Introducción a

The Promise: The Darkness on the Edge of Town Story

DARKNESS ON THE EDGE OF TOWN

--------------------------------------------------------
After "Born to Run" I wanted to write about life in the close confines of the small towns I grew up in. In 1977 I
was living on a farm in Holmdel, New Jersey. It was there that I wrote most of the songs for "Darkness on the
Edge of Town."
I was twenty-seven and the product of Top 40 radio. Songs like the Animals' "It's My Life" and "We Gotta Get
Out of This Place" were infused with an early pop class consciousness. That, along with my own experience -the
stress and tension of my father's and mother's life that carne with the difficulties of trying to make ends meet -
influenced my writing. I had a reaction to my own good fortune. I asked myself new questions. I felt a sense of
accountability to the people I'd grown up alongside of. I began to wonder how to address that feeling. Also, at
that time, I was in a battle with my former manager for the rights and control of my music. I stood the chance of
losing much of what I had worked for and accomplished. All of this led to the turn my writing took on
"Darkness."
I began to listen seriously to country music around this time. I discovered Hank Williams. I liked the fact that
country dealt with adult topics, and I wanted to write songs that would resonate down the road. Film, always
important to my writing, became an even greater influence on this album. I always liked the flash and outlaws of
B pictures -Robert Mitchum in "Thunder Road" and Arthur Ripley's "Gun Crazy." I'd recently seen John Ford's
"The Grapes of Wrath" for the first time. I sought out '40s and '50s film noir such as Jacques Tourneur's "Out
of the Past." It was the feeling of men and women struggling against a world closing in that drew me to those
films. Even the title, "Darkness on the Edge of Town," owed a lot to American noir.
Musically I wanted the record to sound leaner and less grand than "Born to Run. " That sound wouldn't suit
these songs or the people I was now writing about. Chuck Plotkin, an LA record man, carne in near the end of
the album and helped us get a tighter, more modern mix. He helped us focus the songs in a way we'd been unable
to and allowed us to bring the record to completion. There was a lot of variation in the material we recorded, but
I edited out anything I thought broke the album's tension. After "Born to Run," I wanted to ensure that my
music continued to have value and a sense of place.
The songs were difficult to write. I remember spending hours trying to come up with a single verse. "Badlands,"
"Prove It All Night," and "Promised Land" all had a chorus but few lyrics. I was searching for a tone somewhere
between "Born to Run's" spiritual hopefulness and '70s cynicism. I wanted my new characters to feel weathered,
older, but not beaten. The sense of daily struggle in each song greatly increased. The possibility of transcendence
or any sort of personal redemption felt a lot harder to come by. This was the tone I wanted to sustain. I
intentionally steered away from any hint of escapism and set my characters down in the middle of a community
under siege. Weeks, even months went by, before I had something that felt right.
The songs carne together slowly, line by line, piece by piece. The titles were big: "Adam Raised a Cain,"
"Darkness on the Edge of Town," "Racing in the Street.""Adam Raised a Cain" used biblical images to summon
up the love and bitterness between a father and son. "Darkness on the Edge of Town" dealt with the idea that
the setting for personal transformation is often found at the end of your rope. In "Racing in the Street" I wanted
my street racers to carry the years between the car songs of the '60s and 1978 America. To make "Racing" and
those other big titles personal, I had to infuse the music with my own hopes and fears. Ir you don't do that, your
characters ring hollow, and you're left with rhetoric, words without meaning.
Most of my writing is emotionally autobiographical. You've got to pull up the things that mean something to
you in order for them to mean anything to your audience. That's how they know you're not kidding.
With the record's final verse, "Tonight I'll be on that hill…," my characters stand unsure of their fate, but dug in
and committed. By the end of "Darkness" I'd found my adult voice.

—1998

© Diciembre de 2012. Traducido por TheLonely.

