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Johan Konings La Biblia, su historia y su lectura Una introduccién eva vat ven), Egan anes) Schl, st histiria e leitura: wna inrodugans nis Gacia Fate) \ ses Lida. 1992, © Editorial Verbs Divino, 1995, Printed fn Span. Fos Goanpestcine Bonasay Pamplona, Impresiin: Gi cara, Willatuerta sNov nea? 1 egal: NA. 1202-2008 Dep ISBN: 97S-S4-8169-976-4 Indice de cuadros y mapas .. Sighs y abreviaturas .. Introduccién 1. Ante la Biblia 1.1. La Biblia por fuera 13. E] mundo de la Biblia 2a 22 Contenido Biblia-biblioteca . Antiguo y Nuevo Testamento Biblias judia, catdlica y protestante Divisién y orden de los libros biblicos Capitulos y versiculos ‘Texto original y versiones 0 traducciones Los textos originales y las versiones antiguas Las primeras traducciones a las lenguas modernas Las grandes traducciones actuales Introducciones, notas y comentarios ala Biblia 2Cémo leer la Biblia? . Lectura relevante Aproximar dos mundos Movimiento en dos sentidos El acontecer de la Biblia La tierra .. El «pueblo» y las «naciones» Los imperios del mundo biblico Los otros pueblos La vida del pueblo de Israel. Algo sobre la vida del pueblo El ethos de Israel Historia y literatura de Israel antes del destierro 3.1 3.2 Las fuentes. La historiografia profética El pueblo que viene del desierto 36 6. eno ge Sur 2 destierto. .. © S El espiritu de la historiografia deutcronomista [-ruci media sobre sus origenes 4.1. Bl final del destierro... 4.2. La «obra sacerdotal .. EI Pentateuco 5.1. Eluniverso y la humanidad (Gn 1-11) 5.2. Los patriarcas de Israel (Gn 12-50) 5.3. El éxodo (Ex-Lv-Nm) 5.4. El testamento de Moisés (101) El judaismo se 6.1, Las fuentes. La historiografia cronista 6.2. El retorno de los desterrados (Esd 1-6) a ecrane 4.3. Composicién del Pentateuco y de los Profetas anteriores La cuestidn de los «libros de Moisés» La «Biblia antes de la Biblia» ... Visién de conjunto. ... 4.4. Los grandes referentes de la autocomprension de Isracl Los patriarcas y la promesa a. Exodo-Alianza-Ley EI ciclo de Abrahan (Gn 12-25) El ciclo de Jacob (Gn 26-36) El ciclo de José (Gn 37-50) La liberacién de la esclavitud (Ex 1,1-15,21) Organizacién de Israel en el desierto (Ex 15,22-18,27) La alianza y la ley (Ex 19-31) Ruptura y renovacién de la alianza (Ex 32-34) as otras) leyes de Moisés (Ex 35-Lv 27) Del Sinai a Cades (Nm 1-19) De Cades a Moab. La conquista de la Transjordania Nm X Discursos introductories (Dr 1-11) er El -Cédigo deuterondmico- (Dr 12-26)... de la alianza (Dt 27-28) Discurso final, ultimos actos y muerte de Moisés (Dt 29-34) La celebra 69 69 70 73 73 75 aaa 80 80 82 89 90 94 95 96 98 100 100 102 103, 103 104 104 105 106 107 107 108, 108 i 112 116 Contenido 7 6.3. Juda en el siglo v a.C. (Esd 7-Neb 13) 118, 6A. Literatura para el culto 120 6.5. La Sabiduria de Israel 122 E) judaismo en la ¢poca helenista ... 125 7.1. Concepto y fuentes... 125 7.2. La época de los Tolomeos 0 Laguidas .. 7 126 7.3. La época de los Seléucidas y la lucha de los Macabeos ....... 128 7.4, La dinastia de los Asmoneos 130 7.5. Epoca romana 133 7.6. Intertestamento, 135 Las Escrituras cristianas 139 8.1. El acontecimiento referencial, Jestis de Nazaret 139 8.2. El evangelio antes de los evangelios 140 8.3. Los evangelios 143 8.4, La praxis de Jestis 149 Las comunidades cristianas. Su historia y sus Escrituras 155 9.1. Las primeras comunidades cristianas en el seno del judaismo. 155 157 163 166 9.2. La misién entre los paganos. Pablo... 9.3. Las otras Iglesias, antes‘del 70 d.C. 9.4, El cristianismo a finales del siglo 1 La «guerra judia» 166 El final del siglo 167 La Biblia viene hasta nosotros. ...sessenenre 179 10.1, El canon de las Sagradas Escrituras 179 10.2. Recepcién progresiv: 181 Recepcién 182 La recepcidn de la Biblia en Israel y en el judaismo 184 a recepcidn de las Sagradas Escrituras de Israel en el cristianismo ... seo 185, La recepcidn del Nuevo Testamento 187 El canon de la Biblia cristiana hoy ssecseoninnnenenennnes 188 10.3. La transmisién material del texto de la Biblia ... 189 y alfabero de los textos biblicos 189 Materiales 191 Forma . 192 La conservacién del texto del Antiguo ‘Testamento 192 El Nuevo Testamento 194 La conservacién del texto y las traducciones antiguas 196 8 La Biblia, su historia y su lectura 11. La lectura de la Biblia 11.1. La conversacién con la Biblia .. 11.2. Lectura y relectura de la Biblia en las comunidades 201 11.3. Los métodos de la cri Critica textual literaria ¢ histéricg ica histérica xiliaresm 11.4, Bl estudio histérico-interpretativo Superando el historicismo ... Estudio de la tradicién vee Estudio de los géneros y formas literarias originales El estudio de la redaccién 5. Los métodos seméntico-estructurales 11.6, La lectura sociolégica 11,7. Exégesis y hermenéutica .... 11.8. El pueblo como sujeto de la lectura bil 12. El libro de Dios y de los hombres. 12.1, Libro inspirado por Dios 12.2, La verdad de la Biblia ... 12.3, ;Para qué sirve la Biblia? ica 12.4. Conclusin «Cémo se habla a un amigo» Glosario Indice tematic Bibliografia Indice de cuadros y mapas Cuadros: 1. Lista comparativa de las biblias hebrea, griega, catélica y protes- tame Las relecturas deureronomista y sacerdotal del pasado del pueblo Origen del Pentateuco y de los Profetas anteriores .. Esquema de las fuentes de los evangelios sinépricos Esquema comparativo de los contenidos y orden de los evangelios eet Mirada retrospectiva. El nacimiento de la Biblia ~ Ideogramas y letras alfabéticas 8. La grafia de la Biblia hebrea 9. Transmisién del texto del Antiguo Mapas: 1, Palestina en el Antiguo ‘Testamento El Creciente fértil ... 2. 3. Pueblos del Antiguo Testamento 4. Israel y Juda 5. Elé odo .. 6. Elimperio persa... 7. El mundo helenista ........ 8. Palestina en tiempos de Jestis 9. Los viajes de Pablo. 30 Siglas y abreviaturas Siglas de los libros biblicos, por orden alfabético: Abdias Ageo Amés Apocalipsis Baruc Cantar de los Cantares Carta de Jeremias Golosenses 1 Corintios 2 Corintios nicas 2 Crénicas Daniel Deureronomio Eclesiastés Eclesidstico Efesios Esdras Ester Exodo Ezequiel Filemén Filipenses 3énesis: Habacuc Hebreos Hechos de los Apéstoles [sais Jeremias Job Joel Abd Flp Gal Gn Hab Heb Heh Is Jr Job J Jonas Josué Juan 1 Juan 2 Juan 3 Juan Judas Judit Jueces Lamentaciones Levitico Lucas 1 Macabeos 2 Macabeos Malaquias Marcos Mateo Miqueas Nahum Nehemias Numeros Oseas 1 Pedro 2 Pedro Proverbios 1 Reyes 2 Reyes Romanos Rat Sabiduria Salmos 1 Samuel Prov Rom Rut Sab Sal 1Sm 1 Timoteo: 2 Timoteo Tito les Tobias 2 Tes Zacarias <> de Cristo espuds de Cristo capitulo() siguiente versiculo Setenta (Biblia griega) término explicado en el Glosario, pag. 229. 1 Tim 2 Tim Tit Tob Zac Entre corchetes remitimos a la seccién del presente libro donde se trara el asunto, Introduccién «El Seitor hablaba con Moisés cara a cara, como un hombre habla con su amigo» (Ex 33,11) Los fieles Haman a fa Biblia «Palabra de Dios». Pero la Biblia dice que Dios hablé con Moisés como con un amigo... Si la Biblia es Palabra de Dios, gno participara de esa simplicidad que Dios usé con Moisés? No se puso al mismo nivel? Por eso, para entender bien la Biblia como expresion de una experiencia de Dios, es preciso conocer su hechura humana. Estudiar la historia de la Biblia para facilitar su lectura: eso es lo que nos proponemos en estas paginas. La Biblia es expresion de una experiencia religiosa bien determinada cn ef tiempo y en el espacio: la experiencia del antiguo pueblo de Israel y de las pri- mitivas comunidades cristianas. Pretendemos hablar de esta peculiar expe- riencia religiosa y de la literatura a la que dio origen. En principio, nuestro libro no supone que el lector comparta nuestro credo rcligioso, La Biblia no es solamente el libro sagrado de las diversas Tgl tianas y del judafsmo. También otras religiones, como el islam, recibieron su influencia, La Biblia formé decisivamente el lenguaje y los conceptos religiosos y culturales de gran parte de la humanidad. Mas todavia. La experiencia reli- giosa de Israel y del cristianismo, como experiencia humana, entra en el didlo- go que une a fodas las personas que buscan el sentido de la vida y de la histo- tia. La Biblia es patrimonio de la humanidad. jas crise Aunque el creyente se acerque a la Biblia bajo el enfoque de un saber reve- lado, no consideramos fuera de propésito nuestra intencién de abordar la Biblia cientificamente, buscando un saber objetivo, que pueda ser verificado por todos. Esto no excluye que, simultineamente, ¢| libro alimence la opcién reli- giosa personal del lector. Esperamos, sin embargo, que nuestra exposicién pueda aprovechat también a las personas que no pertenecen a la confesi6n cris- tiana o judia o, quizés, a ninguna confesién. Claro esté que nos hemos servido de los avances y descubrimientos alean- zados en el campo biblico. Pero la novedad esti en el modo de presentar las informaciones, que son patrimonio comtin de los estudiosos de la Biblia hoy. Por esta razdn no hemos querido sobrecargar la publicacién con la