuencia sin sentido, Wittgenstein mantiene que Thablar una lengua consiste en participar activamente de una serie de for- mas de vida quc existen gracias al uso del lenguaje. ‘Mas 0 menos por la misma época Austin (1962) formularé su teoria de los actos de habla — posteriormente desarrollada por Searle (véanse, a ‘modo de ejemplo, sus trabajos de 1964, 1969 y 1975). Los plantcamientos de Austin son uno de los fundamentos principales de lo que hoy se conoce ‘como pragmatica, Desde esta teoria se considera que hablar es hacer y que cada enunciado emivido pose un significado literal 0 proposicional, una di- ‘mension intencional y una dimension que repercute en la audiencla. Esta distincidn entre lo que se dice, la intencién con que se dice, y et efecto que EL aNAUSIS DEL DISCURSO 23 to que se dice con ess intencién causa en quien rece el enunciado sera crucial, ya que sitds el proceso de interpretacién de intenciones en el marco de la conversacion y, como consecuencia, se incorporan factores sociales ¥ ‘cognitivos al estudio de los enunciados, que pueden adoptar formas mas 0 menos ditcctasy més o menos convencionales para expresar un determina Soccontenide. La teoria del prineipio de cooperacién (Grice 1975) pretende ofrecer una explicacin ala manera en que se producen cieto tipo de inferencias “las implicaruras— basadas en formas de enunciados corencionales 0 no quette iba a ena po eniane bat pcan sbpicaalo Vey inege el domingo pase estaba ah yr dijo nad ly hg el doing e digo iin y digo que: qua dio la yay ls Rosa dao qu ana poner Mer! {goevar a pone un auiesellp rtd come ih bomen jumin((@1«. > 4m eS yaice padre and Minos WV fo? esi fae? he mario ue e dice Ver bueno sumo de > fue i aro tu rao elque emp fe 272) tu mara que die al papa fa y dice jose Povuoth yy asda de ira rma a9 8a cic hore me ha “ich queso dsj ral het eno va tuya dice TANBA pla mista dicho Slomihmo que sino wase.>r oats V— plas a queso nol dee que ne deah 16 aa sya ins ae Suhiron an cae lads Vi L(( Ams ene ena ste: ¥ noo qué ny no exes} Mas tienen en ia enenengans> anda ite dicen que yo no dejor A yluegoe no como fue gue igo que Barns! que fama Toeineo da a nasi (esas) Ma toata sul ice jay porque cmperd a dct puc cuir dias vas aiealglasio esay yom iba Yn Caro yo no queria deste pastel pero lla na: m= que atrnils ¥ ston Ma ay yo ms mirsbam Vi ec quttaley gut hae 1 a Sef Ty que vale y que Ile que ha iy hay inal vay die pu hue ‘maa he ps de to 022) ye eueh? ye ena tes mi noe Yice! POZUELO! Visas [Monel sv mario ota vee! Pru at ha: enters ques Vote enerao?- que van cinco daly gue pagan ir mil movecientn:? Vo Sfai tyes nea sl nein’ Unsaclo Mun uals tenems com un mohqueallyentne_poes como se maqueaon do tng por ualao ate por oto wey yle digo a Gala digo Gali le que al eregalan a peanca IM eitoncs waa Gala ya yedic: oye Pozulo yu go ue’ ala pstanea? 1 — pa gory user sh Somes na "yo juego lok dorings yaa elite sce eso entra! que juga: uate se fra) Vo fe) do a peseas cada da) Toca Jy! y cents das vais gras? FL DISCURSO ORAL 39 60. Ha dos ami peseas cade dia G1, V sane bueno sol mel bade y nie domingo &. ouuntosuma alm RP (sss) sepa padre wi lo queet_un caientbraguetas oe sesh 5. Vesa] Cah ye oc a moray no eos ue maque ahi ya sas) $6) M—toer Hun catenabrapicta~ gue none ma mse que calenat yl ovo anda que oo GF. tambien! hquelsh hombe Taunus no engams raze enemo que elender no 8 G8 hte BV ean cue: 30. Mo uno ae estaba all en 7 pabnoe!pasonodelae Imari dela de la= que venta queria aerguae cudnt ns tba asin 2B. gle itenansh mgs el 74, V" fo'yo magena le doy oto tage mafana como vy refungando a eso gue 1S, tedigayeracnode mica ce ranale ign O™) low coma yoweaya 2o. donde ae ra donde tengo yo ae endo is vergen 78. Heo! huey exam apantes 3. Viana (corpus CAD, recogido por J. Pajueloy J. Franco, 1997) 23. Otras pricticas discursivas orales ‘Ademés de la conversacién esponténea, la modalidad oral de la lengua ‘es el material bésico con que se construyen otras muchas précticas discur- Sivas que permiten el funcionamiento de la vida soctal sas otras précticas, de las que proponemos a continuaclén un listado a modo de ejemplo, pueden caracterizarse por la utlizacién de registros di- ferentes (véase el capitulo 11) que producen desde un discurso oral infor- ‘mal hasta un discurso oral formal. Asimismo, las relaciones que se crean a través de esas pricticas discursivas orales pueden ser simétricas 0 asiméu ‘cas, distantes o fntimas, improvisadlas 0 elaboradas, con apoyo de otros c nales (el escrito, por ejemplo), ete de person entrevista conterencia ‘consulta (médica, ah oh feaneareln eameceial Wanda, ats elaee ui, tax.) debate itn teria Sermo mesa redonda presentaciéa (ponencia, comunicacién) coloauio Seclaracion ‘examen oral aiscurso 40 as costs DEL DECIR En las llamadas sociedades democriticas, un debate politico, por iomplo teloviendo y emitigo en directo, entre los candidates que repre Sentan las diferentes opciones ante unas elecciones suele (ener unas »r2- tas del juego» bastante rigidas, lo cual no quiere decir que, como en cualquier otro juego, alguies actiie mal o intente —y tal vez consiga— ha- cer trampa. Habituaimente antes de que se produzca el debate en si, se negocia una serie de circurstancias: la distribueién en el espacio (dénde estara cada persona, incluica quien modera, dénde estardn las camaras y qué movimientos haran, ete), la organizacion del tempo (quien comien- 2a y quién termina, cuanto liempo tiene cada persona para hablar), el or den de los turnos, los temas sobre los que se discutirs, la actuacién del ‘moderador (euéndo y por qué podré interrumpir, cuando y como cambia- ra de tema), las indicaciones «fuera de camara» que se haré a los partici panies para indicar aspectos diversos (corte para publicidad, necesidad de cambiar de tone o de tema, por ejemplo); a veces, incluso se negocia cl color de los vestidos que llevara cada representante, etc, tc ‘Ahora bien, una ver él debate esta en antena, lo imprevisto siempre puede suceder, como en cualquier otro intercambio «plurigestionad (recordemos que la imprevisibilidad es una de las earacteristicas fun rmentales de la modalidad oral): risas 0 muecas mientras otro habla, inte- rrupciones, intentos de ocupar el espacio y el tiempo discursivo mas allt de lo pactado, insultos, provacaciones de todo tipo, efectos sorpresa... En principio, se Supone que a quien modera se le reconoce la autoridad de ‘organizar los aspectos interlocutivos del debate y que se espera que los candidatos se comporten de un modo respetuoso respecte a sus contrin- cantes en la arena piiblica; sin embargo, existe un margen de creatividad mucho mayor de Io que se podria Imaginar, ya que cada persona de las que participan en el debate debe consiruir su imagen y su mensaje par- ticular discursivamente, a través del uso que hace de los recursos verba- les y no verbales que tiene a su aleance, seleccionando formas lexicas Construcciones sintdeticas, creando, en fin, un estilo que corresponda a lo ue desea transmitir a sus posibles electores, un estilo mas 0 menos agre- Sivo, mas 0 menos populista, mis 6 menos respetuoso con unos W oteos, Y por muy preparado que cada contrincante lleve su mensaje y la forma en Que quiere presentarlo, Ia propia dinamica del debate puede provocar ‘cambios en la actitud, en el tono, en el grado de respeto alas areglas» y al ‘marco en general que se ha pactado previamente. Es interesante observar {que esos debates suelen ser, posteriormente, objeto de comentarios y eri- ticas en términos bélicos o pugilisticos: X ha asestado wn duro golpe a Y, Z tno pudo resisit ef araque de W, etc. En definitiva, si bien este tipo de inte- raccidn «de persona a persona» esta bastante alejado de la conversacién espontinea desde muchos funtos de vista, no deja de compartir con ella esos aspectos de creacicn sobre la marcha, de improvisacion, de malen tendilo, de transgresion de las normas, de negociacién 0 de provecacicn de conflicto a que estan sujetos, casi indefectiblemente, los inlercambios frales cara a cara, En cuanto a las practicas discursivas orales en las que una sola per sona abla ante una audiencia, las cosas son, on parte al menos, bastante EL DISCURSO ORAL, 4 diferentes. Nos encontramos ante eventos comunicativos basicamente smonogestionadose, en los que la persona que habla tiene, en principi tun mayor contiol sobre lo gue dice y sobre vémo lo dice. En una conte rencia, por ejemplo, la unica persona que tiene el derecho —y el deber— de hablar es quien pronuncia Ia conferencia. Ha preparado el tema con tiempo, se supone que lo conoce bien, ha podido organizar la exposicién de forma planificada y teniendo en cuenta el tiempo de que dispone y el tipo de espacio donde el evento se va a producir, ha podido seleccionar la manera de plantear aquello de lo gue va a hablar teniendo en cuenta a la audiencia a quisn ests destinado, puede apoyarse en un texto escrito para seguirlo mas o menos fielmente, etc. Aun asf, no por el hecho de que se trate de un evento monogestionado, una conferencia deja de ser interaci- va. La audiencia maniliesta con gestos, miradas u otros procedimientos que van del eplauso al pitido, de la sonrisa al bostezo, de expresiones de admiracién al pataleo— sus reacciones ante lo que va oyendo, y esas ‘manifestaciones afectan, sin duda, al conferenclante. Una persona exper- ta en estas lides sabe que debe permanecer atenta a las minimas reaccio. rnes de su audiexcia y tener la capacidad y la flexibilidad de dat un giro, si lo considera nezesario, a su discurso: aportar ejemplos si ve que no se le entiende, camb ar hacia un tono mas coloquial si ve que aburre, extender se en algiin aspecto si nota que ha despertado un interés especial, etc, et- cetera, Lo que resulta evidente es que los grupos humanos se articulan en tor- no a una serie de stextos» que se producen en los diferentes imbitos de la vida social y que existen gracias, precisamente, a esas practicas discursivas ‘Veames el siguience cuadro a modo de ejemplo: ‘Pesci dicurias ‘administrative Interacciones en las ventanilias Jirica Inerrogatorios,juleios religioso seemones,rezoscoletivos, c€nlicos, confesiin palitico rallies, arengas, dees, reuniones, congresos periodietica nolicarios, reportajes,enievisine tera. Fepresentaciones teatrales, canciones, cuentos entice comunicacidn, ponenci, confersnela medica Visita médica, reunion cinies seadémico teudmenes orales, clases, defensa de esis instituciones y organizaciones _reuniones, cursos de formacion publicitario ‘esloganes, anuncios Como veremos en el capitulo 3, también la escritura esté presente en 6505 dmbitos er las culturas que utilizan el eédigo escrito, 42 Las cosas DEL DECIR 24. La adquisici6n de la competencia oral A diferencia de lo que ocurre con el cédigo escrito, el habla no requiere: de un aprendizaje formal, se «aprende» a hablar como parte del proceso de socializacién. Las personas, desde la infancia, estan expuesias a situaciones de comunicacién diferentes, participan de forma mas 0 menos activa en di- Ferentes eventos y van recihiende snormase explicitas por parte de los adul- tos que las rodean, ‘Witigenstein (1953) mantiene que hablar una lengua consiste en participar activamente de una serie de formas de vida que exisien gra cias al uso del lenguaje, Para él, como consecuencia, aprender una len: gua no es otra cosa que apropiarse de una serie de conjuntos de reglas {que nos permiten llevar s cabo diferentes juegos de lenguaje. Aprende- ‘mos como se compra y se vende, cémo se regatta, como se pide perdén, cémo se ofrece, cémo se rechaza, cémo se halaga, cémo se muestra me: destia, lc La expresion «juego de lenguaje» debe poner de relieve aqul gue hablar el Jenguaje frzna parte de una actividad o de una forma de vids. “Ten sla visa Ia wulipicidad de juegos de Tengu en estos ejemplos y ‘Dar ordcnes y actar sigulendo érdenes— escribir un obicl» por su aparincia © por sus medidas— Talc un alee de acuerdo con un descrip ibjoy— Relatar un suceso— Hacer conjeturas sobre el suceso— Formar y comprobar una hipotsis— Presentar ls resilados de un experimento mediante tablas y diagramas— Inventar una historia y leerla— ‘Actuar en teatto— Cantera coro ‘Adivinar seers Hacer un ehise:eontarlo— Resolver un problema de aitmetica apicada— ‘Traducir de un lerguaje 2 o1ro— Suplicar, agradecer, maldecr, saludar, rear tr ‘rdeoar, pregunar, relaar, charlar pertenceon a nuesiea historia natural tanto como andar, come, beber, jugar (Wittgenstein, 1953: 39-0 y 3). YY como mejor se aprenden los juegos es, precisamente, jugando, parti ctpando en ellos de forma activa, Hablar, usar una lengua, es aqueilo que ros permite participar en la vida social y, a la ve2, construirla. El concepto de competencia comunicativa, nacido en el seno de Ia et- nograffa de la comunicacién, intenta, precisamente, dar cuenta de todos los elementos verbales no verbales que requiere la comunicacién humana, as ‘como la forma apropiada de usarios en situaciones diversas. Veamos algu- nas definiciones de este cencepto. Para Gumperz y Hymes (1972), Ia xeom- petencia comunicativas es EL DISCURSO ORAL 3 aquillo que un hablante necesita saber para comunicarse de manera elicaz en ontexios socialmente signifiantes.Aligual quo el termino de Chomsky que se toma camo made, Ia cempeteneia camunicaton xe refine a Basia para actuar, Se preende distinguit entte lo que el hablante conoce ~casles son sus Capacidades-y emo acta en inslancias particulares, Sin embargo, mientras fos estudiosos dela competencialingUistcaintentan explicar aquellos aspectos de Ts gramétia que se cteen comunes a todos les seres humans indepencien temente de ly determinantes soctales, ls esudisos de Ia competencia com ficativa {ratan alos hablantes como rmiembros de unas comunidades, que de Sempetian cletos roles, y tratan de expliar su uso linguistio para autoidentif arse y para gular sus actividades (Gumpere y Hymes, 1972: Anos mas tarde y a la luz de los avances realizados por discipinas, ‘como la sociolinguistica de la interaccién © la pragmatica, Gumperz relor- ‘mularia sus primeras concepefones: Desde el punto de vista dela interac, la competenci comiicativa se puede delinir como vel conocimionto de ls convencioneslingisticas y comu hicatvas en general que los hablantes deben pesser pata crear y mantener la ‘ooperacion conversacionals; incluye, asf pues, tanto la gramatica como la ‘ontextuaizacion. Mientras que la habiidad para product oraciones gram ales es comin a todos los hablantes de una Tengua o un dialecto, el conoct- tmiento de lav comenciones contextualizadoras varia en relacisn con otros fac- tores (Gurnper2 1982: 205) Savillo-Troike detalla de la siguiente manera todo aquello que incluye Ja competencia comunicativa Implica conocer no scl cl cédigo linguistic, sine también qué decic ‘quien, yeéme decirio de manera apropiada en cualquier situacion dada, Tiene {Que ver con el eanocimiento social y cultural que se les supone alas hablantes 4 que les permite usar e interpretar las Formas linguistcas [ia] La competencia comunicativa inchiye tanto el conacimiento come las expecttias respecto 2 quien puede ono puede hablar en detcrminados contents, cuando hay que hablar ¥ cuindo hay que guardar silencio, a quien {ee pitede habae,edmo se puode hablar a personas de esferentes exit roles, cuales son les comportamientos no verbales adocuados en diferentes contex tos, cules son las rutinas para tomar la palabra en una conversacion, cémo Dreguntary Froveer informacion, como pedir, ome ofrecer o decinar ayuda 0 Cooperacién, emo dar didenes, cémo imponce disciplina le-En pocas pala bras, todo agiello que implica cl uso linguistico en un context social determi nado (Savile-Troike, 1989 [19821 20), Como se puede apreciar, es evidente al papel Fundamental que desem- pea el entorno sociocultural en Ja adquisicion y el desarrollo de la compe- tencia discursiva oral. El hecho de que en las sociedades existan diferencias y desigualdades se refleja tambien y de forma muy clara en el diferente y ‘esigual acceso de las personas a los sbieness linguisticos y comunicativos (Bourdieu, 1982). Si bien en lo que se refiere a la adquisicién del nucleo ‘pramatical parece que todas las personas somos iguales, no es ése el caso 44 as cosas bet vec cen Jo que respecta a la adquisicion y el desarrollo de la competencia comu- nicativa (Tusén, 1991). Una persona puede crecer moviéndose s6lo en en tomos familiares mas © menos restringidos, mientras otra puede que, ade ims, tenga acceso a entornos publicos, variados, més formales, que impli ‘quett Ia interaccidn con genes diversas (en edad, sexo, estatus, bagaje cul tural, etc.). Bs logico pensar que en el primer caso, los recursos linguistico- comunicativos a los que esa persona tendré acceso serim aquelios asociados con la conversacién y con el registro cologuial, mientras que en el segundo ‘caso tenclra acceso a recursos mas variados, a registros mas formales y ten. dra un scapital linghistico» (Bourdieu, 1982) que le ira preparando mejor para la vida social adulta Bernstein (1964, 1971) se ha referido a las diferencias entre los cédigos cen relacién a la divisiGn social en clases como =cédigo restringldo-, mas de- pendiente de la situacion de enunciacién, con mas implicites y con cons: Irucciones sintécticas mas simples y =cédigo elaborados, més autonome respecto al contexto, més explicito y'con una sintaxis més compleja. El pri ‘mero seria el propio de las clases bajasy el segundo el utilizado por las cla- ses alias. Estas diferencias explicarian, en parte, el fracaso escolar de los ni- Ros provenientes de las clases bajas, ya que la escuela exige el uso de unas formas comunicativas ms cercanas a las del cédigo elaborado. Desde lue- 0, esta relacion no puede encenderse de una forma mecanica, ni tampoco implica que una forma de hablar sea mejor» que otra (véase la eritica que ya hizo Labov en su trabajo de 1969 a esta posible interpretacién de la pro- puesta de Bernstein) Lo que resulta claro es que, si bien las formas mas familiares de comu- nicacién oral forman parte del proceso de socializacién —las personas ha- blan porque estan rodeadas de otras personas que hablan—, no todas las formas de hablar, como ya hemos comentado, son «naturales». Por ello, en el desarrollo de la competencia comunicativa oral desempefta Un papel fur damental la institucién escola, ya que en ella se pueden programar y pla ficar —de forma adecuada al alumnado concrelo— formas de acceso a practicas discursivas menos comunes y que aumentaran el «capital» comu- nicativo de Ia futura ciudadaria, de manera que en el futuro esos hombres y esas mujeres puedan desemvoiverse lo mejor posible en el entorno més amplio que la vida adulta les puede deparar. De hecho, en las sociedades de tipo democratico, hoy en dia, asistimos a la prolileracién de publicaciones y de centros para adultos dedicados a vensefiar a hablar en poblicos, a comportarse con éxito en una entrevista para buscar trabajo», ete Por otto lado, no debemas olvidar el papel —positivo y negativo, segsin los casos— que desempenan los medios de comunicacion audiovisuales (cine, radio y television — especialmente la publicidad) en la formacisn de comportamientos comunicativos (verbales y no verbales), es decir, com portamientos saciales, de ninos y adolescentes. Este terreno, desde hace al= ‘aunos afios, se empieza a investigar de forma sistematica por el impacto {que ejerce entre las capas mas jévenes de la poblacion e incluso se incluye siresindio en los curricula escolares (Lomas, 1996) ‘De tode lo que venimos esponiend se puede deducir facilmente que la adquisicién y el desarrollo dela competencia comunicativa oral esta en es- EL DISCURSO ORAL, 45 trecha relacién, no s6lo con Ta diversidad intracultural, de la que ya. hemos hablado, sino con la diversidad intercultural. Las formas de tomar la pala- bra, los temas apropiados para hablar segtin los diferentes pardmetros co- :municativos, las maneras de dirigrse a los demds, lo que se considera pi- blico © privado son aspectos, entre otros, que pueden diferir mucho de una cultura a otra (Romaine, 1984, 1994; Schielfelin y Ochs, eds., 1986; Perera, 1984; Saville-Troike, 1986). Evidentemente, el acceso a dilerentes y variadas situaciones de comu- nicacién que hazan posible la ampliacién y el desarrollo de la competencia ccomunicativa de las personas es algo que esta en Sima relacidn con las es- tructuras de poder y con las relaciones de domtinacién. No es por casval dad que los grupos marginades en una sociedad —ya sea por su origen én co, de clase, de sexo, 0 por una combinacién de varios factores— poseen ‘menos «capital» verbal y comunicativo y, ademés, el que tienen, que puede ser amplio, variado y rico, vale menos ea el mercado de los valores comuni- cativos. De tal manera que parte de la discriminacién que suften determi rnados grupos se consiruye también a través de los usos discursivos dom nantes, Por ello, la creacién de un discurso de resistencia es en muchas oca- siones un instrumento indispensable para la defensa de los intereses de esos grupos. 25. Aspectos psicosociales de Ia actividad oral En los intercambios orales confluyen muchos elementos de caracter diverso que pueden influir, a veces de manera decisiva, en el buen o mal Funcionamiento de la interaccién. Una buena parte de esos elementos tie ren que ver con las caracteristicas psicosociales de quienes participan en la §nteracctén, con la forma en que esas caracteristicas se seleccionan, se actir van y se interpretan en el curso concreto del intercambio en cuestién. La ‘manera como las personas se «ponen» a interactuar, los roles © papeles que cligen de entre sus posibilidades, qué posicién adoptan respecto a la situa ‘fon en que se encuentran, de qué manera van manifestando sus cualidades —y cuales manifiestan— y como van interpretando las posiciones de los de- ‘ms son aspectes muchas veces cruciales para el inicio y desarrollo de las Interacciones orales cara a cara (véase el capitulo 5). Goflman (1956, 1967, 1971, 1981) ha estudiado con gran minuciosidad los «rituales» que configu: fan Fos encuenitsoraes, desde los més esponténeos hasta fs mas insti cionalizadas, ‘Cuando un individvo se presenta ante otros, éstos normalmente tatan de jobtencejnfermacion sobre éI'q sacar a eolacin informacion que ya poscen ‘cerca de él Estorin inloresads en su estaussacioecanomice en genera, en Su conceptode i mismo, en su actitad hacia ellos, su honrade?, ete. Aunque la fbtencion de parte de esa informacion pucde constituir easi un fin en st mis- ‘mo, habitualmente ensien razones bastante prctieas para conseguir, Lai formacion sobre el individuo ayuda a delinir Ia stuacion, permitiendo a los dems saber con anterioridad que esperara de ellos y qué pueden esperar de 46 Las cosis DEL {1 Con esas informaciones, los otros sabe mejor cémo actu para provocar ‘en eluna respuesta deseada (Goffman, 1981) Para entender la complejidad de la presentacién de la persona Goll- ‘man propane conceptas como los de wimagen» (face), sterriterio» © =posi lonamiento» (footing). De acuerdo con qué imagen se activa y se acepta, ‘cudles son las iimices de distancia o intimided que se establecen y se permai len y qué posielén se adopta respecto a los demas y respecio a los temas ‘que se iraten, sera necesario desarrallar 0 £0 un tipo u otro de estrategias de cortesia —positiva, negativa o encubieria— que hagan posible un desa rrollo aceptable de la interaccidn (estos temas se desarrollan con detalle en los capitulos 5 y 6) En muchas ocasiones hay elementos del entorno que orientan © gufan respecto a cuales son las formas apropiadas de comportamiento {(véase el capitulo 4). No es lo mismo encortrarnos en un entorno conoci do, familiar, en el que resulta extremadamente importante el hecho de {que compartimos mucho conocimiento de efondos (background), que en: Conirarnos en un entorno publica en el que lo que adquiere mas relieve o importancia son los aspectos mis aparentcs, que se presentan en primer plano (foreground). No-es lo mistno «maverse» en situaciones conocidas que en situaciones que nos resultan nuevas (deniro de nuestra propia cul lura 6 en oire entorne cultural) o cuando esiablecemos relaciones nucvas, y én este Ultimo caso no es lo mismo si se trata de relaciones entre iguales {amistosas, por ejemple), que si se trata de relaciones jerarquicas (en el am: bito laboral, por ejemplo. Ademés' del entorno, hay otras factores cuya presencia nos puede orientar —o desorientar— 0 que podemos utilizar para (des)orientar a nuestros interlocutores; nos referimos, por ejemplo, a elementos tales como los vestids, el peinado, los adornos que las personas pucden usar tan- to para presentar una imagen de entrada, sin necesidad de palabras, como para confundie o «épaters a los interlocutores 0 a la audiencia ereando unas expectativas confusas o falsas (Poyatos, 1994a y B). En las interacciones cara a cara hay que controlar toda una serie de aspectos que tienen que ver especialmente con el contenido inlormativo de lo que se esté hablando y con la situacién misma. En cuanto al conte nido informative, es preciso tener en cuen'a gue oralmente y en mayor ‘grado cuanto mas espontinea es la situacién— el proceso y el producto se ddan (al menos en parte) ala vez. La prueba mis clara de ello ¢s que, si ha- blando nos equivocamos, decimos algo inconveniente, pronunciamos una palabra de forma incomprensible, decimos una cosa por otra, elc., no po- demos sborrar» 0 tachar las palabras diches, la unica manera de corregir ‘es seguir hablando y tratar de estin, que fest pasando, que se espera de ellos y que pueden esperar de los demas. Eso afecta al conocimiento de las normas o los habites de comporiamiento verbal y no verbal que se consideran apropiados para un evento dado. Para poder controlar l situacién es muy importante el grado de autodominio de las personas, su Seguridad o inseguridad respecto as! mismas o respecto a los demas. ‘Tanto en lo que se refiere al contenido informativo como en lo que se refiere a la situacion es esencial haber desarvollado una adecuada compe- tenciaestratégiea (Canale, 1983; Canale y Swain, 1980) que permit, prec samente, reparar los posibes errores,evitar conflictos que no se desean, solucionar los problemas que leva consigo la inmediatez de la interaceion oral, como son boqueos de la memoria, distracciones,lapsus otros. E ine Clase aprender a ser «incompetentemente competentes» y saber conseguir ayuda por parte de nuestros interlocutores, por ejemplo, como senala Sa ville‘Trojke (1983 [1982]. cuando se relieve al comportamiento comunica- tivo en el uso de una lengua extranjera No hay que alvidar que, como se ha observado en los estudios sobre la cortesa (véase el capftulo 6) la interaccion cara a cara comporta casi siem- [re unos riesgos v, muy especialmente, cuando se trata de eventos que Nos Fesultan nuevos 9 para los que no estamos especialmente xentrenados» 0 ‘cuando se trata ce ese tipo de eventos especiales poraue se dan muy pocas ‘veces 0 nunce— en la vida de una persona y por ello resulta mas facil co- meter errores 0 aciuar con poca «naturalidads; nos relerimos a eventos como una boda (para quien se casa, un juicio (para quien declare), lade fenna de una tess (para quien defiende la tess), una profesion religions (Gara quien prolesa), eventos en los que, si bien estan altamente ritualiza- dos —¢ incluso se pueden sensayare—, la inmediatex puede sjugar malas pasadase y, por lo tanto, el riesgo siempre existe. En cualquier caso, resulta -evidente que en cada evento se ha de ganar la autoridad, Ia legitimidad, la ‘eredibilidad a wavés, tundamentalmente, dei comporamiento discursivo ‘verbal yno verb) ‘Los slesgos se agravan cuando se tala de encuentros adesiguales», es decir, situaciones en las que existe una relacion jerarquica entre los partici pantes. En esos casos 5 ide comprender que quien ocupa Ia posicion “altaysuele tener mas dominio de lasituacién que quien ocupa la pasion “ibajaoéste tended que caleular mucho més sus acctones verbals y no ver bales porque sabe que. en gran medida, se le evaluaré por lo que dice y por Ia. El fragmento transerito recoge el momento en que los portavoces de los 6 LAS COSAS DEL DECIR {grupos exponen al conjunto de la clase el resultado de sus diseusiones. La profesora (P) se va acercando a los diferentes grupos con la grabadora en la ‘mano (la inicial «Es y el ntimero detrés corresponde a los y las diferentes estudiantes que intervienen), 1. P—eme quieres explicarde que watala aol de: aes de naney? 2 Inst) 3. EI —yote pues hay un personaje central > que se Hama nancy na? 4. Piste espera un momen! 5 la prelesore apogee grabadoray hace calla) ©. El —buenel pues libro nos presenta un personae principal ques Hama nancy 3. Jeon ier a hacer una sid vax espa fo? 8 yr hace su esi seve lenguje que utlzan los tno 9 ntonees ldo To gut lev ocuriendol eseloerrbe 34 aniga betsy 02? 10, Sntonces evo no-nos cuenta ods as avenuivasque ve nancy cna? Honest gentel que eeramors de un gtanol que: buena 12 alate: vuelve a supa: ead de ao ho? hae es 13 Yyaesal may en general 4. Pho qe epliqus ee argument! la historia ques expat 15 guese mera quesevelata cen nova de sender 16 €2— pues esuna chica vtrangera que ha veio: a apa hacer una tess cn? 17. deunos estado y ences pes conoce 33 un iano se eramora del 18) uenoysiguen no? yu ys empleo con ena [sas] I. bueno se hej Uanen aries aly ea eneaetiaeosss muy eri. 20. porque al compararar con las cays pcs ay coxa que de angus 21, holasemiende costae hore de utara as confunde 22 pegmada que hace abajo y luego final puss a 2, yaecaraconsv antigo novo. 998 eas 26 [oss] 25, P—avertw quero que meexpiquesa ver sabes cemeledecrns todos 26. cuilerel TEMA dela tens de marcy nos han expiua hasta abr largmnenvol Pr, Eedequeva la histor ecieraly ahora yo te preguntas emalen el onde gh? 28. OUE slo questa ratandt 29, 3 —puesestitando de averguar as costumes de pa! 5D. ylogeely de um pate de una za en cone ens cxtudiance as gitsnor eno? 31, P— enol aa eno te ier ltr de a ei eh? sno 50S 32. alvema dee novela ch? ue hay der de ese histori! eon ee 33. Bs -puess puede ser os problemas que tiene wl la hora de Benenden palabras con dole stand 0? yol mo 3S. Tmeha hecho mucha gracicuando por wer le dicen pirops yell sila coge 536 na parte gn? ea mong va etree vel sea 31. oct fo que le quieren desi lla slo cope una parte 38 P—tepon un epmiplo ae deneson de bos propos! » 2." Yelln die’ pues que ends ls espariols que ve preocupan pra sa <0? 4. [rss] 48 y e dicen a? ess buena exo ate le deben dec Jno? 4858 ubvenos a9 ts buena o algo eso 2 [aad EL DISCURSO ORAL, or 3 —y nohay mis gn.) (Pappa la prabadora de nuevo pars hace cll y hace tra pregunta 24) Ft" que compara un pac los dos pueblos sae ‘stades unos digamos espana un pools iadicion as costumes ‘odo ea ademas dels lengunylae dfrencins que: que encuentra Ib propa nrey alguien quiere aad ago m4? Fatencio) ES yocreo que quer hacer aotarladifecencia ene a ques Islan ‘ora expel ye: ylaescrita en realidad o que so! lar plabras exits yl spniicado que puede tener ens orale ambisl 5] qa dirs? Fa yoyo eres ave pretended: ridcw ridculiar aa al americanisat Po cque quires dec? expat un =poce mejor 6 Spe muy sencilo ques para nosotros mca oun cantante mieol ‘aderneadelntadoy to ela pues agu no esa preeniandos una jer ge ‘slanitesisde todo el st tonta— tees] Psigse suet 6 incl shasta in dea is porque ami lo que més me ha choco de od Poca l =gguts eres devin eae Bn? E6— oat lo que mis ne ha choveo de tooo mild ods ls Nol a sido el hecho 60 de ueide quclo seni nos presenta claramente qu! ela mujer enum principio nose “enaimora de del de uta sin que implement eas con para hacer sui! ‘ro pra lo que aecen para poral ue lenersite pee necesita Tego con! empl nos presenta que que seenaror! ‘qu verdaderamente esi con ol porqr lo ques peol se conte ea fucndo come cuando sev para buscar alamericna despite de una! despues de (isa muy biol [a £7) wha gusta I novela since ante od -E7— hombres me ha gastada he encontrado anscdois dvr me he rit io dic me ha gusado yo s€ me ho presntsdo un tn problema que pedro veer ar bueno gente exrankra qt en esp yin lnpare su Pique problemas? 7 —protiemasrespecto al cabularal por ejemplo en no sy he enero que ‘en amécea no ene plabres con dble sentido sine gue as ‘eno 0 eso que mca dad a enter porque ella copa in pala sls ented! Bucro ene buen sent dela plabray ne cone! dob sentido re damor aqul los expaies no lo a8 eg (= 1 Sjesi= de acuerdaen ea. contusion 3a ue ha endo. B— dobores Palos? (ier P—cqiéa ha dicho que soa er 6 que yo no estoy de avuerdo que ch américa no tenga palabras de dob sei! ‘seguro que sq ene ay ng pene ex que nancy ha a estan a lengua espaol en Suppo de Una forma > moet ‘ene e decir com bro aq wiene a hacer el estado de na lengua vit chloncesconoce palabras nuevas pularas que que eS lengua cha Ps 100 vos 106, 109, ua us un us 120, be ms 6 es, 128 19, tho, BI 133 a 135, be 13, ut 13 us, lent un significado y agul pus reaula que ener mi de Uno seg In enon — gracias [slencio] 2 tno pobse que y te tear el provimo dia (ashe 0a sus companeras] menos mal [a 69} pode hablaran poquito ms sobre el peesonsje principal dela novela? ya ha Bablado un poco eduardo- [E10 pees es una chia ae: come han dicho viene a hace na ess sobre: ‘obrelalenguscnoYleniancer cs mm on un ancig wlio! Come un edo pat entender mm lo palabras logue significa as palabras {ee ale more dicen ml nose (atenciob alguien quiere aad algo mss sobe el personae? asl E111 a ming me ha dade a impresin de te ea chica que tee 08 ‘enimiertn claro logue gutere ni pore el echo de que lo ue han ‘liao de que primero s desputs no Se enamoradespus seca con el ool Irhecho ws poco ee hace in poco deli ella mama P— gage pede decir algo mis? EI —yolo que creo exqe ela es my hhural cn? diferente i sda evar basiame por lo que pss! po Toque sucede a su alrededor to ene mania nto 38 {aot estdianel tcalls ala Lesast EI? eque cla en su paispuade ser libre y aqui pues los gas pues ene a Udine de queen guest con pues naa porta noche puede estar con nase mas aa des emtonces carl pera per ela es un exigenteporgue bueno lo qe lo que hace e ital Tego se eramor! peo tambon gure que EL Se pele cn el aro cone abejorro ee [rsa] tambien quire ave ze qe = ples con por qe le demuestre ques que Se quiere aly cul y lego seve cone pes ya: wets pasando ro? E13 poreste sme motivo que he dicho lal exea que es uns clea estan abies astante simp vademae que ee hace con tain rsa 05 enlende bastante bien alas costrmbres de gta intent estar lado dllos intents comprendeles too que dic’ la eng cause y vd et E142 buno Jo gue pont en qe un cambio de eva de esr de esta an Ure ‘que ele dipa que no quest sale cond pues pr la aoche gue no pute sit ‘ella pues haa oq euiiesel pore al deta en a rovea {ue all los hombres ta diane E13 por ese digo que esta chico bastante aberta Ino) Poa sersin momento qe iy ta enn El — er que yocroo que eta de costumbesy de men ‘sal cada uno tene su lenpuale i manera de pens [manera de acunsryentonces al ser diferentes pues choca es normal aden difereies eno? EI recuento del niimero de turnos que ocupa cada participante y del ndmero de palabras que uiliza nos lleva al siguiente resuliado: -ELDISCURSO ORAL, ° Capital verbal Prtkipantes Tumoe Palabras e 251053) 27511678 %) 18 i 151 84 3 196 ns 96 2 3 3 16 7 3 Subtotal Es 28 3.7%) 1.367 (83,25 %) Tor 54 (100%) 1ea2 (100%) 1 1 2 2 Como puede observarse, la profesora es —con mucho— quien mas ve ces toma la palabra; ahora bien, el espacio ue ocupa en numero de pala- bbras supone un conirapeso a ese primer resultado, es decir, intervene mu- chas veees, pero hablando poco cada vez. Por su parte, cada estudiante in terviene pocas veces, pero con intervenciones relativamente largas. En cuanto a los papeles comumicativos, el conteaste entre lo gue hacer la profesora y los estudiantes cuando hablan es altamente significativo: la profesora, pregunta, sanciona positiva o negativamente, comrige, ordena; eS cit, gestiona los turnas, los temas, les contenidas y eval. Los estudian tes, basicamente, se limilan a responder a las demandas de la profesora y explican, describen, dan cuenta de sus lecturas, excepto en la secuencia fi- nial (J18-141) en que se establece un didlogo entre varias estudiantes que discuten sus respectivos puntos de vista El estilo de la profesora es casi siempre directo y laconico, ya que lo que pretende es que sean los estudiantes quienes hablen; los estudiantes in- {entan elaborar sus respuestas, con mayor o menor éxito, ya que saben gue -¢50 es lo que se espera de ellos ‘Siva esia muestra para (erminar este capitulo. Proponemos a quienes I estin leyendo que prosigan el andlisis de las otras dimensiones. 70 Las cosas DEL DECIR UN ARTE EN DESUSO [Asegurar que el hombre es un eanimal racional» o «un ser pensante» parecen definiiones algo pretenciosas, ala vista de como va el undo, Quid sea mis aus {ado a la verdad decir que soos «animales dotados de lengajes, animales que ha blans, incluso si se quiere, sanimales parlanchiness. Pero desde luego lo que cada vez a slendo mas dei aegurar de nuestros congeneres esque sean animales que ‘onversan, Hablamos, pero ne conversamos. Disputarnos, pero rara ver discos, {La conversacign no consise en formulat peicioneso stplicas, nen ladrase Grde fnes o amenavas, mi siquiea en stsurrar halagos 0 promesas de amor. El arte de Ia comversacion es el estadio mas sofistieado, mas cwicado, de la comunicacion por ‘medio de Is palabra. Un arte hecho de inteligencia, de humor. de buchos argamen ts, de andedotas historias apropiadss, de atencion a lo que dice ol vesing, de ves Peto ertico, de consi. Es tan solisticado y eiviizado este arte que toy probable ‘mente slo sigue estando alaleanee de algunas tribus de Kalahari que desconocen tanto la prisa funcional coma a jerga cibernautica ‘Silos histonadovesy lestiges de la epoca no nos engafan, Ia gran época del ane dela conversacion en Europa fue el silo svn. Por lo visio, entonces la gente ine refiero ala gente privilegiada, 2 quienes tenian Ia suerte de po ser tan nobles como para que les diselparan socialmente Ia extupides mi tan pobres como pars ‘ere condenados a la jgnoranciaafanaso— soliareunirse en los salones presididos or unas cuantas mujeres ineligentes para producircharlas qe eran come pewue: fas obras maesieas efimeras. Nadie grab esas conversaciones, no guardamos vigeos ‘que nos permitan tememorar lo que se dijo tal mieroes en cara de Madame dt Doe. fand o aque! jueves en la de Madame Geoffrn, Sclo queda un especie de suave aro- ma casi desvanetido que perluma la correspondencia de clas dams con Voltaire ‘algunas piginas de Diderot, de Gibbon, incluso de Rousseau Lafragancia de unas Palabras que no eran meres herramienias sno arte para dismutareacor [a vida Me viene sia nostalgia de lo que no he conocido lend el dlicioso ensayito sobre la conversacion que eseribia el abate Andre Morellet como comentaria a oir Anterior y no menos perspicaz de Jonathan Swift (Riv2ges-Pavol, Pais) El abate Morell fue un amigo de les encclopadisias (sel lad el tedlogo de la Encilope , pero compuso su elogio de la buena corwersarion va enirado el siglo ¥0%, {anda Ta epoca de los salones habia terminado, Progone vin serie de advertenciss Sobre los delecios que impiden charar civibzademers alata de atencidn alo que dice el otro el alén de ser pracioso a eualguier precio, la pedanteria el sallar since sar de un tema a euro, [a mania de levar la conttaia por sistema, ete, Cico qu los paticipantes habituales en las tertlias radiofonicas ~-sustitutas mediticasactuales 4e aquellos salones — no perderian nada siguiendo algvnas de sus consejos "Asegura Morelet que -cl movimiento de la conversacion dal espiit mayor sividad, mas frmesa a la memoria yal jucio mayor penetsacins, Y conclave Que sla conversacign es Ia gran esevela del esprit no sdloen el sentido de que fo en |quece con conccimientos que dficlmente podria haber obtenido de otras Fuentes, tino tamblen haclindolo mds vigorovo, ms justo, mas peneirante, tts profundow Youhadiria que nos hace tambien mas chlvadas 9 ms hurmanos, Conversa fe 0 arte en el que evalquiera pada setirse atin y ala ver disfnatar dal talents ajeno, Un arte may barato, dems; pero hoy sdlocreemos en lo que compramos caroy en Toque nos permite seguir comprand,.. (Fernando Savater, El Peis Semana, ago de 1998.) Captruto 3 EL DISCURSO ESCRITO Con ta escritura, instrumento eficaz y ambivalente, se han declarado mado tratados de paz: se han difundido seudoteorias \dee descubrimientos del pensammiento Honesto; gracias a a escritura se ha ido acumulando y conservando una parte esencial de ls memoria humana: las ciencias 9 Tas téenieas con las que Eada nueva generacion puede abrirse camino sin tener que empezar desde ero; fas historias que hos Tigan a nuesttas rafces y, muy especialmente, esas obras excelentes, qUzd generosamente gratitas, que son los eseritos Iierarios, las elaboraciones estéticas del lenguaje, la cteacién de mundos posibles (1. Tuson, 1996: 9). Hoy, en la sociedad occidental, la escritura constituye para la mayo- ria de la poblacisn una segunda naturaleza verbal. El entorne lingufstico habitual esta constituido por mensajes orales y escritos que funcionan in- terrelacionados o de forma autonoma en las miltiples actividades de la vida, Sin embargo, esta situacién es telativamente nueva en la larga histo: de ios seres humanos. Necesitamos situarnos en una perspeciiva his- t6rica para comprender el valor de la aparicion de la eseritura como siste ma semistico. La existencia del lenguaje, que surge como una manifesta- cin oral relacionada con la interaccign entre individuos, se asocia a la aparicién de la especie del Homo sapiens sapiens, hace unos 90.000 anos, Los paleontologos, a partir de la estructura facial y laringea y de otros rasgos observados en los restos humanos encontrados, aventuran hipote sis y discuten sobre la posibilidad de Ia existencia de un lenguaje, mas o menos rudimentario, que se puede retrotraer a hace un millén de atos Pero obviamente no hay datos que permitan determinar y describir los sucesivos eatadiea de au eveluci6n, En cambio, la escritura es un hecho historicamente localizable porque hha dejado huellas materiales a través de representaciones ieénicas de la rea- lidad (pictogramas o ideogramas) y a través de representaciones de distin tas unidades lingu‘sticas (logogramas, silabogramas y fonogramas). Diver- 506 estudiosos re.atan Ia apasionante historia de los sistemas de representa: con icénica y grifica del habla (Gelb, 1952; Gaur, 1987; Crystal, 1987; Tu s6n, 1997). Grandes culturas alejadas entre sf, como la maya en el continen- n LAS COSAS DEL DECIR te americano 0 como la china en el continente asidtico, adoptaron sfmbolos diversos para representar conceptos, objets, palabras e incluso sonidos, de forma combinada: un sinfin de signos de diversa indole para representar la realidad material o conceptual. Si bien hay acuerdo en considerar que la es- critura aparece alrededor del aio 3500 a.