Dialnet ConductasAsocialesEnLaAdolescencia 2281694 PDF

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CTAS ASOCIALES EN LA ADOLESCENCIA Ascension Palomares Ruiz Ascensiin Palomares Ruiz, Doctora en Ciencias de la Educacién. Diplomada en Psicologia, Orientadora Escolar. Profesora de la E. Universitaria del Profesorado de EGB de Albacete. 1, LA ADOLESCENCIA A adolescencia representa, para el joven, una etapa dificil; durante ella, se halla enfrentado a alternativas cruciales de su existencia. Su personalidad es la resultante de un mosaico de identificaciones e influencias, en el seno de las cuales los “mass media”, las instituciones y la sociedad, en general, desempefian un papel cada vez mas preponderante. El adolescente esta sometido a un proceso de crecimiento, que no hay que entender unicamente desde el punto de vista fisico, sino también en el sentido de adaptacién, pues vivimos en un mundo en permanente proceso de cambio, por lo que nuestra acomodacion depende, ante todo, de la plasticidad de nuestra personalidad. Esta es, asimismo, consecuencia de un tiempo so- ciocultural, jalonado de etapas sucesivas, que toda persona ha de franquear, antes de acceder a la comunidad de los adultos. Estas etapas varian, segun la clase social y la propia sociedad en que al individuo le toca vivir, y se escalonan de acuerdo con un ritual preestablecido. Sin embargo, el paso de la infancia a la adolescencia esta marcado por una zona de ruptura y de desequilibrio, que son re- flejo de una organizacion psiquica anterior, ampliamente deter- minada desde el nacimiento por factores de orden genético, fami- liar, escolar, social, afectivo, etc. La adolescencia ha sido definida como “la edad que sucede a Ia infancia y que se inicia con los primeros signos de la pubertad” (Littré). Esta definicion es muy limitada. Asi, los primeros sig- nos puberes (menstruacion en las muchachas y primeras emisio- nes espermaticas en los chicos) constituyen los criterios aparentes que marcan el inicio de la adolescencia; pero el cambio que se 199 200 produce es mucho mayor, especialmente en lo relativo a la evolu- cién de la inteligencia y al advenimiento de la madurez genital, que constituye “el signo distintivo de la adolescencia”, para Wild- lécher. Se ha llegado a afirmar que una adolescencia tranquila es pa- tolgica, valorando que este periodo critico puede conocer todos los ritmos y aceleraciones. En Ja sociedad actual, la crisis que atraviesa el adolescente es mas acentuada, a causa de las nume- rosas barreras sociales que se oponen a la satisfaccion de sus ne- cesidades. El adolescente necesita luchar contra las presiones de la fami- lia y de la sociedad, a fin de encontrarse a si mismo, asegurar el equilibrio entre el amor y el odio, asumir mejor su carga sexual y formular adecuadamente sus ideales politicos y socioculturales. En consecuencia, no conviene precipitar una falsa madurez, transmitiéndoles una responsabilidad que no les corresponde. Por ello, en las sociedades en las que el paso de la infancia a la edad adulta se realiza bruscamente, sin considerar la crisis de la adolescencia —o reduciéndola en el tiempo- el individuo se mues- tra poco apto para ser independiente. Resulta mucho mas dificil precisar el limite superior de la adolescencia. Aunque, en principio, concluye con la llegada de la madurez adulta, ésta resulta compleja de definir, especialmente al tenerla que enmarcar en un determinado momento sociocultural. Las caracteristicas basicas que establecen diferencias entre la adolescencia, por un lado, y la infancia y la edad adulta, por otro, son: a) Las transformaciones fisicas caracteristicas de la pubertad. b) El despertar sexual y la reactivacion de todas las pulsiones instintivas. c) La madurez de la inteligencia y de los sentimientos. d) La adquisicion de un nuevo lenguaje. e) Un status social mal definido. 