Realització D'un Baix Xifrat Barroc

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REALIZACION DEL BAJO CIFRADO BARROCO. En esencia los problemas que plantea la realizacién correcta del bajo cifrado barroco son los siguientes: a) Lectura correcta al piano del bajo. b) Realizacién y encadenamiento correcto de las armonias (estén 0 no cifradas). ©) Aproximacién al estilo de la época. a) En cuanto al primer problema hay que destacar que sin el bajo correctamente lefdo no hay «obra». La parte més importante de una realizacién es sin duda alguna el bajo, y él s6lo junto al solista se bastan para dar una idea de conjunto de la obra; lo demés es el relleno arménico entre las voces extremas. El intérprete debe volear todas sus fuerzas en no perder de vista por ningdn motivo el valor que reviste en si mismo el bajo y dedicar casi exclusivamente la mano izquierda a su correcta lectura. No se admitiré bajo ningiin concepto in- troducir, por criterio propio o ajeno, variantes ni cambios, por minimos que sean, en la linea del bajo. b) Para afrontar el segundo de los problemas citados hay que partir de una base prdctica de conocimiento ar- ménico. La realizacién del bajo cifrado ser tanto mejor cuanto mayores sean los conocimientos arménicos. Sin una minima preparacion arménica y su correspondiente préctica al piano, la realizacién de estos bajos serd una empresa ardua y desesperante. ©) Sin duda el punto que més dificultad ofrece y que més merece nuestra atenciGn es el referente a la aproxi- maci6n al estilo, el tercer problema que mencionabamos al principio de estas lineas. Sin embargo es mucho mis dificil de explicar de un modo te6rico y los consejos que mejor pueden darse en este sentido son: escu- che toda la misica barroca que pueda y realice estas y otras muchas obras originales de autores barrocos de- lante de un profesor que le sepa imprimir vida a nuestra realizacién para que ésta no se quede en un simple trabajo arménico de enlace de voces. Se observa en los intérpretes actuales una creciente especializacion, me- canizacién y deseo de virtuosismo con un evidente abandono de los aspectos creativos y al desarrollo de la imaginacién. No se escuchan précticas de improvisacién y las clases de instrumento no potencian en la me- dida adecuada la libre espontaneidad del alumno y sus posibilidades para inventar, para crear. Todo ello re- dunda en beneficio de las facultades técnicas del intérprete pero no tanto de su capacidad musical. Al contrario de lo que ocurre en el cifrado arménico, los autores barrocos no utilizan cifras con un valor abso- luto (es decir, independientes de la armadura) ya que, aun conociendo el sentido funcional de ciertos acordes y sus soluciones adecuadas, desde el punto de vista te6rico no estaba arraigado atin el funcionalismo arménico. Todo ello conducfa a una profusién de numeraciones para un mismo acorde o el uso de cifrados de mas de dos ntimeros. 1uo variaron considerablemente las técnicas del ci- Durante los mas de 150 afios de pervivencia del bajo cont frado, desde aquellas primeras de Peri y Caccini en que las cifras indicaban intervalos contados desde la tesitura de la nota del bajo, encontrandonos con muchos nimeros superiores al 10, hasta las més evolucionadas en las que el cifrado indicaba un tipo de. acorde y de intervélica sin indicar su altura absoluta. Entre éstos tiltimos se encuentran Jos mejores representantes tanto del barroco italiano como del alemédn: Corelli, Vivaldi, Haendel, Bach,... Nosotros hemos querido centrar nuestra atencién precisamente en éstos tiltimos aunque esporédicamente haya alguna pieza de otros autores. El cifrado utilizado, pues, predominantemente en las obras seleccionadas presenta las siguientes caracteristicas: — Se usan los niimeros del 2 al 9 (ambos incluidos), que indicaban intervalos a partir del bajo (sin precisar la ‘octava). Mientras no se indique lo contrario los intervalos se realizan dentro de la tonalidad de la obra. — Estos ntimeros pueden presentarse en grupos de una, dos o tres cifras. Modo mayor +6] 6 g 6 6 6 | +6 +416 | +6 Grados (asc) I u | mm} iv] v | vi} vit |(des)] vit} vi} Vv ftv [mt | I Modo menor +6[ 6 | § 6 [5 6 [+ +4] 6 | +6 La armonfa, en este caso esta expresada segiin la numeracién funcional actual. A continuaci6n daremos algunos consejos de cardcter general que pueden servir para aproximar nuestra reali- zacién al caracter de la misica barroca: — Cada pieza