Introducción a
The Promise: The Darkness on the Edge of Town Story

DARKNESS ON THE EDGE OF TOWN

--------------------------------------------------------
Después de Born to Run quería escribir acerca de la vida en los confines cercanos de las pequeñas ciudades en las
que crecí. En 1977 estaba viviendo en una granja en Holmdel, Nueva Jersey. Fue allí donde escribí la mayoría de
las canciones para Darkness on the Edge of Town.
Tenía veintisiete años y era el producto de los 40 Principales de la radio. Canciones de los Animals como “It’s
my Life” y “We Gotta Get Out of this Place” estaban imbuidas del primer pop con conciencia de clase. Eso,
además de mi propia experiencia —el estrés y la tensión que en las vidas de mi padre y de mi madre suponían las
dificultades de intentar llegar a fin de mes—, influyeron en mi escritura. Reaccioné ante mi buena fortuna. Me
hice nuevas preguntas. Me entró un sentimiento de responsabilidad hacia la gente junto a la que había crecido.
Empecé a preguntarme cómo manejar ese sentimiento. También, en ese momento, luchaba contra mi anterior
mánager por los derechos y el control de mi música. Corrí el riesgo de perder mucho por lo que había trabajado y
conseguido. Todo esto condujo al final a que mis composiciones se convirtieran en Darkness.
Alrededor de aquella época empecé a escuchar con atención la música country. Descubrí a Hank Williams. Me
gustaba como trataba ese country los temas de los adultos, y yo quería escribir canciones que pudieran resonar
más adelante. Las películas, siempre importantes en mis composiciones, se convirtieron en una influencia aún
mayor en este álbum. Siempre me han gustado los fogonazos y los forajidos de las películas de serie B: Robert
Mitchum en Thunder Road y la película El demonio de las armas de Joseph H. Lewis. Había visto recientemente
por primera vez Las uvas de la ira, de John Ford. Vi mucho cine negro de los cuarenta y los cincuenta, como
Retorno al pasado, de Jacques Tourneur. Eran los sentimientos de los hombres y mujeres luchando contra un
mundo tan opresivo lo que me atrajo de esas películas. Incluso el título, Darkness on the Edge of Town, le debe
mucho al cine negro estadounidense.
Musicalmente quería que el disco sonara más escueto y menos grande que Born to Run. Ese sonido no encajaría
con estas canciones o con las personas sobre las que estaba escribiendo ahora. Chuck Plotkin, un productor de
discos de Los Ángeles, vino casi con el álbum acabado y nos ayudó a conseguir una mezcla más tensa y más
moderna. Nos ayudó a enfocar las canciones de una manera que no habíamos sido capaces de hacer, lo que nos
permitió finalizar el disco. Había mucha variedad en el material que grabamos, pero descarté todo lo que pensé
que rompía la tensión del álbum. Después de Born to Run quería asegurarme que mi música continuaba teniendo
valor y sentido del lugar.
Las canciones fueron difíciles de escribir. Me acuerdo de haber pasado horas intentando que se me ocurriera un
simple verso. “Badlands”, “Prove it all Night” y “Promised Land”, todas ellas tenían un estribillo, pero muy poca
letra. Estaba buscando un tono en algún punto intermedio entre el optimismo espiritual de Born to Run y el
cinismo de los setenta. Quería que mis personajes se sintieran desgastados, más viejos, pero no hechos polvo. El
sentido de lucha diaria en cada canción se incrementó en gran medida. La posibilidad de trascendencia de
cualquier tipo de redención personal parecía un poco más difícil de conseguir. Este era el tono que quería
mantener. Yo evitaba intencionadamente cada vez más cualquier insinuación de escapismo y situaba a mis
personajes en el centro de una comunidad bajo asedio. Pasaron semanas, incluso meses, antes de que consiguiera
algo que me pareciera bien.
Las canciones se terminaron lentamente, verso a verso, pedazo a pedazo. Los títulos eran grandes: “Adam Raised
a Cain”, “Darkness on the Edge of Town”,·”Racing in the Street”. “Adam Raised a Cain” usaba imágenes
bíblicas para evocar el amor y la amargura entre un padre y su hijo. “Darkness on the Edge of Town” aborda la
idea de que el escenario para una transformación personal se encuentra a menudo al borde del abismo. En
“Racing in the Street” quería que mis conductores por las calles llenaran los años transcurridos entre las
canciones sobre coches de los sesenta y los Estados Unidos de 1978. Para hacer personales “Racing” y esos otros
grandes títulos tuve que imbuir la música con mis propias esperanzas y miedos. Si no se hace eso, los personajes
parecen vacíos, y te quedas con la retórica, con palabras sin sentido.
La mayoría de mis composiciones son emocionalmente autobiográficas. Tienes que arrancar las cosas que
significan algo para ti a fin de que ellas signifiquen algo para tu audiencia. Así es como ellos saben que no estás
bromeando.
Con la estrofa final del disco: «Esta noche estaré en aquella colina…», mis personajes no están seguros de sus
destinos, pero atacaban y se comprometían. Al final de Darkness había encontrado mi voz de adulto.
—1998
© Diciembre de 2012. Traducido por TheLonely.