cita minu- josa de nuestras fuentes de informacién, limitandonos a indicar algunas obras de ficil acceso para las personas que quieren profundizar en el conocimiento de la Biblia. EL estudio del presente libro supone el uso concomitante del propio texto de la Biblia, al que nos referimos constantemente por el sistema de abreviaturas sefialado en las Siglas y abreviaturas. En el primer capitulo el lector encontrar indicaciones respecto a las ediciones actuales de la Biblia. Llamamos la atencién sobre el Glosario y el Indice temético que se encuer al final de la obra, Su uso facilitard la consulta y ayudaré al lector a fami “arizarse con el lenguaje técnico de la ciencia biblica. * Deseo expresar mi agradecimiento a las personas que me han animado y ayudado en la redaccién de este libro, que abarca un campo mucho mas amplio de lo que mi especializacién me permititia abordar, Agradezco a los colegas que han colaborado con su lectura y sus sugerencias en el mejoramienco de esta obra, especialmente al profesor Luis Stadelmann, por sus prudentes observa- ciones en lo que atafie al Antiguo Testamento. A Don Serafin Fernandes de Atatijo, arzobispo de Belo Horizonte, y al Padre Francisco R. Romanelli, pro- vincial de la Compania de Jestis, que concedieron su aprobacién para fa pub) cacidn de este libro, demostrando que el presente incenco de acercamiento a la Biblia tiene derecho de ciudadania en la Iglesia catélica. Fl autor 1 Ante la Biblia Desde que una persona se interesa por la Biblia ~poco importa si con adhesién de fe 0 con espiritu critico-, el estudio ciemtifico exige siempre algtin conocimiento de tipo informative que acompane al estudioso en su tara. Se trata de cosas quie es preciso saber para no pensar ni hablar sin conocimiento de causa, como a veces sucede. Hace poco tiempo, un conocido periodista tuvo la ocurtencia de airear una opinién del siglo pasado, diciendo que Jesucristo tal vez ni siquiera existid. Quien tenga un minimo de conocimiento erudito y actualizado sobre Ja Biblia sabe que hoy esta opinién est ampliamente superada por cl estudio metédico de la Biblia y de otros textos de la his- toria antigua Sin embargo, el conocimiento informativo de la Biblia afecta sélo a su lado externo. No es suficiente para una ver- dadera comprensién. Seria como querer comprender a una persona psicolégicamente mirando tan sélo sus aspecto fisico. No cabe duda de que el aspecto fisico ¢s muy revelador, Pero para comprender la psicologia de una persona es preciso penetrar en su vivencia. Un buen psicélogo comprende las vivencias de una persona sin comprometerse con ellas. Algo parecido es lo que haremos para comprender la experiencia religiosa expresada en la Biblia, prescindiendo de la adhesin formal de cada uno a la Iglesia 0 a la organizacidn religiosa. Pues bien, la manera como el psicdlogo comprende al que le consulta es dejéndole contar su historia. Lo mismo haremos con la Biblia. Por ahora intentemos adoptar esta perspectiva informaciva y comprensiva ante la Biblia, En estos niveles el estudio biblico es un cerreno en el que pueden dialogar creyentes y no creyentes; es un espacio de didlogo independiente del credo religioso de cada uno, Evidentemente, el que opta por una confesién reli- giosa y una lectura de fe respecto a la Biblia llegaré ademas a otro nivel de comprensién, que deberd ser iluminado en otro contexto. 16 La Biblia, su historia y su lectura 1.1. La Biblia por fuera Biblia-biblioteca En realidad, la Biblia no esté constituida por un solo libro. Siendo un solo libro ~y esto tiene su importancia-, es también una biblioteca, Por otra parte, el mismo término Biblia etimolé- gicamente es el plural de la palabra griega biblion (- libro); oi- ginalmente significaba, por tanto, vlos libros» Asi pues, es preciso estar atento al doble aspecto de la Biblia: su unidad y su diversidad. La Biblia constiruye una unidad en la diversidad’ de escritos auténomes. Cada libro biblico tiene su propia historia y tiene que ser leido sobre el fondo de su propio contexto histérico, géneto literario, intencién del autor, ec. Pero ademas la Biblia puede ser considerada en su unidad, para comprender por ejemplo por qué y en qué sentido Fue asumida por una determinada comunidad religiosa. En el presente estu- dio, después de los conocimientos enciclopédicos que propor- cionatain los primeros capitulos, trataremos de los diversos libros biblicos considerados individualmente, para dedicar finalmente tuna mirada mas atenta a la Biblia como unidad. Antiguo y Nuevo Testamento La Biblia esté dividida en dos grandes bloques. El primero, mas 0 menos las 4/5 partes del libro, se llama Antiguo (0 Viejo) “Testamento', mientras que el resto lleva el titulo de Nuevo Tes ramento. Esto, en las biblias de edicién catdlica 0 protestante En las biblias de edicién judia no se encuentra esta divisién, ya que falta por completo la parte correspondiente al Nuevo Testa- mento. La palabra «testamento»" no significa aqui, como podria pen- sarse, ol legado dejado respectivamente por Moisés 0 el pueblo de Israel, en los tiempos antiguos, y por Jestis de Nazaret en un momento posterior, Este término se refiere, en realidad, a un con- cepro central del Lenguaje religioso biblico: la valianza», firmada con testigos —de ahi «testamento»-, entre Dios y el pueblo. Las dos partes de la Biblia se refieren a la alianza sellada entre Dios y el pucblo, antiguamente por medio de Moisés y, segtin la comprensién cristiana, renovada o restablecida por Jesucristo. Como el judaismo no reconoce este papel de Jesucristo, tam- poco acoge los escritos sobre él como «Sagrada Escritura de la nueva alianza». Para el judaismo la alianza es sdlo una, la que fue sellada entre Dios y el pueblo de Israel por medio de Moisés Bibl De lo dicho se desprende que la Biblia judfa es menor que la Biblia cristiana: no contienc los escritos cristianos, afiadidos des- ias judia, catdlica y protestante 1. Ante la Biblia 17 pués de Jesucristo. Pero zcémo se explica quie, en el Antiguo Tes- tamento, la Biblia catoli testante y la judi contenga siete libros més que la pro- La diferencia puede constatarse mirando el siguiente cuadro Cuadro 1: Lista comparativa de las biblias hebrea, griega, catélica y protestante ANTIGUO TESTAMENTO, Biblia hebrea T Ley (Torah) Anterior ee Ketubim (Escritos) Gn Jos is Sal | Ex Jue Jr Job Ly (142) Sm i Prov | Nm (142)Re | doce «profetas menores» Rut Dt . Qs J Am Abd Jon Cant Mig Nah Hab Sof Ecl | Ag Zac Mal Lam Est Dn | Exd-Neh (1+2)Cr ANTIGUO TESTAMENTO. Biblias griega, catélica y protestante Libros histéricos Jos Jue Rue 1/2. Sm (ge. 1/2 Re) 1/2 Re (gt. 3/4 Re) 2 Cr (ge 1/2 Paralipémenos) [1 (63) Exd} Esd/Neh (ge. 2 Esd) + fragmentos deuterocan.) Jat Tob 1/2 Mac (314 Mac} Cartas de Pablo: Rom \12 Cor Ef Gal Flp Col 1/2 Tes 1/2 Tim Tit Flm Heb Cartas catélicas 0 universales: Sant 1/2 Pe 1 T Libros sapienciales Sal [0das} Prov Eel Cant Job Sab Felo | [Salmos de Salomén} Doce profetas «menores» Nah Hab Sof Ag Zac Mal Libros proféticos Is In Lam a de Jeremtas Ez Dn (+ fragmentos deuterocandnicos) BarlC (Os JI Am Abd Jon Mig cursiva: se encuentran en | y catdlica (libros deuter cursiva}:solamente en la griega (apocrifos © pscudoepigral NUEVO TESTAMENTO Evangelios: Mt Mc Le Jn Hechos de los apéstoles: ch “_Apocalipss: Sp Jn Ids as biblias griega rocanénicos) ficos) 1 Biblia, su historia y su lectura Ya antes de Cristo habia dos versiones de la Biblia: la original, en lengua hebrea, y la traduecién griega, para los judios de lengua griega. La Biblia griega inclufa algunos libros y capitulos de libros que no figuraban en el original hebrco. Los primeros cristianos eran en su. mayor parte judios de lengua griega; seguian, por tanto, la lectura de la Biblia griega, Peto cuando, a finales del siglo 1d.C,, los judios excluyeron definitivamente a los cristianos de sus sinagogas, decidieron aceptar solamente los libros del original hebreo; de esta manera, se quedaron con el llamado «canon (= lista) restringido», mientras que los cristianos siguieron usando el «canon amplio», en lo que se refiere al Antiguo Testamento, El prorestantismo, en el siglo XVI, pretendié «volver a los ori- genes» y adoped la norma judia en cuanto al contenida del Anti- guo Testamento, aunque conservando el orden de la Biblia griega y de la Vulgata (véase cadro 1). Por eso los judios y los protes- tantes tienen menos libros en ef Antiguo Testamento que los cat6- licos. En cuanto al Nuevo ‘Testamento, no hay ninguna diferencia entre los catélicos y los protestantes, aunque ~como es ldgico~ el Nuevo Testamento no figura en las biblias judias. Asi pues, existe una diferencia en cuanto al contenido entre la Biblia catdlica, por un lado, y la protestante y judia, por ocr. Ia catélica contiene siete libros (y algunas partes de libros) mas que los otros. La opcién catélica se justifica porque estos textos de més formaban parte de la Biblia de los primeros cristiano: son, por tanto, legitimos. Debido a la discusién sobre su acep- tacidn en cl canon*, o «canonicidad», estos textos reciben el