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ee ee ee ae El hombre y le cultura Huth Benedict, notably antropdloga nortwamaricana, deg: ere .y @xplica #i wigrificada de cosiunbims, tradlal Nica, ciromoniaids de tres puskion: fen ZUNE che Armesrica: dal too Osbu de In Malanesia y los fintitontes ce in inl interpreta ©! cardcler cHeranio de jis -ege luciones gue les hombresdaran PATE entrentar fo3-pre Dlaess ie ta conyivencia, 14 orgarizecién-2ociai, wl inter Sambo ecchomica y i religiée Paic, man. citd de UAE Mlorpreacion Slantifica doin cuiturs, este Abs, Hale pugs Ce consideraisg hoy coma uno de ioe ciisicos de lo ane brepslogla Contemporinaa, nos acerca a ten regiones rie Hess que cooxisies con ina. elilizaciones wenolegicas diol Biglo 1x ‘Algunas itulor Si hombre y la cultura, Filth Benedict - La vise an of Unie versa, Conlon Vainivraky » Dior roe cuemos - Pavioy y Freud, Feohinan Pletaaatt conceniractin dal po. ‘der scondémiga an ios Exlados Unidos y sus refigice on ‘Américas: tatina, Celso Furtrco~ Poenda socis! del sigh 1k (eae Borman. duliin Huxiey ~ La Guerra Chit Exp stole La ameniciad. ta atti temnibtica, un genticg did tale modemna, dotinen fos thuton dw esta colcclin, cwoadg SAmentG Soleccionados pot eEpecluliaias prestigloscos on fonction de'un plan de culty, Una suman, de consdimien fog: que-inctujen ios grandes. problemas conteniportinass Ye 80 particular, fon: tatinonmericancs. Servicio de consults cultural y bibtiogratica © Ja manera de ian mas importantes anciclopivies Hal mundo. Absalutamonte gratis, Ampllu. intormacic:: wh toe mométos 2,3 y 4 do eata Bilicteca, Ruth Benedict ‘El hombre y la cultura ao | eb El hombre y Ie cultura Rotablo anitropdloge nottwamericans. \deig- chibe y explica'al significade de coutyatbis, traditiones, toa, ceramoniaies ce tres punblin: ios uM do dune-ing, Gel Noite, los obs ce ta Mkalinokia y los hatitantes de la ficter Ciarario de lay age in pate entrantor bes pape Blamas de ja convivancia, la drganizacita Soca, wl inte Siimbio eeonginige 'y In raligién, Pera: mae alhy aq: une: Witerpritecion etentitica: de: im oulturn, ‘ate Libri, qibe gee Se Gongiderirss hoy como und de ing cliisicnn de (ae tropojogia onntempordénes, nos acerca a ims regignes mix ae Gue Boexater: con lan civittrecionas tecnohigias. eel nigh Xx. i Algunos titulos HY hombes y,la cufwta, Aut Bonedict - Le vidw an nf pk raunchy Beau omc, rat y ewan ~ Le concent: poe dor econdmica en ke Estadon t on América latina, Ceiga Furinco» Ponula social dal siglo 0% (Cos hormiga, ulin Huxtoy = La Gueea Civil Eap vate Lo ametiied: ta ampined temitieg. Un sehtitie. didi leo madning, dafinen tos tiulew do nate Coleccion, ‘Espen sOnadoE por eapeciaintns grentigiogan on funcidn de un pian de eum, util ‘siieria de conodimien ton gue Incluyan lox grandes problemas contanpertncne, FS (particular, jon tatinoamericanca, ‘Servicio de consult cultural a io manera co tas mais iaieoitanien enehei suiay del mundo. Absoluramante gratit, Ampila iiformacic: et leg fimeroe 2, Fy4 de opts Bibliciece, Ruth Benedict ‘El hombre y la cultura Benedict : El hombre. y la cultura Ruth ¥ El hombre y lo cultura Biblioteca fundamental del hombre moderna Cantro Editor de América Latins lieade por Houphten Mifflin Co. Aloston, Tradwoclin de Lede Bujevne TEE NS = A043) © i971 Centra Eatter diy Armdrica Latina. A. Cangallo 1228 - Buenca Alten Heche #! depdaito de ley Impresa an ia Argentina - Printed in Argentina La tradwociiin y los derechos de eote obre wtanecén m Editorial Sudamertcang S.A. ue Ha dads wl correspondiente permino pUre fu publeneddn ee PREFACIO Los tras pueblos primitivos descritos én esate voluman han aido elegidon porque ios conccimientes acerca da as- tau tribus son relativamente completos y satisfretorias, También me fue posible egregar a Iss descripciones publi- cadas muchos estudios de etndlogos que han vivido intl mamente con estos puoblos y que han hecho descripcio nes autorizadas de Iss tribus en cusstién, Yo misma he. vivido durante varion yeranos éntre el blo Zuri y entre algunos otras pueblos vecinos, con fa aos he cotejedo fa cultura Pueblo. Tengo una gran deuda con la doctora Auth Bunzel. que aprendié al idioma Zuni y cuyas: referencias y colecciones de textos de dicho pueblo fon Ins mejores entre los estudion utiles del mis- ino. Por la descripcién de Ins Dobu. me siento deudora al doctor Reo F. Fortune, cuya monografia sobre Los ha- chiceros de Deby y muchas encantadoras conversaciones fo fueron de gran utilidad. Para la costa noroeste he usado el taxta del profesor Franz Bosa y también au in- able experiencia de largna afios en ose pueblo, En cuanto a las exposiciones soy |e \inica responnn- ble ¥ ea posible que hays Ilevado algune Interpratecién més alls que uno u otra de los estudinsos de! tema, Pero los capltulos han sido interprotades y yariticados con hechos per las autoridades en los aatiiaion wobre di- ches tribus; referencias da sus detalladas investigaciones: 80 ofrecen @ quienan dessen consultnrlas para ‘completar Ate “conccimientos, inlento agradacido a low haberme permitido reimprimir clar- tos ‘siguientes articulos: “Le ciencla de 4a retumbre”, The Century Magazine; “Contiguraciones de la cattine on Norteamérica”, en The American Anthro- “an The Journal Jet. y “La antropologia y el anormal”, én ere Paichology Expres también mi agradecimisnta a £. P. Dutton y Clo, editores de Los hechiceros de Dobu. Auth Benedict ' LA CIENCIA DE LA COSTUMBRE Costumbre y conducte. — La herancta Perspective. — Canlusién entre. copttimbrs local y "Naturalate Huma Dal huastra coguere rant 8 otra cultures. — Prajuicio de rama, — Et hombre Bor [a contumbre, no pot al inatintn, — Le purege focal, une (lust. — Por qué se han da qutudlar low pooblom primitives, en low hijos, — Nueatra tries La Srropolonis es el astudio_de jos seres humanos come erlaturas la sociedad, Fija. su atenclén en lag Coracteristicns tisicas y en las técnicas- industriales, on laa convenciones y lox valores que distinquen a une co- munidad de todas las otras que pertenscen a una tradi. clén diferente, ‘a sefial distintiva de ia antropologia antre les Glen ‘sia8 sociales esta en que alle incluye para un estudio maa seria'6 Sociedades que no son la nuestra, Para aus pro- pda cualquier regulacién social del matrimonio y la repraduceién es tan significativa como la nuestra, a alla sea de los Mar Dyake y no tenge relaciin histdrica alguna con la de nuestra civilizacién.| Para el antropéla- go, nuestras costumbres y las-de una tribu de Nueva Gul- nea son dos posibles eequeme|s sociales respecto de un Problema comin; y en cuanto permaneca antropdétoga se ve prestecae a evitar ta iin Hee ie to eee en ie uno & expansas otro, le Interesa la con- ducts humana, no tal como estd modelada por una: tradi clon, la nuestra, sino tal coma ‘ha’ sido modelada por Sualquier otra tradicién, Estd intaresado en la gran gama de Ia costumbra tal coma se encuentra en culturas varias. ¥ su objeto-es. entender al modo en que 654s culturas famblan y se diferencian; las diversas: do las cuales soo reson, y [a manera en que inp cos- tumbres de los pueblos acctonan an las vides de los Indi- widuos que los. componen. to no he-gido considerada co: de gren importancia, GCreemoa rior de nuestros cerebros 68 [0 Gnico de Investigaciin; i, ia conducta es lo que mas tiene ds lugar comin. En real idad, le situacién es otra, La cos tumbre tradicional, refiriéndonos ‘al mundo, #8 ung masa fe conducts datallada mas sorprendents que ta que cual quier parsond ij desarrollar jams en acciones: Indl viduales, por andémalas que sean. Pero este an mis bien un aspecto trivial del ssunto. El hecho de importencia primordial es ¢! papel p adominente, qué fs costumbre desempefia en la experiencia y en la creencla, y las: muy grandes variedades en que se puede manifestar Ningan hombre mira jamés ef mundo con ojos pristl- nos. Lo ve a través de un canjunto definido de costume bres 4 instituclones y modos de pensar. Hasta en sus 8n- sayos filogdticos, no puede aalirse de estas formas este reotipodas; aun sua mismos concoptos de lo. verdadero: tradiclonales. John ha dicho, con toda grave- et falaa tandrén relecién con sus perticulares costum- 6, al desempsfado por fe costumbre 6n |B | dad, au modelacién de la conducta del individua guards, frente 6 cualquier manera en que este ‘conducta individual puede afectar la costumbre preaiciorel: ia misma ecialen que el Vocabulario total de su langue moterna Heng con res peoto a-su propia habla infartil tomade de ta lengue ver nécule. de su familia. Cuando se estudian serigmante of ganizeciones sociales que han tenido oportunidad de sarrollarse Indepandientementa, la. imagen sparece como: une observecién exectm, real historia de lo vide del individue 6& ante todo y sobre todo una aoomodactén y putes tradicionalmente trosmitides- en si comunidad, Desde ol momento del. nocimionto, las co tumbres en medio de jas cuales ha nacido modelan au experiencia y su conducta Deade el momento én qq) puede hablar. es (a poquefa criatura de fa cultura, ¥ ou do hp. orecide y s@ ho hecho ar de participar an act Vidades do ella, sua hébltos gon los de alla; sus creencie lox do alla, ¥ lo mismo ocurre con sus limitaciones. Ted nifio nacido on su grupo participara con él de ellns. y ni guno de sus antipodas lo lograré jamds, ni siquiera en li miléalma porte, No hay problernn social cuya compren: ‘alén nos importa més que el del papel de Is costumbra. 10 i que entendamos cus leysi -Ininteligibles los principales ia vide ae Ef estudio de |a castumbre sdlo puede ser provecho- so después de que se han eceptado clerton proposiciones: liminares ¥. algurias de ostas proposiciones han sido violentamante rechazadas. En primer lugar, todo estudio clantilica requiere qua no se atribuya peso prefarancial a uno u otro de los renglones de la sori elegida pare av eonsideraciin, En 3 loa campos meno contro vertides, como @l estudio deies cactos o de ine termites ode jo neturaloza de lag nebulosas. oe] método ampleado eongiste en agrupar el material sobresaliente y tomar no- ta de todas ins posibles variantes de formas y condicio nes, De este modo hemos aprandida todo lo que: sabe- mos de las jeyes de io astronomia o, digamos, de [on hébltos de los Insectos sociales. Es solamente en el ea- tudio del hombre mismo donde la mayoria de las clonclas socidles han optedo por el estudio de una varlacién local, la de (a civilizecién de Occidente. La antropologis era por definicién imposible mientras: estes diatinciones entre nosotros y el primitive, antre nosotros y el bérbaro, entre nosotros y e] pegeno, man- tonfan eu Influencia sobra al sapliritu de las gentes. Fue necesario. primera. Hegar a un gredo de comprensién pore no presentar més nuestra propia creencia en oposi- Glén a |e supersticién de nuestros yecinos. Fue necesario reconocer que Ins Instituciones que estén basades on ins mismas premises, digamos, da lo sobrensturel, han de — consideradas conjuntamente. les nuestras entre ine En fa primera mitad del alglo XIX, ante postulade ele mental de la entropologia no se le habria ocurrido m le caged més es ee ts per ane occidental, El . on au historle, defendid su singularidad como pun- to de honor, En la apoca de Copémico, sata preterit 8 ln supramecie comprendia inclusive (a tierra sobre la qua vivimos, ‘el sigto XIV se rehund con pasién @ felegar este planeta a un sitio dentro del sistema solo En is Darwin, y habla entragado. al sistent Solar al enamiga. el hombre luché con todas Ine arm Que manejabe por ts ainaeteriing del alma, atributo Incognascible, recibide da Dios; y de esta manera #0 re : a) bre-en-al reino animal, Ni | al razonamianto, ni les dudas sb: bre de esta “alma”. ni ta al hecho da que si siglo diecinueve na desouldase en lo mas mi nima fa defense de-su freternidad con todo grupo de ex- ‘tratios. vallaron frente a la agitaoién surgica contra ta Indignidad propente la evolucién opueste al concepto de fe singular idad del hombre. Podemos eabalmente considerar gases estas dos batallas. —ai no ahora, pronta lo seran—- ain ambargo, fa luchs sélo-se ha concentrado en otro frente. Reavel- tamente admitimos ahora que la revolucién de la terre airededor del sol, o ef abolengo animal del hombre, en fiada efectan la singularidad del nuestras conquistas hu manas. S$! hebitamos un planets accidental de una miria- da de sistemas solares, mayor es la gloria; y ai todas las razas humanes debidamente sq as estan vinculodas por la evolucién con el animal, entonces laa diferencias entre nosotros y ellas son de lo mas extremas. Y nues- trae conquistas, nuestras Instituctones, son Gnicas; son un orden diferente del de las razes Inferiores y han de ser protegidas a toda costa, Asi hay. ya se trate de im: porlalismo o dé-prejuicio de razas, o de comparacién én tre el cristianisme y él paganismo, estamos adn preocu- pados con la singularidad, no de ies instituciones hume- nes del mundo en conjunto, ques nadie han interceado en modo alguna, aino de nuestras propiss Instituciones y fazafias, de nuestra propia clvilizaciin, La civilizacién occidental, a causa de circunstancias histéricas fortuitas, s6 extendi4 mas smpliamente que to- do otro grupo conocide. Se ha Impuesto sobre |a mayor parte del globo, y ello.nos ha conduckio cla en la uniformidad de ja conducta humans, cue ‘otras cirounstancias no hobria surgido. Aun pueblos muy primitives tlenen a veces mucho mis conciencia que nos: ‘otros del papal de Ios rasgoa culturales, y con buenas razones, Han tenido la experiencia intima de cultures diferentes, Anta al hombre blanco han visto desapare- Gor su religidn, su sistema écondmics, sus problbiciones matrimoniales. Abandonaron unos y adoptaron otroe, 8 menudo sin comprenderios bastante; pero vieron con ple na claridad que érdenea diversoa on la vida humana, ‘A veces atribulan las caracteristicas dominantes del hom 12 bre blanco o su. competenc: clon militar, muchisimo a la man El hombre blenco ha tenida una o: qe. Guizis nunca haya visto sun extrafio antes de ‘él extrafo se hubiora ya curapeizedo. §1 ha vinjado, ae toso ha dado [a vuelta al mundo sin haber parade nunce fuera de un hotel cosmopollta. Conace poco de los mo- doa do vida alenos al suyo. Lo unitormidad da la cos- de la perspective que ve extenderse @ su alre- parece bastanta convincente, yen verdad ¢s- conde ante ¢! un accidente histérice, Acepta gin mayor dificulted la squivaiencia entre in noturaleza humana y sue proplas modalidsdes: culturales. Pero fa grin expansién de la clvilizacién blanca. no ‘ea ung circunstancia histérica alslada, El grupo paline- alo séextendié en tiempos relativamente rectantes, des- de ali Java, hasta (a lala del Este, deade Hawai haste Nuova Zelandis, y las. tribus que hablan el Bantu se ax- tendioron’ deade al Sahara hasta Africa del Sur. Pero an hingiin caso consideramos o ostos pueblos como una va dacién local excesivamente desarrollads de la especia hurang. La civilizecién occidental ha contado con todas las Inventiones en el transporte y todas sua organizacio- nes comerciales de largo alcance para apoyar su expan sida, y facil resulta comprender histérica eémo pan eae mp monte ae Las consecuencies psicolégices do este extenaidn de la cultura blanca no guardan prapencties alguna con sus consecuencias materiales. Esta difusién cultural de am plitud mundial nos ha impedido, como nunte la ha ocu- mido antes al hombre. tomar serlamente la clvilizecién de otros pueblos; ha dado o nuestra cultura una univer- galidad compacta que hace largo Uenipo hemes defado de considerar como. histérics, y a ia que miramoa mds bien como necesarla ¢ Inevitable, Interpretamos nues- tra dependencla. de la competencia economica dentro de nuestra civilizacién, como prueba: de que es-la causa pri- nee a que al hombre ha de referirse: o consideramos ‘a conducta de nifios pequofios, tal como ests modelads en nuestra civilizacién @ Indicada en las clinicas infarn tile, como ja paicologla Infantil o como el modo en que ‘sf pequefo animal mand esti sujoto a conducirse. Lo mismo oourre cuando se trata de nuestra ética o de 3 famill. Sostenemos slampre tivacion familiar; tratamos-slom Nvestros proplos procedimientos loca-- ‘es de conducirnos con la Conducts, o nuestros proplos hibites socializedos, con la Noturaleze Humana. ‘Ahora ho hacho el hombre modemo, de esta. tesin, uno da los principlos vivientes en su pensamtento y en gu conducta practice, pero las fuentes de esa tesis 56 @ncuentran muy otras, en lo que parece ser, dada su manitestacién universal entre los pueblos primitives, una de las mas remotes caracter(sticas humanas: |n diteron- cin sapecifica entre “mi propio estreaho, cerrado, y ol extrac, Todos tae tribus primitives: concuerdan en reconocer esta categoria de los extrafios, de aquellos no solamente estdn fuera de ios limites del puoblo ide ono, sind @ quienes se nisga oumeriamente cuolquiar nitio en el esquema da lo humano. Gran numero de nom- bres. tribales. de uso comin, Zuni, Dend, Kiowa y otros, gon nombres por los cuales fos pueblos primitives se conocen 4 ai mismos, y son sus Unicos términos nativos ra “log seres: humanos”, esto es, para ollos mismos. oa del grupo cerrado, no hay seres humanos. Y esto, a. pesar hecho da qua un punto de vista obje tive esté cada triby rodeada de pueblos que participan an sus artes © invenciones materiales, en practicas mb. nuciosas se han desarrollado an un mutuo intercam blo de habitos entra un pueblo y otro. Ei hombre primitive nunca se asomd al mundo; vio la “humanidad” como uo Srupe; aintié su causa como algo comin con la capecie. Desde e| comionzo fue. un provinciano que levanté altas barreras, Ya se tratase do slegir uno esposa o de hacerse de un jefe, la primera @ importante-distincién lu [ue entre au poe grupo hu: mano y los de més alld de ls empallzads. proplo grur po humano, con todos: sus mi de conducirse, era union, 1 Asi,el hombre moderno, ol hacer la distinclin entre Pueblo Elegido y extrafios peligrosos. Soke are de dentro de su propie civilizacién, genética y culturalmen- te emparentados entre el —como lo estén algunos gri- pou en lo manigua oustrallans—, tlene en de st getitud jo instituchén de uno vasta continuided hisnirice. 4 Los pigmeos han formulado jas mismas pratenaionas, | No ‘estamos en condiciones 6 foxotros, mismas tan fundamar aa, pero podemos por lo menos historia y-sua manifestaciones modltiptos. Una de esas manifestaciones, y de la que se heble a mentido como primarla y motivada mis por in emocién raligiosm que por ese muy generallzdo provincianiamo, es lo actitud que se ha mantenido universelmente-an la clvilizacién occldents! mientras la igidn fue on olla entre cualquier grupo cerrs- do y puoblos extorior convirtié, en términos de re- ligién, en diferencia entra creyentss verdaderos y page: ios, Ourante miles de afics no hubo puntos de contacto entre wstus dos categorios. Las ideas o Instituciones eran yistes Gf términos opuestos en cuanto partenecieran & und u otra de les religlones con frecusncla separedas diferenciaa ligoras: de un ledo tratdbase de la ver- dod divina y de! verdadero crayente, de la revolacién y do Dios: del otro. tratébase de error mortal, de fabulas, de malditos y diablos, No cabio ootojar jes ectitudas do los Sass ar enon ¥ @ la vez entender, a través de datos: objetivamente estudindos, |o naturaleza de ase im- portante rasgo humane qua #8 la religién. Sentimos justificeds superioridad cuando /eemos une deacripcién como esa de la octitud religiosa tipica. Por Jo msnos hemos orrojedo sate abaurdo particular, y hee mos eceptedo «| setudio comparado de ta religiin, Pero congiderande el alcance que une ectitud similar ha tenido n nuestra civilizgcién en forma de prejuicios de raze, por ajemplo, 6 axplica que seamos un poco sscépticos acar- cade si nuestro cambio de maneras en materia de rell- gidn es debido al hecho de que hayamos:acbrepasado In Puerilided ingenue; (no oo deberd almplemente s que le renaice ya no as ef terreno de la vide an que as libran les importantes batallas modemas? En los asuntos real- Mento vitales de nuestra olvillzecién, parecamos ostar isjon de haber fogrado ta lIberacién que ten amplismente ica alcenzade en al campo de la rallgiin Hay offre ‘circunctancia que ha hacho del astudio se rio dela costumbre una disciplina tardia y a menudo Brokogulds con dasdnimo, 'y ¢s una dificulted mas ardus © superar que ssa de que acabamos de hablar. La cos no provocaba la atencién de jos teortzadores da Is 1S into fundamental da su pro sin el cual no podrian var del en ama medida en que es fun- damental, thone su existe Nada hay de mistico on esta coguers. Cuando sl investigador reune ampliog datos para un ee tudio del crédito Internactonal, o del proceso del spran- dizaje. o del narcisismo como factor en laa pslconauro- aig, & través de este conjunto de datos oporan al econo. mista, o o| paicdlogo, o el psiquistra. hecho de que-@xistan otras configuraciones sociales done | de todos Ios factores puedan estar diversamente dispuca- tos: esto es, no considera al acondicionamiento cultural, Ve ol resgo que estudia como fo conece y aus inevitables manifesteciones, y isa proyecta como absolutas, porque: son todo al material sagin 9! cual ha de pensar, Iden fifita sctitudes localns de 1930 con la Naturaleza Hume- ie ; a descripcién de allas con la Economia o le Psico- ata, En la préctica, & menudo ello-no es un inconvenianta, Nuestros nifios deban ser educados en nuestra tredicién: pedagdgica, y el estudio dal proceso del aprendizaje en | nuestras @ecuelas se de auprame importancla. La mi me justificaciin existe para el encogimiento de hombro con que frecuentemante recibimos e@l comentario sobre otros sistemas econdmicos. En definitive, debamos vivir! dentro de la trama de lo mio y lo tuye qua muestra cub ture: inatituys. Esto es verdad, y el hecho de-que ias variedades cultura puédan ser estudiadas del mejor modo, tales: ce: mo_existen en el espacio, de color a nuestra de pacién. Pero, solamente a limitacién dol material hil dco impide que los ejemplos puedan ser mejor desert fiados ce ls sucesién de les cultures en al tiempo. podemos avitar esta sucesién, aunque lo queramos, cuando rvamos ratruenersiraryents: Sunque sea sola generacién, comprendamos en qué modida se producido un cambio. a veces hasta en nuestra conductal més Intima; a tal punto han sido ciegos seston cambio resultado de circunstancias que sdlo podamos sefialar of troapectivamente, Fuera de nuetra falta de voluntad enfrentar el camblo en materias intimas haste que se Impone, no seria imposible tomar una actitud mda intel) 16 fuera del campo de le ater | considera o| § ente y directors. La resisten ery nuestra Incomprensién de cafes, y especialmente una exaitackin de ual. Mente pertonecen a nuestra nacidn, a nuestra década, Un “muy pequeno contacto con otras convenciones, ¥ al cono. cimianto de: ellse por variadas que sean, herian mucho por promever un orden social racional. El estudio de diferentes culturas tiene otra accidn im tanta sobre e! pensamiento y la conducta del presente. existencia moderna ha puesto en contacto estrecho a muthes clvilizactones, y hoy Ia respuesta pradominanta a esta situacion in conatituyen el nacionalisma y las infulas faviaiag. Nunca hubo una época en que ta civilizacion we. tuviora mds necesitada de individuos con genuing conclan- cla cultural, que pue ver objetivamente la conductr so. clalmente condiclonads de otros pueblos, sin temor ¥ sin eee oa \ fara al oxtrafio no es Im dnies solu: slén posible para ol contacto actual da razas ¥ nacional dades. No es tampoco una solucién clantificamente fun. dada, La tradicional Intolerancia en losajona as un rasgo Gultural local y temporal. camo cualquier otro, “Aun pue- blos do casi la mise gangre y cultura, como ol ‘agpafial, no la-han tenida, y el prejuicio de razas en log paises po- blades por espanoies es completamente diferente de: Ip “ale es an paises dominados por Inglaterra y¥ los Estados ; En este pais, evidentements, no se trata de une mezcle de sangre de razag Biss, Bi pees nes, ta ex: a catélicos irland ‘en Boston, o contra (os italianos en jas clisdades ‘fabriles Nuova Inglaterra, como contra los orientnlas on Cali- » Ex ta vieja distinclén entre grupo interno ¥ grupo ise 4 fa tradician primitiva en menos excusas que las tri- ee ice eee la relatives de los mos de provect Satia: nwestras: ralacianes humanas: con paleblos és oo ee: y somos descontiados en nuestro trate a g,feeenocimiento de la base cultural del prejul clo de yea hecesidad apremiante en jo sivllicecion ‘Orch ‘seta 6poca. Hamos lo-al punto en que sos: 17. contra nuestros hermanos de fee, y en cue Noruega y Suecie habl de como si también rapresantaran sangres diferentes, La llamada \inea racial, an una guerra en le que Francia y Alemania lucharan en lados opuestos, sepa- | raria a} pueblo de Baden del de Aleacia, aunque por la forma corporal pertenezcan ambos a |e subraza alpina. En] une época de locomocién macénica y de matrimenios mix tos en e| abolango de ios elementos maa deseables de comunidad, predicamos descocedaments cl evangslio de la raza pure, ‘A esto ofrece la sunenolras dos respuestas. Lo pri mora se refiere a la naturaleze de ia cultura, y In segunda a la naturaieza de la herencla, La respueste referents & la noturaleza de io cultura nos-rotrotrae a laa sociedades, prehumanas. Hay sociedades on les que la naturaleza per- petia el mds ligero modo de conducta mediante mecanis- mos binlégicos; pero datas no son sociedades de hombres, ‘sino de Insectos sociales: La hormiga rein, alojada en] un nido solitario, reproduciré cada rasgo de le conduct sexual, cada detalle del hormiguero, Lod Insectos sotiales| representan la neturalezs en una modolidad que no ha conoesiones ol azar, Ella he encomendido a la conducta) Instintiva de la hormiga, fe norma de tode la estructura: social, La poathllidad de que las clases sociales de uni sociedad de hormigas o sus normas de agriculture se 0! dan porque una bee eda aislada de su grupo, no mayor que lw postbllh je que la hormiga deje de repro ducir I forma de sus antenas o !o estructura de eu abe = poor. In sols del bornby ~ Para mejor o para , la soluclon ro oat | en el polo ! esto. Ningdn espacta de su organtzacik tribal, de su lenguaje, do su religién local, esté conten on au cdlula germinal. En Europa, an otros sigloa, cus casualmente se ancontraban nifios abandonados que habisn mantenido an los bosques; apertndos de otros se res humanos. $8 parecian tanto entre sf que Linneo lo clasificd como une especie distinta, oa ferus (hombrdl feroz), ¥ supuso que Gran une espect gnomos quo af hombre raras veces encuentra. No pudo concebir qua bleran nacido hombres e208 brutos semiingentosos, criaturas ain interés por lo qua ocurrla @n su conto que se balanceaban ritmicamente hacla atrés y adele 18 gg Titido blalégicamante. algunos laa salva Son diganos de la palabra y ol ol an podido ser educacos para ser dtiles: O haclan frente 2 une temperitura glacial y uin molestia sa- eabsn papas del ague hirvionte. No hay duds, saturalmente, do Susemn nice hsairatoragten ae {ea faltaba a todos ara 1 Con su ¢spects, la tinica por fa cual faa’ focultades: del hombro son aguyadas y adquieren forina, No. nos encontrames con nifios salvajes en nuestra clvilzacién mas humane, Pero el hecho ha sida puesto en ayidencia en todo caso de adopcién de un nifo do otre aes ttn Un nifio oriental, adoptado por une famille oc Atal, oprende inglés y luepo muestra hacia sus pa dres. oe vos Ii octitudes corriantes entre top nifos.can quianes juega, ¥ love 4 las-mismas profesiones que ellos eligen, Aprende todo el conjunto de resgos culturales da ta sociedad adoptiva, y no desempefia para él papel algu- no el grupo de aus padres resles. El mismo proceso ocu- fre en gran escala cunpdo pueblos enteroa en un par de generaciones sacuden au cultura tradicional y toman laa ‘coe dé un grupo extraio. La cultura dol negra nor- teamericano en |se cludades septentrionales ha llegado o aproximarse én los detolles & ia de los blancos de las mismas cludades. Hace pocos afios. cuando sa hizo una fnepeccidn cultural an Harlem. une de los: rasgos peculia- too de los negros fue su manera de jugar en las Glimas tres figuras da las volteretas. En deHnitiva cuesta mi ‘Que la correspondiente pradileccién de! blanco por al juage: s8.lo mismo y no es menos-incierto y oxcitante. Era una Varfaclén del modelo blaneo, aunque dittctimante une Gran fartida. Y muchos raegos de Harlem $6 parecian aun més Satrechamente a lo qua es corrienta en low grupos blancos. En todas partes del mundo, y desde @l comienza di ie historia humana, cabe sefalar que tos pueblos han sido Eapaces de adoptar la cultura de otra sangre, Nada ha: = ie estructura blolégica del hombre que {0 haga dificil Fae hombre no esté prefijada en detulle la constituelin | varodad particular alguna de conducta. La gran divar- Sidad de soluciones sociales que ol hombre ha elaborado Be ae diferantes respecto del matrimonio, por ojem- fe. Bt comarcio, son Iqualmente posibles sobre la base au dotacion original. Ca cultura ne a8 un complajo tras fer wai mist une emorturs. pols, despuda de ge clones, para adoptarse al Artico. Aprande a cosersa abrigo y Jevanty una casa de nieve. Do todo lo quo p mos aprender de la historia de la Inteligencia en las ¢ledades prahumsnas como an lag humanas, resulta qui esta plasticldead ha sido ef terreno en ef cual a! progresol humano comenzd y en’ el cual se ha conservady, En li adades de los mamuts eparecieron, unes tras otras. sap cles ain plasticidad,-se extendieron y murleron deshe ral desarrollo de los diversos rasgos gue produj piglégicamente con el fin de hacer frente a su co Loz animoles de presa, y finalmente los monos superiore Hegaron lentamanta o amplear adaptaciones que no i las bioldgicas, y sobre el consiguients desarrollo: de. Ig plasticidad fueron colocades poco o poco las bases al desarrollo de la Intelligencia. Quizdis, como se sugle a ménudo, | hombre se destruira con este mismo desat lo de la intoligancia. Pero nadia ha auperido media uno-por él cual podemos volver a los mecanismos bla jagioos del insecto social. y no nos queds alternatival Sea para bien o para mal, lo-clerto es que ta herencia cub tural humana no se trasmite boldgicaments. El corolario de ello pera la politica moderns 29 que hay bese para el arqumente de que podamos confiar tras nonquistas espirituales y culturales a germinoplasm horeditariog seleccionados. En nuestra civilizacion dental, \n direecién ha pasedo suceslvaments. on dife tes periodos, a los pueblos de habla semite, a los cami al subgrupo mediterrdneo de la raza blanca, y posterid mente ol ndérdicg, No hey dude sobre la continuided tural de fa civilizacion, cuslesquiera que sean en un fe mento dada sus portadoras. Debemos scepter todan | consecuencias de nuestra-herencia humana, de tas cual una de las més importantes es ef alcance reducido de conducts blolégicamente trasmitids. y 6! papel anorme d proceso cultural de in trasmigién de la tradicién. [a segunda respuesta de la antropologia’ al al dol purists raciai.se refiere ale naturaleza de |e bu El purista rocial os victima de-una mitologia. Puss, 76 #8 “herencla racial"? Conocemos en general lo que 20 an, 65 lades pequefins y astéticas, como do villorrio de asquimales. In heveocia “racial” vile hi ia de padre a hijo son pricticamante equivalentes, por eso tiene alli sentido la herencia facial. Pero como. concepte aplicada a grupos distribuldes sobre un dren ax. |, digamos:a los ndrdicos. no tlene base real, En pri lugar, en todas laé naciones nérdicas has lingas fa- 50 hallan también representidss on Iss om vies o mediterrineas. Un andlisis de |p fica de une poblacién FOpee muestra re- lo siguiente; al succo de ojos nagros, de caballo , Tapresents lineas familiares que eatin maa Bancenitads 6 lejos, el sur. paro ha de antenderse qua esto wlacion con lo qué ssbamos da estos dltimos herencia, en cuanto tiene alguna realidad tsi de au linea familiar que no esta confineda en er aln marca, ‘Seberice gun's (eeegl a8 Bue i que la local. Pero es éata una situacién que ae bisnca cosmopollta dificiimente exi la “herencla ranial” es invocad “f 2 J a, COMO OGUTTE Usual fon, Bera reunir un grupo de:-parsonas do mae 3 ence cues situecién scondmica, graduadas an las. mismes Hes, que lean los mismos- sem: $3 Solamente otra varsidn de eso qi i como g de di y. une Teal homagensriel Veloaica del primero. la reaimente ate alos hombres entre si es: au Wm Aebion on ved. de elegans eee can sia senguinga comin, pare convartirie, en crits de gee Presta Su. atencién de bien 6 la Sine Ne ae ee Pus aehr ede méritos mayores y reconoclando s que ¢6 pueden daaarroll, distinte, habra reamplazado un simbolo. enganoes l8— por un pensamianto rea. Densamlento sobra io social, on les formas culturales, y el este problema de [a cul 2 ‘Enel fonocimienta de Gn se rotiere » turs: Como a corporal o la raza es ra nuestros fines puede ser ‘on olortos puntos en los que por alg tar ficialos. manne que son cond: gon comunes en la humanidad y, en cuanto p ta Inevitables, No podemos deacubrir por la Introspac elén o por in observacién de socleded alguna- cud! co ducta 03 instintiva, esto es, orgénicaments determinads, Pare clasificar cualquier ta como Instintiva, so necesarlo mucho més que la verificaclin de que es mética. La respuesta condicionada es tan automitica o mo fa determinada organicamente, Iss respuestas cultural mente condiclonadas constituyen in mayor parte de ques: tro Inmanso equipo de co! out Por eso #! material més llustrativo pare un estudig de tas formas y procesos culturales es el de ins sonleda: des que estén lo menos relacionadas historicamanta co la nueptra y. elones han extendido sobre 4reas Inmonses, las. cultura primitivas. son ahora la fuente dnica a que podemos di ae Son un Inboratorio on al que hemos de estudiar a diversidad de laa instituciones miento relative, muchas regionas primitives han tenido # gios para elaborar jos temas culturales quo lea son proq ploa. Ponen prontamentea on nuestras manos Ia Into: cldn necesarin sobre laa posibles grandes vorlachones: Ins adaptaciones humanas; un-examen critico de ellas 6 ssenclal para una com lén de las proceses cult fos. Tritese-de! Gnico laboratorio de formas sociales oa fenamoa o tendremos. Esta laboratorio tiene otra ventaje. Los problomas sol planteados en t4rtninos mais almples que en las grand civilizaciones occidentales. Con las invencionas que cen fécllea lon transportes, lox cables y teldfonoa ¥ | trasminiones radiotelefénicas Internacionales; con laa q asaguran [a distribucién mente y vaste del papel | ea costumbres y le moral det con cualquier otra, Tenlenda en cuenta Ine vesta red del contacto histérico que les grandes clviliza humanas. Con su sista perma preso, of desarrollo de loa grupos profesionales y cultom y au establecimi to, la clvilizacién mi ra-un andlisis ade a i dalibcradaments en pequefies secclones arti. Y¥ tales andliais parcioles son inadecuados porque muchos factores externos no pugden ser somotides a com fraler. Cualquier examen en conjunto aborca Individuos pro- cedentes d6 opuestos grupos heterogéneos, con normas ‘diferentes, con diferentes mires sociales, con ralaciones domésticas y moral distintas. Le interrelacién de estos ea demasiado complicada pata ser spreciada con iE: Hijided macesaria. En in socieded primitiva, Ia tra- ‘dioidn cultural es lo bastante simple para que pueda ca ber en el conocimianto de los eaves adultos, y laa rupo estin laladas un un patrén genoral blen detinido. En este ambiente aiioie e8 posible estimar la Interrelacién de rasgos; no asi an las corrientes cruzadas de nuestra civillzacién compleja. Nada tienen que hacer estas razones destacar para hachos de le cultura primitiva hen a i oon fa -utilizacién qua eléaicamenta. a6 icho material. Esta utilize: clén s@ vincula con la reconstruccién de jos origanes. ‘Los antrapiiogoe antiguos tratanon de ubicar todos Ids ras: de las diferentes cultures en una secuancia evolutiva las formas mas primitivas hasta su desarrollo final en la civilizacién occ - Pero no hay razon para supo- ner estudiando la religién australlans con cia a la nuestra, dascubriremos la religién primordial, o tacamraramnos los hibltoe matrisoniales de toe otoees jos matri antepasados del hombre aoe, roriston elie. Deeds que estamos forzados a creer que la tara hi MAns 88 una eapecio, resulta que el taenbre en todas ae tes tiene tras de si une historia iqualmente larga, Algunas tribua: vag pueden haber mantenida fas formas mordi Se ees Fate oa temc ator came ef lo puedo ser relative y nusstres Sonjoturas resultar tan desacortadas como corrects, No 2 S4y Juatificacién para identificar algune de las cost Primitives contemporineas con el tipo original de ia com z domane. Motodoldgicamente hay un solo medio por Cua obtener un conocimiento sproximado de $808 comienzos lejance: ol estudio de la distribucién de 23 sales o ces! universal Hay varios que son blen cono i , Sualquiera esterd de acuerdo def animismo, y de las restricciones exagdmicas el matrimonio, Las concepciones diversas sobre el al humana y sobre otra vida pramuevan mds interrogant Tritase do creencias cosi universales que podemos ficadamente considerar como mas antiguas que [as mi viejas Invenciones del hombre. Esto no equivale a cong derarlas como biolégicamente determinadas, pues pue haber aido Invenciones muy remotes de la raza hii rasgos “de cuna” que se han convertido en ‘an todo pensamlento humano, En ultimo andilisis, pu ser tan soclalmente condicionadas como cualquier bre local. Pero desde hace mucho tiempo se han autométicas én la conducta humans.* Son antiguas, y universales. Todo esto no significa, sin ambargo, qua formas que hoy pueden ser observadas sean las i pagbeie que aparecieron en los tiempos primord Ni hay modo alguno de reconstruir estos origenes part do del estudio de sus variedades. Se puede aislar el cleo universal de la creancla y diferenciar de él -su mas locales, pero es aun posiblé que el! rasgo sure una forma pronunciedaments local y no de algin’ origi denominader comin de todes los rasgos abservados, Por esta razin resulta especulativo e! empleo de las contumbres primitives para establecer los origenes, E posible construir razonamientos para cualquier origen, tO para origenes mutuamente excluyentes entre si co pera los que scan entre sl complementarios. De todas complejidades del material antropoldgico, as sta Ie dink en le cual le especulacién ha sequi mie ripidamente, y en la cual no se puede ba respecte de ia naturaleza de) caso, Lo raxin que lleva al empleo de socledades p ves para ¢l estudio de las formas sociales, no tiene sariamente conexién con un romantico retomo & lo tivo. Tal estudio no se hace con un espiritu de cién de los pueblos mas simples. Hay muchos modos al que la cultura de uno u otro pueblo llama fuertem: nuestra atencién an esta dpoca da normas h y de confuso bullicio mecénico. Pero un retorno Songervados por pueblos primitives mo curard @ 24 ndamentaley j@dad da sus enfermedades: se dirigan hacia los primitivos mi dan resuiter a veces son, a an al ‘estudio atnolégico, tanto un obstéculo como una ayuda. | £] estudio minucioso de los soclededes primitivas es hoy importante, como Io hemos dicho, sobre todo pargue porciona: el! material para la investigacién de los fore a5 culturales. Ellos nos: ayudan = difarenci entre Ina respuestas que son especificas de ina tipos c ‘turaies locales y ese otras qua son generates en la hy nanided. Fuera de esto, ops ayudan a estimer y compren- dere! papel inmensamente importante de la conducta so ‘gisimente condicionada. Le cultura con sus procesos y ‘funciones es asunto para el cual necesitamos toda la ilu sminacién que consigamos alcanzar, 4 podamos buscar con mds prov do las soctedades |letrades ho hey lugar ane! © qua en los hechos En todo:caso, en of oapiritu ere clote y llena da ‘a an ol agua —continué—, pero sus eran i . Nuestra tezs ahora estd rote. Se ha gastado’, Nuestra taza’ esté rota. Las cosas. que hablan dado uv én ola vido desu pueblo, los ritos domésticos. rs . lew obligaciones dal sistama econdmico, in fos ceremonies en las oldeas, la posesidn an \, de lo bueno y de lo malo, ‘oso fabio desaparecido y con allo la forma y a! sen: wide. E] viejo se conservaba stn vigoroso y [aa relaciones con loe biancos. No pensaba Is _extineiin do a ete pero si per js, — Ancol aloe, coma pi tenia un valor igual-al de ce ipevitssion — i de laa hormas y creanclas de % Hi otras tazas de vida, Y quizds contuvieran 1 misma agua, pero la pérdida era irreparable. No era | fF algo acd, de podar algo alld. La mo: Un jefe de los Indios Cavadores, come loa llernnn |e | ido algo: fundamental, slgo de une sole califomiancs, me hablé mucho de los hébitos de su de silos. en los dies antiquos. Era orlstiano y jefe entre au y i ia tenldo experiencia personel en el asunto en la plantacién de perales y darnascos sobre tlerre | que heblaba. Cabalgaba sobre doa culturas cuyos va- N cuando labs de los hechiceros: ae se ee lc y fe eran Inconmensurebies, lormaban @n oso ante sus propios ojos en In danze “dura suerte, En la civilizacién occidental, nuestras ox- jaban y su vor se quebraba de clas han aldo diferentes. Estamos sducadoe an une ie Ura cosmopallts, y nuestras clencias sociales, nuestra "vial gen ignoran la verdad expresada mn. LA DIVERSIDAD DE CULTURAS. A la vide y Ia preatén del ambiente, para fertilidad de la imeginacién humans, pro ¥ t mere increible de posibles direcclones, to- ros da late lon. al parccer, servir a une sociedad Fueron tales innoveciones las que loa degradi BE aa. Estdn los eaquemas de is. propiedad, oltimos Uemoas. Pape is Be lee cal que puede: paths asocinda a las po Un dio, sin transicién alguna, Reamdn interrumpié @ cosas material 8u tecnologia mi- desoripgionos do la moliends de mezquite y de la propagelele todan ins fnestan de la vida sexual, del racién de la sopa de bellote. “Al comienzo, dijo, Dios tparentesco; eshin los grupos de cul- cade pueblo una taza, una taza de arcilla, y de esa estructura ao in soclednd: eaté el in- bebleron su vida". No #6 si ls metifora aparece en al he 2 : eatin lon dicses y las senclonas nto tradicional de su pueblo que nunca oO da una de estas cosas y muchas més de su propia Imeginacién. Cuesta suponer que |p Con una minuclosidad cultural y ce- ‘oldo de los blancos que concclé en Banning; ellos nO/Mao. iM la onergin social y dojon un-exes- entregaban al estudio de ls modalidad de pueblos difen al Pare la constitucién de otros rasgos, As- a7 Ocurre en Ja vida cultural lo mismo que an al fe waje: la seleccién es le necesidad primera. El nih le sonidos que pueden ser ucidos por nuestras cud das vocales y nuestras cavidedes oral y nasales, os pn ticamente ilimitedo. Las tres o cuatro: nas de soni de la lengua inglesa constituyen una selecclén que coincide ni con de lenguajes tun estrechamente «1 parontados con ella como el alemén y el francés. Ned se he strevido a estimar el total de los que son emp! dos en jenguas diferentes. del mundo; cada lengua hacer su selecclén y atenerss a alla so peng io si Inteligible del todo. No podria ser empleado para la of municecién un lenguaje que usera-aun unos B cel nares de loa elementos fonéticos posible y e' istrados, Por otra parte, do nuestra incom sl6n de laa lengues no rentedas con la nuestra viene do nuestros esfuerzos por referir al nuestro los extrafios. temas fondticos . Reconocemas solamente una: ‘S| otro pueblo tiene cinco sonidos de K colocados ¢ ‘diferentes posiciones en Im garganta y la boca, las di: glones de vocabulario y sintaxis el erates de ee diferencias nos serén Inaccesibles que las domin mos. Tenemos una d y una n. Sus sonidos pueden te un Intermedioric, al cual, si no lo identificames, lo biremos una vez como dy otra como n, Introduciendo Unciones que no existen. El requistto previo eleme dal analisia linglistico ea-al conocimiento de eate | ble namero de sonidos aprovechables, del que cada gua hsce sus propins selecciones. En ja cultura tamblén debemos Imaginar un gran le séio una considerable proporctin de ellos, seri Ininteligible come. un | je que Rene ‘todos fog lablales, es desde los mecionss de j idn de algunos segments Bee humeet. an todas partes, | fan sua Instituciones eulturaies, Desde al pur vista ida otre, cade una de elias ignora los:segmuntos fundamen. tales y dosarrolla lox rate de importancia. Una cul- is reconace Valores moneteriog. Otra jos con itera bésicos en todos los campos de conduct. En una sociedad, la tecnologia cs Increiblamenta menospreciada, Haun en aquellos seets de la vida que parecen necesa- rios para Reagurar la continuidad de la existencio; en otra, ente simple, las conquistes tecnolégicas son enm- lejos y corresponden con edmirable exectitud a a situa- olén, Una, Gonstruye una enorme superestructura culty: are Ia adolescencia; otra, sobre Ia muerts: otra. so- (a vide future. El caso de in adolescencia es particularmente Inters- aante, porque esti a lo vista en nuestra propia clvilizecién sporque tenemos: une coplosa informaciin de otras cul En nuestra civilizaclén, toda una biblioteca de es- tudios palcolégicos ha subrayado tn inevitable inquietud dol do la pubertad, En nuestra tradicién es. un ‘estado fisiolégico tan definidamente caracterizndo por ax. losiones * lanes domésticas, como la tifaldea se sofiala por le fiebra. No es cuestién de hechos. Ellos gon ee aerics. Le cuestién ea mds bien Ia de su ,. El examen mis ligero de los modos en que socieda- des diferentes han tratado la adolescencis, sofala este a Ineludible. Aun on esas cultures que han dedo mu Icha Importancia no este rasgo, la edad en que concentran stencion varia an un gran margen de afics. Por eso i inmedistamante o ta vista que tes llamsdse institu: la pubertad denen un nombre In; lado al sano en la pubertad biolégica: te bertad ; es social y las ceremonias son, de uns U 2 ee un raconacimionta dala nueva situaciin w» | os @l joven. Esta investidura con nuevas ooupacio- a Pee ene aera tan variadas y tan : mente com ‘ocupach } li io fas paciones hed nos Mismas. Sl se concibe coma dnico aa ae ie Rees eats al relacionado con nvestidurs errero 8s tert ‘una Ges chess que on ar Sociedad a oaae. ts privilegio a la danza on if ‘enmescarados. comprendar las institucionss-do ja pubertg no se requiere ys la naturaleze necesaria de ritos de sichén; més blen correspande conocer to we en difer cultures s@ identifica con! comienzo de la pubertad métodoa de admisién en al nuevo estado, Lo lone en una cultura la caremonla de la pubs pubertad bioldgica, gino Io que fa calidad de edulto nifice an alla. La condichin de adulto en la parte central de No américa significa milicia, El honor ea a! gran objetivo todos los ha con la Ilegada a edad dal joven, tanto como la pi cién para @! camino dela guerra on toda edad. 6s. ui magico: por ¢!-éxlto en la guerra. No torturan a otro 28 ai mismos; cortan lonjas de sus brazoe y plemnes, pesn aus dedos, levantan cargas pesedas engo ie CO sua pechos o on los misculos de sua piernas. Sup compensa es ol ecrecentamlento de hazaias en actos: guerra. En Australia, on cambio, la pubertad significa pat cipacién en un culto exclusivamente masculino, cuyo as conducida « la muerte por el Unico motive de @l rugido dal toro bramadar en ins ceramonias. y fi debe- saber nada de loa ritos. Las ceremonies de berted gon minucingas y simbdlicas repucisciones de lazo con el sexo famenino. Los ham mantée hechos autosuficientes y convertidos an ale totaimente responsable de la comunidad, Pera alcat ‘este fin, usen rites sexuales drasticos y contieren g tins sobronaturaloa, Los hechos claramente lisiolégicos de la adolesa cla son, por eso, primero interpretados soclalment alli donde. son subrayedos. un examen de laa In tuciones de a pul pone én claro un hecho mas. pubertad-es falolégicamente asunto diferanto en al de vida del vardn y de la mujer. Si la acentuacién ral eiguiera a la acontuacién flalaldgica, la caremon las muchechas seria mis marceda que ia de loo crea pare ho es os), Las ceremonies destacan un he nacinl e fundamental 62 la exclusién de les mujeres, Toda m ci » no ea mbres. El tema que -constantemente aparag reg son aimbélld W o| acieitir ‘extensldn a | Lan prerrogetivaa de sdulto da un hombre Hoang 5 Je muchachas. Unos de los més -alcanoe on cualquier au ‘ponseauoricia, comd en fos ‘gomin-que en fas. socindades se tome | os odo ar eectochaes a @n log muchachas. Sin embargo, Ia pul de les muchochss y de las jhachos puede ser socialmente colebrada en la misma Hibu de modes iddinticos. Alli donde, como en al interior da la Columbia Briténice, jos ritos de la sdolescencia cons- yen und fackén magica para todas las ocupacio- las mucl as son Incluidss en los mismos términos joa muchechos. Los muchachos hacen rodar piedraa Jas montafias y las tiran el valle pure hacer ‘sue a ieroisn ‘pelva de juego para ser afortun en al ina muchachas conducen egue © fuentes dia- ¢ © lavantan piedres dentro de aus veetidos pars an ne pueden necer tan ficiimente como la pledra quel ~ En una tribu como los Nandi; de la regién de ios | este de Africa, tambldn los hos y las mui participsn sn un rito uniforme de la pubertad, aun- @ causa del papel. dominante dal Kone an le oul- i pericdo da ontranamienta del muchacho es mia qua al de la mujer. Agui les: ritos de la ado- son une ordalia Impuesta, por joe admitidos estado adulto, a aquallas e estin forzados aho- A admit, Aequieren de ellos «| més. compluto esto! o frente oles tortures minuciosas asocladas con la nclalén, Los ritos de los dos sexos son separadoa, aiguen el mismo modelo. En uno y otro, los navicioz bara la ceremonia fas ropas de sus novios. Buran ipo a 8u8 rostros dialmulan cusiquier dolor, y la re- een raged jo por 7 vuelta algun todes, muchachos y muchechas, ‘ere entrada an una nueva situacién sexual: of i = 6 abora un guerrero y puede tomer una novia: #88 casedera. Las pruebas de is adolescenc! Pare ambos una ordalia premarital an le we la en - fae de i dberted blén pued también, en Be dos sobra loa da la pubertad de‘ las mushachas 68 62 In institucién de la casa de engordamianto 3 central. En le regién donde tas ches, para recibir de all esti sdlo identificada con la obssidad, tos chicos y la gente vieja lo muchacha en pubertad ea separeda, a veces durante! jecesidad de aparter de:ai la ant tas mu- aids, allmentada con manjeres duloes y grasos, sin egregadas como fuentes da Serrollar notividad, y eu cuerpe untado licence peligro: 8¢ Ins corteja como fuentes directas de bendicién acaltes, Se le-ensefia durante oste tiempo sus debe: fobrenntural. Puesto que Ina ideas que sirven de base o rox, ¥ su reclusién termina con una gstentacién de 8 “jon ritos de la puberted ae las nifias, tanto entre los corpulencia, que es seguida por su casamiento con su) Acorreadoras coma entre los Apaches, estin fundadas an arregente navio. No se considera necesario qua el hones creencias concernientes a la menstruacién, allas nose bre cumpls de manera similar preparativos antes dol extiendan elon muchachos: y la pubertad da éstos on se- frimonio. fialads, on camblo, ligerementa y con simples demontre- Las idess habltueles en tomo de les cuales se edi clones y pruebas de ria. can Ia instituciones- de ia pubertad de fas muchachas,| Por eso, la conducts dai adolescent, aun de Ing. mu one Pee extionden, desde luego, a toa muchachos, s chachas. no esta dictads por uns caracteristica fistolégica s que tenn que ver con la menstruaciin, La impun dal py mismo, sino mis blen por requisites matrima- de le mujer menstrual es una ides arnpliamante difundida,! . nlales-o mégicos, soclaimenta ligados a ollos. Estas orean- y an 0 pocas ragionss Brees Menstruaciin se core fan hacen la sdolescencia, en una tribu, serenamente re- Werte an foco de todas actitudes sociales. Los ritom ligiosa y tora, ¥ en otra tan peligrosaments impura, do la pubartad en estos coos son de cardcter totalmente que la nifta ha de gritar, advirtienda a los otres que debon distinto de los que hemes comentado, Entre los indiog ‘ltaria, en los bosques. La adolescencia fomenina, coma Acarreadores, dela Golumbia Britinica, al temor y el amos wisto, puade, igualmente. ser tama po utilizade por ror de la pubertad de una muchachs llegaba a alto gra Uns cultura para formar instituctones. Aun donde, como Aqui, tree o cuatro efios de roclusién eran Namados * en la mayor parte de Australia, a adolescencia. mascu- entlerre en vida" y la muchacha vivia en todo esta tia lina recibe un tratamiento minucioso, puede ocurrir quo sola en la melva, en une choza de ramas, lejos de todd fon ritos sean una intraduccién, an el estetuto de |e pu camino frecuontado. Era una amenaze pare tode persong i, de la participacién masculina en jos apuntos. tri. we reciblese do-alle una mirada, y su simple paso pro : ¥ fa adolescencia femenina pase sin ninguna espe- ‘anabs una senda o un rio. Estaba eublerta con un gri ip Feconocimienta formal. pafuelo da cuero curtido que tapaba su cara y aus pecha Estos hechos, ain embargo, dejan edn sin contestar y¥ caja basta el suelo, Sus brazos y pleas se hallubai regunts fundarmontal, ,Todaa las culturan no hacen snvueltos con fajas fibrosns pars protegeria del mal eaple ‘8 Io turbulencia natural de este periodo ritu de que ost lena. Estaba ella misma en-paligro y @re-une fuente de peligro para cualquier otro. Las ceremonies de is puberted de las muchachas wuidas sobre ideas asociadas con la menstruaciin son climente convertibles en algo. que, en lo concernionta a ones eee on seo iements poe jempre hay posibles aapectos én lo sagrado: put ger una fuente da peligro o une fuante de bendicion. algunas tribes, las primeras moenstruacionds de les chaches son una potente bendiclin sobrenatural. Entre los Apaches he visto = loa secerdotes mi Pasar de rodilias ante una hilera de solemnes poque | i a2 ie da asistir al grupo de ete i! que eile ée formd. Adopts ropa dé contribule gt trabajo del sowtanimiento de lo coe, pase de vide sin interés para ella y com plotamenta sin alborotos, La pubertad no trae cambio al- gune. Unos ehos después llega a eater on edad: co menzarin los pfics agradables de casualos e Irresponsa- bles asuntos amorosos que prolongard todo lo posible an ‘al periods en que el matrimonio ya ¢3 considerado con- voniente. Lo pubertad misma no es sefalada por un re ¢onocimiento social, nl un camblo da actitud o de axpec- tative; 9u recato preadolescente se supone que parmanace sin cambiar por un par de afos. La vida de le mucheche en Samoa estd aoa por otras consideraciones que las da la madurez Hsloldgica del saxo, y ln pubertad cae an un periods particularmenta no subrayado y pacifico, durente e| cus! no se manifiestan conflictos de la sdoles- cencia, Por eso, la adolescencia no adlo puede pasar cul- turalmente ain ceremonies, sing que pl cerecer de importancia en la vide emocional del joven y en le actitud de la aldes, La milicla 6s otro tema social que puede o no. ser utilizade en une cultura. Conde la guerra se lleva a cabo frecuantementa, puede hacerae con objetivos opuastos, con organizacién oouesta en relacién con él Estado, y con ganciones opuestas. La guerra puede ser, como lo fue on- tre los artecas, un a crificios religiosos, En tanto que los espafoles luchaban para matar, rompleron fas reglos de la lucha segin las hormas azxtecas. Los aztecas:cayeron en espanto y Cortés entré triunfante en le Capital. Hay aun, desde nuestro punto de vista, concoptos maa Gurlasos, asociados con ta milicta, en diferentes partes del mundo. Para nuestro proposito, es suticiente lar esas regiones donde nunca se producen encusntros hrosaie se para las matanzas mutuas entre grupos sociales. Sélo nwestra