Ardila, Gerardo. Territorios y Desarraigos PDF

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Serna Dis, Adin Tertorony detaraigos/ Aden Sena Dir, Rago Universidad Distal Pac fou de Cals, 201 1 Deplaam Conflict urbane 3 Migrcin interna 3036021 CCEP-Banco des Replies Las Angel Arango © Universidad Distritl Francisco José de Cas © Facultad del Medio Ambiente y Recursos Naturals - Instituto para ‘ano IPAZUD egos, a Paz y el Conflicts Ruben Ele én de Publcciones Coondinaiin editorial Mate Salazar Ospina Maria Ximena Amado Scher Diseho de cubieta Carls argh Killa Diseho Grin aller de Eich » Rocca" SA. / Ana Maria Salcedo Aguilar Innprenta Nacional de Colombia Fondo de Publicaciones Universidad Distal Francisco José de Caldas Tef 3238300 ext: 6203 Correo cleeteinieo paliacionesudisttal edaco Preparacn editorial Publicaciones Universidad Distal Francisco José de Caldas Miembro de asoiaion de Eetoriales Unvetstarias de Colombia (ASEUC) Todo los derechos reservados Esta sb 0 de ser reprouida sn el permiso revo por escrito del Fondo de Publicaciones dea Universidad Distritl Francisco Jo de Cals Impresoyhecho en Colombia Prine. in Comba CONTENI INTRODUCC De las ciud desciudada en laera de Diana Gon 1. TERRITORIC 1. Estructur: Vladimir Me 2. Sociedad Fabio Zam Il, TERRITORI 1. Aproxima; del delito yl Luis Carlos Ji 2. El dinero x Gustavo Dun un desalojo. EL Especta- 2. TERRITORIO, POBLACIONES Y DESARRAIGO: wowelespectadorcomy UNA MIRADA HACIA LA MIGRACION je-un-desalojo?page=0.2 émez plantea revolcéns » CNRR Visi6n Direct, ARDO ARDILA CALDERON “ww.cnrevisiondirecta: Docenrs INvEstiGapoR UUsivEnstDap Nacional pe Covomaia Pizarro Leén Gémez, regional de restitucién le agosto de 2006 de Quiero agradecer a los organizadores de esta Ctedra por la invitacién que articlel726 me han hecho para compartir con ustedes algunos puntos de vista, algunos 2009), Las caras del des- de ellos todavia en construccién, sobre conceptos basicos para las ciencias JD. sociales contemporaneas: migracién, territorio, cultura y desarraigo. Cada rbanizacion en Colom tuno de estos conceptos requiere una reflexién a fondo, la cual no podré pas, Trabajo presentade acometer dadas las limitaciones de tiempo, pero pretendo plantear lo bésico }0 Informales” Bogota de mi vision sobre ellos para invitar a una conversacién con ustedes, que ‘me permita precisar algunos aspectos particulares que en mi generalidad Recuperado el 10 de xno hayan sido expresados de manera conveniente, s-problemas-sociales! Empezaré por referirme al tema de las migraciones internacionales yala manera como se han entendido los procesos migratorios y se han definido los tubre 10) La parami- ylas migrantes. Lo primero que debo aclarar es que los procesos migratorios Etnica, Recuperado el no se pueden entender sino como una parte fundamental del mercado global del trabajo, en el cual los empleadores internacionales, ante todo estadouni- rica21/message/3127 denses y europeos, requieren de trabajadores a bajo costo de salario y con icin forzada en Co- bajas o nulas demandas de servicios sociales tales como pensiones, salud, educacién, vivienda, esparcimiento y diversi6n, etc. que implican el pago de esos costos por los empresarios. La direccién de la migracidn es, ante todo, la que determinan las fluctuaciones del mercado global del trabajo: si no hay oferta y una politica de captacién de trabajadores, pues no habrin migrantes buscando empleos inexistentes, En otra parte he planteado que los europeos -y norteamericanos- nece- sitan “mano de obra’, ante todo para el sector de los servicios, pero reciben “personas” que cargan con ellas sus ideas, creencias, amores y desamores, que tienen costumbres diferentes, familias leatades y esperanzas en un futuro que no siempre son las mismas -ni el mismo de sus receptores y emplea- ores. Como ha ocurrido tantas veces en la historia de la humanidad, esas 158 Teitorios y Deseraigos personas también portan consigo cosas e ilusiones nuevas que poco a poco se van fundiendo con las costumbres de las viejas sociedades, tanto