2. ALTERACIONES COMPORTAMENTALES Y CONDUCTAS ASOCIALES EN LA ADOLESCENCIA El adolescente, en plena transformacién de sus actitudes in- fantiles, siente, en primer lugar, una constante y apremiante ne- cesidad de afirmar su personalidad; es decir, precisa demostrar a sus padres, familiares, compafieros, profesores, etc., qué es lo que él quiere ser, lo que ha decidido ser y no lo que quieren o deci- den los demas. Estos esfuerzos resultan, a veces, muy dolorosos para los adolescentes y suelen surgir de las divergencias con la familia, los amigos y, en general, con los grupos con los que con- vive, provocando —a veces- incluso una rebeldia peligrosa, desde diferentes puntos de vista. Consecuencia de ello puede ser la hui- da —moral o material~ del hogar, de la escuela y de los grupos con los que ha realizado diferentes actividades, y -también- la pérdida temporal o definitiva~ de las posibilidades de asegurar su personalidad normal en cada una de las etapas de la vida. Mendousse caracteriza la adolescencia como una etapa de anormalidades y de graves e inevitables perturbaciones. Tal valo- racion puede ser exagerada, aunque no se puede negar que el adolescente sufre periodos dificiles, de evidente inadaptacién al medio. Estos periodos son seguidos de un esfuerzo, mas 0 menos considerable, en etapas de readaptaciOn 0 “‘retorno”, segin deno- mina a este nuevo acomodamiento el doctor J. A. Arévalo. El fenomeno de la inadaptacion es muy grave, fundamental- mente por las consecuencias que de él se derivan y por las causas que lo ocasionan, que muchas veces suelen pasar desapercibidas para los profesores y padres. Una de las causas principales de la inadaptacién es el extraor- dinario esfuerzo introspectivo que debe realizar el adolescente, mirandose a si mismo, hasta tomar conciencia de su yo. Este descubrimiento es transcendental y constituye un momento deci- sivo en su vida. Por ello, sin una direccion adecuada, sin una au- téntica educacion, podria perderse en los escabrosos caminos de una vida que, guiado por sus impulsos, considera que es la me- jor. Otra importante causa de la inadaptacion es la necesidad que siente de incorporarse a nuevas formas de vida, no sdlo es- colar, sino social y hasta profesional, para dar satisfaccién a es- tas nuevas inquietudes y anhelos que le empujan a sentirse capaz de las mayores empresas. La inadaptacion, en la adolescencia, conlleva consecuencias graves para el desarrollo normal de la vida en esta edad, provo- cando fenomenos o “‘desajustes”, que no son sino problemas de inadaptacion a la vida que se les ofrece a los jovenes, en general, y que se exteriorizan de muy diversa manera y en diferentes for- mas de conducta, que inevitablemente chocan con el ambiente en el que tiene que desarrollar su vida. Las formas mas graves de inadaptacion son: A) LA DELINCUENCIA, como una forma de agresién con- tra la sociedad. En la actualidad, la delincuencia juvenil ha al- canzado proporciones alarmantes. Este hecho se apoya en causas claramente delimitadas y que pueden ser superadas, en numero- 201 202 Sos casos, a través de una correcta orientacion educativa. Es im- portante saber que, en la adolescencia, no estan aun bien delimi- tados los conceptos tuyo y mio, especialmente en lo que se refiere a la propiedad publica. Ademas, existe la necesidad, en algunos casos apremiantes, no sdlo de lo preciso o indispensable para vi- vir, sino de lo superfluo, de todo aquello que significa diversion 0 adquisicion de objetos que les resultan sugestivos. Otra forma de delincuencia, en la que puede y debe intervenir la educacion, es la tendencia al riesgo, para mostrar el valor, la hombria, etc. aspectos muy caracteristicos de la adolescencia. Resulta evidente que la delincuencia, en los adolescentes, no es un problema superficial y de soluciones faciles. Muy al contra- rio, es muy grave. Por ello, se considera fundamental definir las principales causas de la delincuencia, enmarcandolas en los gran- des grupos: endégenas y exdgenas. Las causas endogenas estan en la propia naturaleza del sujeto y tequieren, en determinados casos, no sdlo un tratamiento