familiaridad con la guerra hace intaligible que un estado de luchs pueda siternar con un de paz en Jas relaciones core Hadi otra. La idea es, nai mente, muy comin tlerra. Pero, por una parte, no cabe para clertos pueblos conceblr Is posibilided de un estado da paz, que ey de obtener cautivos para los sa | wu julelo equiveldria a admitir law” gs enemigas en la-categoris edetinicidn no gon, aun cuando la ‘propia raza y cultura, Por otra parte. puede ser Ion fo fe. pootbili ee ee r un puebi dad un estado Besmuseen cuenta Ie confusion con que los auiae pron au expaalclon re nuestras costumbres, Loa es- ies entianden muy bien el acto da mater a un hom- fe. Si ebtd en vuestro camino, af estimdla vuestra pro fuerza y 9! estéis dispuesto a hacerlo, lo matdis. Si fuerte, no hay asnclin social, Paro la idea de que una in de esquimsles salga contra otra poblacién de ener: en orden de batalla: o: une tribu in contra otra pobleciin dispues emboscnda querrers, les-_ag extraia. (peigeadel morece la misma calific hay divisién , COMO sntre nosotros: 5 More ctehan coater Une, meritoria; la misma traté de heblar de Ia guerra a loo 8 de California, pero me fun Imponil ae dn de la guerre 8 ablamdtica. No tenlan an su ture la bese que permitiers conceblr ane idea, de ra: redujeron les gran- taal eee somos Capates de pansar Ne 8 disputas callojoran, eins pare fa distincign ba Me Molen guerra, mos de admitirlo por fuer: ate tiga Of nuestra civilizecisn, “ae un — : sa0s que siguid g fa primeré guerra mundial, Perens que estimy| nel coraje, al altruls- ¢ nvocaciones de valores aupirituaies, sonaban # mcrone! vo estrépito, La querra en nuestra clvillea- nee Meee ee ino nitudes deetructoras a ir igo cultural dado, $1 oe oe ee SI justificamos Que pomeen. no perque la is maérites yo be OQuerra no ea un cago wislada. En todas lon partes ¥ dantra de todos loa niveles de complalided bultural, 68 posible hallar rrogal A jemplon de | _fasuenke olabaracién scoial de un rasge cultern, (leone #0n mils claros donde. como an las regulaciones de 35 bh imonio, por sjamplo, el uso sto @ jas ocorrientes bloldgl| cas. dn social an logia tens uh do completameants fallzado: ido ele unenimided) do todap fas soci humanas en sefalar grupos di nigaco entre low ‘ol matrimonio esté prohibide Ingiin pueblo conocido conaldera todas lan mulers como posibles eapoase. Esto no se debs, hee puesto tan @ menudo, «un empefo an prevenir al fl agin nuestra mansts do pensar, pues en muchas de la tierra es lo prima del hombre, » menudo |e hi hermano de |a propia madre, poss pradestinad parientes a quienes e¢ reflere la prohibicidn, dition niflestamante entre pueblos distintos, pero todas |ea cledades humanas sotablecen iqualmente une rastricoiénd Mingune idee humana ho recibldo, en le culture, alabo: oldn mas constante y compleje que la del inceato. grupos Incestuosos won a manude | cies on mente. mds importantes en la-tribu, + los deberss de cad Individuo en. relecién con cualquier otro estan deft i au respective posicién en une 8 grupos. Estos grup ncionan como unidades en las caremonias religicsas on los clcios de Intercambio acondmico, tune a9 gerard al importante pape! que hen cumplide on la histor Al regiones traten e! tabd dal incesto con deraclin. A pasar de les restriocianes, nimero considerable de mujeres suscantitl con un hombre. En otras, po qui tendido par una ficcién aoclal hasta inclulr vasto ndmaro de Individvos @ guiense no cabe atribulr antepasados munes y, en consecuencia, Ia eleccién de odnyuge excealvamente Iimitada, Esta fleclén social recibe expr ain inequivoca en los términos de perantesco smpleados En vez de dietinguir el parantesco lineal de! colatoral como lo hacemos en la distinclin entre padre y * t mano y primo, un solo término signi literalmante “ho bre dal grupo de mi padre (parentesco, localldad, etc.) J de su ganeracién’, término que no. distingue entre |innaw directas y colstorales, pero’ que hace otras distincionen oe f nosotros. nos son extrafas. Clortas tribun del atralia Criental emplean con enorme frecuencia sate Namedo sistema clasificatorio de parentesco. Aquallos quienes laman hermanos y hermanos, son todos los de B® én en quienes ri “entegoria de primo o alga parientes de la propia genersciin do nos ¥ ee manera de considerar el parentesco no es rare mundo, pero Australia Gene, ademas. un horror sin al matrimonio de la hermana y un desarrollo sin jo de jae restricciones exogémicas, Asi los Kurnal, ‘sy sistema de parentesco extremadamente claaitica: Ho, siemten el horror australiano de a relacién sexual fen Sue “hermanas”, esto eg, con las mujeres de propia enerociin qua en algin modo les estan 2 Sayer dani a esto tiene; jos Kurmal vestrictas Has. ‘do localidad en [a eleccidn de conyuge. A veces dos |o- ealidades, de las quince o diecisdis que componen la tri: ‘i intercamblar lia mujeres; y no pueden tener ningun otro grupo. A veces hay un grupo de focalidades que pueden intercambiar con otras Mas adn, como ¢n toda Australis, los hombres un’ grupo. privilagiado y sus prerrogativas se al matrimonio con ins mujeres |évenes y atro- ‘consecusncia de estes regias, naturalmente. ccecie local ae por prescripciin m una is no eat electada por alguna. ence cen fees que 8 traves del parentesco con su hermans”, o ye estd pactady para un hom ‘sath vedoda por alguna razén monor. duce alos Kurnal a cambiar la formula de ices. Inalaten en ellas con muestras de so, el tnico modo en que unualmente puc 64 sublovindose contra las reglas estableci- Dae jer fa miss gabe que hi Fi M8 persecucién, y 8! la pare) , ambos son muertos. No es obstécule 2 elle zd todos los perseguidores ostin casados en indignacion moral ea muy grando, Hay, sin , Ui isla trodicionalmante conocida como ssilo Perefa puede llegar alli y quedar hasta el un nifio, a@ lo recibe de nuevo, con acusa- ri 66, pera puede defanderse. Despuda que una palize, entra-en situacién de gente casade gon aus print a i a = j m HE B2s8 7 | fie ze 2g 3 re : 1 3 . a su dileme. cultural en forma baw ido y complicado un aspecto pal Heular ia conducta, aunque saa un riesgo para lo $0 cided. Deben modificarlo o tratarlo con un subtertugio. ¥ usan un subterfugio, Evitan la ‘extincion, pero no ter una revisién de sus rogles morales. Esta manera de tretar las mores nada ha perdido con-el progreso de hi clvilizaciin. La generaciin anterior, en nuestra propia villzacién, mantenia la monagamia y, 2 Su vez, Sopol la prostitucién; los panagiricos de le monogamia nunc fueron tan fervientes como en los des dias. de lo barrios de luces rojas. Lon sociedades sips han jus tiflcado Ina formas tradiclonales favorites. Cuando @s rasgos desaparecen porque ya no sor cumplides: forma de conducta suplementaris 83 requerida, gana se airva aparentamante @ In forma. tradicional come si In conducta suplomentaria no existiers. Un examen 6 yuelo de péjaro de las formas: cultur jos humanas pone en claro lo orréneo de diversas con cepciones corrientes. En primer lugar, las instituclo que las culturas humanas construyen sobre las sugestl nos presentedas por el ambiente o por jaa necesidi fisicas del hombre, no. ros) lan ei Impulse original ostrachamenta como con facilided lo imaginamos. & sugestiones non. en realidad simplas.esboros gener ina lista de hechos simples. Son potencialidades minh y la alaboreciin que en torno 6 ellas 98 la por muchas consideraciones extrafes. La guerra os Ia exprssiin dol instinto de pugnacided. La pugnaci es una sugestion on ae ‘en el equipo humane, an ia prescindir aria cualquier expresién en falaciones Intertribales. Cuando se la convierte en 1 tucidn, lo forma que adopta sigue linens do pensamie distintas de nquellas que estén implicitas. en el impul original, La de las cos! do chazado. Tal viaién de lon procesos culturales requiers muchos un toque que también puede ser de nuestros: olén de que ea in formas tradicionoles particulares. Clales se destacan segdn esta manera produce es dic nocidad no 23 mis qua ol toque al conjuntd con la forma especial ‘on nuestro sistema partlew Ex una motivaciin muy peculi i, ‘fwestra propia sone scree o mado caso, 0 le contundir la cuestt Se ‘como 91 fuess abunto de valores holsaocs ee El autosostenimiento @s-un'motivo que nuestra 6n ha sdoptedo. Si nuestra estructura econdmica c de modo a este motivo ya no sea un Impulao jin potents como fue en Jo era de la gran colonizacién etrialigmo expansivo, hay os OtroR motives a merian acoplados en funcién de una orgenizaclén-eco- nica modificads, Cada cultura, cada era, explota unas de un granindmero de posibilidades. Los cambios pn ser muy, inhnenscntizadates 6 Implicar grandes pero-esto. es debido a ta dificultad del cambio ¢, no al hecho de qua nuestra edad y pala hayan o con la iinica motivaciin posible capar de con. vida humana, El cambio, debemos recordar, ea a pesar de todas laa’ dificultades. Nuestros frente 4 Svcs stanlanas ‘en [a costumbra gon n me roparcionados. Las civiliza egmbiar mucho Tala Taicclenisies tee a coateier mena hoya imaginado o tenido ls volunted de ary hey pruebas do ifica fuertemante “famblar: y también son lentamente practicables. Los ma- fores cambios que ocasionan hi nares ey tanta protes! mig sal area, {a Sreclonte aeculerieacion en mice judades, ol predominio del partida d més, porktan ser adoptades nee a "patton de cultura ligeramenta distinto, Haciéndose tradi. lea, tendrian la misma ri : 5 : Iqueza de contenido, la mis- Es aborts See las normas mds vielag tuvie- La e ee del asunto es, mia blen, que son muchos motives ¢ instituciones humanag. i simplicided o complelided cultural y tuo le ate Sonsisto an la mayor tolerancia frente # sus dl: agp Nadie puede participar. .planemonte on una menos que hoya sido on_olln y haya ears Gat Fa ne ae ut tengan, para 8 felpan mime slgnificacién Que reconoos ao ‘Buys eee 3 2 a de in cultura no resulta solamente di is facilidad con qué las socledades olaboran © rechnzs posibles aspactos de existencia. Es debida a un comale antrolazamianto de rssgos ‘culturales. La forme dltima cualquier instituclén tradicional, come fo acabamos. ¢ decir, va. mucho mis ioios que el impulso pases orig ie. modo ef nal. Esta forma depe en gran madida, que el raago 86 ha unido con otros rasgos de dite campos de la Jencia. Un raago amoliamente difundide puede eater do da creencias religiosas en un pueblo, y functonar 0 importante de su religion. En otra zone pus @-por completo con el Inter por eso, un aspecto de su ri Las po idades son ilimitadas y las tan & menudo desconcertantes. La nal ser complotamente diferente an iss diveres zones. qin loa slemantos con Ina que se ha combinado, Es importante poner en claro este proceso para otros mismos, porque de otro modo eseriamos faclh on is tentecién de ganerallzer en una ley soclolégics resultados de una combinecién focal de resgos. o sup Gramos que su unién es un fandmeno universal, El'g fF arte pldsticn en Eur tuve motiveciGn igiose. Loe artistes pintaron y di oe raliginaos que eran cién de ese perlodo, La @atética europea mode: completamente diferente al el arte medieval hublera: puramente dacorativa y no hublera hecho causa o con Io religién Histdricamente, as grandes tendencies del erte estado a menudo aeparadas do la motivacién y del religlosos. &] arte puede hallarse completamanta 5 do do Ia rollgién, aun donde ambos eatin muy ilados. En los pueblos del sudoeste de los Estados . dos, las formas de arte en le alfaroria y @! tejido me el respato del artiate de cunlquier cultura, pero 9ua nee Hevedos por los sacerdotes 0 colocados los aiteres gon burdos. ¥ Ins decoreciones rudas y no tiliedes. Los museos han sabldo desechar objetos religl nos del sudosste porque estaban muy por dabafo‘del nivat racion entre arte y raligién te 10. 68 los Pueblo, Tribus de Sudamirica y te ja misma distincién, aunque is fundan an reog. Mo ponen su destrers artistica al ser- Sirs wee an encontrar las fuer ‘ ‘ante esunto local, en la relk fo han hecho @ vecas los mis viajow orien ae necesitamos mis bien explorar la axtensién an que in interpretarse mutuamente, ¥ laa consecuen- combinaciéy trae a le ver para el arte y le La interpreteciin do diferentes samy oe ‘su consigulente imodificacion, puede pelts ail tog aspectos de fo axistencia: a! sconémico, al jaclones sexustes, el del folklore, el de In cultura if de la caligién. El Cae ck pueda ser |lustra- 3 le los. resgos retigiosos difundicdos entre los norteamericsnos, Al norte y al sur del continente, jan cultural, excepto en los Fueblo del -aud- fr sobrenatural ara logrado en un anauelio 0 we visidn, El éxito en ja vide. segdn sus creenclas, eae * ‘contacto personal con lo sobrenatural, Le } poder pera toda la duracién de ia vida huma- on eigurias tribus el hombre renovaba constantemente personal con los espiritus de nuevas visiones. Ya ei eaters: 3 un Pareto Saori fo adoptaba como o ey ira él nece: ace ees y¥ obligactones da aa ite con cide a eerie ie tenis tia darle obsequios, En retri: i a uta dabe los poderes especificos que io L gran zona de la América dal Norte, este Blajo apie quardiin tomaba forma diferente. de ‘Boutirdo: ee ee erek renee Oe le-caulta con ios que rhoriio es Pesamonte asoclado. En mesetas de uli eh ica ge entrelazabs con Ins ceremonins ; eps is de aus acehamos de hablar Mucha ishachas ne diriglan en la adoleacencia a las Una Dreparaciin magica, Las ceremonias ay a vaste difusiin al norte y al ‘ ciflco, y an ja mayor parte de esta rs gién eran completamente distintas de las praécticas q esplrity guardién. Pero on ta Columbia Gritanice estab entrelazadas. Lo culminscién de la preparacién magica ¢ In ndofescencia en fos muchachos, ere la adquisiclén ¢ un eaplritu guardifin que con sus dones dictaba lo pre sién dol joven para toda su vida. Se hacia querrera, f chicero, cazador o jugador de ecuerdo con el visitants brenatural, También lag muchachas reciblan esplritus gui dianas que representaban sus debores. domésticas fuerte es la exporiencia del enpliritu gquardidn antre puables modelndos por su arocinalén con el caremo de le adolescencia, que los antropdiogos que conacen: regién han sostenido qua todo complejo de ja vislén @ tra jos Indios americanos tonia su origen on los ritoag Is pubertad. Pero no hay,entre, ellos, consxién, genéti Esnin localmente entrelazados y, an le comblinacién, It rasgos dé uno y otro han adquirido formas especiales saracteristicas. { En otras partes del Continente, ¢| espiritu queria no es buscado en ja pubertad, nl por todos los jo L de Ia tribu. En consacuencia, e! complejo no tiene en cultura: relacién con fos rites de la pubertad, aun sto oxisten. En Ise tlanuras de! sur, son los ho adultos quiangs deben adquirir sanciones miaticas. Ee ee aane onan ryan ritos de la pul . je ea an! grupos por parentesco, on las qua ta Sascendencin zada a través del padre y se prescinde de /a |Inea Estow gr de olan tlenen en herencia cemdn uns dicién sobrenatural. La leyenda de cada clan relate su antepasado bused una visiin y fue bendecido p animal a8 nombre ha heredada el clan, EI ote del clan del majilién bused siete veces. con Nigel ‘sua ojos, una bendicién sobrenatural, Por tin majilidn y te hobld dicténdola: jOh, sbuelot aia Loa pequevies no tienen con qié hocer sus cunrpor. Fsaglbnl singeoea Beer bed hace paquefioe ro thenen nada con over Que ioe nequefios hayen bus. cberpoa dt mi, irae hogan de ml eve cooper Calpain lila eciaaolladl ta loo miterins dines thenen In fiers para ver tos [rastros que dojo. paquets hogan de mi aus cuarpos Pei ie cloves, padré var af rantro que dojn Etre essa gentes se encuentran los elementos fami ‘do In bdsqueds de la vision, pero ella fue alcanzada a imer antopacado dal clan, y sus bendiclones son jee por Un grupo: de parentesco consanguineo. Este aftuacién entre los Osage presenta uno de los complatos del mundo del totemismo: la aa nldn de la organteacién soctal y In veneracién rali- ‘Gal antepisado. El toteminmo es descrito en todas del munde, y Jos antropdlogos han sostenido que dal clan sé ha orlginado en el “totem peraonal” een. Pero le situsctén es exectamonte. ond- iss mesetas de la Columbia Briténice, donde dele vislin 66 combina con los rites de la , A010 que aqui se ha combinedo con privile- tarios dei clan. Tan fuerte se he hecho este jackin Gun yo no ae plansa Ie visién dé a e poder automdticaments. Las bendiciones de |e ~slo-son alcanzadas por la herencia, y entra los ge han aparecido largos canton que dascriban loa en- as del antepasado y detollan fas berdiciones que ao pueden reclamar en consequensia, Batos casos, no as solamente a! comple: Nialén el que recibe im cerdcter diferente on Gist e SegGn se entrelace con los ritos de la pubertad Organizacién en clanes. Las ceremonias de le acuncia vis “organizeciin social estin. Igualmente co- ia por sl entretejide de la bdsqueda de In visidn. ‘nternesién e3 mutua: El complejo de visién, loa ritos Pubortad. 1s organizacién an los clancs y muchos que entran también en estrecha releckin con etn. son hilos trenzados an muchas combinaciones : a a3 enoles de lea diferentes com de este entrolazamiento de ras ~ En jas regionas de que acabames de hablar, tanto Gade la experiencia scllaiea estaba Ih gon los ritos. de la pubertad como donde estaba ligeds por lo eens olén en clanes: como coroleria natural de practicas Sepclades—, pueden todos fos Individuos de la triby recl- bir, de la visién, potencla para el éxito de cualquier em ee E/ buen resultado en cualquier ocupacién era atri: ido —a pedido del Individuo— a una exporiencis de vie aidn. Un erie ‘9 un cazador afortu extralan 30 ila, como lo hace un hechicero exitoso. De lacyerdo. con su dogma. todos loa camines de la prosper dad estin cerrados @ quienes no ian logrado tener un pa frono sobrenatural. En Galifomin, en cambio, In visién era In defansa pro- fesional del hechicero. Lo sefisiaba como una persons aparte. Por eso es justamente en o58 regién donde sa desarrollaron los aspectos mig extrafios de esta elon: cia, La vision z no era une ligera alucinacién para la cual a se prapararin la situacién mediante al ayuno, Is tortura y ‘al aislamiento. Era una experiencia de trance que com india a los miembros éxcepolonalmente Inestables de ‘9 comunidad y especialmento @ las mmetee Entre los Shasta, [In convencidn es que solamonte les mujeres fue ron bendecidas, La experiencia requerida ara dafinida- mente cataléptica y llegaba al novicio despuds de un sue- fo preliminar que ja prey al camino. La mujer cala al suelo sin sentido y righda. ‘Cuando sea recuperaba | tnanaba sangre desu boca. Todas las ceremonins por las cuales, durante afios después, hacia valer su pretensién de ser hechicero, eran otras tantes demastracionss desu adeptabilidad a posturas cataléptices y se las consideraba: como la-curscién salvadora de su vida, En tribus como los” Shasta no solamente la experiencia da la visién habla cam biado su carécter en una violenta posicién on diferenciaba: a los profes! ioe i que cardeter de los hechiceros era iqualmente modifi cado por la naturaleza de la experiencia de trance. Eran’ dofinitivamente lox miombroa inestables de ia comunidad. En esta ragién, los tomeos entre hechiceros tomaban I forma de danzas, esto o9, oe trateba de var quidn reais- tire maa en uno danza la postura cataléptica que Inovite- a blemente fos dominaria. ‘Ambas, sion y la hechicoria, han sido profu fo! estrecho parentesco on que han entrado, La com Binecion deios dos rasgos. no menos que ls cormbinacién oe ie one tere de - vistely ca rites de la pubertad 6 fa organizacién en clanes han modificado dr qmbes campos. de la conducts eae Del mismo modo, en nuestra propia civilizacién re- sulta histéricamente clara la separacion ontre [a Iglesia fa sanclon del matrimonio, aunqua ef ascramanto raligio- go dal matrimonio dicté durante siglos loa procesos de acclén tento en te conducta sexual como on Is Iglesia. El cardcter {iar del matrimonio an esos sigios era debido el enlazamianto de dos rasgos culturales. esancial- monte no emparentadoe, Por otra parte, e| matrimonio ha -sido a monudo al medio por el cual tradicionalmants sq transferia la riqueza. En cultures donde esto ocurre, la estrecho vinculacién dal matrimonio con ls transtersnola econimica puede dhbrir dal todo a! hecho de qua el ma- trimonio es fundamentalmenta saunto adaptacién se: xual de crianze de fos nifios. El matrimonio, en todo caso, debe ser entendido en relacién con otros rasgos o los oy se ha asimilado, y no hemos de-caer en la confusién pensar que @l matrimonio” puede ser ndido en pee eee ene la misma serie de ideas, Dabo iversos Compone ecar @n_el rasgo resuitante. coats crude Necesitamos en gran medida de hobilided para des- componar ios rasgos de nuestra propia horencia cultural on sus varias partes. Nuestras discusiones sobre el orden social ganarian. en claridad si aprondidramon a compran- der de este modo in complejidad de musstra conducts sun mds simple, Las diferencias raciales y las prerogatives debidas al prestigio se han anlazada tanto en los pueblos anglossjones, qua no sabemos seperar las cusstiones blo- legitak de raza da nuestros prajuicios socisimante con- ictonados. Aun entre naciones tan cearcanaments empa- rentadas con los anglosajones como sen lox puablos: la tinos, tates prajuicios toman formas diferentes, da modo qué 6n los palaes colonizedos por Espofia y en. isa colo- Bias: beiténions. fas diferencias raciaioa no tisnon Io miamo plan ficacion social. El eristianiamo y la posicién ce las eres son, Igualmanto, rosgoa histéricamenta vincula- 45 han actuado entra st recipce See" Me \eved! 3 modes, La presenta al ia. ag mujeres. en los. paises oristianos, no 3 del cristianlamo mas ‘de lo que lo fue al aco fa mujer con las tentaclones mortales Ge iInterpretaciones de rasgos OGUITe! q iM . de lo cultura 68 @n rab! i de sue noturalezas. nosy asocle- LA INTEGRACION DE LA CULTURA clones. Paro es muy I que vemos tan Giimente en un taego complelo tambien lo es nuestro Toda Herat du’ condugtit es relattyn. —. Madolacién da la cultura. — horror ante cualquier parturbecion do estas interralacio- Tilencia della ioyor parte da ks obra ‘antrapoldgica, — Lia vinion nes. La diversidad de Ins combinacionas dai conjunca, — ba feacie de Occidante. de Spengler. — Hombre tarminable, y ordenes socials adecuedos eden Fduaticn ¥ hombre apolined. — ba qvilizscién cocidartal as demande construldos. ndistintamente ‘sobre: una gran Intrincsda para ner ootudiods. — Une ‘wuelts por triue primitives: esos. cimientes. [ us diversided da lao cultures puede ser interminable: mente documentada. Un campo de conducta humana pue- de ger ignorado en algunas sociodadas o exiatir escasa- mente; @n algunos casos hasta puede no ser imaginado; 9 bien pueds monopolizar toda la conducts. organizada de Ia sociedad, y las mds extrafes situactones ger conside- radaa solamente en sus térmings. Aasgos que no tienen relacionas Intringecas entre al ¥ que son histéricamente ee ge combinan y se vuelvan inextricables., por resultado una conducts se ro thene duplicado: en regionas Qué nO hacen tales idantificaciones. Cor. corolario, yen cualquier agpecto. de Is conducts que fue- 3a, 50 ostablecen, en cultures diferentes, normen Que ver desde ol polo negative hasta al positive, Pod: é poner we en cuanto al acte de rater. todos | a arian en la condena. Mas. al contraria, pul decir queen casos de homicidio so eeté exento: da culpa sl Ine releciones entre paises vecinos han sido rota, 0 cuando uno mate por costumbre sus dos primeros hijos. o cuando ¢] esposo tone derecho de vide y muerte sobre muertos los que roban un ove, los que thonon primero } nus dientes superiores, o los que han nacido an dip vier nas. Entre algunos puablos una persons sure tormentos por haber causado una mverte accidental: pare otros 04 i anunto sin consacuancias. También el sulcidio puede ser 48 47 Iaulon que ha sufrido algdn Re are eonetaiecnsct> en a “wri. Sor el acto mas slevade y mis noble 2 hombre seblo logre elecutar, El solo relato del sulci lo, f otra parte, puede ser materia de jocosa area Wel acto mismo imposible de ser concebido como ale humans O puede ser un crimen punible per la lay o ca aiderads como un pecade ante los dioses: es La diversidad de la costumbre en el mundo no om in ba algo gua edlo podamos referir y nada mi ah autotortura aqui, la caceria - See ae ty la licencia Lila aiapieatied lista de hechos a ay eres 4 cuales deba ser sal Bele orcs emanate que Meroe relncratan con una norma Saoute ta ao flosalén de la conducto cultural no a eee tance amsmgnanis habe toed tie 2 set fling. culture. como un indlyiduo, peste pees oO. menos coherente pensami 3 Hie cultura hay propésitos sererieristias. Fad fesse monte compartidos por otros tipos de soc! places a estoe propésitos, cada pueblo a a mi ns vibe elegarigs hotorogéneas dovia conducts ada ren patie mayor congruencia. Tomados por une cultura blen Integrada, los actos manos ordenados se con- viertan an nuda: tarmorfosia mis i fodgtos sien ja forma que estos actos adopten an- rec jendo primero las principales fuentes emecionales @ de socle inl al Saati es la cultura no puede ignorarse ‘cOMol: al filese un detalle sin Importancia. El todo, como insiste an campos, no e8 merament F ee een sino el resultado deur unico o1 de ‘dnica: Int ion de las partes que haneecacto ica pave Secours de cahion no ea meramente la suma de azufre y re tres slementos aun See Seon de estos as of 3 4a tural no non mostraria (a, nat fdn, Nuevas potencialidades so han puesto resultante, potencialidades: tes on sus elementos: 7 pletamente distinto de en piras combinaclones, iqualmente, son las. culturae mas que la-suma de aus raagos. Podemos conocer-tode acerca de lo distribucidr do laa formas de matrimonio de una triby, sus danza Fituales y laa iniclaclones de la pubertad, y, sin embarge, fo entender nada del conjunto dé ja cultura ‘que ha usade de estos elementos para su Dropie fing Este fin elige da antre los rasgos yariados de les regiones circundantes aquellos que puede emplear y descarta los que no fe son utilizables. Gtros rasgos foes funde en con! idad con sus eee El proceso en marcha no ha de aer cons- slente durante todo ol curso; pas Pawarlo por alto an al satudio dela modolactn de la conducta humana es. ra nunclar sla posibilidad de una Interpretacién inteligante,. Esta integracién de las cultura no es nt en lo mas minima mistica, Eo al mismo proceso mediante ef cual, 6n arte, 86 produce y peralste un estilo, La ‘arquitectura jn comenzande en lo que era Poco Mas: que un pre rancia por fa-altura y Ua biz, se convirtid, por obra de algdn canon da quato que wo desarrollé dentro desu téc- nica, an el dnico y homogéneo arte dal 4) Ho XI, Excluyd elementos que eran Incongruantes, modified otros para Sus fines @ inventé otros que colnicidian las deseribi 5| hubiera eleceién y pa pee pe mio a ~ ies aireat Fmas de lenguaje, No hubo alocel n-consciente ni pero posite, oo ie ab rina io no fue més que un ligero se: en formos locales y-tecnicas, ao ‘expresd cada voz mas foderosamente, si int rmas mais y mas defini dos: asi aparecié «| arte ‘gdtico. fu he ocurrido en los grandes eastilos artigtions Scurre también en las culturas come conjunto, Tede con: ductn diferente an la obtencién do los medion de sub. alstencia, on ol matrimonio como en la guerra y en el oo de lon dioses, 21 dafinida 9 con las reglas inconscientas de saloccién que 49 la culmra Algunas. culturas, a jos del arte, cerecet de tal Integracion y acerca de-muchas otras conacamos muy poco para Com - prender (oe motives que actuan en elias. Paro jas ‘cultu- ras, cualquieta sea su nivel de complejidad, aun el mis. simple, 16 han logrado. Tales cultures son odquisiclones mas o menos exitosas de conducts. Integrada, y la mara- villg 2s que haya tantas configuraciones posibles ‘La lobor de fa antropologia, sin peat he estado preponderantemante dedicads al a hisie de 6 cule tursles como conjuntos articulados.| Esto se ho ido on gran maedide a ia nutursleza de as mda antiguas descrip lenes etnoldgicas. Los antropélogos clésicas no refle|a ror un conocimiento de primera fuente de los pueblos be mitives, Fusron estudiosos pacientes que tenian 6 ou dis- sicién las anécdotas de viajeros y misioneros y los: re tos lormalas y esquematicos de bos etndlogos mas an. tiguos. Fue posible trazar, a partir de estos detalles, le distribucidn de la costumbre de hacer saltar los dlentas ‘oc la de adivinacién por Is visceras pero no fue posible ver como estos rasgos perticipaban, en tribus distintas; en las configuractones coracteristicas que daben forme y sentido 9 los procedimientos. nace Estudios de la cultura como La rame doreda y los he- bituaies vollimenas einoldgicos comparatives, son exdme: nas analiticos de ee ‘6 Ignoran todos los as: ade le integracidn cultural, Las. préctices retativas al matrimo- nig oa |a muerte son ilustradas por trozos de conducte tures més difaren- ola, differan completamente, Si so3 mentalas, sdlo podremos relacionando al af eatiefacer Te vida ee” Particular con la contiguracién e Hay ung irrealida fran ete ie cotarn Slee weer ae “ e! Onico modo OKT nifieasiin de un datalle dedo te: aoe aoe nes y roconstruccianes postumas. La necasidad de estudios fun os eae: ae eon ieatelanada for blogs ti “eon Pee aaa ‘studios minugiogoa a mani HN pagenlaie stumes de orgenismos qua dobid mies tae eee viviente y funcional, ae 1 fine ee ee cuadros detalledoe ns By ‘pueb sbi ek qi er hecho posible la atnalogia mod: = os a] xtonsg relato de Malinowski acbre | 5 de an Melanesia. Sin embang pe ee porevalizeciones atnolégicas, se eter: reat slagidos ain discriminacién de las tes, y el estudio construye una @ Frankenstein mecanico, con a! ajo ears de Europa, una pierna de Tle jo Tahiti, y los -dedos de is mano y de los ples de regi nes diferentes también, Semejante figura no corresponde: a une realidad del pasado o del presente, A dificuttad fundamental, la misma que, digamos. si la pak quiatria terminara con un catélogo dé loa ‘simbolos de que’ hacen uso los individues nsscopelss ne hiciese el as' dio ‘de los tipes de conducta ins —eaquizatrenia, historia y desdérdenes manlacodapreslvos— # que. perte: neeen, &} papal dal rasgo en la conducta del psicénats, y ol grado an que ss dindmico en a porsonalided total y su relacién con todos los otros renglones de la exper! mica, raligiona y doméatios El estudia de la conducts. cul tural enca taco. aatablaciendo Ia equivelencia de ordenumlanses \ | a0 este cambio pitino comian n Sr a tg eanaalar alo plural openss efi be er gpestae Sa! Studio eto confiquiscign dal con- | tr sus parte: fras-otro campo dala clancia Todor: Wilketm 50 St Nogls. obra de filosafie y paico! Tidad Indlviss do la persona debe St ja. Critica los ebtudios atomistions : tinlverselas tanto en ti patcologia Int Spa er Tera ¢ personal ad. Toda ha. dedicado @ trabejer os . Worringer he re un an fondamental diferencia da oriterio iacaias pag al cal de la estética. ¥ eoteja ae ee don peace oa he See absolutes y lo 0 delinia ol arte en mare ary inaiste, identifi fi lt campos dar expres ‘ n los griegos is acts lacet . buscaron corporl fioa: isan co ses, ‘te Or gad Selene de eparacion fort 9 toma i ae sents ‘comparagionss de Se See tis fea oir uote mas diferencias do Intanci oe Hatica, sie formas fueron opuestas configures oes oe rotes veale ina dé Ing cuales usd de ‘ormas: ¥ bet ) ja otra. ’ eran Inconcablbles en apy nai ‘a La paicologia de ta et (eonfiquracte , echo: ‘gus partes. Los pS! simain an: di cuenta fi ible. ‘elon oan ieee itidos. Las, corinne totalidad % jos simples macen vez. que. fata ceo toriéa, sina su naturalers misms nel bea discontinuldad especifica, dobe tomer en cuanta sus noturalazas di th ane cima dal reconocimiento de los elementos similares: hay en-ambos. La obra de la paicofogia de la Gestalt aa ha cumplido principalmente en e808 campos eri que fa prueba puede ser experimentalmente lograda en el laba- mitorio, pero sus infarenciss van més allé que las simples demostracionss vinculadas a su labor. La Importancia da la rtegrmctoe y de fa configuracién fue subrayads por Wilhelm Dilthey en las ciencias. sociales en fa Gilt pean: ‘Su interés primordial abarceba las. grandes fllosofias # interpretacionas de in vida. Espe- clalmenta en Ola Typan der Weltanschawung (Los tipos de concepcldn dé! mundo) analiza parte dela historia dal Reser para sefialar la relativided de los sistemas loaéticos. Los ve como grandes expresiones de la ve riedad de [fs vida, de los gentog, de actitudes integrades cuya# categorias fundamentales: no pueden ser resualtas una en otra. Arquya vigorosamente contra la suposicién de que-algunas de elias puedan ser definitivas, No este blece que sean culturales las diferentes ectitudes que dis- cute; pero su obra, por tor pera estudio las gram des Son eaceccn filosdficas y periodos histéricos como el de Federico el Grande, ha conducido noturalmente. a Ep ree onocaaroriay mis y més-consciente del papel de la cultura. Este reconecimienta ha tenido su expreésién mis de- finida en Oswald Spengler, Su Decadencia de Occidente debe el titulo, no-a su tama de las ideas de destino, como llama 6 la modelecién dominante de una clvilizaciin, sino @ una tests que no tiene relacién con nuestro estudio pra- Sente, esto @s, que esse configureciones. culturales tienen, ome un organismo, un lapsa de vida que no pueden ox- coder. Esta tesis del sino de las civilizactones es soste- nida sobre la base del trasindo de los centros culturales ‘en la clvilizecién occidental y la poriodicidad da altes con ‘Quistas culturales. Apoya esta descripclin en ia analogs, ae nunca puede ser més qué una snalogin, con_el ciclo fel nacimiento hasta lo muerte de los orgaaismos vivien. tes, Creo que cade civilizecién tiene su juventud vigoro ‘8,su fuerte edad adulta y su sensetud an desintegracién. Es esta ditima interpretectin de la historia la que ge- Heralmente se identifica con Le Decadancle de Ocdidenta; $3 Jar es of complajidades no resueltas , See rose. y original de ee trata. Lae civilizeciones occldentales, ta rt ones np dentro det histérica, su estratificacién en ocupaciones y clases, au las oon Se enies ideas d8 Incomparable riqueza de detalles, no fueron adn suficien- occidental sf femente entendidas para ser resumidas en un par de for apolines, mulas. Fuera de clertos circulos intelectuales y artisticos ue muy restringidos, el hombre faustico, si siguna vaz existe, no tiene su camino proplo en nuestra clvilizacién. Estan jos fuertes hombres de accién ¥ los “Babblia" tanto como los fiustioos, y ningin cuadro etnolégico satisfectorio de Ie civilizacién moderna puede ignorar tales tipos:conatan- temente repetides. Es fegitimo caracterirar nuestra pauta cultural como plenamente extravertida, orlentada @n una normal, —| misma interminable ectivided mundana, an fs Invencidn, an el go- fe os ‘otra. Individuo det blerno, y, como dice Edward Carpenter, “tomando sus a ante poi) ados. nes interminablamente”. Y es igualmente legitimo carac- doy con ‘cumdiro ton terizarla coma fdustica, cen un anhelo de intinito. PaNts, Bu ca eon spsttoHlos, Sol ie eripaeiealeenens jens al sunita de Spengler ip olan er lectytgcaan come Se US Suleete® Se Mu dae etvatias a terna, ¥, a ee Sus praterancion ¥, ex2en a a) nuvigee iD homogeneidad esenctal de una eure prt culminac! 2 ; iva: En ante estado de nuestro conocimiento, los a ty os oe ergonal: ‘gin 4 Solo a datos Histéricos de ts cultura europea occidental son de- eB eS ‘os valores mi tclal masiado complajos y les. diferancias Sool demasiado den ser aleanzacc’ Oe stico an minuclosas paré prestarse al andlisis necesario.. Por su- existencia, &} hombre gestivo que al texto da Spenater sobre «| hombre tdustico rocura aleanzario ; rasulte para un examen de [a literatura y-la flosofia euro puss tet i peas, ¥ suNque Soe juste su ocentuaciin de la relatividad de los valores, su andlisis no puede ser definitivo Fed i que cabe trazer otros cusdros iqualmente villidos. sobre la wisiGn Lb it io pectivamente, quizé see posible caracterizer de modo ade- alabora: for da también uns ol ‘ ci un conjunto eases connie como. Civilizacién io eitren feusticn, Spe ee ge vole a ai Tis Occidental, Pero s pasar mportancia y la verdad dn del eagipeio, a onte preserita send: dal lade de Spangler de Inconmensurables ideas do dose por une estrada © inexorablerioces oe Hn musrte Ghelios-al Crassrie ln tonstive de lrtorpreian et cance leger por fr me dualisma de a te arm en términos de algdn rasgo dado termina on jo-apol Sonfursién. \ 8 RLMIO OF quiteclUrs, to, mits Una de las justificaciones filosdficas para el estudio nico: palates Apter da estes Bras aresen fl slow fase ies: Beem oe que fon Aeeaparoe ce fas \ ul iodos da ie : ras mas aimolon jen en claro hechos.5o- sees gpuestns de diferentes perio’ (modo oba cesconcertanten (a! lissocaal a q jos volimanos See = tac Snenk chdental. in vo! a comp! in. ningung parte es esto mis a ron manora de 6u verdadero que traténdose de las configuraciones cultura- intivas que modalan Ia existencla ¥ neamlantas i, ‘emociones de loa Ind- viduos que particlpan en esas cultura. Todo. el da lo formacién dota paute de bajo la intluencia de la costum major comprandido el presentarse @ Trev los pueblos mos simples. Esto no sl hos y procesos que jemos. a ir esten limitados en su aplicacion a ies clvilizactones pri mitivas. Las contiguraciones: culturalas. son Iqualmente noactivas © iqualmente iearitien an las socledades més. olevadas y Mais complejas de. que tenemos Gonool- miento, Pero aqui al material 65 demasiado intrincado y demasiado carcano a nuestros ‘ojos para poder conside- rarlo con éxito. =_ ‘La comprens! procesos culturalea see mediante un rodeo, los serea humanos y sus inmedistos Saino animal fueron demasiado Intrincadss ‘an el establecimianto del hecho da 4 blolégica, empled Darwin en lugar de elles Ia estructura de los escarabajoa; y. asi, los -proceaos que en ta com fiaies del homb re son confuses, 92 hl Cieton trangparentes an au idgica al ampiear un materia més simple. Lo mismo ocurre can el estudio de los me canismos culturales. Necesitamos todas las luoes que. podames obtener del estudio del pensamianto y de In com ducts tal como estin ‘organizedos en los grupos menos complicados. He elegido tres olvilizaciones: primitivas para descr birlas con align details, Unas pocas culturas entendidas coherentes organizaciones de conducts son més trativas que muchas tomedas solamente en sus culminantes. La relacién de tas motivacionss y fines los renglones sepa da le conducta cultural, en al cimiento, an la pubertad, en el matrimonio y on ls nunca puede ser en claro por una vision que al Btenernos 8 une Taree mi que a + ambiciosa, a ia Interpretactin de los multiples de unas pocas cultures. pleja organizacion vv LOS PUEBLO DE NUEVO Mexico: | — Franent onl * :— Reealo de ie aie Se seated a, ae cua \4ad at hombre: coh’ al Universo, ca aenemunme Ero we snails, = Los Indios Pueblo blos. primitives Hirt = e doeste consti clvilizacién occidental. Vive neice on i ampllamante conocidos ats en la ee) ooees Pie cualquier Vai renee a yee Leeann castumbras nativas, Sy cul a i a ae la de todas Ios. ‘comunidades in ¥ialio-a afo, ballén viejaa danas dev oe Goes ues x inzas de | deaa de pledra; le vida sigue: Cee en rutinas y lo que han grat tomado di rae ae subordinado a Sus propies acticaiey, flea que an fiabiiey aa erate es irene Ans. Bae eee aulturales, lea views eae ae ade a lemente mumerosas: fueron cant =o fos 2 y Xl pero Podemos sau su Hstoeinumes mnie comienzo en casas de una cada una de | agre ‘én as cual: ay el fondo un camara ceremonial, Es a 48 antiguo, los i amt 1, los Cesteros, ha mp re" peslemog calcular Sy ae ta ee Pusbia ¥ quizds exterminado por la antl ST ecid mucho después de legate = ‘su drida meseta. Tral on ia pee fecha, al ‘conocimienta de la arquitecturs, ride : ina agriculture diversificeda. Nadia ee site. Pa a er ES vale del San Juan, Parece una di junto de lo que fue alli donde cre diganes al norte de in og hoy Estados Unidos y. 5! een te len oe oe clases ¥ parecen hebor sit ME par Ja misma oly aren en ol mi Been aca "igs: viviendas en Ina rocas © do: icirouleres vale tse oa cls is cavaban en la abrupts fedar ae sone ides 5 fondo rde a clentos de ples ee ibitaclanes. finan pana 8 cireane an Neca ey oles de todo suministra) ih lejos de hers iho sarins sl fueron Pee esas. Bk ¥ I bierto de una terraza hacia adeotra, a applardenshe ramonlples & fa vauparficie de los grandes tas. ese Simares cemonialss, has Cran hundide en la tierra, ¥ de y pertacis. abate ao ie clulizacion Buna f pond antes de que los aventuireros iuiscs de ciudades % ches di =e bleran venciio, Cuando Ileasron ' abandonado sus grandes civdedes sem dra; se instalaron 2 fo larqo del ric Grande en nideas que ecupan ain. Hacla ¢l este estaban también los Acoma, fos Zufl ¥-los Hopi, los grandes Pueblo) occidentales, La culture Pueblo pouas, entonces, tras de sf, una lat ga historian homogénea; y tenemos especial necasidad de sonocerla porque la vida cultural de estos pueblos es di- ferente de la del resto de Norteamdrica. Desgraciadamen- te, la arqueclogia no pusde Ir mds-allé-y decimos_cimo fue que en esta pequefia regién de América llegara una cultura 0 diferenciarse gradualmente da. todas las que la rodeaban, y como slog @ expresar cade ver mis. rotunda monte uns sctitud eoherente y particular frente a la. vida. No podemes comprender |a configquracién Pueblo de lo cultura sin cierto conocimienta de sua costumbres y devids. Antes do discutir sus fines culturales, de- bemas poner en clano brevemente fa mrmadura de eu go- cledad, Los Zufil gon un pueblo ceremontoso, un pueblo que ‘estima [a sobriedad:y la callded de inafensive por encima de todas la» virtudes. Su interés gira en torne de su rice y comple|s vida ceremonial, Sus cultos de los dioses an mascarados, de la curocién, dal sol. de low fetiches. sagre- dos. de la guerra, de la muerte, son conjuntos formales y eutables de ritos, con sacerdotes oficiantes si oeaenvans: cles de calendario, Ningén campo de actividad complte on el ritual por el predominio de su otencidn. Probable- mente, la mayorig de tas personas adultaa entre los Pue- blo occidantales Ie conceden Ia mayor parte de su vida. Requiere el recuprda de una cantidad de ritos Se elén verbal, que nuestras mentes menos odiestradas en Cueniran desconcertantes; la ajecuctén de ceremonins mi juciosamente dotalladas que gan seficladea por el calen dario'y complejamanto enlazadas con ios diferentes cultos ¥ al sestpo gebernante mediante un sinfin dé pricticas stas. La vida de! ceremontal-no-aolamente reclame su them i PreoGupa su atencién. No sélo los que son responsa- fea dal rituol y los que participan en él, sino todoa los es del pueblo, mujeres y familias que “nada Henen”, es decir, que no tienen posesiones rituales, hacan fcr, Sobre al su conversacién diarta. Mientras sa desarro- © Dormanecen todo ol dia como espectidores. Si un E) r ia aides Ingiste una y otra ver én Bus ‘qrrores de ceremonial veh loa deriveciones de su defi clencle. ,£1 sacerdote de los dioses jos ofen- fig o sigan sar Sobrenatural? ;interrumpid su retiro yendo @ gu hogar para encontrarse con au rile ‘antes de haber transcurrido los dias necesarios? Estos son los temas de convorsacién en la aldea durante una quincana. SI un nue: vo personificador lleva una pluma nueva en su méscal slic clings toda conversaciin sobre las ovejas, o Ins huer- tas, 0 6|, matrimonio, a el divorcio. Esta, én por el detalle on bestante légica. los Zul son consideradas co- “ aturalmente po- derosas. al procedimiento, 4 a} hébito del dios enmascarado os of tradicional hasta ltima detalle, si lps ofrendas aon impocables y si les pa labras de las plagarias, que duran hora, son iiteratmente dbtiane un efecto de acuerdo con los deseos = Igiosas de parfectas. del hombre, Uno —aegin to expresion que cémo”. De siempre tienen @ flor de isbio— ha de “saber : acuerdo con todos Jos cradon de su religion, 68 agunto da la mayor Importancia al que una de tom plumas ta de la mascara hays sido del lomo del ave en vez de serlo del pecho. Cada detelle tiene su aflcacta ica. Loa Zuhi tienen gran confianza an ls magia imitative. Durante los retiros de los sacerdotes para que Hlueva, hi cen rodar piedras por el suelo pare producir el truano: roclan agua pera cir to Huvia; un recipiante con agua: os colocado en al altar que la fuente puoda llenares,, baten os de mnubes pune a aqen ‘en los sielog;‘al humo del tabaco es soplado Gances de los disses enmascal bran con [a “carne” de los seres sobrenaturales, onto 68, con gue colores y sus méscaras, y por esta mer ko diosea son obligados a conceder sus bendiciones. es tabd con el fin do faci recto al cual tb ba Hesitation ice. ie su fel cumplimiento. Ea al acm cad moro de Gsas plogariag Cadi lee Tan mae ne gagionas ceramonteles dal od a ao a ; recitante que conduce a la cul fieador, la reunion de ramas de la plegaria, ta Ngadura de pare len estacas do ‘sauce br futelyalpeln ao las plumaa de los péjaras mee a6 los dioses de battne do hon Neca ae do pl i ers amon eens rete ec religiono original pe tie aries Buscande alld @ fo bingo de | unos fas cursas del rio. sinner i i a palasos del verenc. forme: forme humane. a:mia estucss ‘de plegaria ites i ; : : = z 61 ‘del nce 64 una -atusion Hay a cannes. piaasries org ue “ ae Ee oy jan plegariss porsiet Tied de alargarias o ecortarlan, rigs, ls expresion que lis di tre los Zuni Ine habltaciones é llegan, es ‘lleno de agua”: sus escaloras son “escaleras de aque” crdneds tomados en lo guerra son abrigot iter 5 fos perl. | sud ca gon notables por SU. intensidid. a siempre i forma, edo idiando una vide o fe FE na taroa, smperp 4a We wiotennle: ‘Aun los a ey Ge ts querra concluyen au pleqaria Lin Los muertos, tambida, retornan en ies nut trayendo la bendicion universal, Cuando nates ae fa yarano nubes da libvia aparecen on al cielo, dicen las gen- era Le J a Yuestros abuelos”: y la referencia no. tes in ales muertos, impersonalmente a todos los a ere ren intepasados, Los disses mascarados también son la iluvia. y cuan datenn obll va i gar 8 8u propio sor —la lluvis— a dascender sobre et puc- Linders fan sar aun ammpare Pes ae acareatnn, wa = en-au iste ante Ips altares, ‘ : in ¥ sin apartarse = a ic oa das an bulge Berarecen (opus a lurante ocho diag, pusdan loo Be ‘Op cual resin cris i ioe bes Iqquiler que seperits parmanenioments, pare Ot errr cal patigr. peer ees mga pase a comlae todow ear WMOR. | iy fan eden guns gal aqui on Thwana t, ‘al Togar de parmanencia dé vunstros padres, jt Set cee ave fs aoe oo ellos ritum Fuchs dol Anvaneces ‘con de spun eonducan al hago vendrdin jurctns., sce ms we : apie poddla Begeninon saan, Wart: Sin embargo, ta lluvia es solamente uno de | aapec: fon do le fortilidad por ia que se rezan conttentanesite plo ee eee el ea en las huertaa y el r Son te on BS io en cuenta _ leeks tiem: con mi $i so lee pregunta sobre te finalided do cualquiee ee 38 espu servancls ilgiose: Henen al punto wna & Que Hever un nite sobre le oapaida, to, une respuaats ene ate sobre uns tabl sora qua vee. £ete ea, naturalmentes petitud 2 fevings we bor eae 6 manos eonvencions) Te itidad ab por encima de | (on otro. fn Yaedo adelante, jamante fos. dl ‘# Sus medios de ‘dadiva de los isito pri medios de promover Ia fertilidad sen. como ve | ia bene ‘sets gn ae eriteiog teanamente simbGlicos @ imparsonales, pero Ia I desarrollo as Sse, dona ede Soe de ede ai tos rmusci 17H Medio", of mombre cordmonial de Hunt, el eairtro dil mundo, 63 nial que preceups Ia atanclén de: bos Zuht ‘organizada como serie de enaranajes qué $8 Co fresponden, El sacerdote tiene sus objetos gagrados, sus ratiros, sus danzas, sus plegarias; sa programa de dura- ‘elén- anual es iniciado ‘sho con la gran caremonia del solsticio de invierno, ceremania en la que participan tos diferentes grupos ¥ shea sagredos y abarca todas 8us funclones, La sociedad tribal del dios enmascarado ene posesiones similares y similares. observancias del calen- dario, que culminan en ia gran ceremonia tribal de Invier: fo. del dios enmasearado, el Shalako. En igual manara,) las soctedades de medicina, con su especial relacion con fa curacién, funcionan durante el ao ¥ tlenen su Cerermo= nis anual culminante para la sal cultos moyores de la vide ceremonial Zufl no 26 excluyen mutuamente, Un hombre pueda sor, ¥ 45.8 menudo, miem-=_ bro de los tres eq gran parte de su vida. Cada uno de ollos le do Hropiedenes saqradas “para vivir por ellos” ¥_ exigen conocimiento exacto del ceremonial. Loé sacerdotes estan en el nivel més alto de twsantidnd,” Hey cuatro sacerdocios mayores ¥ ocho menoras. Ellas “iantionan 8 aus hijos? juntos’. Son hombres santos. Sus envoltorios mddicos sagrados, en Jos. que reside su poder, son, como dice el doctor Bunzel, da “santidad [n- dascriptible”. Estén contenidos en grandes recintos clk: biertes, en simples habltaciones Internas da les casas de jos sacerdotes y consisten en pares de tubos cublertos, ‘el uno Wleno do squa en la que hay ranas mindsculas, | al otre con granos. Los, do! yardes 2, yerdas de sipoon no telido, Nadie entra |amias fn la cémara sagrada de! envaltorio del sacerdote mdditt excepto los saverdotes para cumplir sus rites, y un& mi jer cargoda de afios de la casa ‘de la nifa mis joven, que penetra antes para llenar al ervoltoric, Quienquiera que antes, po importa ef motivo, sparta sus mocasines. os sacerdotes, como tales, no reallzan ceremonls piblicas, aunque en gran ndmero de rites su presench necesaria o bien son iniciadores en los. primera ps asenciales de la empresa. flog sagrados gon secretos y sacrozentos. En jumlo, do In Iluvia es necesaria pars el trig, que en cme é gloanga més o menos a un pie sobre el suelo, ® Es decir, al peablo de Zufit, ced ln serie de retiros: Con cuando e! precedan' yea dal. culte stlor ¥ gel cake'de Ii guerra. cluidos en ésta serie de ratiroe terminnde. Ellos han bend lo con eee retiro ha Aids Su aeaid din abovade en todos lee camiton Wc at ca ne blegarias que ‘hen reek Soe recibido respuesta: ne ae Todor tile hijéi onc 3 (on elt ye Ceaciandinn It oncalern, ninguse de sllda.podra: caar de mi’ pufo deepuen que aus vi 4 Se ot Sins Se La At pera que vfs Toe emamlenton Posen sar plepados a atic hechiceria, Para nuestra sontide de ee hn : se ae, carecon de juriedieciin y autorided, lad, al culto do fos diogas Lee i ria Pane a popy- 8s ugar on is efeccién de los Zuni, y Horece hay como el verde Peer aBes joes ery F cvekenics ae emia me tos Kachinas, y jos scare ra on stural +5 porgonifieados en fe felecarea mundo sobrenatural : in alae dtr aurebr de danzentes -Zuhi santidad, 3 oboe eee necesario qué su culte asté completamen a ae nzentes come tales, Lox diossd 4 Sy ae oeieh sotrecatireles an feliz carmeaiae an viven an al fondo de un logo, lejos, en el dew ierta. ¥5e dal sur de los it. ethane meat ere Signitics, ‘a . Parson! bor ‘080, canes ‘el Blaser mas deacan. Un omnis: cuando &@ pone Is mascara dol vie ae cone or see ger sobrenatural, Ye no 5 ae eleiee el arte que 66 ee aie oe ties oe ake estrone No solamente danra, si observe un fetiro esotérice antes da la canze, y pla estecas de olegaria y observa continencla. . Hay mae de un centenar de diferentes dioses anma: arados en el pantedn Zufil, y muchos da ellos son srunet de danza que llegan en equipos de trointa o ms Hay See sere ube foe furl coraideren atroey aBo}s Como ; cons! Reeeceieee certo tan os Indumentaria, ui aN on ie eau da los dioges, mitos que ralatan sus proeias, y cefamonias an las que es 6spi pre Las danzas de jos doses enmascerados son ne tradas y conducidas por una sociedad tribal de ee ns varones adultos. Las mujeres también ST an ae i iver sus vidns", pero no 68 1 a crcluldes por ningin tabi, pero ta eae Ips mujeres no-es corriente; la socieded solamente : hoy con tres mismbros mujeres. En la medida en aie « tate Tareas Cla ust toe bcrclnem esnh crgenios Ae en geieries| ose uno con su kiva o cémare cere: monlal. Cada tiva tiene sus oficiantes, sin danzas propiss- y §u propia némina de miembros. 86 El ser miembro do wha u otra wecuansia do la slecciin da un padre ‘ofremonial para el nifio, en el momento da nacer, pero no hay iniciacién has- ta que el nino tiene entre cinco ¥ AUBVe AROS; @3 su pri: mora adquisicién del estatute ceremantal. Esta inigtaciGn, como sefala el doctor Bunzel, no le ensena tmisterios. ago- téricos; establece un vinculo con fusress sobronaturales, Lo hace fuerte y, como dicen, valloso, Los "“Kachinas: de alarme”, los doses chiascarados Fe tives, llegan antes de la Iniclaciéa y fustigan @ las ni can sus litigos de yuca, Es un rita da exorcismo, “para aparter los malos sucess” y hacer propictos los acontecimiantas futuros. Entre loa Zufil, al casting NUNC ef usado como un’ corer: tive para log nifics. &| hecho de que log padres: blancos io empleen produce an ellos turbaciin infinite, En la. inl clacién 8 considera a fog nifioe Muy asuistados, y no es vergienza su Ianto a gritos, Esta hace mas: meritorio el tito. Mas tarde, tradicionalments cuando al muchacho tiene alrededor de catorce afios. edad sufleiente para sor respon sable, vusive a ser Castigado por digsas enmascarados ain mis fuertes, En esta iniciacién se toloca la. miscara Kachina sobre su sober y 56 le revela que los danzantes, en vez de ser los-seres sobrenaturales del ee radp, son en realidad sus vecinos ¥ sus parluates. Despude del ie final, los cuatro” muchachos Mayores son coloca: dos frente a los Kachinas. Ssustedores que los han casti. Gado. Los sacardotes aiican las tméschras de sus cabezan y les colocan sobre las cabezns de los muchachos. Es Is gran revelacién. Los muchachos eatin aterrorizados: Los Szotes de yuca son sacados de las manos de los Kachings asustndores y puestos-en lta manos de los muchachos qua estdn ahora frente a ellos, con las mascaras sobre sue a5, y oe ins ordenn que castiguen & los Kachinas. eee fos: muchachos In Primera: laccidn objetiva de | ve de que como mortales deben ejercer todas ‘fun ones que los no Iniciados astribuyen a los seares sobre Heturales. Lies achos fos castigan cuatro veced an el braze 0, cuatra én el irquierdo, custro veces an {a niema derecha y. cuatro en la tzquiards, Suceslvamente Bor todos los muchachas: ¥ los secerdotas tes relatan el Sxtenso mito del muchacho que revald. al Secreta de que 67 en + log dloses. anmascarados. no deben hablar mui en la plaza. Los det-culte y ya pusden pe ron cuando muchacho,. ¥ fuste|s 8 su alos que han dar ae thane en su CAsa. muerte soré arte! ‘mas valiogs. A Bu ue Se Agr ego al Lage Se una - oe Te omen, ie n alla para e5eg de danzantes Ki fara, ain embaroo, ou in toma de quienes bremente, y sin una Piet ina que rovista de Bcces! diferentes pars ES a Ss largo fsociadas con |o8 reouetds ¥ representan ef & |. 