en las que envian a sus gentes como en las que reciben a los extranjeros, haciendo surgit un mundo nuevo, “moldeando la cultura material y espiritual de ‘muchos lugares con propésitos e ideas de muy lejos” (Appiah, 2003, p. 9). La necesidad de contar con extranjeros migrantes para hacerse cargo de labores fundamentales que los locales no quieren 0 no pueden desarrollar, ademas de mostrar otras desigualdades y desequilibrios, yademés de permitir observar una peligrosa resurgencia del racismo, del clasismo y del naciona- lismo, ha hecho evidente la manera como se fragmenta el cuerpo de los seres /humanos para tratarlo como mercancia: los paises de origen lamentan sus “cerebros fugados’, mientras que los paises receptores enmarcan, delimitan Y cosifican las manos, los brazos, los sexos de quienes llegan facilitando el surgimiento y el accionar de quienes trafican con las necesidades de los es- tGmagos y de los espiritus de los que migran. Este aspecto es crucialyalgunos académicos lo han llamado reificacién, es decir, el proceso de cosificacién de la naturaleza y de los seres humanos, para facilitar sw inclusién en los flujos del mercado. Laexperiencia de los colombianos con la migracién masivaes un fenéme- no reciente, por lo que desde hace pocos atios empez6 a llamar la atencién delos gobiernos y de los analistas. No obstante, las personas migeantes sus familias no han sido el foco de atenci6n, sino que el interés se ha cen- trado en el estudio del impacto y la importancia de sus remesas (Cardenas ‘& Mejia 2006; Gaviria 2004; OIM 2004; Uribe 2008), las cuales llegaron a convertirse en uno de os principales rubros de inversidn extranjera directa en el pais, alcanzando un total anual cercano a los cuatro mil millones de dlares. En otras palabras, en Colombia estamos exportando menos café Y menos petréleo; ahora exportamos gente, Comerciamos seres humanos Para quienes, por paradoja, no existe un capitulo, ni siquiera un renglén en Jos documentos y en las discusiones de los Tratados de Libre Comercio. Los ‘migrantes no son vistos como seres humanos sino como nichos de mercados. 3 Para cl aio 2003, el Ministerio de Relaciones Exteriorescalculaba un total de 021.273 «colombianos fuera del pais. En ese afo se inicié el Programa Colombia Nos Une, con el fin de fortalecer los vinculos de las comunidades colombianas en el exterior con el pal 154 2.Tertori,poblaciones y desarraigo una mirada hacia la migracién Se puede decir, entonces, que el foco de las politicas publicas se ha puesto en el capital y no en las personas. Aunque parezca una verdad que no requiere confirmacién, los migrantes son personas y la migracién es mucho més que economia: es corazén, es lanto, es miedo, es tristeza al mismo tiempo que es creatividad, aprendizaje, ilusién, esperanza. La migracién es cambio e inestabilidad, callejuela cerrada y avenida sin rumbos definidos. Hace unas semanas, en Pereira, traté de demostrar que Marta, Nubia, Beatriz, Oniris, Yeimi, Luis, German y John son algo mas que nombres, més que esos nombres que se borran en medio de estadisticas incompletas y arregladas para servir a muchos intereses. Eran nifias ynifios con ilusioness encerrados en el miedo y la emocién del descu- brimiento de la vida, se fueron trazando rumbos diferentes en las calles de su barrio, tal vez en el sector de Cuba, tal vez en Dosquebradas, Asistieron a la escuela y al bachillerato caminando desde sus casas cada dia y aprendieron a vivir en un espacio que construyeron con cada uno de sus pasos: hicieron sus propios paisajes adornando sus cuerpos de carnes duras porla juventud, las caminatas, el baile, los partidos de futbol o de “basquet” y construyeron con sus compafieros codigos de conducta, claves para entenderse, formas de clasificarse y de establecer sus jerarquias y liderazgos, mientras vefan trabajar a sus madres: més que mujeres parecian extensiones de la maquina de coser, eran obreras, las primeras obreras colombianas, las que retaron las, convenciones de su tiempo y se fueron de sus casas a enfrentar