nombre de «deuterocanénicos» (= canonizados en un segundo momento). Los protestantes los laman apécrifos*, pero esta ter~ minologia no es adecuada, ya que indica también otros libros, como veremos més adelante [10.1 Sobre las otras diferencias entre las biblias catdlicas y las pro- testantes volveremos a hablar mas adelante. Divisién y orden de los libros biblicos Al examinar el cuadro 1, constatamos que el orden de los libros biblicos es diferente en las biblias catélica, protestante y judia. Esto se explica historicamente. Biblia hebrea Los escritos de la Biblia judfa, que constan de tres categorias, fueron coleccionados en cuatro momentos: [P—‘Torah, la Ley (de Moi N—- Nebiim, los Profetas + anteriores, o sea, primera coleccién * posceriores, o sea, segunda coleccién K ~ Ketubim, los Escritos: = TENAK 1. Ante la Biblia 19 Uniendo las letras iniciales de las tres categorfas resulta la pala- bbra Zénak, con la que los escudiosos suelen denominar el canon* 6 lista de los libros de la Biblia judia, que consta de 24 libros (seguin el modo judio de enumerarlos); véase cuadro J. Biblias griega y cristiana Cuando se tradujo la Biblia al griego, se modificé el orden de los libros: — en la primera categoria se colocaron los libros histéricos, 0 sea, los que narran la historia del pueblo, y esto en el orden cro- nolégico de los episodios narrados (que no es necesariamente et orden de su composicién); — en la segundo categorfa aparecen los libros sapienciales, que contienen sabidurfa y poesia; en la tercera categoria estan los libros proféticos: primero, los cuatro profetas mayores (segiin la Biblia griega, que presenta tun Deuteronomio mis extenso); luego, los doce menores (con una leve diferencia de orden entre la Biblia griega y la cristiana). En todas las categorfas los editores de Ia Biblia griega inser- taron algunos libros nuevos, que surgieron 0 se conservaron en el ambiente de los judios de lengua griega (judeo-helenistas) Algunos libros recibieron otra denominacién: 1/2 Sm + 1/2 Re, por ejemplo, pasaron a llamarse 1/2/3/4 Re, de manera que | Re del hebreo es el mismo libro 3 Re del griego. En el euadro 1, los libros de la traduccién griega que exceden el rexto hebreo, pero fueron aceptados por los ctistianos, son seftalados como deute- rocanénicos; los que no entraron en el canon crist sefalados como apécrifos. La Biblia cristiana siguié la organizacién de la Biblia griega, pero excluyendo a los apécrifos. Mas tarde, los protestantes excluyeron también a los deuterocandnicos. Teniendo en cuenta que muchos libros que constituyen una unidad en la Biblia hebrea fueron divididos, mientras que otros aumentaron, pode mos contar actualmente en el Antiguo Testamento 46 libros en la Biblia catdlica 0 39 en la Biblia protestante. El Nuevo Testa- mento es idéntico para catélicos y protestantes, y contiene 27 libros Capitulos y versiculos Los libros biblicos se subdividen en capitulos y versiculos. Esta divisién no existfa inicialmente. La divisién en capitulos data de a Edad Media, y la divisién en versiculos, del comienzo de la modernidad, Esta divisién no siempre corresponde al sentido del texto; a veces separa indebidamente un pensamiento de su conti- nuacién y a veces une pensamientos entre los cuales existe un hiato. Cuando hay argumentos vilidos, el estudioso debera pres- cindir a veces de la divisién que encontramos actualmente. 20 La Biblia, su historia y su lectura 1.2. Texto original y versiones 0 traducciones En algunos libros existen incluso divisiones diferentes. Es frecuente constatar, en un encuentro biblico, que la Biblia del vecino tiene numerado muchas veces un versiculo con un miimero distinto de la nuestra... En el libro de los Salmos existe un desfase entre la numeracién de la Biblia hebrea y de las biblias modernas, por un lado, y la Biblia griega y latina, por otto. Y en el libro de Jeremias, hasta el orden del contenido es diferente en la Biblia gricga y, por consiguiente, también la numeracién de los respectivos capitulos. En la practica, la mayor parte de las personas no conoce la Biblia en su texto original, sino a través de traducciones. Esto es perfectamente normal, ya que los idiomas originales en que se escribié la Biblia ya no se hablan en nuestros dias, al menos en la forma de entonces. Para un estudio mas cientifico, conviene saber algo sobre el texto original y su relacién con las traduccio- nes usadas entre nosotros. Los textos originales y las versiones antiguas El texto hebreo del Antiguo Testamento Los libros del Antiguo Testamento (la Tenak*, en la nomen- clacura judia) fueron escritos originalmente en la lengua del anti guo pueblo de Israel, el hebreo; algunos capitulos de Daniel (Dn 2,4b-7,28) y algunos documentos citados en Esdras (Esd 4,8- 6,18: 7,12-26) estén en lengua aramea. Este idioma es una lengua hermana del hebreo y era hablado por los neobabilonios*, que dominaron en el Oriente Medio a comienzos del siglo Vi a.C. (2.2]. El arameo era la lengua administrativa durante el imperio persa (siglos Vi-1V) y siguié siendo utilizada como lengua comer- ial y coloquial en Palestina hasta después de Cristo. A comienzos de la Edad Media, el texto hebreo-arameo fue cuidadosamente copiado y revisado por especialistas, llamados emasoretas» (de massorah’, tradicién). Originalmente, la lengua hebrea se escribia solo con consonantes. Debido al creciente des- conocimiento de la lengua, el «texto masorético» afadié las vocales, por el siglo V d.C.s ¢s el texto que hoy se usa en la sina- goga y en los estudios biblicos (sigla: TM) [10.3] La Biblia griega 0 los Setenta En cl siglo 1V a.C., Alejandro Magno conquisté el antiguo imperio persa, incluyendo Palestina. El griego pas6 a ser la ler gua de la administracién y de la cultura. Muchos judios, no sélo en la adidsporan* (- dispersién), fuera de Palestina, sino incluso en la misma Palestina, pasaron a hablar en griego. Pero fue sobre todo en la importante ciudad de AAlejandria, en Egipto, donde la colonia judia desarrollé un norable esfuerzo de asimilacién de ke cultura helenista 1. Ante la Biblia 21 EI siglo 111 a.C., los judios de Alejandrfa comenzaron a tra- ducir la Biblia a Ja lengua griega. La tradicién atribuye esta tra- duccién a setenta sabios, de los que tomé nombre: Septuaginta 6 Setenta (sigh: LXX) Como hemos visto, los Setenta contienen mds libros que la Biblia hebrea (los deutcrocandnicos, aceptados por los cristia nos, y los apécrifos, rechazados por éstos) [1.1]. La traduc de los Setenta es fiel, pero no servil. El espiritu cientifico de esta traduccidn ~en términos de entonces se muestra en el hecho de que los libros, tanto histéricos como proféticos, estén reordena dos segiin un orden cronolégico. Los LXX fueron usados por los primeros cristianos, que eran en sui mayoria judios de cultura griega (helenista"), por ejemplo: Pablo, Esteban, Bernabé, Lucas, Marcos, etc. Por eso los estu diosos de la Biblia valoran hoy mucho esta traduccién. Mas tarde se hicieron otras traducciones al griego (Aquila, Simmaco, Teodocién), pero ninguna de cllas conocié una popularidad similar a la de los LXX El Nuevo Testamento EI Nuevo Testamento se escribié en Ia lengua de la mayoria de los cristianos del siglo 1, el griego popular, conocido como la soiné*, que suftié fuertes influencias del arameo, del hebreo y de otras lenguas semiticas*. Esto explica que el griego del Nuevo Testamento esté leno de semitismos, es decir, de expresiones 0 construcciones traduci- das literalmente de las lenguas semiticas. Asi, por ejemplo, el pronombre reflexive (a si mismo, se) en hebreo esté: muchas veces indicado por «su alma» (nafihé). El griego biblico, como mis tarde el latin biblico, traduce esto literalmente, por ejemplo en la expresién «salvar su alma», lo cual fue entendido por muchos lectores en un sentido espiritualista, como si no fuera importante salvar a toda la persona, ;que ¢s precisamente lo que quiere decir la expresin hebreal Otro ejemplo de semitismo es cl término «carne» (hebreo, basar), que generalmente representa a la persona humana precaria y mortal, pero no propiamente el cuerpo y menos atin las pasiones corporales, sexuales, etc. Eli- minando el semitismo, en muchos casos «carne» deberfa tradu cirse por «ser humano, instancia humana, condicién 0 natura- leza humana», o algo semejante. Pero el griego del Nuevo ‘Testamento no hace esta interpretacién y usa muchas expresio- nes de origen semftico traduciéndolas servilmente. La Vulgata En el siglo IV d.C., el emperador Constantino proclamé el cristianismo como religién oficial del imperio romano. A convirtié en la religion de Jas masas populares, incluso en la se stovia y su lectura Europa occidental (Italia, Espafia, Galia/Francia) y en el Africa septentrional, donde la lengua popular era cl latin. Se impuso entonces la necesidad de traducir la Biblia al latin. Después de varias traducciones parciales, hechas en Italia y en el norte de Africa, la traduccién aceptada oficialmente fue la que hizo l tedlogo romano san Jerénimo, en el siglo IV. Por ser una tra- duccién en lengua