edu- cativo de acuerdo con sus caracteristicas especificas, sino una te- rapéutica especial, realizada por un especialista. Estos motivos enddgenos, principalmente, son: — Debilidad mental, en cualquiera de sus grados y formas. ~ Perturbaciones de la personalidad, especialmente en el campo afectivo. Las causas 0 motivos exdgenos de la delincuencia proceden del medio en que vive el adolescente y, entre ellas, se encuentran: ~ La mala situacion socioecondmica que sufren determinados adolescentes, frente a la abundancia en que se mueven otros. Esta desigualdad y carencia de lo necesario arroja a los adolescentes al delito, al robo o a la desesperacion. — Problemas familiares e incorrecta educacion de los padres. Los divorcios, las separaciones temporales o definitivas, las discusiones violentas, etc. llevan a los hijos a abandonar el hogar periédica o permanente. Es necesario destacar que el tratamiento violento de algunos padres, con castigos mora- les 0 corporales que rebajan la dignidad de sus hijos, dafia gravemente el desarrollo de la personalidad de éstos, obli- gandoles a buscar soluciones a sus problemas, de muy di- versas formas, entre ellas la delincuencia, expresada -en la mayoria de los casos— en el ataque a la propiedad, median- te el robo. — La situacién critica del momento y del mundo en que vivi- mos (desprecio a los valores humanos, injusticia, inseguri- dad, guerras, invasion de fronteras, opulencia frente al hambre, competitividad, etc.) hacen muy dificil que el ado- lescente pueda superar las situaciones tan amargas que le presenta la sociedad actual, a través de television, prensa, cine, etc. B) EL SUICIDIO, como forma de agresion contra su pro- pia persona, es el problema mas grave que genera la inadap- tacion. Las causas mas frecuentes, en suicidios de adolescentes, son diversas, De un lado, hay que destacar las que proceden del de- sarrollo de su sexualidad y de su mal encauzamiento, por parte de los adultos; por otro lado, se encuentran las causas relaciona- das con la vida social, econdmica, familiar, escolar, etc., sin olvi- dar una causa general que gravita sobre todas: lo que se ha de- nominado “asco a vivir”, que tiene su origen en un profundo sentimiento de culpa. Otra causa que conduce a muchos adolescentes al suicidio tie- ne su raiz en las transformaciones neurolégicas, propias de la edad, que se originan por los grandes cambios hormonales que sufren los adolescentes. Tampoco hay que olvidar la herencia pa- toldgica que, a veces, lleva al adolescente a la dramatica “solu- cin’ del suicidio. Ademas, éste puede Pprovocarlo el sentimiento de una inferioridad irremediable, ante el temor al ridiculo o al repudio de la sociedad. C) LA DROGA es otro problema grave y de maxima actuali- dad. Cada dia son mas los adolescentes que se drogan y, por otra parte, va disminuyendo la edad en que comienzan a hacerlo. Puede, incluso, afirmarse que, para algunos, representa un susti- tuto de la simple tentativa de suicidio, pues un adolescente que se droga es consciente de que corre un riesgo y de que transgrede la prohibicién. Con ello, desafia la autoridad de sus padres y de Ja sociedad. El joven drogadicto invoca también otras razones para justifi- car el empleo de la droga: escapar de la soledad e intensificar sus emociones. La gravedad de la situacién, para el adolescente, se debe fun- damentalmente a las siguientes causas: ~ La existencia de una personalidad vulnerable. ~ La facilidad para procurarse droga, motivada, en gran me- dida, por el proselitismo de los Ppropios drogadictos, que se transforman en vendedores, a fin de obtenerla para sus propias necesidades. ~ La influencia del mundo sociocultural en que vive. 203 204 El adolescente que se droga rechaza la sociedad, la cultura y la civilizacion dominante, mientras continua siendo un individuo expuesto a la soledad, que no ha encontrado ninguna actividad ni objetivo excitante al que consagrarse, cortando su comunica- cién con el medio escolar y profesional. Varios estudios han per- mitido establecer una relacién directa entre el fracaso escolar yel recurso a las drogas. 