La Columna Salomonica en El Arte Colonial Guatemal

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f@ La columna saloménica en el arte colonial guatemalteco Jorgo Lujsa Muto So intenta precisar, lo més posible, fa eronologta de la column salomdnica en Guatemsla, tanto en retablos como en argultectura, Se hace referencia primero a su uso en etares de madera y arquitectura cefimora, para terminar con la arqutectara propiamente dicha. Hay cconciertos de obra para varios retablos, evidencia eu grabados de ‘imulos, pero no hay esa intormacién para edificis. Los datos permiten ‘fechar su uso durante al menos 50 ahos, de aproximadamente 1680 a 1730, si bien es posible que se pudo prolongar mds, quleks hasta 1750, sobre todo en cludades menores y zone rurales. The author studies the presence and evolution of the Solomonic Order, wreathed colunn specially, in Guatemala though Architecture, retables, altarpieces and ephemeral scenographies from 1680 to 1730-1750, approxinsaely. InTRODUCCION El propésito de este trabajo es, on lo posible, tratar de precisar la cronologia del uso. 4o la columna saioménica (0 soporte berninesco o columna helicoldal) en Santiago de Gualemal, tanto en retablos como en arquitectura, En algunos casos, se hace referencia @ otras regiones de la Audiencia de Guatemala, Hay que tener en cuenta ‘que como capital del entonces Reino de Guatemala, la capital era el lugar en el que ‘generalment se iniciaban ((.e, ngresaban) las corrientes 0 modas attisticas, yde all inradiaban a otras ciudades y regiones. Es un tema que ha recibido poca atencidn y ésta ha sido siempre colateral al ‘asunto estudiado. Por ejemplo, PAl Kolomen apenas ludid a las columnas saloménicas en Antiqua Guatemala, que encontré poco abundantes, sin ningdn intento de fecharlas, probablemente porque no contata con la informacion necesaria para ello! TUJAN MUNOZ, jorge: “La columna saloménica en el arte colonial guatemelteco”, cen Boletn de Arte o® 24, Universidad de Malaga, 2008, pig, 35-52. 7 Jorge Lujén Muitoz El primer aporte importante lo hizo Heinrich Berlin, en su ya clasico estudio sobre la imagineria colonial guatemalteca, Refiriéndose a los retablos berrocos, escribié lo siguiente: Encuentro Ja primera mencién de columnes saloménicas en 1683 y la litima en 1708, sin que estas fechas consttuyan, naturalmente, limites absolutos:. Esta afirmacién requiere un par de aclaraciones: las menciones son en documentos {concertos de obras}, y sélo protendia inclur los rotablos. Por su parte, Luis Lujén Muftoz, en un resumen acerca de la arquitectura colonial guatemaltoca, al tratar acerca de la llegada del barroco y de las columnas saloménicas, cls la anterior referencia de Berlin sobre las primeras columnas, alude 8 continuacién a dos pinturas del artisia mexicano Pedro Ramirez (basadas en grabados de PPRubens), encargedas para la nueva catedral (fechadas hacia 1673), que contienen reproducciones de ese tipa de columnas, y, fnalmente, con base en tuna descripcién de Domingo Juarros, supone que las columnas del altar mayor catodrallcio, hecho por el escultor Mateo de Zuniga alrededor do 1678, oran salornénicas Ricardo Toledo Palomo tocb el tema en un estudio acerca dol bartoco ‘uatemalteco, de nuevo citd @ Berlin y se refi a la Introduccién de estes columnas ‘en la Nueva Espaiia, y también hizo mencién a su posible presencia en el retablo mayor de la Catedtral, de 1678, ejacutado por Matoo de Zuniga’. Verle L. Annis, en Su Monografia sobre la arquitectura colonial de la Antigua Guatemala, no tocd especificamenie el asunto poro si escribié, un tanto ambiguamente, que las ccolumnas