Introducción a
The Promise: The Darkness on the Edge of Town Story
THE PROMISE
------------------------------------------------------------
On the opposite page is the essay I wrote for
"Darkness on the Edge of Town's" inclusion in our
book "Songs." It's straight to the point. "Darkness"
was my "samurai" record, stripped to the frame and
ready to rumble.
What you have in your hands is a new /old record.
The lost sessions of the recording of "Darkness"
that could have/should have been released after
"Born to Run" and before the collection of songs
that became "Darkness on the Edge of Town."
During the year we spent recording, we made many
albums. Add to this collection the material from
"Tracks" that had "Darkness" as its origin and you
have upwards of forty songs, four albums. We
released one. I still believe it's the right one or
perhaps I wouldn't be writing this and you wouldn't
be reading it right now. But… the music that got
left behind was substantial.
Over the past summer in anticipation of this release,
I went back to this music I'd abandoned thirty years
ago. It was like revisiting old friends who'd been
awaiting your return to close the circle on an
important experience that somehow had gotten
interrupted. All of these tracks are from the
"Darkness" sessions of '77/'78.* Where needed, I
worked on them to bring them to fruition. Many
stand as they were recorded all those years ago. On
those I worked on, I did what I would've done to
them at the time and no more. The additional
cherry on top of Bob Clearmountain's great mixes
brings out the music's best.
Post "Born to Run" I was still held in thrall by the
towering pop records that had shaped my youth and
early musical education. Echoes of Elvis, Dylan,
Roy Orbison, the full-voiced rockabilly ballad
singers of the Fifties and Sixties along with my
favorite soul artists and Phil Spector, thread
throughout. As I page through my thirty-year-old
"Darkness" notebook, I see a young man filled with
ambition, a local culture/B-movie-fueled florid
imagination, and thrilled to be a rock 'n' roll
songwriter. The nights of listening to Leiber and
Stoller, Goffin and King, Barry and Greenwich,
Mann and Weil, the geniuses of early rock 'n' roll
songwriting had seeped deep into my bones. Their
craft inspired me to a respect and love for my
profession that's been the cornerstone of the writing
work I've done for the E Street Band and my entire
work life.
© Diciembre de 2012. Traducido por TheLonely.
THE PROMISE
------------------------------------------------------------------
En la página opuesta está el ensayo que escribí para el
capítulo sobre Darkness on the Edge of Town que se
incluyó en nuestro libro Songs. Va derecho al grano.
Darkness fue mi disco “samurái”, desnudado hasta los
huesos y listo para entrar en acción.
Lo que tienes en tus manos es un nuevo/viejo disco. Las
sesiones perdidas de la grabación de Darkness que podían
haber/deberían haber sido publicadas después de Born to
Run y antes de la colección de canciones que se
convirtieron en Darkness on the Edge of Town. Durante
el año que pasamos grabando hicimos muchos álbumes.
Añade a esta colección el material de Tracks que tenía a
Darkness como su origen y tendrás más de cuarenta
canciones, cuatro álbumes. Publicamos uno. Aún creo
que es el correcto o, si no, yo no estaría escribiendo esto
y tu no lo estarías leyendo ahora mismo. Pero… la
música que quedó en el camino era importante.
Durante el pasado verano, en previsión de esta
publicación, regresé a esta música que había abandonado
hacía treinta años. Fue como volver a visitar a viejos
amigos que habían estado aguardando tu regreso para
cerrar el círculo de una importante experiencia que, de
alguna manera, había quedado interrumpida. Todos estos
temas pertenecen a las sesiones de Darkness del 77/78*.
Donde hizo falta, trabajé en ellos para llevarlos a buen
término. Muchas permanecen como fueron grabadas hace
tantos años. En aquellos que trabajé, hice lo que habría
hecho con ellas en aquella época y nada más. La guinda
del pastel adicional de las grandes mezclas de Bob
Clearmountain extraen lo mejor de la música.
Tras Born to Run yo estaba aún sometido por los
imponentes discos pop que habían moldeado mi
juventud y mi primera educación musical. Ecos de Elvis,
Dylan, Roy Orbison, las excelentes voces de los cantantes
de baladas rockabilly de los cincuenta y sesenta, además
de mis artistas favoritos del soul y Phil Spector, como
hilo conductor. Cuando hojeo mi viejo cuaderno de
Darkness de hace treinta años, veo a un joven lleno de
ambición, una cultura local/película de serie B
alimentaba su recargada imaginación, y entusiasmado por
ser un compositor de rock and roll. Las noches
escuchando a Leiber y Stoller, Goffin y King, Barry y
Greenwich, Mann y Weil, los genios de las primeras
composiciones del rock and roll habían penetrado
profundamente en mis huesos. Su arte me inspiraba un
respeto y un amor por mi profesión que ha sido la piedra
angular de mi trabajo de composición para la E Street
Band y para toda mi vida de trabajo.
Introducción a
