FREUD EN CIFRALEONARDO CASTELLANI
FREUD
EN CIFRA
EDICIONES DEL BUEN LADRON
Venezuela 1181 - Buenos AiresFREUD EN CIFRA
ANTE TODO
La informacién buena acerca de Freud es necesaria pa-
ra no tener informacién mala; porque hoy el judio vienés
“estd en el aire”, como dicen, -demasiado.
Freud es una de las glorias de la raza judia - para los ju-
dios. No ast para los austriacos, cuya creciente malque-
rencia fue lo principal (y no tanto el “Anschluss” con la
Alemania nazi) que lo movid a expatriarse a Londres.
Cuando pasé por Viena en 1935, todavia el popolino de
la hermosa capital del Danubio decia que el cancer en la
lengua (de que después murid) era castigo de Jesucristo
por haber blasfemado de su Santisima Madre - asunto so-
bre el cual no osaria opinar.
Aunque ni por suefios pensé en ser nombrado “exper-
to” del Concilio Vaticano II, hice para mi una lista de pro-
posiciones freidianas a condenar, si el Concilio se ocupa-
ra de las herejtas actuales; cosa que no hizo. Después aria-
di otras dos partes expositivas a esa lista; la cual me sirvid
para explicar en una conferencia tres principios bdsicos de
Ia filosofia aristotélico-tomista. Y después redondeé como
pude el conjunto a pedido de los beneméritos editores de
7.LEONARDO CASTELLANI
Cruz y Fierro. Y asf obtuve este Freud en cifra.
Para situar a Freud es necesario tocar de paso a su es-
cuela, sus seguidores y sus cismdticos; y a la ultima evo-
lucién de LA Psicandlisis (“Andlisis” es femenino y no
masculino, de modo que estdn bien los franceses al llamar-
la LA y no EL, como el espariol; engaiiado por el articulo
EL, euf6nico. Otro barbarismo que debe corregirse es la
socorrida “Libido”, que es Ilana, y no esdrijula, como la
hacen los “locutores”).
Marx, Freud y Telar Chardon no son la tiltima herejia,
pero son quizds fragmentos anticipatorios. Ast lo dice Hi-
llaire Belloc en “Survivals and New Arrivals” de los
dos primeros. Por diferentes que sean, hay entre ellos ca-
bles secretos. De hecho Telar aprueba a Marx, y ve al mar-
xismo, como uno de los movimientos hacia su “Cristo Cés-
mico”; y Freud suscita entusiasmo en los activos demole-
dores actuales de la antigua Tradicién y Religién Occi-
dental - 0 Universal, para ser exacto.
De modo que el conocimiento tedrico exacto de Freud
interesa también al hombre religioso.
LCCP.
15 de agosto, Asuncién de Maria, de 1966.
10FREUD EN CIFRA
Seccién I
PSICANALISIS
Exposicin
“Las teorias del médico vienés, después de haber hecho el
circuito de la Europa Central y los paises anglosajones, solici-
tan de mds en mis la atencidn rebelde del Occidente latino. El
freudismo est ad portas; mas atin; ya est adentro (1928). Con
una impertinencia rara y un lenguaje deplorable, él plantea a
los médicos, a los psicdlogos, los socidlogos y los etndlogos, los
pedagogos, los moralistas, los directores espirituales e incluso
los tedlogos una serie de enigmas extrafios, tan grotescamente
ataviados que se querria a veces despedirlos con un encoger de
hombros; pero delante los cuales, de todos modos, un dia ha-
bré que tomar posicién razonada...” (Joseph Marechal s. j, “Les
lignes essencielles du Freudisme”).
La aparicién de la psicandlisis de Freud volvié de nuevo in-
teresante la psicologia y la puso de moda: se puede decir que
fue un retorno a la ciencia del alma desde la pedantesca e inti-
til “Psicologia experimental’. Puede ser clasificado como psi-
cologia antropolégica.
De ahi que todos los psicdlogos contempordneos se han vis-
to obligados a ocuparse de esta hipdtesis de trabajo terapéuti-
co, aunque sea para combatirla o criticarla; como Klagues, Max
Scheler, 0 Wilhem Stern. Mas el freudismo era gruesamente
mitol6gico, y dende suscit6 de inmediato disenciones y cismas
entre sus mismos adeptos. Las doctrinas de Adler, Jung, Rank,
pese a las investigaciones y hallazgos personales, son REFUTA-
oeLEONARDO CASTELLANI
CIONES EN HL FONDO, y por lo tanto dependen de él: Adler no es
més que el polo filoséficamente contrario (Libido-Imperium;
biol6gico-social; pasado-futuro). Pero los contrarios estan en el
mismo plano - decian los antiguos. “Contraria sunt in eodem ge-
nere”.