popular, se llama Vulgaca (de vnlgus, pobla- cidn) (sigla: Vg). La Vulgata fire adoptada como traduccién oficial para la Igle- sia occidental (latina) hasta hoy. Conocié diversas revisiones, sobre todo como consecuencia del concilio de Trento (1545- 1563), fa Vulgata sixto-clementina (bajo los auspicios de los papas Sixto Vy Clemente VI, por el afio 1600) y, después del concilio Vaticano II (1962-1965), Ja Neovulgata. Las primeras traducciones a las lenguas modernas Cuando surgi a finales de la Edad Media el movimiento de la Reforma en la Iglesia, los reformadores ~Lutero, Calvino, los anglicanos~ retomaron inmediatamente lo que habia sido la intencién original de la Vulgata: ofrecer la Biblia en la lengua del pueblo, Lo que pasa es que ahora la lengua del pueblo ya no era el latin, sino el alemén, el francés, el inglés, el espaol. Martin Lurero fue el primero en dar ejemplo. ‘Todavia hoy Jas Iglesias luteranas de lengua alemana se sirven de su Luther- Bibel, mientras que las Iglesias calvinistas de lengua alemana usan la traduccién de Ziirich o Ziircher-Bibel. En el ambito del protestantismo francés, el impulso se debi al reformador Juan Calvino. La Biblia protestante clésica en lengua francesa es la de Segond. En Espafia, fue el protestante Casiodoro de la Reina el que publicé una primera versién al castellano de la Biblia en Basilea (1569), reeditada luego con correcciones por Cipriano de Valera en Amsterdam (1602). En el mundo anglosajén, las versiones més conocidas son la encomendada por el rey angli- cano Jaime, la King James 0 Authorized Version (AV), y mis tarde la Standard Version (SV), recientemente revisada (Revised Standard Version, RSV). Todas estas versiones «protestantes clasicas» siguen el canon restringido del Antiguo Testamento (véase cuadro 1), segiin el criterio de los reformadores de volver al texto hebreo; por eso no contienen los libros deuterocansnicos (apécrifos*, en la texmi- nologia protestante) Tras la Reforma prorestante (siglos xv/Xv) y el concilio de Trento que le siguié (1545-1563), la Iglesia catélica afirmé ef valor de la Vulgata de san Jerdnimo y de todos los libros que ésca contiene, o sea, también los deuterocanénicos. Debido al peso dado a la Valgata, escrita en latin, la elaboracién de traducciones catélicas en lengua moderna se retrasé bastante. No obstante, e: preciso mencionar que desde el comienzo de la Edad Media exis 1. Ante la Biblia 23 ten versiones de los evangelios en diversas lenguas europeas. Pero Jas traducciones catélicas de la Biblia entera en lengua moderna s6lo empiezan a aparecer en el siglo Xvill. Generalmente se basan en la Vulgata y no en los originales hebreo (para el Antiguo Tes- tamento) y griego (para el Nuevo Testamento), lo cual provoca a veces alguna diferencia de lectura 0 de interpretacién en rela- cién con las traducciones protestantes?. En Espana, después de que en 1789 se levanté la prohibicién inquisitorial de leer la Biblia en lengua vulgar, aparecieron numerosas versiones parciales de los libros biblicos; las més conocidas, sin embargo, son las versiones completas hechas por el Padre escolapio Felipe Scio (1790-1793) y la del Padre Petisco, publicada mas tarde por el obispo Félix Torres y Amat (1823-1825). Las grandes traducciones actuales Histéricamente da la impresién de que la Biblia ha dividido a los judios, a los catélicos y a los protestantes. Realmente estas divisiones tienen ottos origenes. Sin embargo, en este siglo XX ha sido precisamente la Biblia la que ha aproximado no solamente a los catélicos y protestantes, sino también a los judios en rela- cién con los cristianos en general. Este movimiento de reaproximacién se refleja paradigmsti camente en las actuales traducciones de la Biblia. Los catélicos traducen ahora sus biblias cada vez més a partir de los origina- les hebreos y griegos, como hacen los protestantes, en vez de basarse exclusivamence en la craduccidn latina de la Vulgaca. Y los protestantes incluyen cada vez més los libros deuterocandni- cos, al menos como tn apéndice. Incluso algunas ediciones de la Biblia son preparadas por catélicos, ortodoxos, protestantes y judios en colaboracién. Esta evolucién emperé a percibirse cuando se public en francés la Biblia de Jerusalén, el aio 1956 (sigla: BJ). Esta Biblia debe su nombre al hecho de haber sido preparada por los profesores de la Escuela Biblica que mantienen los Padres dominicos franceses en Jerusalén. Aunque hecha por catdlicos, esta traduccién ha tenido bastante aceptacidn en las otras Igle- sias cristianas, gracias al carécter cientifico de sus notas ¢ ins- trumentos de apoyo y su fidelidad a los textos originales. Ha sido traducida a otros muchos idiomas, entre ellos el caste- llano. Un ejemplo eipico del peso de ka Vulgata es Jn 1,13, donde prictcamente todos los millaes de documentos texcuales leen, pensando en los files: alos cuales no nacieron (de la sangre)», miencras que la Vulgata lee: vel eual no nacié, apli- cando el cexto a Cristo, La leetura de la Valgata “incluso despues de abandonada por la Neovulgaca, eraduccidn oficial del Varicano~ sobrevive codavia en algunas traducciones calicas recientes, Se dio un paso mas con Ia elaboracién de traducciones por equipos ecuménicos 0 en convenio entre diversas Iglesias. Pode- mos mencionar en este sentido la New English Bibel (NEB), la New American Bibel (NAB), la Einheitsiberseteung de Alemania y, sobre todo, una traduccién ecuménica con amplios comenta- rios preparados por especialistas de diversas confesiones, en lett gua francesa: la Traduction Occuménique de la Bible (TOB). Ademés de estas biblias, de cufto cientifico o litirgico, est surgiendo otras traducciones, en lenguaje cotidiano o popular. Las mas conocidas entre nosotros son la Nueva Biblia Espanola, la Biblia del Peregrino, La Biblia y la Biblia de América de La Casa de la Biblia, la Santa Biblia, la Biblia latinoamérica, etc. Estas versiones traducen los textos originales de manera muy libre y «dindmica», es decir, mis en conformidad con el sentido que con las palabras, para que las entienda inmediatamente el lector popular. Parten del principio de que no tiene que haber obsticulo de orden lingiifstico para la comprensién. Basta la dificultad del mismo contenido. Introducciones, notas y comentarios a la Biblia Mas alla de la diferencia de contenido entre las biblias caté- lica y protestante (o judia), antes mencionada, se observa con frecuencia que las biblias catélicas contienen introducciones y notas, que no existen en las protescantes. Esta diferencia no tiene un significado esencial, ya que las introducciones y las notas no forman parte del texto biblico. Pero es verdad que el concilio de Trento, en el siglo XVI, pidié que los catélicos leyesen la Biblia bien en la lengua original 0 en latin, bien en una traduccién popular dotada de notas explicati- vas. Con esta medida, la Iglesia catélica querfa garantizar que las personas sin formacién teolégica encontrasen en la propia edi- Gién de la Biblia una orientacién para su lectura ¢ interpreca- cidn, a diferencia de la libre explicacién que exigian los protes- antes En estas iltimas décadas han evolucionado las cosas. Accual- mente, las biblias protestantes teaen notas comparativas ~para facilitar la comparacidn con otros textos dentro de la Biblia y cada vex mas introducciones y notas explicativas, especialmente Jas ediciones ecuménicas. Por otro lado, las notas de las biblias catdlicas han perdido st cardcter apologético o defensivo y son, sobre todo, de orden literario ¢ hist6rico, lo cual aplauden tam- bién los protestantes. Pero los mérgenes de las biblias no son suficientes para dar las debidas explicaciones de orden textual, histérico, literario y tcoldgico. Por eso, existen ya desde la antigiiedad comentarios biblices, obras que acompafian a los libros biblicos o a la Biblia entera frase por frase, explicando lo que se supone que interesa al lector, Esta costumbre se encuentra en todas las Iglesias. Algu 1.3. kos siglo Vil: Jr, Sof, Nah, Hab 550 siglo vir (Jr), Ez, 2.