Línea Privada article from 2001 about Gilberto García Mena ("El June"), a former high-ranking member of the Gulf Cartel. The article covers his devotion of the Santa Muerte.
(Spanish): Artículo de la publicación Línea Privada del 2001 sobre Gilberto García Mena ("El June"), ex-integrante de alto rango del Cártel del Golfo. El artículo cubre su devoción a la Santa Muerte.
Línea Privada article from 2001 about Gilberto García Mena ("El June"), a former high-ranking member of the Gulf Cartel. The article covers his devotion of the Santa Muerte.
(Spanish): Artículo de la publicación Línea Privada del 2001 sobre Gilberto García Mena ("El June"), ex-integrante de alto rango del Cártel del Golfo. El artículo cubre su devoción a la Santa Muerte.
Línea Privada article from 2001 about Gilberto García Mena ("El June"), a former high-ranking member of the Gulf Cartel. The article covers his devotion of the Santa Muerte.
(Spanish): Artículo de la publicación Línea Privada del 2001 sobre Gilberto García Mena ("El June"), ex-integrante de alto rango del Cártel del Golfo. El artículo cubre su devoción a la Santa Muerte.
Garcia Mena
practicaba ritos
Satanicos,
dicen PGR y el
Ejército; cada
domingo asistia —
a misa y
comulgaba
Por Alejandro Almazan
GUARDADOS DE ABAJO, Tamps.
Lacuriosidad lleva a empujarla desvenci-
jada puerta de madera. Y entonces uno
descubre en este altar, uno de los lugares
preferidos de Gilberto Garcia Mena, «El
Junen; la muerte esta en todos lados.
Es extrafio, pero la tunica gris que lo en-
1
vuelve hace que este esqueleto se vea
como si en verdad fuera corpulento. Ade-
més, la guadatia, una filosa media luna de
cero, lo envalentona. Y no se diga su ro
tro, mudo, pues esto es simple y Hana-
ta y papel. Sélo es un cuadro de
vida Ta ha
Esté también ahi, estampada en las,
17 veladoras de rojo intenso, que tendrin
un par de horas encendidas, la tinica luz
cen este lobrego sitio. Son de esos vasos
de vidrio cilindricos y largos, como si fue-
rancirios, con lasilueta de la Santa Muerte.
Casi no se di
es dificil deleer,
suplican, le ruegan que I
iceda todos los favo-
ina majestad porque a
resignan a que un di
in
no, Una mezcolanza del bien y el mal.
se puede ver ahi, entre inca
bles botellas de tequila y de cerveza,
con la oracién en blane:
pero en ella I
proteja, que les c
reeGrafica de Gilberto Garcia Mena al momento de ser
trasladado por elementos de la PGR al penal de maxima
seguridad de Almoloya de Juérez
abrir. Tiene un manto rojizo que Ia arras-
tra. En los huesos que forman las manos
eva algo que ha de ser un tarro. Maria, la
cuidadora de este lugar, el traspatio de la
casa de «El June», dice que ahi la Santa
Muerte Hleva la vida y el dinero. Por eso
debe de tener cerca ese garrafén de plis-
tico, con agua verdusca y que es una lo-
ccidn para atraer la fortuna; «Ven Dinero»
le grabaron como etiqueta.
Las paredes también llaman la aten-
cién, En la que esti ala izquierda de quien
mira, intentaron pintar algo as{ como el
paraiso, pero se reduce a tres simples ga-
rabatos en forma de nubes con el rostro
de Jesiis de Nazaret, como si estuviera
quejéndose. Noes la cara de un cristo que
contagia tranquilidad. Alguien escribi6,
con plumén, sin mayor respeto por la es-
tética y reglas de lenguaje: «Christ sony
at the mens y womans in the world».
En la otra pared, con pintura en ae~
rosol, dibujaron algunos trazos. Espanta:
resulta ser la Guadalupana, nada més que
sin rostro y sdlo hasta el torax. Maria dice
que apenas la estaban pintando, por eso
se ve tan grotesca.
En este cuartucho, de ladrillo po-
drido, de oxidadas liminas, «El June» so-
lia practicar ritos satinicos, juran el Ejér-
cito y la PGR. Quién sabe. A los poblado-
Err m7
tes les da risa tal historia. Por el espacio,
‘unos tres metros cuadrados que asfixian,
ue no permiten mucho movimiento, re-
sulta dificil de creer. Ademés, en toda la
frontera chica de Tamaulipas, Ia Santa
Muerte esti de moda. Se puede ver en
dijes de oro, en cerimicas, en tatuajes.