¢., la invencién de una de sus va- riantes, la escritura alfabética, constituye el logro més extraordinario en la busqueda de una represeniacién econémica y funcional de unidades lin- guisticas. Efectivamente, la utlizacién de un niimero reducido de signos, treinta y dos como maximo, combinados entre sf, permite la representacin del acervo de palabras que constituye el lexicén propio de un sistema lin- Ifabética no es universal. Tiene un origen, una historia y una extensién cultural por unas dreas determinadas del planeta. El alfabeto se empezé a utilizar en la costa oriental mediterra hea, entre Egipto y Mesopotamia, alrededor del 2000 a.C. Se extiende a partir de los fenicios en el siglo x a.C., yes adoptado de forma paulatina por los hablantes de las lenguas semiticas (hebreo, arameo, arabe) —que s6lo representan los sonidos consonanticos— y por los hablantes de la lengua griega —que incorporan las vocales— aproximadasnente a partir del siglo vin a. La escritura es una téenica espeifca para fijar a actividad verbal me- diante el uso de signos grfices que reprsenian, ya sea jednica o conveneio. faliment, Ia produccion lingutstieay que se realizan sobre la superficie de un ‘material de caractristicas aptas para eorsegui la hnalidad bastea de esta 2c- Uividad, que es dotar al mensaje de un sierto grado de durabilidad (Tussn, 1997: 16) A partir de los interesantes estudios sobre las consecuencias de la es- critura en la vida social (Goody, 1977; Ong, 1982; Havelock, 1986; Lled6, 1992) sabemos de la entitud de su implantacién y la distribucién diversa de su uso. Sin embargo, lay fases clave en que los sistemas nuevos se incorpo ran y se extienden a porciones amplias de la poblaci6n, afectando profun damente sus practicas culturales. Desde la perspectiva de la antropologia cultural, Goody, uno de los autores que he estudiado con mas profundidad el significado que tiene para una sociedad el acceso a la lengua escrita, re- salta las funciones cognitivas de la cultwa alfabetica, afirmando que las Drécticas que se derivan de ella son capaces de cambiar el estilo cognitiva y los modelos de organizacion social de una comunidad. {Ls escmtuea es de importancia fundamental no simplemente pore pre serva el habla através del tiempo y del espacio sino porque transform el he bla, absuayendo sus componentes y permite volver a leer, de tal mode que ls comunicacion a avés dela vista crea ures posbilidades cogritivas para el ser Jnumano muy distintass las ereadas por la comunicacin emiida por las pala bras que salen dela boca (Goody, 1977: 128). ‘Ong (1982), por su parte, indica que la escritura, como ningiin otro medio, da vigor a la conciencia: «para vivir y comprender totalmente, no PL BISCURSO ESCRITO B necesitamos s6lo la proximidad sino tambien la distancia». Esta distancia {que permite el uso eserito acentia el poder humano de abstraccién, de re flexion, de alslarse del contexto ma inmedliato, con lo que resulta cn un es Alo cognitivo que prioriza la actividad imelectual ‘Stubbs (1980) y Kress (1982) coineiden en subrayar Ia conservacién de la memoria de los acontecimientos como funcion primordial dela len {gua escrita, Este hecho tiene como consecuencia que en a vida social, junto a los acuerdos orales, deban mantenerse por escrito todos aquellos {que adguieran un valor publicoy oficial: nacer. morr,instrurse, trabajar O casarse constituyen actos con repercusién social (algunos de eos ritua- Tizados en actos de habla: el bautizo, el matrimonio) que necesitan una contrapartida escrita para que tengan valor legal. Fl texto escrito puede ‘ser consultado, analizado,y, al permanocer invariable, es el testimonio de Ia historia del individvo y de la comunidad. Permite, ademas, que la pro Senta utilzaran la existencla de la eseritura como criterio para establecer estadios 0 niveles de evolucién de las sociedades. Por ejemplo, Parsons, quien distingue entre sociedades primativas (primer estadio, con utilizacion del modo oral exelasivamente), intermedias (progresiva introduecién de la escritura en elites rligiosas 0 magicas y, luego, a olros sectores) y moder” nas (instivucionalizacion de la escritura para toda la poblacion adulta). Y, por otra parte, también se refiere ala funcion que han desempenado orga” LDIScURSO EScRITO. 5 neaciones de carscter internacional como la UNESCO, que, desde finales de Ia década de los cuarenta, propuso la alfabetizacion como una de las Condiciones para mantener valores humanos y civilizados. Con Gray (1956) aparece la nocién de analfabetismo funcional; la letra escrita se considera como un valor intrinseco, aunque su funcionalidad quedara fueriemente discutida, segin sea orientada al trabajo, al progreso ccondmico (valor ins- trumental) o al desarrollo cultural (valor humanistico). La funcion de la lengua escrita puede (ener objetivos muy distinios, que se distribuyen en un 8 as cosas DEL EecIR ables los escritos habitusles mas o menos extensos, mas 0 menos formulis: ticos, mas 0 menos elaborados, mas o meros creativos. Los unicos que por su valor cultural y estética han sido estudiados sistemticamente y poseen un cuerpo de teoria y critica son los de tipo literario, que se han incluido tradicionalmente dentro de los estudios de filologia. Pero el resto solo se ha ‘convertido en centro de interés prioritario de la reflexion lingutstica con el Anélisis del Discurso, que acoge como objeio de estudio toda clase de pro- terizan por la tanera de distribuir referentes léxicos y defeticos para per- :itir el mantenimiento y la progresién tematica. En general, no es propio de los textos escritos la redundancia nila repeticidn, sino la consecucién de un desarrollo informativo ordenado, que vaya conectando de forma inequivoca las oraciones a nivel local y las unidades superiores como pe- todos, parralos 0 capftulos a nivel global No obstante, también hay textes escritos con marcados rasgos colo: ‘quiales (la cortespondencia personal) o que se distinguen por el modo ‘como representan la coloquialidad. En la literatura o en Jos guiones cine- ‘atograficos se crean dislogos de acuerdo con el papel de los protagonistas y la situacién. Son edidloges construidos» que manifiestan la capacidad de ‘observacion y de percepcién de la realidad sociocultural de sus autores. Se tata de una eologuialidad idealizada con el objetivo de lograr verosimllitud ¥y conseguir efectos de realidad. Por otro lado, en algunos ambitos, como el Petiodistico, se observa una tendencia a la coloquializacién, coneretamente 94 Las cosas peL DECIR ‘en las colurnnas de autor. Hay'en este caso una voluntad de estilo vivo y ex- bresivo, que forma parte del conjunio de rasaos que definen la subjetividad Ge Quien escribe. Finalmente en la publicidad se encuentran textos eseritos on estilo coloquial, por os efectos persuasivos y de proximidad que se com Siguen a tavés de su use (séanse algunos de los ejempios que se comentan enel apartado 10.5). Otros mbites, como el adminisiativa y el juridico, se caracterizan tambien por el uso sistematico de textos escrivos, es Unicos que validan sus Drdcticas Se trata en este caso de textos en los que la creacion esta practi camente ausente, que wopiten formulas convencionales aplicadas 4 cada «aso particular: se caracterizan por su abundante uso de formulas fijas, muchas de elias arcaizanes y foslizadas. Ello no quiere decir que haya de ser necesariamente asi En la actualad hay un movimiento de origen es taounidense que propugna cl lenguaje llano y comprensible de la adminis tracién, bajo el eriterio democratico de que la ciudadania ha de compren- der los textos que le afectan oficialmente, sin que su lectura haya de ser un laborioso ejercicio de aduccion e interpretacin o que obigue ala consul tade expertos 3.63. Euniver vexico La escritura tiene convencionalmente su base en el nivel léxico estén- dar non En el caso del espafiol, el diccionario de la Real Academia es la referencia bisica para el uso peninsular y las Academias correspon dientes de los paises latinoamericanos, de acuerdo entre si en la preocu- pacién por la unidad de la lengua, constituyen asimismo la referencia para la escritura normativa. En el caso de los escritos cientificos y téeni- £08 los diccionarios especializados recogen la terminologia propia de cada campo y en ellos se encuentran los términos de uso habitual de cada disciplina, profesion u oficio: los neologismos y los préstamos quedan de este modo codificados. Los textos de tipo cientifico y tgcnico Se caracteri- zan por la densidad léxica y por la abundancia de términos especializa- dos. El texto escrito literario, en cambio, es la muestra mas signifi: del uso creativo de la lengua, alli donde Se puede encontrar un repertorio ‘mas extenso y rico para decit la realidad representada, Los ambitos del saber y de la experiencia esiin por ast decirlo pasados por un filtro de economta, precisién y rigor en el caso de los escritos cienttlicos, y d ereatividad en Ia expresion, en el easo de los literarios, constituyendo at fespacios clave para la ampliacion de la competencia léxica de los hablan tes en el orden del lengunje elaborado. Un rasgo especilico del Iéxico es su continua ampliacién, debido a usos nuevos —préstamos de otras lenguas fo creacion a través de recursos propios de la lengua (derivacién, composi- cion)—. Veamos a continuacién el comentario irénico que merece al au- tor del siguiente texto la invasion de vocabulario de la lengua inglesa que impregna los usos linguisticos acwuales: ELDISCURSO EscRITO 95 Desde que as insignias se aman pins, Jos homasexuales gays las comidas Fras ‘epsrioe de cine castings, ete pats no ez alamo, Ahora ee mucho mse ‘Durante muchos anos, los esparioles estuvimos hablando en prosa sin enterar- fo, Y, lo que es odavia peor, sin darnos eveniasiguiers de lo arasados que esba- ‘mes. Los minoslelan taboos en wee de comics, los jovenes hactan Fiestas en ver de partes, los estuciantes pegaban posters ereyendo que eran cartels, los empresarios hician negocios en vez de busines, las secretaias satan medias en vez de pares y los abreras,sierpre tan torcas,sacaban Ia fiambrera al mediodia en ver del catering ‘Yo mismo, en sleolepo, hice aerobic muchas veces, pero, como no lo sabia —ni usa ba, por suptest, las mallas adectadas- no me sire de nada, ES mi ignorancis, rola que hacia gimeasia, ‘ATortinadaanente, todo eso ya ha cambiado. Huy Espana es un pats rco a pune to de entrar en Maastcichty a Tos esparoles se nos nota el eamblo simplemente cuando hablaros, jo cual es muy importante. El lenguaje, ya se sabe, es come la [prueba del algocan: no engana. No es lo mismo decir bacon que tocino, aungue ten: 2 igual de grass, mi vestbulo que hal, nb inconvensente que handicap. Las cosas, em bro idioma, meoran mucho, sabre toda en inglés, que es el que manda (Julio Ll imazares, en Nadie escucha, Alagusra, 1995) EI nivel lésico es el mas sensible al entorno cultural, Por ello hay pala bras que caen en desuso o bien hay otras que sufren cambios semémticos, Los ejemplos mas prototipicas actualmente son los que se deben a la expan ‘sin Ge nuevas ciencias y tecnologia, a objeios nuevos o bien a cambios y novedades en .a vida social. Los diccionarios generales y los diccionarios ‘especializados, en cada nueva edicién, incorporan voces nuevas o redefinen Jas que ya constan como entrada léxica, La labor de escribir, como activie ‘dad reflexiva, iene en la consulta del diccionario una de las ayudas mas preciadas para escoger la expresién certera,rigurosa, apropiada o singular. 3.6.8. LA ORGANIZACION TEXTUALY pIScURSIVA 1 texto escrito tiene como peculiaridad que se despliega de forma li neal en el espacio de la pagina, Ello conlleva que sea necesaria una configu- racién externa que arme los contenidos, su ordenacién y su organizacién. En la practica de la escritura se han desarrollado configuraciones materia les ripicas propias del texto escrito con el propésito de proporcionar a los lectores la orientacién necesaria para interpretar los contenidos. La infor Imacién se organiza ntediante unos procedimientos basicos que unen blo: ‘ques de contenido o bien las separan. 364.1, La sepmentacion La distribucién de los enunciados que forman el texto est en relacién con la distribucién de los temas, los subtemas y los cambios de tema, La unidad basica es el parrafo, unidad significativa supraoracional, constitui- 96 {LAS COSAS DEL DECIR do por un conjunto de enunciados relacionados enire si por el contenido, Las fronteras de cada parrafo son definidas por el propio autor, proporcio- nando una presentacion ‘ematicolvisual que orienta la lectura y proporcio- na un grado de legibilidad aceptable (Cassany, 1993; Serafini, 1992; Reyes, 1998). La separacién entre pérrafo y pérrafo en la pigina dosifica la intor~ macién. A su vez, el conjunto de parrafos se organiza en apartados, capitu- los y partes. Logicamente, a fragmentacion depende de la extension del texto, del tipo de texto y de la voluntad estilistica del autor. En general, los textos académicns suelen exigit un mayor grado de organizacion del conte- nido, mieniras que los textos literarios gozan de una mayor libertad, debido ‘2 que la representacién visual puede adquirir valor simbélico. Hay novelas ‘que no tienen ni parrafos ni capitules. La abservacién de los distintos tipos de texto y el descubrimiento de sus normas es un ejercicio muy positive para lograr una competencia en la distribucién de los parralos. Lejos de ser tuna mera esirategia externa 0 visual, la segmeniacién esta al servicio de la ‘comunicacién del contenido, 3.6.4.2. La puntuacion E| desarrollo de las précticas de la eseritura ha ido constituyendo el valor de la senalizacién gratica ejercida por los signos de puntuacion, Du ante largo tiempo simplemente no existian. Posteriormente nacieron como indicadores para Ja lectura en voz alta. Se empezaron a usar siste ticamente en la Edad Media y 2 medida que el texto escrito fue adqui iendo autonomia, su utilizaciéi ha quedado mas desligada de la oraliza- ion, excepto en los casos en que la escritura representa el didlogo. Los signos de puntuacion se usan en el texto escrito en funcién de la organi zacion grammatical y de la légica del sentido. Signos como el punto, la coma, el punto y coma y los dos puntos sitven tanto para segmentar como para poner en relacién (Linares, 1979; Pujol y Sold, 1989; Serafi 1992). El punto y aparte indica final de parrafo, y el purto final separa caplitilos, partes 0 simplemente termina los textos en st) Conjunto. Si bien el objetivo fundamental de la puntuacion de un texto es favorecer una in: terpretacion adecuada por parte del lector, bésicamente esté determinada por la siniaxis, Ia longitud del periodo, la entonacion y el gusto personal de quien escribe. ‘Algunos signos como los de exclamacian ¢ interrogacién estan relacio- nados mas esirechamente con la entonacion. Tambien hay signos que te- nen una funcién discursiva especial, ya que se caracierizan por romper el hilo dela wor que tiewe Ie palabra pase clever una serie Ue interrupeiones, preseniaciones o incisos, dejando paso a olras voces: es el caso de las comi- Tas, de los paréntesis, de los guiones o de las rayas. En defimitiva cumplen| funciones polifénicas, porque imprimen una distancia entre el texto marca do y el no marcado, de tal modo que sefialan citas de otras voces 0 desdo- blamiento del locutor. Los puntos suspensivos indican conocimientos com- partidos, guifios y complicidades que se establecen entre autor y lector, cle- vando de algiin modo el grado de empatia. EL DISCURSO EScRITO 97 ‘Serafini senala el uso estlistico de la puntuacién frente al uso légico ‘9 normativo, én sut obra se presta atenci6n a las funciones posibles de Tos signos ya las diferencias de empleo derivadas de Ia divercidad de est los. De entre los diversos estilos destaca el de puniuacton ménima, propia de escritores inexpertos, en la que sélo aparecen los puntos y las comas y raramente los dos puntos y el punto y coma. El de puntuacidn eldsiea, propia de escritores experimentados, en la que se observa un uso variado de todos los signos de puntuacion al servicio de la expresividad, de la precision semintica y de la inteligibilidad. ¥ el de puntuacion enfatica, caracteristico de Ja publicidad y del estilo de algunos autores. En é1 abundan los puntos (en sustitucion de comas y otros) y los perfodos bre- ves. El efecto es incisivo y cortante. En conjunto, es relevante mostrar el papel de los signos de puntuacion en los escritos segtin el propésito del autor. De hecho, es una de las herramientas a disposicion del escritor tanto para organizar el sentido del texto como para darle relieve y m zacién 3.643, La tituacton Una caracterfstlca del texto escrito es la presencia de utulos en los en- ceabezamientos. Los enunciados que funcionan en esta posicion estén trata- dos de forma especial desde el punto de vista ipografico y tienen una fun cicn cataférica, de adelantar el contenido del texto, o de senuelo, para atraer la atencin del posible lector. Son, por lo tanto, enunciados sintesis y tenunciados con fuerza retérica. Titulos y subtitulos organizan el contenido del texto, que, 2 su vee, aparecen en el indice pata que el lector pueda cono- cer de forma sintética el contenido de un libro o de una publicacion perié: ica, En los dicrios, la portada se convierte en lugar privilegiado, en don- de se Seleccioran los ttulares de las noticias relevantes. En el interior, los Uitulos y subtitulos orientan la lectura proporcionando la informacion esencial del centenido de la noticia o del articulo o bien se convierten en tun medio pars captar la atencién del lector © su complicidad, poniendo fen juego sus conocimientos, su mundo o sus preocupaciones. Pueden ser muy dependientes del contexio o muy sugerentes y con significados figu: rados. En el case de la representacién de los didlogos la escritura impone wn estilo controlado, pulido y perfeccionado, sea cual sea su registro. También hay convencioues para presentatlo: la identificacion de cada participante, el uso de signos de puntuacién que aciuan de indicadores de cita o de turn de palabra: la raya, las comillas o los dos puntos. Las secuencias dialogales tdenen una organizacién visual muy clara porque se disponen en correspon dencia con los turnos alternados de los partictpantes, convenientemente identificados esplicitamente o gracias al contexto, Para examinar con dete rnimiento las diferencias entre la entrevista oral y escrita veamos @ conti- ruacién un fragmento de una entrevista publicada, para luego contrastarla ccon la transcripcion de la conversacion original 98 Las cosas DEL DECI P. Para empezar, me gustaria que os explicares edmo legaste @intresarte por ta didacitea dela lengua, cic interesate promero por lalengua'y luego por su didacte ca'o primero por laensefanse, en general, luego por la enseneniza dela lengua, en peniculay? RR. Siempre me gusié el ea de Tengu en términos generales as lecturas, el dlisfrue de I teratus...lslengua siempre me iaeres6. Despucs, ya por un poco de Febeldta al ves estudié Clencias de ln Educacidn. Pero yo lo que vela siempre else ra que la didactica de la legua era lo mio: me iteresé siempre la proyeccton de la Giddctica hacia la prdctica y dentro de esa préctica, por inert, por alinidad, por {uso, siempre me interes6 ia lengua. porque creo que cs capital (TEXTOS de Didac- fica dela Lengua'y dela Literatura. no 8, pp. 77-81, abil de 1996), te encantan las historias personales qui es mi lao antropolé= ico chit cdimol ums legamos a un punta determinado y a Inleressrros por ‘unas casas entonces en caso te quiero pregunlar como liegaste a interesat- tepor la didsetieall dela Teneguacl SM: aya yam '8:> pero digo la didéctica de lengual entonces no sé porque no To se no sé si primero te interesaste por a lengua y por. luego por su didactic o pr ‘ero por la ensenanzs y hucgo tt JM: sta ‘> we a= lengua JM: siempre me gusts: fa lengua el drea de lengua en: términos gererae les de literatura ((utoso) o:] de: lecturas ol dsfrute de fa teraturat la len ua siempre me interes6\! después ya por un poco de rebel tal ve’ mes yo studi clencas de la educacion como una espectalldy sim ‘IM dentzo de las especisidades podta optarl por muchas de elias y: ‘como tenia ya interés por lengua mas gue por Iiteraturall ye opté pr eh-y {de echo mi titulo BleicoN ee — licenciado en ciencias de la educaeign expe ‘alizado en lengua »mas 0 menos= ‘aah esonexistol IM; urnsscO> feo ast SIM: > yo tengo ese titulo SA aeumied> IM" vemos! ‘ae que income SIM nel tale fo sé realmente el titulo forma no sé 0 que figura ‘yaleo> IM pero yo siempre procuré ‘ares lo qe ta sietess SM st ‘Ar aincomp.= JIM; > =no no¥ po no te wengo> un: justificantell menci6n letras creo que Jellaman o mencion: tac: lengua ‘Avaya yaya yas JM: > no me acuerdo exaclamente porgue ya: hace anos pero si esl clencias dela educacton especalizadol en lengua de hecho yo hice cieneias ELDISCURSD ESCRITO 99 Ge la educacion tres afosNy a partir de abt era ya una especialidadl podta op- ter por lengua! ai> ahs 4M: » literatura ech organizacion escola exh direcciée\ de centrost o matemitiens 0 investigacion pura eo inspecctn seria ya con'—l otras espe: Clalidades\ vamos\ pero yo lo que vi siempre claro que era! la diddetica lo ‘ro de la Tengu me interes siempre Ia prayeccion: de Ta dditica hai préctizay dentro de esa practica por inlees\ por alinidad por gusto i preme ioteresé la lengua creo que es capistal= 'sindas- una algo que th deci esta maftanaly es: que las: hablabas de Ja especifividad de la dactica de a lengta pero ala vez de eémmo\ Ta Tengu straviesa ch todas los scberes y atraviesa fodss la reas y has dicho na Cosa que a mi me ha inleresao macho ms @ menos que decias que si def. fowl aspects ales comoel racism el seximne=yotzos ios! eh “IM 1r> exclasinistas en manos de! no-a vernal en asignatarae raven saltransversales era como dejartos en =mancst= ‘IM: assis 00 Las cosas DEL DECIR La cxcstues es una especte de enfermedad contagiosa que los bros wransmiten ' quienes los freentan en exceso. Tados los lecores contumaces estan expucstos 8 se contapio,y en distinis medida todos lo suffen, aunque algunos lo desconozcan J bttos, por prudencia 0 imide lo oeulten, El leetor qulmicamente puro no exise: eh Si interior hay siempre tn escrito ltente © agnzapada ve a veces despiera de st Jeiargo'y se abalinoa sobre parientes y amigos ereando en Ia mayoris de los casos {hay admirables exeepciones)situaciones de pinico 0 de desolacién. Cushto. mas {emprano sea el soriacto con los libros, mis graves y duraderas serin las coasecuen, cias de ese virus incubado en el texto que son, unas Heces por fortuna y otras por ‘desgraca, casi sempre incurables, Exagero poco: creo que Kafka hablaba dele Ie raura como lepra Sins la amerior divagacion para expicar por qué escribo, Comencs 8 leer de nto, y los sintomas del contagio Se manifestaron precozmente con cectos que BO ‘dude en califcar, apelando a un neologismo que ruego me disculfen, de calsestot 08: alos 12 aos de edad ya habia Inctrida en déciissy soneios cuyosprinelpales ‘ausantes (no dire culpables) eran Espronceda y Rubén Dario, Para empezar la poe ‘fa gjena fue el estimulo primero y determinante de propia poesia. He cltado mu has veces a una frase de Northtop Frye que considero opartimo volver recordar ‘Todo poemta piocede de olre poema.» Yo nunca hubiese escrito poses s) prev mente no hubera letdo poesia, Eso Io tengo claro. Pero las ravones por las que sso csenbiendo o pretendiendo escribir poesia 60 aos despacs de haber sufrido el com. tagio dela literatura son mas dudosas. Para justifiar el cio en principio gratuito () a veces oneroso: hay quienes pagan por publicar sus verses) de la escritura poctica SeSuelon esgrimir may diversas argumentos, alguno de los cules yo misma he wt ‘ado; el deseo de penetra Ja realidad, de conocer y de evalua éticamente el mundo; Ja necesidad de expresarnos o de comunicarnes; [a voluntad de vanclar en elrfo de Herdclitosy de salvar del efecto corrosiva del lempo algunas cosas querida el goce de crear pura bela, "Todas esta jusificacioncs pueden scr vidas, y algunas lo siguen slendo para ini, Pevo plenso gue, sha esias altars de mi vida continio excribiendo, es tarmbien or otra razon rrenos grandilocuentey wn tanto pueril que casi me avergucnea con fesar. Me temo que, aunque siempre sostengo lo contrat, estoy cayendo en la ten {Geton de creer cue et poets, Buero © mato, que mis versos configuran —cse Perso najeslusorio que habla en los poemas-—. soy feetivamente yo, que el acabarniento 4el poeta signficaria mi propio acabamiento. Se store, en timo extrema, de un ‘eleanabie caso de amor propio, de un problema de supervivenia planteado con tn brave ervor de perepoctiva, qed justifenble; pues algo 0 miveha de mi persist en To ue esribo. V, aque no ignero que los poetas, como los Loreres, deben saber Fett arsea tempor y que et la vida hay cosas ms scriae qu la poesia, conerelamente, ‘que mi poesia: y quo sel acte es largo y ademss no importa si pesbr de ser cons lente de too cso sigo escribiendo es, ch parte poreulc me resisto a confinar en el pasado ese resdio de mi mismo, a desprenderme de ese Jo que es 010, pero que hora, evando les dos estamos acercandonos aun final mevtable, novo que me hace ‘muchisima compan (Angel Gonzile, Palabra sobre palabra, Sex Baral, Barcelona) SEGUNDA PARTE, CapiruLo 4 EL CONTEXTO DISCURSIVO All lejos y hace tlempa, caandlo las Jineas relefénicas se unian, no era aro levantar el tubo del telefono y ewuchsr uaa conversacign entre deseone: dos, Quien haya tenigo tal experiencta sabe que es muy diel entender una Conversacion ajona. para una cultura puede ser severing» para ‘ira logue se puede describie como sla puerta delaneran por algulen de una Sociedad, puede descrbirse corpo sIn pueriatraserae por alguien de ola ste: dad. Por tim, incluso en el interior de a misma comunidad padtarnos en- conirar dferencias sega si, par ejemplo, lomamos came punto de referencia ‘el conocimiento de una persona comin el canocimiento de una persone ex perta (Durant, 1985: 206). Obsérvese Io apropiado del primer ejemplo que propone Duranti. He- ‘mos optado por dejar en el original inglés las palabras afternoon y evening porque, precisamente, la traduccién fuera de contesto resulta dificil; ambas pueden traducirse al espanol, segin los casos, por tarde, pero la segunda comparte con night Ia posible traduccion noche, aunque también podria traducirse por alardecer 0 anochecer. Por otra parte, seguro que quien lee estas paginas sabe que tampoco exisle unanimidad en determinar el perfo- ddo del dia que el término slarde> abarca en espaol. Por ejemplo, cuando alguien dice «podemos vernos a media tarde», en algunos lugares de habla espatiola eso puede querer decir «hacia las cinco» y en otros «hacia las sic- le», dependiendo de a qué hora se come (0 almuerza) ya qué hora se cena (0 Se come), entre otras cosas. Por lo que respecta a la localizacién, se plantea la conveniencia de dis- Linguir entre fronteras externas y fronteras internas, tanto temporales como espaciales. Tomemos como ejemplo la sala de un juzgado. Las fronteras es- paciales externas estaran formadas por las paredes, cl suelo y el techo de la sala en cuestion (incluidas las puerias y ventanas que pueda haber); las fronteras internas —que pueden ser mas 0 menos evidentes por la existen- cia o no de muebles u otfos elementes— marcaran los espacios reservados a la acusacién, a la defensa, al jurado —si lo hay—, a quien transcribe lo {ue se dice, a quien preside en calidad de juez, a ls testigos, al publico —si lo hay-, etc. Lo que resulta interesante de esta visién del espacio es que las fronteras internas delimitan espacios esimbdlicas» (es decir, culturales) que estan en relacién con el uso de la palabra. Indican quién y cundo tiene el derecho —yel deber— de hablar (o de escribir o leet) de qué mado oen {qué sentido se supone que ha de hacerlo: ahora le toca el turno a la acusa ‘lon, ahora se interroga 2 los testigos, ahora habla quien acttia como porta: vor del jurado y lee su veredieto, ete. ‘Algo semejante acurre con ias fronteras temporales, Si seguimos con el mismio ejemplo podremos observar que las fronteras externas seram, en e! ‘caso de un juicio, las que marcan su inicio y su final y que, normalmente se reconlozcan porque quien est calificado para ello —quien actia como jue-— pronuncia unse palabras que Aincionan como una -férmula-, como uh acto de habla «real zativos (véase el capitulo 7), indicando que se abre y se ciera la sesion en cada caso, respectivamente. Ahora bien, a lo largo del tiempo, mas o menos previsio, que dura el juicio se van sucediendo unos xepisodios» EL CONTEXT9 piscuRsvo os fo esecuenciass, cuyas fronteras internas estin marcadas —de nuevo de forma nis 0 menos evidente— por el uso de ciertos elemenios verbales y ro verbales que de forma convencional indican, comunican, expresan el paso de una parte a otra, Enunciados del tipo Trene la palabra la defonsa 0 Haga ‘pasar la tesrigo sertan ejemplos de esas «lérmulass marcadoras de Fronteras fentre las diferentes actividades que se producen a lo largo de un evento y que también esiaran caracterizadas por formas de hablar peculiares en cada caso. En cuanto a lo que se entiende por escevma psicosacial, es algo que tiene ‘mucho que ver con las nociones de las ciencias eognitivas y de la psicoloy social en Io que se refiere al conocimiento compartido y al concepio de rototipos. Las personas, a través de nuestra experiencia sociocultural co- liana, vamos incorporando nuestra manera de interpretar de forma ac- tiva nuestro entorno —y de funcionar en él una serie de rasgos propios de lo que habitualmente y de forma recurrente se produce en un determinado Jugar a un determninado tiempo. Ast, asociamos el evento «juicio» a una sala de juzgados en horario de trabajo, Eso no quiere decir que no se pucda tea- lizar en esa localizaci6n otro tipo de evento (por ejemplo, una fiesta, una reuni6n clandestina..); lo que quiere decir es que, si no hay otros datos que Jo pongan en duds, lo que esperamos, de forma prototipica, que este suce: diendo en ese local y a esas horas es un juicio. Este planteamiento de la etnografia no hay que entenderlo de una ma- nera estética (critica que, al menos en sus inicios, se le pudo hacer), ya que deja espacio a la variacidn tanto entre culturas como dentro de una misma cultura En el capitulo 7, dedicado a estudiar los complelos procesos de la interpretacién de los enunciados, desarrollaremos esta idea con mas c lle. Baste aqui con apumar que el significado que el tiempo y e! espacio ‘quieren no es unive-sal y que, ademas, se puede cambiar segin las finalida, des o las experiencias de quienes participan en un determinado encuentro ‘comunicativo. Lo que, sin embargo, parece evidente es que, en muchas oca- siones, ese espacio y cse tiempo psicosociabnente creads 0 activados orien tan, guian ~y por ello restringen'— la produccién y la interpretacién de los ‘enunciados, es decir, aquello que se considera wapropiados o «adccuadon decir y la manera como lo dicho stendria» que ser interpretado, Resulta fundamental retener la idea dle que la noci6n de ‘contexto’ se refiere, en este sentido, a1un concepto sociocultural, a la manera en que las personas que forman parte de un grupo o subgrupo determinado dotan de significado a Jos parametros fisicos (lugar y tiempo) de una situacién y & lo aque all sucede en un momento dado: El context es un fenémeno socialmente constituido, iteractivamente ‘mantenidoy limitado en el empo (Goodin y Daranti,1992:5). 4.12. BL’CoxTExTo' DESDE LA LINGUISTIC Las corrientes dominantes en el pensamiento linguistico del siglo x el estructuralisme ms formal y el generativismo— se han caracteriza: 106 Las cosas DEL DECIR do por excluir de forma explicita todos los factores contextuales en sus anilisis, declarando que para el estudio del niicleo gramatical esos facto- res no hacen més que distorsionar, al producir «infinitos» matices en las, formas y cl sentido linguistico. Sin embargo, siempre ha habido indivi dualidades o escuclas que han planteado la necesidad de incorporar esos elementos en el anilisis si lo que se pretende es entender lo que las perso- ‘as hacemos cuando usamos una lengua. Un claro ejemplo lo tenemos en el linguista ya citado anteriormente, Roman Jakobson. Para este autor, ‘uno de los linguistas europeos de orientacién estructuralista que mas atencién presto al estudio de la comunicacién entendida en toda su com= plejidad, el centexto era uno de los elementos que necesariamente habia ‘gue tener en cuenta para poder explicar las diferentes funciones que cur- ple el lenguaje cuando es usado: aca que sea operante, cl mensaje requlcre un contesto de referencia (un areferentes segui otra rminelogia un tanto ambigu) que el destinata flo pueda captar, ya verbal, ya susceptible de verbalizacion (Jakobson, 1960: 352). Notese que Jakobson habla de contexro de referencia y critica el uso del término «refetenten para designar ese concepts. Sin embargo, ese término {el que curiosamente sc ha extendido en la divlgaci6n, un tanto esquc- maética, de su interesante trabajo sobre las relaciones entre Linguistica y postica y sobre las funciones del lenguaje (Jakabson, 1960), Los trabajos de Malinowski no sélo dejaron huella en lz anteopologta; cl ambito de la lingufstica también ha recibido la influencia de su concep- cién del lenguaje y de las lenguas, especialmente, par Ia imporwancia central que otorgé al contexto de la situacién. En efecto, sus ideas sobre este tema fueron revisadas y ampliadas por el linguista britanico Firth, quien servieia, de puente entre el antropélogo y Halliday, maximo representante de la co- mente de estudio Tinguistieo conocida como lingstica sistémic y fr [2 Bl enguaje es una manera de tatar con la gente y con las casa, una manera de actuary de hacer que les otros aetuen (Firth, 1935. 