° Is, Abd Historiografta profetica ‘Appesar de que queremos evocar una imagen historica de este periodo en el sentido cientifico moderno, hemos de tener con- ciencia de que las fuentes no fueron escritas en esta dptica. Fue- ron escricas como «hiscoriografia profética», y no como historio- grafia cientifica. Cada historiografia tiene su enfoque especifico. No existe una hiscoriografia quimicamente pura. Por eso, la historiografia en la Rusia de Stalin era distinca de la del tiempo de Gorbachov. Las ftentes principales que tenemos para reconstruir la historia de Israel en su periodo clisico demuestran un enfoque particu- lar, que no es el de los hechos significativos para la politica uni- versal que se encargan de destacar nuestros manuales de histo- ria. El enfoque de nuestras fuentes es el enfoque profética: aquello que Dios juzga sobre la historia, cn conformidad con ka palabra de los proferas, considerados como sus portavoces. Por tanto, lo que podremos mostrar de modo objetivo en relacién con esta historia no serd el curso actual de los aconteci- mientos, sino la conciencia que Israel tuvo y grabé en su memo- ria respecto a los mismos. Profetismo La clave de lectura para comprender Ia coleccién que llama- mos «Profetas anteriores» -la historia de Isracl entre el éxodo de 3. Historia y literatura de Israel antes del destierro 47 Egipto y el destierro en Babilonia— es el profétismo, Los que escribieron esta historia vieron en ella una gran leccién profé- tica; desde este angulo es de donde vamos a intentar compren- der a nuestro interlocutor, el texto de la Biblia. Pero cqué es el profetismo? «:Por qué consiguié sobrevivir la nacién judia, cuando tan- tas naciones menores de la antigiiedad perdicron mis pronto 0 mis tarde su identidad bajo el yugo de los grandes imperios de Oriente Medio’... La dnica respuesta que explica los hechos es que los grandes profetas elaboraron una interpretacién particu- lar del curso de la historia e indujeron a su pueblo a aceprarla, al menos en un mimero suficiente para imprimir una nueva direccién a su historia para el futuro», Debemos ver a los profetas como a aquellos que dieron al pueblo de Israel la conciencia del significado de su historia (como pasado) y provocaron de este modo en Israel otra manera de hacer su historia (como proyecto para ¢l futuro). Fueron los guardianes de la fe en Yahvé y de la fidelidad a la ley de Moises y ala alianza. Defendicron el «monoteismo ético»* de Israel contra las otras vivencias vigentes en el ambiente de Israel por aquel tiempo. Las religiones de los pueblos vecinos eran poli- tetas daban culto a ls dieses y diosas locales de cada ciudad (baalim), de los que se esperaba la proteccién, la fecundidad y Ja fertilidad, Carecian del cardcter ético de la religién de Israel. Ponian el acento en el comportamiento ritual y no en el com- portamiento ético, considerando a éste incluso de poco peso ante la fatalidad con la que los dioses gobernaban el mundo. Fue contra este tipo de vivencia religiosa, transmitido por las influencias politicas y econémicas, contra el que los profetas del monoteismo yahvista amonestaban continuamente al pueblo israclita. {Qué tienen de especial los profetas de Israel? Los profetas no son un fenémeno exclusivamente israelita. En el segundo milenio a.C. habfa en Canaén, en Siria y en otras regiones cercanas, «videntes» que interpretaban o adivinaban los acontecimientos, recurriendo muchas veces al trance rcligioso, algo asi como los médiums de nuestros cultos espiritistas. Eran llamados nabies, nebiim. Un ejemplo tipico de profeta no israe- lita es Baladn (Nm 22-24), que, por inspiracién del Dios de Istael y en contra del deseo del rey moabira Balac, que le habian invitado, profetiz6 en favor de Israel. Poco a poco, el aspecto de adivinacién pasé a segundo plano, incluso porque no siempre los nabies eran fidedignos (cf, Dt CH. Dodd, The Bible Tada, Carabridge University Press, Nueva York, 2+ ed., 90-51 (Trad. esp: La Biba ef hombre de boy, Crstandad, Madtid 1973), Gifado por W. 5, Harrington, Chive para « Biblia: a revelagao, a promest, a reali ‘tio, Ed. Paulina, io Paulo 1985, 266s, 18.21-22: 1 Re 22.13-18: Mig. 3,5-8; etc.). Al menos en su epoca clasica. Israel sabia que no todo trance religioso es seftal de inspiracién divina, El acento se desplazé de la adivinacién a la vision de Dios y a la Jectura de su voluntad acerca de la reali- dad. Algunos profetas fueron asi verdaderos «guias espirituales» para el pueblo de Israel. Saban ver los hechos y las personas, incluso por dentro, con una mirada udivina», Eran la conciencia del pueblo y de sus dirigentes. Se les ilamaba «hombres de Dios», Exigfan fidelidad a la justicia que ensefiaba la «Ley» y ala alianza con el tinico Dios, Yahvé, en las mis diversas circunstancias, Por eso, la Biblia griega ~y las otras versiones después de ella~ tra duce el término nabi por «profetan, que significa «portavoz» (de Dios, en este caso). Sin embargo, seria un error pensar que los profetas pre-eseri- bieron, por asi decirlo, la historia. Esta se hace en un didlogo entre las condiciones materiales de supervivencia y desarrollo, por un lado, y un proyecto ~por cjemplo, de justicia y de paz-, por otro. Pues bien, precisamente por la constancia con que defienden este proyecto es como los profetas marcan decisiva- mente la historia del pueblo de Israel. Conviene distinguir bien a los profetas de los sacerdotes. Los sacerdotes ejercian el servicio de los sactificios. Originalmente, los sacrificios eran presentados por los padres de familia 0 por los jefes de la comunidad, los jueces; de esta manera, también el rey David Ilegé a ejercer el sacerdocio. Pero ya desde el régimen de las tribus habia «sacrificadores especializados», sobre todo en Jos tradicionales santuarios de Silo, etc. A partir de la construc: cidn del templo, el sacerdocio adquiere cada vez mas un estacuto oficial. En tiempos de David y de Salomén, el sumo sacerdore era nombrado por el rey. Los profetas, por el contrario, son estrictamente carismdtices, llamados por Dios ¢ independientes del culto organizado, aunque eventualmente algin profeta pueda ser sacerdore, como ocurre con Ezequiel. Los materiales de esta historingrafia La historiografia de los libros Josué-2 Reyes ~que identifica- remos més adelante como «obra deuteronomista», 0 sea, de la misma escuela que produjo el libro del Deutcronomio— no nacié de la nada, Mas adelante hablaremos del material con que se construyé el relato biblico que hoy tenemos (véase el c. 4), pero anticipando podemos apuntar algunas cosas en relacién con el periado que aqui nos ocupa. Para el periodo a partir de Salomén, los redactores usaron como documentacién principal los anales de los reinados de Judé y de Israel, mencionados con frecuencia (por ejemplo: 1 Re 11,41; 14,19.29; etc,). Para el periodo de David (siglo x1 a.C.), se supone la exis- tencia de una coleccién de historias respecto a este rey. Es pro- 2. El pueblo que viene del desierto 3. Historia y literatura de Israel antes del destierro 49 bable que semejantes colecciones estén en la base de los relatos sobre los profetas Elias y Eliseo, que actuaron en el siglo 1X a. Para el periodo anterior a David, la base del relato actual parece estar constituida sobre todo por material legendario. Es tipica en este sentido la figura del juez Sans6n, en Jue 13-16. La leyenda no es historia cientifica, sino celebracién de la memoria de os hérves. Sin embargo, muchas veces transmite también algunos raggos histéricos. Asf, la legendaria «caida» de Jericé (Jos 6) coin: cide con los descubrimientos arqueolégicos de las ruinas de Jeric En medio de esta materia encontramos documentos literarios antiquisimos, como por ejemplo el canto de Debora, en Jue 5 Hacia el 1300: campaiia de los egipcios contra los hititas. 1286: alianza egipcio-hitita Hacia el 1250-1230: el grupo de Moisés sale de Egipto (el éxodo) 1235: la estela del faraén Mernepta menciona su victoria sobre sdsrael». a partir de 1200: creciente presencia de los filistcos, Por el afio 1300 a.C. la parte occidental del Creciente fértil* estaba bajo el control de los egipcios: Palestina, Fenicia, Siria. Para los chijos de Israel», esto habia sido bueno durante algunos afios; una parte de ellos vivia en un tertitorio, Gessén, en la desembocadura del rio Nilo; esta situacién es el telén de fondo de la historia de José (Gn 37-50) [5.2]. Pero més tarde la situacién se hizo problematica. Los israeli: tas quisicron liberarse de los egipcios, Emigraron a Canaan, la «tierra prometida a Abrahin y a sus descendientes». Pero no sélo el libro del Exodo*, sino también la estela* del faraén Mernepta nos dice que los egipcios no dejaban escapar de su control a los israclitas. Incluso los principes («reyes») que reinaban en las ciudades- estados de Canaan eran controlados por Egipto. Lo que leemos en el Exodo —la liberacién maravillosa de los israelitas de la esclavitud de Egipto~ se inserta en un contexto hist6rico mas amplio de revolucién social contra el sistema de las ciudades- estados avasalladas por los egipcios y que ejercfan una dura explotacién sobre la poblacién campesina Los israelitas, en el libro del Exodo (y en 1 Samuel), son Ila- mados «hebreos»*, término que hoy se explica como equivalente de hapiru, poblacién extcanjera, emigrante y sin una organiza cién estatal. Por la propia Biblia sabemos que los hebreos se rebelaron contra el faraén de Egipto, 0 sea, contra el régimen de esclavitud en que se vefan obligados a vivir. La Biblia cuenta cémo consiguicron liberarse del faraén atravesando el «mar de los juncos», donde se atascaron los carros de combate de los egipcios (Ex 14). 