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El mal pronéstico que hace un par de décadas se auguraba a los desajustes de la personalidad ha cambiado mucho en los Slkimos afios, pues las técnicas de psicoterapia han enriquecido el panorama que antafio cubrfa sélo la farmacoterapia, ocul- tandolas dimensiones bsicas del problema, Lo importante es seguir una terapia ecléctica, capaz de integrar las vertientes fi- sica, psicoldgica y social. Por dltimo, quiero agradecer su colaboracién 2 cada una de las petsonas de mi equipo: Javier de las Heras, Marla José Reig, Rafi Santos, Ana Colds, Julio Lorenzo, Adrién Huarte, Dori Martinez Parra, Pilar Sicre, Marisol Abad, Concha Mu- guerza y Rosalfa Garcia Hermosilla, También quiero dar las gracias a Rosario Martinez Arias, Catedrética de Psicblogta Matematica de la Universidad Complutense de Madrid, cuyas observaciones y critetios han sido muy fecundos a la hora de realizar el tratamiento estadistico de los datos. Y al doctor Juan Pefias y su equipo, quienes distribuyeron el test IPDE a una muestra de pacientes de cirugfa estética antes y después de la intervencién, cuyos datos aparecen recogidos en el capitulo de resultados estadisticos, Dado que el capitulo «Teorias y modelos de la personali- dad» sobrepasa en extension y contenido los limites de esta ‘obra, he crefdo conveniente reducirlo y situarlo al final, como apéndice de consulta para personas ya iniciadas en el campo de la psicologia. : . 16 Vnsh. Rival. La personalidad y su geografia , I | UN TEMA INTERMINABLE Y ESENCIAL Los innumerables matices, ingredientet y angulos de la perso- nalidad convierten este tema en un mat sin orillas. Todos y ca- da uno de ellos van construyéndola pico a poco, desde la in- fancia, y las vivencias,loé aspectos congénitos y los adquit se amontonan lentamente. Tres son i caras de la personal dad: herencia, ambiente y experiencia de la propia trayectoria. ‘Llegar a ser una persona libre, independiente, con una cierta madurez y equilibrio es la meta hacia|la que debemos ditigir ‘nuestros esfuerzos, Hemos de ser cappees de pilotar nuestro mundo personal, La clave para lograrlo suele estar en una sintesis de planos, entre los que destats tener claro el propio modelo de identidad. | Cuando yo era un adolescente pensaba que habfa una serie de personas dignas de imitacién. Mas tarde, ya en la universi- dad, me sucedié lo mismo, pero entonices pod{a afinar més y no quedarme s6lo‘en lo que se veia, sitlo bucear en su interior, Los psiquiatras, expertos en la condulcta, tenemos muy pre- sente lo importante que es crecer entr¢ personas séidas, fuer- tes, firmes, consistentes, que nos a a seguir en una direc- cién similas. En la sociedad de la comunicacién en la que vivimos nos sentimos trafdos y levados, bombardeados por | i tuna ingente cantidad de informacién y de datos que, a la larga, aportan poco al ctecimiento personal, Se suceden las imagenes negativas, las noticias sombrfas, los personajes sin mensaje... Y no es que no haya gente emulable, sino que los grandes medios tienden a escoger sujetos vulgares, de escaso interés, Es preciso. saber mirar por debajo de las apariencias para traspasar el I{mite, entre la superficie y Ia profundidad, Ast es. posible conocer a fondo a-tas personas, saber qué encubren, por qué han seguido esa travesfa y no otra, cudles han sido sus -Mmotivaciones... tds psiquiatras constatamos a diario que el comportamiento sesulta equilibrado cuando hay coherencia entre lo que dice yilo que hace un sujeto, Al entrevistamos con alguien, con el fin'de saber qué le pasa, sobre todo hemos de escucharle, un arte que necesita tiempo y oficio, También de- bajo del discurso verbal hay un subsuelo que es menester des- cubrir, il . En los nifios la exploracién de la conducta es més sencilla, ues todavia