tiene en si misma los elementos esenciales que orientan y dirigen la realizaci6n; ella propone los motivos, marca el carfcter, define el tiempo y la ritmica interna y controla nuestra imaginacién. De la propia obra hay que extraer las bases fundamentales con las que a la vez se limita y se alienta nuestra creatividad. Es necesario que el cardcter de las lineas originales, ya sea enérgico, religioso, festivo, ampuloso, solemne, ligero, expresivo,... tenga su reflejo fiel en la realizacién. Esta debe completar el ambiente sonoro que se refleja en las Iineas melédicas del autor, rellenando la armonfa con simplicidad, no incluyendo ningéin tipo de complejidad arménica ritmica ajena a la época y a los deseos del autor (reflejados en la melodia). — Ademiés las voces solistas y del bajo han de ser observadas continuamente para equilibrar sus vacfos en los, ‘momentos de sosiego y no obstruyendo su desenvolvimiento cuando canten Ifbremente. Nuestra preocupa- cin deberd centrarse en no molestar, no sobresalir, dejar hacer, no doblar, mantener el aliento ritmico, rea- lizar la armonfa con espontaneidad,. — Debe cuidarse especialmente la parte superior de la realizacién procurando situar en ella retardos, séptimas y cuanto pueda darle mayor interés. — La realizacién arménica tendrd en cuenta las voces que de un determinado acorde ya estan incluidas en la melodia y el bajo; normalmente las notas disonantes no hay que realizarlas si ya lo hace el solista, por ejemplo. — Los movimientos de terceras y sextas paralelas son apropiados al estilo de la época barroca pero el abuso de su empleo constituye un elemento de vulgaridad a evitar. — En los contratiempos del bajo cifrado, la realizacién puede variar segiin la intencién expresiva de la obra. En cl siguiente ejemplo hay un claro propésito imitativo por lo que la realizaci6n se limitard a las notas escritas: SONATA/HANDEL En cambio en el ejemplo que sigue al contratiempo solicita que la realizaci6n se anticipe al bajo hiriendo los tiempos: SONATA/HANDEL, — Véanse otros ejemplos que pueden ilustrar sobre situaciones comunes en el cifrado barroco y su posible so- luci6n adecuada: CONCIERTO/CORELLI CHACONA/COUPERIN os) at ALLEGRO/HANDEL ALLEGRO/HANDEL o 6 5 $7 — Hay que mantener un carécter de improvisacién continua, dando vida nueva en cada momento a la musica. La espontaneidad y la imaginacién con componentes fundamentales junto al trabajo por voces y los movi- mientos contrapuntisticos e imitativos de las voces. Asi podremos conseguir unos resultados homogéneos y adaptados al estilo y ambiente sonoro de la época barroca. — La voz solista seré realizada por un intérprete aparte, ya sea con el instrumento que se cita en la obra owon cualquier otro, pero en ningtin caso los ejercicios se realizardn sin su correspondiente melodia, ya que de otro modo se perderia el contacto con la obra. Este es el motivo por el que hemos decidido presentar el bajo junto a su melodia propia — El tiempo de realizaci6n sera el que marque la propia miisica y que viene reflejada por su propio cardcter y por las indicaciones del principio de la obra. — La realizaci6n de la armonia no tiene porque atenerse a un niimero determinado de voces y dependiendo del sentido de la miisica escrita podremos utilizar desde dos a cinco voces (incluso més en ciertas ocasiones); la practica més generalizada aconseja el uso més frecuente de las tres voces ya que este niimero admite la no duplicacién de voces y supone una realizacién menos problematica; ademas resulta més flexible y ligera. De todos modos el cardcter de la obra puede aconsejar realizaciones mas 0 menos complejas. A pesar de todas las indicaciones que quisieramos dar, la presencia del profesor es insustituible; él es el tinico que puede conducir en cada caso concreto nuestras posibilidades y limitaciones. Todos los consejos que podamos ofrecer no tienen sino un carécter muy general y es el maestro experimentado el que los aplica en cada caso inci- diendo mds 0 menos en cada uno de ellos de acuerdo con el desarrollo de la misica. ‘También es importante destacar que el propio intérprete debe tener conciencia de que no se trata de meros ejer- cicios de enlaces de voces 0 de armonfa al piano, sino que en cada momento est haciendo volver a la luz una com- posicién en la que su autor puso parte de su vida y quiso transmitimnos sus mejores ideas musicales.

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