Download as pdf
Download as pdf
You are on page 1of 4
Garcia Mena practicaba ritos Satanicos, dicen PGR y el Ejército; cada domingo asistia — a misa y comulgaba Por Alejandro Almazan GUARDADOS DE ABAJO, Tamps. Lacuriosidad lleva a empujarla desvenci- jada puerta de madera. Y entonces uno descubre en este altar, uno de los lugares preferidos de Gilberto Garcia Mena, «El Junen; la muerte esta en todos lados. Es extrafio, pero la tunica gris que lo en- 1 vuelve hace que este esqueleto se vea como si en verdad fuera corpulento. Ade- més, la guadatia, una filosa media luna de cero, lo envalentona. Y no se diga su ro tro, mudo, pues esto es simple y Hana- ta y papel. Sélo es un cuadro de vida Ta ha Esté también ahi, estampada en las, 17 veladoras de rojo intenso, que tendrin un par de horas encendidas, la tinica luz cen este lobrego sitio. Son de esos vasos de vidrio cilindricos y largos, como si fue- rancirios, con lasilueta de la Santa Muerte. Casi no se di es dificil deleer, suplican, le ruegan que I iceda todos los favo- ina majestad porque a resignan a que un di in no, Una mezcolanza del bien y el mal. se puede ver ahi, entre inca bles botellas de tequila y de cerveza, con la oracién en blane: pero en ella I proteja, que les c ree Grafica de Gilberto Garcia Mena al momento de ser trasladado por elementos de la PGR al penal de maxima seguridad de Almoloya de Juérez abrir. Tiene un manto rojizo que Ia arras- tra. En los huesos que forman las manos eva algo que ha de ser un tarro. Maria, la cuidadora de este lugar, el traspatio de la casa de «El June», dice que ahi la Santa Muerte Hleva la vida y el dinero. Por eso debe de tener cerca ese garrafén de plis- tico, con agua verdusca y que es una lo- ccidn para atraer la fortuna; «Ven Dinero» le grabaron como etiqueta. Las paredes también llaman la aten- cién, En la que esti ala izquierda de quien mira, intentaron pintar algo as{ como el paraiso, pero se reduce a tres simples ga- rabatos en forma de nubes con el rostro de Jesiis de Nazaret, como si estuviera quejéndose. Noes la cara de un cristo que contagia tranquilidad. Alguien escribi6, con plumén, sin mayor respeto por la es- tética y reglas de lenguaje: «Christ sony at the mens y womans in the world». En la otra pared, con pintura en ae~ rosol, dibujaron algunos trazos. Espanta: resulta ser la Guadalupana, nada més que sin rostro y sdlo hasta el torax. Maria dice que apenas la estaban pintando, por eso se ve tan grotesca. En este cuartucho, de ladrillo po- drido, de oxidadas liminas, «El June» so- lia practicar ritos satinicos, juran el Ejér- cito y la PGR. Quién sabe. A los poblado- Err m7 tes les da risa tal historia. Por el espacio, ‘unos tres metros cuadrados que asfixian, ue no permiten mucho movimiento, re- sulta dificil de creer. Ademés, en toda la frontera chica de Tamaulipas, Ia Santa Muerte esti de moda. Se puede ver en dijes de oro, en cerimicas, en tatuajes. {A poco les dio miedo? ;A poco ya volvieron saténicos? pregunta Maria, quien no sabe de su esposo Victor, desde que se lo arrestaron los militares por sus nexos con «El June», No, pero tiene algo. Eso pasa nada mas las primeras ve- ces. Luego te vas acostumbrando a la muerte. «EL JUNE» COMPARTIA SU FE CON ALGO (QUE PARECIERA MAS RAZONABLE, Es un nifio vestido de principe. Le cuelgan figuritas doradas de un hombre hincado; Ia gente los llama «milagritos». Esté atrapado en una caja de cristal. Es el iio de la Salud y, en su honor, bautiza- ron