Por haberse fundado sobre bases filoséficas deleznables, la
Doctnuna psicanalitica se volvié pronto un cass. Pronto los psi-
quiatras comenzaron a barajar las piezas sueltas de los “siste-
mas primitivos” (Freud, Adler, Jung, Rank) en nuevas combi-
naciones no siempre desprovistas (Ieal es notarlo) de algunos
aportes propios; y sobre todo de correcciones a los disparates.
Ya en 1929, un joven filésofo germano, Hans Prinzhom habia
clasificado al movimiento a la vez de PEUGROSO, FECUNDO E IM-
PRESCINDIBLE (es decir propio de la época) que, habida cuenta del
“oportet hereses esse” de San Pablo, son las notas de toda here-
jfa; expresando el desideratum de que el Caos desapareciese en
el Cosmos, Diez afios mds tarde Roland Dalbiez hizo una ex-
posicién decantada y critica del freudismo “método y doctri-
na”, que si no produjo el cosmos aliviané el caos: una de las me-
jores obras sobre la materia, escrita con estricto espiritu cienti-
fico y filos6fico. (R. Dalbiez, “La méthode psychanalytique et la
doctrine Freudienne”, 2 vol. Desclée De Brouwer, Paris).
Hoy dia el hiberno-americano Siillivan (Harry Stack) pare-
ce haber Ilegado a un bosquejo de sintesis rica y equilibrada, a
través de la clinica psiquidtrica, y no de las teorias solamente,
en sus “Concepciones de la moderna Psiquiatria’.
{Qué hard un estudiante hoy dia? Volverse “freudiano or-
todoxo” es lo mas simple - y lo ms desastroso; estudiar por si
mismo la balumba de docirinas diversas existentes y hacerse
una idea propia, es imposible a la mayoria.
12FREUD EN CIFRA
Aguardar la evolucién natural - y esperar lo mejor.
El freudismo en cifra
Es el més importante de los movimientos empiristas de la
Psicologia del pasado siglo. Nacido como un andlisis terapéu-
tico para la cura de la neurosis (“psicandlisis”) se dobl6 pron-
to de una doctrina psicolégica y vulgar, que se puede llamar
una mitologia, fundado todo ello en unos 40 afios de tenaz inves-
tigacién de Freud (1856-1939 -Obras Completas en castellano, 20
tomos, trad. Lépez Ballesteros, Biblioteca Nueva. Madrid,
1932).
Habiendo curado en 1892, en colaboracién con el doctor
Breuer, y por medio de la hipnosis, un caso de histeria, el joven
judio vienés, discfpulo de Charcot en la Salpetritre y después
de Bernheim en Nancy (es decir, en posesién de toda la novi-
sima psiquiatria de la escuela francesa, “Les Medications Psycho-
logiques”) hallé de golpe en esa experiencia clinica los elemen-
tos de su “método cathértico” de purificacién mental 0 liquida-
cién psicolégica, a saber:
1) la existencia del “Inconsciente” (subconciencia) la regién
def psiquismo inapercibida y activa, cuya exploraci6n serd des-
de entonces su objeto;
2) el “trauma”, causa de la neurosis, que Freud fij6 en un
atropello sexual sufrido en muy temprana edad; y después am-
plid mucho, conservando empero su cardcter sexual;
3) el “complejo” o imagen patégena, “repelida” y oculta;
13LEONARDO CASTELLANI
4) el “sintoma” 0 forma patente en que ella emerge, ya dis-
frazada;
5) la “censura”, mecanismo psicoldgico que bloquea la ima-
gen y la oculta;
6) la cura 0 correccién del mal, por elucidacién a fondo, 0
sea una “reviviscencia provocada’.
Freud abandoné muy luego la hipnosis, usada en este caso,
Por otros métodos de “exploracién psicoldgica” més normales
y finos. Este modo terapéutico contenia ya el esbozo de una ex-
plicacién causal de los trastornos psiquicos, con el germen de
todos los temas especiales del freudismo, es decir, de una doc-
trina psicolégica:
1) el famoso y discutido “pansexualismo” en su nocién de
“Libido” (el “eros” en sentido amplio, no solamente el instin-
to sexual formado) convertido en el motor central y tinico de la
afectividad humana;
2) el “Complejo de Edipo”, pecado original natural de la es-
pecie humana, consistente en la aversi6n al padre (en el varn)
y atraccién libidica hacia la madre;
3) una teoria del automatismo de los “actos fallidos”, del
ensuefio, del chiste, de todos los “sintomas”, e incluso (més tar-
de) de la angustia y la agresi6n, en funcién del “Inconsciente”;
con reglas para su interpretacién;
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Avisos y reglas cristianas: para los que desean servir a Dios, aprovechando en el camino espiritual. Compuestas por el maestro Ávila sobre aquel verso de David: audi, filia, et vide, et inclina aurem tuam