no han aparecido los mecanismos de camuflaje. En la adolescencia se produce un desbordamiento de viyencias: todo sube y baja, se vive apasionadamente, el Animo se entris. tece sin saber por qué, Jos sentimientos carecen de una arqui teetura fuerte y rejultan muy influenciables... Ya en la prime: ra juvertud nos hie ‘con més elementos de juicio; la vida se pone delante con todo su realismo y nos hace saber esi uno quiere Lratsay ene Que saber en qué direecién, ya ue de lo contrario se sentird perdido, Por su parte, el adulto empieza a obtenér'resultados de todo lo que ha ido haciendo, Los argumentos de su existencia han ido dejando un ‘oso que puede estudiarse con cierto rigor; estamos ante una bio: grafia més elaborada, En cada etapa dt la vida, marcada por sus nota peculares y sus inquietudes prépias, la personalidad funciona como centro rector del Patrimonio psicolégico, Si se tiene una buena armo- fa, se iré constrayendo un castillo amurallado en el que 18 ar _ To gcudndo han sido serenos, pacificos, no con: protegerse de los enemigos y las difcultades exteriores. No hay nada peor que estar desequilibrado, perdido, sin visibilidad in- terior. Por eso, para ser feliz lo primero quesnecesitamos es ha~ bbernos encontrado a nosotios mismos. La «mansién» dela personalidad est4 habitada por distintos, clementos: fisicos, psicolégicos, sociales y'culturales; tetralogia cn la que sus huéspedes se influyen reciprocamente. La enfer- medad modifica de alguna manera el temple del estado de 4nimo, de igual modo quell soledad excesiva pesa y modifica el estilo de ser. La cultura sirve de trampolin para saltas, en una pirueta inteligente, sobre las circunstancias. En las crisis depresivas, por ejemplo, se produce un repliegue sobre uno mismo que invita a dirigirse al pasado y quedarse con los re- ccuerdos mas negativos; los sentimientos de culpa emergen si- lenciosos, En los cuadros de ansiedad, la personalidad se ve empapada de un porvenir incierto, temeroso, difuso y poblado de malos.presagios; unas veces es el pasado el que toma el mando y otras el futuro, Esta oscilacién tiene lugar entre dos polos: interioridad-exterioridad o pasado-futuro. Peto lo que el ser humano debe conseguir es vivir apoyado en un presente fugaz, transitorio, de paso permanente, que sirva de cauce ara que los hechos transiten sigeografia. Hoy podrfamos afirmar que las formas de vida desestructu- radas se han popularizado, se han democratizado, La actiali- dad, como heros comentado, nos trae modelos humanos in- consistentes, con poca densidad; vidas caractetizadas por la permisividad y el relativismo. Son éstos tiempos revueltos, pe- vos? Basta echar una ojeada a le historia reciente de Europa. Creo que la desotientacién es uno de los signos de la pos- modemidad. El set humano esté cada vez més preparado para vivir instalado en la incertidumbre, el desconcierto, la petplejidad. La sociedad de hoy es compleja; estétejida de in- gredientes contradictorios que conducen.a muchos indivi- duos a no saber a qué atenerse: lo bueno y lo malo, lo exce- lente y lo perverso, el blanco y el negro... Los nuevos enemi- g0s de la sociedad planean de forma solapada: el aburri- miento, el hastio, la depresion, el cansancio psicolégico, el escepticismo, la incultura, la frivolidad ... Se tambalean los puntos de referencia y emerge una nueva perplejidad: es la re- volucién del desconcierto y del pensamiento débil. Todo en la ~ persona se vuelve endeble,ligero, a punto de desmoronarse; y ello incide directamente sobre la célula de la sociedad, que es la familia. El escepticismo es propio de'los tiempos que co- ren, ciyos prineipios son cada vez menos firmes ¢ inamovi- bles, y el individualismo se ha convertido en una fortaleza en la que muchos se atrincheran, levantando la bandera del