3. LA EDUCACION COMO MEDIDA DE PREVENCION Y TRATAMIENTO DE LOS PROBLEMAS DE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD EN LA EDUCACION SECUNDARIA 3.1. Nueva educacién de los adolescentes La Educacién Secundaria se considera como la escuela propia de la adolescencia. Por ello, merece una atencién especial, ya que en ella se enfrenta el adolescente a problemas nuevos, que crean, en su personalidad, graves conflictos, apareciendo dificultades que exigiran, en él, diferentes esfuerzos, para no fracasar en la nueva etapa de su vida que va a iniciarse. Sabemos cuales son los errores mas graves y los defectos mas peligrosos de nuestra Ensefianza Secundaria: excesiva memoriza- cién; trabajo en grupos aislados, con diferentes profesores y sin establecer relaciones interdisciplinares entre las actividades y los contenidos de cada materia; pasividad en el estudio, que origina la falta de interés; empleo de disciplina inadecuada, basada en la coacci6n o en el premio y el castigo: elevado numero de alumnos por aula: falta de educacién sexual; escaso contacto con los pa- dres; etc. Lamentablemente, a pesar de la nueva reforma de nuestro sistema educativo, éste no responde totalmente a las nue- vas exigencias de la vida, en general, y del desarrollo especifico del adolescente, en particular. Se precisa, por tanto, una nueva educaci6n de los adolescentes, para poder dar una respuesta efec- tiva a los problemas de este nivel educativo. Si realmente se pretende solucionar el problema de los com- portamientos y conductas asociales de los adolescentes, es im- prescindible la intervencién de la sociedad y, especificamente, de la Escuela, a fin de desarrollar acciones preventivas y educativas eficaces, 3.2. Educacién social En el mundo interior del adolescente, aparece su afain de inde- pendencia, violento casi siempre, de romper los lazos que le unen a los adultos. Ahora, con vehemencia, como casi todas las mani- festaciones de esta etapa, hace aparicion el deseo de ser él mis- mo, sin que nada ni nadie pueda evitar esa necesidad de “vivir su vida”. Ante ello, no hay que coartar, sino educar, dirigir, en- cauzar, ... Este es el camino para lograr una personalidad equili- brada, definida y firme. Resulta fundamental educar al adoles- cente para la vida social, no sdlo porque sus intereses asi lo reclaman, sino también porque el mundo actual precisa hombres y mujeres que estén capacitados para desarrollar, consolidar y asegurar la permanencia de una sociedad justa y humana. Se debe educar al adolescente para la vida social, reclamando su participacién en la vida colectiva, en la que se deben conjugar los afanes y las aspiraciones de los hombres y mujeres con la ne- cesidad de convivencia. Ademas, la persona es social, por naturaleza. Por tanto, para poder vivir, necesita la convivencia con las demas, ya que sélo a través de ella realiza la plenitud de su vida, pues, como indicd Piaget, “el individuo esta provisto desde su nacimiento de un cierto mimero de tendencias hereditarias, de las cuales unas implican su inteligencia futura y otras sus capacidades sociales. En este sentido es, pues, inteligente y social, desde el primer dia”. Sin embargo, no siempre, ni en todas las edades, se manifiestan por igual esas tendencias sociales, ni tampoco los intereses de tipo social son iguales en todo momento. Una conducta adecuada de los adultos, en la escuela o en el hogar, puede ayudar considerablemente a una personalidad en formacion, en cualquier etapa de su vida. Por el contrario, res- tricciones excesivas, prohibiciones sin causa, castigos improce- dentes, etc. dafian la normalidad del desarrollo de la personali- dad del adolescente. El adolescente, ademas de afirmar su propia personalidad, ne- cesita demostrar, ante si mismo y ante los demas, su propia for- taleza, su autosuficiencia. De ahi que surjan los conflictos con los