3). Firth sefalé la necesidad de Hlegar a establecer una tipologla de las funciones del lenguaje y de los contextos de situacion en que las lenguas son usadas y en las que palabras y enunciados adquieren sus significados precisos. Esta tarea, segiin él, puede resultar dificil pero no es imposible si se apela al conocimiento sociocultural compartido que poseen las pet= sonas. Para este autor el contexto de la situacion atiende a los participan- tes, sus acciones comunicativas (verbales y no verbales), aquellas carac teristicas del ensomo jisico que resulten relevantes para el evento y los efectos que produce la accién verbal. Firth abog6 por el estudio de la con- versacion, entendida como «un ritual social», ya que ses ahi donde en- contraremos fa clave para una mayor comprensién de lo que el lenguaje es y de c6mo funciona» (Firth, 1935: 32) debido, prineipalmente, a que es ELCONTEXTO BSeURSWWO 107 en la conversacién donde puede apreciarse el valor del eontexto para al- canzar esa comprension, Estas ideas permiten el desarrallo de la nocién de registro, por parte de Tingiistas como Halliday y Hasan, para analizar las variedades linguist co-textuales derivadas de Ia relacion que establece quien habla o escribe respecto a la situacién en que se encuentra (véase el capitulo 11, donde se desarrolla este tema) Por ultimo, en este repaso somero y selectivo a la atencion que desde la linguistica se ha prestado sl contexto, no padeinos dejar de referirnos al hispanista Coseriu, Bste autor plantea la importancia de los enrornos en la ‘comprensian de los enuncizdos: [L-Jen todo momento, lo que electisamente se dize es menos de lo que se cexpresa'y se entende. Mas gebmo es posible que lo hablido sigrfique ¥ se en Nenda ends alla de a lengua? Tal posibilidad esté dada por las actividades & bresivas complementary, sobre todo, por ls creunstancis de habla. © ‘Los entornas intervenen necesariamente en tado hablar, pues no hay dscutso que ne acurra en una cieunstancia, que no tenge wn fondo. (los fentornos orientan tea discurso y le dan senda, vRasla pueden determinate] nivel de verdad de los enunciados (Coseru, 1955-1986: 308-309). Coseriu clasificé los entornes en cuatro tipos: situacién, region, contex- 10 y universe de discurso, El primer tipo —la sitwacidn— se refiere a los axpectos espacio-tem- porales, que permiten el uso y la interpretacién de las elementos detcticos de persona, de lugar y de tiempo. El segundo —la regidn— se reliere a lo {que hoy padriamos denominar como ~ambita seciolinguistica», que perm te asignar el significado concreto, entre los posibles, a una palabra; Coscriu distingua tres clases de «regionese: la zona, el dmbito y el ambiente. Para el lercer sipo de entorno —el covrtexio—, Coseriu distingue tres suptipos: ol ldiomatico, el verbal y el extraverbal. Finalmente, el cuarto tipo —el wriverso de discurso— tiene que ver con «ei sistema universal de significaciones al que pertenece un discurso (0 enunciado) y que determina su validex y su sentido: Ia literatura, la mitologla, las ciencias, la matemética, el universo tempirico, en cuanto wemass 0 «mundas de referencias del hablar» (op. cit 413) 42. El'contexto’ en la pragmética y en el anélisis del diseurso [Jen lox slkimas aos la Kea de que sna secuenela lingstca (ua ora ion) pusde ser completamente anslizada sin tener en cuenta! sconterios ha Sido seriamente puesia en duda. Sie) gramalico dela oracion dessa hacer af ‘maciones sobre Ia «aceplabilidad» de una aracion al determinar s las secven iss producidas por su gramtca son oraciones corectas de l lengua, es Fe ‘currindo implictamente a comsideraciones contextuses, Despucs de Wo, {que hacemos cuando n0s pregunian si una determinada secuenicla 6s «aceP- 108 Lascasis pEL DECIR tables? ~No nos ponemos, inmediatamente y del modo mds natural, magi: nar algunas circunstancia (es decir, un scontexto-) en dande la aracén po ‘ia er empleada de modo aceptable? (Bvown 9 Yule, 1983: 47) ‘Como sertalabamos al inicio de este capitulo, el contexto se constituye como un concepto crucial y definitorio del ambito de la pragrsatica y del anilisis del discurso, ya que su consideracién en la descripcién y el analisis de los usos HIngufsticas marcaré la linea divisoria entre las estadios. sivos y los puramente gramaticales. Dado este cardcter central, la definicién y la delimitacion del concepio de miacién al concepto de contexto desde el analizis del discurso ha consistido en dividirlo en cuatro niveles 0 tipos: El contexto espacio-temporal E] contexto situacionalo interactivo. El contexto sociocultural El contexto cognitive, Ese planteamiento puede resultar dull para determinados fines (didse- Licos, por ejemplo}, va que cada nivel o tipo pone el énfasis en algun factor sin duda crucial del contexto. Sin embargo, como esperamos mostrar en el resto de este capitulo, puede llevar a solapamientos innecesarios o incluso errores, ya que separa aspectos que son excesivamente interdependientes, Por ejemplo, tanto los elementos espacio-temporales como los situacionales son interpretados a la luz de los datos socioculturales, daros que, a su vez, son integrados en la mente de las personas a través de procesos cognitivos (ue se activan para cada situacién Levinson (1983), aiendiendo a la complejidad del concepto, plantea la cuestion del modo siguiente: {A qué podemos llamar entorces contexto? En primer lugar debemos distinguir entre las situaciones reales de enunciacién en toda su multipich dad de rasgos,y la seloccidn de solamente aquellos rasgos que son cultural mente y linguisticamente pertirentes en cusnto a ia produceion e interpre {acion de enunciados [..] Sin embargo, cpodemos establecer de antemane Eusiles son estos rasgos> Lyons se alreve'a enumerar los siguientes (1977 574), ademas de los prineipias universales de la logica v del uso del lengua je: 1) conocimlento del papel y dela posielén (donde el papel abarea el po pel en el eventadiscursivacomo hablante 0 come destinatario el pape $0 Eialy la posicin abarea rociones del nivel social relative), i) conoeimiento de [a situacién espacial y temporal, Ik) congcimiento del nivel de Formall- {dad, i) conocimiento del medio (aproximadaments el eédigo 0 estilo apro- piado a un canal, com la distincion entre variedades escrta y hablada de {ins lengits), ») eonocimiento del eontenide adecvado, vi) conacimiento del campo adecuado (o dominio que determina cl registro de una lengua) ‘Ochs (1973e) 1 sefala que sel dmbito del comtesto no es (acil de defi dlebe considerarsee] munclo social y psicoldgico en el cual actua el usta sin del lenguaje en cualquier momento dado- (p),cincluye come mi EL CONTEXTO DISCURSIUO 109 sno las ereencias ysuposiciones de los usuarios del lenguaje acerca del mar ‘co temporal, espacial y social; las acciones (verbales ¥ no verbales) anterio fos, ch curso futras,» cl satado de conocimiento y atencion de Tae que patticipan en la interaccion soclal que se esti efectuandos (p. §). Tanto Tyons como Ocks enfatizan que no debe entenderse cl contexto de manera _que cxcluya rasgos linguisticos, ya que tales rasgos a menudo recogen asun- ‘Giones contestuales (un punto sabre el que Gumpers ha lamade suilmente Ta atercion [1977], Hamando a estos rasgos linguisicos sefales de contex: tuallzacion) (Levinson, 1983: 19-20) En este mismo sentido, Brown y Yule (1983) recogen las aportaciones realizadas desde la inguistica funcional y desde la antropotogia linguistica -y plantean que el contexto esti formado por todo el conocimiento einogré- fico necesario para interprerar los enunciados y para crear expectativa. Elementos como el rama, el marco, el canal, cl cédigo, la forma del mensaje, el tipo de evento las caracteristicas de los parteipanres seran los que inter” Vienen en Ia produccion y en la interpretacion de los enunciadas y son los factores que quienes analizan una pieza discursiva tendrén que tomar en -consideracion para dar cuenta de forma cabal de lo que las palabras signi ‘can; estos autores setalan la importancia que tienen los factores contextua- les que hemos senalado en el uso e interpretacién de esas piezas especificas _que son los deicticos, A todos exos factores, Brown y Yule ataden, siguien: -do.a Halliday, el corest0 0 entorno texital, es decir los enunciados que ro: ‘dean a aquello que st esté considerando para el andlisis, ya que e! significa: do conereto que adquieren las palabras, los enunciados y los discursos de- ‘pende, en gran medida, de lo que se ha dicho antes y de lo que viene des- ‘pués. Otros autores, como Maingueneau (1996) 0 Kerbrat-Orecchion’ (1990), mantendran esta concepcién como algo basico para el anglisis del discurso, tomando como «ingredientess fundamentales del contexto © lingutstico los participantes, el marco espacio-temporal 0 emplazamiento \niendide tanto en el sentido fisico como en el social institucional) las fi salidades y ol cotexto. Un factor de gran importancia que, como veremos mas adelante, es de- ‘aurante, asistir a una conferencia, reunirse cn wna asamblea de trabajado- res, ele.) una vez activado ese esquiema 0 marco, se srean unas expectativas. de actividades en forma de guid, que nos indican cOmo actuar y emo es- perar que actiien los demés, Ademis, si entendemes que Ia comunicacién es una accion encaminada hacia una meta, teniendoen cuenta el marco y él Buin, se pone en funcionamiento un plant determinado para conseguir esa meta. Este funcionamiento no hay que entenderlo de forma mecanica, ya Aue al producirse en la interaccién, es necesario ir negociando y tal vez &0- dificando los diferentes parametros a medida que se desarrolla el proceso de expresién y de interpretacién (Schank y Abelson, 1977: Brown y Yule, 1983), ‘Veamos un ejemplo: si reconacemes un determinado espacio como tun consultorio médico (por la colocacién de las mesas, las sillas, el arma- rio con el instrumental clinico, etc.) y el tiempo omo el tipico para la atencién sanitaria; si reconocemos, por su ubicacin en el espacio y por su indurmentaria, a Jos personajes (médico-enfermero-paciente), todo ello se configura como ese entramado 0 marco que nos permite prever 0 espe- rar unas determinadas secuencias habituales de acontecimientos —un gun del tipo: 42) intercambio de saludos 5b) Secuencia de preguntas (por parte del médica) y de respuestas [por parte del paciente) sobre el motivo de la consulta ©) diayndstico y recomendaciones a) despedida. Logicamence, pueden producirse, también, otras actividades (una ex- ploracién fisica, comentarios laterales, etc.). En cualquier caso, esos ac: {os implican unos determinados tsos discursivos para que el guién se cie cute de forma apropiada. Ahora bien, es fundamental no entender, como, deciamos antes, esta dimension contextual como algo universal y estati= 0, ya que a lo que nos estamos refiriendo es a cicrtos tipos de significa cones que determinados parameiros suelen tener en un ambito conereto (el de las consultas medieas) y en una cultura concreta (la occidental) Ademés, hay que tener en cuenta que esas significaciones —y los pardme: tos mismos— pueden también variar dependiendo de multiples factores gue, en cada caso, habré que tener en cuenta como, por ejemplo, el tipo de consulta (publica o privada, en el dispensario o en el damicilio de la persona enferma...), las caracteristicas personales de los participantes y su conocimiento mutuo, el tipo de enfermedad, los planes de los diferen- les actores, ete Como deciamos antes, uno de los fenémenos en los que confiamos y que nos orienta en la cteacién y comprensién del contexto es la rutartextua lidad (Bajtin, 1979; Voloshinov. 1929; Beaugrande y Dressler, 1981). En ‘efecto, las personas vivimos inmersas en una corriente de textos que se han produeido a lo largo de la historia, que se van arepitiendos en situaciones de comunicacién semejantes y que vamos interiorizando de forma que po- amos activarlas con facilidad cuando sea necesario. Como sefiala Rams poll refiriendose a la narracién, [..] et cartcter convencional de las superestructuras narrativas hace que la ‘mayoria de los hablantes sea capas de determina’ na solo el contenido de un texto, sino tambien tI tipo que constituye. As. un supuesto Basico [..}¢s que las reglas de un discurso natativo forman parte dela capacidad lingistia comnicativa fel kablanie (Ramspott, 1992" 101) A veces, la seguridad de que se comparte ese conocimiento esquemsti> ‘coy el guion correspondiente se utiliza para romper las expectativas y crear tn efecto sorpresa de gran eficacia comunicativa, como se puede apreciar en el siguiente texto: MonTeRta Por un colo de Sierra Morena iban con el lle al hombro alts finance ros, captanes de empresa, politicos del sistema, magnates salchicherosy alg tos erttdersias sentios por na jauifa de perros. Un wropel de seereieiot transportaba la municion- A todos les humeaba el blfo cn ta fra madrugada, perolos cazadores llevaban bajo las verdes casacas el estomago reparado con tin desayuno de migas con chocolate A esa hora, los jbalies aan dorian y tes venados ya estaban lorando. Mientras las slimafos sonaban en la mad {gura, guardas con escaapela en el sombrero gulaban a estos adores de el {Ehasta sus puesos de combate Pronto comenz6 la monterf. A la salda del sol olan a sangre algunos matorrales y por los barrancos del colo sonaban disparos de varios eco, flan alartds de toda indole, incluso humanos, dentro del recto perfume dela palvora, Loe eazadores se habian etablectdo, sequin Inteeses 0 pandas, de- {ras de los parapetosy [a orden del dia consista en abair cualquier cosa que ‘se moviera, desde un Zonseero delegadohasia un simple conejo. No se dettvo ia Carniceria darante Toda la jomads. Los ojeadores seguian lvantardo grat des piezas 9 nedia manana y or las mirastelescopicas podian verse Ws gr mas de los cierwos, la cepura seca en las faces de olras heres, el terror en restr de alginos presidentes de conseo de admintsiracion,» eran placer presenti con la mente helada a exacted eel proyectapretr el gatllo yal Instance divisara la vctima rodando por la irotha bajo el entraendo de los pe ros. La caceriatermino cuando el elo ya se hallaba tembysn cubierto de plasma, En el erepdscul, los monteadores Hevaron al palacto carnprstre ls furgonetascargadas con la cava cobrada, que fue reibia por los adores. pervivlentes con tra copa de fine en la mano junto a ls porches Ene las Diez abatas habia tes Jablle, dos subsceretarios un banguero, dos doce: fas de venados, cualro empresarios, tnumerablescorijorY Un principe des. tronad (M. Vicent, ET Pas} m2 LAS COSAS DEL DECIR Probablemente este texto, que pertenece al género «columnas, tipico del periodismo literario, se apoya en dos bases; por una parte, el Conoct- miento, aunque sea rudimentario, que se le supone al lector respecio a como funciona una caceria y, por otra parte, el recuerdo de una famosa ‘en sti momento— pelicula espafiola de los athos sesenta —La ciza—, de Carlos Saura, en la que se utilizaba esa actividad como alegoria do la época de represién franquista en Espana, Las expectativas se rompen cuando ve- mos quie las presas no son tinicamente los animales (cierves, conejos, vena. dos o jabalies) sino también personalidades del mundo econdmico (banque: rosy empresarion,pollico (eusseretarios)y socal (un prneipe deste En un sentido fundamentalmente psicolbgico se define el context dentro del marco de la teoria de la relevancia (0 pertinencia), como ese con. junto de factores que permiten la produccién y la interpretacién de las tenunciados con un minimo coste de procesamiento. Reyes (1995) lo explica de este modo: El context, en la teoria de la relevancia, se define en términos psiclé gicos, no sociales, eulturaleso discursivos [..] Las creencias operativas que forman el contexto de cada interacciGn pueden decivar de la percepei6n in pediata de la situacign, de lo que se ha dicho antes 0 provenie de la memo- fia, Lo imporante es que los inietiocutores comparten 0 creen, compartir tuna version parecida del contexto, La comunicacion enitora depend de cier te conceimiento mutuo: de lo que cada interlocutor sabe y sabe que el otro sabe (Reyes, 1995: 57). En o170s casos, es el entorno fisico el que nos aporta datos sobre ‘como comporiarnos de forma adecuada o sobre qué tipo de aconteci- rmiento comunicativo podemos esperar que se produzca y, en ese sentido, activamos un guién sobre las secuencias y las acciones verbales y no ver” bales habituales en esa situacion (véase el apartado 4.3). Ahora bien, el contexto puede también crearse a través del uso discursive mismo. Asi, por eemple, el inicio de una pieza discursiva actia de sinterruptors en ‘nuesira mente, en nuestra memoria hist6tica y cultural, y crea unas ex pectativas respecto a lo gue vendra 4 continuacién, es decir, nos propor: ciona pistas contextuales, Veamos algtin caso tipico de lo que estamos di ciendo: 1) A—iAy! do sabes aquel que dice..2Chiste, stuacinfestiva, 2) A—Erceuna vez. Cuenta tradicional, stuacion familiar 3) A —Perdone que le molesie, pero. Situacién formal, jerrquia, diel Asimismo, la selecci6n de un registro determinado o de elementos pro- ‘sodicos concretos, por ejemplo, puede servir como sefal que actia de indi cio para la construccién de un contexto. La teorfa de la relevancia se ha preecupado especialmente de los procesos de interpretacién, por eso nos Teleriremes a esta propuesta con mas detalle en el capitulo 7. [EL CONTENTO DiScuRSWWO 13 La creacién y el reconocimiento de los factores contextuales son aspec- tos fundamentales en la comunicacién humana. Gumperz se refiere a estos aspectos cuando habla de conrestualizacisn: ‘Uso el termino scontextalzaciéns para referieme al uso que hacer los hablntes'y los oyentes dle signes verbales no verbales para poner en relacion In que se dice un enalguier momento concrete y en cualquier lugar coneret com el conoeimiento adquirdo a través dela experiencia pasada, can el fin de Fecuperar Ins presiponiciones en Tas que contian para mantener el corpromi ‘6 conversacional para evaluar qué lo que se esté queriendo decir (Gum per, 1992! 230}. ‘Como ya hemos sefalado, el contexto es algo dindmico que quienes participan en un intercambio comunicalivo tienen que ir construyendo “creando, manteniendo, cambiando e interpretando—. En ese proceso pueden concurrir —guiando y orientando— ciertos elementos como el en- torno lisico (culturalmence interpretado) y ciertas normas o tendencies de comportamiento colectivo interiorizadas cognitivamente en forma de marcos 0 guiones. Sin embargo, son las petsonas, através de las activida des que van llevando a cabo, quienes actualizan esos lactores convirtién- dolos en una parte significativa de lo que esta sucediendo, En este senti do, como ya ha mostrado la etnometodologia o la etnografia, los asos lin- zguisticos y lo que los acompana (vocalizaciones, elementos cingsicos ¥ slementos proxémicos) son los instrumenios privilegiados que tenemos Tos seres huimanos para construir el contexto en el que se inscriben nues- tras actuaciones, Es decir, el contexto es algo que se construye discursiva ‘mente a través de lo que Gumperz (1982) denomina indicios contextus zadores, entendidos como constelaciones de rasgos suporficales de la forma del mensaje a través de los cuales las hablantessefalan y Tos oyentessntepretan de qué tipo de actividad Se trata, obmo debe entenderse el contenido semantoa y de que manera cada Dracion se reaciona con lo que la precade y com Toque Ta sigue [.] (Gurnpe 1982! 13D. Todas las lenguas naturales poseen maltipies elementos que utilizamos ‘con estos fines. Un determinado tono de voz, un ritmo especialmente acele- rado 0 lento, una determinada seleccién lética, la eleccién de un tipo de -construccién sintéctica, de un registro o de un estilo, 0 el cambio de una lengua a otra la seleccion de una variante fonética —asf como una mirada, luna vocalizacion 0 un contacto fisico— contribuyen a la creacién de un -contexto especifico. ‘Vearnos el siguiente ejeniplo en el que se puede apreciar como se nego- ‘cian y se transforman algunos de los parsmetros del contexto a partir de un ‘cierto conocimiento compartido. Se trata de un examen oral oficial de espa- ‘hol como lengua extranjera, En el aula hay dos profesoras, Prl y Pr2, encar- gadas de examinar, y entra a evaminarse una muchacha, Est; las profesoras ‘ho conocen previamente a la estudiante ni ésta conace a las protesoras, El ana LASCOSAS DEL DECIR ‘examen se hace el mismo dfa en muchos lugares, las preguntas son las mis- ‘mas en todas partes y existe la norma esincia de que una vez reallzada la pregunta de examen, las profesoras no pueden ayudar de ninguna forma a quien se examina, Pr = dedinde eres \ {ea been erigmaiament 0 sheor\ Pan se — sy glenn peoro—= Pe ees nsless Ex —assn Pet — cutato tempo levas ag Prt — uy elnco alos ah Es. — ue soyeasoda Can un chico espaol y= pat Pri — shezenbarelonat Ext poven in econ provinclae do gerne Pri que bien Fra — standada mucho en ven en Hepa vatno\ Eu mew" st — hemos sao fs dee (9 Pe pert quero exo hola tina hora mejor qe primera [Es sstsi she porque la semana pasa me vve ie saliealascine eda ponque ho sabia nese nada Pri has etude espanol Exr—noknolo he aprndldo bound ested un posh exo ai pro on pea Toiquc he apenuis le he aprenado aah hablondo [sel est Pr oura\10 sabes que hay dos pares nol examerh na primer parte son stuscsones ‘comentesenotonsces te ares oe eas shucaciontes yt le vasa maar ee ™ 2 saeen ne omen eis one haa. eso que dca en eta stusecion-\ [Pr2 — >tevamen dar un eemple\enelote en gue ests te laman por telefono para Infornarte de gu ta txtya este eoprando\ pare tins ets tals Prepared {qe dicen» ae propones Ex —buehat et lo coment ahora Pasian Es pero que tenga que hace coro un conertaci squidoo slo 2 waren magna qu ellaesla secur det ath epson ol elon sera por tefona, Det toy digom al tx ext esprarded 4B. Est tno pies depo fave quescespere urs ious que med emp M6. deacabor lala 47. Privalecatoesbquequetemon nantros eV gue mis omench pues mantergavnes UN 488. pequctodiloss\metor dicho able une noses @. Estque lescigo dusted ode uh $0. bra to qu ts npeeerass SI Pri —seomote senior mejor Ei Ped —comatesientne melon 55 [enced 1. CONTEXTO DISCURSIVO 15 54. Pro —teemteas de que une sig tuys consegudo—por intel post de trabajo que 53. Sno descatt tla bras por leona quale ies gue prsunas $5 Bat le dia hols\enkorabuens\ me e alestada mucho de siber que has conseguido 57. trabajo que content deber xian cusndoempitaey con kin as trabajo Corpusdel CAD) En esta transcripei6n se pueden observar claramente tres secuencias, a saber: 1. Romper et hielo De la linea 1 a la 30, as profesoras tratan de «romper el hielo» y tran- quilizar a Ia examinanda; para ello le hacen una serie de pregunias de ca- Fcter personal, comentan sus respuestas con énfasis, mostrando admira cidn (veanse las lineas 9 y 14, por ejemplo), en defintiva, despliegan estra- tegius de cortesia positiva (véase el capitulo 6) mostrando comprensién y solidaridad, tratando de crear una atmésfera en la que la joven se pueda sentir relativamente cémada, 2. Elprecalentamiento Después de las risascompartidas (linea 30) que sefalan que se ha conse tgvido un cierto grado de distension y que actuan como frontea, empieza la Scqunda secuencia, ue abarea de la lioea 31 hasta la linea 52. Bn este fag mento se leva a cabo una actividad que podrtamos lamar de «precalenta- mientos. Las profesoras le expicana la chica en que va a consis el examen ¥ le proponen realizar una especie de «emsayor. Alo largo de esta secuencia se negecta y se comprueba si se compare lo que va a suceder en el examen, la ‘muchacha manifiesa lo que entende a través de respuestas minimas (lincas 533,35) y pregunta aquello de To que no esta segura (eas 39, 41. Especial mente interesante es lo que ocure en la inea 49, en que la estudiant pregu- {2 gue tipo de tratamiento se espera que ule, tema que las profesoras dejan ast eleccidn (hay que sefalar que no exste apenas diferencia de edad entre das tes mujeres que no es Inusual en el lugar donde ce realiza el examen “Barcelona que los estudiantes uteen a sis profewres). 3. Elexamen El silencio que se produce en la linea 3 seftala la Frontera entre la se- jgunda y la tercera secuencia al indicar que todo el procedimiento parece es- tar claro para la estudiante, En la linea 54 empieza la tercera secuencia en Ta que tiene lugar el examen propiamente dicho: el ono es mas formal, los urnos mds largos y la estudiante «simula» una conversacion telefénica sin ‘esperar que ninguna de las profesoras la «ayudes interactivamente. Vernos, pues, cémo en el interior de un mismo evento, este particular examen oral, Se van negociando y construyendo diferentes sescenass a través de la pro: pia interaccion, ne LAS casas DEL DECIR 42.1, La beixise IPOS v FUNCIONES Cliente — jeamarero, este croissant esta duro! Camarero— jah, lo queria usted de hoy? Cliente — jpues claro! Camareroentonces, venge usted mattana, eDénde reside fa wgeacian en este chiste? Precisamente en el hecho de izar de forma ambigula el deletica temporal hoy. Se supone que el cliente quiere que e! croissant sea de hoy, shoys, porque si es de hoy «manana, le ‘ocurrird lo mismo que shoy=, que esta duro porque es de «ayers. Obsérvese que la correcta interpretacién de esas pievas tiene que hacerse tomando como referencia el momento de la enuinciacisn, as lenguas tienen la capacidad de «gramaticalizar» algunos de los ele: ‘mentos contextuales, 2 través del fenémeno de la edeixiss, fundamental dentro de lo que se conoce como indexicalidad, Con esie mecanistio, quie- nes participan en un encuentro comunicativo seleccionan aquellos elemen: tos de la situacién (personas, objetos, acontecimientos, lugares...) que resul- lan pertinentes 6 relevanies para los propésitos del intercambio, los colo- ‘ean en un primer plano o lormando el fondo de la comunicacién ¥, ala vez, se sitian respecto a ellos, La indexicalizacion permite jugar con los planos, con los tiempos y con las personas en el escenario de la comunicacién. ‘Aunque las expresiones indéxicas pueden ser de muchos tipos, las lenguas poseen unos elementos que se especializan precisamente en este tipo de funciones, nos referimos a los elementos defcticos de los que vamos a tra tar en este apartado, En osoncia, la deinis se ocupa de cémo las lenguas codifican o gramatica- Tizan rasgos de contexto de enunciacién o evento de habla, tratando asi tambien de come depende la interpretacion de los enuciados del anslsis del comtexto de enunciaeion. Lj Los hechos defeticas deberfan aetuar para los Tingatstas tesricas como recondatorio del simple pero imparsantisima hecho dde que las lenguas naturales estan disefadas prineipalmente, por decilo at, para ser utillzadas en la interaccion cara a cara, y qu solamente haeta cierto punto pueden ser anaizadas sin tener esto en cuenta (Levinson, 1983: 47) Los elementos defcticas son piezas especialmente relacionadas con el ccontexio en el sentido de que su significado concreto depende completa- mente de la situacion de enunciacién, bisicamente de guin las pronuncia, 44 quit, cundo y dénde. Son elementos lingbisticos que senalan, seleccio- handoles, algunos elementos del entorno contextual. La deixis ha sido obje- to de interés para la Filosofia y la linguistica y es uno de los fenémenos que ‘mis especificamente atafle a la pragmdtica dada su funcién de indicador contextual, tanto en la elaboracion como en la interpretacicn de los enun- ciados. Los defeticos (llamados conmutadores por Jakabson, 1957) son ele- enios que conectan la lengua con la enunciacién, y se encuentran en cate- gorlas diversas (demosirativos, posesivos, pronombres personales, verbos, adverbios) que no adquieren sentido pleno inés que en el vontexio en que se temiten. Ast como los elementos léxieos no adquicren sentido pleno mas que ELCONTEXTO DisCURSIvO 7 cen st uso contextualizado, en los defcticas este carécter se ve acentuado al mmaximo, Por eso Jespersen y Jakobson les confieren un estalus especi (Kerbrat-Orecchioni, 1980). Sobre la indexicalizacién, en general, y sobre la deinis, en particular, se pueden consultar, entre otros, los trabajos de Buh. ler (1934), Lyons (1968, 1975 y 1977), Fillmore (1971, 1975), Levinson (1983) y Hanks (1992). Para la deixis en espanol, véanse ios estudios de Ci- fuentes (1989) y Vicente (1994) La deixis Seftala y crea el terreno comiin ~fisico, sociocultural, cogni tivo y textual. Los elementos deicticos organizan el tiempo y el espacio, sitdan a los participantes y a los propios elementos textuales del discurso, De acuerdo con esto, cinco son los tipos de deixis, segtin a cual de esos as: pectos se refiera: deixis personal, espacial, temporal, social y textual. Los ele- mmentos detcticos suelen formar clases cerradas y son principalmente los pronombres, los articulas, los adverbios y los morfemas verbales de perso- ha y de tiempo, pero también algunos verbos, ajetivos y preposiciones. Los lerminos detcticos pueden usarse en un sentido gestual o en un sentido sim. bolico (Levinson, 1983), como le muestran los siguientes ejemplos: L. Uso defctico y gestual: Me duele agut (sefalando el estémago). 2. Uso deletico y simbélico: Agu (en este pais) se acostumbra a al- ‘morzara la una del mediodia. \Vearnos cémo se define —a partir de los elementos defeticos—la situa cién de enunciacién. ss ee Faas {—- —_=. YO (fo) TUUSTEDIVOS (tuyo, suyo) | ELELLA/OS/AS: BG Hlosas a Piss de persona NOSGTROSIAS vosoTROSASUSTEDIES ieee | _d ["yeuinca ast inc ES Bla Matto detunar CERCA LE}OS | deve ives ENTONCES Deixis personal: Senala a las personas del discurso, las presentes en el momento de la enunciacion y las ausentes en relacién aquéllas. En espa- 118 15 cosas DEL DECIR Fol funcionan como defcticos de este tipo los elementos que forncan el sis tema pronominal (pronombres personales y posesivos) y los morfemas ver bales de persona. A través de los defcticos de persona seleccionamos a los participantes en el evento, Pero esa seleccion es flexible y puede cambiar. ‘Quien habla es el »yos, sin duda, pero a través de la segunda persona pode: mos selecctonar a diferentes interlocutores, de forma individual o colectiva, para ello habra que tener en cuenta 4 quién nombramos con ‘a ercera per- sona (ambien de forma individual o colectiva). Quien ahoro es +i» puede pasar a ser sellax o parte de sellos» o «ellos en un momento dado y vice versa, de forma que vamos incorporando 0 alejando del marco de la entin- ciacién a alguna o algunas personas. Lo mismo ocurze con la primera per- sona del plural, que puede equivaler aun «yor + «tis (0 «#osotros!ass) 09 y equivaler a un «yoo + X (menos eit o «vosotrosiase 0 menos parte de “osotroslasn) y ese oX» puede estar presente © no en el momento de la enunciacién, Con la segunda persona del plural sucede algo similar, ya que puede incluir a todos o parte de los presentes (y el resto pasar a ser parte de sellos» 0 «nosotross), 0 a todos a parte de los presentes mas alguien au- sente. En cuanto a la tercera persona, con ella se nombra lo que se excluye del marco esiricto de la interaccién, pero, como hemes ido viendo, la perso- tha o personas que denominamos como «él, elloss, sella, «ellase pueden estar presentes 0 no. Al uso de las personas gramaticales hay que afiadir las posibilidades que ofrece la delxis Social y que permite ya no sélo seleccio- nar a los sactoress, sino también caracterizarios socioculturalmente. La deixis social sefala las identidades de las personas del discurso y la relacién entre ellas o enite ellas y la (posible) audiencia. Sirven para este cometido los elementos del sistema de tratamiento formado por algunes pronombres, los apelativos y los «honorificos» (véase el capitulo 5). ‘Los siguientes esquemas intentan mostrar alguna de las configura ciones que pueden adquirir las relaciones entre los actores de Un inter- ‘cambio comunicativo a través de la utilizacién de los elementos defeticos de persona, EL CONTEXTO DISCURSIVO 119 ‘Ota forma de esquematizar las relaciones entre los interlocutores nos 1a proporciona Kerbrat-Orecchioni (1980: $5): ao nosoTros,iAs) Fie 2 Deixis espacial: Con la deixis espacial se organiza el Iugar en el que se desatrolla el evento comunicativo. Para ello se seleceiona, del entorno fis 0, aquello que interesa destacar, y se sitia en el fondo o fuera de! wescen rio aquelio que no interesa o sélo de forma subsidiaria, es decir, se cons truye el «proscenio» y los decoradas del fondo del escenario. La deixis espa- cial seniala los elementos de lugar en relaclon con el espacio que screa» el yo como sujeto de la enunciacion. Cumplen esta funcion (véase Ker- brat-Orecchioni, 1980: 63-70) los adverbios o perifrasis adverbiales de lugar (agit 0 acd / ahi / allo alld; cerca / lejos; ariba / abajo; delante detrds a la derecha/a la izquiorda, etc), los demestratives (estela / ese/a / aquela), al- sgunas locuciones prepositivas (delante de / detrds de, cerca de / lejos de), ash como algunos verbos de movimiento (ir / venir, acercarse / alejarse, subir / bajar). Como vefamos con la deixis de persona, también pademos jugar con ¢l espacio y smovers los elementos scgiin nuestros propésitos. Asi el saquis 6 sacs, westao 0 westen puede senalar algo que esta en mi persona 0 algo ‘que esta cerca de snosottos», pulede ser vagus, en mi pierna- o «aqui, en el planeta Tierrae; igual sucede con el «ahiv ! xeselas, wallis 0 walla» ! ‘aqueblas, ya que su sentido siempre tendra que interpretarse de forma lo- fal, en relacion con lo que hemos designado como saquin, y seguramente teniendo en cuenta ottos lactores del contexto, por ejemplo, elementos no verbales (gestos, miradas, posturas, inovimientos, etc.) como hemos visto ‘en el capitulo 2. La deixis espacial tiene, ademas, una funcion muy impor. tante —si se quiere de tipo metaférico— para marcar el territorio el espacio pablico y el privad, y, como consecuencia, para sefalar la imagen y la dis- Ro Lascosas oft oFcIR tancia de las relaciones sociales, como lo demuestran expresiones del tipo asurse de la raya: meter la pata: ponerse en su sitio; no pase usted de ahi pongase en mu lugar, no te metas donde no te llamar, et. Fe. 3 Deisis temporal: Indica cleneutem termjanaley tunarnks cons ver cia el sahora» que marca quien habla como centro defetico de la enuncia- ion. Basicamente cumplen esta funeién los adverbios y las locuciones ad verbiales de tiempo, e! sistema de morfemas verbales de tiempo, algunas preposiciones y locuciones prepositivas (antes de /después de, desde, a partir de,.), asi como algunos adjetivos (acrual, antiguo / moderne, futuro, proxi- mo... Veamos las referencias defcticas de tiempo tal como las presenta Kerbart-Orecehioni (1980: 61-62): EL CONTEXTO biseLRSIYO er eats aotne esr ay: aay oo a a viooe ‘Soon Set ates insara;pasaso mara dota sgoerte oo de depuss aimee rou (edo os as Gorctee nar end shor prov (one de pacok esac elnces en to eepts: essa Sonaweon ny oro aa ‘Rhus a eisandspouns aes cco i. 4 CCon la deixis de tiempo ponesnos las sfronterass Lemporales que mar can el sahora respecto al vaniese y al después. Pero Jos limites que se ‘marcan con el «ahora» pueden tambien referirse a una secvencia particular dentro del evento, serta el caso del sahora» mas estricto o pueden referirse fa un tiempo que abarca mucho mas de lo que dura el evento (por ejemplo: ahora» = siglo xx). Por ello el sentido de las deicticos de tiempo también tiene que inlerpretarse localmente, de acuerdo con las Coordenadas concre tas en que esas piezas se utilizan, rs etiee, Abaca | me enctagone ME Fe 5. La aporiacién de Weinrich (1964) sobre este tema es niuy valioss por el usc de los tiempos verbales en los textos, desde un perspec- tiva comunicativa, Comcidiendo con Ia orientacion enunciativa de Bepve- niste, defiende el estatulo subjetivo del tiempo en la lengua, Efectivamente, para empezar, distingue claramence el Tiempo Lingilstico del Tiempo Fis co (cuarta dimensién, lineal, irreversible y usidireccional) y del Tiempo Cronolégico (vlativo a los acontecimientos, percibido v pensado en bi reccionalidad, hacia el pasado y el futuro, base del calendario establecido convencionalimente). £] Tiempo Lingufstico, aunque presupone el tiempo cronol6gico, no coincide con este: presenta la particularidac de cener al ha» blante como centro deictico para que ésle implante asi su perspectiva por medio del sistema defetico de tiempo. No se trata em Is Worn retention de Is axpresion del tiempo —Ia cual pce, en micelne lengua, core spailder an sombre sustantivo ba ots ce Teuortas gramatieales— sito de na inpiczety(y de sna subsipoiemte exp Caen) de ordem esiitomente formal: el verso snica el empa en su lors mama, » #0 en vintad de su susianesa semantic, y, al mplieatl, lo exp po un dsfile deeasos temporales, cova de la que n0 os capa el Sustantivo Dinguna olra parte det orci tQiolho, 1975: 35), TEl verbol se presenta como un sistema de copresentactones Lemporaes, ue son ores tantas concepuibidadss que la mente se da del tiempo ue por {apericnela poribe ibid, 1975-61) Para Weinrich, el verbo, con sus morlemas dle tempo, tiene al valor de poder ser usado pars organizar la predicacién como no ve puede hacer con inguna otra culegoria gramatical, ya que proporciona pisias recurrentes de los dos modos tundameniales de representar la realidad: como relato 0 como comentario (véase Calsanniglia, 1989). Weinrich divide en dos grupos los tiempos simples y compuestos del indicasivo. Un grupo para referirse al mando narrado y ote grupo para relevirse al mundo comeniada. Para cada luno de los grupos establece un origen o tiempo 0 (TD) que Se instaura para ‘mostrar al destinatario la posicién que toma el hablante, Para representar el mundo narrado hay dos T0: el Pretérito y el Indefinido, Para represen: wr el mundo comentado s6lo un TO: el Presente, El resto de los tiempos de luno y otro grupo se sitban con respecto a su otigen de forma reirospectiva 1 prospectivat designan Ia perspectiva comunieativa relativamente al panto. 0.de los grupos temporales correspondientes, La disuibucién, sin pretender ser eshansiiva, queda como se relleja en el cuadro de la pagina siguiente. La asimettia entre fos dos grupos, en lavor de los tiempos del mondo rnarrado, la explica Weinrich porque sel lenguaje pone a disposicién del mundo del rclato mas Lierupos porque es mis dilill siuarse en e) mundo rnarrado que en el mundo comentado en el que nos movemos con toda con: lianca» (ibider: 208). El hablanie selecciona un origen ¥, en principio. se aadecus al uso de unos tiempos verbales que concuerdan con este oriyen a to largo del texto. Asi, un texto narrative es ficilmente identificable por su an: claje enunciativo ca la deisis temporal de [a narvacién. De esta manera, la lparicidn recurrente de un grpa de tieinpes verbales en un texto funciona EL conrexTO piscuRSivo 13 Gap temporal (Grup enporal ‘mundo comemade ‘mundo narrado Babrs camiado habria cantado cantar camara va cantar tha a caniar canta (10) ccantaba (TO) ceant6 (10) be camtad hai eantado hhubo cantado acaba de cantar acababa de cantar fstd cantando estaba cantando como una «llamada» a la conciencia del Oyente o Lector para que considere quello que se representa a través del discurso como algo que le implica (mundo comextacio) o como algo que le ibers de la coercion de la situacion vy que le emplaza en un escenario distinto (mundo narrado). La combinacion de adverbios y otros organizadores textuales con el sistema de los liempos verbales es de crucial importancia en la creacién de Ja coherencia iextual rete al presente del «mundo comentade» hay una parvia en el «rund parrados. La exisencia de esta pareja la faterpreta Welarich como us indicio ‘de que dae star en eelacion con el anatrars El imperfect, eleetivamentc, se ‘encuentra.en el principio de ly narvacion, en la expasicion que introduce ale {epior al mundo narrado. El indefinido se encuentra, sobre todo, en el nucleo de la narracién. Asf pues, el indefinida reproduce los momentas esencals, el impertecto smiraduce ls cicunstancias mas secandarias.[] Algunos organi zaudores como ode pente, «de pronto, advieten que se acerca una compl {acion y aiclen asociarse lambién al indchinido: otras como adespues, sense [Ruida» parecen indicar la sucesién de los acontecimientos, asi como venton. ‘ese se asola a la resolucign (Ramspot, 1992 102-103), De hecho, los tiempos verbales, mas alls de su valor deictico estricto cen relacién con el momento de la enunciacién, tienen un valor simbélico y estruciurador de los diferentes tipos de discurso, como sefala Ramspot en el fragmento que acabamos de citar. La narracién es el espacio de los jue- 0s de los tiempos del pasado. En la explicacion tiende a dominar el pre- sente, asf como en la descripeién, aunque, en este ultimo caso, depende de cual sea el entomo en el que se sitia una descripeién (por ejemplo, si apa: rece como parte de una narracién, el imperlecto es el tiempo tipico) Ta argumentacion parece que el eundicional 9 el fasury son Tos dempos mas apropiados (vease el capitulo 10). Esto no s gnifica, sin embargo, que los textos muestren siempre homo. geneidad en los tiempos verbales, porque la allernancia de tiempos y su fcurrencia en contexios no esperados les confiere funciones nuevas. Esas funciones que algunos autores han llamado «secundarias», «dislocadas» 0 sumetaforicase y que permiten a los deieticos tener tin papel en la modaliza- lon yen la expresién del matiz. El hecho de que se encuentren cambios de 14 LAS COSAS DEL DECIR tun grupo a otro en el decurso de un mismo texto permite estudiar la fun: cidn fundamental que éstos cumplen. Weinrich justifica la aparicion de tempos no concordanies por la utilizacion metaférica; es decir, una vez es- tablecidos los valores comentativos o narrativos de los distintos tiempos de indicativo, si aparecen en un comtexto que no les corresponde, adauieren luna significacion metaforica que s6lo se puede dar en el co-texto, La apari- clén de tiempos del grupo narrativo en el contexto de los tiempos del co- Imentario constituyen metéforas que limitan el efecto o apariencia de vali- der del discurso comentativo, suavizando su contenido originario con mat ces de cortesfa, modestia.carifo, ransposicién a un mundo que no es real y. en general, aportando distancia y relajamiento en la implicacién del ‘enunclador. Por el contrario, la aparicin de tiempos del grupo del comen- tario en el contexto de los tiempos de la narracion constituyen metiloras que intensifican la apariencia de validez del discurso, aportando matices de tensién, dramatismo 0, simplemente, compromiso, ‘Las dos formas findamentales de las metaforsslemporales podeinos co Jocarlas bajo el conceata de como s:se comenia conta # se narrase (con lo gue se limita su valider) 0 se narra como st se comentase (con lo que s€insste Sobre la validez). El lengunje no s6io gusta de perspecivas, sino tambien de ‘Musiones de perspective (Weinrich, 1964 167). De ahi se derivan, por ejemplo, los valores coreses «yo vena ver si sme presiaba unas sillas para tna cena que tenemos hays oe valor de real dad evocada en los juegos de los nifos ayo eral rey y tel gato con botase tenet mundo del comentario 0 bien el presente wsado on las narraiones, omo puede verse en el siguiente fragmento de le conversacion que hemos presentado en el capitulo 13, Vey yo bj 79) cand bat probarneaqulla noche <> que bs cenr Virginia dige quer gue hodiho ls Lliy aya Roa digo que tom 3 poner es er {jurvon ponte asocar pr todos Gama Ys boregee odes mor [easel o> utes Vidic tu padre ard V — no? coomo fue? Mie a mario gel die Vo eno de doe M— feet marta marae el que emer! fe (27 mato qe ledic laps ore Pomel! 9 ct Sand Deixis textual: este tipo de deixis seNala y organiza las partes del tex to unas com respect a otras. El texto en si mismo se convierte en el espa- cio y en el tiempo de referencia, donde existe un anes y un después, un arriba y un abajo. Por ello, para esta finalidad se suelen utilizar, preferen. temente, expresiones adverbiales de lugar y tiempo (véase el capitulo 8). ELCONTEXTO DISCURSWO 128 Los defeticos textuales se utilizan especialmente en la eseritura y en un sentido mezaférico, ya que el texto se presenta con un anclaje enunciativo propio, distinto del momento de Ia enunciacién, que cs diferida en el tiempo y en el espacio. Ahora bien, son piezas esenciales para marcar la organizacion textual, ya que se utilizan para sefalar otras pares del tex- to. Veamos algunas expresiones: ‘antes que nada, primero de iodo, primero, en primer lugar, por un lado, por otro; por una parte, por otra fentonees, luego ‘antes, hasta el momento, mas arriba, hasta agut ‘teste momento, agui, ahora, al mismo tiempo, mientras, a la vez después, luego, mds abajo, seguidamente, més adelante por dltimo Es precisamente Ia ductitidad de los elementos detcticos lo que les confiere una importancia especial como mareadores contextuales y, por To tanto, como indicias que las personas wtilizamos para crear las escenas. fen gue vamos interactuando, Por su relerencia esencialmente difusa, su significado tiene que negociarse entre quienes participan en un encuen- tro. De su correcta interpretacion, que siempre ha de ser sttwada, depende bbuena parte del éxito de la comunicacién, sobre toda cara a cara Para concluir este apartado dedicado a los usos deicticos vearnos el siguiente fragmento final de una conversacién telefanica entre dos cono: cides, My S. Mes una mujer de fuera de Catalunia, que esté pasando lunos dias en Barcelona, en casa de su amiga A —desde donde habla— S ‘es un hombre, amigo de M y A, que vive en Sant Cugat —desde donde ha. bla—, una poblacion a catorce kilémetros de Barcelona. En una converss ‘ion anterior a la llegaca de Ma Barcelona, M y S habian quedado en la posibilidad de verse durante la visita de Ml. La wanscripeién que pre Sentamos refleja la parte final de la llamada de S para concretar el en- 1 M— ccusindo nos veremos? ‘S—yo ahora voy a saliely las ocho vendré\ M—gadonde? Sawin Miah! entonces :vey yoa san eugat? S—nono\yavvenéré yoaqul M—Tperpleja cadence! 