10 clones ceremony wiles log que ven 6 llegan oe, hacen al ARO sobrenatural, de sus “nifios de Pos ooo nol mayores de log Zufi. Son ios sacerdotes mayores entre loa Kachinas.. La tercera gran division de la estructura ceremonial de los Zufl es fa de las sociedades mediceas. Loa patro- nos sobrenaturales da {as sociedades de medicina son los dioses bestias, cuyo jefe ese! oso. Exactamente co- mo los dangantes personifican a los Kachinas, las soois- dades médicas personifican sl ogo, En’ vez de una rmag- cara colocan sobre sus brazos {a piel de las patas delan- teres del oso con sus garras, Asi como los danzantes solamente exteriorizan el grito del Kachina, los personi- ficadores de jos dioses bestias grufien peligrozaments coma el oso. Es el oso quien tiene las fuerzas supremas de curar, y sus fuerges son constrefiidas, como en al oes do los Kachines, por el uso de si sustancia cor- poral. Las sociedades de maedicina tienen un gran cdmulo de conocimientos asotéricos que el asociado sprends po- Goa poco en el transcurso de su vida. Algunas de estas técnicas esotéricas, como el caminat sobre carbonas en cendidos al rojo, o tragarse eapades, son ensofadas dea pués dé une Sic aie ‘en Ordenes mis alevadas de las sociedades. Los icos pertenscen a las ordenes mis aitas, aquallas ee camino estdn concluidos”: que aspiran a este grado daben permanecer durante a los ples de los que ya saben. Estos hombres de la medicinn son requeridos an caso de enfermedad. Poro la curacién se hace en virtud de fuerzas que pertenscen'e fa: sociedad © impane s| pacien- te la obligaciin de participar en esas fuerzas. Por esta razdn, deben mas tarde corvertirse formalmente en miem- bron dal arpo del médico que fos he-curado, En otras alabras, la Inictaclén en las sociedades de madicina se ace a través de la curscién de una enfermedad seria. Hombres y mujeres son igualmente miembros de alias. Para quienes desesn pertenecer a elles y po astin enfar- mos, otros -medios rituales; pero la mayoria de’ laa Pérsonas ingresan después de una enfermedad. La inicle cién ea costosa, de modo que habitualmente tranacurren aoa antes de conaumarsé Ia Incorporecién y de darse al iniclado, dramaticamente, ef numvo dnimo. oe je med leita. Hosen ate * obj ato nsgrados que aoupan un puesto elevado entre lot . Los médicos también tienen un fetiche personal, uno par fecta cornetilla do cusrno enteramante cublerta oon las plumas mas vallosas y mis bellas: ol extramo dae la cor hatilia esta cublerto con una, fundilla fnsmente telida. Durante toda la vide de su duefo es Nevada para s6r CO Jocada en todo alter de au sociedad y, dosproviste de sua plumes preciosas, 65 anterrada con 8) cuerpo de au cuando muere. ‘La gran ceremonia piblicn de las sociedades de me: cuiminacién de su_retiro dicins, la curacién tribal, es la punta éigido de sua funciones. En esa de Inviarno y al noche estin reunides todas lus socledades cf Sus cima- ras sociales; los altares eatan levantedos. et oso y los otros dioses bestias son personificados por los migmbros. Todo el mundo acude: ‘asegurads Is ramogién de in en- la conquints de una pronta selud corporal En al pensamianto Zuni, los cultos de ja guerra. de lo caza-y do la a estan agrupados en 18s socledades de madicins, Hay. ee ae de diferencia. So- Jemente quienas han matado a alguien #a incorporen a le gocladad guerrers. Las cirounstancies de lo muerté no hacen nl caso. Todo aquel que he dorramado sangre ha de Incorporarse para “salvar su vide, 68 decir, para es- caper a! peligro de matar, ‘Log miembros de! culto so en oan de loa trofecs craneates y son los protectores pueblo. Sobre ellos recae ‘ol deber de policia da ta aldea. Como ios miambros de In sociedad de camadores, No! cu ron, y adlo los varones son sus miembros. La sociedad de ia _bufoneria también tiene sus particularidades ceractaris- tices, pero se Is connidera, sin ‘ambango, como pertenacien te a lis sociedades de medicing, Ningdn otro aspecto de la existencia complte anal fF fos Zuhl seriamente con las denges y Ion price thens religiosas. Los asuntos domésticas como ‘al matrl- monlo y 6! divorclo, son resualtos casual a Individualman: te. Ln de los Zul ea une culture fuertements soc! alizado y no le interesa mucho atender esas cosa que son doml: iio Individual, El matrimonio se consagra casi aint coral Tradicionalmente, |aa muchachas tienen pocas oportunida- dos do hablar a soles con un muchecho| pero de noche, ‘cuando todas lap muchachns, Gon cantaros sobre sus co TO bezes, 8 dirigen a la fuente, @ una y pedirle de -beber: al le agraces le otrs reunionea, yeh lores. che .¥ clertamente 1 : Que se seaearon sin mas eee pore Cur ande él muchacha decide pedir una al pe dre de olla, va a su casa, oe 4 . Com eee eee: Pees calocede tate aia anaes El muchacha contesta: ihe ao mene er : On tu hija". padre llama | alle quiere, va la madre a le hae, Que diga alla. taclén préximay prey re juntos. ai algerie, lle iene etl °.. fepuda Gerd iss yiate su4.r lees ropes y fleva de Geeeaie wis oe an eine mato de bellas flores de tri aye ae ° interés provoce al asc eee Hecke tl aime sues ¥ plengen an ere os yendo @ Servir on las fiestas Sorommectaieg ara golete ig un digloge con algin wee Hho Pee Slegible, concertarén una entre, 8S cosas da a casa desu mad: *\ peauneo aye Cuando regresa por capa materna. £) on ly . Ely su familia. a eigarados desdlohados. Pero al reordenantonto ea ones aris vir, s6lo 88 asunta de otimarns cleie veces hay manifastacionas de" seulement onto 10 rompe. y tora ¥ eens Wl ba ———— sere ese ben severamante emoci eth de colds 0 de. vengennt, 0 68 une a : Lay chet _ Woerneaturalezs casual del matimonia ¥ él peaal le tl Boe vide: te ee no son buscados mi ic08. 2 muchos mater es mde Namativa porque o| matrimo- m io, en vez do Epes 8, ‘ 2 is oe ak Breath ‘social més fuertamente ing ls ialmen- Hie ert as familia a sna bl ida en su propladed y en dod. ela y 8 US er * ae “alles, pertenecen |p las mule: ‘anto el altar. Son ellos, no tas m res, quienes: Canal ritual perfectamene on todas in sultle a ie ee casa de su madre, cosa las ocoe a alla Poe, ae convierts en casa dé su her tmismo re ra: si su matrimonio se deshace, retorna al ‘ en ae tesco sanguineo, arral ee wei cl ater eee a ee te a ae Sandia ‘eomunes importantes. Pere ni Hee ee funclons secmerac en = ma ob: ‘hermano, sélo cuando 1a cele Pal : preocupe campo de cereal es refactor a ell t con el cual tiene ie $2 cane orion, Ee Se tapos, ma . Fond viven juntos Ia viele sbusls ¥ ger 72 hijas y sus esposos, Estos eaposog econdmice, aunque respecte del grupo ceremonial son ox- Para lee mujeres no hay conflicto, Ellas no tenen re lacién do especie alguna con los @rupos de sus maridos, Pero a todas loa hombres se les impone tina doble- fidall, ded, Son 808 En uN grupo y hermanos en otro, Clear tamente, en familias més importantes, en Hes que 38 preocupan do fetiches permanontes, Ia fidelidad dal hambre como harmano tlene més peso social que su fide- 'ided de eaposo. En torins Ios familias, In posicién de un hombre no deriva. como entre nosotros, de su condiclin de productor, sino de su papel on relaciin a los objatos. sagrados del r. El esposo. sin tal relaciin con las Goss ceremoniales de la casa de su esposa, sdlo gra- duaimente page § una posicién en el hogar cuando sus hijos alcanzan fe madurez. Solamente como padre da ellos, isd ee oes) @sposo oo je mais de sus ere finalmente alguna autorl donde pudo haber vivido veinte afies Log asuntos econdmicos son sie: relotivamenta po Go importantes entre los Zuni. Problema particular es. el de determiner las alineacionas familiares. Como todos toa Pueblo, y quizia en grado mayor que al resto, él ZuAl 08 flea, Tlena Jardines y huertas de durazneros, y plate y tur quewas. Estas tienen Importancia para un hombre hacen posible qua posea una imdecara, o le permiten pa- oie la. engefanze del ritual u obsequiar a los dioses tri- les en o! Shalako. Para esto ditimo debe construir una nueva casa para los dieses, que serd bendecida en ia inauguracién, Durante todo ese afc debe alimentar a los miembros del culto que construyan para él, debe proveer jas grandes viges para los cabrios, dabe rendir homenajea 4 toda la tribu en la ceremonia final y ha de ssumir res- Ponsabllidades infinites, Con este fin, debe plantar mucho Sl afo antes y aumentar su rebafio. Aecthirs de-su de clan una ayuda, que deberd devolver on especies, riqueza useda do eate modo es naturalmente indiapensa- ble para un hombre de Prestigio, pero nl é! ni nadie tiene gue var con el recuento da los blenes, sino con el papal Ceremonial que ha adoptado, Una famille “valiogs”, seqdn {a expresién nativa, es slempre una que tlene fatichos par: bs] \ rrante ea 2} que se encarga de : ae jenden o he " ordenamiantos yradicionales tian eels : ads cor dad personal y logr a * em a 1a ee objets gaqrados muy paligrosce | a ae, por quianes no stan tados, tabis no son tabUs : rtenecen @ la 2001 ! Hidades habltuales por al apintes nO shag de plantar las esteces ce piece oe sy Teatvelo durante cuatro dle edad ore ee repos a oder gobrenatural. Simi! ne in monopellie de uP aes emer ode ‘a que sea mendigo © SUD ™ ‘i inutdad , TS, quera algo i" n rivilegion con numerosos PI ns caer mt oz ees pee Neen ye eo ctor mis, 08 06 Sr cpt geremonial a earadus, al. asumle. ae Sf ge ma mt yaar © lw kive que aetian 8 teres sgremoniales: S , esta participacton dabido 8 Hn Fpeumole, y no 500 les. sree ie apa cenemonlales: onioses ae, Pe aistingue de ioe rica det te 1 a E i a beter clvilizacion : Soe in ual Sor Sete ites i" clvilizactan in azteca de México mm ras ger iterenct mu Pueblo. y aun los indios Lienura, con st ‘ y sus sociedudes de hombres, sus drdanes del tabaco y sun ritos pees tenian un rico ceremonial, El contraste bésico entre los Pueblo y las otras cul- turas de Norteamérica ¢3 el contraste sefalado y descrito r Nietzeche en sua estudios sobre la tragedia griega. letzsche estudia dos modos diametralments opuestos de llegar a los valores de la existencia, E! dionisiaco los per- sigue. través “del aniquilamiento de ios lazos y limites inarios de la existancia’: busca olcanzer an sus mas vallosos momentos un escape de los restricciones Im {a8 8 6] por sus cinco sentides, oura abrirse camino a ‘otro orden de experiencia. El deseo dal dionisinco, en Ie experiencia personal o en el rito, es parseguir hasta al fin_un clerto estedo paicoldgice: aicanzar al exceso. La mda estrecha analogie para lea emociones que busca ea la ombriaguez, y valoriza las iluminaciones de! frenesl, Con Blake cree que “la senda del exceno conduce ol pe focio do la sabiduris”. El apolineo recela de todo asto, ya menudo tiene una pobre idea de le naturaleze de tales rienclas. Encuentra medios para proscribirlas da su vida consciente. “Conoce una sola oy la mesure, on el sentido helénica”. Toma ol camino del medio, permanoca dentro del iene conocido, no se embarca en estados pal- coldégicos vicientos, ae la sutil frase de Nietrache, oun en Ta exaltacién do [a danza “sigue siendo lo que as, y conserva su nombre clvico”. los Puebic dal sudosste son epolinaos, No todo lo desorito por Nietzsche acerca dal contrasts entre lo apoll- neo y lo dionisiaco se aplica al contraste entre los Pueblo y log gentes circundantes. Los fragmentos que he cltado ‘son descripcionas fdedignas, pera en Gracia hubo refine mignios que no existen entre los indices dai sudagste, y entre estos dltimos hay, por el contrarlo, refinamiantos gue no hubo 6n Grecia. Al usar términos tomados de la cultura grlega 6n ladescriptién de les configuraciones cul: turales de log aborigenos de América, ped ere ‘equipa- rar ts civilizaciin de estos ditimos con fe da cece: Los empleo porque son categories que ponen en claro las cua- lidades que en eine renctan a la cultura Pua blo de las de otros Indics americsnos; no porque todas !a8 actitudes que se encuentran en Grecia.se encuentron también an ie América sborigen, 75 polingas han sido Hevades on Jos Pueblo que an Grecia. Secs et on a tatidad unilateral. En perticul TT Oana esto, como te hacen les Pugblo, a rooelo dol el al ‘ odo apollinea See onpoade a eg beta tin icon que uN en contilete. En cambio, los Pa inatituciones : te tas Influan- comin de su puebl oe ae ee precedente, trad is dias gu Seas contra ts tradicién, no col ian oon Goof apemage monguadas en ee vie? = oar de ellas 88 pe SE rt ye a # airalon, eato no algitien que Joe Purbie to imp den, “Nirgure eulture pi se proeane ones Peteagh simulede, y les institueiones que eran mano Fire Irie entender ws. gettudes Pueblo frente @ . wi. sip ate Siraion del Norte. Es ‘han desg! : Ia del resto nos Gel Ne blo los rasges mi f Snes Srrericante: ane indigenes er cine. Ne tniseoe Wales ltaben toda experlencte wel ieee. oe ee ' ino 2 a he i Solon Gren valor a todas foanyhe parent sna x i ie Og neturalmente, fo tenlen wl Hh eats : lantamente I todos los pu conve le earner poll culturales separate oan ue ollas, do une U otro nes Bo ey al Se Tobie eee Sonar poder sobranatural en un stle- lanures rer hemos habledo. En tas | Tecan Detertes Tuseanan esay visiones con span: tosas tortures, Cortaban tires de Pi dobucesdt ieee amputaban dedoo, se bala je altos palos con . 76 Gorreas Insertedas debajo de loa mils S. Durante largos periods vivian sin alimentos y sin agus. Par todos los modiog buscaban experiencia aparte de la vida disria. Habis en las Nanurag hombres adultos que Permanecian Inmdviles, con las manos atedas atris.o es taqueaban un a Pequefio-def cus! no podian moversa hasta haber recibido ta: bendicidn, A veces, en otras tri- , Vaganan por regiones distantes, te Os, en terreno pall. groso. Algunas tribus slegian Precipicios y lugares ag ‘cialmeante asccindas al Pevgro. En todo caso cada homies iba solo: si buscaba: au vision mediante al Hen debia ir con 6! para atari al palo del cual debia alanoearaa, hasta tener su experiencia sobrenstural. cum- E =e Papel au ayudante y luego lo dejaba sala para ordalia. Era menester mantener Hija la. mente en ia vision esperada. La concentracién era la técnica ampleada por encima de todas. “Permanece peneando on ella: todo: al tiempo”, decian siempre jos vielos: meédicos. “A veces era fecesario tener a cara himeda de légrimas para que los espiritus: 96 apladaran del sufriente y le concedioran su pedi ‘Soy un pobre hombre, Pledod de ml", #s una cl constente, “Que-no tengas nada —ensefiaban | medisoe fon esplritus (|. Aird Snliee ran a. ti," : | pare ear pobre; esto Si ls experiencia era de curaciin, twos: al de guerra, adquirin fuarcas i traba con una Mujer Enga ra Bendecido por Is mitica Sarpiente dal ua, adquiria poder eat reea para al eel y seoritca fe vida Pou Sposa @ hijos an ir @ Ber lcaro, Tr hombre que eee fort Hisackin genoral o éxito an aver turas particulares, buscaba a menudo visiones. Eran ne- Sesarias pera los pasca de lp guerra y pera las curaciones ura: toda suerte do ocasionna variadas: pars buscar ail ifalo, para dar nombres a los nifios, para el duelo, para 's vengunza, pare encontrar cosag Perdidas. 7 i 5 2 q 3 ; i E 332 ai <. ai i a: nt : = 2 2 3 Z a3 i z = = & i at come niciarde de ln experiencia, y consarvor Vida como un segrodo anvoltoria de medicina. i eguaes oxporiencias eran mucho més cm niea, Habis tribus-que valorizaban especialmente ton Inimidad con ta natursieza, ‘ocaxbones an Ung persona sola en fp ribera de un rio O siguiendo 1 raptre eae ‘otro hecho aimple, adquiria un: signifi- particular. Podia ser que la fers sobrenatural Io Negase de un sudfio. Algunoa do fos reluton de visionos son Indiscutl blemente experioncias de sueho, ya oourriesin durante el ‘o-8n condiciones menos normales. Algunas tribus halides teeth ek mds. eerie experienc -y 88 quelaban porque ime ros dias, cusndo cruzaban les llanures oocidentales, no podian dormir ninguna noche. Algin snclana salia slam pre para golpeor aobre su tambor y recitar ceremontosa- a mente el ensaofo que ocababs de . Era une fuente volioga de poder. En todo caso el criterio para decidir si la experiencia el tenla o no pdder, ers necisariamente asunto dol individuo. Se le roconccia su cardcter subjetivo, cualesquiera que are fequeritle poder, por de mo em unreln vinitese Te muerte y les cousase eprablo. Enta creencia en ol poder do una experiencia do vi: olén. 6 en les flanuras occidentale un mocanisma cul- tural que de-una libertad! todricamanta timiteda al indivi- duo, Puede salir y obtener este poder supremamente apo tecido. cualquiara sea ta farniiia a Junto a esto, requertr una visién como autork para toda innovecién, para cunlquie oreanal ent aod que inetd gael ee ae Imagine. ¥ este autor cla en la soided que, dada la haturalera dol a Bién. Sélo nquelios que Rete 8 |8 capacided do Ta vi igo. y habian: conducido una Partie guerre ae ae bie end aoe eee Bare le guerre, e prune debie produciraa ante los ite! Feces wolceciones no misticas. laa Hanuras ocaidan- ra persong, Ein demas probate. No babin randn por la que no enoafie- v7 doar lo. hictoron. “de |e vieién Wbre-y ablerto, ¥ ea sbi create! eter eee sce Boe sutoridad alguns, axcopte el de Im gucesion patarna fas ‘Omaha, aunque oe ee ctananks State ta lines famine ¥ iano re @ lenacia, [ro re A alorcac Pare esiional te la each Ysa dope pee do la visidn solltaria coma sancién do! fees re natural. En |e costa noreasts. ontra los ee : te, doe a au Scan pus ren compres TH i nepal los yolores dloniaiacos sin oe in embargo. en América dal Norte, la prcerser iach: por a busqueda de la vision no debie co sec ew omen, a ee ot te Eee gh os a haa ind de México, al juga al a eee us cacto gigante ara ut caremoniaiments pi eet. estado ito ora jh alles sumamente: te et eaceorne aac es erie tog E18 i ellos, ceremonia con in cual se obtenian eg poled bendicionos, fue. te fet 0 perveee. ate er Lor saeredatos, bablan primero. ¥ Wego toto al “ho hecerse religiogo”. Em su Dred au poesia, le embelaguar es sindnimo da raliglén. ntes, pero 8 oe gael Ganedl, Se Jo emplan alompre. coremo mente, Su efecto 68 bien conocido ee lee ficulares de allgoramignto 9 Imégenes a = Te anes nce (ecieean insego furidad. No hay par- forbacton mou iz ni excitnclén erdtica. a El culto de Ie oon entre los In SO eae Eat iskor trun ton mide vielos vitae i. tribaies han palidecido ante-este culto. en todas partes con alguna ootitud respects da loa blancos, ya se trate de une oposicién raligiosa.s su inflvoncia © de una doctrina de Gsoptactin de los métodos blan- cos: tne muchos al ‘8 crintianos entrete/idos an Su Crema. El capullo os trasmitido y comido a ia manera de un sacramento: primero al ti ) luege al agua, por turno, con cuntos » plegariag, Es una cereamonia dignifl- la de toda una neche, y loa efectos se prolongan du fants ol dia siguiente. En otros casos ae los come duran. tw cuatro dias cedicados a | excitaciin. El capullo, on fon cultos en Guyas pricticas entra, os identifi is Un gran copullo 3 colocado sabre el alter y adorado, Esto frao toces loa blenes. "Esta cinica coon aagrada que he sonocide on mi vida": “'adio esta medicina es segrada, ma ba librado de todo mal.” Y 20 la anpotiones aieal, slaca trance tol capullo lo que conatituye au ruego y ip! 7 fornia dal Sur. En esta ditima ragién se tow dabe alos ‘an Ia infelacién, y baja au influencia reci- bien las visiones, Se me ha contada de muchachos gue murlaron pot consecvencia de la beblda. Los muchschoo astén comatosos. Clertaa tribus hablan de see estado con tinusdo durante un die, y sigunas durante cuatro. Los Mo- java, wasting econ de seed tribals seaberl oieae Pare qua: les ra auerto an el na la que estaban Inconsclantes durante cleo tee En oom Hegobs a! ensueic que loa debs la suerte buscada En todas partes entre ios indigenas norteamoricancs, i excepto.en los Pueblo del . mnoontral ‘el dogma dicnialeco y ta préctioa didniniaca de del suaflo, do donde pedor sobrenatural, EI sudoeste esti rodasdo de pusbloe que buscan In visidn Bg: por lag torturas, por drogas y alcohol, Poro on Pu nm experiencias_¥ no extreen do alles poder sobranai + Stun Indigena Zofi tiene por ager une Slucinaciin visual o auditiva, alia 94 considerada como un Mgno do muerte. Es una experiencia qua ne he de 'Y p0 que se hayn de mediante el ayuno, El Sobrenatural entre los Pudblo proviene da la ge mlombro dal culty, condicion que ha sido canprada y # vial 1 i: ‘ol aprendizaje de un rito fiteral. No a - penetra nce e reparaci gu incorporacidn al culto, en oenal arenes subsiquiente, madiante pago, los gradog mas altos, oan ol tlerciclo de prerogatives Hh No obstante No busca nl valoriran al exceso. N presentes fos elementos que constituyen Ia bos: In visidn: la bisquocte de lugares: peligrosas, in amistad de un pdjara oun animal. al ayuno, la creencia en bendiclones especiaies, an encuentro snbronaturalas. Pe- ro no -eenin — como lencia dionisiace. Hay ‘Une reinterpretaciin complata, re fos Pusblo, tos hom bres van de noche @ sitios tamidos o sagradon, y esperan ‘atentamonte uns vor, no para entablar comunicacién con ordalia menor a» la que ‘con eapanto; y et gran taba Nigado a ella 03 que no debar mirne hentia atris por al co- mino de regreso a sus hogeres, La elecutidn objetivs ea bosqueda dé fn vinién: an todo caso, 60 pero une empresa dificil —en el sudoeste, a menude una marcha a ple— 1 aprovechan ta oscuridad, la soledad. la-nparicin de animales. Pero is ex Bertencle queen otras: parma es cenceblda como dioninia- ca, 88 entra los Pueblo una captacién mecdnica de hords- copos. El ayuno, Ja téonica de la que mis dapende ol indigens Perteamorcano para ts adguisiciin de una vislén autoin- ducida, ha sido objeto de la misma clase de minterpreta- elén. No se utiliza ya como vehicula de experienciag que mente oxtin por debsjo del nive! de la conclencia: eotre lox Pueblo ea un requisite de limpiera coremodial, Nada-es min oxtrafio para. an inairena Pueblo que una too ria que vincule ei con cualquier tipo de exaltaclén E} ayuno es requorido durante'todos los rites sacordotales, antes de fa participation en una danza, on marches y 6n Interminablon lonea ceremoniates, pero munca a8 se ieee otorgan gran poder: nunca es onilstaco, E.envenanamfento por (o cizafia entre jos Pueblo dal nudoeste se parece a lb thenica dal » La préc- tion entd presents pero na menos Paes tes frances de (a clemia quo duran de uno: cuatra diss entre los indige- cd ETperege cE ? ie gee i Ez = a 33 i + 2 2 2 ng i i ay u (Ea a i F; i ' —- no; me Io. hacen y ) lo QUE seerifiquern ner ja hors ropie 9 |b usan para fer NuncE ' 0, por ejemplo, entra los Apaches | Hlizer. “Acostumbran ee mismog. Ocean emt wale e lw cluded sea para Hin tasted 1 dida en unex posun [ni eclones. on ing momantos de mm See pean: a lo tei . Yor excitacién, pera en tnlow oportunidedes todo esto ag tabd religioso Sofia babide. ee a al ; dat coos oe exhuberancia Saisie: En is Sociedad inne lea X a overero, 88 maguilaban golpadndose seit oer pa chin dal alcohol, low mae fee ¥ 8 los demas, arotindoss con: | a a de bois nos lo prescribleran wolunteriamente, y ta rogla fue 4 cae 80 lo Sociedad del Fuega-ae t) res como aa jea coma pura xar respatnda: pe Sonfites. Ni el peligra paiquico ni Ie ®xperionala anormal ‘Aim mio dacididarnante fue rechazada to tortura, Lo vu pasos 308 ee aa Sree Sh len obser =| Puehlo, eee vs rei ” hea Se corns jou patents de ih io de ioe Bees ns busca ies i. tacto con dos cultures difer 1, NO: Be: auto lon Indios Llanure y lox Pent torture. En ta mai del fuego, cunt sean | Semeencwanmaemecmata | eces micas fa 0 races ose i mt al n to uo México. que empleabs ig srs, ar ial chee tampoce to hase eal repeat ° = con fan jos érganos 5 A je |: Seeeciuibents ce ie Iaguacesrciion oiresie blower 8 sangrionto. (No hay glorification an tates eigltta? ae la putetortura cra una, tenlea espe Tigedo Or ee toyC8 lndios Lisnura: un muchacho Zuni cee | cinlizada para obtener pases ap er lly chad re gado en ia adolenconcia © antes, on fa inicincisn tribal, | Seen ia Ghimmcmeeee cottneiettn on ta inines ioe Bando por los dioses anmitcarads’ on fa Senneaet POL det mundo, de los pis: cce ia opatie medieval ¥ Sdultos repudien eon pena la idea de que lot al ai presante of culte dal Viernes Son Pusdan ‘sacer renches. El cagtigo os “sara ‘apertar los ! to ee ee con el Suivador crucificado, a malos acontecimientos”, esto og, a¢ trate da un confinda i oe del Flin os la crvcliicdeén do Cristo, parsoni| ote tito do exoreisma. El hecho de See fon el mismo acta I ee ee Le poh HafioeegmBtes en otras partes para Is autotoriurs re lene | Stew hedeetenen ween | Stew sue ae ete aaeaes || Goires del estan gus harmance on amples daaruras ; In tortures meaiseeae mediate a avuno, ome | oa sp Venta’ oom cranes: 1atigoe: df Sparen four, © mediante drogee alcehol eohce sak ane 2 los que estin fs eae Sperienca de fo vinién, tampoco os Preducido por la dan | con't, Rea vest roo “camin Gane sede de ioe a st aac moras || con un rico ves . i hy a Una milla’ y media, y cuande llegar al finsl, el Gristo on sila nunca ee alcanzare! autcohide, Es por el frenoal de i al él los castl- griego deeatada do In eru: 9 levantado: sl 6 Sie en at decsich ey Pine yore ere ae eae: || 8 ( : i 3 penee Hil rigs ial A edge Badd spec! 5 u = 2 5 z 3 E i 3 2 ie Bi aH @ 3 : : 9 ant Fe B= ritual, lon Zufi, La danza, como. i: sompul: mang fuerean reltarac Tiuasatla beer de aus los ive bla enel.cieto y lo acurmulo on loo oplladas via, Arrance | Juvia sobre la tierra. tstin empendes an une experiencia. de una tan plana idantificaciéa con natural al servicio do toe Fae aes saa ete ees le i clencie int M acumulative del ritmo, api f i g : 3 Se i i ue i ados peace da ava qua son al conju iene ene guerpes Inclinados un poco hacti fants. fos hombrow y ta eee sae i fuartes loa plos sunque suaves: loe een ST iediee ste lascn carcone tarts Porns bees fe rose Dar A ene ballan tobre of tiga, brote alan suneies is pies; otras, 6 Mmponen & saa Buran bes Samer epliedas bajo el noel tarde dosierts, La sola presencia de nubes. l ! |e Huvta, 4 una bendictan de — dis ace — in signe quesu rito ha sid acept Jlovin Nega, es-signo y, Confinmaciin dal podar ra. Es la respuesta. Galan en ef fuerte aguucers do Gate. con sé plums him y¥ comadas y sua Mantas empapodes cldos por fos dioses, Los 80. anapiran su cuerpo én fos chi on la sabe formentoses y do que han tenide ol poder do trasr a Iluvie. Aun alll donde fos Pueblo comparten con Sus vocinos prdéximoa modelos de danza Cuyas formas mismas son ins- Hntos con sentido’ dionisieco, elfas san uaades por Ios Fuablo con completa Sobriodad, Los Cora dal forts de México tlenen. ‘coma ‘Oras tribus de esa dol pais, une danza on remolina; In culminacién de esta danza 39 produce cusnds batlarin alcanzn [a Mayor ve- losidad y wértigo. En cualquier Sie Ocasidn es oat un sactilegio. Pero lon mie altos lores dionislacos ‘estén hechos de tales cosas. En su furia. al altar ea destruide, ef re on Ia arenn. Al finwl, ef bailirin cag aobre el alter _destrozado, En In serie de danzes do ja kive subternines —[p Danea Hopl de la Culetra—, batlan tambiin sobra el gitar, mow de cnet! eine Geena, Mon ‘lento do carretel a. Una iB mds COMUNES mmaioray se dares formal pnirs fos Puebla consiste £0. 8 #lternanci 8 Arupes danzantes. que en cada equi. po Warfan un toma simllar, opareciondo deeae lados pu Culebra, Enel primer paso al ‘en tome dol altar ne fatlts El sean Tope Culebra hace lo mismo. al segundo paso rit recibe una para an su boca y balla ante lox iniclodan, ae sobre) Ing roditing. Se roties, El Culebra ue. reclblende una vibora de cascabel viva en su boca, da ja misma manera ¥ la Qrrastra sobre las rodillne de low Inicindos: Enel Gt: ar Se mc x, x y bailan, no en. toro ae an ae oh termina. Es une sucestin re tak de raiment come una danza Morris -y-s@ bal i= La donza con nerplento no ae ae oe ible: y ‘pall cori chi teajo da lo torn e nee eacién | horror Bar SprTpTRG els danza de la Culebra lion ao stripe amos Pero planted no Son mi Gonstprades con horror or ies ews amet mer : frecuencia. son. reverand cane rane, erases las hace pares come fo pee porus hacen frente. Lo-que lon bailarines: aie clon on lo Danza de lo Culebra le o fers ai 0 repulsion: ‘tienen al sera ribart peop fremivoe ‘te un ‘culte ante eu patrono wed ae or robado repetidas veces que oe ee ae fears ie serplentes de’ cascabel son separado ind ‘Son ‘0 pinchados, years a Been pusstas en libertad esata + Is danse, ieee mectan de nuevo y 86 flonan Nena a a tagip lis al perodo ue fe danza ies seriantas aa fr cere por eso of estado espiritual do ae Hives Hopl no en donlatecs Ff ent eu espacio eocu sobrenatural SOO lalla 160 a que etd Sniregada su chititagién no ‘hey tugar Para allie. Pores no tienen hechicerns, fi gq ij hethicaria. ‘ea una de Ine Inetituciones fy mas difundides, &) hochicera op a! Aue can alguna suerte de experiencia perasnal ag Fecono. Sido como sobrenatural en SU triby, eeder dirsctamente de los doses. Es, menudo. coma isandts ¥ otros de log que hablabon an au tongue, una Bersona cuya. lnestabilidad In ha sefiatado para SU profe- sion. En Nortaamériea lon hechicetos: son carscta stica de la visién. El as mee pire parte, es: ol taoonita, Flo del ritual, ef ad. hice? fctividedes dal custo, “tng tual 8 somprado my da, de varios drdenen de une sociedad, @ pone ha Sido Ble gido por jos secerdotes mayores Dart servirion ‘durante gn afc como personificader 8 lon aacerdotes hing, En todo caso. se hy callficade aaa Bor al extudio de-gran tan, ‘ded de ritos, ¥ de Palaoras: Toda au autoridad Horive det oficlo que tiene, re rittal Que administra. Ge. poswar una locucisn tay on laa eatecas de ple. 8 Mas Que por inictative ‘de fog refatog aires fos 2uhl que hizo este ae es ul 238 fl = i § ‘ssteba emplosndo au poder para un venganza lo. Si-el mim personal de todos fos actus religiasoa ede ser ejecutndo ni por infotativa del sacordote ma- yor, muchos actos formalea astin doblemente custodiados con sencionés poblicas, Nedie habrd de asombrars® par- que un individue vaya a orar, Los Pusblo, en gu inatituciin del secerdote, y et-rex toda los Sarees de América en au instituclon del he chicero. salecal reverancien doa tipoa opuastos do reonalidad. Los indioo Linnura den cabida en todas sus Teaittoctonen SI hombre confieda que felimente puede asumir sutoridad. So te considera por encima de todos los otras, Las innoveciones que al | Cusryo tras de ragreso de su misiéa guedan ser infinitesimalns. Eato no esth an pene Coda monje budiata y cada mintica cris da In Edad Modin velo en su mision lo que aus her ‘manos habfan visto antes. Pero allon y al Cuervo bborigan a0 atribulan Saati seeeee in WW aitaticed de Qu experiencia porsonal. ii one retornabs a ov pus bio. con ta foes oe In viakine + te tribu mantenla camo is aR Ee 5 tui begin las instruncion ‘heal ‘libido. Al ue ce ome Boneh sup aa inlet nade juier otro 1, te rin fee Madifleado on lg priction, pues el hombre, modes te tradicién aun en las instituciones que se aventuran a os- tenterla, Pero os aa de au religién daban garartia cultural para un pasmoso de autocontianza y de Butort personal. Esta confianzs en ai mismo la iniciative personal de ios Wnnure ne eran oxprasadan solamente en la hacht Gerla, nino en su entualasmo apaalonade por le guerra de querrilles 3 ie ontregaban Sun portidas de guarre eran a fuerzes de menos de une docena de por: sonas; e| Individuo actuaba solo en aus emprotan simples de un modo totalmente opumste a In rigida disciplinn ¥ ala subordinseién propiea de li guerre na gue- re ara un juego eq el que cade individua ecumulaba mé tos: Eston mértton aren por habar soliada um cahello wo = robadoo (por haber alcapes . Site fo me,ctt tabulate eer Boodla'y lee uilizeba pure (erate sao ‘cone carecia ts de hae fate EF indi Unsiura que orn admitiéa en su aociednge Wot pare no @xploradores, al au im: EI tea Btls contlictos can tor biseein’ MGuae eebresallantes 9. toto 880 stimestrn comma gus instituelonen ailing frdianta Ii) acauisicién de poses me fiostae ywictorlas, La iniciativa era decors eee L eerie: le a cates bo nemente, ¥ tone le ae ; ‘aneaglorla 2S 0 OCaslones ritual cena eae aloes aaa fin do sue amb}. El hombre. buen tone i doctor Sunzal, “palabrs agradabie, hapesicn nae lente eoradn generoea” ] mayor alogien a aaouerie a nid aT dadano impecable dice: “Es un hombre finimente. cortés Nunca nadie nada acerca de 41. Nunca perturba. Por- tenece al clan do lo insignis y a lo kv de Mubcokwe, y siampre balla les danzas verano”. Podria "contar mu- cho", ‘como dicen, onto slampre podria entretener el ‘clo de la gonta y sin doficlencia podria colaborar ficll mente con otros en el campo o en ol ritual, ain jamie hacorse sospechoso de arrogancia o de wimociin fuerte. Evita tener un officio. a toner-uno, pero no bo busca, Cuando fos oficioa de la kiva deben ser curpli- dos, ln escotilla parmanece cerrada y tedon fon inecincas estin eprisionados hasta que las oxcunan de ol aido ‘deshechas. El relate lor 30 roflore slompre es i sin volt ja tomar oficio, aunque sign oo lieenbre: fea Ge outtar ta mouse de "i AF if 3 i 2 & : go FF 8 2: 3 2, = 2 es: i i 72583 yeciee cs ca |, Paro todos preston sui colabormcién; y no. apo recon signos do sutoridad, Lo falta de as personal de li autoridad es ten Carecteristica da lug situsclones domésticns como de tas religiosas, El mantenimiento del hogar matrilines! y ma- trilocal, naturalmente, hace necesaria una disposition de {a autoridad distinta do ess con que estanion familiar. tadcs. Foro las sociedsdes matrilineales habituniments na cuenten:con une persona maiculing dé qutoridad an el hogar: ni. fo es el padre. El honmaso da la thadre. comp Jofo masculine. de} Ponsable.Paraiios Zul no 3 vélida on al hermano de In made, y clertamenta tumpeco an ef re. Ninguno do ellos somate a discipiing i los ‘hijog de au hogar, Low chicos son mimndos por loa hom- » Los Hevan cunnde entin Indinpuostos y tos tenen te Ins noches en aus faldos. Pero no loa dirigen. La virtud de Ia cooperackin. mantione In vide domnéstica come Is vida roligiogs, ¥ no Surgen aituacioneas qua nece- alton ger trotadas dristicanants. .Cuiles podrian serio? Ei matrimonio 8 @n otros culturas in ocseion cast unl Nersal en que-ee elerce algun sutnrided. Paro entre lop Pueblo cath onde en todas partes del munda | ria derecho de propiedad y cambio econdmice, y en low casos tienen gatives los mayores. Pera en al matrimonio entre how Zu que reson alos mayores. La atribuida a los bienes entre lox Pueblo, fan_au-ejercicio, “El niio crece sin fos resentimiontos -y, sin fox compansatorion onsuafcs diurnos de le embicion que Henan son raices en-la situscién familiar Cuando ef bio’ se hace edulto, co tiene motivos que le conduzcon @ imaginar situacionns en fas que la autorided sea des- Pot eso la (iiclacién de loa muchichos es un extrane acontenimianty entre joa 2uAl, eato ea, extraho on rele cian a io aus 8 préction conatante on el mundo, Pues te iniclactén de los: muchachos a muy a menudo vn no Inhibl do ejercicio de Se eta ma por quieres tienen autor dad; 8 une novatada preporada por oqalics que eatin en el poder-para los que ahora han de ser Incorporados al es- tanino tribal. Estos ritos curren’ en lan miamun formas en Africa, en fa América dal Sur y en Australia. En ef Africa del Sur loa muchachos son agrupadse por hombres con lergas aatecas que usan libremente on todas las oca- alonea, Deben correr bajo chubascos. Deben disponerme @ Soportorlos y soportar burlas. Deben dormir deanudes aif mantas en los meses mids frios'del afho, con sus cabs mas, ¥ 00 sus ples, dirigidas hacia ol . ‘No puedan unter ef nuslo pare evitnr los gusanos blancoo que lea muardon por ta noche. A loa primerca alanon dol amo nocer debon ir al charco y permanncer aumerghéos an al gu frlu hasta que a! so! sparece. No pueden bebor une Cg do agua durante los tres-m dol campamento de lo Inicincite; son rertridos con erties denadradables. En compensaciin, a@ les ensean tsemuiag ininteligisies con grandes muestras de impertancls y pulabran esoté- rious, En ing tribua indigenos americanss no se dedice ha bltusimsnte tanto tempo ala inictacidn de los muchachos, poro ina ideas non a menudo les minmas. Los Apoches con guienes los ZuAl tienen muchas relacionas, dicen que castigar a: un:michacho es como castigar a un patra [oe ven, Lo obligan a hacer agujeros an al helo y a baharee, @correr con agua en ie boca: Io tunillan con sus pruebos on portidas de guerra, y ganeraimente lo Intimiden, Loa ee de California meridional Io eubran de hormigas nl: foran. ro-entre loo ZuAl lo intolacién de un nbischacho hun a ¢3 en mode alguria una ordalla, Se considera que el rita se tornn muy yalioso’ ste! nifo Tora aun bajo tom “ tuaves golpes que reciba, El wife ob séomipmbads |e cade Bas por iu pidre coremenial y recite loa golpes ye ten ado a le eapalda a hoimbre vio o Hiado entre. Padring ecompai ints arrojar violentaments. al nfo, lo da amparo, @ difarencta de lo We ocuere can el muchachs sudnfricano. ¥ in inielssidn fing! termina cuando el muchacho mismo tomn et i fie yuee y castipa al Kachina come éata lo ha cast) 5 La iniciaclén no corge sobre fos nition ta lastimosa volun tad de-pader de los adultos, Es un tito de qxorciamo y. furificacidn. Hece meriterios @ los nifos déndolem un aa tatuto dentro dal grupo. El castigo @s un acto que alloca fan visto = sus mayores bincar tod su vida como une bendicién y una cura, Es un espaldarem on al y a de oportunidades parn-el ejercicia torided, tanto en les situacioned toligionas o domésticas. esté ligada # otter: fu slstancia en la inmeraitn del ind i i oir $n el grupo, Ent lon Zufi le responsabilidad y @l poder extin slompre dis tribuidos y el grupe oe la unidad funcional Bl she oan Seercarse @ lo sobrengturel da al ritual 1 moda ecaptado da seequrar Ia aubolatencis de Is familia, e& la sociedad. domdéeticn. E} individua no Be gutérome nian la religién nl ania etonomia, En Feligiée. un hombre que etd angioss por iu ofracerd plague pire que una ‘luvie lo salve; balla ag danzas dete luvin eatival.” Un hombre no rexp featablectmiento de su hij fmo; trae orden doctorea de ia Gran Soci del Fur Pere curaric. {as plagarias iovividuales que son admttides on ee el de estacas in pega. en al 8 furéz® ceremonial, eh el llamado brea de lo modicina o del padre ceremonial, tienes igs solamente porque son pirten necasarign i grande, dol ritual dal grupo a que pitaceces, Nene ‘Ser aeperndos de 6} y aun tonar poder. como une palabra no ser do iss largaa formulas mégicns ¥ conservar poral misma le dficacia de ls pleguria perfvcta. La sancién pars todas toa ecton procede da in eatruc: tura formel, no det individuo. Un sacar iete. puede planter estaces da plagaria aolamente tomo agcerdote Jo- Fe ¥ ano didlo on Ink momentos on qua #0 sabe que actin as | § Z a a 3 t : = g eagegs = He ) iene gee, i; als AGE : - 3 i : : i z e ei angus beet Ee 2 ai u ie 2s 3s #4 S ie Ea e i i Por seo la gente Zufi ex devota de lee formas comm ti es de au sociedad, sumorgen an llna 1a. persanall- rs Eyoraan ef el ofielo y an la poseskin de ervalty- i entre les come pasca on nl avarice de i amblelin, ms ert cleans oa. se Jiete a mismo una mde ‘ellaa" en eu hogar. ¥ ef mera de usasra 9 Seay ide ‘Hine del celenderio y ean grandes gusta eect toe i gastos on Earp cer da una torments dri an adelante responsabilidad dar case o log hijos que ‘sbondotan. enero on el hogar. loa parigntes de mezclada. masculina del Aras, de parentesco femenino: loo noltdras, los vinden, aa divorciados, los que esperan ¢} naao del Sa temporaria en boa-hoganes sua ru . Haste el gre po merclada, a pesar da su composiclin momentdnaa, Go tribalye con au trabajo a llenar ol depésite comin de gra nos, ¥ esto grand es la propiedad colectiva de las mujeres del hogar. ni clartos campos redién cultivedos parte: necen como propiedad privada a al a do esos hombres, todo los hombres canjuntamente les trabajan pars al de péaito comin, tal coma lo hasan Gon jos campos de los an! jon. La costumbre es tn miansa en to que se rations # law Gisas. Los hombres las conatruyen y portenacen coldatt vamente a las mujeres. Un hoenbee quo deja a su cele puede delar abi la casa, & clive construccion: Sedicauds. ton wea, uth ate lane de grand. p de su trabajo an la estecidn'de la cosechs, No piensa que ftonge un derecho individual sobre la tina ¥ lo otro, y. tam #8 considera defraudado.Acumuld su trabajo en su Feaee ¥ los:resultades gon une proviain de-grupo: at yi nots Miembro del grupo, es0 es onunto-suyo. Lat ovelar sun hoy und Ja fuente de entradas y pertenecen a los hombres Individualmants.. Paro son colactivamants mantenidas an rebaiia Bor runes de perentesco magcull ho; Nuave® motivaciones: ices apnrecen muy lento mente Exectamente como. de acuerdo con al ideal Zufi 2 hormbea Incorpora sus notividades sina det mrueo no reclame outoridad parsonal; asf tampoco es viol i mis, La postuea apalinen de los Zufl on nl eentida geri nunca es mas clara que én au ectitud cultural frente o ine emociones. La tmoderacién es |a primera yirtud del Zuni, eaté enfadado, 5 ‘2 allighte. El tald 0 de sua hombres santos durante los peers de au offcio es avitar cualquier soapecha de en Lae jaa, ye $e0n ceremonialna, scondm- ‘con unw inoompera- ble falta de vehomoncio. Entre loa Zufl hay code dis nuevas muastres de su sumvided; un verano une fumilin eorecida mes dio une cosa — la residencia. Cuando ol resantimianto Wegd a su colmo, ia, Ia duets de lo casa, ¥ su anposo, entaban con: migo en ta sala mientras un hombre a quien no conocia comensé @ cotter las malezas en flor que adn mo habian sido Atcacea del corral Prjicd de-pasto of Gorral gaa prerrogativa de! due cnse, ¥ por éso a) hombre in vocaha el derecho dé disponer de la conn aprovechando {a ooasion para sofalar publicamente su pretansién) No entré en Io casa ni desafida Ouatsia y a Leo, que estaban tro. fiero cortaba lentamente las malezas, Dentro os taba sentado Leo junto @ la pored, mesticands pacitica: mente une hoja. Quatsia, en cambio, se ruborizé: “Ex un ingulto”, me dijo, “Et hombre que eaté alll -afuers. sabe em ino sive este ao come sacerdote y no puede mite . Nos avergienra onte toda fo aldea limpineta nues- tro corral,” Finalmente, el. latruso: barrié la malaza mar. chita, mint orguilesamenta ef limplo coral ype tun a su casi. Nunta s¢ combiaron polnbras entre allow, Pars al Zufl era un insulto multiple, y con su trabajo de le ma- fana en el corral rival al pretencioso expresd suficiente- Mente su protests, No siquid mis el ssunte. El cela marital es sobrellevado on forma. similarmen- to aunve. No convideran el edulterio con violencia. Una Tesnuesia Usual, en los Lianura, al edulierio de la espesn, ‘¢a cortarle la parte camnosa dein nariz. Esto se hocin an ‘ol sudoeste por tribus no Puoblo como los Apache. Paro ‘entre Joa Zuni, im infidelidad de la espogs no eo oxcusa fare la vidlencia. E] eaposo no fo considers como viola ei6n de eus derechos, La infidelided eq normalmonte un primer paso on ol cambio de eaposo; las instituciones per- miten logratia con tastante ficilidad. de modo que es real- ee, an procestimbenta ‘toterabie. No contamplan la vice neha. Los asposas son 8 menudo igualmente modersies cvando saben que sug matidos son infieles. Mientras bi aituncién no es bastante demigeodtable como para rompet las relaciones, so is ignora, En Jo entacién anterior a una do lao visitas del doctor Bunzal o tos Zufi, wo de los mo ridos J6venes dal hogar en’ que vivia tuwo un asunto extre matrimonial que cauad ruido on todo el pueblo. La tamilig ignorabe ¢l asunto completamente. Por fin, ol comercian- Ue Diasice ears 6 Ie icra. recaovine a lk: miujar la casado hacia un docena de afos y tenia tres hijos; fa mujer pertanecia a una tamilim impor @, El comerctante insistié con gran serfedad an lane cesidad de que ella diera muestres de autoridad y pausiets fin a la epnducts ultrajante de su esposo. “Asi, dijo la mujer. ne lovard la ropa, Pues él supo que yo 9¢ lo que todos saban, ¥ no he dejado de andar con esa muchacha, Fl hecho. era reol, pero ni una palabra era’ dicha con ex: ceso, No habla arranques, ni recriminaciones, fi aun Un reconociminnto‘ablerto de In crinis. Las eaposas. sin. embargo, pueden. seguir un curse de accidn que no esti sanctonado en ol caso de los ma nidos abendonades. Unx eapesa puatis caer sobre su tival y Morderta. publicamente, insultan y se golpean. Nun case deja nada establecido y aun en los raros casos en queso Gourre. S6 apoga el saunto tan rapidamente como se ha encendido, Es |a unica lucha o pufio admitida entre los Zul, Si, por ofa parte, una mujer parmanoce pactit gamente con su marido mientras | tlene amor tras amor, su Hamill slants encono y sjerce sobre elim presién pars: separarla dol espono. “Cunlquiera dice que ells debs amar- to”, dicen, y todes los parientes do la mujer estin aver gonzados. his deaobedece Ina regins fijndas. El curso tradicional-ea el/del divorcio. Si an hombre ancuentra que no congenia con tos parientas. tomeningn desu esposa, esté libre de volver al hogar de au madre, Esto evita la intimidad doméstica con individuos gue |e desagradan, y asl.disvelve senciiiamente loo vinculos Go parentosch con quienes lee resulta dificil trater amigo blementa, : Si los Pueblo tienen instituciones que efectivamente reducen: al minimo la aparioncia de uno emocion viotenia como los celos, an mas s¢ proveen de actitudes apoih fea en los canas de mucrin, Hay sin embargo une dito rencia, Los celon, segun se compruebs por lo que ocurre: an muchas culturas distinias, son una de faa emociongs que pueden ger proseritas. Poro In sfliccién no 68 tan Helimente evitada, La muerte de Un parionte cercano en In agresiin nia tuerte que trae lo existancia. Amenara lw solidsridad dal grupo, reclana fenjustes driaticos, e3- pecialmante ai el individue mucrto ea un odhulte, y a me nude signitica soledad y dolot parn ioe scbrevivientes. ‘Los Pueblo adn epencialmonte realistan y ho. niegan al dolor frente © la muerte. A diferencia de otras cultures que estudiaremos, no conviertan al lute por! tun nee cereano an un deopliogue ampuloso o en una altuscién de (error. La tratan como una pérdida’ importante, pars fienan técnicas miltuciosas para nuperario raphierteane ¥ con ts menor violencia posible, Se destacs ef ampene on hacer olvidar al dolinats. Cortan uh machén del caballo dal difunto y hacen una fumigacién para purilicar a bow que 82 epesadumbran demasiado, Desparraman herina da maiz nagra con ls meno izquierda —asonieda con le muo te— para “hacer au camino negro”, es decir, pura poner Sscuricind entre ellos y mu dolor. En Isteta, en la noche del cuarto dia, antes de que lox purientes s¢ sparen dos- puds de lo inverts. el sacerdot oficlante hace un altar en el auelo, en el cae pone iis estecae dé plegaria por ef muorto, al arco y la Hache del hombre muerto, al cap Uo usado'par preperar el cuerpo pora [i aepultura y afec- tos do la vestimonta del fallecido. Extin, ademds, al reck biente de. agua medicinal y una canesta de alimentos a ia Que todos contribuyon. Sobre el piso, desds le puerts de li coon hasta ol oltar, treza el socerdota un camino de haring pare que el difunto entre por él. So radnen olimemter al muerto por ditima vez y lo despiden. iho da los sucerdotes rocia a cada uno con'el contenida do ta eecudiiln modicinal y entonnes abre is puerta de lm co- sa. Et Jato habla al muerte y le pido que venga # comer, ‘Oyen Ita pasos stuera y su aindar a tients por la puorte, Entra y come. Entonces al jefe rocis el camino para que ‘ae retire por él. ¥ low sacerdotes “le siquen haste fuera de lo aidea". Toman consigo ins estecas de In plegarla del muerto, ins sfactos demu vestimenta y sup objetas ales, ot cepilio y ef reciplants con alimerncs Los leven fuera dol alcance de ia vista. Vuelven corriendo, ain mirar hacia atras, y clausuran la ouverte para que no ‘entre por alla el muerto, mediante ol rayada sobre ella de ua cruz con-un! cuchilla duro, Es el rompimiente formal ‘con el muorto. El jefe habla a ls gente diciéndole qua no lo retworde mds. “Hace ahora cuatro aoe que ha muar- to.” En ol ceremonial y en of falkiore usan a manudo Ia idea de que el din se convertide en afc y vicaverss. E] tempo ha transcurrido ara liberarios del dolor. La gon- 9a ha despadide y of duelo pasads, Cuahqulera que son ja inclinaclén paicolégica de un Pueblo, as an tode caso le muerte ui hocho innegable 100 monte (newiteble, y entre los Zuhi la incapactded epolines de proscribir al cchtoctlgmo de Ia muerte do parte de los porientes mia cercanos G2 axprese claramente en sus ine titucionas. Aeducen en lo posible al hecho de la muerte. Los ritom funcrarios son los mis simples y menos dromé- ticos de todos lon titos que possen. La minuciosidad que define sus coremonias de colencario no se encuentra en pregencia do in muerte, €! cediver es enterrado de una ved, y ningin sacerdote oficia. Pero la muerte qua toca de cerca a un Individuo no es ten féciimenio trateda. adn entre los Zul. Concoptua- Iizan esta persistencia de dolor o aflicctén con la creancla do que el esposo sobrevivinnte asté en gran peligro, Su esposs Mmuerti puede “empujarlo atrés”': esto as, ella on tu eolodad puede llevario consigo, Ocurre exactamente fo mismo con unn esposa cuyo marido ha muerto, Sial sobreviviente ma apens. esti muy expuesta al peligro. Por 630 08 trated con todas lis precautionss con que ae ro dea slo persona que maté. Dabe aistarse durante cuatro digs de |a-vide ordinarie; no ha de hablar ni ao lo he de hablar: ho de tomar un emético cada manana pera la pe rificacién y salir de In aldaa para hecer la ofranda de ring nogra con sy mano inquierds. La hace girst cumtro veces alradador de me cabeza y in arroja de ai parm “apor- tare! mal euceso”, segdn dicen, Al cuarto dla planta mu astaca de plegaria a la muerte y le reza la dnica plegerio que entre fos Zufl es dirigida a un Individuo, humana sobrenatural, para qua lo daje en paz y no lo arrastre con aigo, ¥ para que lo conoeda Todo fo que eee de tu boar foetne, prea preserve @ be larga she un ainda: nagar Durante un afio. se considers que oo ha pasado el pe ligro qam ae claroe sobre 6l, ¥ en eee tampo mi epaas muerte catand tocaloaa al #8-acerce 8 otra ruler. al afio ho pasodo, tiene comercio con. una extrefa y lo hace un obsequia, Con-el obsequio'se va el paligno que jo ha amenazsdo, Esté de nueva libra y toma otra espona, Lo minme oourra con fs mujer cuyo marido he muerto. En Ina (ianuram occidentalen In conducts en ol tuto har ldbess muy distante do tal manitesteclin de anaindad Era une indulgencin diontninca en un dobor no. inhibida: 101 Toda su conducts scentuaba mils bien que evi i Sesperacién y el cataclismo qua [a pltterk erates Mujeres se hacian Incisionos en la cabern y las piemas. ¥,S¢ cortaban lon dedos Larges hilersa do mujerca mar. chaban a travén del campo despuds de la muertn de une persona | lante, con sus plernas y¥ sangran- hes, La sangre on sun caberas y las heridas de sue Bier nan Hegeben a former costres que no arrancaban. Tan foe como ef caddver era ratirado para el entiorro, todo Io que habia en la habitacién era arrojada por el auclo ara que cunicuiern Jo levantnee, No se ponsaba profanar ma posesiones del muerto, pero todos los obletes dal ho. gor eran ‘distribuldos, porque on su dolor la fornilia ne tendria interds:en copes. 88 ¥ que no utaria pare ai. Aun [a habiteciée tra dojeda y dads « otro. Nade que ba para Le viude, con exception de la manta gua la ene volvia. Los cubatlos favoriton dol muerto nran cancutides Sau tumba y matados all mientras toda la genta se fw Tambhin se sdmitis el excesive duelo individual lo entenctia. ués de un ontierro, a viude oO una hue ae podian permanocer inslatentemente junto a le turibs, lamenténdose, rehuagndose a comer, sin tomur on cuenta a lon que trataban de convenceria de que volviese al cam pomento, Una mujer, especialmente, ¥ a veces tombidn Un hombre. podia salir lorando. soln por lugaras péligraios ya veees recibia vistones qua le dabar poder sobrenatu. fal. En algunas ‘tribus (ban a menuclo lie mujeres a las jumbas y se lamontaban durante afos, y en afios ulterioras noun en tardes agesdables a aqniarse junto a ullas. re te Norse. ae ravtural en el dolor por fos hijos es especial. Mente caracteristica. Lo oxtremo de id nicaien 0 lox padres quele ser expresado entre los Dakota pot of hecho de ir deanudea por #! campo, llorando, Ex Ie dinken ca aién en que tal cosa podris ocurrir. Un viojo escritor he. su exportancla on otra tribu Uahwra: “ai alguien ofendinra al padre durante ese tlempo (de duslo), clerts. eres wirfa Bu muerte, pues estando el hombre am Profundo dolor, busea algo en que ejercitar su vengnnzn + va Inthediatamente después o la querra para Mmatir 8 s6r muerto sates de continuar eh un estado en el que nada es para él importinty”, Cortojan ia munrie co: 102 mo los Pueblo pidan ser liberadon de lo tremonda posibi- lide do que ello ocurra. Estas dos actitudes para con [a muerte son tipos: co: rrientes do ‘opuesta, ¥ muchos individuon admi- ten la uns @ la ptra. Los Pueblo fun creado instituciones sobre la una, y los Uanura sobre Io otra: Esto, natural mente. no algnitita que e! dolor violento y ne inhibido sep sentido por todo miombro de una familia de fos Llanure oocidentales que ha auirido ima pérdida, 0 que en lop Punbin despass de habérseles dicho que la olvidaran se conformen con um diagusto simple, como el que se ex: Presa rompiendo un cepillo, Lo que es verdad es que une misma emocién encuentra una expresién dada en una cul- fura, yen otra, otra expresién, La mayorla de lo seres hu mano tombn ¢! camino que esta preparoda en eu cultura. Si pueden tomar esta vin, eatin proviatos de medion cuadros de oxpresién; si no pueden, se encuentran siene pre con los problémas de lo aborrante. Hay otra situacion de muerte, mucho mae dotada de fécnicas ritusies en esas culturag: es la situscjon del hom bre que ha matade a otro, Entre log: Zufl, un seesino es tratado lo mismo que se trata a un esposo sobreviviente, sdle qua su rotiro transeurre on la kiva ceremonial, vigllade por los secerdotes, y el epartamianto ded disgusto que ox- Perimenta ea cumplido mas minuclosamente. Consista an ‘au Inicisciin en in sociedad guerrera. Su retire, como ol del viudo, importa permanecer nin movimientos, sin hablar yisin wet le hoble: toma eméticos y se abstiens de co. mar. @s el retina de su iniciacién en la soclistad: Tode iniciade en cualquier sociedad observa tabis andlo- fo, ¥ entre loa Zuni len restricclones que coon sobre uno que ha matado aon consideradas como un retiro de inicia: cidén. La fiberacién de las restriceiones ¢3 su entrada on nuevas responsabill sociales, como miembro. do la soriedad querer. Lon jofos doin querra actian por toda ta vida, ¥ no solamente en [a querra, sino mais ospecial Mente como guardianes y omisarios en los actos caremo- ninles y pOblicos. Son el brazo de la ley an cualquier par- fe en que deba hacersa una ordenanza formal. Estin ery con de la caso donde los pericrineds se hallan de- posltedos, ¥ aon especialmente aficaces en treer lHuvias. i pericrineo es en el largo y minuciose ceremonial de fa ma de la guerra el simbolo: del hombre que ha 103 sido muorto. La finatidad de le ceremonin eehelar tn Iniciaciin del qusvo miambro ate Sonat Querrera y convertir al pericrineo en uno de loa objetos sobranaturales que entre loa ZuAl hneen lover. He do ser honrado por Ia danza y ha de ser od an ol puedio’ mediante los riton usiales de adopcian. Estos ritos, en toda adopolén.o matrimonio, consisten esencialments an 6 liwade do lo cabazn dal recién venido por lag mujeres rid ee fa familia paterna. Asi tarnbian: al pericré- avado con agua fimpla por las tins del wn sore? en la tribu-en-ia misma forma en que ol ree ue adoptido por el matrimonio dantra de la familia de su novia. Les plogarias en la dara. del pericrinao son 8 axplicites, Describen ia .transformacin del: amar ain. walor en un feticho ado y la olegria con que gente recibs In nuova bondicidn. : en fn ul al i Es cuarda’ co gua haa inna ol ance cunedo of bn manasde is hae sees were Ont oreo Hana Se wpe toxor os hijo lal micardote det grana coe i See Peete sao le pre "Dp by ders del, pertortome. 