{A poco les dio miedo? ;A poco ya
volvieron saténicos? pregunta Maria,
quien no sabe de su esposo Victor, desde
que se lo arrestaron los militares por sus
nexos con «El June»,
No, pero tiene algo.
Eso pasa nada mas las primeras ve-
ces. Luego te vas acostumbrando a la
muerte.
«EL JUNE»
COMPARTIA SU FE CON ALGO
(QUE PARECIERA MAS
RAZONABLE,
Es un nifio vestido de principe. Le
cuelgan figuritas doradas de un hombre
hincado; Ia gente los llama «milagritos».
Esté atrapado en una caja de cristal. Es el
iio de la Salud y, en su honor, bautiza-
ron asi a esta iglesia, bastante simplona
por fuera, pequefia, sin campanas, con
ventanas de vidrios polarizados, pintada
toda de amarillo
Fotografia de Osciel Cardenas
distribuida por la PGR
Dista a unos 200 metros de la casa
de «El June». Apenas tiene unos afios. Se
construyé con dinero donado por Gilberto.
Para ponerle una barrera al sol, le coloca-
ron aire acondicionado.
Todo lo que esté adentro, cuentan
los pobladores, fue donado por «El June»:
aquellos 12 cuadros de la pasién del Je-
siis mancillado, azotado, crucificado mi-
rando al cielo; la Virgen Maria de yeso,
pesada y grande, custodiada por José de
Arimatea; y aquel cristo con las manos y
los pies remachados en una cruz de ro-
ble.
Todos los domingos ahi se veia a
Gilberto tomando la ostia
Sabra Dios qué le forjé a «El June»
su obstinada devoci6n por este Nifio de la
Salud y por la Santa Muerte. Si se busca
al padre que oficia misa en este pueblo,
para hablar de «El June», s6lo se obtienen
largas y disimulos.
Es que el obispo de Matamoros me
ordend que me mantenga al margen, lo
siento dice con su ronea y vigorosa voz,
queno corresponde con su fisonomia: baja
estatura, escuilido, afioso y moreno.
~Nunca se dio cuenta que era
narcotraficante? En un pueblo todo se
sabe... Aqui la gente es buena, catdlica,
van a salir adelante con la bendicién de
19Dios. Ya vera.
«EL JUNE» TENEA UNA
DEBILIDAD: APADRINARA LAS.
QUINCEANERAS.
En Camargo, cabecera municipal a
la que pertenece Guardados de Abajo, y
en pueblos del municipio Miguel Aleman,
dicen que «El June» tenia una debilidad:
apadrinar a las quinceafieras
Y si. Ahi esti en la seccidn de so-
ciales de los periddicos, fotografiado, en
distintos fines de semana, con las jévenes
alas que apadrinaba. Fiestas inolvidables
en El Club de Leones 0 Milenio, salones a
los que asiste la élite local.
«El June» tenia sus propias fotogra-
fias en casa. Y emo no: eran de los 15
fios de una de sus hijas. En una de ellas
aparece con el bidlogo Ratil Rodriguez, el
alcalde prifsta de Miguel Aleman, que quie-
re ser diputado local,
Buscar al edil es complicado. Los
pobladores dicen que si de por si era difi-
cil tener contacto con él, ahora mas con
el escandalo y la Semana Santa encima.
Pero el alcalde es duefio de una
tacién de radio en Miguel Alemén, la
XEWD, donde los corridos y las cancio-
nes de nostalgia con banda forman la pro-
gramacién cotidiana, No, tampoco esta-
ba. El locutor dijo que se habia ido a des-
cansar por tanta tensién, tanto trabajo.
‘Al menos, se pudo conocer al alcal-
de en fotografia: en la seccién de sociales
del periddico local «Mafiana», pegado en
tuna de las paredes de la estacién: rechon-
cho, barba de candado, con problemas de
calvicie. Festeja los 15 aftos de
Yazmin Ivett. Don Pedro, un
charachero, dice que él fue a dicha fiesta.
Y ahi estaba «El June».
«EL JUNE» UN SIMPLE
GANADERO
Los sellos de la PGR han sido arran-
cados en varias casas incautadas, como
Ja que pertenece a dofia Maria, madre de
Gilberto. S6lo en una no han tenido que
hacerlo, porque no los pusieron: la de «El
June».