la vida para ‘mejorar la de sus hijos. Tal vez sus padres, cumplidoresa su modo, no tenfan Ja fuerza arolladora de las mujeres, pero eran buenos, ilésofos nocturnos en. cafés para seftores, chéferes de sus propios suefios, eternos conquistadores que cambiaron las hachas por las ilusiones. ‘Marta, Nubia, Beatriz, Oniris, Yeimi, Luis, German y John son algo mas que nombres, son personas que un dia tomaron un camino tan aventurero como cl que siguieron sus “Viejas” hace tantos atios: alli, en ese barrio Cuba o en Dosquebradas, se agotaron las opciones, encontrar un empleo se volvié impo- sible y el rebusque inocente que dignificaba la vida con el trabajo y el cardcter emprendedor cada dia se hizo més dificil, cada vez. parecfa més claro que “no hay esperanza para el pobre’, pues la vida basada en el “levante del diario” es tan agotadora... Slo quedaba una puerta posible para conseguir “el plante” (un dinero de arranque), sin enredarse en delincuencia: ise. Salir del barrio o dejar el pueblo para colonizarla selva como machos solos, “mientras tanto, mientras 155 Teritorios y Desaraigos ago finca para traer ami familia” o salir del pais con una maleta lena de espe- ranzas y un pasaporte de turista. Las mujeres, las hijas de las primeras obreras colombianas, también fueron la primeras en arriesgarse solas “caminando por ¢1 mundo” para buscar nuevas alternativas, para “ponerletrampas al pesita’ Los y las migrantes descubrieron pronto que cada paso en ese camino del destierro es como jugarse la vida: a primera frontera es la embajada, donde se debe agachar la cabeza y portarse bien “para que no me nieguen 'a vise Después, sin tener tregua, tienen que enfrentar el terror de que “no me dejen subir al avidn y descubran que no soy turista y que toda mi vida ¥ mi capital estan en mi bolsillo, en mi seguridad, en que yo puedo, en mi capacidad y sabiduria El terrorno los ibera por un instante, pues llegar al ‘aeropuerto de ese pais lejano tienen que pararse frente a un funcionario que revisa los papeles como tratando de encontrar alguna mancha, alguna falta; toda la vida pendiendo de la decisién de un funcionario, “ain despistado y trasnochado oigo mi respiracién y el tiempo parece detenerse en esa cara Y esos ojos escrutadores. Siento que me mira por dentro y me descubre a través de las paginas de mi pasaporte y de mi visa, Después me deja pasar y Y0 me apuro, casicorro, porque temo que se arrepienta a éltima hora y me obligue a quedarme aun lado, No quiero ver a nadie, no quiero hablar con nadie para que no me clasifiquen mal. Cuando termino mi carrera, con las ‘maletas y la vida toda entre mis manos, entro en un mundo inmenso, en el que me siento como un punto en un universo infinito. Gomo hacen todos, sin Poder preguntar, debo tomar un tren sin conductor que también viaja solo tengo temor de que pierda su rumbo sin nadie que lo gue: a quién le Pcl que se detenga para poder bajar? Ahora es el tren el que decide: para ¥ yo debo bajarme; no es como en mi casa, en mi barrio, donde yo podia Sritar desde la puerta de atrés para apearme. Esa es mi primera impresidn: ya no puedo gritar en este nuevo entorno, ya no tengo con quien hablar, ahora me queda el silencio y largas, muy largas conversaciones solo conmigo” No todos los migrantes son como Marta, Nubia, Beatriz, Oniis, Yeimi, “tuis, German y John. También hay empresarios que se fueron porque pen- saron que no habia universidad buena en Colombia para sus hijos 0 porque fueron amenazados 0 porque perdieron su casa con las crisis del UPAC, 0 Porque sintieron miedo de un pals que no parecia tener futuro, Hay esta- dlantes, algunos j6venes, otros que visjan acompafiados de sushijos y pareja Hay funcionarios quienes, a pesar de las ventajas de su posicién, tendran que 156 pai gir tierr caréc nosta oport El Jos m Euroy dela dente apunt Los ¢ sus vis los lin 2 Terror, poblacones y desaraigo: una mirada hala la migracién, hacer frente a nuevas circunstancias. A pesar de tantas diferencias, ellos yellas combinan la tristeza del despojo con la