subjetivismo. Es como si hubieran desaparecido los héroes, como si las vi- das extraordinarias no interesaran, salvo que estén rotas 0 fragmentadas, Tener cierto equilibrio psicolégico resulta para muchos algo aburrido: se lleva estar en ctisis,-vivi ciones fuertes. La cultura light convierte cualquier relacién en’algo de usar y tirar, sélo invita a consumir y a dejarse llevar, lo permite todo, Si éste es el paisaje que nos envuelve, parece Iégico que los desajustes de la personalidad se hayan multiplicado, Una socie- dad como le nuestra, cada vez més adolescente, se caracteriza por la inmadurez colectiva, y sus mensajes son tan contra- puestos que resulta muy dificil reconciliarlos. La Psiquiatsfa ha pasado de ser una disciplinia menor —casi un apéndice de las facultades de Medicina— a una asignatura de gran importancia, Se refuerza la idea de que lo primero que tiene que conseguir el ser humano es encontrarse a sf mismo; dar con las piezas del rompecabezas de su forma de ser y orde- natlas, Tener un centro de gravedad nos permite elaborar esos argumentos que dan sentido ala vida, armonizar lo de fuera y lo de dentro. 20 i \ En el cas ini nito mar de las circunstancias y las variables cotidianas, el olea Je personal mantiene a través de ls rasgos, que otorgan ests. bilidad, consistencia y repeticin a los actos, Por iilimio,el estado es una earacteristica de la personalidad ‘wansitoria, pasajera, que se da en un momento determinado y, Por tanto, resulta fugaz, temporal, efimero, En el curso de uns depresién mayor, por ejemplo, la personalidad vive en unestado de énimo melancélico, con sentimientos de tists, desgana o aparia; Pero cuendo dicha enfermedad emite, el su- {eto vuelve por lo generals ser la persona que ha sido, recupe. tando-sus caracteristicas anteriores al.trastorno psicolégico.. Mientras que el rasgo es una dimensién. que angloba un patrén de respuestasestables yreteradas dela personalidad, el esd se refiere a una actividad mental y psicolégica breve » del Presente, La gente sucle distinguir muy bien lo primero de lo Segurido: una cosa es el comportamiento habitual y otra distinc tala respuesta afpicae inftecuerte, propia de una citcunstane cia especifica,* Pe iitlauler conduct es produto de numerosas determinantes, no ae do de los argos de la sicuacin. Entran en juego las prerianes oo ‘Sinens, las influencas especticas, el estado de dnimo del sujete on see ‘momento, ls vivenciaé dl pasado... fut Oa sialo anes de Cristo, Cicerén subrayaba la existencia de unos -ns propensos que otros a padecercitrtos males de fora episé. ie free modos regulars y frecuentes de ex. Un casgo, poen coy lmucible y otro, diferente, responder con enfado a un suesso concen, 2 {QUE ALBERGA LA PERSONALIDAD? ‘Tras pasat revista a los principales ingredientes de la persona- lidad, conviene hacer un resumen Pata sintetizar tal selva de datos y conceptos. Asi: 1. Un conjunto de caracteristicas y tualidades, en el que se dan cita vertientes morfolégicas, fsiolégicas, psicol6gicas, so- ciales y culturales, 2. Este bloque de ingredienies tiene una nota esencial: la originalidad. Los tasgos principales configuran un estilo pro- pio, un sello particular y espectfico que define un modo de comportamiento, 3. La integracin entre los distintos elementos forma par- te de la buena estructura y articulaci6n de Ja personalidad. Las personas demasiado extravertidas, habitualmente frlas en sus sentimientos o, por el contrario, muy afectivas, no tienen una buena combinacién de los mismos, produciéndose cierta des. compensacién que, en algunos casos, puede ser la antesala de un desajuste o trastorno de la misma, 4, En la personalidad hay zonas transparentes y teritotios ‘opacos, es decir, claros y oscuros. Existe una parcela exterior, que puede ser valorada objetivamente, y otra