saloménioas no apareciaron en la arquitectura de Santiago (Antigua), sino hasta después de 1650 Enrique Marco Dorta, en su estudio general sobre el arte colonial hhispancamericano, escribié sobre Guatemala unas consieraciones agudas y realistas. Reconocié que Ja cronologla es muy insegura, supuso que comenzaron a emplearse en los retablos, le parecié probable que la aparicion de fa columna * KELEMEN, B: "Guatemala Baroque’, Magazine of At, 35:1 anoary 1942), pigs. 22.28 y 38-39; y, Baroque and Rococe in Latia America (New York: The Macmillan Co,, 1951), és. 126-127, * BERLIN, H.: Hisuori de Ia tmaginert Colonial en Guatemala (Publicaciin del Institue Antropolog'a e Hiswora; Guatemala: Editorial del Ministerio de Edueacion Pablice, 1952), py, 61, Bl autos no especifica en que contratos encontré las menciones, LAN MUNOZ, L: "Breve panorama de le arguitectutareligiosa yeatemalteca durante el periodo colonial’, Universidad! de San Cazlos, 63 (1964), pigs. 73-74. Més o menos To sino reptié en, Sicess cela arquitecrura en Guaremala (Guatemala: Universidad Ge Son Carlos de Guatemela, 1968), pigs. 10-11. * TOLEDO PALOMO, 2: “Apuntes en tomo al baroco guatemalteco’, Universidad de San Carlos, 63 (1964), pags, 107-108. VANNIS, WL: La Arquitetura de a Antigua Guatemala, 1543-1773 (Ealilén binge espa Inglés. Guarerain: Universidad de San Carlos de Caatemaln, 1968), pig. 214, % TEM] La columna saloménica en ef arte colonial guatemalteco ssaloménica, en obras de fabrica, tuvo lugar en el ittimo torcio del siglo (XVII) y que se mantuvo hasta bien entrado el siglo XVI El asunto volvié a tratarlo Gustavo Alejandro Avalos Austria, en su estudio monogréfico sobre el retablo en Guatemala, De nuevo aparece la cta de Berlin, sin precisar todavia a qué retablos se referta. En su opinién son demasiado tardias las echas de 1678 0 da 1683, tenisndo en cuenta que en México la colums saloménica ‘se usa desde mediados de! siglo XVI, por lo que le parecia aificl que transcurriaran 30 afios para su aparicién en Guatemala, por fo que creemos que su entrada en ef ratablo guatemalteco debe ser anterior a 1678" ‘Antonio Bonet Correa, sin referirse especificamente el tema, al escribir sobre et dominio completo del barroco en Guatemala, ontro 1860 y 1773, dice que éste ee {nici con ta columna saloménica, fo que supondia un arribo alrededor de la mitad el siglo XVII. ‘Una cuestién que me fue imposible esiablecer, sin dude alguna, es si se inicié en los retablos 0 en arquitectura, En general, creo més posible que haya comenzado en retablos y que después pasara a la arquilectura, sobre todo en las portadas principaies, que precisamente en Guatemala han sido lamadas por los estudiosos del tema “fachadas-retabio". Como las evidencias documentales més precisas provienen de conciertos para retablos, he preferido comenzar con ellas, para seguir luego con otros ejemplos no documentados, después pasar ala arquitectura efimera ¥, finalmente, @ la arquitectura propiamente dicha, LOS INICIOS DOCUMENTADOS DE LA COLUMNA SALOMONICA El primer caso de uso de la columna saloménica debidaments documentado es el del rolablo mayor de la capilla de la Universidad, la cual habia sido aprobada hacia poco y estaba en fase de ponerse en funcionamiento. El encargo fue concedido al maestro tensamblador Agustin Nariez (originario de Oaxaca), quien firné al contrato el 15 de noviembre de 1683, El retablo era de madera de cedro, de seis varas de alto y cinco de ancho, con las armas reales arriba. El precio, de 830 pesos, inclula varias esculturas de bulto (que subcontraté Nuifiez el no ser él escultor, pero se desconoce © MARCO