The Promise: The Darkness on the Edge of Town Story
Music, music, music, big choruses, big melodies,
rich arrangements, that is the direction I initially
started to go in in the aftermath of "Born to Run"
but "Darkness" was also written and recorded at the
height of the punk explosion. I had a little record
shop in New York City where I bought all the early
punk singles as they hit the street. I took them
home, heard something unique, undeniable and not
so foreign to my experience. My musical path had
been chosen but the uncompromising power of
these records found its way onto "Darkness"
through the choices and themes of my material. I
culled my music to the toughest collection of songs
I had, songs that still form the philosophical core of
what we do today, swept the rest away and headed
on.
I'd been out of the recording scene for three years, I
was in my mid-twenties and already trying to prove
I wasn't a "flash in the pan", a "one-hit wonder", a
creation of the record company star-making
machine. I knew who I was (well, I was pretty sure)
and who I wanted to be. I knew the stakes I wanted
to play for, so I picked the hardest of what I had,
music that would leave no room to be
misunderstood about what I felt was at risk and
what might be attained over the American airwaves
of popular radio in 1978. Power, directness and
austerity were my goals. Tough music for folks in
tough circumstances. As the band and I played
through "Darkness" at the Paramount Theater in
the winter of 2009, I felt my original song selection
pick up the years and continue to hold the
congruity of a young man's choices made so very
long ago. They also fell pretty nicely into the adult
man's journey I find myself on today. At twenty-
seven, that is what I'd hoped for, that I'd written
something that would continue to fill me with
purpose and meaning in the years to come, that
would continue to mean something to me and to
you. The original "Darkness on the Edge of Town"
has done that for me and I hope it's done that for
you as well. I owe the choices we made then and
that young man their respect.
Still… a lot of sweet and important magic was
momentarily lost, so to everything there is a season.
Let me introduce to you some of my old friends,
"The Promise: The Lost Sessions from Darkness
on the Edge of Town".
--------July 26, 2010
* "Save My Love" written 1977, lyrics and recording 2010.
© Diciembre de 2012. Traducido por TheLonely.
Música, música, música, grandes estribillos, grandes
melodías, ricos arreglos, esa es la dirección que tomé
inicialmente para entrar en el período que siguió a Born
to Run, pero Darkness fue también escrito y grabado en
el punto álgido de la explosión del punk. Tenía una
pequeña tienda de discos en la ciudad de Nueva York
donde compraba todos los primeros sencillos punk que
hacían furor en las calles. Me los llevaba a casa, escuchaba
algo excepcional, innegable y no tan extraño a mi
experiencia. Mi trayectoria musical había sido elegida,
pero el poder inflexible de estos discos pasó a formar
parte de Darkness gracias a las elecciones y temas de mi
material. Seleccioné de mi música la colección de
canciones más fuertes que tenía, canciones que todavía
forman el núcleo filosófico de lo que hacemos hoy,
descartando el resto y siguiendo hacia adelante.
Había estado fuera de los estudios de grabación durante
tres años, estaba cerca de la treintena y ya estaba
intentando demostrar que yo no era “flor de un día”, un
“éxito pasajero”, una creación de la máquina de crear
estrellas de la compañía de discos. Yo sabía quién era yo
(bueno, estaba bastante seguro) y lo que quería ser. Sabía
a qué quería apostar, así que escogí lo más duro de lo que
tenía, música que no dejaría espacio a la mala
interpretación acerca de lo que me parecía que corría el
riesgo y de lo que podría conseguirse en las ondas
estadounidenses de las radios populares en 1978.
Potencia, franqueza y austeridad fueron mis objetivos.
Música dura para tipos en duras circunstancias. Mientras
la banda y yo tocábamos Darkness on the Edge of Town
en el Paramount Theater en el invierno de 2009, me
pareció que mi selección original de las canciones mejora
con los años y siguen teniendo la congruencia de las
elecciones que hizo un hombre joven hace tantos años.
También encajaban muy bien en el viaje del hombre
adulto en que hoy me encuentro. A los veintisiete años,
eso es lo que esperaría, que hubiera escrito algo que
pudiera continuar llenándome de propósito y sentido en
los años venideros, que pudiera continuar significando
algo para mí y para ti. El original Darkness on the Edge
of Town ha supuesto eso para mí y confío que lo haya
supuesto para ti también. Le debo un respeto a las
elecciones que hicimos entonces y a ese joven.
Aún así… un montón de magia dulce e importante fue
momentáneamente perdida, aunque para todo hay un
momento. Dejadme presentaros a algunos de mis viejos
amigos: The Promise: The Lost Sessions from Darkness
on the Edge of Town.
--------26 de julio de 2010
* "Save My Love" fue escrita en 1977, letra y grabación de 2010.