4 Hilty ta aapcie de liar ef pertcrdnoo. " Sobee of palo del pericrinea on Wp pharm 104 cuanda todos natos cise Meibioran jueaue urs dia bella va rlin lero dy gram schemata con gree. ls, un buen dle Asi el pericrénao sa convierts.en un obleto sobreno- tural al que se ora, ¥ él asesino en un minmibro perma nente de In importante socieded querrera En las. cultures dioniviecas toda to aituachin os, tre tada de manera diferente, Muy es menudo se converte an una torrible crisis de peligro. El asesino estaba' on pel ‘gro sobrenatural .y, como entre bon Pima, ara purificado ‘an veinte dios, durante fon quo pormanecia sentado on une poqueia cueve cavads-en e} suelo, Le dabs alimentos au padre eeramonisl con al cabo de un palo de sais plas, y s0olibrabs do au peligro adlo al ser arrojedo al rio, ste do-de pins y manos. En las lisnuras occidentsles. an cambio, la violoncia no acumulaba otha contaminucignes sobrenaturaima. El hombre que hnbla matedo a otro no era una prreona ae pacesitasn salvaciin; aca un triunfadar, ol mais anvidie do de todos loa triunfodores. Toda su excitacién dioniati- ca conclula en la celebracidn de un triunfo no inhibido, un doteltarse a costs del enemigo que fuera vencido. Era una oceaidn completamente gozos. La parthda guerrera qua valvia, cala sobre au proplo campo on un burlesco ataque por sorpresa, al, nmanecer: los rastras de sus componan- tas reaplandecian de triunto pobre. Tada ie mubttvd the a te residencia de aigin homben valtente: } slonde vivia au paces, ¥ ballabs en au honor Ba dieponkes «ire Herp’ pars cancer tc la rhe. y sos = bailar ow: dion y doe 105 Todos ae reunian en is danza tel Pericrdnes, que no Ga ung Gereniohia religioga. Ningiin mddico oficlabo De acuorde con su-cardcter social, 4 cargo de hombres: Majerts: ambigues. que habian adopteda ba vida femenina, ¥ gue-eran considersdos en esta tribu como casamenterns “buena compahin”. fieclamaban las danzas ¥ llpvaban oa poricrénoos. Hombres viejos y mujeres vidjsi apare- cian como payasos, 'y algunos de ellos hasta 40 vestion Bera representar a los mismos: querrarcs cuyoR parler: neoa conatitulan el centro de la ceramonia Nedia que haya visto ins cos danzas puede dodar ‘acer 60 del: moda en que difieran Ip danza dal Pericrines entre fon Pueblo, con ous equipos farmolen gue olternan en. @ Programa aquiltbrads ante el altar en el suelo rodaado de. Granden atadoe de madicina guereers, y la danza dal part crane de los Cheyenne. con su wigor fisico y au celebra- cién del orgullo.de ln victorin, au imitacién de los moh feet om fucha: mano a pare, Seieainatton de ha encontrado tino mismo al mejor Pueblo iodo en sobrindad y accidn do ‘grupo, coma cisdra pans occasion’ en la que so-ha levantado’ ts amanare ta tanto sobre @i esesing a caune de su’ Introduceidn an uno Socledad importante y maritoris y se ha puasto el paricra. neo da un énamigo no notable tomo: ung de los objetos sobrenaturales que traen ta lluvia. En Ia dango an as Hae Auris, sunque fos ballarines aparecen en. Grupos, codn uno de elloa os. sin embarge, un ballarin solista, Guo sigue du Bropla inapiracién a] exprosar 4 de cede movimlin. adiestrado ta gloria de! combate fiaice. Ea todo individuslisms, tado regouija y triunfo, {e actitud opolings de los Pueblo ante in muerty no. puede proscribir- lx muerte de parientes ni In matanza de enemigos; lo mds que puede, ee convartiriay en fuenios de bendicién y proporcianar madios pars: sobrellevarias Son la menor ‘iolencia. El homicidia, nl aseainuta dantra del grupo, ocurre tan pocns veces due dificilmente sare. Guerdan relates a fu fenpecto: parn.si ocurre. #8 tratada ‘Rago convenido entre tos grupos de parientes, EF suicidio, én cambio, ests completamente Proscrite. © lufclo de ton: Pueblo es ny acta demaniado Vieiente aun on sus formas mas casualen No tienen ideo de Io qua pueda ser, Liqvedos a rivallear en rplatos, cunn, tay lou 2ohi de un hombee 9 quiah sn le oye decir roe it una mujer hermosa. Undies fue tlamado P'curor 5 enn eer rma ¥- su madicina contents te imasticacién de una-de las plantas medicinales silvestres. A la maton ae [o antontrd muerto, Stee ee oe alcanzar respacto de la ides del acto, y no fe pcurre que nee habersa quitedo la wide. Su rolato od solamente el de un hombre-cuya muerte ocurrid en la for mn que, segdn se le oyd decir, In deseaba. dl mismo. ‘ta stuacion Pirabela a nuestra prikctica del uce apiece solamente eo relatos populures, Una eaposa des- amporads —sagin joa relatos— ocasionaimente pide al Apoche que venga en cumtro diss pore dentruir al oe 4 la wer & Su enposé con ln amante. Ella misma se tie pin ritualmente y 82 pone su mejor vestide, En lo maiana sefigioda sale para encontrarse con el enemiga y para acr la primera on Caer sobre él Esto, naturalmente, esta den: tro do nuestra categoria de mace aunque. oftos soln mente plersan ritual, “Natursimante now otros no lo tito san ( ella-oramala*. be van mia alld dol hocho x: do lo-tmujer Ells ha des jel encono ibilidedea de felicidad de sus compataros de Site ae tn ues oe: cea lees arbour, che a perder el nuevo placer de su esposo. El reato de! relat ‘no Gs realmente imaginade entre los Zul; esti mds alla deau experiencia, como ol eae eee ra que lieve su ménsale a loa Apache, Spinks paruclaerana oxplicdia la prictica del suicidio aun. Individuo Zufl, mika cortés. sonriento, Wace ale ae tora, Son muy extrofias las codes que hocen los blancos- Yo dsta es-cun mucho la.mdn ridicula det tos indigenes Lienura, por au parte. a= prectupan oon (op Idea dol euicidio much miki que nosotros, ‘de las tribus ef hombre « quien nade Je resuitobe muy. atrective, podia hacer una promesa de.mitcidio por un ano. Unvabn una enseta espaciel, una estola de pial de oe de unos das matros y medio de largo, En al oxtremo de se arrestrba atréa por el suelo tenia ung forgo ober tura, y el promitente, en cuanto hacis su nromesa, so colo 07 avanzada. Si morla, mora en medio de empresas en laa que se deleitaba. Si sobrevivia un afo, ganaba por su cor- tejo a In muerte toda suerte de reconocimientos que eran caros a fos Llanura. Al final de su vida. cuando grandes hombres referian publicamente sus hazaflas en constantes encuentros sudaces conocidos, podia dl mencionar aus Proezas y el ao de su promesa. Podis usar los méritos adquiridos para incorporarse a sociedades y convertirse ‘on jefe: Aun una persona no desesporada én modo al: de su vida, podia estar tan tenteda por los honores a nidos de esta manera, que Ilegaria a formular tal promesa. O una sociedad podia tratar da camprometer a un miem- bro mal dispwesto. La promesa de! querrero no era an modo algund la inico manera en que se canocia el sul- cidia en los Lianura. No era un acto comin entre allos, coma lo es en algunas regiones primitivas, pero se repe- tian relatos de suicidio por smor, Compreadian plena- mente el gesto vinlento de arrojar la propia vida. Existe otro modo segdn al cual ef Idea! apolines se axpresa én les Instituciones Pueblo: no elaboran cuttu- raiment tomaa de terror y peligro, Nada tienen de la voluntad dionisiaca de crear sltusciones de contaminacién y miedo, Tal oredisposiciin es muy comin en el luto en todo el mundo: el entierro es una orgia de terror, no de ailiccion, En tribus australianas los més cercanos de los parientes calan sobre la del muerto y la mo- Han en pedazos pars que no los turbara. Ouobraban los huasos de las piernes para que no los persiquieran apa- Ficlenes. En Islets, on cambio, rompen un cepillo, no log ‘husgos del cadiver. Los Navajo, la gente més carcana a las Pueblo, quemen ta vivienda y tod que hay en ello al momento de la muerte. Nada de lo que el muerte ha fanido puede casualmenta pasar a otra, Esté contamina do. Entre los Pueblo, solamente su arco, su flachn, su mili —ol feticha del médico— y una igo perfecta de qme gon enterrados con el muerto. ¥ el mill es primero wolado de todas sus plumes de macagua. No tiran no- En todas sux instituciones mortuoriag los Pueblo sim: bolizan al fin de la vida del hombre, no las precauciones contra la contaminacidn de su caddver oe! recalo y Ia venganza de su spectro, = Todas las crisis de la vida son tratedas en algunas civilizaciones como situactonas de terror, El nacimiento, 108 ieidn de la pubertad, «el matrimonio y la muerte, son won saiones reiteradas constantemente para tal conducta. Lo mismo que en al luto no expresan los Pueblo terror ¢ la muerte, tampoco lo hacen en las otras eee an Ey conducts frente a la manstruacién ea especialmente ilamativa porque todas las tribus que los yodean ‘tienen en cada campomento pequefios refusing para la mujer menstrual. Habitualmente ésta debe cocinar para si, usar 3u propio equipo de vasijas, sislarse completamente. Has- ‘te on la vida doméstica su contacto es carruptor, y sl toca los utensiliog del cazador destruye su utilidad. Los Pueblo no solamente no thenen chozas menstruales, sino que no rodenan de precauciones a lag mujeres en ese bi Seer uss periodes menstruales no crean diferencias en Ia wide una mujer, in situaciin de temor en las tribus circundantes es a1 Teatlwwclon de la hechiceria. La hechiceria es una atiqueta habitualmente em@leada para describir henannee africanas y melanesias, pero el temor, la jospacie. él antagonismo al médico dificilmente dominado en Ms “i américa ¥ que se extiende desde Alaska a Rees oe la eoblacién Shoshoneana do la Gran Cuenca, hasta los td del sudoeste y que estd vastanmente vinculada con la ciedad Midevwriwin al este, es totalmente caractoristica de la hechiceria. Toda sociedad dionisiace veloriza el poder sabrenctural, no solamente porque es fuerte, sino porque, es peligroso. El Impulso comdn de acumular scar enetat péligregas tlena curso libre an ta actitud tribal hacia ¢ radon Tiana poder para agredir mae particularmente de Ip que tiene poder para ayudar, La actitud de ellos a su respecto esté compyesta de micdo, de odio y de sospe- cha. Su muerte no ha de ser vengada, y oi fracaen en ss curaciones y se llnga a sospechar de é!, habltualmonte la lo mata. velo Molave, una tibu no Pucblo del sudorste,Hevabs au actitud mas lejos adn, “Es de la naturaleza de los mi dices matar a la a dal mismo modo que es de ln ne. turaleza de tos halcones matar pequehos péjuros para vi vir", dicen. Todos aquellos a quienes mato un mécico as- tan bajo su dominio en la otra vide. Constituyan su banda. Naturaimente, estaba en eu Interés ol tener una srcipatie fumerosa, rica, Un mdédico diria muy ablertamente: voy a morir adn, Todavis no tengo lista una patrulle bas- 109 tante grande”. Con un poco mis: de thempo tendré a sus Grdenes una compafia de la que estar orgull Tende- ri un palo a un hombre come distintive y dir ENO se bes que he matada o tu padre?" Esto no quiere decir que usid® veneno 4 quo hubiera matado al padre del joven con un cuchillo. Trétase de un asesinato sobrenotural, una si ‘twacién de reprobacién y terror, ablerta y doclarada. imposible resulta imaginar tal estado de coses entre los Zuni, Sus sacerdotas no san objeto de odia velado ni de sospechas. No encaman el dable aspecta, caracteris- Heamente dionisiace, del eeder sobrenatural, de modo que @ la vez deban ser portadores de la muorte y Salvedores de la entermedad. Aun las ideas de brujeria que astdn omnipresentes ontre los Pueblo de hoy, mo constituyen ung situacién genuina de hachiceria porque estén lena de detalles europeos. (s brujaria no os entre los Zufi un tiercicio de fa voluntad de poder sobranatural de un hom: bre oudaz, Oude de que alquno tenga técnicas especificas Se brujeris de las qué hege uso prictico. Todas sua deg- Eripciones de la conducts concerniente a in brujeris son del folklore: como la lechuza io hace con sus ojos, el bruja sustituye los de su cabeza después de habar puesto {os propios en un nicho en la pared. No son los detalles horripilantes de ta malignidad realmente precticada ¥ 80N caracteristicos de otras zones. La brujeria entre los Pueblo, como muchas otras de aus situaciones, es un com- plajo de ansiedad, Vagamenty sospacha el uno del otro, yal un hombre es suficientemonte antindtico, seguramen. te |e serd atribulda brujeria. No habré referencias a bre jeria on una muerte ordinaria. Solamente en liempo de spidemia pera a fos brujos, cvande ia ansiedad gone- ral toma esta forma de exprasion. El poder de sus ham. bres sagrados no les provéca un terror oscurecedor. Por eso. entre los Pueblo no hay Incitacién al exceso na, ni tolerancia de Ja violencia. ni indulgen- cia en ol ajercicio de la autoridad, 0 deleita en situacian alguna on la que sl individuo esié solo. No existe ningu- mi de las situaciones que el dionisisca consi ra merite: fias. No obstenta, tienen una religién de facundidad, y por definicién consideramos los cultos de fecundidad co- ma dionisiacos. Dinnisos era el dios de la fertilidad. y en la mayor parte dol munde no tenemos razén para snparar los dos rasgos: la bisqueda dol exces y al culto del po- 110 der procresdor se combingn relteradamente en leg mas digtintas partes def globo. El modo en que jos puablos apalineos cumplen a! mismo culto de fertilidad hace do- blemente vivicos los principios bisicos de su existencia. La gran mayoris de sus ceramonias de fertilidad no hacen wao del simbolismo sexual. La lluvia es provocada por fs repeticion mondtona de la danza que ejerce coer- cidn sobre las nubes en ef cielo. La productividad del campo sembrado $2 asegura enterrando en al objetos dquirieran poder par haber estado colocades en los alta- reso por haber sido empleados por personificaciones s0- brenaturaltes. El simbolisma sexual es mucho més evi dente en los Hopi que eatre los ZuAi. Entre los Hopl as ‘hablto ceremonial comin el empleo dé pequefios cilindros megros asociades con pequedes circulos rojos o discos Los cilindros son simboins masculinos y tos circulos te: moninos, Se les ate juntos y se les arroja en la fuente sograda. En la ceremonia de la Sociedad do la Flaute llega un mushacho con dos muchachas para trae lluvia, y anticl padamente s¢ da al muchacho un cllindro y 8 cada mu- ghacha un circulo rojo, El ultimo dia de la ceremonia, ¥ asistidos por clertos sacerdotes. llevan estos objetos 3 las fuentes sagradas y los untan con el fango fértil ex- waldo del piso de ta fuente. Luego sale la procesién de reso hacia la aldea. Cuatro cusdros de tierra, como los empleados para log altares, se hacen a lo largo del samino de ratorno, y las muchachos siquen adelante con- duciendo al resto y arrojando, el varén su cilindro, laa mujeres sus circulos, por turno. sobre cada uno de los cuadros en el suelo. Finalmente son depasitados en ls uma de la danga en la plaza. Es una ejecucién decorosa y tranquila, formal y que no muestra emocidn alguna, Esta clase de simboligmo sexual en Ins ceramanios es constantemente emplenda entre los Hopl Es especial: mente popular en lag danzas do sociedades de mujores {los Zufl, por su parte, no tienen sociedades de mujeres) En ura €c esan ceremonies, mientras las muchachas bal- lan en circwlo, apnrecen cuatro virgenes vestidas,de hom: bre. Dos de elias representan arqueros y dos representan lnnceros. Les arqueros tienen sendos pequetes de hojas de parra, y um arco y una flacha, y avanzan tirande gus Nechas en fos paquetes de hojas Log lanceres tienen at cada uno un palo largo y wn cfrculo, y arrojan la lanza an el aro rodante. Cuando llegan al circulo de la danze arrojan sus pales y aros sobre los qué ballan dentra de él Mas tarde errojan pequefias pelotas de harine de maiz hu- medecids desde ef cantro del grupo de bailarinas a los espectadores, que las arrebatan para quardarlas. El sim- bolismo 4s sexual, y el objeto es Ia fertilidad, pero la con ducta €s14 en ol polo opuesto a! culta de Dionisos. Emtro log ZuAi no ha prosperado esta clase de simbo- lismo, Tlenen carreras ceremoniales que, como en todas partes entra los Pueblo, corran para lonrar la fertilidad Une de ellas ¢s ¢ntre hombres y mujeres: los hombres 6n uno de los extremos da Le linea con sus palog, las mu. ipres. en el otra oxtremo con sus ares, que arrojan con sus ples como los hombres [o hacen con sus palos. A ve- ces [as mujeres corren estas carreras con los payasos on- mascarados. En todo caso, lag mujeres deben qanar o la carrera no traerd provecho, En Pari, cuando se. corrlan carreras similares con al mismo objeto. corrian los hom- bres desnudes y violaban a toda mujer que alcanzaban. La misma peticlin es aimbolizada entre los Zuni y en Peri, pero en loa ZuAl hay una remodelacién apolines del sim- bolismo dionisieco de Pert, Sin embargo, ts asociacién de ta licencia con el cere- moniel de la fertilidad no falta enteramente aun entre los Zufl, En dos ocasiones, en la caceria ceremonial del co: ngjo yan la danza del pericréneo, el relalamianto es favo. recide a tal extrema que se dice que nifios concebides en esas noches son excepcionalmente vigorosos. Hay un re- lajamiente det estricto culdedo hebiteal de las muchachas una actitud de: “los muchachos son siempre muchachos' No hay promiscuidad ni inginuaci¢n da algo ‘ergidstico. Ademds, esta el culto del paquets medicinal que tiene ef dominio de la nieve y el tiempo frio; se dice de él que pri- meramente tive clertas ‘ones cuando una nocke las sacerdotisas del paquete recibian amantes, y tomaban ui turquesa del tamafio de una terca de sus compafie- fO8, para agrogarla a las decoraciones del paquete. La Prictica ys no se observa y es imposible decir hasta qué grado era edmitida la licencia. El sexo no es bien antendide entre los Pueblo. Por fo menos entre los Zufil se le presta poco atencidn realis- ta, y hay una tendencia, bastante familiar en muestra pro- 112 pio medio cultural, a explicar el aimbolismo sexual por alguna sustitucién inadecuada. Oe las meditas y los ci Hindros que los Hopi emplean en constante y especifico simboligme sexual, os dirdn llos que raprasentan [as po- wahas pelotitas da barro que la Iluvia forme en loz bahia dos. De fos disparos de fechas contra los paquetes de desperdicios os dirt Be fopresenton los relampagos en fos campos de maiz. istituciones obn mis exagerados se hallan en Jas cxplicaciones de los infarmantes mas he nestoa, Es una inconsistente defense que llevan al extre- ma del absurda, Una defensa similar porece haber climinado todos los ragtros de los rolatos cosmologices del origen del univer. 30 en el acto sexual. Sdio hace cincuenta anes registrd Cushing entre Ios Zufil una referencia a ose relate que es la cosmologia fundamental de ims tribus Yuan, no Pueblo, del sudoaste, y qua es conocida on muchas ro- giones vecinas. El so! cohablté con la tlerra, y do la an trafia de dsta llegé Ia vida, los objets inanimados qua los hombres usan, come también los hombres y fos ani- mais, Desde el tiempo de Cushing se han registrado entre los Zufi mitos diverzos sobre el origen; lo han he- che varias aociedades, diferentes saterdotas y lalcos; y hasta se dize que la vida ha comenzado an el cuarto mun- 5 nines, pero no admitan que ta vida hi sido animada en la entrafia de la tierra por el padre clelo. Sua imaginaciones no se orientan en esta direcciGn. La actitud respecto del sexo entre los Zufl es para lela a clertas modalidades que en nuestra civilizacion co nocemos come puritanns, pero los cor tes son tan Ha matives coma las colncidencias. La actitud puritana res- pecto del sexo fluye de su calificachin como pacada, y fos Zufil no tlenen sentido del pecado. El pecado les ex extrafo, no solamente en lo sexual sino on toda exporien- cla. No sufren de complojes de culpa, y no consideran ef sexo como una serie de tentaclones que han de ser reali tidas con penogos estuerzos de la volunted. La castidad, como un mode de vida, es considered con gran disfavor y nadia es criticado mas dsperamente en sus relatos po Bulares que las muchachas orquilosas que rosisten ol ma- trimonie en su Juventud. Permanecen Iqnorando Ina oce- slonas en que serdn legitimamente admiradas por los hom- bres févenes, Pero los dioses no dan los pasos que se Wa les atribuye en ja ética puritana. Desclenden y pese a las trabas arbitran los medios de dormir con ellas y ensefar- los of deloite y la humildad, Gon estos “medias discipli- narios amigables” obtienen que la muchacha abrace en a! matrimonio la felicidad propia de los mortales, Las relaciones placenteras entre los sexo son un mero agpecto de las relacionas placenteras con seres Hu. manos. Donde nosotros hacemos un: Sus ideas cosmoldgicas son otra forma en In que han dado expresién congecwente a su espirity @xtraordinario. La misma falta de intensidad, de conflicto y de peligro que han instituido en este mundo, la proyectan en el otro, Los sores sobrenaturales, como dice el decter Bunzel. "no tienen Inquina contra el hombre. Porque sus dones, 56 ha de asequrar su apoyo medianta ofrendas, plogarias y précticas magicas", Pero no hay aplacamiento de las fuerzas del mal. La ides les resulta extrafia; ostiman més bien qué los seres sobrenaturales gustan In qué gua- tan los hombres, y si los hambres qustan de la danza, tam- bidn qusterin de ella log séres sobrenaturales, Por 930 fraen de retro a los seres sobrenaturales para bailar an Zufi, vistiendo sus méscaras; toman los paguetes medici- rales ¥ ‘bailan’ con ellos, Esto los da placer. También el grano én ¢! depdsito ha de ser bailado. “Durante e! sols- ticia de invierno, todos fos grupos rituales cum- blen sus coremonias, los jofes de hogares toman seis es- pigas pértectas de grano y las tienen @n una Canasta mian- tras Jes cantan. Esto so llama bailar el grano, y 36 eje- cuta para q Grano no se sienta desdefiado durante la estacién dal caremon! Aal también la gran Danza dol Grang, ahora ya ne clocuteda, culminoba an esta alegeia que los propercionaba el tener los ‘medios de compartir ios aselaas. de grana. No describen. como nesotros, al universa como con- Hicto entre el bien y el mal, No son dualistas, La noclén suropen de la brujeria. al tornarse doméstice entra los Pueblo, hubo de sutrir extrafia transformacién, No provie- ne entre gllos de ninguna majested satdnica incitada con tra un dios bueno, La hon edaptedo a su prople esquema eden rehusor 114 el poder dal brujo es sospechoso, no porque se lo dé el yee Sino porque ‘cabalga sobre su possedor, y una vez asumido no Quede ser dejado de Indo. De todo otro poder sobrenatural ae supone que aparece en la ccasidn que s¢ le requiere. £! plantar estacas de plegeria y el observer log tabus significa que uno estd tratando con oblatos sa- rados, Cuando a ocasién pasd. va el individuo a casa Eo las hermanas de au padre para laverse 1p cabeza y do nwevo esté an condicién secular, O un sacerdote devealve gu poder otro gacerdote pars que permanezce en él has- to que lo ame otra vez, La idea y las técnicas de apar- tar Io sagrado In son familiares tanto come en tlempas mediavales eran familiares laa de oporter une maldieién, Tales técnicas para la liberacién do uno mismo del poder sobrenatural no las suministra la brujeria Pueblo. No cabe aafarse de la cosa pavorosa. y por eso {n brujaria as mala y amenazadora Nos as dificil prescindir de nuestra imagen del uni- verso como. ung lucha entre el bisn y ef mal, ¥ verla como lo ven los Pueblo. Elloe no ven las et lonas nl la vido dol hombre como una carrera entra la vida y la muerte. Lo vida esta presente siempre: slampre estdé presente Ie muerte, La muerte no es fa negacién de ia vide. Las os- taciones se degarrallen ante nosotros y también Is vide del hombre, Su eetinid “no implica resignacién, ni sub- ordinacion del deseo a un poder mde fuerte. aino sl sen tide de la unidad del hombre com al universo”, Cuando oran dicen a sus dioses, Seremos una persona Intercambian con ellos términos de relactin intima: Sosteniende vunatro paix, sosbeniandd vests puabli, pormanecertie trangullemante pars nosotros, Cama hijos de otro rmadee mia, De ncuerds con evi palabras que slemqve pal sea © 36 divigen a [oa dloses comp a hijos de los mostales no menos us como sua Hablan de intercamblar ol aliento con sus dinses: Lajos. on todos. lado come mis padres sacerdotas que dan vica pidiands por au alent que da vida. fu allento da la . su allesto de las —_ Su aliderto do Ian sieenbras, su allectto de te riquaza, fu allerta dn tn fecundidad. su alleste pl espiritu fuerte. tu alnnts de poder tu oliento de toda ts bunna fortune que paseen Didendo por su allente, ae ‘on usstros cilides coorpes tomundo au allenté, hr remos 8 YUsStrO aligmtd, #is ef alionto de vuestras padres, ino que sapiredio en wueatra cuerpo ¥ ati podromos terminar nuestros canines juntos ‘Que mi padre 8 bandiga con vida U8 vudstro eaming s48 cumolida El aliento de los dioges @s su allento y por su comin Participacién s¢ cumplen todas las cosas. Coma su versién de la ralacién dal hambre con otros hombres, su versién de Ia ralacién del hombre con el cos- mos no daja lugar para ol heroismo y la voluntad del ham ‘re para vencer obsticulos. Ella no tlene santidad para aquellos gue, . Luchardo, Iuehando, luehanda. ampujan in muerte contre In pared Tienen sus virtudes, y gon singularmenta consecwontes. Lee que estén fuera de lugar les han proscrite de su uni- verso, En una isla cultural pequafia, pero hace largo tiem- pO establdcida en la América del Norte, han hecho una civilizacidn cuyas formas estén dictadas por las preferen- ‘clas tipjcas de lo apolineo, cuyo defelte asta en f forms- lidad y cuyo mode de vivir es ln mesura y la gobriedad. v DOBU Desde tn mats volunted y in arterin son virtudes. — Hoatilidad tra- dictonal, — Apresamionte dal novio, — La posicién humillante del ma .— Fetoa exclusividad de Ia posesidn. —Canfianza en io magico, — La isla Dobu pertenece al grupo de Entrecasteaux, més alld de la costa meridional de la Nueva Guinea orien- tal. El de Dobu ea une de los pucblos més meoridionalas do fa Melanesia noroccidental, ragién mejor conocida a través de las muchas publicaciones del doctor Bronislaw Malinowski sobre las jslas Trobriand. Los dos grupos de iglas ge hallan tan préximos entre si que la gente de Dobu viaja a lag Trobriand en expediciones comerciales. Pero son gente dé otro ambiente y de otro temperamento. Las Trobriand son islas bajes, fértiles, que proporcionan una vida facil ¥ penerosa. El suelo ex oY las lagunas quie- fas estén llenas de peces. Las Islas dohuanas. en cambio. son rocosas, constituidas por estériles erupciones volcd- nicas, que solamente albargan eecasos depdaitos de tierra vegetal y proporeionan poca peeca. La poblacidn axprlme fuertemente loa posibles recursos; miontras las pequefas aldeas diseminadas, en sus mas présperos dias, tenian solamente alrededor de veinticinco personas y ahora os- tin reducidas a ta mitad, Is densa poblacién Trobriand vive holgadamente ¢n comunidades grandes ¥ cercanas entre sf, Los dobuanos son reconocidos por todos los re- clutefores bloncos por viaibles sefiales en la zona. Co triendo el riesgo de sufrir hambre en sus hegares, facil mente firman compromises de trabajo: son amploados en tareas rudas y las rociones que reciben no provocan entre silos amotinamientos, 17 Sin embargo, la reputacién de ios dobuanos en igs ialas vecinas no se refiere a au pobreza, Antes aon sefe- lados por su peligrosidad, Se dice de ellos que sen mi gos con poder diabdlico y querreros que no se detienen ‘en lo traiclén. Hace un por do generaciones, antes de la intervencién da fos blancos, eran canibales, en una zone donde muchos queblos no comen carne humana. Son low. salvaies temidos y de quienes se desconfia an las islis cireundantes, Los dobuanos responden ampliamente al cardcter que lea atribuyen sus vecinos. No tienen leyes y son arteras. La mano dé tego hombre se levanta contra cualquier otro hombre. Carecen dela suave organizaciin del trabajo de los Trobriand, encabezedos por altos jetes honrados, que mantienen pacificos y continuos intercambios da. bienes y privilegios. Coby no tiena jefes. Clertamente no tiene ‘Grganizacion politica. En sentido estricto rio tiene legali+ dad. ¥ esto, no a cause de que los dobuanos vivan en un ‘eatedo de anarqula, como el “hombre natural” de Rousseau, no trabado por el contrato social, sino porque fas formas sociales de Dobu premlan ls voluntad del mal y Ja felonia y hacen de ellas jas virtudes aceptadas en su sociedad. Nada mds distante de la verded, sin embargo. que suponer entre fos Dobu un estado de anarquia. La orga nizecidn social dobuana esté ordenada en circulos ne trices. en cada uno de los cuales se on formas tra dicionales especificas de hostilidad. Nadie se hace jus- cla por sus proplas manos, excepto para extoriorizar hos- tildades que la cultura admite dentro del grupo apropiado. La agrupatin dobuana mds grande es una llamada locall- dad de cuatro a veinta aldeas. Constituye la unidad gue. frera_y esté en términos de permanente agresividad inter- nacional con cada una de las otres localidades similares. Antes de los dies de! dominio blanco, nadie se atrevia a pee en una localidad extraia salve para matar o ro- . UA servicio, sin embargo, eo én todas les localidades igual. En casos de muerte ¥ de enfermedad seria, cuando 88 necesario encontrar por la adivinacién la persona ras- ponsable, se trae un adivina de una localidad enemigs. Los adivinos de dentro de la localidad son, asi, oxcluidos de hacer frente a los peligros que esperan fa odivinacién de wn culpable; so lama 8 un prdctico a quien la distanm cia le do cierta Inmunidad. 118 ligro, an efecto. es muy grande dentro de ta lo- gatided tema Los que viven junto a la misma ribera y fos que viven en fa misma rutina disria son los Onices que entre ai 36 hacen un dafio sobrenatural y real. Juegan con ip devastacién de la cosecha del projimo, traen confusion an sus camblos econdmicos, causan enfermedad y muerte, Cada uno tiene magla pas estos fines, y. come fo vere mos, [8 usa en jas ocasiones. La magia es indis- pensable on la conducta dentro de cada localldad, pero su fuerza es considerada como no mantentble fuera del circulo familiar de las aldeas conocidas, Las personas con quienes ol individue se asocia aelementa eon las brujas hechiceros que amenazan sus negocios. i En el centro de este grupo local estd, sin conan. un ndeleo dentro del cual so requiere una conducta dife- rente, En toda su vida el individuo pueda volver a 4! para servirso de su apoyo. No es la familia, porqua no s¢ In eluye al re, ni a sus hermanos mi hermanas ni a los mismes hijos de un hombre. Son los componentes dal grupo firmamente indigoluble de la linea materna. Mientras viven, mantienen sus huertas y sus solares domésticos on un comén terreno de Is tierra ancestral. Cada aldea tlena en su cantro un cementerio cublorto de arbustos de ricino revestidos de hojas brillantes. Alli yace Is linea materna, yarones ¥ mujeres duefios de Ia aldea en vida y sepultades ahora en su centro. En torno, estén agiupadas as casi en plataforma de los propictaries vivientes, ln capa mat lineal, Dentro de ese grupo pasa la herencia y existe cooperacién. Se le llama la “leche materna’. la susu, ¥ consiste en una linea de descendencia femenina y do los hermanos de esas mujeres en cada generacidn. Los hijos de estos hermanos no estin Incluidos; pertenecen a las ‘ideas de sus madres, grupos con los cusles estén habl- tualmente en la mayor enemistad, La susu vive a menudo con otra susu estrechamente amparentada, en su propia aldea, cuyo caracter privative ag estrictamente observado. En Dobu no hay un aeciden- ‘tol ir y venir. Una senda roden los limites de cada aldes, los qué thenen setviiegio xs aproximirsele, bordean ia aldea por esta senda. 0 lo veremos, después de la muerte de su padre, los hijes de los hombres de asa aldea no tenen ni siquiera este privilegio de scercarse. Si ol padre vive todavia o ai es la aldea de su espose. 148 bugden entrar por invitacién. Todas jos otros marchan en torn, por el camino lateral. Ne pueden detenerse, Ni aun en las caremonias raligiosas, ni en las fiestas de la cosocha, ni en los iniciaciones tribales se iunta la gente indiscriminademente, pues los dobuanos no se especiall- zan en tales pricticas. En el centro da la aldes un comen- terlo ocupa el lugar de la plaza abierta de la danze colec. tive de los Trobriand, Los dobuanos conocen demasiado los poligroa da los fugaros extraies para dirigiese alli con motivo do actos sociales o reéligiosos. Estén demasiado advertides do los peligros de la hechiceria calosa para tolerar 6 extranieros dentro de su fortaleza, El matrimo- nio, naturalmente, debe realizarse con alguien de fuera de este circule de contianzs. Se produce dentro de la localidad, y por ego liga dos ald entre las cuales os muy acentunda la anemistad, E| matrimonio no trae con sige una disminucién do ta hostilidsd. Desde el comienzo, las instituclones que lo rodean provocan conflictos y #en- ‘tmientos daperos entre los dos gi El matrimonio os puesto én movimiento mediante un hosttl de la aup- gra. Ella misma obst 60n su parson la puorta de su case dentro de la cus! duerme al joven con su hija: al Joven 8 atrapado para ls cersmonia pablica del cesamien- to. Antes de esto, todo el tlampo de la puberted, ef mu- he pasado las noches en casas de jévenes solte- ras. Por costumbre, su propia case le asta cerrads. Evite compromises por varios afios, desparramando amplliamen: te sus favores; abandona la casa an que ha dormido antes dal alba. Cuando por fin os atrapado. olio se dabe camdn- mente @ que cansado de jar ‘hw establecido una com- cole més constente. Dale de preocuparse de madrugar. in embargo, nunca se piensa que esté dispuesto a so brellevar las indignidades del matrimonio, ¥ ol aconteci- miento se le impone per la vieja hachieera, por su future suegre. sn la puerta do antrada. Cuando los habltantes de fo aldee, Ia estiepe matorna de le muchacha, ven a Is vidio mujer inmdvil on la puerta, se rednen y ante la vista de! pdblico los des salen y s@ sientan juntos an una as- ters sobre el suelo. Los de fa aldea los observan un rato, lego 8@ dispersan y nada més; la pareja ests formalmanto casada, Desde ese momento en adolante, al hombre joven ha de vincularse con la aldaa de su esposa. Lo primaro que 120 le requieren es trabajo. Inmediatamente ra le da uno pals con la orden: “Ahora a trabajar” r una huerte bajo fa vigilancie de sus padres politicos. Cuan- do ellos cocinan y comen, 6! debe continuar trabajando puesto que no ouede comer en su presencia. Estd atado a una doble tarea, pues cuando he terminedo el trebajo para los flames de su suegro. ain ha de cultivar su prople huerta en [a terra de su familia. Su suegra tiene gran satisfaccién en el ejercicia de su poder y goza del doml- nio que impone a su yerno. Esta situacién continda du- rante un aia mas. El muchacho no és el unico compren dido en esta situacién. pues sus oarientos también estén cargades de obligaciones. Tan pesedas son las cargos sobre gua hermanos en la provigién del material necesa- rlo para la huerta y los objetos valiosos para el regalo matrimonial, que actualmente los hombres jdvenes esce- pan. en caso de matrimonio de su hermana, de tal impo: sicién firmando compromisos de trabajo por contrato. ‘Cusndo bos objetos valioses del matrimonio han sido per fin acumulados por los miambrog de la auay del novio, gon conducidos formalmente a la aldea de la novia, La partida esti formada por los harmanos y hermanas del novio, su madre y fos hermanos y hermanas de olla. Su padre ss exciuido, como también lo son fos esposos y esposas del grupo, y los hijos de todos ellos. Presentan log regalos a ta susu de la novis, No hay, sin embargo, contact amistoso de las dos partidas. El qrupo de la no via los espera an al extremo mis distante de su aldea anceatral. Los visitantes quedan en al axtramo carcano 5 su propia aldea. Aparecen cada uno culdadosemente inadvertido de la existencla de los demds. Un ancho es: pacio los sepera. SE han de noter al otro partido, Io mi- ran fijemente con hostilidad Cada peso en el luego dol matrimonio os conducide con la misma formalidad rigide. Lo sugu de la novia debe ira la aldea del novio y racorrerla formalmante mientras lleva consigo un considerable obaequio de carne no cocl- ds. Al dia siguiente. parientes del novio van a su vez con un regalo retributive de fames. La ceremonis misma del casamiento congiste en Is recepclén por al novio de un bocado de alimento que de su cocina te do fa suegra an su aldea, ¥ la novia recibe de mado similar alimento de Su sucgra en In aldea de su esposo. En una sociedad 121 donde Ia comida en comin es una dé las instituciones de intimided, resulta el rite completamente adecuado. En efecto, el matrimonio establece una nueva agru- pacién dentro de [a cual son respetados la intimidad y loa Intereses comunes, Los Dobu no resuelven sus proble- mas maritales ignorando las allanzas matrimoniales a ln manera de muchas tribus de la Nueva Guinea Holandese® ‘que tienen fuertes clanes como los Dobu. En estas tribus la linea materna vive reunida, cosecha reunida y compar- te las empresas econimicas. Los esposos de las mujeres las visitan secretamente por la noche o en el bosque. Son. los “esposos visitadores” y de ningun modo alteran Ip autosuficiencia del lnaje matrilineal. Los Dobu, en cambio, tienen casas comunes para Ia ‘ssposa y el esposo y guardan celosamanta lo que lee es privetivo en su propio hoger. La pareja también proves de hortalizes para si ¥ sus hijos én comin. Pero al satls- fever estos dos requisites, que parecen tan elementales Bara una persona educada en le clvilizacién occidental, los obu deben afrontar muchos problemas dificiles. Deben a lo susu [a fealted més firme. Si uno casa privada, Invio- fable. y una huerta son suminist an terreno hogarefio, {qué miradas hostiles no soportari le la susu del esposo? El pro- do la susu de le esposa blema es rasuelto bastante ldgicamente. pero de un modo que es comprensiblemente extrato. Desde el matrimonio hasta Ia muerte vive ln pareja en afios altemados an le aldea del esposo y en la aldea de la sapoaa. Cada afo alternade uno de los esposos tisne el apoyo de su propio grupo y domina la situaciin. Al aio siguien- fe. ol mismo esposo ¢5 un extrafio tolerado que debe es- fumarse ante los duefios de |a aldea de su cényuge. Las aldeas dobuanas estén divididas por esta grieta en dog grupos qué slempre estén el uno contra el otro: por una Barto, los que gon de tlnaje matrilineal y son llemados dusfios de la aldee; por otra, los quo estén casados den- tro de ella y los que son hijos de loa hombres duehos El primer gro os siempre al dominante y puede poner on situacién dasvantajoge a iea que son menos, residen- tes por el afio a causa de las eigencias de io vida de . wet Ta wetuatidad forma parte de In Repdblicn de indonesia, IN. ote 122 casados. Los duefios presentan un frente sélido: ¢l gi de bos de fuera tlene poca coherencla. El depois la pri tica dobuanos estén igualmente contra la unién de dos al- deas mediante alianzas matrimoniales. Las alianzas mas extensivas aon difundidas entre las diversas aldeas cusm- to més cordialmente son aprobados los arreglos. Por eso, jos esposes que eatin casados dentro de ellas no tlenen lazos comunes de fidelidad a la susu. Hay una categoria totémica también que sobrepasa jog lazos de Ia “localidad”, pero es una clasificacién va- cla entre los Dobu, sin funciones 0 rancis. y no ha de ser considerada porque no lita efectivamente a los (nether no coord/nados que se han casado dentro de \a aldea. Gon todos sus imperantes medios tradictonales, le sociedad dobvana requiere que durante el afo que el ea- poso estd en la aldea de Ia esposa, en torritorio extreho, desempefe 4! un papel humillante. Todos Ios duefios de la aldea pueden Momarlo por su nombre. El nunca puede user el nombre do ninguno de ellos. Hay varias razones por las cuales los res personales no son ws on tre los Dobu come en nuestra propia civilizacién, y cuando son usados, sigoifiea aoe quien ama por ellos puede to- marse importantes |i . Denota prestigio en rela clén a la persona nombrada. Cuando ls aldea 9 recl be regalos de desposoric, en el intercambio de obsequios matrimonials que se renueva afio tras afio, o en caso de muerte, #! esposo que estd caendo y reside alli durante al fo, debe estar sugente, Es un onan perme. Estas, sin embargo, son las indignidades menores de au icién. Hey wna tenalén mds importante. La aldeo en la que reside le pareja en el momento estd raras veces satisfacha con la conducta del esposo que se ha casado alll, A causa de loa Intercambios matrimoniales entre las dos aldeas, que contindan con las mismas formalidades desde Ia boda hasta la muerte de uno de ios esposes, el matrimonio es una investidura importante de fa susu. Los hombres de la linea materna tlenén un derecha econdmico de desempefar en alls un papal activo. Es fécil para el @8peso que esté on terreno propio volver a BU Susu, espe~ clalmente al hermano de la madre, para que sea su apoyo en las querellas matrimoniales que constantemente a6 ré- piten entre los dabuanes. El hermano de la madre por io general sdlo asté muy dispuesto a Instrulr al extrafia publicamente 9 # despedirlo a él o a ella da la aldea con abusos obgcenes, También hay una tensién alin mas infi- ma. La fidelidad entre maride y mujer no es esperada y ningin dobuano admitird que un hombre y una mujer pae- dan estar juntos, aunque sea sl menor tismpa, sl no 63 con fines sexuales. El esposo, extrafio durante un ato, es- td feeilmente dispuesto a sospechar infidelidad. Habitual: mente tiene fundamentos. En la atmdstera sospechosa de los dobuanos |a vinculacién més segura ea com un “har- mano” 0 une “hermana’ de lo aldea, Durante el aio en que uno esté en su propia aldea, las circunstancias son propicinn y los peligros naturales, minimos. La opinidn publica desaprueba vigorogamente el matrimonio entre “hermanos” y “hermanas” asi clasificados. Violentaria o la aldea tener camblos matrimoniales obliqatorios ontre dos partes del sstablacimienta, Pero al adulterio dentro del grupo es un pasatiempo faverito, Es celebrada cons- tantemente en la mitologia, y su existencia en cualquier aldea es conacida por todos desde la primera Infancia. Es asunto que afecta profundemente al esposo ultrajsdo El (a, segdn al caso, olla) soborna @ log nifios para abte- ner Informacién, la suya o la de cualquier otro en la aldea, $i es el esposo, rompe las vasijas de cocins de la esposa. Si es la esposa, maltrata al perro del esposo, Rien vic- lentamente, ¥ ninguna querella puede pasar inadvertida en el estrecho encierro de [as casas de los Doby, bordeadas de hojas, EI esposo recorre la aldea furlosaments. Como diltima recurse de rencor impotente. intenta suicidarse por uno de los diversos métodos tradicionales, de Ins cuales ninguna es rigurosamente fatal. Hablitualmente es salva- do. y por esta modo ge alista en la susu de su esposa: por temor a fo que sua parientes podrian hacer si el! es- pose ultrafado tuviern éxito on sus tontativas do suicidio, se inclinan hacia una conducts mds conelllatorla. Pueden también rehusarse a adoptar nuevas actitudes en la emer- gencia, y el matrimonio pusde permanecer hesca y renco- rosamente junto. El afio préximo la esposa puede vengar- se de igual modo en au propia aldea, Por eso, al requisite dabuane de que wn esposa y un asposa mantengan un domicilia comtin na es ¢n modo al- quno la cuestion simple que parece ser en nuestra civil: Izacién, Las circunstancias hacen de allo una |natitucién 124 tan dificil que continuadamente troba al matrimonio y co- munmente lo destruye. Son muy frecuentes los matrimo- niog disueltos, cinco veces mas frecuentes qua. por ejem- plo, entre los Manus, otra cultura ocednica que el doctor Fortune ha deeerito. El segundo requisito exigido de los cdnyuges dobuanes se tora Iqualmante dificil por las ins. tituclones culturales, pues proveen hortalizas en comdn para ellos y sua hijos. Este requisite entra en conflicta can privilegios basicos y prerrogativas mdgicas. La teroz exclusividad de is propiedsd entre los Dobu en ninguna parte se exprosa més violentamente que en las creencias sobre la propiedad hereditaria de los fames La linea de femes desciende con le susu tan shouaanatns como fa sangre en fas venas de sus miembros. Los flames sembrades no son mancomunsdes ni en las huertas de le pareja cageda, Cada uno cultiva au propia hwerta, lo plan fa con flames sembrados de su lines hereditaria, y allos crecen por encantamientos mégicos debidos individual y secretamente a su linea de sugu. El dogma universal de su sociedad es que solamente Aames de la linea sangui- nea de uno mismo crecerdn en su huerta: llegarin a fruc tificar por jos encantamientos mégicos que han descendi- do cen la slembra. Mas adelante describlremos la excep- cin que la ¢eatumbre concede en la préctica, Ninguna excepcién es concebida en cuanto se reflere 4 las huertas conyugales. Individualmenta, el esposo y Ia esposa con- servan su semilia de la cosecha precedente; plantan sus flames hereditarios y son rasponsables por 6! producto final, El alimento nunea ea suficiante en {a isla Dobu, » todos andan hambrientes en los meses anteriores a lb plantacién, para tener los famas necesarios para la slam- bra. El mayor dalito dobuano os el comer los propios fa mes de siembra. La pérdida nunca es compen ‘Serf imposible para @| esposo o Ja asposa salvar ta situaciin, pues fos ames que no son dol linaje matrilineal de uno ho crecarén en su huerta, Aun la susu de uno migme no compensa un quebranto flagrante como es |e pérdida de fa slembra. Quien cayera tan balo como para comer los fames destinados o lo plantacion. es un mel eaneor a quien ni su propio clan soya. Seri durante teds su vida algo intolerable en Dobu. Por eso estén inevitablemente separadas ta huerta de la espesa y la huerta del esposo, Los famas de slembra 125 sn slempré mantonidos separadamente, y crecen con en. cantamientos magicos, tambidn individuales. El fracaso de la huerta da uno es profundamente sentido y se convierte en causa de querellas matrimoniales y divorcio, Sin am- bargo, e! erable en las huertas es compartido por los dos; las huertas del esposo, la espoaa y log hijos son tan Invio- lablemente privadas come es inviolable la casa; ¥ los all- mentes suministrades por las huertas son reunidos para au USO Comin. Tan pronto como el matrimonio se disuelve por la muerte, 0 cuando a! padre muere, aunque padre y madre hayan estado separados afos atras, todo el alimento da la aldea paterna, cada péjaro o pez o fruto, se convierte ‘estrictamente en tabi para aus hijos. Sélo durante su vida lo comen sin peligro. dificil concesidn entre los Dobu al hecho de que los hijos son criados por sus dos padre: De manera similar, a lp muerte del padre laa estd prohi- bido a los hijos entrar en su aldea. Esto es, tan pronto como plerden su vigencla las exigencies de la alianza ma- frimonial, la aldea de le madre lea exige la exclusién de todo contacto con la linea proscrita. Cuando como edul- tos o viejos deben levar alimentos a la aldea de su padre ‘en_un intercamblo ritual, permanecen inmoviles on las car: canfas, con la cabeza inclinada, mientras otros conducen sus cargas a la aldea, Esperan hasta que la partida wuel- va, ¥ éntonces encabezan fa procesién de retamo o su aldea materna. La afdea del podre es llamada “el lugar de inclinar Ia cabeza". AGn més coarcitive os el tabi de acercarse a la aldea del esposo muerto. Hay que dete- norse a distancia de ella o encontrar tortuasamente al ca- mind qua pasa per alll. Las conceslones otorqedas con ‘tanta reticencla a una allanza matrimonial son rescindidas ‘con restriccionas mayores atin. Los celos, la sospechs, la faroz exclusividad de la propledad, que son caracteristicas de los Debu, aparecen 8n primer plano an el matrimonio debuano, pero as impo- sible apreciarlos plenamente antes de haber considerado también su manera de vivir en otros aspectos. Las mot]- vaciones que fluyan a través de toda Ia existencia dobua- fa son singularmente limitadas, Son notables por la cohe- reacia con que los instituciones de fa cultura las corporl- zany ef alcance que se les da. En al mismas tienen la almplicidad de fa mania. Toda sxistencia es competencia olladora, y toda ventaja es ganada « expensas de un tase derrotado. Esta competencia diftiere de la que des- cribiremes en la costa noroeste, donde la rivalidad estd a la luz de |e publicidad y el conflicto es arrogante y fran- co. En la Isla Dobu es secreto y traicionere. El hombre bueno, el hombre de éxito, 63 ¢l que ha expulsado a otro de gu sitio. La cultura suministra técnicas extrafias y oca- siones minucioges para tal conducta. Toda la existancia entre los dobuanos 28rd aujeta a tales propdsites. La violencia de la concepeién debuana de la propie- ded y¥ la medide an que olla impone que fos otros sean victimas de uno, su desconflanza reciproca y su malevo- lencia, todo esté groseramente reflejado en su_religién. Toda [a regién de la Oceania adyacente a Dobu es una de fag zones del mundo que més fuertemente sostienen Ins pedotiens maglons fos estudiosos de la religién que de- finen fa religiéa y [a magia como excluyentes y opuestas entre sl, han de Deger raligién a los dobuanos. Antropo- ldgicamente hablando, ain embargo, la magia y la roligién son modos complementarios da relaclones personales de- seables con este mundo; la magia emplea técnicas que dominan automaticamente, Entre los debuanos no hay cs- remonias propiciatorias de seres sobrenaturalas, y no hay dongs o sacrificios para afirmar la cooperacién entre dio- es y peticionantes. Los seres sobrenaturales conocidos por log dobuanes son unos pocos nombres magicos secre- Ton, cuyo conecimiento da el poder de mando. Por aso, fos nombres de los seres sobrenaturales son deseonocl- anos, Nadia conocs ningu- no fuera de aquellos por los que se ha o que le han Ilegado por herencia. Los nombres importantes nunca son mencionados en alte vor sino murmuredos. para evl- ter, que aiquien fos olga. Todas |as creencias conectadas ‘con aso. s6 relacionan con la magia de los hombres més ‘que con [a propiclacién de lo sobrenotural. Toda actividad tiene sus encantamientos sobresalien- tes, y una de las més Hlamativas entre todas las creencias dobuanas es ls de que sin magia no se puede obtener resultada alquno en ningdn campo de la existencia. He. mos visto como gran parte de la vide de los ZuAl se cruza con le religién. Hay pricticas religiosas para la luvia; ¥ pun dentro de la exageracién del dogma tradicional, hay grandes zonas de la existencia que no eatin desprovistas dos para gren ndmero de dobus 127 de técnices religiosas. En la costa noroeste, coma vere- mos, las précticas religiosas tienen muy poca relacién con la actividad importonts de sus vidas: la consolidacion de la situscién, Ocurre de otra manera an Ooby, Para cual- quier resultado s¢ dopende de la magia que uno condor. Log flames no pueden crecer sin sus encantamientos, El deseo sexual no surge sin ls magia del amor: los cambios do valores an las transaccienes econémicas son product. dos migicamente: los frholes no estin protegides dal robo a menos que eancantamientos malevolentes Ins cu- bran; el viento no sopla gs) no @& llamado magicamente; a enfermedad o la muerte no ocurren sin las maquinacie- mes de la hechiceria o de fa bruieria. Por aso los encantamientos magicos son de Impor- tancla incomparable, La violencia con que el éxito as co- diciado esté fielmente reflejada en Je rivalidad ferer por las formulas miigicas. Estas nunca son tenides en comin, Ellas no son prerrogativas de socieded secrete alguna. No hay grupos de hermanos sobre todos los cuales des- ciendan. Aun la cooperacién dentro de la susu nunca se éxtignde como para dar a sus miembros beneficio comdn en los podares de ancantamionto, Le susu os meramente al conducto de la estricta herencia Individual de la magia. Tado individuo aspira a les formulas del hermano de su madre, pero cada encantamiento aélo puede ser ensefnda auno del clan. Nunca puede ser ensefado a dos hijos de in hermana de quien lo posee, y #| duefo de la formule, hace su propia eleceion entre los posibles herederos, A menudo prefiere ol hijo mayor, pero si otre hijo ho astade mas cerca de él o le fue mds servicial, pasa por encima dal hijo mayor y éate no es desagraviedo. Durante toda au vida puede carecer de férmulas importantes como Iss de los fames y los cambios eronémicos. Trétase de une desventaja cuya mencidn ea un insulto; es desventaja que no admite atenuacién, Pero toda hembre o mujer conoce algunos encantamientas, Estin ompliamente diftundidos los encentamiantas que causan enfermedades y de la ma- gia amarosa. Hoy, muchachos trabajedores fuera de su Casa pueden vender un hechizo sin referirse a la herencia. Se invierten los salaries de hasta contra meses de labor contrateda en adquirir un encantamiento singular; eso, aun- iF quienes intorvengan en la transacelén sean servidores el hombre blanco y en cierto grado alejades de la cultura 128 native. El monte del pago ofrece una ligera Indicacién de valor. SuYos dobuenos de ta pequehe isla de Tewara donde vivid el doctor Fortune, negaban categéricamente que los blancos o los maestros polinésicos nativos do las misio- nes en la isla Doby hayan sido capaces de sostener huer tas. Declan que ello ere imposible sin magia. No se apro- wechaban de le coartada primitiva universal de que [os regies nativas solamente 3¢ aplicen a los natives. Entre los Dobu, ls invocacién de la magia, y s6lo de alla, es demasiado fuerte para admitir que los blancos o paline- sios estén libres do su necesidad, El conflicto mas aspera por la posesign de encenta- mientos magicos se produce entre los hijos de la herma- ine, que con derecho pretenden la magia del hermano de su madre, y los propios hijos del dltimo, cuya estrecha agociacién con ef padre en el hogar y su coparticipacién con @len el trabajo de la huerta hacen que exista une contrapretensién bastante fuerta para asequrar su recono- ‘cimlento on la prictica dobuens, E] dogma dobuano insls- te sempre on que solamente la magia hame qué desclan- de a! clan con la slembra puede hacer cracar esa siembra. La siembra, como hemos visto, nunca es separada del cian. Sin embargo, los encantamiantos de le huerta son engo- fiados también a fos hijos del duefio. Hay otra concaalin subrepticla al poder de grupe que resulta del matrimonio, 43, naturalmente, uno violacion flegrante del dogma do- heen que asegura a cada Individuo su deracho exclusive de propiedad. Los encantamientos son “como el consultorio de un médica a la lave de una casa comercial o @! titulo y fos tierras de_un par. Un médieo que enajena al consultorlo vendiéndolo o lagdndolo a dos personas distintes que no aon socios sino rivales, dificiimante lograrla en forme In- gal su verta en subasta pdblica. Lo mismo ocurre raspec- to de un negocio. Un soberano que hubiera dedo a dos hombres el misma titulo de par ¥ Ins mismos terrae en los diag feudales, habrie provocado 'a rabelidn a sus puur- tas. Pero entre los dobuanos donde (loa doa heredaros) NO aon Socios © amigos estrechos o participes en una pro- piedad comin, sino més bien Inclinados al antagonism, es bastante legal dicha practice. La misma in ost concedida a los dos”. Sin ambargo, si el hijo ha cbtenide 128 mas de la magia del padre @ su muerte que el hijo de la hormana, este ultima, propietario legal de la ensefanze ortodoxa dobwana, reclama sus derechos de hijo y debe ser ensefiado sin retribuciones. $i la situacién favorece a Ta tendencia opuesta, no tiene ol hijo los derechos co rrespondientes. Los encantamientos migicos de los dobuanos deben ser literalmente pertectos para ser efectivos, y hay a me nudo hojas o drboles especificos que deben ser emplen dos en ellos para lag aceiones simbélicas. Hey muchos ejemplos de magia simpatica que dependen de to tecnles de mencionar arbustos atudticos 0 ¢| fame cublerto de hojas nuevas que puede imitar su lujuria: o de describir la rajadura del trence de un drbol por un célao, para ase- gurarse contra los ateques de gangose. Los encantamien: tos son notables por su malavolancia y por el grado en que corporizan la creancia dobuana de que la ganancia de cualquier hombre as pérdida de otro. EI ritual de fa hyerte comienza cuando |e tierra esti preparada para la plantacidn de la semilla de fame y con tinda hasta la cosecha. Los hechiceros de la plantaciin describen los. fames debidamente plentedos como de nu- merogas variedades y ya crecidos, Los hechizos requerl- dos durante el primér crecimiento describen al enrosca miento de lag paras baja In imagan del tejido de la tela de la gran arania Kapali: Kapafi, Kagel, fapende en rededor, Fin cen alegela, Yo con mi huotta oscuracida de follaje, yo can mis hojad Kapali, kopali, fajlendo an redador, fia com alegria. Durante todo ese tiempo no se impuso a los Aames ningiin caidéado migico, ningun hurto magico fue empren- dido. Pero ahora que han crecido algo, es nocasario arrai- garlos on a! terrene del propietario. Pues los flames son concebides como personas y se cree que vagan de noche de huerta en huerta. Las paras permanecen en su sitio, Pero los tubirculos se marchan. Al promediar a mofona regresan marmalmente, Por esta razon los hames no son ascarbados temprang por la mafiana cuande se hace ha- 130 bitualmente el trabajo de fa huerts; seria en vano. Su re torno. debe ser esperado complacientemente. También los fiames cuando créecen experimentan desde muy temprano una reduccién de su libertad: por eso los encantamientos agricolas no comienzan hasta que las plantas. hayan Ile gado a cierta etapa de desarrollo, Estos ancantamientos fientan a los Ramos errantes a permanecer en una huerts a expangas de fa huorta en que fueron plantades. El tra- bajo de huerta entre los dobuanos se produce con tonta rivalidad como la lucha por una herencia, Ningin hombre admite que otro cultivador de una huerta pueda plantar més fames que é o hacer crecer mis hames de sus tu bérculos sembrados. Lo que la cosecha de su vecino tiene de excedente sobre la suya propia, es considerado como we ha sido magicamente hurtade de su propia huerta o de la de algin otro. Por eso hace quardia personal el horn bre en su propia huerta desde ese momento hasta la co secha; emplea todos los encantamiantos que conoce para atragr los flames de su vecino, y resiste los encantamian tos de éste mediante contraencantamientos. Ellos hacen arratgar el tubérculo del heme firmemente en la tlerra on que fue plantado y protege la cosecha del dueta, Dende esti tn palma Kasiara? 