'S—a barvclona va casa de A M—jach! de acucrdla\ hasta hucgo\ S— hasta luego (ruse, 1988 145.145) 126 LAs costs DEL DECIR Como se puede observar, entre las ineas 3 y 7, se produce una dificul: tad ala hora de acordar donde se van a ver. Esta dificultad radica en el uso ‘que S hace del vorbo venir y del adverbio agut yen la interpretacion que de {eso mismos elementos hace M. Para explicar este problema es preciso sa ber algo mas: Ses catalanohablante y utiliza, aunque hable en castellano, ‘aguty venir con un significado posible en catalan pero no en castellano. En catalan ambos elementos pueden usarse para indicar el lugar donde esta ol tur de la enunciacion. Asi, por ejemplo: A= {Uamando a la puerta] pom, pom B—[yendoa abrir] ja vine (tr. literal: ya vengo] Asi pues, cuando $ utiliza esos dos términos esté queriendo decir «a las ocho iré ak, donde estds tii, pero M los interpreta con el signilicado ‘que tienen en castellano, su lengua, como «a las ocho votvere aqué adonde estoy yo ahora»; a M le parece raro que S le proponga ir a Sant Cugat por: ‘que ro sabe cémo in, por eso pregunta repetidamente y muestra extrafeza, hasta que $ especifica (linea 8) «a barcelona \a casa de As, entonces todo ‘queda claro y el encuentro se realiza felizmente.. 43, Las dimensiones del contexto {a lengua y ota précticas sociales son interdependientes. Tener un co nocimientoeinogratieo sobre la locallzaciGn, sobre la percepetdn de Tos ors Yes caracterstcas que se les atribuyen y sobre las condiciones de la organ {aston social tanta en us plane local come en oiro mas amplio resulta Impera. tivo para la comprension de los aspects hnguisticos y no linguistcos de Jos eventos comuicatives (Cizourel, 1992: 294). EI conjunto de trabajos publicados bajo la edicién de Durant y Good- ‘win en 1992 supone una importante puesia al dia —hasta ahora posible- imentc la mas seria del concept de scontexto» y de su imporiancia para cl analisis del discurso. En esa obra colaboran diversos autores que com: parten —con énfasis particulares— las orientaciones de tipo antropol6gico, psicosaciologice y discursive que venimos presentando. PPodriamnos alirmar, siguiendo los planteamientos de Goodwin y Duranti (1992) que el contexzo incorpora elementos de orden diverso, EN efecto, esos autores distinguen cuatro dimensiones en la configuracién contextual 1. La locatzacton 0 marco sucloespuctal 2. El-comportamiento no verbal 3. Lalengua como contexto. 4. Elcontexto extrasituacional Vemos, pues, que, desde este punto de vista intcgrador, el contexto abarca, por una parte, ia dimensién lisica 0 localizacién, en que se desarro- lla y se enmarea un evento comunicativo, asi como la imagen mental —rsi ELCONTEXTO DISCURSIVO 27 ccosocial— que de esa lacalizacién 0 entorno se representan quienes partici pan en el evento y que puicden reconacer a través de la interpretacion del conjunto de parametros temporales y espaciales que se activan, fundamen: talmente a través de la deixis, Ese conjunto de parametros se constituye, ‘como deciames antes, en algo asi como en un marco de actuacién, un entra ‘mado que restvinge y orienta cn cuanto a qué tipo de comparsamiento co muinicativo serd el apropiado, Elcomportamiento no verbal constituye la segunda de las dimensiones {que consideran estos autores, En efecto, tal como hemos visio en el capitu- To 2, cuando nos referiamos al discurso oral, y en el capitulo 3, al tatar el discurso escrito, en la comunicacién existen una serie de factores no verba: Jes elementos cinésicos, préxemicos y vocalizaciones, en cuanto a la arali- dad, y elementos iconograficos en Ia escritura— que cream contexto y ac ttian como indicios de Contextualizacién para quien debe realizar la tarea interpretadora La tercera dimension tiene que ver con los usos lingtifsticos mismos. Las relaciones lricas (véase el capitulo 8) y demas marcas de cohesion (mecanistnos para mantener el referente, procedimientos de progresién te- midtica y coneciores); las sectencias textlales, los géneros discursivos, cl re istro que sc utiliza (a través de la seleccién fonética, léxica y morfosintécti- a), son formas coneretas en que la lengua misma se comporta como crea dora de contexto y coma guia para la interpretacion. Por iltimo, hemos de considera los lactores extvasituacionales, que comprendn basivamente el eanoeimiento previo de todo tipo que nos per mite reconocer dénde estamos y qué pucde pasar 0 qué esti pasando; se trata del conocimiento que nos permite llevar a cabo Un cierto niimero de presuposiciones bas.sdas en lo que consideramos conacimiento compartide entre quienes participan en un evento determinado; esta ineluye, por ejer™ plo, los guiones, que proveen instrucciones, indicaciones o pautas para la produccién e interpretacién de los enunciados que son apropiades para cada secueneia de una actividad dada, Ya que se suipone que un evento esti formade par un conjunto de secuencias en las que los enunciados se organi zan también, a su ver, secuencialmente. De cara al abajo de andlisis restlta crucial decidir que informacién contextual vamos a tener en cuenta (Cicaurel, 1992). En el casa del discurso foral es esencial decidir de qué manera vamos a incluir en Ja transeripeian, {sa informacién y qué incluimos asi como qué —y por qis-— vamos 4 dejar sin consignar, Todo ello, evidentemente, forma parte del analisis, lo cond ciona e, incluso, puede desvirtuar los resultados, por io que es necesario ex: tremar los cuidados en ese sentido, Igualmente, en os documentos escritos, habrt que decidir qué tipo de informacién resulta pertinente y necesaria para que el andlisis dé cuenta, de la forma mis cabal posible, de todos los elementos que permiten situar un texto concreto en su contexto de produc- cidn y de recepcidn (de todo ello trataremos con més detalle en el Apéndice, ten el que se rata la abencién y el traiamiento de los datos). ‘A continuacion y como ejemplo proponemos la siguiente pieza discur siva que consiste en el inicio de un examen escrito de tipo Wwadicional en la tuniversidad, 128 LASCOSAS DELDECIR La profesora enira en el aula dande se va a realizar el examen de sep- tiembre a los estudiantes que no kan superado la prucba en la primera con- vocatoria (en junio). Es un auls con cabida para unas cien personas, con tuna distribueion clasica Hitt uti Los estudiantes —veinte en total— se hallan vagrupados» en los asien tos de las ultimas filas hablando entre ollos. La profesora (P) los mira, son: ric, sube a la tarima, deja los papeles y el balso sobre la mesa, baja de lata se acerca a los estudiantes (E, ES) y mirgndolos con una sonrisa iré mientras con los brazos les hace gestos para que se acerquen hacia adelante, empieza a hablar 1, P—aver por for buenos dias o buenas tardes 2) {[eiendo y extendiendo los brazos) n0 os pongais a} 3 ES (rinas] 4. Pes tempo que vamos a perder | 5. pods trabajar comodamente de manera individual ©. Como requlere este eventa I pasad hacia adelante y dejad 1 3 5 locans pura que ‘mucho espacio enire uns y tras |si podéis dejar una fils mejor [inmediatamente los ES avanzan y se dstribuyen en silencio] 10, Past estas bien Hi. cpausao 12. [P'subea fa tarima y coge anos papeles) 13. P— bueno bien | voy 8 pasar primero las hojas en blanco | 14. os quedais das — cada uno | separo que lendreis de sebra! 15. aprovechad como siempre la del las pregunias| 16 (Se reparten las hojas] 17. P—antes de pasaros la: fa hoja com las preguntas 18. micotras ciculan las hojas en Blanco I ya os digo ue 19, [Tlento} las notas tas tends Tas celgar! en ml espacho] 20. alladito de la puerea de mi despacho 'como no sois muchas 21, pesonas no pasa nada |y esiaran mas seguras all 22, las endesis pucslas el nes —eatoree vm! 23, y-elmismo kines catorea esol dia para evisar ELCONTEXTO DISCURSIVO 129 24. los exémones os que queriishacerio | y yo esiaré a wuestea 25. disposicin el lanes en el despacho Icom eont- he puesto 26. cmire-once'y doce pre spre lego un poquite nto 27. entre diezy media ¥ doce rapido lo que alas doce st seguro] 28, me he de it porque! tengo una citaa tas doce y media y Ge: 29, tengo que cumplir|zde acuerdo? eso el lunes catorce\ 30, E—gsolo el lunes? BI. P— petdona? 32, E—Que si solo se puede revisor el lunes\. 33. P— solo lunes porque: el mertes ya se han de cera las actas 34, slot lunes mm asi lo han ex esia puesto 35. Bash 36. P—Stalauien no puede venir y quore consulta: que me lame 37. por telefono a ceas horas! Lends el telefono demi despacho de 38. agul :n0?! 39, [la mayor parte de os ES hacen gestos de negacion] 40. P— no? | pues esa es quc no venais a clase clcurso pasado — 441. [algunos slumnos sonrien a disimulan) 42, P—eincol acho luna |RXIXX leon el noventa y tres 43. delanie| que'si no sale la senvoreta aquela que nos lea | 44 la conducta —telefonics | 45. [P cose las holas de examen, los ES se ponen 2 hablae] 46, P—[{¥] shore os paso} ssi os paso ya las hojas| 47. con las presuntas ly en sexuida os las comento un poguitol 48. y yas poneis a abaiar eh? 49. {ls profesora repart ls hojas de examen, los estudiantes estan 50. completamente calladas} [A partir de esta breve transcripcién se pueden observar como las cuatro dimensiones que senalan Goodwin y Duranti en el trabajo ya cits do contribuyen a construir ya comprender el contexto de este particular evento, |. La localizacién: En este caso, el tiempa y el espacio han sido deci didos previamente por las autoridades académicas, pero aun asi es objeto de comentario y negociacién. En el saludo de la profesora —buenos dias | buenas tardes |— hay una referencia irénica a lo inconveniente de la hora del examen, que ha sido convocado de 13 a 15 h, horario que coincide con J hora habitual de comer y resulta molesta para los estudiantes, ya que ‘suelen irsin comer ya mitad del examen se sienten hambrientos, En cuanto al espacio, el aula y la distribucién de las personas en clla es tambidn alge de lo que ee habla, esta ver de forma directa para que los eet diantes modifiquen su distribucion inadecuada (hemos sehalado en negrita los elementos, biésicamente de tipo defetico, que marcan la referencia a la reorganizacion en el espacio del aula) 2. [friends] 90 08 pongas asi 3. ES—Trsas) 4 Pes tiempo que vamos a perder | colocaos pats que 130 LAS cosas DEL. DEAR 5. podais wabajar cOmodamente de manera individual | © como requicve este evento i pasad hacia adelante y dcjad 7. mucho espacio entre unos ¥ otros si pods dear una hla 8 mejor 5. 10. [inmediatamente los alumnos avanzan y se distribuyen en silencio) als bien | 2) El comportamiento no verbal: La wranseripeién ofsece varios ejem: plos de esta dimension: los gestos de la profesora y los estudiantes, las risa, la libertad de movimiento de la profesora (sube y baja de la tarima, se pasea entre los bancos, se acerca 0 se aleja de fos estudiantes, etc.) y no de los es- tudiantes, excepio cuando ella les eordena» que cambien su distribucién, las pausas, los silencios mientras se realizan algunas acciones tipicas de este tipo de eventos, algunas vocalizaciones (de nuevo sefialames con negri {a algunos ejemplos) 2. [friend y extendiendo los brazos] no os poss asi) 3. ES Trsas! 9. inmediatamente los ES avanzan y se distribuyen en silencio) 10, P-—astesisis bien | 1. 12) [Psubea la tarima y coge unos papeles] 16. [ae reparen las hojas en silencio 38. [ls mayorparte de los ES hacen gestos de negacién} 40, Pac? pues eso es que no ventas a clase el curso pasedo — 41. algunos aluonnos sonrten o disimuland 45. [P cogelas hojas de examen, los ES se ponen a hablar] 46. P—[[K)shore 0s paso} sst (0s paso ya las hojas! 447, com las preguntas! yen senuida os las comento un poguitol 48. y yas ponsisa trabajar ceh? 48. [la profesora reparte las hojas de examen, los estudiantes estan 50. completamente callades) 3) La lengua como contexto: En el comportamienta verbal que ob- servamos en este fragmento aparecen varios de los factores que contribu- yen a activar ecmporiamientos verbales y no verbales caracteristicos de esta situactén de examen: la profesora uiiliza un registro formal, practi- camente monogestionado, nombrando lo que hace 0 va 8 hacer, Fepitlet= do y poniendo énfasis en la informacion nueva y relevante; ahora bien, aparecen muestras de confianza a través del uso de diminutives, de la iro, fa, del uso de la segunda persona, que marcan un trato mas farmiliar, también favorecido por el hecho de que son pocas personas en el examen y ya se conocen de las clases, Asimismo, la profesora apela al conocimien- {o que los estudiantes tienen del género wexamen escritor; veamos algu- ‘nos ejemplos: BL cONTEXTO DIScURSIWO 131 4. P—estiempo que vamos perder | colocaos pata que 5. poddls trabajar eémodamente de manera individual | 6 como requiere este eventell 13,”"P bueno bien a8 vey a pasar primero las hojas en blanco | 14, or quedsis dos —cada uno segura que tendes de sobra 15. aprovechad como siempre lade! las preguntas | 17." "P antes de pasaros' a la hoja con las preguntas 18, mieniras cites as hojs en blanco Iya os digo que 19. [lento] tas notas las tendréis | las colgare | en mi despacho) 20, alladito dela puerta demi despacho! como no sois muchas 21, pesonas no pasa nadally estaraa mas segura all 22. las tendees puesta el lunes — | catoree lm / 28. yelmismo lunes eatorce es el dia para Irevisar 24. os examenes los que quersis hacerie|y yo esiaré a vuestra 25, disposicin el lunes en el despachor | contad cont: he puesto 26, entre once y doce | pero siempre lego un poguito antes re diez y mea y doce! {[rapido} lo que alas doce st seguro} 28. mehe def porque: tengo una cua als doce y hela y qu 29, tengo que ctimpli cde acuerdo? | eso el hines eatorce 4)_ El contexto extrasituacional: Las risas de los estudiantes, en la li rea 3, denotan que conocen bien las «reglas del juego», es decir, tienen el suficiente conocimiento previo como para reconocer Io inadecuado de su distribucién inicial en el espacio del aula, Del mismo modo, la reedio risa con que les habla la profesora es un indicio de que «sabe que sabens, de {ue comparten su conocimiento sobre cual es la colocacion adecuada para tn examen, Nadie muestra extrafeza e, iamediatamente, los estudiantes se distribuyen desde las primeras fils y dejando suficiente espacio entre ellos. A partir de aqui, el guidn cexamens se va desarrollando sin ningtin proble- ma. Una alumna pide una aclaracion, y una vez hecha, se produce silencio y poco despuiés se produce el silencio iotal y el reparto de las hojas con las preguntas que da paso al examen en sentido estricto. En todo momento gueda claro que tanto la profesora como los estudiantes saben donde estan y cual es el comportamiento verbal y no verbal apropiado, 132 LAS COsAS DEL DECIR Cruce de contextos a esto w eos ar Seo DRCA? HOMES SCIAN ME aj 0 TEEA CHO 0 Hee ante? hs S2087000 ON Stan asPerintonsi nao 222 ‘Daud Ran zome ADEE, ue ren ca pave ‘SRD END a SHAS? CaptruLo 5 LAS PERSONAS DEL DISCURSO. En nuestra cultura es may tradicional fa division tipartta entre hablant, lyente y aguello de que $e habla, Se ha elaborado de diversas formas on teorta {Sela infermacin, en lingssties,en somidiica, en Ts critica iterara, cn sotolo- fa. En manos de algunos investigadores varios de estos modsios han demostra- So su productividad, pero ésta ha dependido de que no se hayan tomado de for- ‘ma literal o incluso de que no se hayan tomado con un semido muy preciso. To os esto esquemas, por ejemplo, parecen coiveldiren gu toman el punto de vista de un hablante individual o en que postilan sina diada, hablante-ovente {fuente-cestine, emisor receptor, destinador-destinatario). La pretension de que fal cequema fneione coma modelo no ee valida para el trabajo. descriptive, ‘Algunas normas del habla requeren la especifcacin de es parteipantes (des {inadordostinatario, oyente(sudienelahiente, portavox, cesinataro, ele) [-) En resurie: cualquier trabajo etnografico serie muestra que hay una dimen ‘sie general o universal ue puede postularse, que es la de puricpurve. EI mo delo didcico comin de hablante-oyente especifica 9 veces demaciados, a veces ‘demesiaco pacosy, a veees, «participants equivacads (ymes, 197258), La reflexion sobre el uso linguistico incluye en su programa el estudio de los protaganistas de la interaccién comuinicativa que dicho tse supone Por ello, cuahjuier indagacion en este ainbito debe dotarse de instrumentos para dar cuenta de todos fas faciores que hacen que un texto esté en rela- ign de dependencia con sus preduictores y con sus interpretadores. En I teorla gramatical, el estudio de los protagonistas de la enunciacion no es pertinente, porque se toma coino objeto de analisis la oracién —enunciado virtual modélico—, independiente de su contexto de produccién ¢ interpre lacién. La aproximacién discursiva supone tener en cuenta quién habla ya quien, Por taoto, en ver de borvar a los hablantes o de considerarlos como tina entidad hipotética gue ze supone 0 coma una entidad ideal en abstracto—, el estudio que emprendemos tiene en cuenta que todo enuncia- do tiene st origen en alguien y va dirigido a alguien. En los planteamientos de la etnografia de la comunicacién, los hablantes constituyen un compo. nente esencial del acontecitiento comunicativo y se especifica la diferen- cla, que nosoiras tomaremos en cuenta, entre la simplificacisn tedrica (con- cepcién dual como modelo) y la complejidad empirica que impone la reali dad de cada situacién comunicativa 134 Las cosas DEL DECIR En la lingustica de ruestro siglo, la atencion sistematica a los hablan- tes en la situacion de habla tiene sus inicios en las obras de Voloshinov'a} lin (1929-1930), Wally (1982), Bubler (1934) y Jakobson (1960). Lodos ellos representan los pilares ys elésicos en los que se asienta el edificio teérico del andlisis del uso de li lengua. Como ya se ha comentado en el capitulo 2, Veleshinoy-Bajtin plantean el caracter fundamentalmente dialdgico del len’ guaje, concebido como un intercambio entre hablantes. Este cardcter est presente (anto en la modalidad escrita como en la modalidad oral, anto si el discurso toma la forma de monélogo como de didlogo. ¥ esto es relevante para entender que el dialogismo, como rasgo constitutivo, esta subyacente en las formas monologales como un libro 0 una conlerencia— o en las formas dialogales —come una entrevista o una carta—, Este espacio dials: pico se concreta en la enunciacion: Esto suede porque un enunciado se consinuve entre dos personas social mente organizadas,) sunque un interlocutor real no exist, sempre se pref aura como una especie de representante del grupo social al que el hablante perenece. La palabra esa onantade hacia wt nterlactor [..) Bn realidad le Palabra represonia uo acto bileweral. Se determina en la misma medida por quel a quien pertonece y por aquel a quien esiédesiinade. En cuanto palabra, parece precisamente como producto de fas interrelaciones del heblae y ef ‘yonte. Toda palabra espresa a sna personas en relacién con ola otrae. Eh la palabra me dey forma a mi mismo desde el punto de visa del otto, a fin de uentas desde el punts de vista de ti coletividad. La palabra es el puente Consiruid entre yo el otro. Si un extremo del puemte esta apovad en mie btr0 se apoya en rl interlocutor La palabra es el terstorio coman eompartico por el hablantey sv intrloewtor(Valoshinov, 1929 [1992]: 121) En la zeoria de fa enunciacion, que se desarrolla a partir de los escritos de Benveniste (1966, 1970, 1974), se formula de forma explicita la nevest dad de considerar que en la actualizacion del sistema de la lengua se ha de contar con el aparate formal de la enunciacién, es decir, con les componen- tes del proceso por el que se desenvuelve el uso de la lengua en el discurso: El acto individual por el que se usa la lengua intraduce primero el locu lor como parimeito. en las condiciones nocesarias para fa enunciacin. Antes ée la enunciaci6s, la Jengua no es mis que la posiblidad de la lengua Después dela enunciacin, Ia lengua se reliza en una instancia de discus, ‘que emana de un locus, forma sonora que alcanza aun oyente y que susclla ‘tra enunciaciin come rtorno. En tanto que reahzacion individ, Ia enunciacion se puede defini, en relacin In lngua, come un prncesa de apropinsion- Ellocutor ee apropia de Aparate Formal dela lengua 9 enunela su postion de locutor por mudio dei {ici especticos, de un ldo, y de procedimientos accesorios, de otro. rmeate, desde €l preciso momento en que se declare locu a, mpianta al ovro arte st mismo, ea cual sea el grado de ibuyaa este ol. Toda ebunclacion es una alocicion explice ‘ada fnstancia de dscurso constitu un centro de re jclén va a manilestarsea aves de un juego de formas enela inter. Estas LAS PERSONAS DEL PISCURSO 135 especificas cuya funcidn es la de poner al locator en relaciéa constante y nece- ‘aria con su enunciacion (Benveniste, 1970: 14). Benveniste fija las bases de! estudio de la subjetividad en el lenguaje, ‘que se proyecta prircipalmente en tyes aspectos que estudiosos como Du- ‘cot, Kerbrat-Orecchioni, Bronckart y otros han ido perlilando: la inscrip- cién de los interloculores en el texto, la modalizacion y la polifonia. La teo- ria de la enuneiaciér ha permitido definir la unidad discursiva basica, de la que ya en la década de los treinta hablaba Bajtin, el enunciado, y entendeslo ‘como producto del proceso de la enunciacién, actuacien linguistica en con- texto. Ha permitido también entender que en los enunciados aparecen tra- 2zas lingusticas (marcas 0 marcadores, {ndices © indicadores, pistas) que «un servidars, uésta que lo es>, «el infrascrito», sla abajo firmantes. 0 bien presentaciones colectivas: vesle gobierno-, sla empresas, westa ditecciGn general», «este departamento>, Es muy 10: teresante comprobar el hecho social de la identficacidn, que esta acom- panado de marcadores de la relacion que se quiere establecer con los in terlocutores ‘Veamas las diferentes formas de idemtificacién con el supuesto de tuna persona que se llama Francisca Laina Montero. Se puede presen: tar como: tu chica, mam, tt hermana, 0, nosotres, Paca, Pag, Paqulta, sefora Fran cisea, Sra, Francisca Lalna de Bltza, Sra. Elorza, Prancisee Laine. represen tanie sindical de la empresa X, escitora, profesora de EGE, directora general dde marketing, Superior de la comunidad de Is orden carmelitana, presi el gobierno, drectora comercial dela empresa X, et 1a eleccl6n de los diminutivos, 0 de los apellidos, la combinacion de los tratamientos y de los sintagmas en aposicign que identifican el esiatus de la enunciadora permiten concluir que la presentacidn de la pei teuliea en furicidn dle lus iieilucutures con Guieses se establee uh ion. La actividad presentadora es habitual en la vida social, sea en la in- teraceién cara a cara, por teléfono, o por carta. También lo es en todo escri to que queda firmado, en el encabezamiento.o en el cierre. En los articulos dela prensa, por ejemplo, » en anuncios publicitatios. La autopresentacion, pues, tiene una gran variedad ce fermulas, que normalmente estan en pos i6n inicial, La interaccién telefénica, que requiere la presentacién, es un «ejemplo ilustrativo: LAS PERSONAS DEL DISCURSO 143 ‘Soy el guta de la excursion AAghlln estaciin meteoroldgica de X Despacho de os abogades Roca y Timéne, digame Mensaje para X, de parte de ¥,representarte de Z En las cartas oficiales © comerciales la autorveferencia puede ir impre- sa en el encabezamiento o en el inal de la carta, con firma y cargo de la persona que representa a la empresa o la seccién. La identificacion perso- nal otorga responsabilidad, mientras que el anonimato es un indicador de ‘elusion de responsabilidad. En las presentaciores piiblicas cara a cara, como las conlerencias, imesas redondas y debates, es habitualmente otra persona la que presenta Existe un ritual de saludos y de presentacion. Veamos la variaién en la referencia personal que se observa en este fragmento de un debate tele: AC sla persona que eniona y modera el debate, CG es una peridista in sitada, Este ragmento Se sia et cl transcurso del debate, en el momento en que AC presenta y da la palabra 2 C6. AC doa:s—1300X buenas noches'll (6G hola muy busnas =noche [AC bienwesnidal 6 graciasicd> [AC cata mujer acaba de publicar su segundo volumen de! de:—lentreisas\ nal (CG abi ests ib [AC =ahi est el ibro=Nl (6G ah ess libro af es une 10, esuna recopilacion de entrevisias que se publicaron en el pas Linaud Te 1 AC mm man 12) CG yi madall ah est ine B 1 6 15 16 rnadamonte usted e je 17. en easo de que usted no fuera je que: 18. con quien prefericia trabajar como jefe! a fa o jefe (hrchivo CAD: debate televisivo). Existe una larga (radicién normativa del comportamiento edueado cn Ja vida social, que se encuentra en manuales de urbanidad y de corte sia. Se trata de normas que estan sujetas al momento que vive cada socie: dad y cambian segiin los medelos sociales dominantes. Por eso es tan cu oso e interesante, como imagen de época, consultar este tipo de manu les donde se prescribe el sbuen hacer» social. He aqui una muestra de las rnormas de conducta para la presentacion de un manual de la década de Jos cuarenta 144 Las cosas DEL DECIR Las presentaciones Bs a érmula social que se emplca para poner en rela ion a dos personas, que, siondo amigos nuestro, no lo son ete La que pre Senia'y exablece aquelvinculo nuovo sc hace responsable de las conseevencias ‘qve.con ello s originen. No se debe, por tanto electuar una preseniacin sin te feral absoluto canvencimicnto de que las penonas que entaiansmisia $2 han de ser gatas mutuamente: sin que se tenga plena confanza en su reettudy cabo levesdad;y sin que se conoaca perfeetamente ls apelides de ambos, para evar Ia sitaeide embararosa on que se cloca el que Tara nombres por descanoct. rmienta de les mismes. La Cermula gencral de la presentacion en Socedad es la ‘Sencla de citar los aplidos de los preseniados hackendolo siempre del mas joven al de mayor edad del cabalero a Ta dams; del inferior al supenon. En cl primera {eles casos diremos: «Senor Tal, ongo mucho gusto en presentarle mi amigo ol ‘efor Cual Tratindose de a prescntacin de una senora lo hares de a forma Siguiente «Senora de X, va used s permite que le presonte al sete Z= (Du ‘que de Camposol, Cigo de evga y distincton social, Madd, Juan Ort). Si consideramos ahora la manera como se instaura el Receptor, obser vamos que el papel social de las personas a las que nos dirigimos queda matcado asimismo a través de los nombres propios, las formas de trata miento (nombres y adjetivos) los nombres de parentesco y los honorificos (Laborda, 1995). Hay una gran posibilidad de variacién, que corressonde claramente a la combinacién de la posicién que ocupa el Interlocuter en la vida social y de la relacion que el Lacutor establece con él. La eleccion de elementos Iéxicos nominales (sustantivos y adjetives) de tipo apelaut- vorrelacional permite instaurar una forma de relacion. Ast, corsideramos marcas de relacidn Interpersonal el uso de: Pérez, Carlos Perez, Carlitos, Charly, «El pelos» (variants de nombves propics) Senor, Senora, Sena, Senomto, Senorta(alamiento) Don, Dana (iralamienta cuss! prefijo) aleaidsa, presidenta, gabernador, decana, director, concejla (por cargos) Argitecto, estudiante, abogada, jueza, eatcdratico, medica (por profesiones) ‘querido,apreciado,dstinguido,esimado (apreciativo) Chidadano, soca, coleg, cents, compatie, nov, jel elaconal) ‘madre, primo, abuclo, ia, hermano, nue, suc (Parcnlesco) carito, cielo, amor, corazén, nena fapelativs de afeco) hich (Gavencianes apelativas de feet) anstria, gordo, capullo,ghpollas(apelativos de alzeto isis) ‘onco, colega Ua, lo (apeatives jerzales) Un caso especial son los honorificos, formas de tratamiento determi nadas soctalmente y relacionadas con Ia estructura social ¢ institucional do- minante en cada época, Los cargos institucionales, la posicién politica, el Tango en instituciones como la Iglesia, la monarquta, el ejrcito o la noble za tienen unos tratamientos fijados por la wadicion y que perduran en la medida en que las instituciones se marcienen. Son las précticas de relacién social las que determinan estos tratamientos en cada sociedad, quc, por un Ido, se distinguen por senalar una estratificacion muy jerarguizada, y por ‘otro lado estan sujctas a cambios sociales. Estos usos suelen estar someti dos a recomendaciones normativas para el uso puiblico, Por ejemplo, en los LAS PERSONAS DEL DISCURSO 145 Lltimos afos, el Ministerio para las Administraciones Pablicas del Estado espafil he publicado un libro en el que, con los criterios de un embajador ‘asesor del Ministerio de Asuntos Exteriores (vease quicn es el agente Soclal {que regula estos aspecios de protocolo), propone que el trato de Bxcelencia» se reserve para jeles de estado y sus cényues “Excelenisimovae se apigue # miembros det Ejecutvo hasta el nivel de secrearios de estado, delegados de gobierno y gobernadores. Se indica que tambien tienen derecho a usarlo Jos alcades de grandes cludades, los rectores {e uriversida los presidentes de comunidades aulonemas ¥ Tos Utulares de lice com autoridades como comisarios gonerales de elegados de hacienda, decanos de facltades,itlos pobiiaios, ran 3s superiores de las (uerzas armadas y diversos grados de la carrera diplo- resto de los casos la ciudadania estar representada por el trate smlento Sr. D.y Sra. Dota, reservado para todas las personas adults con capa cidad de votar (vease WAA [1994], Libro de esllo del nguaie administrative) He aqus unos ejemplos de honorifices, generalmente precedides por _un posesivo concordante con la tercera persona singular o segunda persona plural (una vez mas, un indicador de distineién): efor (miembro de parlamento ode tribunal) su senorsa ‘excolencia (Jefe de Estado) su excelen Susantidad Surmajestad ‘lteza Principe) su akera Estos usos estan sujetos a cambios en relacién con cada comunidad so- ciopolitica y cada vpoca histériea. Los momentos de crisis social manifiestan vacilaciones en la eleccidn entre los terminos tradiclonales y les términos {que se adaptan a las nuevas situaciones sociales, normalmente de claro signo ‘democratizador ¢ igvalitario. Por esta razén se da, por ejemplo, en la nueva situacién focial de los jévenes y de las mujeres, y en Ta relacién de mutwo respeto enire sujetos en relacion jerirquica (efelempleado, médicolpaciente, profesorfalumno, etc.) que tradicionalmente comportaba un uso asimétrico {de contianza del superior al inferior, de respeto del inferior al superior) y {gue progresivamente va alcanzando, de acuerdo con el proceso de concien- ‘laci6n social, un uso simeétrico (mutua confianza © mutuo respeto) -Ejemplos de asimetrias tradicionales: Jefe w empleo: uso de ti, Emplesdo a jefe uso de wasted» Camarero cliente, "qué vaa querer el senor? eOue va aquerer la senorita? Tilo profesional Ismacl Juarez: cateditico. Salis Gutlerreseatedrtica Es interesante constalar que la referencia de persona (deictica © nomi nal) constituye un dmbito del sistema linguistico sensible a los cambios so: 146 Las cosas DEL DECIR ciales y culturales, ya que en la vida social Ia desigualdad entre personas por ravén cle add sexo, nvigen stnico o clsee soctal se plasma en el uso in- BUistico. Los cambios acordes con un proceso de democratizacion se van Guebetcremon on meagucel Ho ution) Farcipaniescn in sscensevoea My arid Pavel Vy su mario OO.» & Vereseiodn po nen de apoio 1 Camas la ata acl ola, oo) en 34,38, 39,4042 cna ean a X mario de ee aio) en 42, 43.44 P marodeM pate de Moen 8 En este cemplo, las citas directas estén introduc unas veces por referencias a os agentes y por verbos de habla y otras se introducen sin hingsn preamibulo. Fijémonos que la primera cta es una autoreferenca de V. due iniia el episodio con «digo ae sbamose,en 42. Aparecen los tem: pos de la naracton como marco, pero las voees se presentan a través del terbo «decirs en presente, con To cual se produce un ecto de actualieacion dramatic. Cuando I inalidad de l ita sla fabilidad y Ia autoridad, como en el caso de la prensa escrta 0 de los articulos cientficos, se uiizan marcas fracas para indicat el fragmento citado. En la prensa daria fa lta de fas lentes es norma pics los periodistan, Queda sealada con comills, con cursiva o con negra, Predomina una forma especial de cua indirect, que podriamos llamar inteprades, porque bajo la forma bésiea del esto indie Fecio se sefaln con signs tipograficos segmentos breve 0 extensos que cl peviodsta indica que son exclusivos del diacurso eno, del cusl él mismo ho se hace resvonsable. Cuando la inconporacion de ors voces debe ma tener un alto grado de objetvidad hay que tener en euenta que la cta supo- re extracr In palabras de otro des contexto original ue, por tanto hay Sue velar esperiaimente no s6lo por preserva la palabra ovigiral sino por mantenct I rinetonatidal dl ator del acursocitado. 52.2. Lascms enc eRTAS Authier (1982) se refiere también a la theterogencidad constitutivas, es decir, al discurso de los otros que esta en los discursos propos (hererogtosia intertextualidad, polfenia) sin que encontremos sefales explicitas que lo mani {AS PERSONAS DET. BISCURSO 153 fiesten, Se trata de una forma solapad de introducir en el propio enunciado Ja vor de ottos: por eso se puede decir que en los textos enconiramos ecos que se manifiestan en el llamado estilo indiecro encubierto. En este c3s0 Se Fepro- duce tina vor ajena sin dar ninguna sefal nl sintica, ni dectica, 9 gratia, Parece como si lo dicho fuera asurnido por el propio Locutor. Se puede con Sundir con el estilo recto, sin citas. Es una repeticién de lo que dicen otros, apropiacion. Se adopia pues un sistema conceptual ajeno. Si se adjudica la responsabilidad de la asercién a la voz correspondiente se aflade una expre sion citativa como: «para Xv, «segin dices, ven palabras de, «asi lo ha contr ‘madam. (Caso de Ia prensa y de los textos tedricos de la ciencia que han de basar lo que dicen en una fuente fidedigna o en una autoridad.) Sino se adju- dca @ ninguna fuente se da lo que se llama una fusién de voces, de al manera {ue el locutor «reformula los lugares comunes, las visiones, las creencias del colectividad, fusionando su voz con la de todos y con las voces cristalizadas de! lenguaje mismo: fusion sin fisura, sin ironfas (Reyes, 1994: 24). En el siguiente texto se indican segmentos —los subrayados son nues- tros— en que hay ecos de a) las encuesias socioldgicas,b) la fraseologia psi ccoanalitica,¢) la navela Robinson Crusoe. Siguiendo a Ductot, se podria de- cir que el sujeto discursivo construide en este texto activa diversas enuncia ddores: el, e2, e3; son utiizados por el autor como recurso expresivo para hacer més viva su erttica Hoy por hy as iguierdas son referenes dsorentadoresendogélcos imanteiio pr litres de sus apr, desquciads ane I posbidad de ‘sro Tancion en la sociedad yen la historia, Endura competencia conta e Programa de Labaton Oui sabe donde, tos ches de ft ms populares ¥ Tes cantanes de rock mds cries, Tos negocios de izqewa.operantes 04 pana i saben n contest als necesidadee de trantormacion socal obj vas, detectable 3 ptr de cualquier invenaro de injstiascomprobables Si bien no leg a ajustar su comportaienta sls dictads de los sondoos de ‘pinn en la media en que lo Race I dvecha, estas fleas no metabo ‘ano mevoy deberian dejar paso una eaters de abo arriba que permite favsubiimar nueves formacionssy nucwesdiigentes no conarinados pore Sladrome de Rabins6n: hacerse cabanas con restos de naulragios (Manuel Vaeqier Montalban, sFquiendave, ET Pars, W-X-1997) En este texto el locutor coincide con las otras voces, y lo que provoca al lector es esta asociacion inesperada de una voz que pertenece a otro con: texto con la del autor {Los siguientes titulares de periodicos recuperan un enunciada que est fen la mente de todos (refran, titulo de pelicula o de novela, frases de la Bi blia © de la mitologia, canciones...) para fsionarlo con el del enunciador, {que contribuye con la Sustitucién del elemento en el que centra su atencion: Mas vale prevenir que restaurar (El Poviddico). Un sector pequeto, pero matin (La Varia) DDejad quelas socio se averguem 3 mt (El Peridico) 1a pila de a dscordia (Fl Peviadico). Ala sombra de los toreres en lor (EI Peril) Ex ursta que surgio del ho (EI Periséico), Isa LAS cosis DEL DECIR En otros casos, no hay coincidencia entce la vor del locutor y las voces cconvocadas. El caso més espectacular de una vor activada con la que el lo- eulor no coincide es Ia ini: Hoablar de una manera ininice equivale para un loeulor La presentar Ia {nunclacién como si expresara la posicion de up enunciador E, posicin que por otra parte se sabe que ef Lacutor L-no toma bajo su responsabilidad y ue, ‘nds ase, considera absurda, Sin desir de aparecer camo el responsable de tnuneiacién, L no es homologade con E, angen del punto de vista expresado fen la enunciacin (Duero, 1984 (1886: 218} \Veanse los siguientes enunciados a modo de ejemplo: Espana va bien (ante problemas sociales sin resolver) Buena la hemos hecho (ante una accion desalorwunada) Menudo constipado has cogido (ante un constipado aparatoso) Pues s{ que vas bien vestido hoy (ante un joven desalinado) El locutor activa un enunciador viral del que el locutor no se hace responsable. La Ironia se puede considerar uoa cita porque el hablante repi- te 0 se hace eco de una proposicion ajena que contrasta con la realidad o con lo que se espera del locutor. El enunciado resulta inadecuada, chocan- te, El contraste con la realidad suele provocar risa. El enunciado irénico puede adjudicarse a diversos tipos de enuinciadores: uno mismo en otro moment, un tncerlocutor presente, cualquier atta persona conereta, lo que podria deci un determinado sector social o todo el mundo... El desajuste entre el contenido del enunciado y la situacién en que se pronuncia obliga a entender otra cosa distinia de lo dicko literalmente y para ello se necesi complicidad entre quien emite los enunciados irénicos y quien los recibe © interpreta. La expresion iréniea es una expresion deliberadamente mal usada: se aplica mal a a situacion, En realidad parece aplicarse a otra situacion ‘deal, ‘que queda contcastada as con la situation real La ironia consisc en evaluat tina situation repitiendo una rase que sive para otra situacion, evaluando ash dos cosas ala vee: Ja situacion misma y el lenguaje con cl que hablamos de Ta realidad. Por eso puede considerarse qe laironia es una reflexion mas © me- hos compleja sobre la realidad, sobre la relacign entre eTenguae y la realidad ¥ sobre la relacion entre una frase ns sos previos de esa frase. Em la toni {emucho més lo-no dicho que lo diche: su inerpretacion evige una sere de onocimientos sabre ol mundo, sobre el hablante, sobre la zelacin entre ha blante y oyemte[.-| Donde hay ieonia hay desdoblammionto del locuor. Ea ase desdoblamienta¢ listo habla con las palabras del tonto, pero distanciéndose de elas y mostrando su ectitud ante esas palabras y ane a stuacion a la que tap mal se aplican. Mientras el que dice algo en serio To asim, se hace res ponsable de su afirmacion, el que dice algo irontcamente se desdoble: achaca {2 afirmacién (, con lla, ee punta de visa) a im sr chico, aun alter ego ridicule. Por lo general ese alter jo se parece mucho a personas reales. que aquedan, a ridiculizadss (Reyes, 1994-54, 56). 