50 La Biblia, su historia y sw fectara 3.3. La «Tierra prometida» Josué El lider de esta aventura fue Moisés. Su nombre es egipcio y significa shijo de...» acompafando al nombre de alguna divini- dad (pensemos en Ramsés, o Ramesés = hijo del dios Ra), Las narraciones biblicas le atribuyen una educacién en la corte egip- cia y una permanencia y matrimonio en Madién, reino érabe en la peninsula del Sinai. Lo cierto es que no hay posibilidad de verificar su registro de nacimiento, pero lo que cuenta la Biblia €s suficiente para arrojar una luz sobre su personalidad extraor- dinaria, ciertamente en términos culturales y_teligiosos. Se piensa que sus ideas religiosas pueden tener alguna relacién con su estancia en Madian y en el Sinai, donde recibié una revela- cidn del Dios tinico, Yahvé (Ex 3 y 6). La influencia de su sue- gro, cl sacerdote madianita Jetré, puede que no sea extrafia a ello. Por otto lado, también en Egipto hubo por aquel tiempo un xbrote de monotefsmo» (Akenaton © Amenofis LV, y Tutan- kamon, durante el siglo xIv a.C.). El libto del Exodo [5.3] presenta a Moisés como aquel por cuya mediacién los hebreos se consagraron a Yahvé como stt pueblo propio, «propiedad exclusiva» (Ex 19,5), Es el pueblo «elegidor de Yahvé, el Dios tutelar de Israel, el pueblo vinculado a dl por la alianza sagrada (véase Ex 19-24). Pero hemos de saber ‘que esta manera de caracterizar a los acontecimientos del Sinai Hleva ya consigo roda una teologia ulterior, que pondremos de relieve dentro de poco (véase el ¢. 4). Hacia el 1220: penetracidn de las tribus de Israel en la Palestina central, con Josué: Hacia el 1200: presencia de los filisteos. Hacia el 1130: victoria de las tribus de Israel sobre Sisara (Debora). Hacia el 1100: recesién de la influencia egipcia y aumento del dominio asito. 1150: victoria de los filisteos en Afec: muerte de Eli Dejando de lado, de momento, las «lecciones del desierto» que se nos dan en los libros del Pentateuco*, vamos a acompa- far a cste pucblo en su entrada cn cl territorio de Palestina, bajo. el liderazgo del sucesor de Moisés, Josue. El libro de Josué, redactado en el siglo v a.C. por la escuela deuteronomista*, contiene narraciones muy antiguas, como el relato de la batalla de Gabaén, sacado del desaparecido «libro del Justo» (Jos 10,12-13}. Conserva el recuerdo de las hazafias de los israclitas para ocupar la tierra controlada por los reyes de las ciudades fortificadas cananeas, En el marco de una ideologia de guerra de conquista, todo esto se le atribuye a Yahvé-Dios, CEA Lapp, Biblio: documento de isi, geoefi. agaelga Ed, Paulina, Se Paso 1979, 67 Jueces 3. Historia y literatura de Israel antes del destierro 51 visto como un caudillo guerrero, tal como lo presenta el «libro de las guerras de Yahvé> (cf. Nm 21,14). Un buen ejemplo de esta manera de ver las cosas es la conquista de Jericé, puerta de entrada de la Tierra prometida (Jos 5,13-6,27). En la Biblia, la conquista de las ciudades cananeas se ve como la continuacién del éxodo: la salida de Egipto se completa con la entrada en la Tierra prometida; el paso por el mar Rojo, para salir de Egipto, corresponde al paso del Jordan, para entrar en la Tierra prometida (Jos 3). Quizas la realidad fue mas com- pleja de lo que muestra esta visién lineal. Quizds se uata de una multiplicidad de conquistas, siendo tan solo una parte de fos israelitas la que participé en la hazafia del éxodo. La epopeya del éxodo sirve de simbolo para otras luchas de liberacién que debieron haber trabado las tribus de némadas y campesinos de Palestina y de Jordania, por aquellos afios, en contra de la opresién tirénica que los reyes locales de las ciue: des cananeas ejercian sobre la poblacién rural Hay teorias que dicen que por cl aio 1200 a.C. las aldeas campesinas iban adquiriendo fuerza y ntimero, quizds incluso por la invencién de cisternas impermeabilizadas para almacenar agua, con lo que los campesinos se hacian més independientes de las fuentes naturales. Los clanes se aproximaban, formaban cribus para protegerse mutuamente; las tribus se unian for- mando coaliciones contra los reyes locales, que a st vez hacian pacts entre si. Quizs pueda hablarse incluso de una coalicié permanente de las tribus, como ocurrié en la antigua Grecia Siguiendo el modelo del éxodo de los hebreos de Egipto, esta poblacién habria comprendido su lucha de liberacién contra los reyes de las ciudades fuertes de Canain como una guerra de cor quiista patrocinada por Yahvé ~episodio que nos narra el libro de Josué El libro de Josué termina con un capitulo impresionante sobre la opcidn de Josué por el tinico Dios Yahvé, ratificada por el tito de la renovacién de la alianza del Sinai (Jos 24). Por el anilisis literario sabemos que este capitulo refleja la conciencia profética del siglo Vi a.C. (escuela deuteronomista”), y por la historia sabemos que el monotefsmo yahvista no se vio inmune de las pricticas politefstas en boga entre los pueblos vecinos. Pero, de todas formas, se recuerda a Josué como al que orient6 alas cribus de Israel para que, una vez asentadas de forma seden- taria en la tierra de Canaan, no se cntregaran a las religiones cananeas, con todo lo que ello implicaba. De esta manera, la identidad de Israel cristaliz6 en torno a la fidelidad a Yahvé. La historia, después de Josué, contintia en el libro de los /ue- ces En aquel tiempo las tribus, subdivididas en clanes (grupos de familias), no estaban gobernadas por reyes; sus lideres no resi- 3.4, La monarquia Los libros de Samuel 1 de los Reyes un ex iss Gudades fortificadas. dominadas por los reyes loca- Jes. samo em bas abdeas de los campesinos. Eran llamados shofetim, que se cradmce por , aunque su funcién era mucho mas amaphia que ba meramente judicial. No ocupaban un puesto per- mumcaer, stew que surgian cuando se hacia sentir la necesidad: jurget conlficams —machas veces de propicdad de tierras-, orga- wizar al puchlo contra los tiranos. etc. Generalmente se les define como lideres carismiticos. esto s. inspirados por Dios; Jos impulsaba el -espiritu- de Dios (cf. Jue 6.34: etc.) Se distingue entre jueces menores, cuya actividad estuvo res- tringida al ambito de una tribu, y jueces mayores, que actuaban cn varias tribus. Uno de los jueces mayores mas célebres es una mujer, Débora la profetisa, que obligé al caudillo Barac a orga- nizar una guerra de las tribus contra la liga de los reyes canancos Jabin y Sisara (Jue 4-5) En Jue 9 se encuentra un ejemplo muy interesante de como se rechazaba entonces la existencia de reyes de tipo cananeot la historia de Abimelec. Después de la muerte del gran jucz Gedeén, un cananeo llamado Abimelec quiso hacerse proclamar rey, alegando la necesidad de una centralizacién (Jue 9,2). Entonces Yordn, hijo de Gedeén, pronuncia como profeta, en nombre de Dios (9,7), un apdlogo que es una acerba critica con- tra el régimen monarquico, representado por Ia zarza que quiere reinar sobre los arboles frutales (Iéase Jue 9,7-15), eae SC«*@d Hacia el 1050: victoria de los filisteos, muerte de E Hacia el 1040: el profera Samuel, juez. Hacia el 1030-1010: reinado de Satil; muerte en Gelboé. | Hacia el 1010-972: David rey de Juda y, a continuacién, también de Istacl. 972-933: Salomén, rey de Judi y de Israel. Consteuceién del primer tempo, 933: muerte de Salomén y sublevacién de Jerobosn, proclamado rey de Israel (reino del Norte). | Los libros de Samuel narran cémo, en esta situacién, surgié el reino y la institucién mondrquica. Su relato abarca al tiltimo de los jueces, Samuel, y a los reyes Satil y David. La sucesién de David por Salomén constituye el comienzo de los libros de los Reyes, que relatan la historia de Israel y Juda hasta el destierro de Babilonia (386 a.C.). Poco después del episodio de Abimelee (Jue 9), no son sola- mente los reyes locales de Canaén, sino un enemigo mucho peor, los filisteos, los que amenazan a las tribus (Jue 13,1). Son los temidos «pueblos del mar» de los documentos egipcios, lle- gados de las costas o islas mediertineas (zcretenses?). Ocuparon Ia costa sur de Palestina por el afio 1175 a.C., cuando fueron 3. Historia y literasura de lsrael antes del destierro 53 expulsados de Egipto por el faraén Ramsés III. Aprendieron de los hititas la técnica del hierro y fabricaron armas muy superio- res a las de bronce que utilizaban los israelitas. Fue probablemente el peligro de los filisteos el que Hlevé al pueblo a pedir al dlimo jue, el profeta Samuel, el nombra- miento de un rey. Habiendo consultado a Dios, Samuel conce dié la uncién ~sefial de la eleccién divina~ a Sail, de la trib de Benjamin. Esto significaba un gran cambio. Antes, los jueces convocaban al pueblo para la guerra cuando era necesario (cf. Jue 5). Pero en el régimen monérquico habré un ejército per- manente, pagado con los despojos de los enemigos ~jpor tanto, sera necesario conquistar cada vez mas!