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Bienvenido/a
Soy Susi Mas, fundadora del Instituto de
Yoga y profesora de yoga desde hace más de
10 años.
En este ebook exclusivo para profesores voy a darte las 10 claves para
comunicarte de manera clara y eficiente con tus alumnos.
Enseñar yoga tiene mucho de arte, se pueden seguir indicaciones orientativas que te den
pautas básicas sobre las que manejarte, pero en realidad el yoga no sigue una estructura fija,
no se puede obtener una fórmula con la que tener éxito porque en la enseñanza de yoga
básicamente se trata de unir:
TÉCNICA + ACTITUD
Si acabas de terminar tu formación imagino que de técnica (instrucciones) vas muy preparado,
pero ten en cuenta que a través de tus clases, a tus alumnos les va a llegar tu entrega, tu
compromiso y tu pasión.
Por tanto, pregúntate si realmente quieres comenzar este camino… si tu respuesta es sí, te
recomiendo empezar cuanto antes a dar clases, no lo postergues para más adelante por creer
que estarás más preparado.
Las primeras clases, la inseguridad, la voz bajita que no sale, el miedo a corregir, etc. es una
etapa que todos atravesamos y la única manera de trascenderla es haciéndole frente, así que
tranquilo.
Tómatelo con calma, planifica bien tus clases, practica mucho en casa o
acudiendo a otros profesores, aprende de cada paso y persiste.
Tus valores
Escoge tres valores que deseas reflejar a través de tu clases y ten esos valores presentes,
cada vez que diseñes una clase, que inicies un nuevo grupo, que dirijas una relajación, etc.
Esto dará coherencia a tu enseñanza y demostrará a tus alumnos que sientes pasión y entrega
por esta profesión.
Mis valores han ido evolucionando conmigo, hoy día son: evolución + respeto + cooperación:
una enseñanza de yoga actual, presentada con rigor y con respeto a la tradición que abrace y
acoja la individualidad de cada uno de mis alumnos.
¿En qué tres valores has pensado cuando has leído este apartado?
Mira a tus
alumnos
Desmantela
tus miedos
Cuando uno empieza a dar clases aparecen miedos, inseguridades y dudas que nos bloquean
y nos impiden avanzar.
Desde el miedo a “que se aburran con mi clase” hasta el “hablo con diminutivos y evito
mostrarme excesivamente seguro porque estoy empezando y sería demasiado prepotente”
Dedícate unos minutos y piensa en esa situación que te genera más inquietud. Ahora toma las
medidas necesarias, ¿qué vas a hacer para solucionarlo y ganar mayor confianza?
Habla en
segunda persona
Por ejemplo:
Pero ten en cuenta que estás dando la clase a tus alumnos, lo adecuado sería hablar en
segunda persona: con el “tú”.
¿Observas la diferencia? hablando en segunda persona creas un vínculo sólido con tus
alumnos porque sienten que les estás hablando a ellos directamente.
Comunícate con la
técnica del espejo
“Sitúate en tadasana, eleva los brazos por encima de tu cabeza juntando la palma de las
manos, inspira alarga los costados, exhala inclínate hacia la derecha”
...y todos tus alumnos o lo hacen a la izquierda o se muestran dudosos porque dices una cosa
pero haces otra….¿qué pasa?
Hablar en espejo significa que cuando muestras cómo hacer una asana, lo haces al revés,
cómo si tú fueras el reflejo de tus alumnos en el espejo. Es decir, si quieres que vayan a la
derecha, tú indicarás derecha pero lo mostrarás a izquierda.
Cuida al máximo
tu lenguaje
Por tanto, es vital mantener un lenguaje cuidado, respetuoso, que favorezca la confianza en
sus habilidades y su capacidad evitando comparaciones, exigencias o palabras que puedan
generar tensión o bloqueo.
No hay límites en este campo, disfruta del proceso de ampliar tus recursos lingüisticos.
Haz un listado
de sinónimos
Empieza ya con este punto, porque tras unos años de enseñanza necesitarás léxico y variedad
para explicar tus instrucciones de manera que lleguen a todos tus alumnos.
Porque no todos son iguales, no todos responderán igual de bien a las mismas instrucciones o
palabras, de modo que deberás poner hincapié en enriquecer tus instrucciones y tener
recursos que te faciliten la comunicación en tu enseñanza.
Tu postura
durante la clase
Al principio realizar un ajuste suele poner nerviosos a los profesores principiantes. Piensa que
sencillamente es un paso más dentro de tu experiencia que se perfecciona con la práctica.
Mi opinión es que tus alumnos vienen a clase a aprender, con lo que agradecerán tus
indicaciones y correcciones. No obstante, sé siempre respetuoso y muévete con cautela en
este campo.
Pueden ocurrir numerosas situaciones y debes aprender a valorar qué se requiere en cada
una de ellas: ¿realmente necesita una corrección o sólo quieres invitarle a ir más allá?
¿Está en una posición comprometida en la que puede hacerse daño? ¿Le ajusto manualmente
o le indico colocar un soporte?.
Tu capacidad para ir respondiendo a estas cuestiones irá mejorando con la práctica. Toma
nota en tu ficha de clase de los cambios y variantes que has realizado y así irás ganando
experiencia.
De cualquier modo, existen unos pasos básicos antes de realizar una corrección a un alumno:
1. Observa y repite tu instrucción. Antes que nada observa a tus alumnos, si ves que no siguen tus
indicaciones, antes de ir a corregir repite tu instrucción de un modo diferente.
2. Acércate al alumno y repítele la instrucción en voz baja (sólo para él) con un suave gesto.
3. Toca ligeramente con tu mano en la zona que quieres que modifique.
4. Sugiérele un soporte.
5. Moviliza/ajusta manualmente a tu alumno.
Grábate
en video
Cuando yo estaba formándome como profesora esto era mucho más complicado pero ahora
con cualquier móvil puedes grabarte dirigiendo una clase.
Grabándote en video puedes acceder a todo y analizar con calma lo que ves en la pantalla:
La vocalización
¿Se entiende mi voz? ¿Se comprenden las palabras que digo o necesito afinar más mi vocalización?
La calidad de tu postura
¿Cómo me veo en el video? ¿Mi postura es rígida, tensa? ¿Me muevo demasiado? Observa tus manos y dime
cómo están, ¿Cómo puedes mejorar estos aspectos?
Evaluación de gestos
Observa tus gestos y ademanes mientras diriges. ¿Transmiten calma o son forzados?
Hay muchas sendas en este camino, tantos como personas. Si eres capaz de transmitir
desde un corazón noble y atento todas las posibilidades están abiertas.
Recuerda que somos docentes y emprendedores y que para vivir de nuestras clases,
además de desarrollar nuestras capacidades didácticas somos responsables de
profesionalizarla: actuar como los verdaderos CEO de nuestro negocio de yoga y cuidar el
marketing, las finanzas y la proyección.