DORIA, B: Arte on Amériea y lipinas (Ars Hispanice 21; Madrid Ritovial Plus Utea, 1978), pg, 204 AVALOS AUSTRIA, GA: Bl reall guatemalteco, Forma y expresidn (México: edicién de autor, 1988), pg, 56, " HONET CORREA, A: "Caracteristicas del Barroco guntemalteco” en Historia Ganorsl de Guatemala, Jorge Lujén Moz, Direstor General. Tomo Il: Siglo XVIII hasta I Independencia, Cristina Zilbermann de Lujén, Directora del tomo. (Guatemala: Asociacién de Amigos del Pais ‘undacin para la Cultura y el Deserollo, 1994), pig, 489 ag sitios ata con quien o quiénas). La imagen principal ara la de San Carlos (Borromeo), de vara y media de alto; otras dos serian las de Santa Teresa y Santa Catalina Marti, de vara ycuarta cada una, y de la hornacina superior de Santo Tomas (u otra que se eligiere). ‘Se espacificé que las columnas debian de ser saloménicas de orden corinta. Si eran responsabilidad del ensamblador cuatro hechuras de fos Santos Doctores do la iglesia, de medios cuerpos y media tall, y finalmente un Salvador en medio, asimismo de media tala” EI siguiente concierto de retablo conacida en que se especticaron columnas saloménicas carresponde al maestro ensamblador Vicente de la Parra, quien por ‘eseritura ante el escribano Phelipe Diaz (el Moz0), de 13 de octubre de 1690, se comprometio a hacer el retablo de Nuestra Sefiora de la Natividad, en el templo de las monjas de Santa Catalina Marlr, Era un tipioo retablo de tres cuerpos y calles, de ‘ocho varas de tres cuertas do alto y sicto vares do ancho. Las columnes se isiribuian asi on los cuerpos: of primero de orden jonica, ef segundo de orden corintia y 9! dtimo que es el del remate, de orden compésita, y las columnas [debia de decir fustes] han de sor de obra saioménica, talladas y laurado (sic) todo, segdn fo reprasente el disena y mapa, que qued6 rubricado por el escribano! Tres afios después ol maestro ensamblador Juan de Quintana se obligé @ hacer ‘1 retablo de Nuestra Sefiora de la Caridad de la parroquia de San Sebastian. Seguin se especificé, las columnas debian de ser saloménicas, las principales vestidas de parras y racimos de uvas, las de en medio [del segundo cuerpo] vestides de roses, y Jas tftinas [del tercer cuerpo o remate] de azucenas". Gracias a varlos contratos se puede apreciar que pronto se af Ja "moda" por las colunnas saloménicas. En la renovacion del templo de la Merced el maestro Vicente de la Parra canstruyé varios retablos, en los que emple6 dicho tipo de apoyaturas. En 1695 realiz6 nada menos que ei retablo mayor de dicha iglesia, de 16 varas dos tercios de alto y 12 de ancho, desde of suelo hasta el cafién, lenando todo ‘01 hueco, Todo irla en obra saloménice. Era de cinco cuerpos, con figuras de media talla,aributos y demés cosas sobrepuestas que si eran de su cargo, no asi las nueve esculturas (de bullo) de los nichos. El precio fue de cuatro mil pesos y el plazo de afio y medio". Debié de compietar satisfactoriamente ol altar mayor de La Merced, el maestro De la Parra, ya que en los siguientes atios se dedicd a trabajar exclusivamente pars © Archivo General de Contro América (AGCA) Af.3.3, leg. 1896, exp.12388; publicado en Boletia del Archivo General del Gobierno (BAGG), Di4 (1944), pigs. 242-244. * AGGA Al.20, leg. 695; publiado en BAGG, X:3 (1945), pigs. 224-225, AGCA.AL.20, leg. $03, protocolo del exribano Niclés Rariin de le Gods, escitra del 20 de diciembre de 1692, ® AGCA AL.20, leg. 1229, escitura ente el escribano Guillermo Pineda, 26 de octubre de 1685. 38 (EERIE ce cotumna saloménica en el arte colonial guatemalteco

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