Una Sociedad Corrompida PDF

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ma ica cui Capitulo 1 SINTOMATOLOGIA MoRA\ SOCIEDAD PDENTESE A Para Ilevar a cabo cualquier proyecto es prudente em- pezar analizando el terreno en que vamos a desarrollailo, no sea que utilicemos materiales poco idéneos y nuestro esfuerzo acabe siendo totalmente initil, Por eso empe- zaremos este libro intentando tomar el pulso a la sociedad en que vivimos, que no sélo es la espafiola, porque los paises del mundo llamado «desarrollado» se parecen tanto entre sf, que lo que de aca pueda decirse es perfectamente extensible a la mayor parte de las sociedades con demo- cracia liberal. De todas elllas se viene diciendo de un tiempo a esta arte que gozan de una salud bastante precaria. Hundidos, al parecer, en la noche de los tiempos los ideales ut6picos del 68, puestos en tela de juicio valores tradicionales, pa- rece que la sintomatologia moral de nuestra situacién —se- ‘gin ciertos expertos— arroja datos tan preocupantes como Jos siguientes: individualismo egoista, ausencia de soli- daridad, consumismo, hedonismo—que consiste en el dis- _ frute del presente sin ambiciones de mas largo alcance—, rechazo —por lo tanto— de cualquier compromiso de fu- fon de la militancia, debiitamiento de y conyusales”. va a resumirse en dos Consideracig, nes generale, continuando com Jos mencionados expertoy, sd esta corzompida ¥ en ella 10s valores se esta soe, gquién no ha odo hablar de la cris ie yan nuesra convivencia cotdiana, sobre todo en Io saa ire a Ta politica? De todo ello suele extraerse ues dpcsion que nuestra pobre sociedad se encuen. con an grado de enfermedad alamante, proximo al foma profundo, Sacarla de semejante situacion parece imposible. sin embargo, como observaré el lector, la retahila de sismoso que acabamos de citar y las conclusiones extraidas de ella componen una mezcolanza bastante extrafia de co- ‘95 tan heterogéneas que poco nos ayudaré a la hora de analizar qué males nos aquejan en verdad, qué rasgos de Jos mencionados nada tienen que ver con enfermedades, ni por supuesto para extraer de abi conclusiones para lo- far una mejoria, si es que es necesaria, En esas noches los ie tos los gatos son pardos,y Io mismo da el in _ dividualismo que la corrupcién, la crisis de valores que el 8¢ saca poco en limpio para intentar sanar a ‘no se sabe en buena ley de qué ices. ley de qué esta enfermo, ni sociedad corrompida, para pasar después a comentar a Sppaciente. ¥ me gustaria mucho que el lector recordara ta palabra reanimar, que significa devolver a quien la esta set dol dnima o elanimo, es dec, exe impulssven fue Te lena de fuerzas, de energias, de ilusién, de ganas de comerse el mundo. " En este sentido ha recordado José Luis L. Aranguren, siguiendo una tradicién orteguiana, que la éica es un que- hacer que consiste en la forja del caracter. Nacemos con un determinado cardcter. pero vamos modificindolo Gon nuestro actuar, y podemos encaminarlo hacia la ple itud 0 hacia la degeneracién, hacia la dicha o hacia la desgracia’. No ¢s licito, pues, confundir la ética con un conjunto de deberes morales, como ha venido haciéndose en exceso. Tan en exceso que para un buen numero de gentes la pre- ‘gunta por la fundamentacion de la moral se identificaba, {ye identifica, con la pregunta «zpor qué debo?»; 0, dicho de forma mas explicita: «epor qué debo cumplir determi- nadas normas contrarias a mis apetencias?». La moral apa- rece entonces como un pajaro de mal agiiero, como los acicutas» del televisivo Un, dos, tres, que tocan una cam- panita cuando alguien transgrede una norma, incumple un deber, a poder ser sexual. Ciertamente en el hacerse