1AS PERSONAS DEI DISCURSO 185, Presentamos continuacion un fragmento de un texto que trata det discutido tema de la posible clonacién de los seres humanos y del temor a ‘su ulilizacion perversa: ‘Acabamos, pues, con tantoseserdpules La cicreia avanza y la biotceno- lola Te freee af hombre weada ves me posibiidadess.Y si para eso hay quc tence al hermanto en cl fagortfico, que mas da. La chilizaclon y el progieso Fequteten algunas vietimas. Adem, cquieten sev acusades de oponerse al Trogreso?, gquieren ariesgarse s Ser Iachados de torvo escurantisme genet ‘a? De ninguna manera! Por eso, declaramos que somias fanatics partidarion Gel lon. de la libre manipulacion genética, del libre cambio de organes y del fscamiio mliple para la vida clerna.. Amen (Dario Fo, La labula del hon bre clonsdos,en EI Mundo, SIX-1098), EI sentido irénico aparece a partir le una combinacién compleja de elementos. Algunos son implicitos (el conocimiento de la posicion de Da jo Fo, su estilo radical y critica, el debate social previo sobre la clona- cidn); otros son explicites (el tratamiento humoristico del lenguaje: vel hhermanito en el frigorificos, «recambio multiple para la vida cterna ‘Améns, las preguntas retéricas y la exclamacion eniatica propias de ua sermén). Adlemds, el apoyo euférico de algo controvertico es ya suliciente para indicar la posibilidad de doble sentido, y por tanto, de idemiificar un enunciado irénico. La tradicion linguistica coneibe el Emisor como un sujeco hablante Uunitario, responsable de st propia palabra. La pragmatiea fo concibe como tn sujeto racional, capaz de producir y de interpretar intenciones comui cativas, La propia rellexién pragmatica sobre cémo usan los hablances la Tengua ha postulade que el Nablante no es unitario sina que se desdobla y puede convocar diversas voces. Con ello se muestra la polifonta, cuya ver sidn desarrollada y plasmada en unidades comunicativas verbales es una dimension de la iniertextvalidad. Para concluir este capitulo, obsérvese, en el siguiente texto literari la hiperbolica presentacion honorifica de la protagonista y la de su interlocutor: Yo soy Mania Carlota de Begs, Empeati de México y Aric, Yo soy Miz Carlot hs, prima dela Reade Ingsera, Oran Maca de in Cr de San {ickny Virena dla provincin del Lorbardonénioscogdsy pola pide a ‘tren nnrnene hap In le Sl Sg bcs den Ser de Hsbahorgn Yo soy Marla Cason Amel Viton, had Lonel, Principe de Sjonn-Cobergo iy de Belgica, Guin laa t Nestor de lon germany gut me senaba ck {piers striata cabetlos estos ye cia en a poate Sel plac de Lacken Yo uy Mars rts Ai Veo Corn, hie e Ma na asd Oriana lena sna de ls opr aul ya nar bora gu ma consunciony de insera pore exiy Ia mucre de Las ep. abel, gee Sn odava ora oy de Parca elena el ryaze de cava y aca de be Sot ono Jancines dese Tulesss. Yo sy Marfa Cats Area Vicon Clemens ‘2 LZopldin,sobsin del Prince Jolley pms del Cond 0 Parts, herman 156 Las cosas DEL baci ‘del Duque de Babante que fue Rey ce Belgica y conquistador del Congo y hermana, del Conde de Flandas, en cuyes brazos aprendi a ballar, cuando tenia diaz aos, al Sombra de les espinos on flor. Yo soy Carlota Amelia, marr de Fermaado Maximiis: ho José, Archidugue de Austria, Principe de Hungria y de Bohemia, Conde de Habs. burgo, Principe de Lorena, Emperador de México y Rey del Mundo, que nacié en el Palacio Imperial de Schonbrunn y fue el primer descendente de lor Reyes Catélcos Femando ¢ Isabel que cruz6 el mar ocean y pis las errs de America, y que man- 6 construir para mt ala orila del Adritico Un palaco blanco que miraba al mar y ‘otro dia me Hevea Mexico a vivir a un castillo gris que mirabs al vali ya los volea- nes eubictos de nieve, y que una manana de junio de hace muchos anos mur'6 fusi- lado en la ciudad de Queretaro. Yo soy Carlota Amelia, Regente de Anshuae, Reina de Nicaragua, Baronesa del Mato Grosso, Princesa de Chichén Itza. Yo soy Carleta ‘Amelia de Belgica, Emperatria de Mésico y de América: engo ocheniay sis aos de ‘edad y sesenia de bebe, loca de sed, en las fuentes de Roma. oy ha venido of mensajero a trgere natiiss del Imperio. Vino, carzado de recuerdos y de suehos, en una carabela cuyas velas hincho una sola bocanada Ae viento himineso prefado de papagiyos. Me irajo un paado de area de la sla de Sacrificis, unos guantes de piel de venado y un enorme baril de maderas preciosas rubosantes de chocolate ardlente y espumoso, donde me woy a baftar todos Tos dlas de mu vida hasia que mt pel de princess borbona, hasta qie piel de loca octope tania, hasta que mi piel blanca de enale de Alenzon y de Bruselas, mi piel nevada como ls magno as de los Jardins de Miramar, hasta que mi piel, Maximilian, pel quebrada pelos siglo= 9 as lempestades y los desmororamienios de ls dinas Has, ui piel Blarca de angel de Merling y de novia del Bepuinage se caiga a pedazos yuna miieva piel escura y perfumoda, escura como el cacao de Soconusco y Perf fads come la vainilin de Papsntia me cubra entera, Maximiliano, desde mi frente ‘oscura hasta la pia de mis pies descalzes y perfurtados de india mexicana, de vir ‘gen morens, de Emperairiz de América EI mensajero me trajo también, queride Max, un relicario com algunas hebras de la barba rubia que lava sobre tu pecho condecorado con el Aguila Azteca y que Bleteaba como uta inmensa manposa de als dovadss, cuando a caballo yal galope ¥ ‘om ta taj de charroy tw sombrero inciustado con arabescos de pla estelina reco: ‘ias los llanos de Apam entre nubes de gloria y de povo. te han dicho que esos bt bares, Maximillano, cuando tu cuorpo estaba caliente todavia, cuando apenas aca than de hacer tu mascara mortuora con yeso de Paris, esos barbaros te arrancaron barba y cl pela para vender los mechones por unas euantasplasras. Quen ibaa ima: luar, Maximilian, que te iba 2 suceder lo mismo que atu padre, sbes qe de verdad To fuel ineliz det Dugue de Reichsta, a cuien rada ai nadie pudo salvar dela muer le temprana, nibs banos muriatics nila leche de burra ni el amor de tw madre la Archiduquesa Sala, y que apenas Unos minutos despacs de haber muero en el Pale clo de Schonbrunn donde acababas de aces, le hablan tasquilado todos sus bucles rubios para guardarios en relicarios pero de lo quest se sal ly tno, Maniraia- fo, Foe de que le cortaran en podazos el corazan para vendor as palitatas por unes Gurios reales he l eijo eh mensajro, Al mensajero se lo cont Tid el fel cocine: ‘ro hingaro que te acompand hasta cl potibuloy sofocd cl fuego que prendi en tu chalaco al tre de grata, mle entreg el mensajero,y de parte del Priseipey la Prin ‘esa Salm Salm an estache de cedro donde habia usta caja de vine donde habla na Caja de palo de rosa donde habla, Maxdimillano, un pedazo de tw corazon y la bala ‘ue cabo con w vida y con tu imperjo en el Cerro de las Campanas. Tengo ayul eta aja agarrada con las dos manos todo el dia para que nadie, nunca, me la arrebate (Fernando del Paso, Noticias del Imperi, Madr, Mondado’) CaptruLo 6 LAS RELACIONES INTERPERSONALES, LA CORTES{A Y LA MODALIZACION Tal como la definen los autores (Brown y Levinson), la cortesia es ba sica para producir el orden socal la eondicion sine qua att pars Ia coope Facign hunana, De este modo, eualguier teor‘a que de cuenta de este (end ‘meno do cuenta al misma tiempo de los Fund: Inds de su estatuto de principio universal dela interacsion huma inomenos cela cortest, por su misma navuralera, se relljan en el lenguale. ‘Todas las sociedades del mundo, sin irportar el grado de su aislamicnto © Socioeconémica, manifiesian la actuacion de los misros To que cuenta como cortesia puede vatiar de un suacion a ora o de un individuo 4 ote9 Indiuiduo. St = pueden encontrar algunas regularidades subyacentes en e orden grama- tical y en al orden social que puedan explicar tanto ese tipo de variacion come las pautas recurrentes, habremos dado un gran paso hacia adela fn la demestracion —no simplemente una hipatesis defendida— de la natu: talera basicamente social del lengusje humano (Gumper2, en Brown 9 Le Vinson (1987: xi), El éxito 0 fracaso de la relacién entre las personas en los actos comunt cativos constiteye un aspecto fundamental del estudio de la interaccién ver- bal. Por eso los hablantes, al construit sus enunciades, eligen formas lin- gisticas que se acomoden al maximo al mantenimiento de la relacién est blecida y a sus fines ©, por el contrario, optan por la ruptura de la relaeton, escogiendo uses linguisticos © no lingutsticos que lo indiquen. El o1ro as- pecto hindamental de la comunicacian es el éxito o fracaso de la transmi- sidn de Ia informacién, tema que sera tratado en particular en el capitulo siguiente 6.1. El contrato comunicativo y los ejes de la relacién interpersonal Tanto quienes estudian la interaccién verbal desde una perspectiva se- mi6tica como desde la «ldgica conversacionale estan de acuerdo en consi derar que la comunicacién supone un acuerdo basico entre los sujelos que 158 14S COSAS DEL DECIR se ponen en disposicién de interactuar (véanse capstulos 2 y 7). De ahf que se hable del principio de cooperacién conversacional (Grice, 1975), de la ne- zociacién como condicién det proceso (Guinperz, 1982) y del convato Comunicative. Aqui nos centraremos en el conirato, porque se reflere espe: cialmente a la identidad social de los participantes, no tanto per se, sino en tanto que se imbrica con e! papel comunicative que desempenan, Tal como hemos visto en el capitulo 5, el contrato queda definide por Charaudest: coma un acuerdo entre es participantes en un acto comunieativo, en el que se integran los rasgos psicosociales y los rasgos linguisticos, ya partir del ‘cual, se toman posiciones y se asignan a cada participante unos papeles es- pecificos para su actuacidn linguistico-discursiva, Fraser (1980) sostiene ue la corcesta verbal reside precisamente en lo que llama «contrato conver- sacionals, constituido por los derechos y obligaciones mutuas de las perso- ras que traban una conversacién. Charaudeau concibe des espacios para la puesta en escena de la acuacién lingustica: uno, extemo, donde el sentido Se construye a través del Hacer. Otro, interno, donde el sentido se construye a través del Decir. En cada uno de estos espacios se encuentran los partic pantes (como partenaires en la situacién, como coprotagonisias en Ta enn Clacion) que necesarlamente tienen una identidad psicosocial y una ident dad lingustico-discursive que van construyendo en cada intercambio. La significacién comunicativa se construye en la amalgama de la identidad, el papel y las normas de comportamiento discursivo que el contrato camuni- tative comporta en cada situacién, Para Charaudeau (1995), este contrate consiste en las «condiciones globaies de realizacion de una serie de inter ‘cambios verbales. que se traduce en «planes de habla», mas menos regla- dos, entendides como acuerdos convencionales. {La novion de contratoanade, a la necesidad de los partenaires de poseer fen comin cieno sabery de tener una aptitud para relacionar texto y conlexto, In abligacion de recorocer ol proyecto de influencian en que se han cons prometide, que les obiga a dar cuenta de su legitimidad, de sy eredibilidad y Jel alcance desu capacldad de persuasiéa (Charaudean, 1995: 159) A través del contrato comunicativo se reconoce a los interlocutores ¥ se les otorga una posicion en lo que se refiere al ambito cognitivo y al ambic to social, con unos derechos y unas deberes en cuanto a su posible actua- cién a lo largo del proceso enunciativo. En una conversacidn se puede ir ne gociando sobre la marcha. En un texto escrito como una novela se estable- ce un comirato de lectura en el cual un requisito es que el lecior se site en tun mundo de ficci6n, En el caso de un articulo de revista cientifiea el con- tato Ueva 4 lot participentes a situarve en el terreno de una vepecialidad Cienisfica, ¥ en el caso de un programa de debate en la televisién se estable ce el doble circuito y contrate: el acto de comunicacin que transeurre en el plats y la relacién que se establece entre el moderador, los participantes y la audiencia En el Ambito social, la relacion entre las personas se da en varios ejes gue se entrecruzan y permiten al hablante, en cada caso, situarse, por un Jado, en un punto del continuum, y, por el otro, tener el margen suliciente LAS RELACIONES INTERPERSONALES, LA CORTESIAY LA MODALIZACION 159 para negociar sus posiciones en el curso de una interaccién. Desde que Brown y Gilman (1960) publicaron el famoso articulo en que analizan el uso del atts y del «usted» desde un punto de vista sociolingistico, a través de la historia y en diferentes culturas, como la principal marca de las rela- clones de poder o de solidaridad, otros autores han vefinado y completado Tas estudios sobre los ejes de la relaci6n interpersonal para aplicarlo a las situaciones coneretas de comunicacion, ‘Tal como explica Kerbrat-Orecchioni (1992, 1996), hay, por un lado, tun eje horizontal, a partir del que se puede medit la distancia y la proximi ‘dad entre las personas que interaccionan. Basicamente hay que tener en ‘cuenta el grado de conocimiento mutuo, la relacién afectiva que las une y el tipo de situacién en que se encuentran (formal, ceremonial, informal). H bitualmente se expresa tanto con marcas no verbales (distancia fsica, ges- tos, miradas) como con marcas verbales de tratamiento que indican mayor ‘© menor distancia, mayor © menor intimidad (véanse los apartados 2.6 y 5.1.4). En principio, as relaciones horizontales, bien sean muy informales o muy formales, se dan entre iguales (socios, miembros de una pareja, presi- dentes, colegas, amigos). Aqui el estatus aetia en el plano de la igualdad, sea éste alto 0 bajo (dos jefas de Estado, dos alumnos de primaria). Hay, por ot70 lado, un eje vertical, por el que se puede determinar la telacion jerarquica, de dominante a dominado, de superior a inferior. Esta telacién surge de las diferencias de edad, de estatus profesional, de clase so: cial, de conocimientos adquiridos, etc: es el caso del abuelo y'el nleto, del Jefe'y el secretario, de la profesora y el alumno. O bien surge por razin de atributos personales: mayor competencia lingdstica, més fuerza, mas belle 228, mas dinero, elc, Los marcadores de la posieién que ocupan los hablan- tes —llamados axemas por Kerbrat-Orecchione— pueden ser de tipo no verbal tone de la vor, gestos y movimientos, mirada, espacio ocupado, apariencia lisica y vestimenta—, 0 bien de tipo verbal —elecci6n de formas dle tratamiento (asimeirico), ocupacién del espacio interlocutivo, iniciativa ¥y mantenimiento de los temas y uso libre de actos vitiwalmente amenazado- Tes y, por tanto, prepotentes respecto al interlocutor (6rdenes, consejos, prokibiciones). 'En relacion con estos dos ejes surgen otros posibles para entrar en combinacién, como el de sentimiento positivolsentimiento negativo, con: sensovconflicto, respetolconfianza o conocimiento compartido/no comparti- do. La aplicacién de estos parimetros se manifesta en la eleccién de los di. versos marcadores de posicién alta o baja que, si bien se basan en una rela cidn previa establecida por la identidad soctal de cada participante, en el sranscurso de una interaecin pueden cambiar, negocare o entrar en con 6.2. La persona social: nocién de imagen Debemos @ Goffman (1959, 1967, 1971) la reflexién centrada en la ‘consirucci6n social del esi mismos. Como podemes ver en el capitulo 4, le ‘actividad comunicativa se concibe socialmente como una escena en donde 160 As cosas DEL DECIR los actoresinterpretan su papel. Concebido as, el sujete hablante no se con- idera como una entidad pstcoldgics, como un individuo con intenciones; sino como un personae que se va definiendo en el proceso mismo de lan teracetdn con fos otros. As, el «sitio» (se) es una construcci6n socal gj se maniiesa através dela imagen (lace) con la que cada actor se pre- senia en las ocasiones de Interaccion (ceuniones, encueniros,siluaciones Sociales varias). Es un concepto dingmico que estd inmerso en el tjido de las interaciones. En palabras texiales, x sel valor social positivo que uno persona reclama para sf misma a partir de la posicion que olfov asumes {ue ha tomado en un coniacto determinado» (Goflman, 1967: 13). La def nicign dela imagen parte dels otros, dela manera como éstosinterpretan 4 valoran la «linea» u sorieniacions que una persona toma en una sitwacion {de comunicacion determinada. Para el ser socal, la imagen es un «objeto Sagrado» que se ha de preservar y mantener través de ritales, Por ello se habla dela velaboracién de la imagen: (face work) en el tanscurso de lain teraccién, Esta labor se va reaizando a partir de indicadores no verbales y verbales que funcionan simbslicamente para ir determinando la imagen prsend en cacao. i. , Puesio que la interaccién se concibe como algo potenctalmente con- fictivo, en donde la imagen se puede perder 0 degradar, los rituals de le interaccign se encaminan a mantener o salvar la imagen propia y lade los demas a través de rtuales de reparacion 9 de compensacton, si ha habido ‘fensa, o bien a través de rituaits para evita a conflict, particularmente sisibles en la relacion interpersonal pblica En el escenario comunicai= 4 hay, segin Golfman (1959: 117), dos espacios 0 regiones: el anterior 0 Frontal, elmas cercane a un pablico desconocido (fron! stage o proscenio) Yel posterior ode fondo (hack stage 0 entre bastidares), que constituye el Espacio privado, Se trata por tanto de una imagen en el expacie pablico y tina imagen en cl espacio privado que no son iniercambiables: en el espa- lo privado la imagen es conocida y asumida: «Aqui el actuarte puede descansar, quitarse la mascara, abandonar su texto y dejar @ un lado su personajes, En clespacio piblico la imagen esté continuamente en cons- Icey se ha dee mameniendo wanes de sales ques orench En toda la sociedad occidental se tiende a un lenguaje expresivo infor: mal o de trasfonde escénico, otro tipo de lenguaje expreswo para las ocx Siones en que se esta realizando una aciuacidn. El lenguaje de trasfondo in- Chige lamarse reefpracamente con cl nombre de pila, Ia cooperacion en las decisiones por tomar, ireverencias y abservaciones desernbovadas sobre te mas sexuales,cfusivos apretones de’ mano, furnar, veslimenta toscae Infor mal, adupeion de posturas descuidadas para sentarse 0 ponerse de pic, em pleo de dialects © lenguaje no corvencional, cuchicheos y grles, agresiv {ad chistosa y bromas, descansideracion hacia el otro (expresada en actos Inenores, pero potencialmente simbolicos), actividades fistcas individuales de poca importancia, como ttarear, silbar, masticar, mordisquear,eructos yyflanulencias. El lenguaje expresivo de la repin anterior puede considers fe como la ausencia {y, en cierto sentido, lo opuesto) de tedo esto (Gaff. man, 1989. 139) {AS REL/CIONES INTERPERSDNALES, LACORTESIA Y LA MODALIZACION 161 Como vertos, Goffman no alude solamente al comportamiento verbal sino a un conjunto de conductas que adquieren un valor simbélico en la vida Social, segin esten situadas ef un espacio pablico © privade. Lo que Aaqut nos importa, sin embargo. es que los comportamientos verbales y, por tanto, la eleccién de elementos lingifsticos, forman parte de los indicadores simbélicas de construccion de imagen. Son precisamente estos elementos Tos que van a servir de base a la tearta sobre Ia comesta linglstica elaborada por Brown ¥ Lovinson (1978, 1987). Pero no es sélo la imagen —y todas las Aerivaciones de ese concepio entendido como proceso dinamico en la in- teraccién— sino también el concepto de feritoro, relactonado con el sujeto social, el que va a consttuir la base goffmmaniana do las teorias més impor- antes sobre [a relacién interpersonal. El territorio, tomado en un sentido claramente etclégico, se entiende como el espacio material, psicol6gico y simbélico por el que se mueve esujeto social, ermando el ambito personal ‘que siente corro propio. Goffman (1971) habla precisamente de los ferro: ras del yo: elteritorio corporal y sus derivaciones (mi cara, mi cuerpo. mi ropa, mit Bolso. mi agenda, mis bolsillos), los bienes materiales (mi pluma, ‘mi cartera, mi mesa), los miembros de la familia (mi padre, mi hija), las personas queridas (mi amigo, mi novia), el territorio espacial (mi casa, mi hhabitacion, mi oficina), el territorio temporal (el tiempo a que tengo dere- cho para tomar la palabra en una entrevista 6 en una reunién), cl espacio ‘mental (Informacién secreta 0 privada, mis opiniones, ideas, decisiones, preferencias), ete 63. Lacortesia La cortesia se concibe cominmente como sun conjunto de normas so- ciales establecidas por cada sociedad, que regulan el comportamiento ade- cuado de sus miembros, prohibiendo algunas formas de conducta y favore ciendo otras (Escandell, 1993; 136). En cada sociedad y en cada Cpoca pre: domina un corjunto de normas. La cortesfa es en este caso una norma de comportarnienio social que también afecta a Ia eleceién de formas linguist ‘cas como las d> tratamiento (to usted) y los honorificos (véanse los apar- lados 5.1.3 y 5.14). Hay un tipo de manuales que tratan dela regulacién del comportamien'o social (no verbal y verbal) y de los protocolos, tal como se conciben por tna determinada sociedad en tn punto de su historia, Tienen interés porque dan cuenta de las formas de vida predominantes en una épo ca, normalmente asociadas a un modelo dominante de educacién, modales y protocolos. ‘Sin embargo, la cortesta lingwistica, estudiada en la Prasmética, se si lia en otra dimension, que afecia a las interacciones en general. Aunque ‘mantiene conetiones con la corlesia come norma Social, no por ello coinci- de en sus plarteamientos. Con mayor especificidad se pueden considerar Uiversos aspectos propios del estudio de la cortesta lingufstica 4a) Se-centra en el comportamiento verbal y la eleccién de determina: dos indicadores lingisticos de cortesfa, No ene en cuenta nor- 62 Lascosys pet pene ‘mas como eno empujar, no cchar mano de los hienes ajenos, no loear las pertenercias de ls demas, na fener prturas deceiidadas en piblico», que controlan comportamientos extralinguisticos des 'b) Se basa en el reconocimiento de que la funcién interpersonal del lenguaje esté presente on la hase del comportamiento comunicat- vo. En otras palabras: en a comunicacién, tanta importaneia tiene Ja cireulacién de informacién (transaccién: actividad can fines in formativos) come la relacién interpersonal (interaccién: actividad con fines relacionales) 6). Sinve para faciliter las relaciones sociales y para canalizar y com: pensar la agresividad, es decir, todas aquellas acciones que pueden ‘onstituir una ofensa virtual para los participants. 4} Se concibe no como un conjunto ce normas sino como un conjun: to de esiraregias cue determinan la eleccion de unas determninadas formas linguistics para elaborar los enunciadas de los que prota: gonizan una interaccién. 2) Marca y refleja las relaciones existentes en la vida social en los jes de poderisolidaridad, de distancia/proximidad, de afecto, de cono- cimiento mutuo, etc. 1) Esterreno de negociacion en cualquier contexto: 1: Diga, Schr Soriano. 'S: Liimame Fermatdo. Por algo tenemos que pasar tanto tempo juntos, Los intercambios entre las personas pueden darse sobre una base paci- fica, de consenso, sirénica» 0 bien sobre una base belicoss, conflictiva, sagénicas (véanse Jacques, 1991 y Kerbrat-Orecchioni, 1992). El hecho de due la vida social tenga un potencial de conilicto y de agresién ba levado a fellexionar sobre cémo los hablanles suelen encauzar la posibilidud de un cenfrentamicnto, para lograr la armonia deseable para la Interaccion. La re- flexién sobre la cortesia se inieié a partir de las reglas reguladoras del com: portamiento interpersonal postuladas por Searle (1969) que acompanan las reglas constiturivas regidas por el sistema de fa lengua. Lakoff (1973), subrayando que el valor de las primeras no habia sido considerado suficien” temente, las formula en méximas como «sé coriéss, ono abuses», ada opcior nese, «sé cordial», apuntacas anteriormente por Grice (1975) en su formu lacién del principio de cooperacion conversacional. Leech (1983) postula tun principio de cortesia, que funcionarsa a la par con el principio de cooper tid, pare hacer pusible uu muely de retiriea iaterpersunad. Este pristiy de cortesia queda formulado en las maximas de generosidad, racto, aproba- cidn, modestia, acuerdo y simpatia, Escandell (1993) explica con acierto el Tuncionamiento de estas reglas cuya existencia se orienta a favorecer la vida social ya reduciro evitar las tensiones que se puedan producir en ela ‘Sin embargo, la teorfa mas elaborada y que ha sido ol origen de mal piles estudios sobre la cortesia realizados en culturas y sociedades diferen tes, es la de Brown y Levinson (1978, 1987). Esta teorfa toma como punto [AS RELACIONES INTERPERSONALES, LA CORTESIAYYLA MODALIZACION 163 ‘de partids las nociones de imagen y de tervitorio de Goffman, y constituye tuna sistematizacion del conjunto de estrategias corteses que se pueden ma- bflestar e1 lus enunciados ‘Brown y Levinson parten de que el ser social esta constituido por dos ‘entidades interdependientes: In imagen positiva y la imagen negativa El entra de nuestra modelo lo ocupa una nocién may abstracta que con- Sisteen dos clases especificas de deseos ace warts), que ls iteractuantes se atrhuyen mutsamente: el deseo de que uno no vea impedidos sus actos (ima {Ben negativaly el desco de que los actor de una sean aprobados (hasta ier Punt) (imagen postiva) (Brown y Levinson, 198713). La Imagen positiva se relieve al valor y estima que una persona recla~ rma para si misma. La imagen negativa se refiere al territorio que se consi- quiere afeetar 80 ©. Pida disculpas 7. Impersanalice a My O: evite y 22 personas del singular 8, Plantee el AAI como una regla general 9. Nominaice 25. Compense otros deseo de 0, derivados dela imagen negatva 10. Plantee ablertamente que ha contraide una deuda con O, ‘que Ono ests en deuda con H 3. Cotesia encubierta: «Se produce un acto comunicativo encubierto si se realza de tal manera que no es posible avibuire solo una intencion co. ‘mnieativaclarae (Brown y Levinson, 1987: 211) 3.1. Provogue implicaturas conversactonales a través de sugerenclas desenca- ‘denadas por violacon de ls maximas ericeanas, 2) Transgresi6n dela minima de pestinencia "Dé indicios (motives / condiciones para hacer A) 2. Dé pistas asociatvas 3. Presuponss 1) Transgzesion dela maxima de cantidad 4° "Dé menos informacion de la necesaria 5. Dé mas informacion de la necesaria 6. Use tautologias 12) Transgresion dela maxima de calidad 7" Use contradiceiones Sea irénice 5. Use metsforas 10, Use preguntas retéricas 3.2. Sea vageo ambiguo:transgresion dela mésima de manera 11" Sea ambigeo 12, Seavago. 13. Generalice 14. Sea incompleto, use elipsis (Brown y Levinson, 1987) Veamos una aplicacion de estrategias corteses en el siguiente ejemplo: Contesto: en le oicng; A y B,colegas. A B se le ha Hogueado ol ordenador 1 bien pongue fiz cometide ton erro Bion por rezonesajenas ae La agen de B pucde quodar dastada porguc sntorpoos el trabajo gus seceta hacienda. A puede desplegar diversas esrategias para compensar la emenaza sobre lia gonde ‘Ase ditigs a B Ven, note preocupes, vamos a hacerlo juntos. Ya sabes que s formamos ‘éndem nos comemes el mundo, Esto To areglamos en un momento (corlesta pesitiva. 2 se dingo a Bs Pera geome lo has hecho? ¢No habs aprotado las dos teclas al mismo 1S RELACIONES INTERPERSONALES, LACORTESIA YLAMODALIZACION 169 tiempo? A mi eso me ha pasado mds de una vez, Estas miguinas se a juegan al nds pintado (cortesia negativ) ‘Ase dingo a Bs Cuando fos informaticos estan traginando con los ordenadbres.. Estas aquinas son un modelo de inteligencia «naturale! La informéica es fa infor: matics (corestaencabierta), En el caso de que A optara por no usar ninguna estrategia cortés, ac- tuaria de manera directa y abierta con un enunciado del tipo: = Verdaderamente eres un desasie. No se puede confia en i Kerbrat-Orecchioni (1996) no comparte la concepeién excesivamente pesimista de la relacién social que muestran tener Brown y Levinson (con- ‘epcién cagénicar de las relaciones sociales), y propone considerar, junto a Jos actos amenazadores de imagen, los acios de refuerzo de la imagen (ARD, fundamentalmente los halagos, las alabanzas, los agradecimtentos, los Buenos aeseos y las feicitaciones, realizados no como compensacién a un posible éario sino como un comportamiento estimulante y positivo para la relacién interpersonal Consideraremos a continuacién los procedimientos utilizados para la contesia aegativa, aquellos que la persona que habla puede utilizar para compensar la posible agresin a la imagen negativa de su interlocutor Brown y Levinson llaman atenuadores (sofiencrs) a los elementos linguist os, SusLtutivos o acompafiantes, usados para este fin, Enumeramos aqui, de forma restumida, algunos de ellos. Los procedimientos sustitutivos son aquellos en los que se reem- plaza un elemento por otro que rebaja la fuerza del acto amenazador. Asi, <1 imperativo, como sefial de orden y de imposicion, puede sustituirse por cconstructiones, fraseologia, giras y seleccién de pronombres que resultan mucho nenos agresivos e impositivos que el uso de formas directas de mandato. “El eaunciado: — rage cenicerot Pod-ia sustituirse por: = race el conicero? = fPodras traer el cenicero? Te importaria (rer el cenicoro, por Favor? {Me pucde tract un cenicero, tm ca gests? — Some vas cact la ceniza, Si expecificamos estes pracedimientos sustitutives podemos distinguir enire desactualizadores, eufemistnos y litotes. Los desactualizadores son pariculas modales, temporales y persona Jes que ponen distancia entre el Locutor y el acto amenazador. Se trata de 170 1.48 COSAS DEI. DECIR tun distanciamento exratégico del centro detctico propio del acto de habla. Entre ellos, el uso de medios come los siguientes: el condicional 6 el subjuntive: = :Podria dare on formalario? Ouisiem cobrarle una factura elimperfecto: = queria un kilo de wv = Denina deseriborarlatuberia la clision de marcas enunciativas de los interlocutores: Los eufemismos como cleccién Isxica constituyen un gran recurso ate- = nos ha dejado por ha muesto = conflicto socal por huelga CLanterior jefe del Bstado por el dictador La litotes tambien es un recurso de atenuacién — esta sopa no ssté demasiado buona por esta spa es incomestible Los procedimientos acompaitantes son expresiones afiadidas como: — po favor, sno.0s molestia, solo meee. ‘© enunclados prelimmnares para anunciar y preparar un acto que puede atentar contra la imagen. Para la peticion: — dame puedes hacer un favor? para la pregunta — epuedo hacene una pregunta indisereta? para los consejos: = cme deja date un consejo? para las invitactones = stionesalgin plan paca el présimo sabe? AS RELACIONES INTERPERSONALES, LACORTESIA VLA MOUALIZACION 17 Las reparaciones se expresan a través de la excuse = Esqve no sabia que habias comprad los libros = Losienta excisemne = Losiente,perdae Y de la justificacion: — Mis padres nunca me dijeron que es0 era ast = Nofa le reunian porque estaba fuera Los minimizadores son elementos léxicos que pretenden reducir la fuerza de la amenaza’ — Sido quisiera saber si. — Sinplemente le questa pregunta. = Prods dedicarme cinco minis? Los madatizadores son elementos que atendan la fuerza de las aser- -ciones, con lo que adquieren un aire snenos perenterio: — G20 que, = Sin dla, = Me parece vue, Los desarmadores son expresiones que muestran que de antemrano se reconoce la posible respuesta negativa, para lograr una teaccién positiva: — Yasé que no os gusta dejar prestados los libros, pero en este caso me ha amucha falta este Los scameladores» son expresiones de carifo, adulacién 0 elogio que funcionan de contrapeso de un acto que atenta a la imagen: = To, que tomas tan bien lox apuntes: me los dejas? nds, carina, leva ls ninos al colegio. Ta. que lo sabes todo, cquién gobernaba en el primer bienio de la rept bea? En conjunto, las estrategias de cortesta verbal se aplican cada vez ‘que se emite un enunciado, precisamente por cl caracter dial6gico del Tenguaje. Pricticamente siempre, en cualquier interaccidn, se apta por un nivel de coriesfa, incluso en la que tiene una funcién estrictamente tran- ssaceional (de transmisién de informacion). En las situaciones en que se Suspende la operacion cortés hay una raz6n que lo justifica, como he- mos comentado anteriormente. Observemes Ia inadecuacion en estos modal (poi ejemplo, crear, alegre, deer) ¥ su sojelo, an styeto mada “Amtos constitiyen el snes, complemetano del victor Li snodal alma de a frase To mismo que el persainiento esta consti esen por la operacion activa del suleto hablante, No se ude por tanto aibu lorde fare a una enunciacidn sino sha descubierio ls expresign do lx mode Iida, sea cual see (Balls, 1932 [165] 35). La modalidad como fenémeno discursivo se retiere a dno se dicen las cosas es deci, a la expresion verbal o no verbal de la vision del locutor res: ppecto al contenido de sus enunciados; afecta a lo dicho —el contenido prom posicional del enunciado— porque afade la perspectiva desde la cual el lo culor considera lo que dice: por lanta se irala de Ia visidn, del modo en que se ve aquello de que se trata, La modalicad es an concepio que se reliere s Ia yelacion gue se establece emir af Lociior y los emunciados gue emule, ‘Si consideramos los siguientes enunciados. 1, Popacstéenainorada de Eugenio 2. Lacan de estas enfermedades es un virus 3. Hleandidata radical ganar las prosiinaseleciones LAS RELACIONESINTERPERSONALES, LA CORTESIS 14 MODALIEACION 175 Jos ces pueden ser precedidos por una de las siguientes expresiones moda zante: ‘Yo divin que, erco que, sepuramenie. con ta probabilida, lamentahlc rmonte 2s porble a Fa un sentido amplio, la modalidad se puede entender como expresivi- dad. El Locutor, desde esta perspectiva, tiene acceso a «mil maneras de de Cir» que se pueden conseguir a través de diversos tipos de modalidad: |. Las modutidades de la jrase (asertiva, Inierrogativa, exclamativa, Imperaciva} y los madas verbaes (indicauivo, subjuntivo...) que estan cout cados gramaiicalmente, Suponen uiia perspectlva inypiielta del sujeto 2. Las modalidades que expresan el grado de certidumbre, probabil dad o posibilidad del edictuns, Se expresan a través de la subordinacion de slo a expresiones modales, de formas no personales del verbo (infinitiv, genundio, participio) ¥ de algunos adverbios, Supowen una perspectiva ex. plicita del sujet, 3. Las imodalidades apreciativas, que se indican a través de medios le xicos como los adjetivos o los adverbios, y por medio de la entonacién y las cxclamaciones. 4. Las modalidades expresivas. que agrupan todos los fendmenos que afecian al orden candnico de las palabras —el enfasis, la ternatizacion— y al conjunto de la llamada sintaxis de la expresividad. En la oralidad se Sscompaiia ¢ incluso se sustituye porla prosodia y por elementos paraverbar lesy no verbales como gestos y vocalizaciones (véase el apartado 2.6) ‘Todas estas operaciones tienen en comin que manifiestan Ta pesicién yy la actitud del Locutor respecto 9 sus enninciados, Observemos en el si- _Euiente texto el elevado nimero de marcas de madalizacién que presents! No s6 qué opinarin ustedes, pero x0 nie he quedado swnainente ago~ biada deste suc eve cometa suicide, ol Shucmaker Ley 9, 190 fa o2UrTenea dleestelarse contra Jipiter, Nada menos que 21 fragmentos el coonet spi Jevearon al planeta gigante, y el impacto mayar abr en sis mbes reno1as sina herda df tmano de Ia Tiere, Las cits aie manjan fos cisions soe espeluznantes:hablan de explosioncs de ses alones de megatones, de bolay {Se Tucpo w 4000 pracs No tengo ni idea de casnle ser odo eo, peo seq. Fo que cs muchisimo: maphitides que legarian a superar la medias de tus peores imaginaciones. Aun ahora, V hast finales de agosto 0 princlpios de Siptiembre, seguir lowicndo polis césmico sole Fapter. Tan a6lo ose poly Io de nada, plenso yo, nos hari a los humanas fostatina. O sca imaginen por'un maichta au, en ver de desplomarye eh dteccion a Bipiter, el Shae msket Levy 9 hubiera tend ls pereari lea de svicidarse encima de no Troe, Teniende en ccna Ins dimensiones del espacio y del emo, hemor e== tad lo que se dice a un tris de la eatistrofe. Bs como sie ares del Gen hhubieraascsinado a neato wecina de hters, por poner tn sjempo. La Viera 1 hubiera sabrevivida s semejanta impacto (Ross Manze, agmenta incl de aE ciclo se cate, EI Pas, 38-1984), 176 Las costs DEL DFCIR Sinpiemente Leniendo en cuenta los procedimientos de intensiticacion yy el modo explicito de mostrar la propia epinign encontramos eo este texto tuna mucsira de elevada subjetivilad, Volviendo a los tipos de modalidad, Cconstatainos que se trata dle un conjunto muy heterogéneo de medios ex presivos. De ahi que se hayan hecho intentos para encontrar un punto de teferencia y una base para dolar de organizacién a elementos Innguisticos tau variados, La logics ha permitido derivar unos parametros ean capac dad de precisar la modalizacion enunciativa 64.1. Lamopauipan roctea Siguiendo 2 Cervoni (1987), es posible considerar que el niiclee central de la modalidad en el uso linguistica se puede inspivar en la Logica modal ccon todas las reserva, pues la légica se descnvuelve con un lenguaje simbs- lico, absteacto y semdnticamente univoco, mientras que los usos lingttst cos ce sittian on el terreno de la experiencia y en la polisemva que earacteri 2a a las lenguas naturales —o, mejor dicho, soctales— En la Jogica modal, [a ormulacion fundamental ¢s la modalidad rela. cionada con el valor de verdad o lalsedad de una proposicion {modalidad alética). Se representa por un «cuadrado» légico en el que aparecen lay cus: to modalidades aléticas y las relaciones de contrariedad y de contradiccion establecidas entre ellas, MODMLONDES ALETICAS stent [La mayorfa de los logicos eonsideran que os enuneiados que son sit plemente verdaderos o falsos, no estin modalizados. Esta concepelén va a infinir en su trastado al uso Lingistico corriemte,a las versiones que adjudi- ccan un grado 0 de modalizacién a los enunciados exemos de marcas. Sin tembaryo, en ol uso hingdstico, incluso un enunctao exento de marcas pie de adquitir modalidad por el contexto. En las lenguas naturales la expre~ sidn de la posibilidad por parte del Locutor esta asociada al conocimiento aque éste posee. Si alguien dice: »Bs posible que me vaya al Nocte este in de seinana», el Interlocuior interpreta que la expresion de la posibilidad indica ‘que el Locutor no sabe con certeza si va a pasar cl fin de semana en el Nor te. no, Con lo cwal, para el lenguaje corriente se muestra mas adecuada y Fuucional la modalidad epistémica (relacionada con el saber}, que se puede representar con ol siguiente custdrado: AS RELACIONES INTERPERSONALFS, LACORTESIAYIAMODALLENCION 177) eve eC io" | > S| Asimismo, la expresion de ls necesidad por parte del Locutor est Giada a a obligacion, Si alguien dice: «Es necesario que pases el fin de se- mana en +] Nortes, el Interlocutor interpreta que debe ir a pasar el fin de semana alll. Con To cual, para el uso corriente de la lengua de aucen se muestra mas funcional y adecuaea la modatiiad dednica (tclacionada con elideber ser 0 el deber hacer), lormulada en ol siguiente cuadrado: aw A partir de estas bases esquematicas y conceptuales de lo que puede considerarse medalizacién enunciativa podernos comprobar que el Hablau- te se inseribe ene] marco de una polaridad, es decit, de dos extremos, como afirmacidninegacién de un saber sobve la realidad o preseeipeidn/prosctip- ‘tin de un hacer, En posicion intermedia ence los dos extremas se sinian dliversos grados, que se distrsbuyen del mas alto al mas bajo. Esta divers dad de posiciones intermedias constituye lo que llammos: modalidad, como posibilidad de expresar lingufsticamente cscalas gradusles suscepti bies de aplicarse al contenido de los enunciaclos. Si blew el ngcleo cenval de la modalclad esta constituide por ¢l or lon del saber o dei deber, sobre este modelo se desivan otros, no tan com pletos, que muestran afinidades cansiderables por su capacidad de des- plegarse en escalas epistémicas:cier1o, probable, dudoso, improbable; eduncas: obligatorie, permitida, {acultativo, prohthide, de usualidad: siempre, Bunes, a veces; de eantidad: todo, nada, algo; todos, ninguno, alguno ‘e expacialidad: por todes pastes, por ninguna parte, por alguna parte de volictin o inclinacidn: querer, rechacar, desear, procurat 78 v De esta manera, 6} modelo de los esqurmas de la Iogica modal sinven para dar cuenta de la escala de variabilidad en ln que el Hablante se puede siluar con respecta al contenide de las enunciados emaitidas. 