asi a esta iglesia, bastante simplona por fuera, pequefia, sin campanas, con ventanas de vidrios polarizados, pintada toda de amarillo Fotografia de Osciel Cardenas distribuida por la PGR Dista a unos 200 metros de la casa de «El June». Apenas tiene unos afios. Se construyé con dinero donado por Gilberto. Para ponerle una barrera al sol, le coloca- ron aire acondicionado. Todo lo que esté adentro, cuentan los pobladores, fue donado por «El June»: aquellos 12 cuadros de la pasién del Je- siis mancillado, azotado, crucificado mi- rando al cielo; la Virgen Maria de yeso, pesada y grande, custodiada por José de Arimatea; y aquel cristo con las manos y los pies remachados en una cruz de ro- ble. Todos los domingos ahi se veia a Gilberto tomando la ostia Sabra Dios qué le forjé a «El June» su obstinada devoci6n por este Nifio de la Salud y por la Santa Muerte. Si se busca al padre que oficia misa en este pueblo, para hablar de «El June», s6lo se obtienen largas y disimulos. Es que el obispo de Matamoros me ordend que me mantenga al margen, lo siento dice con su ronea y vigorosa voz, queno corresponde con su fisonomia: baja estatura, escuilido, afioso y moreno. ~Nunca se dio cuenta que era narcotraficante? En un pueblo todo se sabe... Aqui la gente es buena, catdlica, van a salir adelante con la bendicién de 19 Dios. Ya vera. «EL JUNE» TENEA UNA DEBILIDAD: APADRINARA LAS. QUINCEANERAS. En Camargo, cabecera municipal a la que pertenece Guardados de Abajo, y en pueblos del municipio Miguel Aleman, dicen que «El June» tenia una debilidad: apadrinar a las quinceafieras Y si. Ahi esti en la seccidn de so- ciales de los periddicos, fotografiado, en distintos fines de semana, con las jévenes alas que apadrinaba. Fiestas inolvidables en El Club de Leones 0 Milenio, salones a los que asiste la élite local. «El June» tenia sus propias fotogra- fias en casa. Y emo no: eran de los 15 fios de una de sus hijas. En una de ellas aparece con el bidlogo Ratil Rodriguez, el alcalde prifsta de Miguel Aleman, que quie- re ser diputado local, Buscar al edil es complicado. Los pobladores dicen que si de por si era difi- cil tener contacto con él, ahora mas con el escandalo y la Semana Santa encima. Pero el alcalde es duefio de una tacién de radio en Miguel Alemén, la XEWD, donde los corridos y las cancio- nes de nostalgia con banda forman la pro- gramacién cotidiana, No, tampoco esta- ba. El locutor dijo que se habia ido a des- cansar por tanta tensién, tanto trabajo. ‘Al menos, se pudo conocer al alcal- de en fotografia: en la seccién de sociales del periddico local «Mafiana», pegado en tuna de las paredes de la estacién: rechon- cho, barba de candado, con problemas de calvicie. Festeja los 15 aftos de Yazmin Ivett. Don Pedro, un charachero, dice que él fue a dicha fiesta. Y ahi estaba «El June». «EL JUNE» UN SIMPLE GANADERO Los sellos de la PGR han sido arran- cados en varias casas incautadas, como Ja que pertenece a dofia Maria, madre de Gilberto. S6lo en una no han tenido que hacerlo, porque no los pusieron: la de «El June». El mediodia del Jueves Santo hubo movimiento dentro de la nifia no tan boni- ta del pueblo. Es dofia Nelly, la esposa de «El June», quien ha legado en una Cherokee roja con blanco. Tiene una en- trevista concertada con Televisa. Y sélo hablar con ellos. Desde afuera, tras las rejas del por- ton, sobre la calle (la tinica pavimentada), se ve a una mujer en pants oscuros, de rubia cabellera tefiida, Viste