1 En [a parte anterior de mi Jardin al phe da la platsforma de ri casa eetd, Pormanccesd inflexible, ain torcerso, ¢ath Inmévil, Los deatracadoros do deatrozos do érbolea loa larzadoren de larzamientoa de pledra, quedan Inméviles Los recios trituradores de tierra quedan inméviles. El permanece, nermanece Iotloxible, sin toscerse, EL Aome Kulla® Permaneé Infloxible,sin toxcorso El pormanece, permances Inmévil en la parte anterior do mi jardin El cardcter privado y personal de la huerta es respe- tado @ un grado tel que, por costumbre, marida y mujer trabajan en ella. Una buena cosecha es una confesién de {E} dybol mus duro dp ls selva, No lo doblega un vendaval que teeing todos loa otros Arboles, 2 Uno variedad de fiame. La astancla es ietegramente rnpetide Pore todas los variodades, 138 hurte. Se supone que ha sido sustraida incluso do las huertas de la propia susu por hechicerla peligrosa. La magnitud de la cosecha es culdadosamente escondida y la referencia a ella constituye un insulto. En todas las islas circundantes de Oceania la cosecha es ocasién para un gran despliegue ritual de fiemes, para una ostentosa pa- feda que constituye el punto culminante en el ceremonial del ano. Entre los dobuanos es tan secreta como un robo. El hombre y su mujer la trasiadan poce a poco al dapésito. Si su casecha 63 buena, tienen razén para temer el esplo- naje de otro, pues en caso de enfermedad o muerte al adiving atribuye la calamidad a una buena cosecha. Se piensa que alguien se siente agraviado por esa cosecha exitosa a punto de haber impuesto hechiceria al afortu- nado jardinero. Los encantamientos de enfermedad tienen una male- volencia que les ex propla. Todo hombre o mujer en la aldea Tewara posee de uno a cinco encantamientos. Cada uno es especifico de una enfermedad particular. y la per- sons que tiene el encantamiento tiene también el encan- tamiento para apartar la misma afliccién. piguoas perso- nag tienen un monopolio de ciertas enfermedades y a la ver son log dnicos duefos del poder de causarlas y dal poder de curarlas. Quienquiera que en la localidad tenga glefantiagis o escrdfula, sabe, por e¢o, ante qué puerta exhibirla. Los ancentamlentes hacen poderoso a su duefo y son codiclados en gran encela. Los encantamiantos dan a quienes fos poseen una oportunidad para la mas explicita expresién de malignidad que lo cultura admite. Ordinariamente tal expresion og tabi. Fl dobuano no s¢ arriesga a un desafic publico cuan- do desea injuriar a una persona. Es obsequiosa y redobla las muestras de amistad. Cree que ia hechicerla se hace arte mediante fa intimidad, y espera la oportunidad para traicién, Paro el aplicar a su enemigo su eneantamien- tw de enfermedad y el ensehar su encantamiento al de su hermana, tiene plena licencia para la. maldad. une ocasldn pars ascapar de la vista o el ofdo de su ene migo y dejo de lado disinulos, Exhale el hechizo sobre los excrementos de la victima o en una enredadera que coloca a través del camino de su enemigo, aguardando ¢erca para ver ai la victima realmente tropieza con ella. Al comunicar el hechizo, el hechicero imita por anticipado 132 ja agonia de las etapas finules de la enfermedad que in- flige. $@ retuerce sobre el suelo, chilla convulsivamente. Solamente asi, después de la reproduccién fiel de sus ete tos, cumple el eneantamiento la faena a la que esta destl- nado. El adivino esté satisfecho, Cuando la victims he trepezedo contra la enredadera, la lleva cansigo ¥ In doje en su choza. Cuando esti pronto para la muerte de au enamigo, fa quema en su fuego. . los encantamientos mismos son casi tan explicitos como la ascidn que tos acompaha, Cada verso es subrer yedo con un vicioso escupir de jengibre sobre el objeto que ha de llevar al encantamiento. iste el encantamien to para causar gangosa, la. horrible enfermedad que, 8 se mojanza del edlao, é! patrono animal que da su nombre al mal, come loa tances dé drholes con su hocico. Es como sigue: Galiao morndor de Signal tn lv coopide del drbel fowana, corte, cori, desgarra: ¥ desde la desde las sienes, desde la pangenta, dosde Ia cadera, desde Ia rai de ls lenges, dasde al puscunze, desde al obliga, doade Ia parte astrechs de la espalda, ‘desde los rifones, dosde las entrafias doagarra y abro. Desgarra de ple. Galea marador de Tokukw, on la ciapide de! arbot lowana, 86 agacha? enccrveda, Ge agacha con su espaida, Incling (os ‘bracos emtrelazacos ante al, secorva Ine manos sobre gus rifones, inclina la cabeza eocorvada entre ins brazos eniarados sobre ella. Sé agacha retercido, Lorando, gritande, wuola+ hacia aca. Frontaments wucla hacia acd. # La vietima, © El poder Inmuterlal dal encantambanto. 133 Cuando una persona es victima de una enfermedad, se dirige a la persona que le ha impuesto esa anfermadad. No hay otro camino pars evitar |a muerte. La enfermedad solamente puede ser curada o mejorada por el ‘correspan- diente exorcismo que tiene el mismo hechicara. Habitual- mente, el hechicero, si es inducido a exoreizar la enferma- dad, no visita é! mismo al paciante. Insufla el exorciamo @n un recipiente de agua, que le es traldo por un parlente del enfermo. Es confirmado y el paciante se lava ¢on al agua en su propia casa, A menudo se piensa que el exor- cismo evita la muerte y parmite la deformided. reflejo dal hecho de que muchas de las enfermedades nativas comu- nes producen deformidad antes que muerte: No hay en: cantamiento para las enfermedades ajenas a Dobu, tuber- culosis, saramplén, influenza y disenteria, aunque se fas ha conocido y fueron fatales entre los dobuanos. durante cincuenta afos. Los dobuanos usan estos encentamientos de enter. medades libremente y con propdsites caracteristicos. El modo de colocar una simple marca de propledad sobra bienes o drboles es para contaminarlos con la magia de la enfermedad de su propietario, Los natives dicen “'éste es el drbol de Alo" o “éste ea el] drbol de Nada", que- riendo decir: “éste es ai arbol sobre el que Alo ha encan- tado con deformaciones terciarias", 0 “éste 95 el arbol sobre al cual Nada ha colocado la’ pardlisis". Gada uno conece naturalmente a los poseedores de estos encanta- mientos de enfermedadas, y cualquiera que ios tiene los usa como marca de propiedad. El unico modo por el cual uno puede recoger el fruto de sus drboles es exorcizando Primero la enfermedad. Puesto que la Pomplatiad dal exor- cisma 3 inseparable de le propiedad del encantamlanta que causa la enfermedad, cabe sicmpre mansjar la pro- teccidn de la enfermedad original impuesta sl érbol. La dificultad esté en que también se debe tener an cuenta la _posibilidad de robo del arbol encantade con Ia enfor- medad. Un ladrdn ha colocado una segunda enfermedad sobre el drbol. Se cone al riesgo de no exorcizar fa en- fermedad original con su encantamiento propio, que puede ne Ser uN exorcismo especifica para la enfermedad con que el drbol esté contaminado. Entonces recita su exor- clamo hereditario, ingertando también Ia mencién de la enfermedad que ha de apartar del drbol, colocdndale des: cea puds su propio éncantamianto hereditario productar de ja enfermedad. Por eso, cabe que cuando el duefic va a cosechar su drbol, se haya unido al fruto otra enfermedad. E| exorciamo, exprasedo slampre en olural, con fines de seguridad, dice: Elles 98 vuelan, ellos 98 van. La descontianzs entre los debwanos llega a magnitu- des parangicas, y slempre se sospecha un contraencanta- miento. En verdad, el temor de la enfermedad impuesta @3 muy grande para admitir tal insigniticancia, salvo al caso de fambre. cuando el robo puede ser dinica alterna tiva frente a la inanicidn, El temor ante el azote de le enfermedad impuesta a la propiedad es insuperable. El encantamiento es reservado para drboles distantes: un azote sobre los arboles de la aldea mataris a toda la aldea. Cualquiera se apertaria si la seca palmera de coco significa Ia imposicién de! azote 8¢ encontrase atada alre- dedor de un érbol de ta aldes, Cuando el doctor Fortune, antes de habérsele ensefiado ef tratamiento de ta gen jaba sa, hizo como que la aplicaba sobra objetos que sin proteger an una aldea extrana, sus sirvientes huyeron precipitadamente en la noche. Comprobé mas tarde que familias que vivian a cincuenta o cien yardas de distancia abandonaban sus casas e Iban a sus hogares en las co: fines. El poder de infligir enfermedades no se detiane con estos universales hachizos para enfermedades especificas. Hechiceros poderosos —mejor dicho, hombres poderosos, ya que tedos los hombres son hechiceros— tienen un re: curse ain mds extremo: wade. Pueden antrentar a la victi: ma misma, y tal es el terror del azote del hechicero, que ésta cae retorciéndose al suelo, Nunca recobra el sentido y 8¢ consume en una muerte predestinada. Para infligir este azote, un hombre espera ¢! momento, y cuando es- 4 pronto para @ttwar mastica gran cantidad de jenjibre Part que su cuerpa alcance temperatura bastante alta co- mo para llevar el poder del encantamiento a una altura adecuada, Se abstiene del oomercia sexual. Bebe gran- des cantidades de agua de mar para quemar su garganta, Para qué no trague con la saliva sus propios encantamien- 135 tes del mal. Luego, toma un pariante de confianza como vigia para que 36 trepe aun drbol cerca de la huerta don de la victima, sin sospechas, trabaja sole. Juntos los dos se hacen Invisibles mediante encantamientos magicos, y el observador usa su posicién en el arbal con el objeto de dar alarma si alguien se acerca; el hechicero se arras- tra sin ser cido hasta que enfrenta a su victima, Lanza al espeso chillida del hechicero, y la victima cae al suelo. Con su encantada lima espdtula el hechicero separa los érganos dal cuerpo —asi dicen— y cierra la herida sin citatrizar. Tres veces verifica el estado de la victima: “Némbrame'. Es una prueba de su éxito que el hombre 0 pueda recomocer o nombrar a nadie. Solamente mur- mura sin sentido y corre desvariando por el camino. No vuelve a comer. Estd en pollurta, y sus intestinos estén atectados. Pierde las fuerzas y muere, Este relate fue hecho por un native fidedigno y cono- eedor de las peculiaridades. La comprobacién de la creen cla matlva puede obtenerse en los casos de aquellos que eatin herldos de muerte lenta después de haberlos an- frentado al hechicero, Vade aubiays la forma extrema de la malignidad de las practicas dobuanas y el terror que hace posibles sus maximos efectos Haste aqui no hemos mencionado los intercamblos econdmicos de los dobuanos. La pasitin por intarminables transacciones comerciales reciprocas, tan absorbentes en Melanesia, esté también presente en fa isla Dobu. Los éxitos apasionadamente deseacdes y apaslonadamente ex: perimentados que estdn tan cerea del corazén de todo dobuano, son buscados principalmente en dos campos: el ‘campo de las posesiones materiales y el campo del sexo. ta hechiceria es otro campo, Pero en estos dominios es un Instrumente mis que un fin, un medio para alcanzar y defender los éxitos en las actividades principales, Los éxitos materiales en una comunidad dirigida con arteria y recelo, como la de Debu, deben necesariamante ‘ofrecer muchos contrastes con los fines econdmicos co nocidos en nuestra civilizacién. Por de pronto, esta ex- eluida Ja acumulacién de bienes. Aun una cosechs de éxito atisbada por otra ¥ nunca admitida por el cultivador de la huerta, ¢5 ocasién suficiente para la practica de la hechiceria fatal. La exhibicién astentosa esta iqualmente excluida, La técnica comercial ideal he de ser un sistema 138. de tableros que pasan & través de las manos de cade uno, aro que no pueden quedar como posesidn parmanente. Es precisamente el sistema me prevalace entre los do- buanes. El punto culminante de la vida en esta isla es un intercambio Internacional que Incluye una docena de islas que se encuentran en un circulo de aproximadamente cien- to cincuenta millas de diametro. Estas Islas forman el anillo de Kula, que el doctor Malinowski deseribid a raiz de fos Trobriand, los vecinos de Dobu al norte, El anillo Kula se extiende mds alld de la configura clén dobuans de la cultura, y ciertamente otros oulturas incluidas en él han dado 8 sus procedimientos otras mo- fivaciones y satisfacciones. Las costumbres peculiares de fos Kula, que los dobuanos han hecho tan coherentos con el resto de su tipo cultural, no se originan neécesaria: mente en esos modelos o en las motivaciones que ahora les estin asociedas en la Isia Deby, Solamente nos ocu- remos del intercambio dobuanc. Fuera de las de. los robriand, no conocemos las costumbres Kula de tas otras isk las. E! onillo Kula es un circulo de islas entre las cuales una especie de valores se dirige en una direceién y la otra se orienta en ja direcciém opuesta en el intercambio semianual. Los hombres de cada isla hacen largos viajes a través de los mares abiertos, levando cascos de golle- tes en la direccién de las agujas del reloj y cascos con amas en la direccidn opuesta, Gada hombre tlene su s0- io en fa isla Intarcambiante en cada direccién y procura sacar ventajas por todos los medios a su alcance. Evan- tualmente los valores hacen un circulo entero, y natural mente pueden agregar otros nuevos. Los. cascos son to- dos designados con nombres personales y algunos tienen un valor tradicional sobrosaliente an proporck su fama. El asunto noes tan manifiestamente fantastico como pareceria @ juzgar por lo pauta formal del procedimiento. Grandes partes de Melanesia y Papda tienen especialidades Industrials locales, En el anillo Kula unos pulen esme- raldas, otros hacen canoas, otros ge dedican a la alfareria, ‘otros o tallar maderas, y otros, en fin, mezclan pinturas. El Intercambio de todos estes orticulos se realiza con el pacto ritual para los de mayor valor. En una regidn donde la pasion por los intercambios reciprocos esti encarme- Mente cultivada, el sistema da intarcamblo ceremanioso 137 instituido antre los Kula no resulta tan exagerado como mecesariamente ha de parecer a observadores da una cul tura que corece de la subestructura equivalente. Aun ta aparentemente arbitraria direccién en que los cascos los golletes se mueven tiene su base en las exigenciag de la situacién, Los cascos estén hechos de cdscaras de fropus, que solamente g¢ encuentra en la regiém norte del anilio Kula, y los golletes son modelados de cdscaras de spondyfus que se transportan del sur a las isiss mas medi. lerraneas del grupo. Por eso, en el comercio de las islas eccidentales del anillo que excede al de laa orjentales, fos valores del norte van al sur y fos del sur van al norte, Actualmente los valores son viejor y tradicionales y lag nuevas Importaciones san de poca importancia. Pero la horma persiste Todos los afos; durante la calma de los trabajos de fa huerta después de plantades los fames y antes de te ner que cuidarlos magicamente para conservarlos en ca sa, las canoas de Dobu van en la expedicidn Kula hacia el norte y el sur. Todo hombre tiene mercancias Kula del sur para prometer a cambio de las que recibird dal norte. El caracter especial del intercambio Kula depende det hecho de que cada isla va a recibir las mercancias en las islas de sus socios. La isla visjera toma donaciones. an solicitacién ¥ recibe las mercancias, prometiendo devol- ver las que estan en su posesién cuando los huéspedes devuelvan la visita, De ahi que el intercambio Kula no sea nunca ung transeccién mercantil, pues todo hombre expone sus meércancias y arregla el intercambio acepta- bie. Cada hombre recibe su precio en base al don da so- licitacién y una promesa que se supone sea la de una Mmeércancia que ya esta en su poder, pero que ha dejado @f casa, pronta para darla en ef momento apropiada, El Kula no es un intercambio de grupo, Cada hom- bre intercambia individualmente, y con todas las formas de un galanteo, con un socio individual, Los hechizos Para atraer la suerte en Kula son hechizos de amor. Dis- poren mdgicamente al compafiero en favor de lo que con- viene al suplicante. A éste lo hacen irresistible embelle- ciéndolo tipicamente, suavizindole la piel, quitindole las Cicatrices del empeine, enrojeciéndole Ia boca y perfu- 138, Jindalo con esencias y unglentos. En la extravagante deologia de Dobu, sélo el equivalente de la pasién fisica puede hacer verosimil cl espectéculo de un pacifico y yentajoso intercambio de mercaderias. ‘Los hombres de cada sergeants reiinen sus regalos solicitarios de alimentos y de objetos manufacturados. Tan sdlo el duefo de la canoa y su mujer han emplasdo ciertos hechizos antes de la partida. Toda otra magia se reserva hasta que el Kula esté efectivamente en marcha. £| duefo de la canca se ha levantado al alba para he- ghizar la estera que cubrird las mercancias en el viaje de vuelta, para asegurarse maégicamente que cubriré una gran pila de riquezas. Su mujer también tiene un hechizo que debe emplear para exaltar la expedicién de su ma- rido, Su aparicidn como un trueno sobre el mar, su poder de provocar una expectativa trémula no silo en el cuerpo de su compafiero o socio, sino en el de su mujer y de sus hijos, los ensuefios de éstos llenos de ese gran hombre: su marido. Cuando todos fos preparativos estdn hechos, por mas propicio que see el viento, durante el resto del dia se observa un descanso ritual; este descanso debe observarse en una playa lejena, desolads y deshabltada, lejos de fa contaminacién de las mujeres, de los nifios, de los perros y de lag molestias cotidianas. Pero cuando las canoas van hecla el sur, no hay tales islas y ol des- canso ritual se observa en la playa cercana. Los hombres antonces vwelven de noche a la aldea, afirmande, aunque on desacuerdo con la realidad, que el viento ha sido ma- lo. Es una forma de sospecha ritual que no pute pasarse por alto. A la maiana siguiente el duefo fa canoa la carga, empleando su segundo hechizo, el ultimo que tiene alguna aplicacién comunal. Y hasta en éste, asi como en los previos hechizos de su mujer, se llama a si mismo. breaminentemente. Convierte magicamente en mercan- cias Kua los alimentos que leva, como dones de sallcita clon, y dice que descubre los socios a quienes estin destinados y esperan su llegada como la luna nueva, aguardindelos desde el extremo de las plataformes de $us ca5a5. aguardando al mismo duefo de la canos. Los dobuanos son malos marineros; s¢ acercan a los arrecifes y desembercan todas las noches. La época de las excursiones Kula es la época de las grandes cal- mas. Emplean hechizos de viento clamando para que el 139 anhelado viento morceste sa despose con su vela de fina hola de pdntano, para que estreche an sus brazos a ega hija que se porta mal. para que venga pronto a impedir que otro le robe el marido. Creen que el viento, asl como todo lo que sucede am [a vide, tiene como fuente tnica la magia, Cuando al fin las canoas han llegado las Islas a las cuales iban destinadas, sliqen un arrecife de coral arido y desembarcen en él para los grandes ritos prepa ratoriog Kula. Cada hombre, por ange ¥ para decoracién personal, sé embellece todo lo posible. Los encantamien- tos son propiedad privada segun lo costumbra dobuana, y cada hombre emplea su magia para beneficlo sstricta mente personal. Aquellog que no conocen encentos su- fren ls mayores desventajas, Deben emplear todo eu ingenio usando sustitutos capaces de sugestionarilos a ellos mismos. En efecto, a pesar del secrato inviolable que 86 quarda en torno 2 la posesidn de los hechizos en los casos en que han sido observades, log hombres que los conocen son aquellos que hacen el mayor comerclo Kula, La conflanza en al mismos les da suficiente ventala sobre sus companeros, Tanto log que conocen los hechl- zes como los que no los conocen, aceptan los dolores ffsicos preparatorios para la llegada Kula; se perfumen con la hoa olorosa que se use en el galantea, sé colocan una hojs plbea fresea, se pintan la cara ¥ los diantes, se untan ¢| cuore con aceites de coco. Sélo antonces estén prontos para presentarse ante sus soclos, Las transecelones de cada hombre se hacen como un negocio privado, La viveza en los negocios es Impor- tante, muy valorada y acorde con al dogma dobuano do que la persona que tenemos mds cerca as la que més smenaza nuestra vida. La venta al detelle impueste al comerciante Kula de éxito esta en manos de su comps fiers de canoa que no tiene dxito, o por la menos en la de otro hombre de su localidad, no como una cuestién que puede arreglarse entre extranjeros. De las mercancias Kula rezaria un refran homérico, “muchos hombres mu- ricran @ causa de elles”. Pero las muertes mo son ocaslo- nadas por la ira de negoclantes en su Intercamblo, da un doebyamo contra un trobriande, o de un hombre de Tubetube contra un dobuano, Es siempre le de un do- buena ain éxite contra un hombre afortunade de su propia jocalida 140 La fuente mds prolifics de odio 45 el procedimiante astuto conocido como wabuwabu. Practicar el waburvibu es conseguir llevar hacia el sur todos lob collares do caracoles spondyiue posibles, en in eoguridad de un colin dojado en cata en el norte; o vieavarsa, muchos del norte, an la 4. ‘guridad de que no pueden alcarzarios, prometen la jntca mercancia quo possen o muchas personas a cambio do los dones qua se ins soliciten, Es un procedimiento astuta pero ao es entoramente ur aby 30 da eonfianza “Supongacnos gun yo. Kisian do Tewara. voy a los trobriandos aadquioro un casco flamado monitor Lizart, Luega vay a Sanaroa y en ecumro aldexs diferentes adquiorn custro collares de carscoles difo- rentes, promatiand a coda hombre que mo d& un collar de cerscalos Un monitor Lieart en cambios futures, Yo, Kisian, no necesito aspe- ificor dematinds mils promesas. Mit adelante, cuando cuatse horn bres aparazcan en mi cess de Tewara pidiende cad uno au monitor Lizart, adie uno fo obtenard, Los otros tres no estan defraudados, par la-enande 0 lo estarin parmanentomente, Se onluracen, on vardod, ¥ #4 intarcambio esti bloqueado durante un afte, Al aso siguianto. cuando yo, Kisian, vinwiva de nuova 4 in tierh de los trobriandas, soatended Que tenga cuatro collars en casa esperande a aquellos que me den onscos, Obtengo mis cascos de los que obtuve previamente ¥ pago mia deadas dol efio anterior. “Los tree hambres que no obiurieran su monitne kizart asidn en desvoniaja en mi restiencia. Tewars, Luog, cunndo yuelven 9 sus co nas eatin demasiods Isjos para que reauiten peligrosos, Posiblemente emptonrin Ia hechiceria tratando de muta a ou rival afortunods que consiguié of moniter Lizart, De ost na cabs dada Por esto ts asunie deellos, Mo he convartide en un gran hombre wl ampilar mis: istercambios a costa de bloquear Ins suyos duraite un ato, Na puedo dirme al lujo de blsquear #u intercambio durante demasiado nempo. Corréria ol riesgo da que en adelante nadie eoniiara on mit negocio: tones. En el resultado final soy honest" Wabuwobuer con éxito es una gran hazafia, una de las mas envidiadas én Debu. El gran héroe mitico de los Kula fue un experto en ello. Gomo todas las précticas dobuanas, aumenta las propias ganancias a costa de las pérdidas de otros, Permite cosecher ventajas personales @n una situacién en [a que otros son victimas. El Kula no es la dnica empresa en la cual un hombre puede correr el riesgo de ser wabuwabu. Gon este término también se indica hacer victimas a terceros en las relacicnes maritales. Las series de pagos que se hacen durante los espongales entre dos aldeas suponan propiedades const- derables. El hombra que se atreva a correr el riesgo, puede tomar el compromiso a fin de cosechar las ga tat fancias econdmicas, Cuando la balanza del intercambio se inclina a su favor, rompe el compromiso. No hay compensacién. Una persona que se lleva las ganancias, Prueba con ello que su magia @s mas eficaz que la de la aldea a la que ha ofendido y que, por supuesto, atentard ‘contra su vida. Es una persona envidiable. En este ditimo caso, el wabuwabu difiere del Kula Fe ue el intercambio mismo se hace dentro de la loce dad. La enemlstad que es inseparable de las relaciones dentro de estos grupos, pone una contra otra las dos partes del intercambio en lugar de juntar los socios co merciales que viajan en la misma canoa come en el Kula, El wabuwabu, en ambos casos, tiene de comin el hecho de que es una ventaja obtenida sobre otra persona de la localidad. las actitudes de las cuales hemos hablado, impli- cadas en al matrimonio, an la magia, en los trabajos de huerta y en el intercambio econdmico. se expresan den- tro de los términos mas fuertes en la conducta observada en la époce de la muerte. Dobu, dice e! doctor Fortune, “se agacha bajo una muerte como bajo un latiga”, busca ¢n torn inmediatamente una victima. Segin ol dogma debuano, la victima serd la persona que esta més cerca del muerto, es decir, la esposa. Ellos creen que la persona con quien se comparte el lecho es la que debo hacerse ¢argo de Ja propia entarmedad fatal. £1 marido ha empleado sus hechizos causantes del mal, y la espose ha usado brujeria, Pues, aunque las mujeres también pies conocer los hechizos originarios del mal, los mibres s@ atribuyen siempre una forma especial de poder, y la muerte y la desolacién, segdn reza un refrain convencional, eatin universalmente colocadas a sus puer- tas. El adivino, cuando es llamado para reconocer al ase- no. esta atado por esta convencién y coloca la muer- intas veces en la puerta de un hombre como en la de una mujer, Esta convenciéa refleia mas fielmente quiza un antegonismo de sexos que un atentado asesino. Sea como sea, los hombres lee atribuyen a las mujeres una técnica especial en la vileza, que se parece de mane- ra extraha a la tradicién europea de las brujas con sus escobas. Las brujas dobuanas dejan su cuerpo durmiendo junto @ sus esposos y vuelan por el alre para causar un accidente —la caida de un hombre o de un drbol, o una 142 canoe que s¢ va a la deriva, 50n accidentes debidos a las brujas volantes— o para sacarle el alma a un enemigo que por ello se debilitara y moriré. Los hombres viven aterrorizados por estas maquine- clones de sus mujeres, tanto que, por la creencia de qua las mujeres trobriandas no practican la bruja asumen ante los trobriandes un aire seguro que no tienen en sus casas. En Dobu la mujer es tan temida por su marido co- mo el marido por su mujer, En el caso de que alguna de los des se enferme seria- mente, deben ambos trasladarse inmediatamente 2 le aldea de la persona enferma, si estan viviendo durante ese ano en la aldea del otro esposo. La muerte, si es posible, debe ocurrir alli donde la esposa sobreviviente est bajo el po- der de la susu del muerto. €1 es el enemigo dentro dal campo, la bruja o el mago que ha quebrado las filas opo- sitoras. Le susu presenta un frente sdlido en tarno al cuerpo de sus muertos. Tan sdio ella puede tocar el ca- daver o realizar cualquiera de los deberes del entierro. Tan sGto ella puede dar los gritos de duelo. Esté prohibi- do estrictamente que la esposa vea cualquiera de estos procedimicntos. Extienden al muerto sobre la platatorma de la casa y lo adornan, si ¢s rico, con abjetos de valor; si fue buen jardinero, ponen a su alrededor grandes jia- mes, Los parientes por el lado materna elevan sus voces: en los agudos lamentos tradicionales. Esa noche o al dia siguiente, las hijos de la hermana del difunte se llevan al caddver para efectuar al entierro, La casa del muerto queda vacla y abandonada, Bajo el pino elevado de la casa se hace una tapia con esteras Plegadas y los duefos de la aldea acompafan hasta alli al sobreviviente. Se ennegrece su cuerpo con carbones de fa fogata y alrededor de su cuello se cuelge une cuer- da, la sefal del duelo. Pasa las primeras semanas sentado sobre el piso del oscuro encierro, Luego trabaja en la huerta de sus suegros vigilado por ellos, como durante el neriodo de sus esponsales. Trabaja también la huerta de SU mujer muerta y de sus hermanos y hermanas. No recibe recompense y sua hermanos y hermanas deben trabajar para él su propia huerta. No le estd permitido sonreir ni ®articipar en ningin intercambio de alimentos. Cuando se seca la calavera de la tumba y los sobrines del muerto boilan con ella, no puede mirar a los bailorines. El hijo 143 de su hermana quarda la calavera y con toda caremonia 86 énvla al espiritu camino a la tierra de los muertos. Sus parlentes no solo tlenen que trabajar su huerts durante fa época de au luto; tienen otras cargas mucho mas posadas. Oaspués del entlerro tienen que traer al pago de ja sepultura a la aldea del muerto. Cfrecen hames cocidos 6 Ics hijos de fa hermana que efectuaron {os ser- vicios y una gran eantidad de flames sin cocinar que ae muestran en [a aldea del muerto y que se distribuyen a los parientes de dste que viven en la sides. Los miembros da la auau reciben la mayor parte. Ge Iqual modo, la viude esta somatide a los pariantes de su 6spos0 muarte. Sus hijos tienen que cumplir deba- res especiales; durante todo el afio deben cocinar un purd de bananas y de taro llevarlo a la susi de log muertos “ga pagar por su padre”. “;No nos tuvo en sus brazos?” Son los extrafios pagando jor au padre al grupo de paren- tesco cercano, al cual ellos no pertenecen: pagan por uno de este grupo que fue bueno con ellos, Estan cumplienda una obligacién y no hay recompensa por estos servicios. El deude debs ser realevado de esta auiecién por pagos que hard mds adelante su propio clan al clan del difunto. Traen los denas da! fiame sin cocinar como antes, y los parientes del muerte cortan el lazo de cuerda que ea la sefial de dueio, y lo lavan del carbon que cubre su pier. Hay baile y sug parientes lo conducen da nuevo 4 su aldea. Ha terminado su efi de penitencia. No volverd a entrar en ts aidea de su cényuge. Si es un viudo el que ha sido libarado del lute, sus hijos, por supueste, quedan detrds, en la aldea de su verdadera parantels, an la aldes a la cual au padre ye no entrard. El canto que se entona cuando termina el luto celebra Is despedida, que es obligatoria entre ellos, Esté dirigido al padre, cuyo dltimo dia de pe- nitencia ha tlegado. Acubstate dosplerto, ncudatete Geaplerto y habla alo hore de la medianocha, Primero acuéstats y habla, eougstnte y hablo. Molworta, unia tu cuerpo do carbén con Muraniveara El omanecer rompe ef nagre de lo noche. Primero acuéstate dasplerta y habla. 144 Maiwortu es el viudo a quien le queda esta Gnica o ultima noche en que puede ain hablar con sua hijos. Ma- fana le lavardn el carbén con el cusl esté embadurnado. Tal “como [a eurora rompe fa nagrura de la noche”, su cuerpo apareceré de nuavo desennegreacido. i y sus hijo’ no volverdn a conversar mas. Los respectivos clanes de ina cényuges no son low dnices Implicsdos en lag recriminacionés mutuas durante el tiempo del dualo. El cényuge sobreviviente no os sdlo el representante de la aldea onemiga que por fdrmula tra- diclonal puede ser acusado da [as muerte del difunto. Es también representanta de todos aquellos que se han ce sado en la aldea de la persona mwerta, Como hemes vis- to, este grupo proviene de tantas aldeas como ea posible, pues se considera mala politica para una aldea él tener varlas uniones matrimoniales en una sola aldea. Les as- posas de los propletarios, si sus matrimonios contindan, son las que eventualmente estarén an el mismo caso que la esposa que ehora presta ef servicio de su tiempo. Al co- mianzo dal juto tienen derecho de poner une prohiblelén sobre los drboles frutales de los duefios de le aldea, y hasta, con gran muestra de rancor, arrancar algunos de ellos. Para apartar ef tebd, algunas semanas después sa armen de lenzas y desclenden sobre |a aldea como al 3@ fratara de vencerla en una guerra. Llevan consigo un gran cordero y lo arrojan bruscamente ante la choza del méa cercano pariente del muerte. Con Impetu sacuden las almas de la arena da la aldea, las dejan sin frutos. y yen bruscamente antes de que la gante haya compren- dido lo que ccurre, Los dos ataques son expresién ritual del resentimiento contra unm grupo que puade sventual- mente hacer acto de contricién en el luto. Tradicional- mente era el cordero gordo una victima humans. En todo caso, log aldeanos, una vez que los invasores han desa- parecida de su vista, se estremecen de excitacién contra ol jabali. Lo asan y se convierte en ta base de una serle de fiestas ofrecidas a todas las aldeas de los conyuges, un regalo compuesto de alimentos cocidos ofracido de ta manera més insultenté posible. Los donantes derraman el fardo liquida sobre ef mds anciano y respetado de los mbres de la sldea y con él lo cubran y emplssian. De inmediato esta hombre salta hacia adelante y con la més amenazadora actitud posible, bailando y blandiendo, ade- 145 més, en sus manos un arpén o lanza, afronto asi a sug invitados con los insultos tradicionales. Le es permitidg el privilegio, al mismo tiampo que en el drbol tabu, de dar ‘oxpresion al resentimiento de las esposas, an contra del sian del muerto, las que pueden cumplir penitencias por} ello enluténdose. Une de las susu del muerto toma una expresién amenazadora en contre del ancien, pero gin pronunciar nada demasiado insultante, mientras qué |e otra eventuaimente lava y come cordialmente, Si fa aldeg dal muerto lleva a la afdea de les esposas masa cocida en lugar de cérdo, sucede con esta masa exactamente lo mismo. La tensidn entre estos dos grupos oe termina por una de las mds grandes fiestas de Dobu, una fiesta cele brada en fa aldea dol muerte y ofracida con inaultos a log Invitados de las sldeag relacionadas por ol matrimonio, “Tawa, jsu parte! El que ha muerto posela varios cerdos domésticos. Sug marranas son estérlias”. “Togo, jvuestrs partel E| que fallecié era maestro en al arte de pescar con red. Asi es como vosotros pescais". “Kopu, jvuastra par te! El muerto era un gran jardinero. Volvia a su casa con al crepdsculo, Vosotros os arrastrabsis hacia ella ya ex- haustos a mediodia”. Como dice el doctor Fortuna: “De esta feliz manera, localidad lowanta sus fuerzas aun cuando la muerte las haya apagado”. La tradicional sospecha entre la eldes del muarto y la del sobreviviente, no signifies, por aupueste, que ts ox sa que ha quedado con vida sea mirada como si fuera la asesina. Esto es posible, pero los adivinos astin pron tos @ asirse de cualquier suceso importante, sobre la cau- 85 de Ip muerte y en cualquier terreno: a atribuirla a loa celos y despertar cualquier snspecha, “Mis a menudo la observacién del luto no comprende meras formas rituales, pues lava la expresion de la sombrin gospecha y al resenti- miento por ella”. Se trata en todo caso de proyeccianes Caracteriaticas de los sentimiantos dominantes en Dobu. E] asesinato puede cumplirse iqualmente por medios no cos. Se sospecha de un envenenamlenta tanto co mo de la hechiceria o la brujeria. Ninguna mujer dejard su alla sin vigilar. Tienen venenos diversos que emplean co- mo $US encantambentos mégicos. Probada la aficacia mor- thi do un vaneno, ya puede usarse an ancuentros sering, “Mi padre me dijo a menudo que esto es budobude. Le extrajimes el jugs. Tomé un recipients, bebi de dl, puse 146 en el resto el jugo y lo cerré. Al dia siquiente le di a nifo dicléndole: He bebido de esto, puedes beber. A me- diodia sucumbié, y murié por Is noche. Era una hija de una hermana de lo aldea de mi padre. Mi padre envenend a In madre de ella con budobudo. \¥o envenené después a le hudrfana! “Cuil fue la causa? “Ella embruié a mi padre. El cayé enfermo. La mats, y su Cuerpo volvié a crecer fuerte”, La formula que corresponde a nuestro agradecimlanto por un obsequia es; ",Si ti me envenenas ahora, cdma te lo reteibuiré?". Esto es, aprovechan la ocesién para sefiglar formalmente al donante que no le convieno usar e! arma habitual contra alguien que esté obligado para gon él Las convenciones dobuanas excluyan fa risa x hacen de la dureza una virtud. “Son la raiz de la risa", dican con soma de la gente vecina, menos malévola. Una de lea abligaciones més estrictamente observadag, como las de practicar la jardineria y la de Kula, eg la de refrenar las actividades ogradables y las expresiones de felicidad, "En los jardines no jugamos, no cantamos, no gritamos. no re- latamos leyendas. $/ nes pertames oaf on [os jardines, la semilla del fame dice: ",Qué encantamiento es éste? Hubo wna wez un hermoso encantamiento, pero esto, gqué es? La somilla dal flame interpreta mal nuestros palabras no quiere crecer’. El mismo taba obra durante la Kula. tn hombre que ge humillara yendo hacia los suburbios de uns aldes de los Amphletts mientras el pueblo estuviera bailando, repudiarin Indignado la sugarencia de que él pu: diera acompafiarlos en sus danzas. “MI esposa diria que he sido feliz". Eso es un tabd supremo, La severidad con la que go mide la virtud eobrepasa ‘el limite al que llegan los celos y las sospechas en Dobu, Penetrar en la huerta de um vecino esti prohibide, Cade uno permanece en posesidn de lo que es suyo. Toda feunién entre hombres o mujeres es considerada ilicita, y en verdad el hombre por convencién saca ventaja de toda mujer que no desaparece ante él. Se toma coma ad- mitido que el hecho de que ella asté sola es licencia su- ficlante, Habitualmente la mujer toma una escolta, a ma- fudo un nifio pequefio, y al acompahante la protege tanto dé la acusacién como de pellgras sobrenaturales. Por eso 147 el esposo habitualmente monta guerdla a ta entrada de la hverta en las estaciones de trabajo de la mujer, entrete- niéndase hablando a un nifo, acaso, y culdando que su mujer no hable con nadie, Sigue gu pista cuando alla sa avsenta largo tlempo para funciones natwrales y aun puede en casos extremos acompafarla a pesar de la terrible gazmofieria de los dobuanos. Es significative que la gaz mofiaria saa tan extrema en Dobu como lo era entre nuee- 'og antepasados puritanos. Nadie se desviste ante otro. Aun ef un viaje entre hombres, en canoa, el que quiere orinar se aparta dé la vista de los otros. Tambien es taba todo indicador de la vide sexual de uno mismo: slo cabe referirse a [a vida sexual cuando se incurre en abuso obs- ceno, Por eso una convencidn de lenguaje refiere las vir- tudes del cortejo prenupcial, aunque tos contos de danza que la dramatizan estén llenog de pagidn explicita y de los hechos que son materia de In experiencia pasada de toda adulto. La profunda gazmofieria de Dobu no es bastante fam- liar en nuestra propia cultura, y la dureza del cardcter do- buano qua Ie esta asociada acompanaba también a la gaz moferia de los puritanos. Pero hay diferencias, Estamos acostumbrados 9 asociar este complejo con una negacion de la pasidn y un menor acenta sobre el sexo. La asocie- cid no es inevitable. En Dobu ta dureza y la gazmoneria corren parejas con la promisculdad prenupcial y con una alta estimacién do la pasidn y las técnicas sexuales. Hom- bres y mujeres buscan Ia satistaceién sexual y hacen da su conmquista asunto importante. No hay condicion de di- ferencia o absorcién en un mundo masculine que sostione a un hombre de cuya mujer él sospecha que lo traiciona. Lag viclsitudes de la pasién son explotadas, mientras an Zufl, por ejemplo, son modoradas por las instituciones tribales, El total del aprendizaje sexual con que las muje- res entran-én ol matrimonio es el modo de mantener a sus marides lo mas exhaustos posible, No hay empequefiecl fiente da los aspectos fisicos del sexo. El dobuano es por eso duro, gazmofio y spasionado, consumido por los celog, la soapecha y el resentimlento; concibe en todo momento la prosperidad como ¢! escapar de un mundo maliciose, por un conflicto en el que ha wer cido a su adversario, El hambre bueno es el que tiene en su crédito muchos de tales conflictos, como cabs com- 148 probarlo por el hecho de que ha sobrevivide présperamen- te, 5¢ admite que ha robado, matado nifos y a sus asocie dos més corcanes mediante la hechiceria; que ha engshado cuando se ha decidido e hacerlo. Coma hamas visto, ef roba y el adulterla son objeto de encantamientes vallasos , parte de hombres meritorios de fa comunidad, Uno de jog més respetados hombres de lo isla dio al doctor For- tune un encantamiento para hacer Invisible al conjurador con la recomendacién: “Ahora puedes entrar en las tlen- das de Sidney, tomar lo que gustes @ irte con allo sin ser visto, Muchas veces he tomado de otras personas corde- ros cecidos. Me he acarcada un grupo sin ser viato. Sin ser visto me he ido con al cordero”. La hechicerla y le brujéria oo gon crimingies. Un hombre meritorie no podria existir sin ellas. Hombre malo, par otra parte, ¢s aquel que ha side injuriado en la fortuna o on su cuerpo on los conflictos en que otros ganaron la supremacia. El hombre. deformado es siempre un hombre malo. Leva en su cuerpa la dereota que todos ven. Hay otro desenvolvimiento menos habitual de osta lucha brutal en la que los formas usuales da lagalided ea- tan ausentes en Dobu. Hay, por supussto, muchas clases distintas de validaclén por las cuales [a legalidad os alcan- zada en cultures diferentes. Veremos cémo en la cost moroeste de América no se adquiere propleded legal por ‘al perfecto conecimiento literal del ritual ni por @ F minucloso de los actos que Io acompafian: solamente ma- tando al proplatarlo adquiere uno lnstanténsamento la pro- tadad legal, de otra modo Inadquirible. No cabe rebar un rito escuchando a escondidas, pero si acto legal de valldacién es uno que Degstisince completamente Hegal on questra clvilizecién. El hecho es que hay alll um acto legal de validacién, En Doby no hay ninguno. Escuchar a eacondidas 8 constantemente temido porque el conocl misnto de un sncantamianto obtenido de este modo os tan bueno como el conccimiento obtenido de cualquier otro modo. Todo lo que une puede llevarse as respatado. Wabuwabu eg una prictica instituida, pero ninguna préctica Para la que no hey probacin convenctonal se produce socialmenta an Dobu. Unos pocos Individues desvergon- jos no sa someten al luto por el cényuge. Una mu solamente puede evadirse de él al un hombre quiere garse con ella; y en este caso la aldes de su esposo mu 9 to se dirige 5 la aides hacla donde escapd y esparce on alls hojes ¥ trozos de 4rboles. Cuando es un hombre ol que se ve, no se hace nada Se considera que su magia as fan buena, que la aldea en la que se he casado ep Impotente franta a é!. La misma ausencia do legalidad social sirve de base a Ia falta de jefatura o de (nvestidura de cualquier individu con autoridad recomocide. En une aidaa, un conjunto de circunstancias dio a Alo un grado de autoridad reconocida. “Gran parte del poder de Alo sa debit no solamente a la fuerza de su pargonalided y a eu herencia de magia mediante la primageniture, gino tam- bién al hecho de que su madre fu prolifica, y antes de ella su abuels. Era le meyor da la linea més vieja, ¥ sus hermanos y hermanas consanguiness formaben le mayorla do la aldea, En tan raras circunstancias como las combl- naciones de una fuerte persgnalidad con la herencia de magia en una familla entereda de su conosimlento magico y con descendientes politicos. se va claramenta de qué depende la legelidad an Gob”. El conflicto artero, que es ol ideal ético en Debu, no ‘eatd atenuado por convenclonas sociales de esas que cons tituyen Ia legalided. NI eaté eliviado por idesles de mise Heordia 0 bondad. tas surras con que fuchan no astin embotadas. Por aso no derrochan fuerzas, y arrlesgan de aaflos & Insultos que puedan Interfarir an sus planes. Sdélo en la Gnica fiesta ritual que tienen ea el insulto tradicional. mante tolerado. En la conversacién ordinaria el dobuano 68 suave y untuoéamente cortés. “BI mos mater @ un hombre nos damos nuestro tlempa, lo llamamoa amigo”. Por eso, cuando el adivino pesa las pruebas para determi nar al asesino, sospecha de quien ha buscado la compafia de! muerte. Si sstaban juntos por algune nazén que no as de [as hebltuales, se considers #! asunto probedo. Como dice el doctor Fortuna, “los dobuanos pretoren ser Infer- nalmante aviesos o no serio en absoluto’ Tres una muestra de amistad, tras pruebas de coope- racign, en todos log casos, plenga el dobuano que solo ha de esperar arteria, Los mejores circundantes de cual- quiera, estén dirigidos, ssgin sus Inatituciones, a traer confustén y ruina a sus planes. Por eso cuando va a Kula usa un encantamiento “pora hacer callar al que queda en casa”. De por aceptado que fos que quedan trabajan com tra dl. Siempre ga tome en cuenta el resentimiento como 150 un motive que do lugar a algo, Sus técnicas migicas en muchos Casos Siguen una norma de acuerdo con la cual un encantamiento sdlo es eficaz para los primeros ames plantados 0 los primeras alimentos y regalos solicitos acu rulades en las canoas Kula, El doctor Fortune interragé a este respect a un maga. “Los fames son como persc- nas”. explicd. “Ellas han comprendido. Uno dice: El fame que encanta, ¢Qud hay respecto de al? (Ohl, esté entada- do y 3e arroja fuertemente”. Lo que concieme e los hom. bres también concierne 8 Ing eres sobrenaturales. ‘Sin embargo, el hombre resentido tiene un recurso quo el dobuano no atribuye a los seres sobronaturales, Puede Intentar sulcidarse o cortar el drbel cuyo fruto fue rabado. Es el ltimo recurso que salva la apariencia del humillado y se supome que raanima el sostén desu propia susu. El suicidio, como hemos vista, e¢ habitualmente In- tentado en las querellas matrimoniales y realmente hace que el clan praste sostén al osposo resantida que ha ater tado contra su vida, Menos clara es la institucién de cor. tar les_propios drboles frutales de los que fue robads fruta. Quienes no tienen encantamientos productores de enfermedades para colocarios sobre sus 4rboles, conaide- ran que son un aceidente fatal o una enfermedad seria de un porlente cercano, y la persona que robe del drbol es vinculada a asta calamidad. Si alguien desafia la mal clon, el propietario corta su drbol. Es similar a la conducta de quitarse la vida en al intente da! suicidio, pero se pone en claro que la llamada en ambos casos no se dirige 3 la iedad nial apoyo ni de los partentes de uno mismo. Mas an, én lo extreme de fa hemillacién, el dobuano proyecta sobre si mismo y sus bienes la malignidad que muchas socledades han reducido mediante sus Instituciones, Las instituciones dobudnas, por otra parte, las exaltan al grado més elevado. El dobuano vive ain reprimir las: malas pesa- dillas def hombre. la mala voluntad def universo: y de acuerdo con su visidn de la vida, la virtud congiste an elegir una victima sobre le cual gescarpar malignidad que atribuye 2 la sociedad humana y a los poderes de la naturaleza. Toda existencia se le aparece como una lucha feroz en la que adversarios mortales se enfrentan en una eentlenda por cada uno de los bienes de la vide. La s08- Pecha y la crueldad son las armas en la portia, y no da ni tempoco pide merced 151 Vi LA COSTA NOROESTE DE AMERICA Una elvillzacién a la orilis del mar. — Los kwakivtl de ls isle Var. couver. — Dicnisiacos tipleos, — Sacleded cantbal. — En ef polo cnueata a los Pueblo, — La dispatn eronimica, — Una parodia de questra propia sociedad, — Autoglerificacién. — Avergonzando a tas Invitades, — Intercambios de Fottatches. — Altura de la joctancla. — Invistiendo a uhs novia. — Prerrogativas en el matrimonio, el crimon ¥ In roligién, — Hechicerla, — Sentide del ridiculo, — La muorte; mixima streets. — Lo gama de las emociones, Los indios que vivian en la angosta franja de la costa de! Pacifico desde Alaska hasta Puget Sound eran gente vigorosa y resistente. Tenian una cultura de orden poco comdn, muy diferenciada de la de las tribus de les alre- jedores. Poselan un aspecto que es dificil encontrar en- fre otra gente. Sus valores no eran los que $a reconocen generalmente y carecian de los que son honrados con fre- cuencia. Era gente que contaba con grandes posesiones, como pase generalmente con la gente primitive. Su elvilizacién estaba construlda sobre una gran provisién de blenes in- acabables obtenidos sin gasto ni trabajo oxcesivo. Los pes- ‘cados de los cuales dependia su alimentacién podian sa ‘arse del mar en grandes redadas. Sacaban salmén, calao, platijas. focas, para quardarios o para extraer de allos ‘aceite, Utilizaban también las ballenas arrojadas @ Ia costa; las tribus que vivian mas al sur cazaban tamblén ballenas. Su vida hubiera sido imposible sin el mar. Las montafias calan a pico sobre gu literal; edificaban sobre las: playss. Era un pais maravillosamente adecuado a sus necesidades. La coats “profundams/ite regular estaba flanqueada por Innum les Isles, que no solamente mul tiplicaban fa linea de la playa, sino que le daban grandes reas de agua protegida, ssi como protegian tam Fén la navegacién de la corriente continua del Pacifico. La vida 152 maritima qué ronda esta regién ¢s soberbia, Es aun el campo de desove en el mundo, las tribus de la costa feroesté conocian el calendario de las migraciones de los es comé otra gente ha conecide las costumbres de los sos o las estaciones para sembrar la tlerra, Aun en los cos casos en que dependian de algdn ucto de ta tierra, asl como cuando cortaban los grandes drboles, qua astillaban [uego en grandes tablas para sus casas 0 ahue- gaban para hacer canoas, hallébanse cerca de las vias acudticas, No conocian otro medion de transporte que el agua, ¥ cortaban cada arbol lo mas cerca posible de una corriente o de un canal, de manera que pudiese ser Ile- yado hacia la aldea flotando corriente abajo. Mediante [a3 canoas, en el mar, mantenian una cons- tante Intercomunicacidn. Eran aventureros y sus axpedi- cones Hegaban muy al norte y muy al sur. Los matrimo- nios, tratandose de gente de prestiglo, se arreglaban con la nobleza de otras tribus, les invitaciones pera las grandes fiestas, los potietches, eran mandadas a cientos de millas eosta arriba y contestadas con cargamentos de canoas de lag tribus distantes. El lenquaje de esta gente pertenecia a diversas ramas por eso les era necesario a la mayoria de ellos hablar varias lenguss relacionadas entre si. Pero, por cierto, la diferencia de lenguaje no era un obstdculo para fa difusidn de los menudos detalles de las ceremo- nia o de conjuntes enteros de folklore cuyos elementos fundamentales compertian. No aumentaban sus provisiones de alimentos median: te la agricultura. Culdaban pequafios sembrados de trébol a de quinquefolio; eso era todo. La mayor ocupaclén da los hombres, aparte de la caza y de la pesca, era traba- jer la madera. Construian sus casas con tablas, tallaban sisivies pales totems, ajustaban los lados de los cajones echos de plantas enteras, los tallaban y los decoraban. Conatruian canoas maritimas, hacian mascaras de made- ra, musbles caseros y utensillos de todas clases, Sin metal, para hachas o serruchos, derribaban grandes ce- drog, los astillaban en grandes tablones y fos transpor- taban por el mar, sin usar para nada la rueda, hacia las aldeas, a fin de hacer con elles muchas manslones faml- flares. Sus métodos eran ingeniosos y admirablemente calculados, Seguian can toda precisién la rajadura que convertia los trancos en tablones, levantaban enormes 153 tronces dé arbales como pilares y viges dé las casas. aa. bian como serruchar la madera mediante aolpes de leznal sesgados de modo que no quedase en la superficie ef) menor signg de la juntura. De un solo cedro sacaban! cenoss capaces de navegar en el mar abierto llevando cincuenta o sasenta hombres. Su arte fecto como no lo ha sido el da otros pu La cultura de la costa noroeste dacayd totalmente du- rante la ultima parte del siglo pasade. El conocimiento directo que tenemos de ella como una clvilizactén en fun- cionamiento, se limita a esas tribus que fueron descritas hace une generacién y sélo conocemos en datalle la culty. ra de los Kwakiutl de la isla de Vancouver, Por eso. en au mayor parte la descripcién de esta cultura seré ia de Kwa- kiutl completeda con los detalles contrastantes conocidos en otras tribus y por los recuerdos de los viejos que al- guna ver tomeron parte en lo que es ahora una civilize cién desaparecida. Como la mayoria de los indios americanos, con ex- cepcién de los pueblos del sudoeste, las tribus de la costa norosste eran dionisiacas. En sus ceremonlas religiosas al objetivo final era el éxtasis. El primer ballarin, por lo menos en el punto culminante de su representacién, dex bla perder al dominio normal sobre si mismo y transpor- terse a otro estado de existencia. Debla echor espuma por la boca, temblar viclanta y anormalmente, cometer actos que serlan terribles an el estedo normal. Algunos ballarines astaban amarrados por cuatro cordeles soste- nidos por syudantes, para que an su franesi ne pudieran causar danos Irrepsrebles, Sus cantos para la danza cele- braban esta locura como un portento sobrenatural: Et-don dei sapirity que destruye: (eh! real amigo scbrenatural 1 El don dol eapfritu qua johl real amigo scbeenstural, El bailarin mientras tanto ballabe sostenienda carbo- nes ardientes en la palma de sus manos. Jugeba con all atrevidamente, Wevdndoselos a la boca, arrojdndolos entra rraena & lon que eatin on Ie casa, 4 Esto fat del extrema norte del mundo, patrono spore oatural del bailarin, por cuyo podar balla % Eato 06, huyon de miedo 154 tg gente amontonada, queméndola e Incendiando sus ves- jimentas de corteza de cedro. Cuando ballaban log balla: rines 0808, ef core cantaba: Granda oa | furin de esto gran ser sobrenastural. Liavard @ los hombres an sus bramos y los stormentard, [oa deveraré Ia plot y los husson, triturando au came y sus huesos [con Ina diantes. Todos los bailarines que se equivocan en su actua- cidn tienen que tirarse al suelo como si cayeran muertos y los qué personifican al oso caan sobre ellos y los des- pedazan. Algerie vez es esto una simulacién, pero de acuerdo con la angefianza tradicional, para ciertos errores no habia mitigacién de la pena. En les grandes ceramo- nias los osos estaban vostidos totalmente con pleles de ‘080 negra, y¥ én caremonias de menor Importancia usaban en fos brazos las pleles de las patas delenteras del oso con laa garras extendidas. Los osos bsilaban alrededor del fuego, arafiando le tlerra ¢ imitando fos movimlentos da los 0808 enfurecidos mientras la gente canteba al can- ‘to del ballarin que personificaba al ogo: 1LGémo nes seconderemos del ceo que se mueve en torno del rund jArresteémonoe bale tlerral Cubramoa nusstras ospaldas con lodo- eal terrible gran oem dal Novia! del reunda io. nee: Grcuantr Estas danzas de la costa del noroeste eran laa reapre- sentaciones de sociedades raligiosas on las cuales los pro tectores sobrenaturalas de la sociedad Iniclaban a los In- dividuos. La experiencia dal encuentro con al sepia 3 brenatural estaba en ralacién estracha con la de la visidn, experiencia deta qua an tantas partes de la América dal Norte dotaba al suplicante que wyunaba en al y qua a menudo se torturaba a si mismo: lo di esplritu guardian que lo ayudabs durante toda la vide, En la costa del norceste el encuantro personal con el eapiritu se habla wwelto un ssunto formal; no era més que una de expresar el derecho de incorporarse a una so- @ecrata muy cerrada. Pero a medida gue ta forme 88 habia convertide en alga vacio de contenido. el ecento @ra puesto sobre la locura divina apoyada sobre aque! que tenia derecho a un poder sobrenetural. El joven Kwaklutl ‘gue ibs a ser miembro da una de esas sociedades reli- 185 losas, Gra arrebatado por los espiritus y permanceia alal § ‘en el bosque durante ol periodo del cual se decia qi estaba retenido por seres sobrenaturales. Ayunaba pai seaieeet adelgazado y se preparaba pera la demostracl fe frenesi que tendria que realizar a su welta, Todo a Ceremonial dé Invierno, las grandes series Kwakiutl ritos religiosos, se hacia para “domesticar” a los inicia-| dos, quienes volvian llenos del “poder que destruye la Inteligencia de! hombre" y a quienes era necesario r retornar existencia secular. La iniclacién dol Danzarin Canibal era especialmente caleulada para que ‘xpresara la Intencién dionisiaca de la cultura de la costa del noroeste. Entre ios Kwaklutl, la sociedad Canibal tenia mayor rango que todas las demas. En las danzas del in- vierno se les daba a sus miembros los puestes de mayor honor, y los otros no podian participar en la fiesta hasta 7 log cantbales hubieran comenzads 3 comer. Lo que istingula al canibal de los miembros de todas las otras sociedades religlosas era 5u pasién por la carne humana. Se arrojaba sobre los espectadores y con sus dientes les arrancaba un bocado de carne de sus brazos. Su baile ora el de un adicto frenético, enamorado del “allmento” que le presentaban: un caddver preparado, llevado en los bra. as extendidos de una mujer En las grandes ocesiones los Canibales comian los caddveres de los esclavos que habian sido muertos con es¢ propdsito. El canibalismo de los Kwakiutl era la antitesis del canibalismo epicireo que practicaben muchas tribus de Oceania, o de la costumbre de conter con la carne huma- na comadn en fa dieta de muchas tribus de Africa. El Kwa- kiutl sentia una repugnancia extrema hacia la carne hu- mana. Mientras al Canibal ballaba tembloroso ante la carne qué tenia qué comer, el core cantaba su cancldn: Ahora vay a comer. Ui reve et per eens pas et ‘a comer fo quo 6s dade par Caniba enol Extrame Norte del Mundo. Se llevaba Ia cuanta de los bocados de piel que el Canibal habia sacado de los brazos de los espectadores, y Gl tomaba eméticos hasta que los hubiera vomitado. 