Todos hemos estado alli. La reunién decisiva en la que uno
plantea una idea nueva o una propuesta que le apasiona. Un de-
bate vertiginoso desemboca cn un flujo de apoyo que parece a
pinta de alcanzar la masa critica Y entonces, en un momento
desastroso, las esperanzas se desmoronan cuando alguien pro-
nuncia las fatidicas palabras: «Permiteme que haga de abogado
del diablo...».
Tras invocar el tremendo poder protector de esa frase apa-
rentemente inofensiva, el autor de dichas palabras se siente en
plena libertad para convertir la nueva idea en blanco de la criti