6.4.2. LawopauDaD ew KL 050 LINGUISKICO Si nos agentramos en el campo del uso foncional de la lengua, Halli day (1985: 85, 335) sia este tipo de enunciados en el marco del mtercain~ bio, teniendo en cuenta la funcisn comunicativa que se exmple en cada ‘easo. Este autor propone distinguir entre modalizecién v inoduacién, para diferenciar Jo que son lus escalas de probabilidad 0 de frecuencia, de lay {que son de obligacién o de inelinacién, como se puede ver en la siguiente representacion: er ea. Ppoobleprebibieesrd — Stentor Brae in ame (Haliday, 1985: 865) Este Conjunto de modos intermedios entre el hablante y el «dictums constituyen Ja orientacién, actitud y opinén del hablanic. Notemos que los cenunciados polares, como por ejemplo, ola organizacién tervorista ha pro- Prewto una toguayfoseeiooafrmatia) gin determinants en conraste con un enunciado con modalizacisn de grado alto, camo «Seguro gue |) or ganizacisn terrorisia ha propuesto una treguas (qodaltzacion epistémica). "Seguro que» indica la posicion que toma el hablante ante lo que cepresch- (a su enunciado, Por ejemplo, entre la cerlera/incertidumbre respecto al contenido in- formativo de [tencr reanién mafana], o la prescripeidniproseripeton de este hecho, cabe expresar enunciados como: Cast segura que Lenlremos resin maton Probablemente endremar reunion mosana, Es imposible que tengamer reunidw mana Aver siicnemos reumniin maa Hy que bacer ona re [LAS RELACIONES INTERPCRSONALES, LA CORTESIA LA MODALIEACION 179 La modalidad en el discurso ha sido (ratads como parte de la actividad subjetiva del enunciador por atnores como Kerbrat-Orecchioni (1980), Du ‘rot (1980), Cervont (1987), Vion (1992), Auhier Revi (1995). 64.3, LAFRPRESION LINGUISHCA DE LA MoDAtiD40 En la expresign de la modalidad encontranios sipicamente los verbes rmodales, junto con eras formas léxieas relacionadas semanticamente (peti frasis verbales, adjetivos, adverbios), SABER cs cicrto que DEER hay que... necesario, QUERER querer, mtontar, descor, oj PODER padria sr, guia alo zien SOLER Somore, nunca, cis iempr Las modalidades epistémica, potenelal, volva ¥ dedntiea son puntos de veferencta para expresiones que son hetevogéneay pramaticaliente perce {que estén semétiticamente relacionadas. Los verbos se consideran nocionsl- mente previos # cualquier otto contenico predicativa y con precedencia en el orden logico. Tarnbién es interesante constatar gue la mayoria de estos verbos ticnen un comportamiento gramatical similar: porn lage ne acep= tan el imperativo; por otro, tienen restricelones respecte a Iss complelivas, seleecionan cl infinitivo y no aecptan con facilidad las completivas con sque>, como el caso protouipice de «poder ye puedo hacer ‘vo Puede que ti hagas cde En el caso del predicado equeree, Jas relacyones Igicas con sus angu: mentos son mas débiles que en el eiso de epocer, y de forma parecida se encuentra una serie de verbos que comparten pareiaimenie estas carscteri- lacas de los modales: CREER creo que el valordel dinero sigoe en el mismo nivel GUSTAR me gusta respondoradecyadamente VER veo que a Iamilia ne w abaya te vamos a usa la clues del agua PARECER parece que los diwtados c han puesta de severe Barrenechea (1979) denomina cualquier expresion con funeién moda- lizadora operador pragerduco en la medida en que es un elemento que perte nece a tpos diversos (de la Fraseolegia, del léxico, de la morfologia o a sin- axis, del nivel Fanceo 0 grifico) que fumeiona coma indiczdar dela posicién aque lors el enuineiador ante su enuniclade y, en sltimo termina, come rar- \dor de la felavion que se establece entre interlacutores. Las opciones que ne In persona que habla respecto a los enuncindos gue emie se conside- sm dende cl punto de visia del grado de responsabilidad que asume Fespecto al contenido del enunciado. Bl locator puede optar por Ia «suspension mo- 180 LAs cosas Det nEcIR vada de la asercidns, con lo cual evita responsabilizarse de lo que dlc, ‘uilizando expresiones como: Nose posiblemente tal vez Supongo que... Seguramente alo mejor Parcceque., priclicamente quis CO bien puede optar por el «refveruo dela serciéne, con expresiones coms: Esevidente gue. ciertamente sin dada Laverdades que cfeaivamente por sipuesto Fsisclaro ge, Wgicamente clara Estas expresiones son las que haan sido Hlamadas sevidenciales», termi no que se refiere a los recursos linguisticos usados para expresar ls actitu- des de] Hablante respecto al conocimiento. La funcim de un evidencial es efalar gue el conocioienta de lo dice procede, na de la experiencia directa el bans, sino de una experien: cia indicts, Puede desire que as cvidonclales expresan prvesvaton @cautela fpistemologica, 0 sen, que expresas los evripoloy dol hablane acerca de st conoeicnento (eyes, 1994.27). Para aclarar el marco en gue se desarrolla la diferente actitud cpisté- rica del sujeto frente a enuinciados factuales, Chafe (1286) propone consi derar el siguiente esquema, en donde se representa lundamentaleente la eseala de fabilided en la que el hablante puede situarse con Yespecto al co- nnocimiento de la realidad: Evidenciales: conoeimiento y escala de fabilidad allt | seattle aaiees = — - me | | wna ES one oe | . | met 1 te arias woo To tee (Chale, 1946: 265) LAS RELACIONES INTERPERSONALES, LA CORTESIAYLA MODALIZACICN —LBI En este estudio en cl que compara la conversacién con la escritura aca démica, Chale muestra que el uso de los evidenciales es habitual tanto en la Vida cotidiana como en el émbito académico, auinque los operadores usados por el ablane pra sefaar el grado de fabilidad que otrga a su con Imiento ne sean los mismos en uno u otro €as0: En la conversacgn: quizis lo mejor, es probable, realmente, desde le 0, es claro que in for esontos acadénicos: bésicamente, por defincidn, exactamente, precisamente, generalmente, en algin sentido, ltralmerte, virwualmence CChafe indica también cudles son los marcadores modales usuales para preseniar las distintas actitudes frente al conocimiento, segiin se funda: rmenten en la creencia (ssupongo que...) la inducci6n («parece...»), la evi> dencia sensorial (wse ve gue...) la evidencia a panir de lo que dicen otros (dicen que..», «segtin X») y Ja deduccién como conocimiento hipotetica (si estos resultades se comprucban mostrarian ..). También incluye mo- dos de decir a partir de expresiones aproximativas de duda, rodeos 0 elu- sion del compromiso (hedges). Ejempios en los dislogos de Ia vida cotidiana son «buenos, wes como muy..r, amas o Metds..., sv poco..», «de alguna mancras, sdigamoss, usados frecuentements cuando nuestra intencion es no mostramos demasiado asertivos ante una persona o ante una situaci6n concreta. Finalmen‘c, este autor sc refiere a aquellas marcas de acuerdo 0 de desacuerde que se ulilizan ante las expectativas basadas en el conoci miento previo del que se parte. De abi que las expresiones se reparian entre sclaro« 0 wevidentementes y spero» 6 «en cambios. seglin concuerden 0 m0 con las expectativas. Con las expresiones ade hecho» o sen realidad» se pre senta un conocimiento que sobrepasa {0 que se espera, Pasando a una concepcion mas amplia de Ia modalizaci6n, Barrene- cchea también toma en consideracién las expresiones axiolégicas que deri vvan de la apreciacién subjetiva, meral o estética, Asi el hablante puede op- lar por mantener una actitud neutra y borrar las marcas de valoracion: Las cucrdas del violin extn rensas (© bien sobrecargar el enunciado con indicadores de expresividad: Ho! Las cucrdas de violin estén supertensast (Qué desastet En este illtimo caso el discurso cumple una funcién emotiva, para cuya expresién tienen un lugar preferente los signos prosédicos o no verba Jes que acompafian a le expresion verbal. Para Barrenechea la modalidad ineluye este tipo de expresiones que muestran la actitud emocional de los hhablantes en sus enunciados. Los operadores pragmaticos expresivo-valora- tivos se realizan verbalmente a través de: ‘Sintaymas: por suerte, por dessracia Adverbios felizmente, desgraciadamente 182 LAS CSAS DEL DECIR Consirucciones verbeles: me alogra, es lamentable, lo bueno es que, ¢s tora pena que ‘Adjtvos:Fantéstico, increible, horrible (con modificadores adverbiales uy, nada) Derivatvos: ible, able: os0, azo; medicamentazo, euponazo Finalmente, mencionaremos las expresiones que funcionan come mar: cadores discursivos de la propia opinién, como: ‘en mi opinion desde mi punto de wists 0 perspeciva ‘ami parecer ‘mi modo de ver Ssegdn tengo entendido tengo para mt cenlo que a mt respects 3m juico. SSi bien hasta aqui hemos tenido en cuenta los distintcs procedimien: tos de modalizacion para seftalar el grado de asertividad y de expresividad ‘mostrado por los hablantes en sus enunciados, en general el uso de estos procedimientos depende de la actitud del Locutor ante su Interlocutor. Por ejemplo, una persona joven puede mostrarse muy asertia con sus amigos y ‘muy reservada o prudente en presencia de adultos. La expresividad esta re- lacionada con interlocutores que permiten situaciones relajadas, informa- les, de familiaridad o intimidad. En cambio, la relacion jerarguizada y for- imal requiere contencidn, Por otto lado, la'modalicad valorativa capta la atencién, atrae ¢ intenta provocar Ja adhesin. Ademés, como hemos visto fen el capitulo anterior, la modalidad se activa en la relacion interpersonal ppara atenuar la fuerza de aserciones que pueden afectar en algun grado la imagen cel interlocutor. Es un procedimiento para no imponerse a los ‘otros y deiar opciones abiertas a la libre actuacion del Interlocutor. Final ‘mente, la modalidad codificada en la gramatica representa tanto funciones comunicativas (apelativa, expresiva, argumentativa) como el grado de reali- dad, de posibilidad, de imposicion (modo indicative, subjuntivo, potencial, imperativo) con que se presenta lo que se dice. De este modo, la modalidad tiene como propiedad especificar las condiciones de receptividad y la natu- raleza del acto de habla transmitido en una enunciacidn. En el marco de la ret6rica, esta relacionada con el ethos —creacién de fiabilidad del locutor— yel pathos —fomento de cierta predispesicion en el interlocutor— CaptruLo 7 LOS FINES DISCURSIVOS. Y LOS PROCESOS DE INTERPRETACION En el curso de nuestras actividades cotidianas estamos expuestos a ‘una multitud de senales, demastadas para poder reaccionar a todas elias. Antes incluso de decidie si tomamos parte en una interaccion, necesitamos ser capnees de infest, aunque sea slo de una forma muy general, sobre {Qué tata I Interaccign y qué se espera de nosotros. Por ejemplo, tenemos {ue poder ponernos de acerdo en si estamos simplemente charlando para pasar el ralo, ntercumbiande anéedotas 0 cxpericncias, os la nlencign && texplorar detatladamente determinados problemas. Una vez involucrades en Ja conversacion, tanto et hablante como el ayente deben responder activa mente alo que sucede seMalando st Involucracion, ya sea directamente con Palabras 0 indirectamente con gesios o senales no verhales similares. La Fespuesta, ademas, iene que estar relacionada con lo que pensames que Sor las intenciones del hablante, mas quc con los sighilicados Ierales de Jas palabras usadas (Gamper2, 1982: 1). Abordamos en este capitulo ova de las cusstiones centrales que se plantea el estudio discursivo para entender como funciona la comunieacion hhumana y a qué se deben sus sdisfunciones» cuando se producen incom- prensiones 0 malentendidos. Para que haya comunicacién es preciso que exisia una ensaceidn de {nfonnacian entre una fuente —Ia instancia emisora— y un destino —la ins: tancia receplora—, y esto se produce en un conresto determinado vy concre: to. Es decir, en primer lugar, tenemos una accion que transcure entre dos polos con una informacion que puede ser de muchos tipos y de varios a la vex: referencial, afectiva, de fiecion, ete; ademas, esa informacién puede manifestarse de manera mis 0 menos abierla, mas © menos encubierta LLlegamos asf al problema clave que nos interesa tratar aqut, un problem que presenta dos caras: 1) ¢De qué manera maniiesta sus intenciones duiien emite un enunciado? y 2) De qué manera interpreta esas intencio- nes quien recibe ese enunciado? Desde la perspectiva discursiva, a! comunicacién se entiende como un, proceso de interpretacién de intenciones. Esta concepcién tiene uns ‘compleja serie de implicaciones que se podrian especificar mediante la si- -guience paréfrasis deseriptiva (Tusén y Unamuno, 1999): x 188 {LAS COSAS DEL DECIR Usted me dice ago, ‘con una tenci Enponces, partic de lo que usted me dice ye inento averguar, ‘con l minima caste de procesemionto, ‘qué me quiere deer al decirme ese de esa manera { sobee esa termeacio, fealizada através de un proceso de inferences, bbasadas en mi conocimrionto previo. Sabre usted Sobre sus valores, Sobre la situacion, Sobre el mundo, Sobre el esdigo ylavariedad que utica, _yenles indicios cartextualzadores ‘que me proporcionan sus palabras, parsiendo de las formas verbales no verbales ‘que ha elegido para comunicarse conmigo, sabiendo —0 creyende saber—lo que usted sabe sobre mi, sobre mis valores sobre situacon, Sobre el mando, Sobre el codigo ylavariedad que utilize, sobre lo que, tal Wer, yo he dicho antes, extablesco una hpsesis MEWS QUERIDO DECIR Y, sobre esa ipstesis, claboro mi respuesta, {que sev4 sometida por usted a un proceso similar de interpretaién Bicsters, Vistas ast las cosas, no es de extrafar que, a menudo, se produzcan ma- lentendidos entre las personas. Se produce un malentendida cuando no se activan los conocimientos —o esquemas cognitivos— apropiados. Cuando la hipdtesis que se establece como interpretacion —de la situacién o escena, de Jas intenciones, de la imagen que alguien presenta, de las aormas que regu- lan el intercambio, ete.— es errénea o inapropiada.. Una primera aproxima- ign a fo que estamos tratando puede apreciarse en el siguiente chiste: Entra un joven a un bar y se dirige ala bars. El camarero se le acerca, limplando con tn pano la barra, y se produce l siguiente dialog: Carnarero — jque va a ser? Cliente abogade Camarero — que qué quiere Cliente — pues acabarla carrera, encontrar un trabajo, casarine. Camarero™ QUE OUE vA.a TOMA Cliente —ay.2y,perione qu hay? CCamvarero— pues ya ve, aga limpiando LOS FINES DISCURSIVOS Y LOS PROCESOS DEINTERPRETACION 185 Aisladas del context, de fa escena —un bar— y sus protagonistas —un camarero yun clienle— las respueslas que se prodcen a las preguntas de uno ‘yotto son pesibles: entonces,cdonde esté la gracia? Precisamente en que no ‘Son apropiadas, pertinentes, en ese contexto (vase el capitulo 4). Porque esas twacion la localizacién y los personajes, configuran una escena psicosocial que Jmpone unas resiricelones respecto lo gue se puede deci y a lo que se puede interpratar Eas observaciones nos conducen a examinar las diferencias entre Cl significado gramatical ye sentido 0 sigicado discursive o pragmstco Al contrario de fo que se cree, sentido y significado munca han sido to emo, el sgnilicado se queds ages, ex directo, litera, expicito, cerrado ens ‘mismo, univoco, mientras que el sentido no es capaz de permanecer quiet, herve de segunvos sentcos,terceros y cunrios, de direcciones radials que se van diviciendo y subdividiendo en ramas y ramajes, hasta que se pierden de vista (Saramago, 1997: 154-155), En efecto, el significado atiende a las reglas del sistema lingdistico, que ‘asignan un valor semantico a un conjunto de signos fOnicos o graticos orga: nizados en unas estructuras determinadas, ya Sean palabras, frases u or cones, sin tener en cuenta el contexto concreto en que se producen, es de- cir, sin considerar ningon factor sextralingufstico» (si es que ello es posible, tal como comenta Levinson en la cita reproducida en el apariado 4.2). Sin ‘embargo, el sentido —o significado pragmatico-discursivo— resulta de la interdependencia de los Factores contextuales y las formas linguisticas; exige tomar en consideracién el mundo de quien emite el enunciado y el mundo de quien lo interpreta, sus conocimienios previos y compartidos, sus inten- Clones, todo zquello que se activa en el intercambio comunicativo, ast como fl resto de dimensiones del contexto empirico en que se produce e! inter. ‘cambio —ya sea in presenta, cara a cara, 0 in absentia, en diferido— (véase todo lo dicho respecto al contexto en el capitulo 4). Escandell propone el guiente cuadro para dar cuenta de los procesos que conducen desde la in- Tencién hasta la inteprétacion, a través de la expresion linguistic, tenien- do en cuenta la informacién pragmatica del Emisor y del Destinatario y la rolacién sociel que existe entre esos dos sujetos de la enunciacién: sion > mina oes Sogn wilco —_ nassenencion \ 17 N\A vn ges sions (Escandell, 1993 38) zk ELeoncepi deine 186 Las cosas DEL DECIR ‘Una aproximacisn discursiva al tema del significado tiene que plan- tearse necesariamente la diferencia entre significado explicit y significado iplicito, la elacion encre lo que se dice y lo que no se dice pero se quiere dar a entender o se entiende; como dice Reyes, parafraseando a Foucault (1969), la diferencia enire «decir, querer decir y decir sin querer» (Reyes, 1990: 43). Puesto que la comunicacion es una accién entre dos © més perso- nas, el sentido se erea entre quienes participan en esa actividad, Pero no siempre —es decir, casi nunca—decimos las cosas de forma totalmente ex plicita, literal y directa, ya que, entre otras consideraciones, eso seria nor malmente antieconémico y lastidioso. Confiamos en que compartimos una parte de nuestras experencias como seres humanos y, por lo tanto, pode ‘mos «descansar» en ese conocimiento compartido (que puede ser mayor o ‘menor, desde luego) al emitir nuestros enunciados. Esto nos lleva a realizar célculos —no siempre de forma consciente— sobre cules son precisamente las parcelas de nuestra experiencia compartidas con nuestros interlocutores ¥¥ a las que podemos apslar de forma implicita en nuestros mensajes. Esos élculos pueden ser erréneos y Hevarnos a la incomprensign o al malenten- ido, @ bien, como es muy comin, a la negociactsn de los parameltos con- textuales en Jos que situamos la manifestacién de las intenciones para su adecuada interpretacion. E] estudio del significado implicito ha sido abordado desde diferentes perspectivas discursivas, sobre todo desde la pragmatica (Grice, 1975; Le vinson, 1983) y desde la teoria de la enunciacién (Ducrot, 1972; Ker bbrat-Orecchioni, 1986). Kerbrat-Orecchioni considera que los dos tipos fun- los vacios. ‘Los presupuestos definen une comunidad, las verdades que presumible ‘mente comparten los miembros dela conversacicn sabre el ema de que se ha bla. Como cualquier inormacion expuesta por el locutor que no es cussion: {da por el oveate, los presupuestos se stan, sin Negara ser expuestes, en la ca LOSFINES DISCURSIVOS ¥ LOS PROCESOS DE INTERPRETACION 191 legorta deto que exis admitido yestablecido, de aqulla a lo que podernos ha ‘ce Flerencla, por sabre lo que ya no es posible polemizar (Nunez ¥ Teso, 1096: 85) En el dmbito educativo, por ejemplo, realizar un calculo ajustado so- byre lo que se fuede tomar como conocimiento previo es crucial para que el proceso de enseftanza y aprendizaje llegue @ buen término. Si quien ensefia presupone que los estudiantes saben mas de lo que en realidad saben, éstos siliciImente podran seguir sus explicaciones; en el easo contrario, si supone {que saben menos de lo que saben, sus explicaciones resultarén aburridas y ampoco habré un avance en el aprendizaje..Las presuposiciones se mani- fiestan a veces a través de formas linguisticas (Lérminos que no se definen & sintagmas nominales definidos, por ejemplo}, pero otras veces, simplemen- te, lo que aparscen son ehuecos» informalivos que se supone que ha de Tle- rnar quien lee c escucha. Esto es lo que se puede apreciar en la forma de ini- Ciar el noticiat el locutor LM y que transcribimos a continuacién: {sintonia] Vlas noticias! con LAN fina del sintonia] TEAC buenas nochesV no hay: explicaciones nl dimisiones\ treintay dos horas despue's del incidente—l protagonizado ayers por dos ecologstas que practicamente fe sitcron sabre lag caberas de los reves en un acto de grar trascendencia internacional no hu habigo\ ninguna reacciénl fa elicacia de nuestros servicios de segura: ha quedado en entredichol ‘en unas imigenes que han dado hola vuclta al mundodl (Corpus det CAD) ‘Como puede observarse, el presentador comienza con la expresién 10 hay explicaciones ni dimisiones, sin decir ni quién tendria que haber dado explicaciones, ni quign tendrfa que haber dimitido, ni por qué. Evidente- ‘mente, confia en que los telespectadores ya saben de qué esté hablando y a ué y a quiénes se refiere; de esta forma, también crea un efecto de «comme nidad», al hacerles participes de sus conocimientos y de sus expectativas y valores. A coniinuacién y poco a poco va recuperando la informacién pre: supuesta y que habia sido emitida el dia anterior. Pero el electo de «ya nos entendemos, yu sabemos de qué hablamoss ha sido éreado. EI siguiente texto proviene de la prensa escrita y esti formado por el antetituloy el tule de una notici Asumo la responsabilidad de mis actos» La cinta muestra al presidente furioso, pero arrepentido de su devaneo La noticie fue publicada por el diario El Pats el 21 de septiembre de 1998, Para cualquier persona que hubiera seguido minimamente la actuall- dad de las semanas anteriores a esa publicacién, no cabfa la menor duda: el presidente» sereliere a Bll Clinton, primer mandatario de los Estados Uni- 192 LAS COSHS DEL RECIR dos de América; «la cinta» alude a la dela grabacién en video de su declara- cidn frente al Gran Jurado de ese pais, v est devaneos es una manera de nombrar las relaciones que dicho presidente mantuvo con una ex becaria de la Casa Blanca, Del mismo modo, dl antetitulo se interpretaria sin difi= cultad como parte de la confesion de Clinton. ¢Oué ocurrira pasados los afios? Seguramente ese conacimiento ya no sera de actualidad y, si se quie~ re hablar de ello, no se podra presupaner tanto. ‘Algo asi sucede con Jos enunciados que examinaremos a continuacién cuando se presentan ante personas sin el conocimiento previo necesario para su correcta interpretacién. Se traia de un ejemplo tomado de Kemp: son (1988): I 4) Sie Presidente invita a cerar a Angela Davis la Casa Blanca, le mentors haber invitado a una militant negra ala Casa Blanca, 'b)_ Siel Presidente tnvita a coud? s 1d esposa de George Wallace ala Casa Blanca, lameniars haber invitado @ una militante negra a la Casa (Blanca, —c ° En los enunciados a) y 6) de este ejemplo nds enconiramos con que tienen una estructura sintdctica aparentemente idéntica de oracién con- dicional. Las diferencias que encontramos son de tipo léxico y de formas para referirse a Jas personas: en a) se nos habla de Angela Davis, con st nombre de pila y su apellido, mientras que en esa misma posicién, en ‘b) aparece la referencia @ una mujer nombrandola a través de su relacin matrimonial: Ia esposa de George Wailace. Y aqui acabaria la compar: cién, seguramente, para un gran numero de las personas que lean este lexte. Ahora bien, de hecho, nos encontrames ante dos enunciados bien diferentes, siempre que, es0 sf, tengamos a nuestra disposicion —posea- mos en nuesira enciclopedia— el conosimiento del mundo necesario para poder interpretarlos En efecto, necesitamos saber quicnes son Angela Davis y la esposa de George Wallace para entender que en e] primer enunciado nos encontra: ‘mos ante un caso de sustitucién léxica con identidad referencial, mien- {ras que en el segundo no existe tal. Fjémonos en el sintagma wuna mili tante negra» —iniciado por el elemenio una— que aparece en ambos ca- sos en la segunda parte de la oracién. En a) funcionia como sustituto de Angela Davis, conocida militante negra estadounidense durante e! perio- do presidencial de John F. Kennedy (teferente exoférico de «el presiden- tes, Io que nos sitta, por lo tanto, en los Estados Unidos de América) Ahora bien, del mismo modo, st sabemos que «George Wallace» fue un ‘conocido politico conservador de clars Ideologia racista de la misma epo- ‘ca y del mismo pals, ideologia que su ssposa compartia, entonces tendre- ‘mos que interprelar gue «una muilitanle negra» en el segundo enunciade Sélo puede tener un referente fuera del texto. ¥, como consecuencia, en el primer caso, 2), la invitacién atin no se ha llevado a cabo, mientras que en >) se supone que si. El texto que proponemos a contiruacién es el de un anuncio de una ‘organizacién humanitaria no gubernarrental rm = ra rr © & =} io lw i) =? ng eS x a my fay fo} a La‘expresion ‘slo de Chiapas es urgente» apela claramente al conoci miento previo y compartido no sélo sobre «lo que esté ocurriendo en Chia ‘pase, sino también sobre la valoracidn de esos acontecimientos. El pronom: bre elo» se vuelve a repetir en la oracién siguiente —«por llamarlo de alguna maneras— relorzat ‘cia de sujeto en la primera ora- del texto en letra menuda eden esperar mas»— sigue en esta linea, ya que se supone que guien lee este anuncio ya posee la suliciente in- formacién sobre el tema y sobre quiénes son los afectados por el problema, La presuposicion ocupa también un lugar privilegiado en la comunica- cién cientifica; a diferencia entre un articulo de divulgaci6n y un articulo de alta especializacién radica, fundamentalmente, en el grado de conocimiento {que se da por supuesto y compartido por quien escribe y quien lee. Incluso, dentro de lo que se entiende por divulgacién, los presuipuestos pueden ser mayores 0 menores segtin el piblico a quien un articulo vaya dirigido, ‘Veamos como ejemplo el siguiente texto, en el que se puede apreciar que, aunque aparezca en una revista de divulgacién, presupone gran canti dad de conocimiento previo sobre lisica, especificamente sobre sla simetria en las interaeciones débiles», y, por tanto, es divulgacidn dirigida a un sec tor del pablico lector que esté formado en ese tema: EL EXPERIMENTO DE CHIEN SHIUNG WU Los diggramas de la pigina siguiente esquematizan un experimento eélebre realizado por la lisica Chien Shiung Wi, para verificar Ia violaeion de la simetria P en las interacciones debiles. Se somete una muesta de cobalto a un campo magnet 0, obtenide por ejemplo por medio de la bobina de un electroiman, Ala manera de la aguja de la brijula, los atomos de cobalto se orientan en este campo. Senalemos {que la orientacién esta determinada por Ia forma en que hemos envollado la bobina, ‘es decir por la cleccion de una mano izquierda o de una mano derecha, Si cl bobina do se hace «ala derecha» A), es decir, si las espiras yuxtapuestas dibujan un tornillo, ‘rdinario (0 un sacacorchos para diestros), s observa que, en la desintegracion ra disctiva del cobalto en niguel, un electrén y un antineutrino, la mayor de Tos elec twones se emiten shad al bobinado, Esta situacién nos permite distinguir en tue derecha e izquierda. En B) hemos representado la imagen dol experiment, tal ‘como se ve a través de un espejor no se trata por lo tanto de un experimento real sino dle una imagen simple. En cambio, representamos en C) el resultado de un expe mento real, tal como seria i tilizdsemos, en nuestro mundo real, un equipamiento identico al visto en el espejo (con abundancia de tornillos con paso a la inquicrda, para unir los diversos componentes), Para simplifiear, hablaremos aqut de experi mento imagen, ;Se ve que Ia direcciin de los electrones emitidos en el experimento imagen, el unico realizable fisicamente, es ly opuesta de la direceidn esperada en la imagen del experimenta! Por lo tanto podernos determainar sin ninguna dda en qué lado del espejo estamos situados. 'A partir de estas consideraciones podemos afirmar que las interacciones debi les no respetan la simetra lamada P, o simettia iquierda-derecha "Nos falta hablar de la simetfa entre particulas y antiparticlas (conjugacion de carga Pexiemos imaginar que realizamos un experimento del tipo del anterior utlzan- LOS FINES DISCURSIVOs ¥ 105 PROCESOS DE INTERFRETACION 195 do, no sélo la instrumentacin vista en el espojo (unida por medio de torillos levéi- 208), sino insistiendo a nuestros amigos experimentales gue eonstriyan el dispositive ompletamente con antimateria... Manifiestamente, a nivel macroscdpico no se tata rds que de un experimento idea. El resultado se ha representado en D, Seve ue lexperimento imagen realizado con antimateria difiere de un experimento idémtico realizado con materia (comparese C y D) jel experimento imagen realizado con antimateria es ahora idéntico Ia ima: gen del experimento inicil vista través de un espcjo! B es un experimento no real zable lsicamente, pero D representa un experimento posible, al menos en teria, ‘Se ve asf quc las interacciones débiles violan la simetrfa P, que permuta dere cha ¢ izquierda, y tambicn la conjugacion de carga C, que permuta partieula ant particula, Este exemple tambien muestra que las interacciones debiles respetan all menos con my buena aproximacidn la rellexién conjugada CP, producto de las dos ‘operaciones anteriores (vease el reeadea oViolaeidn de CP: como distinguir ka mate Fa de I antimateria». De hecho, se puede demostrar que la simetrfa CP es la simetrfa natural de las interacciones fundamentals (amadias de jauge) en las que se basa este experiment (El Mundo Ciemifico, jliolagosto de 1998). peer 7.2.2, LAINTENCIONALIDAD EN1LOS ACTOS DE HABLA La ravén para concentrarse en el estudio de los actos dle habla es, sirple mente, sta: toda comunicacion lingtistica incluye actos lingsticos, La uni Aad de comunicacign linguistica no es, como se ha supuesto generalmente, el Simbolo, palabra, oracion, ni tan siquiera la instancia del simbolo, palabra w fracién, sino mas bien la produceion o emisién del simbolo, palabra oracién al realizar el acto de habla. [..] Solamente cierios géneros de intenciones son Adectiados para la canducta que denomina actos de habla (Searle, 1969: 26). Una de las perspectivas fundamentales de la pragmsitica que con més éxi- to se han ocupado de estudiar los problemas de la manilestacién de las inten- 196 LAS COSAS DEL DECIR clones es la que se conoce como la teoria de los actos de habla (Austin, 1962: Searle, 1964, 1969). Esta teoria se empez6 a formular en la primera mitad del presente siglo, en el seno de la filosofia del lenguaje de orientacion «analitic y se desarroll6 de forma muy especial entre los arhos sesenta y ochenta. En el ‘eno de la filosofia supuso un vuelco muy importante, ya que marcé un giro en la manera de abordar los problemas de la significacién al incorporar los conceptos de autencién y de accién como elementos fundamentales. Austin hizo piblicas sus reflexiones en una serie de conferencias que dict6 en la Universidad de Harvard durante los aos treinta, conferencias que en 1962 quedarfan recogidas y publicadas en su libro How to do things with words (Como hacer cosas con las palabras). El pensamiento de este fi l6sofo britanico se articulé como respuesta al positivismo légico, corriente que, basandose en la logica veritativa, planteaba que el sentido de cualquier oracion dependia de las pruebas de verdad o falsedad: asi si de una oracion no se podia decir si era verdadera o falsa, dicha oracién carecia de sentido, ‘ya que no eta portadora de una proposicién de ningdn tipo. Austin mosiré ‘que, si bien existfan enunciados que se somettan facilmente a esas pruebas, ‘170s, no, y no por ello dejaban de tener sentido, En una primera época, Austin distinguié entre enunciados constatativos («constatativess) y enun: ‘clados realizativos («performativess). Los primeros son los que utilizamos para deserihir el mundo, del tipo Hace frie, Carlos es alto, La pelicula es muy interesante, etc.; como se puede apreciar en esos ejemplos, si quienes habla- ‘mos nos ponemos de acuerdo en qué entendemos por frfo, alto y muy intere- ‘sante, podemos otorgar a cada uno de esos enunciados un valor de verdad 0 falsedad, Ahora bien, los enunciados realizativos no describen el estado del mundo sino que lo transforma, por eso no se puede afirmar de ellos si son verdaderos o falsos sino si tienen éxito o si fracasan. Asi, este pensador se: fala que se pueden encontrar expresiones con las siguientes caracteristicas: A) no edescribens o stegistrans nada, y no son werdaderas ofalsase;y 1B) el acto de expresar la oracion es realizar una accion, o parte de ela, aceién que a su ver no seria normalmente descripta como consistente en decit algo (Austin, 1962: 45-46). Y propone los siguientes ejemplos: Ea) «Si, juro (desempenar un cargo con lealtad, honradez, etc), en el ‘curso de a ceremonia de asuncién de un cargo. Eb). «Bautizo este barco Queen Fligabeis, expresado al romper la bote- lla de champana contra la proa 1c) Lego mi relojs mi hermanos, como cliusla de un testamento. id) «Te apuesto clen pesos a que mariana va a lover En estos elemplos parece claro que expresar la oracign (por supuesto que ‘en las cireunstancias apropladas) no.es descrbit ni acer aquello que se dieia ‘que hago al expresarme asi, enunciar que lo estoy haciendo: es hacerlo (AUS- Un, 1962: 46), E] éxito o fracaso de esos enunciados depende de que se cumplan 0 no unas condiciones de éxito, de fortuna o de felicidad (.elicity conditionse), ta LOSPINES DISCURSIVOS Y LOS PROCESOS DEINTERPRETACION «197 Tes como que quien diga esas palabras sea Ia persona adecuada, que lo diga en el momento y en el lugar adecuados, a las personas adecuadas y con ssinceridad»: si iodas las circunstancias son apropiadas. el acto sora afovtu nado, si no, terdremos un acto falido. En el primer caso, el enunciado ten- {ra Gxito y el mundo habré cambiado, las cosas ya no sera las mismas que antes (dos personas se habran casado, dos paises estardn en guerra, quien era minisiro babrit dejado de serlo, etc). Es decir, se habrai hecho algo al pronunciar esas palabras, "oco despues de formulada esta primera version de su teoria, Austin aavanza y la exiiende a todo tipo de enunciados. En realidad, plantea, siem: pre que emitimos un enunciado estamos haciendo algo que cambia el esta- do de las cosas —por ejemplo, nos comprometemos con la verdad de aque Uo que aseveramnos—, por lo tanto, las palabras, ademas de su significado referencial, literal, constituyen una forma de accidn intencional cuando son pronunciadas n la interaccion. Siguiende las aportaciones de Austin, Searle (1976) propone una tipo: logta de los actos de habla a los que posiblemente se pueden reducir nues tros enunciados. Los agrupa en cinco lipos: 1. Asertivos: firmar, anuneiar, predccr,esiste 2. Direetivos: preguniar, pedir, prohtbir, recomendar,exiir, encarpa dodenar 3. Compromisorios: ofrecer, promete,jurar. 4. Expresivos: pedir perdn, perdoner. agradecer, Felicia. 5 Declarativos: sentenciar,baulizar, velar, delarar la guerra, kvantar Ta esion, coma En la teorfa de los actos de habla se plantea que, de hecho, al emitir un cenunciado se producen tres actos: 1. Flacio locutive (“ocutionary): la misma emisién con su significa do referencial literal, es decir su contenido derivado de las reslas gramati: ales, 2. El acto ilocutive (ilocutionary’): lo que se hace al emitir ese cenunciado, gracias a una fuerza —la fuerza ilocutiva— que asigna un va lor de accion intencional (prometer, ordenar, predectr, et.) a las palabras cemitidas. 3. El acto perlocutive (‘perlocutionary’): el elect —verbal 0 no ver~ bbal— que ese enunciado prochice en la audiencia, ‘Supongarsos un caso seneilo: A —"dirigiendose a i] te pido que Esegues lox plato, 1 [levantandose y yondo ala cocina vaya fregatos. Si analizamos este enunciado obtenemos el siguiente resultado, en el que se puede ebservar que la forma del enunciado —el acto loeutivo— eoin- cide can la Fuerza ilocutva: 198 LAS cosas DEL DECIR ‘Acto locutivo: Te pido ue flegues los plaos, oracion que podemos anal mifcado referencia de pevcién de algo. jocutivo:petieton ‘cto perlocutiva: se lvanta y cumple fa peticion Pero las cosas pueden ser algo mas complicadas. Veamos el siguiente didlogo: ‘A hay patos en el fregadero 1B [se levanca yva a fregar] En este caso el andliss serfa el siguiente: ‘cto locutivo: una oracin enunclativa afrmativa formada por un verbo “existencial en forma impersonal —hay—acompafado de un objeto directo que denomina un tipo espettico de wienslios —platos— y un locativo ev e rege ero Acto Hocutivo: mandato yl reprocte, algo asi como ain no has fogado yretocaa ‘Reto perlocutive:B cumple el mandato Lo que este segundo ejemplo plantea es la existencia de los actos de habla indirectos, en los que al significado literal del acto locutive ay que suumar un significado anadido a través de la fuerza jlocutiva, Una caracte- rstica de los actos de habla indirectos es que, en cierto modo, son conven ionales, en el sentido de que, en el seno de la comunidad de hablantes que Jos usa, se asocia Ia expresidn «indirectas con la fuerza ilocutiva. No hay que confundir esta «convencionalidad», con la «arbitrariedad» del signa. Cuando, desde la linguistica oracional se habla de «arbitrariedad» se hace referencia a una relacién winmanenten que existe en el interior del sistema linguistico entre seniales ‘énicas y signilicado literal; sin embargo, cuando nos referimos a la convencionalidad de ciertas formas indirectas estamos aludiendo a una relacién de vipa cultural que asigna unos posibles valores de sentido a esas formas de expresion. Ademés, hay grados mayores 0 me- nores de convencionalidad, ya que lo que puede ser xclaro» aungue indirec- to, para un grupo de hablantes, puede resultar poco habitual o no muy cla- ro para otros, ‘Veamos el siguiente ejemplo: (0) Te ordeno/te pido ue ceres a pert 0) Clevrala pao {G) Cierra la puerta, otras! (4) ePodeias cerarle puerta? (3). (Te importaria cerar la puerta? (@) (Eres de Madhid? () Sevaacseaparel gata, (8) Hace it, coh? (©). Por for, (seria lan amable, si no leimports, de cerrar la puerta? (10) Es que eres incapaz de cerrarla puerta? 105 FINES DISCURSIVDS ¥ 10S FROCESOS DE INTERFRETACION 199 (11). Qué corsente, no? (12) cPucces cerrarla puerta? (13). eQuierescersarla puerta? (14) GOuseres hacer of favor de cerrar esa puerta? (15) GEsqie no has vistoel cartel o que? (6). Te has dejado Ia puerta aberta, (17) csperasa alguien? (18). Oye ciera le puerta (09) iL puerta cgerala ya de una vee! 20) {Cerraris la puerta? (21). GY sicerriramos eso puerta? (22). GHtas nacido an un cireo? (23) Gierw con cuidado. (24) (Sa puesta (Tuson, 1996: 127) Aparentemente, nos encontramos ante veinticuatro formas de expresar lo mismo, o, uilizando la terminologia de la teorta de los actos de habla Gearle, 1969), ante una fuerza ilocutiva wdirectivas (una demanda © un mandato) expresada a través de veinticuatro actos locutives dilerentes. Des- de la perspectiva de la teorfa que nos ocupa, sélo seis de esas expresiones pueden considerarse actos directos, son los seis enunciados que o bien con- tienen el verbo realizativo »pedir J ordenar» en primera persona del singu: lar (1), 0 bien contienen el verbo «cerrar» en imperative (2, 3, 18, 19 y 23). Ast pues, los dieciocho enunciados restantes son casos de actos de habla i dirsctos (Searle, 1975) que exhiben diferentes grados de convencionalidad. En siete de elles (6, 7, 8, 11, 15, 17 y 22) no aparecen ni scerrar» ni »puer ‘as, por lo que para su interpretacién necesariamente se requerira recurrir A aspecios coniextuales como el conocimiento mutt 0 elementos del en- toro (temperaiura, carteles, ete). En los 11 restantes. sf aparecen elemen- tos léxicos como «cerrars y =puertas (los dos o uno solo) que orientan para Ja interpretacign apropiada de las intenciones de quien emite esas expresio: ‘es, aunque estén estructuradas de forma indirecta Bs evidente que cada uno de esos enunciados acta como un inte rruptors que enciende en nuestras mentes posibles contextos de produc: cidn ¢ interpretacién, que reconocemos gracias a nuestra experiencia co- iva y alos que asociamos diferentes grados de cortesfa, de rela ign proxima o distante entre quienes hablan, imaginamos que esas perso- nas se tratan como iguales o que existe una Telaci6n jerarquica, y que la emision de cada uno de esos enunciados se produce en un espacio deter- minado; en definitiva, podemos encontrar unas eseenas psicosociales en las ue esas expresiones serfan mas o menos apropiadas. Conviene tam: bien tener en cuenta algo que al ver esos enunciados escritos se putede es: capar, aunque hayamos utilizado determinados signos de puntuacién (es petialmente acmiraciones ¢ interrogaciones) que nos informan sobre la modalidad oracional: una entonacidn determinada, irénica, por ejemplo, puede convertir os enunciados aparentemente mas corteses (el 5, el 90 el 14, pongamos por caso) en expresiones altamente agresivas o «maleduca- dacs, Vernos, pues, de nucvo, el valor que desempenan los aspectos inten- 200 LAS cOSAS DEL DFCIR clonales y contexiuales en la claboracién, produccién ¢ interpretacién de las «formase de la lengua. [A pesar de los avances que sin duda representan los planteamientos de la tearfa de los actos de habla, han sido critieados basicamente en dos sen lidos (Levinson, 1983). En primer lugar, porgue, pese a las advertencias que ya hiciera Austin, los desarrollos de la ‘eoria se han centrado tinicamente fen la intencién de quien emite un mensaje, tomande y presentando como ‘emplos oraciones aisladas 0 brevisimos dislogos de dos intervenciones: ‘ademés, no se ha tenido en cuenta que el verdadero sentido de los enuncia~ dos hay que analizarlo desde una perspectiva secuencial, es decir comando fen consideracidn el lugar que ocupa ese enunciado en la interaccién real, viendo lo que ha sucedido antes y lo que sucede después, y analizando la nnanera en que los interactuantes van negociando el sentido de forma local vy situada, En segundo lugar, se ha cuestionado la division entre actos de habla directos e indirectos, ya que si se observa de forma empitica lo que ocurre cen la comunicacién se descubre que lo mas comin es que las personas utili- cen formas indirectas y no formas directas. Los motivos, como muesiran Jos analistas de la conversacién y los esuidiosos del principio de cor.esta, son variados y tienen que ter, por una parte, con habitos socioculturales dé comportamiento comunicstivo que incorporan aspectos como la imagen, el lerritorio, la distancia socal, las relaciones de poder o solidaridad y, por otra, con la manera en que todos esos factores se activan concretamente en un iniercambio determinado (véanse los capitulos 5 y 6). 