4 menudo no llegaba a Ingeririos. Mayor que la contaml- nacién de [a carne mordida de loa brazos vivientes se 156 onsideraba aquella de fa carne de los caddveres prepa redos ¥ ¢e los esclavos muertos para las ceremonias ca- nibalescas. Durante custro meses después de este des- honor. ef Canibal era tabd. Permanecia solo en su peque- fio dormitorio interior, mientras un bailarin oso montaba wardia en su puerta. Para comer usaba utensilios es- eciales qué eran destruidos al final del periods, Bebia giempre ceremoniosamente, no tomando nunca sino cua tro sorbos a la vez , sin tocar la copa con los labios. Tenia que usar un tubo para beber y un rascador de oa- beza, Después del periodo de su reclusién, al aparecer de nuevo entre los hombres fingla haber olvidado el modo de conducirse en la vida. Habia que ensefarle a andar, a hablar, a comer. Se daba por sentado que se habla aleja- do tanto de esta vida, qué sus costumbres se le habian yuelto extrafias. Aun después de terminada su reclusién de cuatro meses seguia siendo sacrosanto, Durante un afho no podia acercarse a su mujer, ni jugar ao juegos de azar, ni realizar ninguna clase do trabajo. La repugnancia que ia el hecho de comer carne humana sentian los Kwakiutl, convertia al Canibal en la expresidn exactisima de la virtud dionisiaca inherent a lo terrible y a lo pro- hibido. Mientras el Canibal iniciado permanecia confinado solo en los bosques, se procuraba un caddver que en un érbol habia sido colocado. La exposiciin habla ya secado la piel y ol Canibal la preparaba especialmente para que sirviera de “alimento" en su danza. Mientras tanto, al periodo de su alslamiento Hlegaba a eu fin, y la tribu se estaba preparando para la danza del invierno, que era on rimer lugar 3u iniciachin como miembra de la sociedad mnibal. De acuerdo con las ceremonias de privilegio, la gece de la tribu se consagraba. Liamaban a los espiritus l¢ la danza del invierno, y los que tanian ol derecho de hacerlo ofrecian demostraciones de su sobrenatural fre- neal. Se necesitaba gran esfuerzo y minuciosidad én Ia Préctica, porque su poder debia hacerlo bastante fuerte come para hacer volver al Canibal de su residencia con los sobrenaturales. Lo llamaban mediante danzas y jer ciendo poderes heredados, pero al comienzo todes sus ‘estuerzos eran vanos. Al final, toda la sociedad Canibal, debido al frenest ‘combinado, despertaba al nuevo iniciado a quien de pron- ‘to s@ oia sobra el techo de la casa. Estaba [unto a ellos. 157 Apartaba los tablones del techo y de un salto cala en im dio de la gente. Trataban en vano de rodaarlo. Corria a torno al fuego y se escapaba por una puerta secreta, di jando tras de si sdlo fas ramas de cicuta sagrada que abla usado. Todas las sociedades lo persequian hacia log bosques y volvian a divisarlo. Desaparecia tres veces, y| la cuarta, un anciano al cual Hamaban el “cebo", se adi lantaba. El Canibal se lanzaba sobre él, le cogia el br y lo mordia. Entonees la gente lo apresaba y lo lleva a la casa donde se re ria la ceremonia. €! estaba en-| loquecido y mordia ios que se ponisn @ su alcanca, Al llegar a la casa ceremonial no se | is hacer pene trar en ella. Al final, ta mujer coiniciada, cuyo deber era llevar eolocado en aus brazos desnudos el cadaver, apa-| recia con él. Bailabe hacia otras. mirando de frente al ‘Canibal, incitandolo a entrar en la case. Ni aun asi se lo podia convencer, pero por fin trepaba de nuevo al techo y saltaba dentro de la casa entre los tablones separados, todos sua miisculos en el temblor especial me los Kwa-' kiutl asocian con ol frenesi. La danza con el caddver sq repetia durante el periodo de éxtasis del Canfbal. Quizd) Ja téenica dionisiaca més curiosa de todo el ceremonial; de invierno @s esa en que al final se amansa al Canibal y se le hace entrar en su cuarto periodo de tabi. De acuerdo con las ideas corrientes en su cultura, expresa dé la manera més extrema al poder sobrenatural inheren- te a lo terrible y a lo prohibido. El rite es ejecutado por cuatro escerdotes que han hheredado e! poder sobrenstural de amansar a los Cani- bales. El iniclado estaba dentro de ai mismo, corria furlo- samente mientras los asistentes trataban de retenerlo. No fa bailar porque su frenesi era demasiado fuerte. Mediante diversos ritos de exorcismo trataban de “alcan- zar al Ganibal en su éxtasis". Probaban primero el exor- cismo del fuego haciendo oscilar sobre su cabeza, hasta postrarlo, corteza de cedro encendida. Luego probaban el exorcismo del agua, calentando ceremoniosamente pie dras en el fuego para calentar agua en una Unaja, y ver tiendo el agua ritualmente sobre la cabeza dal Iniciado. Luego hacian una figura de corteza de cedro que repre- sentaba al Canibal frenético, y la quemaban sobre el fuego. El exercismo final, sin embargo, era aaual que se ree lizaba con sangra menstrual. En la costa del noroeste era 158 considerada contaminadora en grado tal como no se la ha considerado en el resto del mundo. Se racluis a las mu: jeres durante ese feriodo, y su presencia hacia impo- tente cualquier prdctica de simulacro. No podian cruzar ningin @rroyo ni acercerse al mar, pues el salman podia gentirse ofendido. Las muertes que ocurrian a pesar de las curas simuladas (de brujeria) se atribuian general- mente 2 la presencia en la casa de siguna cortera de ce- dro en la qué habia rastros de sangre menatrual. Por eso, pace el exorcismo final del Canibal, el sacerdote tomaba corteza de cedro sobre la cual habia sangre menstrual de cuatro mujéres de altisimo rango y ahumaban el rostro del Canibal. A medida que el exorciamo se efectuaba, la danza del Canibal se hacia més sobria, hasta que en la cuarta danza estaba ya amansado y quiato, libre de frenosl. La inclinacién dionisiaca de las tribus de le costa del noroeste es tan violenta en su vida econdmica, en su vida militar y on sug ceremonias de duelo como lo es ean sua inisiagiones y bailes ceremoniales. Son el polo puesto de los Pueblo spolineos y en esto se asemejan a casi todos las otros aborigenes de la América del Norta. Por otra parte. la pauta de cultura que les era peculiar estaba antretejida intrincademente con sus ideas sobre la pro piedad y la manipulacién de la riqueaa. Las tribua de ia costa del neroeste tenian grandes po- sesiones y estas posesiones pertenecian exclusivamente a su duefo; eran propiedades en el sentido de vinculo de bienes; pero el vinculo de biengs era entre ellos la verda- dera base de la sociedad. Habla dos clases de propieda- das, La tierra y el mar pertenecian an comin a un grupo do parentesco y se transferian a todos sus miembros. No habia campos cultivados, paro el grupo de parientes poseia territorios de caza y hasta territorios con baya salvaje y con raices salvajes y nadie pedia violar la propiedad la familia, Le familia posala tamblén, y con los mismos de- rechos estrictos, territorios de pesca. A veces un grupo focal tenia que racorrer grandes distancias hasta esas fran jas de ta costa donde podian desenterrar ostras, mientras ue la costa cercana a su aldea ia pertenecer a otro linaje. Estos terranos eran considerados como propiedad aun en el tiempo an que las aldess solares hablan cambia- do: persistia el derecho a la posesién de los yacimiantas de ostras. No tan sélo la playa sino hasts zonas que se 159 internaban muy adentro del mar eran propiedad absolut, Para la pesca del halibut, la zona perteneciente a una fami. lia estaba delimiteda por dobles marcas. Tambidn los rigg estaban divididos en secelones para rédadas de pecos de candela en la primavera; y las familias recorrian largas. dis. ‘tancias para pescar en la parte de un rio que lee pertenecia, Habia, sin embargo, otra propiedad valloga que era de una manera diferente. No era on la prople , por mas exagerada que éste fuese, donde se expresaba mayormente e! sentido de la propiedad de los Kwakiutl, Las cosas a las cuales se les daba un valor supremo eran preri tivas que estaban por encima del bienestar material, Muchas de dstas eran cosas materiales. se las llamaba palos domésticos y cu charas y penachos herdldicas; pero la mayoria eran ble neg Inmateriaias, nombres, mitos, cantos y privitegios que constitulan «| gran alarde del hombre rico. Todas estas Prerrogatives, aunque quedaban en un linaje de sangre, no eran, sin embargo, mantenidas en comin, sino que perte- necien durante toda fa vida a un Individuo que ajercla ax. clusiva é individualmente loa derechos que concedian. ‘Los titulos de noblaza eran la mayor de estas prerro gativas y base de todas las otras, Cada familie, cada so ciedad religiosa, tena una serie de nombres tituleres que los indlviduos adoptaban segdn sua derechos de herencia y su capacidad financiera. Estos titulos les daban posiclén de nobleza en la tribu. Eran usados como nombres pao: nales, paro eran pornbead Guia segdn la tradiclén no hablan sido agregados ni sustraidos desde el origen del mundo. Cuando un Individue tomaba un nombre asi, adquiria en su propla persona toda la grandeza de aus antepasados que en au vide habian llevado ol nombre, y cuando fo daba a su heredero necesarlamente perdia todo derecho de usarlo. La adopcién de tal nombre no dependia solamente de la sangre. En primer lugar, estos titulos pertenecian por derecho al primogénito, y no a los hijos mas jdvenes que tenion desdefiados nombres comunes. En segundo lugar. al derecho a un titulo habla de sefalarse por la distribu- cidn de muche riqueza. La ocupaciin dominante para to mujer no era la rutina doméstica, sino la fabricaciin de grandes centidades de asteras, canastes y tablas edro que eran colocadas én las cajas de valores hechas por los hombres con ¢l mismo propésito. Los hombres iqualmente 160 acumulaban canoas y las ciscaras o dentalla que usaban como dinero. Grandes hombres tenian en propiedad o a interés Inmensas cantidades de bienes, que pasaban de mano en mano.como billetes de banco para validar la adop- cidn de las prerrogativas. . Estos bienes eran lo corriente en un complejo sistame monetario que operaba mediante la coleccién de extraordi- narlas tasas de interés. El cien por ciento de interés era usual por el préstamo de un ato. La riqueza se calculaba por la cantidad de bienes que el dueio tenia a interés. Tal ugura habria sido imposible de no mediar !a abundancia de alimento maritimo y ta facilidad de obtenerlo; au provisién de cascareas para moneda aumentaba continuaments, a6 las adel mar. Y estas unidades ficticias de grandes va- lores eran fas que se empleaban coma cobres. Eran es- tas liminas grabadas cuyo valor se calculaba como de diez mil maltas y mds. Tenlan, naturalmente, muy pequefio va- lor intrinseco y eran valorizadas por el monto que habia sido pagado por ellas en el intercambio. Ademdas, la acu- mulacién de loa pagos de retorno nunca era obra de un indlviduo en ninguno de los grandes intercamblos. Los em- presarios eran figuras dirigentes de todo el grupo local y, en los intercambios intertribales, de toda la tribu; dirigian en este sentido los blenes de todos los individuos de su ipo, Todo individuo de alguna importencla potencial, hom- bre o mujer, entraba en esta centlanda econémica como un nifto pequeso, como una criatura a la que se ha dado un nombre que Indicaba solamente ef lugar donde habla nacido. Cuando Megaba el momento de asumir un nom- bre de mayer importancia, los mayores Ia daban un cler- te ndmero de mantas para distribuir, y al recibir el nombre los distribuia entre sus parlentes. Los que recibian al don dal nifo habian de pagarle prontamente y con gran interés. Cuando un jefe que era uno de los beneficlarios, distribula luego bienes en un Intercambio publico, daba al nifio ell triple de lo que habla recibido. Al final del ato el muchacho debia pagar con un cien por ciento de Interés 8 quienes le habian financlado orliginariamente, pero con- Servaba en su ler el resto que era el equivalente de las mantas prial nariag. En un par de afios las distribula ¥ recibla interés hasta que lograba jar por él tradictoe hal Potlatch. Cuando ya estaba en condiciones, se reunfan 161 todos sus parientes y los mayores de le tribu. En preset cia de toda la gente y ante el jefe y los ancianos de | tribu, le daba entonces su padre un nombre que desig ba su posicién en la tribu. Desde ese momento el muchacho tenia una posich tradicional entre los hombres con titulo en la tribu. Luego ‘on fos potlatches en que daba o tomaba parte, adquirla nombres cada vez mayores, Una persona de alguna impor. tancla cambiaba de nombre como las serpientes cambian| de piel. Los nombres indicaban sus conexiones familia res, su riquezs, 5u situacién en la estructura tribal. Ya se tretase de la ocasién de un potlatch, de un matrimonio, de ja llegada a la madurez de un nifo, o del desatio inter. tribal @ un jefe edversario, aprovechaba el hudsped la oportunidad para adoptar un nuevo nombre y sus prerro- gativas, para si mismos o para un heredero. Entre fos Kwakiutl desempefiaba el matrimonio el pa pel mas importante en esta adquisicién de una posicidn. Al norte de ellos, otra tribus de la costa moroeste eran matrilineales, y la posicién deseendia en ta linea fement- na sondiie alla incumbia realmente a los varones. Los Kwakiutl, por otra parte, vivian originalmente en bendas locales y los hombres establecian sus hogeres en las al- deas de sus padres. No abandonaban totalmente esta vie, ja base de eu sociedad, aun cuando la modificaban gran: demente. Transigian. Llegaban a transferir muchas pre-| rrogativas por e! matrimonio, este es, un hombre daba sus privilegios al hombre que s@ casaba con su hija. Pero ellos sélo eran controlados por el yerno, de quien nunca legaban a ser propiedad, Eran conservados para sus pa- rientes, y especialmente para los hijos de la hija del do- nante, De este modo la herencia matrilineal estaba asegu rada, aunque no habla grupos matrilineales. Las prerrogativas y la propiedad se daban al yerno con motivo del nacimiento de nifies o de le Hagada de la madurez de éstos, en retribucidn por fa propiedad que la familia de 6! habia pagado como precio del casamiento. En otras palabras, una esposa se obtenla exactamente de ja misma manera qué un cobre. Como en todo intercar bio econémico, habla un pago que validaba las transac: ciones. Cuanto mayor fuese el hago hecho por el casa’ miento, més gloria tenfa el clan dal novio, y este pape 162 secull construlda sobre egos titulos, y durante los meses de in- vierno lo miembros de ja tribu eran agrupados segin los espiritus que los habian iniciado en las sociedades sobre- naturales. En al periodo del Ceremonial de Invierno de- pendia el rango del nombre que la persona tenia como Baemnive: de la sociedad Canibal, Oso, Payaso o de alguna podria creer. eran heredados dentro del linaje, ocurria lo mismo con fos altos titulog en las sociedades religiogas. Eran un Bepecto importante en la dote prometida para el matrimo- nid, La iniclacién en la sociedad Canibal o en la sociedad Payaso era la adquisicién de prerrogativas a las que se tenia derecho por nacimiento o por el matrimonio, y se debis ser devuelto con gran interés en un potietch de retoerno ocurrido al nacimiento del primer hijo. En segui- da de ser hecho este pago la esposa se consideraba re- cuperada por su propia familia, y su matrimonio era Ma- mado: “estar én la casa [de su @sposo) por nada”. Por ego hacia el esposo otro pago para retenerla, y el padre de la espega le trangferia en cambio riqueras. De este modo én toda la vida, al nacimiento o a la madurez de la prole, el suegro transferia sus prerrogativas y riquezas al esposo de su hija para los descendientes, qua eran lo principal del matrimonio. Entre los Kwakiut! la organizacién religiosa era el duplicado de la secular. Lo mismo que la tribu estal erganizada én linajes que tenian titulos de nobleza, asi también estaba crganizada en sociedades con poderes 3o- brenaturales, los Canibales. los Oros, los Payasos, y asl sucesivamente, Del mismo modo que las familias, tam- bién ellas tenian titulos a su disposicién, y nadie disfru- taba de gran posicién sin un sitio entre los dirigentes de la jerarquia religiosa tanto como de Is secular. El aho era dividido en dos partes. En e! verano Ja organizacién secu- lar de la tribu era la que estaba en accién; todo hombre ocupaba un lugar de acuerdo con el respectivo rango de su titulo de nobleza. En el invierno todo esto se dejaba de lado, Desde el momento en que se oian los silbidos de los poderes sobrenaturales del Ceremonial del Invier- no, éra tabi dirigirse a un hombre por su denominacién . Se prescindia de toda fa estructura de fa sociedad Sin embargo, el contraste no era tan grande como se si como los titulos de la nobleza secular 163 jas validaba como cualquier otra, mediante la distribuclén| de riqueza. Por eso, la astacién durante la cual ta triby estaba organizada de acuerdo con las fillaciones religio sas no era un periodo en el que grandes familias delasen de lado su posicién heredada, sino solamente un pariodo durante et cual exhibian su segunda seéri¢ de privilegios, privilegios andlogos a los que tenian en la organizacién secular de la tridu. Este juego de validecién y ejercicio de todas las pre- ogativas y titulas que se podian adquirir de distintos antepasados, @ por danacién o por matrimonio, preocupa- ba principalmente a los indigenas de Ia costa noroeste. Cada uno, y en su grado, participabe en este juego, y ser exeluido de dl era el mayor éstigma del esclavo. El ma nejo de la riqueza en esta cultura tba més alld de toda expresién realista de las necesidades econémicas y de gu satisfaccidn. Implicaba ideas de capital, de interés > de derroche, La fiqueza no 3dlo era bien econémice. sing también blenes apartades en cajas para potlatches y adlo usados en intercamblos; la riqueza era adn, en mayor medida y caracterfsticamente, prarrogative sin funclén eco- némica, Riquezas eran los cantos, los mitos, los nombres de los jefes de los puestos domésticos, de sus perros, de sus canoas. Privilegios valloses como el derecho de atar un bailarin a un palo, 0 poner sebo sobre los rostros. de los bailarines o hacer trizas de tablas de cedro para frotarlos con ellas, todo eso era riqueza y s@ tagmitia on lineas familiares. Entre los Bella Coola vacinos, low mitog familiares se hicleron a tal punto propiedad vallosa y satimads que fue eostumbre de is nobleza casarse den- tro de la familla para que semejante riqueza no se disipara ‘antre quienes no hubleran nacido para tanerla. El manejo de la riqueza en la costa noroeste és, con bastante claridad, y en muchos aspectos. uns ia nuestros propios métodos econémicos. Estas tribus no san la riqueza para obtener un valor equivelente en ble- nas econémices, sino como ragistro de valor fijo en un juego en al que sa empefian por ganar. Velan la vide ‘como una escalera en la que los escalones eran los nom- bres titulares con lag correspondientes prerrogativas en ellos Investidas. Cada nueva paso en agcenso por eae ascalera exigha la distribucién de gran cantidad de rique-| za, la que, sin embargo, era devuelta con uaura para hacer, 164 posible la préxima elevacién a que podia esplrar el tre- r- Esta esociacién primitiva de la riqueza con la valida- eidn de los titulos nobiliarios es, sin embargo, sélo una parte dal cuadro. La distribucién de la propiedad era rara vez tan simple como en este caso. La razon esencial por ja cual el hombre de la costa del noroeste estimaba ioe tituios de nobleza, la riqueza, los penachos y las prerro- gativas, pone al descubierto el resorte principal de su cul- tura: los utilizaba en une contienda en Ja cual trateba de afrentar a sus rivales. Cada Individuo, de acuerde con aus medios, competia constantemente con los los otros para. aventajarlos en distribuciones de la propiedad. El muchacho que acababa de recibir su primer obsequlo de propiedad. escogla otro joven para que recibiera el regalo de 61. El joven elegido no podia rehusarse sin reconocer- se derrotado de entrada, y estaba obligado a cubrir el re- galo con una cantided igual de propiedad. Guando llegaba 6] momento del reintegro. al 4! no habla doblado el io quio original para devolverlo en concepto de interés, esta- ba apraviado, y por lo tanto, el prestigio de su rival se acrecentaba. La contlanda asi comenzada continuaba du- rante toda fa vida. Si resultaba victorioso, ponla en fuego cada vez mayores cantidades de propiedad contra ties mas y mas formidables, Era una lucha. Ellos dicen: “Nos- otros no luchamos con armas. Luchamos con propleda- des". Un hombre que habla ragalado un cobre habla ver- cido a su rival del mismo modo que si lo hubiers derrotado en una batalla campal. Los Kwakiutl consideraban Iguales ambas situacionas. Una de sus danzas era llamada “Tra- heirs sangre a la casa”; de las guimaldas de abeto que fevaben los hombres, se decia que representaban cal bt tomadas en combate. Arrojaban estas guirnaldas al eg0. pronunciande el nombre de Ing enemigos que ellas Fepresertatran, y dando vivas a madida que el fuego cre- cia al congumirlas. Las quirnaldas, sin embargo. repre- poatoak los cabres que ellos hablan regalado; los nom- rés que pronuncleban eran los de log rivales a quienes habian vencido por la distribucién de propiedad. El objeto de toda empresa de Kwwaldutl era mostrarse ba arate a sus rivales. Esta voluntad de superioridad Ja exhiblan del modo mas desenfadado. Hallaba expresién en una desmesureda autoglorificacién y en las burlas de 165 todes fos contendientes. Juzgadas por las normas de otras culturas, las arengas de los jefes en los potlatches serian expresién de desenfrenada megalomania. Yo say el gran jefe que hace avargonmir a la gente, Yo soy el gran fofo qua hace avergonzar a la gente. Nuestro [efe produce worglenza en lox rostras, Nuestro jefe produce celos en loa rostros, ueatro fate hace que la gente cubra sus rostros rio que dl asté Auclendo continuamente un este mundo. Jando uno y otra ver festines de acolte a todas laa tribus, Yo sey el Geico gran drbol, jye el jefol Yo soy ef dice, gran drbol, ya el jatal Vosstras sols mis subordinadas, tribus. ‘Vosatros os aantils en el centro de Im parte trasera de la casa, tribus Yo soy el primero en daros propiedad, tribus, Vo soy wuestra Aguila, tribus! ‘reed vunstro contador de propiedad, tribus, que él inverter on vang [contar Is. gr ropiodad es i, el Taran fabricente de cobres, e! befe, Continund, levantad {a inasequible esta del we es el ainico dirbol grueeo, la dnica ralz grossa de las tribua. Ahora nuestro jefe se encolerizaré en la casa, ‘é! bailard la danza de ta ire. Nuestro jefe bailard In danza de a turio. Yo soy Yapatiensis, yo soy Nubloao, y tamblén Sewid. Yo aay ol Unlea,, ‘uefo-del-Humo, y soy Gran-Anfitrién. Estos SL's embeds que Gohive como repalon da’ boda cuando me cosd con las hijas de fos jefes de tribus dondequiera que ful. Por allo slentn daseos de rair de bo que dicen toa jofes Inforiores. porque ellos trate en vano de arma ‘en contra da mi nombre, gOulén por sus hoches se aproxima a lo que hicheron los jotes, min Bntepasados? Por ella say conocids par todas las tribua del mundo e+ tera. Sélo al jefa, mi antepasado, ‘propiedad an un gran featin, yy todos los demés solamonta pueden Intenter Imitanme. Ellon tratan ido imitar al jefe, mi sbualo, que es Ia ralz da mi famllla. Yo soy al primero do las tribus. ‘Yo acy el Unico de las tribus, Los Jofes de les tribua son dbo jefoa locales. Yo say al Gnico entre las tribus, Yo busco arandaca como la mia entre toe oe tes ‘encontrar un solo jefe antra los Ellos nunca davuelven foa fostines, jlos hudrfanos, pobres gentes, Jofes do les tribus! Ellos se deshonran a af mismos. a soy equal qua da aatas nutrian de mar a los Jofes» tos huspndes [a lew jefes de tan fribus ten Yo soy aquel que da canoas a los Jefos, 186 Estos himnos de autoglorificacién eran cantados por los secuaces del Jefe en todas las grandes ocasiones, ¥ gonstituyen las éxpresiones mas carecteristicas de su cul- qra. Todos los motivos que ellos reconocian se concen- traban alrededor de la voluntad de superioridad, Su orga- nizacién social. sus Instituclones econémicas, su religin, el nacimiento, la muerte, todas eran ocasiones para su expresién. El triunfo, tal como ellos lo entendian, impli- caba ridiculo y escarnio acumulado sobre sus contrincan- tes, quienes, de acuerdo con sus costumbres, eran tam- bien sus Invitados. En un poifatch los secuaces del an- fitridn modelaban estatuas burlescas de tamafo natural del jefe que debia recibir ef cobre. Su pobreza era sim: bolizada por sus costillas prominentes, y su insignifican- cia por alguna aetitud sin dignidad. El jefe que oficiaba de anfitrién entonaba canciones que cubrian de desprecia a sus Invitados: ‘Wa, fora del paso. Wa, fuara del paso, ved vueatros rostros de Sats au yo sada dar aalléa 9 mi lcs’ atho aparectaben! aslo vocgSumeang? # mele cologea. fox Joie. venden un cobre ot y.lo eogslan e los pequetos eles do las tnbus TAR, ne pidils misericordial TAR, pa-piddls misericordia en vana y levantad lag fen ro. as colganti Yo solamente me ric do dl, ma mofo de dl, que vacia ba: ae oe a orcas. da 0 en du case, su casa dal potlatch, Ia case loa comvites de las limag. ame ets oe: ls once de rw et =e oe ta couse de mi tad es und que esté en la miseria, uso que sefals a sus antepasedos que gon fofes, {os mezquinos no tienen antspesndos que fusron Jefe, merquinte no ss nos ao llevan nombres que vengan de tus shusios. af maxquing qua trabsje rudemente, ol que comete errores, el qua viens de lugares Mnalgnificontes en el Esta, solamente, es ta couse de mi risa. Se Po Sat sean [ote gus sence, gran Que vence. Epics meee squellee que siguon tan en este mundo. tabsjendo rudaments, pordienda sus coles coma al ds ion Jafes que astén bajo verdadero gran fe. ™* Mere ran ruinogas. El gran freno social para conaervar au vidad dentro de determinados limites era expresado co un tabd moral: el tabi de la extralimitacion. La extral mitacién era siempre peligrosa y un jofe debis mantene dentro de clertos limites. Estas restricclones Imput por la costumbre permitian, coma veremos, muchas a tudes exageradas, pero el freno estaba siempre p do si un jefe se excedia en sus pretensionss sobre apoyo tribal. Ellos opinaban que la buena fortuna abst naba al hombre que iba demasiado lajos, y entonces no era sostenido por sus secuaces. La sociedad estab! cia limites, bien que fos limites nos resulten fantastico Esta voluntad de supsriorided, a la que se dabe tan extansidn en la costa de! moroeste, 8¢ expresaba an to los detalles de sus potistches de trueque. Para los grat des potlatches se enviaban invitaciones con un afio o m: de anticipacién, y de tribus distantes venlan grandes tes cargados de nobles. E| anfitrién comenzaba lo ver de un cobre con arengas de autoglorificacién @ Invocack nes a la grandeza de au nombre y de su cobre. Deaafial a sus Invitados a que pusieran dé maniflesto ls propied que tuvieran prepatade para el regalo de retribucidn, Invitados ampezaban modestamente, ofreciendo |p faccl mada reducida del justo valor y maniobrando gradualment hasta Heger a la culminacién. Los partidarios del ven dor reciblan cada aumento con desdén. “Vos pensdils habéis terminado. Vos no fulsteis econdmice cuando solvistels comprar eate gran cobre. Vos no habéls tel mingdo; vos daréis més. El pracio del cobre estard de acuerdo con mi grandeza. Yo pido cuatrocientos més” El adquirenta le contestaba “Si, jefe, vos no tenis pl dad”, y enviaba inmadiatamente por las mantas que & hablan exigido de él, Su contador de mantes les co: an alts voz y so dirigfa e las tribua reunidas: “Ya, tribus, avals nuestro modo de comprar cobres? Los de mi tril son fusrtes cuando compren cobres. No son como otros. Hay mil selscientss mantas en Io pila que aqu tralgo. Estas son mis palabras. jefes de los Kwaklutl, aquellos que no saben cémo comprar cobres’. Gua habia terminado, su jefe se levantaba y se dirigia a | ponte: “Ahora habéls visto mi nombre. Este as mi_nor re. Este es el peso de mi montana. Esta montafia d mantas se eleva a través de nuestros clelos. Mi nombr es al nombre de los Kwakiutl y vosotros no podéis hacer jo que nosotros. tribus. Tened cuidado, mas tarde os pe- giré que compris de mi, Tribus, yo no preveo el momen, fo an que compraréis de mi”. Pero le venta dal cobre sélo habia comenzado. Un jefe del bando del vengador se levantaba y referia su grandezay sus privilegios. Relataba su linaje mitolégico y decia; “Yo #¢ como comprar cobres, Vos siempre decis que sols rico, jele, No habégis prestado atencidn alguna a gste cobre. Oad sélo mil mantes mas, jefe", De eate modo $e aumentaba el precio del cobre hasta que se ha- bian contado tres mil doscientas mantas para pagarlo. En geguida se reclamaba del adquirente las valiosas ca- jos para guardarlas. Se las trala. Luego eran necesarios més obsequios “para adornar al prceitarie del cobre”. El comprador accedia y los presentaba, diciendo: “Oid, jefes: Adomaos con esta canaa, el valor de /a cual es cincuenta mantas, y COn esta otra canoa, el valor de la cual ae clen- to cincuenta mantas, y con asta otra canoa, cuyo valor es de doselentas mantas. Ahora hay cuatrocientas mantas gEstais convencido?” El propietario contestaba: “Acepto ef precio”. Pero no estaba concluido. El adquirante se dirigia ahora al propletario del cobre. diclendo: ";Ci habéis aceptado ef precio jefe? Habdis aceptado el pre- cio damaglade pronto. Debdis pensar pobremente de mi, jefe. Yo soy un Kwakiutl, soy uno de aquellos de quienes westras tribus en todas partes del mundo tomaron sus nombres. Abandondis antes que yo haya terminado de negociar con vos. Vos siempre debéis quedar debalo_de nosotros”. Enviaba a sus mensajeros a lamar a su her- mana, su princess, y daba a sus rivales dosclentas man- tas mas, “las ropas de su princesa". Esto hacia doscien- tas mantas del quinto millar. Esta era la adquisicién mds o menos rutinaria de un cobra, En las contiendas entre grandes jefes, la violencia 'y la rivalidad, que eran el médulo de esta cultura, encon- traban libre campo de accién. La historia del confiicto entre Corredor Veloz y Malgastar, jofes de los Kwakiutl, muestra come estas contiandas se volvian enemisted abler- ta. Los dos jefes eran amigos. Malgastar invité al clan ide su amigo a un festin de huevos de salmon y, por dea- Cuido, sirvid la grasa y huevos en canoss que no estaban 170 171 lo bastante limplas come para hacerles honor. Corredor Veloz tomé esto como un grogero insulto. Aehus6 fa co- mida, acostandose con su manta da oso negro estirada sobre su cara, y todos sus parientes, viendo que estaba disgustado, siguieron su ejemplo. E! anfitrién los insté a comer, pero Corredor Velaz hizo que orador lo apos- trafara, quejandose de la indignidad: luestro jefe no comerd lng cosas sucias que le habéis brindado, jah hom- bre sucio!” Malgastar contesté desdefiosamente: "Que gea como decis. Vos habldis como si fuerais una persona de muy grande: riqueza". Corredor Veloz replied: “Ciorta- mente soy una persona de gran riqueza”, y envid sus Mensajéros para que trajeran su cobre Monstruo del Mar. Se lo dieron y lo tiré al fuego, “para apagar el fuego do su rival". También Wicliater envid por su cobre, Sus servidores le trajeron Mirado de Soslayo, y él también lo arrajé al fuego én el sitio de los festines, “para mante- ner ardiendo el fuege". Pero Corredor Veloz tenia aai- mismo otro cobre, Grulla; envié por él y lo colocé sobre el fuego “para sofocarlo". Malgastar no tenia otro cobre, gsf qué mo pudo agregar mds pdbulo para mantener su 90, ¥ fue derrotado en la primera vuelta, Al dia siguiente Corredor Veloz retribula el festin y envid. sus servideres a invitar a Malgastar. Mientras tan- to, Malgastar habia empefiade suficiente propiedad para pedir prestado otro cobre. Por consigulente, cuando colo- caron ante él lag manzanas Elvenires la grasa, se re husé con las palabras que Corredor Veloz habia usado al dia anterior, y envid sus servidores para qe majors 6l cobre Rostro del Dia. Con 4! extinguid el jo de su rival, Corredor Veloz se levanté y se dirigié a dl: “Ahora, mi fuego esta extinguido. Pero Sentaos nweva- mente y ved Ia proeza que realizaré", Se entregd a la axcitactén de la Danza de los Tontos, de la cual ara miembro, y destruyd cuatro canoas de su suegro. Sus se vidores [a8 trajeron al lugar del festin y les apilaron sobre ‘el fuego para lavar la afrenta de que su fuego hublera sido oxtinguido por el cobre de Malgastar. A todo evento, aus Invitados debian permanecer donde estaban o admitir la derrota, La manta do oso negro de Malgastar se cha- muscé, y bajo la manta se ampellé la piel de sus plernas, pero él se mantuyo en su puesto, Sélo cuando comenzd 4 oxtinguirse la hoguera se puso de ple como si nada 172 hublese pasado H participd en al festin, a fin de mostrar su completa inditerencia ante lo extravagancia de su rival. Ahora Corredor voir Malgastar estaban en abier enamlstad . Por tanto decidiaron consagrar iniclaclones ri- yaies en las sociedades secretas, optando por emplear sus privilegios religiosos en vez de los seculares. Mal- aatar planed secretamente ofrecer fa consagracién en la Eeremonia dot tnvierno, pero Corredor Veloz, enterado de ello por sus informantes, decidié sobrepujario. Malgastar inieid un hijo y une hija, pero Corredor Veloz inicio dos hijos ¥ dos hijas, Ahora Corrador Veloz habla aventajado a su rival. y cuando sus cuatro hijos fueron traidos de vuelta de su reclusidn y la excitaciin del belle estaba en su apoges, hizo que los Bailarines Tontos y la Saciedad del Oso Pardo arrancasen el pericraneo de un esclave y |o sacrificasen dando de comer con au came a los Cantbales. £) pericraneo se fo obsequid o Malgastar, quien evider temente oo podia igualar esta formidable hazafa. Corredor Veloz tuvo ain otra triunfo, Sus hijas ha- bian sido Iniciadas como danzarinas de guerra y pidieron ser arrojadas al fuego. Alrededor del fuego se eriglé un gran muro de lefa y las hijas fueron atadas a unas tablas listas para ser entragadas a las tlamas. En su lugar, se arrojaron al fuege dos esclavas vestidas como verdaderas danzarinas de querra y andlogamente atadas a tablas. Du. rante Guatre dias las hijas de Corredor Veloz permanc cleron escondidas y lusa. de las cenizas de las esclavas que hebian sido quardadas, aparentamenta volvieron a la vida. Malgastar no pude hacer nada para Iqualar esta gran demostracién de privilegia, y él y sus hembres par- theron para luchar con los Nootka. Un sola hombre regre- sé para contar la derrota y la muerte de In partida gue- re Esto es narrado como wna historia veridica, y testigos oculares relatan otras contiendas que sélo varian en los actos raalizados por los jefes rivales para demostrar su andeza. En una ocasién, dentro del curso de la vida de mbres que atin existen, un jefe intenté “apagar” el fuego de su rival con siete canoas y cuatroclentas man- tas, mientras su_anfitrién, por el contrario, vertia aceite sobre el fuego. El techo de la casa so Incendié y el resto fue destruldo casi por completo, mientras los interesados, afectando Indiferencia, conservaban sus puestos y envia: 173 hen an buace de mag bienes para apilarios sobre el fuega, “Entonces los que fueron por las doscientas mantas vol- vieron y Jas extendieron sobre el fuego del anfitridn. Después de esto «\0 apagaron« Entonces al anfitridn to- mo mas bayas y manzanas silvestres, y el cobre que au hija Hevabe cuando bailabs, y los colocd en la hoguera de las fiestas, Los cuatro jévenes que servian el aceite vertieron las cucharadas en e! fuego, ¥ el aceite ¥ fas mantas ardieron juntos. El anfitrian tomd el aceite y lo derramdé sobre sus rivales” Semejantes contiendas eran la cdspide de la ambi. cion. Su retrato del hombre ideal era trazado an funcidn de estas lides y todos los sentimientes propios de ellas aran ‘ponsidaredos coma virtudes. Una vieja jefa, dirigitn dose @ su hijo an un poflatch, ie aconsejaba: “Tribu mia, yo hablo particularmente para mi hijo. Amigos, todos vos- ‘otros conocéia mi nombre. Canocisteis a mi padre y sa béis lo que hizo con su propiedad. Era un temerario y no se preocupaba de lo que hacia. Aegalaba o motaba esclavos, Regalabe o quemaba sus canoas on el fuego de la sala de festines. Regalaba pleles de lataz = sus rivales 6n su propla tribu o a jefes da otras tribus, o las cortaba en trozos. Vogotros sabéis que es verdad lo que digo. Este, hijo mio, es ol camino que vuestro padre tra- 26 para vos y en el cual debéis andar. VYuestro padre no era un hombre ordinario. Era un verdedero jefe entre los Koskimo. Haced como hizo vuestro padre. Desgarrad las mantas de botones o dadlas a Ja triby que es nuestra rival, Esto aa todo”. Su hilo contestd: “Yo no obstruiré el camino que mi padre trezd pero mi. Yo no violaré tw ley que mi jefe dictéd para mi. Doy astas mantas a mis rivales. La guerra que ahora tenemos es dulce y fuerte” ¥ distribuys las mantas. En la costa del noreste eran numerosas las ocasionas go las cuales Iss distribuciones de propiedad tomaban esta forma. Muchos de ellas eran sucesos que parecen alajadisimos del intercambio econémico, y la conducta propia de los Kwakiutl ante el matrimonio, la muerte o én ocasidn de un oecidente, os Ininteligible hasta que com- Prendemos la peicologie peculiar que los fundamentaba En esta cultura, las relaciones entre los sexos, le religidn y aun el Infortunio estaban de acuerdo can la proporcién en que brindaran oportunidad para demostrer superioridad 174 por le distribucién o destruccién de propiedad, Los princi- ales ocesiones eran |a de la investidura de un heredero. ja del matrimonio, Ia de adquisicién y demostreciin de poderes religiosos. le del dualo, Ia de Ia guerra y le del accidente_ La investidurs de un heredoro era una ocasidn ovi- dente para dasenfrenadas pratensiones de grandeza. Ceda hombre, cada privilegio, debia sar conferide al sucesor de un individuo, y este otorgamiento tenia que ser vali- dado Bee medio de la caracteristica distribucién y des- trucclon de propiedad. Debia colocarse “una armadura de riqueza” sobre el Hamante baneficiado. Los potlatehes de esta clase eran agsuntos importantes y complicados. pero log rasgos esenciales de los procedimientos eran, ain embargo, bastante simples. El siguiante potletch "pare la grandeza del nombre de su principe Tlasotiwi 88 tipico. Fue una fiesta de la que participaron todas las tribus dé! mismo linaje: cuando estuvieron reunidas, al jefe. el padre de Tlasotiwalis, hizo una enfatica exposiclén de los privifegios a que tenia derecho por al mito de |e familia y proclamé al cambio de nombre de au hijo. El heredero deble ahora asumir uno de los trodicionales nombres de principe y todo estaba preparado para que se procediera @ distribuir la propiedad an su honor. En al momento culmingnte de la danza del coro entandé. en nom- bre de su padre, la cancién compuasta para al Heng pate y que tenga gate cobre con al que yo slampre trate de horle @ mis jedes rivelos, No piddis misoricordia, tribus, sscands vweatras lenguas y echando [ards vunstres: mance. Y el joven principe llegé de la habitacién interior il vendo el cobre Dentalayu. Su padre se dirigid a él exhor: tandolo aguijonedndolo: “jAh, vos sois grande, jefe Tlasotiwalis! jlo desedia realmente? ,Es realmente vues fro gran deseo dejar morir sl lado del fuego a este cobre ie tiene un nombre, a este Dantalayu? |Vivid a la altura € vuestras prérrogatives! Porque a la verdad vos descenm: déis de jefes prédiges que obraron de este modo con cobres que tenian nombres”, esto es, los rompieron, Su hijo rompié el cobre con toda la ceramania concomitante y distribuyé sus trozos entrée sus rivales. diciendo a los invitados: “Estoy siguiando el camino hecho por mi jets 175. mi padre, ef camino sobre el cual anda. jefe prodigu, das- jadado, el jefe que nada teme, Yo quiero dacir esto, je es; he hecho saltar en pedazos a Dentalayu para vos- tras, tribus”, Distribuyd el remanente de la propiedad y asumid |e jefatura de su padre. Una variante de este tipo de potlatch era In que se daba para Festebar Ja adolascencia de la mujer de mayor rango en la familia de un jefe, sea au hermana menor o su hija, La grandeza de fos hombres debia ser validada tal cemo la investidura de un heredero. si blen con menos pompa. Se reunia una gran cantidad de propiedad. que en este caso no incluia mantas y cobres para la distribucién. Se trataba de articulos de ropa femenina, brazaletes de ore y plata, pendientes, sombreros de bala y ornamentos de concha. La distribuciin deba al ite 9] derecho a pre- tander que habla ascendido otro peldafio en la escala de! (dee completamente maduro; segun su frase, “ol jefe que abia atravesado”. A pesar de fas oportunidades que brindaba para la ‘sutocongratulacién y la pompa, | polatch por un heredero no era directamenta un torneo con un rival. Por conal- quiente nunca ara una expresion tan perfecta y acabada de la cultura del pueblo de la costa del noroeste como los pabatcbes que giraban en terno dal matrimonio, Tal como ja adquisicion de un cobre. el matrimonio adquirla el valor de un combate, Un individuo importante an trance de com traer matrimonio reunia @ sus parientes y compafieros co- mo para una partida guerrera x Jes anunclaba: “Ahora ha- remes la guerra contra las tribus, Ayudadme a traer mi esposa a casa’, Se emprendian inmediatamente fos pre- rativos, pero las armas con las cuales luchaban eran las mantas y los cobres que poselan. Le guerra consistia esencialmente en el intercambio de mercancias El precia que el novio pagaba por la novia era pujado como en el caso de la compra de un cobre, El novio y sus gecuaces Iban en partida a la casa del padre de la novice. Todos los nobles Hlavaban una parte de su propiedad “pa- ra alzar del suelo a la novia” y “para hacer un aslento para la novia". Mantas y més mantas s¢ contaban para vencer ala familia del suagro y para exhibir la grandeza del novio. El antagonismo de los dos grupos podia expresarse de otras maneras, Log partidarios del movio podian armarse y asaltar la sidea de la novia, o. a Bu vez, los habitantes 176 de ta aldea de la novie caer sobre tos atacantes. Le lucha ia. degenerar en un serio conflicto en el cual se matara nite, O el suege podia hacer formar a sus hombres ar- mados con teas ardientes, an doble fila, y Ia partida del yemo debia pasar por baquetas. Otras familias poseian ia prerrogativa de hacer una formidable hoguera en la sala de festines, a cuya vera los partidarios del novio debian sentades sin vacilar hasta que s@ quemaran. En el interin, de la boca dal esculpido monstruo del mar, también prerrogativa herdldica de Ia familia de la novia, eran vomitadas siete calaveras, mientras que el padre de la novia $¢ burlaba de la partida del novio: “\Tened cuk dado, Gwatsenox! Estos son los huesos de los pretendien- tes que vinieron para casarse con mis hijas y que huyeron de mi hoguera”™. ‘Como hemos visto, lo que sc compraba en esta oca- glén no era precisamente la novia, sino las prerrogativas que ésta tenia de hacer pasar el di 0 a sus hijos. ‘Como cuaigider ‘otra transaceidn en la costa del noroeste, al precio de fa novia se convertla en una obligacién a cargo del padre de ella, que dabla reintegrar multiplicado varias veces. Las ocaslonea para estos reintegras cran lag del nacimlento y madurez de la profs. En tales opor- tunidades, al re de la esposa mo sélo daba a su yerno varias veces la cantidad do propiedad material que habia recibido, sino también, bo que era més importante, los nombres y prerrogativas que aquél tenfa el derecho do hacer pasar a los hijos de su hija. Unos y otros pasaban a é¢r propiedad del yerno, pero a! solo objeto de poder hacerlos pasar a los heraderos que escogiese, que a ve- ces no eran los hijos de la espasa cuyo intermedia habla legado la herencia. Eatoa nombres y pnts ios no eran propiedad suya en el sentide de F utilizarios para sus propias hazafias en los patlatches. Entre las fa- millas més importantes, estos pagos de retribucién del precio de la novia eran diferidos durante varios afios des- pués de! matrimonio hasta que el hijo o fa hija mayor de aquél estaba en ser Iniciado on la prominente sociedad Canibal. En estas ocasiones, el yerno que estaba a punto de recibir de sy suegro este gran pago de retri- buclén ae comprometia a consagrar ol magno Ceremonial de Invierno ¥ a hacerse cargo de la gran disipaciin de propiedad que él! Involucraba, siando suministrados los iT? tondos por el pago de retribucién del suegro. El ceremo- nial estribaba en la iniciacién del hijo del yerno en la sociedad Canibal, y el nombre y los privilegios que el joven o Is joven asumian eran la retribucidn del precio de la boda de sus padres, los bienes més vallosos involucra- dos en la Wansaccion del matrimonio. La cantidad del page de retribucién y la época en que se entregaba estaban determinadas por la importancia do ‘as familias, el ndmero de descendientes y muchas otras sonsidaraciones que variaban para cada matrimonio. El suegro se preparaba con varios afos de anticipacion. Cuan- do llegaba el momento del de retribucién, realizaba yodos sug créditos y acumulaba comida en abundancia, mantas, cajas, plates, cucharas, marmitas, brazeletes y cobres, Los brazaletes eran sujetados a varas. a razon de diez por vara, y las cucharas y plates eran prendidos a largas cuerdas, les “eabos del ancla de le canoa". Los parientes del suegro se unlan para apoyario y contribuir al fausto. y tos parientes del yerno, con todas sus galas de Im fiesta, se congregaban en !a plataforma de la casa del yerne que dominaban la costa. La partida del suegro disponia la “canoa” sobre la costa. Esta era un cuadrado que media varios cientos de pies en cada direcclén, ins- talado sobre la arena y formado por las tapas de de ceremonial heredadas, pintadas con caras de ani ¢ ingertadas con dientes de lataz, Dentro de esta canoa lievaban todas las mercanclas colectadas por el suegro. Amarraban los cabos del ancla que salian del frente de la canoe a la plataforma de la casa del yerno; a aquéllos habian prenal jo tos platos de madera tallada y las valio- gas cucharas hechas de cuarno de cabra montés. Todos los parientes del swegro entraban en la canoa y ellos y los secuaces del yerno entonaban alternativamente sus mas preciadas canchones. La e¢sposa del yerno, la mujer cuyo precio de boda iba a ser relnepredy ese dia, estaba en la canoa, con sus padres, cargada de adormos que iban a transferir a au marido. La gran danza de la ocasiin era la que ella ejecutaba cuando exhibia aus joyas, una argolla nasal de concha, tan enorme que debla ser sujetada a SUS orejas para sostenerla, y pendientas tan pesades que se los sujetaba s los buclas de aus cabellos. Después que ella hublera ballade, el suegro se ponia de ple y con feria a su yamo la propiedad de todo lo existente en la 178 eenoa. La propiedad principal estaba en une cajita que centenia los distintivos de los privilagios pertenecientes a los miembros de la sociedad religiosa y los hombres que transferia & su yerno para uso de sus hijas Tan pronto como se conferia al yerno el titulo de toda la propiedad, sus amigos se abalanzaban sobre la cance armedos con hachas y hendian una de las tapas de cajas que formaban la canoa, gritando: “Ahora, nuestra cana cargads esté rota" mientras el yerno respendia; “Alegré- mones”’. A asto se denomingba echer a pique la canca y slgnificaba que ol yerno distribuiria inmediatamente em tre la tribu toda la riqueza contenids en ella, Esto es, ja colocaria a interés para aumentar su propiedad mas adelante. Era una culminacién en la carrera de cualquier hombre, y la cancién del yerno en tal ocagién expresabe el triunfo de un jefe an Is culminacién de su poderio: Yo inh y romparé en pedaroa of Monte Stevens, 'o usard como pledras para mi a Yo ind y quebrard ol Monte Katstals, {o useré como pledras pore mi hoguere, Por medio de cuatro matrimonios un hombre ambicioso trataba de seumular al titulo més y mas vallosas prerro- gativas y de reunir los pagos de retribucién sobre al pre- clo de la novia. §i se consideraba deseable una allanza de esta clase y no habla hija casadera, podin tamblén te- ner lugar la transferencla. £1 yerno —asi decian— se casaba con el “pie izquierdo" de au suegro, con au “brazo derecho” o con alguna otra parte de su cuerpo, Esto es, ae realizaba un matrimonio simulado con laa mismas ce- remoniaa que el real i. por este medio se transtorian los Privilegios. Si on tales casos resulta claro que en la costa del noroeste el matrimonio habla Hlegado a ser un metodo formol de transferencia dé privilagios, ello es alin mde notable en muchos de los relatos de matrimonios Gestaals que eee en cones combate. E| ma- le une mujer ni con un hombre de otre ocaslonaba para la ports. de au tribu la pérdida de idenaes ¥ Privilagios que olios podrian estar muy poco dispuestos 4 ceder, En uno de astos casos Is tribu de la cual al Suegro habla edquirido originariamente le danza, ae sintlé ultrajade por un matrimonio que haria pasar la danza s un jefe rival. Simulerom dar un festin e invitaron al sue- 173 gro y a muchos de aus amigos, De este mod: que el titulo » la danza pasase al |efe rival traido el matrimonio y que to habla obtenido por o! rein- fegro del precio de la novie. Mas al jefe que la muerte de su suegro habia perdido a! derecho « la danza que codiciaba, no iba a ser puesta de lado tan ficilmente, Con [raja oto matrimonio con la hija de! hambre que habia reclamado la danza para si y de este modo obtuva la dan- 2a que habla pensedo adquirir con su primer matrimonio, Desde todo punto de vista, el matrimonio en ia costa del noroeste ara unp transaccién comercial y obedecia a las mismas reglas pecullares. Una mujer que hubiera dado a luz un hijo, con lo que el precio de la novia he bria sido reintegrado con bienes suliciantes, se considera- ba que habia sido redimida de su vinculo de sangre. Pur. mitit que ella “permaneciera de balde en su casa’ esta- ria, naturalmente, debajo de la dignidad del marido. En consecuencia, pagabe por ella nwevamente a su suegro, de modo que no recibia un favor sin retribulrlo, En casos en que hublese descontento entre las dos partes interesades en al ti we matrimonial. un franco conflicto podia estallar entre al yerno y el svegro, En un caso el suegro dio mantas y un nombre a su yerno para la Iniclacién de su hijo més joven, y al yerno, en ver de distribuir las mantes entre los grupos rivales de la reglén, a8 repartié entre sug proplog pariantes. Esto era un in sulto mortal, porque fapileatss que ol obsequio habla sida Insignificante, demasiado pequefo para la grandeza de su nombre. El see tomé reprogalias por la afrenta recibi- a, Hlevandose de vuelta a su aldea a su hija y a sus dos nietos. Con esto el suegro se proponia aplicar una afren- ‘ta abrumadora al yerno, pero éste, afectando Indiferencia| y abandonando a su mujer @ hijos, cambiaba la suerte ‘on su favor. “Por consiguiente, su suegra estaba afran- tado porque su yerno no pagaria para wer a sus proplos hijos’. El yerno tomé otra esposa y continud su carrera.