adultos, ya que ~a veces— éstos son incapaces, por ignorancia o abandono, de comprender y valorar esas actitudes, actuando con violencia o desprecio ante el comportamiento de los jovenes. En esta etapa aparece, también, una fuerte tendencia a de- mostrar sus condiciones adultas, actitudes que se completan con su interés por transformar la sociedad, luchando contra la explo- tacion, el desorden, la injusticia, etc. Sin embargo, ain no esta preparado para resolver solo los problemas que le rodean, por- 205 206 que carece de las aptitudes necesarias para ello y, también, por- que desconoce el mundo que le rodea, las personas, sus proble- mas, ambiciones 0 amarguras, etc. Ademas, habria que afiadir la gran dosis de idealismo que le arrastra a posibles soluciones irreales y falsas. Todo ello es, en parte, la causa de los choques y fracasos en la vida social del adolescente, cuando éste entra de Ileno en el conglomerado so- cial, ya que cuando se introduce en el mundo que han hecho los adultos, se encuentra en una sociedad ya constituida, con sus normas y leyes, comprobando que los hombres no siempre son buenos y que hay miseria, guerras y luchas —de todo tipo— entre los seres humanos, por lo que valora que ha Ilegado el momento de rebelarse o de entregarse. Ambas reacciones son malas y daiii- nas para el desarrollo del adolescente. Todo lo que le rodea esta ya hecho, sin encontrar la posibilidad de intervenir 0 de que le escuchen, pues los adultos hacen prevalecer —casi siempre— sus intereses, con rigidez e incomprensién hacia las inquietudes de los jovenes, sin que se acerquen a él para ayudarle y descubrirle un mundo de actividades para las que sistematicamente debe ser preparado a través de la educacion. EI olvido 0 abandono de la educacién social, en esta etapa, es una grave infraccién contra los derechos humanos, ya que hay que preparar a las personas para que vivan en la sociedad, con toda la plenitud de su sentido humano, y para el ejercicio de sus derechos y deberes. Esta educacién social tiene que ser funda- mentalmente obra de la familia, la escuela y la sociedad. E. B. Hurlock ha realizado diversas investigaciones, llegando a la conclusion de que “‘el desarrollo social del adolescente, en reali- dad, se inicia en la infancia. La familia constituye, por eso, el ma- yor agente socializador”’. Por tanto, es muy importante que, en el seno de la institucién familiar, el nifio reciba los estimulos ade- cuados para desarrollar sus intereses sociales; en caso contrario, en el hogar vivira la angustia de las horas amargadas por el cas- tigo, la violencia o la lucha entre los padres. Consecuentemente, el adolescente participara en la escuela, con sus amigos, compa- fieros, etc. en unas condiciones que le haran sentirse solo y triste, respondiendo con violencia, enojo e, incluso, hasta desprecio ha- cia los que conviven con él. 3.3. Aspectos pedagégicos y didacticos a reforzar en Ja Educacién Secundaria 3.3.1. El trabajo en equipo ofrece muchas ventajas en la edu- cacion social de los adolescentes, constituyendo un excelente me- dio de desarrollo y educacién de la personalidad de los alumnos, pues el trabajo realizado en equipo provoca las discusiones de una manera libre y utilizando argumentos propios, bajo la direc- cién -sin imposicién- del profesor. Asimismo, favorece el interés, la creatividad, la capacidad critica, etc. En resumen, se podria decir que el trabajo en equipo marca una nueva direccion en la educacion de los adolescentes, porque los incorpora a la vida so- cial, a través del trabajo, sin presiones 0 coacciones, con lo cual se desarrolla su iniciativa y permite la participacion y colabora- cién con los demas miembros del equipo que, conjuntamente, dan vida a una obra colectiva que significa la aportacién de dife- rentes esfuerzos. 