interior que s¢ muueve en un plano més escondido, $. La personalidad no es una mera colecci6n de procesos ue se van sumando sin conexi6n entre si, Antes'al contrario, supone la asociacién integrada de'una serie de parcelas diz vereas que dan lugar a un todo interrelacionado, Esta pers. Pectiva integradora busca conocer qué es la personalidad (ver- dades universales sobre su conocimiento) y cdmo funciona (verdades particulares de cada sujeto en concreto). Cada per- sonalidad es un producto singular; nunca puede entenderse como algo fabricado en serie. La personalidad es la totalidad + La primere-cuestién gut es la personalidad-— omorética, se denomina visién 28, Que no ¢s sino un constructo, un edificio en el que se asientan . | i de elementos y estados psicol6gicos de in individuo, Supone > integracién de recursos, habilidades y estilos, 6. El conocimiento de la personalidad nos permite, de al- guna manera, predecir la conducta de uri individuo en general y también en particular, ante una situacién determinada. Al ‘gunas de las caracteristicas son constantes, inmutables, s6l das, y sus dimensiones basicas inmodificables. Por eso habla- mos de un conjunto de papeles que un ser humano en conereto es capaz de desempefias, tahto el actual como el potencial, Los elementos permanentps de la personalidad conforman un sustrato que permite el reconocimiento de la misma a pesar de las modificaciones, las reformas o las trans- formaciones. : 7. La perqonalidad no es algo estético, sino dinémico, Se encuentra siempre en movimiento, conio‘tna realidad abierta, amplia, cambjante, que va tecibiendo las influencias de todas y cada una de las vivencias del individuo, las cuales terminan configurando su perfil. Desde los «microtraumas» a los «ma- »» pasando por las experiencias positivas, todo se va depositaudo en la persona y dejando su huella, La conduc ta eg el resultado de la relaci6n de reciprocidad entce la forma de ser y el ambiente por el que uno circu: 8, En'la persorialidad, como ya hsmos dicho, confluyen los aspectos fisico, psicolégico, social y, cultural, Estos se com- plementan formando un entramado setidllo y complejo, dinico y diverso, Esta tetralogfa de ingredientes principales no es s6- lo resultado de la herencia, ni tampocd un mero producto ciltural ni el resultado de cierta elaboracién social. Es eso y bastante més, todo conjugado: plastcidad, adaptacion, reci- las cuesonesbisics generals: asgs, motivo, mecanismos de defense, étc, La segunda cuestién —e6mo y pot qué funciona una personal did—se denomina visén particular o ideoghicsespecifica lo indivi dual, ya que cada desarrollo personal es un producto especial, propio, con unstle determinado, que resume ua trtyctria 2» i procidad de'influjos... En Pocas palabras, singularidad en la pluralidad| ynadutez suficiente en relacién con la edad, lo ue supone un buen conocimiento de uno mismo, la Propia acepsacin, el d- £0 frecuentes, hostiles y que dafan a social. | | 10, Tass fnalizas, decir que hoy phdemos hablar de fa ciencia de la| personalidad en lun sentido estricto, Mientras que la filosoffa y las ciencias ‘bumanas buscan la verdad, lag Ciencias fisiea$ y naturiles se aproximan af ‘conocimiento de la realidad en sétininos de certena, De esta difernee se decivan ‘cuatro dogmatismos: Petcepcién ala memoria, pasando por la inteligencia, la sfectvida, le concienca yun lago ctfee 30 — Et sociologista, para el cual todo descansa sobre el prin- cpio primordial de que el ser humano es esencialemente social, — Eleultwralista, que pone el acento en la enorme impor- tancia del émbio cultural. Insisto en lo que antes ya he comentado: es conveniente adscribirse a tina posicién ecléctica, capaz de conjugar y conc. liar estos cuatro apartados en uno, a

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