| En otro cago, al jefe cuyo suegro habla diferide inde-| bidamente e! obsequio de retribucién, se impacienté. Mo-| delé una Imagen que representaba a su esposa é& invitdl aun festin a toda la tibu. En presencle de toda fa genta, colgé una pledra alrededor del cuello de la imagen y Ia} arrolé al mar. Para que el suegro borrase semejante ul} traje habris sido neceseria que distribuyese y destruyese a0 mucha maa propiedad de la que poseia: y fue de este moda come el yerno destruyd el alto rango de su esposa y por su intermedio a! de su susgro. Por supuesto que el matrimonio fue disuelto. Un hombre que no heredase por si mismo titulos de nobleza. podia esperar adquirirlos gracias a un casamiento con una mujér de mds alto rango. Se trataba habltual- mente de un hijo menor, exclude, de un elevado estado fegal por fa practica de fa primogenitura. Si se casaba bien y adquirio riqueze por um hdbil manejo de sua deu- das, @ veces podia colocarse entre los. grandes hombras de la tribu. Pero el camino era arduo. Pare la familia de la novia era una desgracia que se uniera un plebayo: el habitual teveque de propiedad con motivo del matrimo- nio resultaba imposible cuando ef novio era incapaz de reunir los bienes necesarios. El matrimonio no racono- cido por un potieteh ora juzoado como “una unién cual la de los perros’: los hijos de un matrimonio semejante eran desprectados como [legitimos. Si ls esposa le daba titulos nobiliarins que estaban en su poder, se decia que el hom- bre los habla obtenido de balde y ello era causa de ver- goanzs para la familia. “El nombre de ellos estaba des- nrado y se convertia en un mal nombre porque ella te- nia por marido a un plebeyo". Aun cuando él acumulara propiedad y validara el derecho a sus nombres, la afrente Sra recordads por las tribus; los. jefes podien unirse con- tra él y desbaratar sus pretensiones derrotindolos en un potlatch. En un caso, en el que al marida plebayo de una mujer noble habla legrado alta posicién utilizando al di- nero ganado de fos blancos, los jefes reunieron todos sus cobres para vencerlo. De acuerdo con la historia an fa cual perpatuaron la afrenta de aquél, ellos. rampieron fres cobres, por valor de doce mil, de nueva mil y de diecioeho mil mantas; ol pretendiente no Pudo reunir train te y¥ nuewe mil mantas para comprar suficientes cobres a fin de igualar los qua se habian roto, Fue derrotado y sus hijos asignados a otras familias. para que siendo medio nobles, no compartieran la deshonra del padre, El matrimonio no era el dnico camino sosibie, para adquirir privilagios, El medio que més se honraba ara el asesinata del poseedor. El hombre que mataba @ otro a su nombre, sus danzas y sus timbres. Las tribus que a causa del antagonism los poseedores mo po- dian obtener el titulo a danzas y mascaras que codiciaban, podian acechar la canoa en que viajaba el hombre cono- ido como poseedor del ceremonial, y mata’ El asesino tenia entonces derecho @ la danza, que ponia a disposl- cidn de su jefe o hermano mayor, quien a su ver iniciaba a 8u gobrino 0 a su hijo y le daba el nombre y la danza del muerto. Neturalmente, tal medio de transferencia im- licaba que la ceremonia integra, incluyendo la letra de las canciones, jos pasos do loa bailes y el uso de los abjetos sagrados, era conocida por el que aspiraba a po- seerla antes de que matara a su duefo. El no adquiria al conecimiento de la ceremonia, sino el titulo de propio- dad de ella. El hecho de que las prerrogativas de la vic- tima da una aecidn querrera pudleran ser reclomadas por au matador refleja, indydablemente, condiciones histéricas anteriores, cuando |a lucha por el prestiglo, caracteristica de la costa del noroeste, era llevada por medio de la que- rra: ta contlenda basada en la propiedad era de menor importancla. El asesinato dé un propletario en la costa del noro- este permitia obtener no ‘solamente privilegios pertene- clentes a s¢rea humanos, sino que éste también era un medio favorito de obtener poderes de los dioses. Un hombre que encontraba y mataba un ser sobrenatural ad- guiria de él su ceremonia y su mdscara. Todos los pueblos acostumbraban emplear con los seres sobrenaturales la conducta que més confianza les merece an sus relaciones humangs, pero es muy poco frecuente que el homenale seo tan poco observado y qué, lejos da ser el temor y la reve: rencia la actitud requerida ente los seres sobrenaturales, la conducta major recompensada sea la de matarlos o afrentariog. Y esta era le practice en la costa dal noroeste. También por oto mo oe commoredas re, S00. rerrogatives no By no compradas. is Te srotesion raligioaa. Irlende la calidad de hechl- ‘cero uno era Incl por los seres sobrenaturales, no por un padre o un tio, y obtenta loa nombres y privilegios reco- nocides del visitante espiritual. Por lo tanto, los hechice- ros poselan y cjercian pi ativas “de acuerdo con la orden de los espiritus”, pero los privilegios que ellos po- selan eran considerados de la misma manera que los pri- vilegiog qua se habian heredado y eran ery jeados del mismo mado. 182 La forma tradicional por medio de la cual se Negaba o ser hechicero consistia en haberse curado de una er fermedad aeria, No todos los que se curaban de enferme- dades eran desde entonces hechiceres, sino solamente aquellos que se aislaban en una casa en el bosque para ger curedos por los espiritus. Si los seres sobranaturales se aparecian alli a un hombre, y le daban un nombre @ instracciones, 61 seguia entonces el mismo procedimienta de cualquier iniciado que heredaba prerogatives. Es de- gir, volvia con el poder de los espiritus y demostraba sus privilegios recién adquiridos. Pregonabs su nombre y ox- hibia su poder curando a alguien que estuviera enfermo. luego disteibula propiedad para validar su nuevo nombre y comenzaba su carrera como hechicero, Los hechiceros ompleaban sus prerrogativas en la misma forma en que los jefes y los nobles usahan jaa suyas, en un torneo de prestigio, Los hechiceros ponian en ridiculo pratensionas sobrenaturales da sus rivales y se median con ellos para mostrar la superioridad de su poder, Cada hechicero tenia un truco que diferia ligera- mente de fos de sus rivales, y sus partidarios exaltaban sus procedimientos a costa de los de otros hechiceras. Algunos de éstos chupaban las eniermedades, algunos fro- laban, otros restituian almas perdidas. Una triquifivela favorita era la de mostrar ia enfermedad extraida dal suerpo de! paciente en la forma de un pequefto “gusano”. A fin de ester preparado para esta demostrecién, el hechi- cero llevaba un rollo de plumén de pdjaro entre sus diantes y su fabio superior. Cuando era llamado para curar, ante todo enjuagaba su boca. Cuando habla probado en esta forma que no tenia nada en fa boca, bailaba y succionaba, y, finalmenta, mordia sus mejillos para que su boca-se lle hare de saliva ensangrentada. Luego escupia an un tazin el rolla de plumdn con |a sangre que ga suponls habia famblén auccionade del lugar de la enfermedad, y cuando habia lavado el “gusano”, lo exhibla como pruéba de que habia extirpado la causa del dolor y de la enfermedad. Frecuentemente, varios hechiceros probaban sus poderes @f una misma curacién. y aquellos que fracasaban en au ettuacién perdian prestigio, del mismo modo que un jefe que fuese vencido an una contienda por un eobre. Se fes juzgabe, y morlan de vergdenza; o pedian asociarse entre sy matar al competidor victoriaso. No se con: 163 sideraba éxtrafio que el que venciasé en una prueba de hechiceria fuese asesinado por sus derrotados rivales Nunca se vengaba la muerte de un hechicero, porque s@ suponia qué su poder era utilizado tanto para defar como para curar, y por su cendicién de brujo no tenia derecho da protecelén También en otra direccién, la hechiceria antra los Kwakiutl hable legado 9 correr parulelamente con la con- tienda secular que giraba alrededor de los timbres y de la validacién de nombres titulares. Recuérdase que |p inicia- clén en la Sociedad Canibal era una representacion drama- tica montada pare la ocasidn; la visién, que en cualquier otra parte st tomaba une experlencia de contacto per- sonal con lo aobrenatural, llegé a ser un mero dogma for- mal, Asi también an la hechicerla se pardié de vista la proplelacién personal de fos eapiritus an la adquisiciin de trucos y en el entrenamiento de complices para la dro- mitica validacién de los tiwlos del exorcista, Cada hechi- cero tenia un ayudante, que mas bien podia ser denominado au espia. Su Teber era mezclerse con él pueblo y comu- nicar a su superior an qué parte dai cuerpo sentia dolor la gente enfarma, Si luego ol hechicero ara llamado para curar, mostraba su poder sobrenatural dirigiando toda su atencién a la parte dolorida. Del mismo modo. le comuni- caba el espla si alguien se quejaba de laxitud. Por consi- guiente, an cuslquier curacién general los hachicaros mos- traban su poder adivinando que las almas de estas perso- nas nacesitaban reponérse. Los espiax recorrlan grandes distanciaa en canoa llevando mensajes que se interpreta- ban como inspiraciones da loa espiritus. Los subterfugios de los hechiceros y de sus complices fo eran asunto indiferente para los hechiceros mismos o para su pueblo, Muchos puablos consideran que el poder sobrenatural halla exprosin por medio de un ardid de pres- Udigitacién. Entonces él pueblo supa que "él ara vulgar porque habia forjado todo lo que hizoan hachiceria”. Este sa retira cublerto de afrenta y #6 volvid loco asa miamo afio. Anélogamente, un hechicero cuyo truco era daacu- blerto estaba derrotado. Un axorcista acostumbraba ex: traer une ardilla disecada de entre su camiea y hacerla subir corriendo por su brazo. Después de haber ballado con ella y demostrado que podia hacerls volver s la vida, su ayudante secreto desde a! techo movia una tabla con al fin de saltar un cordal que ef hachlcero deslizaba para que que bajera nusvamente. El pdblica maté que siempre se eolocaba an el mismo lugar de la casa pare llamar a su ardilla i, alguian sublé al techo y descubrié un sitio en el cual hable colocado una tabla delgada. El hechicero aban- gond le profesién, no sallé nunca mds y, coma Buano-sobro. toda-la-Tierra, también murié de verqienzs. Asi los hechi. ceros entre los Kwakiut! estaban habituados a usar mediog secretos para realizer sus hazafas, y si eran descublertos, ello ara considerado come el equivalent de la derrota en un torneo potlatch. Como cualquier jefe secular, el hechicero debia vali- dar sus prerrogatives por la distribucién de Propiedad, y cuando realizaba une cura era recompensada de acuerdo fae Gig sale tiene ge te i. an cualquier distribue: le propiedad. “La hechicarla —dice al Kwakiutl— es Io que face fSell obte- ‘fer propieded”. Ere una forma de obtener sin harencia o cones valiosos privilegios que podlan utilizarse para ale- var la posicin de un individuo. En las prdcticas Kwaklutl, fa herencia y ia compra po- dign ser también medios de adquirir los privilegios de hechicerla, dal misma modo que eran los medios de. ad- quirir todos los otros vilegies. Es evidente que los trucos de hechicerla debian ser ansefados y log hechi- ‘Geras que instrulan en ellos @ novicios ciertamente deblan ser pagados por eso. Es imposible decir céme sa hereda- ban comdnmente los poderes scbrenaturales. A veces Ios hombres iniciaban ® sus hijos como hechiceros después que se hablan retirado a [os bosques por un tampo, como lo hacian tos bailarines Canthales, El gran hechicaro Ton {o vomitaba un cristal de cuarza dé au cuerpo y lo arrojabe en él de su hijo. quien con eso llegaba a ser un hechicera del més alto grado. Claro esta que su padre perdia por ‘este acto todos sus derechos de practicar la hechicerla Le conducta en la costa del norosste estaba dominada ‘en todos los aspectos por Ip necesidad de demostrar. Ip Grandeza del individuo y la inferioridad de sus rivalos. Ello era tlevade @ cabe por medio de desmedida autoglor!- fieacién y de mofas e insultes arrojados sobre los oponen- tes. Habla otra faz en el cuadro. Los Kwakiutl daban gran importancia iqualmenta al temor al ridieulo y a la intorpre- 185 tacién de la experiencia en funcién de los Insultos. Reco- nocian solamente una gama de emociones: la que gira antre la victoria y ls afrenta, Era en funciona de los haat hechos ¥ recibides como ge llevaban a cabo al Intercambio aconémico, el matrimonio, la vida politica y la practica de [a raligién. Aun esto, sin embargo. da sdlo une Imagen parcial de la medida en que esta preocupacién por la ver- Qlenza dominaba su conducts. La costa noroeste lieve este mismo patran de conducts @ las relaciones con el mundo exterior, de las fuerzas de la naturaleze, Todos los accidentes son’ o¢asionados para avergonzarse. Un hom: bre cuya hacha se desliza de modo que le hiere el ple. ha de limpiar inmediatamente la ergpanm que le afecta, Un hombre cuya canoa ha volcada debe similarmente “limplar su cuerpo" de! insulto. La gente a toda costa ha de pre- venirse contra la burla en toda ocesién, El medio universal a qué recurrian era naturalmente la distribucién de la pro- pledad, Ella aparta la vergienza; esto es, restablece de nuevo e| sentimienta de superloridad que su cultura asocia al potlatch, Todos los accidentas menores eran tratados de esta manera. Los mayores podian dar lugar a una Cere- monia del Invierno, 2 una caceria mayor, o al suicidio. Al romperse une mdscara de la Sociedad de Cantbales, se la vaba ef hombre esa mancha por intermedio de una ceremo- nia Invernal iniciando a su hijo como Canibal. Si un hombre perdia ¢n ef juego con el amigo y despojado de su propiedad, habia de recurrir al suicidie. El gran suceso que debla ser encarado en esog tér- minog era la muerte. El lute en la costa noroeste sélo pue- de ser entandido mediante el conocimiento del arco pecu- lier de conducta que esta cultura ha desarrallado en sus Instituciones, La muerte era la sfrenta mayor que conoclan. y era encarada como encaraban todo accidente mayor, dis- tribuyendo y distribuyendo propiedad, cazando cabezes y auicidéndose. fan a sus medlos conocidos, pera lim- plar la vergienza. Cuando un pariente cercano de un jefe moria, 8 Satregaba a otro su casa; las tablas qruesas de lag paredes y e! tejado eran secados de la obra y Mevados por quienes podian comprarios. Pues asto era Potlatch en @l sentido ordinario, i ‘cada tabla debla ser pagada con debido interés. Esto se llamaba “qolpes extravagantes por la muerte de un ser querido”, y de este modo los Kwa- kiutl trataban el duele con log mismos procedimlantos que usaben en el matrimonio, en la adquisicién de poderes so- brenaturales, o en una querella. Habia un camino mas extremo para encarar la afrenta de la muerte. Era mediante la caceria de cabezas. No era en ningin sentido ropracalin contra ef grupo que habia causado la muerte. El pariente fallecido podia igualmente haber muerte por estar enfermo o a manos de un enemigo, La caceria de cabezas era llamada “matar para limpiar los ojos de uno’ npn un medio de lograr uaa equipara- cidn produciands duclos en otros hogares. Cuando moria el hijo de un jefe, el jefe se embarcaba ‘en su anda. Era recibido en fa casa de un jefe vecino, y después de las formelidades se dirigia a su huésped diciéndole: “Mi principe ha muerto hoy, y td irés con é!", Luego lo mataba En esto, de acuerdo con su imterpretacién, actuaba neble- mente, pues no habia sido vencido sino que sdélo retribuia un galpe. Todo el procedimiento carece de sentido si se prescinde del hecho paranoide fundamental de! luto. La muerte, como todes los otros accidentes de |e existencia, confundia el orgullo del hombre y solamente podia ser tratada en los términes de la vergenza. Hay muchos relatos de esta conducta a propésito de la muerte. La hermana de un jofe y su hija fabisn ido Victoria, y is 868 porque bebleron mucho whisky o porque su bote volcé, nunca volvieron. El jefe reunié # sus gue- rreros. “Ahora os unto, tribus, zquién se lamentard? i¥o o algdn otro? 1 interlocutor contestaba natural- mente: “Td no. jefe. Que lo haga alguna otra de las tribus", Inmediatamente enarbolaron el palo de la guerra para anunciar su intencién de castigar la injuria y reu- nieron una partida querrera. Salleron y encontraron a siete hombres y dos nifios durmiendo y los mataron. “Entonces 8e@ sintieron bien cuando a la noche llegaron a Sebaa’ Un hombre, que ain vive, describe una experiencia Fpee 8 los setenta cuando fue a fr dentalla, Se ha- laba junto a Tlabid, uno de loz jefes de la triby, Esa no- che dormia bajo un uardo en la playa, cuando dos hombres lo despertaron diciéndole: “‘Hemos venide para Matar al jefe Tlabid 2 causa de la muerte de la princosa de nuestro jefe Gagaheme. Tenemos aqui tras grandes canoas y somos sesenta hombres. No federas volver & fuestro pals sin la cabeza de Tlabid". Al desayuno el wvi- sitante habld a Tlabid y éste dijo: “Oye, querido amigo, 187 Gagaheme es mi propio tio, pues la madre de su padre y de mi madre es una sola; por @60 no puede hacerme dafo’. Comieron, y después de comer, Tlabid se spresuré dijo que Iria a una pequefa isla fuera de la aldea. para baecar majillones, Toda la tribu que impedir a su jefe que fuese a buscar mejillones, pero él rela de lo que le tribu decia. Tomé su capa y su paleta y salid de su casa, Estaba irritada, y por esa ringuno de su tribu hablé. Lanzé su canna y cuando estaba a flote subié a bordo su hijo menor y se senté con su padre. Flabld se marché hacia ung pequena isla donde habia muchos mejillones. Cuando sataha a mitad del camino eparecieron tres canoas llenas de hombres, y en cuanto Tlabid los vio orlenté su canoa hacia ellog. Dejé de remar y dos de las canoas s¢ dirigie- fen mar adentro ¥ una mar afuera, y las tres estaban en a sola linea, Las tres canoas no se detuvieron. Se podia ver el cuerpo de Tlabid decapitado. Los luchadores sé marcharon, y cuando ya no se los vela lanzé Ja tribu una pequefia canea y fue para remolcar aquella en que estaba mwerto Tlabid. El nifio no Nord en ningan momento, pues “su corazén le falld a causa de lo que le fue hecho a su padre”, Cuando regresaton a la playa enterraron al gran jefe. Una persona cuya muerte fuera determinada para bo- rrar otra muerte, ¢8 alagida por una consideracién: porque su rango es el equivalente del muerto. La muerte de un plebayo lave la de otro plebeyo; la de un orincipe. lava fa de una princesa. La caratteristies respuesta Kwakiutl a la frustrecién eran enojos y actos de desesperacion. Si un nifie era golpeado por su padre, o moria un hijo, al padré se retiraba a su camilla y no comia ni hablaba. ‘Cuando determinaba qué podia salvar su dignidad des- honrada, distribula propiedades, o iba a cazar cabezas, 0 se suicidaba. Uno de los mites mis comunes de los Kwakiut! ag ol del joven que fue regafado por su padre o su madre y qué después da queder acostado por espacio de cuatro dias, sia nocién de lo qué sucedia a su alrededor, @ encamind al bosque donde inteatd sulcidarse. Se tird dentro de fas caidas de agua, o en los precipicios, o traté de shogarse en los lagos, pere fue salvado de la muerte por un sobrenatural que le confirié poder, y entonces re- 188 aces con el fin de avergonzar a sus padres con su gran- ez, El suicidio era relativamente comin en ia practic, La madre de una mujer que era envieda @ gu casa por su marido por infidelidad, s¢ sentia avergonzada y ce estran- gulaba, Un hombre cuyo hijo tropezaba en su dese iniclal. y que ne pedia pagar una segunda ceremonia inveral, se sentia derrotado y se mataba, Los suicidios son siempre vistes come debidos 4 cau- 885 Vergonzosas, aun cuando el suicida no sea precisa mente una persona avergonzada. El fingldor que fue apar- tado del encantamiento en la danza de curacién, ef jefe que fue derrotade en romper cobres, el nifio vencide en alguna pruaba, estén destinados todos 8 morir de ver glenza. Los casamientos irragulares son, sin embargo, los que importan mayor culpa. En estos casos el padre o el novie son log més vulnerables, pues ol prestigio de este ince ong pits aces as por la scene fapencia matrimanal ja pray privilegio, ello au padre pierde parte de cok iene ne e § am 8 Kwakiutl cuentan la muerte por vergienza de los viejos jefes de una aldea "ance “Sntes. Ne hijo menor s@ habia Ido con la hija de esclavos respetados, a una lejana ensenada, Esto no fue motive de comentario, Pues el hijo menor pertenocia a una casta baje. El y su @9poga tenlan una hermosa hija y cuando ésta astuvo en edad de casarse pedida en matrimonio por un her- mano mayor de su padre, sin que dste conociera au origen, Tuvieron un hijo y el hermano mayor lo dio su propio nombre noble, Llevd a su mujer ya la familia de deta a casa de sus padres, y cuando el viejo jafe recenocld a au hijo manor, cayé muerto de vergdenza, porque au noble hijo habia dado su nombre “al retofio de una plebaya hija de su hijo menor". Por este causa al dicho hijo manor 86 sintié feliz, pues su hermano mayor habia sido llevada & un casamiento con su hija, obtenlendo asi uno de lox nombres titulares para su nieto. La vergienza del viejo iste no se debla al parentesco. El casamiento con |e hija de un hermano menor no es motive de vergdenza s! este hijo mo figura fuera de le mobleza: esté goncralmante apro- ado en algunas familias. Le aristocracls de le costa no- roeste se halla tan asociads a la primogenitura, que el or- quito de la sangre que asociames a la arlstocracia no as 189 conocide, En ese regién los suicidios son el complamento natural de las preocupeciones. La gama de las emociones jus conocen, desde él triunfo a la vergiienza, esté magni- cada por las enormes proporcionés que se les atribuye. El triunfo era un indulgencia inhibids de desilusiones de grandeza y la vergdenza una cousa de muerte. No cono- clondo mis que esta diferencia. la usaba para toda ocaslin, ya fuera menor o mayor. Todo contacto con la sociedad @ra mantenido con personas que pudieran llevar une exis- tencia sobre esa base. Cualquier suceso, cualquier acto de un iindividue y los accidentes aceecidos en el ambiente material, trataban siempre y ante todo de la seguridad personal; técnicas aspeciticas y definidas son provistas para relntegrar al individuo después que dete decals. Si no pedia provearse por si mismo de dichas técnicas, no le quedabe mds recurso que morir. Habla entrevisto todo e! panorama grandiose dé su vida, mirdmdola como una hermosa pintura de si mismo: cuando la pompa de jabén de su propia estima ostallaba, no tenia seguridad para retroceder. y el colapsa de su in- fatuado ago lo dejaba postrado. La relacién mantenida con sus semejantes era dicteda fe, la misma psicologia. Para mantener su propio prastigio leneba de insultos y cubria de ridfculo a sus vacinos. El objeto de au esfuerzo ora.el de allanar sus pretenslones con al peso de si mismo, para deshacer sus nombres. Los Kwaklut! mantienen asta conducts hasta en sua rala- ciones con sus dioses. E) dltimo insulte que pueden In- férir a un hombre aa llamarlo asclavo: a pasar de que ha yan bogado por buen tiempo y que el! viento no heya cambiado, hacen llegar @ sus seres sobrenaturales las mismas atrentas. Un antiguo viajero ascribe sobre las Tsimshian: “Cuando las calamidades arreclan y se pro- longan, se enfurecen contra Dios y divagan su ira contra El, alzendo ferozmente sus ojos y sus manos al cielo, gelpeands con sus ples contra el suelo, repitiendo: »Eres un gran esclavo-". Es este el términa de mayor reproche. No suponen que los seres sobranaturales sean bendvolos Saben que los aludes y los huracanes no lo son, y atribu yen a sus dioges las caracteristicas del mundo natural, Uno de éstes, Canibal del Extremo Norte del Rio, empled una esclava para suplirla con cadiveres. Su guardia, Cuer- vo, come sus ojos y otro péjaro febuloso, au osclavo, les 190 fractura el cringe y devora su cerebro. No se les atribuye intenciones benévolas s los seres sobrenaturales. Lo pri mero que debe hacer un hombre después de haber cons- truido una canoa es pintarie a ambos lados la cara de un hombre para asustar a los muertos constructores de ca. noes QUE, eM caso contrario, se la hundirian. Eso es una muestra evidente de cudn distantes nog hallamos aqui de las relaciones amistosas y de ayuda que los sacerdotes Zuhi atribuyen a los qué anteriormente han ejercido aus funciones. En la costa noroeste esos serion justamente los grupos cuyas manos se levantan contra sus colegas vives. Como vemos, una manera de obtener las bendicio: nes de los dioses era matarlos. Al triunfar se era recom: pena con poder sobrenatural, La conducta humena de costa del noroeste s6 considera como anormal por nuestra civilizacién y esta, sin embargo, bastante carca de las actitudes de nuestra propia culture para rasultarnos inteligible, pues tenemos para denominarla un vecabularia Stan eats : La megalomania es un verdadero peligro en nuestra sociedad, ‘Gohe encararla eon diverse aetitudes, antre ellas la de sefialaria como reprensible y anormal; ésta os {a que hemos elegide en nuestra civilizacién. El otra ex- trem es convertiria en atributo esencial de! ideal humana y esa és la solucién en la cultura de la costa noroeste. VIL LA NATURALEZA DE LA SOCIEDAD rncitn y asimilscsdn. — Contlicto de elementos inarménlcos. — Mualine protis compleja sociedad. — £1 argantsmo contre el indivi dua, — La interpretecién cultural contra | biolégica. — Aplicanda be teccién de tas tribur primitivas. — No ‘tipoa™ files, aa _ da in difuskin y lo configurackén cultural. — Valores acinles. — cesklad de la propia estion. Las tres cultures, Zum, Dobu y Kwakiutl, no son meros agrupamientos heterogéneos de actos y creencias. Cada une de ollag tiene ciertos fines a los que esté di conducta y a fos que tlenden sus instituciones. entre ai, no solamente porque clerto rasgo esté acd pre- gente y ausente alld, y porque otro rasge se encuentre en formas diferentes en dos reglones. Difleren aun més por: que, como conjunts, estan orientadas en direcciones di- versas, Marchan a lo larga de caminos distintos em perse- cucién de fines distintos, y los fines y los medios de una sociedad no pueden ser juzgados en términos de los de otra sociedad, porque son esenclalmente imconmensura es invent han configurado Todas Jas culturas, naturalmrente, no sus mil renglones de conducta dentro de un molde equili- brado y eitmico. Como clertos individuos, clartos sruenes soclalas no subordinan las actividades » una motivacién directriz, Hay en ellos despilfarro. Si en un momento nm perseguir clots fines, Sri otrd. sofran por a Is riencia no guarda Suulrido antes. y tampoco ofreco indicio de. lo actividad que vendré después. | Esta falta de integracién parece ser tan caracteristica de clertas culturas como /a extrama Integracién lo es te otras, Elio no es debido en todas partes a las mismas clr- 192 cunstancias. Tribus como lag del interior de la Columba Britdnica han incorporado rasges de todas las civilizacionas ciecundantes, Oe un drea cultural han tomado sus modelos cara la manipulacién de la riqueta: de otra han tomado parte de sus pricticas religiosas, y de otra aun han tomado fragmentos contradictorios, Su mitologia es una mezcla de relatos Incoordinados de héroes culturales extraidos de {rea cicles miticos representados en lag zonas qua log circundan. Sin embargo, a pesar de esta notable amplitud frente a las instituciones ajenas, su cultura da una impre- sion de pobreza extrema. Nada es desenvuelto en grado suficlente como para dar concrecién a la cultura. Su qizacidén social es poco minuclosa; su ceremonial es mas sobre que el de casi toda otra regién del mundo; sus técni- cas de fabricacién de cestas y canutillos ofrecen solamen- té un campo limitade para la actividad on fas artes plasti- ces. Como ciertos individuos que han estado sometidos ain discriminacién a inflwencias orlentales en muchas dle recclones diferentes, sus pautas tribales de conducta son incoordinadas. y accidentales. En esas tribus de la Columbla Briténica la falta de integraciGn aparece coma si fuera algo més que simple preaéncia simultanea de rasqos reunidos de diferentes pue- blos circundantes. Parece fratarse de algo mis profundo que ese, Coda faceta de la vida tiene alll su organizacién propia, que mo se extiende ninguna otra. En la puberted S¢ Oreste gran atencidn a la educaciin magica de los hijos para las diversas protesiones y para la adquisicin de Ga- piritus uardlanes. En las llanuras oocidentales esta price tica de la visién satura todo el complejo de la vida ‘adults, y las profesiones de la HAY de la querra estén dominadas por creencias correlacionadas. Pero en la Columbia Bri- tanica son estrictamente sociales, Son ocasiones festivas ‘on las que los ejecutantes Imitan 8 snimales para entreta- nimiento de fos espectadores, Pero es estrictamente tabo imitar @ animales qua son contedos como poslbles espiri- {us guardianes. Las fiestas no tienen significacién raliglo- 8a, ni Sirven de oportunidad para el intercambio economi- co. Cada activided esté aislada. Cada una forma por si migma un complejo, ¥ sus motivaciones y fines son proplos de gu campo limitade y no se extienden 9 [a vida total del dueblo, Ninguna expresién psicolégica caracteristicas apa- rece como dominante en la cultura en conjunto. 193 No siempre es posible distinguir Ie falta de integracién cultural de esta clase de otra dabida mas directamente a la exposicion a influencias contradictorias, La falta de inte- gracidn de este ditimo tipo acurre a menudo en las from teras de Sreas culturales blen definidas. Estas regiones. marginales no se encuentran en contacto estrecho con las tribus més caracteristicas de su cultura y esffin ex- puestas a fuertes influencias de afuera. Como resultado de ella, puedan muy 2 menude incorporar a su organiza: cidn social o a las técnicas de su arte los procedimientos més contradictorios, A veces remodelan ¢| material inar- ménico dentro de une nueva armor logrando un resul- tado esencialmente distinto del de cualquiera de las cul- turas bien establecides con las que comparten tantos as- pectos de la conducta, Tal vez si conociéramos la historia pasade de estas culturas, veriamos que en el transcurso de un numero suficiente de afos las adopciones inarmd- nicas tienden a resolveraé én uno armonie. Pero an al corte tranaversal de las cultures primitivas contempor& neas, que son las Gnicas que con segurided podemos en tender, muchas drees marginales ofrecen disonancias apa rentas. Circunstancias histdricas distintas son en otros casos las reaponsables de la falta de integracién en ciertas. cul- turas. No solamente puede ser incoordinada la cultura de la tribu marginal, sino también fa de la tribu que se sbre camino por entre sus compefierss y toma posicidn en una regién de civilizacién diferante. .En tales casos el con fiicto més aparante es al que 36 produce entre las nue- vas Influencias qué actian sobre la gente de la tribu y lo que podemos llamar su conducta indigana, La misma st tuacién ocurre también a un pueblo que permanece en su sede, cuando una tribu con gran prestigio o gran nimero de miembros es capaz de introducir cambios én una zona ala que aceba de llegar. Un profunde y comprensivo estudio de una cultura ge- nuinamente desorlentada seria de interés extraordinarlo. Probablamente la naturaleza de los conflictos especificos ode Io facil hospitalidad para influencias nuevas resulta- ria més importante que en cualquier caracterizaciGn gene- ral de “falta de integracién”; pero no podemos seapochar lo que tales carecterizacionas serian. Probablemente, aun an lag culturas més desorientadas, seria necesario tomar 104 ef cuenta acomodaciones que tlenden a Ingringnicoa ys fijar elementos oloccionsdve’ con mae seguridad. El proceso podria ser adn més aparenta dada ta ae a ee el que opera, 8 los ejemplos mis apreciables de fe elementos inarménicos se hallan en ip Wwetorie poreda fi, ibaa ato ban. ogra is jintegracton, Los Kwaklutl oo pre la clvilizaciin coharente. h descrito. Antes de haberse establecid oat y en lo en I Hasenere giver, compertian en auaeral ie culture del red x enen mitos, organizacio d aldea y terminologis de parentesco ° ian con que los vincul ate pilehho. Pero las tribus Salish son individualistas, tos Bprvilegios, hereditaries. son alli minimos. Cada hombre iu . tiene prdcticamente | ius oportufidadse qué tito otro hombre. Su importa rela epende de su destreza en la caza, o de su suerte en el Juego, 0 del Sxito de sus invoceciones sobrenaturales como, eage oan Oificlimente podria haber un con. bis i cont ee ws ofrecen respecta del orden social ro este mismo contraste ext bargo, que los Kwakiutl acepten nOnMeR Exton ‘Megan poenaldeat como propiedad privada hasta los nombres, quote al Sra des inna e ogo ser inici dedos. Pero la adaptacién da que hubo nacsatie eat ae iy ee eae Y¥ 68 notoria justamente 6 IOs 3S ones social ra ‘esto ea. on los mecanismos de la organizacion ee coats Sunde los Kwakitl adoptaran todas ef sistema de In eae nordoceldantal de Ins perrogativas ¥ los potlatehas, fi edoptaren ¢n modo almiae los clones, rigidamonts ma ura fija dentro de la cual desclenden lon ccckeae leaclen: I “ei {as tribus dol arte al indlviduo se ‘ddopta auteméltoamen nobloza a que tlene ds Entre fon Kveakiutl, ef individu, como heme tater dedi ctor sobre @sos titulos y formula recli ra Sa eects ane i. jut! adoptaron me ‘ las prerrogativas, pero han deiedo al mee, ‘igen @ accidn en la lucha por el prastigio, que contrasta 195 ma de casta de tas tribus del norte; loa Kwe- fee oereron ie ¥iejas costumbres del sur que han i oa la costa, valde tos rosgod culturales muy detinidos de los Kwa kiutl gon reflelo de contlictos especificas entre las con figuraciones violas ¥ Jas nuevas. Con la nueva acentuac! ae de la propiedad, las reglas de ia herencia adquirieron : 2 nueva importancia. Las tribus Salish det inerine eataba Hojamente organizadas en familias y aldeas, y ee parte de la propiedad era destruida a la muerte et in - viduo. E! rigido sistema de clan matrilineal de las ti ae del norte, no tuve, como hemos visto. aceptacién entre los Xwakiutl, pero ellos entraron en una transaccién seat do el derecho del yerno a reclamar privilegios del padre de su esposa, privileghos que debian ser congorvados pere gus hijos. La herencia pasaba, por eso, & través de la nee materna, pero salteba una generacion. En cada ieaoerecian) alternada las prerrogativas no oran ejercidas, sino iS frente conservadas, Como hemos visto, todos estes pri- vilegios eran manejados de acuerdo con las Peciioas oat vencionales del porlatch, Era una adaptacién sass ao ja que se manifestaba claramente un nomercist eo in dos trdenes sociales incompatibles. Hemos descr Hy en un cspitulo anterior eémo han rasuelto plenamente @ Kove blema de poner en armonia dos érdenes sociales anta nicos. in Por tanto, fa Integracién puede ocurrir en prasenc de conflictos fundamentales. Los casos de sescrtonter on cultural quizé sean menos de los que aparecen a temp? presente, Existe la posibilidad de que sea més desorien- tada la descripclin de la cultura que la cultura eka Pues Ia naturalaze de la integracion puede sanplemen iH estar fuers de nwestra experiencia y resultarnos ci de percibir. Cuando estas dificultades hayan sido reine vidas, primero por un mejor eonocimiento del terreno, lus. qo por un andlisis més agudo, la importancia le ia ec recidn de las cuituras podré ser mas clara de lo que $ Boy En todo cash, es importante reconocer el hecho de que no todas (as culturas son, en sentida slguno. [as es tructuras homogéneas que hemos descrito romper ae los Zuid y los Kwakiutl. Serla absurdo cercenar cunalq ee cultura para Introducirla en ‘el lecho de Procusto de ans, caracterizecién en alguna formula. El peligro de podar 196 hos importantes qué no cuadran en la proposicién prin cipal es en todo caso bastante grave. Es inadmisible que aceptemos un métoda que mutile la materia de que se trata y levante obstaculos adicionales para nuestra even tual comprensién de la misma, as generalizaciones ligeras respecto de fa integrae cién de la cultura son de fo més peligrogas. Cuando uno domina el lengwaje y todas las particularidades de conduc- ta de una cultura ¢sotérica, la preocwpacién acerca de su configuraciin puede bien ser un obstéculo para una com: prengién genuina, El investigader sobre ef terreno debe ser fielmente objetivo. Debs registrar todos los hechos sobresallentes en la conducta, poniendo culdado en no efectuar ung aelecci6n de log hechos que se adapten a una tesié, en conformidad con alguna supesicién preten- closa, Ninguno de fos pusblos que hemos examinado en este volumen fue estudiado en ef terreno a la luz del pre- concepto de un coherente tipo de conducta del cual esa cultura seria una Hustracién, La etnologia fue puesta en su lugar, y no hubo Intento de forzar los bechos con pro- pésitos de coherencia tedrica. Los cuadros totales son, fer 280, mucho mds convincentes para el estudiose, Tam- ién en las discusiones tedricas de la cultura. las genera- lizaclones acerca de la integracién cultural serdin vacias en la medida en que sean dogmdticas y universales, Ne- cesitamos Informacién detallada sobre las conductas que contrastan y las motivaciones que son dindmicas en una sociedad y no en otra. No necesitamos un enunciado de la configuracién deserito en la plataforma da una escuela atnoldgice. Por otra parte, los bienes opuestos que dife- rentes culturas persiguen, las diferentes intenciones que estdn en la base de sus instituciones, aon esenciales pars comprender tanto los distintos drdenes sociales como la pslcologla Individual. Es facil que se produzcan equivocos en Is interpreta- cién de la relacién de la integracién cultural con los estu- dios de [a civilizaciin de dente ¥ en consecuencia con la teorfa sociolégica. Nuestra propia sociedad es a meq nuda presentada como un ejemplo extremo de falta de; integracién, Su gran complejidad y los rapidos cambios de generacién a generacin hacen Inevitable que entre sus elementos s¢ produzca una falta da armonia que no OcUrre Gn soci a mis simples. La falta de integra 197 i #é, sin embargo, exagerada y mal! interpretada en la eae de los estudios, a causa de un simple error téc- nico. La sociedad primitiva esti integrada en unidades eograficas. La civilizacién occidental, en cambio, se ha fie estratificada, y diferentes grupos sociales de la misma época y ef mismo lugar viven de acuerdo con pautas ae pletamente diversas y son movidos por motivaciones di- farentes. El estuerzo de aplicar ef concepto de drea cultural, antropolégica én la sociedad moderna solamente pucde- ah fructifero en un grado muy limitado, porque hey los dife- rentes modes de vivir mo son principalmente materia de distribucian espacial, Hay entre los socidlogos una ten- dencia a perder tiempo a propésita del “concepto de drea cultural". No hay exactamente tal “concepto”. Cuando log rasgos sé agrupan geograficamente han de ser tratados geegraficamente. Cuando eso no ocurre, resulta ocioso convertir en principia lo que en el mejor de los casos es una indefinida categoria empirica. En el sentido antropo- fégico, hay en nuestra civilizacién una cultura cosmopo- lita uniforme que puede ser encontrada en cualquier parte del globo, paro hay igualmente una divergencia sin prace- dentes entre fa clase laboriosa y los Cuatrocientos, entre log grupos cuya vida tiene por centro la Iglesia y aquellos cuya vida tiene por centro las pistas. Le relativa libertad de elaccion en la sociedad moderna hace posibles Impor- tantes grupos voluntarios que sostienen principlos tan a ferentes como los Rotary Clubs y la Aldea de Greenwich. La naturaleza de los procesos culturales no ha cambiado con éstas eonaleionss modernas, perp fa, baked en que estudiadas ya no ea el grup 4 are integrecisn de la cultura tiene importantes conge- cuencias seciolégicas y abarca varias cuestiones discuti- das en sociologin y psicologia social. La primera de ellaa 6s la controversia acerca dé ai la sociedad ¢s o no un organisme, Muchos socidlogos ¥ psicdlogos sociales mo- dernos han argumentado que la sociedad no es mi puede ser jamas algo por encima y sobre las mentas individuales. que la componen. Como parte de su exposicidn han ata cada vigorosamente la “falacia del grupo’, la interpreta- cién qué, segdn ellos, haria del pensamlento y de Ia acclén une funcién de una entidad mitica, el site. Por otra par te. los qué se han ocupade de culturas diversas donde el 198 material muestra con suticiente planitud que lag leyes de fa psicologia individual son inadecuadas para explicar Ing hechos, s¢ han expresado 9 menudo en una fraseglogia mistica. Como Durkheim. han proclamade que “el indivi. duo” no existe, o, como Kroeber, han invocsdo el poder de lo que Ilaman Superorgdnico para dar cuenta de log procesos culturales, Es ¢sta an gran medida ung querelle verbal, Ningui de los llamados organicistas cree realmente on al; Kin or. den de aspiritu distinto de los espiritus de los individuos en la cultura, ¥. por otra parte, hasta un critico tan viga roto de lo “falacia del grupo” come: Allport admite fa ne- sesidad de! estudio clentifico de los grupos, “la provincia de is ciencia especial de fa soclologia”. La discusidn entre los que plensan que es necesario concebir el grupo coma algo més que fa sums de sus individuos, y los que no piers san asi, se he producido entre los estudiosos que tratahan distintas clases de datos. Durkheim, partiande del conocl. miento de la divarsidad de culturas, y especialmente de a cultura de Australia, reiters, a menudo en frases vages, la necesidad de los eatudies de la cultura Socidloges, por otra parte, que sa ‘ocupan sobre todo de nuestra propia cultura tipificada han intantade damoler una avatedeldpte que es simplemente superflua an su labor, Es obvic que Ja suma de todos fos individuos ZuAl forma una culturs que estd més alld ¥ por encima de lo que esos individuos han queride y creado. El rupo ests nutrido por |e tradicién: es “atador dal tiempo". Se jus. tifica planamente ef degignarla coma un conjunto organi- co, ES consecusncia necesaria de! animiamo impreso an fwestro lenguaje al que heblemos de tal grupo como si éligiara sus fines y tuviere ‘opdaitos especificos. Esto no se ha de axponer ante e! estudioso como argumente on favor de una filosofia migtica. Estos fendmenos de Grupo deben ser estudiados. Su conocimiento nos es ne- Cesario para entender la historia de la conducta humana, dues la psicolagia Individual no pueda por si sola dar Suente de los hechos con qua nos encontramos. En todos log estudios de la costumbre social, to esen- cis! det asumto es qué la conducta considerada debe ba Sar a través de la criba de la aceptacién social, y sola mente la historia en su sentido més amplio puede dar Suenta de las aceptacionas y rechazos sociales. No sola- 199 mente esté en juego ta psicologia. sina también la his- toria. y la hiatorle an ningun caso es una serie de hechos que puéda ser descublerts por fa Introspeccién. Por eso, las explicaciones de a comune que hase sacivay estro esqueme aconémico de la compstencia r, la one moderna de la combatividad humana yt lo de que encontramos an cualquier revista y volumen moderno, #3 para el antropéloga ruldo vacio. Rivers fue uno dé los primeros en axpresarlo vigorosamonte. ‘Sefalé que en vez de trater do interpretar la contienda sangrien- ta por la venganza. era necesario més bien Interprotar la venganza a partir de la institucién de la contienda gan- griente. Del misma modo, es necesario estudiar los colos f su acondicionamiente, por las requlseone sexuales locales y las Inetitaalanee de le ene eda. eruaeriiete La dificulta jag interpretaciones: cultura en términos da |p conducts inaividuat, no esté en que tales Interpretacionas sean fatenlogions. sing en qua ignoran [a historia y el proceso histérico de la Booptan A o of rechazo de ceracteres. Cualquier Interpretacién can- figuracional de las culturas ¢9 tembidn wna exposicién en términas de psicologia individual, pare ella depende de ie historia tanto come de la psicologla, Sostiene qua la com ducta dionisiaca esté acentusda en las institucionas de ciertas culturas porque ¢s una posibilidad permanente an la psicologla dal individuo, pero que esté acentuada en clertas culturas y no on otras, a causa de acontecimiontos hhistéricos que on un lugar han forme! su desarrollo y en otros lo han axcluido. En divarsos aspectos de la interpretacién de la formas culturales son necesarias am- bas, la historia y la pelcologla; no cabe subordinar la una a fa otra, Esto nos lleva a una de las controversies mas calurose- mente debatidas scerea de la antropologia configureclonal, Es la disputa respacto de las bases bioldgices de los fe némenos socialas. He estado hoblando como si el tem peramento humano fuese cabalmente constante @n el mun do, como si en toda la sociedad se pudiare comprobar una distribycién de potencialidades, similar on Iineas ge- nerales. y como si la cultura hiciese dentro de esas po- tenclalidades una seleccién de ecuerdo con su normas tradicionales y modelase en conformidad con ellas la vas- ta mayorla de los Individues. La experiencia de trance, 200 por ajemple, segin esta interpretacién, serla una poten: clalidad de cierto mimero de individuos en toda poblacién; cuando alla es honrads y reverenciads, una proporcidn considerable la aleanzara o la estimulard, pero en nuestra civilizacién, donde es una mancha en el escudo familiar. su némero disminuira y tales individuos serdn clasificados antre log anormales. Pero hay otra interpretacién posible. Se ha sostenida vigorosamente que los rasges no son culturalmenté selec clonados gino trasmitidos biolégicamente. De acuerdo con @8a interpretacién, la distincion es racial y los indios: Wanura buscarian las visiones por esta necesidad es trasmitids en los cromosomas de su raza. En modo simi lar, Jas culturas Pueblo persiguen la sobrieded y la mode- racién perque tal conducta esta determinada por su heren- cla racial. Si Ia interpretacién biolégica es verdadera, no es a la historia adonde debemos dirigimos para com- prender la conducta de los grupos, sino a la fisiologia. ‘Sin embargo, @ esta interpretacién bicldgica nunca se fe ha dado una base clentifica firme. Para probar su tesis, loS que sostienen este punto de vista necesitarian mostrar Ios hechos fisiolégicos que den cuenta da lo menos una pequefia parte de jos fendmencs sociales que se sateen comprender. Es posible que el metabo- lismo de! tuncionamiento de las gldndulas de secrecién interna difleran considerablemente en distintos grupos hu- rece que tales hechos puedan darnos una concepeién de las diferencias en Is conducta cultural, No se trataria de un problema antropaldgico. Y cuando los fisidlagos: Y fos genetistas hayan proporclonado el material, éste podri ser de valor para los estudios de fa historie culrural. Las correlaciones fisiolagicas que el bidlogo pueda ofrecer en el futuro, en cuanta se relacione con la tras- misiin hereditaria de rasgos, no pedrien sin embargo, en el mejor de fos casos, abarcar todos bos hechos que cono- cemos. Los indigenas norteamericanos son biolégicamente de una raza, y sin embargo no 30n todos dionisiacos an fa conducta cultural. Los Zufi son un ejemplo extremo de motivactones dismetralmente opuestas. Esta cultura apolinea es compartida por los otros Pueblo, uno de cuyos grupos, el Hopi, ¢s del subgrupo Shoshoneano, ampliamen- te representado entre las tribus dionisiacas y con el cual, segin se afirma, astaban lingisticamente emparentados 20 _ Otro grupo Pueblo es el Tewa. estrechamen- ee tateriado pisiogice y lingQisticamente con los Kio wa, no Pueblo, de las llanuras meridionales, Del Siete moda, no hay unidad bioldgica en, las llanuras accidents: jes donde {a bisqueda de Ja vision separa a los Pueble de alll de otros grupos, Las tribus que habitan esa re- én proceden de las familias Algonkiana, Anthabaseana y iouana ampliamente difundidas, y cada una de ellas con- serve el lenguaje de su tronco particular! Todos bes froncos incluyen tribus que buscan visiones a la renee de los Llanura y tribus que na lo hacen Solamente les que viven dentro de los |Imites geograficos de las wore busean vislones como parte esencial del equipo todo normalmente epto. . mes por el ambiente es ain mas. peers ria cuando, en vez de considerate eat ha io, nos dirigimos a la distribuci i ton cambios mas radicales en la condacie a = hon producido en grupes cuya cons! SO A ie hha alterado apreciablemente, Esto pue sant: con lo que ocurre en nuestra prop! ee a arilzecion europea 82 ineling ee ne ’ lag epidemias enomenos : Edad ‘Media, coma en gaife Po 20 Baling fata cle 3 empecinado. La culty Seales as un Feambio correspondiente en [a constl- i jal del grupo. wold interpretsclonos culturales de la eonducta no ae brian de negar Jamas que eel Hr imalicita en ol fisioldgico. Tal megac se on ea interpratack de las explicacionss clentificas. YB biologia no niega a fa sul Eckel eee los fenémenos blologlcos. a: oad ee ence Sa en que reconozea que las leyes de ia quimica o3ti) To te cimlantos de los hechos que analiza. = ji necesaria subrayar los leyes y secuencial ‘ cet edecuadamente explican las altuaciones observe das y. sin embargo, insistir en que otros elementos Sone presentes aunque ellos no tengan una Importancia crucial 1 Los agrupamientos HingDtaticos én estos casos s6 correlacionan eon el parenteste biolégiec, 202 en el resultado final, Por eso, el sefalar qua las bases bin 'dgitas de la conducts cultural en la humanidad carecen de importancia én au parte mayor, no significa negar su presencia. Solamente signitica subrayar ¢! hecho de que los factores historiess son los dindmicos, La psitologia experimental se ha visto forzada @ una acentuacion similar aun em estudiog que se ocupaban de nuestra propia cultura, Recientes experimentos importan- tes que tratan de rasgos de la personalidad, han mostrado que determinantes sociales son primordiales aun en los caracteres de honestidad y jefatura. La honestidad en une situation experimental casi no ofrecia indicacién de que un muchacho defraudaria a otro. Resulté que no habla personas bonestes-deshonastas, sino situaciones honestas- deshonestas. Dal mismo modo, an el astudio de dirigentes se probé que hasta en nuestra sociedad no cabia atirmar respacto de ellos rasgos uniformes tplcos. El papel que desempena el dirigente y sus cualidades, son log que la situactén destaca, En estes resultados “situacionales" se ha hecho mds y mds evidente que la conducta social, aun én una sociedad seleccionada, no es simplamente la ax- presién de un mecanisma fijo que predetermina un modo especifica de conducts, sino mds bien un conjunto de tendancias promovides de modos varisblas por el proble- ma especifico que afrontamos”. Cuando estas situaciones que en una sociedad son dinamicas en el comportamlento humano. resultan magni- ficadas en contraste entre culturas opuestas por sus fines y motivactones en un grado tal como Jas de los Zufli y los Kwakiutl, por ejemplo, la conciusién es ineludible. Si nos interesamos en la Conducta humana, necesitamos ante to- do comprender las instituciones de que estd provista una sociedad. Pues ls conducta humana tomard las formas sugeridas por estas Instituclones, hasta extremos Insos- ypaenn i para el observador sumergido en la cultura de 8 que forma parte, Este observador veré los desorrallos extravagantes de la conducta solamente en culturas ajenas, no on la s wopla. Claro esté que se trata de unm dngulo de visién focal y teamporario. No hay razon para suponer que cul- tura alguna haya modelado una salud eterma y que perma- necerd en la historia como una golucién solitaria del pro blema humane. ¥ la generacién sigulante conoce algo 203 Nuestro camino clentifico ¢s considerar nuestra pa one medida en que seamos capaces, como uno ‘entre muchos otros ejemplos de las variadas configuracio- la cultura humana. nF et patron cultural de toda civilizacion hace uso de = cierto segmento de! gran arco de los propasites 4, moti- vaciones potenclales humanes, exectamente como pare visto en un capitulo anterior que toda cultura amplee an carte equipo selaccionado de materias técnicas 0 rasgo: culturales. El gran arco a lo largo del cual todas iad) Be slbles conductas humanas se distribuyen, es damaai inmenso y esté demasiado leno de contradicciones pare ‘que una cultura cualquiera utilice siquiera une coms le rable porcidn de él. La seleccién es el primer rentals: Sin la aleccién no podria cultura alguna hecerse inteligl ble: las Intenciones que ella selacciona y hace auyas son un material mucho mas importante que los detalles partt culares de Seonolaaia ode formalidae matrimonial que tam- bién gelecciona de manera similar. Estes diferentes segmentos de arco de i oonmucy potencial que distintos pueblos hen selecclonade ¥ sar fulado en sus instituclones tradicioneles, sdlo hen sl i llustrados por las tres culturas qué hemos daecrito. Es muy Improbable que los fines y mativaciones que han ele- gido sean los mas caracteristicos del mundo. Estas ilus- traciones particulares fugron elegidas porque egnooemue algo respecto de ellas como culturas vivientes, ¥ pes eee pueden eliminar las dudes que siempre han a i id tarse en él estudio de culturas que ya no 6s - wer fiear con Is observacién, La cultura de los indios LI ana, por ejpmplo, as ups acerca de le cual tenemos una In’ macidn vasta, y 68 singularmente coherente. Sus normas psicoldgicas resultan on general claras en los textos na tives, en los relatos da [os viajeros y en lps ralninteosty clas y aupervivencias de las costumbres reunidas por los etnélogos. Pero eata cultura no ha funcienada Suronte y clerto tempo, y surge una duda razonable. No se wine decir facilmente cémo la préctica ha ancuadrado den del dogma, y cudlas fueron los expedientes corrientes en adaptacion reciproca. 3 es Tas contiguseonas qua hemos astudiado no son i “an al sentido de que representen una constelacién Vie de raggos, Cada una os una caracterizeciin emplrica. 