3.3.2. Otra forma de conducir de manera efectiva y discreta las aptitudes sociales de los adolescentes consiste en que la escue- la participe permanente y coordinadamente en diferentes servicios sociales. El mundo actual ofrece constantemente muestras de des- humanizacion, por lo que urge incrementar las actividades soli- darias entre los hombres. Es precisamente la adolescencia el mo- mento de descubrir esas caracteristicas sociales y de educarlas, dirigiéndolas al servicio de la sociedad. En esta linea, se podrian formar grupos 0 equipos de alumnos, de acuerdo con su edad y preferencias, para que libremente puedan implicarse en campafias contra el analfabetismo o el alcoholismo, de educacién vial, etc. Aparte de los trabajos de caracter permanente, se organizaran otros, en momentos determinados, que permitan la preparacién de grupos de escolares. Todas las actividades sociales resefiadas y cuantas puedan programarse, deben ser desarrolladas por los alumnos bajo la direccion y guia de los profesores y después de una preparacién adecuada. 3.3.3. La Escuela puede planificar diversas actividades para lograr la integracién de los adolescentes en la sociedad, como es- tablecer intercambios diversos 0 reuniones amistosas y de convi- vencia con instituciones de caracter social, politico, sindical, ar- tistico, industrial, etc., lo que significa poner a los alumnos en contacto con la realidad viva, interesandolos por los problemas que, en ese momento, preocupan a la sociedad. 3.3.4. También existen numerosas actividades de cardcter so- cial que los alumnos pueden y deben realizar en sus Centros de ensefianza: organizacion de asociaciones de alumnos que, entre otras cosas, deben ser un nticleo vivo y dinamico de aspiraciones, en el campo de la cultura y de la participacién en la vida social que haga la Escuela Secundaria. 207 208 3.3.5. La educacién social de los adolescentes reclama una disciplina funcional, dependiente de la vida diaria del alumno y de las condiciones y circunstancias en que se desenvuelve. Es ne- cesaria una disciplina que se apoye en la libre determinacion, pa- ra poder actuar y decidir, por motivos propios, dentro del mas amplio concepto de “libertad condicionada”, a las propias condi- ciones del escolar y al respeto que se deben los miembros de una comunidad. En resumen, una disciplina que se apoya igualmente sobre la propia sancién que todo ser humano debe aplicarse a si mismo, cuando su condicion moral le acuse de haber actuado contra las normas que rigen la conducta de las personas en las comunidades en las que desarrolla su vida. La Escuela Secunda- ria debe atacar, con decision, el problema disciplinario, creando un ambiente adecuado; sin coacciones, premios, 0 castigos; sin autoritarismos, ni permisividades que degeneren en el libertinaje; con respeto, no solo para lo que el alumno es, sino para lo que tiene que ser, sobre la base del respeto a los demas, que empieza por el respeto a si mismo... Solo una accion educativa que se es- fuerza en destacar la personalidad del adolescente, en un ambien- te de respeto y de autoridad consciente y humana, permitira que los adolescentes sean también seres conscientes y conocedores de si mismos y de los demas. 3.3.6. Como medida preventiva para atacar ciertas conductas antisociales de los adolescentes, seria conveniente la formacién de equipos integrados por profesores, médicos, psicélogos, pedagogos, asistentes sociales, etc., para que, mediante investigaciones, se pueda profundizar en las causas del comportamiento asocial, asi como ofrecer programas para su eliminacién. Es necesario que, en todos los Centros de Ensefianza —desde la Escuela Infantil-, exista un DEPARTAMENTO DE ORIEN- TACION, que oriente a los alumnos, para ayudarles a lograr la autocomprension y autodireccion precisas, a fin de conseguir el maximo ajuste a las diferentes situaciones sociales a las que se deberan acomodar a lo largo de su vida. Consecuentemente, la orientacién es un derecho de todas las personas, desde su naci- miento, y su naturaleza debe ser evolutiva, preventiva y continua. Asimismo, resulta necesaria la creacién de clinicas de conducta para el diagnéstico, profilaxis y terapia