una playera con la «T» de la Universidad de Texas, bordada en todo el dorso. Usa pesadas ie ee arracadas, anillos en casi todos los dedos y delgada gargantilla; todo de oro. Esti sentada sobre una de esas cuatros sillas {que tienen como base raices de nogales. ‘A veces baja la cabeza y cierra los ojos. En ocasiones, se ve abstraida, como en una burbuja de silencio. A veces alta- nera, reclamando por qué las autoridades no persiguen a otros «criminales» como Carlos Salinas, por qué a su esposo que «es un simple ganadero, que ve por el pue- blo, que es un amor». LA NUERA DEL «JUNE» LA UNICA QUE SE ATREVE A HABLAR Se llama Janet Garza y es nuera de «El June». Es la tinica que ha accedido a hablar. De tez blanca. Han de ser claros ‘sus 0j05, pero los oculta con unas gafas con armazén dorado. Se queja del Ejérci- to y del operativo que realizaron, «pare- cia que estaban en guerra, hasta gases nos echaron». Se enoja cuando se le dice que los visitadores de la CNDH no registraron nin- guna violacién, ningiin reclamo, todo en orden. Se limita a decir que son tonterias todo eso de que Gilberto, su hermano Juan Anacleto y algunos sobrinos conocidos como «Los Aerolitos» tomaron el control Ere del trafico de drogas, en la frontera chica. ‘Comenta que esos Osiel Cardenas, Salvador Chava Gémez 0 Hugo Baldomero Medina Garza, «El sefior de los trdileres», «ni han de existir, son puras invenciones policiacas». Jura que un soldado se robs unas botas de piel de cocodtilo y dejé de su suegro cuero y hule, por unas de su suegro de piel de cocodrilo; las ensefiard més tarde como prueba, Liora cuando recuerda cémo Armando, el herma- no de «El June», daftado por un derrame cerebral, em- pez6 a tiritar cuando le pusieron el fusil en la cabeza. Niega cada uno de los asesinatos que le imputan a Gilberto: el de Armando Meléndez, el de Enrique Reyna, celde Gerardo Sepilveda... Nole cabe en la cabeza, pues, ‘que su suegro tenga tantas historias negras de la fronte- ra chica, EXAGERARON. EL SE LA HA PASADO AYUDANDO AL PUEBLO. Es un tipo de buen corazén. Acaba de Hegar una carta de una jovencita que queria que la ayudara a pagar la universidad. Pobre, ahora se va a quedar sin estudiar. La informacién de las autotidades dice otra cosa, da otro rostro de Gilberto. A ustedes fiicilmente los engafian. Les dicen que todo lo malo era culpa de él y ustedes lo ponen. ZY por qué se escondié nueve dias, si nada debia? Porque las autoridades son injustas. Ya ven lo que le pasé a Mario Bezares. Esto fue mala voluntad, envi- dias, ¢Dequién? No sé. Pero no es como lo estén pintando alli en México, ;Puedo decir algo? Fox anda presumiendo que va a acabar con todos los narcos. Pobre de él, se va a tener que agarrar con todo el pais, esta leno de esto. Se va a quedar sin pais. Y SIGUE EL MATADERO Una de las iltimas imagenes de Guardados de Aba- jo: dos nifios, de cinco afios a lo mucho, Andan corre y corre por todo el garage de la casa de «El June, 0 tre- pandose al gusano de piedra junto a la alberca. Uno de ellos es hijo de Gilberto; el otro es un sobrino. Y estén en plena balacera, chorros de agua van de un lado a otto. Las pistolas fluorescentes de plistico no dejan de dispa- rar. No comprenden, obviamente, que su padre, que su tio esté en Almoloya, con un juicio encima. Ya lo pensardn un dia. Ahorita se les acabé el parque, la reser- va de agua de sus armas se ha agotado. Van al grifo a abastecerse. A seguir el matadero. Eee

You might also like