204 y probablemente no hay un duplicedo integral de ella en parte alguna dal mundo. Neda seria més desafortunado que un esfuerzo por caracterizar todas las culturas como ‘axponentes de un nimero limitado de tipos fijos y selac- clonados. Las categorias se tornan peligrogas cuando 36 las toma como inevitables @ igualmente apliceblas a todas Jas civilizeciones y a todos los acontecimientos, Las agro- sivas tendancias parencicas en Dobu y en la costs mor: geste estin asociadas en estas dos culturas con raegos completamente diferentes. No hay censtelaciones fijas. Las oxpresionss apoliness entre los Zui y en Grecia se presentan con desarrollos fundamentalments distintos. En- tre los Zufi la virtud de la restriccién y la moderacién trabajaba en al sentide de exclulr ce la clvilizacién todo fo gus era do una naturaleza diferente, La clvilizaciin griega, an cambio, es inintaligible al no se reconocen las comp tones dionislacas que también ha inatituldo, No hay “vey”. ¥ si sdlo caminos diverses, ceracteristicamente distintos, pare una actitud dominante. Patrones de cultura qua se asemejan astrechamente aden no eiegir Iss miamee situaciones para tratarias an og términos de sus propdsites dominantes. En la clvili- zeclén moderna un hombre despiadado en la compatencia comercial es a menudo buen esposo y padre |ndulgente. La persecucién obsasionante dal éxito an la clvilizacién de Occidente no se extionde 2 la vide de familia ni a nin pane otra cose en el mismo grado an que se present a vida comercial. Las instituclones que comprenden dos actividades contrastan entre sien una medida que no ocurre, por ejemplo, en Dobu. Le vida conyugel en Dobu ‘98 pugsts en accién por los mismos motives que al comer: slo Kula. Hasta el trabajo de huerte as en Dobu une a placién de tubérculos dé fame de otros labriegos. Pero al trabajo de huerta es a menudo una actividad rutinaria poco afectads por lo pauta de la cultura, cualquiera que S¢a, €3 una situacién a la que no se axtianden los mow- vos dominantes, o an la cual estén cercenadas. Esta dasigualdad en la medida an que Ie conducta es- 14 coloreada por el tinte del patrén cultural as avidente en fa vida Kwakiutl Hamos visto que la reaccién carac- feristica de los Kwakiutl frente a la muerte de un adulte noble era realizar slain plan para rechazar un destino que les habla avergonzado. Pero un padre y una madre |éve- 205 | | irae de esta . de duelo por su nifio, no necesitan conducl monere. El lamenta de la madre esta lieno de dolor. To- dag fas mujeres vienen para llorar. y la madre thena @ au nifo muerto en sus brazos, Nordndolo. Cuenta con graba dores y fabricantes de mufecas que hacen toda suerte de uguetes que son desparramados an forno, Las mujeres en y la madre habla a su hijo: —_ jh, por Hud ma. tas hecho esto, hijo! Me has eleg! pera iaste jo be tritudo de hacer todo par tl, Obsorve todos tua juguetes y todas las cosas que he hecho para Ul. gPor ty lus) abangonaste, hijor 4€s por algo que te he hecho? Sromaait tacee major cuando vuelves a mi. nif. $éio haz poe ml esta: marcha rocte mente al lugar que vas, y tan pronto coma aatés fusrte retorna «Te pido que ne te quedes. Ten misericordia de mi qua soy ty madre, nifia. Pide & su nifto mwerto que vuelve y nazca otra vez de se roe cantos Kwakiutl estén también llenes de etliccién por la partida de seres queridos: Oh. se va lejo#. Quiare Ir al bello lugar liamado Nueva York, querido mio, $1 pudiera yo volar come un pobre cuervo 2 su lado, quorida mio, ok a eaters fo voler of lado da mni querida, amor IO. oe Oh, a1 pudiere yo estar acostads Junto & mi, gueride, rl dolor. ‘amor mata . senor. Cat patnbeat Ge Quien ma mantiene viva, matan ml cueepo, ml quests Puas él dijo que no dard vuelta eu roatro pare aate eenine Be dos Oh, fuera yo al enichde de plumas para que tO te scueston an 3). la simohada pare que descanse tu cabeza. thai aatey “sbatida.Llora por mi ames, i argo, aun en estos cantos Kweklutl, 6 or ens nathan un sentimienta de la vergdenza que cayéd sobre él! sufriente; entonees el sentimiento iS nics en burla amarga y deseo de restablecer las posiciones. Los cantos de doncellas y jévenes dospedidos oo sus pretendientes no astin lejos de las expresiones similares que nos son familiares en nuestra propia cultura: Hogar 2 ti, mis Oh, uss mada mls, peer ea Ge tas bot, rien arwdat Son objeto de risa, mi bien ameda, chjeto de risa los actos dé mi en 1 contanto: los (Sor pDIO ev coeent. nD sent, a ee ee ele 205 Adija. io mi blen amada, adiés, sefore, mi bien amada, Protende ser indiferenta, no quererme, mi verdadero amar. mi quérida Los amiges mo nos dujan alr mia tiempo los cantor de amor que son [cantsdos por aquelles que estén fuera de nuestra viata Amigos, seria mejor si tomara un nugvo verdadero amor, un amar fqueride, Espara que cird mi canto de amor cussds Ie grite a mi nueva amor, (ml quorida. Es evidente que la afliccién se torna facilmente en vergienza. pero en clertas gituaciones limitadas se acuer: da expresién al dolor. En las intimidades de la vida famt- liar Kwakiut! también hay oportunidad para Ia expresién célida del afecto y la complaciente reciprocidad de rela clones humanas joviales. No tedas laa situaciones en la existancia Kwakiutl requieren igualmente los motives que aon més caracteristicas de sus vidas. En la civilizacién occidental, como en fa vida Kwakiutl, na todos los aspectos vitales sirven lqualmente a la vo- lumtad de poder que es tan caracteristica en la vida mo. derng, En cambio, en Dobu y en Zuiti no as tan féell ver cudles aspectos de la vida son tocades lgeramente por sus configuraciones, Esto puede ser debldo a la naturale- 2a del patrén cultural, o puede ser debido 8 una vocacién de coherencia, Hoy es imposthle decidir esta cuestidn, Hay un hecho sociolégico we debe ser tomado an cwenta @n toda interpretecién de la integridad cultural. Nos referimos a la significacién de Ja difusién. Une vasta obra antropoldgica fue dedicada # indagar los hechos de la imitacién humans. La extensién de las zones primitivas sobre las cuales se han difundido rasgos. es uno de los hechos mds impresionantes de la antropologia. Rasgos de las costumbres, de fas técnicas, de un ceremonial, de mitologia, de intercamblo. econémico en el matrimonio, estin expandidos sebre continentes enteros, y cada tribu €n un continente tendré a menudo el rasgo en alguna for- fa. Sin embargo, ciertas regiones en estas grandes zonas han impreso fines y motivaciones distintas sobre esta materia primaria. Los Pueblo usan los métodos de la agri- cultura, los artificios maglcos. los mitos ampliamente di- fundidos que pertenecen a grandes secciones de Norte- américe. Ung cultura apolinea én otro continente, mece- sarlamente trabojeria con otra materia prima. Las dos culturas habrian tenido en comin la direceién en qua han modificado el material primario que era valldo en cada 207 continente, pero los rasgos vilidos serian disimiles. Gan figuraciones comparables on difarentes partes del mundo tendrian, por eso, inevitablemente contenido diferente. Po- demos comprender la direcaién en que fa cultura Pueblo se ha movido, comparandola con otras culturas norteame- ricanas, [a5 que participan de los mismos elementos pero (sados de una manera diferente. De mado similar pode- mos entender mejor el acento apolineo en fa civilizaclén griega, estudidndola én su establecimignta local entre las ‘cultures del mediterraneo oriental. Toda comprensidn cla- ra de los procesos de la integracién cultural debe tomar gu punto de partida en el conocimiento de los hechos de la difusion. El conocimiento de estos procesos de integracién, por otra parte, da un cuadra ‘completamente diferente de la naturaleza de log rasgos vastamente extandidos, Los ha bitwates estudios del matrimonio o de la iniciocion, 0 de. la religién, supanen qué cada rasgo es Un érea especial de conducta que ha generado sus propias motivaciones. Westermarck explica el matrimonig como una situacién de preferencia sexual, y la habitual Intorpretacién de los procedimientos de iniciacién es que ellos son al resultado ve la sparicién de la puberted. Por eso, todas sus mil modificacionas se hacen dentro de una serie similar y ‘silo s¢ producen los cambios por algdn Impulsa o nece- sidad implicita en | situacidn gen¢rica. Muy poras culturas encaran aus grandes ocasiones de manera tan simple. Estas ocesiones. ya sean del ma trimonio, o de la muerte, 0 la invocacién da lo sobrena- tural, son sitwaciones que cada sociedad emplea para 6x- presor sus propositos caracteriatices. Las motivaciones: que la dominan no legan a existir en fa particular situa- gién elegida, sino que estan imprasas en allas por el ce- récter general de la cultura. El matrimonio puade no refe- rirse a situaciones de cohabitacién que son gatisfechas por otras caminos, y en cambio la acumulactén de espo- fas puede ser la versién corriente de la acumutacién do riqueza, Las précticas econdmicas pueden alejarse mucha de su papel primario de satisfacer necesidades de alimen- tacién y de vesti y todas las técnicas agricolos pueden ser dirigidas hacia propésites de ostentaciin a costa, mur chas veces, de la necesaria provision de alimento de la gente, ¥ permitir que ella se axhiba con fines de jactancia. ‘208 La dificultad de entender sun respuest lativamente simples a partir de la natwrolere do ta oeasiin, is mearealdo eleramente una ¥ otra vez an la descrigcién le a tres culturas que hemos elegido. El luto, en ténmi- nue ie su ocasidn, es une reaccién de afliecién o de dolor f mite a una situacién de pérdids, Ocurre que ninguna de las tras cultures ofrece este tino de respueste para sus Antituchonise luto. Los Pueblo se empefian afanosamen- r que tratan la muerte de un ue soa emmarnencls importante en gue ie suciaged provura rzas a fin de apertar de! i Aunque la afliccién es dificlimente Se See Gimientos, ellos Feeonocen ia situacién como una emergen- cla qué os necesario reducir al minimo, Entre los Kwaklutl prescindicndo de que pueds o no haber valor genuing las instituciones del duelo son ejemplos especiales de una paranoia cultural, de acuerde con fa cual s¢ miran a ai mismos avergonzedos por la muerte de sus parlentes y BE Dreocupan en liver la vergdenza. Entre los dobusnos, les instituciones del duelo tienen mucho en comin, pero principalmente son ca igos infligidos por el cényuge al otra por haber causado fa muerte de uno de allos. Esto es, las instituciones de! duelo son otra vez uno de las innumerables ocasiones que en Dobu se Interpretan como traicién, y fa tratan eligiendo wna victima a quien castigar, Es asunto de tradicién extraordinarlamente simple al tomar cualquier ocasién que el ambients o el ciclo de vida Proporciona y emplearla pera expresar propdégites gendri- sears no @mparentados. El cardcter particular del acon- ine imlento puedes eparecer tan ligeramente que la muerte a un nifo dé luger al asesingto de.una persona comple- aments ajone al caso. O fa primera mengtruacién de una at ha envuelve practicamente ls redistribucién de to- la a propiedad dé wna tribu. El duelo. o el matrimonia, o el rito de ia puberted, o le economia, no son renglones especiales de conducta humans, cads uno de allos can sus Propios Impulsos gendrices y motivaciones que han deter- mineao su historia pasada y determinarén su futuro; son clertas ccasiones que toda sociedad puede emplear para Soraya Jreorionas culturales importantes. sde este punto de vista, la unidad nificativa no 68, por ego, la Instituciin, 4 aoeetealce ale clén cult Los estudios de la familia, de la economia 209 privada, o do las ideas morales no han de ser tragmenta- dos en investigaciones que subrayen fas diferentes confi- guraciones que en ceso tras casa han daminado estos ras- gos. La naturaleza particular de ts vida Kwakiutl nunca puede ser clara en una investigaciin que aisle la familia para estudiarla, y haga derivar la condycta Kwakiut! en ef matrimenio de fa situacién matrimonial. De manera simi- lar, ef matrimonio en nuestra propia civilizacién es una situacién qué munca puede ser puesta en claro come una mera variante de la convivencia sexual y la domesticidad, El afén econémico es, en nuestra civilizacién, la mira pro- minente del hombre, pues su preocupacién es en gran par- te amaser blenes privados y multiplicar ocasiones para po- nerlog en juego. Sin él, la posicién de la esposa y laa emociones madernas de los celos serian loatmente inin: teligibles. Nuestras actitudes frente a los hijos gon igual- mente muestra del mismo fin cultural, Nuestros hijos no ‘gon individuos cuyos derechos y gustos sean casuaimente respetados desde Ja infancis, como lo son en algunas so- cledades primitivas, sino responsabilidades especiales, co mo nuestros blenes, ante las cuales sucumbimos o en las guales nog glorificamos, segin sea el caso. Son, funde- mentalmente, extensions del propio yo y dan una opor. tunidad especial nara el despliequa de la autoridad, Esta peuta no es inherente a la situaciin padre-hijo, como su- ponemos tan a menudo. Esté impress en la situacién por los impulsos mayo- res de nuestra cultura, y es solamente una de las ocasio- neg en que sequimos nuestras obsesiones tradicionales. A medida que nos hagamos culturalmente més cons- clientes seremos capaces de separar cl nucleo de lo que eg genérico en una situacidn, y los vastos agregados que son locales y culturales y hechos por el hombre. El hecho de que estes agregados no sean consecuencias Inevitables de [a situacién como tal, no da lugar a que resulte més ficil cambiarlos o a qué sean menos importantes an nus: tra conducta. En verdad son probablemente mas dificiles de cambiar de lo que pensamos. Cambios de detalle en la conducta de nodriza de la madre, por ejemplo. blen pud- den ser inadecuados para salvar a un nifo neurdtico cuan- do es sorprendidp en una situacién repugnanta que esté reforzada por cualquier contacto y que extendera mds tar- de, de la madre. a la escuela, 6 3u negocio y a su mujer. 210 f Todo el curso de la vida que se le presenta subraya fi rivalidad y la propiedad privada, Probablamente, el cealie dal nifio 86 extiende a través de esta inclinacién. En todo caso. la solucidn del problema bien pedea acentuar menos las dificultades inherentes a la situecién padre-hijo y mas las formas tomadas en la conducta occidental por la ex. feral, dal yo y la explotacién de relaciones personales. probleme del valor social esté intir impll- cade en el hecho de la diferante modelacion de. os fuk turas. Los estudiog del valor social a menudo s@ han con- tentado con caracterizar ciertos rasqos humanos como de- seables, y con Indicar un fin social que envolveria asas virtudas. Ciertamente, se dice, [a explotacién de los de- mas en relaciones personales, y otras pretensiones del yo, son malas; én cambio, la absorelén en las actividades grupo ea buena, Es bueno un temperamento que no busca satisfaccién en el sadismo ni an el masaquismo y quiere vivir y deja vivir, Un orden socal, por tanto, que como el de los Zufii, eatablece este “bien", dista mucho de ser utépico. Mantfiesta al mismo tiempo ios defectos de sus virtudes, No deja lugar, par ejamplo, para dispostciones que estamos acostumbrados a valorar altamente, como [a fuerza de voluntad, o la iniciativa personal, o |e disposicidn de enfrontar un mar de dificultades. Es incorregiblemente benigno. La actividad de grupe que lena la existencia en- tre fos Zufl no tiene contacto con la vida humana, con el nacimiento, el amor, lx muerte, al éxito, ¢! fracaso y el Prestigio. Una pompa ritual sirve su propdsito y reduce al minimo !a mayoria de los interases fiveres La liber- tad de toda forma de explotacién social o de sadiamo so- cial aparece por el otro lado del angulo como ceremonial interminable, no sefalado para servir grandes fines de la existencia humana, Es al viejo hecho ineludible de que alo alto correspond |o bajo, lo derecho Io izquierdo, La complejidad del problama de los valores sociales 8 excepclonalmente clara en la cultura Kwakiutl, El mo- tivo principal a que las instituciones de los Kwakiutl se rafieren y que comparten an gran medida con la sociedad modems, es el dé la rivalidad. La rivalidad es una lucha que no ti¢ne por centro los objetos reales de Ja actividad. sino la derrota de un competider. La tensién ya no so dirige a proveer adecuadamente & una familia o a adquirir 2it blanes que puedan ser utilizados 0 gozados, sino que 36 dirige al propdésito de adelantarse respect de Ios vecinos y a tener mas bienes que cualquier otro. Toda otra cosa 3 dejada de lado, fuera de la gran finelidad de la victoria. La rivalidad, a diferencia de la competencia, no ene en vista [a actividad original; en vez de referirse @ la fabri- cacién de cestes o a la venta de zapatos, crea una situa. cidn artificial. «| juege en que 82 muestre que uno puede ganar a los demas. La rivalidad es notoriamente ruinosa, Ocupa un sitio inferior en la escala de los valores humanos. Es una tira: nia de la cual nadie puede librarse una vez que se la esti- muta en cualquier cultura. El deseo do superioridad es insaclable. Nunca pueda ser satistecho, Siempre sa des- arrolla la contienda, Cwantos mis son los bienes que la comunidad acumula, tanto mayores son los adversarlos gon quienes los hombres combaten, pero la lid est tan Jejos de haber sido ganads como lo estaba cuando las apuestas eran pequenas. En las Instituciones Kwaklutl, tal rivalidad llega a su miximo absurdo al equiparar la muerte con fa destruccién de los blenes. Luchan sobre todo por ja superioridad en la acumulacién de bienes; pe ro también, a menudo, y sin concioncia del contraste, rive lizan en hacer pedazos sua mas altas unidedes de valor. sus cobras, y an hacer hogueras de sus tablas domésticas, de sus tejuelos y canoas. El derroche social es avidente. Es exactamente tan visible como an fa rivalidad obsesiva de Middletown, donde se construyen casas y se compran ropas y s@ sostienen esparcimientos para qué cada familia pueda probar que no fue dejada fuera del vena. Es un cuadro poco atroyente. En la vida Kwakiutl lo rivalidad es llevada de manera tal que todo éxito ha da ser construide sobre la ruina de los rivales: y en Middle. fown, de uns manera qué las preferencias individuales ¥ las satisfacciones directas son reducidas @ un minimo. y la conformidad es buscada mds allé de todas las otras com: pensaciones humanas. En ambos casos resulta claro qua la riqueza no a5 busceda y valorizada por la satisfaccién directa de necesidades humanas, gino como wna serie de oposicianes en el juego de la rivalidad. Si la voluntad de victoria fuese eliminada de la vida econdmics, como ocu- me entre los Zul, la distribu y eal consumo de la rl queza seguirian “leyes” campletamanté diferentes. 212 ¥ Sin embargo, come pedemos vs pie 28 at individualismo dapero de ts a aa es a pare cerca, la persecucidn de la victoria puede ‘de igo es fe existencia humana. La vida Kwakiutl : Se loa on i eta ropes soe aes aa dh oiilleseién Rwaklot! acter ade) ns at i 8 queen la Zufil, Cualquier aoe socisl, una sociedad que la ajarnpltfice wee rossryenty lesarrollaré clertas virtedes que sen naturaln pes Ju nee que ha elegido; y es por damés improb nT gee ort imelor Sociedad sea capaz de acentuar an Rd cn ee eget rte final y perfecta dentro de la a a vide Rewnnne alpen 11 in Ravel alent sin tacha, Utopies Se aaa cate vers 8. Los mejoramientos resies an el orden So Sint depend len de discriminaciones mas modestas 7 eificliea Ee posible escrutar instituciones diversas ; ost eer enate en términos de capital social, en los tér. eee 1 Teepe de conducta menos deseables ue a ys rminos de sufrimiento y frustraciin te roe ot ane fecledad desea pacer @$¢ coste por sus ee ¥ adaptados a ella, ciertos valores se des. ere entre de este modelo, por “malo” que se: Be Ks eee @8 grande y el orden social puede no ser ba a ce peo Mpa Puade derrumbarse aplastado por ell lcs. Gon todo e! eonsiquients derrache libertin de fb revolu: aoa etre Scondmico y emecional, En la sociad: ad moderna es éste al problema més epremiante que. a pr santo yeneracién ha da enfrentar. Las que eston hassle pees, ‘ Imaginan muy a menudo que una roorgenk ae on acy lca dard al mundo una utopia sur ae as Berar su visugese Tee ugger ord, cll puede ae hay canine: raal 6 une utopia re ae Se ree ¥, 89 cambio, un ejercicio difi peer orernon en cuanto nos fecaine nas Geena dominant te Debemos habituarnos s juzgar los ra! : fio rantes de nuestra propia elvilizacién, ilo resulted poll Be 2 alguigns queso ha formade bajo su ct6 . fa an ‘ell descontar, por necesidad, nuestra pre: por allo, Son tan fermiliares como ung. vito 213 heredad querida. Cualquier mundo en el qué ellos no apa fecen se nos pregenta como triste ¢ insostenible. ¥ esos mismos rasgos, al operarse un proceso cultural fundamen: tal, son Ileve al extremo. Se exceden a si mismos; mas que cualquier otro rasgo éscapan al contralor. Justamente ‘én el punto donde es mayor la necesidad de la critica, e3 donde estamos sujotos a sar manos criticos. La revision llega. pero llega por el camine de la revalucion o del des- barajuste. La posibilidad de un progreso ordenado eatd impedida porque la genaracién an cuestion no podria eve luar sus instituelones exhuberantes, No podria apreciarlas en términos de provecho y pérdids, porque he perdido la eapacidad de mirarlas objetivamente. La situacién ha de aleangar un punto de crigig antes de que sea posible: la reparacidn. La veluacidn de nuestros propies rasgos dominantes es postergada hasta que un rasgo determinado no 68 3 aaunto vital. La religién no fue objetivamente discutida hasta que dejé de ser el resgo cultural al cual nuest civilizacién estabe més profundamente ligada. Ahora por rimara vez, @l estudio comparado de las religiones esté fibre para abarcar todo punto en debate. No es posible aun diacutir el capitalismo del mismo modo, y en tiempo de arra son igualmente tabo la guerra y los problemas dé jas relecionas internacionales. Asi, los rasgos dominar- tes da nuestra civilizacién necasitan especial abservacidn. Debemos comprender qué ellos son compulsivos, no en la proporcién en que gon bésicos y esenciales em la con ducta humana, sino més blen #n el grado en que son lo- cales y exhuberantas an nuestra prople cultura. El unico moda de vida que los dobuanos consideran bésico en fa naturaleza humana, és uno fundamentalmente tralclonaro resguardado con temores mérbidos. Los Kwakiuth siml- jarmente sélo pueden ver la vida como una serie de sl tuaciones de rivalidad, en fas que el éxito es medido por Ja humillacién de! préjimo. Su creencia estd bacada en la importancia de esos modes de vide en su civilizacién. Pere Ia importancia de una institucién en una cultura no da idea de su utilidad o de que see inevitable. Todo razo- namiento ha de ser cauteloso. El dominio cultural que podamos ejercer depanderd del grado @n que seamos ca paces de evaluar objetivamente ins rasgos favorecidos y apasionadamente slantados an nuestra civilizacidn. 214 Vill EL INDIVIDUO ¥ LA PAUTA DE LA CULTURA Sociedad © Individwas, no antagén| 08, Adaptecion ripida, 9 Un patrdn, Reber re a Cosas llamativos de inadaptacién. — Aceptacién de fos Nomosasiales ies ann cone ede Seated = Bae Brosentantan xtremos do un tipo cultural: mvhem crete a Semes ogolutas triunfadores. — La relativig = jad eranza y no de desesperasien tt" He es la vasta conducta colectiva que an todo, conducts de indiviauos. ee ee ae: cada persona es variadamente presentada, el mundo en al cual debe hacer su vida individual. Referencias de cual. cular civilizacién condensadas en unas pocas docensa de 8 fe deben necesariamente poner en relieve las mo- alldades de grupo y describir la conducta individual como Slembllfearda its inorivacionas de esa cultura. Las exi- a ‘a situacién sélo llevan a error cuand heoaskted es iolerpegtara como implicando que el ‘indivi i) Sou eimiersl @n un océano opresor, 0 hay ¢xactamente antagonismo ie sociedad y el del individuo. Uno Hee: citer ae k nestos debido a ese dualismo del siglo XIX fue la idea fe que lo que se sustraia da ta sociedad se agregaba al individuo y que aquello que era sustraide del inal luo ere agregado 8 la sociedad. Sobre esta dualismo se han cons- bi do filosofias de la libertad, credos Politicos de laissez as revoluciones que han derrocado dinastias. La que- ills en i teorla sntropoldgica entre |a importancia de Ia Rauta-cultural y Le del individuo, 68 solamente un pequeric a ip iilp eee undamental concepeién de la naturaleza n realidad, la sociedad y el individu nicos, La cultura de la sociedad proporcions Ta” meters 215 prima con ta que al individuo hace su vida. SI ella es ma- gra, el individua suff; si es rica, el individwo tene la poslhilidad de disfrutar de sus opartunidades, Todo inte- rés privado de todo hombre y mujer es servido por e! enriquecimienta de las acumulaciones tradicionales de su Clvilizacion, La sensibilidad musical mas rica, solamente puede operar dentro del elenco y lag modalidades de su tradicién. Quizds enriquezca @n medida importante esta tradicién, pero su aparte es proporcional a log instrumen- tos ya la teorla musical que la cultura le ha suministrada. De th misma manera, un telente para la observacién se emplea on tribus melanésicas dentro del campo desdeda- ble de lo mégicereligiose. Para una realizaciin de sus ‘atencialidades, depende del desarrotlo de la metodole Fientifies, Slo tiene fruiclon cuando ta cultura he celal rado los conceptos e Instrumentos necesarios. El hombre corriente piensa todavia en términos de un antagonism necesario entre la sociedad y al individue. En gran medida esto se dabe a que en nuestra civilizaciin se sinquiarizan las actividades requiadoras de la sociedad, y tendemos a identificar la sock jad con las restricclones que la ley nos impone, La ley establece of ndmero de millas por hora a que puedo hacer correr un automdvil. Si se elimina esata restriccién, estoy mucho mas libre. Es- te punto de vista individual resulta Ingenuo cuando 36 lo ‘extlende a nocidn basica en filosofia politica. La sociedad adlo incidentalmente y en clartas situaciones es regula dora, ¥ la ley mo 88 ‘equivalente al orden social. qulturas homogéneas mas simples, al hibito colectiva o costumbre puede eliminar completamente la neceshdar todo desarrollo da legal autoridad formal. Los indigenas: americanos dicen a veces: "En los vielos tempos no bis luchas per tierraa de caza o territorios de pesca. No habia entonces ley, de modo que ‘cada uno hacia lo que era bueno". frase pone en claro que on su vieja vide no pensaban de sf mismos como gometides a un controlor social impuesto sobre ellos desde fuera. Aun an nuestra civilizacion, la ley nunca es més que un crudo instrumento de la sociedad; y con frecuencia se hace necesario dete far su carrera arrogante. Numca se la ha de tomar como si fuese e! equivalente del orden social. La Sociedad en Su sentido pleno, tal como la hemos estudiado en este Volumen, jamés es una entidad separable de los indivi- 216 zz duos que le componen. Ningui a . Ningdn individuo puede: | peere al umbtal de aoe potencialidades sin haat _ iprocamenté, ninguna civil Nine at ¥ elemento alquno que en ultimo ‘analisis Lk ea ben de un individuo, Files ade dénde podria ile lier rasg0 sino f 1 One, de una mujer o de tia nino? be conuets "| en gran medida a causa de la suposit jel deus conilicto entre la: sociedad Fee ein tee eacentas in sobre ts conducta cultural es tan a menudo interpratade como una nagacién de ta autonomia del indi- wi Jechure de Folkways de Summer habitualmente fan a ina protests debido a las limitaciones que tal qurpcetactin Impone al alcance y a la Iniciativa del ine See be aticne era ¢s considerada fracuentamente benttica Halon humane. Pere gue ne an ede oa ase de experiancia de otras culturas ha eretdo, que los turas ha ot sales fuesen automatas, ajecutores Tieuanlobs dp a fier roe: 0 eu cerllieasl Ninama cultura observada ha rraigar las diferencia: I mannes de las persone que la componen. Es alempre un ftantuande ei antagonism entre tate @ daar subrayando su vigorizacién tata ales oa tne 7 tua. Esta ral astrecha que no es posible a sean oe tan 3 studiar modelos di sin considerar on la alee ining mee au relacién con la psico- emes visto que toda sncledad ali ie dela de pecans hee fe le ién, tenden sus instituch sanchar la expresién del se a alegida ys inhibir las expresiones opus See aie aes 2s z estas. Pero est, i He ahs ie ae i las. resouestas adecusdas de Ya hemos examinado las ae pores acer ae i razones por las. cen 6s principalmente cultural y no biolgtoa, "Par eo re eee aa at for razones tedricas, que as adecuadas de tod: ‘ igualmente servidas + do cuniculer cul por las instituciones de cual ts. roa comprender la conducta del Indiviguo ho bests 5 Nepip ioe historia personal de su vide con sus dones tos con referencia a una nermalidad arbitraria: 217 mente elegida, sino tambidn relaclonar sus respuestas pro- pias con lp conducta gingularizada en las instituciones de su cultura. En su gran mayoria los individuos que han nacido en una sociedad, siempre y en todas partes, cuslesquiera que sean sue instituciones, adoptan, como hemos visto, | con ducta dictada por esa sociedad, Este hecho es siempre interpretado por los portadores de una cultura come bido a [a razdn de que sus instituclones particulares refle- jan una definitive y universal galud. El motivo real es com- pletamente diferente. Muchos hombres son conformados sega ip modalided de su cultura a causa de la enorme maleabilided de su dotacién original. Son plasticos: pare ja fuerza modeladora de la sociedad en que han nocido. No es cuestién de si, como ocurre en la costa norosste, ella requiere ilusiones de autorreferencia, 0. en nuestra propia civilizacién to acumulacién de bienes. En todo ca- so, la gran masa de individuos adenta prontamente la for- ma qué se les presenta, Sin embargo, no todos ellos la encuentran igualmenta adecuads a u indole; son favorecidos ¥ afortunados eque- \iog cuyas potencialidades colnciden més estrechamente con @| Tipo de conducta elegide por su saciedad, Aquellos que, en una situacion en la que ostén frustrados, buscan naturaimente modos de resolver |e ocasién subrapticia- mente y [a mds expeditivamente posible, estén bien ser- Vidos en la cultura Pueblo. Las instituctones del sudoeste tomo hemes visto, reducen al minimo las situgclenes en que pueda surgir la frustracién seria, y cuando éta no puede ger evitada, como en el caso de la muarte, se pro- Yeen de medios para librarse de ella con toda rapidez, Por otra parte, aquellos que reacclonan a la frustre- gién come ante un Ingulto y 6 primar pensemiento 8% ‘encararae con ella, estén emoliaments dotados para la foste noroccidental, Pueden extender su reaccién native a situaciones en las que su paleta 88 rompe. o SU cAnod se ywelca, oa la pérdida de parlentes por la muerte. Salen de. su ara reaccién enojandose en represalia, para “tuchar™ con la propiedad o con armas. Los que pueden mitigar su desesparagién por el acto de traer vergdenza a otros, conaiquen librementa ¥ sin dificultad figurar en esa sociedad, porque sus inclinaciones astin profunds: mente canalizadas on au cultura, En Dobu aquellos cuyo 218 Primer Impulso es elegir une vietimi prlona. fe a ¥ Broyecter au mi anes epee alls fon procedimientes de castigo, son igual: Ocurre que ninguna de las tre 8 culturas cere poneldere la frustracién de una Marans raaiee semua ie retberaoidn de la experiencia original # in recer que esto es imposibl at ane. de la muerte, Pero las instituclones de ruin seria ain emberge. neda menos que eso. Al- jormas que la restitucién adopta son re nantes Para nosotres; pero esta de que la Prustracion 996 ue dando curso a esta conducts, solamente pone més Sh claro: a6 0008 eis donde es potencial, las Ins- sociedad llevan tal camino a longitude extraordinarias. Entre los eaquimal bes ha matado a otro, la familia a aberiadu ance teehee . ie! asesinado puen Bapsinc: para compensar la pérdida en el as he Bip hve ft ccosietarty en marido de la mujer que . 6 ésta una acentueci Bete a in oer toe los atros ssoncns me e a 6 ros nos perecen los dnl pres cere eens ung, eC elige algin sbletivo i, lo carécter que menos; L oon, bs restitucién puede manifestarse an teins fa dea or came on, Son reno incompatibles con a clvilizacién occidental. E needs log Indigenas de los Algonkianos del Ger ro i oe on Sarandon Lagos, al procedimiento usual era la adop- : in. Ante la muerte de un nifio, un nifio similar ers puas- fo oa lage Bete similitud era detarminada por toda ios: B menude un cautivo tral convert Sta, Inteaguchig. onl familia en al genie ms fos los privilagios y ternuraa Originalmente hablan sido para ol nlfo m does arto, Iguelmente & menudo. ers el mds cercano Se een te juecce Ul nie, o AL nite de otro establecimiento empa- se parecis al nifio muerto en talla ym En tales coats. Is familia g !a que pertenecia al hile fegido ey cone ideraba complacida: y an verdad, en mucl ban les, este acto pareceria proplo de nwestras insti oo ae El nifo conoela siempre muchas “madres” y my- , a ogares a los que Iba familiarmente. La nueva unidn lo hacia completamente doméstico en un hogar aun diss 219 |. Desde el punto de vista da los padres, ta situacin a eer ome ung ere del statu qua que i de lo muerte de sa hijo. i oar ios nersonss que deploran principalmente la situacion y no al individua perdido encuentran, en 6935 eulturas. expresién adecuada en un grade inimaginable én nneatree instituciones. Nosotros reconocemas 18 posibilidad de coneuelo, paro nos esmeramos en reducir al minima su conexion con ta pérdida original, No la usamos como ac: nica de duglo, e individuos que estarian bien satietec nos con tal salucidn Banners sin adoptorla hasta que I ha pasado. ; mete actitud posible frente a fa trustracién. Es precisamente la opuesta @ lp actitud Pueblo, y la perce Hescrito entre las otras reacclones dionisiacas de dea i dios Linnura, En ver de tratar de pasar la experiencia cot ol menor desconcierto posible, encuentran ayuda on s expresion mas extravagant de ja afliccién. Los. in a Llanura manilestaban los mayores excesos ¥ giverlarine han demostraciones violantas de emocién como alae oo rriente. jalquier grupo de individuos podemos reconocer aquellos ‘para quienes estas diferontes reacciones 2 la frateacién y Ia affliceién raspondan a su modalidad: jane rindola, tratandola gan expresién no iniiibida, venganccsn. castiqando una vietima y buscando Ia restituclén de ao tuacién original. En ing reqistros osiquidtricos de nucstre ome buenos, Los malas son considerades como crmlacentes a desajustes © insanins, !08 buenos. 3 un sdecuado funcionamignto social Esta, sin embarge, eee te fa coralacién no se halla entre cualquier tendencla Sirala y ta anormalidad an un sentido absoluto. El deseo de huir de ta aflicclén, de dejeria al margen : jade costa, no determina une conducta psicopética alli donde, como rete log Puablo, alla esté reulda oor instituclonas y sos: tenida por cualquier actitud del grupo. Los. Pueblo no oon ente neurética. Su cuiturs do la impresién de une r ud mental innata. Simikarmente las aotitudes paranoldes tan violentamente expresadas entre los Kwakiutl son ia nocidas como totalmente “malas la teoria psiquidtrica dorivada de nuestra propla clvilizacién; esto es, elles con 220 ducen por varios caminos sl derrumbamianto de la persa- nalidad. ¥ resulta que justamente los individuos que entre log Kwakiutl las encuentran conforme a su indole pora dar la expresién mis libre a esas actitudes, son los jefes de la sociedad: Kwakiut! y hallan fa mayor realizacion perso: nal en su cultura. Evidentemente, ta adecuada adaptacion personal no depende do soquir clertas motivaciones y evitar otras. La correlacién se produce en una direcclén diferente. Exac- tamente como son favorecidos aquallos cuyas respuestas cangenian més estrechamente con la conducta que earac- teriga su sociedad, aa/ astan desorientados aquellos cuyas respuestas conpénitas caen en el sector del arco de con- ducta que no es adoptado por su cultura, Estos anarma les no pueden esperar que les presten sostén las in tuciones dé eu civilizaciOn. Ellos son los excepcionns que we ha tomado ficilmente las formas tradiclonales de su cultura, Para una valida psiquiatria comparativa son de la ma- ‘or importancia esas personas desorientadas que no se an adeptado adecuadamente a sus culturas. A menudo ha habido confusion en la paiquistris, porque se ha tome- do como punto de partida una lista fija de sintomas en vez dol estudio de aquellos cuyas reacciones caracteris- ticas no tienen validez on su sociedad las tribus que hemos descrito tienen todos sus indi- viduos “anormales”, no adaptados. Entre tos dobuanos el / individua totalmente desorlantado era ef hombre natural. mante amigable y que encontraba en le actividad un fin-en si miamo. Era un camarada grato que no buscaba sobre- pasar a sus prdjimes o castigarles. Trabajaba para cual- quiera que se lo pedia y ers incansable an cumplir sus Grdenes, No estaba abrumado por un terror oscure como sus semejantes y a diferencia de ellos no manifestaba simples respuestas piblicas inhibidas de amistad hacia mujeres estrechamente emparentadas como una esposa o hermana. A menudo fas acariciaba en odblico. En cual- quicr ofra dobuand era sta una conducts escandalosa, pero on él ¢ra considerada como meramente fonts. La aldea lo tratoba de wna manera bastante suave, sin apro- vechorse do dl ni haciendo un deporte de ridiculizarlo: aro era detinitivamente mirado como uno que estaba juera de juego. 221 Lo conducts congénita del dobuano mentecato fue convertida en ideal en ciertos periodos de nuestra propia clvillzackin, y hay adn ocastones an las que sus respues- tas gon aceptedas en la mayoria de las comunidades ocel- dantales. Especialmente si una mujer esta en cueatiin, hallese bien provista hasta hoy en nuestras memes ¥ ae: tia honorablemente en su familia y en in comunidad. El hecho de que un dobuano no prosperase en su cultura, no ara una congecuencia de las respuestas particulares que ie eran inherentes, sino de Ins grictas oxistontes ontre allas ¥ ¢l tipo cultural, Muchos. etndlegos han hecho. comprobaciones simila- fea: reconocieron gue personas que son colocadas fuera de la empalizads de la sociedad con desdén. no serfan puestas en la misma situacién por otra cultura. Lowle encontrd entre los indios Cuervo de las llonuras un hom- ‘bre de excepclonal conocimlenta de, sus formas culturales. Estaba interesado en considerarlas objetivamente y corre- lacionar sus diferantes facetas, Tenia Interés en hoehos genealdgicos y era inapreciable en cuestiones de historia. Era en un todo intérprete ideal de la vida Cuervo, Sus fasgos, sin embargo, no eran da esos que como una con signa 58 honraban entre los Crow. Tenia una marcada nocidén del peligro fisico, que lo desmerecia ante la tribu. Para empeorar las cosas hable intentado obtener consi- deracién pretendienda un honor guerrero que ara fraudu- lento, Se probé que no habla traido. como pretendia, un eaballo robado dal campo snemigo. Pretender falsamente hhonores querreros era un pecado miximo entre los Cuer- vo, y [a opinién general, constantemente reiterada, lo con- sideraba irresponsable s incompetento. Tales situaciones tienen un paralelo en ta cludad den- wo de nuestra propia civilizacida reapecto de un hombre que no ha tenido éxito al juzger las posestones persona: fe como supramemente importantes. Nuestra poblacién comin es constantemente sorprendida por aquellos para quines Is acumulaciin do la propiedad no ea una moti- vacién suficientes, En los casos en que esos individuos ja compensan por el arte, la opinidn pdblica los mira como potencialmente vicloaos, lo que en verdad, a causa de ta situacién social a que los empuja, no tarda en concratarss en reglidad, En cambio, esos hombres compensa- doe por la exaltacién de au temperamento artistico se ha- 222 ten miembros de grupos expoetrindos de arti mn stas, la fe ie mire come eas aing como tontos. En todo tase. on las formas de su sociedad, y el asfuer. 70 POF expresarse a si mismos satisfactori Jon: de | lamer ornare une teres mayor que la que pueden realise. ie ,. bl dilema de tal individua es a menudo resuolte con Be 18 2ufl habla aceptado eats necesidad. En una woke, a futbetean fe moderation ¥ ol camino mas fécil, ara olentamente En una sociedad que aprecia la nraonalided matupion en frente a tales personolidades es 2 quemarlas ' vn aie ue Se lo habia visto aparecer a ‘raves, oer ntana desde fuara, y asta es un sefal segura de am. hay una acusacién de brujeri jerla. Pero el hombre despachd Ico ht ufo, coed ul 8 para al vida y of oficial de la ley no tuvo otro rocursa que ode sables por la enormidad, Une do , 0808 31 Boerea ere prmbablaments ta persona més ‘raspeted ine ‘iente historia Zufi: y cua gresado de In prisién an la penitence: ta Gel Esteda nce $3 feasumié sus oficios sacerdotales. Consideraba que $uU poder estaba quebrantado. Fue una venganza probable. wane Unica on la historia Zufi, Implicaba clertamente un sitio a los sacerdotes, frente a los cusles el begins au toto Be lmpuso ablartamants. eet curso dé gu vida en los cunrenta eee eee, fis. an embargo, el we perenne’ - Un bruje no es privado de su condi ge mambro de grupos culwrates porque haya sido pa nado. y el camino para el reconocimiente sstd en esa 223 activided. Poseia una notable momoria verbal y une duleo Vaz cantente. Aprendia cantidades increlbles de mitalogia, de ritos asotérices, de cantos cultuales; muchos centena ros de paginas de cuantes ¥ de poesia ritual fweron toma: dos de su dictada antes de que murlera, y dl juzgaba que gus cams eran muchos més. So hizo indispensable en la vida ceremonial y antes de nworie fue gobernator de los ual. La ipelinacidn congénita de su personalidad to. arrajé Sn un conflicto Irracanciliable con su sociedad, y resolvié su dilema improvisando un talento incidental para el relate. Toma podemos comprander facilmente, no era un hombre foliz, Como gobernador de los Zunl y altamante colocada en sus grupos culturales —un hombre notorio an su comu pidad—, estuve obsesionada por la muerte, Era un hombre dofraudado en medio de una suave poblacidn folie Es facil imaginar la vida que hebrie tlevado entre los dios Lianura donde toda institucidn favorece los gegen nates en él. La autoridad personal, la turbulencia, al dén, hubleran sida igualmente honrados en la carrera que hubiera hecho alll. La desdicha, que ers ingeparable de su tamperamente como sicerdote de sae). jobernedor de los Zui, no le habria ocurride como jefe de los guerre ros Cheyenne: no sé debid 2 los rasgos de su dotacion natural sing a las modalidades da ia cultura en (a que ne encontrd salida para sus respuestas econgénitas. Los individuos que acabamos de estudiar no son Gn ningin sentido psicépates. Ellos flustran 6! dileme det individuo cuyos Impulaas congénites no tienan justificacién ‘an las instituciones da su cultura, Este diloma adquiere importancia pslquidtrica cuande La conducts on cuastion os mirada come de categoria anormal en une unit sackedad. La clvilizacién occidental tienda a considerar al hamose- sual, aun suave, coma un anormal. £1 cuadre clinica de la homosexualidad subraya Io neurosis y paicosis a que da origan, y subraya casi Igualmente el! funcionamienta ina decuado def invertide y su conducta. Nos basta con diri: girnos a otras cultura, en cambio. para comprendar que fos homosexuales de ningun modo han sido uniformemar to inadecuados 6 la situacién social. No siempre ban de- jedo de Imponerse, En alqunas sociedades, hasta han ido ospocisimento aclamados. La Republica do Platén es cler- jamente ja prueba més convincante del estado honorable de la homosexualidad. Esta es presentade como un medio 224 mayor para la buena vida L ¥ la alta valu Piston de esta respuesta fue tomada de la ‘conmoth it wel en Grecia en ese porloda om 08 indiganas noresmuricanos mo ti enon - proseuualdad ioe Gitog olealca, moreles de nh ed menudo considerado: cepcionalmente capaces. En | > Nortoams. tlca existe la institucicn de los bedathes, come ie he, man les francesea. Estos hombressmuleres eran heebice ssmujeres eran hombr que en la pubertad o después ad Sine 1 54 vtaban ta ect aT peters cee San ores homie yawn ies, A veces eran hombres Ns de dotacién sexual débil } Han esto pagel nar evar lea bolas de fas mujoroe, Lee berd ofa ies cuerom fnirados coma de poder sourena: . tal como oeurre con homb res en Siberia, sina més bien com one ciones de ins mujeres, bu poe de eee rnne cee jonos curadores de clertas en i tribus. coma | i talantosos da los asuntee soc 5 Some de lamaeare jales, A peser de an que se les aceptaba, se les consideraba hi bitualmente. : . jabitualmente: baie ombarazo. Se pensaba como ligeramente ridiu. Rane; et ia” a una persona de quien s¢ sabia era homer: la cual, como entre los Zuni, seria entarrada on oS gocicn mage ina. dal cementario. Pero tonian ubleaeian oan iad EI acento en ta mayor parte de laa tribus Se if Mantes (ue Reerbrs que tomaban ocupa- Su fuorea @ inicinthva y eran por eso dirgentes en las toe \ irigentes. eh | Mee foes yen la acumulacion do lae formes te ia Bropledded | leche por las mujeres. Uno de los mojor co Ssrtona wines Se hear oes . oun las pala pela lo sefora Stevenson. “ciertamente ba ae fuerta en Zuni tanta mental como fisicamente". Su me- mee notable pare el ritual, lo hizo personaje conductor oe ocasiones ceramoniales, y su fuerza © inteligencia = i riomnts en toda suerte de artes. mbres.mujeres de jos Zui ne son 2 ngles utes, cont ados on i mismos, Ague ae elit ra protegerse frente a su | = eres nae porticipar én las actividades de los bombees, €6 casi un memecato, o bien, apenas més que un pe- 225 o fos de una ho. con rasgos dellcados com: gue oy euidentamente diversas. razones Boe ine ee ser mp convierte en berdache entre los 2ui ee 0 ae flea ig razén, hombres que hen sotade oblarta Sronte por Hvar ropas femeninas tegen ls misrsa probabl fda Be tod ora persona de establecerse pan milehy ey satis de la sociedad. Su respuesta es eee nabs aoe ae si tienen habllidad naturel pupden farie campo aarp. Si son criaturas déoiies, fallan en ¥ tad de ou deep crit pre ge ote oe he i ic ke dna ue iatlada en tos Llarura. Los Dakota, tenlan gndleno: “posesiones bellas como las oe yas ein uae ¥"era Io ideinuia del elogio. para Ins pososiones del hogar Ye toca mujer. Un ben sans iene Ee ena oe . icas de las mujer : Seana = ee els actividad masculina Ge ie cae Ne por 600 era més rico. Cuando, para ocesiangs caverta, neces rar abalorias, aE ae eon preveranlh alade aaleailg ots toy otancin eo fe Sr tre los Zuhi, f g Ee conan de desagrade, en presencia den incongruencia reconocida. Li sscorla soos, bt oar ra represontada, no por al baneche, ane a eed ccye vivia con 61, éste era consider Ho pa a Sorte chabia elegido un faci! lugar en vez fines Series de su cultura: no contribuia al hoge.6 ae ne i modelo para todos fos hogeres por ee SCoucrioa del berdecha. Se adantacién serual no Ore 8 eat ; fu respecta, pero, aye atone sposéreice, sesulteba un descestado, la respuesta iets on al invartido esta, inmediat. panied esto 2 todos fos conflictos que est au alamers. Tapuestos los casos de aberracién. Su ee ar de inadecuacion, gua fallas, son consccuens) sel ee lal te Impane y pas ae ane Goer ura vide satisfactoria si no los $08 jenen tee que idadeas de su sociedad. Los ajud i" beta alee ni te rn uatquier otro: iden’ a fe, arcecinaots de este conflicto, 26 Anormalidad similar en nuestra sociedad os el arre- bamiento. Hasta el mistico muy suave os aberrante en Ia sivilizacion occidental. Para ostudiar el arrchamianto o la eatalepsia dentro de nuestros grupos sociales. debemos dirigirnos a tas’ historias de los casos de lo anormal. e80 la correlacién entre la experiencia de arrobemion- fo y el néurdtico parece perfecta: Como en of caso del homogexual, ain ¢mbargo, es una correlacion caracteristi- gamente local de nuestro siglo Aun en nuestro propio cultural, otras eras ofrecian resultados. diferentes. En fo Edad Media, cuando el catolicisma hacia de la ex perlencia extética e! signe de la santidad, la ‘experiencia del arrobamiento ara grandemente valorizads: y 9 oque- llos en quienes la respuesta era Congénita, en vez de sor abrumados por una catistrofe como en nuestro siglo, se les Gtorgaba confianza on le prosecucién de sus carreras. Era una validacidn de ambiciones, no un estigma de inaa- fia. Individuos que eran susceptibles del arrabamiento, tenian, por eso, éxito, o bien fracagaban en fos términos de sus capacidades innates; pero Puesto quo la exporien- cla del arrobamiento era altamente valorizada, un aran iefe ers considerado capaz de ella. Los pueblos primitives honraban en grado extremo ef arrobamiento y fa catelepsin, Algunas de las tribug indi- genas de California otorgaban prestigio principalmente a quienes pasaban por ciertas experienclas de arrobamiento, No todas estas tribus creian que eran exclusivamente mu jeres Iss bendecidas, pera entre fos Shasta ora esto lo convencional. Sus hechiceros eran mujeras, y se les con- cedia ¢! mayor prestigio en la comunidad, Eran eleghdas por su disposicién constitucional para | arrobamiento y manifostaciones a éf ligadas. Clerto dia, la mujer que fenia este destino caia de pronto al suelo mientras se hallaba ontegeda a sus Inbores. Habla oldo una vor que fe hablaba en tonos do la mayor intensidad. Déndose vuelta, habla visto un hombre con arco y flocha. Le orda- faba # ella gue cantase la pena de haber sido atravesada por su flechs, pero en la cima de Ip experiencia la mujer caia sin sentido. Su familia 86 reunia junto 4 élla. Ella estaba acostada, rigida, rospirando dificultosamente. Su. Hieron que por un tempo habia tenido suelios de un ca. fdcter especial que indicaban un llamado de hechicaros, suefios de fuga de oss parduscos, de caida de pefloscos 2237 de sor rodeada por enjembres de qucarechas. tapi he es ws Ses et 5 pt aay Preder por el suelo, temblando ie mente. 66 suponié que repetia el canto que €e le ill ore camara y que durante el erraberniento is tue ensehece por al ospiritu. Cuando se mY on a ae més ¥ mas claramente el canto del espiritu, rae Witima Hlamabs por #! nombre del sepiritu mismo, diatamente flula sangre de 3u bos Ss scasenidal ioas-em nzs ja por Inme- ‘Cuendo |e mujer volvia en a | aepiritu, ballaba ase noche la primera Se ilcacign do a necicera erent ee te pallabe e . SOTA ets rouble an gu cuarpa el poder de su ypirttu. Eatabe bellando y quando sentia acercerds ae monte exslamaba: “quiere disperar contra mi. Sus amigas ‘carce dé ella, pues cuando entreba en une saps de poalcién cataléptica, ellos debian tomaria antes de as : cayere o muriase, Desde ase momento tenis on eu CuSrES une matérializacién visible del poder de au 6 ee 4 abjete como frigide que én sus danzes debla ree Bae, eave Sy te Path creak ale dole a otra parte, Desde ese ea brenstural madiante més demostractone: we, dates, y ara Inwocada en Tee ence di ra 2 ere per gor exte procedimient a8 convertia on gran poder @ Impartencle. Ret ro qué lajos de considerar te calda en ae ha on le ferilia sfoctade y como ung Biv! Gre Ge. 6 Tmedad terrible, (8 aprobacion cultural $0 bre los imponta; hecfa de ella el camino le sutoridad so! Istice scbresellenta cel tipo so Q te ar actor tps que funclanaba con més honor conal los ideracion en ia comunidad. Eran preclsemente fedividvos sptaldoticae ee eae cultura se deste caban la autor! a a La, posible utllided de thoes “anormalas”’ en on ee: trughira social, cuando son tipes quituralmante zalnech nedos por ese grupo. se comprusba en cualquier parte i mundo. Los hechicaros de Siberia daminan sus Somat i dades. De acuerdo con lng ideas de esas gentes Son In 228 dividwos que por sumisién a ta voluniad de los espiritus han sido curados de una enfermedad penosa —Ia incita- clon a las posturas— y han acquirido de este modo gran poder sobrenatural e incomparable vigor y salud. Atgunos, durante ta época de la invocacién, gon violentamente inga- nos per varios aflos; otros, irresponsables hasta el punto que de gar vigilades constantemente para que no gal: gan por la nieve ¥ 96 consuat haste la muerte: otros. enfermos ¥ enflaquecides al punto de mavir. a veces con sudor sangriento. Es la practica hechicera la que constl- tuye su curacidn, y la extrema viaidn de une sesién site- rigna los deja, sere Sen capaces dé entrar inme- diatamente an una practica similar. Las posturas catal titas son consideradas camo una parte esencial en tod Practica hechicera. Una buena descripciin de la condicién neurdtica det hechicero y la atencldn qua le presta su sociedad fue he- cha hace thempo por al candnigo ‘Callaway, y registrada en palabras de un viejo Zuld del Africa del Sur; La condickin de un hombes qua eatia punta de cocvenime on édiving os deta: primero ex aparentemente robuste, pero con el andar del temp comlanza a adelparar no tenlondo ningun enlermedad real, pore: se vuelve deliceds, Habitualments evite ciortss clsaes de sllrebr tos, eliplendo lo que: le Hi @ato no come mucho; continua- monte $0 queja de dolores es diferentes partes del cuerpo. Y cuenta a fa otros que ha sofiedo que era mrrestrado por un rio, Subhia con muchas cosea, y su cinema 68 barroso {come un sia) y se coniarta en una cage de enueios, Svein constinlsmenta con muchos coses y al despertar cuenta a aus amigos: "mi cuerpo esti hoy borroso: be softado que muchos hombres me mataban y e@scapé ms ad como. En in vigilia sondia 2xtiota una parte de mi cunrpo de otras partis: no ‘tra ya. Igual al resto", Por fin eats hombre oath muy enformo. ¥ vie a ingultir a tos adivings. Las adivinos no van en soguids que esti por tener una. cabora maloable (esto ea, la scnibilidad asocinds o ta hachiraria), Es diftcil para allo ver In verdad; continuamente dicen contrasennidos ‘yh inisng atirmaciones hats qua tedo.ol ganado del hombre es davor Dor su orden, ¥ slicd dicen qué el espirite de su pueblo roclama ge ado, qua quede comer carne. A ta larga toda la propiedad del hombre es dorrochada extando 41 ain enferma; y ellos ya no saben qué hacoe Pues 4! yao tiene ganado y eu eenigos le ayudlan an lo que necesita Con ef andar del thampe llega un adiving y dice que tudce los remiss eenin equivoesdes; y agrags: “él arth poaelde por los expleltua bo hay otra cosa. Elis 9 musven on MH eatando divididor am doa par. ios; algunos dicen ‘no, no queremaa que sea Injuriade nuestro bilo Na qvaremes sto’. Ea por asta racin por lo qua no se pane bien. i 229 ing frente a loe eepiritus bo matardis. Puos Mee iviosr ni lore ber tampace de nueva wn hombre’, ‘Asi @l hombre puede estar enfermo durante dos alos ae ae (iia ate an le cae el pelo Ysa cueepo ae seca y ee lena de a: can el pelo. . seas panels Seg tte tae oe ante ftemblan de au deseo do tomar rapé: no colo pee ee po ain tomer algo. ¥ ia gente comionza a vor quo ta fue dado a eemapits de eato wath enferma: tone cecivaionan y uta ae arroja agua sobre él esa, por us Hema, Fabien re eee, ler tioe iy slant het oc ha compuesto una cancién, y be hombres ¥ las mules tine Gesclutain'y von's cantar en su compote. Toda la gente de I aides #F perturGada, puss quiere dormir. jun hombre quo 38 come of sacs couse perturbecién, puta no re, sine que trabaja corr ea temente con su cerebro; au suet o9 moramente pasajere y Sesp eantands K deja sua afdens a even candor Karts van 8 caviar wm nctero eo8 rte, fe tomeo muche oun su conversiin en ediving. ‘orio). un ‘vinjo cspirity ant eiipteita se tre pute oo ee 3 i i 2 : 4 7 3 $ ae = 4 ine | acivino que jet unos pocos ding, hablendo bdo a var al fae core al in enedicina: y vuelve complatamects dlatinte, ahora pur fleado y realmente sdiving. toda su vida, cuando esté poseldo por uo: eee ‘acontecimientos y encuentra abjstes basis een izar y hacer ue la cultura puede valorizer y spsiattents a eehables atin fipos humancs sobera nets inestables. Si preflere tratar sus caridaces: const 1a, aH valiosas varlantes da la conducta humana, los fee duos en cuesti¢n aparecern an la Sead. slenutarm ncia a nuestras ideas jos t bos capioes Je ump sunes, osales 7 1 a8 Ne actuan ina puis soulodad no sor los que tienen ciertot rasges Flos 230 Se ke ee Ee ae ee ee eT ee ee th so “normalas”, sino que bien pueden ser aquellos ‘cuyas res- puestas no hon recibida apoyo en las instituciones de su cultura. La fragilidad do estos aberrantes es an gran me- dida tlusotia; ella surge no del hecho de que eerezean dal vigor necesario, sino del hecho da que sqn individuas cu ye respuestas Innatas no son rafirmadas por la sociedad. Bon, 506 Gn la expresion de Sapir. “tomados de un mundo imposible’, Enel “Den Quijote" nos ofrece la literatura europea une Aintura migistral del hombre no apoyade por las modallda- des de su tiempo y au lugar y obandonade a los vientos del ridiculo. Cervantes dopendia de une tradicién ain hoy muy honrada con un conjunto nuevo de modalidades practicas, ¥ Su pobre anciang, el ortedaxo sostenedor de la caballerin romantica de otra generscién, se convirtié en un simplon, Los molines de viento con los que luchaba eran los ad. wergaries serios de un mundo apenas desvanecida, pero luchar con ellos cuando el mundo ya no los consideraba serios resultaba delirante, Amaba a su Dulcinea de la ma- nera mas tradicional en la caballeria, pero era otra verslén del amor Is edecuads a ¢se tiempo. y su fervor fue atrh buido @ locura, Estos mundos apuestos que en las culturag primitives que hemos considerado estan separados entre sian al os Paclo. en la moderna historia oecidental frecuentemente Se suceden en el tiempo. E1 resultado principal as el mis Mo en tode caso, pero Ia importincia de comprander al fa. ndmeno es mucho mayor en ¢| mundo moderno, donde no Podemos escapar, aunque lo quisiéramos, de la sucesién de lag configuraciones en al tiempo. Cuando una cultura 65 un mundo en si mismo, relativamenta astable como la sultura esquimal. por ejemplo, ¥ geogrdficamente aislada de todas las otras, el asunta e9 sencillo. Pero nuestra clvilizacién debe entrentarse con modalidades culturslos que se hunden ante nuestros ojos y donde otras nuevas hhorizonte, Debemos estar dispuestos a tomar en cuenta modalidades eamblantes aun cuando se trate de Is moral en ia que fuinvos cto: dos. Asi coma estamos impedidos de trater problemas éticos mientras nos atenemos a una definicién absoluta de fa moral, estamos impedides de encarar la sociedad hue mang mientras identificames nuestras costumbres locales con las inevitables necesidades de la axistencia, 231

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