— y con los impuestos y servicios prestados del propio pucblo, basindose en los «dere chos del rey» (I Sm 8,1 1-18) Un joven campesino, pastor, de la tribu de Jud4, se convirti6 en héroe del ejército de Satil: David (1 Sm 17), Considerado ya por Satil como rival, tras su muerte le sucedié en el trono. Com- plets Ia conquista de las ciudades cananeas (Jebiis, la futura capital Jerusalén) y las victorias sobre los filisteos. Trasladé a Jerusalén el «sagrario portatil» de los israelitas, la «tienda» con el arca de la alianza, que les hab(a acompaftado por el desierto; esto cra la sefal evidente de una centralizacién religiosa y consi- guientemente politica. Su hijo Salomén reforzé esta linea, construyendo en Jerusa- lén un templo definitivo y el palacio real. En rorno a su palacio se desarrollé tna cultura refinada que hizo de Salomén el expo- nente de la sabiduria (1 Re 4,29s; 10,15; etc. Cuando estudiemos el origen del Pentateuco (capitulo 4), veremos que en la base de esta obra hay varios documentos ante- riores. Fue probablemente en la corte saloménica donde surgi cl primero de estos documentos, un gran relato de la «historia» del pueblo, llamado Yahvista” por los estudiosos porque usa si teméticamente el nombre de Yahvé para hablar de Dios. En adelante, el pais de las doce tribus es un Estado politi mente organizado segtin el modelo de los grandes Estados vec nos, con los que incluso pretende igualarse Salomén. Organiza a los israclitas en 12 distritos, que han de encargarse de las obras de construccién (1 Re 4,7-19). Por esta razén -y por otras, como el resentimiento contra la hegemonia de la tribu de Judé— explotd una revuelta con ocasién de la muerte de Salomén; la dirigié Jerobodn, causando la ruptura entre Judé y las oras tri- bus (1 Re 11,26-40) Pero existe una instancia que se enfrenta con la centraliza- cidn politica y religiosa impuesta por David y Salomén: el pro- fetismo. El profeta Natan interficre en las decisiones de David (2 Sm 7), lo censura de parte de Dios (2 Sm 12), articula su n (I Re 1), etc. Sin embargo, no se observa una oposi- suces cidn entre este profeta y ka instituci in mondrquica hasta que la FENCIA , + Dar Jasor tS Yarmue bor + sunan H + Moguido Ramot * 4 G6 Galaad TSRAEL etsan ' + Tebe! / AMON + SAMARIA SAMARIA Ti + Squén A ite. Gariein + sie Bete! + Mispa JERUSALEN * Bolen FILISTEOS + Hebrén *Lanis + Gaza JUDA Borseba <. El cisma politico. El reino del Norte 3. Historia y literatura de Israel antes del destierro 55 comunidad de fe se vio desvittuada por intereses politicos y eco- némicos del Estado. Al contratio, parece preocupado por mejo- rar la calidad del régimen monarquico. 933: Sublevacién de Jerobodn y fundacién del reino del Norte, Israel; a continuacién, construccién de los santuarios de Betel y de Dan. Robosin, rey en el Sur (Juda). Hacia el 900: guerra de Israel contra la alianza de Siria y Juda. 886-875: Omri. 875-853: Ajaby alianza con Jud. El profera Elias, 1852-841: Jorn, Fl profeta Eliseo (hasta cerca del 800). 841-814: Jebii 803-787: Jods; creciente presencia de los asirios. 787-747: Jerobosn II: periodo de bienestar. Los profetas Amés y Oseas. a partir del 747: decadencia politica. 7221721: asedio y toma de Samaria por los asirios. Deportacién de la poblacién de Samaria a Asiria, El reino fundado por Jerobotin, con las diez tribus del Norte, fac inicialmente el més prospero de los dos y también el més democritico. Mientras que en el Sur, en Juda, reina una dinas- tia, es decir, la realeza pasa de padres a hijos, en el Norte tiene que ser conferida cada ver de nuevo por la reunidn de las tribus. Por esta razén los reyes del Norte cambian con mayor frecuen- cia que los del Sur’. Sin embargo, ya a comienzos del siglo IX, el rey Omri se con- virtié en el «Salomén del Norte», fundando una nueva capital para su reino, la ciudad de Samaria, y proveyéndola de todo el lujo que estaba de moda entre los déspotas orientales. Su hijo Ajab, influido seguin la Biblia~ por su mujer Jezabel, de origen fenicio, favorecié los cultos cananeos y fenicios en Samaria. Eran cultos de la fertilidad. La Biblia habla también de sacrificios humanos por aquella época (1 Re 16,34). En términos de politica internacional, el tiempo esté carac- terizado por el declive de la hegemonia egipcia y la amenaza cre- ciente de los asirios. Entretanto se da un complejo problema triangular entre los tres reinos menores: Juda, Israel y Siria, El rey de Israel, Ajab, desea fa hegemonia entre los tres. Gobierna Isracl con métodos centralizadores, Un matrimonio politico lo une con Jezabel, princesa fenicia, que con los intereses fenicios introduce también el culto a su baal". Scgin la Biblia, la misma Jezabel lleva a Ajab a violar la ley de la soberanfa de la vida y de Ia inalicnabilidad de la propiedad de cierras de las familias is- raclitas. Desea conseguir por usurpacién y homicidio la vitta de Los dos reinos tuvieron 19 reyes: en el Norte en dos siglos; en ol Sur en ca tro) Amés Oseas Nabor, lo cual da pie a una enérgica interven as (1 Re 21). Elias no es solamente un guardian de la fidelidad a Yahvé en. materia de religién (1 Re 18) y justicia, sino también una figura politica. El profetismo sigue siendo auténomo, al lado det rey. Elias es encargado por Dios de sustituir a los reyes de Siria y de Israel (1 Re 19,15-18). Un papel semejante representa su suce- sor, el profera Eliseo (2 Re 9-12) 1 del profera Puede ser que en este tiempo se originara en el Norte una historia escrita del pueblo de Isracl, que reunié en parte las mis- mas natraciones que el escrito andlogo ya existente en el Sur (el «Yahvistay* (3.4]). Pero el relato del Norte es de estilo mas aus- rero y profético que el del Sur, probablemente por causa de la fuerte presencia profética en el Norte. También es parco en usar el nombre de Yahvé para hablar de Dios ~solamente en la escena de la revelacién del mismo- y, en compensacién, utiliza el nom- bre genérico de elohim, por lo que es denominado Elobista* por los estudiosos [4.3] El siglo vit! se caracteriza por los crecientes abusos sociales en Israel, lo cual guarda ciertamente relacién con la mercantiliza- cién del pais. El antiguo orden de las tribus campesinas se ve per turbado por la extension de la vida comercial, que se escapa del orden social tradicional, Testigos de esta evolucidn son los pri- meros uprofetas escrituristicos», 0 sea, los profetas cuyos ordculos se han conservado en libros biblicos que llevan su propio nom bre: Amés y Oseas. Acttian durante el reinado de Jeroboan HI, es decir, por él afio 750 a.C. Amés censura con agresiva itonia los abusos sociales, contra- rios a la libertad y a la fraternidad que Yahvé habia proporcio- nado al pueblo al liberarlo de Egipto (Am 2,10-12). Sus orécu- fos sobre las clases dominantes de Samaria pertenecen a la més violenta critica social del mundo antiguo (Am 4,1-3; 6,1-7; etc.) Oseas utiliza en sus criticas la alegorfa de la esposa infiel, desarrollada més tarde por Jeremias y Ezequiel: Israel es como tuna esposa infiel que ha cambiado a su tinico marido, Yabvé, por otros maridos, 0 sea, daalim, como llamaban a los idolos cananeos (Os 2). También él usa como punto de referencia la liberacién del pueblo de Ia esclavitud de Egipto (Os 11). En estos escritos vemos nacer una corriente teolégica que volverd a exigir continuamente fidelidad a la alianza en nombre de la intervencién victotiosa de Yahvé en la liberacién de los israelitas sometidos al yugo de la esclavicud en Egipto. El marco referencial del pucblo de Israel es el éxodo y su estructura socio- religiosa se basa cn la ley mosaica, con exclusién de cualquier * No existe unanimidad sobre la cuestién de si este documento existié de hecho, o si se trata de rasgos de una ulterior reelaboracién redaecional del Yahvis. y de otras fuentes 3.6. El reino del Sur 3. Historia y literatura de Israel antes del destierro. 57 otro tipo de sistema que se queria imponer. Los pactos y los intereses politicos y comerciales no tienen autoridad alguna para derribar esta referencia, Hemos visto cémo en la corte de Salomén surgié un relaco de la historia del pueblo que culminaba en el éxodo: el Yah- vista". El reino separado del Norte no podia carecer de un escrito semejante. El andlisis cuidadoso del Pentateuco muestra cémo algunos elementos de este relato enordista» se encuentran también en el actual texto del Pentateuco. Los estudiosos le dan el nombre de Elobista*, ya que evita por reverencia el nombre propio de Yahvé y llama a Dios con el nombre genérico de elohim. Es notable la proximidad entre los fragmentos clohistas del Pentareuco y la predicacién de los grandes proferas del Norte. Escos profetas predijeron ademas las catastrofes que habfan de caer sobre Samaria. No pasé mucho tiempo hasta que aque- llo sucedié. En ef afio 724, Salmanasar V de Asiria puso fin al gobierno del rey de Israel, y el 722/721, después de un cerco de tres afios, arrasé la ciudad de Samaria y deporté a la poblacién, dispersindola por diversas regiones de su imperio, mientras que poblaba Samaria con poblaciones extranjeras, dando asi origen al sincretismo samaritano (2 Re 17, 933: Robodn, rey de Juda, 912-871: Asi, aliado de los sirios contra Israel 870-846: Josafar, alianza con Israel (Ajab). 841-835: reinado de Atalta 781-740: Azaria u Oxias. Hacia el 740: insistencia de los asirios (Teglat-Fa 740-735: Jotin, rey. Profetas Isafas y Miqueas. 735-716: Ajaz se hace vasallo de los asirios, 716-687: Ezequias: reforma religiosa; intento de independencia, 701: campafa de Senaquerib contra Jerusalén (susto). Contintia la | actividad de Isaias. | | Deuteronomio 640-609: Josias: restauracién politica y religiosa primiivo. Profetas Sofonias y Jeremias 612: los (neo)babilonios toman Ninive, capital de Asiria proferas Nahum y Habacuc. 