El mediodia del Jueves Santo hubo
movimiento dentro de la nifia no tan boni-
ta del pueblo. Es dofia Nelly, la esposa de
«El June», quien ha legado en una
Cherokee roja con blanco. Tiene una en-
trevista concertada con Televisa. Y sélo
hablar con ellos.
Desde afuera, tras las rejas del por-
ton, sobre la calle (la tinica pavimentada),
se ve a una mujer en pants oscuros, de
rubia cabellera tefiida, Viste una playera
con la «T» de la Universidad de Texas,
bordada en todo el dorso. Usa pesadas
ie ee
arracadas, anillos en casi todos los dedos
y delgada gargantilla; todo de oro. Esti
sentada sobre una de esas cuatros sillas
{que tienen como base raices de nogales.
‘A veces baja la cabeza y cierra los
ojos. En ocasiones, se ve abstraida, como
en una burbuja de silencio. A veces alta-
nera, reclamando por qué las autoridades
no persiguen a otros «criminales» como
Carlos Salinas, por qué a su esposo que
«es un simple ganadero, que ve por el pue-
blo, que es un amor».
LA NUERA DEL «JUNE»
LA UNICA QUE SE
ATREVE A HABLAR
Se llama Janet Garza y es nuera de
«El June». Es la tinica que ha accedido a
hablar. De tez blanca. Han de ser claros
‘sus 0j05, pero los oculta con unas gafas
con armazén dorado. Se queja del Ejérci-
to y del operativo que realizaron, «pare-
cia que estaban en guerra, hasta gases nos
echaron».
Se enoja cuando se le dice que los
visitadores de la CNDH no registraron nin-
guna violacién, ningiin reclamo, todo en
orden.
Se limita a decir que son tonterias
todo eso de que Gilberto, su hermano Juan
Anacleto y algunos sobrinos conocidos
como «Los Aerolitos» tomaron el control
Eredel trafico de drogas, en la frontera chica.
‘Comenta que esos Osiel Cardenas, Salvador Chava
Gémez 0 Hugo Baldomero Medina Garza, «El sefior de
los trdileres», «ni han de existir, son puras invenciones
policiacas».
Jura que un soldado se robs unas botas de piel de
cocodtilo y dejé de su suegro cuero y hule, por unas de
su suegro de piel de cocodrilo; las ensefiard més tarde
como prueba,
Liora cuando recuerda cémo Armando, el herma-
no de «El June», daftado por un derrame cerebral, em-
pez6 a tiritar cuando le pusieron el fusil en la cabeza.
Niega cada uno de los asesinatos que le imputan a
Gilberto: el de Armando Meléndez, el de Enrique Reyna,
celde Gerardo Sepilveda... Nole cabe en la cabeza, pues,
‘que su suegro tenga tantas historias negras de la fronte-
ra chica,
EXAGERARON. EL SE LA HA PASADO
AYUDANDO AL PUEBLO.
Es un tipo de buen corazén. Acaba de Hegar una
carta de una jovencita que queria que la ayudara a pagar
la universidad. Pobre, ahora se va a quedar sin estudiar.
La informacién de las autotidades dice otra cosa,
da otro rostro de Gilberto.
A ustedes fiicilmente los engafian. Les dicen que
todo lo malo era culpa de él y ustedes lo ponen.
ZY por qué se escondié nueve dias, si nada debia?
Porque las autoridades son injustas. Ya ven lo que
le pasé a Mario Bezares. Esto fue mala voluntad, envi-
dias,
¢Dequién?
No sé. Pero no es como lo estén pintando alli en
México, ;Puedo decir algo? Fox anda presumiendo que
va a acabar con todos los narcos. Pobre de él, se va a
tener que agarrar con todo el pais, esta leno de esto. Se
va a quedar sin pais.
Y SIGUE EL MATADERO
Una de las iltimas imagenes de Guardados de Aba-
jo: dos nifios, de cinco afios a lo mucho, Andan corre y
corre por todo el garage de la casa de «El June, 0 tre-
pandose al gusano de piedra junto a la alberca. Uno de
ellos es hijo de Gilberto; el otro es un sobrino. Y estén en
plena balacera, chorros de agua van de un lado a otto.
Las pistolas fluorescentes de plistico no dejan de dispa-
rar.
No comprenden, obviamente, que su padre, que
su tio esté en Almoloya, con un juicio encima. Ya lo
pensardn un dia. Ahorita se les acabé el parque, la reser-
va de agua de sus armas se ha agotado. Van al grifo a
abastecerse. A seguir el matadero.
Eee