de los adolescentes que presenten cualquier tipo de anomalias en la conducta. También es imprescindible una correcta orientacion vocacional, con el fin de explorar las aptitudes y capacidades especiales para determinadas profesiones, ocupaciones, etc. Esta investigacion, bien realizada, evitaria los fracasos que suelen sufrir muchos adolescentes, cuando intentan “ganarse la vida”, pues un fracaso profesional ahonda la permanente duda de “‘servir o no servir para algo”, “‘ser alguien o no serlo”, etc. Muchas veces estas tra- gicas dudas favorecen la aparicion del terrible fantasma de la muerte. Los EQUIPOS PSICOPEDAGOGICOS organizaran semina- rios, desde la Ensefianza Primaria, sobre biologia general, con es- peciales indicaciones sobre los cambios que se producen en la adolescencia y cual es su significacién en el desarrollo personal; asi como sobre educacion e higiene sexuales y todos los aspectos relacionados con estos temas que pueden presentar los propios alumnos, individual 0 colectivamente. 4. OTRAS MEDIDAS DE PREVENCION E INTERVENCION ANTE PROBLEMAS DE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD 4.1. La mejor prevencion de la drogadicién sigue siendo la in- formacién, aunque los adolescentes la ponen en duda, al ser transmitida por los adultos. Lo que esta claro es que ni los pa- dres, no los médicos, ni los profesores estan suficientemente in- formados para ayudar a los adolescentes. Paralelamente a la in- formacion, no hay que olvidar la represion del trafico de drogas, la localizacion de los lugares de suministro y la intensificacion de las investigaciones objetivas y cientificas. Una manera muy eficaz de ayudar a los adolescentes con los problemas es el dialogo, olvidandose de los castigos. Los adultos deben demostrar que comprenden al joven. Sin embargo, no es cuestion de hacerse el demagogo y aceptar, de principio, sus ideas o ceder a sus chantajes afectivos. Es preciso manifestarles simpatia por sus ansias de vivir, sus angustias frente al futuro y sus necesidades de complicidad con su grupo. Al tiempo, se les debe expresar los propios sentimientos, ansiedades y certidum- bres. Desde luego, hay que evitar toda dramatizaci6n; pero la in- diferencia de los padres corre el riesgo de ser uno de los factores que favorezca la escalada. Sin embargo, resulta necesario saber que el problema supera, con mucho, la nica responsabilidad de los padres, siendo evidente que es un tema en el que toda la so- ciedad ~y de modo especial el sistema educativo— debe participar activamente. 4.2. Resulta fundamental crear el estado de opinién adecuado, en todos los sectores de la sociedad, para lograr una buena educa- cién de los padres. Solo asi se conseguir evitar los errores y las 209 210 causas, tan graves y profundas, que pueden producirse en la edu- cacion de sus hijos. 4.3. En la misma linea, resulta preciso profundizar en la for- macion de los futuros profesores en el conocimiento de la edu- cacion de los adolescentes. Asi, los profesores no ignoraran el problema que representan los adolescentes en la escuela, especial- mente provocados por determinados alumnos a los demas, entor- peciendo su desarrollo normal, provocando una aparicién extem- poranea de aficiones, vicios, etc. 4.4, También es necesario que la Escuela Secundaria, a través de los profesores, intensifique las relaciones con las autoridades educativas, para que éstas conozcan la realidad de estas institu- ciones, el trabajo escolar y las dificultades que éste representa. Es fundamental que los profesores participen activamente en las re- formas y en la elaboracién de planes, programas y material di- dactico. BIBLIOGRAFIA BABIN, B. y VIMORT, J.: El adolescente y sus problemas. Herder. Barcelona. 1973. BALLESTEROS USANO, A.: La adolescencia. Patria. México, 1976. BARNLEY, P.: Cémo dialogar con el adolescente. Argos Vergara. Barcelona, 1981. BARTOLOMEIS, F.: La psicologia del adolescente y la educacién. Roca. 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