609: batalla de Meguido: muerte de Josias (contra el faraén Necao) 609-598: rey Joaquin, 605-562: reinado de Nabucodonosor, rey de Babilonia, 598-597: rey Jeconfas, 598/597: Nabucodonosor conquista Jerusalén. Primera salida de desterrados a Babilonia, incluso del rey Jeconias. Nombramiento del rey Sedecias 58 La Biblia su bistovia y su lectura Asaias Hacia el 593: comienzo de la actividad del profeta Ezequiel. 589: sublevacién de Sedecfas: conflicto con Jeremias. 587/586: destruccién de Jerusalén y del templo por Nabuzardan, Segunda salida de desterrados. Godolias, nombrado gobernador. Asesinato de Godolias y represalia, Jeremias es expatriado a Egipto. 582/581: tercera salida de desterrados. Durante el siglo 1X, el reino del Sur, Jud, vivid préctica- mente a la sombra del préspero teino del Norte. Pero el siglo Vil resulté importante en la memoria del pueblo de Judd. El rey Ozias (781-740) restablecié su poder en direccién hacia el sur, donde Egipto estaba perdiendo su auronomia. E] 736 subi al trono el joven ¢ inexperto Ajaz. En su rei- nado resuenan las voces de los profetas Isaéas y Miqueas. Es el siempo en que se estan imponiendo los asirios, poco antes de la toma de Samaria (aiio 721). La actividad de Aafas se extiende desde la muerte de Ozias (740) hasta el tiempo de Ezequias (por el ao 700). Retrocediendo algunos afios, Is 6 narra la historia de la voca- cién del profeta, Otro texto caracteristico es Is 5, comparacidn de Jas monarquias de Israel y de Judd con una visa estéril (5,4). Conocedor de las fuerzas politicas y actuando junto a la corte de! rey de Judi, Isaias se opone a la ideologia dominance de hacer pac- tos con los extranjeros. Predica fa confianza absoluta en Yahvé. Critica tanto a Egipto como a Asiria, que, en ver de ser instru- mentos de Dios para castigar a los orgullosos, llegaron a personi- ficar el orgullo mas extremado (10,5-15; 14,24-27). Aconseja al rey Ajaz.una estricta neutralidad. Ajaz, sin embargo, amedrentado por el partido filo-asirio, hace un pacto con los asirios y de esta manera Juda se convierte en tributario de ese imperio. Isafas muestra al pueblo que Dios tiene un plan, cuya efecu- cién podrin comprobar los contemporineos. Esto no impide que sus pronunciamientos respecto a los acontecimientos préxi- mos, pot ejemplo el nacimiento de un hijo del rey Ajaz (7,10- 17), hayan sido lefdos posteriormente en un sentido mas uni- versal y entendidos como anuncio del Mesias muchos siglos mas tarde (cf, rambién 11,1-9)°. Isaias exe primero de los «grandes profetass, lamados asi por los numerosos briculos textos que dejaron, Los otros dos son Jeremias y Ezequiel, segtin la Biblia julia: la Biblia cristana incluye rambign a Danie! encre los grandes profes. Actual libeo de Isaias contiene oréculos de épocas posteriores, Por eso se habla de vescuels de Isaiass, que se prolongs durante mas de dos siglos. La composicidn actual de fibro es la siguiente: 33: oriculos originales de Istias 66. 24-27: wpran apocalipssr (anadido posterior) 66. 4-35: spequeno apocalipsisy (anadide posterioe) 66. 36-39: textos biograficns 66. 40-55: el Segundo, $656.66: el Tereer (época del destierto) fas (despues del destierro), Migueas Deuteronomio primitivo» 3. Historia y literatura de Israel antes del destierro 59 Miqueas, hombre de campo, denuncia mds especificamente los abusos sociales (Iéase Mig 2,1-5; 3,1-45 etc.). En los capfeu- los 4 y 5 aparece otra idea: la esperanza de un nuevo rey (mesfas), que superard al (ya idealizado) reinado de David. La caida de Samaria dara la raz6n a los dos profetas: el egois- mo de las élites entrega al pais en manos de los asitios y los pac- tos de vasallaje; en vex de apaciguar el apetito expansionista del impetio asirio, lo alimentan més aun. En adelante, la vor. de los profetas va a servir para prevenir al Sur, a Judé, contra un fin semejante al del Norte, Reforzada por la vor de los fugitivos del desmantelado reino de Israel, la predicacién profética encuentra ofdos en el sucesor de Ajaz, el rey Ezequias de Juda. Ezequias comienza una reforma religiosa, que consiste prin- cipalmente al menos en la éprica de los historiadores deuteroné- micos- en el combate a los cultos cananeos (2 Re 18,4). Se supone que fue en el reinado de Ezequias cuando la histo- grafia del Norte, la «narracién elohista», se fundié con la del Sur, la «narracién yahvista» [4.3]. ;Senal de aproximacién reli- giosa entre el Sur y los refugiados del Norte? De todas formas, el anilisis demuestra que, en esta fusién, tuvo mas peso el reino del Sur... Esto refleja la situacién politica: cl Norte esti privado de lideres, la tradicién de Israel se conserva en adelante en el Sur. No se tiene conocimiento de que la reforma de Ezequias pro- dujera efectos notables en la sociedad de Juda. Sus sucesores son los reyes «impios» Manasés y Amén, Pero en el 640 a.C, sube al trono el rey Josias, que recoge el proyecto de restauracién nacio- nal de Ezequias y lo leva a su ejecucién. En el plano militar, consigue reintegrar los tetricorios del antiguo reinado de David. En cuanto a la politica interna y a la vida teligiosa, Josfas hizo entrar en vigor una nueva legislacién, elaborada por los tedlogos del templo (2 Re 22) y proclamada como «libro de la alianza» (23,2) 0 ade la ley» (23,25). Quizés el hecho de que este libro fuera «descubierto» en el templo indica que fue escrito por lo menos iniciado mucho tiempo atrés, quizds durante la reforma de Ezequias, setenta aitos antes. Hoy estin de acuerdo los biblistas en que este libro (rollo} pudo haber contenido el mticleo esencial del actual Deuterono- mio, a saber, cl cuerpo de leyes contenidas en De 12-26. Por eso, los autores Ilaman al libro que se menciona en 2 Re 22 «Deure- ronomio primitivon ~mejor serfa decir winicial y designan al grupo de tedlogos a su alrededor con el nombre de «escuela deu- teronomista» (sigla: D)* Por estos afios se da la actuacién de dos profetas muy impor- tantes: Sofonias y Jeremias. "1g pulabraedcuretonomion, que desgna al lke libro dl Penarcuco, sig nifea ley segundo sc, tenovade y actus, 60 Sofonias Jeremias NahumlHabacuc La Biblia, sw historia y su leetura Sofonias acenttia sobre todo el hecho de que la esperanza de Israel y de Judd esta en el pueblo sencillo, que vive con rectitud v justicia Jeremias dei un mensaje mas amplio y diversificado. Ade- mis de insistir fuertemente en la rectitud personal, desempefié también ~como Isaias~ la funcién de orientador politico. Con sus 52 capitulos, el libro de Jeremias constituye la colec cidn mas extensa de un tinico profeta (los 66 capitulos de Isaias representan por lo menos a tres profetas). Importa saber que el libro no esté organizado segtin un orden cronolégico, sino temé- tico. El libro conocié una adaptacin después del destierro, colocando a los babilonios en el papel de vencidos en vez de ven- cedores (véase Jr 15,12; 17,7; ec. 50-51). La predicacién politico-profética de Jeremfas se dio en un tiempo en que las circunstancias eran muy complicadas. El 612, los asirios habfan sido derrotados por los babilonios y la ciudad de Ninive habla sido tomada por ellos. El 609, ef faraén de Egipto, Samético I, quiso atravesar Palestina para ayudar a sus aliados asitios en su ultima resistencia contra los babilonios, pero el rey Josias, queriendo conservar la neutralidad, se opuso a ellos y trabé la batalla de Meguido, en la que perdié la vida Pero los sucesores de Josias, creyendo que estaba en auige la estee~ lla de Egipto, buscaban el apoyo egipcio contra la presencia amenazadora y perturbadora de los babilonios... E] profeca Nahm parece saludar en tono provocador la derrota de Ninive, capital de Asiria, el afio 612 a.C. Pero poco despues, al ver las intenciones conquistadoras de Babilonia, el profeta Habacuc comenta amargamente el peso de la guerra y de la miseria. Entretanto Jeremias contintia su actividad y critica la politica pto-egipcia de los reyes de Juda, reconociendo que, de momento, el poder de Babilonia es irresistible. Su oposicién le costaré la prision y casi la muerte. EI 598/597 cl rey babilonio, Nabucodonosor, toma Jerusalén y-se lleva al rey Jeconias* cautivo a Babilonia, sustituyéndolo en el ono por Sedecias (1.4 deportacién). También éste se dejo seducir por una ideologia nacionalista miope y, en contra de los consejos de Jeremias, tramé una revuelta contra Nabucodono- sor, con el resultado de un nuevo asedio y la descruccién com- La composicién actual del libro de Jeremias es la siguiente: 24: oricilos y natraciones profeticas + 46-51: coleccién de oriculos contra las naciones extranjeras ce. 30-35: profecias de salvacién para Isracl ce, 26-29.36-45; la pasion» de Jeremias ce. 52: apandice historco. EI texto griego sigue otro orden, quizés mas claro. Por eso es diferente l rmumeracién de los capitulos. No hay que confundir a Joaquin (Jeconias) con su padte y predecesor Jo qui. cos biogrificos

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