creatividad para entender y construir la vida en medio de otras reglas muy distintas a aquellas que marcaban lo posible y lo imposible en sus lugares de origen. Construyen de nuevo sus paisajes al mismo tiempo que remodelan sus almas. Cada encuentro con un nuevo migrante que aun trae consigo los olores, los sabores, los acentos, los sgiros verbales de esa tierra que vive adentro del alma con la misma intensi- dad con la que esté lejana, es una nueva oportunidad para revivir a su pais colmindolo con adjetivos que lo califican desde el esplendor hasta lacuna de todaslas desgracias. Es una disculpa para l ritual de la comparacién y para el sagrado rito de demostrarse que el alma sigue intacta a pesar de los cambios. La migracién es reconstruccién, replanteamiento, oportunidad para inventar un mundo nuevo y otros suefios que, aunque se estrellan a diario con una realidad poco menos que incomprensible, es a la ver el espacio y el tiempo para reafirmar las lealtades y los amores, las permanencias y las creencias, El migrante es un creador por excelencia: todo lo que toca lo trans- forma. Nada queda igual después de que millones de seres humanos se van o después de que llegan. Los lugares, los tiempos, las personas, los amores, todo serd diferente. El tiempo, el tiempo que no se detiene, que nunca espera, ‘es muy importante en los fendmenos migratorios pues les confiere a todas las cosas de la vida un cardcter provisional, quien migra espera regresar en algiin momento, pues ningiin éxito tiene sentido sin los demés, “los que ‘me conocen” no lo saben, “a pesar de que termine por adoptar a esta nueva tierra como mia, aqui no esta mi historia, aqui no estan mis muertos’. El carcter temporal también es claro para los vendedores de productos de nostalgia, para los empresarios y negociantes que ven en los migrantes una oportunidad para ampliar sus mercados. El rasgo mas notable, la caracteristica més dificil de la migracién es que Jos migrantes estin solos frente a un monstruo organizado como la Unién Europea, los migrantes son individuos solitarios. La Directiva de Retorno de la Uni6n Europea, el Pacto de Asilo y Migracién propuesto por el presi- dente francés, 0 el Patriot Act de los Estados Unidos, se dirigen a individuos, apuntan contra Marta, Nubia, Beatriz, Oniris, Yeimi, Luis, German y John. Los convierten en delincuentes por el hecho de no haber regresado cuando sus visas expiraron y haberse decidido a esperar, sin poder salir, presos en los limites del nuevo pais, a que las leyes de naturalizacién les concedan 197 Tertorios y Desaraigos derechos ciudadanos, En una paradoja sin sentido, esperan muchos afios la naturalizacién alld, para poder regresar aqui. La naturalizacién se convierte en unaafrentaa sus derechos fundamentales, para ser reconocidos, A Marta, Nubia, Beatriz, Oniris, Yeimi, Luis, German y John les toca renunciar a su cultura, a sus tradiciones,a sus historias para abrazar las del nuevo lugar en el que obtienen lo necesario para seguir existiendo o en donde encuentran las condiciones para realizar los suefios que fueron el motor de su existencia Madres, padres, hermanos, amantes, que dejaron su tierra y asu gente, que entregaron sus hijos al cuidado de las abuelas o de las hermanas o de cual- quier otra persona. Esperan afios para lograr naturalizarse y después buscan lareagrupacién con sus seres amados, creen que deben sacarlos de las malas influencias, trerlos consigo con la esperanza de que no han cambiado, de que eltiempo separados no ha transformado nada, Los golpes dela realidad pocas veces son més duros que en el tiempo inicial de la reagrupacién: ninguno se parece a la imagen que los demas tienen. Todos son diferentes y la vida no se parece al paraiso por el que se trabajé y se esperé por tanto tiempo, Elinmigrante,el “otro” para los ciudadanos locales, es objeto de sospecha, El miedo a lo diferente se expresa en el lenguaje del control, de la guerra, del terrorismo, de la exclusién, de la segregacibn, del racismo, del clasismo, de la subvaloracién de las condiciones