7.2.3. ELenincino pe cooreRAcion VAS IMPLICATURAS NO CONVENCIONALES Et ha dicho que p: no hay ninguna rezén para supaner que no esté obser ‘ando las mximas, ol menos el principio de cooperseions poslria esa eum pliendolas si pensase que g: sabe {y sabe que yo sé que él abs) que yo me Spercibo de la pecesidad del supuesto de que piensa que g: no ha hecho nada para impedirme pensar que g por lo Lanio pretende que yo piense, 0 al menos Sesea hacerme posible que Piense, que 9: y consiguientemente ha implicado ‘qued (Grice, 1975: 521) La woria del prineipic de cooperacién (Grice, 1975) supone un impor tante paso adelante ya que sta el problema del sentido de los enunciados en Ja conversacién. Su propuesta pretende ofrecer una explicacion a la manera ‘en que se producen cierto tipo de inferencias basadas en formas de enuncia- dos no convencionales sobre lo que no esté dicho pero que, sin embargo, se ‘quiere comunicar. Al decit eno convencionaless, Grice se refiere 2 que su sentido depende de los factores contextuales en que se produce esa expre- sién, asi como del curso mismo de la conversacion en que se inseriben. ‘Entiende Grice que, para que una conversacién se lleve a cabo con re lativo éxito, es necesario —tal como lo es en cualquier actividad que impli- ca la actuacién de dos 0 més personas— que quienes participan en ella lo hhagan de manera cooperatva. Con esto quiere decir que se contia en que, a LOS FINES DISCURSIVOS Y LOS PROCESOSDEINTERPRETACION 201 lo large de la interaccién, esas personas iran aciuando de la manera que se supone apropiada para los fines que se pretenden con esa conversacién, Esto 65 1. que se conoce como el »prineipro de cooperacione: Haga usted su contribucién a la conversacién tal como To exige, en el e5- tadio en que enga liga, el propssito ola direccion de intercambio que usted sestengs (Grice, 1975: 516), Este principio se basa —o se despliega— en cuatro mavimas que Grice ‘entiende no come normas morales sino como prineipios razonables 0 racio. nales cn Tos gue solemos confiar para funcionar can relativa tranquilidad ‘en nuestra vida cotidiana (véase Grice, 1975: 516-517) A. Maxima de cantidad: 1 Haga ssted que su contribucién sea tan informativa come sea necesa vio (Teniendo en cuenta ls objetivos de Is conversacién), yy puede que tambien 2. Ro haya usted que su conteibucién resulte mis informativa de lo nece: 5. Maxima ée cualidad: 1. No iga usted lo que crea que es falso. 2 Nodiga usted aquello de lo cual carezca de pruchas adecuadas © Maxima ¢e relacién: Sea pertinent (vaya al grano}.: D. Maxima de manera: 1. Evite sted ser oscuto al expreserse 2) Bvite used ser smbiguo al expresars, 53. Seatused escueto (y evite ser innccesartamente prolif). 4. Proceda usted con orden Naturalments, a Grice no se le escapa que no sempre obseramns t= das las mdninas, sino que muy a mienudo vansgredimos 0 olaroe one @ Sarias de eae Lax razones pueden ser de divers ios: por eemplo, vol Thos la maim de cual porque aueremos enka aalien 0 porque fo queremos datarle -preletimos decile una verdad a medias 6 una “eventrspuadosr, raegredimos la minima de canta porque no calcu iamos bien fo que saben fuestos interlcutores © poraue somos income. tentesy epesadom, et: En todos esos casos Talla'en igo et principio de Ceoperacibn, ‘shora bien, Grice le interesan especialmente un ip de situaciones ‘en tas que se viola otranagrede una msima pero no se Gla de coopera Guin transgree a mania To hace con la itencton de ue quien ie She lo dest yee descubsietofuncone como un Ilepir ‘Sue dosencedens ut ipo expecta de Tmerenety ia mplieatura que mo ests basada en un ontmetado al que Te sigaimos convencionalmente Un sentido aad, sino que xe significado eno dichor depende de mo tonto ene se produce. Por eso llama 2 tony inference impceures Conersavioncies no convencionaes. Veamos algin ejemplo en quel 202 LAS cosAs DEL DECIR transgresién de las plicatura: séximas se hace con la inteneién de provocar una tan- 1) Trenspresin dela mtxima de ewaided: En un aula se produce el siguiente dislogo entre el profesor y un alumno: ‘A Prof, cas ballanas tienen ales? Pr— Si, yhacen nidos en los rboles, 2) Transgresi de la maxima de reli [Bn um pasillo de la tniverskiad se produce ese dlogo entre dos estudian- tes, companieras de cuts: E} ~ ¢Me deja los apuntes de! viemes? 2 — Bstaa enferma 3) Transeresion de ta masta de manera: Dialoge entre padre madre, micetras pasean por un parque con sus hijs: P—Comprenmos algo pata los nitos M— De acuerdo, pre nada de hache,¢, ele, a 6,0, es 4) Transgresion dela mdsioa de canted: FFragmento de la decaracion del enirenador de un equipa de futbol al que tele pregunta por logue puede pasar en eprovimo partido! = Fab es fitbol En (1), el profesor da una respuesta en la que viola la maxima de ccualidad, pero se supone que lo hace con la intencidn de que el alumno, puesto que sabe que las ballenas no shacen nidos en los arboless, enten= deré —a través de una Implicatura— que el «profes le esta contestando que «nos a su pregunta (a través de una ironfa). En (2), aparentemente, B transgrede la maxima de relacion, puesto que en lugar de contesta’ sf» 0 «no» a la peticion de A, responde con algo que no parece «venir a cuento». Sin embargo, se supone que B contia en que A realizar lait plicatura necesaria para entender que le esta diciendo que «ao le puede dejar los apuntes porque no los tiene debido a que el viernes no fue a clase a causa de su malestar fisicov. En (3), la madre, al deletrear una palabra —helados— en vez de decirla, viola la maxima de manera al ser eoscura fen su expresiOns; con ello pretende que el padre implicate» algo asi como de acuerdo, comprémosies algo, pero helados ni nombrarlos porque. yel motive dependers de la situacion conereta (porque estan resfriadas, porque les quitardn el apeiito y es hora de comer, porque se manchardn y vamos de visita a casa de los abuelos, etc.,etc.). Finalmente, en (4) tene- ‘mos un caso de tautologte, en la que el predicado no aporta ninguna in formacién nueva; las tautelogias son ejemplos clarisimos de transgresio, nes de la maxima de cantidad con las que se espera que la audiencia irm- phate lo que en la ocasién resulte adecuade (podemos perder 0 ganar, el equipo contrario es muy bueno, el equipo conirario es muy malo, ta hierba std en malas condiciones) También en los textos escritos se pueden encontrar transgresiones de _maximas que apelan a la cooperacion de quien lee para wreconstruir» el sig: nificado implicito. Ast, aparecfa el siguiente texto como pie de foto en un periddico: 1.05 FINES DISCURSIVOS ¥ LOS PROCESOS DEINTERPRETACION 203 LA MESA DEL ACUERDO. Aspecto que oftecia ayer, al anunciarse el acuerdo de par, uno de los tres lados de Ia mesa en forma de U en la que tra Balaton los nagociadores. El tercero por la derecha es Gerry Adams, el lider Ser Sea Fein lad el aime dow del grupo, Martie MeGulaieam La Imagen esta lomaca de television (E1 Pais, 11 de abril de 1998), cA qué viene la expresién final? ¢Por que se nos indica de dande esta fomada la foto? Aparemtemente, es Una informacién innecesaria, que no fviene @ Cuento» y que no afade nada a la, por otra parte, detallada infor -macion sobre la imagen, Sin embargo, al mirar la foto se observa su mala ‘calidad, por lo que esa transgresin de la maxima de relacin ylo de cant dad desencadena en quien la lee y la mira un proceso de implicatura por el ‘que entiende que wse estan pidiendo disculpas y ofreciendo explicaclones por esa mala calidade——- =~ 7.2.4, EL PRINCIPIODE RELEVANCIA 0 PERTINENCIS {La teoria de la rolevancia [se alinea claramente con aquclas tcvias ‘que poten el énfasis en la idea de que no hay una comespondencia biunivoca ‘constante ene ls representaciones semanticasabstractas de las araciones y Tas inteepretacoaes coneretas de los enunciados.[.] a diferencia fundamen tal de este modelo con respecto a oios radia en que prelende ofrecer un me canisrmo deductivo expicio para dar eventa de lo procesos yestraegias que onducen dese ol significada literal hasia la inlerpretacon pragmatica {scandell, [1995} 1996. 105) Sperber y Wilson (19860, 1986b) son los autores de una de las propues tas de mas éxito actualmente dentro de la perspectiva pragmética: la teoria de Ja relevancia (9 pertinencia). Su teoria parte de Grice, pero asi como ese ‘aor trata de ayudar a entender cémo funciona el mecanismo de la conver: sacién ellos preterden preseniar una explicacion sobre cémo funcionan les mecanismos cognivos en la emision y, sobre todo, en la interpretacion de tos enunciados. Tel como sefiala Beridccellt (1993), en la base de la teor de la relevancia esta la concepcién que Sperber y Wilson tienen de la len ‘2a: para esios au ores la funcién primordial de las lenguas noes la com. Bicacian sin el procesamiento de la informacion. Su concepto de comuni- cacion responde, tésicamente, a un model ostensivo-inferencial (Sperber ¥ Wilson, 1986), y no tanto a un modelo basado en la cocifieacion y descodi- ficacién. Normalmente el propio eédigo se presenta con wn efecto ostensivo due desencadena un proceso de inferencia. Pra Sperber y Wilson, la pertinencia 0 elevaneta tiene una trascen- dlencia mucho mayor que la que le daba Grice al vonsideratla una de las miximas —Ia de elacion—. Para ellos, es el principio, de caréeter general, {que guia tant ls iormulaciones de los hablantes como las interpretaciones dle los ayentes. Los seres humanos estén equipados cognitivamente para in- terpretar cnumciados 2 partir de cadenas de infereneias. Cuando alguien eye un enunciado ambiguo, por ejemplo, su mente no busca todas las intr: 204 {LAS COSAS DEL DFCIR pretaciones posibles, para Iuego decidir cual de ellas puede ser la mas apro- pada, dada la situacién en que se produce tal enunciado, sino que busca la mis accesihle can el minim coste de pracesamiente, parse considera qe Quien ha producido ese enunciado lo ha hecho pensando que su interpreta cidn se realizara de esa manera Siendo las dems cosas iguales, a ms relevante de dos proposiciones en ‘un contexto dado es aquella que requere menor procesamiento. ‘Nuestra afirmacion es que la interpreacion que el hablante intenta que se haga y la que el ayente debe clog, es acuella que satisiace un principio de relevancia maima (Sperber y Wilson, 19860: 890 9 596). EL termino Inglés relevance ha sido traducido al espanol unas veces como «relevancia» y otras como «pertinencig» (en francés y en caialén, por ‘ejemplo, se ha prelerido esta segunda traduccion: pertinence y pertinencia, respectivamente). Bonilla (1994), como Escandell o Reyes, se decanta por traducirlo como «relevancia pero sefiala que, en realidad, el término inglés ‘engloba los dos significados: quien habla © escribe ha de ser pertiente, de- cir algo que venga al caso y que sea de interés, para que quien escucha 6 lea -reconozea que el enunciado es relevante y desencadene un proceso de inte rencia para conseguir, con el minimo esfuerco posible, clecios contextuales ‘ariplies, ~ Desde esta propuesta se explica que, cuando se transgrede una maxima, ‘se hace, precisamente, porque se considera que de esa manera se es més rele- vante, es decir, se produce un enunciado que sera interpretado con el minimo Coste cle procesamiento, ya que se apela a un contexto cognitive compartido, ‘al menos parcialmente, El contexto se entience como «el conjunto de supues tos que se emplea en la inierpretacion de un enunciado» (Escandell, [1993] 1996: 118); esos supuestos son de procedenciadiversa y se activan para una Sk ‘uacion dada, y parte de esos supuesios se alteran (se amplian, cambian), pre- cisamente, sel enunciado contiene informacién relevante Vistas ast las cosas, los ejemplos analizados en el apartado 7.2.3 como conteniendo transgresiones de las maximas del principio de cooperacién que provocaban implicaturas se analizan, ala lux de la teorta de la relevan Cia, como enunciados reconocidos par los oyentes o lectores como pertinen: tesy relevantes, dados los datos contextuales en gue se producen, ya que ppermiten ser interpretados facilmente y con efectos contextuales que com- pensan el esfuerzo de interpretacién, ‘la inversa, un enunciado no sera relevante si incluye informacion tan nueva que no se'tienen datos que permitan interpretarla oi incluye infor- macién conocida y no aporia nada, dado el contexto en que se produce Esta manera de entender el funcionamicnta de la mente humana. permite explicar gran parte de los malentendidos y de las incomprensiones recu! rriendo a un error de célculo entre lo gue supone quien habla que sabe quien le escucha y lo que realmente sabe guien le escucha. Qué duda cabe que este tipo de explicaciones pueden ser de gran utlidad para entender, por ejem> plo, lo que ocurre en las aulas cuando entre profesores y estudiantes exisien| problemas de comprensién o de entendimier'o, LOS FINES DISCURSIVOS Y LOS PROCESOS DE INTERPRETACION 205 Proponemos a continuactén la lectura de un relato de Julio Cortszar. En. al se explca de ima absoiutamente detallada como subir una escalera, pee- via descripcion de ese artilugio. Esta informacién resulta del todo irrelevante en un entorno cultural en el que esa actividad es completamente conocida y practicada de ferma cotidiana. Sin embargo, el autor argentino consigue un c’fecto postico magnifico a través de profundizar magisttalmente en Jo obvio {obsérvese tambien la descripcién de los pies que incluye el texto) INSTRUCCIONES PARA SUBIR UNA ESCALERA Nadie habra dejado de obseevar que con frecuencia el suelo se pliega de ‘ura parte sabe en ang recto con el plan del suelo, y hego ‘ste plano, para dar paso a una nueva {eonducia que se Fepte en espiralo en linea quebrada hasta furs sumamente variables. Agachindose ¥ poniendo Ia mano i2quierda tuna de las parts vertical Ia derecha en In horizontal correspondiente, esté en posesion momentinea de un peldafio 0 escalon. Cada uno de estos pl ‘dans, fortados como se ve por dos elementos se sito wn tanto me araba y inde adclonte que el aotenon, prinelpe que da sentido a fa esealera, ya. ae cualquier ora combinacion producita formas quizs ms bellas o pintoresess, pero ineapaces de trasiadar de una planta baja aun primer piso [Las exaleras se suben de frente, pues hacia atras 0 de costado resultan| paticularmenieincomadas. La acid natural consisie en marienerse de ph los bratos colgando sin esfuerzo la cabeza erguida aunque no Tanto que 1os fojoe djen ce ver lor neldafos inmedistamente superiores al que se psa,» te= ate. Pata subir una escalera se camtienza por levan far esa parte del cuerpo st detecha abajo, envuelta cas sempre en cero 0 garurza, y que salvo exeepciones eabe exactomente en el cscalén Puesta cn ¢ primer peldatia dicha parte, que para abreviar Namavcmos pie, s¢ recoge la parte equivalente de la izquierda (ambien llamada pie. pero que no hha de confundise con el pe antes cltado),y Hevandola al altura el ple, se la hhace segvir hasta colocata en el sepundo peldaf, con lo cual en este desean sara el ic, y eno primero descansara cl pie. (Les primeros peldanios son Slempre'los mas diffe, hasta adquirir la coordinaeign necesara. La colne! encia de nombre entre el pie ye pre hace diel laexplicacion, Cuidese espe elalmente de no levntstal mismo tempo el pic el pie.) legaco en esta forma al segundo peldano, basta repetir alternadamente los movimientas hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella, ‘eilmente, con un ligero golpe de talén que la fija en su sitio. del que no se soverd hasla el snomento del descenso Julio Conazar, en Historias de crono= ios faa, 1962) 7.3. La trasgresion de las normas Novas que regulan sina reunion tradicional de un pueblo bambara en Mal in estilo directo (laconic y claro) signifies que quien habla ests de Fendiendo algo, + Un estilo indlrecto (con refranes y pardbolas, por ejemplo) significa que quien habla se est oponicndo a a. 206 {LAS COSAS DEL DECIR + Los participants en la asambleaesiin seios * El Heraldo no neeesaramente tene gue estar serio (M. Sauale-traie, 1999 (1982), pp 161-162). Como toda accién social, la comunicacién esta necesariamente regula da por un conjunto de ncrmas, nudximas 0 pritcipios que permiten el fun ‘clonamiento relativamente efica2. de los intercambios entre las personas. Ahora bien, esas normas, maximas o principio tienen unas earacteristicas muy diferentes a, por ejemplo, las ereglas» gramaticales. Si una regla de la ‘gramética se transgrede, se obtiene una secuencia agramatical, algo que sno pertenece a la lengus en cuestidns, por ejemplo, la secuencia ef esa son grande no es una oracion de la lengua castellana porque no respeta la regla de concordancia de zénero entre articulo y nombre nt la regla de con cordancia de nimero entte sujeto y verbo, Sin embargo, las normas que re- gulan la comunicacion humana hay que entenderlas como tendencias habi ‘males de comporiamiento (Bourdieu, 1990), como principios razonables en los que las personas confiamos, pero que, como ya se ha mostrado, se nego- clan, se pueden transgred ry pueden cambiar. Por otra parte, esas normas, rmaximas o prineipios forman parte de la cultura de los pueblos y, por con: siguiente, difieren de una cultura a otra, asi como de un grupo a otro en el seno de una misma cultura. Ademds, el concepto de lo que es snormal, es decir adecuado 0 apropiaco, varia también de una situacion a otra, depen- dienda de los lactores coniexiuales. En definitiva, las normas se manifiestan como un conjunto de habili- dades que se adquieren a través de la participacién en maltiples y diversas situaciones que permiten desarrollar la competencia comunicativa (véase el capitulo 2) —como muestra la sociologia de la interaccién o la einogratia de la comunicacién—. Ese conjunto de estrategias y de saberes hacen posi- ble actuar de manera comunicativamente eficaz y apropiada, produciendo enuneiados adecuadamente encaminados hacia nuestras melas, as como interpretando los enunciaios de los demas en las diferentes situaciones de ‘comunicacién que proporciona el entorno social Charaudeau presenisha el siguiente ejemplo (en una conferencia en Barcelona en e! ano 1994) como muestra de lo difieil que resulta saber de ‘qué manera adquirimos determinadas normas de comportamiento comuni- ‘eativo: Nos podemos dirigir a alguien que na conocemos de nada en plena calle y decirle: Perdone, eme podria indicar donde esté la avenida de la Repit- blica? Sin embargo, no parece «admisible» o «normal» que le digamos: Per done, me llamo Amparo Celsamiglia, eme podria indicar donde esid la avent dda de la Repuibica?, ni tanpaco Perdone, eme podria indicar donde esta el Cireulo Polar Artico? Garfinkel (1964), por su parte, explica una serie de ejercicios que pro- ppone a sus estudiantes de primer curso de sociologia con la finalidad de que descubran la complejidad que subyace a los comportamientos comunicat ‘os aparenlemente mas rutinarios y cotidianos, Uno de esos ejercicios, por ejemplo, consiste en que sada estudiante se comporie en su casa durante ds 6 menos quince minutos como si fuera un invitado y, posteriormente, redacte un breve informe anotanclo las reaceiones de sus familiares. En cl LOS FINES DISCURSIVOSY LOS PROCESOSDEINTERPRETACION 207 articulo mencionado, Garfinkel reproduce el informe de un estudiante que, desoyendo las indicaciones del profesor en cuanto a la duracién del «expe: rimento», se comporta como un invitado —es decir, pidiendo permiso »por Tavor» para cualquier cosa, agradeciendolo todo, alabando lo que Te ofre- cen, ete— durante (oda la tarde, durante la cena y, sin «deshacer el entuer- to», se retiraa su habitacién. Su madre, al principio, lo habia tomado como tuna broma, pero en ese momento esta llorando desconsoladamente, mien- tras el padre va a la habitacion a conversar con su hijo proponiéndole que acepte alglin tipo de ayuda psicolégica porque entiende que tal vez la pre- sion de los estudios en un primer curso en la universidad puede estar afec- indole demasiado. ¢A qué se debe tal reacci6n? «Simplemente» a que el chico se ha comportado siguiendo unas normas de cortesia que no son las apropiadas cuando se tiene la confianza que existe entre los miembros de tuna familia «media» en la cultura americana. Ese exceso de «buena educa- cidn» se intespreta como algo que no funciona, que no responde a un com- portamiento snormal» ‘Otro aspecto que resulta necesaria senalar es la estrecha relacion que existe entre las normas, por una parte, y la identidad sociocultural y la ideo- Jogia de las personas, por otra. Entendlidas como tendencias habituales que ‘egulan los comportamientos comunicativos —esto es, socioculturales— de Jos seres humanos, las normas pueden transgredirse. Y no s6lo para desen- cadenar el tipo de inferencias a las que nos hemos referido hasta ahora. La tansgresion de las normas puede deberse, en primer lugar, a su desconocl- :niento, porque se est4 actuando en un entorno que se desconoce ya sea por edad (€aso de los nilos pequefios cuando dicen una palabroca, sin saber que es0 no es «aceptables) o porque se pertenece a un grupo que tiene nor ‘mas diferentes. Ahora bien, las normas también se pueden transgredir de forma consciente como fortia de resistencia 0 de ataque (desde el poder desde la marginacidn), como una manera de construir una identidad social diferente a laque se impone desde el statu quo, Este seria el caso, por ejem plo, de la jerga de los adolescentes o de Jos j6venes, mas o menos margina- dos que estan en pleno proceso de construccién de su identidad en un me- dio que les resulta host o difieil. Ast lo senala Pujolar, en su estudio sobre las identidades masculinas y femeninas en grupos de jévenes: La transgresin es uno de los elementos clave de muchos rituals so isles (recordemos el uso de lenguale grosero o vulgar), y sobre todo de los Fituales propies de construccidn de determinadas masculinidades. Para mu- ‘hos jovenes, la gracia de sus actividades consiste en romper las narmas, festa ruprura parece convertirseen cleje principal de su identidad. La gente Jucga a “omper las normas de diversas maneras y en diferentes grads. Y parece que son los ms pobres y marginados los que se ven abocads # una arvera cast suleida para mostrar los grados mas altos de transpresion (PU jelar, 1997: 273), En este mismo sentido Martin Rojo ha mostrado la funci6n del uso de la Jenga entre los delincuentes (Martin Rojo, 1994), asf como los cambios discursivos q1e comporta la emergencia de una nueva identidad femenina (Martin Rojo, 1997). 208 LAS COSIS DEL DECIR Desde el silencio —como opeién portadora de sentido— hasta el insul- to directo y procaz, pasando por la eleccién de la lengua o la variedad lin g0istica eno apropiacdan, podemos encontrar usos discursivos que rompen las normas produciendo clectos que van desde c! delto o el comportamien- ro antisocial, hasta la actiud resistente, la creacion poérica o el chiste 73.1. Los petss0s piscuRsivos En cada sociedad, en cada grupo cultural existen creencias respecto a lo que es el «baens uso de una lengua y respecto a los que son usos sdesvia- dos» 0 svicioss lingbisticas (J. Tuson, 1988); se discrimina positivamente el uso de una variedad frenie a otras que quedan deslegitimadas para los usos publicos (Bourdieu, 1982). En definitiva, existen ideologias respecto a las Tenguas y sus usos, que impregnan desde la actividad reguladora de los or- {ganismos competentes en esas materias (las Academias, en el caso del espa- fol, por ejemplo), hasta las creencias de la gente de la calle que opina sobre ‘quién shabla bien» y quién shabla mal» La actividad discursiva es algo que forma parte de la vida de las perso- inas de una manera tan esencial que no es exirano que las casas sean asi y {que incluso existan, mas alli de consideraciones evaluativas mas 0 menos lrascendentes, verdaderas sanciones sociales —legales o religiosas— que tie ren como objetivo precisamente determinados usos lingiisticos. En algunos casos, determinados comportamientos relacionados con las practicas discursivas estén vpificados juridicamente como delitos y, normalmente, si ese comportamiento es por escrito, el agravio es mayor jemplos de esos delitos 2odrian ser: = ladlifamaciéa Ja injuria cllibelo Tas eteuchas ilegales (elton, microfonos, cimaras) elplasio [a falsificacion los insultos que atestan a la imagen poblica de deterrinadas personas el perurio En otros casos, son las creencias religiosas las que sancionan como tabii 0 pecado deverminados comporramientos discursivos: — la blasfemia los uramentos (pores a Dios por testigo) sdecir el nombre de Diesen vano- Tas «malas palabrase(palebrots,gorabatos, cos.) las mentiras (si bie se toleran las lamas «piadosas-) clescandalo por la palabra rombrara determinadas personas (mucttas ovivas) ombrara determinadas divinidades LOS FINES DISCURSIVOS Y LOS ROCESOS DFINTERPRETACION 209 Ademnés, existe una serie de comportamientos discursivos que, sin Ile gar a comportar perjuicios legales o religiosos, son considerados negativa ‘mente o de mal gusto, desde el punto de vista social, en determinadas situa ciones © en determinados periods sociopoliticos, si los exiben determina ddos grupos sociales segin ¢ ton o regisiro que se uilice © quien sea ‘quien habla 0 escribe — hablar de temas soxusles — hablar de temas eseatoldgicos S determinades temas spoltcose = nombrara determinados seres (familiares, antepasados...) — [altar la palabra -palabra de honors) = la manipelacien = la demagosia — Ia impertinencia = la mentira — ia fanfarronada Siguiendo con este tema, cabria reflexionar sobre el concepto de since: ridad o insinceridad, sobre la manera como se evalia lo que se considera ‘comportamiento sincero (como una actitud honrada 6 como una actitud is envi), sobre lo que signilica «decir Ia verdads, sobre lo que se considera “la verdad, hasta dénde se puede mentir, etc. Por ejemplo, en publicidad, el abjetivo persuasive de los’anuncios hace de la hipérbole con quie se t tap las cualidades de los objetos anunciados algo comiin, y también en este ‘caso, exisien —desde no hace mucho y ne en todas partes— legislaciones (diferentes segiin los paises) que regulan hasta dénde se puede llegar en la publicidad (Lomas, 1996). 7.3.2, LASINCOMPRENSIONES, LOS MALENTENDIDOS ¥ CL HUMOR Como ya hemos sefalado en diferentes ocasiones, la comunicacion oral o escrita— es un proceso que ao siempre se desarrolla de manera ‘exitosa, Entre los fracasos comunicativos, queremos detenernos brevemente ten lo que denominaremos incomprensién, por una parte y lo que se conoce como malentendido, por otra. El humor, al que nos releriremos también de [arma somera, utiliza, en muchas ocasiones, esas posibilidades de disfi cidn comunicativa para convertitlas en juegos que las personas reconoce: ‘mos y que provocan desde la sonrisa hasta la carcajada. 'Se produce incomprensiin cuando no se tiene el necesario conoci ‘miento para anclar 0 vagarrar» la informacién recibida (del ipo que sea) ¥ no se entiende nada o sélo se entiende una parte. Quizé el caso mis emble- Imético es el que se produce en las aulas, en el proceso de ensefianza y aprendizaje. Los estudiantes — comunicativa. Se produce un ‘malentendido cuando se realiza una hipotesis interpretativa que no se co Fresponde con las intenciones de quien ha prodiucido el enunciado, y, como cconsecuencia, se entiende otra cosa. Asf pues, la clave del malentendido es ‘que no existe consciencia de no haber interpretado de forma adecuada © de no haber proporcionado los indicios aproplades para la correcta interpreta cidn de los enunciados. Como consecuencia, los malentendidos suelen ser fuentes de conflicto, ya que quienes los proiagonizan —o los sufren— pue- den achacarse mutuamente «mala fev 0 «malas intencioness. En ocasiones, se aprovecha la ambigiiedad de determinadas expresiones con fines no muy snobles», por ejemplo: Yo digo algo que sé que puede ser interpretado de varias maneras, aunque lo digo con le intencién X. Ti Jo interpretas asi, pero luego me conviene decir que lo dije con la intencién Z y te acuso de no ‘querer entender. O a la inversa (a veces las discusiones en el seno de las lamilias van por esos eaminos) La causa fundamental del melentendido reside en que quienes partici pan en una interaccign acuden # marcos, esquemas 0 guiones total 0 par cialmente diferentes, Esto puede suceder cuando se pertenece @ culturas © LOS FINES DISCURSIVOSY LOS PROCESOS DEINTERPRETACION 211 subculturas distintas en las que se asigna a determinados indicios contes: lwalizadores —serbales ono verbales— valores de sentido diferentes. La (injeomunicacten interculcural constituye un ambito de estudio de gran in lerés porque, precisamente, permite descubrir, a partir del andlisis de los malentendiclas, los conjuntos de normas de interpretacién en que se basan Jas presuposiciones, los actos indirectos de habla o las implicaturas en cada cultura ‘Lo mismo ocurre con Ia (in)comunicactén entre personas pertene- cientes a diferentes grupos dentro de una misma cultura: nifios y adultos, hombres y mujeres, gente de campo y gente de ciudad, expertos e inex: perlos en cualcuier campo (sanidad, mecénica, publicidad, etc.). Cada Subgrupa comparte un conjunto de saberes, de habitos de comportamien- to comunicativo y de implicitos, de normas de interpretacién que son, precisamente, rraducto del trato miis o menos intenso y continiiado, de Ja educacion o, en definitiva, de la historia propia del grupo. Esos ele- ‘mentos compar'idos consolidan e identifican al grupo a la ver que lo dife rencian respecio de otros. ‘Un ejemplo de malentendido aparece en una de las twanscripciones presentadas en el capitulo 2, he aqui el fragmento: 25. Pa vel guieco que me expliques a ver si sabes decirme! o decimes a todos! 26, cuales el TBHA dela tesis de maneyl nos har expicao hasta ahora el aepumentol 27. d- de que vals historileteteraly ahora yo te pregunto el tral en el fondo ht 28. Oufees lo que esta tratandol 29, E3— pues eta tratando de averiguar las costumbres de un pats n0? 530. ylo-quely deun pats de una zona en concretal ests estudiandoa los gitanos 0? 31. P—stnol no te no me eafiero al tema del tess 2h? sino (sas) 32. al tema de la novelalzeh? qué hay detrs de esa historia cul =e 33, E3— =pues- puede ser los problemas que tiene cla ala hora de 34. entender las palabras con doblesigntieado cn0? yol no se! 35. me ha hecho mucha graca cuando por cfemplo le dicen propos y ella solo coge! 36. una parte 2n07 9 sea no! nova detras de lo quel 0 sea no 37. noentiendel oque le quieren deci ella slo coge una parte Se trata de una puesta en comén sobre la lectura de una novela de RJ. Sender. La profesora est preguntando a los portavoces de los grupos sobre diferentes aspectos de la obra (argumento, protagonistas.); en el mo: rrento ue reproduce este fragmento pregunta a una estudiante (E3) sobre cl tema de la novela con la expresién cul es el reua de fa esis de Nancy, que Ja alumna interpreta como una pregunta sobre el tema que —en Ia fic cién— esta investigando la protagonista. De hecho, la expresién de la profe- ‘ora es ambigua, aungue lo que dice a continuacién, cantraponienda toma a arguumento, parece que deberta constituir una pista para deshacer la ambi- ‘guedad, En cualquier caso, el malentendido se soluciona enseguida y no tie- ze ninguna consecueneia grave. Desde un punto de vista externo, se suelen identificar los grupos por factores como e! sexo, Ia profesién, el origen geografico o énico, la edad, eicéiera, Pero, cuando se observan desde dentro, vemos que los usos lin: guisticos son factores determinantes en la constitucion y el mantenimiento 22 LAS COSAS DEL DECIR de esos lazos grupales, asi como de los cambios que en ellos se pueden pro~ dir. En efecto, los hah tos comunicatives forman patie sustanctal de los lazos que estrechan las redes sociales que constiuyen las identidades de- sgrupos dentro de una sociedad. Y ocurre que, cuando se pertenece a una misma sociedad» y se habla una misma slenguan, las personas pueden creer que comparten més de lo que en realidad les ¢s comtin; conversan y creen entenderse, cuando, en realidad, estan asignando sentidos diferentes a lo que se dice —o a cénto se dice—. Lo que para una persona es apropia do, puede no serlo para otra; lo que para una es sefial de cortesia, para otra es sefal de serviismo; lo gue para alguien es muestra de solidaridad, es para otra persona un acto que amenaza su Imogen; lo que para alguien es prueba de sinceridad, otra persona puede entenderlo como una impertinen Cia, lo que para alguien es un mandato, para otra persona es sélo una suge- rencia, ete. Un ejemplo tipico se produce en las aulas cuando el profesor dice a los alumnos algo as! como Para el proximto dia pedvais hacer el eer. cio siete, con la fuerza ilscutiva de una orden; el proximo dia, sélo dos 0 tres estudiantes han hecho el ejercicio, los demas aducen que el profesor les habia dicho que si podian lo hicieran y —claro— no han podido. Estas diferencias interpretativas pueden tener consecuencias negativas ‘cuando las personas que participan en un encuentro mantienen entre si tuna relacion jerirquica. 3h esas situaciones, el malentendido puede llevar al estereotipo (0 basarse en él y activarlo) y desprenderse de ahi que quien ‘ocupa la posicién supericr o de poder realice una evaluacién negativa de La ‘ora persona (Gumperz, 1991, 1992; Tus6n, 1995; Tusén y Unamuno, 1999) Una profesora evalda negativamente a sus estudiantes, un entrevistador considera que su entrevis ado no es apto para un puesto de trabajo, 0 un le trado considera culpable al acusado. A a inversa, quien ocupa el lugar infe- Hor 0 de eno poder puede sentirse equivocadamente objeto de burla o de abuso. En ambos casos, sin embargo, quien resulta afectada es la persona eon menos poder en la relacion. Rosenblat (1962) ilusira de manera ejemplar los malentendidos que pueden suceder entre personas de diferentes paises hispanohablantes alin terpretar el significado de una palabra o expresion de torma diferente. Co- ment lo que le puede suzeder a un imaginado turista de origen madrileno ‘que pasea por diferentes riudades latinoamericanas; por ejemplo, en lacie dad de México: Le dice al chofer gue lo eve aloe, ylesorprende la respuesta “Lege, sero, * {Como luego! Ahara mismo, Si Taego, tego. sia a punto de etallar, poro le han recomendad prudencia, Desputs comprenderd que luego sigalica val instante» (Rosenblat, 1962: 12), © en Bogor Quiet entrar en ura ofcinay golpea dlscretamente con los nual. Le contestan enérgicarerte: LOS FINES DISCURSIVOSY LOS PROCESOS DE.OITERPRETACION 213 - =iSieat ‘Se marcha muy amoscado, pero salen diligentemente a su encuentro, ‘Sigs significa «pase adelantes (Rosenblat, 1952: 1). En un céntrico hotel de Ia ciudad de México aparece el siguiente ar- ticulo como parte de las normas por las que se rige el establecimiento, una copia de las cuales esté en todas las habitaciones: ARE SNe Se admit que las nos menores de edad corran en Jos past | os det hotel a menos que seat acompanados por una persona adulla “ademas de lo curioso del sintagma los minos menores de edad, lo que provocs la perplejidad —y después la risa— de quienes esto escriben y sus Acompatiantes fue la prohibicién de que lex nifios corrieran si no iban acompaiados de adultes, Para alguien de la Peninsula correr quiere decir ‘andar rapidamente y con tanto impulso que, entre un paso y el siguiente, quedan por un momento ambos pies en el aire» (diccionario de la RAE), mientras que en México —y, desde luego, en el caso que nos ocupa— puede igificar =caminare, «ir por un lugar». Ast imaginabamos con humor que 'e admitfan carrzras de hinos con adultos por las pasillos det hotel. A través de estos altimos ejemplos se puede observar que no siempre el ‘malentendide acaba en conilicto, sino que existen puntos en comin entre los malentendides y el humor. Ei humor, en general, existe cuando sucede algo inesperado que produce un efecto divertido, Es, en cierto sentido, la ‘ora cara del miedo o del susto, Vigara (1964), en su estudio sobre el humor y el chiste, distingue entre lo cémico, que puede ser no intencional, y lo humoristico, que es intencio. nal; por ejemplo, una persona que lleva un jersey al revés 0 un iho que dice una palabra por otra pueden resullar cOmicos, aunque no sea ésa su intenciér, mientras que quien cuenta un chiste 6 hace un comentario irdni co.0 mordaz pretende actuar con humor. Les textos que presentamos @ continuacion son un claro ejemplo de comicidad na pretendida. Son declaraciones de conductores escritas en los pequehisimos espacias de los impresos de declaracién de siniestros, reser ‘vades para que expliquen los detalles del accidente de tafico en que se han visto envuelios: 1. Volviendo al hogar; me me ‘ue no tengo. 2. Elotro coche chocé con el mio, sn previo avso de sus intenciones, 53 Crola que ef cristal de la ventanila estaba baado, pera me dk cuenta que stabs subido cuando saque la cabera a waves della 4, Chogué contra un eamign estacionado, que venta en direccion contra 5. Un eamion retrocedi6 a través de'mi parabrsasy le dio a mi mujer en Ia 6. El peatén choco contra mi coche y despues se metisdebajo. 7. El tl estaba por toda la calle y uve que hacer varias maniobras bruscas antes de dare fen a casa que noes, y chogus contra el bal 214 as cosAs DEL DECIR 15. Sagué el coche del arcen, miré a mi sueyea, y me fai de cabeza por el te ‘apie 9. Tratando de matar una mosca, choque contra el poste de tleforos 10. Habla estado todo el dia comprando plantas, cuando llegué al cruce, un arbustosurgié de repente oscureelendo mi vision ¥ no paid ver el coche ‘gue venia, 11. Lievaba cusrenta afios conduciende cuando me dormn al vlante y tuve el accidente 12, Para evitarcolsionar can el perachoques del coche de delant, atropellé al peatsa. 13, Un coche invisible que salié de la nada me dio un policy desaparcei, 14 Le dijeal policia que no estaba herido, poo cuando me quite el sunbrero descubri que tena fraciura de cranes, (Aparecido en la revista Fpoca, 28 de abril de 1991), ‘Seres inanimados que cobran vida, peatones suicidas, sombreros mila agrosos, coches-fantasma... En todos los casos existe an intento de ser méxi- mamente relevante y decit aquello que mostrara la inocencia de quien lo es- cribe; intento claramente fallido, al servicio, eso si de la comicidad... ara Vigara (1994), se puede entender el humor en tres sentides: en un sentido optimista (la broma, la buena disposicién de énimo...), en un sen do pesimnisa (el sareasmo, el comentario caustivo 0 mordaz.-) yen un sen tido intrascendente hidico (el chiste, el chascarrillo...