ético contamos con orien- taciones para llevar una vida en plenitud, orientacio- nes que pueden expresarse como valores que merece 2 ‘pena encamar, deberes que ¢s preciso cumplit, virtudes que conviene asumir, Pero lo importante de todos ellos €$ que carecen de sentido si no alumbran el camino de * S101 arangoen, Ec, Rev; de Oceideme, Mai, 1988 ° va eda, sto ayudar 2185 PEFSONAS 2 Sr alas moral’. Torgue el quchacerérco consiste en un entrenamien, 4 tual podemos ir encontrandonos en form, suka te aoc te desarollar determinadas capacidades y habilidades qi, to aia, el eestar en plena forma» humane, el estar alto, te moral, requere ejrcici. ¥ tener la moral alta no si fifiea tener um objeto entre as manos, sino haber adqy ‘ido mediante actividad la actitud necesaria, la predispo, sieidn adecuada para enfrentar los retos vitales con altura humana, ‘Una moral alta es sin duda lo contrario de la desmo. ralizacion, de ese estar desanimado, sin énimo, sin fuerzas para obrar. Por eso lo grave de una sociedad baja de moral no es tanto que en ella se cometan corrupciones y trans. gresiones concretas, como que el tejido social esté tan falto de sol, de vitaminas y de entrenamiento, que sea incapaz de responder dignamente a la realidad. Y esto es lo que le ___sucede, afin de cuentas, a una sociedad que no sabe qué a on los gitanos, con los inmigrantes y con los dis- ‘una sociedad sin energias para asumir su res- d, para hacerse cargo de la realidad. ig Ellacuria, siguiendo a Xavier Zubiri, que diferencia del animal, no funciona siguiendo Janteamientos éticos han de serrealistas y no Fiealismos; deben tener lo que se lama «se jidad" Con este sentido de la realidad intentaremos abord, crisis de valores, porque no es lo mismo, en modo at fquno, «corrupciGn» y «crisis», como no’ es Io mises ecrisis» y emuerte». Recuerdo en este punto la interven ‘idn de un amigo en una mesa redonda, en la que afirind airado: «esta sociedad ya no tiene ilusién, esta sufriendo tuna crisis de valores, esté muerta». Sin embargo, convie. ne recordar que los muertos no estan en crisis, y dstinguir cuidadosamente esos tres fenémenos: comupcién, crisis, muerte. Una sociedad esta muerta cuando no existe para ella solucién alguna, Si yo creyera que la nuestra lo esta, no escribiria ni este libro ni ningéin otro, {,Una sociedad o una persona estan corrompidas cuando han ido perdiendo la sustancia que les es propia. La iinica salida razonable es entonces tratar de indagar las causas € intentar poner remedio, que es a lo que dedicaremos este capitulo, en la medida de nuestras fuerzas. Que una sociedad 0 una persona estén en crisis to- davia algo ambiguo, porque la crisis es aquel momento de tuna enfermedad en que el proceso de la misma puede de- cantarse hacia la curaciGn o hacia la muerte, o bien aquella etapa de la vida en que se produce un fuerte cambio que puede Hevarnos al crecimiento y la maduracién —lo cual €s bien positivo— o al estancamiento, Por eso, ¢ Precis? erse en. ntido de la ea, Beauties jaa que ones rag scare ner enat una Teen prong ae as cs usa ats POCUBF ENC as el crecimiento y N0- hacia la muerte. >. DECOMO SE CORROMPEN LAS ACTIVIDADEs "SOCIALES Hl discurso de la cortupcién es hoy habitual en cua, quer Ambito social: medios de comunicacion, charlas de café y vida cotidiana en general. Sin embargo, equé es |, comupcion? } Corrupcién, en el més amplio sentido de la palabra, sig. nifia «cambiar la naturaleza de una cosa volviéndola ‘malas, privarla de la naturaleza que le es propia, pervir. tigndola, Es decir, que cuando una sustancia 0 una act vidad humana se corrompen, pierden su naturaleza, se

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