humanas, intelectuales, creativas, de quienes migran. Los ciudadanos pereiranos, dosquebradeiios, del eje cafetero, en fin, los ciudadanos colombianos, somos més vulnerables que cualquiera cuando estamos fuera del pais, Esta vulnerabilidad se acentita si setrata de mujeres, de indgenas, de afrodescendientes, de personas mayores, ode personas con incapacidades o enfermedad. La vulnerabilidad y soledad hhacen que el Estado deba asumir el papel de actor que le corresponde en la coordinacién institucional y el de acompafiante y negociador con otros Estados mediante elestablecimiento de politicas pablicas que tengan como objetivo ala gente que ha migrado ya sus familias y que consideren maneras creativas y efictentes para enfrentar las causas que obligan a la migracién, Ser necesario buscar alternativas que ayuden a disminuir las tensiones entre nuestro pais y nuestras regiones con los paises de acogida: para ellos {mpera el principio de soberania, en el cual basan sus derechos para acep- tar o rechazar a los inmigrantes; para nosotros prima la proteccién de los derechos humanos de nuestros conciudadanos, como base fundamental de la bisqueda de una vida digna dentro o fuera de las fronteras nacionales. 158 la expl otros poco er ha oc lad tioy del sehatr aftos dur esfuerze factor ci el desar Jos anim tigen lay como ga que, por: que elm set-¥ po Ta agricul las técnic Nueste para exper mos de los controlar paciOn se convierte mnocidos. A Marta, pca renunciar a si del nuevo lugaren jonde encuentran de su existencia, yasu gente, que manas o de cual= y después buscan arlos de las malas cambiado, de que 2 realidad pocas pacién: ninguno erentes y la vida anto tiempo: fuera de nosotrae 2 Teron poblaciones y desarraigo: una mirada hacia la migracién parte de los individuos. Todo el aparato cultural est adecuado para que nos cuente, de manera reiterada, que la nica relacién posible con la naturaleza es la de la propiedad. Maria Mercedes Maldonado, basada en Madjarian, ha explicado la relacién que nos interesa entre propiedad y naturaleza, al indicar que la propiedad representa: ‘una relacion abstracta,desacraizada e impersonal, un puro vinculo de poder; un vinculo en que la cosa depende del hombre pero el hombre no depende de Ja cosay donde todos as derechos esti del ado del hombre y todas las obliga ciones det lado de las cosas, y donc las cosas slo tienen un valor utilitario, no constituyen sino la materializacin de una suma de servicios. una relacién en la «que se insttuye ala vez del poder sobre las cosas y a supremacia del presente sobre el pasado y el futuro, La unidad de esta dable dominacién del hombre y del presente se traduce en permanente, es decir, en el derecho siempre presente el individuo vivo a cambiar el uso, alienar o usar. (Maldonado, 2003, p. 46) EL antropélogo Gregory Bateson, uno de los més liicidos pensadores del siglo 2x1, subray6 la equivocacién que cometemos al escindit la naturaleza y la cultura cuando nos referimos a cualquiera de los procesos vitales que inyolucran a los seres humanos. Mostré con claridad que en la “realidad” no operan las separaciones entre una y otros y dedicé gran parte de su vida a descubrir, entender y explicar, los procesos y mecanismos que forman pautas universales de conexién, a las que lamé “la pauta que conecta” lo que yo soy con lo que es el resto del universo viviente (Bateson, 1979). Su rechazo_ a la separacién entre mente y cuerpo lo llevé a proponer una vision de la vida humana que considera las relaciones entre mente y cuerpo (naturale- zay cultura, o espacio fisico y territorio) como parte de una tinica unidad sagrada e indisoluble, “la belleza unificadora suprema’, Bateson nos invit6 a pensar que, al contrario de lo defendido por Darwin y sus contemporineos, la unidad de supervivencia debe ser el organismo en un ambiente y no el organismo contra el ambiente*. Los antropélogos com- {6 “Uno de los vicis interesantes de esta perspectiva es Ia idea que Morecé en el siglo XIX

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