} El humor llamado slingtisticos, en concreto, se produce cuando se rompen 0 se transgredef Tas expectativas que se crean a través de procedi- ‘mientos lingulstico-discursives. ahora bien, es necesario compartir cierlas hnormas y convenciones, cierto conocimiento del mundo, incluso cierta ideologia, para poder romper las expeciativas y conseguir el efecto sorpre- sa. Un ejemplo exquisito de humor linguistico lo constituyen los dilogos de Groucho en las peliculas de los hermanos Marx. El chiste €s un género humoristico muy especial y que resulta muy in- ‘eresante por sus usos sociales (para reajar tensiones, para ilustrar explica- cones, para entretener, etc.) y porque responde a una estructura textual (0 ‘inconografica en el caso del chiste grafico) que lo hace inconfundible. Viga +a sefala que las cuatro caracteristicas del chiste son: 1. brevedad, 2. autosuficiencia semanti 3. estructura fija que sere 4. funcién exclusivamence En la conversacién se wanuacia» su aparicin con expresiones del tino elo sabes ansel que dice... 9 ése es como aguel que dice que era una que... ¥ €l final es siempre —a no ser que fale. la risa. Hay que senalar que no. todo el mundo es capaz ce contar chistes con gracia, la adquisicién de esa parte de la competencia comunicativa no siempre se logra y quien pretende ‘contar chistes y no la posee puede llegar a tesultar ofensive (por no hacerlo LOS FINES DISCURSIVOS Y LOS PROCESOS DEINTERPRETACION 215 en el momento adecuado o ante las personas apropiadas), pesado o patéikvo TERCERA PARTE, {porque cuenta el final ances de hora, porque se rie solo, et), Para terminar presentamos varios chistes cuyo humor se basa en algu- nna caracteristica lingustico-discursiva 1. Segmentacion fonética + pregunta que no seria esperadla en exa si én Dos amigos se encuentran y uno le dice al ote A Que tal? Como ess? Bo Bien, yw? ‘A — Bien tambien ¢y los nines? B— Bien A Oye c¥ que es de Pilar? [qué es wdepilars) B— Pues quitarse los pelos uno a uno, oye 2. Interpretacién no apropiada de los deieticus de lugar Entra un hombre en una dptia y dice A Buenas, venta a que me hicieran unas gafas Yel dependionte le pregunta: 1B Para micar cetea.o jos? Yel hombre vay contest . ‘A= Bueno, pues para mirar por agut, por la provincia de BarcPlona, 3. Basado en la normativay en la interpretactin de un rétulo ‘Van dos amigos por la calle y ven un eartel que pare wACEROS WOXIOABLES, ‘entonces una fe dice al etre: “Oye, va, cos Racemos?s 14. Baasado en Ia interpretacién del deictico de persona y en sna norma. sgeial que indica que na Se debe pone ele delante amigos, uno dice ibamos yoy tua B— Ser Juan y yo A= Eso, ale, yo no iba, no? CaPiruto 8 LA TEXTURA DISCURSIVA {ejer. (el atin etre), Formar en el tear la tla con la trama y la udm bre. 5. fig. Componer, ordenar y colocar con méiodo y dispesicion una cosa 6-tig. Discurnir dear un plan, ‘efi, da. p.p. de tejer 2. djl, m, Textura de una tela. 5, fg, Coss foemada al etrclazar varios elemento. textura. (dell extuna).{Dispasicién y orden de Jos his en una tela 112, Operacin de tejer Il 3. fg. Estructura, disposieiin de las parses de un {uerpo, de una obra, et. 4, Bol. Disposicion que tlenen entre si las panicu- Jas de un cverpa. texto. (De lt, festus), Conjunto de palabras que constituyen us docu mento escrito. 8. Enunciado 0 conjunto de enunciades orale 0 escrites, que llingaista somete a estudio (Diccionario de la Lengua Espasiola, Real Acade ‘ia Espanola, 1992) ‘TEER, 1220-1250. dl lat. 2220 DERIV. Tejedor, 1495. Tejeda, 1495; estur, . xx, del ssitura prop- te. steldurae, deal sakura propia de cada vou o instrumenton luego =e Psicion de animos, Teido, 1495, Enretejr, 1490. Tiss, 1738, del Fuss, propte.wjdo. Cultésmos: Tero, 1335, del lat, stu 8, prople,steidor; textual: con exo. Tetorin. Teuura. Tex med. s. xX, lat teu. Const, 1617. Comex ura. Pretest. prine.s lat proeecivs, us 1d, devs. de praeieere «pone? {como bordad 0 tejido delante de algos, pretextar pevexar- pretest, lat. practesta «toga adormada con una faja de purpurae (J. Coromines, Breve diccionario eumoldgico de la lengua castellana, Madd, 1973). Cuslquier unidad de discurso se compone de clementos verbales que cestin onganizados y relacionados entre sf de manera explicita 0 implicita, Esta organizacién e interrefacién constituye lo que es la textura del discur- so, que da nombre a su concreeign: el 1ex10, En este capitulo vamos a consi- derar aquella dimensién cel texte que constituye su entramado de relacio- nes. Todos los estudiosos de este entramado ainciden en afirmar que un testo no es solamente una secuencia de oraciones, sino que, a partir de un | conjunto de operaciones de divers orden —iaay urdimbre—, se const; tuye como una unidad semantico-pragmatica En los primeros planteamientos de la gramdticn textual de las décadas 218 {AS cOsAS DEL DLEIR de fos sesena y stent hubo intention para extender el andi gramatcal Seeds a peropectvaetictaraiey generate meal de oy Mn tcsoraionuon Se habia psa en dads superote a oracoh, que ‘potion estudiar a pany Ge los mismos parametos aplieados sta des Sipcon gramatcl Pere a ificulades de ncar el estudo el eros on los spuestos ye io de reas de a pamatca leva un Gesloce tento de este punto de usta, Poel el estudio del texto fe cabana Ge perspectns€ incorporado palainanenteplatetmientospropioes thet contenido ya etructura, con inclusion de principtes¥ mete da pragmatic la retry le sotollngfaca teeter Ta refienon sstemdtc sobre el texto a tnido varias orintacones «qu aut tendremor en cuenta ano. se toma eText en st como produc to,como ss toma ems aroceo de composin oe su proceso de er. pretaclon, Desde nuestra jorspectva, lanai del exo. sh como gar de inicio de la reflexion discursiva, contiene huellas del progeso.de prods. Sion en ba manifericion verbal oso woorlos cies Uantinigs ee onan como tnsiruceones que orienta su interreacto, de nov apoyaremos clas npcriacones de los divers enfoques pa deliar {Sendo del exo comms ntdog comple, Ds snite ls srenes que han Sstudindo texto resalinremos, por ado la Price emetonal: Basa da cma radeon de Phe 7 Fn y continonda por ia sca de Praga Da tes 1976; bas, 1964 Matheshi, 1975 y otro), desembacaen cl desarto io dele tears de Halla y ss sguidares En ese abit el vere se considera como horizonte de la reflexion gramatical y la furtcién textual ono nade fas functoncs de lengua, Haliday Haan (1976) ha co tnbuido eficsamente 4 recisarsigutos aspecioe propianente enoales Somoles mecansmos detest ore lnd, ln svvente dela Hingis tex, sarod nici iment en Alera, Hola dversos pases de a Epa ont pati a decada de ow stent puesto fe oats pra el noc de fos textos en lo uc se rere 2 sur principale por, propidaes priciposy -estructuras. Como autores representativos de esta corrieme podemos desta: Ear Beaupeande (oN, 1988, 1995), Van Dyk [1997 199, 1980) Gulch y able (97, Dresser (199), Peioh (978), Shima (0973), Weinrich (idea, 1976) Werlich (57S, 1976), Para los aspects que se retire als fSquemas texoaes se ho oid en cuenta los mecaniste de comprension $ de recuerdo Rach y Van Die 1977 deste a perspctva del proceso de Proaucclan sha hecho neue chloe ptnepios compentvon, uch mt ica Geis operaciones copetivs de proesamtent que dey etictamen te lnguatess Beaugrande y Dressler, 1981) Enel smo fancdfon, a Slade Asm (19901999) et de erect obliga para tos dense ps de estoy le becuencis tesa Para el estudio def corona ha habigo diverts conipbuciones, expecilmente de Charo, (1983, 19880, 1986) Chara, Pa y Sorer (988) y Comte, Pet y Soer (1995), Part una me Jprcompiension de eaes pantcarientescomanos con ders prescTtacie res yeqescones, come, por eempo, as de Bernards (1982, 1987, 1990) {na 1090), Milan (1090, Valet (1991), Bells (1991), Castella (199), Gaps (1998), Bessoisy Torrent (1990), Bona (997), 1 modo que Lr riecrura pIscunsiva 219 Actwalmente hay unanimidad en considerar que el texto ¢s una unidad comiinigariva de un orden distinio al oracional; una unidad semdot ‘co-pragmatica de sentido, y no solo de significado; una unidad tntencional Y ; ide interaccidn, y no un abjeto auténomo. La definicion de texto como «1st Tino técnico pata referirnos al registro verbal de un acto comunicativor (Brown y Yule, [983) implica que cl texto es propiamente el componente verbal de todo discurso. Pero el componente verbal no es el Unico que con- twibuye a dotar de sentido al intereambio comunicativo, como hemos visto cen los capitulos 2y 3. Por eso, el significado en el texto se basa en a) el con lenido o informacion global, fruto de la combinacién de los valores del componente linguistico, y en 8) el sentido deriado del componente extra Tingaistico como los implicitos, el conocimienta enciclopédico o la expe: iencia compartida entre Emisor y Receptor (véase el capitulo 7). Una de las propiedades de los textos, ant orales como escritos, es precisamente e) entramado de sus enunciados, la manera como se enlazan unos con otros, tanto en el didlogo como en el monélogo. Acwaliente es ampliamenteacepiado quel «texios es un evento com picativo empirice que se-da en a comuntcacion Bimana mas que enls expect eid de una tcora formal. Cada uno de estos eventos activa una daletica nite l sistema virtuale (el repertorio de postlidades) el wsistema foals Constitide por la cleeciones del prodctor textual as, cl Texto no esta en !hingune de los dos lado, el del sistema o el deluso, sino que inegra y recon ia. los dos, Nucstra tare es deseribic, de la manera més eealisa yemprica posible, los procesos a raves de os cuales los partiipantes en la comunics ‘in pieden product y recibir texton. Esta tarca necesita claramente invest facién Interdscipinariaenice Hnguistica textual, sociologta, etmografta, ec. fodas estas disciplinay trahajan con datos reas desde la perspeciva de las a tividades humanas (Beaugrande, 1995:539). 1 ext se mucsra como un juego de eacones ene cual las unidades lexicogramaticalesselaccionadas determinant ia consruecion dels signifi {tls transmisibles,convrtiendo los ckmenoslingusticos em instruc ten matador indeadores Ge sentido exial El scoymosy el TeX Cord comsituido por esta stent o juego de enlaces semanticn pragma on dlpestos en diversas capas que se ntesram nas cn tras ‘Si intentamos analizar la estructura (o sin axis) del dscurso sin anaizar también el significado que se transmite (tanto semsntico como pragintico) de la accidn quc sc rwaliza (la fuerza intracliva)y sin eonsideror estas propicds: dles como loaros conjuntos del hablante v del oven, no ppdzemos Ie mu lios ‘en ls comprension dela cualidad (o las cualidades) que datingucn el discurso ‘de uma eoleccion arbitraria de oraciones, propesiciones 6 aeciones (Sehificin, 1987.20), {La textualizacion —el proceso de expresar con palabras— de los conte- riidos mentales se manifiesta a través de la liealizacion, tanto en la oral: dad como en la escritura; con lo cual, el texto se despliega materialmente fen el tiempo y en el espacio en secuencias de eninciados que estan en rela Daw 220 LAS COSNS DEL DECIR cidn de comtiguidad —y ya por esa razén, con un tipo de relacién—. Esta disposicén espaciotemporal permite comprender que un texto tiene un de- sarrollo secuencial en donde a) lo que aparece primero orienta lo siguiente, ) alo largo del texto es necesario marcar las relaciones existentes en su im. terior, de modo que el mundo de referencia se vaya manteniendo, recupe- rando y proyectando hacia adelante, y c) tal como subrayan Weinrich, Beaugrande 0 Adam, tiene un importante papel que la secuencia de enun- ciados progrese hacia un fin 0 una meta determinados. Beaugrande (1984: 153), que estudia el texto desde el punto de vista de su composicién, con la atencién puesta en los procesos mentales que se ac tivan, establece Siete principios de linealidad a partir de los cuales se puede seguirel hilo conductor que va enhebrando los contenidos textuales: 1. El prin periférien 2. El principio de pausa, que permite retardar 0 suspender la se 3. El principio de retrospeceién, que incluye toda consulta al dis- ‘curso precedente, 4. El principio de prospeccién, que incluye toda anticipacién dol discurso subsiguiente. 5. EI principio de carga, que concierne al grado de importancia, de “énfasis, de focalizacién, de longitud, de relevancia o de novedad, en el senti- do de que todos esos aspectos contribuyen a In existencia de =sobrecarga cen el procesamiento, 6. El principio de desambiguacién, que esti relacionado con la ex- clusion de pautas alternativas, tanto formales como conceptuales. 7. El principio de listado, que regula la enumeracién de elementos comparables en una secuencia, jo de niicleoladjunto, que distingue entre lo central y lo En relacion con estos principios se desarrollan los mecanismos de cohesion aquellos que tienen en la relerencla Iéxica, en la referencia endo- forica (avafora y catafora) y en la conexion sus ejes lingisticos mas sustan- ciales. A partir de los primeros planteamientos de Halliday y Hasan (1976) y de Haliday (1985), seguides muy de cerca por Mederos (1988), el estudio Ge los mecanismos de co-referencia en los textos han sido descritos e identi Ticados. Por otro lado, el estudio de los conectores ha merecide una aten: cién considerable, de tal modo que se ha convertido en uno de Jo puntos cruciales para estidiar la coberencia y la relevancia en el discurso. Concre- tamente, ha cobrado un gran impulso en relacion con la teorla de la argu mentaciin (Anscombe y Ducrat, 1983). Desde esta teorss, In presencia de ln cone-tor que pone en relacién dos enunciados proporciona siempre fuerza argumentativa, entendida como una orientacion que manifesta lo que el locutor intenta decir al conectar los enunciads. La teoria modular de la corversacién de la escuela de Ginebra (Roulet, 1985, 1991) ha integra: do dicha perspectiva argumentativa para explicar los conectores, Paralela ‘mente, Moeschler (1994) y Lusher (1994) estan desarrollando una teoria de Ja coherencia desde la perspectiva del principio de relevancia (Sperber y LATEXTURA DISCURSIVA, 21 ‘Wilson, 1987; Blakemore, 1987; Wilson, 1994), que se centra en el trata rmiento de los coneciores como guias para la interpretaciéu de enunciados fen contexto, $i a ello sumamos el estudio de los marcadores del discurso oral (Schiflvin, 1987, Fraser, 1990, Radeker 1990, 1991) tiene lundamento firmar que actualmenie el Ambito de los conectores y de los marcadores discursivos es uno de Je mis productives en la investigacion de las relacio. nes de sentido que se den en el texto, 3.1, Lacoherencia Beaugrande y Dressler (1981) proponen un modelo con siete estanda- res que ha de cumplir cualquier texto: cohesién, cohereucia, intencionalidad, acepiabilidad, situacionalidad, interextualided e informatividad. Estas nor mas a las que se sujeta el texto se sustentan en tres principios que regulan Ja comunicacisn textual: la eficacia, le efectividad y la adecuncisn. Dos de estos estindares tienen que ver de forma especial con la textura: la coliren- fia y la cohesion, Estos dos clasicos fendmenos asociados a la consuitucion ‘exiual muchas veces se usan como sinénimos, indicando la red de relacio- nes seméntico pragmaticas de un texto. Por ejemplo, Charolles (1978), au- lor de iuna de las propuestas mas conocidas, permite hacer coineidir fos rocedimientos pars lograr coherencia con los mecanismos de Ia cohesion, al formula las siguientes regls para que un texto sen exructuralmente ccoherente: a). Regla de repeticién: es necesario que la mayor parte de las proposi- clones se encadenen torvando coma base la repeticién de unos elementos, 1). Regla de progresion: es necesario que el desarrollo se produzca con una aportacién constan.e de informacién nueva. ©) Regla de no-corsradicidn: es necesario que no se introduzca ninggn elemento semAntico que contradiga un contenido establecido previamente (de forma explicta o implicita). 4) Regla de relacicn: es necesario que los hechos referidos estén rela- cionados en el mundo —real o imaginado— representado. 110s autores se han colocado en otra posicién, indicando la distincién enire coherencia y cohesi6n: por ejemplo, la coherencia se ha interpretado come las relaciones a nivel subyacente y la cohesién como las relaciones a nivel superficial (Stubls, 1983). Para Bernardez (1996), la coherencia de- pende del equilibrio de diversos sistemas referenciales que se establece en Al proceso de la camuricacion entre Emisor y Receptor, lo cual significa que la coherencia estd basada en una negociacion entre los protagonistas de la comunicacién, Aqui consideraremos ambos concepios relacionados ‘entre si por inclusion de uno en otro, en el sentido siguiente: la coherencia fs una nocién mds extensa e incluye las relaciones pragmaticas, ademas de las relaciones seménticxs inteatextuales. Es un concepto que se reliere al significado del texto en su totalidad, abarcando tanto las relaciones de la palabras con el contexto como las relaciones entre las palabras en el inte 2 As cosas BEL DECI rior del mismo texto, Alude a la estabilidad y la consistencia tematica sub yyacente, asociada a Ja macroestractura (contenido), a la superestructia (es ‘quema de organizacién) del texto, a su anclaje enunciaivo (protagonistas, Hempo y espacio) y a las inferencias que activan los hablantes para interpre: tao.a partir de conocimientos previes. ‘La cohesign es un concepto que se refiere a uno de los fenémenos pro- pos de la coherencia, el de las relaciones particulares y locales que se dan enire elementos lingiisticos, tanto los que remiten unos a otros como los {que tienen la funcion de conectar y organizar. Asi la coherencia, que inch ye la cohesion, se puede considerar tanto una propicdad fundamental que a cobertura ai conjunto de significaciones del texto como un principio ne- ‘cesatio para que un texto sea definido como tal Si cl concepto de stomiricabo se emplea para designar fa capecidad de ‘una expresion linguistics (ede cualauier otto tipo de signo} para representar y Para transmitr conocinientos (es dec signiicados writes), enlonces poe Se usarse el icrmine sexribo para relerse a conocimicnto que se asmite ‘de manera eeetiva mediante las expresiones que apatecen eel t2x0. =} UR texto tine sentidos porque el conocimiontoactivado por las expresiones ie Jo componen va constriyendo, valga la redundancia, ung connwcibaD De sevtbo [} La continuldad dal sentido estén la base de la COnERENCU, cordar un texto, y, por tanto, de reducir su significado a lo esencial. Para llegar & captar lo esencial se realizan varias operaciones mentales regidas por unas rtacrorreglas (MR) determinadas: MRI: Macrorregla de supresién. Un sexto que se quiere reformular de forma sintética viene que sulrir operaciones de borrado, de eliminacién de informacién secundaria y accidental, para mantener, en cambio, la in formacién relevance. IMR?: Macrorregla de integracior.Otra operacién es la de incorporar la informacion de varios enunciades (€2, ¢3, e4) en un solo enunciado (el) que la incluya porque los hechos referidos en e2, ¢3, ef son condiciones, constituyentes © consecuencias de Ja contenida en el. En este caso habrt ‘que identificar las proposiciones integrables ¢ intervenir sobre elas de modo que permanezca su sighilicado a pesar de que se subsiman ef otra proposicion (inclusion de prestiposiciones) 'MR3; Macrorvegla de construccién, Esta operacién es muy parecida a Ia anterior. En todo caso solo es la perspectiva la que la hace distinta, pues en ambos casos se parte de un conjunto de enunciades que se pueden integrar en otro nuevo que debe ser construido, y por tante, hay que buscar tun modo tiieva de relerirse al conjunto de informaciones incluidas en las proposiciones. En el caso de MR2 se extrae de un enunciado anterior. En el 16350 de MR3 se construye uno nuevo sin que exista anteriormente (inclu sion de constituyentes del guion). MR4: Macrorregla de generalizacion, Operacién de transformacién aque ineluyé una sustitucién hiperonimica que aporia elementos conceptual: ‘mente mas extensos, que ineluyan a los primeros. Estas reglas activan operaciones de nivel mas amplio, tanto en su es- ‘ruetura como en su funcién: En general, las operaciones de reduccidn del texto suponen el establec rmiento de una Jerargula en funcion dela relevancia de la iNformacign, Ya he. ‘mos sefalado gue en el resumen académico esta rlevancia debe entenderse fanésmontalmente con relacién sl contenido global del texto. En cualquier ‘aso, pese a fo que podria suponerse,dichas operaciones exigen en bucna me: ‘ida un anaists consciente del texio de patiday el reconocimiento de ipo de Felaciones que se establece entce sus unidades infortathas, Para descubie st 226 EAS CSAS DEL DECIR pertinencia es necesario que se descubra previamente al servicio de que se po- fen esas nidades informativas. Es decir lla relacon que se eatabince es de ‘aus, de consecuencla, de conirate, de justficacian, de afrmacign, de this: tracign, ete. (Charoles, 1991). Solo de esta manera se pede marcha en Ite reno movedizo de las ideas esenciales sin demasiado peligro de hundios por habernos guisdo slo por la intuicign (Raraspot, 1996: 11). Se trata de combinar unas estrategias de reduccion con unas estrate- gias de captacién de las estructuras jerérquicas del texto y de sus mi- roestructuras discursivas: los ejemplos, las repeticiones y las perifrasis se podtian o bien omitir o bien integrar en enunciados mas abstractos y generales. A las operaciones mentales les corresponde una reformulacign Tinguistica basada en la busqueda de léxico més general o abstracto. La textualizacién del resumen supone en quien lo realiza una competencia Hnghistica que permits el acceso a hiperénimos o parfrasie generalize Junto al contenido referencial, para lograr un resumen que incluya la significacién total del discurso se ha de Incarporar el propésito del texto, los destinatarios y la intencién con la que ha sido producido. Las condi- ciones pragméticas pueden ser variadas y realizarse a partir de condicio- nes nuevas que orienten la produccién del resumen, Segiin Fayol (1997), el restumen es un caso de »parairasis selectiva, que se hace a pactir de un objetivor, De esta manera, al manejar y reformular el contenido del texto de base (texto A) se procede a una eleceidn de lo que para el posible desti- natario es esencial y adecuado, asi como también se adecuaré al propési- to (informar, sugerir, orietar,cviticar @ persuadir.,) del autor del texto B. Por ajemplo, en la contraportada de un libro que contiene una novela, el resumen se basa en una orientacion sobre su contenido pero también tie- ne una finalidad persuasiva, captadora de lectores. En la resena de una pelicula se incluye una sintesis del argumento y un comentario critic. En el abstract de un articulo cientifico se centra la atencién en la metodo- Togla y los resultados, Los textos de reformulacién son habituales en las practicas comunica- sivas. Especialmente los encontramos en la ensefianaa y en la divulgacién del saber, cuando hay que condensar y recontextualizar la informacion para un piblico o una audencia nuevos y 4 distintes niveles. Tambign apa- recen de manera paradigmatica en las noticias periodisticas, en las que se presenta la informacign en tres tiempos: el titular, la entradillay el cuerpo del articulo, Los tres proporcionan una muestra clara de lo que aqui hemos entendido como tema o t6pico del texto, resumen y desarrollo o expansion. ‘Van Dijk (1978) estudia e! esquema que da forma la realizacién de la noti la periodistica, Se trata de la superestractura, es decir, Ja forma en gue una mmacroestructura (Lema) se organiza como esquema, Preseniamos 2 conti uacicn tanto su representacion esquematica como el andlisis de una [Relat peroaisied i (con Reacetones Sucese/teciones ‘sucess actuales Sucesos previos Explicacion Antecedentes ‘irecios SSuceses principales Historia Contexta ‘sual Antecedents senerales jomias: "a Constitucion en su discurso de Roma EL DEBATE TRAS LA TREGUA DE ETA. Arzalluz replica al Rey que si las auton Eysko Alkartasuna opina que don Juan Carlos “ideaiz6” LA FEXTURA DISCURSIVA 229 enta en di noticia. Se En esta noticia de actualidad politica, el contenido se pi versos niveles de generalizacién y de resumen. Las palabras s pone en escena wn debate con pros y coniras respecto a unas allrmaciones del monarca espanol. El periodista selecciona como noticia relevante los Tinulares TEldebae tes la agua de ETA (tem gener: enciacre. Conttapos a uf gE il Ge erica al Rey Ia IMpS: AM: elogio del Rey para todo el Estado Exquema de la noticia: NowCIA, - ~ ’ titalares cntrsila episodio (dec consecuencias: (debate) refuerzan a Espaiia, la vasca esta por desarrollar reacciones rales XA(vor 1) GC{vo22) AM (woe 3) 30 Las cosis DEL DECIR 82. La cohesion y sus mecanismos La cohesion constituye una de las més importantes menifestaciones de Ja coherencia, identificable a partir de elementos linghisticos visibles y ma- teriales. Se da en el orden interior del texto y funciona como un conjunto de enlaces intratextuales para establecer las fclaciones seménticas que pre cisa un texto para constituirse como unidad de significacion, Estos enlaces se establecen tanto en un texto construido por interlocstores diferentes (en tuna conversacién) como por un mismo locutor (en la exposicién de un tema). Veémoslo en los siguientes ejemplos: Ar qi visto la vltima pelicula del Rew? Bs Nol he visto, peo me ban dicho que w es muy buena Les tes amigos velvian a casa de noche, a 8 hora en que las autopitas ‘comienzan a qucdarse vacias. En algunos trams, la luna apareeia ene Jas fubes ¢ ilursinaba con erudezs une llanura yerma, y ellos erelan ver elf, en medio de aguel palsae, la sombra de un pero perdido o de una casa en Pat nas. La soledad que fs redeaba, que fes tba wodeando kilometro a lalometo, ‘2 volvia entonces mas solerne ¢ incémoday es empujaba a salir de su cns Imigmamicnto, [..J( Atags, El Pais, 29.0-1981), Mendoza: Has dicho que escribir es un placer. También has dicho quo es un sufrimiento.2En qué quedames? ‘Garcia Marquee: Las dos casas son certs. Cuando estaba comenzando, ‘cuando estaba descubriendo el oficlo, eva un acto elborotado, cos evespon ble. Bir equella época, recuerdo, desputs de que terminaba mi trabajo eel pe= dic, hacia Is dos las (es dela madrugada, era capa7 de escribir cuatto, cinco, diez paginas de un libro, Alguna ver, de una sola sentada escrbt un Mendoza: (¥ ahora? Garcia Marque: Ahora me considero afortunedo st puedo escribir un ‘buen parrafo en una jomada, Con el empe el acta de escribir se ha vuelto sufrimianto (B.A. Mendara y G, Garcia Marge, El elor dela guayaba, Barce- Toma Mondadoc, 1994: 33) En este ultimo ejemplo se purde observar que, a través de la seeuencia -de pregunta/tespuesta tipica de la entrevicta, la cohesién se construye coo. perativamente 2 partir de das elementos, dos cosas: placer anten/sufri- ‘miento ahora 8.2.1, ELMANTENIMIENTO DEL REFERENTE! PROCEDDIENTOS LEXICOS La referencia fundamental del texto se construye a través de elementos léxicos. Estos introducen los temas. Pero para mantener la referencia ini- ‘ciada hay diversos mecanismos a su servicio, todos ellos fundamentalmente mmecanismos de reieraciin. En primer lugar, la simple repetickin, En el mo- mento en que se debilita la referencia (por distancia entve una aparicién y ‘otra, 0 bien porque la memoria a corto plazo deja de funcionar) se repite et 231 referente, con las mismnas palabras 0 con variaciones. Se trata de procedi- mientos de sustitucién. Revisaremos a continuacién los mecanismos mas habituales para mantener los referentes: 4) repeticiones (exactas 0 parciales) Un tinico artista que pintabs de rodillas ‘Un cinico pintor, que dibyjaba de rodilas, luminado por tamparas de twétano y utilizando todas las técnicas comocldas es el autor dele boveda pol cromads de las Cuevas de Akamira. [..] El pinto de Altamira no se Hiité a pintar la obra eumbce del ante rupesire Seyin Mizqut, ese belli se des- plazi hasta lus cucvas del Castillo en Puente Viesgo, también en Canabria (ooticia de Pos) Repeticiones: un tinico pintor, el pincor de Altamira, A veces hay transformaciones gramaticales entre el primer referente y su repeticion, como en la siguiente nominalizacién: La polis iniervino también violentamente en Gdansk contra varios gar pos de personas [.] La intermencion policial se produyjo na vez que el coche {de Walesa habte abandonado la zona (en Mederos, 1938) b). sustitucién por sindnimos o cuasi sindrimos (palabras, sintag- ‘mas, oraciones) Enel primer ejemplo de a): un sinicu artista,esieindividuo. La idea que seré expos al secretario nartcamericano de la Energfa el proximo vines en la capital francesa puede contar ya con el espaldaaco de la dministacian Reagan. Elapayo de Washigion serfa importante (en Mederos, 1988). ¢)_ sustitucién por hipénimos o hiperdnimos y por anténimos = un dnico artista = un Gnico inter artropodds y moluscos = estos erganismos fan = este adminiculo restaurante » local problema del empleo = problema del paro Es usual una referencia a multiples elementos anteriores con un ele- ‘mento nuevo que los subsume; en el sjemplo siguiente, «pesadillas Insoportablemente somé cor un exiguo y nite Laberinto: en el centr ha bia un cataro: mis manos cas To tocabar, mis ojs lo velan, pero tan intrines- ‘das potpljas eran Tas curvas que yo sabia que sba a mori antes de aleanzat- lo. al desenredarme al finde oa pesadila [1 fen Mederos, (988) 232 LAS cosns DEL OLCIR 4) sustitucién por metéfora 0 por metonimia ‘A cualquiera que estéinteresada en sanar ina enfermedad nada le puede resullar ms gratficante que descubrir an proyectl mdgico, una droga capa {de acabar con la patcloga sin producircfectos no deseados. Durante la mayor parte de este sgh, los investigadares que buscaban esos provectles magicos pensaban enagentes que u] C'S. Cohen y NE, Hogan, «Lae nuevas medic has geneticass en Mnvestigacion y Ciencia, 21 [1995)) {No han visto nunca ustedes a esos eréneos privilegiads en le presenta ion de alg libro o en alguna conferencia? Siempre incian su pevorata de plorando To istisima condicion de la Blosofia en Espatia, dentro y fuera de las fulas. Pero runea afaden, como dcbieran:»Prucba de esta miseia es que Uh ppomposo pelua sin ideas como vo puede lear a catedratico de metalisca & Se esficas F Savate, EI Pls, 6X11998), 2). sustitucién por calificaciones valorativas teremoto = catdsrofe aceidente = desgracie accion terapeutica = progreso )_ sustitucion por proformas léxicas, palabras muy generales que pueden usarse en vez de otras més precisas: hacer, casa, persona 0 gente, tema, cuestion, idea, lugar, hecho, et A: Hor podrianios ira cosa de ls del Molino para recoger los saco8 B: [Buena idea! & Tesdremos que pagasles Io que debernos B: Nome hables dese tema Los aliados desembarcaron en Normanla el dia 6 de junio de 1944. Bse hecho tavo wna enorme repereusion para el desarrollo posterior dela segunda guerra mundial Otr0s procedimientos que contribuyer a la cobesién se basan en las re- laciones por campos seménticos que se establecen entre los lexemas. En este ccaso se mantiene un universo de referencia con la aparicién de conjunios de elementos 2) relacionados entre sien el sistema de la lengua o b) relacio- rnados entre si en el mundo de referencia: por tanto, en el conocimiento pre- vio y en los esquemas mentales de los bablantes: 2) de la relacién entre los lexemas basada en algiin rasgo semsntico comin veamos wn ejemplo de la vida cotidiana, en el campo semaintica de Jos muebles: David queria oreanizarse mejor y deco pars cuenta comprar una me- sina para la sl, anos extontes para el recibider yan pa de sills para Ss cuat= a texrure piscunsiva 233 to, Cuando Marta vio tados estos musbles Te dijo que na habia cumplido con st palabra y quo ella nc estaba ahorrando para comprar cosas de kz casa sino pare ite de viaje.a Laponia, algo ue le propercionasia much mae atilac ‘Sign que unos masios mas en casa ¥y otro ejemplo de un campo especializado, en la esfera profesional ‘ungue la roderacion de la actividad econdmica esté permitendo una rpida voreccién del dct comercial, los clevados tpos de intends tanto en proneda domestica com para endendarienta en divisas pesan con fuer?a $0. bre el Sado de la balanea por euenia comiemte y sobre las euonias publicas. Los vencinventos de daude interna y externa se acumlan en el corto plszo (Suple- mento Negocios, I Pats 20:9-1998) 1) de la relacion semantica basada en el conocimiento del mundo (0 enciclopedia) compartido por los interlocutores escogeremos como ejemplo clementos que aparecen a lo largo de textos con referencias que exigen co- rocimiento del mundo: — Miterrand = presidente de la Republica Francesa —estadista— sempe- — Jackson = el negro de piel blanca —Ia esta de la cancién—, este sim bolo dela smbigiedad epkdérmicay sexual = Elgar el brillante compositor britanico ) de la relacién semantica basada en marcos y guiones mentales aque permiten relacionar elementos léxicos y entenderios como un conjunto unitario véase el ejemplo sobre la caza mayor, que pone fin a este apariado, Los procedimientos de sustitucién permiten incorporar subjetividad y smodalizacin porque aportan la vision del habiante. Ast, en el ejemplo ante rior de Marta'y David, los muebles son «cosas de la casas ¥ strastos» para ‘Marta (para oita persona podrian ter ssorpresae, o ategalon, lo cual indica- ria ot punto de vista). En el ejemplo de Mitterand, el presidente es llama. 4o sempercurs, por rasgos de su conductaSemejantes a un determinado er cicio del poder. Enel exmrlo dela filosofia, alos profesores sels llama con ironia scrancos prsileiadese... Todas estas susttuciones muestran un trata miento subjetiv, el punto de vista de quien escribe. Con el juego de esta va- Fiedad de elementos lésicos se mantiene y se recupera lo ya dicho, constru- Sendo un tejido de significacion que sustenta el armazén textual en su aspec- {© tematico, Todos esos ejemplos indican la ampliaposiilidad de reformdae (dn que al hablante ene # tu alcance para mantener y malisar lo reoren- tes discursivs y la capecidad de proporcionar una onentaciOn argumentativa 2 sus enunciados,segun la slecciOnlexea cfectuada, Desde el punto de Vista de laiterpretaetén ¥lalectra, en el éxico se manifiestael punta de vst, la ‘opinion y la ideologia de quien ha elaborado el texto El conjunto de relaciones logradas a partir de procedimientos de susti- tucion léxica ya partir de relaciones seménticas de diversos tipos consti yen las cadenas nominattvas (Viebweger, 1976) —para formarlas también 24 LAS COSAS DEL DECIR se incluyen las correferencias logradas con procedimientos gramaticales, que veremos en el apartado siguiente—. Se llaman asimismo relaciones iso- ‘opicas, ya que mantienen un tema comUn, asegurando la contiouidad del discurso, ‘Veamos ahora, en el siguiente texto, cémo se extiende el campo de sig- nificacién del vocabulario del guion de la caza mayor v su campo semanti- 0 (los electos sorpresa respecto al guién se comentan en 4.2): MONTERIA Por un cola de tera Morena tan con elie al hombro allo finance ros, capitares de empresa, polos del stems, magnates salchicherosy alge fos aritdeataeseguldos por una jauria de pcr Un tropel de secitarios {tansporata la municln. ods ies huteaba clo en Inia madrupado po ls caradofes evabon bajo ls verdeecaraas el etomogo rearado con Un deeayuno de migse con chocolate. A ea hors, los jabalies adn dorian y tos venados ya estabon lorando. Mlenra tas alimafas sofaban en ln madi ue, guatdas con esctapela che sombrero gulaba estos Uradoces de alt {Chasis sus pucsos de combate Pronto comencd la monies, Ala slida del sol olfan a sangre algunas matoralesy or los baraneos de colo sonaban dlpares de vanes cctm Ghar alarides de toda indole Tncaso manos, deste del recto perfume def ora. Les eanadore ae hablan etabecuo,segun Intersex o pando, de- {T3edelos raptor y Ia orden del dia conssiaenabatrcunluicr cosa que te mover, desis un Coser delgado Basta un spl Canee’ No se detivo is camlceia durant ta fs Jornada, Los ojeadores squat vanlando gram. ¢isezay nein manana vp as mins lescopins pdt vers bs gr tmas de os dros, fa expurma seca en ls faces de ota ra, l fervor one Tosio de algunos presientes de consjo de adminstacion, y era un placer prescme con la ment hetada a exact del proyeetiapresar egal at Instanle dis ala vicina vedando por la raha bajo cl estrundo de Tos pe- on L crming cuando el Celaya se Ralloba tambien cubien de Plasma, Ene ceptscil, los montadoresHevaron al palaco camper las Furponcta sargados con la ced ebrada,quc fc recbida por ls Uadores periients con una copa de fino en la mano junto fo pores: Enire ls ‘alto empresari, Innumerables conejos y un principe des- i, EI Pais) — actividad: monteria, carniceria, caceria, caza, “= escenano: coto, matorrales, barrancos, parapetos, trocha, puestos, = protagouisias: cazadores, guardas (con escarapela), tiradores (de elite), ojeadores, monteadores, aura (de perros), — acciones: levantac, abatir, divisar, cobrar, apretar, — tnstrumenios: rifle, municion, disparos, pélvora, miras telescdpicas, provectl gaillo, — objeros:jabalies, venados, alimafas, piezas, ciervos, Feras. Los elementos léxicos que introducen una fuerte carga de erfica iréni- ca por su contraste con otro campo semnantico distinto son: 1A YEXTURA DISCURSIVA 235 4). belfo, verdes casacas, palacio campestre, porche; 5) alos financieros, capitanes de empresa, politicos de sistema, magna- les sulthicherus, aristocratas, conejero delegado, presidentes de euisejo de administracion, subsecretarios, bangueros, empresarios, principe destronado. E] léxico y sus combinaciones forman parte sustantiva de las redes tex tuales. Ahora bien, To que es habitual en el discurso es que haya ocurrencias no sélo de los lexemas introducidos para representar un campo semantico, sino de aquellos que s6lo hallaa sentico en el conocimiento de! mundo, es- pecificamente, en el conecimiento compartide por los interlocutores, con el Afadido de gue en determinadas ocasiones estos lexemas introducen la vi- Sién del mundo propia del Enunciador. Un ejemplo particularmente elo- ccuente es el de los titulares de portada de los periédicos, Veamos un ejem- plo (13 11-1992. Tusén, 1996) uj pacta cl retorno de Roca pacta con Pujol su Roca, pero Inicia la pura regres la secrelarfa ge dle coquisiasen DG, nerah Hl Pais) (a Vanguardia) Pujol y Roca pactan una Pujols Roca valoren po ‘egua en la ess ce CDC. slrivament la Sova obo (1 Perdico) dadahir, avn) Nos encontramos ante cuatro titulares que aparecieyon un mismo do- ‘mingo en la primera plana de los cuatro diarios que se citan. El mismo he cho —unas desavenencias entre dos de las maximos dirigentes de Con- vergencia Democratica d= Catalunya, que parecian llegar a su fin— se pre- sentan a Jos lectores de cada diario (notese que toda esa informacion se su- pone conocida por quienes lean la noticia). Lo que resulta interesante ¢s ver ‘como la seleecién sintéctica y Iéxica modaliza el mensaje de tal manera que hos permite analizar la ferma de pensar o la ideologia del Emisor (el diario) y como selecciona a sus osibles —o seguros— destinatarios, Los ttulares de EI Pais, La Vanguardia y El Periddico tienen en comin la estructura de oracién transitiva con el verbo «pactar». Ahora bien, en El Pais el sujeto es «Pujols ¥ no se dice con guién pacia «el retomo de Roca; cen La Vanguardia, el suje-0 es «Rocas y él es quien «pactas, cso si, «con Pu- jols, «sw regresom; obsérvese que quien lea este enunciado tiene que saber {gue el referente anaférico de ese «su» es Roca y no Pujol, aungue la posi- Sion més proxima de este tltime podria conducir a interpretarlo como el Teferente del determinante. En El Periddico nos encontramos con un sujelo coordinado, «Pujol y Racas con el misma verbo que en los enunciadas ante- riores: «pactans. En los dos primeros casos, lo que se pacta es la vuelta (vel retornoe/sel regreso») de Roca; mientras que en el tereero, el pacto se pre- senia como una accién comin, ambos dirigentes «pactan una tregua en la crisis de CDC», Resulla ‘ambién interesante nolar la uuilizacién de lexico 236 Las cosas EL necie bélico para hablar de los problemas internos del partido en cuestién: la pa lobra ya citeda -treguas, ala que on El Pais se atade ol vocablo -purgas, de claras reminiscenciss totaitarias, en la Segunda parte (en forma de [rase ‘adversativa} del itu. En claro contraste con estos tres diarios, el Avui plantea la noticia sia aluair para nada a un posible conflicto: «Pujol y Roca valoran positivamen te su encuentro de ayer-» No hay problema, los dos estan de acuerdo y su valoracién es positive La corriente de andlisis critica del discurso (Fairclough, 1989, 1994; Fairclough y Wodak, 1997; Van Dijk, 1993; Martin Rojo, 1997a, 19975); ‘Martin Rojo y Whittaker, 1998) se ocupa de desvelar precisamente la orien tacion argumentatisa de Jos enunciados y a ideologia subyacente en los textos, la cual depende, entre otros procedimientos, dela seleccién del léxi- coy del orden de paabras 82.2. ELMANTENIW-ENTO DEL REFERENTE! PROCEDIMIENTOS GRAMATICALES Junto a la posibilidad de introducir los temas y mantenerlos con for mas lexicas ambien se pueden mantener a través de formas gramaticales Vale la pena tener en eventa que la referencia defetica, anaforica y lexi estan emparentadas, diaroniea y sinerénicamente. Muchos autores estan {de acuerdo en consierar que el origen de las dos primeras esta en la dei, fenomeno segtin el eal elementos hnguisticos determinados adiqueren su significado pleno arclados en una situacion enunciativa (90, ayer aq, 2 163, sts). E] context situacional proporciona en el intecambio oral cara 9 cara ol sentido preciso de estas palabras, Existen unas formes expecificas fenel sistema de a lengua que cumplen el cometido dela referenctadettice {Gdverbios, posesives, demostrativos, indetinides, verbos, determinantes, ppronombres personales). Cuando el texto se aleja del cantesto situacional las mismas formas

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